El documento describe los orígenes del fútbol en diferentes partes del mundo y cómo llegó a México y Jalisco a principios del siglo XX. Menciona la fundación de los primeros equipos de fútbol en Guadalajara como el Club Deportivo Guadalajara y el Atlas. También habla sobre los primeros torneos y partidos entre equipos de Guadalajara y otros lugares.
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El documento describe los orígenes del fútbol en diferentes partes del mundo y cómo llegó a México y Jalisco a principios del siglo XX. Menciona la fundación de los primeros equipos de fútbol en Guadalajara como el Club Deportivo Guadalajara y el Atlas. También habla sobre los primeros torneos y partidos entre equipos de Guadalajara y otros lugares.
El documento describe los orígenes del fútbol en diferentes partes del mundo y cómo llegó a México y Jalisco a principios del siglo XX. Menciona la fundación de los primeros equipos de fútbol en Guadalajara como el Club Deportivo Guadalajara y el Atlas. También habla sobre los primeros torneos y partidos entre equipos de Guadalajara y otros lugares.
El documento describe los orígenes del fútbol en diferentes partes del mundo y cómo llegó a México y Jalisco a principios del siglo XX. Menciona la fundación de los primeros equipos de fútbol en Guadalajara como el Club Deportivo Guadalajara y el Atlas. También habla sobre los primeros torneos y partidos entre equipos de Guadalajara y otros lugares.
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El Pacto Federal de Anáhuac
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Del football al futbol
Alberto Gómez Barbosa
Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Guadalajara
Orígenes
Hay antecedentes de juegos parecidos a lo que hoy
llamamos futbol, desde tiempos muy antiguos: en China, Japón, Grecia, Roma y desde luego en zonas de Mesoamérica, incluyendo nuestra región, se practicaban confrontaciones parecidas, lejanamente, al actual deporte que es, quizá, el más popular de todos. A la fecha se mantiene una añeja tradición: el Calcio Florentino, que está reglamentado desde el año de 1580; se forma cada equipo de 27 jugadores y despierta mucho interés su campeonato anual en la ciudad de Florencia, Italia. Pero la práctica del futbol actual, nació en las universidades de Inglaterra a fines del siglo xix, siguiendo la reglamentación que, en 1863, tomando en cuenta las normas vigentes en Sheffield, publicó la Universidad de Cambridge. Consistía el reglamento en 13 normas, sencillas, y dio pie a la formación de la Football Asociation, que promovió la creación de la Football League que promovió las primeras competencias de la historia. Luego se agregó al nombre del juego la palabra “soccer” seguramente para diferenciarlos de otros deportes similares. El sistema colonial de los países europeos diseminó el naciente deporte que ya se jugaba en toda Europa, a otros continentes; a las repúblicas americanas llegó Del football al futbol 64 pronto. La primera liga de futbol en América fue la argentina, fundada en 1891; diez años después en 1901 se jugó el primer partido internacional en América: Argentina contra Uruguay. En 1904 se fundó, en París, la Fédération Internationale de Football Association, la fifa, que a la fecha rige los destinos de ese deporte en el mundo, con un número de países afiliados superior al de los miembros de las Naciones Unidas. A México llegó el futbol con el siglo xx. En 1901, con irlandeses que llegaron a Orizaba se formó el Orizaba Athletic Club y con mineros ingleses, trabajadores de la empresa Real del Monte, el Pachuca Athletic Club; en ambos se inició la práctica del football. Pronto, en 1902 se formaron equipos en la capital y el 19 de octubre de ese año se disputó la primera competencia nacional habiendo resultado campeón el Orizaba.
El futbol llegó a Guadalajara
El 8 de mayo de 1906 se fundó el Union Football Club,
en la ciudad de Guadalajara, promovido por un grupo de jóvenes empleados o cercanos a las tiendas francesas, liderados por Edgar Everaert de nacionalidad belga, quien vino a trabajar con la familia Gas en la tienda “La Ciudad de México”. Se hizo amigo de Calixto Gas y ambos formaron el equipo “Unión” nombre que significaba la camaradería y concordia que existía entre jóvenes de varios países. Fueron fundadores, además de los mencionados, Max Woog, Ernesto Caire, Esteban y Francisco Palomera, Alfonso Cervantes, Ramón Gómez, Augusto y Calixto Teissier, Julio Bidart, Luis Pellat, Pedro, Pablo y Juan O’Kellart y Gregorio y Rafael Orozco. En febrero de 1908, en reunión en casa de la señora Nicolasa Sainz, abuela de los Orozco, se propuso el cambio de nombre del Unión a Club Deportivo Guadalajara, eligiéndose como primer presidente a Rafael Orozco y decidiendo cambiar el uniforme, hasta Estudios jaliscienses 135, febrero de 2024 65 entonces todo blanco, por camisa a rayas rojiblanca y pantaloncillo azul marino. Se organizó el primer campeonato el mismo año, 1908, en el que participaron el Guadalajara, Liceo de Varones, Eclaire, Atlético Occidental y Excélsior del Instituto San José de los Jesuitas. Se jugaba, entonces, en Unión y Bosque, terrenos de los Orozco, en campo de la cervecería “La Perla” y en otro predio de la familia citada, cercano al antiguo Círculo Francés. Se fueron formando nuevos equipos, en 1908 el Deportivo Colón, en 1915 el Victoria y el Nacional, en 1916 el Latino y el Atlas, este último integrado mayormente por jóvenes que habían estudiado en la Gran Bretaña, los Fernández del Valle, los Orendain, los Collignon, Juan José “Lico” Cortina y otros; en 1917 el Águila, el Morelos y el Colón. El 5 o 6 de enero de 1923, Albino Ruvalcaba, joyero, formó el equipo Oro, basado en trabajadores de la orfebrería y jóvenes del barrio de San Felipe de Jesús. Dio mucho impulso su fundador al equipo áureo, tuvo como apoyo y continuador a Felipe Martínez Sandoval; construyeron un parque de futbol en una manzana grande delimitada por las calles de Gigantes y Gómez Farías, las calles 30 y 32 del sector Libertad, parque sencillo, pero bien ubicado, inaugurado el 20 de julio de 1930, que desplazó a los del Atlas y Guadalajara que estaban, el primero a medio camino a San Pedro Tlaquepaque, en el paradero de los tranvías, y el segundo en Unión y Bosque, entonces zona deshabitada. En 1926 comenzaron a realizarse encuentros entre equipos de la ciudad de México y de Guadalajara. El Atlas invitó al Tigres de la capital, triunfando los rojinegros; luego el Guadalajara enfrentó en tres encuentros al América, el 10 de octubre en el campo de Unión, empataron a un gol, al siguiente día en el Paradero, ganó el Guadalajara por 2-1 y el día 12 volvió a ganar el Guadalajara por el mismo marcador. En ambos juegos lució como goleador “Tacho” Prieto, de la dinastía de grandes deportistas. Del football al futbol 66 Los ancestros nos contaban de los equipos extranjeros que en aquellos tiempos en que los viajes no eran nada fáciles, vinieron de Sudamérica y de Europa. En marzo de 1927 el Colo Colo de Chile, venció por 4-1 a un combinado Guadalajara-Atlas y en el segundo juego, el Guadalajara consiguió empatar. En 1929, el Sabaria de Hungría, goleó en el campo de la avenida Unión al Oro ¡8-0! En 1933 vino el Audax de Chile a jugar el 30 de abril contra el Nacional; empataron a dos goles y salomónicamente, decidieron cortar la copa y entregar la mitad a cada uno de los contendientes. El corte de la copa lo realizó el patriarca de la dinastía Prieto, don Maximiano. El 23 de agosto de 1927 se creó la Federación Mexicana de Futbol que sustituyó a la Federación Central. Existía el antecedente del Campeonato del Centenario, jugado en 1921 en el que participaron equipos de la ciudad de México: Germania, España, Asturias, América, México, Deportivo Internacional, Amicale Francaise, Luz y Fuerza del Centro y Morelos, así como el Sporting de Veracruz, Iberia de Córdoba, ado de Orizaba, Atlas y Guadalajara de Jalisco y Pachuca de Hidalgo. El primer campeonato que organizó fue el 1927-1928 en el que participaron ocho equipos de la capital. En 1929 se afilió a la Federación Internacional de Futbol Asociación, la fifa y desde entonces forma parte de esa organización. Todos esos años el futbol se jugó bajo las reglas que habían establecido los ingleses, quienes primero reglamentaron el juego, y se usaba el idioma inglés para denominar las diferentes variantes que se presentaban, sobre todo las faltas al reglamento, y así se hablaba de “free kick”, ahora “tiro libre”, de “corner” que denominamos “tiro de esquina”, “penalty” hoy “penal”, “off side” que es el “fuera de juego” actual, a los árbitros se les llamaba “referee” y a los abanderados “lineman”. En los cinco primeros años de la década de los 30 se fueron consolidando los equipos jaliscienses jugando torneos regionales, como también era el caso de la ciudad de México, como antes quedó apuntado. Estudios jaliscienses 135, febrero de 2024 67 Guadalajara, Atlas, Oro, Nacional, Latino, Marte, Colón, Oriente e Imperio participaban en los torneos de primera fuerza que resultaban muy interesantes y aun siendo futbol amateur, el Parque Oro y otros en los que se jugaba, se llenaban de aficionados, cada domingo, para gozar del espectáculo deportivo. Esos años el equipo que más fama y títulos logró fue el Nacional, nacido en el barrio de Mexicaltzingo; era el rival más fuerte del Guadalajara en competencias locales y llegó a tener momentos de gloria como el 17 de noviembre de 1935 cuando derrotó al Necaxa de la capital, el famosísimo equipo de los “Once Hermanos”. El Atlas sufrió una sequía de campeonatos de quince años, pues había conseguido el de 1921 y no fue sino hasta 1936 cuando volvió a ser campeón de primera fuerza. Por esos años ingresaron a la liga equipos “hilanderos”: Imperio de La Experiencia, Occidente de Atemajac y Río Grande de El Salto, todos ellos con apoyo de los propietarios de las fábricas textiles. Siempre han sido equipos amateurs, pero han dado muchos grandes jugadores para los de primera fuerza estatal y luego para los de Liga Mayor y Primera División. Como ejemplo, el Imperio ha desarrollado más de 200 jugadores de primer nivel como “Pina” Arellano, “Pistache” Torres, “Jamaicón” Villegas y un largo etcétera. Era equipo bravo, buscando siempre el ataque, por lo que, desde su defensa, cuando era posible prender un balón a modo, lo lanzaban elevado y muy largo buscando a sus delanteros, lo que provocaba el grito ¡Arriba Imperio! que aún ahora se escucha hasta en las narraciones del “Perro” Bermúdez en los partidos de Primera División. El Occidente fue también semillero de grandes jugadores, baste mencionar al “Chepe” Naranjo, del Oro y de la selección nacional, que jugaba el interior derecho en gran forma, “Chivo” Mercado y otros; la rivalidad entre Imperio y Occidente era enorme, cuando esos partidos se jugaban corría la pasión y muchas veces fueron llevados al campo “Oro” como preliminares de los juegos de la Liga Mayor y luego de la Primera División. Del football al futbol 68 Fundado en 1918 a la sombra de la fábrica de tejidos Río Grande, a la que alimentaba de fuerza la entonces bellísima cascada del Salto de Juanacatlán, este equipo hilandero fue semillero, también, para equipos de mayor categoría pues nunca ha abandonado el amateurismo. Se habla de los sacrificios que hacían los jugadores para venir a competir en el desaparecido Estadio Municipal, cercano al Agua Azul, pues no había muchos transportes de Juanacatlán a Guadalajara y salían a las cuatro de la mañana, a pie, para llegar a tiempo a su partido y luego de jugar regresar de la misma forma al pueblo. Parece manda. Fue el Río Grande semillero de buenos jugadores, inolvidables son el “Pelón” Gutiérrez y “Pablotas” González quienes en el Guadalajara de los años cuarenta y principios de los cincuenta fueron ídolos. Ambos corpulentos, hasta pasados de kilos diría yo, se movían en el campo de manera increíble y aprovechaban su corpulencia para atajar a los rivales. Inolvidables eran los duelos sostenidos en liga mayor, por el “Pelón” con Horacio Cazarín, legendario centro delantero del Atlante capitalino, quien, por cierto, filmó la película “Los Hijos de Don Venancio” con Joaquín Pardavé y un gran reparto, siendo memorables las escenas de los partidos tanto de cancha como las de tribuna actuadas por Pardavé, quien arma una gresca protestando por una falta que sufrió, en la cancha, su hijo protagonizado por Cazarín. Fue un gran equipo la Selección Jalisco y era un gran honor para los jugadores tapatíos pertenecer a ese grupo, casi eran como seleccionados nacionales el día de hoy. Fue formada en 1926 a base de jugadores del Guadalajara, Atlas, Oro y Nacional, sirvió para presentar el futbol de Jalisco principalmente en la ciudad de México donde tuvo actuaciones brillantes, pero, por otra parte, exhibió el talento tapatío con el resultado de que fueron contratados por equipos de allá muchos de los buenos jugadores debilitando a los equipos tapatíos. Estudios jaliscienses 135, febrero de 2024 69 De los primeros jugadores en esa selección, los de mucha edad recordamos al “Pelón” Gutiérrez y “Pablotas” González, “Pirracas” Castellanos, Fausto y Max Prieto, “Terile” Sánchez, Luis Reyes, patriarca de la dinastía, “Tilo” García, “Zarco” Vázquez, “Cosas” López y Wintilo Lozano. En el año de 1937 fue invitada la Selección Jalisco a viajar a Colombia donde se enfrentó a equipos de varias naciones sudamericanas convirtiéndose en el primer equipo de futbol de algún estado de nuestro México que viajó al extranjero. En 1943 las Ligas de Jalisco, Veracruz y del Distrito Federal se fusionaron y crearon la Liga Mayor Profesional, con lo cual la Selección Jalisco fue disuelta y los jugadores tomaron lugar en sus respectivos equipos para que compitieran en la nueva liga, los tapatíos Guadalajara, Atlas y Oro. Todos los juegos de los equipos de Guadalajara se jugaron en el Parque Oro, luego llamado Parque Felipe Martínez Sandoval en honor del presidente del club por muchos años y directivo muy comprometido con su equipo mayor, hasta que fue inaugurado el Estadio Jalisco a principios del año 1960.
Sangre ibérica en el futbol de México
Demos un pasito atrás porque hay que recordar las
visitas que hicieron dos destacados equipos de España, iniciada la guerra civil en aquel país, ambos de regiones decididamente separatistas, para recabar fondos que hicieran posible la supervivencia de aquellos equipos en medio de la economía destrozada por la guerra. El primero de ellos fue el Barcelona, actualmente uno de los más grandes equipos del orbe, desde entonces de gran fama, que estaba pasando una etapa muy difícil, al borde de la quiebra, como narra Frederic 1. Cuya reciente edición en nuestro Porta i Vila, periodista deportivo y estudioso de la país se debió al entusiasmo del historia del Barça, autor de ocho libros sobre el tema, doctor José M. Muriá. Frederic Porta. El Barça y México en 1937. en el titulado El Barça y México en 1937. Tiempos de Tiempos de Cárdenas. México: Cárdenas.1 Miguel Ángel Porrúa, 2022. Del football al futbol 70 Porta afirma que durante la Guerra Civil española sufrió el Club Barcelona la situación más difícil de su centenaria trayectoria y que, “sin la intervención del México de Lázaro Cárdenas, la supervivencia del equipo catalán hubiera resultado poco menos que imposible”. Iniciada la Guerra Civil el 18 de julio de 1936, las atrocidades se dieron pronto y así, fue fusilado por el bando franquista el presidente del fc Barcelona y activo político José Suñol, quedando en situación muy difícil el club del que quisieron apoderarse anarquistas de sindicatos, siendo esto evitado por dos leales empleados del club, Ángel Mur y Rossend Calvet, quienes afiliaron a toda la plantilla de empleados a la Unión General de Trabajadores para no caer en manos de los anarquistas. Los jugadores fueron informados de la situación y que no sería posible mantener acuerdos, ni sueldos ni la ficha anual. En esas circunstancias en las oficinas del club se recibió una invitación del Club Asturias de la ciudad de México para que el Barcelona sostuviera cinco partidos en esa ciudad. Tras negociaciones infructuosas, se llegó a la tercera invitación y fue un empresario catalán, Manuel Mas Serrano, avecindado en México, quien arriesgó los 15 mil dólares de garantía para seis partidos amistosos. Se organizó la expedición con solo 16 jugadores. Salieron en tren de Barcelona el 18 de mayo de 1937, rumbo al puerto francés de Saint Nazaire donde embarcaron seis días después en el Mexique. De los seis partidos pactados, cuatro fueron ganados por los catalanes y dos por equipos mexicanos. El contrato se extendió por cuatro partidos más que fueron ganados dos por los barceloneses y dos por los mexicanos, la gira fue un éxito, se estrecharon lazos entre México y Cataluña y los jugadores fueron agasajados todos los días con fiestas, comilonas, hubo quienes derramaron lágrimas al despedirse de México. La gira fue un éxito, también en lo económico, pues la cosecha de dólares que levantaron fue decisiva para la supervivencia del club. Uno de los más destacados Estudios jaliscienses 135, febrero de 2024 71 jugadores, por no singularizar, Martí Ventolrá, conoció a la sobrina consentida del Gral. Cárdenas, Josefina, ambos se enamoraron y el jugador decidió quedarse en México donde luego se casó, y castellanizó su nombre y muy reconocido como “el Maestro” Martín Vantolrá, jugó en el Atlante hasta sus 42 años de edad. Además de Ventolrá, otros ocho jugadores se quedaron en México: Urquiaga, que luego fue portero del España y el Veracruz, Iborra portero, también del España y Puebla, Munlloch delantero del Asturias y del Atlante, Pedrol, Gual, el famoso “Gavilán” Fernando García, Bardina y Taché. Luego de la serie de brillantes encuentros que sostuvo el Barcelona, arribó a México para una gira exitosísima la Selección Vasca, Euskal Selekzioa en su idioma, compuesta por una verdadera pléyade de estrellas, equipo que venía de realizar una gira por Europa donde casi todos fueron triunfos para los vascos. Llegaron a Veracruz donde sostuvieron los primeros tres de quince partidos en esa primera etapa. Estando en México, la selección buscó afiliarse a la Federación Mexicana pues la Federación Española había tenido problemas con la fifa y los vascos necesitaban estar afiliados a una asociación para poder continuar su gira. Fue un fracaso su viaje a Argentina pues la fifa no permitió que jugaran y tuvieron que regresar a México donde, un tanto diezmado el equipo, participó en juegos en la capital y Guadalajara; en esta ciudad disputó la copa For-Bec patrocinada por Las Fábricas de Francia, la cual obtuvieron los vascos derrotando dos veces a la Selección Jalisco y una al América. No podía participar como selección y se optó por ponerle al equipo el nombre de Euzkadi, con el cual compitió haciendo un buen papel pues terminó en segundo lugar, solo superado por el Asturias, habiendo anotado su centro delantero, Isidro Lángara, 18 goles. Hay que aclarar que no fue el Euzkadi la Selección Vasca como equipo completo, muchos de sus integrantes se habían separado por razones Del football al futbol 72 familiares, porque fueron contratados por equipos de otros países, etc., lo que quedó del grupo original fue lo que constituyó al Euzkadi. Finalizada la Guerra Civil en España, la agrupación futbolística que compitió en México decidió regresar a su país, dando libertad a quienes quisieron quedarse o aun viajar a países sudamericanos donde pudieron contratarse, como Argentina, Uruguay y otros. Muchos de ellos regresaron a México, donde jugaron con equipos de la Liga Mayor que agrupaba equipos de la capital; Lángara fue jugador del España varios años. Poseedor de fuerza excepcional de piernas, golpeaba el balón con tal vigor que, se dice, rompió más de algún larguero de aquellas porterías que eran de madera, quizá ayudaba que el balón de cuero entonces, era pesado y duro y al ser impulsado por Isidro, lo convertía en verdadero cañonazo. Por muchos años, aun en los campos llaneros, se le gritaba ¡No seas Lángaro! al jugador que tomaba el balón y no lo pasaba a sus compañeros, recordando al vasco que podía tomar un balón al medio campo y llevarlo, driblando contrarios hasta el punto de donde podía “chutar” y hacer gol. Era asiduo a las mesas de café de un establecimiento que estaba frente a la catedral, en México, donde pasaba horas de la tarde charlando con amigos. Siendo yo niño, me tocó verlo varias veces pues nos alojábamos en el Hotel Metropolitano que estaba adjunto.
El futbol en México se profesionaliza
En el año de 1943 la Liga Mayor extendió su territorio
a varios estados de la república: Jalisco, Guanajuato, Veracruz, etc., recibiendo equipos que engrandecieron a la competencia pues con anterioridad, como ya se dijo, el campeonato principal lo disputaban solo equipos de la ciudad de México. Para el primer campeonato fueron invitados Guadalajara y Atlas de la Perla Tapatía, el Oro logró su ingreso hasta el siguiente campeonato, 1944, en el cual, por cierto, quedó en último lugar. Estudios jaliscienses 135, febrero de 2024 73 Así, la afición tapatía pudo presenciar encuentros con equipos profesionales, jugadores de calidad y un espectáculo mucho mejor, en el Parque Oro, el primero de mampostería en la república, que alojó por muchos años los partidos de Liga Mayor y luego de Primera División de todos los equipos de Guadalajara, hasta la construcción del Estadio Jalisco, también pionero en la república, de los estadios construidos exprofeso para el futbol.
Los equipos de Jalisco
En 1943 el plantel base del Guadalajara estaba
compuesto por el Poeta Pérez portero, defensas: Pelón Gutiérrez y Rafles Orozco, medios: el Chato Hidalgo, Wintilo Lozano y el Zarco Vázquez, delanteros: Tilo García, Max Prieto, Pablotas González, Luis Reyes y José Antonio Torres. Al siguiente año se integró el jovencito Javier de la Torre, aguascalentense, estudiante de ingeniería que fue bien acogido por los partidarios del equipo quienes lo apodaron El Chamaco. Extremo izquierdo veloz y habilidoso, surtía de balones elevados para ser rematados por Max o por Pablotas. Fue seleccionado nacional y al retirarse como jugador fue entrenador de las ya Chivas en una etapa exitosa del equipo. Sus hijos y sobrinos le siguieron como jugadores, cronistas y entrenadores. El club Atlas fue invitado, también, en 1943 para formar parte de la Liga Mayor, pronto, los rojinegros se movilizaron y por 1945 contrataron un grupo de jugadores argentinos: Eduardo Valdatti, Luis Carniglia, Norberto Pairoux y dos costarricenses, el Osito Solano y Edwin Cubero, conformando un cuadro competitivo con el Ranchero Torres en la portería, Chapetes Gómez y Felipe Zetter en la defensa, en la media Pelón Silva, Valdatti y Chita Aldrete y en la delantera el Niño Flores, Carniglia, Pairoux, Solano y Edwin Cubero. Ese equipo, bajo el mando del inolvidable “Che” Valdatti, ganó el torneo Copa México 1945-46 derrotando en la final al Atlante en la capital en partido Del football al futbol 74 de alarido que se jugó a tiempos extras el cual ganaron los rojinegros por marcador de 5-4. La fanaticada los recibió en la entonces céntrica estación del ferrocarril y los llevaron en hombros hasta el quiosco de la Plaza de Armas. Ganó también la Copa de Campeón de Campeones derrotando al campeón de liga, Veracruz, por 3-2. El tercer equipo representativo de Jalisco en la Liga Mayor fue el Oro. Quedó consignada su fundación por joyeros del barrio de Oblatos, luego la construcción del parque que llevó muchos años el nombre del club, que fue cambiado por el de Felipe Martínez Sandoval y que llegó a la primera división un año después que el Guadalajara y el Atlas, en 1944. Pronto vio don Felipe que su equipo, con solo jugadores locales, no era rival para los demás de la Liga Mayor y así, chequera en mano, hizo el largo viaje hasta Argentina, cuya Federación se había separado de la fifa y ello convertía a los jugadores en agentes libres que podían firmar independientemente, sin pagos a los clubes. Se trajo el señor Martínez Sandoval a un grupo de grandes jugadores rioplatenses: Luis Bernabé Heredia, portero, Nicolás Palma, defensa, Piola Mendoza, centro medio, Carlos Cirico, interior, Bienvenido Paranza, extremo izquierdo y Atilio Mellone, paraguayo, centro delantero. El primer juego que presencié –fue todo un acontecimiento– Oro contra Veracruz, con el Oro alineando a Heredia, el Güero Sainz y Palma, Molestias Núñez, Piola y el Diablo Romo y Ruiz Pizano, Chepe Naranjo, Mellone, Cirico y Paranza; por los veracruzanos solo recuerdo a su rechonchito portero, el Chavo Urquiaga, de aquellos catalanes que vinieron con el Barcelona y se quedaron aquí. Esto fue en el campeonato 1945-46. Fuimos, mi papá y yo, aficionados de hueso colorado a partir de ese momento, no faltamos casi a ningún partido que se celebrara en el Parque Oro y de entonces guardo muchos recuerdos pues quedan muy grabados los de la niñez y yo tenía entonces 10 años. Estudios jaliscienses 135, febrero de 2024 75 Puedo repetir las alineaciones de Guadalajara y Atlas de esos años, también. Los precios eran muy accesibles: sol general $1.50, sombra $3.00 y sombra numerada que era la gradería del oriente del parque, $4.50, era una diversión popular, muy alcanzable para todos y se jugaba a las 12:00 horas de los domingos. Había gran ambiente en las tribunas, no había grupos organizados de porristas, pero más de alguno, luego de un gol o una buena jugada, se levantaba y organizaba una porra que era coreada por los partidarios del equipo merecedor, recuerdo a “La Rebeca”, un güero que ocupaba lugar en las alturas de la tribuna numerada, muy ocurrente con sus gritos en favor del Guadalajara y promotor de las porras a ese equipo. En la ciudad de México era infaltable, alrededor de la cancha, Jesús Martínez “Palillo”, cómico de origen tapatío que hizo furor en la capital y que con enorme sombrero de soyate, dirigía las porras cuando jugaban el Guadalajara o la Selección Nacional. Los juegos entre Atlas y Guadalajara eran disputadísimos y como la afición repartía sus preferencias entre esos equipos, la rivalidad y la pasión que despertaban eran, desde entonces, muy grandes y así los cronistas empezaron a llamarle el “partido clásico” para que luego, tras la comercialización salvaje de este deporte, se llame así a cualquier encuentro. Fueron muchos años brillantes de aquella Liga Mayor, en la que participaron equipos que luego se retiraron como el ado de Orizaba y el Moctezuma de la cervecería de ese nombre, también de Orizaba. Años más tarde en Guadalajara, el equipo Nacional –por cierto, el segundo fundado en esta Perla, en 1915, luego del Guadalajara y antes del Atlas–, llegó a Primera División en 1960, impulsado por un grupo de zapateros que encabezaron Daniel Jaime, sus hijos y Luis Beloglovsky. La Universidad de Guadalajara compró en 1970 una franquicia y participó algunos años con su equipo Leones Negros en la Primera División, habiendo realizado la primera contratación millonaria en el futbol Del football al futbol 76 mexicano cuando compraron a Nacho Calderón al Guadalajara. La Universidad Autónoma de Guadalajara llevó un equipo a la primera división, los Tecos, en el año de 1975. Fueron campeones en la temporada 1993-94 y tuvieron en sus filas entrenadores de la talla de Carlos Miloc, Diego Mercado, Bora Milutinovic, Alberto Guerra, Javier de la Torre y Víctor Manuel Vucetich, así como jugadores importantes: Zdenko Muf, Duilio Davino, Osmar Donizete, Hugo Enrique Kiesse quien anotó 108 goles con el equipo, Eustasio Rizo y muchos más. Por muchos años los futbolistas, aún los de Liga Mayor que eran considerados profesionales, recibían de los equipos sueldos que no ajustaban para llevar una vida acomodada y así, la mayoría tenían trabajo o negocios que apuntalaban el gasto familiar: el “Niño” Flores del Atlas, tenía un taller de torno, Felipe Zetter regenteaba los negocios familiares de fábrica y tienda de ropa, Rodrigo Ruiz ayudaba en la sastrería de su padre, “Pablotas” y el “Pelón” Gutiérrez eran obreros de la fábrica de hilados de El Salto, Max y Fausto Prieto pusieron una exitosa y muy bien presentada tienda de artículos deportivos por Morelos entre Santa Mónica y Ocampo. Varios tuvieron tiendas de deportes, Soto, del Oro, “Pina” Arellano del Guadalajara y el “Tigre” Sepúlveda, jugadorazo en la defensa del campeonísimo, también. De 1956 a 1965 fue la época en la que el Club Guadalajara consiguiera seis campeonatos de liga y con ello el título, adjudicado por la afición de “Campeonísimo”. El primer galardón lo consiguió en el campeonato 1956-57 bajo la dirección del uruguayo Donaldo Ross, ganando el último y definitivo encuentro el 3 de enero de 1957, en el parque Oro, frente al Irapuato, con solitario gol de Chava Reyes. El último campeonato de esa etapa, lo ganó el Guadalajara el 20 de diciembre de 1964 empatando con el Nacional a un gol, el de las Chivas anotado por Isidoro Díaz. Destacados jugadores de esa época fueron los porteros Jaime “Tubo” Gómez y Nacho Calderón; Estudios jaliscienses 135, febrero de 2024 77 defensas, “Jamaicón” Villegas, “Tigre” Sepúlveda, Arturo Chaires; medios, Juan Jasso y “Panchito” Flores y delanteros, “Pina” Arellano, Héctor Hernández, Salvador Reyes, “Mellone” Gutiérrez, Sabás Ponce y Paco Jara. Esa época del campeonísimo marcó también el momento en que el equipo se convierte en símbolo, como lo afirma José Ma. Murià: …se formó una suerte de nuevo icono con mucho arraigo popular y hasta mayor presencia a lo largo y ancho de todo el país: el equipo de futbol Guadalajara, conocido cariñosamente como Chivas. La razón es que era oriundo de la capital de Jalisco, militaban en él puros jugadores mexicanos y ganaban un campeonato tras otro para gran deleite y aliento de los aficionados a este deporte tan espectacular que se abrazaban al nacionalismo.2 2. José M. Muriá. Orígenes de la charrería y de su nombre. México: Miguel Ángel Porrúa, 2010, p. 25. Árbitros, entrenadores, cronistas
Importantes en el desarrollo de los encuentros son
los árbitros, apodados nazarenos por lo que tienen que soportar por parte de los aficionados cuando éstos sienten que su equipo ha sido perjudicado por algún fallo del propio árbitro o de algún abanderado. Cuando se jugaba en el Parque Oro, donde la tribuna iniciaba a escasos dos metros de la línea de cancha, era frecuente que algún abanderado recibiera, tras lo que la fanaticada, sobre todo la del lado de sol, percibía como decisión equivocada, un baño de líquido que bien podía ser de cerveza o de otro de color parecido, además de eso, los recordatorios a la línea materna no dejaban, ni dejarán de escucharse. Son muy recordables los árbitros de la Liga Mayor, elegantemente vestidos con bermudas de color azul marino y saco de corte sport del mismo color con vivos blancos en todos los bordes, medias grises y zapatos de futbol negros, como eran todos los que usaban también los jugadores. La moda de los zapatos multicolores, pretexto para que el público más enterado conozca la marca que usa cada jugador y que a ellos les reditúe Del football al futbol 78 regalías, es reciente. Actualmente no hay ninguna prenda que no lleve anuncio y en eso hay que elogiar al beisbol norteamericano que no ha permitido ensuciar las franelas de los jugadores con publicidad. Nombres de árbitros como Blat Garay, Carlos Esteva, están ya en el olvido, un poco más recientes como Mr. Reaside quien fue traído de Inglaterra en un afán de mejorar el arbitraje que antes de la mitad de los años cincuenta era, también, actividad semiprofesional. Vino del Perú Arturo Yamazaky y por varios años fue instructor de los nazarenos, campechano, dicharachero, departía con cronistas a quienes daba lecciones y les compartía anecdotario. Alfonso González Archundia, Arturo Bricio, Diego di Leo, italiano, muy polémico en sus decisiones, quien implantó el vedetismo en los árbitros mexicanos, pecado que se ha incrementado –solo hay que ver a los jóvenes, atléticos, infatuados árbitros actuales– y que considero es una de las causas por las que los jugadores enfrentan con frecuencia a quienes debían respetar. Casos aparte son don Fernando Marcos quien fue jugador destacado en los años treinta, formó parte de la Selección Nacional de esa época, luego fue entrenador exitoso y árbitro para finalizar como comentarista realizando en todos los campos labor muy destacada; era hombre culto; muy diferente, bromista hasta con los jugadores y amante de reconvenirlos cuando sentía que estaban jugando por abajo del nivel aceptable, Bonifacio Núñez también increpaba a los que se quedaban tirados en el césped fingiéndose lesionados con frases como: “ándale, levántate y juega”; fue sin duda árbitro pintoresco que se llevó una rechifla memorable una vez que a medio juego, por ir corriendo de espaldas, tropezó y cayó de cara al cielo a mitad de cancha. Entrenadores recordables son don Jorge Orth, húngaro, quien fue un delantero goleador famoso en Europa y que vino como entrenador del Guadalajara en la época del “ya mero”, cuando ese equipo quedaba a unos puntos del campeonato. El argentino Casullo Estudios jaliscienses 135, febrero de 2024 79 y el magyar Arpad Fekete, goleador también, vino a profesionalizar los momentos de vestidores, exigiendo, por ejemplo, que cada jugador tuviera tres pares de zapatos, con los “tacos”, como antes les llamábamos, de tres diferentes alturas que ordenaba calzar según el estado de la cancha, la que revisaba cuidadosamente antes de entrar al vestidor, gustaba también, de tener la alineación del equipo contrario para planear su estrategia, Fekete dio tres campeonatos al Guadalajara y uno al Oro. Ya fueron mencionados el Ing. Javier de la Torre, quien llevó también en la época del campeonísimo, a las ya entonces “Chivas” a campeonatos y hablamos del “Che” Valdatti, quien comandó con mucho éxito al Atlas; fue jugador, entrenador y directivo de Clubes Unidos de Jalisco. Entre los directivos fueron destacados Federico González Obregón, Antonio Levy, el ingeniero Ladrón de Guevara y Evaristo Cárdenas del Guadalajara, Alberto Alvo del Atlas y Felipe Martínez Sandoval del Oro. Los cronistas son parte muy importante en la orientación de los aficionados, puedo afirmar que, entre ellos y con la excepción de los de Televisa que, por razones obvias tenían que apoyar, primero al América y luego a otros equipos afiliados a la televisora y perdían imparcialidad, la mayoría fueron hasta donde era posible, neutrales. En Jalisco tuvimos en prensa escrita a los de El Informador: magog, como firmaba Manuel Gómez Gutiérrez, Reinaldo Martín del Campo y Víctor Latapí, culto y conocedor; en El Occidental al Lic. Aurelio Cortés Díaz, con su infaltable corbata de moño, también el “Bicho” Morfín y muchos más. En radio se peleaban la audiencia las transmisiones de xehl y xeav con los cronistas “Fray” León, Juan Manuel Rojo y el inolvidable Susano Santos Flores –cuya trágica muerte en 1968 fue llorada por la afición– quien ponía la pimienta en sus narraciones entusiastas y de corte muy especial, estos en la xeav. En la xehl inicié transmisiones junto a Arcadio Ríos Del football al futbol 80 el domingo 10 de febrero de 1957, narrando el partido entre el Peñarol de Uruguay y un combinado de los equipos Atlas y Oro. Pronto se retiró Arcadio Ríos y tomó su lugar José Manuel Naranjo y años después David González Vidaurri. A la televisión enviaban, generalmente, personal de la ciudad de México, entre estos fue muy destacado Enrique “El Perro” Bermúdez, quien llegó muy joven y aquí se formó como cronista adquiriendo modismos de la tierra y cariño por los equipos y jugadores locales.
El estadio Jalisco, sede de futbol internacional
Un hecho que impulsó al futbol de Guadalajara y del
estado, fue la construcción del Estadio Jalisco. Todo inició en una sesión del Club Atlas, el 8 de octubre de 1954, cuando Alberto Alvo, atlista de corazón y hombre de empresa, siguiendo el consejo del Canónigo José Ruiz Medrano, fanático del futbol y de los rojinegros, quien también propuso la formación de la escuela de futbol Atlas, sugirió la construcción de un estadio para futbol que sustituyera al viejo parque “Martínez Sandoval” en funciones desde 1930 y con cupo limitado que, en partidos como el Guadalajara-Atlas, era rebasado por la demanda. Se formó una asociación civil “Clubes Unidos de Jalisco” y se obtuvo el apoyo del gobernador Agustín Yáñez y del presidente municipal de Guadalajara Juan Gil Preciado y con proyecto de los ingenieros Jaime Vallejo y Jaime de Obeso, los trabajos iniciaron en julio de 1957, llevando a cabo la ejecución del proyecto la constructora Jalisco de los ingenieros Felipe Arregui, José Calderón Robert y el industrial Jorge Dipp. El estadio Jalisco, primero en la república para cobijar el futbol, fue inaugurado el 24 de enero de 1960 con la bendición del Cardenal José Garibi Rivera, una semana después, el 31 de enero se jugó el primer partido Atlas contra San Lorenzo de Almagro de Buenos Aires. El primer jugador en pisar la cancha del inmueble con cupo para 55 mil espectadores, fue el “Pistache” Torres, Estudios jaliscienses 135, febrero de 2024 81 ídolo rojinegro, y el primer gol lo marcó Norberto Boggio, argentino. Para los Juegos Olímpicos de 1968 y el Campeonato Mundial de Futbol de 1970, se realizó una ampliación de las graderías para dar cabida a 70 mil espectadores, remodelación que estuvo a cargo del Arq. José Manuel Gómez Vázquez. El estadio alojó, después, el Campeonato del Mundo de 1986. Guadalajara fue una de las cuatro sedes del futbol olímpico de 1968. El grupo que en la Perla tuvo sede estuvo compuesto por: Checoslovaquia, Guatemala, Bulgaria y Tailandia. No tuvo mayor lucimiento. El campeón fue Hungría, segundo lugar Bulgaria y tercero Japón. Dos años después, 1970, México organizó la Novena Copa Mundial de Futbol con enorme éxito. Los cuatro grupos jugaron en las ciudades de México, Guadalajara, León, Puebla y Toluca –estas dos últimas sedes dividieron encuentros–. A la Perla de Occidente le tocaron los equipos del grupo 3: Brasil, Inglaterra, Checoslovaquia y Rumania, los primeros en llegar fueron los brasileños; alojados en “Suites Caribe” por la Av. López Mateos, entrenaban en las instalaciones del Club “Providencia”. Fueron precedidos por una pléyade de cronistas de prensa, radio y tv, así como los técnicos de esos medios, el primero en llegar fue un comentarista de radio de Minas Gerais, Luis Carlos Alves quien se hizo luego de la cabina que los medios todos brasileños había contratado con Radio Comerciales para que fuera, esos días, de uso exclusivo de ellos para enviar informaciones a través de línea telefónica desde Teléfonos de México hasta Inbratel y de ahí a cada uno de los medios, ávidos de información. Brasil vivía la etapa del militarismo y el presidente Garrastazu Medici, recibía información, todos los días, a las 20:00 horas, tiempo de México, cuando puntualísimo el General de Brigada Jerónimo Bastos, quien venía al frente de la delegación, reportaba a su presidente. Del football al futbol 82 Vino una selección magnífica comandada por Mario Lobo Zagallo y con jugadores en plenitud como Pelé, Gerson, Jairzinho, Tostao, Carlos Alberto y Rivelino, por no citar a todos. El doctor Lidio Toledo encabezaba el equipo médico y el gran Américo fue el masajista con su auxiliar “Knockout” Jack. Guadalajara se volvió brasileira, llena de banderas de ese país, con la gente volcada a las calles por donde pasaba el camión que transportaba al “scratch du ouro” a entrenamientos o partidos; amas de casa con chiquillos en brazos, jóvenes, adultos, todos salían a gritar “Brasil, Brasil”. Guadalajara vivió un partido inolvidable para quienes lo presenciamos, el 7 de junio de 1970: Brasil vs. Inglaterra; los cariocas con sus grandes estrellas y los ingleses con un gran equipo, también, en el que destacaban Gordon Banks, Bobby Moore y Bobby Charlton. Ganó Brasil 1-0 con anotación de Jair. Fue un duelo al tú por tú entre el campeón Inglaterra y la escuadra “verde amarella” que quería sacarse la espina que le dejó clavada el mundial de 1966 donde Pelé y el “scrath” fueron acabados a puntapiés y los organizadores quedaron dueños del trofeo. Hubo jugadas magníficas, sobresaliendo una atajada de antología del arquero Banks a remate de cabeza de Pelé a la base del poste derecho que sacó con las uñas el legendario portero inglés que mereció título de “Sir”. La final entre Brasil e Italia fue ganada, como todos sabemos, por Brasil con marcador de 4-1. Este mundial es considerado el mejor que se ha disputado y la selección ganadora, la mejor de todos los tiempos. Fue un mundial caballeroso, no hubo en todo el campeonato un solo jugador expulsado, fue el primer mundial de futbol transmitido en color y con el uso de la cámara lenta, la marca Adidas presentó un balón que fue revolucionario, el “Telstar” con 20 hexágonos en color blanco y 12 pentágonos negros –en lugar de los 18 gajos que componían a los anteriores– y con alta tecnología en el material usado y en el llenado con cápsulas de gas al ser moldeado. Se creó una mascota, “Juanito” que fue muy popular, pero con toda la experiencia en cuanto Estudios jaliscienses 135, febrero de 2024 83 a organización y resultados económicos, sirvió como parteaguas de un futbol romántico, si se me permite el término, al futbol gran negocio y poco deporte que se vino después y que a la fecha sufrimos. Cierro estos recuerdos de un aficionado que amó el futbol de entrega, en el que muchos jugadores vivían toda su etapa deportiva en un club, cuando había cariño por la camiseta, se jugaba con el corazón y los colores tatuados al cuerpo; hoy, lo tatuado son imágenes intrascendentes que casi todos los jugadores exhiben, parece una competencia de mal gusto, algo que es difícil de asimilar para quienes nos formamos con una elegancia en el futbol que no permitía, por ejemplo, sino los zapatos de color negro y los uniformes solo llevaban el escudo del club. Cosas veredes Mio Cid.