Argentina Libre y Antinazi Dos Revistas en Torno D

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Argentina libre y antinazi: dos revistas en torno de una propuesta político-


cultural sobre el antifascismo argentino 1940-1946

Article in Temas de Nuestra América Revista de Estudios Latinoaméricanos · December 2009

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Andres Bisso

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REVISTASÊCULTURALESÊEÊHISTORIAÊ
INTELECTUAL

ArgentinaÊLibreÊyÊAntinazi:ÊdosÊrevistasÊenÊtornoÊ
deÊunaÊpropuestaÊpol’tico-culturalÊsobreÊelÊ
antifascismoÊargentino
1940-1946
Andrés Bisso
,iVˆLˆ`œ\ÊÓäÉäÓÉÓää™ÊUÊ«ÀœL>`œ\Ê£{Éä{ÉÓää™

Resumen Abstract
En este artículo se examinará la trayectoria
de dos revistas emparentadas entre sí: Argen- This article examines the itinerary of two
tina Libre y Antinazi. Ambas pertenecen al interconnected cultural journals: Argen-
espectro del antifascismo cultural y político tina Libre and, Antinazi. They both held
de la Argentina y se insertan en el marco de the same cultural and political Argenti-
pluralidad liberal-socialista de los años de nean anti-Fascist approach. Since their
la II Guerra Mundial, cuando aparecieron first editions in times of World War II,
sus números. El análisis se centra de 1940 a they were published in a framework of li-
1946, período de gran importancia no solo beral-socialistic plurality that characteri-
en lo referente a la historia internacional zed those years. The analysis focuses from
sino en la de la Argentina; cuando la re- 1940 to 1946 as a particularly meaningful
cepción antifascista alcanzó sus mayores stage in regard to international and local
niveles de presencia, difusión y capaci- history. By far identified as the paramount
dad de movilización social. Más allá de summit achieved by Argentinean Anti Fas-
su importancia en todo el entramado cist reception, presence, spreading and social
político, la calidad de colaboraciones mobilization’s capacity, these journal show all
recibidas por ambas publicaciones that political uneasiness as well as all the sig-
incluyó a significativos artistas y nificant cultural discussions. Some of the most
pensadores de proyección interna- internationally renowned thinkers and artists
cional. wrote in those journals.

Palabras claves: Keywords:


Revistas culturales, Argenti- Cultural journals, Argentine, anti-Fascism- World
na, antifascismo, Segunda War II
Guerra Mundial

TemasÊde nuestraÊamŽrica 63
Argentina Libre Duros son los tiempos actuales en que
todo amenaza desmoronarse, hasta lo
El semanario Argentina Libre, apareció, que parecía eterno y esencial. El es-
por primera vez, el 7 de marzo de 1940. tado de derecho y de libertad sufre
toda clase de dudas y de negacio-
La revista tuvo varias etapas17. La prime-
nes, se siente la pequeñez y el vacío
ra, que comprendió de marzo de 1940 a del hombre. Y si queremos mirar de
enero de 1945, es el centro de este es- frente estos problemas no podemos
tudio. Se identifica una segunda etapa a decir que sólo se salvará el que sepa
partir de junio de 1946, cuando la revista elevarse por sobre la confusión del
apareció de nuevo, con el mismo título, momento. Un pueblo que reniega de
en su segunda época. Durante este pe- su pasado destruye irremediablemen-
ríodo, coincidente en buena parte con el te su porvenir. Por desgracia cono-
gobierno peronista, ejercitó una notable cemos mal nuestra historia, a pesar
oposición hacia este. de lo mucho que la enseñamos a los
niños y de tanta bandera, y de tanta
escarapela como paseamos por las ca-
Como en casi todo editorial fundacional, lles. A través de ella, sin embargo, la
su director, Octavio González Roura, Argentina se defiende a sí misma con
explicitaría los motivos por los que con- particular claridad. Todos los hechos
sideraba que una nueva revista político- de nuestro pueblo responden a una
cultural de ese tipo, era necesaria en esos misma idea coherente: la libertad. Su
tumultuosos años de guerra mundial y noción no es ya puramente subjetiva
de fraude electoral en la política inter- y metafísica para nosotros: constituye
na del país. En esa primera invocación la realidad de la historia vivida (Ar-
al lector, González Roura explicó por gentina Libre. Año 1, No. 1, p. 1).
qué se había elegido una frase del prócer
argentino Mariano Moreno, quien fun- Aunada a esa doble apelación a repeler
gió como secretario del primer gobierno la amenaza nazifascista y reivindicar la
patrio de 1810, para explicar la posición libertad, expresada bajo los parámetros
que se debía asumir en esos difíciles mo- históricos dados por la tradición del libe-
mentos. La frase, “Ningún argentino, ni ralismo decimonónico nacional, Gonzá-
ebrio ni dormido, debe atentar contra su lez Roura dejaba en claro su apoyo a los
patria”, según comentaba el editorial, Aliados en la Segunda Guerra Mundial;
procuraba alertar sobre el momento que así como el papel que supondría la revis-
vivía el país: ta en la promoción del esfuerzo de guerra
a favor de aquéllos:

17 Para profundizar sobre la posición de Argen- Carecemos de preocupaciones políti-


tina Libre, durante el gobierno de Perón se cas mezquinas, pero estamos con las
puede referir a Nállim, 2006: 77-105 democracias porque la democracia es

64 EneroÊ/ÊJunioÊdeÊ2009
el contenido filosófico de la Consti- Desde el primer número de la revista,
tución Nacional, y porque los solda- participaron en sus páginas políticos de
dos de Francia y de Inglaterra luchan relevancia nacional en un amplio es-
en defensa de una civilización que re- pectro que iba desde el socialismo lati-
presenta también nuestro patrimonio
noamericanista (como Alfredo Palacios
espiritual” (Argentina Libre. Año 1,
No. 1, p. 1).
y Dardo Cúneo) al conservadurismo li-
beral (como el Premio Nobel de la Paz,
De esta manera, salió a la luz un proyec- Carlos Saavedra Lamas), pasando por
to de prensa aliadófila en la Argentina; el ex presidente radical, Marcelo T. de
el cual, aunque deseoso del pluralismo Alvear y por los líderes del demoprogre-
ideológico, procuraba realizar, también, sismo, Julio Argentino Noble y Juan José
una apuesta concreta en la política in- Díaz Arana. También hubo colaboracio-
terna, estableciendo un campo de deba- nes específicas de ministros del Estado,
te y de discusión que facilitara la alianza como en el caso de Daniel Amadeo y
entre todos aquellos sectores que desea- Videla, encargado de la dependencia de
ban el fin del fraude político y la nor- agricultura.
malización del proceso democrático del
país (18). En paralelo con dicho proyecto políti-
co, la revista comenzó a incluir seccio-
nes de cultura y arte, abordadas por las
18 Esta apreciación tajante, sin embargo, de- plumas de importantes especialistas en
bería ser matizada, en tanto el mencionado diferentes temas. En el campo histórico,
González Roura había permanecido, según
José Luis Romero; en el ámbito plástico,
la investigadora Diana Quatrocchi-Woisson
(1999: 223-272), muy cercano al liderazgo Jorge Romero Brest; y en las materias ci-
del ex presidente (y primer beneficiario del nematográfica, teatral y musical, el exi-
fraude y la proscripción electoral), Agustín P. liado español, Alfredo de la Guardia; el
Justo (1932-1938) [Por nuestra parte, pode- dramaturgo, Samuel Eichelbaum, y los
mos mencionar la existencia de una entrevis-
ta hecha a Justo en dicha revista (año 2, nº
críticos Jorge D’ Urbano y Juan Carlos
68, 26 de junio de 1941, p. 1.] Sin embargo, Paz, respectivamente. Ellos escribieron
esto no significa que la revista (especialmente decenas de artículos.
en los años del gobierno de Ramón Castillo
-1940 a 1943- y quizás por esa misma posición
Además los aportes profusos de los men-
pro-Justo) no diera una amplia recepción a
las denuncias contra el fraude electoral, como cionados colaboradores, también hubo
lo demuestran los siguientes artículos: “Ante las importantes contribuciones esporá-
el fraude. La palabra y el hecho” (Juan José dicas de escritores locales que en algún
Díaz Arana /9 de enero de 1941), “Que no se momento, adquirirían renombre y en-
reincida en el fraude precomicial” (Guillermo
Salazar Altamira/30 de octubre de 1941) y la
vergadura, como Roberto Arlt, Manuel
editorial “La vocación del fraude” (23 de abril Mujica Láinez, Eduardo Mallea Abarca,
de 1942).

TemasÊde nuestraÊamŽrica 65
Enrique Anderson Imbert, el folklorista, flicto no se extendería demasiado, a la
Manuel J. Castilla, Baldomero Fernán- Blitzkrieg, o guerra relámpago, en la que
dez Moreno, Alberto Gerchunoff, Eze- Alemania iniciaría la ocupación y el go-
quiel Martínez Estrada y César Tiempo bierno, directa o indirectamente, sobre
(seudónimo de Israel Zeitlin). casi toda Europa.

La revista fue, entonces, un lugar de ex- Identificados en un perfil fuertemente


presión para las letras, la cultura y la po- pro británico, algunos de los principales
lítica latinoamericana y mundial. En ella colaboradores de la revista condenaron,
participaron renombrados escritores y desde el inicio, el neutralismo paname-
escritoras como las chilenas Martha Bru- ricano y atacaron, incluso, la posición
net y Gabriela Mistral, el uruguayo Emi- de Estados Unidos. Así, los demócratas
lio Frugoni, el peruano Ciro Alegría, los más europeístas, como Julio Argentino
españoles Rafael Alberti, Rafael Dieste, Noble, no dudaron en criticar desde las
Francisco Ayala y Ramón Gómez de la páginas del semanario, la política neu-
Serna, el hindú Rabindranath Tagore, el tralista de los países americanos, en la
sociólogo francés Roger Caillois y el his- figura de Sumner Welles; al decir, en un
toriador colombiano Germán Arcinie- tono polémico e irónico:
gas. Asimismo se reproducían las obras
de importantes figuras de la literatura …es necesario salvar la civilización
antifascista, como Thomas Mann, Ste- amenazada pero que lo hagan Fran-
fan Zweig e incluso Victor Serge; quien cia e Inglaterra. Si hay que derramar
escribió notas dedicadas especialmente a sangre para lograrlo que ella sea fran-
cesa o inglesa (...). Tales parecen ser
la revista. También hubo participación
las consignas que no se confiesan [y]
de algunos políticos extranjeros como el lo que más entristece es comprobar
peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, que los países americanos son los
los españoles Manuel Blasco Garzón y campeones de este nuevo derecho
Julio Álvarez del Vayo y dos futuros pre- internacional (...). Mr. Welles parece
sidentes latinoamericanos; el ecuatoria- más que un misionero de paz, un via-
no, José María Velasco Ibarra y el chile- jante de comercio preocupado por sus
no, Salvador Allende, entre otros. clientes (Año 1, No. 2, p. 2).

Argentina Libre y la Segunda Guerra Alimentada por ese espíritu de compro-


Mundial miso con las dos grandes democracias
europeas que mencionadas por Noble,
Argentina Libre nació en el momento lentamente se producirá una confluen-
de transición de la así llamada guerra cia de voluntades nacionales dispuestas
de juguete, cuando parecía que el con- a promover, abiertamente, desde ese
proyecto editorial, la causa a favor de los

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Aliados; y, a través de ella, la defensa de Gracias a nuestra vieja nodriza, cuya
los valores de la democracia liberal, en casa está en llamas, gracias a Europa,
cuya tradición se ubicaba a la Argentina con cuyo apoyo aprendimos a dar los
y que parecía encontrar un continuador primeros pasos. Ella nos enseñó en
el libro de la ciencia, del arte, de la
en el presidente Ortiz (19).
filosofía, de la libertad. Ella puso en
nuestras manos el fuego redentor y
Otros escritores optaron por refugiarse nos dio las alas de sus dioses para que
en una especie de americanismo abro- pudiéramos volar por los cielos del
quelado, denunciaron la decadencia de pensamiento intrépido, de las ideas
Europa aunque fomentaron la necesidad audaces, de la imaginación aventu-
de aceptar su herencia cultural pero para rera. Pero la hora del despertar de
dar vida a un nuevo tipo de civilización. América ha llegado. Despierte Amé-
Mario Bravo (1940) diría, en su artículo rica y tome sus herramientas e inicie
“La Hora de América”: la obra de su restauración, de la res-
tauración de sus países, de sus tierras,
de sus hombres, de sus niños, porque
Y el espíritu descenderá para decir
los caminos de América cada vez más
que ha llegado para América la hora
estarán en América y las fuerzas de
de su completo despertar y que ha
redención de América cada vez más
llegado el tiempo en que será preciso
deben ser encontradas en América
hacer lo que no quiso hacerse, lo que
misma. (Año 1, No. 17, p. 1).
no supo hacerse. ¿O es que América
esperará todavía la mano tendida de
su vieja nodriza para dar esos pasos? Sin embargo, tanto los europeístas como
los americanistas, desde sus posiciones
19 Ortiz, por intermedio de su ministro José Ma- latinoamericanas y panamericanas, con-
ría Cantilo, sería el encargado de promover, vivieron en la revista, hermanados por el
en abril de 1940, las negociaciones con Esta- mismo repudio a los regímenes totalita-
dos Unidos a fin de realizar un cambio en la rios. En ese marco, el hecho fatídico para
política de neutralidad americana frente a la
guerra. La propuesta argentina a Estados Uni- los demócratas y desencadenante de una
dos consistió en declarar no beligerantes a los necesidad de organización en una comu-
países aliados. Esta propuesta fue rechazada nidad de sentimientos de mayor alcance,
de manera tajante por el presidente Roose- fue la ocupación de Francia por parte del
velt, quien cercano a las elecciones internas,
ejército alemán.
necesitaba mantener la idea de aislacionismo
en la guerra. La dureza de la respuesta, que fue
filtrada en la Argentina, fue particularmente Fue precisamente, durante de un banque-
negativa para la imagen del gobierno, la cual te ofrecido a Octavio González Roura,
apareció como débil frente a los estadouni- director del Argentina Libre, cuando
denses, situación que irritaba a muchos ar-
gentinos. Para más detalles sobre la propuesta surgió la propuesta de formar una agru-
de no beligerancia argentina, ver Scilingo pación que evitara que lo sucedido en
(1966: 17:24) y Tulchin (1969: 571-604).

TemasÊde nuestraÊamŽrica 67
Francia y en los países neutrales ya inva- Guillot; “Ahora Dinamarca duerme”, de
didos por el nazismo, Checoeslovaquia, Carlos Silbert; “Checoeslovaquia bajo el
Polonia, Dinamarca, Noruega, Bélgica y yugo nazi”, de Liuba Dalmore y “Lo que
Holanda; ocurriera en Argentina. he visto en Noruega”, de Carl Hambro.
Pero nada se compararía con la desa-
Luego del mencionado banquete, dos zón y estremecimiento ante la caída de
reuniones más posibilitaron la forma- la patria cultural de esa intelectualidad,
ción de la más importante agrupación Francia. Artículos como “Salve Fran-
aliadófila de tono liberal-socialista de cia”, de Ángel Battistesa y “Honor al
nuestro país, Acción Argentina y de su heroico pueblo de Francia”, de Mika
posterior presentación pública, a través Etchebehere, lo demuestran profunda-
de un manifiesto fundacional, en el que mente; aunque quizás sea la “Carta a
se expresaban los fines de la agrupación Francia”, aparecida en la revista Sur y
y se explicitaban los motivos por los cua- reproducida por Argentina Libre, la que
les había sido creada la agrupación; cuyo más fuertemente impactó a los lectores
manifiesto aparecería, por primera vez, de la época. En ella, la reconocida es-
publicado en Argentina Libre (20). critora, Victoria Ocampo, para explicar
la caída de París, hecho que lo que los
Hasta la caída de Francia, el periódico re- antifascistas consideraban inexplicable,
lató una a una las invasiones que se iban recurrió a un recurso de dramatismo, en
sucediendo en los países neutrales por una forma epistolar, a través de la que
parte de Alemania; así como la situación corporizaba a toda Francia como si fue-
en los países ocupados. Esto continuó ra una amiga caída en desgracia a la que
luego de la entrada de las tropas alema- hacía falta consolar, para consolarse a sí
nas en París. Dan cuenta de ello los ar- misma. Victoria Ocampo (1940), pen-
tículos, “Ante el heroísmo de Finlandia” sando que escribía a una Francia eterna,
de Edmundo Guibourg; “Silencio por las diría: “mientras la tierra está poblada por
mujeres de Polonia” y “Holanda cumple hombres, no por bestias feroces, bajo tu
con su deber”, de Adolfo Mitre; “Ante Arco de Triunfo habrá siempre una lla-
la invasión de Bélgica”, de Víctor Juan ma, aun cuando no respetasen tus ene-
migos la que allí arde en este instante”.
20 Esta temprana aparición del manifiesto (bajo
(Año 1, No. 16, p. 2).
el nombre de “En defensa de nuestra sobera-
nía”), aparecería en el periódico Argentina Li-
bre del 30 de mayo de 1940, figurando debajo La derrota de Francia por Alemania, fue
del texto, apenas una veintena de firmas (a un referente negativo constante des-
diferencia de las más de 3000 que lo acom- de Argentina Libre ya que sus miembros
pañarían luego, en las solicitadas expuestas
en diarios como el socialista La Vanguardia).
identificaban al país galo con las mejo-
Sobre dicha agrupación, ver nuestro trabajo res tradiciones políticas e institucionales
Bisso (2005) democráticas.

68 EneroÊ/ÊJunioÊdeÊ2009
Uno de los asiduos escritores de la revis- les se pensaba que era factible formar el
ta, Guillermo Salazar Altamira, ya había Frente Popular, pasaba a ser, en la con-
señalado, precisamente en un libro de sideración de los antifascistas liberales y
promoción de la Argentina, escrito en socialistas, un engranaje más en la ma-
francés, que “de Francia vino el soplo quinaria fascista que por ignorancia o
de la Independencia y, luego, la cultura complicidad le hacía el juego a Hitler.
literaria y casi toda la cultura artística”. Al respecto, Noble diría:
(1939: 100).
la gran estafa del antifascismo comu-
Consecuentemente, desde la revista no nista quedó al descubierto (…). El
sólo se deploraba la ocupación alemana, mundo, inclinado a concederle al co-
sino también, la instalación del gobierno munismo un sentido moral elevado,
comprendió el engaño en que había
francés de Vichy, al que se consideraba
caído (…) Ese día el comunismo per-
un régimen traidor de lo que se aprecia- dió la batalla fuera de Rusia (…) Ese
ba como la Francia histórica, o como la día se derrumbó el imperio espiritual
llamaba Alberto Gerchunoff, la “verda- del camarada Stalin. (Año 1, No. 4,
dera Francia” (21). p. 1).

Desde la lógica de luto por Francia y la Con la traición soviética y la caída fran-
desesperanza por la ocupación de los paí- cesa, los aliadófilos de Argentina Libre no
ses neutrales, Argentina Libre se enfiló a tuvieron otro remedio que concentrar
otro régimen al cual condenar por haber su entusiasmo en la tarea de Churchill y
pactado con la Alemania nazi: la Unión el Reino Unido. Sólo la detención de la
Soviética de Stalin. Precisamente, al marcha alemana en Gran Bretaña, alivió
mismo tiempo que condenaba la im- a los antifascistas argentinos. A pesar del
pasibilidad americana, Julio Argentino pesimismo general, Alberto Gerchunoff
Noble atacaba, también, las decisiones pronosticaba, de manera acertada, que el
tomadas por José Stalin. retraso y estancamiento serían las claves
del futuro descalabro de Alemania: “sus
De esta manera, el que otrora fuera po- pausas largas son grietas que llevarán fa-
sible aliado, con cuyos seguidores loca- talmente al invasor codicioso al fondo
de un abismo que cava con sus propias
21 En un artículo llamado, precisamente “La herramientas”. (Año 1, No. 27, p. 1).
Francia verdadera”, Gerchunoff señalaba que
“a (una) Francia reducidísima, efímera, esque- Esta necesidad de defensa de la tarea in-
lética, puede hablar y convencerla el mariscal
glesa frente al nazismo, llevaba incluso a
Pétain. No es esta la Francia que interesa (...
sino...) la del genio alumbrador, la Francia de los socialistas a expresarse en términos
la libertad”. Argentina Libre, año 2, nº 67, 19 difíciles de conciliar con la antigua pré-
de junio de 1941, p. 2. dica antiimperialista que algunos de sus

TemasÊde nuestraÊamŽrica 69
líderes habían sabido expresar en otras inoportuno, antipático y unilateral de
ocasiones. Nicolás Repetto (1940) dijo aquella propaganda. (Año 1, No. 21, p.
en una conferencia transcrita en las pá- 1).
ginas de Argentina Libre:
Esta vehemencia en defender el esfuer-
No deseo extender mayormente esta zo de guerra británico, inducía a comu-
enumeración de los débitos que ha con- nistas y nacionalistas a formular críticas
traído la técnica argentina con el impe- contra la revista; a la que empezaron iró-
rialismo capitalista inglés, pero se me ha nicamente a llamar “Argentina Libra”,
de permitir que recuerde simplemente lo en alusión a la moneda británica y a un
que deben a ese imperialismo la práctica supuesta, aunque nunca probada, inter-
de la previsión, las comunicaciones, el ferencia de la embajada británica con el
confort y la higiene. Pudimos deshacer- financiamiento del periódico.
nos del candil y de la vela de sebo gra-
cias al gas y a la electricidad, traídos por Este excesivo pro-britanismo dio lugar,
ingleses; pudimos comunicarnos rápida- incluso, a ásperas discusiones entre los
mente a la distancia gracias al telégrafo miembros de la revista, como lo demues-
y al teléfono, traídos por los ingleses; tra la polémica desatada entre el reco-
pudo el pueblo circular económicamen- nocido escritor Oliverio Girondo y el
te por las ciudades gracias a los tranvías, columnista Adolfo Mitre.
traídos a Buenos Aires en 1871 por el
inglés Emilio Billinghurst; pudo la Ar- En esos momentos, cuando unos veían al
gentina rebajar notablemente el índice fascismo peligrosamente cercano al co-
de morbimortalidad de sus grandes ciu- munismo por sus modos políticos y otros
dades gracias a la adopción de las genia- lo asociaban a las democracias occiden-
les obras sanitarias inglesas, que en gran tales, por el origen económico capitalista
parte fueron construidas por o con capi- en común, cualquier intervención podía
tal de origen británico. No creo que al despertar la discordia.
escribir estas líneas yo haya contestado
con un exceso a otro exceso. Hay gente En ese dilema de opiniones polarizadas,
que se ha dado en criticar acerbamente sólo unos pocos, como el escritor Oli-
al imperialismo británico, que en este verio Girando (1940), optaron por un
momento no es nuestro enemigo, que no tercer camino; en el que sin dejar de
nos amenaza en forma ni grado algunos condenar a aquellas tiranías que “enso-
y que, por el contrario, lucha solo por la berbecidas por una mística que se basa
libertad de todo el mundo. Al señalar lo en una absurda superioridad racial, o en
que debe nuestra técnica al imperialis- el advenimiento de un utópico paraíso
mo británico, sólo he querido mostrar lo proletario (…) privan al ser humano de

70 EneroÊ/ÊJunioÊdeÊ2009
toda libertad” (Año 1, No. 36, p. 9), y espiritual y en afinidad de destino.
lamentaba que la mayoría de los intelec- Oliverio Girondo tampoco lo ignora,
tuales olvidasen criticar al capitalismo pero tan sólo piensa en los hermanos
extranjero, únicamente por “el solo he- de la América latina más impotentes
aún que nosotros y posiblemente no
cho de que la propaganda alemana afir-
tan dispuestos como los otros, como
me esa verdad y la utilice con propósitos los hermanos sajones, al sacrificio y al
inconfesables”. (Año 1, No. 36, p. 16). militante idealismo de la fraternidad.
(Año 1, No. 36, p. 11).
Frente a lo que consideraba un justo me-
dio, muy peligroso para la causa aliada, Así, el año de 1940, que se presentaba
Mitre (1940) respondió duramente al es- muy difícil para los antifascistas en tér-
critor de Espantapájaros, de una manera minos del desenlace bélico mundial,
que no dejaba duda acerca de su orto- también planteaba ciertas esperanzas
doxa militancia pro-británica pero tam- para aquellos que querían combatir el
poco, de ciertos prejuicios con respecto a fraude político local; al que señalaban
los demás países latinoamericanos: como un factor de debilidad de las ins-
tituciones democráticas y, con ello, un
Oliverio Girondo restringe su visión facilitador de la extensión de la amenaza
al panorama nacional sin percatar-
totalitaria. En efecto, el presidente Ortiz
se de que hoy, menos que nunca, es
había resuelto intervenir la provincia de
posible abroquelarse en la contem-
plación excluyente, sino egoísta, de Buenos Aires, expulsando del gobierno
lo propio. Por culpa de Alemania el al que se consideraba como el prototipo
mundo se halla en llamas. Pero a él del fascismo criollo y del fraude, Manuel
no tanto le preocupaba la creciente Fresco. La necesidad de mantener la
magnitud del incendio -que, como cohesión pro-aliada de Argentina Libre,
con todo ocurre, nadie sabe hasta evitaba a la revista a pronunciarse de
dónde lo llevarán los vientos fatí- manera tajante sobre dicha situación.
dicos- cuanto a poner en orden a su
casa, que, por otra parte, dista mucho
La militancia antifascista de Argentina
de encontrarse en desquicio. Es esa
Libre se vio reforzada cuando Mussolini
una preocupación muy laudable, pero
no es esa una preocupación oportuna. decidió dejar la neutralidad y apoyar a
Lo sería, sin duda, intentar proveer Hitler en la Guerra. Una de las mues-
de lo necesario para que el incendio, tras de esa posición fue la reproducción
que tarde o temprano se extenderá, se de un artículo del conocido historiador
detenga ante nuestras puertas. No se francés, André Maurois (1940), titulado
nos escapa que ello es imposible sin “Oprobio mundial merece Mussolini”.
la ayuda de extraños, que no lo son (Año 1, No. 16, p. 1).
tales, pues son hermanos en filiación

TemasÊde nuestraÊamŽrica 71
Por otro lado, el desarrollo de la Guerra prohibición irritante la interdicción de
no impidió la tarea de difusión artísti- la obra por parte de la presidencia del
ca que también llevó a cabo la revis- país. La dirección Argentina Libre no
ta. Desde sus páginas, el crítico Jorge dudó en condenar, de la siguiente ma-
Romero Brest (1940), intentó hacer nera, la conducta del poder ejecutivo
comprender mejor al público lector, la argentino:
importancia de la obra vanguardista del
pintor Emilio Pettorutti (Año 1, No. No es aceptable como principio de
18 y No. 20, p. 9). Y esto más allá de gobierno, sin que ello lesione la so-
que el mencionado pintor, en sus ex- beranía nacional y nos convierta en
perimentaciones futuristas, no había colonia, que basta la simple opinión
de un representante extranjero para
dudado en participar, en 1936, como
decidir que están en peligro las rela-
asesor del prominente escritor fascista ciones con otro país. Sería una manera
Filippo Marinetti, en la decoración de de estar gobernados por cuenta ajena.
una mesa de futurismo gastronómico El deseo, el punto de vista o el capri-
(Prislei, 2008). En ese sentido, la van- cho de un diplomático no pueden ser
guardia artística representó siempre un suficientes para sostener que se agravia
interés de Argentina Libre. Por ello, en- a una nación amiga. Porque ‘El Gran
contramos artículos sobre “La vanguar- Dictador’, que ha podido ser aprecia-
dia chilena”, (Año 1, No. 22, p. 11); “El da privadamente, no contiene inju-
cinematógrafo de vanguardia”, (Año 1, rias contra ningún jefe de gobierno
extranjero. Es una sátira insuperable
No. 15, p. 13); y una “Radiografía del
contra un sistema político y ha sido
compositor vanguardista” (Año 3, No. concebida e inspirada con carácter
105, p. 11), en los que se debatía acerca de generalidad. Está por encima de la
del llamado, arte moderno. preocupación personal por encima del
odio. Es la obra del artista más genial
En algunos momentos, la genialidad e que se ha conocido en toda la latitud
innovación artística podían ser festeja- del siglo. Su tono y su propósito son
das junto con la militancia antifascista, grandes. Su enseñanza es profunda-
como con el reconocimiento de la obra mente humana y filosófica. (Año 2,
El Gran Dictador de Chaplin, prohibida No. 43, p.3).
por el gobierno argentino por atentar
contra las disposiciones de neutralidad. En otras ocasiones, las visiones diver-
La revista hizo, a principios de 1941, un gentes entre críticos de música sobre
homenaje a Chaplin(22) y se calificó de la importancia de un compositor novel
podían llevar a fuertes discrepancias de
22 Ver los números del 2 y 9 de enero de 1941 opinión, como la que sostendrían Juan
de Argentina Libre, en el que figuran dos artí-
culos de Alfredo de la Guardia, “Debemos un trágico de “El gran dictador” y el de de José
homenaje a Chaplin” y “Carlitos, intérprete Gabriel , “De Beaumarchois a Carlitos”.

72 EneroÊ/ÊJunioÊdeÊ2009
Carlos Paz y Juan José Castro sobre el Mario Bravo (1941), en su artículo “Ser
músico Alberto Ginastera (23). neutral es ser fascista”; en el que el socia-
lista atacaba la neutralidad como forma
Pero más allá de las disputas intelec- de defensa. Culpaba, además, al gobier-
tuales y artísticas, el curso de la guerra no del presidente Castillo porque a tra-
mantenía la atención de la revista. Lue- vés de la neutralidad demostraba, hasta
go de la incorporación italiana al Eje, los donde podía, su germanofilia:
hechos derivados de la conflagración se-
rían tratados en artículos que nos dan un La actitud argentina, en mi opinión, pres-
panorama de la dinámica de las mismas; ta un servicio de gran valor, por lo que
como es el caso de “El proceso de Riom” no hace a las fuerzas totalitarias. ¡Pero
(Año 1, No. 23, p. 3), de Edmond de el gobierno es jurídicamente neutral! Es
Narval, (seudónimo de Octavio Gonzá- lo que conviene a los países totalitarios.
lez Roura) ; “Canadá” (Año 1, No.26, Por eso, como ya lo dije antes de la gue-
p. 2), de Marcos Sliosberg ; “La amargu- rra, para nuestro país y para la posición
ra de De Gaulle” (Año 1, No.27, p.4), espiritual de sus habitantes, ‘ser neutral
de Jorge Velásquez; un editorial titulado es ser fascista’. Es adoptar una posición
“La resistencia inglesa” (Año 1, No. 29, política y jurídica contraria a los intere-
p.3); “La situación de Mussolini” (Año ses políticos, morales y materiales de la
2, No.43, p.2), del antifascista italiano nación. (Año 2, No. 57, p. 5) .
Gaetano Salvemini; “¿Qué hará Hit-
ler?” (Año 2, No. 50 p. 4) del antiguo La creciente actitud contraria hacia la
nazi, Otto Strasser; “La amenaza japo- neutralidad de los antifascistas, se fun-
nesa” (Año 2, No. 54, p.4), de J. W. damentaba tanto en una estrategia de
Steinhard; así como también artículos oposición política al gobierno, como en
referentes al desarrollo de la guerra en la convicción de que Estados Unidos se
Grecia y Yugoeslavia: “Independencia estaba preparando, lenta pero efectiva-
helénica” de Velásquez (Año 2, No.55, mente, para ingresar en la guerra del lado
p.7) y “Yugoslavia”, de Steinhard, (Año británico. Pero sería antes, a mediados
2, No. 56, p. 5). de 1941, que Gran Bretaña ganaría un
inesperado aliado: la Unión Soviética.
La conclusión política de todas esas lec- Luego del aislamiento bienal sufrido, la
turas sobre de la guerra, la propondría invasión de Hitler a Rusia devolvió a los
comunistas la seguridad de pertenecer a
23 Los artículos en cuestión son los siguientes: ese gran núcleo del que, en alguna medi-
“El caso Ginastera” y “Más sobre Ginastera” da, dolorosamente, se habían desprendi-
de Juan Carlos Paz (21/5/42, p. 9), “Ginaste-
ra” de Juan José Castro (4/6/42, p. 9) e inclu-
do y en el cual podían presentarse como
so una opinión del compositor aludido en el el ala radicalizada de un movimiento de-
número del 18 de junio de 1942 (p. 8.) mocrático más amplio.

TemasÊde nuestraÊamŽrica 73
Ante esta alianza, el que fuera Secretario transformación operada y señalaba que
General del Partido Comunista, Geróni- el llamado antiguamente Herr Stalin,
mo Arnedo Álvarez, (1941), convocó a volvía a ser el “Camarada Stalin” (Año
movilizar a “todos los amigos de la liber- 2, No. 69, p.1). El imperio moral sovié-
tad y la democracia al lado del gran pue- tico parecía volver a resplandecer sobre
blo soviético”, permitiendo la confluen- Argentina, a pesar de la persistencia de
cia de la renovación de la idea de unidad aquellos grupos minoritarios que seguían
antifascista con el ambicioso proyecto resaltando la permanencia de su imperio
de convertir al comunismo argentino concreto y mal habido en Polonia (25).
en un gran partido de masas, a través de
una consigna sencilla: “reclutar, reclutar Al comienzo de la invasión, algunos
y reclutar”. (p. 10) . antifascistas liberales continuaron ex-
presando que “el stalinismo sigue siendo
Del otro lado del campo antifascista, el quinta columna y debemos combatirlo,
ataque que Noble había hecho a los so- (…) hoy más que ayer” (Año 2, No. 68,
viéticos en momentos del pacto quedaba p. 3), pero rápidamente abandonaron
disuelto en las palabras de Gerchunoff, esa seguridad ante lo contundente de la
quien reafirmaba la vieja concepción de voluntad de olvidar las viejas disputas
unidad moral, construida en la época por parte de Churchill y Stalin en pos
de la Guerra Civil Española (24), al decir de una victoria contra el nazismo. De
que ahora “se develaban entre los que esta manera, los escritores cercanos al
gobiernan a Rusia y los que regentean antes execrado comunista, empezaron a
al Reich disparidades de naturaleza dis- ser admitidos en las páginas de Argenti-
tinta, de raíz vital”. Hitler volvía a ser na Libre y escribieron en ellas artículos a
así, “el enemigo de todos”, y desde esa favor de la potencia rusa. Por ejemplo,
mirada se certificaba su futura derrota: el psiquiatra Gregorio Bermann, (1941),
“El señor Hitler es una expresión de sa- que antes había publicado un artículo
tanismo. Es Satán. Y Satán no triunfa”. general sobre psiquiatría, envió “Rusia
(Año 2, No.68, p.2 ). en la emancipación de América”. (Año
2, No. 88, p. 5). Es decir, vemos cómo, a
El mismo Noble (1941), aunque en tér-
25 Como puede verse en el documento en el
minos menos idealistas, certificaba la
cual el círculo Polonia Libre expresaría: “Que
el haber sido agredida ahora no puede signi-
24 Época en la que el antifascista alemán Tho- ficar en ningún modo justificación ni menos
mas Mann (1938: 47) podía decir: “No es solidaridad para con Rusia, dada su política
una casualidad, ni mera cuestión de política, tradicional. En consecuencia, se entiende
sino de moral, el que Rusia se coloque como que Polonia sigue en guerra tanto contra Ale-
potencia pacifista al lado de las democracias mania como contra Rusia, guerra a la cual la
grandes y pequeñas como Inglaterra, Francia, obligaron ambas naciones, hoy enemigas”. La
Estados Unidos, Checoeslovaquia, etc.”. Prensa, 24 de junio de 1941, p. 11.

74 EneroÊ/ÊJunioÊdeÊ2009
medida que se transformaba el panorama quidado” (Año 2, No. 93, p.1). A partir
político, la apelación antifascista podía de entonces, comenzará una marcada
dar respuestas coherentes a los cambios política antifascista en clave panameri-
que ocurrían, al menos fronteras aden- cana y pro-estadounidense, que silencia-
tro, de aquello que se definía, difusa- ría cualquier voz que se levantara hacia
mente, como el campo democrático o algo parecido a una política latinoame-
progresista y a la vez permitía ser usada ricanista, por suponerla opuesta a los
como una herramienta flexible para de- fines de lucha Aliada. En esa dirección,
cidir estrategias frente al cambiante aba- se identifican el editorial “Panamérica”,
nico de lealtades y enemistades que los del 29 de enero de 1942, y los artículos,
hechos suscitaban. “Panamericanismo activo”, del bolivia-
no Eduardo Anze Matienzo; posterior
Por su uso multivariable, por su carácter comisionado de la ONU en Eritrea y
idealista, por las tradiciones que encar- “Política panamericanista”, de José P.
naba, los partidos políticos democráticos Tamborini; el contendiente de Perón en
empezaron a considerar cada vez más las elecciones de 1946.
tentadora la apelación antifascista que,
nuevamente, volvía a reunir a los anti- Después de esto, será difícil ver repro-
guos compañeros de ruta. En esa instan- ducido, como sucedía anteriormente,
cia, a fines de 1941, la incorporación de un artículo como “El lenguaje político
los Estados Unidos al conflicto mundial, de Indoamérica” (Año 1, No.32, p. 5)
señaló un vuelco decisivo y un fuerte de Haya de la Torre; pero en cambio,
alegato a favor de ese país conjuntamen- serían usuales artículos en los que se re-
te con la exigencia de ruptura de rela- conocía el papel de liderazgo norteame-
ciones con el Eje. Argentina no rompió ricano, como el de Fernando de los Ríos
relaciones sino hasta 1944, lo cual llevó (1942), titulado “Corresponde a EEUU
a que, constantemente, la revista de- una heroica misión” (Año 3, No.96 p.1)
nunciara la penetración nazifascista en o en los que la noción de imperialismo
el país, con motivo del mantenimiento se aplicaba a los países enemigos de los
de la neutralidad. Aliados, como Japón, como en el escri-
to por Juan Araquistain (1942), titulado
Desde el editorial del 11 de diciembre “El imperialismo japonés” (Año 3, No.
de 1941, que pedía “Solidaridad con 99, p. 3) .
Estados Unidos”. La opinión del dipu-
tado radical, Juan Ignacio Cooke, siete En esa transición de ruptura con el Eje,
días después de dicho editorial, señalaba cada vez más fervientemente, Argentina
que había que confiar en los norteameri- Libre fue tomando un creciente posicio-
canos porque “El imperialismo de Wall namiento en las disputas partidarias y
Street ya no existe. Roosevelt lo ha li- se convirtió en una decidida platea de

TemasÊde nuestraÊamŽrica 75
la oposición al castillismo y al partido tor Alberto Gerchunoff, que comenzaba
gobernante, llamado Concordancia. Ar- a ratificar su predicción acerca del factor
gentina Libre publicó artículos claramen- desgastante que operaba sobre Alema-
te identificables en ese sentido, como el nia, envió, consecutivamente, tres ar-
de Guillermo Salazar Altamira (1942), tículos sobre dicha temática(29); ya para
titulado “El enojo de la Concordancia” fines de 1942, escribió “El signo de Sta-
(Año 3, No.110, p.3); así como otros de lingrado” (Año 3, No. 125, p. 2) como
promoción a, la opositora, Unión Demo- celebración del primer gran golpe sobre
crática Argentina, unida para enfrentar el poderío alemán.
al sucesor del presidente Castillo(26). Son
claras, incluso, las referencias puntuales En el año de 1943, la idea de la posi-
de los actos de partidos políticos, como bilidad de ganar la guerra por parte de
el socialismo(27). los Aliados se extendió cada vez más; al
punto de que la pluma de Ettore Rossi
De cualquier manera, y más allá de la estableciera “Hitler no existe” (Año
reiterada condena a la actitud neutral ar- 4, No. 140, p. 4) y la de Zulma Nuñez,
gentina que no se condecía con la visión “La superioridad alemana ya no asusta”
sobre la neutralidad chilena, debido al (Año 4, No. 141, p. 2) .
carácter progresista de ese gobierno (28),
cada triunfo aliado y cada país liberado Sin embargo, mientras se comenzaban a
se presentaba, en el clima de euforia, disfrutar de los triunfos aliados, un cam-
como la contraparte de los sufrimientos bio político en la Argentina agudizó,
pasados, cuando la máquina de guerra aún más, la idea de los grupos antifascis-
alemana parecía invencible. tas sobre un plan destinado a nazificar el
país: el golpe de Estado por parte de los
En 1942 comenzaron a asomar ciertos militares, el 4 de junio de 1943. A pesar
signos de optimismo en la revista, a pesar de que, inicialmente, el golpe fue recibi-
de la superioridad alemana, aún existen- do con un gesto positivo, pues derrocó
te. Por ejemplo, el general republicano un gobierno fraudulento, los demócratas
español, Vicente Rojo (1942), escribió vieron rápidamente destrozadas las po-
un artículo titulado “Ayer una esperan- sibilidades que auguraban con ese cam-
za, hoy una traición” (Año 3, No. 108, bio; las cuales se fundamentaron en que
p. 5). Carlos de Baráibar, (1942), otro dicha transformación terminaría con lo
republicano, escribió “Gran Bretaña se que Noble (1943) denominó “el absurdo
templa” (Año 3, No.110 p. 4 ), el escri-
29 Gerchunoff escribió en los tres números de
26 Ver Ruggieri, Silvio L. (1942) y Bravo, Ma- Argentina Libre que van del 30 de abril al 14
rio, (1942) . de mayo, los siguentes artículos: “La agonía
27 Ver Reynal O’Connor, Arturo, (1942). del fascismo”, “Primavera de los aliados” y “El
28 Ver Reinaudi, Luis, (1942) optimismo de Churchill”.

76 EneroÊ/ÊJunioÊdeÊ2009
de una política internacional reñida con Antinazi
la estrategia” (Año 4, No. 152, p. 3) .
El 22 de febrero de 1945, con el suge-
Contrariamente, los militares en el go- rente título de Antinazi, que reforzaba la
bierno prohibieron las agrupaciones an- idea de una continuidad entre la lucha
tifascistas y no repararon en anunciar que antifascista en Europa y la resistencia
no había apuro en devolver al país a las al gobierno argentino, establecido en
prácticas democráticas. En este clima, 1943, se lanzó esta edición de abierta
Argentina Libre fue clausurada. No publi- oposición al gobierno militar. Su primer
có sus notas del 15 de julio de 1943 al 7 editorial señalaba:
de diciembre de 1944; fecha luego de la
cual, sólo editó cinco números más: el “Quien desee compartir estas sema-
último de ellos, el 4 de enero de 1945. nales fiestas del espíritu, habrá de
En ellos, su clara oposición al gobierno la mostrar un título inequívoco de anti-
llevó nuevamente a ser clausurada. Ale- nazi, y no, de meramente no nazi. El
que, sospechoso de nazismo, se limite
jandro Ceballos (1945) resumió el sentir
a contestar: ‘yo no soy nazi, sino tal
los antifascistas argentinos quienes con- o cual cosa’, y elude el uso del defini-
firmaron que “no han desaparecido to- dor prefijo (es decir, “Anti”. A. B.),
talmente los negros nubarrones del cielo merece la sospecha”. (Año 1, No. 1,
argentino, a pesar de estar ya disipándose p. 3).
en otros cielos por el soplo de la civiliza-
ción democrática” (Año 5, No. 158, p. 3) La idea de polarización política es, como
. se ve, muy fuerte. Algunos sectores en-
Entre los hechos exitosos de los aliados rolados en el catolicismo pro-aliado lle-
durante la guerra, ninguno fue más cele- garían a censurar, incluso, el acento en
brado en Argentina que la liberación de el carácter meramente antagónico de la
París, ocurrida el 24 de agosto de 1944. lucha que se emprendía bajo la prédica
Los opositores a la dictadura militar, a la antifascista y subrayarían, lo que consi-
cual consideraban un retoño del nazis- deraban, las características positivas de
mo, sumaron todos sus esfuerzos e inten- un nucleamiento de tal magnitud.
taron constituirse como una especie de
resistencia francesa. Así nació la llama- Esto puede observarse en relación con
da resistencia argentina, que halló su ex- el editorial fundacional del semanario
presión, notablemente, en las páginas de Antinazi, que al poner el acento en la
la sucesora de Argentina Libre, la revista condición antagónica de la empresa que
Antinazi .(30). llevaba a cabo, obligaba a una antigua

30 De hecho, en el primer número de Antinazi Clausura de Argentina Libre”, Antinazi, año


se comentó la clausura del otro periódico: “La 1, nº 1, 22 de febrero de 1945, p. 3.

TemasÊde nuestraÊamŽrica 77
colaboradora, la escritora católica, Eu- y un nuevo comentarista de cine, Álvaro
genia Silveyra de Oyuela, a realizar una Sol. En las páginas de Antinazi también
serie de consideraciones por las cuales, participaron importantes personalidades
se entendía su aceptación a participar en internacionales como Edvard Benes,
la Revista, al señalar que: Jacques Maritain y Henry Wallace.

A pesar de las reiteradas declaraciones Del fin de la guerra a la posguerra tem-


de la señora de Oyuela sobre que el cató- prana.
lico no debe adoptar la posición negati-
va de ‘ANTI’, por ser el catolicismo una La combatividad política de liberales,
posición constructiva, la escritora ha socialistas, radicales y demás grupos, se
aceptado colaborar en ANTINAZI, en afianzó en esos años, ante la seguridad de
mérito de presentarse este periódico con una pronta victoria aliada; y a la vez, se
un programa de acción positiva cristia- empezó a pensar sobre la futura posguerra
na, ‘por una Argentina libre y democrá- con la convicción de que, tarde o tem-
tica” (Año 1, No. 1, p. 5). prano, los aliados victoriosos deberían
de encarar la construcción de un mundo
De cualquier manera, y más allá del nuevo. Uno de los ensayistas extranjeros
nombre, la lista de los principales ani- preferidos que disertó sobre este tema
madores de la Revista se mantuvo. Así, fue el británico Harold J. Laski. En julio
era esperable leer las crónicas semana- de 1941, se reprodujo en Argentina Libre
les de Alberto Gerchunoff, Carlos de (1941), su artículo “La paz que habrá de
Baráibar, Leónidas Barletta, Alfredo implantarse” (Año 2, Nº 69, p. 5). Este
Palacios, Horacio Beccar Varela, el ex fue el primero de 32 artículos que Laski
embajador José María Cantilo, Samuel publicó en dicha edición. En Argentina,
Eichelbaum, Arturo Reynal O‘ Connor, el pináculo de la literatura de posguerra
Diego Abad de Santillán, Carlos Ga- ocurrió entre 1945 y 1946.
llegos Moyano, Eduardo Augusto Gar-
cía, Roberto Giusti, Eugenia Silveyra Según las predicciones del campo an-
de Oyuela, Tellagorri, Héctor González tifascista local, se fueron mezclando las
Iramain, José Antonio y Julio V. Gon- esperanzas de un mundo mejor con una
zález, Héctor Lizaso, Carlos Cisneros, lectura política que tendía a prever, tam-
José María Cullen, Alejandro Ceballos, bién, el momento de la definitiva caída
entre otros, junto con una mayor parti- de la dictadura local (31).
cipación del peruano Ciro Alegría o de
Gregorio Bermann. Además, se incor- En ese sentido giraban las reflexiones de
poraban constantes informes de corres- Alberto Gerchunoff, en Antinazi (1945),
ponsales extranjeros, como Donald Bell,
31 Ver Bisso, Andrés (2001)

78 EneroÊ/ÊJunioÊdeÊ2009
con el artículo “La experiencia del nazis- En el marco de esas apuestas políticas, se
mo y nuestros nazis” (Año 1, No. 1, p. recordó, en la pluma de Ezequiel Mar-
42). La necesidad de crear un “arte de tínez Estrada, la figura de Roosevelt(32),
la resistencia” argentina, tuvo entre sus quien había fallecido recientemente. Se
cultores a Ernesto Castany (1946), con temía que la imagen del expresidentes
sus ensayos, “Canto heroico a la resis- norteamericano fuese apropiada por el
tencia del pueblo” (Año 2, No. 50, p. 7) gobierno militar que se aprestó a rendir-
y “Caricaturas en la resistencia” (Año 2, le homenajes diversos(33).
No. 52, p. 4) y a Pablo Rojas Paz (1946),
con “Poemas de resistencia civil” (Año Mientras tanto, Enrique Dickmann, ex-
2, No. 53, p. 4), que derivaron incluso presaba, en el clima de euforia de mayo
a una teorización de la necesidad de la de 1945 por la rendición alemana, la
resistencia civil en la obra de Eduardo previsión de un “mundo de mañana”(34)
Augusto García (1945), “La resistencia en términos idealizados; pues en él no
civil y la seguridad del Estado” (Año 1, habría “minorías selectas, ni gobiernos
No. 31, p. 4) e “Instrucciones para la re- surgidos del fraude y la violencia” sino
sistencia civil” (Año 1, No. 33, p.2) . un “gobierno del Derecho y de la Justi-
cia” (Año 1, No. 12, p. 1). Sin embargo,
Con la idea de acomodar el renacimien- cuando se celebraba esto como un hori-
to de la democracia en el mundo a la zonte posible, en Argentina se detenía al
experiencia argentina, Antinazi abrió, director de Antinazi, Luis Koiffmann.
en sucesivas encuestas, las puertas a di-
ferentes políticos que presionaban por la Esta situación volvió a plantear una
realización de elecciones libres, al res- enérgica oposición de la revista al go-
ponder a la pregunta que planteaba la bierno. Se presentó una nueva encuesta,
revista: ¿Cómo recobrar la normalidad con una pregunta cuya respuesta negati-
institucional?. Entre el 1 de marzo y el va parecía ser clara para los demócratas:
10 de mayo de 1945, en ese segmento de “¿Con estado de sitio, podrán organizar-
la revista se interrogó a los siguientes po- se los partidos?”. Entre el 7 de junio y
líticos e intelectuales: Alejandro Ceba-
llos, Américo Ghioldi, Roberto Giusti, 32 Martínez Estrada, E. “La fe de Roosevelt”. En
Antinazi, año 1, nº 9, 19 de abril de 1945, p.
Gregorio Bermann, Leónidas Barletta,
5.
Rodolfo Moreno, Juan Antonio Sola- 33 Ver artículo escrito por Ruiz Jiménez Laura,
ri, Juan José Guaresti, Vicente Solano (1998).
Lima, Eduardo Laurencena, Honorio 34 Este mundo “ideal” fue cada vez más difícil
Roigt, Julio V. González, Marcelino de sostener, como lo demostró la decepción
del escritor Alberto Gerchunoff frente a la
Ugarte, Julio González Iramain, Enrique política británica sobre Palestina, en los “Los
Dickmann y Gumersindo Sayazo. judíos y un gentleman”, publicado el 7 de fe-
brero de 1946, en Antinazi.

TemasÊde nuestraÊamŽrica 79
el 5 de julio de 1945, doce políticos de “La patria no es Perón” y quejándose del
las más diferentes extracciones en que se “Agrarismo peroniano”(37). Posterior-
dividía la oposición democrática, parti- mente, sus ataques recrudecieron, juz-
ciparon en ella. gando la candidatura absurda de Perón y
negándole la posibilidad de que pudiera
En la lógica de creciente enfrenta- ser presidente (Cisneros, 1945; Sánchez
miento político y de noticias sobre la Viamonte, 1945).
posguerra, quedó poco margen para los
artículos dedicados a arte y cultura que En Perón identificaron a un burlador del
anteriormente abundaban en Argentina pueblo, y consideraron la movilización
Libre. El tono liberal de principios de popular del 17 de octubre de 1945, que
guerra, abierto a diversas intervencio- lo sacó de su confinamiento en la isla
nes, se había radicalizado por una nece- Martín García, como una muestra de
sidad constante de avivar la maquinaria la “demagogia dictatorial” (Año 1, No.
de resistencia contra el gobierno y en 35, p. 2). Concretamente, se decía de
pensar la geopolítica que proveería la Perón que había que lograr “que la jus-
posguerra mundial. ticia lo deposite permanentemente en el
establecimiento de seguridad que le co-
Y si en esos relatos el enemigo principal rresponde de acuerdo a sus antecedentes
había sido liquidado entre abril y mayo personales”.
de 1945 --al punto de querer ver Berlín
destruida como la bíblica Nínive (35)-- Así, como forma de oponerse a este na-
y de no dejar en tomar algo en serio la ciente movimiento político, los edito-
posibilidad de que Hitler estuviera en rialistas de la revista lo bautizarán como
Argentina (36), restaba concluir con la “naziperonismo” (Año 1, No. 38, p.3),
amenaza que significaba el Japón. Por señalando que su candidatura era “ge-
eso, finalmente, en el número del 16 de nuinamente nazi” (Año 1, No. 41, p.
agosto de 1945, se celebró El fin de la 6), y propiciando la formación de una
guerra, a través de un editorial. nueva “Unión democrática”, organizada
por los partidos y que gozará de amplia
En ese momento, cuando el enemigo difusión y promoción en las páginas de
fascista parecía extinguido en el mundo, Antinazi (38).
los demócratas encontrarían en el Coro-
nel Perón, la corporización del fascismo 37 Artículos de Gallegos Moyano y Repetto
criollo, declarando, inicialmente, que en el número de Antinazi del 23 de agosto de
1945.
38 Ver los artículos de Juan Antonio Solari,
35 “Berlín como Nínive”, Antinazi, año 1, nº “Hacia la Unión Democrática” y “El alegato
10, 26 de abril de 1945, p. 7. de la Unión Democrática”, en los números 38
36 Ver Silveyra de Oyuela, Eugenia, (1945). y 39 de Antinazi, correspondientes a los días

80 EneroÊ/ÊJunioÊdeÊ2009
Luego de terminada la campaña de An- incorporar sus demandas sociales como
tinazi a favor de la unión democrática en políticas de Estado.
las elecciones del 24 de febrero de 1946
(39)
, la revista, aunque evidentemente Así, en el ínterin de la asunción de Pe-
golpeada por el resultado político adver- rón, los demócratas sólo verían intentos
so40, recuperará, sus páginas culturales de nazificación del país, a pesar de que
con artículos de Samuel Eichelbaum, so- Hitler y Mussolini, ya habían sido aba-
bre el escritor Keith Winter (Año 2, No. tidos. El último número de Antinazi salió
57, p. 7) y de Rolando Fustiñana, bajo el el 6 de junio de 1946; días después de
título, “Pirandello en la pantalla” (Año que Perón asumió. Con un lamento en la
2, No. 57, p. 7). forma de artículo, en este sentido, Leó-
nidas Barletta escribió: “Si no son nazis,
Con este retorno de lo cultural y artís- ¿porqué protegen a los nazis?” (Año 2,
tico, la revista no dejará, sin embargo, No. 67, p. 5).
de ofrecer una mirada de la posguerra la
cual se centró en condenar la permanen- Cuando el peronismo comenzaba su
cia de Franco en el poder, a pesar de la gobierno, Antinazi llegaba a su fin. Sin
victoria aliada(41); así como en denunciar embargo, poco después, bajo el influjo
lo que se consideraban nuevas formas de una nueva etapa de Argentina Libre,
de fascismo (Bell, 1946), tanto extran- muchos de los redactores que se habían
jeras como advertidas, según algunos de estructurado en torno del antifascismo
los colaboradores, también en el plano de tipo liberal-socialista, se agruparían,
nacional. Incluso el artículo de Eduardo ahora, alrededor de un antiperonismo,
García (1946), “El laborismo argenti- desde el cual, en la pluma de Eduardo
no: partido nazi” (Año 2, No.63 p.4), Augusto García (1946b), no dudará en
acusó al Partido Laborista, conformado condenar al régimen del General, como
por sindicalistas que habían pasado a las un remedo de totalitarismo no sólo nazi,
filas de Perón, como una organización sino también stalinista.
de dicha naturaleza; lo que en gran me-
dida era desconocer los avances que el De esta manera, hemos podido ver, a tra-
movimiento obrero había realizado al vés de este recorrido por Argentina Libre
y Antinazi, cómo la intelectualidad de
15 y 22 de noviembre de 1945. tipo liberal en Argentina, se fue radi-
39 Para un análisis sobre dicha campaña, véase calizando políticamente, por medio del
nuestra tesis de licenciatura Bisso, A. (2000) antifascismo, hasta asumir una posición
40 Dardo Cúneo hablará de un “triunfo del que la llevó a replantearse, fuertemente,
método nazi” (Antinazi, año 2, nº 56, 21 de
marzo de 1946, p. 4).
sus consideraciones previas acerca de las
41 Mendizábal (1946) escribió un sugerente ar- relaciones entre política, cultura y arte.
tículo al respecto.

TemasÊde nuestraÊamŽrica 81
FUENTES América”. Argentina Libre, Año 1, Nº 17, p. 1.
_______________. (1941, 10 de abril). “Ser neu-
Antinazi. (1945, 22 de febrero). [Editorial]. Año tral es ser fascista”. Argentina Libre, Año 2, Nº 57,
1, Nº 1, p. 3. p. 5.
Antinazi. (1945, 22 de febrero). Año 1, Nº 1, p. _______________. (1942, 7 de mayo).“Unión
5. Democrática Argentina”. Argentina Libre, Año 3,
Antinazi. (1945, 25 de octubre). Año 1, Nº 35, Nº 111, p. 1.
p. 2. Castany, Ernesto. (1946, 7 de febrero). “Canto
Antinazi. (1945, 15 de noviembre). Año 1, Nº heroico a la Resistencia del Pueblo” Antinazi.
38, p. 3. Año 2, Nº 50, p. 7
Antinazi. (1945, 6 de diciembre). Año 1, Nº 41, ______________. (1946, 21 de febrero). “Carica-
p. 2 turas en la resistencia”. Antinazi, Año 2, Nº 52,
Argentina Libre. (1941, 2 de enero). Año 2, Nº p. 4.
43, p. 3. Ceballos, Alejandro. (1944, 7 de diciembre).
Argentina Libre. (1941, 26 de junio). Año 2, Nº “Enseñanzas de la guerra”, Argentina Libre, Año
68, p. 3. 5, Nº 158, p. 3.
Araquistaín, Olmedo. (1942, 29 de enero). “El Cisneros, Carlos E.( 1945, 1 de noviembre).
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