El Poder y La Corrupción
El Poder y La Corrupción
El Poder y La Corrupción
Jean-Jacques Rousseau
PREÁMBULO
La corrupción constituye un verdadero cáncer social caracterizado por su "metástasis",
sin embargo, no se trata de un fenómeno reciente ni mucho menos, pues ha acompañado
a la historia de la civilización desde sus principios .
Pero en contra de lo que algunos puedan pensar, no debemos buscar sus orígenes
exclusivamente en regímenes totalitarios ni democráticos, capitalistas ni comunistas,
ultra derechistas ni ultra izquierdistas, pues su génesis parece esconderse en lo más
oscuro de la condición humana, apestada por la avaricia y el ansia de poder.
CONCEPTO Y ÁMBITO
La corrupción del poder es en sí misma una corrupción moral de la/s persona /s, y
podemos definirla como la práctica y utilización de
las funciones y medios de organizaciones , especialmente públicas, en provecho,
económico o de otra índole, de sus gestores, y dada la ambigüedad de su génesis, debe
ser considerada como un fenómeno social inherente al propio ser humano que, si bien
puede afectar a una pequeña parte del total de un grupo, posee una repercusión de gran
calado en la percepción social delfenómeno cuando se conoce. Asimismo, debemos
señalar que siempre es la corrupción de entidades públicas la que mayor repercusión
social tiene dado que es el erario público, propiedad de todos, el atacado, frente al caso
de la corrupción de entes privados en los que dicha corrupción se circunscribe a un
ámbito limitado y no público.
Partiendo de esta definición podemos afirmar que todos los sistemas de poder son
susceptibles de corrupción dado que el origen de ésta como deterioro de los sistemas
sociales radica en la propia condición humana de corruptibilidad (vulnerabilidad del ser
humano ante la corrupción) que acaba proyectándose en los sistemas sociales de poder.
En base a ello podríamos afirmar que no existe ningún sistema completamente inmune a
la descomposición del poder en cualquier ámbito.
Por ello, y aunque también podrían llegar a establecerse ciertas variables básicas para
determinar la vulnerabilidad ante la corrupción de un sistema de poder y de esta manera
llegar a conocer las posibles causas que la motivan, (tamaño del grupo, atribuciones de
poder, sistemas de control endógenos y exógenos, entorno social predominante, etc.),
siempre resulta complejo estudiar las causas directas de la corrupción en sistemas no
corruptos, ya que la existencia del fenómeno puede responder única y finalmente a la
voluntad de determinado/s miembro/s integrante/s con predisposición a la corrupción.
En un análisis objetivo del posible origen del fenómeno, tampoco debemos obviar las
notables diferencias que algunas variables de orden social pueden acabar provocando al
nivel de corrupción en los sistemas de poder. Entre dichas variables podemos destacar
algunas determinantes como son: el entorno social educativo
(conciencia colectiva del individuo frente al grupo), el nivel de pobreza del individuo y
de los grupos involucrados en los sistemas y otros factores de orden social que pueden
acabar imprimiendo diferencias sustanciales en cuanto a GRADOS y tipos de
corrupción entre unos y otros sistemas de poder.
Por ejemplo, en sistemas en los que las diferencias retributivas entre sus miembros
llegan a ser abusivas e injustificadas, podría resultar más frecuente la aparición de focos
corruptos en los niveles jerárquicos inferiores (corrupción de base), que acaban
justificando sus actos delictivos en base a la discriminación que padecen.
Es también importante destacar otro problema derivado de los sistemas con un alto
grado de corrupción, en los que la descomposición del poder ha alcanzado ya lo que
podría denominarse niveles de "institucionalización", entendiéndose como tal a un
modelo de corrupción plenamente instaurado y aceptado por la mayoría de sus
miembros, en el cual, el individuo por sí sólo carece de medios para oponerse contra
dicha corruptela y, a sabiendas de los problemas a los que deberá enfrentarse en caso de
que se decida a luchar contra la corrupción del sistema, adoptando una postura pasiva
ante el entorno corrupto o incluso, en el individuo corruptible, decantándose por la suma
o "integración " en el sistema corrupto a través de su propia corrupción, tal y como se
indicó en el FACTOR CONTEXTUAL. Este tipo de corruptela es propio de países con
un bajo nivel de desarrollo y en los que se normalizan prácticas corruptas por parte de
colectivos funcionariales, de manera que el individuo de nueva incorporación se limita
prácticamente a "imitar" las prácticas del resto con pleno conocimiento de causa de su
irregularidad, simplemente debido a que le resulta más cómoda esta "integración" en el
sistema de poder corrupto que la oposición frontal a las prácticas (corruptas) ya
impuestas y aceptadas por la mayoría de sus miembros.
SOLUCIONES POSIBLES
Si bien todo apunta a que tendremos que seguir conviviendo con la corrupción a lo largo
de nuestra vida como ciudadanos y miembros de diferentes entes sociales, nada impide
que en un futuro a medio plazo puedan desarrollarse nuevos sistemas de control basados
en la redundancia y reciprocidad de controles, es decir, mecanismos que permitan
controlar a los propios sistemas de control y que a su vez éstos puedan también ser
controlados de manera que el control absoluto no recaiga sobre un único órgano, en
resumen, auditar a los auditores. Evidentemente, estos mecanismos de control deberían
ser independientes y no encontrarse integrados en los propios sistemas de poder, pues
resulta ineficaz que un mismo sistema ejerza la función de autocontrol, ya que en dicho
ejercicio podrían establecerse criterios arbitrarios o cuando menos poco transparentes.
Por otro lado y en cuanto al ámbito de fiscalización se refiere, es posible que en décadas
próximas asistamos a la implementación de sistemas de poder en los que se prescinda de
la intervención humana en la medida de lo posible. En este sentido, el avance y
consolidación de los sistemas expertos dedicados podría permitir la puesta en marcha
de proyectos pilotos supervisados con capacidad plena de fiscalización
sobre organigramas concretos. En el ámbito económico por ejemplo, un sistema
experto tendría capacidad para detectar el desarrollo de tendencias especulativas y
ajustar ciertos parámetros para su control. La regulación de mercados es un espacio en
el que los sistemas expertos podrían iniciar su andadura para luego ir adaptándose a
otros espacios más complejos como pueden ser el político, sanitario, jurídico, etc. Un
sistema experto aplicado, por ejemplo, en el seno de la administración pública con el
fin de asignar las retribuciones funcionariales y basado en algoritmos objetivos , podría
convertirse en método eficaz contra los problemas discriminatorios provocados por las
frecuentes desigualdades retributivas que acaban deteriorando el sistema en su conjunto
incrementando los niveles de desmotivación.
¿Gobernados por máquinas ? Tal vez. Hoy puede parecer ficción pero es posible que en
las próximas décadas asistamos a los primeros experimentos piloto que podrían llevarse
a cabo en ámbitos tan diversos cómo control de gobiernos, económico, etc. Obviamente,
estos proyectos experimentales estarían sin duda supervisados por órganos de control
constituidos por humanos… ¿Corruptos? No lo sé, pero si las máquinas son
incorruptibles,
LECTURAS RECOMENDADAS
El plan que pudo salvar a España , EXISTE.
http://calentamientoglobalacelerado.net
Portada del libro gratuito "El plan que pudo salvar
a España EXISTE. Plan AON" publicado y editado por la editorial
digital BUBOK ( www.bubok.es )
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