Tema 8
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Kant denominará imperativos a las reglas objetivas que obligan a la acción como
deberes. Kant sostiene que para que las reglas se conviertan en leyes morales tienen que
limitarse a suponerse a sí misma, habrá de eliminar toda materialidad y actuar en virtud
de su propia forma, sin presuponer objeto alguno de la voluntad. Por ello esta ética es
formal.
Resumen
8. 2. ÉTICAS MATERIALES
a) El intelectualismo socrático.
Sócrates, al igual que los sofistas, fijó el eje de su reflexión en torno al hombre, y
trató de responder a la pregunta sobre la naturaleza y realidad última del hombre. La
respuesta de Sócrates fue clara y precisa: el hombre es su alma, puesto que el alma es
lo que la distingue de forma específica de cualquier otra cosa. Sócrates entiende por
alma nuestra razón y sede de nuestra actividad pensante y ética, en definitiva la
conciencia y la personalidad intelectual y moral.
La virtud del hombre no puede ser más que lo que hace que el alma sea como
debe ser: buena y perfecta. En esto consiste, según Sócrates, el conocimiento, mientras
que el vicio será la privación de conocimiento, la ignorancia.
Resumen
b) El eudemonismo aristotélico
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TEMA 8. LA ACCIÓN MORAL Y LAS TEORÍAS ÉTICAS
PROF. ANTONIO ALÉS
Resumen
Para las tres doctrinas éticas, la moral ya no es definible en relación con la polis,
sino que debe reestructurar su relación en torno al universo. El problema moral no es ya
un problema antropológico, sino una necesidad física del mundo. Por ello, tanto para
uno como otro, la naturaleza ejercerá de premisa para toda ética y la respuesta que debe
hallar la ética es qué nos hace felices. El sabio, por tanto, es aquel que sabe ser feliz.
Los cínicos se distinguían por una actitud: considerar que la felicidad consiste en
la libertad radical del individuo frente a las normas e instituciones sociales.
El hombre, según los cínicos, es bueno por naturaleza y, por lo tanto, el sabio es
aquel que vive según la naturaleza, el que desprecia las convenciones sociales, valora la
libertad de acción y de palabra, el esfuerzo y la austeridad, somete todo a crítica,
rechaza los placeres y como única patria tiene el mundo entero por lo que desprecia toda
institución política. Para alcanzar la felicidad es preciso bastarse por sí mismo, para lo
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El epicureísmo, liderado por Epicuro, afirmaba que todo está hecho de átomos
materiales, sin intervención divina. Buscaban el placer como el bien supremo,
diferenciando entre placeres corporales y espirituales, favoreciendo estos últimos por ser
más duraderos. Los epicúreos buscaban la tranquilidad de ánimo y la autosuficiencia,
alejándose de la vida social y del temor a lo sobrenatural.
d) El utilitarismo
De aquí que podamos, con Bentham, afirmar que un acto inmoral es un falso
cálculo del interés personal. Así, pues, la única regla moral es la del interés. Todo el
problema moral consiste en calcular bien su interés.
El egoísmo utilitarista se transforma en altruismo. Y esas son las dos claves del
sistema moral de Bentham. Stuart Mill, diferirá de Bentham, en que mide, no solo la
cantidad, sino la cualidad de placer. Para él el interés general está por encima del interés
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personal. Por eso, su moral se denomina moral del interés general, frente a la moral del
interés personal de Bentham.
Resumen
El utilitarismo, aunque conecta con el altruismo, busca maximizar la felicidad del mayor
número posible, transformando el egoísmo en altruismo. Sin embargo, Mill diferencia
su enfoque del de Bentham al considerar no solo la cantidad, sino también la calidad del
placer. Mill prioriza el interés general sobre el personal, lo que diferencia su moral del
interés personal de Bentham.
a) El formalismo kantiano
Como ya sabemos Kant considera a todas las éticas anteriores a la suya como
ética heterónomas y materiales mientras que la suya es la primera ética formal y
autónoma.
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Los seres humanos tenemos una conciencia moral que se funda sobre una ley
moral, será preciso, por tanto delimitar la ley moral.
Toda la teoría kantiana se centra en la determinación de esa ley moral. Para ello
distingue tres clases de principios prácticos:
¿Cómo hallar entonces esta ley moral? Para determinarla, Kant procede a la
distinción entre la materia y la forma de la ley. Para ello, afirma "todos los principios
prácticos que suponen un objeto (materia) de la facultad de desear, como fundamento de
la determinación de la voluntad, son empíricos y no pueden proporcionar ley práctica
alguna por y moral". Por consiguiente, la verdadera ley práctica universal del obrar
moral que contenga el propio fundamento de determinación de la voluntad no ha de
tomarse por parte de la materia, que son los objetos que deseo.
Esta ley moral será un imperativo categórico que exprese la mera forma de la ley,
como suprema condición de todas las máximas y con independencia de las condiciones
empíricas o de los móviles de obrar materiales, reducibles a placer subjetivo y egoísta.
De tal modo que siempre que obremos de algún modo debemos preguntarnos si
desearíamos un mundo en el que todos obraran así. Si es así, ese será un imperativo
categórico si, por el contrario, no es así sería contradictorio con el imperativo
categórico.
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como medio. Este es el sentido que tiene la segunda formulación que propone Kant para
expresar la ley básica de la razón práctica.
Sin embargo, cuando Kant habla del bien, no considera que el bien se identifique
con el imperativo categórico, ni siquiera con seguirlo. El bien se identifica con la buena
voluntad que es lo único absolutamente bueno.
La voluntad es buena sólo por la intención. Por ello distingue entre tres tipos de
comportamiento respecto al imperativo, aquel que va contra el deber, que es,
evidentemente malo, aquel es que es conforme al deber y aquel que es por amor al
deber. El primero actúa conforme a la ley pero no por respeto a la ley sino por miedo a
las consecuencias, por ejemplo no robo porque no quiero ir a la cárcel, pero si estuviese
seguro de que no iba a sufrir las consecuencias lo haría, mientras que aquel que actúa
por amor al deber no robaría en ninguna circunstancia por respeto a la ley y a los demás.
Solo en este último caso podemos hablar de una voluntad buena.
b) El emotivismo moral.
Los partidarios del emotivismo sostienen que en los juicios morales no se afirma
o dice nada acerca de hechos, propiedades o cualidades objetivas, sino que expresa una
actitud emocional subjetiva, en el caso de A. J. Ayer (Lenguaje, verdad y lógica), o
pretende inculcar en otros una actitud emocional propia, o producir en ellos un cierto
efecto emotivo, en el caso de Stevenson (Hechos y valores. Estudios de análisis ético).
A.J. Ayer sostiene que las proposiciones morales no pueden ser comprobadas
empíricamente y, por consiguiente, carece de sentido dilucidar acerca de su verdad o
falsedad. Sin embargo, Stevenson insiste más en la función expresiva de los juicios
morales, en su función afectiva, ya que, en su opinión, los juicios morales tienden a
evocar ciertas emociones en otros sujetos, o en producir en ello cierto efecto emocional.
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Pero, tanto Ayer como Stevenson, coinciden en negar que los juicios morales cumplan
una función cognoscitiva y que puedan ser justificados o fundados racionalmente.
Así, pues, los juicios no pueden surgir de un estado emocional del sujeto, o
movido por el interés subjetivo de influir sobre otros, sino que responde a determinadas
necesidades y finalidades.
- El neocontractualismo de J. Rawls.
1. El neocontractualismo de Rawls.
Rawls trata de alcanzar unos principios de la Justicia que sirvan para regir una
sociedad bien ordenada y que ofrezcan un criterio de evaluación de sus instituciones.
Para ello decide partir de la situación hipotética de la posición originaria, previa al
contrato social, en el que se establecen los principios de la Justicia.
¿Cuáles son las condiciones en las que es posible esa posición originaria (“las
circunstancia de la Justicia”?. “Las condiciones normales bajo las cuales la cooperación
humana es posible y necesaria”.
Las circunstancias subjetivas son aquellas relativas a los sujetos que cooperan,
tienen necesidades e intereses similares aunque luego cada uno tenga su propio plan de
vida, su concepción del bien (moral), su propia religión o ideología. En cualquier caso
como nadie posee el conocimiento absoluto, y, de hecho, nadie conoce las alternativas
de un sistema distinto, Rawls llama a esto “el velo de la ignorancia”.
concepción sea ventajosa para cualquier individuo, puesto que al elegir los individuos
deben tener en cuenta que pueden ocupar la posición menos ventajosa, y por tanto
defenderán a los individuos más indefensos.
Dada tal situación en la que todos los agentes son racionales pero no saben qué
posición van a ocupar en el esquema social, ¿qué principios se eligen como justos?
¿Cuáles son esos principios de la Justicia que cree haber hallado Rawls?
1. Toda persona tiene derecho a la libertad siempre que tal libertad no sea
incompatible con la libertad de otros.
2. La ética discursiva
Reflexionando sobre estas condiciones del discurso podemos comprobar que los
valores de la imparcialidad, la libertad y la igualdad, ligados al artificio mental de la
posición originaria en la ética de Rawls, también alientan en la comunicación o diálogo
ideal de la ética habermasiana del discurso. Habermas nos dota así de una ética
procedimental que nos sirve como herramienta para el mundo actual, buscando
normatividad universal a la vez que respeta la pluralidad de formas de vida, escapa al
relativismo sin imponer una visión única.
d) Ética existencialista
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“Sin duda, la libertad como definición del hombre no depende de otro, pero a
partir del momento en que hay un compromiso, estoy obligado a querer al mismo
tiempo mi libertad y la libertad de los otros, y no puedo tener mi libertad como fin, sino
tomo igualmente como fin la libertad de los demás”.
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