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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Economía

Los retos de la política monetaria desde la


autonomía del Banco de México al día de hoy

Ensayo

Juan Ramón Gregorio Carrillo

Materia:

Teoría monetaria y política financiera

Profesor(a):

Mtra. Eréndira Avendaño Ramos

Ciudad Universitaria, CDMX 26 de noviembre de 2023


Los retos de la política monetaria desde la autonomía del Banco de México al día de hoy

Introducción

El Banco de México ha sido responsable, desde su fundación en 1925, de la conducción de la


política monetaria en nuestro país, sin embargo, en gran parte de su historia estuvo supeditada
al manejo del Gobierno central. Esto no había sido un problema ya que el desempeño de la
economía mexicana fue apabullante, lamentablemente desde la década de los 80 se gestaron
fenómenos endógenos y exógenos que afectaron a la economía haciéndola caer en crisis casi
perpetuos. A raíz de las crisis, y con el auspicio de organismos financieros internacionales, el
país vivió cambios trascendentales en su estructura económica que vislumbraba una
recuperación inmediata en aras de alcanzar el crecimiento registrado en décadas previas.
Desafortunadamente, dichas reformas generaron algunas discrepancias, aunado a una
inestabilidad política hicieron al país caer, en menos de diez años, en otra crisis. Bajo este
panorama se gestó la autonomía del Banco de México que le otorgó independencia en su
actuar que sería fundamental en el mejor manejo de la política monetaria reduciendo a niveles
mínimos la tasa de inflación.

El propósito de este ensayo es exaltar el buen manejo de la política monetaria desde la


autonomía del Banco de México, resaltando que su autonomía fue una decisión acertada que
menguó la tasa de inflación a niveles controlables. Para lograrlo, mencionaremos brevemente
los antecedentes macroeconómicos desde la crisis de 1982 hasta la reformas estructurales del
gobierno de Enrique Peña Nieto. Además, escudriñaremos en la evolución de su marco
conceptual, el manejo de un régimen cambiario de libre flotación, y la recuperación de las
reservas internacionales. Por último, damos una conclusión donde también mencionamos los
retos actuales del Banco de México en un contexto post pandemia.

Antecedentes

La crisis de 1982 golpeó fuertemente a la economía mexicana1, por la cual el gobierno no tuvo
otro remedio que devaluar la moneda y buscar acuerdos con el Fondo Monetario Internacional
para renegociar la deuda externa del país, que para ese año ascendía a 89.863 millones de
dólares (Román, 2015) .

Derivado de los acuerdos con el FMI, inició de facto un proceso drástico de ajuste económico.
Se redujo considerablemente la participación del Estado en la economía, lo que provocó la
eliminación de empresas paraestatales, la desregulación de los mercados, y la apertura
1
Véase Cárdenas Sánchez, E. (2010)
externa, uniéndose al GATT, OMC, y las negociaciones del TLCAN2. Por parte del gobierno, en
línea con el Consenso de Washington, estableció mecanismos de atracción de capitales y de
liberalización comercial, destacando la privatización de sectores clave de la economía (p. e.
Telmex) durante el período 1989 a 1994, y la creación del FOBAPROA en 1990.

Estas acciones reavivaron a la economía, reactivaron la producción, se estabilizaron los


precios, mejoraron la creación del empleo, revertió el déficit fiscal a un superávit, etc. Sin
embargo, otras variables macroeconómicas presentaron grandes retrocesos como la balanza
de pagos, la deuda externa se elevó a 148.182 mdd (ibid.), el déficit en cuenta corriente
acumuló cifras complicadas para la economía, y principalmente las variables socioeconómicas.

La situación se agudizó al elevar el techo de la banda cambiaria en diciembre de 1994 debido a


que generó una fuga inmediata de capital, elevó la paridad y de manera consecuente las tasas
de interés, y provocó una hecatombe en el sector bancario trayendo como consecuencia un
costo por rescatar dicho sector equivalente al 15% del PIB (ibid.).

En la crisis de 1995, el PIB cayó en 6.0%, la inflación alcanzó el 35% (ibid.), se redujo a medio
millón el número de trabajadores formales, los salarios mínimos aumentaron menos que los
precios, y a los dos años el número de personas en situación de pobreza aumentaron a 16
millones (véase gráfica 1).

Gráfica 1. Comparativa del PIB (% anual) con respecto a la tasa de inflación (% anual)

140

120

100

80
PIB (%anual)
60
Inflación (%anual)
40

20

0
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016
2018
2020
2022

-20

Fuente: Banco Mundial.

2
Conocidos como reformas de primera generación, para conocer más véase Clavijo, F. y S. Valdivieso
(2000).
El país recurrió al FMI para enfrentar la crisis, las acciones emprendidas fueron una mayor
desregulación a la inversión extranjera, implementación de un mecanismo de cambio de deuda
por inversión, tener una menor dependencia del ingreso de capital especulativo y a la
implantación de un esquema de política social focalizada3. Por el lado de política monetaria, se
promulgó la autonomía del Banco de México que evitaba al gobierno acudir a dicha instancia
para obtener crédito y fondos a través del señoreaje4, y que le brindo el objetivo de proteger la
estabilidad de la moneda nacional, hablaremos más al respecto en la siguiente sección. Y por
el lado de la política fiscal, se estableció el esquema de estabilizadores fiscales con el propósito
de equilibrar las finanzas públicas; además se fijaron nuevas estructuras fiscales para la
captación de recursos públicos.

Respecto a la crisis de 2008-2009, se expresó tardíamente, pero con gran intensidad en


nuestro país (véase gráfica 1). En esta crisis podemos destacar que la inflación se comportó de
manera moderada, diferencia sustancial de las últimas crisis internas, y que a partir del 2009 el
equilibrio fiscal se ha relajado provocando una tendencia al incremento del déficit. Por el lado
de la política monetaria y fiscal, no presentaron cambios sustanciales en su actuar ya que
consideraron a la crisis como un shock exógeno (Ortiz, 2009) .

Y como último antecedente, hablaremos de las reformas estructurales del sexenio de Enrique
Peña Nieto. Se empezaron a gestar durante el mandato de Felipe Calderón a través de
reformas para flexibilizar el mercado laboral, y con EPN se firmó el Pacto por México, un
conjunto de reformas estructurales abarcando desde el ámbito social, educativo, de
competencia económica, de telecomunicaciones, energética, financiera, hacendaria, de
transparencia, etc. Dichas reformas planteaban cambios que ayudarían a reforzar la economía,
lamentablemente los resultados no fueron los estimados, debido a factores económicos
internacionales como por condiciones internas del país. Además, el autor resalta que en los
Criterios Generales de Política Económica (CGPE) de ese gestión no se consideraron
indicadores socioeconómicos ni ambientales5.

Hemos podido ver, y en concordancia con el autor, que la población mexicana no ha alcanzado
de nueva cuenta el nirvana económico que era el país antes de los años 80, a partir de dicha
década caímos en un samsara económico casi perpetuo que ha implicado enormes sacrificios
sociales. ¿Qué aprendimos de estas recientes crisis? Esta es una reflexión que debe hacerse
de manera individual, como sociedad, en el ámbito académico, en el empresarial, y por
3
Véase Cárdenas, E (2003).
4
Ingresos que recibe el Gobierno mediante la creación de moneda (Walsh, 2017).
5
Véase Tello, C. (2007).
supuesto en el gobierno. Por su parte, considero que el gobierno mexicano entendió a rajatabla
que no podía exprimir indefinidamente a la banca central para paliar la situación que en la
mayoría de las veces fueron ellos mismos los responsables de su paupérrimo manejo, por lo
cual brindarle autonomía al Banco de México fue la mejor decisión que pudieron haber tomado.
A continuación, hablaremos al respecto.

Características

A mediados de los años noventa, la banca central de nuestro país sufre una transformación
radical que la ayudaría a combatir la inflación de una manera más acertada y, principalmente,
alejada de la injerencia del gobierno. En 1994, se le otorga una autonomía total al Banco de
México. Esto fue un parteaguas en la economía mexicana debido a que se redujo
considerablemente la inflación, se desarrolló sin los vicios de antes el sistema financiero
mexicano, se eliminó la volatibilidad de la moneda en el mercado de divisas internacionales, se
recuperaron las reservas internacionales llevándola a máximos históricos, etc. En este espacio
ahondaremos en la evolución histórica del Banco de México desde su autonomía hasta el día
de hoy, haciendo énfasis en el marco conceptual de la política monetaria, el régimen cambiario
de libre flotación, y el crecimiento de las reservas internacionales. En esta parte del trabajo, nos
apoyamos en el trabajo de (Heath & Acosta Margain, 2019) .

La autonomía surgió de la necesidad de controlar la inflación de manera más efectiva ya que


en el largo plazo un aumento de la oferta monetaria por parte del gobierno no tiene un efecto
sostenido en la actividad económica, aunque si impactando en los precios. Por tal motivo, en la
década de los 90 varios países, auspiciados por los organismos financieros internacionales,
empezaron a facultarle autonomía a sus respectivos bancos centrales, siendo para el caso
mexicano en 1994 sustentada en tres pilares: i) el manejo de una política monetaria sin
presiones externas, ii) una autogestión administrativa, y iii) una autonomía presupuestaria.

Asimismo, al Banco de México se le estableció como objetivo prioritario procurar la estabilidad


del poder adquisitivo de la moneda nacional. Para dicho fin, su estructura de gobernanza se
sustenta en la Junta de Gobierno estando integrada por un Gobernador y cuatro
subgobernadores con una rotación menor que la observada en los responsables de la política
fiscal. Además, se le delegó de forma exclusiva el pleno control de la conducción de la política
monetaria y también promover el sano desarrollo del sistema financiero, así como propiciar un
buen funcionamiento en los sistemas de pagos.
Por otra parte, uno de los elementos claves para alcanzar la estabilización de la inflación ha
sido la elección de un adecuado marco de conducción de la política monetaria. Anteriormente,
se había utilizado esquema donde el ancla nominal era el tipo de cambio -un sistema de
cambio fijo-, pero al migrar a uno de flotación cambiaria se eliminó dicho ancla dando paso a
esquemas de objetivos de inflación. Cabe mencionar que, al inicio de su autonomía, el Banco
de México no migró a ese esquema en su totalidad debido a que la inflación todavía se
encontraba en niveles elevados, por lo cual fue necesario transitar en varias etapas.

En principio, se estableció un periodo de transición donde se fijaron metas anuales intermedias


de inflación, después en 2003 se planteó adoptar de manera formal el régimen de objetivos de
inflación fijando una meta permanente de inflación de 3.0% con un rango de +/- 1.0%. Además,
se implementó el concepto de inflación subyacente para identificar adecuadamente la
naturaleza de los choques temporales o permanentes. Es importante mencionar que el
esquema de objetivos de inflación ha sido bastante exitoso ya que la inflación ha promediado
4.2% (ibid.) desde entonces (véase gráfica 3).

Gráfica 3. Inflación anual (porcentajes)

50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
94 95 96 97 99 00 01 02 04 05 06 07 09 10 11 12 14 15 16 17 19 20 21 22
19 19 19 19 19 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20

Fuente: Banco de México.

Por otra parte, la estrategia de instrumentación de la política monetaria también ha


evolucionado desde la autonomía del Banco de México. En un inicio, el objetivo operacional fue
la variación de los agregados monetarios6, principalmente la base monetaria, sin embargo, este

6
Véase Guerra de Luna, A. y Torres, A. (2001).
enfoque se abandonó a menos de un año debido a la inestabilidad de dicha variable. Por tal
motivo, en breve se estableció un régimen de saldos acumulados de las cuentas corrientes de
las instituciones bancarias, consistió en que los bancos mantuvieran por 28 días un saldo
promedio objetivo en la cuenta corriente de sus cuentas en el banco central igual a cero.

Después en el 2003, se transito a un régimen cuyo objetivo era que los saldos promedio diarios
de las cuentas corrientes fueran igual a cero. Fue en esta etapa que se empleaban los términos
“corto” y “largo” de acuerdo a las posturas restrictivas o laxas del banco central7. Esto le
permitió mandar señales sobre su postura monetaria a los participantes de los mercados
financieros, una de las desventajas principales fue verse como una política confusa. También
fue en este año que el Banco de México decidió anunciar su postura de política monetaria en
fechas preestablecidas, en vez de hacerlo en cualquier momento, facilitando la transparencia
para la toma de decisiones de los demás agentes económicos.

Pasaron cinco años, en el 2008, cuando el Banco empezó a instrumentar la política monetaria
a través de un objetivo operacional para la tasa de fondeo interbancario a un día. A través de
este mecanismo el banco equilibraría los excesos o faltantes de liquidez del mercado
interbancario a través de sus operaciones de mercado abierto. Tras dicha implementación se
ha logrado una estabilización considerable de las tasas de interés (véase gráfica 4).

Gráfica 4. Tasa de fondeo interbancario a 28 días y tasa objetivo (porcentajes)

60.00

50.00

40.00

30.00

20.00

10.00

0.00
98 00 02 04 06 08 10 12 14 16 18 20 22
19 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20

Fuente: Banco de México.

7
Véase Díaz de León & Greenham (2000).
Como podemos ver, la evolución del marco conceptual de la política monetaria ha sido de gran
relevancia en la conducción autónoma de ésta, permeando favorablemente a la estabilidad
económica del país. Pero ¿cómo se gestó un régimen cambiario congruente con la política
monetaria autónoma? Veamos a continuación.

Hemos visto que en la década de los 90, la economía mexicana migró a un sistema de cambios
de libre flotación debido a impulsos de organismos financieros internacionales, como el FMI,
que consideraban un régimen cambiario adhoc con una política monetaria independiente. Para
hacerlo, a nivel internacional se generó un debate sobre la cuestión de que institución se haría
cargo de dicha política. En nuestro país, se decidió una solución mixta que consistió en una
Comisión de Cambios donde la política cambiaria se determina de manera conjunta entre la
Secretaría de Hacienda de Crédito Público (SHCP) y el Banco de México, de este modo se
garantizó que dicha política no se encuentre subordinada a la política monetaria ni tampoco
bajo el yugo del Gobierno.

Entonces, bajo esta línea, la Comisión de Cambios se establece como un órgano vigilante de la
evolución del tipo de cambio. La tesis principal de la Comisión es que el libre mercado es el
encargado de la determinación del tipo de cambio. Por tal motivo, ha intervenido en momentos
de altísima volatilidad en el mercado cambiario para proveer liquidez y establecer un orden. Y
en momentos así, informan a través de comunicados de prensa en donde destacan los motivos
y objetivos de cada intervención.

Los resultados de la renovación del régimen cambiario han sido favorables. Se ha fortalecido
un mercado cambiario sólido, y se ha facilitado el desarrollo del mercado de derivados.
Además, la moneda mexicana se ha convertido en uno de los más líquidos y usados del
mundo. Sin olvidar que ha sido compatible con el sistema monetario de objetivos de inflación.

En el tercer aspecto, comentaremos sobre las reservas internacionales. Antes de la autonomía


del Banco, el gobierno central las ocupó alejándolas de su propósito, exacerbando las crisis a
niveles lamentables. Por dicha situación, se definió un marco legal que le confiere al Banco de
México las reservas internacionales con el objetivo de coadyuvar a la estabilidad del poder
adquisitivo de la moneda nacional mediante la compensación de desequilibrios entre los
ingresos y egresos de divisas de nuestro país. Su administración se rige por una política de
acumulación conversadora por medio de una composición mínima de liquidez, inversiones en
activos totalmente seguros, y una maximización de los rendimientos. Esto ha traído como
resultado saldos históricos en dichas reservas brindando un gran respaldo a la moneda
nacional ante fenómenos de choque adversos en el entorno económico internacional (véase
gráfica 6).

Aunque en el sexenio actual se ha analizado la posibilidad de usarlos, en específico los


Derechos Especiales de Giro (DEG), para cubrir parte de la deuda total, sin embargo, creemos
que es altamente provechoso visualizarlos como salvavidas en momentos de alta incertidumbre
económica8.

Gráfica 6. Reservas internacionales netas (miles de millones de dólares)

250,000

200,000

150,000

100,000

50,000

0
96 97 98 99 01 02 03 04 06 07 08 09 11 12 13 14 16 17 18 19 21 22 23
19 19 19 19 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20

Fuente: Banco de México.

También vale la pena mencionar la política de comunicación del Banco de México debido a que
sus resultados, positivos o negativos, permean e influyen en la actividad económica de nuestro
país. Por tal motivo, el Banco se le monitorea de manera constante y explícitamente dos veces
al mes con la publicación de las cifras de inflación a través del Índice de Precios al Consumidor
(INPC) que evalúa el INEGI. Además, de reportes periódicos, de divulgación, comunicados de
prensa, envío de informes al Congreso en fechas programadas o a solicitud del Poder
Legislativo.

Conclusión

La crisis de la década de los 80 se debió, entre los factores expuestos previamente, a la


subyugación de la política monetaria al Gobierno mexicano, causante principal de las

8
Esta postura está influencia por Gerardo Esquivel, véase La Política Online (2021). https://n9.cl/prljx
decisiones tomadas erróneamente, generando una tasa de inflación, nivel de endeudamiento,
niveles de las reservas internacionales, etc. nunca vistos. Con el auspicio del FMI, se
emplearon grandes reformas que cambiarían la estructura de la economía mexicana,
coadyuvando el rescate económico del país. Lamentablemente, algunas de las reformas no se
implementaron adecuadamente creando vicios en algunas esferas económicas como por
ejemplo en el sistema financiero que sería parte responsable de la crisis de 1995, sumado a la
adopción drástica del régimen cambiario fijo a uno de libre flotación, sin obviar el inestable
contexto político de esos años con el asesinato de varios personajes políticos relevantes, como
Colosio, y el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Dicha
crisis superó al FOBAPROA, requiriendo de nueva cuenta la ayuda internacional para salir de
este bache económico.

Entre las nuevas reformas a la economía mexicana, se gestó la autonomía del Banco de
México entrando en vigor en 1995. El panorama fue totalmente adverso y el reto fue todavía
más grandes, afortunadamente, la independencia del banco central ayudó considerablemente a
mejorar la situación macroeconómica de nuestro país, reduciendo la inflación a niveles
manejables que alientan la productividad mexicana, además fortaleció y reguló con mayor
precisión al sistema financiero mexicano, también fomentó e incentivó la inversión nacional e
internacional, a través del mejoramiento del sistema de pagos hizo más sencilla y práctica el
manejo de la moneda para las transacciones diarias, y también convirtió al peso mexicano en
una de las divisas más negociadas del mundo, entre otros tantos beneficios.

Sin embargo, todavía quedan tareas pendientes de resolver. La población mexicana no ha


alcanzado de nueva cuenta el nirvana económico que era el país antes de los años 80, a partir
de dicha década caímos en un samsara económico casi perpetuo que ha implicado enormes
sacrificios sociales. Por lo cual, el Banco de México debe transitar en tener más de un objetivo
que ayude y encauce un desarrollo económico integral, unir la eficiencia con el bienestar
económico, expandir los límites de la política monetaria en pro del bienestar de la población
mexicana. Para hacerlo es vital reflexionar los aprendizajes adquiridos a lo largo de estos
últimos años, consideramos que el camino ha sido el correcto, pero debemos seguimos
avanzando a la senda que nos lleve al bienestar que nuestro país necesita.
Referencias

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