Fortalezas y Debilidades de La Educación en Panamá

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Fortalezas y debilidades de nuestro país:

Panamá ha alcanzado grandes logros en cuanto a:

Competividad

Grado de inversión

Recepción de inversión internacional

Un gran destino turístico.

Y ha alcanzado bajas calificaciones en:

Percepción de corrupción

Baja calidad educativa

Alto endeudamiento

Aumento de la inseguridad

Poca infraestructura en el área metropolitana.

Debemos proponernos sobrepasar estas expectativas y fortalecer nuestra


imagen como país y ciudadanos comprometidos.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la
Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (OEI) recomiendan a los países de Iberoamérica aumentar de
forma sistemática el presupuesto educativo incluido Panamá. En nuestro
país, la educación universitaria cuadruplica el gasto educativo invertido en
los niveles de preescolar y primaria.
Es necesario retomar y reestructurar la estructura educativa de un país para
eliminar disparidades educativas existentes en el sistema y este programa
debe comenzar desde las raíces lo que implica la atención en el nivel de
preescolar, lo que es el cimiento de las bases del desarrollo humano para
una vida exitosa en sociedad. La educación infantil es ofertada por más de
2,500 instituciones educativas, además existen otros centros de atención
infantil como Centros Familiares y Comunitarios de Educación Inicial
(CEFACEI), Educación Inicial en el Hogar (EIH), Centros de Educación
Inicial Comunitaria (CEIC) y los especializados del Ministerio de Desarrollo
Social. En nuestro sistema educativo necesitamos más docentes
preparados en el nivel de preescolar.
La educación primaria es la que sigue en el aprendizaje y es muy
importante en el desarrollo del ser humano. Sin embargo, no existe equidad
entre la educación de áreas indígenas, áreas rurales de difícil acceso y
áreas accesibles que cuentan con los recursos y la tecnología necesaria
para lograr adquirir aprendizajes significativos. La mayor deserción escolar
se da por tanto, en áreas comarcales y rurales de difícil acceso, muchos de
estos niños se dedican al trabajo infantil, lo que impide el logro de una
formación académica sólida.
Estudios de la CEPAL y la OIE atribuyen la repitencia y el fracaso escolar
en la educación de los países latinoamericanos a las disparidades sociales,
a la gestión educativa y a los recursos destinados a la educación, la
organización y funcionamiento de las escuelas, a la capacitación de los
docentes, a las condiciones en las que desempeñan su trabajo y a las
propias actitudes de los alumnos, condicionadas, a su vez, por su entorno
social, familiar, cultural y educativo.
Atendiendo a algunos estudios, los estudiantes con mayor rendimiento
académico se enmarcan en el 20% cuyos padres poseen una educación a
nivel superior.
Lastimosamente, según estudios realizados por el SERCE se determinó
que los docentes panameños tienen deficiencias marcadas en su formación
académica lo que repercute en el proceso de aprendizaje que se lleva a
cabo a diario en las aulas.
Con respecto al desempeño en matemáticas de los estudiantes de 6to
grado, Panamá se clasifica entre los países latinoamericanos con los
promedios más bajos, pues los estudiantes no alcanzaron siquiera el primer
nivel. Igual situación ocurre en las pruebas de lectura para el 3er grado, en
el que el país se ubica con calificaciones similares a Ecuador, Guatemala,
Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana. Panamá tiene un 11%
de sus estudiantes que están por debajo del Nivel I de desempeño en
lectura, lo que implica que no logran localizar en un texto corto, información
con un solo significado.
El nivel de premedia atiende a alumnos entre 12 y 14 años. En este nivel se
continúa y profundiza la formación integral de los alumnos, con un amplio
período de exploración y orientación vocacional de sus intereses y
capacidades, en el contexto de una educación de carácter universal,
general y cultural, de acuerdo con el MEDUCA. Con la educación media, se
concluyen los 14 años de educación formal. Este nivel de enseñanza
atiende a jóvenes entre 15 y 18 años. El objetivo a cumplir es la formación
cultural del estudiante, ofreciendo una formación en opciones específicas, a
efectos de prepararlo para el trabajo productivo y proseguir estudios
superiores.
La UNESCO enfatiza que la falta de competencias en nuestros estudiantes
transmitidos por el entorno escolar son limitantes en el desarrollo y
creatividad del estudiante lo que genera un incremento en la pobreza,
desempleo y trastornos sociales.
Según UNESCO, “las necesidades de aprendizaje de los jóvenes son muy
amplias; comprenden no solamente las competencias necesarias para
ganarse la vida, sino también un desarrollo personal que siente las bases
de una vida gratificante.” Destaca el mismo informe, que los jóvenes que
han crecido en condición de pobreza y exclusión tienen más probabilidades
de haber cursado pocos estudios o de haber abandonado la escuela y, por
lo tanto, tienen menos posibilidades de desarrollar competencias para
empleos dignos, en el sector formal.
Tanto la CEPAL como la UNESCO resaltan la importancia del desarrollo de
habilidades y competencias básicas en nuestros estudiantes, sólo así, se
podrán rebasar barreras de desigualdad y se mejorará la calidad de vida.
En Panamá, se han triplicado la cantidad de jóvenes en edades de 15 a 19
años con grandes déficits educativos lo que implica el poco acceso al
campo laboral. Sin embargo, MEDUCA aporta que del 10% registrado en el
2010 en repitencia, para el año 2012 está realidad tuvo una disminución de
un 2.7%.
Los niveles de repitencia se incrementan en nuestro país en los niveles de
premedia y media. Algunas de las provincias más afectadas atendiendo a
estudios realizados del 2007 al 2010 fueron Herrera y Bocas del Toro,
realidad que no ha tenido grandes variaciones. Esto es sinónimo de pérdida
para el estado y la familia panameña tanto en parámetros económicos
como psicosociales.
También las provincias de Panamá, Darién y las comarcas no escapan de
esta realidad, quizá la alternativa de la beca universal permitió bajar los
índices de fracasos en una pequeña minoría, pero falta mucho por lograr.

En otro orden de ideas, desde una perspectiva más general Cuahonte,


Balam y Collado (2019), definen las características principales de los
criterios de evaluación de la siguiente manera:

Pertinentes: Si la situación es que se va a evaluar competencias esto es lo


que debe evaluarse. No debe limitarse a evaluar contenidos pues esto les
da falta de validez (recordemos que algo es válido cuando se da la
correspondencia entre lo que dice que se va a evaluar y lo que realmente se
evalúa).

Jerarquizados: Se debe tener en cuenta que hay criterios comprometidos


con la esencia de la competencia en cuestión, y otros que son para lograr el
perfeccionamiento de la misma.

Independientes: Si un criterio determina una reacción en cadena con los


demás, nos quedaremos sin la verdadera información en torno a dónde
están las dificultades reales.

Pocos: Los criterios deben ser pocos pues una propuesta muy larga haría
inviable su puesta en práctica como herramienta útil para orientar la
planeación y la verificación de resultados. (p.p.24-25).
SISTEMAS DE EVALUACIÓN PARA MEJORAR LA CALIDAD
EDUCATIVA

A través de varios sistemas de evaluación creados en Panamá se han


realizado esfuerzos por mejorar la calidad de la educación en el país en
cada nivel académico, MEDUCA (2007), señala en el Informe de
Resultados de las Pruebas de Logros Académicos SINECA que, “En el año
1995, se instituye el 30 de octubre como día Nacional de la Evaluación, con
el propósito de llamar la atención anualmente, de la comunidad educativa
acerca del logro académico de los (las) estudiantes.” (p.13)
Por tal motivo, desde 1996 se empiezan los primeros intentos en creaciones
de sistemas evaluativos con el Sistema Nacional de Evaluación de la
Calidad de la Educación denominada SINECE, “Se contemplaba la
organización del componente de Evaluación al que se denominó Sistema
Nacional de Evaluación de la Calidad de la Educación (SINECE). Este
organismo inició operaciones en junio de 1996”. (MEDUCA, 2007, Informe
de Resultados de las pruebas de Logros Académicos SINECA p.14).
El Decreto Ejecutivo N°423 de 23 de agosto de 2002, por el cual se crea la
Dirección Nacional de Evaluación Educativa, en el Ministerio de Educación
y se deroga el Decreto Ejecutivo N°157 de 13 de agosto de 1999, la cual
tiene como responsabilidad principal, la evaluación integral del Sistema
Educativo Nacional, identificar sus debilidades y fortalezas, elaborar
propuestas orientadas a garantizar su eficiencia y efectividad, así como
diseñar sistemas e instrumentos para una evaluación de calidad.
En los últimos años se ha impulsado el Sistema Integral para el
Mejoramiento de la Calidad de la Educación, SIMECE, que busca evaluar
las instituciones, a los docentes y a los estudiantes del sistema educativo
panameño para crear mejoras al mismo a partir de sus debilidades, también
es el encargado de desarrollar pruebas con el propósito de conocer el
estado actual de las competencias de los estudiantes panameños.
Se crea el Sistema Integral de Mejoramiento de la Calidad de la Educación
(SIMECE), con la finalidad de promover la calidad de la educación
panameña, mediante indicadores y estándares que integren todos los
componentes y actores del sistema educativo, atendiendo a sus
concepciones universales y particulares (Decreto Ejecutivo N° 878,
Panamá, Art.1, 2016, p.3)

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