Ficha 100

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 3

LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA

INTRODUCCIÓN: un poco de Historia...

¿QUÉ ES LO QUE LLEVÓ A LOS HOMBRES A FILOSOFAR? Para comprender el surgimiento


de algún tipo de saber es necesario relacionarlo con el momento histórico en el cual aparece.
Siempre existe una relación entre el tipo de pensamiento de una sociedad y su organización política,
económica, social y cultural.
El surgimiento (comienzo) de la filosofía se da en Grecia en el siglo VII a. C. aproximadamente, lo
que será el germen de los futuros desarrollos metodológicos y científicos. LO PRIMERO QUE
TENEMOS QUE TENER EN CUENTA ES QUE COMIENZO NO ES LO MISMO QUE
ORIGEN: por comienzo se entiende el momento histórico en que los hombres empezaron a
filosofar, es un dato convencional pues se refiere a un tiempo y a un espacio determinados: el lugar
es Grecia y el tiempo se ubica en el siglo VII a. C, es decir que, la Historia de la Filosofía como
pensar metódico y sistemático tiene sus comienzos hace más de dos mil quinientos años. También
hay que aclarar que en el comienzo Filosofía y Ciencia son sinónimos y sólo posteriormente
comienza su diferenciación.
Ahora bien, por origen se entiende la fuente de la que surge en todo tiempo el impulso que mueve a
filosofar. Este origen es múltiple, está en nosotros, y se repite permanentemente. El filósofo alemán
K. Jaspers en un libro titulado “LA FILOSOFÍA” distingue claramente tres orígenes del filosofar:
EL ASOMBRO, LA DUDA Y LAS SITUACIONES LÍMITES. Del Asombro sale la pregunta y el
conocimiento; de la Duda acerca de lo conocido sale el examen crítico y la certeza; de las
Situaciones Límites (Conmoción) del hombre sale la cuestión de su propio ser. Estos tres orígenes
son comunes a todos los hombres en cualquier momento histórico.

Para intentar comprender el surgimiento del conocimiento filosófico, comencemos analizando la


situación histórica, cultural y económica de los siglos anteriores. Sabemos que existían
civilizaciones mucho más antiguas que la griega, sobretodo en la cuenca de los ríos Eufrates, Tigris
y Nilo. Podemos afirmar que existieron adelantos importantes a nivel técnico, artístico, religioso y
espiritual, pero no filosóficos.
Estas antiguas civilizaciones nos dejaron técnicas de agricultura, de cultivo, de riego, adelantos en
medicina, sistemas de escritura, arquitectura. También se han encontrado textos rituales, textos
sagrados, textos funerarios, decretos y leyes de los soberanos, pero no aparece nada semejante a lo
que los occidentales llamamos filosofía.
La pregunta que nos podemos hacer es ¿por qué todo este conocimiento anterior a los griegos no es
considerado filosófico o científico? Porque la concepción del mundo en Oriente (el mundo de las
civilizaciones anteriores a los griegos) aparece impregnada de una fuerte concepción religiosa (el
pensamiento mítico). El pensamiento y el desarrollo técnico, en vez de ser un campo de
investigación, de crítica y cuestionamiento, estaban controlados y puestos al servicio, casi siempre,
de las necesidades religiosas.
Este tipo de conocimiento (contrario al filosófico y científico) es esotérico, (es decir; cerrado en sí
mismo, reservado, oculto y secreto), y por lo tanto es: a-crítico, a-sistemático, a-lógico, no
demostrable, no fundamentado, no susceptible de ser enseñado, es “revelado”. Es todo lo contrario
de una reflexión libre, crítica y metódica.
Pero, estas afirmaciones anteriores, no tienen la finalidad de menospreciar las culturas y
civilizaciones más antiguas, al contrario, hay que entenderlas y estudiarlas desde su contexto
histórico y cultural.

El MITO es el tipo de pensamiento que explica el orden, los cultos, sostiene la organización
jerárquica y la estructura social. Es la explicación del origen del universo por fuerzas
sobrenaturales.

LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA (Karl Jaspers)

Volvamos a la pregunta inicial de esta Ficha... ¿QUÉ ES LO QUE LLEVÓ Y LLEVA A LOS
HOMBRES A FILOSOFAR? Contestar estas preguntas es buscar los Orígenes de la Filosofía. Ya
hemos dicho que en Filosofía las preguntas son más esenciales que sus respuestas y toda respuesta
se convierte en una nueva pregunta.

El asombro o admiración, Platón decía que “el asombro es el origen de la filosofía...” éste se
presenta frente a algo inesperado, desconocido, es un sentimiento y se nos aparece como una “toma
de conciencia”. Es sorprenderse, extrañarse frente a lo cotidiano, ante el hecho de que las cosas
sean. Nos asombramos cuando rompemos la relación práctica con el mundo y nos preguntamos qué
es la realidad, cuál es su fundamento. Si en lugar de encogernos de hombros, como quien dijera “no
me interesan” esas interrogantes, las tratamos de analizar y sistematizar entonces ingresamos a la
filosofía. Para Platón y Aristóteles (siglos V – IV a. C.) la filosofía tenía su origen en la admiración
y la extrañeza frente al mundo.
Decía Platón: “nuestros ojos nos hacen ser partícipes del espectáculo de las estrellas, del sol y de la
bóveda celeste”, este espectáculo nos ha “dado el impulso de investigar el universo”. Y Aristóteles
agregaba “la admiración es lo que impulsa a los hombres a filosofar, empezando por admirarse de lo
que les sorprendía por extraño, así se preguntaron por el origen del Universo”.
Por lo tanto para Platón y Aristóteles la Filosofía tenía su origen en la admiración y la extrañeza
frente al mundo. Este admirarse nos impulsa a conocer. En esa admiración se cobra conciencia de
no saber, se busca el saber, pero el saber mismo, no para “satisfacer ninguna necesidad común”.
Para hacer Filosofía tenemos que dejar de lado el beneficio personal y separarnos (en un primer
momento) de las preocupaciones cotidianas. Jaspers agrega que el filosofar es como un despertar a
las necesidades de la vida y este despertar tiene lugar mirando desinteresadamente a las cosas, al
cielo y al mundo; preguntando qué sea todo ello.

La duda. Dudar de algo es “suspender el juicio”, es no afirmar ni negar. En la vida cotidiana nos
vemos obligados a decidir, a afirmar o negar sin embargo, en ocasiones nuestras más firmes
creencias parecen vacilar; si dudamos frente a ellas y si profundizamos en esa duda se nos abre el
segundo camino hacia la Filosofía.
Una vez que he satisfecho mi asombro y admiración con el conocimiento de lo que existe, pronto se
anuncia la duda. Los conocimientos se acumulan, pero ante el examen crítico no hay nada cierto. La
duda es una actitud intelectual y si bien no es un sentimiento, muchas veces va acompañada de
sentimientos de angustia e inseguridad. ¿De qué cosas dudamos hoy en día? Se duda de lo que
percibimos por los sentidos (“nuestros sentidos nos engañan”) ya que nuestras percepciones
sensibles están condicionadas por nuestros órganos sensoriales. Jaspers está señalando dos posibles
fuentes del error: 1) los sentidos, que tienen limitaciones (por ejemplo, con poca luz confundimos
los colores) y 2) la razón que a veces nos lleva a demostraciones contradictorias (por ejemplo, se
han formulado pruebas racionales de la existencia y de la no-existencia del alma). Pero también
agrega dos formas de duda que se han dado históricamente: a) la duda “pirroniana” o escepticismo
absoluto, propuesta en la Antigüedad por Pirrón de Elis, que consiste en la negación de cualquier
posibilidad de conocimiento, y b) la duda “cartesiana” o escepticismo metódico propuesta por
Descartes en la Edad Moderna (filósofo francés del siglo XVII) en la que busca un camino para
llegar a la certeza. La famosa frase de Descartes “pienso, luego existo” era para él incuestionable,
¿Por qué? Pues luego de mostrar con muchos ejemplos que nuestros sentidos nos engañan, se
propone dudar de todo y así, equivocándose en todo, puede llegar a estar seguro de algo: “mientras
estaba dudando estaba pensando y al pensar estaba existiendo”. De esta forma la duda metódica
parece más viable que la duda pirroniana ya que ésta puede llegar a ser paralizante.
Por último tenemos, las situaciones límites. Según Jaspers, el hombre puede mirar hacia fuera de sí
(hacia el mundo) o hacia adentro de sí (hacia sí mismo). Cuando su mirada se vuelve hacia sí
mismo, entonces toma conciencia de SU SITUACIÓN EN EL MUNDO, no puede saberlo todo, no
puede tenerlo todo, no vivirá para siempre, etc. y esto le provoca angustia, que no es otra cosa que
una “conmoción interior” y lo lleva a formularse nuevas preguntas sobre sí mismo. Las palabras de
Jaspers son: “estamos siempre en situaciones, las situaciones cambian, las ocasiones se suceden. Si
no se las aprovecha, no vuelven más, puedo trabajar por hacer que cambien determinadas
situaciones. Pero hay otras situaciones que son, por su propia naturaleza, permanentes: el hombre
no puede dejar de morir, ni de padecer enfermedades, ni de luchar, ni de sentirse culpable en
determinadas situaciones, etc. Quiere decir que son situaciones de las que no podemos salir y que
no podemos alterar. Es muy importante y decisiva para el hombre la forma en que experimenta el
fracaso. La conciencia de estas situaciones límites es, después del asombro y de la duda, el origen
más profundo de la filosofía”.

Resumamos todo lo dicho: el origen del filosofar reside en la admiración, en la duda, en la


conciencia de estar perdido. En todo caso comienza el filosofar con una conmoción total del hombre
y siempre trata de salir del estado de turbación hacia una meta. Sin embargo estos tres motivos del
filosofar (la admiración y el conocimiento; la duda y la certeza; el sentirse perdido o angustiado y el
encontrarse a sí mismo) no agotan lo que nos mueve a filosofar en la actualidad.
En estos tiempos, que representan un corte radical en la historia debido a todos sus cambios, son sin
duda válidos pero no suficientes los tres motivos expuestos anteriormente. Hay una condición
fundamental –dice Jaspers- a la que estos tres orígenes resultan subordinados, y es la comunicación
entre los hombres. toda filosofía impulsa a la comunicación, la filosofía se expresa, y solamente en
la comunicación se alcánza el fin de la filosofía.

BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA EN ESTA FICHA:


* JASPERS, K; “Qué es la Filosofía”, Ed. Fondo de Cultura Económica, Méjico, 1949.
* OBIOLS, G; “Nuevo curso de Lógica y Filosofía”, Ed. Kapelusz, Bs. As. 1995.
* FRASSINETTI de Gallo, M; “Filosofía, esa búsqueda reflexiva”, Ed. AZ, Bs.As. 1996

También podría gustarte