Sistema de Control Constituional

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS
OCCIDENTALES “EZEQUIEL ZAMORA”
VICERRECTORADO DE PRODUCCIÓN AGRICOLA
SECRETARIA DE ESTUDIOS A DISTANCIA
COORDINACIÓN DE ESTUDIOS A DISTANCIA VPA
GUANARE – PORTUGUESA

SISTEMA DE CONTROL DELA CONSTITUCIONALIDAD EN VENEZUELA

ESTUDIANTE: JOSE AGUILAR.


C.I.V-6.749.772.
PROYECTO: DERECHO SEMIPRESENCIAL.
SUB-PROYECTO: DERECHO CONSTITUCIONAL
"Una sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada, ni la
separación de poderes determinada, no tiene Constitución. “Asamblea Nacional
Constituyente (Francia), 26 de agosto de 1789.

Inicio este ensayo con lo expuesto arriba ya que analizaremos que es un


sistema de control de la constitucionalidad en Venezuela, en esta reflexión
podemos observar que habla sobre asegurar los derechos de una sociedad y si no
existe esa garantía no tiene constitución, ahora bien que es la constitución: Según
Pietro Virgta en términos generales define la constitución ”como la ley suprema de
organización jurídica de un país, relacionada con la estructura y funcionamiento
del estado, así como relativa al régimen político de éste, la cual condiciona la
validez de todas las demás leyes” recordemos que la constitución de Venezuela
es nuestra carta magna la que representa todos los derechos y deberes que una
sociedad constituida como nación debe gozar y cumplir. También existe lo que es
el principio de constitucionalidad que significa que la Constitución está sobre
todas las demás normas del sistema; que toda ley y todo acto judicial o ejecutivo
tienen que encontrar su fundamento de validez en la norma suprema. Ahora bien
ante la realidad política ante gobiernos divididos, es decir con poderes ejecutivos
en manos de un partido político y los poderes legislativos, en manos de otros, ha
hecho que el orden jurídico sea muy complejo y sofisticado en materia de
constitucionalidad, puesto que el pluralismo político permite la actualización de
muchos de los mecanismos, lo que motiva que consideremos que estamos en
presencia de un modelo de democracia constitucional y no meramente
representativa. Esto nos lleva a determinar, que los arreglos políticos y acuerdos
entre, los legisladores y los miembros del Poder Ejecutivo, deberán ser
fundamentales y mantenerse de modo consistente, ya que de no ser así existe la
posibilidad de que cualquiera pueda realizar un planteo de constitucionalidad de
una norma y dejar en manos del Poder Legislativo el arreglo de las diferencias.
Doctrinariamente y en la práctica existen dos sistemas de control de la
constitucionalidad y legalidad de las normas jurídicas, según sea el órgano al cual
la Constitución encargue dicho cometido. Uno de ellos se denomina CONTROL
CONCENTRADO porque se crean órganos constitucionales con la específica
finalidad de ejercer el control de la constitucionalidad de las leyes; y, el otro
sistema se llama control difuso, porque cualquier operador del derecho, en caso
de conflicto entre una norma de superior jerarquía con otra de inferior jerarquía,
debe preferir la primera al resolver un caso concreto. Con la evolución de los
sistemas de control, diversas Constituciones, entre ellas la nuestra, establecen
ambos sistemas, puesto que no son incompatibles, no obstante que difieren en
cuanto a sus efectos, pues en el sistema concentrado la sentencia que declara la
inconstitucionalidad de la ley deroga la ley inconstitucional. Podemos decir que un
El control de constitucionalidad implica la facultad de los magistrados de comparar
una norma dictada por el poder político legislativo o ejecutivo con normas de
jerarquía superior, para hacer prevalecer a éstas sobre aquellas. El Principio de la
Supremacía Constitucional requiere de un medio eficaz que lo salvaguarde, y a
esto nos referimos como Control de Constitucionalidad. La Constitución es de
hecho una ley fundamental y así debe considerarse por los jueces, lo que significa
que en estos planteamientos de carácter doctrinario aparte de hacer resaltar la
importancia de la norma constitucional de constituir la base y fundamento del
derecho restante del Estado, esa ley fundamental no puede ser violentada por
otras leyes y que es deber de los jueces el proteger la integridad constitucional, es
decir, que debe atribuirse el Control de la Constitucionalidad al Órgano Judicial.
Uno de los principales aportes que esta Constitución de 1999 le brinda a la
Democracia y al Estado Social de Derecho lo representa la Justicia Constitucional,
cuyas bases están contenidas en el Artículo 7 de la Constitución, el cual prevé de
manera expresa el Principio de la Supremacía Constitucional, al sujetar a todas las
personas y los órganos que ejercen el Poder Público a la Constitución como
norma suprema y el fundamento prístino del ordenamiento jurídico. Nuestro texto
constitucional, establece un sistema integral de control constitucional en el que
convergen las dos formas tradicionales de control constitucional: el Control Difuso
o Estadounidense y el Control Concentrado o Europeo. Aunado a esto preserva la
consagración de la Acción Popular de Inconstitucionalidad, aunque no regulándola
pormenorizadamente porque este desarrollo lo hizo la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales de 1988. El control difuso Esta forma
de control exige a los Tribunales de Justicia la aplicación de la norma
constitucional con un sentido preferente y no la ley ordinaria, cuando exista una
colisión con la disposición constitucional. La Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, recientemente dictaminó que el órgano jurisdiccional es el
único llamado a aplicar el control difuso de la Carta Magna, es decir, sobreponer
los principios del texto fundamental a cualquier otra disposición legal. Como
indicábamos infra en el apartado I, el control difuso de la constitucionalidad en
nuestro constitucionalismo ha estado consagrado tradicionalmente en normas
legales, así el Artículo 20 del Código de Procedimiento Civil vigente de 1987 y el
Artículo 19 del Código Orgánico Procesal Penal de 1999 prevén esta forma de
ejercicio del control constitucional. La Carta Constitucional de 1.999 le confiere
rango constitucional al control difuso, el cual puede ser ejercido de oficio por los
Tribunales, y así establece en su Artículo 334 el control difuso de la
constitucionalidad en los siguientes términos: Todos los jueces o juezas de la
República, en el ámbito de sus competencias y conforme a lo previsto en esta
Constitución y en la Ley, están en la obligación de asegurar la integridad de esta
Constitución. En caso de incompatibilidad entre esta Constitución y una ley u otra
norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales, correspondiendo a
los tribunales en cualquier caso, aún de oficio, decidir lo conducente. Control
concentrado. La Constitución de 1999 estatuye el control concentrado de la
constitucionalidad como atribución propia del Tribunal Supremo de Justicia tal
como se desprende de la letra del Artículo 266 numeral 1: «Son atribuciones del
Tribunal Supremo de Justicia: Ejercer la Jurisdicción Constitucional conforme al
Título VIII de esta Constitución. La Constitución le confiere el ejercicio de la
Jurisdicción Constitucional al Tribunal Supremo de Justicia y dentro de este
órgano se crea la Sala Constitucional (Art.262 C.R.B.V) como ente especializado y
que prácticamente monopoliza el ejercicio de la aludida jurisdicción. Asimismo, el
Artículo 334 in fine reza: Corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia como jurisdicción constitucional, declarar la nulidad
de las leyes y demás actos de los órganos que ejercen el poder público dictados
en ejecución directa e inmediata de la Constitución o que tengan rango de ley.
Nuestra Constitución recoge las tendencias jurisprudenciales que la extinta Corte
Suprema de Justicia había cohesionado desde su Sala Político Administrativa
según las cuales competía a dicha Sala la facultad para anular los actos
administrativos generales o particulares por cualquier vicio de inconstitucionalidad
que estos tuvieran. En efecto la Constitución delimita el ámbito de competencias
de la jurisdicción constitucional para declarar la inconstitucionalidad de las leyes u
otros actos dictados en ejecución directa e inmediata de la Constitución por los
órganos que ejercen el Poder Público, más no la nulidad de actos administrativos
o que tengan rango sublegal. Así pues los actos administrativos como normas de
rango sublegal no son controlados por la Sala Constitucional, su constitucionalidad
será objeto de revisión y control de la sala político administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia como lo apreciamos de la lectura del Artículo 266 numeral 5:
“Son atribuciones del Tribunal Supremo de Justicia: 5. Declarar la nulidad total o
parcial de los reglamentos y demás actos administrativos generales o individuales
del Ejecutivo Nacional, cuando sea procedente”. La parte in fine del precitado
Artículo 266 establece que la atribución del numeral 5 es propia de la Sala Política
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia. La Constitución Venezolana de
1999, adopta un sistema de justicia constitucional emulando las tendencias de
España y algunos países latinoamericanos, ubicándose así dentro de los sistemas
más avanzados del mundo actual. La defensa de la Constitución es una
obligatoriedad que debe recaer sobre todos los órganos del Estado y no
solamente sobre el judicial, significando esto que todos tienen el deber de actuar
constitucionalmente no emitiendo ni participando de actos que violen el texto
constitucional, respondiendo a un compromiso con una democracia participativa y
protagónica en un estado de justicia descentralizado para lograr la convivencia en
beneficio de todos sus habitantes. Los artículos 259 y 334 de la Constitución,
confieren al Tribunal Supremo de Justicia el control de la constitucionalidad y
legalidad de los actos que dicten los órganos del Poder Público, definiendo lo que
pudiéramos llamar jurisdicción constitucional y la jurisdicción contencioso
administrativa.
Para concluir Corresponde destacar en primer plano, la posición que ocupa en el
Derecho, la Constitución como Ley Suprema y tener en cuenta que ella es un
pacto, donde confluye lo político y lo jurídico y que el Estado de Derecho significa
la primacía de la Constitución.
REFERENCIAS

Dialnet-ManuelGarciaPelayo-3301579.pdf

https://dikaion.unisabana.edu.co/index.php/dikaion/article/view/1950/2506

https://go.gale.com/ps/i.do?id=GALE
%7CA166622714&sid=googleScholar&v=2.1&it=r&linkaccess=abs&issn=1317953
5&p=IFME&sw=w&userGroupName=anon%7E1d69c499

http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/40961/articulo3.pdf?
sequence=1&isAllowed=y

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-52002012000200015

http://www.tsj.gob.ve/-/la-revision-de-sentencias-mecanismos-de-control-de-constitucionalidad-
creado-en-la-constitucion-de-1999-2da-edicion-2004

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