Necesidad de Alimentación

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA INTERCONTINENTAL

UTIC SEDE - Horqueta

GERIATRIA

NECESIDAD
DE
ALIMENTACIÓN
Responsables:

 María García
 Paola Vera
 Olga Silva
 Celeste Martínez

Catedrática: Celina López

Año: 2017
INTRODUCCIÓN

El paciente geriátrico presenta características particulares que hacen necesario un


abordaje diferente del que usualmente se emplea para evaluar a la población adulta en
general. Dentro de ellas cabe resaltar no sólo los aspectos propios del envejecimiento
fisiológico, con un progresivo declive de la funcionalidad de órganos y sistemas, sino
también la disminución de la reserva funcional y la alteración de la homeostasis del
organismo. Todas estas condiciones aumentan la vulnerabilidad ante situaciones de
estrés o enfermedad, de tal suerte que los modelos de valoración clínica deben adaptarse
y abarcar, dentro de sus protocolos, estas importantes variables. El objetivo de la
valoración geriátrica integral es diseñar un plan individualizado de actuación
preventiva, terapéutica o rehabilitadora, con el fin de lograr el mayor grado de
independencia o la mejor calidad de vida del anciano.
NECESIDAD DE ALIMENTACIÓN ADECUADA EN GERIÁTRICOS

La integridad nutricional es relevante en el mantenimiento de un correcto


funcionamiento de los distintos órganos y sistemas corporales y de un estado de salud
satisfactorio, además de su importante papel en la preservación de la autonomía y su
trascendental contribución en la curación de enfermedades. Debería evaluarse si hay
causas y factores de riesgo de malnutrición en todos los adultos mayores. La evaluación
de la condición nutricional puede hacerse mediante encuestas dietarias específicas o al
determinar variables antropométricas o marcadores bioquímicos.

La antropometría es muy útil porque es fácil de obtener, además de económica, sobre


todo cuando se aplica a poblaciones de ancianos sanos (aunque su obtención
inicialmente sencilla se complica en ancianos enfermos, frágiles y en cama); incluye
peso, talla, índice de masa corporal, diámetro braquial y de pantorrilla, los cuales deben
ser considerados en el contexto del paciente y de acuerdo con su edad y sexo.

Los marcadores bioquímicos juegan un papel esencial en la valoración del estado


nutricional; pueden servir para detectar deficiencias nutricionales de forma precoz
incluso tiempo antes de que las medidas antropométricas se alteren y de que aparezcan
signos clínicos o síntomas de desnutrición.

Como reflexión final, y en base a los resultados encontrados en esta investigación,


consideramos necesario incorporar dentro de la valoración geriátrica integral la
evaluación del estado nutricional de los adultos mayores desde la atención primaria de
salud, sin obviar los centros sociales para adultos donde se concentra gran parte de este
colectivo. Conocer los factores asociados al riesgo nutricional nos puede ayudar a
identificar, de forma más precoz, a aquellas personas que pueden encontrarse con
problemas nutricionales, aunque aparentemente estén sanas.

MANIFESTACIONES DE DEPENDENCIA EN GERIATRICOS

Muchas son las manifestaciones que pueden presentarse en esta etapa de la vida que
provocan que un adulto mayor sea dependiente de otra persona, es decir, que conspiran
contra su independencia como ser humano.

Toda pérdida o anomalía de una estructura lleva a una dependencia por deficiencia de
las funciones psicológicas, fisiológicas o anatómicas. Estas deficiencias se clasifican en
físicas, psíquicas y sensoriales. Dentro de las físicas están las limitaciones orgánicas no
motoras, debido a enfermedades cardiovasculares, nerviosas y la invalidez motora como
pérdida de miembros, parálisis cerebral y síndromes convulsivos. Entre las psíquicas
están las deficiencias mentales de varios tipos y las sensoriales como la ceguera, la
sordera y trastornos del habla.

La dependencia puede presentarse también por discapacidad, que no es más que una
restricción o ausencia de la capacidad para realizar una actividad en la forma o dentro
del margen que se considere normal para un individuo de su edad. La discapacidad se
caracteriza por excesos o insuficiencias en el desempeño y comportamiento en una
actividad normal y rutinaria, que pueden ser temporales o permanentes, reversibles o
irreversibles y progresivos o regresivos. Las discapacidades pueden surgir como
consecuencia directa de las deficiencias o como una respuesta del propio individuo
sobre todo psicológica, a diferencias físicas, sensoriales o de otro tipo.

Otra situación desventajosa en geriatría en cuanto a la independencia para un individuo


determinado, es la minusvalía, consecuencia de una deficiencia o de una discapacidad,
que limita o impide el desempeño de un rol que es normal en su caso en función de la
edad, sexo, factores sociales y culturales. La minusvalía está en relación con el valor
atribuido a la situación o experiencia de un individuo cuando se aparta de la norma. Se
caracteriza por la discordancia entre el rendimiento o estado de la persona y sus
expectativas o del grupo en concreto al que pertenece. La minusvalía sobreviene cuando
ocurre un entorpecimiento en la capacidad de mantener lo que podría designarse como
"roles de supervivencia" y que son las seis dimensiones claves de la experiencia con los
que se espera demostrar la competencia de la persona: orientación, independencia física,
movilidad, ocupación, integración social y autosuficiencia económica.

De manera general, un adulto mayor que haya perdido o que tenga restringidas sus
capacidades para ver, oír, hablar, contener voluntariamente sus esfínteres, orientarse,
asearse, alimentarse, deambular sin dificultad, es una persona con serias dificultades
para integrarse socialmente, lo cual constituye también una limitación psicológica que
lo hace cada vez más dependiente y enfermo.
FACTORES DE RIESGO QUE AFECTA LA ALIMENTACIÓN NORMAL DEL
ADULTO MAYOR

Es conocido que en el anciano se altera la percepción del gusto. Se elevan los umbrales
de detección y reconocimiento para dulces, amargo, salado y agrio. El sentido del olfato
también se altera. Esta disminución de sensaciones puede reducir el agrado de comer y
perjudicar el estado nutricional.

Son numerosos los cambios en el tubo digestivo que pueden influir en el estado
nutricional del anciano.

Partiendo por la boca, las alteraciones en la dentadura, casi universales en este grupo
etario, conducen a un cambio en la consistencia de los alimentos que deben consumir. Si
se pierden las piezas dentarias y deben usar prótesis, pierden eficiencia masticatorio.
Las personas portadoras de prótesis tienen una disminución en la capacidad para
percibir sabores, consistencia y textura de los alimentos. La mejor de las prótesis tiene
una capacidad masticatorio nunca superior al 30% de una dentadura natural. El estado
de salud bucal es un condicionante de la ingesta alimentarla, pero no una causa directa
de déficit nutricional. Los Adultos Mayores adecuan su ingesta alimentaria en términos
de consistencia a su estado bucal sin importar la calidad de los alimentos en relación a
sus necesidades nutricionales reales.

Otra alteración importante son los cambios en la motilidad del tubo digestivo. Se altera
la motilidad del esófago, siendo frecuente los espasmos esofágicos, disminuye la
velocidad del vaciamiento gástrico y se altera la motilidad del intestino delgado. La
constipación asociada a estos cambios y a otros factores como el menor consumo de
fibra, se convierten en un problema frecuente que trae aparejado otro, como es el
consumo excesivo de laxantes.

En la medida que un sujeto envejece, sus fallas orgánicas llevan al uso de múltiples
fármacos en forma crónica. Estudios efectuados en Chile han demostrado que el 30% de
los ancianos que viven en sus hogares consumen regularmente más de tres
medicamentos. Estas drogas pueden tener una serie de efectos adversos sobre la
absorción y metabolismo de los nutrientes.
Las alteraciones nutricionales y metabólicas dl consumo del alcohol son múltiples y
variadas, cuyo consumo excesivo es cada vez más frecuente en los ancianos, quienes
además suelen no confesar su uso.

Los problemas sociales y económicos que enfrenta este grupo son los que más influyen
sobre su estado nutritivo y se destacan la restricción en la ingesta de alimentos por
pobreza, el aislamiento social, la discapacidad física y alteraciones mentales.

Otro factor que influye en la calidad de la alimentación son las creencias y prácticas
culturales, muchos adultos mayores viven encerrados en hábitos alimentarlos que ellos
consideran correctos debido a que fueron entregados por generaciones anteriores o
adquiridos en el seno familiar, los cuales son respetados en gran manera siendo fuentes
de ciertos desequilibraos de la alimentación diaria.

PROBLEMAS NUTRICIONALES MÁS FRECUENTES EN ADULTOS


MAYORES

 Pérdida involuntaria de peso corporal


 Pérdida de fuerza
 Pérdida de masa ósea
 Su gasto energético se ve muy disminuido
 Bajos niveles circulantes de vitaminas
 Enfermedad de Alzheimer
 Alteraciones sensoriales: Sed, sabor y olor
 Falta de apetito por comer solo = Depresión
 Disminución de la coordinación neuromuscular
 Pérdida de piezas dentarias
 Pobreza
 Falsa sensación de saciedad
 Mala capacidad de adaptación a cambios en su dieta
 Polifarmacia
 Hospitalización e institucionalización
ESTREÑIMIENTO EN GERIÁTRICOS

Alteración del intestino que consiste en una excesiva retención de agua en el intestino
grueso y el consiguiente endurecimiento de las heces, por lo cual se hace muy difícil su
expulsión.

Manifestaciones clínicas

 Dolor de estómago.
 Incontinencia fecal - similar a la diarrea.
 Ropa interior sucia.
 Negarse a ir al baño.
 Pérdida del apetito.
 No comer mucho a pesar de tener hambre.
 Heces duras.
 Dificultades de movimiento del intestinal.

ANOREXIA EN GERIÁTRICOS

La anorexia se define como falta de apetito, que se convierte en un rechazo selectivo o


total a la alimentación.

Manifestaciones clínicas:

La xerostomía o sequedad de la boca, la disfagia o simplemente tener la dentadura en


mal estado dificultan hasta tal punto la nutrición que pueden hacer que el mayor acabe
perdiendo el apetito y deje de comer”, explica la doctora. El principal problema de todo
esto es su consecuencia: la desnutrición.

CARENCIAS NUTRICIONALES

Hablamos de carencia nutricional (o carencia alimentaria) cuando la alimentación de


una persona no le proporciona uno o más nutrientes en cantidades suficientes.

Manifestaciones clínicas

 Grietas en las Comisuras de la Boca


 Pérdida de Cabello y Sarpullido (Especialmente en la Cara)
 Hinchazón Tipo Acné de Color Rojo o Blanco (en Mejillas, Brazos, Muslos y
Glúteos)
 Hormigueo, Punzadas y Entumecimiento en Manos y Pies
 Calambres Musculares (en Dedos del Pie, Pantorrillas, Dorso de las Piernas y
los Arcos de los Pies)

DIVERTICULOSIS

Los divertículos son pequeñas bolsas que se abultan en el colon o en el intestino


grueso. Si tiene estas bolsas, usted tiene una condición llamada diverticulosis.

Manifestaciones clínicas

 Sensibilidad, generalmente en el lado inferior izquierdo del abdomen


 Distensión o gases
 Fiebre y escalofríos
 Náuseas y vómitos
 Pérdida de peso
 No sentir hambre y no comer

HEMORROIDES

Son varices o inflamaciones de las venas en el recto y el ano. Popularmente también


se les conoce con el nombre de almorranas.

Manifestaciones clínicas

 Pronunciado dolor anal


 Fistulas y fisuras en el ano
 Sensación de quemazón o picazón en esas áreas sensibles
 Hinchazón en la parte exterior del ano.
 Puedes llegar a notar manchas de sangre si tu condición se vuelve seria.
OSTEOPOROSIS

La osteoporosis es una enfermedad que produce baja masa ósea y deterioro de la


microarquitectura del tejido óseo a quien la padece.

Manifestaciones clínicas

La osteoporosis suele ser asintomática hasta que hay una fractura (sobre todo de las
vértebras y de cadera), pero puede haber dolor y deformidad de columna.

ANEMIA NUTRICIONAL EN GERIÁTRICOS

La anemia es una enfermedad frecuente en el anciano, qu e le llama nutricional


porque depende de cómo se alimentan y nutren. Se condiciona un aumento de la
morbimortalidad y una pérdida sustancial de la calidad de vida.

Manifestaciones clínicas

Puede aparecer palidez, cansancio, dolor de cabeza, sueño, debilidad, desgano,


malestar general, desmayo, falta de aire y palpitaciones. También puede disminuir la
capacidad para entender y comprender, falta de deseo y concentración para trabajar
y lentitud para hacer las cosas.


CONCLUSIÓN

Dentro de las consideraciones finales cabe mencionar la realidad abrumadora y cada vez
más palpable del crecimiento exponencial de la población geriátrica en el mundo. Es
fundamental preguntarse si la formación médica actual está preparada para afrontar las
necesidades y expectativas de este grupo de edad y si las políticas de salud vigentes se
orientan hacia este gran reto. Creemos que un primer paso hacia este propósito es que el
médico familiar tenga dentro de su esquema de atención un abordaje del paciente
geriátrico desde la perspectiva multidimensional, valorando no sólo los aspectos
clínicos, sino también los factores psicosociales y funcionales, y que involucre a
diversos actores como el sistema de salud, la familia, los organismos gubernamentales,
etcétera. Solamente una visión holística permitirá entender al adulto mayor en su real
dimensión, garantizando una atención adecuada y efectiva.

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