Patologia Obstetrica Grupo 3

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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE

BABAHOYO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA DE SALUD Y BIENESTAR CARERA
DE OBSTETRICIA REDISEÑADA

Tema:
Ruptura Uterina

Autores:
Guzmán Guzmán Mariangel

Moscoso Toscano Evelyn

Mantuano Bravo Karen

Docente:

Dra. Mercy Yeslin Moran Guerrero

Asignatura:
Patología Obstétrica

Curso:
7° Nivel “B”

Sección:
Vespertina
Objetivos

Objetivo General:

Concienciar de la importancia de una correcta y rápida identificación de la ruptura


uterina, así como de su prevención primaria, secundaria, posterior tratamiento y
seguimiento; destacando el papel fundamental de la Obstetra en todo el proceso.

Objetivos Específicos:

 Conocer la incidencia y frecuencia de casos


 Analizar caso clínico identificando factores de riesgo principales y comunes, del
mismo modo su plan de acción.
 Conocer factores de riesgo, clínica, pronóstico y tratamiento
Ruptura uterina

La rotura uterina es una complicación del embarazo potencialmente mortal tanto para la
madre como para el feto. En los países desarrollados, la mayoría de las roturas uterinas
se producen durante el trabajo de parto en una paciente con antecedente de cesárea
previa. La rotura uterina sin cicatrices previas es rara y asocia mayor morbilidad
materna y neonatal. En los países con recursos limitados, la rotura uterina se asocia al
parto prolongado, multiparidad, uso indebido de oxitocina y falta de acceso a
instalaciones sanitarias adecuadas para la atención del parto.

Puede ocurrir en el 0.3% de pacientes con cesárea anterior y mucho menos


frecuentemente cuando no existen cicatrices uterinas previas (en torno a 1/20,000
embarazos). Mortalidad en países desarrollados es de 1 de cada 500 roturas uterinas. La
morbilidad más frecuentemente asociada es la hemorragia grave, laceración de la vejiga
e histerectomía. La mortalidad perinatal asociada es mayor cuando existe antecedente de
cirugía uterina previa ( 5-26% vs 32.5%). La principal morbilidad es encefalopatía
hipóxica (hasta 6,3%) y necesidad de cuidados intensivos por asfixia neonatal sin
encefalopatía. Rotura uterina: rotura clínicamente significativa en la que se rompen
todas las capas uterinas incluida la serosa, afectando el estado materno y fetal.
Dehiscencia: alteración uterina en la que existe una separación incompleta de la cicatriz
uterina con serosa intacta, sin repercusión en la madre o en el feto. A menudo es un
hallazgo incidental durante la cesárea.

Clasificación de la ruptura uterina

1. Según su causa:

Espontanea: En principio, la pared del útero es anormal esta se produce por


dificultad o imposibilidad en la progresión del parto.

Traumática internos o externos: Los externos por accidente o agresiones son pocos
frecuentes.

Y los internos se producen por maniobras obstétricas incorrectamente practicadas.

2. Según su localización:

 Rotura longitudinal del cuerpo

 Rotura transversal del segmento


 Rotura longitudinal de un borde

 Rotura estrellada

 Rotura vaginal

3. Según su grado o respecto a su profundidad:

Completa: esta se considera la verdadera rotura uterina ya que es muy rara y en esta
se observa la comunicación entre la cavidad uterina y la cavidad espinal y una parte
del feto o su totalidad se proyecta hacia la cavidad peritoneal.

Incompleta: es definida como dehiscencia

4. Según el momento:

 Enfermedades trofoblásticas gestacionales

 Traumatismo: accidentes de transito

 Heridas de arma blanca

 Placenta percreta que atraviesa toda la capa muscular del útero

Durante el parto: Es lo más frecuente. (Ginecología, 2022)

Epidemiología

La ruptura uterina es una complicación grave durante el parto que puede resultar en
consecuencias graves para la madre y el bebé. En Ecuador, las tasas de ruptura uterina
pueden variar según diversos factores, como acceso a atención médica, calidad de la
atención prenatal y condiciones socioeconómicas.

 Su incidencia en general suele ser baja


 La rotura uterina se presenta frecuentemente cerca del término del embarazo,
durante el trabajo de parto o cerca de este, y en raros casos puede darse en el
segundo trimestre. Tiene una incidencia de alrededor de 5.9/10000 casos en
Ecuador.
 Matsuzaki et al. evidenció que el momento para la ruptura uterina fue entre la
semana 15 y 26 de gestación, y la principal causa de ruptura uterina fue el
antecedente de cicatriz uterina previa. Así también, demostró que los sitios en
los cuales se presentó la solución de continuidad fueron el fondo uterino y el
sitio de la cicatriz uterina previa.
 Sharon et al. analizaron los resultados maternos por ruptura uterina entre la
semana 14 a la 34 durante el periodo 1988-2020 y demostraron que la edad
media de ruptura uterina fue la semana 22 de gestación, y que el 43.8% del total
de casos se asoció con anomalías en la inserción placentaria. (Mena, 2022)

Factores de Riesgo

Fatores de Riesgo I

Intervención Quirúrgica que compromete el miometrio

 Cesárea
 Rotura uterina reparada previamente
 Miomectomía
Traumatismo Uterino
 Aborto con instrumentos
 Traumatismo punzante: accidentes, balas, cuchillos
Anomalía congénita
 Embarazo en cuerno uterino poco desarrollado

Factores de Riesgo II
Antes del Parto
 Contracciones espontáneas, persistentes e intensas
 Estimulación del trabajo de parto: oxitocina o prostaglandinas
 Perforación por un catéter interno de presión uterina
 Versión externa
 Sobredistensión uterina: hidramnios, embarazo múltiple
 Edad materna avanzada
 Multiparidad

Factores de Riesgo III

Durante el Parto
 Versión Interna
 Parto Instrumental dificultoso
 Extracción pelviana
 Anomalía fetal que distiende el segmento uterino inferior
 Extracción manual de placenta
 Maniobra de Kristeller
 Obesidad
 Producto Macrosómico
Adquirida
 · Placenta íncreta o pércreta (Pérez, 2013)

Signos y síntomas

Los signos y síntomas de la rotura uterina incluyen bradicardia fetal, desaceleraciones


variables, evidencia de hipovolemia, pérdida de la estación fetal (detectada durante el
examen cervical) y dolor abdominal grave o constante. Si el feto ha sido expulsado del
útero y se encuentra dentro de la cavidad peritoneal, la morbimortalidad fetal y materna
aumentan significativamente.

Los signos y síntomas de una rotura del útero son los siguientes

 Frecuencia cardíaca fetal anormal (FHR): trazados cardíacos no


tranquilizadores, desaceleraciones de la frecuencia cardíaca fetal
 Sangrado o hemorragia vaginal
 Dolor abdominal repentino
 Cambios en los patrones de contracción
 El bebé retrocede hacia el canal de parto (pérdida de la estación)
 Inestabilidad hemodinámica (problemas de presión arterial y frecuencia
cardíaca)
 Hematuria si la ruptura se extiende a la vejiga (Child, 2024)

DIAGNÓSTICO

La sospecha será fundamentalmente clínica: dolor abdominal + sufrimiento fetal +


inestabilidad hemodinámica. Se debe sospechar una rotura en pacientes sometidas a
prueba de parto después de parto por cesárea que presenten alguno de los siguientes
signos o síntomas.

Anteparto o intraparto, de mayor a menor frecuencia:

- Alteración de RCTG manifestando sufrimiento fetal, más frecuentemente como


bradicardia fetal. No existe un patrón patognomónico de rotura uterina. Se
recomienda monitorización continua en pacientes de parto con cesárea anterior.
- Dolor abdominal: la rotura puede asociar dolor abdominal repentino, a veces
enmascarado por la analgesia epidural. Se debe tener en cuenta la aparición de dolor
repentina tras analgesia neuroaxial previamente efectiva.
- Sangrado vaginal: puede ser escaso o incluso ausente, a pesar de que exista una
hemorragia intraabdominal importante.
- Pérdida de posición de la parte de presentación fetal: porque se extruye el feto a
través de la rotura o debido a la relajación del miometrio, la presentación fetal
asciende.
- Hematuria: si la rotura afecta a la vejiga.
- Inestabilidad hemodinámica súbita: la hemorragia intraabdominal en el sitio de la
rotura puede provocar un rápido deterioro hemodinámico materno (hipotensión y
taquicardia). La paciente se muestra inquieta, con cierto grado de ansiedad.
- Cambios en los patrones de contracción: se han descrito tanto aumento de
contractilidad como pérdida de tono uterino. También puede ocurrir una
disminución gradual de la amplitud de las contracciones consecutivas, percibido en
el RCTG como “signo de la escalera”. A veces el catéter de presión intrauterina
puede no mostrar ninguna anomalía.
- Cambio en la forma uterina. Debido a la extrusión de parte del feto o saco
amniótico

En ocasiones haremos un diagnóstico provisional preoperatorio de rotura uterina


motivado por el sufrimiento fetal y la inestabilidad hemodinámica, razones suficientes
en si mismas para finalizar el parto mediante cesárea. En pacientes postparto, la rotura
uterina oculta que ocurrió durante el parto, se caracteriza por dolor y sangrado vaginal
persistente a pesar de uterotónicos. Puede existir hematuria si se afectó la vejiga.
Generalmente no se realizan imágenes intrapartos, porque es una situación de
emergencia, pero puede ayudar para buscar hemoperitoneo, también se puede ver
líquido libre, útero vacío, anhidramnios, partes fetales fuera del útero y/o muerte fetal.
Las pruebas de laboratorio están guiadas por el contexto clínico: pérdida de sangre
estimada, sospecha de coagulopatía. El diagnóstico definitivo se realiza en quirófano, al
identificar rotura completa de todas las capas. Intraoperatoriamente se visualizará
hemoperitoneo y partes o membranas fetales a menudo visibles. Más del 90% de las
roturas suelen ser en el segmento uterino inferior anterior, pero se puede afectar el
cuerpo, cuello, pared vaginal y útero posterior o parametrio. Es muy importante
revisarlo todo ante la inestabilidad hemodinámica de la paciente.

TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Intentar una intervención rápida: localizar el punto principal de hemorragia y repararlo,


para frenar la hemorragia, disminuir la pérdida de sangre materna y evitar la progresión
a CID. Después decidir si el útero se puede reparar o debe extirparse. Es una decisión
difícil y se debe tener en cuenta la paridad, el deseo de la paciente de nuevos embarazos,
si el defecto uterino puede repararse logrando hemostasia y la habilidad del cirujano
para reparar una rotura complicada. También la es importante tener en cuenta el estado
hemodinámico de la paciente: una reparación larga y difícil de una laceración extensa
puede no ser lo mejor si la paciente está hemodinámicamente inestable o si la reparación
tiene un alto riesgo de fracasar en un embarazo posterior.

En caso de histerectomía (30-70%), se deben CONSERVAR ambos ovarios.

En caso de decidir reparación uterina, después de la extracción del feto y la placenta, se


debe cerrar el defecto uterino utilizando una técnica similar a la del cierre de
histerotomía tradicional, manteniendo correcta hemostasia. El mayor desafío es reducir
el riesgo de complicaciones en futuros embarazos. No existe una técnica de reparación
mejor que otra, debido a la rareza de la rotura uterina, la variabilidad en la ubicación y
extensión del daño y la escasez de datos de seguimiento a largo plazo. Después se deben
identificar daños en otros órganos, y ser igualmente reparados. - Traumatismo de vejiga:
si se sospecha lesión uretral, consultar con cirujano urológico. Las roturas anteriores
grandes se reparan en dos capas (mucosa-muscular y serosa-peritoneo) con sutura
continúa trenzada no rápido. Se comprueba la ausencia de fugas y se deja la sonda
vesical 14 días. - Lesiones vasculares y otros órganos pélvicos se reparan mediante
técnicas estándar, siendo recomendable la consulta intraoperatoria con un cirujano
pélvico experimentado, un cirujano vascular o general, según sea necesario. Otras
complicaciones como atonía uterina se pueden resolver con agentes uterorónicos,
suturas hemostáticas, taponamiento con balón intrauterino. (Moldenhauer, 2021)

Conclusión:

A través del análisis del caso clínico y revisión de la información, hemos destacado la
importancia crucial de la prevención, el diagnóstico temprano y el manejo adecuado de
esta emergencia obstétrica. Nuestros hallazgos subrayan la necesidad de una mayor
conciencia entre los profesionales de la salud y las mujeres embarazadas sobre los
factores de riesgo y las señales de advertencia. Enfatizamos la importancia de la
atención obstétrica, podemos trabajar juntos para reducir la incidencia y las
consecuencias de esta complicación potencialmente devastadora.

Bibliografía

Child, A. B. (2024). ABC Law Center. Obtenido de


https://www.abclawcenters.com/espanol/ruptura-uterina-y-lesiones-de-nacimiento/

Ginecología, A. (Enero de 2022). Aula Ginecología . Obtenido de


https://aulaginecologia.com/wp-content/uploads/2022/01/ROTURA-UTERINA-2.pdf

Mena, G. G. (28 de Diciembre de 2022). Revista Cliníca Guayaquil. Obtenido de


https://revistaclinicaguayaquil.org/index.php/revclinicaguaya/article/view/
93/332#:~:text=Guayaquil%2C%20Ecuador.&text=La%20rotura%20uterina%20se
%20presenta,alrededor%20de%205.9%2F10000%20casos.

Moldenhauer, J. S. (Julio de 2021). MSD Manuals. Obtenido de


https://www.msdmanuals.com/es/professional/ginecolog%C3%ADa-y-obstetricia/
anomal%C3%ADas-y-complicaciones-del-trabajo-de-parto-y-el-parto/rotura-uterina

Pérez, D. D. (4 de Febrero de 2013). Slideshare. Obtenido de


https://www.slideshare.net/uvirgendelrocio/rotura-uterina-17033046

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