Enfermedad Por Reflujo Gastroesofagico
Enfermedad Por Reflujo Gastroesofagico
Enfermedad Por Reflujo Gastroesofagico
Definición:
A estos pacientes se les conoce como “vomitadores felices” porque a pesar de tener estos
episodios de regurgitación no van a tener ningún problema adicional (como digestivos,
extradigestivos o retraso del crecimiento)
Ahora cuando este reflujo ya ocasiona síntomas, inflamaciones lesiones tisulares o falla
en el crecimiento, ahora si lo podemos denominar enfermedad por reflujo
gastroesofágico
Epidemiología:
Retraso mental
Mayor edad
Hernia hiatal
Asma
Fibrosis quística
Obesidad
Hábitos nocivos: alcohol, tabaco estrés
Ingestión de comida copiosa
Etiología:
Las causas más comunes son la relajación transitoria del esfínter esofágico inferior
(incompetencia del EEI ubicado al nivel del T10), la hernia hiatal de tipo I (por deslizamiento
está asociado a reflujo) y los trastornos del peristaltismo.
Otra causa del que EEI se vuelva incompetente es porque su presión basal esta disminuido, es
decir el llamado Esfínter hipotónico y se define así porque su presión es <8mHg (normal es de
10-15mHg)
Fisiopatología:
Clínica:
- Pirosis (“ardor”): Es el síntoma más común y con mayor valor predictivo para el diagnóstico.
Es la sensación de ardor retroesternal que asciende desde el epigastrio. Aumenta con el
decúbito y al aumentar la presión intraabdominal. Se alivia con antiácidos.
Puede irradiarse a cuello y brazos, simulando una angina. La ausencia de este síntoma no
descarta el reflujo.
Son las manifestaciones provocadas por reflujo que hacen referencia al área ORL o pulmonar y
se clasifican en dos tipos:
• Asociación establecida
• Asociación propuesta.
Diagnostico
De manera incial el dx debe ser solamente con la clínica: escasa ganancia ponderal
(especialmente en lactantes), síntomas respiratorios (neumonías recurrentes, tos,
ronquidos, sibilancias) y esofagitis
Ph-metría: porque es el estudio más sensible y especifico. Se utiliza para el monitorio
del Ph esofagico en paciente con síntomas atípicos. Para el monitoreo de 24 h del pH
se inserta una sonda delgada con un electrodo para detectar el pH a través de la nariz
y por el esófago. Los datos del electrodo se registran en una caja pequeña y ligera que
se coloca en un cinturón en torno a la cintura, y luego se analizan en un ordenador. El
dispositivo permite a la persona indicar los cambios de posición, el consumo de
alimentos, la pirosis o el dolor, datos que luego pueden correlacionarse con los
episodios de reflujo ácido.
Prueba terapéutica con IBP: Es una medida eficiente para diagnosticar el reflujo. En
pacientes jóvenes sin signos de alarma, ya sea con clínica típica o atípica, se
recomienda realizar tratamiento con IBP durante 2-12 semanas antes de realizar otra
técnica diagnóstica. Aunque esta prueba es fácil de hacer y ampliamente disponible, su
sensibilidad y especificidad son bajas.
Endoscopia: Es una técnica con una baja sensibilidad para ERGE pero de elección para
determinar la presencia de esofagitis. Implica el paso de un endoscopio flexible de
fibra óptica hacia el esófago a fin de visualizar el lumen del tubo digestivo proximal
Impedanciometría: Es capaz de diagnosticar, además de los episodios de reflujo ácido
(pH <4), otros de reflujo débilmente ácido (pH entre 4 y 7) e incluso alcalino (pH >7), o
reflujo gaseoso. Es la prueba más sensible para el diagnóstico del reflujo; sin embargo
su verdadera utilidad clínica aún no ha sido bien definida.
En esta prueba, los médicos pasan un tubo delgado de plástico (catéter) a través de
la nariz de la persona hasta el esófago (el tubo hueco que va desde la garganta hasta
el estómago). El tubo se cubre con un globo lleno de agua salada (solución salina). El
globo se utiliza para medir el área a través del interior de una parte del tubo
digestivo, como el esófago, así como la presión dentro de dicha parte. A medida que
el globo se infla, los sensores a lo largo del globo miden la presión y el diámetro del
esófago. Los cables de los sensores transmiten los resultados a un registrador de
datos que lleva la persona.
Tratamiento:
- Medidas higiénico-dietéticas
- Tratamiento farmacológico.
Es el tratamiento más efectivo a corto y largo plazo. Se dan durante 4-8 semanas para luego
continuar con IBP a demanda o de forma intermitente, aunque a veces el tratamiento debe ser
indefinido. Si no responde, tiene clínica atípica, esofagitis grave o Barrett se realizan
tratamiento a doble dosis (cada 12 h en lugar de cada 24 h). En el Barrett se deben dar IBP
siempre, independientemente del grado de displasia, ya que disminuye la progresión de la
displasia.
• Antiácido + alginato.
Podría ser superior a los antihistamínicos. Se usan en casos leves, de forma esporádica o
adyuvante a IBP.
• Antihistamínicos H2 (ranitidina).
• Sucralfato.
- Cirugía antirreflujo.
Su efectividad es similar o incluso superior al tratamiento médico en términos de control
sintomático y de curación de esofagitis, pero con mayor morbimortalidad.
Se puede realizar por vía laparoscópica y la técnica más utilizada es la funduplicatura de Nissen
(posterior y total o de 360°).
Indicaciones:
Complicaciones
Hemorragia.
Es rara la hematemesis, lo más frecuente son las pérdidas crónicas, que provocan anemia
ferropénica.
Estenosis (10%).
Afecta al 1/3 distal. Ocurren por fibrosis de la submucosa, provocando disfagia en pacientes
con historia previa de pirosis. Siempre se deben biopsiar para descartar malignidad.
Tratamiento con dilatación esofágica por vía endoscópica
Úlcera esofágica.