El Aborto Tarea

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Nombre: Zaida Johana Vidal Vidal

Asignatura: Derecho Constitucional II


Ciclo: 2
Profesor: Tapia Vélez Ángel
Curso: 3-8
ENSAYO
Realizar un ensayo sobre el aborto en el ecuador, debe analizar la sentencia
constitucional y validarla con doctrina, los argumentos citados deben ser
de articulo indexados

El ordenamiento jurídico ecuatoriano contiene en su normativa penal una serie de


tipos penales referentes al aborto (arts. 147 al 150). El delito de aborto, como todo tipo
penal, obliga a revisar las características propias de cada situación y de cada mujer, para
ver cada caso particular, diferenciando de forma clara la necesidad, proporcionalidad y
pertinencia de permitir el aborto en ciertos casos, como embarazos por violación,
mujeres embarazadas con capacidades diferentes o problemas graves de salud. Esto
torna en la necesidad de analizar y abordar conceptos tales como los elementos
normativos o descriptivos de los arts. 147 al 150, característica que dependerá de si se
pueden interpretar únicamente con el uso de los sentidos -elementos descriptivos- o si es
necesario una valoración jurídica o extrajurídica especial -elemento normativo- (Vega
Arrieta, 2016). En el ámbito nacional, la discusión acerca del aborto tomó el plano
constitucional, toda vez que en 2019 y 2020, la Coalición Nacional de Mujeres del
Ecuador, la Fundación Desafío y del Frente Ecuatoriano por la Defensa de los Derechos
Sexuales y Derechos Reproductivos, entre otras organizaciones, presentaron una acción
de inconstitucionalidad en contra de los artículos 149 y 150 del Código Orgánico
Integral Penal (en adelante COIP). Esta acción, se acumuló con otras seis acciones, de
forma tal que a partir de allí, el tema tomó rumbos totalmente diferentes, dado que la
discusión roza temas de índole religiosa, política y de valoración de la protección de la
vida del nasciturus así como su contraposición con la libertad de elección de la mujer
sobre su maternidad. La sentencia Nº 34-19-IN/21 y acumulados declaró la
inconstitucionalidad por el fondo del artículo 150 numeral 2 del COIP en la frase “en
una mujer que padezca de discapacidad mental”, y de igual manera, señaló obligaciones
al Defensor del Pueblo y a la Asamblea Nacional para la presentación de proyecto de
ley, y discusión del tema en el Pleno de la Asamblea, respectivamente, de cara a la
reforma del COIP, reforma que aún no se da puesto que no fenece todavía el tiempo de
discusión del proyecto en la Asamblea Nacional.

Se concluye, en primer lugar, que se va a reformar el Código Orgánico Integral Penal


(arts. 147 al 150), a raíz de todos los cambios que se van a operar en función del
impacto de la sentencia N.º 34- 19-IN/21 y acumulados y de los proyectos de ley que se
puedan llegar a discutir y a promulgar. Las repercusiones en el ámbito social, penal y
constitucional son variados, por lo que su abordaje representa una tarea de grandes
dimensiones, sobre todo, en la contraposición que se puede realizar entre el conflicto de
derechos, por una parte, del feto, derecho nada más y nada menos que a la vida, y por
otra parte, el derecho que debe asegurarse a la mujer embarazada respecto a su libertad
sexual y reproductiva, a su maternidad, así como al análisis estricto de la necesidad de
proveer de las herramientas necesarias cuando la mujer gestante posee capacidades
diferentes, peligra su integridad física así como cuando el embarazo es producto de una
violación.

Desarrollo
el Proyecto de Ley Orgánica para Garantizar el Derecho a la Interrupción Voluntaria
del Embarazo continúa mostrando los conflictos sociales y morales que existen tras el
tema del aborto, lo que se puede contraponer con el Proyecto de Ley Orgánica para la
Armonización de la Protección a la Vida Humana desde la Concepción con la
Despenalización del Aborto Consentido en Caso de Violación, donde se aprecian dos
miradas diferentes del tema de aborto por violación; en el caso del primer proyecto, una
versión liberal del tema, y en el caso del segundo proyecto, una visión mucho más
conservadora.

Como se destacó anteriormente, el proceso de la regulación del aborto en Ecuador es


tortuoso.

En (2017), señalaban que la legislación nacional solo preveía dos circunstancias


especiales donde el aborto no era penado “si el embarazo pone en peligro la vida de la
mujer y si es consecuencia de la violación en una mujer que padece discapacidad
mental” (p. 140). Frente a posturas tales como la de la asambleísta Paola Pabón, quien
proponía que el aborto fuera plausible para toda mujer en caso de violación, Carménate
González & González Andino (2017) la contraponen con la del entonces presidente
Rafael Correa, quien amenazó con su renuncia si es que esta propuesta se concretaba en
el COIP.

Art. 447.- El aborto practicado por un médico, con el consentimiento de la mujer o de su


marido o familiares íntimos, cuando ella no estuviere en posibilidad de prestarlo, no
será punible: 1. Si se ha hecho para evitar un peligro para la vida o salud de la madre, y
si este peligro no puede ser evitado por otros medios; y

2. Si el embarazo proviene de una violación o estupro cometido en una mujer idiota o


demente. En este caso, para el aborto se requerirá el consentimiento del representante
legal de la mujer. Si se compara esta redacción con la contenida en el COIP promulgado
en el año 2014, se extrae como conclusión, tal como destaca Erazo Zarzosa (2014) que
“se mantiene el espíritu de la norma del artículo 447 del antiguo Código Penal, teniendo
tan sólo el nuevo texto normativo un menor, pero más adecuado cambio en la redacción
del texto legal” (p. 36), haciendo clara referencia a la despectiva denominación de mujer
“idiota”. La redacción referida tanto en el Código Penal de 1971 como en el COIP, es
excluyente, y si se presenta una situación ajena a las señaladas supra, esto conllevará
sanción penal (Salas Cabeza, 2018). Por ende, es necesario que todas aquellas
circunstancias que deseen ser excluidas, sean establecidas por la normativa penal, de
modo claro y que permita identificar y probar tales situaciones. Por su parte, el COIP
tipifica el aborto y sus modalidades en los arts. 147, 148, 149 y 150 siendo, a efectos del
presente trabajo, de importancia citar este último, mismo que se encuentra tipificado en
los siguientes términos:

Art. 150.- Aborto no punible. - El aborto practicado por un médico u otro profesional de
la salud capacitado, que cuente con el consentimiento de la mujer o de su cónyuge,
pareja, familiares íntimos o su representante legal, cuando ella no se encuentre en
posibilidad de prestarlo, no será punible en los siguientes casos: 1. Si se ha practicado
para evitar un peligro para la vida o salud de la mujer embarazada y si este peligro no
puede ser evitado por otros medios. 2. Si el embarazo es consecuencia de una violación
en una mujer que padezca de discapacidad mental.
Esta inclusión se ve apoyada en recomendaciones internacionales, tales como las
realizadas por el Relator Especial sobre el derecho a la salud física y mental, del
Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, mismo que expresaba:
Modifique urgentemente el Código Penal con el fin de despenalizar el aborto en los
casos de violación, incesto y malformaciones fetales graves, y cree un entorno propicio
para garantizar que todas las mujeres y niñas puedan practicarse un aborto sin
complicaciones y tengan acceso a la atención posterior al aborto, garantizando el acceso
a los servicios correspondientes. Respete la obligación de confidencialidad en el sistema
de salud; adopte protocolos con base empírica; elabore cursos de derechos humanos
dirigidos a los prestadores de servicios de salud sobre su obligación de ofrecer abortos
legales, en particular cuando la vida o la salud física y mental corran peligro, y respete
la privacidad y confidencialidad de las mujeres que utilizan los servicios de salud sexual
y reproductiva (2020).

Por esto, el Añicos Curia presentado por Minyersky y Cuéllar Camarena (2021) resalta
que “el derecho internacional de los derechos humanos no constituye un obstáculo a la
despenalización del aborto, sino más bien lo contrario” toda vez que estos organismos
de derechos humanos de carácter internacional han acordado y determinado
disposiciones con carácter jurídico que, con base a interpretaciones legales, conminan a
los Estados parte a que adecúen sus cuerpos normativos a los estándares internacionales,
donde se señala y determina que la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho
fundamental, autónomo con exigencia inmediata. Sobre la Sentencia del Caso No. 34-
19-IN y acumulados: Fundamentos y pretensiones de los casos acumulados.
Argumentos de la Asamblea Nacional del Ecuador, de la Presidencia de la República y
de la Procuraduría General del Estado Para poder comprender el alcance de la sentencia
emitida por la Corte Constitucional N°34-19- IN/21 y acumulados, es necesario tomar
en cuenta los fundamentos y las pretensiones que esbozaban los diferentes casos que se
fueron acumulando y que dan luego, lugar a la sentencia antes mencionada. Estos casos
tienen como punto en común la consideración de que ciertos pasajes de la normativa del
COIP referente al aborto son inconstitucionales, por lo que plantean ciertos argumentos
que serán analizados a continuación.

Desde el 2019 hasta el año 2021 se plantearon siete acciones de inconstitucionalidad por
parte de colectivos feministas y defensores de los derechos sexuales y reproductivos de
la mujer, con el fin de que se determina la inconstitucionalidad del art. 149 del COIP, el
cual penaliza a aquella mujer que brinde su consentimiento para la práctica del aborto y
del art. 150, mismo donde se plantean dos excepciones bajo las cuales es permitido y no
punible el aborto. El conflicto se encuentra específicamente en el numeral dos de este
art. 150, donde se da un trato diferenciado a las víctimas de violencia sexual en base a
su condición mental. En este apartado del trabajo se analizarán los principales
fundamentos mediante los que se sustentaron las acciones de inconstitucionalidad
planteadas, empezando por las consecuencias que trae consigo una violación, la
restricción en base a la capacidad mental considerada discriminatoria, seguida de la
maternidad forzada en base a la idealización social y a los roles de género y los
derechos que afirman son vulnerados.

a) El primero de los casos a analizar es el Caso Nº 34-19-IN. Esta acción fue presentada
por tres activistas, miembros de la Coalición Nacional de Mujeres del Ecuador,
Fundación Desafío y del Frente Ecuatoriano por la defensa de los Derechos Sexuales y
Derechos Reproductivos. En este caso, las accionantes afirman que el art. 150 contiene
como frase inconstitucional “que padezca de discapacidad mental”, y proponen que
dentro del art. 149, después de la frase “una mujer que ha consentido en ello”, se
incluya la frase “excepto en caso de violación, incesto, malformación grave del feto y
embarazo por inseminación forzada”.

b) Por su parte, el segundo de los casos acumulados, el Caso signado con el N.º 105-20-
IN, fue presentado por varias activistas de grupos tales como el Centro de Apoyo y
Protección de los Derechos Humanos SURKUNA, y la organización internacional no
gubernamental Amazon Frontinos, entre otros. Esta demanda se apoya también en la
presunta vulneración del art. 66 de la CRE, en sus numerales 1, 2, 3, 4, 5, 9, 10, y 29 a),
y también añaden el art. 32 de la CRE (derecho a la salud).

c) El tercer caso acumulado fue el Caso Nº 109-20-IN. En este caso, los accionantes
pertenecían a organizaciones civiles referentes a derechos humanos y de la mujer. Tal
como los demás casos, los accionantes fundamentan que el numeral 2 del art. 150 del
COIP contraviene lo expresado por el art. 66 de la CRE, en su numeral 3 literal a), pero
también agregan el art. 3 numeral 1, art. 11, art. 48 numeral 7, art. 84 y art. 424 de la
CRE. Sobre su justificación, en la demanda indican que La sexualidad femenina fue
castigada desde las más rígidas regulaciones basadas en un machismo misógino que
entiende a las mujeres, no como personas, sino como objetos; no como seres sexuales,
sino como seres pasivos, sumisas y al servicio del deseo ajeno, de la única sexualidad
activa posible: la de los hombres” (Demanda de Inconstitucionalidad Caso Nº 109-20-
IN, 2020).

d) El cuarto caso es el signado con el Nº 115-20-IN. Aquí, tres accionantes, dos


ecuatorianos y una argentina, presentan acción de inconstitucionalidad contra la misma
frase del art. 150, “en una mujer que padezca de discapacidad mental”, por considerar
que atenta contra los “artículos 11 numerales 2 de la Constitución en tanto vulnera el
Principio de Igualdad y no discriminación de las mujeres con discapacidad y en general
de las personas con discapacidad, al establecer una distinción no razonable basada en la
discapacidad” (Demanda de Inconstitucionalidad Caso N.º 115-20-IN, 2020,). La
discriminación, según quienes plantean esta acción, recae en el hecho de que la norma
(art. 150 COIP) hace una diferencia -injusta- entre mujer con discapacidad embarazada
producto de violación y mujer sin discapacidad, embarazada en las mismas
circunstancias, distinción que obliga a una maternidad forzada, más aún cuando la
normativa penal coloca como centro de los tipos penales de aborto la “ausencia de
consentimiento”, pero se aleja de esto cuando permite a ciertas mujeres el acceso a la
interrupción del embarazo y a otras no.

e) En cuanto al quinto caso, el N° 23-21-IN, este parte de una acción de


inconstitucionalidad propuesta en el año 2021. Este caso tiene la particularidad de que, a
diferencia de los otros casos, fue presentado por autoridades públicas, relacionadas a la
Defensoría del Pueblo. Así mismo, acusa de inconstitucionalidad al segundo inciso del
art. 150 del COIP, en su parte “en una mujer que padezca de discapacidad mental”. Lo
interesante de esta demanda es que contrapone, por una parte, el acceso al aborto por
violación a aquellas mujeres que padecen una discapacidad, mientras que penaliza a
cualquier otra mujer que, por las mismas circunstancias, quede embarazada pero que no
posea discapacidad alguna. Esta penalización evidencia que las mujeres sin
discapacidad que han quedado embarazadas por violación “deberían ser protegidas por
el estado y recibir reparación de parte del mismo, en lugar de ser sujetas a un delito
penal por no mantener un embarazo producto de una grave violación de derechos
humanos como es la violación” (Demanda de Inconstitucionalidad Caso N° 23-21-IN,
2021).

f) El Caso N° 25-21-IN, sexto en ser analizado, nace a partir de una acción de


inconstitucionalidad presentada por una asociación civil como es el Centro Ecuatoriano
para la Promoción y Acción de la Mujer, CEPAM – Guayaquil. La frase del art. 150 del
COIP señalada como inconstitucional es la misma (“en una mujer que padezca de
discapacidad mental”), y aporta a la discusión sobre tal inconstitucionalidad destacando
que todas aquellas restricciones que se hagan en contra de la “capacidad de las mujeres
o las niñas víctimas de violación sexual para acceder al aborto, independientemente de
su capacidad mental o física, pone en riesgo su vida y es una forma de sometimiento a
nuevos sufrimientos mentales o físicos” (Demanda de Inconstitucionalidad Caso N° 25-
21-IN, 2021, p. 9).

g) El último caso acumulado es el Nº 27-21-IN, presentado en el año 2021 por un


conjunto de mujeres relacionadas a la academia y a la defensa de los derechos humanos,
por inconstitucionalidad “del artículo 150 del COIP, específicamente en la segunda
causal que establece que el aborto no será punible [s]i el embarazo es consecuencia de
una violación en una mujer que padezca de discapacidad mental” (Demanda de
Inconstitucionalidad Caso N° 27-21-IN, En su demanda, hacen énfasis en que la
negación de un aborto en los casos de violación, donde se configura un embarazo
forzado, constituyen formas de violencia por cuestiones de género y que, además,
“pueden constituir tortura o trato cruel, inhumano o degradante” (Demanda de
Inconstitucionalidad Caso N° 27-21-IN, 2021, p. 11), algo que es concordante con lo
expresado por el CEDAW. Observación General No. 35 sobre la violencia por razón de
género contra la mujer, por la que se actualiza la Recomendación General No. 19. 27 de
julio de 2017.

En lo referente a los argumentos presentados por la Asamblea Nacional del


Ecuador, Presidencia de la República y Procuraduría General del Estado, emitieron sus
respuestas debidamente argumentadas. Tal como se resume a continuación. La
Asamblea Nacional presenta una postura que, tras realizar una ponderación de derechos
entre la mujer y el nasciturus, prima el derecho a la vida garantizado desde la
concepción según el art. 45 de la CRE. En el art. 4 de la Convención Interamericana de
Derechos humanos, a su vez establece que se plantea esta excepción sólo para las
mujeres con discapacidad por encontrarse en estado de doble vulnerabilidad, puesto que
se lo limitó de esta forma ya que se consideraba que, si bien una violación es un acto
aberrante, el aborto lo es aún peor. La Presidencia de la República, por otra parte, tras su
análisis concluyó que el ordenamiento jurídico penal ecuatoriano cumple con las
recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a los Estados parte,
con base en el caso Rosendo Cantú y otra vs México, como, por ejemplo, los agravantes
a la pena establecidos en el art. 48 del COIP. Se afirma que, en cuanto al aborto por mal
formaciones, se debe modular según lo indicado en el numeral uno de este artículo antes
mencionado, cuando esta malformación se relaciona con la salud de la mujer y como
último punto a debatir, encontrándose con los casos de incesto, se abstiene sobre su
procedencia e indica que al no encontrarse contemplado a la norma no es posible de
regulación.
Por último, se encuentra lo argumentado por la Procuraduría General del Estado,
donde desvirtúa los fundamentos presentados por los accionantes calificándolos de
inconducentes. Procuraduría establece que detecta ambigüedad en el caso de la
inseminación artificial, puesto que, a su entender, son diversas las formas en que se
puede dar la inseminación artificial (in vitro, artificial o incluso carnal) por lo tanto, al
no delimitar estas características, causaría obscuridad en la norma. Concuerda con parte
de lo esgrimido por Presidencia, toda vez que sostiene que el aborto es permisible
cuando se encuentra en riesgo la salud de la mujer, por lo que si el feto presentara
características que encuadraran dentro de ese marco, el aborto será permisible. Por otro
lado, analiza la improcedencia de declarar como derecho de la mujer la interrupción del
embarazo libre y voluntaria, ya que si bien es cierto es deber del Estado velar por el
cumplimiento y directa aplicabilidad de derechos como los sexuales y reproductivos,
estos en específico deberán ejecutarse sin perjuicio de lo estipulado dentro del art. 45 de
CRE, es decir, el respeto al derecho de integridad física y psíquica de los niños y niñas.

Sin embargo, sus retractores afirman que al ser una intervención voluntaria donde se
interrumpe una vida en formación yendo del todo en contra del derecho a la vida
estipulado en los tratados internacionales de derechos humanos no se debería dar paso a
su despenalización y mucho menos ser considerado como un asunto de salud pública,
frente a estas posturas tenemos la opinión de organizaciones como la de La
Organización Mundial de la Salud (2020) la cual indica que: Toda mujer que tiene un
embarazo involuntario y quiere abortar corre riesgo de que el procedimiento sea

peligroso si no tiene acceso a servicios abortivos seguros. Las mujeres pobres o que
viven en un país de ingresos bajos tienen más probabilidades de sufrir este problema.
Las defunciones y los traumatismos son más probables cuando el embarazo se
interrumpe en una fase avanzada. La tasa de abortos peligrosos es más alta cuando el
acceso a métodos anticonceptivos eficaces y a servicios de aborto seguro es limitado o
inexistente. (pág. 1)

Los accionantes aseguran que se compromete su derecho a la autonomía corporal puesto


que esta se refiere a “la toma de decisiones libres, informadas y voluntarias sobre
aspectos vertebrales en la planificación de la vida propia, como ser la
maternidad/paternidad y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos en
general” (Bichette, 2020, p. 10). Cuando una mujer se ve obligada a llevar un embarazo
no deseado aunque posterior a este decida optar por opciones como la adopción, durante
las etapas prenatales esta sufrirá cambios diversos cambios y tendrá que sobrellevar las
complicaciones que puede traer consigo, cabe recalcar que muchos de los casos de
embarazos por violación se dan en niñas y adolescentes, lo cual acarrea además de
daños emocionales, consecuencias a nivel físico puesto que sus cuerpos están en
desarrollo y en algunos casos no son aptos aun para llevar a término un embarazo.

El Informe para primer debate del Proyecto de Ley Orgánica para Garantizar el Derecho
a la Interrupción Voluntaria del Embarazo en caso de Violación se dio en la Sesión Nº
749 de la Asamblea Nacional, abordándose temas críticos del Proyecto, tales como “la
denuncia que es un condicionamiento para que una mujer o niña violada pueda iniciar el
proceso de aborto” y “la temporalidad de interrupción del embarazo que deberá ser
analizado en la Comisión de Justicia de manera técnica, sobre todo en el caso de niñas
menores de 14 años que no tienen conciencia de estar embarazadas” (Asamblea
Nacional, 2021a). Con fecha 12 de diciembre de 2021, la Asamblea Nacional informaba
que se: Tramitó en primer debate el proyecto de Ley para Garantizar el Derecho a la
Interrupción Voluntaria del Embarazo en caso de Violación, presentado por la
Defensoría del Pueblo en cumplimiento de la sentencia de la Corte Constitucional,
quien dispuso a esa institución preparar dicho proyecto de ley (2021b). Se aprecia que
más allá de que la Corte Constitucional haya fallado en favor de la despenalización del
aborto por violación, los debates en el seno social continúan. Muestra de esto son las
observaciones que realizan los actores sociales al proyecto de Ley Orgánica para
Garantizar el Derecho a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. En este sentido, la
Asamblea Nacional señala que con fecha 03 de septiembre de 2021, representantes de la
Casa de la Vida y de la Fundación Familia y Futuro expusieron sus posturas contrarias
al proyecto, señalando que “en ninguna parte de la Constitución existe el derecho al
aborto o a la interrupción del embarazo en caso de violación, como sostiene la
Defensoría del Pueblo en su proyecto propuesto” (Asamblea Nacional, 2021c).

Por su parte, de manera paralela, el asambleísta Ricardo Vanegas Cortázar, con fecha 18
de octubre de 2021, presentó ante la presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe
Llori Abarca, el “Proyecto de Ley Orgánica para la Armonización de la Protección a la
Vida Humana desde la Concepción con la Despenalización del Aborto Consentido en
Caso de Violación”. Es preciso señalar que, una vez declarada la inconstitucionalidad
por el fondo, el aborto practicado por un médico u otro profesional de la salud
capacitado, cuando el embarazo se desprende de un caso de violación, ya no podrá ser
penalizado conforme lo prescrito por el artículo 149 del COIP. Así, se añade la
posibilidad de que toda mujer podrá abortar cuando el embarazo es producto de una
violación, sin necesidad de que la mujer en cuestión, sufra una discapacidad. Dado que
esta sentencia realiza exclusivamente un control de constitucionalidad de la pena en
casos de interrupción voluntaria del embarazo de mujeres víctimas de violación,
corresponde al legislador generar un marco regulatorio apropiado que regule el aborto
en caso de violación.

Esto obliga a que el Defensor del Pueblo y la Asamblea Nacional del Ecuador presenten
los respectivos proyectos para hacer efectiva la interrupción del embarazo, de forma tal
que toda esta normativa debe ser concordante y quedaría conexa a todas las
disposiciones contenidas en el COIP. Así, y tal como se verifica en la actualidad, se
deberá recoger en una Ley reformatoria al COIP, todos aquellos requisitos que sirvan de
base para justificar esta modificación, por ejemplo, la cantidad de semanas hasta las que
se puede proceder al aborto, las personas que tienen acceso a tales intervenciones
abortivas, así como la posibilidad de la objeción de conciencia de aquellos profesionales
de la salud que no deseen practicar los abortos. La Corte Constitucional no establece en
sí cómo debe regularse el tema del aborto por violación, ni tampoco cómo será la
redacción del art. 150. Es importante acotar que, de todas las acciones de
inconstitucionalidad acumuladas, es la N° 34-19-IN la única que da una propuesta de
cómo podría establecerse la excepción solicitada a través de la respectiva acción. Las
accionantes proponen

a) En el caso del Proyecto de Ley Orgánica para Garantizar el Derecho a la


Interrupción Voluntaria del Embarazo en caso de Violación, es decir, previo a
que pase el primer debate, este proyecto, tanto en su art. 1 y en el art. 3, entre
otros, habla de personas gestantes, para luego, en el art. 4, establecer que son
titulares del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en caso de
violación las “niñas, adolescentes, mujeres y personas de diversidad sexo
genérica con capacidad de gestar”. Aquí, se aprecia que añade como titulares del
derecho al aborto por violación a las personas de diversidad sexo genérica con
capacidad de gestar. En el art. 7 de este Proyecto antes mencionado, en el
numeral f), se define a la persona con capacidad de gestar, indicando que es
“aquella persona de las diversidades sexo genéricas con capacidad de gestar y
de dar de lactar. En su caso no existe correspondencia entre el sexo y el género.
Sus derechos son inalienables independientemente de su orientación sexual o
identidad de género”.
b) Esto, por tanto, tiene incidencia en los arts. 147, 148, 149 y 150, toda vez que, en
ellos, se señala a la mujer, sea en calidad de sujeto pasivo (aborto con muerte, art.
147, aborto no consentido, art. 148), y como sujeto activo (aborto consentido, art.
149). De este modo, se deberían reformar todos estos artículos, para incluir a las
personas gestantes. En este orden de ideas, se comprueba que si se analiza la
posibilidad de que las personas gestantes accedan al aborto cuando el embarazo
es producto de una violación, estas personas deben estar protegidas también en
calidad de sujetos pasivos dentro del delito de violación, tipificado en el COIP,
en el art. 171. De una revisión de este art. antes mencionado, se infiere que el
legislador penal ha utilizado el término “a una persona de cualquier sexo”, como
término para referirse al sujeto pasivo, por lo que allí encuadra también la
posibilidad de que una persona gestante sea violada. De este modo, existe una
concordancia entre el art. 171 y los arts. referentes al aborto.
c) Por su parte, el Proyecto de Ley Orgánica para la Armonización de la
Protección a la Vida Humana desde la Concepción con la Despenalización del
Aborto Consentido en Caso de Violación, como ya se expresó, contiene un
espíritu más conservador, donde las semanas en las cuales se puede acceder al
aborto (cinco semanas), se contrapone a las semanas previstas en el Proyecto de
Ley Orgánica para Garantizar el Derecho a la Interrupción Voluntaria del
Embarazo en caso de Violación (28 semanas)

Conclusiones

Como se ha apreciado, la Sentencia del Caso No. 34-19-IN y acumulados


irrumpe en el ordenamiento jurídico ecuatoriano, promoviendo la inclusión de
todas las mujeres en el acceso al aborto en casos de violación. La obligación de
la Asamblea Nacional y del Defensor del Pueblo de presentar sus proyectos y de
proponer la discusión de los mismos, ha dado lugar a dos proyectos, el Proyecto
de Ley Orgánica para Garantizar el Derecho a la Interrupción Voluntaria del
Embarazo en caso de Violación y el Proyecto de Ley Orgánica para la
Armonización de la Protección a la Vida Humana desde la Concepción con la
Despenalización del Aborto Consentido en Caso de Violación. Estos dos
proyectos encaran el tema del aborto de manera diferenciada, y es el Proyecto
de Ley Orgánica para Garantizar el Derecho a la Interrupción Voluntaria del
Embarazo en caso de Violación el cual añade particularidades tales como la
inclusión de las personas gestantes como titulares del derecho al acceso al
aborto. De concretarse esta inclusión, esto conllevaría a modificaciones en los
arts. 147 al 150 del COIP, a fin de que estas personas también se vean
contempladas en los mismos, ya sea en calidad de sujetos pasivos o activos.
Cabe recalcar que el Proyecto de Ley Orgánica para Garantizar el Derecho a la
Interrupción Voluntaria del Embarazo recién atraviesa la superación del primer
debate y con un borrador para segundo debate. Además, de llegar a
promulgarse, estará también la obligación de Presidencia de la República de
expedir el respectivo Reglamento a dicha Ley, por lo que la discusión sobre este
tema tiene mucho por delante. Los arts. 147 al 150 se verán, sin lugar a dudas,
modificados con respecto a sus versiones anteriores a la emisión de la sentencia
en cuestión, por lo que su estructura y los elementos que los componen están
aún sujetos a posibles modificaciones. Los elementos normativos y descriptivos
que son parte inherente a los tipos penales también sufrirán modificaciones y
alteraciones, de forma tal que se respete la Sentencia del Caso No. 34-19-IN y
acumulados.

Bibliografía
1. Asamblea Nacional del Ecuador. (2014). Código Orgánico Integral Penal.
2. Asamblea Nacional del Ecuador. (2021a). Pleno tramitó en primer debate
proyecto para garantizar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en
caso de violación. Disponible en:

3. Asamblea Nacional del Ecuador. (2021b). Promover, respetar y defender los


derechos humanos es una exigencia moral. Disponible en:
https://www.asambleanacional.gob.ec/es/noticia/76080-promover-respetar-y-
defenderlos-derechos-humanos-es-una 4. Asamblea Nacional. (2021c).
Comisión de Justicia escucha nuevos argumentos en torno al Proyecto sobre
Interrupción del Embarazo en caso de Violación. D

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