DJ 2014 200 Hábeas Corpus Contra Resoluciones Judiciales
DJ 2014 200 Hábeas Corpus Contra Resoluciones Judiciales
DJ 2014 200 Hábeas Corpus Contra Resoluciones Judiciales
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El autor analiza la viabilidad de una propuesta del Poder Judicial que busca establecer ciertos
requisitos a la procedencia del hábeas corpus contra las resoluciones judiciales. Al respecto,
sostiene que al tratarse de un recurso destinado a la protección de derechos fundamentales, no
puede limitarse a los procesados la posibilidad de acceder a él. Por este motivo, concluye que no
debería ser aprobado debido a que la solución se encuentra en un ejercicio responsable y dentro
del marco de la legalidad de práctica judicial, de tal manera que permita realizar procesos penales
respetuosos de los derechos fundamentales.
INTRODUCCIÓN
Existe la posibilidad de que, en el proceso penal, en cualquiera de sus etapas, se afecten de manera
arbitraria e ilegítima los derechos fundamentales de los justiciables.
La existencia de esta posibilidad trae consigo, como no podía ser de otra manera, la necesidad de
que se regulen mecanismos para la efectiva protección de los derechos fundamentales que
eventualmente pudieran ser afectados en el proceso penal. Naturalmente, la afectación ilegítima del
derecho fundamental a la libertad o algún derecho conexo a este también puede producirse a través
de la emisión de resoluciones judiciales, por lo que resulta necesaria la regulación de un mecanismo
que permita cuestionarlas.
Dentro de este contexto cobra una innegable importancia los procesos constitucionales, en tanto
que tienen como finalidad, precisamente, la salvaguarda de los derechos fundamentales. Así lo
establece el artículo 1 del Código Procesal Constitucional: el propósito que persiguen los procesos
constitucionales es “(…) proteger los derechos constitucionales, reponiendo las cosas al estado
anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional (…)”.
Así, ante la ilegítima vulneración de un derecho fundamental en el proceso penal, los justiciables
pueden acudir a los procesos constitucionales para reponer las cosas al estado anterior a la
transgresión producida. Si se trata de la afectación del derecho a la libertad o uno conexo, el
proceso constitucional que se debe deducir es el hábeas corpus.
Este proceso constitucional es, por los derechos que resguarda, de significativa importancia. Así lo
ha destacado el Tribunal Constitucional al sostener que en la actualidad “se confi gura como
proceso constitucional indispensable para la protección de la libertad individual, así como –y esto
también es de relevancia– para la protección de otros derechos fundamentales conexos a aquella
(…)”. Agrega con suma claridad este Tribunal que “[l]a dimensión tutelar del PHC exige al juez
constitucional no una función pasiva o formalista sino, por el contrario, una actuación expeditiva y
apremiante que, sostenida en la vocación de protección de bienes constitucionales tan preciados,
identifi que adecuadamente el fundamento o la razón de una demanda, así como los derechos
afectados, de modo tal que pueda prevenir su vulneración o de ser el caso reparar con la mayor
prontitud la afectación que se estuviera produciendo”1.
Uno de los aspectos del hábeas corpus que mayor discusión ha generado es su procedencia contra
resoluciones judiciales. Precisamente sobre este tema nos ocuparemos en el presente trabajo,
centrándonos en analizar el proyecto de ley presentado por el Poder Judicial, que busca, como lo
veremos líneas más abajo, establecer ciertos requisitos a la procedencia del hábeas corpus contra las
resoluciones judiciales.
Desde luego, el aborde de este tema es de importancia y actualidad, puesto que, a pesar de que
existe una regulación expresa para la procedencia del hábeas corpus contra resoluciones judiciales,
lo cierto es que existen voces críticas que buscan restringir o incluso eliminar tal posibilidad.
Además, conforme lo menciona Suárez López de Castilla, actualmente la gran mayoría de
demandas de hábeas corpus están dirigidas a cuestionar actos u omisiones acontecidos en el marco
de un proceso penal2. En consecuencia, su importancia resulta innegable.
Previamente al análisis del proyecto de ley, consideramos necesario desarrollar, de manera breve, la
evolución que sufrió el hábeas corpus contra resoluciones judiciales3.
Inicialmente, el hábeas corpus fue regulado como un recurso extraordinario propio del fuero
común4. Así, en términos similares al Código de Procedimientos en Materia Criminal de 1920, el
Código de Procedimientos Penales de 1940 regulaba el recurso de hábeas corpus, el que procedía
solo cuando se afectaba el derecho a la libertad en situaciones donde no había un proceso penal
abierto, pues, incluso, se exigía que forzosamente contenga la afirmación jurada de “no estar sujeto
a instrucción por delito alguno (…) ni hallarse cumpliendo legalmente el apremio de detención
corporal decretada por un juez o tribunal competente (…)” (art. 351). Esto se traducía en que el
hábeas corpus no procedía contra resoluciones judiciales.
Esta opción legislativa fue complementada por la ley Nº 25398, que prescribió: “[l]as anomalías
que pudieran cometerse dentro del proceso regular (…), deberán ventilarse y resolverse dentro de
los mismos procesos mediante el ejercicio de los recursos que las normas procesales específicas
establecen” (art. 10). Con lo cual se dejaba en claro que el hábeas corpus no procedía contra
resoluciones judiciales.
Al amparo de estas disposiciones, el Tribunal Constitucional manifestaba que no era finalidad del
hábeas corpus “efectuar una evaluación de la interpretación del derecho que los jueces de la
jurisdicción ordinaria puedan realizar en el ámbito de sus competencias exclusivas, pues tal tarea
corresponde efectuarla al propio Poder Judicial, a través de las diversas instancias, habilitando para
ello el ejercicio de los medios impugnatorios que el ordenamiento procesal prevé”6.
Sin embargo, posteriormente, el Tribunal Constitucional manifestó que estas disposiciones no eran
aplicables cuando, precisamente, lo que se alega es la irregularidad en que habría incurrido el
procedimiento que precedió a la resolución judicial cuestionada7; incluso llegó a sostener este
órgano que “es una interpretación contraria a la Constitución entender que las disposiciones citadas
de las Leyes Nºs 23506 y 25398 impidan, siempre y en todos los casos, que mediante el hábeas
corpus se pueda evaluar la legitimidad constitucional de los actos emanados por quienes
administran justicia”8. En buena cuenta, este Tribunal estableció una línea jurisprudencial según la
cual se permite la procedencia del hábeas corpus contra resoluciones judiciales cuándo: 1) la
resolución ha sido emitida afectando el debido proceso y 2) la resolución que impone una detención
preventiva de una persona es expedida sin cumplir con los requisitos establecidos en la legislación
procesal penal9.
Ahora bien, antes de pasar al análisis del proyecto de ley, debe observarse que el propósito
fundamental que se persigue con la procedencia del hábeas corpus contra una resolución judicial es
“velar porque los jueces ordinarios, en el conocimiento de los procesos sometidos a su
competencia, garanticen la efi cacia de los derechos fundamentales de orden procesal reconocidos
al justiciable, más aún si estos inciden en el ejercicio de su libertad individual”11.
Conforme lo hemos manifestado, respecto al tema de la tutela del derecho fundamental vulnerado a
través de una resolución judicial, debemos manifestar que no ha sido siempre uniforme la
posibilidad de acudir en vía de hábeas corpus cuando ello sucede, es decir, no siempre ha existido
la posibilidad de plantear hábeas corpus contra una resolución judicial.
En la actualidad existe norma expresa que permite la procedencia del hábeas corpus contra una
resolución judicial. Así, el artículo 4 del Código Procesal Constitucional establece que “[e]l hábeas
corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad
individual y la tutela procesal efectiva”.
Sin embargo, bajo el argumento de que se hace un uso abusivo del hábeas corpus contra
resoluciones judiciales, se han planteado algunas propuestas legislativas que han buscado limitar su
acceso. Uno de estos proyectos es, precisamente, el del Poder Judicial, en el que se propone, entre
otras modificaciones, la incorporación del artículo 4-A al Código Procesal Constitucional, mediante
el cual se busca restringir la procedencia del hábeas corpus contra resoluciones judiciales.
Teniendo ello en consideración, el proyecto de ley propone que “las demandas en los procesos
constitucionales respecto de resoluciones judiciales deben cumplir, adicionalmente, los siguientes
requisitos:
El proyecto de ley no hace referencia en su exposición de motivos, primero, sobre qué debe
entenderse por el término denunciado, tampoco indica cuál es el mecanismo idóneo para denunciar
la afectación.
Atendiendo a ello, debemos acudir a los cuerpos normativos que regulan el proceso penal, a fi n de
verifi car si regulan un mecanismo para denunciar la vulneración de un derecho fundamental. Al
respecto, tenemos que el Código de Procedimientos Penales no regula ningún mecanismo.
El Código Procesal Penal de 2004, por su parte, sí regula la tutela de derechos (art. 71.4). No
obstante, se debe tener en cuenta que solo procede contra actos de la Policía y del Ministerio
Público, no contra las resoluciones judiciales, lo que signifi ca que tampoco existe un mecanismo
para denunciar la vulneración de un derecho fundamentar a través de una resolución judicial.
Ahora bien, si solo exige la denuncia, se podría entender que se trataría de una mera formalidad, lo
que supondría que mediante un formalismo se estaría evitando la tutela urgente de un derecho
fundamental.
2. Que el examen de la violación del Derecho Constitucional no comprenda los hechos que
dieron lugar al proceso ordinario.
Así, conforme lo manifiesta Landa Arroyo, los jueces deben valorar la suficiencia de las pruebas
que sostuvieran el cumplimiento o no de los requisitos procesales de la pena o de las medidas
coercitivas, como el mandato de detención preliminar, arresto domiciliario o impedimento de salida
del país, para dilucidar si el derecho a la libertad de un particular está afectado ilegítima o
legítimamente por una resolución judicial. Ello es así, debido a que en la función de control
constitucional de los fallos judiciales ordinarios, el juez constitucional no puede separar el derecho
fundamental alegado, de los hechos que son materia de controversia. Es decir, los jueces
constitucionales deben integrar el análisis de la Constitución con la legalidad o no de los actos
impugnados; tanto más si el hábeas corpus es el último recurso de protección de la libertad12.
El proyecto del Poder judicial plantea un criterio respecto al control constitucional de las
resoluciones judiciales que agravian derechos constitucionales, al exigir que la trasgresión revista
“una especial trascendencia constitucional”.
Los criterios para satisfacer este requisito, según la propia propuesta, son los siguientes:
b) Los asuntos en lo que la vulneración denunciada tenga su origen en una ley u otras normas de
carácter general.
c) Supuestos en los que la vulneración se produzca por una interpretación de la ley u otras normas
de carácter general manifiestamente contraria a la Constitución.
Conforme se puede apreciar, los criterios para establecer si la transgresión ordinaria tiene una
especial trascendencia constitucional se centran en el resguardo ya sea de la jurisprudencia o de la
norma, olvidando que los procesos constitucionales tienen como principal función la tutela de los
derechos fundamentales de las personas.
En cuanto al hábeas corpus, su función es tutelar el derecho a la libertad y los conexos a este de las
personas, no resguardar si el juez se ha apartado de un precedente o si ha interpretado
indebidamente una norma, de ahí que resulte innecesaria una exigencia de esta naturaleza.
En efecto, a las personas poco les interesa que la transgresión tenga una trascendencia especial que
permita resguardar el precedente o cambiar la doctrina jurisprudencial, lo que realmente les importa
es que se tutele sus derechos fundamentales que han sido vulnerados a través de una resolución
judicial. Es decir, para las personas la trascendencia especial consiste –y esto es por lo que acuden a
los procesos constitucionales– en que se proteja de manera efectiva sus derechos fundamentales.
Por lo demás, se debe tener en consideración que el artículo 5.1 del Código Procesal Constitucional
establece que no proceden los procesos constitucionales –naturalmente entre ellos al hábeas
corpus– si los hechos y el petitorio de la demanda no están referidos en forma directa al contenido
constitucionalmente protegido del derecho invocado, es decir, la reclamación debe tener relevancia
constitucional, se debe tratar de la tutela de un derecho fundamental para que proceda el hábeas
corpus contra una resolución judicial.
Si esto es así, lo único que estaría añadiendo esta propuesta legislativa, respecto a este punto, es la
palabra “especial”, que en nuestra opinión no coadyuva a que se solucione el problema de la
sobrecarga en la presentación de hábeas corpus, mucho menos a que se tutelen de manera más
efectiva los derechos fundamentales.
CONCLUSIÓN
La procedencia del hábeas corpus contra resoluciones judiciales es, conforme lo hemos visto,
producto de una evolución constante, dentro de la cual el objetivo central ha sido y sigue siendo, sin
lugar a dudas, la adecuada protección de los derechos fundamentales, tanto más si mediante este
proceso constitucional se protege el derecho a la libertad y aquellos derechos conexos a este. En
efecto, si en el proceso penal justamente es el derecho a la libertad el que está en juego, resulta
razonable suponer que es posible plantear el hábeas corpus para resguardarlo cuando se encuentre
amenazado o haya sido vulnerado por resoluciones judiciales emitidas dentro de un proceso penal
en el que se ha transgredido la tutela judicial efectiva o el debido proceso14.
Tanto más, si se tiene en cuenta, como bien lo ha manifestado el TC, que “[e]n un Estado
Constitucional de Derecho no existen (ni pueden auspiciarse) zonas exentas de control
constitucional, más allá de aquellas que la propia Constitución pueda haber establecido con carácter
excepcional”15.
Si resulta claro que el hábeas corpus contra resoluciones judiciales es de suma importancia de cara
a la protección del derecho fundamental a la libertad personal o alguno conexo a este, no resulta
adecuado pretender establecer requisitos que busquen limitar su procedencia. Es por ello que, a
nuestra consideración, el proyecto de ley del Poder Judicial no debe prosperar, pues, lejos de ser
útil para el resguardo de los derechos fundamentales, cumplir con los requisitos que busca
establecer este proyecto sería una exigencia irrazonable para las personas que acuden al hábeas
corpus.
Además, si lo que se busca es limitar la procedencia del hábeas corpus contra resoluciones
judiciales en aquellos casos que no son de “trascendencia constitucional” lo que el juez debería
hacer es un control exhaustivo sobre su procedencia, con lo cual se alcanzaría el mismo resultado:
evitar que casos que no tienen connotaciones constitucionales sea cuestionados mediante este
proceso constitucional.
De otro lado, este proyecto de ley podría originar que se deje de resguardar derechos fundamentales
por aplicación de una norma ordinaria, con lo que se desconocería el artículo 25.1 de la Convención
Americana de Derechos Humanos, que establece: “Toda persona tiene derecho a un recurso
sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la
ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley
o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en
ejercicio de sus funciones oficiales”16.
En suma, el presente proyecto de ley, según nuestra opinión, no debe aprobarse, debido a que la
solución no se encuentra en modificar tal o cual artículo, la solución –y es en lo que debemos
colaborar todos los operadores jurídicos– está en que ejerzamos nuestra función de manera
responsable y dentro del marco de la legalidad, de tal manera que permita realizar procesos penales
en los que no se vulneren derechos fundamentales, objetivo final a la que todos debemos aspirar.
_____________________________
Profesor de Derecho Procesal Penal en la Universidad San Ignacio de Loyola. Miembro fundador
del Instituto de Ciencia
2 SUÁREZ LÓPEZ DE CASTILLA, Camilo, “El hábeas corpus contra resoluciones judiciales en
el Perú”, en: CRUZ, ETO (coord.), Treinta años de jurisdicción constitucional en el Perú. Tomo II,
Centro de Estudios Constitucionales, Lima, 2013, p. 895.
3 Los antecedentes del hábeas corpus contra resoluciones judiciales pueden verse en SUÁREZ
LÓPEZ DE CASTILLA, Camilo, “El hábeas corpus contra resoluciones judiciales en el Perú”, en:
CRUZ, Eto (coord.), Treinta años de jurisdicción constitucional en el Perú. Tomo II, Centro de
Estudios Constitucionales, Lima, 2013, pp. 896-900.
4 Así, el hábeas corpus fue regulado en los artículos 342-355 del Código de Procedimientos en
Materia Criminal, en los artículos 349-360 de la versión original del Código de Procedimientos
Penales de 1940.
5 BOREA ODRÍA, Alberto. Evolución de las garantías constitucionales. Grijley, Lima, 1996, p.
602.
6 STC Exp. Nº 1316-99-HC/TC (f. j. 3).
8 STC Exp. Nº 1230-2002-HC/TC, (f. j. 5). En este sentido, véase Exp. Nº 179-2000-HC/TC (f. j.
4).
9 En este sentido, HUERTA GUERRERO, Luis Alberto. Libertad personal y hábeas corpus.
Estudios sobre jurisprudencia constitucional. Comisión Andina de Juristas, Lima, 2003, p. 48.
12 LANDA ARROYO, César, “El hábeas corpus en el nuevo Código Procesal Constitucional
peruano”, en: El Derecho Procesal Constitucional. Estudios en Homenaje a Domingo García
Belaúnde. Tomo I, Grijley, Lima, 2005, p. 470.
15 STC Exp. Nº 1230-2002-HC/TC, (FJ. 5), caso: César Humberto Tineo Cabrera.