Procesal Penal - Completo

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Bloque I.

Conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

TEMA 1. EL PROCESO PENAL.

CONCEPTO.
El Derecho procesal penal es el instrumento a través del cual los órganos de la jurisdicción
penal aplican el Derecho penal al caso concreto.
Esto se traduce en que el proceso penal es el conjunto de garantías y trámites por los cuales
puede ser condenada una persona criminalmente responsable de la comisión de un hecho
delictivo, al cumplimiento de una pena. Esta pena puede ser privativa de libertad (el ingreso en
un centro penitenciario durante un tiempo determinado) o de otro carácter (una multa o una
inhabilitación para el desempeño de determinada profesión o cargo).
Por tanto, en el proceso penal se persigue la responsabilidad penal cuya finalidad fundamental
es enjuiciar la conducta de una persona al cometer un hecho delictivo. también se caracteriza
por cierta economía procesal, puesto que se puede enjuiciar dicha conducta por una
responsabilidad civil, es decir, que la víctima obtenga una reparación por los hechos delictivos
cometidos. Así, el Ministerio Fiscal, además de ejercitar la acción penal, podrá ejercitar la
acción civil, así la víctima podrá tener una indemnización por los daños y perjuicios de la
conducta. En la práctica esto se traduce en que muchas veces la persona se declara insolvente,
no debiendo pagar así a la víctima.

FUNCIONES DEL DERECHO PROCESAL PENAL.


Respecto a estas funciones, cuando se vean los distintos procesos penales que han trascurrido
a lo largo de la historia, se verá cómo el Estado asumirá el ius puniendi. Esto significa que no
se deja en manos de las víctimas la persecución del detenido. Se entiende que debe ser el Estado
el que asuma la persecución de los hechos delictivos puesto que también afecta a la sociedad,
es lo conocido como la aplicación del ius puniendi del Estado. Las víctimas no tienen derecho
a la persecución del delito, sino que se le confiere el derecho de participar como acusadora,
pero es el Ministerio Fiscal, en representación del Estado, quien va a perseguir el delito.
Otra finalidad importante es garantizar los derechos del investigado. Desde el mismo
momento en que una persona se le atribuye la comisión de un hecho delictivo, ésta adquiere el
status de parte en el proceso penal, esto se traduce en una serie de garantías. La garantía
fundamental es el derecho de defensa, reconocido por la Constitución Española.
La protección de la víctima en el proceso penal español permite, además de ejercitar dicho
proceso, la ejecución de la acción civil. Por ello, el responsable puede indemnizar a la víctima
por los daños que se le produjeren. Ahora a un más desde el año 2015, puesto que se ha
incorporado a nuestro Derecho una Directiva del año 2012, más conocida como Ley del
Estatuto de la víctima del delito.

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Cabe decir en este sentido que se prevé la debida reparación de daños y perjuicios. En la
práctica, ello no resulta efectivo, puesto que el investigado o el ya condenado suele declararse
insolvente.
Por último, el último fundamento es la rehabilitación y reinserción social del delincuente,
fijada en la Constitución Española, en concreto en el artículo 25.2. Ésta es la finalidad última
de la pena.

SISTEMAS PROCESALES PENALES.


El proceso penal puede organizarse de distintas maneras para conciliar dos intereses
contrapuestos:
• Del investigado/acusado: pretende que se respeten sus garantías, permitiéndole
defenderse e impidiendo la imposición de una condena injusta.
• De la sociedad: que aspira a una respuesta rápida y eficaz frente a las conductas
delictivas que se traduzca en una mayor seguridad jurídica.
De la colisión entre esos dos derechos se encuentran diferentes modelos de proceso penal que
han tenido lugar a lo largo de la historia.
Sistema acusatorio.
El sistema acusatorio es el primero que ha existido.
Su fundamento responde a la concepción privada del delito, en el que no se aprecia el interés
público. Es decir, que el delito afecta sólo a aquella persona que lo ha sufrido. Como
consecuencia de esto, el ofendido cuenta con un derecho subjetivo a exigir el castigo del
culpable y, en su caso, el resarcimiento.
Los principios en los que se basa el sistema acusatorio son:
• Dualidad: en el proceso siempre habrá dos partes (el autor del hecho y la víctima)
• Contradicción.
• Igualdad.
• Publicidad: en principio, todas las actuaciones son públicas.
• Oralidad.
El proceso se inicia sólo a instancia de parte. No cabe el inicio de oficio, ni se contempla la
posibilidad de acusador público. Será la víctima la que tenga que asumir el coste de la
persecución de los delitos.
En cuanto a la investigación, una vez que se inicia el proceso, corresponderá a la víctima. Por
lo que la investigación será privada y desarrollada por el ofendido. Esto conlleva una evidente
dificultad en la obtención de pruebas y una clara desigualdad entre las partes, por ejemplo, una
víctima que carezca de recursos para investigar el delito.
El enjuiciamiento se realizará por una asamblea de ciudadanos-jurado, cuya decisión será
irrecurrible, teniendo el valor de sentencia firme.

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En cuanto a las medidas cautelares, no se tramitarán durante el desarrollo del proceso. El


acusado permanecerá en libertad hasta que exista condena firme.
La crítica que se puede hacer a este sistema es que incrementa la desigualdad entre las partes
del litigio, puede haber una posible fuga del acusado o incluso reincidir en el delito. Además,
se prima la venganza por parte de la víctima. Cabe decir también que hay una imposibilidad de
recurso, no cumpliéndose así con el derecho a un proceso con todas las garantías.
Sistema inquisitivo.
Su fundamento se halla en el interés público, en la persecución de determinados delitos. En
este sistema el juez investiga, acusa y juzga. Con esta concepción pública del delito, el Estado
perseguirá los delitos. Para ello se crea la figura del juez, un juez imponente que investigará,
acusará y juzgará (también condenará).
Los principios de este sistema son:
a. Desigualdad: el juez tiene todo el poder del Estado para investigar los delitos.
b. Secreto de las actuaciones durante la investigación: el delincuente no tiene porqué saber
que lo están investigando.
c. Escritura: no hay ningún principio de oralidad. Cuando le parece oportuno enjuicia.
Se inicia tanto de oficio (el juez investiga determinadas conductas) como a instancia de parte
(la víctima del delito pone en conocimiento del juez la comisión de un delito para que proceda
a la investigación del mismo).
La investigación se llevará a cabo de oficio, lo que propicia la libertad en la búsqueda de
pruebas. En este sentido, se permiten ordalías, tortura, además de que la confesión se prevé
como una prueba plena.
Respecto al enjuiciamiento, será un único juez el encargado de investigar, acusar y fallar en
la causa. La valoración, en este caso, de la prueba es tasada 1 y es posible la revisión de la
sentencia.
A diferencia, del sistema acusatorio anterior, esta sentencia sí que va a ser susceptible de
revisión por un órgano superior.
Por último, en cuanto a las medidas cautelares, el imputado permanecerá en prisión preventiva
mientras dure el proceso.
Las críticas que se pueden hacer a este sistema es el modo de obtener las pruebas, que el juez
acuse, juzgue e incluso condene. Además, de las medidas cautelares durante todo el proceso,
puesto que éstas no son necesarias en todos los casos. Cabe decir que también no se respetan
los derechos del acusado (el acusado que no tenga medios económicos no tendrá posibilidades
ante el juez). Por último, puede decirse que la prueba tasada también constituye una crítica a
este sistema.

1 En la prueba tasada la ley establecerá cómo se debe valorar un determinado medio de prueba. En este caso,
si el investigado se declarare culpable, inmediatamente habrá una sentencia condenatoria. El opuesto sería la
libre valoración en la que el Juez utilizará las normas de la sana crítica. La prueba tasada se queda en el
proceso civil, mientras que la libre valoración en el proceso penal (salvo en el sistema inquisitivo)

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Sistema acusatorio mixto.


Con la evolución se llega a un proceso acusatorio mixto. En el que se parte de la base del
acusatorio, pero con una serie de características que se le va a denominar mixto.
Es un sistema en el que habrá una separación de las funciones de investigar y juzgar (ésta
es la característica más importante). Un juez que investiga, posteriormente, no podrá juzgar
dicho caso, a forma de garantizar la imparcialidad del juez, puesto que, si no se garantizare
dicha separación, el mismo juez que investiga, condena.
Otra característica importante es que de la fase de instrucción dependerá que haya o no
juicio oral. En este sentido en la fase de instrucción se investigará a fondo el hecho, esto
determinará cómo se ha cometido el delito, haciendo depender que haya juicio oral o no. Para
esto es necesario que haya una persona concreta a la que atribuir el hecho delictivo, si no la
hubiere podría dictarse un acto de sobreseimiento.
Se caracteriza por ser un juicio oral, público y contradictorio:
• Principio de oralidad.
• Principio de publicidad: establecido en los artículos 680 y siguientes de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal (LECrim). En cuestión a este principio de publicidad se puede
establecer ciertas excepciones recogidas en el artículo 681 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal.
• Principio de contradicción: esto significa que nadie puede ser condenado sin haber sido
oído y vencido en juicio. Y habrá una correlación entre la acusación y la sentencia (no
es posible ser enjuiciado por un delito de hurto y ser condenado por homicidio).
Además, rige el principio de inmediación, el juez que dicta sentencia tiene que presenciar la
práctica de la prueba. Es por ello que el juicio oral debe estar presidido por el juez o por el
órgano colegiado que dictará sentencia. Por último, esta práctica de las pruebas será de libre
valoración.

FUENTES DEL PROCESO PENAL.


La principal fuente del proceso penal es la Constitución Española en la que se contienen
normas que influyen de modo directo y decisivo al procesal, como, por ejemplo, el derecho de
defensa, derecho a la asistencia letrada, a ser informado de la acusación, derecho de
inviolabilidad del domicilio.
También se incluyen los tratados internacionales:
1. Declaración Universal de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948.
2. Pacto internacional de Derechos civiles y políticos del 16 de diciembre de 1966.
3. Convenio europeo para la protección de derechos fundamentales y libertades públicas.
También se tiene la legislación interna compuesta por leyes orgánicas y leyes ordinarias. En
este sentido será referencia la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
El Real Decreto de 14 de septiembre de 1882, es la denominada Ley de Enjuiciamiento
Criminal que cuenta con una estructura de:

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• Exposición de motivos.
• 998 artículos repartidos en 7 libros:
o Libro primero. Exposición de motivos.
o Libro II. Del sumario.
o Libro III. Del juicio oral.
o Libro IV. De los procedimientos especiales.
o Libro V. De los recursos de apelación, casación y revisión.
o Libro VI. Del procedimiento para el juicio sobre delitos leves.
o Libro VII. De la ejecución de las sentencias.
• Disposición final.
Además de esta Ley, deben tenerse en cuenta otras disposiciones como:
→ Ley Orgánica del Poder Judicial.
→ Ley Orgánica 6/1984, de habeas corpus.
→ Ley 4/1985, de 21 de marzo, de extradición pasiva.
→ Ley Orgánica 7/1988, de 28 de diciembre, de creación del procedimiento abreviado y
de los juzgados de lo penal.
→ Ley Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado.
→ Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, de Responsabilidad Penal del menor.
→ Ley 38/2002 y la Ley Orgánica 8/2002, de 28 de octubre complementaria de la Ley de
reforma parcial de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sobre procedimiento para el
enjuiciamiento rápido e inmediato de determinados delitos y faltas, y de modificación
del procedimiento abreviado.
→ Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de medidas de protección integral contra la
violencia de género.
→ Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la víctima del delito.

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TEMA 2. ESTRUCTURA Y PRINCIPIOS INFORMADORES.

INTRODUCCIÓN.
Cuando se conoce la notita criminis se desconoce todo lo relativo al suceso, es por ello que no
se puede entrar directamente en la fase del juicio oral. Esta circunstancia ha determinado la
siguiente estructura del proceso penal (como característica puede decirse que es una estructura
que se dilata en el tiempo):
FASE DE INSTRUCCIÓN FASE INTERMEDIA FASE DE JUICIO ORAL
En esta fase se averigua En dicha fase, se verá si todo En esta fase se enjuiciará a la
cómo, en qué circunstancias lo realizado en la fase de persona de la que se tenga
y quién ha realizado el hecho instrucción sirve para la constancia que ha cometido
delictivo. realización del juicio oral. el hecho delictivo.
Además de investigar, se Se dicta sobreseimiento, si
adoptan medidas cautelares no se ha encontrado un
(garantizando que el autor indicio o persona; sino, se
del delito no se fugue, ni dictará el auto de apertura del
levante su patrimonio...). juicio oral.

ESTRUCTURA DEL PROCESO DE DECLARACIÓN.


A diferencia de lo que sucede en el proceso civil, se van a distinguir tres grandes fases: la fase
de instrucción, la fase intermedia y la fase del juicio oral.
Fase de instrucción.
La fase de instrucción se recoge en el artículo 299 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Ésta
tiene por objeto averiguar la perpetración del delito y su presunto autor, así como el
aseguramiento de las personas y cosas relacionadas con el delito (esto último es lo que se
conoce como piezas de convicción).
Es una investigación dirigida por un órgano judicial encaminada a determinar todas las
circunstancias relativas a los hechos y sujetos que intervinieron en el hecho aparentemente
delictivo, así como a asegurar las responsabilidades personales y, en su caso patrimoniales. A
diferencia de otros países europeos, en los que esta fase será realizada por el Ministerio Fiscal.
Las características de esta fase son las siguientes:
→ Las actuaciones instructoras son secretas (art.301LECrim.). En ésta se debe conservar
el honor y el buen nombre del investigado. Este secreto no afecta a las partes
personadas, salvo que se decrete el secreto de sumario1, afectando a todas las partes,
excepto al Ministerio Fiscal (art.302LECrim.).

1En el secreto de sumario todas las actuaciones de la fase de instrucción serán secretas para las partes, excepto para el
Ministerio Fiscal, todo ello con la finalidad de no entorpecer la investigación.

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→ Sus actuaciones son fundamentalmente escritas. Se documentan todas las diligencias


de investigación practicadas. Su finalidad, en su momento, es poder decidir sobre la
procedencia de la apertura del juicio oral.
→ Es importante que aparezcan claramente diferenciadas esa función de instrucción y la
del juicio oral, para así garantizar el principio de imparcialidad.
→ Otra cuestión importante, es que todas las actuaciones que se practican en la fase de
instrucción son diligencias instructoras, no son actos probatorios. Por ello, se verá que
en la fase de instrucción se practicarán muchas diligencias de investigación que,
seguramente, puedan proponerse como prueba en el juicio oral. En este sentido la
prueba sólo se desarrolla en la fase del juicio oral.
→ En esta fase rige el principio de investigación de oficio, esto quiere decir, que el Juez
tiene la libertad absoluta para llevar a cabo todas las diligencias de investigación que
estime convenientes para garantizar el buen fin de la investigación. Esto no quiere decir
que las partes no puedan proponer investigaciones.
El órgano competente para llevar a cabo la fase de instrucción, por lo general, es el Juez de
Instrucción. Se tienen una serie de excepciones como son los casos de violencia de género, tras
la Ley Orgánica 1/2004 se crean órganos encargados de estos casos de violencia, como es el
Juzgado de Violencia sobre la mujer (art.87tera.LOPJ). En este sentido, también se tiene el
caso de los aforados, personas que por razón de su cargo o de su condición son enjuiciados por
el Tribunal Superior de Justicia o por el Tribunal Supremo. En este último supuesto el
encargado de la investigación será un magistrado de la sala, que no podrá formar parte de la
misma para el enjuiciamiento (principio de imparcialidad).
Fase intermedia.
Esta fase intermedia comienza una vez finalizada la fase de instrucción y concluye en el
momento en el cual el órgano encargado de la fase intermedia dicta un auto de sobreseimiento
(puesto que no hay material fáctico o bien debe archivar de manera provisional o, en su caso
definitiva, la causa) o decreta la apertura del juicio oral.
Las características de esta fase son las siguientes:
→ En esta fase se decidirá si procede abrir el juicio oral frente a una persona determinada
(en este momento debe decidirse si se tiene material suficiente para dicha acusación).
→ Esta fase intermedia se caracteriza en el proceso ordinario (delitos graves, pena
privativa de libertad superior a 9 años) y en el abreviado (delitos menos graves, pena
inferior a 9 años) por ser escrita.
→ En cambio, será oral en el proceso ante el Tribunal del Jurado.
La competencia de esta fase intermedia en el proceso ordinario será de la Audiencia
provincial. Mientras que, en el procedimiento abreviado será del Juez de Instrucción. Éste
mismo también tendrá competencia en un procedimiento ante el Tribunal del Jurado.

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Fase de juicio oral.


La fase de juicio oral es la última fase del proceso penal. En ella se enjuicia al acusado para
condenarlo o absolverlo en la sentencia que pone fin al proceso.
Las características de esta fase son:
→ El juicio oral se caracteriza por ser una fase predominantemente oral y, por tanto,
concentrada en una o varias secciones. El articulo 744 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal establece que, abierto el juicio oral, continuará durante todas las sesiones
consecutivas que sean necesarias hasta su conclusión.
→ Como consecuencia de este principio de oralidad, también será público
(art.680LECrim.). Cabe la posibilidad de que el juez, de oficio o a instancia de parte,
considere que esas sesiones se celebren a puerta cerrada en base a las condiciones
reguladas en el artículo 681.
→ Rigen los principios acusatorio (necesariamente debe haber una persona distinta al
Juez que sostenga la acusación; normalmente puede ser el Ministerio Fiscal. Sin el
escrito de acusación no habrá juicio oral) y contradicción (el acusado debe ser oído y
vencido en juicio oral).
→ Se practican todas las pruebas pertinentes y necesarias que el Juez valorará de acuerdo
a la sana crítica, ello quiere decir que rige el principio de libre valoración de la prueba
(art.741LECrim).

PRINCIPIOS DEL PROCESO.


1. Derecho al juez legal.
El Derecho al Juez legal es el derecho que asiste a todos los sujetos de derecho a ser juzgados
por un órgano jurisdiccional creado mediante Ley Orgánica y perteneciente a la jurisdicción
penal ordinaria, respetuoso con los principios constitucionales de igualdad, independencia y
sumisión a la Ley y constituido con arreglo a las normas comunes de competencia
preestablecidas, que se deberán poner en común con las normas de reparto.
2. Principio de contradicción.
En el principio de contradicción ambas partes deben tener la oportunidad de intervenir en el
proceso alegando y probando los hechos para poder defender sus posiciones.
Especial vigencia tiene este principio penal con respecto al acusado puesto que nadie puede ser
condenado sin ser oído en jurisdicción. Esto como manifiesto del derecho a la tutela judicial
efectiva y el derecho de defensa, derechos que se manifiestan en los artículos 24.1 y 24.2 de la
Constitución Española.
Las manifestaciones que se suelen encontrar en este principio:
→ Acceso a los tribunales: no basta dar oportunidad de intervenir (como en el proceso
civil). Si no contestare se declarará en rebeldía y no impedirá la continuación del
proceso civil. En este sentido, se tiene la obligación de citar a la parte para ser oído, ya
que, llegada la hora del juicio oral, éste no podrá celebrarse si no se persona, por lo que
se le declarará en rebeldía y se suspenderá/archivará.

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→ La adquisición del status de parte conlleva las siguientes garantías:


− Información de sus derechos.
− Información de la imputación antes del interrogatorio policial o judicial: antes
de tomársele declaración debe saber que está en calidad de investigado y los
hechos que se atribuyen.
− Se hará a través de una lengua que comprenda (Directiva 2010/64 y los
arts.123ss.LECrim): una persona que no comprende el castellano, tiene derecho
a que se le nombre un intérprete. Ese derecho lo tiene desde el principio del
procedimiento penal, no sólo por hablar una lengua extranjera, sino aquella
persona que tenga sordomudez.
− Derecho a deducir una pretensión exculpatoria (coartada).
− Derecho a la última palabra del acusado (art.739LECrim): es lo último que se
práctica, es la posibilidad de dirigirse por una última vez al Tribunal al final del
juicio oral.
3. Principio de dualidad.
El principio de dualidad está estrechamente relacionado con el anterior. En el juicio oral existen
dos partes que defienden posiciones enfrentadas, pero que deberán ostentar los mismos
derechos durante el proceso.
4. Principio de igualdad.
Las partes tienen las mismas posibilidades, cargas de ataque y de defensa, de alegación, de
prueba y de impugnación.
5. Principios de legalidad vs oportunidad.
En cuanto al principio de legalidad, debe decirse que en el proceso penal necesariamente ha de
iniciarse ante la sospecha de la comisión de cualquier delito, sin que el Ministerio Fiscal pueda
solicitar el sobreseimiento, ni el órgano judicial otorgado, mientras subsistan los presupuestos
materiales que lo han provocado y se hayan descubierto al presunto autor.
En cambio, el principio de oportunidad es la facultad que asiste al titular de la acción penal
para disponer bajo determinadas condiciones de su ejercicio, con independencia de que se haya
acreditado la existencia de un hecho punible contra un autor determinado. Este principio de
oportunidad es el que rige en países de corte anglosajón.
En el proceso penal español rige el principio de legalidad (arts.100, 105 y 271LECrim.). Una
vez que en el ordenamiento jurídico español aparece un hecho que es delito de carácter público,
debe indicarse el proceso penal hasta el final. No obstante, se encuentran manifestaciones en
dicho ordenamiento jurídico del principio de oportunidad como es la necesidad de denuncia
en los delitos semipúblicos2 (son aquellos que requieren de una denuncia previa de la víctima,
como, por ejemplo, una agresión sexual) o la querella en los delitos privados3.

2 En los delitos semipúblicos habrá una necesidad de denuncia de la víctima, excepto si esta fuere menor o una persona
desvalida. Una vez la víctima denuncia, se actúa como si fuera público. La denuncia se convierte en un requisito de
procedibilidad.
3 Delitos privados serán las injurias y calumnias. Únicamente se puede perseguir mediante querella y no interviene el Ministerio

Fiscal.

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Otro ejemplo se tiene en los delitos privados en los que es posible retirar la acusación, además
de que cabe el perdón del ofendido (art.130CP). También, cabe mencionar, la conformidad que
es como una especie de "negociación" en la fase intermedia entre el acusador y el acusado que
vincula al juez.
6. Principio acusatorio.
El sistema español se caracteriza por ser un principio acusatorio mixto. La apertura de la fase
de enjuiciamiento precisa necesariamente de la formulación de la acusación por un sujeto
distinto al órgano judicial.
Notas esenciales.
a. La primera de ellas es que se atribuyen las dos funciones de instruir y del juicio oral
a dos órganos jurisdiccionales distintos, para garantizar la imparcialidad del caso.
b. Es muy importante la distribución de las funciones de acusación y decisión.
c. Otra manifestación es que debe haber una correlación entre la acusación y el fallo,
esto es lógico ya que es una forma de garantizar al acusado su derecho de defensa. La
sentencia debe ser coherente, congruente con el escrito de acusación y con lo que es
objeto de prueba durante el juicio oral.
d. La última manifestación que se halla es la prohibición del reformatio in peius (en fase
de recurso no se puede condenar a una pena superior, salvo que recurran las dos partes).
7. Principio de proporcionalidad.
Dentro de las diligencias de investigación, hay algunas que pueden incidir en los derechos
fundamentales del sujeto pasivo, como, por ejemplo, la prisión provisional, la entrada y registro
de un domicilio, el secreto de las comunicaciones...
Es por ello que el principio de proporcionalidad se definiría como los actos procesales que
pueden incidir sobre los derechos fundamentales del sujeto pasivo. Según la doctrina del
Tribunal Constitucional sobre principio de proporcionalidad:
− Cualquier diligencia o cualquier actuación debe ser acordado por la autoridad
competente.
− Tiene que estar previsto en la ley.
− Justificado objetivamente.
Las notas esenciales que caracterizan dicho principio son:
− La resolución que limite o restrinja algún derecho fundamental debe estar motivada.
− Las medidas limitadoras habrán de ser necesarias para conseguir el fin perseguido por
la investigación.
− Ha de existir una adecuación o congruencia entre la medida prevista aplicada y la
procuración de dicho bien constitucionalmente relevante.
− La finalidad perseguida no ha de poder alcanzarse con otro acto igualmente eficaz, pero
no restrictivo de un derecho.

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PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO.


Se pueden establecer los siguientes principios:
1. Principio de oralidad. En base al artículo 120 de la Constitución Española, el
procedimiento penal será preferentemente oral (salvo instrucción) facilitando la
inmediación (no obsta documentación ni grabación de actuaciones).
2. Principio de inmediación. El principio de inmediación consiste en la realización de
actuaciones en presencia directa del órgano sentenciador para el adecuado
conocimiento.
3. Principio de concentración. Este principio consiste en agrupar actuaciones (una o
varias sesiones para una visión en conjunto). Se regula en el artículo 744 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal.
4. Principio de publicidad (art.120CE). El procedimiento penal será preferentemente
oral, además existe la posibilidad de que las personas interesadas puedan presenciar la
práctica de los actos procesales (audiencia pública). En este sentido podemos establecer
dos excepciones:
a. El secreto de sumario (temporal): la instrucción será secreta para terceros e
incluso para las partes (arts.301 y 302LECrim.).
b. Las sesiones de juicio oral a puerta cerrada (seguridad, orden público, adecuada
protección de derechos fundamentales, proteger la intimidad de la víctima; todo
ello se encuentra en el art.681LECrim.).

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TEMA 3. LA COMPETENCIA.

PRESUPUESTOS PROCESALES RELATIVOS AL ÓRGANO


JURISDICCIONAL. JURISDICCIÓN.
La potestad jurisdiccional consiste en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado y se atribuye de
forma exclusiva a juzgados y tribunales, en base a lo que se recoge en el artículo 117.3 de la
Constitución Española.
El artículo 3.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que la jurisdicción, como
potestad del Estado, es única. Ello no significa que exista un único tribunal, sino que existen
una pluralidad de órganos jurisdiccionales.

En este tema se va a tratar la competencia. Ésta es la medida de la jurisdicción (tal y como


dice Gómez Orbaneja) que puede ser definida como el conjunto de procesos en que un tribunal
puede ejercer, conforme a la ley, su jurisdicción. Por ejemplo, en la misma provincia puede
haber un mismo juzgado, por lo que, en base a las normas de reparto y a las de competencia se
sabrá qué órgano jurisdiccional conocerá en cada asunto.
Las normas de competencia determinan el órgano jurisdiccional que está obligado a ejercer la
potestad jurisdiccional en un asunto concreto. Según prevé la Ley Orgánica del Poder Judicial,
en su artículo 9.1., los Juzgados y Tribunales ejercerán su jurisdicción exclusivamente en
aquellos casos en que les venga atribuida por esta u otra ley.
Criterios de determinación de la competencia.
Existen 3 modalidades de competencia:

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1. La competencia objetiva que determina el tipo de órgano que va a enjuiciar una causa
en primera (Audiencia Provincial) o única instancia (Tribunal Supremo).
2. La competencia funcional que determina qué órgano va a conocer de cada una de las
fases del proceso, de los recursos, de las posibles incidencias dentro de la tramitación
del proceso y de la ejecución.
3. La competencia territorial, dice, de todos los posibles órganos con competencia
objetiva cuál va a conocer del asunto concreto teniendo en cuenta el lugar en que se
encuentra ubicado.
La combinación de las tres modalidades de competencia permite saber cuál es el órgano que
va a conocer de un asunto concreto, en cumplimiento del derecho al juez legalmente
predeterminado.

COMPETENCIA OBJETIVA.
La competencia objetiva determina el tipo de órgano que va a enjuiciar en primera o única
instancia. En la Ley de Enjuiciamiento Criminal se utilizan tres criterios:
1. Persona contra la que se dirige el procedimiento (aforado1). Siendo éste el criterio
preferente.
2. Naturaleza de la infracción, según se trate de delito o delito leve.
3. Tipo de delito y la cuantía de la pena. Entendiendo en este caso la pena en abstracto, es
decir, la que prevé el Código Penal.
De la conjunción de los tres criterios aparecerá el órgano objetivamente competente. Ahora
bien, el fuero de la persona prevalece frente a cualquier otro.
Juzgados de Instrucción.
Se encuentran regulados en los artículos 87 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 14 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal.
En los Juzgados de Instrucción se procederá al enjuiciamiento (conocimiento y fallo) de los
delitos leves, excepto aquellos atribuidos al Juzgado de Violencia sobre la Mujer (violencia de
género). Se regirá por el procedimiento del habeas corpus2.
La sentencia que se dicte se hará de conformidad en el servicio de guardia en los juicios rápidos.
Juzgados de Violencia sobre la Mujer.
Se recoge en los artículos 87 ter de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 14 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal. Se crean por la Ley 1/2004, de 28 de diciembre, e medidas de
protección integral contra la violencia de género.
Tiene conocimiento y fallo (enjuiciamiento) de los delitos leves que les atribuya la ley y las
infracciones tipificadas en las amenazas leves (art.171.7.2. CP), las coacciones de carácter leve

1 Aforado: entre estas personas se encuentran los Diputados, los senadores, Presidente de la Xunta, Presidente del Tribunal
Supremo, entre otros.
2 Habeas corpus: procedimiento que tiene el detenido en aquellos casos en los que no se respetan los derechos del detenido o

se alarga el plazo de detención establecido en la Constitución Española.

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(art.172.3.2 CP) y en las injurias o vejaciones injustas leves (art.177.4 CP). También asume la
competencia para conocer de los procesos civiles a que se refiere el artículo 87 ter 3 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
El requisito es que el agresor sea hombre, cuando la víctima sea alguna de las siguientes
personas:
a. Sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada al autor por análoga
relación de afectividad, aun sin convivencia.
b. Sean descendientes, propios o de la esposa o conviviente, o a menores o personas con
la capacidad modificada judicialmente que con él convivan o que se hallen sujetos a la
potestad, tutela, curatela, acogimiento o guarda de hecho de la esposa o conviviente,
cuando también se haya producido un acto de violencia de género (es decir, exista
agresión contra la mujer).
Juzgados de lo Penal.
Artículo 89 bis de la Ley Orgánica del Poder Judicial y artículo 14 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal.
Se encargará del enjuiciamiento de delitos menos graves, esto es:
- Los castigados con pena privativa de libertad no superior a 5 años.
- Una pena de otra naturaleza no superior a 10 años.
- Pena de multa cualquiera que sea su cuantía.
Audiencia Provincial.
Se encuentra en el artículo 80 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y en el artículo 14 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Se encarga del enjuiciamiento (conocimiento y fallo) de los delitos graves, esto es:
- Los castigados con pena privativa de libertad superior a 5 años.
- Una pena de otra naturaleza superior a 10 años.
- El resto de delitos que fueren atribuidos por ley a la Audiencia Provincial.
El procedimiento aplicable será el ordinario (si la pena privativa de libertad fuere superior a
nueve años) o el abreviado (si la pena privativa de libertad fuere inferior a 9 años y superior a
5 años).
El artículo 82.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que, las Audiencias
Provinciales conocerán en el orden penal:
1. De las causas por delito, a excepción de los que la Ley atribuye al conocimiento de los
Juzgados de lo Penal o de otros Tribunales previstos en esta Ley.
2. De los recursos que establezca la ley contra las resoluciones dictadas por los Juzgados
de Instrucción y de lo Penal de la provincia.
Para el conocimiento de los recursos contra resoluciones de los Juzgados de
Instrucción en juicios por delitos leves la Audiencia se constituirá con un solo
Magistrado, mediante un turno de reparto.

3
Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

3. De los recursos que establezca la ley contra las resoluciones en materia penal dictadas
por los Juzgados de Violencia sobre la Mujer de la provincia. A fin de facilitar el
conocimiento de estos recursos, y atendiendo al número de asuntos existentes, deberán
especializarse una o varias de sus secciones de conformidad con lo previsto en el
artículo 98 de la presente Ley Orgánica. Esta especialización se extenderá a aquellos
supuestos en que corresponda a la Audiencia Provincial el enjuiciamiento en primera
instancia de asuntos instruidos por los Juzgados de Violencia sobre la Mujer de la
provincia.
4. Las Audiencias Provinciales conocerán también de los recursos contra las
resoluciones de los Juzgados de Menores con sede en la provincia y de las cuestiones
de competencia entre los mismos.
5. De los recursos que establezca la ley contra las resoluciones de los Juzgados de
Vigilancia Penitenciaria, cuando la competencia no corresponda a la Sala de lo Penal
de la Audiencia Nacional.
6. De los procedimientos de decomiso autónomo por los delitos para cuyo conocimiento
sean competentes.
Dentro de la Audiencia Provincial, se puede hablar del Tribunal de Jurado, éste se constituye
en el ámbito de la Audiencia Provincial (o del Tribunal Supremo o Audiencia Nacional), salvo
aforados. Le corresponde el enjuiciamiento de los siguientes delitos previstos en el artículo 1.2
de la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado:
a. Del homicidio (artículos 138 a 140).
b. De las amenazas (artículo 169.1.º).
c. De la omisión del deber de socorro (artículos 195 y 196).
d. Del allanamiento de morada (artículos 202 y 204).
e. De la infidelidad en la custodia de documentos (artículos 413 a 415).
f. Del cohecho (artículos 419 a 426).
g. Del tráfico de influencias (artículos 428 a 430).
h. De la malversación de caudales públicos (artículos 432 a 434).
i. De los fraudes y exacciones ilegales (artículos 436 a 438).
j. De las negociaciones prohibidas a funcionarios (artículos 439 y 440).
k. De la infidelidad en la custodia de presos (artículo 471).
Juzgados de Menores.
Regulado en el artículo 96.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Se rigen por la Ley 1/2000.
Se encarga del enjuiciamiento de los hechos delictivos cometidos por mayores de 14 años y
menores de 18.
Si la persona fuere menor de 14 años entrará la protección de menores desde un ámbito más
“civil”, regidos por la Ley de Protección de Menores.
Juzgado Central de Menores.
Regulado en el artículo 96.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Depende de la Audiencia
Nacional.
Se encarga del enjuiciamiento de los delitos cometidos por mayores de 14 años y menores de
18, tipificados como delitos en los artículos 571 a 580 del Código Penal (delitos de terrorismo).
4
Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

Juzgado Central de Instrucción.


Artículo 88 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Los Juzgados Centrales de Instrucción tramitarán los expedientes de ejecución de las órdenes
europeas de detención y entrega y de extradición pasiva.
También, la emisión y ejecución de otros instrumentos de reconocimiento mutuo de
resoluciones penales de la Unión Europea que les atribuya la Ley. Además, tramitarán las
solicitudes de información entre los servicios de seguridad de los Estados miembros de la
Unión Europea cuando requieran autorización judicial.
Juzgado Central de lo Penal.
Artículo 89 bis 3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Se encarga del enjuiciamiento y fallo de las causas por delitos menos graves del artículo 65
de la Ley Orgánica del Poder Judicial:
a. Delitos contra el titular de la Corona, su Consorte, su Sucesor, altos organismos de la
Nación y forma de Gobierno.
b. Falsificación de moneda y fabricación de tarjetas de crédito y débito falsas y cheques
de viajero falsos, siempre que sean cometidos por organizaciones o grupos criminales.
c. Defraudaciones y maquinaciones para alterar el precio de las cosas que produzcan o
puedan producir grave repercusión en la seguridad del tráfico mercantil, en la economía
nacional o perjuicio patrimonial en una generalidad de personas en el territorio de más
de una Audiencia.
d. Tráfico de drogas o estupefacientes, fraudes alimentarios y de sustancias farmacéuticas
o medicinales, siempre que sean cometidos por bandas o grupos organizados y
produzcan efectos en lugares pertenecientes a distintas Audiencias.
e. Delitos cometidos fuera del territorio nacional, cuando conforme a las leyes o a los
Tratados corresponda su enjuiciamiento a los Tribunales españoles.
Audiencia Nacional.
Se encarga del enjuiciamiento de los delitos graves del artículo 65 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial castigados con pena superior a 5 años, también de los procedimientos penados
iniciados en el extranjero.
Conocerá de las cuestiones de cesión de jurisdicción derivados de tratados internacionales
(art,23LOPJ), decisión sobre la euroorden y sobre extradición pasiva.
Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia.
Tratará las causas contra los aforados, en base del artículo 73.3 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial. En Galicia, se regirá por el artículo 11 del Estatuto de Autonomía de Galicia.
En este caso, el Tribunal del Jurado tendrá conocimiento de los delitos previstos en el artículo
1.2 de la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado cometidos por aforados propios de la
Comunidad Autónoma.

5
Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

Sala II del Tribunal Supremo.


Conoce de las causas contra los aforados, en base a los artículos 57.1, 57.2 y 57.3 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
En cuanto al Tribunal del Jurado tendrá conocimiento de los delitos previstos en el artículo
1.2 de la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado cometidos por aforados a nivel nacional.

COMPETENCIA FUNCIONAL.
La competencia funcional determina el órgano jurisdiccional que va a conocer de cada una de
las fases del proceso o en cada concreto acto procesal que se lleva a efecto (instrucción,
recursos, ejecución, etc.). Tiene un carácter automático y derivado del órgano competente en
primera instancia y del cauce procedimental que está siguiendo.
En cuanto a las manifestaciones y distribución de la competencia funcional, primeramente,
debe señalarse que la competencia para conocer de todas las incidencias que puedan surgir a lo
largo de un proceso corresponde al mismo órgano que está tramitando el asunto principal. En
cuanto a su distribución: instrucción y recursos.
Instrucción.
En los juicios por delitos leves no hay una auténtica instrucción, la misma se realiza por el
mismo órgano enjuiciador. En los procesos por delitos, los órganos encargados de la
instrucción son:
→ Los Juzgados de Instrucción, que instruyen los delitos cuyo enjuiciamiento es
competencia de los Juzgados de lo Penal, las Audiencias Provinciales y el Tribunal de
Justicia, salvo los actos de violencia de género.
→ Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer instruyen los delitos considerados como
violencia de género por la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la
Violencia de Género.
→ Juzgados Centrales de Instrucción instruyen los delitos que deben conocer el Juzgado
Central de lo Penal y la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional.
→ En los procesos penales contra aforados, cuyo enjuiciamiento corresponde a la Sala de
lo civil-penal de los Tribunales Superiores de Justicia o Sala II del Tribunal Supremo,
la instrucción corresponde a un magistrado de los mismos que después no podrá formar
parte de la Sala enjuiciadora.
Recursos devolutivos.
→ Recurso de apelación.

Cabe contra los autos de los Juzgados de Instrucción, de lo Penal, Centrales de Instrucción y
Centrales de lo Penal, conocen la Audiencia Provincial y la Audiencia Nacional. También cabe
contra las sentencias dictadas en primera instancia en los juicios de delitos leves, en este
caso el recurso ante la Audiencia Provincial lo resolverá un solo magistrado.
En el caso de las sentencias dictadas en primera instancia por los Juzgados de lo Penal y
Centrales de lo Penal, cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial o Audiencia
Nacional, respectivamente.
6
Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

En el supuesto de la sentencia dictada por el Tribunal del Jurado, cabe recurso de apelación
ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia.
Además, en las sentencias dictadas por la Audiencia Provincial, lo conocerá el Tribunal
Superior de Justicia donde tenga audiencia dicha provincia.
Por último, en las sentencias dictadas por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, se crea
la Sala de la Apelación de la Audiencia Nacional y que desde el año 2015 tendrá la potestad
para conocer de los recursos de apelación.
→ Recurso de queja.

En el proceso penal, cuando se habla de recurso de queja se hace referencia a dos tipos de
procesos, de un recurso autónomo y un recurso de queja instrumental.
El recurso autónomo se sigue en los procedimientos ordinarios donde sólo cabe ante los autos
interlocutorios de los Juzgados de Instrucción o centrales de Instrucción que no son
susceptibles de recurso de apelación conoce la Audiencia Provincial o la Audiencia Nacional
respectivamente (en el procedimiento abreviado contra estos autos sólo cabe la apelación).
También se tendría un recurso de queja instrumental, ya que sirve para que el órgano ad quo
limite el derecho de apelar. En este sentido, el recurso instrumental se introduce por inadmisión
de la apelación o por denegarse la preparación de la casación. Este recurso de queja cabe contra
los autos de la Audiencia Provincial o Audiencia Nacional que inadmitan el recurso de
apelación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia y la Sala de Apelación de
la Audiencia Nacional. También se interpondrá contra los autos de la Sala de lo Penal del
Tribunal Superior de Justicia o de la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional por
denegación del testimonio para recurrir en casación, siendo resuelto por la Sala II del Tribunal
Supremo (art.862LECrim.).
→ Recurso de casación.

El recurso de casación es un recurso extraordinario. La competencia para conocer del recurso


de casación, por infracción de ley o quebrantamiento de forma, corresponda a la Sala II (penal)
del Tribunal Supremo. Asimismo, también la Sala II del Tribunal Supremo conocerá del
recurso de casación para la unificación de doctrina en materia penitenciaria.

COMPETENCIA TERRITORIAL.
La competencia territorial establece, de todos los posibles órganos con competencia objetiva,
cuál va a conocer del asunto concreto teniendo en cuenta el lugar en que está ubicado.
Los criterios de distribución son los denominados fueros3, que pondrán en relación a un
determinado juzgado o tribunal con los hechos delictivos por los que procede.

3 El fuero servirá para adscribir territorialmente el conocimiento de un asunto a un conceto órgano judicial.

7
Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

Fuero preferente.
El fuero preferente y exclusivo es el lugar de comisión del hecho delictivo (forum delicti
commissi). Se da una excepción en el caso de violencia de género en el que el fuero preferente
es el lugar de domicilio de la víctima (art.15bisLECrim.).
A veces es complicada la aplicación práctica por la dificultad a la hora de determinar el lugar
en el que se cometió el delito. Es un dato más a investigar durante la fase de instrucción. Por
tanto, a veces, se toma con carácter provisional, siendo posible que durante la fase de
instrucción la competencia territorial se vea modificada.
Además, en determinados delitos es problemático determinar la competencia como, por
ejemplo, en delitos a distancia, delitos de riesgo, la tentativa de delito o un delito frustrado.
Para dichos casos en los que resulta difícil, la doctrina ha establecido tres teorías distintivas:
1. Teoría de la actividad: donde aparezca o se exteriorice la voluntad delictiva.
2. Teoría del resultado: el delito se comete donde se consuma (criterio seguido
generalmente por la jurisprudencia).
3. Teoría de la ubicuidad: como su nombre indica, lo que hace es entender que el delito se
realiza tanto donde se cometen los actos de ejecución, como en el lugar donde se
produce el resultado. Dicha teoría también ha sido utilizada por la jurisprudencia sobre
todo para los delitos cometidos a distancia (por ejemplo, una amenaza telefónica o por
e-mail).
En los delitos cuya competencia se atribuye a la Audiencia Nacional no habrá problema para
determinar territorialmente la misma, pues se extiende en todo el territorio nacional.
Fueros subsidiarios.
Los fueros subsidiarios se aplicarán cuando no es posible determinar el lugar de comisión del
hecho delictivo. El legislador, en el artículo 15, establece fueros subsidiarios que aparecen
ordenados de forma jerárquica:
1. El del término municipal, partido o circunscripción en que se hayan descubierto las
pruebas materiales del delito.
2. Si no se pudiere aplicar el término municipal, será el del término municipal o
circunscripción en el que el presunto reo haya sido aprehendido.
3. El de la residencia del presunto reo.
4. Cualquiera que hubiese tenido noticia del delito.
Esos fueros subsidiarios, además de ser establecidos de forma jerárquica, se caracterizan
también porque son provisionales. Esto significa que, en el mismo momento en el que conste
el lugar de comisión del hecho delictivo a lo largo del procedimiento, el que esté conociendo
acordará la inhibición a favor del competente (art.15.3 LECrim.).
− Tratamiento procesal de la falta de competencia.
Las normas de competencia son imperativas (art.8 LECrim.) y deben ser controladas tanto de
oficio como a instancia de parte en cualquier momento del proceso. El incumplimiento de las
normas de competencia conllevará la nulidad de actuaciones del órgano incompetente.

8
Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

a. Examen de oficio.
De acuerdo con el artículo 25, el juez o tribunal que se considere competente deberá promover
la competencia, asimismo, el tribunal que no se considere competente acordará la inhibición a
favor del competente, cuando considere que el conocimiento de la causa no le corresponde,
aunque sobre ello no haya precedido reclamación de los interesados ni del Ministerio Fiscal.
b. Denuncia de parte.
En cuanto a la denuncia de parte, se tienen dos vías:
→ Inhibitoria: se planteará o propondrá ante el juez o tribunal que se reputa competente.
→ Declinatoria: se plantea ante el juez o tribunal considerado incompetente y que está
sustanciando el procedimiento (art.26 LECrim).

LA CONEXIÓN.
El proceso penal ha de abrirse cuando aparezca una acción u omisión dolosa o imprudente
penada por la Ley, esto se deriva del artículo 10 del Código Penal.
Por tanto, para la averiguación y enjuiciamiento de cada hecho delictivo se abrirá un proceso
penal independiente, por lo que no se debe incoar una instrucción autónoma (art.17LECrim.).
La única excepción es que cuando hubiere una pluralidad de hechos delictivos y entre ellos se
dé algún criterio de conexión establecido por el legislador, los hechos se investigarán y
enjuiciarán en un solo proceso (art.300LECrim). Un ejemplo de ello es un delito continuado.
La conexión o conexidad es la relación existente entre hechos y/o sujetos intervinientes en
distintos ilícitos que recomienda su acumulación en un mismo procedimiento (investigación,
enjuiciamiento y fallo de todos ellos conjuntamente). Esto se hace por el principio de economía
procesal en el que un mismo procedimiento va a servir para tramitar varios delitos o un delito
cometido por varias personas y, sobre todo, para evitar sentencias contradictorias.
Los efectos de la conexión son:
− La acumulación de distintos procesos en un único procedimiento teniendo así una única
sentencia.
− Modificación de las normas de competencia objetiva y territorial. Muchas veces el
hecho de tener que acumular el enjuiciamiento hace que se modifiquen dichas normas.
Los delitos conexos se encuentran recogidos en el artículo 17 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal. Pudiéndolos clasificar teniendo en cuenta tres clases:
1. Conexión subjetiva. Son delitos conexos por relación a los actores:
a. Los cometidos simultáneamente por dos o más personas reunidas.
b. Los cometidos por dos o más personas en distintos lugares o tiempos si hubiera
precedido concierto para ello (atentado terrorista en el que varias personas se
ponen de acuerdo para efectuarlo en distintos sitios como sucedió en el Atentado
de Madrid en 2004).

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Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

c. Los cometidos por diversas personas cuando se ocasionen lesiones o daños


recíprocos (una pelea de noche en un pub donde habrá heridos en una parte y en
la otra).
2. Conexión objetiva. Parte del hecho que se ha cometido. Son delitos conexos los
cometidos por el mismo sujeto:
a. Como medio para perpetrar otros o facilitar su ejecución (un delito con
violencia; un secuestro y una agresión sexual; allanamiento de morada para un
robo).
b. Para procurar impunidad de otros delitos (ocultar un cadáver; destrucción de
pruebas; un blanqueo de capitales con una falsificación documental mercantil).
Es decir, la finalidad de que no se descubra otro delito que se ha cometido.
c. Los delitos de favorecimiento real y personal y el blanqueo de capitales respecto
del delito antecedente; un delito de malversación.
3. Conexión mixta. Son conexos los delitos que se imputen a un mismo sujeto al incoarse
contra él. Requisitos:
a. Si tuvieran analogía o relación entre sí, a juicio del órgano (delitos contra el
patrimonio, libertad sexual).
b. No hubieran sido penados hasta entonces (se vulneraría entonces el principio ne
bis in idem).
En cuanto a los efectos de la conexidad son:
a. La acumulación de distintos procesos en un único procedimiento, lo que dará lugar a
una sentencia. En este sentido, los pronunciamientos se extenderán a todos y cada uno
de los hechos enjuiciados.
b. Modificación de las normas de competencia objetiva y territorial.
En este caso, podrán ser enjuiciados en la misma causa a instancia del Ministerio Fiscal, si la
investigación y prueba del conjunto de los hechos resulta conveniente para su esclarecimiento
y determinación de las responsabilidades procedentes.
La modificación de reglas de competencia por conexión es la alteración de las reglas
generales sobre:
1. Competencia objetiva y conexidad.
a. La Audiencia Nacional es competente para conocer de los delitos conexos a los
que forman parte de su competencia.
b. Cuando estuvieran inculpadas en un proceso varias personas y alguna sea
aforada, el órgano competente para el enjuiciamiento del aforado lo estará
también para los demás acusados.
c. Cuando se trate de infracciones conexas que tengan señaladas penas distintas
(delitos graves, menos graves, leves...) será competente para todos aquél a quien
corresponda el enjuiciamiento del delito castigado con pena más grave.
d. En caso de delitos atribuidas al Tribunal del Jurado, éste extiende su
competencia al conocimiento de delitos conexos, excepto en el caso de
prevaricación y aquéllos que pueden enjuiciarse por separado sin que se rompa

10
Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

la continencia de la causa. Que pudieran dar lugar a sentencias contradictorias,


siendo acorde la tramitación conjunta.
e. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer es competente para conocer de los
delitos conexos, siempre que la conexión tenga su origen en los artículos 17.3 y
17.4 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
2. Competencia territorial y conexidad. Artículo 18 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal. Son Jueces y Tribunales competentes, por su orden, para conocer de las
causas por delitos conexos:
a. El del territorio en que se haya cometido el delito a que esté señalada pena
mayor.
b. El que primero comenzare la causa en el caso de que a los delitos esté señalada
igual pena.
c. El que la Audiencia o el Tribunal Supremo en sus casos respectivos designen,
cuando las causas hubieren empezado al mismo tiempo, o no conste cuál
comenzó primero.

11
Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

TEMA 4. LAS PARTES Y EL OBJETO EN EL PROCESO.

INTRODUCCIÓN.

CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN.
El concepto de parte puede ser definido como quien pretende y frente a quién se dirige el
ejercicio de una acción. De un lado se encuentra con la parte acusadora que es aquella que
solicita que se dicte una resolución de condena. Que solicite la resolución de condena no quiere
decir que es titular del ius puniendi que sólo le corresponde al Estado. Podrán ser parte
acusadora el Ministerio Fiscal1 y los demás acusadores, ya sean populares, particulares o
privados.
Por otro lado, se tiene la parte acusada que es aquella persona que se dirige la actuación del
Derecho penal. El acusado será el titular del derecho a la libertad.
Además, cuando se ejercita la pretensión civil para obtener la restitución de la cosa, la
reparación del daño o la indemnización del perjuicio causado por el delito, también se
encontrarán: la parte activa (que es la que pide, el actor civil) y la parte pasiva (responsable
civil; frente a quien se pide la responsabilidad civil).

1 El Ministerio Fiscal no ostenta el monopolio del ejercicio de la acción acusadora, sino que también puede ser ejercida por otros acusadores.

1
Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

Pluralidad de partes en el proceso penal.


En el proceso penal pueden intervenir distintos sujetos en las posiciones de parte activa y parte
pasiva.
1. Pretensión penal.
En cuanto a la posición activa, el Ministerio Fiscal no ostenta el monopolio de la acción penal,
ya que cualquier persona, sea o no la ofendida por el delito, puede intervenir en el proceso
como acusador. En esta posición se encuentra una excepción y es en los procesos por delitos
privados que sólo son perseguibles a instancia de parte en el que sólo pueden intervenir como
acusador el ofendido por el delito, aunque nada quita que puedan ser varios.
En la posición pasiva puede existir una pluralidad de sujetos en dicha posición del proceso, ya
sea cuando varias personas hayan participado en un hecho delictivo o cuando son varios los
hechos delictivos por varias personas, debiendo enjuiciarse conjuntamente por razones de
conexidad.
2. Pretensión civil.
Puede haber varios sujetos, ya sea en la posición activa, cuando varios perjudicados se
constituyen en actores civiles; o cuando en la posición pasiva, se dirige la pretensión frente a
varios responsables civiles.

PARTES ACUSADORAS.
Las partes acusadoras ocupan la posición activa en el proceso penal, instando durante la fase
de instrucción las diligencias necesarias para preparar el juicio y la adopción de medidas
precisas para ese mismo fin, y, durante la fase intermedia, formulan la acusación contra una
persona determinada. Además, cuando el ofendido no se reserva el ejercicio de la acción civil,
se entiende que también está siendo ejercita ésta, ya sea por el Ministerio Fiscal o el
ofendido/perjudicado por el delito.
Tendrá la posición activa en la fase de instrucción instando las diligencias necesarias para
preparar el juicio y la adopción de medidas. Y, en la fase intermedia, formulará la acusación
contra una persona determinada.
El Ministerio Fiscal.
El Ministerio Fiscal es un órgano del Estado que tiene asignadas, por el artículo 124 de la
Constitución Española, las funciones de:
• Promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los
ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los
interesados.
• Velar por la independencia de los tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del
interés social.
El Ministerio Fiscal se encuentra regulado en el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.

2
Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

Legitimación del Ministerio Fiscal.


La legitimación del Ministerio Fiscal es extraordinaria, siéndole reconocida por la ley en los
artículos 124 de la Constitución Española, 105 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y en el
Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.
Tendrá legitimación:
− En los delitos públicos que sean perseguibles de oficio: podrá actuar para el ejercicio
de la acción penal en todo caso, debiendo promover la acusación y entablar la acción
civil.
− En los delitos semipúblicos en los que necesitan previa demanda del ofendido como
requisito necesario para la iniciación del proceso, pero después tras la denuncia el
Ministerio Fiscal intervendrá como si se tratase de un delito público.
− En los delitos perseguibles a instancia de parte. En éstos no cabe la intervención del
Ministerio Fiscal. En los que es una cuestión meramente privada, siendo la única parte
la del acusador privado.
En cuanto a la acción civil, si el ofendido no se reservare la acción civil se entenderá que dicha
acción también está siendo ejercitada (art.112LECrim.). Podrá ser ejercitada por el Ministerio
Fiscal (art.108LECrim.) y el ofendido perjudicado por el delito.
Principios de actuación del Ministerio Fiscal.
Los principios de actuación del Ministerio Fiscal son los principios de legalidad e
imparcialidad.
El principio de legalidad quiere decir que su actuación está sujeta a la Constitución Española
y demás normas del ordenamiento jurídico, ejercitando las acciones procedentes u oponiéndose
a las indebidamente actuadas en la medida y forma en que las leyes lo establezcan.
Desde que la comisión del hecho delictivo resulte perseguible de oficio, el Ministerio Fiscal
está obligado a ejercitar la acusación.
El proceso penal español se rige por dicho principio de legalidad. Pero debe mencionarse que
hay ciertas excepciones en cuanto a los menores y en cuanto a los delitos leves.
Por otro lado, el principio de imparcialidad quiere decir que el Ministerio Fiscal actuará con
objetividad e independencia en defensa de los intereses que tienen encomendados. Así, instará
tanto el castigo del culpable formulando la acusación, como la absolución del inocente,
oponiéndose a la acusación formulada por otro.
Principios de organización del Ministerio Fiscal.
Los principios de organización del Ministerio Fiscal son la unidad y la dependencia jerárquica.
El principio de unidad manifiesta que el Ministerio Fiscal es único en todo el Estado,
debiendo promover una misma interpretación y aplicación de normas (instrucciones emanadas
en última instancia del Fiscal General del Estado, jefe y representante).
La dependencia jerárquica es la estructura jerarquizada para garantizar la unidad de
actuación; los fiscales son independientes frente al resto de órganos, pero dependientes respecto
al superior jerárquico (imposición de criterios).

3
Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

Requisitos.
Se tienen tres tipos de requisitos:
− Requisito subjetivo.
o No problemas de capacidad o postulación.
o Legitimación extraordinaria, viene reconocida por ley (arts.124CE y
105LECrim y Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal).
− Requisitos objetivos. Ejercita las acciones penal y civil, salvo reserva o renuncia
expresa y aunque sea ejercitada pro acusador particular o actor civil.
− Requisitos de actividad.
o Querella (regla general, siendo la forma normal en la que el Ministerio Fiscal
inicia un procedimiento)
o Personación posterior a denuncia (por ejemplo, un delito semipúblico).
El Ministerio Fiscal actuará en delitos públicos y semipúblicos, a excepción de los casos con
circulación o personación de personas menores de edad, necesitadas de especial protección o
desvalidas, en cuyo caso bastará con la denuncia del Ministerio Fiscal.
Intervención del Ministerio Fiscal en el proceso.
El Ministerio Fiscal puede recibir denuncias, es decir, practicará u ordenará a la Policía
Judicial la práctica de actuaciones conducentes a la comprobación del hecho y de la
responsabilidad de quienes participaran en el mismo:
a. Carácter del delito: instará a la autoridad judicial para que incoe diligencias previas
remitiéndole lo actuado. Es decir, para que ponga en marcha el proceso penal.
b. Si no es constitutivo de delito: decretará el archivo de las actuaciones (comunica al
ofendido para que pueda reiterar la denuncia ante el juez de instrucción). Debe ponerlo
en conocimiento de la víctima que puede volver a presentar su denuncia, pero en este
caso ante la autoridad judicial.
El Ministerio Fiscal puede actuar en la investigación preliminar, practicando u ordenando
las diligencias de investigación que estime pertinentes para el esclarecimiento de los hechos,
a cuyo fin depende de él la Policía Judicial, antes de que se proceda a la apertura del
procedimiento, salvo que estén reservadas a la autoridad judicial. Además, le corresponde la
inspección directa en la formación del sumario, sin que la investigación pueda declararse
secreta para ellos.
En la fase de instrucción, el Ministerio Fiscal podrá instar la práctica de diligencias de
investigación, además de la adopción de medidas que considere necesarias para el buen fin de
la investigación.
En cuanto a la fase intermedia, en ella podrá pedir la conclusión del sumario y que se remita
a lo actuado al tribunal competente; solicitar la revocación o confirmación del auto de
conclusión del sumario. También puede instar el sobreseimiento si entiende que concurre
alguno de los requisitos legales, o podrá instar la apertura del juicio oral.
Si el Juez o Tribunal decreta la apertura del juicio oral, el Ministerio Fiscal formulará el escrito
de acusación o calificación o pedirá la absolución de quien considere inocente de la acusación
que otro hubiere formulado.

4
Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

Deberá, por último, entablar la acción civil junto con la penal, salvo que el ofendido hubiera:
renunciado expresamente a su derecho de restitución, reparación o indemnización; reservando
la acción civil para ejercitarla posteriormente en el proceso civil.
La acusación popular.
Si bien el Estado asume la persecución del hecho delictivo, como especialidad del sistema
español, los ciudadanos también podrán participar en la Administración de Justicia como
particulares, siendo ésta una forma de control al Ministerio Fiscal que perderá el poder absoluto
acusatorio, es decir, cualquier ciudadano puede ejercer la acción penal. Ello se lleva a cabo con
el proceso de la acusación popular.
El artículo 125 de la Constitución Española establece que los ciudadanos podrán ejercer la
acción y participar en la Administración de Justicia mediante la institución del Jurado, en la
forma y con respecto a aquellos procesos penales que la ley determine, así como en los
Tribunales consuetudinarios y tradicionales.
Por su parte, el artículo 19.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial nos dice que los ciudadanos
de nacionalidad española podrán ejercer la acción popular, en los casos y formas establecidos
en la ley.
Por último, los artículos 101 y 270 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, nos dicen a grandes
rasgos, que la acción penal es pública y que todos los ciudadanos españoles podrán ejercitarla
con arreglo a las prescripciones de la Ley.
En los delitos o faltas perseguibles de oficio, cualquier ciudadano puede mostrarse parte activa
junto al Ministerio Fiscal hasta el momento de la calificación ejercitando la acción penal e
interviniendo en todo el procedimiento.
En cuanto a los requisitos objetivos es que sólo puede actuar en los delitos públicos.
En los requisitos subjetivos, (arts.125CE y art.191LOPJ), parece desprenderse que sólo los
ciudadanos españoles pueden ostentar dicha acusación, pero al pertenecer a la Unión Europea,
también la puede ostentar cualquier ciudadano de la Unión Europea. Además, una persona
jurídica puede ostentar la acusación popular, por ejemplo, los ayuntamientos o el mismo Estado
personándose como acusación popular en un procedimiento.
Debe mencionarse que existen dentro de estos requisitos subjetivos, una serie de restricciones
de la legitimación. El artículo 102 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que no
tendrán legitimación aquellos que no gocen de la plenitud de derechos civiles, o aquellos que
hubieren sido condenados dos veces por sentencia firme como autor de delito de una querella
calumniosa. Por último, tampoco tendrán dicha legitimación los jueces y magistrados. Por otra
parte, el artículo 103 nos dice que tampoco podrán los cónyuges entre sí y tampoco los
ascendientes, descendientes y hermanos.
A parte de estos requisitos objetivos y subjetivos, se tienen los requisitos de actividad
(arts.110, 270, 277 y 280). La única forma que tiene una persona para personarse o ejercitar la
acusación será mediante querella, independientemente del momento en que se persone en el
procedimiento. Además, existe un límite percusivo, que es la presentación del escrito de
acusación. Es necesaria la presencia de abogado y procurador (siendo también un requisito para
la querella) y la constitución de una fianza de la clase y cuantía fijada por el Tribunal.

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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

Acusación particular.
Es aquella persona física o jurídica que, habiendo sido ofendido o agraviado por los hechos
delictivos, se constituye en parte activa en el proceso penal instando el castigo del responsable
criminal. Dicha condición de víctima es la que nos permite diferenciarla del acusador popular.
En cuanto a los requisitos objetivos, el acusador particular intervendrá en los delitos públicos
y, por lo que se refiere a los delitos semipúblicos, si lo desea la víctima puede intervenir.
En cuanto a los requisitos subjetivos, la capacidad para ser parte, es decir, la aptitud para
ser titular de derechos y obligaciones, la ostentarán las personas físicas desde el mismo
momento del nacimiento, mientras que las personas jurídicas la ostentarán desde su válida
constitución, dentro de éstas se incluyen al Estado, las Comunidades Autónomas y las
corporaciones locales.
Respecto a la capacidad procesal, ésta es la aptitud para ejercer dichos derechos. En el caso
de las personas físicas, éstas la tendrán a partir de la mayoría de edad. En caso de las personas
jurídicas será a través de los órganos de representación. Si la persona física no tuviere capacidad
procesal actuará una persona en su representación.
Por último, la legitimación, será ostentada por el ofendido del delito, esta legitimación se
recogerá en el artículo 2 de la Ley del Estatuto de la Víctima, dicha ley recoge el concepto de
legitimación en sentido amplio, incluyéndose al ofendido, perjudicado...
Con respecto a los requisitos de actividad (art.109), puede constituirse como acusador
particular a través de la querella, teniendo en cuenta el límite establecido en el artículo 110 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal. No obstante, por dicha condición de víctima del delito debe
hacérsele lo que se conoce como ofrecimiento de acciones, es decir, informar a la víctima
cuáles son sus derechos en relación con el procedimiento penal (acción civil, acción penal,
Ministerio Fiscal, indemnización, ayudas...)
Aquí no es necesaria la prestación de la fianza (art.281LECrim.), salvo en el caso de los
extranjeros que tendrán que prestar fianza.
Acusador privado.
El acusador privado es la parte acusadora necesaria en los procesos penales por los hechos
delictivos perseguibles sólo a instancia de parte (calumnia e injuria contra particulares). Se
denomina necesaria puesto que si la víctima no interpusiese la demanda no se podría seguir el
procedimiento.
Como es la única parte en el proceso, se exige que, en este caso, la víctima inste el curso de las
actuaciones, ya que en el caso de que no lo hiciera, se entenderá por abandonada la querella.
Una de las cuestiones a destacar es el poder de disposición, sobre todo en el inicio del proceso
porque sólo podrá él iniciar el proceso a través de la querella. Pero, además, disponen de la
conclusión del proceso ya que en esta clase de delitos el perdón del ofendido extingue la
acción, o la renuncia de la acción prevista en los artículos 275 y 276.
En los requisitos objetivos, únicamente interviene en los delitos privados.

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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

En cuanto a los requisitos subjetivos, la capacidad para ser parte, será igual que la que se
ha visto anteriormente, es decir las personas físicas por el mero hecho del nacimiento y las
personas jurídicas, desde su válida constitución.
La capacidad procesal, también será igual que la vista, es decir, en el caso de personas físicas
siendo mayores de edad y, en las personas jurídicas, a través de los órganos de representación.
Estará legitimado el ofendido por el delito. En caso de fallecimiento, los causahabientes
ostentarán dicha legitimación.
Por último, en los requisitos de actividad, es necesaria la querella. En este caso, ésta no sólo
sirve para que se constituya como parte, sino para que se inicie el procedimiento penal. Dicha
querella viene condicionada por dos presupuestos:
− Es necesario intentar la conciliación con el querellado con carácter previo a presentar
la demanda (art.804), o incluso haberla celebrado sin efecto, para evitar así el proceso
penal.
− En el caso de que la injuria o calumnia fuere vertida en un juicio, el artículo 805, nos
dice que hace falta la licencia del juez o tribunal que hubiere conocido del proceso.
Por tanto, esta querella que es necesaria para iniciar el proceso, debe ir acompañada del acta
de conciliación sin efecto, o bien de la licencia del juez o tribunal.

PARTES ACUSADAS.
Las situaciones jurídico-procesales que se va a encontrar son:
− Investigado: es la denominación inicial del sujeto a quien se le atribuye, mediante la
querella o el atestado, la participación de hechos ilícitos. Por lo que se hace necesaria
la notificación de la situación o la adquisición de la condición de sujeto pasivo para
ostentar así el ejercicio de su defensa.
− Procesado: denominación que se da en el proceso ordinario por delitos graves, cuando
en la Fase de Instrucción se dicta el auto de procesamiento por apreciarse indicios
racionales de criminalidad (art.384 LECrim.).
− Acusado: sujeto frente a quien se dirige la acusación; escrito de acusación o
calificaciones provisionales formulados al comienzo de juicio oral.
− Condenado / Absuelto: según la sentencia.
− Recurrente / Recurrido: en función de la posición que adopte en el recurso.
El investigado.
El investigado es la parte pasiva necesaria del proceso penal que se ve sometido al proceso y
se encuentra amenazado en su derecho a la libertad o en el ejercicio y disfrute de otros derechos
cuando la pena sea de naturaleza diferente a la privativa de libertad (derecho de sufragio,
derecho a circular con vehículos de motor, etc.).
Es parte y actúa en el proceso por un derecho propio, su derecho a la libertad o un derecho
diferente que depende de cuál sea la petición de condena de la parte acusadora. Será parte
pasiva ya que ocupa la posición contraria a quienes ejercitan la acción penal. Además, será
parte necesaria puesto que no se podrá entrar en el juicio oral si no existe persona contra quien

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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

se dirija la acusación. De ahí que una diligencia de investigación imprescindible sea la de


averiguar y hacer constar la culpabilidad de los delincuentes, pues de lo contrario habría que
dictar auto de sobreseimiento temporal (art.299 y 241.2LECrim.).
La condición de investigado se adquiere desde el momento que se dirigen contra una persona
actuaciones penales.
Dicha condición se perderá:
a. Cuando finaliza el proceso.
b. Cuando la autoridad judicial aparta al imputado del procedimiento sobreseyendo
respecto de él las actuaciones.
Requisitos subjetivos.
1. Personas físicas.
Tendrán capacidad para ser parte aquellas personas físicas, vivas, determinadas y presentes.
La muerte extingue la responsabilidad penal, impidiendo que se inicie el proceso o poniendo
fin al mismo.
La acusación frente a una persona determinada se hará en la fase de instrucción donde ésta será
identificada.
Además, cabe la imposibilidad de enjuiciar en aquellos casos de rebeldía en los que será
necesaria la localización y la presencia del acusado.
En cuanto a la capacidad procesal, ésta será la aptitud necesaria para participar
conscientemente en el proceso, comprendiendo la acusación formulada contra la persona y
ejerciendo el derecho de defensa.
Habrá una serie de puntualizaciones en los artículos 381, 382 y 383 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal.
En primer lugar, en cuanto a los menores de 14 años se adoptarán medidas de protección. Luego
en aquellos casos de menores entre 14 y 18 años, podrán intervenir para pedir la inhibición a
favor del Juez de Menores (art.279.1LECrim. y art.2LORM)
Por último, en cuanto a la exención de responsabilidad, es decir, serán inimputables por
enajenación mental o alteración de la realidad, por lo que se adoptarán medidas en sentencia
absolutoria.
Para finalizar con las personas físicas, la legitimación, se ostentará por el mero hecho de que
se realice la imputación.
2. Personas jurídicas.
Anteriormente actuaba el principio de societas delinquere non potest, es decir, eran incapaces.
Actúan a través de sus órganos que están integrados por personas físicas, que serán las que
asuman la responsabilidad criminal.
En la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio, se regula la responsabilidad penal de las personas
jurídicas. Pudiendo ser investigadas, acusadas y condenadas. Es por ello que así serán
responsables por delitos cometidos en su nombre, o por su cuenta y en su provecho, por sus

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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

representantes y administradores de hecho o de derecho. Así como por delitos cometidos por
sus dependientes sobre los que no se hubiera ejercido el debido control (art.31bisCP). Además,
se hace una lista de delitos que pueden cometer las personas jurídicas como, por ejemplo, el
tráfico ilegal de órganos, la prostitución y corrupción de menores, el blanqueo, etc.
La Ley 37/2011 reforma la Ley de Enjuiciamiento Criminal reconociendo a las personas
jurídicas como sujetos pasivos del proceso penal.
Es importante saber que:
En primer lugar, sólo las personas jurídicas a las que el ordenamiento reconoce personalidad
jurídica podrán ser condenadas. Por lo tanto, si no cumplen los requisitos legales o carezcan de
personalidad no podrán ser enjuiciadas como responsables. El Código Penal prevé que en estos
casos responderán a través de consecuencias accesorias de la pena, reguladas en el artículo 129
del Código Penal.
En segundo lugar, se exceptúan al Estado, las Administraciones Públicas territoriales, los
Organismos reguladores, los Organismos Internacionales de Derecho Público, entre otros.
3. Legitimación.
La legitimación pasiva se adquiere desde el momento en que se dirige contra una persona una
imputación y se mantiene hasta el fin del proceso (ya sea por sobreseimiento o por sentencia).
Cuando la imputación desaparece, también desaparece la legitimación pasiva.
4. Postulación.
El investigado (imputado) tiene derecho a estar asistido por abogado desde el primer momento
(imputación; arts.17.3 y 24.2CE), por tanto, será designado de oficio, salvo que el propio
imputado designe uno de confianza. En el caso de delitos leves, la intervención del abogado es
potestativa. Tras la apertura del Juicio Oral, el abogado tiene habilitación legal para representar
a su defendido (art.768).
En cuanto al procurador, sólo será necesario en el momento en que el imputado tenga que
presentar el escrito de defensa. Se designará de oficio si no lo hiciere el propio imputado.
Ausencia del imputado en el proceso.
Principio de contradicción.
En la fase de instrucción no es imprescindible la presencia del sujeto pasivo una vez que se ha
formulado la imputación, ya que la finalidad de la instrucción se cumple igualmente sin la
presencia del imputado.
La presencia del imputado es una carga procesal, de tal forma que su ausencia le impedirá
solicitar diligencias de investigación. Ahora bien, el juez debe citar al imputado para ser oído
durante la fase de instrucción y podrá decretar contra él, si lo estima oportuno, una medida
limitativa de su libertad.
En la fase del juicio oral es imprescindible la presencia del acusado en el juicio oral para que
se pueda celebrar y dictar una sentencia, salvo las excepciones previstas para el juicio de faltas
y el procedimiento abreviado.

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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

❖ Requisitoria2.
Se encuentra regulada en los artículos 834 y 835 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Es un
documento en el que consta la orden judicial de localización del imputado en paradero
desconocido y su puesta a disposición del órgano judicial.
Según lo dispuesto en el artículo 835 será llamado y buscado por requisitoria:
− El investigado que al ir a notificarle cualquier resolución judicial no fuere hallado en
su domicilio por haberse ausentado, si se ignorare su paradero y el que no tuviere
domicilio conocido.
− El que se hubiere fugado del establecimiento en el que se hallare detenido o preso.
− El que, hallándose en libertad provisional, dejare de concurrir a la presencia judicial el
día que le esté señalado o cuando sea llamado.
La persona jurídica sólo será llamada por requisitoria, cuando no se haya podido citar por falta
de domicilio social conocido (art.839 bis LECrim.).
El contenido de la requisitoria, cuando el imputado sea una persona física se encuentra
regulado en el artículo 837 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y es el siguiente:
a. Datos personales del investigado (nombre, apellidos, cargo, profesión u oficio y las
señas por las que pueda ser identificado).
b. Hechos delictivos por los que se procede.
c. Territorio en el que se presume que se encuentra.
d. Causas que dieron lugar a la expedición de la requisitoria.
e. Centro al que debe ser conducido si se decretó su detención o prisión.
f. Cuando no se haya decretado su detención, plazo para que se presente ante el órgano
judicial con el apercibimiento de ser declarado en rebeldía en otro caso.
En, cambio, si el imputado fuere una persona jurídica, será:
a. Datos identificativos de la entidad.
b. Delito que se imputa.
c. Obligación de comparecer en el plazo fijado, con abogado y procurador, ante el Juez
de la causa.
La requisitoria en caso de persona física se enviará a los Jueces de instrucción en cuyo
territorio haya motivos para sospechar que se encuentre el imputado. Se publicará en el BOE
y en el Boletín Oficial de la provincia respectiva. Además, en el Procedimiento Abreviado se
previene su inserción en las Órdenes Generales de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y,
cuando el Juez lo considere oportuno, su publicación en los medios de comunicación escrita.
En cambio, cuando se trata de una persona jurídica se publicará en el BOE y, en su caso, en el
BORME o en cualquier otro periódico o diario oficial relacionado con la naturaleza, objeto
social o las actividades del ente investigado.
❖ Rebeldía.

2 Acto del Juez de Instrucción que ordena la localización de un sujeto y la puesta a disposición del órgano judicial.

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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

La rebeldía es esa situación procesal declarada formalmente cuando el investigado no


comparece ante el órgano judicial en el plazo previsto en la requisitoria o no es localizado y
puesto a disposición del juez en el plazo determinado en la misma.
Puede tener diferentes efectos.
− En la fase de instrucción: declarada la rebeldía, la tramitación continúa hasta su
finalización, suspendiéndose el curso de las actuaciones y archivándose los autos y las
piezas de convicción susceptibles de conservación.
− En la fase de juicio oral, la declaración de rebeldía producirá la suspensión del juicio
y se archivarán los autos en espera de que aparezca el acusado rebelde. En todos estos
casos, la suspensión dura hasta que el rebelde se presenta o sea encontrado. Cuando se
presenta o sea encontrado, se abrirá nuevamente el procedimiento para continuarlo
según su estado. Cabrá una serie de excepciones: juicios por delitos leves y
procedimientos abreviados en aquellos casos en que se cumplan con los requisitos
legales.
Si el condenado se oculta o se fuga tras la notificación de una sentencia y estando pendiente
un recurso, éste se sustanciará hasta obtener sentencia firme, debiendo nombrarse abogado y
procurador de oficio.
En caso de que se diere una pluralidad de acusados y no se encontraren todos en rebeldía,
se suspende el proceso respecto de los rebeldes y continuará para el resto.
Extradición activa.
Cuando el investigado se encuentre en un país extranjero, el juez que conozca de la causa, de
oficio o a instancia de parte, podrá pedir al Gobierno que proponga su extradición.
En los países de la Unión Europea, el mecanismo de entrega se seguirá según la Orden Europea
de detención y entrega emitida conforme a lo dispuesto en la Ley 23/2014, de 20 de noviembre
de reconocimiento de resoluciones penales en la Unión Europea.
Requisitos:
1. Resolución judicial solicitando la extradición del órgano judicial competente para
conocer la causa (resolución fundada en forma de auto; art.829LECrim.).
2. Se haya dictado auto motivado de prisión o recaída sentencia firme contra los acusados
a que se refiere.
3. Que el acusado o condenado se encuentre en alguno de los casos del artículo 826 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal.

ESPECIALIDADES DEL PROCEDIMIENTO ABREVIADO Y


PROCEDIMIENTO DE DELITOS LEVES.
En ciertos casos, la ausencia injustificada del acusado no impedirá la celebración del Juicio
Oral. Veremos los requisitos para el procedimiento abreviado y para el procedimiento para el
juicio por delitos leves.
Los requisitos para el procedimiento abreviado son las siguientes:

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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

1. Que durante el procedimiento se le hubiera requerido para que designara un


domicilio en España en el que se harán las notificaciones a no ser que una persona las
reciba en su nombre, con la advertencia de que la citación así realizada permitirá la
celebración del Juicio en su ausencia en los supuestos del artículo 786 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal.
2. Que hubiera sido citado personalmente o en el domicilio o en la persona a que se refiere
el artículo 775.
3. Solicitud de alguna de las partes acusadoras.
4. Que la pena solicitada no exceda de 2 años de privación de libertad o, si fuera de
distinta naturaleza, cuando su duración no exceda de 6 años.
5. Siempre será necesaria la presencia del abogado defensor del acusado.
6. La ausencia del acusado debe estar injustificada.
Celebrado el Juicio Oral, condenado el acusado ausente, cabe que este comparezca o sea
encontrado por la policía, en cuyo caso debe ofrecérsele la posibilidad de imponer recurso
contra aquélla (Recurso de anulación).
Los requisitos para el procedimiento para el juicio por delitos leves, es que la ausencia
injustificada del acusado no suspenderá la celebración del juicio, siempre que conste habérsele
citado con todas las formalidades previstas en la ley. Así lo establece el artículo 971 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal.

PARTES CIVILES.
El actor civil.
En sentido amplio, el actor civil es cualquier de las partes acusadoras que ejercita la acción
civil en el proceso penal. Mientras que, en su sentido estricto, es toda persona física o jurídica,
distinta del acusador, que únicamente ejercita la acción civil en el proceso penal.
Su intervención en el proceso será distinta dependiendo de la fase en la que se encuentre:
− En la fase de instrucción podrá instar la práctica de todas las diligencias que sean
necesarias para la determinación y aseguramiento de la pretensión civil.
− En el juicio oral podrá intervenir en las sesiones en la medida en que su actuación sea
necesaria para la obtención de la tutela de su derecho.
En cuanto a los requisitos objetivos éste sólo ejercita la acción civil. Por su parte, en cuanto a
los requisitos subjetivos:
− La capacidad para ser parte será ostentada por todas las personas físicas y por las
personas jurídicas desde su válida constitución.
− La capacidad procesal será, en las personas jurídicas, a través de sus órganos de
representación; mientras que, por las personas físicas por el procurador y, si éste no
compareciere, por su representante.
− La legitimación la ostentará el perjudicado y, en su defecto, los herederos.
Por último, en cuanto a los requisitos de actividad:
− Si no se querellare, tras el ofrecimiento de acciones, hará un acto de personación.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

− Podrá renunciar a la acción civil o reservarla para el proceso civil posterior.


El responsable civil.
El responsable civil es la persona contra la que se dirige la pretensión de restitución de la
cosa, resarcimiento del daño o indemnización del perjuicio derivado de la comisión del
hecho delictivo. Se regula en los artículos 109 y siguientes del Código Penal.
Cuando la sentencia dictada en el proceso penal fuera absolutoria porque los hechos no sean
constitutivos de delito o falta, habrá que acudir a otros preceptos que regulen un ilícito de otra
naturaleza (preceptos de naturaleza civil, arts.1093 y 1902ssCC).
Clases de responsabilidad.
Se encuentra, en primer lugar, con la responsabilidad civil directa:
1. Aquellos que sean penalmente responsables por hechos propios como autores o
cómplices (art.116CP; pár.1 y 2).
Toda persona criminalmente responsable de un delito lo es también civilmente si del hecho se
derivaren daños o perjuicios. Si son dos o más los responsables de un delito los jueces o
tribunales señalarán la cuota de que deba responder cada uno.

Los autores y los cómplices, cada uno dentro de sus respectivas clases, serán responsables
solidariamente entre sí por sus cuotas y subsidiariamente por las correspondientes a los demás
responsables.

2. En base a lo establecido en el artículo 117 del Código Penal, la compañía aseguradora


puede ser responsable civil directo solidariamente, con los que lo sean criminalmente,
y hasta el límite de la indemnización legalmente establecida o convencionalmente
pactada.
3. Terceros que hubieran participado por título lucrativo de los efectos de un delito hasta
el límite de su participación (art.122 CP).
4. Supuestos de exención de la responsabilidad criminal, no se extingue la pretensión de
reparación. En cuanto a la inimputabilidad por anomalía o alteración psíquica o
alteración grave de la percepción desde el nacimiento o la infancia, la responsabilidad
civil recae sobre las personas que los tengan bajo su potestad o guarda legal o de hecho,
siempre que por su culpa hubiera negligencia. En cuanto a los menores de 18 años, la
responsabilidad solidaria corresponderá a los padres, tutores, acogedores o guardores
legales o de hecho, por este orden. En el miedo insuperable, la responsabilidad civil
corresponderá a los que hubieran causado el miedo y, en su defecto, los que han
ejecutado el hecho. Por último, se añadirá el estado de necesidad (art.118CP), persona
en cuyo favor se hubiese precavido el mal, esa persona está exenta de responsabilidad
civil.
En segundo lugar, la responsabilidad civil subsidiaria. Son también responsables civilmente,
por insolvencia de los que lo sean criminalmente:
1. Los padres o tutores, por los daños y perjuicios causados por los delitos cometidos por
los mayores de 18 sujetos a patria potestad o tutela y que viven en su compañía, siempre
que haya su parte de culpa o negligencia.
2. Las personas naturales o jurídicas titulares de medios de comunicación o difusión
escrita, hablada o visual, por los delitos cometidos utilizando los medios de los que sean

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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

titulares, dejando a salvo lo dispuesto en el artículo 212. La responsabilidad será


solidaria, si se tratare de calumnia, injuria, propaganda por imprenta, radio difusión o
cualquier otro medio.
3. Las personas naturales o jurídicas, en los casos de delitos cometidos en los
establecimientos de los que sean titulares, cuando por parte de los que los dirijan o
administren, o de sus dependientes o empleados, se hayan infringido los reglamentos
de policía o las disposiciones de la autoridad que estén relacionados con el hecho
punible cometido, de modo que éste no se hubiera producido sin dicha infracción. Por
ejemplo, el bullying o robo en un banco.
4. Las personas naturales o jurídicas dedicadas a cualquier género de industria o comercio,
por los delitos que hayan cometido sus empleados o dependientes, representantes o
gestores en el desempeño de sus obligaciones o servicios (art.120).
5. Las personas naturales o jurídicas titulares de vehículos susceptibles de crear riesgos
para terceros, por los delitos cometidos en la utilización de aquellos por sus
dependientes o representantes o personas autorizadas.
6. Los Entes públicos responden subsidiariamente de los daños causados por los
penalmente responsables de los delitos dolosos o culposos, cuando éstos sean autoridad,
agentes y contratados de la misma o funcionarios públicos en el ejercicio de sus cargos
o funciones siempre que la lesión sea consecuencia directa del funcionamiento de los
servicios públicos que les estuvieren confiados, sin perjuicio de la responsabilidad
patrimonial derivada del funcionamiento normal o anormal de dichos servicios exigible
conforme a las normas de procedimiento administrativo, y sin que, en ningún caso,
pueda darse una duplicidad indemnizatoria (art.121).

OBJETO DEL PROCESO PENAL.


Objeto principal: pretensión penal.
La pretensión penal será la declaración de voluntad a través de la cual se dirige contra el
acusado, en la que se solicita al Juzgado o Tribunal de lo Penal una sentencia de condena, al
cumplimiento de una pena o medida de seguridad fundada en la comisión por aquél del hecho
punible.
El elemento objetivo del objeto principal es que la comisión del hecho punible o del hecho
tipificado se atribuya al imputado como:
− Hecho histórico.
− Subsumible en tipos penales.
− La calificación jurídica no es elemento esencial ya que el tribunal podrá modificar la
calificación jurídica sustentada por acusación cuando la nueva subsunción jurídica del
hecho corresponda a personas jurídicas tuteladoras de bienes jurídicos homogéneos.
El elemento subjetivo será el imputado3. Este es el sujeto al que se le imputa la comisión de
un hecho punible. Debe determinarse necesariamente en la fase de instrucción, para dirigir la
acusación frente a una persona concreta.

3 El acusador no es el elemento subjetivo; es irrelevante. El acusador no determina ni delimita la pretensión penal, no ejercita un derecho
propio, sino que sólo interviene formalmente.

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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra

Nadie puede ser acusado sin haber sido, con anterioridad en la instrucción, declarado
judicialmente imputado.
Objeto eventual: pretensión civil.
La pretensión civil es la declaración de voluntad, dirigida contra el acusado o el responsable
civil, por la que se solicita la condena de aquel a la restitución de la cosa, la reparación del
daño o la indemnización de los perjuicios.
Los elementos esenciales objetivos son:
− Fundamentación o causa pretendi, es el hecho delictivo que ha producido el daño o
perjuicio.
− La petición, ya sea la restitución de la cosa, la reparación del daño o la indemnización
de perjuicios.
En cuanto a los elementos esenciales subjetivos:
− Actor civil.
− Responsable civil.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

TEMA 5. FORMAS DE INCOACIÓN.

FORMAS DE INCOACIÓN DEL PROCESO PENAL.


CONSIDERACIONES GENERALES.
La forma de incoación del proceso penal dependerá del tipo de delito del que se trate. Si se
tratare de delitos públicos, la incoación del proceso penal tiene un carácter antiformalista,
puesto que dicho proceso se inicia cuando llega al Juez de Instrucción la notitia criminis (la
noticia de la sospecha de la comisión de un hecho delictivo), por alguna de estas vías:
− Por denuncia o atestado policial.
− Por querella.
− Por conocimiento directo del propio juez (incoación de oficio).
Si se tratare de delitos semipúblicos, la incoación del proceso penal requiere, al menos,
denuncia por parte del ofendido, pero no es necesario que éste se constituya en parte acusadora,
porque la acusación será ejercida por el Ministerio Fiscal. En este caso, el ofendido no tiene la
disponibilidad de la pretensión penal.
Por último, cuando se trate de delitos privados, sólo se puede incoar por querella del ofendido.
Éste tiene la disponibilidad de la pretensión penal, que se podrá poner fin al proceso mediante
el perdón del ofendido. Además, tiene el inicio de las actuaciones, sino que se interpretará que
renuncia al ejercicio.

LA DENUNCIA (ARTS.259-269 LECrim.).


Concepto y naturaleza.
La denuncia es una declaración de conocimiento y, en ocasiones de voluntad, por la que se
transmite a un órgano judicial, al Ministerio Fiscal o a la policía la notitia criminis, es decir,
la sospecha de la comisión de un hecho que reviste los caracteres de delito o falta.
En cuanto a su naturaleza puede decirse que es una declaración de conocimiento1. Además,
constituye una obligación o deber de carácter procesal de los ciudadanos. Como matizaciones
a esta declaración del conocimiento se pueden citar:
− Si el denunciante fuere el ofendido es un derecho.
− Existen ciertas exenciones a este deber de denunciar.
Por último, debe decirse que no constituye en parte procesal al denunciante, puesto que por
el simple hecho de denunciar no se es parte del proceso penal. Debe añadirse que sí que implica
otras obligaciones como, por ejemplo, acudir de testigo al juicio.

1 Con esta se transmite la sospecha de que un hecho presenta caracteres de delito, excepto en la declaración de voluntad en los d elitos
semipúblicos, constituyendo un requisito de perseguibilidad, por lo que tendrá más valor que el simple reconocimiento.

1
Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Sujetos de la denuncia: denunciante, denunciado y órgano receptor.


Denunciante.
a. Capacidad.
La capacidad para ser denunciante depende del tipo de hecho delictivo.
Si se tratare de un delito público (art.260LECrim.), puede ser denunciante cualquier persona
física, incluso un incapaz (éste no tendrá la obligación de denunciar). En cuanto a las personas
físicas, en principio, no tendrán capacidad para denunciar, salvo que la persona física fuera
directamente ofendida por el delito.
Si se tratare de un delito semipúblico, el denunciante ha de cumplir ciertos requisitos de
capacidad y legitimación:
− Sólo puede denunciar el ofendido o sujeto pasivo del delito.
− El ofendido ha de ser mayor de edad en otro caso, representante legal o, si éste es el
autor del hecho, el Ministerio Fiscal (art.191).
b. Obligación de denunciar y exenciones.
La regla general, es que tienen la obligación de denunciar los testigos presenciales o directos
de la perpetración del hecho delictivo, tal y como establece el artículo 259 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal. La omisión de este deber es sancionado económicamente en la ley.
En algún caso, puede derivar sanción penal, si la inactividad fuera valorada como actividad
encubridora.
Debe mencionarse la obligación cualificada, es decir, aquellos que, por razón de su cargo o
función, están especialmente obligados a denunciar los hechos delictivos como, por ejemplo,
los funcionarios de policía o los médicos (art.262LECrim.). El incumplimiento de esto
conllevará, además de la multa, responsabilidad disciplinaria e incluso penal, en base a los
artículos 407 y 408 del Código Penal.
Están exentos de la obligación de denunciar:
− Exención genérica (art.260): los incapaces.
− Exenciones específicas (art.261.1):
1. Por razón de parentesco: no tienen la obligación, pero sí la facultad de denunciar
el cónyuge, los ascendientes, descendientes y colaterales por consanguinidad o
afinidad hasta el segundo grado.
2. Por razón de secreto profesional: los abogados, procuradores, eclesiásticos y
ministros de culto. Más que exención, es obligación de secreto profesional, cuyo
incumplimiento genera responsabilidad penal (art.199 y 467CP).
Además, se pueden mencionar ciertas situaciones especiales.
Si el denunciante es testigo directo no se puede obligar a denunciar un hecho del que tiene
conocimiento por simples referencias. De hecho, no se sanciona su incumplimiento. En este
caso no se debe decir que exista obligación de denunciar, sino un mero deber cívico que tiene
su fundamento en el deber de colaboración exigido por la Constitución Española (art.118).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Si el denunciante fuera el ofendido por el delito, la denuncia es un derecho implícito en el


derecho a la tutela judicial efectiva, sin perjuicio de su obligación de comparecer en calidad de
testigo y de que el procedimiento pueda incoarse en contra de su voluntad si es un delito
público.
Si el delito fuera perseguible a instancia de parte, el ofendido ostenta un derecho absoluto
a la incoación del procedimiento.
Denunciado.
El denunciado es la persona a la que se le imputan los hechos delictivos que se relatan en la
denuncia. No es un requisito de la denuncia la determinación e identificación del
denunciado. En la fase de instrucción la función es determinar el presunto autor de los hechos,
pero, si se conoce la identidad del denunciado, se debe hacer constar en la denuncia.
En este caso debe hacerse una observación y es que el imputado (investigado) está determinado
concluidas las primeras diligencias de la investigación, debiéndosele dar traslado de la
denuncia (art.118.2LECrim.).
Órgano competente para recibir denuncias.
Pueden recibir denuncias:
a. Los órganos jurisdiccionales: competentes o no.
La obligación de denunciar se cumple mediante la presentación de la denuncia ante cualquier
autoridad judicial, aunque no sea competente.
Cuando sea competente, el juez debe acordar la incoación del correspondiente procedimiento
penal. Además, puede inadmitir la denuncia por inexistencia del hecho (denuncia falsa) o
ausencia de tipicidad del mismo (art.269LECrim.).
Cuando sea incompetente, el juez que recibe la denuncia deberá practicar las primeras
diligencias y dar cuenta inmediata al Juez de Instrucción competente. Concluidas tales
diligencias (3 días), deberá remitirlas al juez competente y, en su caso, poner a su disposición
al imputado detenido (arts.13 y 307)
b. El Ministerio Fiscal (arts.259 y 262LECrim y art.2EOMF).
El Ministerio Fiscal también está legitimado para recibir y cursar las denuncias que ante él se
formulen. Recibida la denuncia, el Ministerio Fiscal en el marco de la investigación
preliminar puede practicar él mismo u ordenar a la Policía Judicial que practique las
diligencias pertinentes para la comprobación del hecho o de la responsabilidad de los
partícipes.
Si se apreciare el carácter de delito, instará al Juez de Instrucción la incoación del
procedimiento penal, remitiéndole las actuaciones llevadas a cabo y, en su caso, poniendo a su
disposición al detenido.
En cambio, podrá decretar el archivo de las actuaciones cuando el hecho no reviste caracteres
de delito. Esta circunstancia se comunica al denunciante, quien puede reiterar la denuncia ante
el Juez de Instrucción.
c. La policía (arts.284 y 295).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

La denuncia se puede presentar ante cualquier dependencia o puesto de los distintos miembros
de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y ante la Policía Judicial. Recibida la
denuncia, deberán practicar las primeras diligencias de prevención y dar cuenta inmediata de
ellas a la autoridad judicial o al Ministerio Fiscal en 24 horas.
El funcionario policial que haya iniciado la investigación, habrá de cesar en la misma en cuanto
se haga cargo de ella la autoridad judicial o el fiscal encargado de las actuaciones, debiendo
entregarles las diligencias practicadas y los efectos del delito intervenidos, y poner a su
disposición a los detenidos, si los hubiere (art.4 RD769/1987).
Efectos de la denuncia.
La presentación de la demanda produce las siguientes consecuencias.
En primer lugar, el órgano jurisdiccional funcionario o autoridad que reciba la denuncia debe
controlar, en un primer momento, los siguientes extremos:
− Que el hecho denunciado, de ser cierto, sea constitutivo de delito.
− Que la denuncia tenga apariencia de veracidad.
En segundo lugar, si los hechos denunciados revisten apariencia delictiva, el Juez deberá dictar
auto admitiendo la denuncia y ordenando la incoación del proceso. Esto producirá los
siguientes efectos:
− Inicio de la litispendencia, es decir, una vez que se inicia un proceso penal no se puede
iniciar otro proceso penal con el mismo objeto y entre las mismas partes.
− Interrupción del plazo de prescripción del delito (art.131CP).
Por último, para el denunciante no se deriva ninguna obligación o deber procesal, salvo la
responsabilidad en que puede incurrir si presente una denuncia falsa (art.456CP).
En cuanto a los requisitos formales de la denuncia cabe destacar el principio antiformalista,
es decir, que no se requieren requisitos especiales, excepto en la transmisión de la notitia
criminis, en la identificación del denunciante y la ratificación del demandante.

EL ATESTADO POLICIAL.
La Policía Judicial es la encargada de investigar y esclarecer los hechos aparentemente
delictivos de los que tenga conocimiento (directamente o por medio de denuncia), y debe
comunicar inmediatamente al Juez la existencia de tales hechos. Dicha documentación se hace
por medio del atestado.
Se puede definir el atestado como el documento policial donde se recogen las diligencias de
investigación llevadas a cabo por los funcionarios de la Policía Judicial en torno a un hecho
aparentemente delictivo, con independencia del modo en que haya llegado a ellos la notitia
criminis.
El atestado debe ser remitido al Juez de Instrucción competente, enviando copia del
Ministerio Fiscal.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Contenido.
En el atestado se deben expresar todas las diligencias practicadas por la Policía Judicial en
torno al hecho delictivo investigado. En él se deben:
− Describir detalladamente los hechos que lo han motivado.
− Incorporarse las declaraciones e informes recibidos.
− Hacerse constar todas las circunstancias que pueden constituir indicio o prueba del
hecho delictivo.
Forma del atestado.
Según el artículo 297, el atestado tiene valor de simple denuncia y no de prueba.
En principio, el atestado se deberá realizar por escrito, siendo indiferentes que se realice en
papel sellado o en papel común. No obstante, la ley permite que el atestado escrito se sustituya
por una relación verbal detallada de los hechos y diligencias ante el órgano receptor,
manifestando el motivo de no haberse podido realizar por escrito.
El atestado realizado por escrito debe estar firmado por la persona que lo redacta y por los
peritos y testigos que hubieren intervenido en las diligencias respectivas.
El atestado tiene valor de simple denuncia y no de prueba, de modo que es un acto iniciador
del proceso penal. Lo que consta en el atestado no puede constituir prueba de cargo en el
proceso, lo que implica que el investigado no puede ser condenado en base, únicamente, a las
diligencias policiales reflejadas en el atestado (principio de presunción de inocencia).
Valor probatorio del atestado.
Es una cuestión muy discutida por la doctrina procesalista. No obstante, la jurisprudencia ha
ido precisando ciertos extremos.
En primer lugar, para que los hechos que constan en el atestado se conviertan en prueba de
cargo, es necesario que los miembros de la Policía Judicial que participaron en la investigación
declaren en el juicio oral ante el juez, ratificando lo que consta en el atestado. Es decir, actúan
en calidad de testigo. Aunque esta es la regla general, la jurisprudencia ha matizado el valor
probatorio de las distintas diligencias recogidas en el atestado:
− Diligencias de naturaleza esencialmente subjetiva (declaración de imputados,
declaraciones de testigos, reconocimiento en rueda y otras análogas): para tener valor
de prueba, deben ser ratificadas en el juicio oral por sus autores y, de ser imposible, por
los que presenciaron tal declaración.
− Diligencias de carácter técnico (dictámenes e informes emitidos por los gabinetes
técnicos de la policía: análisis dactiloscópicos, químicos, balísticos, etc.): tendrán el
valor de dictámenes periciales, especialmente si se ratifican en presencia del juez
durante las sesiones del juicio oral, dando la posibilidad a las partes de que los
contradigan o pidan aclaraciones.
− Diligencias objetivas, no reproducibles en el juicio oral y de resultado
incuestionable (aprehensión in situ de delincuentes, croquis o fotos obtenidas en el
lugar de los hechos, test de alcoholemia, incautación de efectos del delito como armas
o drogas, entradas y registros con autorización judicial y otras análogas): si se
practicaron con las formalidades y garantías legales y constitucionales, tendrán la

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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consideración de verdaderas pruebas, sin necesidad de que sean ratificadas en el juicio


oral por los agentes policiales intervinientes.

LA QUERELLA.
Se encuentra regulada desde los artículos 270 a 281.
La querella consiste en la comunicación al órgano judicial de la existencia de unos hechos que
pueden ser constitutivos de delito, con la petición de que se inicie el proceso y constituirse
en parte procesal. Por tanto, es un acto de ejercicio de la acción penal, mediante el cual el
querellante asume la condición de parte procesal.
Dependiendo de quién sea el querellante, se pueden distinguir dos tipos de querella:
1. Querella pública o popular, en la que le corresponde al Ministerio Fiscal en defensa
de la legalidad. Los ciudadanos no ofendidos por el delito en el ejercicio de la acción
popular, convierte al ciudadano en acusador popular.
2. Querella privada, en la que puede plantear el ofendido por el delito. La interposición
de la querella privada convierte al querellante en acusador particular o, en su caso, en
acusador privado.
Sujetos de la querella: querellante, querellado y órgano receptor.
Querellante.
Tal y como se establece en el artículo 277, debe estar perfectamente identificado.
En cuanto a la capacidad y a la legitimación, para ser parte, depende del tipo de delito.
Si se tratare de un delito público, pueden ser querellantes todos los españoles, sean o no
ofendidos por el delito (acusación popular/particular). Se encuentra con ciertas excepciones a
la hora de la acusación popular:
− El que no goza de la plenitud de los derechos civiles.
− Los condenados dos veces por querella o denuncia calumniosa.
− Jueces y magistrados.
Si se trata de un delito semipúblico, pueden ser querellantes todos los ofendidos por el delito,
sean españoles o extranjeros (acusación particular). En cambio, si se trataren de delitos
privados, sólo podrán ser querellantes los ofendidos por el delito privado, sean españoles o
extranjeros (acusación privada). Aquí habrá un requisito especial que será la certificación de
un acto de conciliación o licencia del juez o tribunal.
En relación con la postulación, la querella requiere:
− Ser presentada por procurador con poder bastante.
− Ir firmada por abogado, salvo en procedimiento para el juicio por delitos leves.
− Ratificación por el querellante, salvo poder especial al procurador.
Querellado.
La identificación del querellado no es un requisito de la querella. Si se conociere, se indicará
el nombre, apellidos y la vecindad civil del mismo. En otro caso, se indicarán señas o datos

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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que permitan identificarlo, correspondiendo a la Policía Judicial y al propio Juez de Instrucción


descubrir e identificar al presunto autor de los hechos delictivos.
Órgano receptor.
La querella se debe presentar necesariamente ante el órgano jurisdiccional objetiva y
territorialmente competente, para conocer de los hechos delictivos de que se trate.
La regla general es que será competente el Juzgado de Instrucción del lugar de comisión del
hecho delictivo, con las excepciones de los delitos de violencia contra la mujer, delitos de
aforados y menores de edad.
Requisitos formales de la querella (art.277).
La querella debe presentarse por escrito. En cuanto a la postulación:
− Presentación por procurador, con poder bastante.
− Firmada por abogado.
− Firmada por el querellante, salvo poder especial al procurador.
La querella debe contener:
− El juez o tribunal ante el que se presenta.
− El nombre, apellidos y vecindad del querellante.
− El nombre, apellidos y vecindad del querellado.
− la relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y hora en
que se ejecutó, si se supieren.
− Las diligencias que se deberán practicar para la comprobación del hecho.
− La petición, admisión y adopción de medidas oportunas.
− La firma del querellante o de otra persona a su ruego, si no supiere o no pudiere firmar,
salvo poder especial del procurador.
Necesidad de fianza2, tal y como establece el artículo 280 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal. Excepciones:
− El ofendido y sus herederos o representantes legales.
− En delitos de asesinato u homicidio: cónyuge o persona vinculada por análoga relación
de afectividad, ascendientes y descendientes y colaterales por consanguinidad o
afinidad hasta el segundo grado y los herederos de la víctima.
− Asociaciones de víctimas.
− Los extranjeros, en virtud de tratados internacionales o principio de reciprocidad.
Habrá ciertos requisitos especiales cuando se trata de un delito privado y son:
− La certificación de haber celebrado o intentado un acto de conciliación.
− La licencia del juez o Tribunal cuando se tratare de calumnias e injurias vertidas en
juicio.

2 Pensada para el acusador popular, puesto que los querellantes particulares no están sujetos a fianza.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Efectos de la querella.
Una vez presentada la querella, examinada de oficio su competencia, el juez deberá
pronunciarse sobre su admisión, inadmisión o desestimación.
a. Admisión a trámite.
Si la querella reúne los requisitos legales mínimos expuestos, debe ser admitida a trámite. El
auto de admisión a trámite es el primer acto formal de imputación que se produce en el proceso
y hace que el imputado adquiera el status procesal de imputado, con los derechos del artículo
118 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
En resumen, que si el Juez estimare la querella se producirían los siguientes efectos:
− Incoación del proceso penal.
− El querellante se constituye en parte acusadora.
− Si se identifica al querellado, desde el auto de admisión a trámite adquiere el status
procesal de imputado.
− Se inicia la litispendencia.
− Interrupción del plazo de prescripción del delito.
− Derecho a que se practiquen las diligencias procedentes.
b. Inadmisión a trámite.
Si la querella no cumpliere los presupuestos y requisitos para su validez formal como la
falta de legitimación, la falta de competencia, la no identificación del querellante, entre otros,
se procederá a su inadmisión.
Si se tratare de un delito público, la inadmisión afecta al hecho de no admitir al querellante
como parte. Además de que no impide la incoación del proceso penal, otorgándose a la querella
el valor de denuncia.
c. Desestimación.
La querella sólo se puede desestimar cuando los hechos no son constitutivos de delito. La
resolución de desestimación debe revistar la forma de auto, siendo recurrible en reforma y
apelación.

FORMAS ESPECIALES DE INCOACIÓN DEL PROCESO PENAL:


INCOACIÓN DE OFICIO.
La posibilidad de incoación de oficio del proceso penal se encuentra regulada en el artículo
308 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Tiene lugar cuando la notitia criminis no llega al
juez a través de un tercero, sino directamente. Por ejemplo, los hechos delictivos presenciados
por el juez, los hechos delictivos de cierta notoriedad o los cometidos contra la Administración
de Justicia.
El Juez de Instrucción no puede ejercitar por sí mismo la acción penal (principio acusatorio),
sino que, el Letrado de la Administración de Justicia debe poner los hechos en conocimiento
del Ministerio Fiscal para que sea éste quien la ejercite a través de querella. Pero el Juez de
Instrucción sí puede practicar las diligencias oportunas para investigar los hechos y determinar
su autor.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Caben hacer una serie de excepciones:


a. En el procedimiento ante el Tribunal del Jurado no cabe la incoación de oficio.
b. No cabe la iniciación de oficio en delitos sólo perseguibles a instancia de parte.
c. La incoación de oficio por el Juez de Instrucción no es posible cuando sea él el ofendido
por el delito: vulneraría el derecho al juez legal independiente e imparcial. Levantará
testimonio y remitirá a Juzgado de Guardia, para que éste disponga apertura de la fase
de instrucción.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

TEMA 6. LA FASE DE INSTRUCCIÓN.

CONCEPTO, CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONES.


Se puede conceptuar la fase de instrucción como aquella que sirve para comprobar la
veracidad sobre la imputación inicial y determinar el potencial responsable, autorizando la
apertura de plenario únicamente cuando existan indicios racionales de criminalidad (existe una
sospecha fundada de que el sujeto investigado es el responsable de los hechos).
Como características pueden destacarse las siguientes:
− Incoación de la instrucción por delito, salvo aquellos que fueren conexos (impidiendo
inquisiciones generales).
− La competencia le corresponderá a un órgano distinto al que realice el enjuiciamiento
y el fallo (garantizándose así la imparcialidad en la competencia funcional).
− No tiene una duración determinada, prohibiéndose las dilaciones indebidas.
− El contenido de las diligencias de la investigación no constituirán como prueba en
juicio, salvo la prueba anticipada o preconstituida; sino que servirán para justificar la
apertura o no del plenario.
− Vigencia de los principios específicos:
o Investigación de oficio (incoación y determinación de las diligencias a
practicar)-
o Escritura, puesto que todo lo que se realice en dicha fase debe estar
documentado.
o Dispersión de las actuaciones.
− Posibilidad del secreto de las actuaciones para evitar el entorpecimiento o el perjuicio
de los implicados en la causa.
Se pueden destacar dos grandes funciones en la fase de instrucción:
La primera de ellas será la preparación del juicio oral. En ella se permitirá fundamentar la
acusación y defensa averiguando o haciendo constar la perpetración de los delitos, con todas
las circunstancias que determinen la calificación y grado de responsabilidad del investigado
(actos de investigación), además garantiza las responsabilidades personales y pecuniarias
(medidas cautelares).
La segunda gran función de la fase de instrucción es impedir que llegue a abrirse el juicio
oral. Ésta se realizará cuando no se acrediten indicios racionales de criminalidad manifestando
así que el derecho penal es la última ratio y evitando una pena de banquillo.
A esta fase de instrucción se le puede denominar de diferentes modos:
− Sumario en el procedimiento común u ordinario (arts.299-648LECrim.).
− Diligencias previas en el procedimiento abreviado (arts.744ss.LECrim.).
− Diligencias urgentes en el enjuiciamiento rápido de delitos (arts.797-799LECrim.).
− Instrucción en los procedimientos del Tribunal del Jurado (arts.24ss.LOTJ).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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NATURALEZA Y SUJETOS.
La fase de instrucción tiene diversas naturalezas:
− Administrativa: cuando las actuaciones no jurisdiccionales son realizadas por el
Ministerio Fiscal.
− Jurisdiccional: cuando hay la necesidad de una resolución judicial para restringir algún
derecho fundamental.
− Mixta: actuaciones de distinta naturaleza siendo de preponderancia el carácter judicial.
En esta:
o No se atribuirán funciones al Ministerio Fiscal, salvo en los procesos con
menores (aunque sí realizará la investigación preliminar).
o La resolución que pone fin puede ser absolutoria (sobreseimiento) o
condenatoria (conformidad).
Como sujetos de la fase de instrucción pueden destacarse:
− Los órganos judiciales:
o Juez de Paz (por delegación).
o Juez de Instrucción.
o Juzgado de Violencia sobre la Mujer.
o Juez Central de Instrucción.
o Magistrado de Sala del Tribunal Superior de Justicia o del Tribunal Supremo.
o Magistrado de la Sala Especial del Tribunal Supremo.
− El Ministerio Fiscal:
o Dirige la instrucción en el proceso de menores.
o Inspecciona, fiscaliza, impulsa y participa activamente en la instrucción.
− La Policía Judicial:
o Practica las diligencias de investigación a instancia del órgano instructor y, en
su caso, del Ministerio Fiscal.
− Las partes:
o Proponen diligencias.
o Podrán asistir a la práctica, salvo secreto de las actuaciones.

CONTENIDO.
Como contenido:
− En las diligencias de investigación:
1. Reconocimiento del investigado.
2. Declaración del investigado.
3. Declaración de los testigos.
4. Careos.
5. Informes periciales.
6. Inspecciones corporales.
7. Intervenciones corporales.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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8. Videovigilancia.
9. Reconocimiento judicial.
10. Intervención de las comunicaciones.
11. Entrada y registro.
12. Agente encubierto.
13. Circulación y entrega vigilada de drogas.
− En las medidas cautelares:
1. Personales:
i. Detención.
ii. Libertad provisional.
iii. Prisión provisional.
iv. Restricción de derechos.
2. Reales:
i. Conservación.
ii. Aprehensión o depósito.
iii. Aseguramiento: fianza, embargo o pensión.
− En las medidas de protección:
o Prohibición de residencia.
o Prohibición de circulación por determinados lugares.
o Prohibición de comunicación con determinadas personas.
o Orden de protección.
Dentro del contenido de la fase de instrucción, además, cabe mencionar las piezas:
− Principal:
o En la que se hace constar.
o Auto de incoación.
o Diligencias de averiguación del delito y participación.
o Auto de conclusión.
− De situación personal y sobre medidas cautelares: en ella se recogen las medidas de
naturaleza personal (como la prisión o la libertad provisional).
− De responsabilidad civil: en la que queda constancia de las medidas cautelares reales
adoptadas para reparar el posible perjuicio (fianzas o embargos).
− De responsabilidad civil subsidiaria: pieza eventual cuando se ha producido un
perjuicio exigible a un responsable civil de carácter subsidiario.

PLAZOS DE INSTRUCCIÓN.
Dentro de los plazos de la instrucción cabe hacer referencia a dos tipos de plazos: los de los
actos procesales y los de la instrucción propiamente dicha.
Dentro de los plazos de actos procesales deben mencionarse los procesos propios o legales y
a los plazos impropios o judiciales.
− Los plazos propios o legales son aquellos destinados a las partes, debiendo acomodarse
estás al plazo convenido. Este tipo de plazo tendrá efecto preclusivo o de caducidad.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− Por su parte, los plazos impropios se conceden a los jueces, tribunales y demás
componentes del órgano jurisdiccional. El incumplimiento de este plazo no dará lugar
a la nulidad del acto. Además, no existe efecto preclusivo (ver ATC de 4 de julio de
2017).
Por lo que respecta a los plazos generales de instrucción (art.344LECrim.), cabe hacer la
distinción de dos tipos de causas: las causas sencillas y las complejas.
− En lo que refiere a las causas sencillas, estás tendrán un plazo de 6 meses
(art.324.1LECrim.).
− En cuanto a las causas complejas, tendrán un plazo de 18 meses, prorrogables hasta
otros 18 meses más (art.324.2LECrim.). Son complejas las causas en que concurran
alguna de estas circunstancias tasadas:
o Recaiga sobre grupos u organizaciones criminales.
o Numerosos hechos punibles.
o Gran cantidad de investigados o víctimas.
o La existencia de abundante documentación o complicados análisis.
o Actuaciones en el extranjero.
o Revisión de la gestión de personas jurídico-privadas o públicas.
o Se trate de un terrorismo.
Pero a pesar de la distinción entre causas sencillas y complejas, debe hacerse la pregunta de
cuándo se procederá a la declaración de la complejidad de la causa. En este sentido, puede
darse una calificación inicial que corresponderá al Juez instructor y sólo por alguna de las
causas tasadas del artículo 324.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Pero, puede darse una
calificación posterior, es decir una conversión de una causa sencilla en una compleja, ésta se
realizará a instancia del Ministerio Fiscal, mediante una decisión del Juez instructor y previa
audiencia al resto de partes; también puede darse por causa sobrevenida o alguna de las causas
tasadas para su calificación inicial.
El cómputo de estos plazos comenzará con el auto inicial por el que se incoa el procedimiento
penal y podrá interrumpirse:
− Con la declaración de secreto de las actuaciones.
− Con el sobreseimiento provisional de la causa.
El transcurso del tiempo fijado en la causa tendrá los siguientes efectos:
− No provoca la caducidad, ni el sobreseimiento, ni por prescripción ni por cualquier otro
motivo.
− El agotamiento del plazo conduce al proceso penal a la fase intermedia: habrá de decirse
si abrir dicha fase o sobreseer la causa (ver, para el procedimiento abreviado el
art.779.1LECrim.).
− Tras el auto de transformación en procedimiento abreviado no se podrán solicitar
diligencias complementarias (reguladas en el art.780LECrim.), o, tras el auto de
conclusión de sumario, no se podrá solicitar su revocación para completar la instrucción
(con nuevas diligencias conforme al art.627LECrim.), si no se ha hecho uso de la
ampliación o prórroga del plazo en instrucción.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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− La finalización del plazo no priva de eficacia las diligencias de investigación que se


incorporen a los autos con posterioridad, si dichas diligencias hubieran sido acordadas
con anterioridad.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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TEMA 7. LOS ACTOS DE PRUEBA: LAS DILIGENCIAS


DE INVESTIGACIÓN.

CONCEPTO Y DIFERENCIACIÓN CON LOS ACTOS DE PRUEBA.


Concepto.
Los actos de investigación son aquellos destinados a averiguar y comprobar los hechos
aparentemente delictivos y las personas responsables de los mismos.
Por su contra, los actos de prueba consisten en la actividad de las partes, dirigida a obtener la
convicción del juez o tribunal decisor sobre los hechos por ella afirmados, intervenida por el
órgano jurisdiccional (inmediación) bajo la vigencia de los principios de contradicción,
igualdad y de las garantías constitucionales tendentes a asegurar su espontaneidad e
introducida en el juicio oral a través de medios lícitos de prueba. La prueba únicamente es
la que se aprecia en el juicio oral.
Diferenciación entre actos de investigación y actos de prueba.
Tanto los actos de investigación como los actos de prueba son actos de aportación de hechos
al proceso. En ocasiones, incluso son actuaciones materialmente coincidentes como, por
ejemplo, el interrogatorio del acusado o las declaraciones testificales. Pero, entre ellos existen
importantes diferencias.
Los actos de investigación se realizan en la fase de instrucción. Consisten en acreditar la
existencia de hecho, su tipicidad y en esclarecer al presunto responsable. En definitiva, durante
la fase de instrucción se tiene que determinar si hay base suficiente para poder formular, en su
momento, la acusación contra una persona determinada. De otra forma, sirven de fundamento
jurídico para la resolución de imputación, para la resolución en la que se adoptan medidas
cautelares, tanto personales como reales y, finalmente, para la petición de sobreseimiento o de
apertura del juicio oral.
La fase de instrucción está presidida por el principio de investigación de oficio, de tal forma
que el Juez de Instrucción podrá practicar cuantas diligencias de investigación estime
necesarias para averiguar y hacer constar la comisión del hecho delictivo y la culpabilidad del
delincuente. No obstante, también cabe que las partes soliciten diligencias de investigación
(v.art.311LECrim.)
En cuanto a los actos de prueba, se realizan en la fase de juicio oral, con la intervención del
órgano judicial imparcial, presidida por los principios de contradicción e igualdad e introducida
en el proceso a través de medios lícitos de prueba. Además, tienen como finalidad acreditar si
el acusado ha cometido el hecho delictivo, por lo que sirven de base para la absolución o
condena del acusado.
Cabe decir que los actos de prueba sirven de fundamento para la sentencia. La prueba, como
regla general, se practicará durante la fase de juicio oral en presencia del órgano jurisdiccional
que va a dictar la sentencia (principio de inmediación) y tienen como finalidad convencer al
juez sobre los hechos afirmados por las partes en sus escritos de acusación y defensa.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Por último, la actividad probatoria incumbe a las partes. Así, las partes deberán proponer todas
las pruebas que quieren que se practiquen en el Juicio Oral.
Otra forma de ver las diferencias explicadas anteriormente es mediante el cuadro que se
muestra a continuación.
ACTOS DE INVESTIGACIÓN ACTOS DE PRUEBA
Fase de instrucción Fase de juicio oral
Acreditar existencia del hecho, su tipicidad Base de la absolución o de la condena del
y presunto responsable (determinar si hay acusado
base suficiente para formular la acusación)
Eficiencia jurídica: servir de fundamento Eficiencia jurídica: servir de fundamento
jurídico para la resolución de la imputación, para la sentencia
resolución de medidas cautelares y
peticiones sobreseimiento o la apertura del
juicio oral
La fase de instrucción está presidida por el Actividad probatoria incumbe a las partes.
principio de investigación de oficio Intervención de órgano judicial imparcial,
presidida por principio de contradicción e
igualdad, medios lícitos de prueba

DILIGENCIAS DE LA INVESTIGACIÓN.
Identificación del investigado y sus circunstancias.
Entre las primeras diligencias que deben ser practicadas en el proceso penal se encuentra las
de identificación o determinación del investigado o encausado. Debe destacarse la Sentencia
del Tribunal Supremo 43/2009, de 14 de enero de 2009 (Ponente Joaquín Giménez García).
Debe distinguirse entre identificación formal e identificación material.
La identificación formal es aquella que se lleva a cabo para determinar el nombre, la edad, los
antecedentes penales, el estado mental, y otras circunstancias de la misma naturaleza del sujeto
en cuestión.
Si existiere alguna duda sobre la identidad del investigado, se procurará acreditar ésta por
cuantos medios fueren conducentes al objeto.
El Juez hará constar con la minuciosidad posible, las señas personales del procesado, a fin de
que la diligencia pueda servir de prueba de su identidad. Para acreditar la edad del procesado,
y comprobar la identidad de su persona, se traerá al sumario el DNI, de no existir se sustituirá
por informe que acerca de la edad del procesado, y previo su examen físico, dieren los Médicos
Forenses o los nombrados por el Juez. Sin embargo, cuando no ofreciere duda la identidad del
procesado, y conocidamente tuviese la edad el Código Penal requiere para poder exigirle la
responsabilidad en toda su extensión, podrá prescindirse de la justificación expresada si su
práctica ofreciste alguna dificultad u ocasionase dilaciones extraordinarias.
La identificación material responde a la necesidad de determinación física de quién es el
presunto autor y ha consistido tradicionalmente en la práctica de la rueda de reconocimiento,
si bien en la actualidad existen otras diligencias para este mismo fin:

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− Identificación dactiloscópica.
− Identificación de ADN.
− Reconocimiento fotográfico.
− Identificación de voz.
− Identificación por escritura.
− Grabaciones en espacios públicos.
− Reconocimiento en rueda.
Determinación del investigado.
Reconocimiento en rueda.
Se trata de una diligencia de investigación empleada frecuentemente para la identificación del
presunto autor de los hechos. Es el medio tradicional para la identificación de una persona a
través de testigos. Es la diligencia de investigación idónea en la instrucción, no en el Juicio
Oral.
Formas de practicarse:
Se debe practicar siempre en presencia de letrado de la persona presuntamente
responsable de los hechos investigados (art.118LECrim.) y en presencia judicial, es decir, ha
de practicarse ante el Juez de Instrucción (existen excepciones).
Poner a la vista del testigo la persona que ha de ser reconocida, junto a otras personas de
características externas semejantes (distractores). El testigo, mientras, se situará en el punto
que le señale el Juez de Instrucción, pero desde el que no podrá ser visto. Se le preguntará si se
encuentra en el grupo la persona a quién se hubiere referido en su declaración. En caso
afirmativo, ha de designarlo de forma clara y determinada.
Habrá tantos reconocimientos como personas tengan que reconocer al delincuente, pero
siempre por separado, de forma que los testigos no tengan contacto unos con otros antes de que
de forma individual practiquen el reconocimiento. Si son varias las personas que hay que
reconocer, la rueda se puede realizar en un solo acto. El Letrado de la Administración de
Justicia levantará acta del reconocimiento.
Posteriormente, se ratificará en juicio oral. Se exige que acuda al proceso como testigo la
persona que hizo el reconocimiento porque ésta es la única manera de que el acusado (debe
recordarse su cambio de denominación una vez que se abre el juicio oral) en el juicio oral puede
interrogar a los testigos que declaran contra él. De hecho, es precisa esta verificación del testigo
(ratificación) en el Juicio Oral para que esta diligencia de investigación puede adquirir valor
probatorio.
Como características del reconocimiento en rueda:
− Reconocimiento por la víctima o un testigo.
− posibilidad de constituir prueba anticipada (arts.369-370LECrim. // STC 36/1995).
− Reconocimiento claro, exacto y sin dudas; presencia del órgano, abogado defensor y
ratificarlo en el plenario conforme a la Sentencia del Tribunal Supremo, de 2 de febrero
de 2016:
o Para que el reconocimiento en rueda sea válido debe ser ratificado por el testigo
en el acto del juicio oral.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

o El reconocimiento en rueda no es conditio sine qua non para la validez del juicio
de autoría.
o Lo esencial es la declaración del testigo en el acto del juicio y su ratificación.
También podría valer un previo reconocimiento fotográfico ratificado
posteriormente en plenario.
− de entre grupo con circunstancias exteriores semejantes. Realizado desde un punto
donde no sea visto (siendo posible hacerlo directamente).
− Si son varios sujetos a reconocer es posible que todos estén en el mismo grupo. Si son
varios testigos, se realizará por separado y sin comunicación entre ellos.
El Letrado de la Administración de Justicia levanta acta dejando constancia de todos los
sujetos que han intervenido.
Identificación dactiloscópica.
Tiene una elevada fiabilidad puesto que las huellas son irrepetibles y permanecen invariables
durante toda la vida. Esta diligencia consiste en un cotejo de huella dactilar encontrado en el
lugar de los hechos con el investigado de los puntos característicos de las huellas dactilares (las
variedades de crestas papilares) que son de 5 a 17 y permiten, con muchísima fiabilidad,
determinar la identidad de quién dejó su huella en algún lugar u objeto.
Resultado es un informe pericial sobre el cotejo de las huellas dactilares y muestras (que
deberán conservarse). Dicho informe pericial incorporará a las actuaciones y podrá ser
contradicho y discutido por la defensa. La jurisprudencia exige que existan, como regla general,
entre la huella encontrada en el crimen y la indubitada del investigado 12 puntos comunes,
con igual emplazamiento morfológico y topográfico, y sin ninguna desemejanza natural
entre ellas.
El valor de la diligencia de la prueba dactiloscópica para identificar a una persona es más
elevado y descansa en leyes científicas. Siendo absoluta e inequívoca la singularidad de cada
huella, además de caracterizarse por su invariabilidad a lo largo de la vida humana.
Reconocimiento fotográfico.
Una técnica policial de investigación frecuente instrucción preliminar de policía judicial.
Consiste en colocar ante el testigo que presenciaron los hechos, fotografías de personas de las
características físicas que hubiera descrito. Permite centrar la atención sobre una persona y
sirve como medio inicial de la siguiente investigación.
Tiene un valor relativo porque:
− Al testigo solo me muestra fotos de personas fichadas, es decir, de delincuentes
conocidos, por sus modus operandi, puedan ser sospechosos de haber cometido ese
delito. Por tanto, el ámbito de personas sujetas al reconocimiento es muy limitado.
− Falta la garantía de contradicción porque no está presente el abogado defensor de la
persona que es identificada por fotografía.
− Por eso, es una diligencia policial más que se incorpora el atestado y, que junto con
las demás diligencias del atestado tendrá el valor de simple denuncia.
− Una vez practicada, dependiendo de su resultado si arroja una identificación, ésta ha de
ser ratificada ante el Juez instructor; y además determinada la persona del investigado

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

y comparecido en proceso penal resultaría pertinente realizar una rueda de


reconocimiento ante el Juez de Instrucción.
Debe mencionarse el reconocimiento fotográfico en sede policial como mera diligencia de
investigación, sin valor probatorio alguno. En el modo de llevarlo a cabo, debe destacarse la
neutralidad del investigador.
No puede existir una indebida influencia en el reconocimiento fotográfico, por ejemplo, dejar
al testigo ver antes al detenido, enseñarle una foto concreta o indicarle cuál de los dos de la
fotografía es el autor habitual de hechos similares. También puede ponerse de ejemplo la
Sentencia del Tribunal Supremo, de 4 de diciembre de 2008; en ella se dice que, “en el
desarrollo de la censura, alega el recurrente, insuficiencia de prueba de cargo sobre la
participación del acusado en el delito de robo, ya que el reconocimiento fotográfico efectuado
por la testigo-víctima estuvo influenciado en dependencias policiales por la muestra por la
Policía del fotograma obrante al oficio 223, del acusado entrando en el banco”.
Por último, se encuentra el reconocimiento fotográfico en sede policial o judicial (o vista
previa del sospechoso) y su incidencia en los posteriores reconocimientos. Ello puede
afectar a la credibilidad o fiabilidad del testimonio, pero no a su validez, salvo que dicha
“vista previa”, fuera favorecida intencionadamente y no casual.
Reconocimiento por fotografías o grabaciones.
Debe haber una autorización judicial en su caso. Consiste en una grabación de espacios,
locales públicos u oficiales, no llegando a domicilios o lugares privados, todo ello sin vulnerar
derechos fundamentales, so pena de nulidad de prueba (prueba ilícita o prohibida), como, por
ejemplo, la videovigilancia.
Debe controlarse la no alteración o manipulación de su autenticidad.
Identificación por voz e identificación por escritura.
En cuanto a la identificación por voz, consiste en grabaciones que permitan cotejar o
garantizar la fiabilidad de la identificación, pero no es muy frecuente y tiene un valor limitado.
Es realizada por personas especialmente sensibles.
Supuestos:
− Si no se ha registrado en un soporte (grabación, etc.) ha de tomarse con cautela el
reconocimiento, porque comparado con el de la vista, el sentido del oído es poco fiable
para distinguir a una persona de otra (salvo, por ejemplo, en las personas invidentes).
− Si se ha registrado en un soporte físico, la grabación de voz podría ser cotejada por
medios periciales técnicos con la voz del investigado, lo que permitiría con mucha
precisión determinar la fuente de la voz.
Por lo que respecta a la identificación por escritura. Ésta es la toma de cuerpo de escritura
del investigado en sede judicial y en presencia del Letrado de la Administración de Justicia, así
como el letrado de la defensa. Esto constituirá la muestra indubitada.
La comparación pericial con el cuerpo de escritura será dubitado. Y esta pericial deberá ser
sobre muestras originales.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Identificación por ADN.


La determinación del investigado también se hace a través del análisis del ADN, puesto que el
polimorfismo genético individual, tiene un alto grado de diagnóstico individual. Tiene un
margen de error simbólico (irrelevante).
Pero tiene una cierta dificultad a la hora de obtener las muestras, realizándose o bien por un
voluntario sometimiento, o bien mediante una autorización judicial (art.363II.LECrim.).
Los Juzgados y Tribunales ordenarán la práctica de los análisis químicos únicamente en los
casos en que consideren absolutamente indispensables para la necesaria investigación judicial
y la recta administración de justicia.
Siempre que concurran acreditadas razones que lo justifiquen, el Juez de Instrucción podrá
acordar, en resolución motivada, la obtención de muestras biológicas del sospechoso que
resulten indispensables para la determinación de su perfil de ADN. A tal fin, podrá decidir la
práctica de aquellos actos de inspección, reconocimiento o intervención corporal que resulten
adecuados a los principios de proporcionalidad y razonabilidad.
Conforme al artículo 3 de la Ley Orgánica 10/2007, de 8 de octubre, reguladora de la base de
datos policial sobre identificadores obtenidos a partir del ADN, en la base de datos policial:
− Investigación policial de un delito.
− Muestras halladas u obtenidas a partir del análisis de las muestras biológicas del
sospechoso, detenido o investigado, cuando se trate de delitos graves y, en todo caso,
los que afecten a la vida, la libertad, la indemnidad o la libertad sexual, la integridad de
las personas, el patrimonio siempre que fuesen realizados con fuerza en las cosas, o
violencia o intimidación en las personas.
− La inscripción en la base de datos policial de los identificadores obtenidos a partir del
ADN, no precisará el consentimiento del afectado.
Negativa del detenido a dar las muestras de ADN.
Los artículos 520.6 y 363, en su párrafo segundo, de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
establecen los criterios de:
− Necesidad.
− Idoneidad.
− Proporcionalidad.
Debe destacarse el Acuerdo del Pleno de la Sala II del Tribunal Supremo, de la sesión
celebrada el 24 de septiembre de 2014, según el cual, la toma biológica de muestras para la
práctica de la prueba de ADN con el consentimiento del investigado necesita la asistencia del
letrado, cuando el investigado se encuentra detenido, o en su defecto, autorización judicial. Es
válido el contraste de muestras obtenidas en la causa objeto de enjuiciamiento con los datos
obrantes en la base de datos policial, procedentes de una causa distinta, cuando el acusado no
ha cuestionado la licitud y validez de estos datos durante la fase de instrucción del proceso.
En cuanto a las muestras de ADN abandonadas, debe hacerse referencia al Acuerdo del
Pleno de la Sala II del Tribunal Supremo, de la sesión celebrada el 31 de enero de 2006,
según el cual, “la Policía Judicial puede recoger restos genéticos o muestras biológicas
abandonadas por el sospechoso sin necesidad de autorización judicial”. Con ello surgen las

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

dudas como qué pasaría con las muestras obtenidas para otros fines, como, por ejemplo, los
análisis de sangre terapéuticos; o con los métodos engañosos.
Pero también se plasma en el artículo 778.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal la obligación
de la víctima de dar una muestra de ADN y el deber de colaboración con la administración
de justicia. Ello plantea un problema, como es el uso de la fuerza.
El mencionado artículo 778.3 reza de la siguiente forma: el Juez podrá acordar, cuando lo
considere necesario, que por el médico forense u otro perito se proceda a la obtención de
muestras o vestigios cuyo análisis pudiera facilitar la mejor calificación del hecho,
acreditándose en las diligencias su remisión al laboratorio correspondiente, que enviará el
resultado en el plazo que se señale.
Diligencias sobre el cuerpo del delito.
Se llamará cuerpo del delito a la persona, cosa objeto del hecho delictivo, contra la cual iba
dirigido el hecho punible o que ha sufrido directamente sus efectos. En cuanto a los
instrumentos o piezas de ejecución, serán los medios u objetos a través de los cuales se llevó
a cabo la comisión del delito.
Por último, deben mencionarse las piezas de convicción, que harán referencia a todos los
objetos, huellas y vestigios que tienen relación con el delito y pueden servir para la
comprobación de la existencia, autoría o circunstancias del hecho criminal.
Su regulación se encuentra en los artículos 334 a 367 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Recogida y descripción de armas, instrumentos o efectos del delito.
Recogida y descripción.
El artículo 334 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que el Juez de Instrucción
ordenará recoger en los primeros momentos las armas, instrumentos o efectos de cualquier
clase que puedan tener relación con el delito y se hallen en el lugar en que éste se cometió, o
en sus inmediaciones, o en poder del reo, o en otra parte conocida.
El Letrado de la Administración de Justicia extenderá diligencia expresiva del lugar, tiempo y
ocasión en que se encontraren, describiéndolos minuciosamente para que se pueda formar idea
cabal de los mismos y de las circunstancias de su hallazgo (levantamiento del acta).
En su práctica, será necesaria la intervención de peritos (art.336LECrim.) o la prestación de
testimonio de aquellas personas que hubieran estado presentes en el lugar de comisión de los
hechos (art.337LECrim.).
El artículo 335 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que tratándose de una persona
o cosa objeto del delito, el Juez Instructor describirá detalladamente su estado y
circunstancias que tuviesen relación con el delito. Para ello, se podrá valer testigos e informes
periciales.
Conservación.
Una vez recogidos los instrumentos y efectos del delito, la ley establece unas normas para su
conservación. Así, dispone que nadie los puede reclamar hasta que concluya el juicio o se
archive la causa (art.367LECrim.).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Tales instrumentos y efectos deben estar en todo momento a disposición del órgano
jurisdiccional para que puedan ser examinados cuando sea necesario. Obviamente, esto no
significa que el órgano jurisdiccional sea el encargado de la custodia material de tales
instrumentos y efectos, sino que se deberán enviar al organismo adecuado para su depósito.
Una vez finalizada la fase de instrucción se deberán remitir las piezas de convicción al órgano
encargado del enjuiciamiento (arts.622 y 626LECrim.), así durante el juicio oral estarán
colocadas en el local donde se celebra el juicio (art.688LECrim.), para que puedan ser
reconocidas por los testigos (art.712LECrim.) y examinadas por el propio tribunal
(art.726LECrim.).
Destrucción y realización anticipada.
Se establece como regla general la conservación para el proceso de todos los instrumentos y
los efectos del delito.
No obstante, la Ley de Enjuiciamiento Criminal permite la destrucción o realización anticipada
de tales efectos:
1. Decretar la destrucción (art.367terLECrim.): cuando el almacenamiento o custodia
comporte peligro real o potencial, debiéndose cumplir las siguientes garantías:
a. Dejar muestras suficientes de lo que se destruye, con el fin de que se puedan
realizar análisis posteriores o comprobaciones.
b. Se deberá dar audiencia previa al Ministerio Fiscal y al propietario, si fuera
conocido, a la persona en cuyo poder fueron hallados los efectos cuya
destrucción se pretende.
c. Se deberá extender una diligencia en la que conste la naturaleza, calidad,
cantidad, peso y medida de los mismos, diligencia que puede levantase con
fotografías o documentos gráficos.
d. Deberá dejarse constancia del valor de tasación de los efectos cuando su fijación
no fuese posible después de la destrucción.
2. Realizados antes de que termine el proceso (art.367quaterLECrim.): si se trata de
efectos judiciales que sean de lícito comercio, cuando:
a. Sean cosas perecederas.
b. Su propietario haga expreso abandono de ellos.
c. Los gastos de conservación y depósito sean superiores al valor del objeto en sí.
d. Su conservación pueda resultar peligrosa para la salud o seguridad pública.
e. Se trate de efectos que se deprecian sustancialmente por el paso del tiempo.
f. El propietario no hiciera manifestación alguna.
La realización de los efectos judiciales podrá consistir en (art.367quinquiesLECrim.):
a. La entrega a entidades sin ánimo de lucro o a las Administraciones públicas.
b. La realización por medio de persona o entidad especializada.
c. La subasta pública.
El producto de tal realización se ingresará en cuenta de consignaciones del juzgado y se
destinará al pago de responsabilidades civiles y costas que se declaren.
La Ley 17/2003, de 29 de mayo, prevé la creación de un Fondo de bienes decomisados por
tráfico ilegal de drogas, que irá destinado a programas de prevención de toxicomanías y de

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

asistencia y reinserción de drogodependientes, así como a mejorar los medios de lucha contra
estos delitos.
Análisis químico.
Si fuese absolutamente indispensable para el éxito de la investigación, el juez instructor podrá
acordar la práctica de análisis químicos sobre las muestras o efectos recogidos
(art.363LECrim.). Para ello, se remitirán las muestras u objetos a analizar al Instituto de
Toxicología, al Instituto de Medicina Legal o al laboratorio correspondiente.
Por su parte, el investigado podrá proponer otros laboratorios para efectuar análisis
comparativos.
Diligencias en caso de muerte violenta.
Cuando se encuentra con una muerte violenta en la que se presume que ha habido indicios de
criminalidad, hay una serie de diligencias que se tiene que practicar, tales como:
a. En los casos en los que se produzca una muerte violenta, la primera diligencia que se
debe practicar es el levantamiento del cadáver, que supone la observación y
descripción de aquel y sus circunstancias. Si la muerte se hubiere producido por
accidente y el cadáver se encontrase en una vía pública o en un lugar inadecuado, la
Policía Judicial, sin necesidad de esperar al juez, podrá desplazar al cadáver a un lugar
más idóneo (art.354LECrim.).
b. La siguiente diligencia será la identificación del cadáver, si no consta su identidad se
hará mediante testigos (arts.340-342LECrim.).
c. Por último, se deberá proceder a la realización de la autopsia. La Ley de
Enjuiciamiento Criminal obliga en todos los supuestos de muerte violenta o sospechosa
de criminalidad se proceda a la autopsia del cadáver antes de su enterramiento o
incineración. Se trata de una diligencia tendente a determinar la causa de la muerte
(arts.343 y 353LECrim.). Se puede prescindir de ella si el juez, a la vista de los informes
médicos, estima suficientemente determinada la causa de la muerte.
La autopsia consiste en un informe pericial sobre circunstancias o causa de la muerte. Por lo
que en la misma se procederá a realizar un examen de la anatomía del cadáver (exterior o
interior) para determinar el origen del fallecimiento y las circunstancias que lo rodearon
(art.343LECrim.). Será realizada por los médicos forenses, aunque nada impide que puedan
hacerla igualmente los facultativos que designe el instructor (art.343LECrim), a presencia de
éste o de un delegado, levantando el Letrado de la Administración de Justicia el acta
correspondiente (art.353LECrim.).
Normalmente, se realiza en el Instituto de Medicina Legal o Instituto Anatómico Forense
(art.479LOPJ).
La autopsia es un acto de investigación que, por su irrepetibilidad, constituye un acto de prueba
preconstituida que, para poder extender sobre ella su conocimiento el tribunal sentenciador,
deben cumplirse los siguientes requisitos:
a. Ser intervenida por el Juez o su delegado.
b. Con la fe pública del Letrado de la Administración de Justicia (art.353LECrim.).
c. Introducida en el Juicio Oral a través de la lectura de documentos (art.731LECrim.).
Diligencias en supuestos de lesiones o envenenamiento.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

En estos casos la primera diligencia será prestar a los afectados la debida asistencia médica,
pudiendo la Policía Judicial requerir para ello a cualquier facultativo, si fuere necesario.
Si se procede a la hospitalización del paciente, quedará bajo vigilancia médica debiendo darse
parte de su estado al juez en los plazos que éste determine o cuando se produzca alguna novedad
de interés para la causa (art.355LECrim.).
En principio, la asistencia médica le será dispensada por el médico forense, pudiendo el
paciente o sus familiares solicitar que se preste por un médico de su elección, bajo la inspección
de aquél. El investigado también podrá designar un médico que intervenga en la asistencia al
paciente (art.350LECrim.).
Si hubiere discrepancias entre los facultativos que intervienen en el tratamiento, el Juez
nombrará otro médico para que también manifieste su parecer, y todas las opiniones se tendrán
en cuenta para resolver la causa (art.351LECrim.).
Diligencias en los supuestos de robo, hurto o estafa.
En estos supuestos, las diligencias tienen como finalidad acreditar la preexistencia previa de
las cosas robadas, hurtadas o estafadas. Tales diligencias consistirán básicamente en la toma
de declaración a quienes hubiesen sido testigos presenciales de los hechos. En su defecto, se
recibirá información del que se presente como agraviado, que deberá aportar indicios de que
se hallaba en posesión de las cosas al tiempo de cometerse el delito (art.364LECrim.).
Diligencias para la valoración de los daños y perjuicios.
Puesto que en el proceso penal se ejercitan conjuntamente la acción civil y la penal, es necesario
valorar los daños y los perjuicios causados por los hechos delictivos a efectos de cuantificar la
posible indemnización.
Para ello, en la fase de investigación se ha de oír sobre este extremo al perjudicado y llevar a
cabo las peritaciones que procedan para determinar el valor de las cosas sustraídas o los daños
y perjuicios causados por el delito.
Inspección ocular y reconocimiento judicial.
Consiste en un examen del lugar físico o los espacios colindantes, así como de los vestigios y
restos materiales. Esta inspección por medio de todos los sentidos consiste en dejar constancia
de las impresiones y la posibilidad de planos y fotografías, así como asegurar la conservación
de los vestigios materiales.
Se realizarán una serie de actuaciones complementarias como:
− La intervención de peritos, testigos o la declaración de personas del lugar o sus
proximidades.
− Reconstrucción de hechos (supuesto especial no previsto expresamente): es un intento
de reproducir el desarrollo de actuaciones criminales en el mismo escenario (reservar
para casos excepcionales por complejidad o molestias).
Será practicada por el Juez de Instrucción, asistido por el Letrado de la Administración de
Justicia. Se levantará acta con las impresiones obtenidas y la firma de todos los asistentes.
Esta inspección ocular y reconocimiento judicial puede tener consideración de prueba
anticipada, puesto que es imposible reproducir pasado un tiempo.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Declaración del investigado.


La declaración del investigado tiene diversa naturaleza jurídica:
− Acto de investigación: el juez interroga para averiguar los hechos y los sujetos.
− Acto de defensa: el investigado declarará libremente dando su versión propia de los
hechos.
− Acto de prueba: ello resultará excepcional, aunque en el plenario se retracte.
La declaración del investigado tiene una serie de garantías:
− Entrevista reservada con el abogado.
− Llamamiento a declarar en calidad de testigo.
− Asistencia de abogado (ya sea su abogado de confianza o de oficio).
− Debe informarse de manera comprensible sobre:
o Los hechos que se le imputan y su calificación.
o Su derecho a no declarar contra sí o confesarse culpable.
o Posibilidad de que todo lo que diga se ha usado en su contra.
La declaración del investigado se realizará en presencia del órgano y las partes, salvo que se
decrete el secreto de las actuaciones. La declaración será oral, aunque excepcionalmente se
puede redactar la respuesta o consultar notas. Las preguntas serán directas claras y precisas
para averiguar el hecho y todas las circunstancias, ya sean inculpatorias o exculpatorias.
El juez dirige y realiza las primeras preguntas generales de la ley, siendo éstas:
− Datos personales y familiares.
− Si el procesado anteriormente ha realizado algún hecho.
− Si sabe leer y escribir.
− Si sabe por qué es llamado a declarar.
Posteriormente, se interrogan a las partes acusadoras y a la defensa. Por último, se da la
oportunidad al investigado para ampliar la declaración y alegar tantas cuestiones estime
oportunas.
Si hubiere contradicción con las declaraciones anteriores, se podrán pedir aclaraciones al
respecto.
Puede decretarse la suspensión de oficio o a instancia de parte para descansar y recuperar el
ánimo.
Debe dejarse constancia de la duración total de dicha declaración.
El Letrado de la Administración de Justicia levantará un acta literal para su lectura y su
posterior firma.
La confesión es un principio de verdad material, aunque ésta no constituye una prueba tasada,
sino que impide que se tengan por acreditados los hechos. Existe la posibilidad de una sentencia
de conformidad, dándose en los juicios rápidos con una pena inferior a 3 años. Esta posibilidad
conlleva:
− La inmediata convocatoria para la formulación de la acusación.
− La defensa se conforma con la acusación más grave.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− El Juez de Instrucción dicta sentencia condenatoria.


Existe la posibilidad, en base a la jurisprudencia, de admitir esta confesión como prueba, pese
a la retractación en plenario. Como requisitos cabe decir:
− Es una prueba indagatoria realizada en calidad de investigado, poseyendo todas las
garantías.
− Será preguntado por la contradicción en juicio oral si no da una respuesta satisfactoria.
− Es deseable la práctica de pruebas complementarias.
Debe mencionarse el nacimiento del derecho de defensa del investigado desde la atribución
de un hecho punible. Tiene derecho a una asistencia letrada, entrevistándose reservadamente,
incluso antes de que se le reciba en declaración. También podrá entrevistársele en sede policial
o ante el fiscal. La admisión de denuncia o querella serán puestas inmediatamente en
conocimiento de los presuntamente responsables (derecho a conocer la existencia de un
procedimiento como parte del derecho a ser informado de la acusación).
El artículo 118 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece una serie de garantías:
− Toda persona a quién se atribuye un hecho punible podrá ejercitar el derecho de
defensa, interviniendo en las actuaciones, desde que se le comunique su existencia,
haya sido objeto de detención o cualquier otra medida cautelar o se haya decretado su
procesamiento, a cuyo efecto se le instruirá, sin demora injustificada, de los siguientes
derechos:
o Derecho a ser informado de los hechos que se le atribuyen, así como de
cualquier cambio relevante en el objeto de la investigación y de los hechos
imputados. Esta información será facilitada con el grado de detalle suficiente
para permitir el ejercicio efectivo del derecho de defensa.
o Derecho examinar las actuaciones con la debida antelación para
salvaguardar el derecho de defensa y, en todo caso, con anterioridad a que se le
tome declaración.
o Derecho actuar en el proceso penal para ejercer su derecho de defensa de
acuerdo con lo dispuesto en la Ley.
o Derecho a designar libremente abogado, sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 527.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
o Derecho a solicitar asistencia jurídica gratuita, su procedimiento para hacerlo
y condiciones para obtenerla.
o Derecho a la traducción e interpretación gratuitas de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 123 y 127 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
o Derecho a guardar silencio y a no prestar declaración si no desea hacerlo, y a
no contestar alguna o algunas de las preguntas que se le formulen.
o Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable.
La información a que se refiere este apartado se facilitará en un lenguaje
comprensible y que resulte accesible. A estos efectos se adaptará la información
a la edad del destinatario, su grado de madurez, discapacidad y cualquier otra
circunstancia personal de la que pueda derivar una modificación de la capacidad
para entender el alcance de la información que se le facilita.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− El derecho de defensa se ejercerá sin más limitaciones que las expresamente


previstas en la ley desde la atribución del hecho punible investigado hasta la extinción
de la pena.
− El derecho de defensa comprende la asistencia letrada de un abogado de libre
designación o, en su defecto, de un abogado de oficio, con el que podrá comunicarse y
entrevistarse reservadamente, incluso antes de que se le reciba a declaración por la
policía, el fiscal o la autoridad judicial, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 527
y que estará presente en todas sus declaraciones, así como en las diligencias de
reconocimiento, careos y reconstrucción de hechos.
− Para actuar en el proceso, las personas investigadas deberán ser representadas por
procurador y defendidas por abogado, designándoles de oficio cuando no los
hubiesen nombrado por sí mismos y lo solicitaren, y en todo caso, cuando no tuvieran
aptitud legal para hacerlo.
Si no hubiesen designado Procurador o abogado, se les requerirá para que lo hagan o se
les nombrará de oficio si, requeridos, no los nombrasen, cuando la causa llega al estado
en que se necesite el consejo de aquellos o haya de intentar algún recurso que hiciese
indispensable su actuación.
− Todas las comunicaciones entre el investigado o acusado y su abogado tendrán
carácter confidencial.
Si estas conversaciones o comunicaciones hubieran sido captadas o intervenidas
durante la ejecución de alguna de las diligencias reguladas en esta Ley, el juez ordenará
la eliminación de la grabación o la entrega al destinatario de la correspondencia
detenida, dejando constancia de estas circunstancias en las actuaciones.
Lo dispuesto en el párrafo primero no será de aplicación cuando se constate la existencia
de indicios objetivos de la participación del abogado en el hecho delictivo investigado
o de su implicación justo con el investigado o acusado en la comisión de otra infracción
penal, sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley General Penitenciaria.
− La admisión de denuncia o querella, y cualquier actuación procesal de la que resulte la
imputación de un delito contra persona o personas determinadas, serán puestas
inmediatamente en conocimiento de los presuntamente responsables.
Declaraciones testificales.
Concepto y regulación.
La declaración testifical es una diligencia de investigación en virtud de la cual una persona
ajena al proceso aporta al mismo una declaración de conocimiento sobre hechos delictivos
pasados, presenciados (vistos u oídos) por ella (testigo directo) o que ha sabido de referencia
(testigo de referencia), sobre los que es interrogada.
Su regulación se encuentra en los artículos 410 a 450 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Deberes de los testigos.
La regla general se encuentra en el artículo 410 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En este
sentido tienen el deber de comparecer al llamamiento judicial, además del deber de declarar de
cuanto supieren sobre lo que les fuera preguntado, referido a toda persona que se encuentre en
territorio nacional, sean nacionales o extranjeros, y que no estén impedidos.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Se encuentran una serie de excepciones en los artículos 411 a 417 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal.
Exentos de los deberes de comparecer y declarar.
Regulado en el artículo 411 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal: se exceptúan de lo dispuesto
en el artículo anterior:
− El Rey, la Reina, sus respectivos consortes, el Príncipe heredero y los Regentes del
Reino.
− También están exentos del deber de declarar los Agentes Diplomáticos acreditados en
España, en todo caso, y el personal administrativo, técnico o de servicio de las misiones
diplomáticas, así como sus familiares, si concurren en ellos los requisitos exigidos en
los tratados.
Exentos del deber de comparecer, pero no del de declarar.
Regulado en el artículo 412 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal:
1. Estarán exentas también de concurrir al llamamiento del Juez, pero no de declarar,
pudiendo hacerlo por escrito, las demás personas de la Familia Real.
2. Están exentos de concurrir al llamamiento del Juez, pero no de declarar, pudiendo
informar por escrito sobre los hechos de que tengan conocimiento por razón de su
cargo:
a. El Presidente y los demás miembros del Gobierno.
b. Los Presidentes del Congreso de los Diputados y del Senado.
c. El Presidente del Tribunal Constitucional
d. El Fiscal General del Estado.
e. Los Presidentes de las Comunidades Autónomas.
3. Si fuera conveniente recibir declaración alguna de las personas a las que se refiere el
apartado 2 anterior sobre cuestiones de las que no haya tenido conocimiento por razón
de su cargo, se tomará la misma en su domicilio o despacho oficial.
4. Quienes hubiesen desempeñado los cargos a qué se refiere el apartado 2 del presente
artículo estarán igualmente exentos de concurrir al llamamiento del Juez, pero no de
declarar, pudiendo informar por escrito sobre los hechos de que hubieren tenido
conocimiento por razón de su cargo.
5. Estarán exentos también de concurrir al llamamiento del Juez, pero no de declarar,
pudiendo hacerlo en su despacho oficial o en la sede del órgano del que sean
miembros:
a. Los Diputados o Senadores.
b. Los Magistrados del Tribunal Constitucional y los Vocales del Consejo General
del Poder Judicial.
c. Los Fiscales de Sala del Tribunal Supremo.
d. El Defensor del Pueblo.
e. Las Autoridades Judiciales de cualquier orden jurisdiccional de categoría
superior a la del que recibiere la declaración.
f. Los Presidentes de las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas.
g. El Presidente y los Consejeros Permanentes del Consejo de Estado.
h. El Presidente y los Consejeros del Tribunal de Cuentas.
i. Los miembros de los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

j. Los Secretarios de Estado, los Subsecretarios y asimilados, los Delegados del


Gobierno en las Comunidades Autónomas y en Ceuta y Melilla, los
Gobernadores civiles y los Delegados de Hacienda.
6. Si se trata de cargos cuya competencia esté limitada territorialmente, solo será
aplicable la exención correspondiente respecto de las declaraciones que hubieren de
recibirse en su territorio, excepción hecha de los Presidentes de las Comunidades
Autónomas y de sus Asambleas Legislativas.
7. En cuanto los miembros de las Oficinas Consulares, se estará a lo dispuesto en los
Convenios Internacionales en vigor.
Exentos del deber de declarar.
Según el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, están dispensados de la obligación
de declarar:
1. Los parientes del procesado en línea directa ascendente y descendente, su cónyuge o
persona unida por relación de hecho análoga a la matrimonial, sus hermanos
consanguíneos o uterinos y los colaterales consanguíneos hasta el segundo grado civil,
así como los parientes a que se refiere el número 3 del artículo 261.
El Juez instructor advertirá al testigo que se haya comprendido en el párrafo anterior
que no tiene obligación de declarar en contra del procesado; pero que puede hacer las
manifestaciones que considere oportunas, y el Secretario judicial consignará la
contestación que diere a esta advertencia.
2. El abogado del procesado respecto a los hechos que éste le hubiese confiado en su
calidad de defensor.
Si alguno de los testigos se encontrase en las relaciones indicadas en los párrafos
precedentes con uno o varios de los procesados, estará obligado a declarar respecto a
los demás, a no ser que su declaración pudiera comprometer a su pariente o defendido.
3. Los traductores e intérpretes de las conversaciones y comunicaciones entre el
imputado, procesado o acusado y las personas a que se refiere el apartado anterior, con
relación a los hechos a que estuviera referida su traducción e interpretación.
Además, el artículo 417 del mismo cuerpo legal dispone que no podrán ser obligados a declarar
como testigos:
1. Los eclesiásticos y ministros de los cultos disidentes, sobre los hechos que les fueren
revelados en el ejercicio de las funciones de su ministerio.
2. Los funcionarios públicos, tanto civiles como militares, de cualquiera clase que sean,
cuando no pudieren declarar sin violar el secreto que por razón de sus cargos estuviesen
obligados a guardar, o cuando, procediendo en virtud de obediencia debida, no fueren
autorizados por su superior jerárquico para prestar declaración que se les pida.
3. Los incapacitados física o moralmente.
¿Qué sucede si se incumplen estos deberes?
El artículo 420 dispone que, el que sin estar impedido no concurriere al primer llamamiento
judicial, excepto las personas mencionadas en el artículo 412, se resistiere a declarar lo que
supiese acerca de los hechos sobre los que fuere preguntado, a no estar comprendido en las

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

extensiones de los artículos anteriores, incurrirá en multa entre 200 y 5000 euros. Si persistire
su resistencia:
− En el primer caso (incumplimiento del deber de comparecer), será conducido a la
presencia del Juez instructor por los agentes de la autoridad, y perseguido por el
delito de obstrucción a la justicia tipificado en el artículo 463.1 del Código Penal.
− En el segundo caso (incumplimiento del deber de declarar), será también perseguido
por el de desobediencia grave a la autoridad.
¿Qué sucede si se teme algún peligro por la declaración?
En aquellos supuestos en los que se considere que la declaración del testigo puede entrañar
algún peligro para el testigo, se podrán adoptar las medidas de protección que contempla la
Ley Orgánica 19/1994, de 23 de diciembre, de protección a testigos y peritos en causas
criminales:
− Que no consta en las actuaciones los datos que permitan identificarlo, utilizando un
número o una clave.
− Comparezcan utilizando algún procedimiento que impida su identificación.
− Que se fije como domicilio, a efectos de notificación, la sede del Juzgado.
− Evitar que se les tomen fotografías.
− Proporcionarles protección policial.
− En casos excepcionales, se les proporcionará una nueva identidad y los medios
económicos suficientes para cambiar de residencia o de lugar de trabajo.
Procedimiento de la declaración testifical.
La declaración testifical es una diligencia de investigación, en la que deberá ratificarse en el
plenario para su valor probatorio. Será posible la prueba anticipada (peligro de muerte o marcha
al extranjero).
La declaración testifical es una citación personal, siendo verbal si ésta fuera urgente. Se podrá
realizar a través de medios de comunicación electrónicos si el domicilio se encontrare en
paradero desconocido.
La comparecencia se realizará en la sede del órgano. Cabiendo la posibilidad de que el órgano
se constituye en el domicilio o lugar donde se encuentre si:
− Se encuentra cerca la sede.
− Urgencia acreditada.
− Informando al Juez del lugar.
En cuanto a la forma de practicarse. Se realizará una declaración separada ante el juez,
comprobando la identidad y prestando juramento promesa general ante la ley. Constituirá un
relato de los hechos sin interrupciones, procediendo posteriormente el órgano a preguntas si
lo considerare oportuno. La respuesta a estas preguntas será oral, aunque se prevé de manera
excepcional la lectura de papeles para consultar ciertos datos. El Secretario levantará acta y
se informará de la necesaria ratificación en plenario, así como la práctica de la prueba como
anticipada, o si no fuere posible acudir.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Careo.
El careo es una diligencia consistente en enfrentar cara a cara, en presencia del órgano,
investigados o testigos entre sí, es decir unos contra otros, cuando mantienen una distinta
versión de los hechos para intentar aclarar así las contradicciones.
Como reglas para la realización de esta diligencia:
− No más de dos cada vez, no siendo menores (salvo casos excepcionales).
− Debe ser de utilización subsidiaria.
− Lectura de las declaraciones anteriores, ratificación o constancia de las declaraciones,
instando el órgano la aclaración (no permitiéndose insultos ni amenazas).
− El Letrado de la Administración de Justicia redactará el acta con la firma de todos los
intervinientes.
Dictámenes periciales.
Concepto y regulación.
La pericia es un medio de investigación que puede acordar el juez de instrucción cuando, para
conocer o apreciar algún hecho o circunstancia relevante para el proceso, sean necesarios
conocimientos científicos, artísticos o técnicos, que el juez no posee, y que deben ser aportados
por una persona experta (art.456LECrim.).
Su regulación se encuentra en los artículos 456 a 485 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Estatuto jurídico del perito.
Los peritos serán designados por el juez, entre personas que tengan conocimientos científicos,
artísticos o técnicos necesarios para realizar la pericia. Tendrán preferencia aquellos que
cuenten con titulación oficial que acredite tales conocimientos (arts.457-458LECrim.).
El juez deberá nombrar a dos peritos para realizar la pericia, excepto:
− Cuando en el lugar dónde se debe practicar solo existiera uno y no se puede esperar a
la llegada de otro sin perjuicios para la investigación (art.459LECrim.).
− En el procedimiento abreviado si el juez lo considera suficiente (art.788.2LECrim.).
Notificado el nombramiento, los peritos deberán jurar su cargo, sin que se pueden negar a
realizar la pericia encomendada, salvo que se encuentren impedidos (art.462LECrim.).
Según el artículo 463 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal el perito que sin alegar justa causa
fundada deje de acudir al llamamiento del Juez o se niegue a prestar el informe, incurrirá en
las responsabilidades señaladas para los testigos en el artículo 420. Por tanto:
− Multa de entre 200 y 5000 euros.
− Si persistiere en su negativa, en el primer caso (incumplimiento de acudir al
llamamiento judicial), será perseguido por el delito de obstrucción a la justicia
tipificado en el artículo 463.1 del Código Penal. En el segundo caso (negativa a prestar
informe), será perseguido por el de desobediencia grave a la autoridad.
Si la pericia no se puede reproducir en el juicio oral, las partes procesales también podrán
nombrar peritos de partes, a su costa, para que intervengan en la pericia (art.471LECrim.).
Derechos y deberes del perito.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Entre los deberes se encuentran:


− Comparecer al llamamiento judicial.
− Prestar juramento o promesa de practicar bien y fielmente la pericia.
− Efectuar la pericia.
Entre los derechos:
− Percibir los honorarios que le corresponden por la práctica de la prueba.
− Percibir las indemnizaciones correspondientes por la práctica de la pericia.
Recusación de los peritos.
Los peritos designados judicialmente solo podrán ser recusados cuando el reconocimiento y el
informe pericial realizado durante la fase de instrucción no se pueda reproducir en el juicio oral
(art.467LECrim.).
El motivo que justifica esta recusación es porque en este caso la pericia adquiere el valor
probatorio, se trata de una prueba pericial anticipada.
La recusación del perito se deberá basar en alguna de las causas previstas en el artículo 468 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal:
− Parentesco de consanguinidad o afinidad dentro del cuarto grado con el querellante o
el imputado.
− Interés directo o indirecto en la causa.
− Amistad íntima o enemistad manifiesta.
Informes periciales.
Se designará un perito envasa la lista del organismo correspondiente o por orden de sorteo.
Además, cada parte (acusación y defensa) podrá llevar su propio perito, si se tratare de una
prueba preconstituida.
Se nombrará al perito, se le llamará y prestará promesa y juramento. Realizará una explicación
del objeto, consistiendo en un análisis ante el órgano, el Letrado de la Administración de
Justicia y las partes (que harán constar las observaciones que consideren oportunas).
Realizado el reconocimiento se deliberarán y redactarán las conclusiones. Si hubiere
discordancia, se podrá nombrar a otro perito o repetir el reconocimiento si fuere posible.
El contenido del informe (con posibilidad de preguntas o aclaraciones de oficio o a instancia
de parte):
− Descripción de la persona, cosa y su estado.
− Relación detallada de las operaciones realizadas y su resultado.
− Conclusiones que se formularán en atención a las máximas de experiencia que poseen.
En cuanto al objeto, se caracterizará por:
− Balística de huellas dactilares o determinación de ADN: informes requeridos a
instituciones oficiales especialmente cualificadas. Requieren conocimientos muy
especializados:
o Perito:

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

▪ Escuela de Medicina Legal.


▪ Instituto Nacional de Toxicología.
▪ Gabinete Central de Identificación de la Policía científica.
o Valor: normalmente será una prueba preconstituida (pueden ser llamados a
ratificar).
− Autopsia (arts.335ss): examen pericial médico de anatomía interior y exterior del
cadáver para determinar las causas o circunstancias de la muerte y así su calificación
en el delito (lesiones, homicidio…).
o Supuestos:
▪ Regla general: realización preceptiva en todos los casos de muerte
violenta o sospecha de muerte no natural, antes de enterrar o incinerar
el cadáver.
▪ Excepción: en el procedimiento abreviado basta un informe médico que
presume la causa (art.778.4).
o Perito: Médico Forense u otro facultativo.
o Lugar:
▪ Instituto Provincial-Regional de Medicina Legal.
▪ Instituto Anatómico Forense.
▪ Otro que señale el órgano (incluso el domicilio del fallecido, a petición
de la propia familia).
o Valor:
▪ Prueba preconstituida que resulta irrepetible.
▪ Introducir en el plenario, con la lectura de los informes, y la presencia y
ratificación por parte de los forenses.
Otras diligencias de investigación.
Agente encubierto.
Debido al auge de la delincuencia organizada, a las organizaciones con material sofisticado,
personal más especializado, ilícitos penales especialmente grandes o con gran impacto social;
también debido a la importancia de la clandestinidad puesto que se desconocen los miembros,
métodos estrategias y actividades, se refirió a la necesidad de medios de investigación más
eficaces que respeten los derechos fundamentales.
Los agentes encubiertos constituyen el uso de agentes con modificación de la identidad en la
investigación penal. Cuando se trate de investigaciones que afecten a actividades propias de la
delincuencia organizada, el Juez Instructor competente o el Ministerio Fiscal dando cuenta
inmediata al juez, podrán autorizar a funcionarios de la Policía Judicial, mediante resolución
fundada y teniendo en cuenta su necesidad a los fines de la investigación, actuar bajo identidad
supuesta y adquirir y transportar los objetos, efectos o instrumentos del delito y diferir la
incautación de los mismos.
La identidad supuesta será otorgada por el Ministerio del Interior por el plazo de seis meses
prorrogables por periodos de igual duración, quedando legítimamente habilitados para actuar
en todo lo relacionado con la investigación concreta y a participar en el tráfico jurídico y
social bajo tal identidad.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

La resolución por la que se acuerde deberá consignar el nombre verdadero del agente y la
identidad supuesta con la que actuará en el caso concreto. La resolución será reservada y
deberá conservarse fuera de las actuaciones con la debida seguridad.
La información que vaya obteniendo deberá ser puesta a la mayor brevedad posible en
conocimiento de quién autorizó la investigación. Esa información deberá aportarse al proceso
en su integridad y se valorará en conciencia por el órgano judicial competente. El agente
encubierto podrá mantener la identidad supuesta cuando testifiquen en el proceso siempre
que así se acuerde mediante resolución judicial motivada, siéndole de aplicación la Ley
Orgánica 19/1994, de 23 de diciembre.
Ningún funcionario de la Policía Judicial podrá ser obligado a actuar como agente encubierto.
Cuando las actuaciones de investigación pueden afectar a los derechos fundamentales, el agente
encubierto deberá solicitar del órgano judicial competente en las autorizaciones que, al
respecto, establezca la Constitución y la Ley.
En el curso de una investigación llevada a cabo mediante agente encubierto, el juez competente
podrá autorizar la obtención de imágenes y la grabación de las conversaciones que pueden
mantenerse en los encuentros previstos entre el agente y el investigado, aún cuando se
desarrollen en el interior de un domicilio.
El agente encubierto estará exento de responsabilidad criminal por aquellas actuaciones que
sean consecuencia necesaria del desarrollo de la investigación, siempre que guarden la debida
proporcionalidad con la finalidad de la misma y no constituyan una provocación al delito. Salvo
el agente provocador que induce, instiga y propia la comisión del ilícito de características de la
actividad supuestamente habitual en los sospechosos.
A estos efectos se considerará como delincuencia organizada la Asociación de tres o más
personas para realizar, de forma permanente o reiterada, conductas que tengan como fin
cometer alguno o algunos de los delitos siguientes:
a. Delitos de obtención, tráfico ilícito de órganos humanos y trasplante de los mismos,
previstos en el artículo 156 bis del Código Penal.
b. Delito de secuestro de personas previsto en los artículos 164 166 del Código Penal.
c. Delito de trata de seres humanos previsto en el artículo 177 bis del Código Penal.
d. Delitos relativos a la prostitución previstos en los artículos 187 y 189 del Código Penal.
e. Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico previstos en los artículos
237, 243, 244, 248 y 301 del Código Penal.
f. Delitos relativos a la propiedad intelectual e industrial previstos en los artículos 270 a
277 del Código Penal.
g. Delitos contra los derechos de los trabajadores previstos en los artículos 312 y 313 del
Código Penal.
h. Delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros previstos en el artículo 318
bis del Código Penal.
i. Delitos de tráfico de especies de flora o fauna amenazada previstos en los artículos 332
y 334 del Código Penal.
j. Delito de tráfico de material nuclear y radiactivo previsto en el artículo 345 del Código
Penal.
k. Delitos contra la salud pública previstos en los artículos 368 a 373 del Código Penal.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

l. Delitos delitos de falsificación de moneda, artículo 386 del Código Penal, y de


falsificación de tarjetas de crédito débito o cheques de viaje, previsto en el artículo 399
bis del Código Penal.
m. Delitos de tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos previsto en los artículos
566 a 568 del Código Penal.
n. Delitos de terrorismo previstos en los artículos 572 a 578 del Código Penal.
o. Delitos contra el patrimonio histórico previstos en el artículo 2.1.e de la Ley Orgánica
12/1995, de 12 de diciembre, de represión del contrabando.
Debe hacerse la diferenciación entre la investigación encubierta y la provocación. Esta
diferenciación puede verse en la Sentencia del Tribunal Supremo (Sala II) 906/ 2014, en la que
establece que:
− Será una investigación encubierta: cuando los agentes de la autoridad sospechan o
conocen la existencia de una actividad delictiva y se infiltran entre quiénes la llevan a
cabo en busca de información o pruebas que permitan impedir el hecho delictivo.
− Por su parte, la provocación: la voluntad de delinquir surge en el sujeto, no por propia
y libre decisión, sino como consecuencia de la actividad de otra persona, generalmente
un agente o colaborador de los cuerpos y fuerzas de seguridad que, guiados por la
intención de detener a los sospechosos o de facilitar su detención, provoca a través de
su actuación engañosa de la ejecución de una conducta delictiva que no había sido
planeada o decidida por aquél y que de otra forma no hubiera realizado.
Debe mencionarse el agente encubierto virtual, establecido en el artículo 282 bis 6 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal. El Juez de Instrucción podrá autorizar a funcionarios de la Policía
Judicial para actuar bajo identidad supuesta en comunicaciones mantenidas en canales cerrados
de comunicación, con el fin de esclarecer alguno de los delitos a los que se refiere el artículo
282 o cualquier delito de los previstos en el artículo 588 ter.
El agente encubierto informático, con autorización específica para ello, podrá intercambiar o
enviar por sí mismo archivos ilícitos por razón de su contenido y analizar los resultados de los
algoritmos aplicados para la identificación de dichos archivos ilícitos. El agente encubierto
deberá solicitar del órgano judicial competente las autorizaciones que, al respecto, establezca
la Constitución y la Ley, así como cumplir las demás previsiones legales aplicables
(art.282bis.ap.3).
El juez competente podrá autorizar la obtención de imágenes y la grabación de las
conversaciones que puedan mantenerse en los encuentros previstos entre el agente y el
investigado, cuando se desarrollen en el interior de un domicilio (art.282bis.ap7).
El fundamento del agente encubierto tiene razón de ser en la Convención de Naciones Unidas
sobre la delincuencia organizada. Siempre que lo permitan los principios fundamentales de su
ordenamiento jurídico interno, cada Estado Parte adoptará, dentro de sus posibilidades y en las
condiciones prescritas por su derecho interno, las medidas que sean necesarias para permitir el
adecuado recurso a la entrega vigilada y, cuando lo considere apropiado, la utilización de otras
técnicas especiales de investigación, como la vigilancia electrónica o de otra índole y las
operaciones encubiertas, por sus autoridades competentes en su territorio con objeto de
combatir eficazmente la delincuencia organizada (art.20).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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También cabe destacar la Decisión Marco 2008/919/JAI que modifica la Decisión Marco
2002/475/JAI, sobre lucha contra el terrorismo, además de la Resolución 2178 (2014) del
Consejo de Seguridad de la ONU.
Circulación y entrega vigilada de sustancias prohibidas (art.263bis).
Se trata de permitir que una serie de bienes, que en principio debían ser de inmediato
intervenidos y detenidos quienes los tuvieron en su poder, circulen por territorio español o
salgan o entren en él sin interferencia obstativa de la autoridad o sus agentes y bajo su
vigilancia, con el objeto de descubrir o identificar a las personas involucradas en la comisión
de algún delito relativo a dichas drogas, sustancias, equipos, materiales, bienes y ganancias, así
como también prestar auxilio a autoridad extranjeras con esos mismos fines (art.263.2bis2).
Se da en los siguientes supuestos:
− Delincuencia organizada.
− Determinados ilícitos:
o Receptación o falsificación de moneda.
o Tráfico de especies animales, flora y fauna amenazadas.
− Tráfico de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, así como de otras
sustancias prohibidas.
− Tráfico o depósito de armas, municiones o explosivos.
El Juez de Instrucción competente y el Ministerio Fiscal, así como los Jefes de las Unidades
Orgánicas de Policía Judicial, centrales o de ámbito provincial, y sus mandos superiores podrán
autorizar la circulación o entrega vigilada. Esta medida deberá acordarse por resolución
fundada, en la que se determine explícitamente, en cuanto sea posible:
− El objeto de autorización o entrega vigilada.
− El tipo y cantidad de la sustancia de que se trate.
Para adoptar estas medidas se tendrá en cuenta su necesidad a los fines de investigación en
relación con la importancia del delito y con las posibilidades de vigilancia. El Juez que dicte la
resolución dará traslado de copia de la misma al Juzgado Decano de su jurisdicción, el cual
tendrá custodiado un registro de dichas resoluciones. Se permitirá la circulación vigilada de:
− Drogas y otras sustancias prohibidas (armas, explosivos, especies de flora y fauna
amenazadas y moneda falsificada).
− Equipos, materiales, bienes y ganancias procedentes de actividades delictivas.
La Policía debe confirmar que paquetes contienen sustancias previstas:
− Autorizar la revisión por escáner, rayos x o cata (introducir aguja en un paquete).
− Requerir autorización judicial previa para proceder a la apertura.
Confidentes policiales.
El confidente policial es el sujeto ambiente delictivo que informa a los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad sobre las actuaciones ilícitas desinteresadamente a cambio de un trato o favor, como,
por ejemplo, la entrega de drogas.
Se encuentra con varias problemáticas, entre ellas que puede servir para orientar a la
investigación policial, pese a la ilicitud del pago a los delatores, puesto que ello es contrario al

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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orden público y evidencia un cierto fracaso en los medios policiales. Además, existe cierta
dificultad para llevar a cabo el proceso, puesto que es necesario adoptar medidas de protección
de testigos, como la ocultación de identidad, evitar represalias o asegurar servicios futuros.
Por último, el rechazo de la declaración del testigo referencia, es decir la policía reproduce la
información del confidente, salvo la imposibilidad de practicar prueba directa (citar al testigo
directo) o se exprese la fuente de información (nombre y apellidos).
Rechazar absolutamente la posibilidad de que las declaraciones o revelaciones de los confidentes sean traídas al proceso
por la policía como testimonio de referencia y lleguen a tener algún valor probatorio de cargo (STS 26 de septiembre de
1997), de modo que el juzgador pueda fundamentar en esta declaración una sentencia condenatoria, entre otras razones
porque el artículo 710 exige que los testigos de referencia expresen el origen de la noticia, designando con su nombre y
apellido, o con las señas que fuere conocida, a la persona que se la hubiera comunicado, y la Policía es desde luego
conocedora del nombre del confidente. Por consiguiente, hay que entender que si no se expresa el origen de la noticia ha
de rechazarse toda la declaración testifical, incluso como testigos de referencia porque se impediría la contradicción en
el interrogatorio de quien conoce los hechos, con lo que la cuestión de la ocultación del nombre del confidente sería en
realidad un falso problema.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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TEMA 8. DILIGENCIAS DE ANTICIPACIÓN Y


ASEGURAMIENTO DE PRUEBA.

PRUEBA ANTICIPADA Y PRUEBA PRECONSTITUIDA.


DILIGENCIAS PARA LA OBTENCIÓN Y ASEGURAMIENTO DE
FUENTES DE PRUEBA.
Cómo regla general, el órgano jurisdiccional sentenciador solamente puede fundamentar su
sentencia la prueba practicada en su presencia en el juicio oral (art a nosotros.741LECrim.).
Sin embargo, en ocasiones, es imposible practicar la prueba bajo la inmediación del órgano
jurisdiccional, al tratarse de hechos que no pueden ser trasladados al momento de la celebración
del juicio oral. En estos casos, cuando deviene imposible la reproducción de la actividad
probatoria en el juicio oral, debido a la fugacidad del hecho de que se trate, es necesario que el
juez instructor o, incluso la Policía Judicial, proceda al aseguramiento de la prueba, ya sea
practicándola directamente bajo la inmediación del juez y con estricta observancia de las
garantías previstas en la ley o bien asegurando las fuentes de prueba para poder trasladarlas en
su día ante el órgano jurisdiccional decisor.
De esta forma, el aseguramiento de la prueba comprende dos cometidos concretos:
− De un lado, la práctica del acto de prueba, en este caso, se encuentra ante un supuesto
de prueba anticipada.
− De otro lado, la guarda o custodia de las fuentes de prueba a través de los actos de
prueba preconstituida.
Estos actos, aunque se practican dentro de la instrucción, se diferencian de los actos
instructorios porque se manifiestan para desvirtuar la presunción de inocencia o, lo que es lo
mismo, permitan al tribunal decisor extender a ellos su conocimiento para fundamentar una
sentencia de condena. Se trata, por tanto, de auténticos actos de prueba, pero practicados por
el Juez de instrucción y custodiados bajo la fe pública del Letrado de la Administración de
Justicia.
Pero para que estos actos se conviertan en verdaderos actos probatorios es necesario que se
cumplan una serie de requisitos y garantías:
1. Como requisito material, se exige la irrepetibilidad del hecho de que se trate.
Característica común a los actos de prueba anticipada y preconstituida es que los actos
no pueden ser reproducidos en el día de la celebración del juicio oral, es decir su
irrepetibilidad en el juicio oral.
Así, si un testigo insustituible se encuentra en peligro de muerte o va a ausentarse en el
extranjero, la Ley de Enjuiciamiento Criminal exige como requisitos para que su
declaración sea considerada como actividad probatoria que se respeten los principios
de contradicción e igualdad entre las partes. Pero si se trata de un testigo que puede
comparecer el día de la celebración del juicio oral, no puede el Tribunal sentenciador

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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extender su conocimiento a su declaración durante la fase de instrucción, sino que debe


disponer su comparecencia e interrogatorio público por las partes en el juicio oral.
2. Como requisito subjetivo se requiere la intervención del juez de instrucción y la
posibilidad de contradicción e igualdad.
En relación a la intervención del juez, su necesidad deriva de que en la prueba siempre
se exija la inmediación de un órgano dotado de independencia, lo que solo sucede con
la autoridad judicial.
También la práctica de la prueba exige el respeto de los principios de contradicción e
igualdad, de ahí que en los casos de prueba anticipada se prevean los mismos en la Ley
de Enjuiciamiento Criminal en relación a la declaración de testigos en peligro de muerte
o ausencia (art.448LECrim.). Así en los actos de prueba anticipada el juez instructor
debe informar al investigado de sus derechos a fin de que pueda ejercitar con plenitud
su derecho de defensa y proveerle de abogado con el objeto de que pueda comparecer
a la ejecución del acto.
Pero la jurisprudencia no exige que la contradicción efectivamente se produzca, sino
que tan sólo se posibilite. En ocasiones (entrada y registro) no es posible garantizar
plenamente el principio de contradicción; ello, no obstante, si se cumplen las garantías
previstas en la Ley de Enjuiciamiento Criminal para esta diligencia, puede el Tribunal
también extender su conocimiento a la correspondiente acta de registro. Lo mismo
ocurre con el acto del juez de instrucción como la recogida del cuerpo del delito,
autopsias, inspección ocular, o actos de la Policía Judicial, como las fotografías,
recogida de huellas dactilares y demás actas de la policía que son susceptibles de
alcanzar valor probatorio como supuestos de prueba preconstituida, siempre y cuando
concurran en su objeto extraordinarias circunstancias de urgencia que hagan irrepetible
esa prueba el día de celebración del juicio.
También son supuestos de prueba preconstituida las denominadas pruebas
alcoholométricas, como se verá posteriormente.
3. Requisito formal: los supuestos de prueba anticipada y preconstituida debe ser
introducidos en el juicio oral a través del trámite de la lectura de documentos
contemplado en el artículo 731 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sin que puedan
las partes acudir a la fórmula de tener por reproducida dicha prueba documental, ni el
órgano jurisdiccional decisor acudir a su examen de oficio por el artículo 726 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal.
La finalidad de esta lectura consiste de un lado, en posibilitar la contradicción por las
propias partes y, de otro, impedir que, a través del principio de examen de oficio de la
prueba documental, puedan introducirse, en calidad de prueba, todos los actos de
investigación que quedan plasmados, como norma general, en actas.

ENTRADA Y REGISTRO DOMÉSTICO.


Para proceder a la entrada y registro domiciliario será necesaria una autorización judicial,
salvo que si hubiere dado consentimiento del titular (tácito si no se opusiere); o se cometiere

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

un delito flagrante de terrorismo, hubiere una persecución policial, se instaurase el estado de


excepción o sitio, o ante una prisión provisional. En estos casos de delito, podrá acordar la
policía dicha entrada y registro dando cuenta inmediata al órgano.
Dicha diligencia se realizará en el proceso penal en curso (no investigación preliminar) por
un delito grave.
Realizada dicha diligencia se emitirá una resolución motivada (auto) con el siguiente
contenido mínimo:
− Justificar la pertinencia (carácter excepcional): gravedad de los hechos, ausencia,
alternativas menos gravosas a esta diligencia, proporcionalidad en la injerencia y
potencial resultado.
− Determinar el contenido: cosas, personas, motivo de la busca, lugar, tiempo, autoridad
que realiza la ejecución de la diligencia.
− Control judicial: sobre ordenación, desarrollo y resultados.
Procedimiento.
Autorización.
En cuanto la autorización para la entrada y registro domiciliario en un edificio público oficial
(edificio de la administración competente o un buque estatal). Esta autorización se realizará de
la siguiente forma:
− De oficio a la autoridad, notificando al encargado, si no hubiere respuesta en plazo.
− Autorización del presidente del Congreso o del Senado, en su caso.
− Licencia Real, si fuere en palacio o sitios reales.
Si el registro se diere en un establecimiento público no oficial, la entrada será libre, si está
abierto al público en ese horario, si no deberá informarse la persona al frente fuera del horario
no abierto al público.
Si este registro se da en dependencias extranjeras, deberá obtenerse autorización del
representante extranjero, si se trata de una residencia u oficina; sino una autorización del
capitán, cónsul o embajador, si el buque es extranjero.
Notificación.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Ejecución.
Para la ejecución de esta diligencia, el juez de instrucción, el Ministerio Fiscal o la policía (por
delegación), en presencia del Letrado de la Administración de Justicia y el sujeto pasivo
(representante familiar, más de 18 años y dos testigos).
Como reglas generales:
− Entrada: según el lugar, el peligro o la dificultad. Se dará la posibilidad del uso de
fuerza, pero con la prohibición del destrozo.
− Hora: si fuere en domicilio se procederá a ella de día o de noche (de urgencia y con
consentimiento del sujeto pasivo). Si no fuere en el domicilio, se procederá de día o de
noche cuando el órgano ordene.
− Registro: se recogerán los instrumentos, efectos del delito y todo aquello que interese,
con obligación de exhibir. También se procederá al registro de libros, papeles foliados
y rubricados.
− Actuaciones complementarias para evitar la fuga o la ocultación de pruebas: para ello
se procederá a una vigilancia prueba o incluso al cierre o sellado de las dependencias o
de los muebles, si fuere preciso interrumpir el registro.
Documentación.
El acta del Letrado de la Administración de Justicia tendrá el siguiente contenido:
− La autoridad que practicó la diligencia, las personas presentes y el horario de inicio y
fin.
− El orden de la realización del registro, incidencias y los resultados obtenidos.
− Firma de los concurrentes y un certificado al interesado si no se encontró nada
sospechoso.
Diligencia de registro.
La diligencia de registro consiste en la inspección de un lugar cerrado. Se encuentra su
regulación en los artículos 568 a 578 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Su finalidad radica
en la recogida de fuentes de prueba y la identificación del sujeto pasivo.
Esta diligencia de registro cuenta con unos elementos subjetivos, entre estos se encuentran:
− Juez de Instrucción: que puede estar presente en el registro. Lo más habitual en la
práctica es que delegue en la Policía Judicial.
− Letrado de la Administración de Justicia: su presencia es imprescindible para la
validez del registro.
− Interesado: debe estar el titular y el investigado si ambos no fueren la misma persona.
A falta del titular, deben estar presentes dos testigos recabados por la policía judicial.
Para evitar que llegue a desaparecer lo que se busca en la diligencia de entrada y registro,
dispone la Ley que, desde el momento en que el Juez que desde el momento en que el juez la
acuerde adoptará las medidas de vigilancia convenientes para evitar la fuga del investigado o
la sustracción de las cosas que hayan de ser objeto del registro (art.567). Estas medidas se
mantendrán si la diligencia se suspendiera (art.571). Se practicará conforme a los siguientes
principios:
− Mínima lesividad.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− Proporcionalidad, deber general de colaboración.


− Intervención y control por parte del Letrado de la Administración de Justicia en: la
clasificación y la custodia de los elementos intervenidos.
Dentro de esta diligencia de registros, se encuentran una serie de registros especiales:
− Se registrarán los documentos contables sólo cuando hubiere indicios graves de que
estos serán trascendentes a los fines del proceso (art.573LECrim.).
− El registro del protocolo de un notario o de los libros del Registro de la Propiedad,
del Registro Civil o del Registro Mercantil, remitiendo la Ley a su legislación específica
(art.578LECrim.).
− Cuando se produjera un registro en el despacho profesional de un abogado, el decano
del Colegio deberá personarse y asistir a las diligencias que se practiquen, velando por
la salvaguarda del secreto profesional (art.32.2 del EGAE aprobado por RD 658/2001).

INTERVENCIÓN DE COMUNICACIONES PERSONALES.


Intervención de las comunicaciones postales y telegráficas.
Consiste en el acceso judicial al contenido de la correspondencia postal y telegráfica. Su
regulación se encuentra en los artículos 579 a 588 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Su ámbito de aplicación radica para aquellos delitos dolosos con penas superiores a 3 años de
privación de libertad y a los delitos cometidos por organizaciones criminales y terroristas.
Se requiere autorización judicial, aunque bastará la autorización administrativa si se trata de
un Estado de excepción o de sitio (derecho suspendido en base al art.55CE), casos de urgencia
(autorizándolo el Ministro de Interior o el Secretario de Estado de Seguridad y ratificándolo el
Juez de Instrucción) y en la cárcel (autoriza el director, informando al órgano ya sea por
motivos de seguridad o por motivos de mantenimiento del orden del centro).
Se dará en el proceso penal en curso, será necesario un auto judicial motivado, aunque a ello
cabe ciertas excepciones:
− Que se trate de paquetes postales.
− Se trate de envíos con autorización de inspección o sometidos a control aduanero.
Tendrá un plazo de 3 meses, prorrogables hasta 18 meses.
Para el uso en otro procedimiento o incoación de un nuevo procedimiento por hallazgo casual:
• Deducción de testimonio y remisión o incoación del nuevo procedimiento.
• El nuevo juez acordará la continuación de la medida.
• Se mantendrá el secreto en ambos procedimientos.
La medida se ejecutará:
− Remisión de la correspondencia al juzgado y apertura en presencia del investigado.
− Aportación a la investigación de la correspondencia relevante.
− Si fuere un telegrama, se le remitirá copia al Juzgado.
El auto o resolución motiva de esta intervención tendrá un contenido mínimo:

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− Justificar la pertinencia (carácter excepcional): gravedad de los hechos, la ausencia


de alternativas menos gravosas, proporcionalidad en la injerencia y su potencial
resultado.
− Concretar el objeto (investigación de un único ilícito): los sujetos, el medio de
comunicación intervenido, extensión (detención, obtención, intervención…).
− Determinar el tiempo: tendrá una duración limitada de tres meses, prorrogables por
períodos de igual duración (un mes con secreto de sumario y, posteriormente,
publicidad, puesto que si no impediría la eficacia de la diligencia).
Habrá cierto control judicial sobre la ordenación, desarrollo, resultados y cese de la actividad.
Procedimiento.
La autorización se llevará a cabo por el órgano con competencia territorial (auxilio judicial en
su caso). Si fuera una postal telegráfica, será competente el del lugar de expedición, el del
tránsito o el de recepción (dependiendo del auto). En cambio, si fuere telefónica, será el del
lugar del teléfono a intervenir.
En cuanto a la ejecución, corresponderá en la postal telegráfica al Policía, al Jefe o al
administrador de la oficina de Correos; mientras que si fuera telefónica, será la Policía o la
compañía telefónica.
El tratamiento de la información comprenderá los objetos aprehendidos, los datos obtenidos,
las grabaciones originales que será remitidas inmediatamente al órgano para:
− La detención: apertura de la correspondencia en presencia del Letrado de la
Administración de Justicia, los interesados (remitente y receptor), el representante. Se
procederá a una lectura y a una selección importante de todo aquello que interese. El
resto se devolverá. Además, habrá el deber de conservación de éstas.
− Observación: se seleccionarán los datos relevantes para la causa y se procederá a la
destrucción del resto. Se informará a los interesados de lo realizado, así como de su
resultado.
Intervención: lectura de los mensajes y selección de aquello más relevante, incorporándose a
los autos los documentos, las grabaciones y las transcripciones. El Letrado de la
Administración de Justicia informará a los interesados de lo realizado y de los resultados.
Interceptación de las comunicaciones y telemáticas.
Sólo podrá ser concedida cuando la investigación tenga por objeto los delitos del artículo 579.1
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, o delitos cometidos a través de instrumentos
informáticos o de cualquier otra tecnología de la información o la comunicación o servicio de
comunicación.
Su ámbito se reduce a los terminales o medios de comunicación objeto de intervención que
han de ser aquellos habitual u ocasionalmente utilizados por el investigado. Se podrá autorizar
el acceso al contenido de las comunicaciones y a los datos electrónicos de tráfico o asociados
al proceso de comunicación, así como a los que se produzcan con independencia del
establecimiento o no de una concreta comunicación, en los que participe el sujeto investigado,
ya sea como emisor o como receptor, y podrá afectar a los terminales o los medios de
comunicación de los que el investigado sea titular o usuario. También podrán intervenirse los

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

terminales o medios de comunicación de la víctima cuando sea previsible un grave riesgo para
su vida o integridad.
Podrá acordarse la intervención judicial de las comunicaciones emitidas desde terminales o
medios de comunicación telemática pertenecientes a una tercera persona siempre que:
− Exista constancia de que el sujeto investigado se sirve de aquella para transmitir o
recibir información.
− El titular colabore con la persona investigada en sus fines ilícitos o se beneficie de su
actividad.
− También podrá autorizarse cuando el dispositivo objeto de investigación sea utilizado
maliciosamente por terceros por vía telemática, sin conocimiento de su titular.
El contenido de la resolución debe incluir:
− La identificación del número de abonado, del terminal o de la etiqueta técnica.
− La identificación de la conexión objeto de la intervención.
− Los datos necesarios para identificar el medio de telecomunicación de que se trate.
Para determinar la extensión de la medida, la solicitud podrá tener por objeto alguno de los
siguientes extremos:
− El registro y la grabación del contenido de la comunicación, con indicación de la forma
o tipo de comunicaciones a las que afecta.
− El conocimiento de su origen o destino, en el momento en el que la comunicación se
realiza.
− La localización geográfica del origen o destino de la comunicación.
− El conocimiento de otros datos de tráfico asociados o no asociados, pero de valor
añadido a la comunicación. En este caso, la solicitud especificará los datos concretos
que han de ser obtenidos.
En caso de urgencia, cuando las investigaciones se realicen para la averiguación de delitos de
bandas armadas o elementos terroristas y existan razones fundadas que hagan imprescindible
la medida, podrá ordenarla el Ministro del Interior o, en su defecto, el Secretario de Estado de
Seguridad.
Esta medida se comunicará inmediatamente al Juez de Instrucción y, en todo caso, dentro del
plazo máximo de 24 horas. El Juez de Instrucción, también de forma motivada, revocará o
confirmará tal actuación en un plazo máximo de 72 horas desde que fue ordenada la medida.
Todos los prestadores de servicios de telecomunicaciones, de acceso a una red de
telecomunicaciones o de servicios de la sociedad de la información, así como toda persona que
de cualquier modo contribuya a facilitar las comunicaciones a través del teléfono o de cualquier
otro medio o sistema de comunicación telemática, lógica o virtual, están obligados a prestar al
Juez, al Ministerio Fiscal y a los agentes de la Policía Judicial designados para la práctica de la
medida la asistencia y colaboración precisas para facilitar el cumplimiento de los autos de
intervención de las telecomunicaciones (deber de colaboración).
Los sujetos requeridos para prestar colaboración tendrán la obligación de guardar secreto
acerca de las actividades requeridas por las autoridades (deber de secreto).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Si se incumplieren los deberes de colaboración, asistencia y/o secreto, se podrá incurrir en un


delito de desobediencia.
En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 588 bis g) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
la Policía Judicial pondrá a disposición del Juez de Instrucción, con la periodicidad que éste
determine y en soportes digitales distintos, la transcripción de los pasajes que considere de
interés y las grabaciones íntegras realizadas.
Se indicará el origen y destino de cada una de ellas y se asegurará, mediante un sistema de
sellado, firma electrónica avanzado o sistema de adveración suficientemente fiable, la
autenticidad e integridad de la información volcada desde el ordenador central a los soportes
digitales en que las comunicaciones hubieran sido grabadas.
La duración máxima inicial de la intervención, que se computará desde la fecha de
autorización judicial, será de 3 meses, prorrogables por períodos sucesivos de igual duración
hasta el plazo máximo de 18 meses.
Para la fundamentación de la solicitud de la prórroga, la Policía Judicial aportará, en su
caso, la transcripción de aquellos pasajes de las conversaciones de las que se deduzcan
informaciones relevantes para decidir sobre el mantenimiento de la medida. Antes de resolver
sobre la prórroga, el Juez de Instrucción podrá solicitar aclaraciones o mayor información,
incluido el contenido íntegro de las conversaciones intervenidas.
Grabación de las comunicaciones orales directas.
Podrá autorizarse la colocación y utilización de dispositivos electrónicos que permitan la
captación y grabación de las comunicaciones orales directas que se mantengan por el
investigado en:
− La vía pública.
− En otro espacio abierto.
− En su domicilio.
− En cualesquiera otros lugares cerrados.
Los dispositivos de escucha y grabación podrán ser colocados tanto en el exterior como en el
interior del domicilio o lugar cerrado. Si fuera necesaria la entrada en el domicilio o en alguno
de los espacios destinados al ejercicio de la privacidad, la resolución habilitante habrá de
extender su motivación a la procedencia del acceso a dichos lugares.
La escucha y grabación de las conversaciones privadas se podrá complementar con la
obtención de imágenes cuando expresamente lo autorice la resolución judicial que la acuerde.
La utilización de estos dispositivos ha de estar vinculada a comunicaciones que puedan tener
lugar en uno o varios encuentros concretos del investigado con otras personas y sobre cuya
previsibilidad haya indicio puestos de manifiesto en la investigación.
Sólo podrá autorizarse dicha diligencia cuando concurran los requisitos siguientes:
− Que los hechos investigados sean constitutivos de alguno de los siguientes delitos:
o Delitos dolosos castigados con pena con límite máximo de, al menos, tres años
de prisión.
o Delitos cometidos en el seno de un grupo u organización criminal.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

o Delitos de terrorismo.
− Que pueda racionalmente preverse que la utilización de los dispositivos aportará datos
esenciales y de relevancia probatoria para el esclarecimiento de los hechos y la
identificación de su autor.
La resolución judicial que autorice la medida, deberá contener, además de las exigencias
reguladas en el artículo 588 bis c) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, una mención concreta
al lugar o dependencias, así como a los encuentros del investigado que van a ser sometidos a
vigilancia.
La Policía Judicial pondrá a disposición de la autoridad judicial el soporte original o copia
electrónica auténtica de las grabaciones e imágenes, que deberá ir acompañado de una
transcripción de las conversaciones que considere de interés. El informe identificará a todos
los agentes que hayan participado en ejecución y seguimiento de la medida.
Cesada la medida por alguna de las causas previstas en el artículo 588 bis j) de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, la grabación de conversaciones que puedan tener lugar en otros
encuentros o la captación de imágenes de tales momentos exigirán una nueva autorización
judicial.
Utilización de dispositivos técnicos de captación de la imagen, de seguimiento y de
localización.
Captación de imágenes en lugares o espacios públicos.
Se encuentra regulado en el artículo 588 quinquies a) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
La Policía Judicial podrá obtener y grabar por cualquier medio técnico imágenes de la
persona investigada cuando se encuentre en un lugar o espacio público, si ello fuera necesario
para facilitar su identificación, para localizar los instrumentos o efectos del delito u obtener
datos relevantes para el esclarecimiento de los hechos.
La medida podrá ser llevada a cabo aun cuando afecte a personas diferentes del investigado,
siempre que de otro modo se reduzca de forma relevante la utilidad de la vigilancia o existan
indicios fundados de la relación de dichas personas con el investigado y los hechos objeto de
la investigación.
Utilización de dispositivos o medios técnicos de seguimiento y localización.
Su regulación se halla en el artículo 588 quinquies b) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Como regla general, cuando concurran acreditadas razones de necesidad y la medida resulte
proporcionada, el Juez de Instrucción podrá autorizar la utilización de dispositivos o medios
técnicos de seguimiento y localización. La autorización deberá especificar el medio técnico
que va a ser utilizado.
Cuando concurran razones de urgencia que hagan razonablemente temer que de no colocarse
inmediatamente el dispositivo o medio técnico de seguimiento y localización se frustrará la
investigación, la Policía Judicial podrá proceder a su colocación, dando cuenta a la mayor
brevedad posible, y en todo caso en el plazo máximo de 24 horas, a la autoridad judicial, quien
podrá ratificar la medida adoptada o acordar su inmediato cese en el mismo plazo.
En este último supuesto, la información obtenida a partir del dispositivo colocado carecerá de
efectos en el proceso.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

En cuanto a la duración de la medida, el artículo 588 quinquies c) de la Ley de Enjuiciamiento


Criminal establece que, por regla general, tendrá una duración máxima de 3 meses a partir de
la fecha de su autorización. Excepcionalmente, el Juez de Instrucción podrá acordar prórrogas
sucesivas por el mismo o inferior plazo hasta un máximo de 18 meses, si así estuviera
justificado a la vista de los resultados obtenidos con la medida.
La Policía Judicial entregará al juez los soportes originales o copias electrónicas auténticas que
contengan la información recogida cuando éste se lo solicite y, en todo caso, cuando terminen
las investigaciones. La información obtenida a través de los dispositivos técnicos de
seguimiento y localización a los que se refieren los artículos anteriores deberá ser debidamente
custodiada para evitar su utilización indebida.
Registro de dispositivos de almacenamiento masivo de información.
Cuando con ocasión de la práctica de un registro domiciliario sea previsible la aprehensión de
ordenadores, instrumentos de comunicación telefónica o telemática o dispositivos de
almacenamiento masivo de información digital o el acceso a repositorios telemáticos de
datos, la resolución del Juez de Instrucción habrá de extender su razonamiento a la
justificación, en su caso, de las razones que legitiman el acceso de los agentes facultados a la
información contenida en tales dispositivos.
La simple incautación de cualquiera de estos dispositivos, practicada durante el transcurso de
la diligencia de registro domiciliario, no legitima el acceso a su contenido, sin perjuicio de que
dicho acceso pueda ser autorizado ulteriormente por el juez competente.
Esta autorización será también aplicable a aquellos casos en los que los ordenadores,
instrumentos de comunicación o dispositivos de almacenamiento masivo de datos, o el acceso
a repositorios telemáticos de datos, sean aprehendidos con independencia de un registro
domiciliario.
En estos casos, los agentes pondrán en conocimiento del juez la incautación de tales efectos.
Si éste considera indispensable el acceso a la información albergada en su contenido, otorgará
la correspondiente autorización.
La resolución del Juez Instructor mediante la que se autorice el acceso a la información
contenida en estos dispositivos fijará:
− Los términos y el alcance del registro.
− podrá autorizar la realización de copias de los datos informáticos.
− Fijará también las condiciones necesarias para asegurar la integridad de los datos.
− Las garantías de su preservación para hacer posible, en su caso, la práctica de un
dictamen pericial.
Salvo que constituyan el objeto o instrumento del delito o existan otras razones que lo
justifiquen, se evitará la incautación de los soportes físicos que contengan los datos o archivos
informáticos, cuando ello pueda causar un grave perjuicio a su titular o propietario y sea posible
la obtención de una copia de ellos en condiciones que garanticen la autenticidad e integridad
de los datos.
En los casos de urgencia en que se aprecie un interés constitucional legítimo que haga
imprescindible esta medida la Policía Judicial podrá llevar a cabo el examen directo de los

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

datos contenidos en el dispositivo incautado, comunicándolo inmediatamente, y en todo caso


dentro del plazo máximo de 24 horas, por escrito motivado al Juez de Instrucción, haciendo
constar las razones que justificaron la adopción de la medida, la actuación realizada, la forma
en que se ha efectuado y su resultado.
El juez competente, también de forma motivada, revocará o confirmará tal actuación en un
plazo máximo de 72 horas desde que fue ordenada la medida.
Las autoridades y agentes encargados de la investigación podrán ordenar a cualquier
persona que conozca el funcionamiento del sistema informático o las medidas aplicadas para
proteger los datos informáticos contenidos en el mismo que facilite la información que resulte
necesaria, siempre que de ello no derive una carga desproporcionada para el afectado, bajo
apercibimiento de incurrir en delito de desobediencia.
Este deber de colaboración no será aplicable al investigado o encausado, a las personas que
están dispensadas de la obligación de declarar por razón de parentesco y a aquellas que, de
conformidad con el artículo 416.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, no pueden declarar
en virtud del secreto profesional.
Registros remotos sobre equipos informáticos.
El Juez de Instrucción podrá autorizar la utilización de datos de identificación y códigos, así
como la instalación de un software, que permitan, de forma remota y telemática, el examen a
distancia y sin conocimiento de su titular o usuario del contenido de un ordenador, dispositivo
electrónico, sistema informático, instrumento de almacenamiento masivo de datos informáticos
o base de datos, siempre que persiga la investigación de alguno de los siguientes delitos:
− Delitos cometidos en el seno de organizaciones criminales.
− Delitos de terrorismo.
− Delitos cometidos contra menores o personas con capacidad modificada judicialmente.
− Delitos contra la Constitución, de traición y relativos a la defensa nacional.
− Delitos cometidos a través de instrumentos informáticos o de cualquier otra tecnología
de la información o la telecomunicación o servicio de comunicación.
La resolución judicial que autorice el registro deberá especificar:
− Los ordenadores, dispositivos electrónicos, sistemas informáticos o parte de los
mismos, medios informáticos de almacenamiento de datos o bases de datos, datos u
otros contenidos digitales objeto de la medida.
− El alcance de la misma, la forma en la que se procederá al acceso y aprehensión de
los datos o archivos informáticos relevantes para la causa y el software mediante el que
se ejecutará el control de la información.
− Los agentes autorizados para la ejecución de la medida.
− La autorización, en su caso, para la realización y conservación de copias de los datos
informáticos.
− Las medidas precisas para la preservación de la integridad de los datos
almacenados, así como para la inaccesibilidad o supresión de dichos datos del sistema
informático al que se ha tenido acceso.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Cuando los agentes que lleven a cabo el registro remoto tengan razones para creer que los
datos buscados están almacenados en otro sistema informático o en una parte del mismo,
pondrán este hecho en conocimiento del juez, quien podrá autorizar una ampliación de los
términos del registro.
Los prestadores de servicios y personas mencionadas en el artículo 588 ter e) de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal y los titulares o responsables del sistema informático o base de
datos objeto del registro están obligados a facilitar a los agentes investigadores la
colaboración precisa para la práctica de la medida y el acceso al sistema. Asimismo, están
obligados a facilitar la asistencia necesaria para que los datos e información recogidos puedan
ser objeto de examen y visualización.
Las autoridades y los agentes encargados de la investigación podrán ordenar a cualquier
persona que conozca el funcionamiento del sistema informático o las medidas aplicadas para
proteger los datos informáticos contenidos en el mismo que facilite la información que resulte
necesaria para el buen fin de la diligencia.
Esta disposición no será aplicable al investigado o encausado, a las personas que están
dispensadas de la obligación de declarar por razón de parentesco, y aquellas que, de
conformidad con el artículo 416.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal no pueden declarar en
virtud de secreto profesional.
Los sujetos requeridos para prestar colaboración tendrán la obligación de guardar secreto
acerca de las actividades requeridas por las autoridades.
No colaborar podrá conllevar la exigencia de la responsabilidad derivada de un delito de
desobediencia si no cumplen sus deberes.
La medida tendrá una duración máxima de 1 mes, prorrogable por iguales períodos hasta un
máximo de 3 meses.

INSPECCIONES E INTERVENCIONES CORPORALES.


Inspección corporal.
La inspección corporal es una medida de investigación de los hechos delictivos, es decir, que
su práctica sólo puede derivar de un conocimiento -todo lo sumario o indiciario que se quiera-
de unos hechos con apariencia delictiva. Por tanto, hay que rechazar por ilícita toda inspección
corporal que no responda a una previa sospecha de la comisión de un delito y que no haya
relacionado previamente al sujeto al que se pretende someter a reconocimiento con los hechos
investigados, cronológicamente los indicios sobre la persona que se inspecciona han de
preceder a la práctica de la diligencia.
Puede incidir en la intimidad personal (art.18.1CE), el examen de partes íntimas del cuerpo
humano para constatar si transporta objetos o sustancias prohibidas (correo drogas).
Esta diligencia no queda condicionada a la previa autorización judicial, sino que puede
realizarla de propia autoridad la Policía en su instrucción preliminar, siendo el hecho el modo
habitual en que la diligencia se realiza, puesto que responde a las exigencias de un inicial
momento de recepción de la notitia criminis.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

La práctica de las inspecciones corporales debe tomarse en consideración en atención como ha


señalado la jurisprudencia a un deber cívico de colaborar con los poderes públicos cuando
actúan en el ámbito de sus competencias, y de someterse a las normas de policía en una
sociedad democrática, a pesar de las incomodidades que tal sometimiento llegue a representar,
máxime si se parte de la existencia de indicios que aconsejen la realización de la inspección
corporal. Habida cuenta de esta habilitación general para la práctica de la diligencia, el límite
estará en el ámbito de protección que los derechos fundamentales representan y, sobre todo, en
las habilitaciones legales específicos para afectarlos.
La Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, regula la
práctica de registro y comprobación en personas, bienes y vehículos (art.18), así como de
registros corporales externos (art.20), diligencias para las que se excluyen expresamente en
esta ley las formalidades de detención (art.19), que aquí supondría la exclusión del derecho a
la asistencia de abogado. La Ley de seguridad ciudadana (art.20) prevé la práctica de registros
corporales externos y superficiales de la persona cuando existan indicios racionales para
suponer que ese registro puede conducir al hallazgo de instrumentos, efectos u otros objetos
relevantes para el ejercicio de las funciones de indagación encomendadas a las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad.
Se exige que, salvo en una situación de urgencia por riesgo grave e inminente para los
agentes, el registro se practicará por una persona del mismo sexo y en lugar reservado, si se
dejan a la vista partes del cuerpo normalmente cubiertas por ropa procurando afectar lo menos
posible a la intimidad y a la dignidad de la persona (art.20.2). El registro corporal, cuando no
cuente con el consentimiento del afectado, puede exigir algún género de compulsión, que se
autoriza en el artículo 20.3, aun cuando estas medidas de compulsión deban ser solamente las
indispensables y respetando los principios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad.
Este mismo tratamiento será exigible a los registros corporales externos a los exámenes
radiológicos, y entender que el sometimiento a un reconocimiento por un aparato de rayos X,
o a otra prueba de similares características, salvo que por enfermedad o por las circunstancias
físicas de la persona la inspección pueda poner en riesgo su vida o su integridad física (como
en caso de embarazo, en que se pueden producir malformaciones en el feto), se le puede
imponer en aplicación de lo dispuesto en la Ley de seguridad ciudadana y los resultados se
entenderán válidamente obtenidos.
Intervención corporal.
La intervención corporal encuentra su regulación en los artículos 18.3 de la Constitución
Española y 323 y 363 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, tratándose de una regulación
manifiestamente insuficiente.
Puede conceptuarse como la diligencia instrumental de investigación judicial limitativa de
derechos fundamentales, consistiendo en la actuación o injerencia sobre el cuerpo humano. Se
realiza con la finalidad de obtener fuente de prueba para averiguar y hacer constar la comisión
de hechos delictivos.
Comporta una intromisión en la integridad física (art.15CE), ya que supone la extracción de
elementos corporales para someterlos a un análisis pericial y determinar el hecho punible o la
participación del sujeto.
Los supuestos previstos son:
13
Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− El análisis de muestras que se encuentren (sangre, saliva, pelo de la víctima, en caso de


agresión) o se obtengan con consentimiento.
− La extracción con autorización judicial (obtener muestra biológica para determinar el
perfil de ADN).
− Se prevé un efecto negativo al sometimiento de pruebas en la investigación civil de
paternidad (determinar la filiación si hubiere otras pruebas).
− Se permitirá la alimentación asistida de presos en huelga de hambre (peligra su vida).
Se prevén dos tipos:
− Leves: no afectan a la integridad física.
− Graves: suponen una intervención intensa.
Por último, cabe mencionar el régimen:
− Exigen autorización judicial previa a través de auto motivado.
− Puede mediar el consentimiento del sujeto pasivo.
− Deben aplicarse los principios de necesariedad, excepcionalidad y proporcionalidad.
− Siempre rige el principio de mínima lesividad.
− La única regulada (mínimamente) es la obtención de muestras de ADN.

PRUEBA ALCOHOLOMÉTRICA Y VIDEOVIGILANCIA.


Videovigilancia.
Se dará en supuestos de grabación preventiva, para garantizar la seguridad pública, siempre
que hubiere una autorización administrativa previa (pudiendo ser superior en caso de urgencia).
Deberá remitirse atestado con la grabación original en 72 horas, transmitiendo al órgano la
notitia criminis para la incoación del proceso.
También se dará en supuestos de grabación como diligencia de la investigación, ordenada por
el Juez de Instrucción.
Tendrá valor de prueba preconstituida, respetando los derechos fundamentales de honor,
intimidad y propia imagen y guardando proporcionalidad (idoneidad e intervención mínima).
Prueba alcoholométrica.
El artículo 379.2 del Código Penal castiga con pena de prisión, multa, trabajos en beneficio
de la comunidad y en cualquier caso con la privación del permiso a conducir vehículos a motor
o ciclomotor por tiempo superior a un año y hasta cuatro años a los que condujeren un vehículo
a motor o ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias
psicotrópicas o bebidas alcohólicas. En todo caso, será castigado con dichas penas el que
condujere con una tasa de alcohol en aire expirado superior a 0,60 miligramos por litro o con
una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro.
La normativa relativa a seguridad vial establece un límite máximo de 0,25 mg/l en aire
espirado, o de alcohol en sangre superior a 0,5 g/l.
En todo caso, el artículo 379 del Código Penal es delito la mera conducción bajo la influencia
de bebidas alcohólicas, la jurisprudencia ha venido entendiendo que no hay alcoholemia

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

cuando la tasa sea inferior a 0,25 en conductores normales, y en el caso de noveles y aquellos
conductores con permisos especiales la tasa es de 0,15.
Este delito constituye un exponente de los denominados delitos de peligro presunto o
abstracto, que comporta que resulten punibles incluso aquellos supuestos en los cuales sin
evidencia de una conducción anómala se requiera a una persona, en un control preventivo, y
la prueba de alcoholemia resulte positiva en grado superior a 0,60 mg/l de alcohol, debiendo
ser positiva en las dos pruebas a las que por disposición legal está obligado a someterse el
conductor.
Al tratarse de un delito de peligro presunto, cuando la tasa de alcohol sea superior a 0,25 e
inferior a 0,60 y se pueda acreditar que se ha causado un daño o perjuicio o la tasa de alcohol
ha influido negativamente en la conducción se estará hablando de un delito contra la seguridad
vial y no sólo de una mera sanción administrativa.
El control policial se realizará de forma preventiva o en caso de accidente o infracción
(investigación preliminar).
Se insta al conductor a someterse al test de alcoholemia para comprobar la cantidad de alcohol
ingerido, a partir de una muestra de aire (espirómetro). Se le informará de las consecuencias
del sometimiento, siendo una prueba preconstituida. Ante la negativa del conductor:
− Falta administrativa grave: justificando la retención del vehículo.
− Delito de desobediencia:
o Incoación de diligencias penales.
o Pena más grave que el delito contra la seguridad vial.
Si la primera prueba realizada diere resultado positivo y el conductor tuviere síntomas de
ingesta de alcohol se le repetirá la prueba. Si ambas pruebas dieren positivo, se informará al
sujeto de la posibilidad de acudir a un centro sanitario para un análisis de sangre u orina para
contrastar las pruebas anteriores.
Por último, la policía levanta atestado (que tendrá valor de denuncia y deberá ratificarse en la
instrucción o en el plenario), dejando constancia de las pruebas, el resultado y el aparato
utilizado (debiendo estar homologado).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

TEMA 9. LAS MEDIDAS CAUTELARES Y DE


PROTECCIÓN.

CONCEPTO, CARACTERÍSTICAS Y PRESUPUESTOS.


Concepto.
Medidas cautelares.
El desarrollo del proceso requiere tiempo y durante el transcurso de este, pueden realizarse
actos o adoptarse conductas que impidan o dificultan gravemente la ejecución de la sentencia
de condena que pueda ser dictada. Por tanto, tanto se puede decir que las medidas cautelares
están llamadas a garantizar el cumplimiento efectivo de la sentencia. Para garantizar estos
efectos o la ejecución de la parte dispositiva de la sentencia surge la conveniencia de adoptar,
hasta que se adquiera firmeza, las medidas cautelares.
Por tales medidas cabe entender las resoluciones motivadas del órgano jurisdiccional que
pueden adoptarse contra el presunto responsable de la acción delictiva, como consecuencia, de
un lado, del surgimiento de su cualidad de investigado y, de otro, de la fundada probabilidad
de su ocultación personal o patrimonial en el curso de un procedimiento penal, por las que se
limita provisionalmente la libertad o la libre disposición de sus bienes con el fin de garantizar
los efectos penales y civiles de la sentencia.
Por tanto, se trata de actuaciones encaminadas a asegurar responsabilidades penales y/o
pecuniarias, que pretenden garantizar la posibilidad de celebrar el juicio oral y ejecutar el fallo
de una futura sentencia condenatoria.
Las medidas cautelares pueden ser personales y reales, dependiendo de si su objeto es una
limitación a la libertad individual (detención, prisión provisional, libertad provisional) o a la
disponibilidad de ciertas cosas (embargo, depósito). Además, esa limitación puede ser de
mayor o menor intensidad dependiendo del fin que se pretenda, de tal forma que el juez deberá
tener en cuenta el principio de proporcionalidad entre la medida limitativa adoptada y el fin
perseguido. Así:
− Medidas cautelares personales: la Constitución Española establece la libertad como
el primero de los valores superiores del ordenamiento jurídico español (art.1.1CE),
reconociéndolo como derecho fundamental de la persona (art.17.1CE). Ahora bien,
en el desarrollo del proceso penal pueden adoptarse medidas que limiten o priven a
la persona de su derecho a la libertad, pero según lo previsto en el precepto
constitucional y en los casos y formas previstos en la ley (art.17.1CE).
− Medidas cautelares reales: son medidas previstas en la Ley de Enjuiciamiento
Criminal para asegurar:
o De una parte, el cuerpo del delito (por ejemplo, la aprehensión de cosas y
bienes, que posibilita la selección de aquellas que han tenido relación en el
delito; depósito de las cosas o bienes que el Juez de Instrucción considera de
importancia probatoria...).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

o De otra parte, las responsabilidades civiles derivadas de la comisión del


hecho delictivo (por ejemplo, la fianza y el embargo).
Medidas de protección.
Las medidas de protección son aquellas que adoptadas durante la tramitación del proceso tiene
como finalidad la protección de la víctima mientras se tramita el proceso penal y se dicta la
sentencia, que incluyen, por ejemplo, la orden de alejamiento o la orden de protección
Características.
Las características de las medidas cautelares son: la jurisdiccionalidad, la instrumentalidad, la
provisionalidad, la homogeneidad y la proporcionalidad.
− Jurisdiccionalidad.
Las medidas cautelares penales están sometidas al principio de jurisdiccionalidad conforme al
cual tan solo pueden ser adoptadas por el órgano jurisdiccional competente.
Excepcionalmente, determinadas medidas cautelares provisionalísimas, tal y como acontece
con la detención, pueden ser acordadas por la policía. Pero incluso en este supuesto, tal facultad
no deriva de potestad administrativa alguna, sino que se trata de un acto que realiza la autoridad
gubernativa, en su calidad de policía judicial, a prevención y en función del correspondiente
procedimiento penal. Por esta razón, ha de ser confirmada o no por una medida menos interina,
como es la prisión provisional, que tan sólo compete al Juez de Instrucción.
Debido a la prohibición constitucional que la Administración tiene de imposición de medidas
restrictivas del derecho a la libertad (art.25.3CE), a la vigencia del principio del juez legal
(art.24.2CE) y al de “exclusividad jurisdiccional” (art.117.3CE) o monopolio jurisdiccional en
la imposición de la pena, únicamente pueden ser adoptadas por el juez ordinario, que ha de ser
el de la jurisdicción penal competente y a través del procedimiento preestablecido.
− Instrumentalidad.
Como consecuencia del principio anterior, las medidas cautelares son instrumentales o han de
estar supeditadas a un proceso penal en curso.
Tales medidas, solo pueden adoptarse pendiente el proceso principal o a la espera de su
inmediata iniciación (por ejemplo, la detención).
Al ser instrumentales de un proceso penal pendiente y principal, lógicamente deberán
extinguirse necesariamente cuando el proceso principal termine, bien extinguiendo sus
efectos o bien transformándose en medidas ejecutivas. En tal sentido, es indiferente que el
procedimiento acabe mediante sentencia o auto de sobreseimiento.
− Provisionalidad.
Las medidas cautelares son siempre provisionales. Como máximo han de durar el tiempo en
que permanezca pendiente el proceso principal, pero con anterioridad a dicho término, también
pueden finalizar o transformarse en medidas distintas, si se modifican los presupuestos y
circunstancias que han justificado su adopción.
Las medidas cautelares están pues sometidas a la regla rebus sic stantibus, de modo que tan
solo han de permanecer en tanto subsistan los presupuestos que las han justificado.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Además, determinadas medidas cautelares son temporales, al establecer el legislador unos


plazos máximos de duración. Este es el caso de la detención o prisión provisional cuya duración
está condicionada a la observancia de plazos previos y determinados, cuya infracción ha de
fundamentar el oportuno recurso de amparo.
− Homogeneidad.
Finalmente, las medidas cautelares son homogéneas, aunque no idénticas, con las medidas
ejecutivas a las que tienen a preordenar.
Debido a la circunstancia de que la medida cautelar está destinada a garantizar a los futuros
efectos de la sentencia, su naturaleza participa, en cierto modo, de las medidas ejecutivas.
− Proporcionalidad.
La medida cautelar tiene que ser proporcional a los hechos que se depuran y a su gravedad, de
modo que el sacrificio que la medida representa en la esfera a los derechos del sujeto pasivo
del proceso no puede ser más oneroso para quien la padece que el posible resultado
condenatorio de la sentencia.
Presupuestos.
Los presupuestos de las medidas cautelares son el fumus boni iuris y el periculum in mora.
El fumus boni iuris o apariencia y justificación del derecho subjetivo, que en el proceso civil
suele ir ligado a la titularidad de un documento justificativo del derecho subjetivo material, en
el proceso penal, tratándose de la futura actuación del ius puniendi como consecuencia de la
comisión de un delito que al propio tiempo es fuente de la obligación civil, estriba precisamente
en la razonada atribución del hecho punible a una persona determinada.
El presupuesto material de toda medida cautelar penal o civil en el proceso penal es pues la
imputación motivada y verosímil, es decir, la atribución de responsabilidad penal por unos
hechos delictivos concretos a una persona concreta. Sin imputación no existe posibilidad
alguna de adopción de medidas cautelares, bien sean personales o reales.
El periculum in mora o daño jurídico derivado del retardo del procedimiento, viene
determinado en el proceso penal, por el peligro de la fuga o de la ocultación personal o
patrimonial del imputado.
Naturalmente ese peligro de evasión del investigado se acrecienta en la medida en que el hecho
imputado sea de mayor gravedad y, por tanto, la futura pena a imponer sea más grave.
El tercer presupuesto para adoptar válidamente medidas cautelares en el proceso penal es una
resolución judicial motivada (auto) que las acuerde. La excepción a este presupuesto sería la
detención que, como se verá, la puede practicar la policía e incluso cualquier persona, pero es
una medida de duración muy corta y para lograr una finalidad inmediata.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Clases de medidas en el proceso penal.

MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES: LA DETENCIÓN.


CONTROL JUDICIAL DE LAS DETENCIONES ILEGALES: EL
PROCEDIMIENTO DE HABEAS CORPUS. LA PRISIÓN
PROVISIONAL. LA LIBERTAD PROVISIONAL.
Detención.
Constituye la detención una medida cautelar de carácter personal1 y provisionalísima que
puede adoptar la autoridad judicial, policial o incluso los particulares. Consiste en la limitación
del derecho a la libertad ambulatoria de una persona por un corto período de tiempo como
consecuencia de la comisión de un hecho delictivo, antes incluso de haberse incoado el proceso
penal.
Como toda medida cautelar debe cumplir la detención con los presupuestos del fumus boni
iuris, así a la detención ha de preceder la imputación, esto es la existencia de un hecho delictivo
y de la posible responsabilidad criminal de la persona a quien se detiene, y del periculum in
mora2, que exige que hay un peligro para el proceso penal si no se adopta (peligro de que,
durante el transcurso del proceso penal, sea aprovechado por el investigado para eludir el fin
de la justicia).
Al incidir sobre uno de los derechos fundamentales más preciados, la detención está sometida
al principio de proporcionalidad (art.18CEDHLF) por lo que ha de adecuarse al fin
perseguido, justificarse exclusivamente en los casos y en la forma prevista en la ley

1 Son aquellas que limitan la libertad de movimiento del investigado en el proceso penal.
2 Ello puede ponerse en relación con lo que sucede en el proceso penal, cuando el acusado no está presente en el Juicio Oral que, por regla
general, éste no podría celebrarse (con las excepciones del procedimiento abreviado y los juicios leves).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

(art.17.1CE), siempre y cuando no sea posible para alcanzar aquellos fines utilizar otras
medidas menos restrictivas y sin que le sea autorizado a quien disponga la medida, restringir
el derecho a la libertad más allá de lo indispensable para alcanzar los objetivos previstos en las
normas que la disciplinan.
Clases de detención.
Son tres las clases de detención:
a. Detención por particulares.
b. Detención policial.
c. Detención judicial.
Detención por los particulares.
Constituye esta modalidad de detención una facultad que asiste a todo ciudadano a privar de la
libertad ambulatoria a otro, dando cuenta inmediatamente de dicha detención a la Autoridad o
poniendo inmediatamente a disposición de ella al detenido.
Los supuestos en los que cabe la detención por particulares están previstos en el artículo 490
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. No obstante, el casuismo de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, los siete supuestos reflejados en son reconducibles a dos:
a. Cuando se encuentre a una persona en el momento de ir a cometer un delito o
se le sorprenda in fraganti (arts.4901º)
b. Cuando se encuentre en rebeldía el judicialmente investigado o el condenado
(art.490.7º), o cuando el detenido o el preso preventivo (art.490.6) o el
condenado se hubiera fugado (art.490.3º,4º y 5º).
A diferencia de la detención policial, la detención por los particulares es una facultad
(art.490LECrim), cuyo objeto se reduce exclusivamente a poner inmediatamente a
disposición de la autoridad judicial o policial al detenido.

Detención policial.
Por detención policial cabe entender la obligación que tienen los funcionarios de la policía
judicial y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para privar de libertad a un
investigado, sobre el que puede presumirse su eventual incomparecencia a la autoridad judicial,
durante el tiempo imprescindible para practicar las diligencias de reconocimiento e
interrogatorio y dentro del plazo previsto en la ley, poniéndolo en libertad o a disposición de
la Autoridad Judicial.
A diferencia de la detención practicada por los particulares, la de los funcionarios de policía
constituye el ejercicio de una obligación (art.492.1LECrim) que les viene impuesta por su
especial misión de descubrimiento de los delitos y de sus presuntos autores (art.282LECrim).
En cuanto a los presupuestos, son los propios de las medidas cautelares:
a. Fumus boni iuris: imputación. La procedencia de la detención policial queda
legalmente condicionada a que el detenido se encuentre en alguno de los supuestos de
los artículos 490 y 492 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El examen de todos y
cada uno de los supuestos revela un mismo denominador común: la detención policial

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

exige, como presupuesto material previo, la existencia de un título de imputación


(condena, rebeldía, procesamiento o evidente participación en un hecho punible)
contra una persona determinada.
b. Periculum in mora: peligro de fuga. No es suficiente cualquier imputación, sino la de
un hecho punible que revista especial gravedad o que, aún sin tenerla, pueda el
funcionario de policía, de las circunstancias del hecho o de la personalidad del
imputado, presumir que éste se sustraerá a la actividad de la justicia (por ejemplo,
porque ya tenga antecedentes penales o existan supuestos similares donde ha eludido
la acción de la justicia). Así:
o Investigado por delito que lleve aparejada pena superior a 3 años (hecho
punible que revista especial gravedad).
o Investigado por delito que lleva aparejada pena inferior a 3 años - si los
antecedentes del investigado o las circunstancias del hecho hicieran presumir
que éste se sustraerá a la actividad de la justicia.
o Cuando aun no estando investigado, la autoridad tenga motivos racionales
bastantes para creer:
▪ Existencia del hecho que presenta carácter de delito.
▪ Persona que se intenta detener tuvo participación en él.
Por lo que respecta a la duración, por regla general, dispone el artículo 17.2 de la
Constitución Española que la detención preventiva no podrá durar más del tiempo
estrictamente necesario para la realización de averiguaciones tendentes al esclarecimiento de
los hechos y, en todo caso, en el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser
puesto a disposición de la autoridad judicial.
De conformidad pues con la naturaleza provisionalísima de la detención dicha medida
cautelar no puede durar, en primer lugar, más tiempo del imprescindible para el
"esclarecimiento de los hechos", por lo que no cabe entender naturalmente la realización de
la totalidad de las actividades de investigación, sino la práctica de aquellos actos de
investigación propios de las diligencias policiales que de conformidad con lo previsto por el
artículo 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal son exclusivamente estos dos: el
reconocimiento de identidad y la declaración del detenido.
Por consiguiente, practicadas tales diligencias de carácter urgente, la Autoridad policial ha de
poner en libertad o a disposición judicial al detenido, sin que la Constitución Española otorgue
derecho alguno a la policía para dilatar más allá de la detención, ni muchos menos autorice a
agotar el plazo previsto en dicho precepto o en la legislación ordinaria.
El incumplimiento del plazo permite la posibilidad de utilizar el procedimiento de habeas
corpus para obtener el restablecimiento del derecho a la libertad vulnerado por la detención
ilegal por exceso de plazo.
Como excepciones, y aún en el hipotético supuesto en que los funcionarios de la policía no
hayan podido concluir tales diligencias, la detención policial no podrá durar más de 72 horas,
siendo no obstante susceptible de ampliarse dicho plazo por la legislación especial y de ser

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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reducido por la ordinaria, lo que obliga a distinguir los plazos extraordinarios de los
ordinarios.
Las excepciones constituyen supuestos en los que la legislación especial establece plazos
extraordinarios de duración de la detención:
− Estado de alarma-sitio-excepción: regulado por la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de
junio, sobre estados de alarma, excepción y sitio, en los que la detención puede
alcanzar los 10 días.
− Delitos de terrorismo: regulado en el artículo 520 bis 1 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, según la redacción operada por la Ley Orgánica 4/1988, de 25 de mayo, en
cuyo caso la detención podrá durar 5 días (72 horas más 48 horas de prórroga
autorizada por el Juez mediante resolución motivada).

Detención judicial.
La detención judicial es toda privación de libertad, dispuesta por un órgano jurisdiccional en
el curso del procedimiento penal, así como la situación en la que permanece el detenido,
durante el plazo máximo de setenta y dos horas, hasta tanto el juez de instrucción resuelva su
situación en el proceso.
Es posible deducir dos clases de detención judicial:
− La detención judicial de oficio puede ser dispuesta como consecuencia del
incumplimiento de una orden de comparecencia (arts.487 y 420LECrim.), del
surgimiento de una imputación contra persona determinada (art.494LECrim.) o del
incumplimiento de las normas de policía de vistas (art.684.3LECrim.).
− La detención judicial confirmatoria que tiene por objeto decidir entre dejar en
libertad al detenido o adoptar otra medida menos interina. Así, el Juez podrá acordar:
o De oficio:
▪ Remisión del sujeto a centro penitenciario en caso de fuga.
▪ Remisión del sujeto a órgano competente (para que decida o confirme
medida).
▪ Libertad con o sin cargos.
▪ Libertad provisional sin fianza, señalando el contenido.
▪ Prisión provisional en caso de urgencia, esto es, cuando resulta
imposible celebrar audiencia en el plazo de 72 horas para confirmar la
medida a solicitud del acusador.
o A instancia de parte: el Juez convocará una audiencia (art.505LECrim.) en la
que el Ministerio Fiscal o las partes acusadoras podrán solicitar que se decrete
la prisión provisional del investigado o su libertad provisional con fianza.

Estatuto del detenido.


El estatuto del detenido está integrado por el conjunto de derechos y garantías del detenido.
Según el artículo 17.2 de la Constitución Española toda persona detenida deberá ser informada

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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de forma inmediata y de modo comprensible de sus derechos y de las razones de la detención,


no pudiendo ser obligada a declarar.
Este conjunto de derechos y garantías que tiene el sujeto objeto de la detención se encuentran
regulados en los artículos 520 a 527 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
El artículo 520.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone que la detención debe
practicarse en la forma que menos perjudique al detenido en su persona, reputación y
patrimonio. Quienes acuerden la medida y los encargados de practicarla, así como de los
traslados posteriores, adoptarán las medidas para asegurar el respeto a sus derechos
constitucionales al honor, intimidad e imagen.
También tendrá derecho a la información, el artículo 520.2 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal dispone que toda persona detenida será informada por escrito, en lenguaje
sencillo y accesible, en una lengua que comprenda (intérprete) y de forma inmediata
(v.art.520.2.bis) de los hechos que se le atribuyan, de las razones de la detención y de los
derechos que le asisten:
1. Derecho a guardar silencio, no declarando si no quiere, a no contestar alguna o
algunas de las preguntas que le formulen, o a manifestar que sólo declarará ante el Juez.
2. Derecho a no declarar contra sí y a no confesarse culpable.
3. Derecho a designar abogado, sin perjuicio de la asignación de oficio en los casos de
incomunicación (art.527.1.aLECrim.) o si no lo designa, y a ser asistido por él sin
demora injustificada. La asistencia de abogado consistirá (art.520.6LECrim):
a. Solicitar que se informe al detenido de sus derechos y que se proceda, en su
caso, al reconocimiento médico.
b. Intervenir en diligencias de declaración del detenido, de reconocimiento, de
reconstrucción (pidiendo que conste en acta cualquier incidencia que haya
tenido lugar).
c. Informar al detenido de las consecuencias de la prestación o denegación del
consentimiento para la práctica de las diligencias que se soliciten.
d. Entrevistarse reservadamente con el detenido, incluso antes de la declaración.
4. Derecho a acceder a los elementos de las actuaciones que sean esenciales para
impugnar la legalidad de la detención.
5. Derecho a que se ponga en conocimiento de un familiar o persona que desee, sin
demora injustificada, su privación de libertad y el lugar de custodia (extranjero:
consulado o embajada).
6. Derecho a comunicarse telefónicamente, sin demora injustificada, con un tercero de
su elección.
7. Derecho a asistencia gratuita de un intérprete.
8. Derecho a ser reconocido por el médico forense.
9. Derecho a solicitar asistencia jurídica gratuita.
Asimismo, se le informará del plazo máximo legal de duración de la detención hasta la puesta
a disposición de la autoridad judicial y del procedimiento por medio del cual puede impugnar
la legalidad de la detención (habeas corpus).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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El procedimiento de habeas corpus.


Anunciado en el artículo 17.4 de la Constitución Española el procedimiento de habeas corpus
fue instaurado en el ordenamiento español por la Ley Orgánica 6/1984, de 24 de mayo.
El habeas corpus es un procedimiento especial y preferente por el que se solicita al órgano
jurisdiccional competente el restablecimiento del derecho constitucional a la libertad,
vulnerado por la comisión de cualquier detención ilegal que pueda ser dispuesta por una
persona no encuadrada dentro del Poder Judicial.
Objeto.
Para que pueda prosperar la petición de Habeas Corpus se requiere:
• Que exista una detención: cualquier forma de privación de libertad ambulatoria del
ciudadano, con independencia de su denominación.
• Debe tratarse de una detención no judicial.
• La detención debe ser ilegal según Ley Orgánica 6/1984, de Habeas Corpus, es decir:
o Que no exista imputación,
o Que haya habido un exceso en el plazo de la detención o
o Que se hayan omitido las garantías preestablecidas.
Petición.
La petición o pretensiones deducidas a través de este procedimiento tienen como común
denominador el recaer sobre un mismo bien litigioso, el derecho a la libertad, con respecto al
cual se puede solicitar:
− Su total restablecimiento a través de la petición de puesta inmediata en libertad
(art.8.2.a).
− Un cambio de custodia de la persona detenida (art.8.2.b).
− Simplemente su puesta a disposición de la autoridad judicial (art.8.2.c).
Competencia.
Las reglas de competencia se determinan en el artículo 2 de la Ley Orgánica 6/1984, de Habeas
Corpus:
a. Competencia objetiva: la ostentan con carácter general los Juzgados de Instrucción
(art.2.1).
b. Competencia territorial: para la determinación de la competencia territorial, establece
el artículo 2.1 un fuero común y otros dos supletorios: será Juez competente el de
Instrucción del lugar de custodia, pero, si no constare, el del lugar en que se produzca
la detención y, en defecto de los dos anteriores, el del lugar en donde se hayan tenido
noticias sobre el paradero del detenido.
Incoación del procedimiento y legitimación.
Se podrá realizar:
a. De oficio: si la iniciación es de oficio el juez en el mismo auto ordenará a la autoridad
la entrega inmediata de la persona privada de libertad y procederá a practicar las
diligencias previstas en el artículo 7.
b. A instancia de parte: se podrá solicitar:

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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a. El privado de libertad, su cónyuge o persona unida por análoga relación de


afectividad; descendientes, ascendientes, hermanos y, en su caso, respecto de
menores y personas incapacitadas, sus representantes legales.
b. El Ministerio Fiscal.
c. El Defensor del pueblo.

Prisión provisional.
Constituye la mayor injerencia que el Estado puede hacer en la esfera de libertad del individuo
sin que medie todavía una sentencia penal firme que la justifique. Por tanto, la prisión
provisional es una medida cautelar consistente en la total privación al imputado de su
derecho fundamental a la libertad ambulatoria, a través de su ingreso en un centro
penitenciario durante la sustanciación de un proceso penal.
Por tanto, una medida de tanta gravedad como ésta únicamente procederá cuando resulte
absolutamente imprescindible para la defensa de los bienes jurídicos fundamentales, y siempre
que no haya otros mecanismos menos radicales para conseguirla, no debiéndose prolongar más
de lo estrictamente necesario (principio de proporcionalidad).
Presupuestos.
a. Fumus boni iuris:
La apariencia de un buen derecho, que en las medidas cautelares personales en el proceso penal
se manifiesta en la imputación, consta de dos elementos, el elemento objetivo y el elemento
subjetivo, que se deben desprender de las actuaciones para decretar la prisión provisional.
1. Objetivos (arts.502-503LECrim.):
a. Que consten en la causa la existencia de uno o varios hechos que presenten los
caracteres de delito (art.503.1.1).
b. Que el hecho/s esté/n sancionado/s con pena privativa de libertad.
c. Que la pena sea de cierta gravedad, por aplicación del principio de
proporcionalidad. La Ley establece como criterio general que el delito imputado
ha de estar castigado con pena cuyo máximo sea igual o superior a dos años de
prisión.
Esta regla general tiene tres excepciones:
▪ Cuando el investigado tuviera antecedentes penales por delito doloso,
no cancelados o susceptibles de cancelación (art.503.1.1), debiendo de
todos modos concurrir el presupuesto del periculum in mora.
▪ Cuando se hubieran dictado al menos dos requisitorias 3 para su
llamamiento y busca en los dos años anteriores (art.503.1.3.a).
▪ Cuando se trate de delito doloso y de los antecedentes del imputado y de
los datos que aporte la Policía pueda inferirse que viene actuando dentro
de una organización criminal o realiza sus actividades con habitualidad
(art.503.2).
2. Subjetivos:

3
La requisitoria será una orden de búsqueda y captura. En este caso, al ser en los dos años anteriores, se tendría constancia de que tiene
antecedentes para no comparecer ante la autoridad judicial.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Como elementos subjetivos es necesario que aparezcan en la causa motivos bastantes para creer
responsable criminalmente del delito a la persona contra quien se haya de dictar el auto de
prisión.
b. Periculum in mora:
A través del periculum in mora se establecen los fines que puede tener la prisión provisional.
Tras la modificación de la Ley Orgánica 13/2003, la Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone
que la prisión provisional sólo puede ser decretada cuando se persiga alguno de los siguientes
fines (art.503.1.3):
− Asegurar la presencia del investigado, conjurando un peligro de fuga (art.503.1.3.a) y
evitando que se sitúe fuera del alcance de la justicia, eludiendo su acción.
− Evitar que el imputado oculte, altere o destruya las fuentes de prueba relevantes para el
enjuiciamiento (art.503.1.3.b), para lo que se atenderá a la capacidad para acceder por
sí mismo o por terceros a las fuentes de prueba o para influir en otros imputados,
testigos o peritos si continúa en libertad.
− Evitar que el investigado pueda actuar contra los bienes jurídicos de la víctima
(art.503.1.3.c): prisión provisional como medida de protección a la víctima, adoptada
en virtud de orden de protección (normalmente por incumplimiento de una orden de
alejamiento o comunicación, aunque también cabe como medida que se puede adoptar
dentro del orden de protección). Requisitos:
o Que la víctima sea alguna de las personas del artículo 173.2 del Código Penal.
o No es necesario que se den los límites de pena (pena igual o superior a dos años
de prisión).
− Evitar la reiteración delictiva, esto es, el riesgo de que el investigado cometa otros
hechos delictivos (art.503.2).
En relación con estos dos últimos supuestos fueron muy criticados con la doctrina,
puesto que, en el proceso penal, está el principio de presunción de inocencia y, si se
adoptare la medida cautelar para evitar que el investigado vuelva atentar contra la
víctima o para evitar que el investigado vuelva a cometer un hecho delictivo no se está
presumiendo su inocencia, sino que se estará presumiendo, desde ese momento, que es
culpable. Es decir, parten de una presunción de culpabilidad, en vez de partir de una
presunción de inocencia.
c. Resolución judicial:
La prisión provisional deberá decretarse por resolución judicial motivada y debidamente
justificada, en forma de auto.
Clases.
La prisión provisional puede revestir tres diferentes modalidades de cumplimiento:
comunicada, incomunicada o atenuada.
Prisión provisional comunicada.
Es el modo habitual de acordar la prisión provisional y consiste en el internamiento del
investigado en un centro penitenciario. Su cumplimiento se rige por los preceptos de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal y de la Ley General Penitenciaria, procurando separar a los presos
preventivos de los que estén cumpliendo condena.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Prisión provisional incomunicada.


La prisión provisional incomunicada supone un total aislamiento del sometido a esta medida
respecto del mundo exterior, de modo que ni puede recibir visitas, ni realizar o recibir
comunicaciones, ni salir del establecimiento penitenciario.
Esta clase de prisión solo se podrá decretar, según el artículo 509, en supuestos excepcionales,
cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias (auto):
a. Necesidad urgente de evitar graves consecuencias que puedan poner en peligro la
vida, la libertad o la integridad física de una persona.
b. Necesidad urgente de una actuación inmediata de los jueces de instrucción para evitar
comprometer de modo grave el proceso penal (peligro de frustración de la
investigación penal; por ejemplo, ponerse en contacto con una persona fuera del
establecimiento penitenciario para que se destruyan pruebas)
En cuanto a la duración de la prisión provisional incomunicada: tiene una duración limitada
(art.509.2LECrim.). Así, la incomunicación durará el tiempo estrictamente necesario para
practicar con urgencia las diligencias tendentes a evitar los riesgos mencionados en el artículo
509.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. La incomunicación no podrá extenderse más allá
de 5 días. Ahora bien, en aquellos supuestos en los que la prisión se acuerde en una causa por
terrorismo o por la actuación de bandas organizadas, la incomunicación podrá prorrogarse por
otro plazo no superior a cinco días.
La incomunicación implica una regulación especial de los derechos reconocidos en el
artículo 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal al detenido o preso. Así, según el
artículo 527 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, el detenido o preso podrá ser privado de
los siguientes derechos:
a. Designar abogado de su confianza (por lo que, se le designará uno de oficio).
b. Comunicarse con todas o alguna de las personas con las que tenga derecho a hacerlo,
salvo con la autoridad judicial, el Ministerio Fiscal y el Médico Forense.
c. Entrevistarse de forma reservada con Abogado.
d. Acceder él o su abogado a las actuaciones, salvo a elementos esenciales para poder
impugnar la legalidad de la detención.
Prisión provisional atenuada.
En la actualidad se contemplan dos supuestos previstos en el artículo 508 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal:
a. En domicilio: el Juez podrá acordar que la prisión provisional del investigado se
verifique en su domicilio, con las medidas de vigilancia que resulten necesarias, cuando
por razón de enfermedad el internamiento entrañe grave peligro para su salud. El Juez
podrá autorizar que el investigado salga de su domicilio durante las horas necesarias
para el tratamiento de su enfermedad.
b. En centro de desintoxicación oficial o reconocido: se acordará en el supuesto de que
el investigado esté sometido a un tratamiento de desintoxicación o deshabituación de
sustancias estupefacientes y el ingreso en prisión pudiera frustrar el tratamiento. En este
caso, el Juez podrá acordar que la prisión provisional del investigado sea sustituida por
el ingreso en un centro oficial o una organización legalmente reconocida para continuar

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

el tratamiento. El investigado no podrá salir del centro sin la autorización del Juez o
Tribunal que hubiera acordado la medida.
Procedimiento.
Competencia.
Podrá decretarse la prisión por la autoridad judicial competente a lo largo de cualquier fase del
proceso siempre que concurran los presupuestos examinados. Normalmente se suele adoptar
en la Fase de Instrucción (en la que será fundamental realizar las diligencias de investigación
para el esclarecimiento de los hechos, además de adoptar las medidas cautelares necesarias
para la consecución de dicho fin), por lo que el competente, en este caso, sería el Juez de
Instrucción.
Procedimiento.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal exige la instancia del Ministerio Fiscal o de algún
acusador para que el Juez decrete la medida de prisión provisional. Por tanto, si ninguna parte
la instare, el Juez acordará necesariamente la inmediata puesta en libertad del investigado que
estuviere detenido (art.505.4LECrim).
Según el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, cuando el detenido fuera puesto a
disposición del Juez, éste “convocará una audiencia (denominada en la práctica, vistilla) en la
que el Ministerio Fiscal o las partes acusadoras podrán interesar que se decrete la prisión
provisional del imputado o su libertad provisional con fianza”.
La audiencia deberá celebrarse en el plazo más breve posible dentro de las setenta y dos
horas siguientes a la puesta del detenido a disposición judicial. Excepcionalmente, prevé la
Ley que si concurren los presupuestos y la audiencia no pudiera celebrarse, puede acordarse de
oficio la prisión cuando el juez estimase riesgo de fuga, aunque deberá convocar la referida
comparecencia dentro de las setenta y dos horas siguientes para confirmar o modificar la
decisión adoptada.
Es importante tener en cuenta que cualquier cambio en la medida cautelar personal durante
proceso penal exige la celebración previa de esta audiencia, salvo si se trata de mejorar la
situación del investigado (por ejemplo, acordar la libertad provisional sin fianza).
A la audiencia se citará al investigado, que deberá estar asistido del letrado por él elegido o
designado de oficio, al Ministerio Fiscal y a las demás partes personadas. En dicha audiencia,
podrán quienes concurrieran realizar alegaciones y proponer los medios de prueba que sean
pertinentes a las cuestiones debatidas (la adopción de la medida cautelar).
Tras la comparecencia se dictará un auto motivado donde se accederá a la solicitud de la
acusación ordenando el ingreso en prisión provisional del investigado o bien denegando la
solicitud y ordenando entonces bien su libertad incondicional, sin sometimiento a ninguna
restricción, o bien la libertad provisional, siempre que se hubiera solicitado y el juez la estime
pertinente (art.539). Este auto se pondrá en conocimiento de los ofendidos y perjudicados
(art.506.3).
Duración.
El artículo 17.4 de la Constitución Española dispone que por ley se determinará el plazo
máximo de duración de la prisión provisional. Estos plazos se fijan en el artículo 504 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal:

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

1. Cuando la prisión provisional se hubiera decretado para evitar la ocultación, alteración


o destrucción de fuentes de prueba, su duración no podrá exceder de seis meses. Este
plazo será improrrogable.
2. Cuando se hubiera decretado para conjurar el riesgo de fuga del investigado, peligro de
reiteración delictiva o nueva agresión a la víctima, la medida no podrá durar:
a. Más de dos años si el delito tuviera señalada pena privativa de libertad superior
a tres años.
b. Más de un año si el delito tuviera señalada pena igual o inferior a tres años.
Sin embargo, en estos dos últimos casos puede acordarse la prórroga de la prisión
provisional cuando se prevea que la sentencia no se podrá dictar en estos plazos. En
concreto, podrá acordar:
a. Una sola prórroga de hasta dos años, si el delito tuviera señalada pena
privativa de libertad superior a tres años.
b. Una sola prórroga de hasta seis meses, si el delito tuviera señalada pena igual
o inferior a tres años.
3. Una vez dictada sentencia condenatoria de pena privativa de libertad, si la sentencia
fuera recurrida, la prisión podrá prolongarse como máximo hasta la mitad de la pena
impuesta en la sentencia. Por ejemplo, si en la sentencia se impone una pena de 12 años,
la prisión provisional podrá durar hasta la mitad de esa pena que, efectivamente, se le
impone en la sentencia.
Indemnización por prisión provisional injusta.
La Constitución Española estableció en el artículo 121 que “los daños causados por error
judicial, así como los que sean consecuencia del funcionamiento anormal de la Administración
de Justicia darán derecho a una indemnización a cargo del Estado, conforme a la ley” Esta
norma constitucional ha sido desarrollada en los artículos 292 a 297 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial.
En este sentido, el artículo 294 de la Ley Orgánica del Poder Judicial: “tendrán derecho a
indemnización quienes, después de haber sufrido prisión preventiva, sean absueltos por
inexistencia del hecho o por esta misma causa haya sido dictado auto de sobreseimiento libre,
siempre que se le hayan irrogado perjuicios”.
Debe interpretarse que la inexistencia del hecho comprende:
− Supuestos en que se declare que los hechos delictivos no tuvieron lugar.
− Los hechos no eran constitutivos de delito.
− El investigado/acusado no fue autor, cómplice ni encubridor del delito.

Libertad provisional.
La libertad provisional es una medida cautelar que consiste en una limitación de la libertad
ambulatoria del investigado, mediante la imposición al mismo de obligaciones específicas,
cuyo cumplimiento debe ser, en su caso, garantizado por una caución. Se adopta por el juez
cuando existen indicios para creer a una persona responsable de un hecho delictivo, pero no se
aprecian motivos suficientes para decretar su internamiento en una prisión.
El investigado sometido a esta medida encuentra limitada su libertad de movimientos quedando
sometido al proceso penal. Sin embargo, las medidas restrictivas de la libertad adoptadas dentro

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

de la libertad provisional pueden tener distinta intensidad, lo que supone que se trata de
diferentes medidas de entre las que el juez puede elegir la que estime más adecuada a las
circunstancias concretas de cada caso, teniendo en cuenta el principio de proporcionalidad, a
partir de las peticiones del Ministerio Fiscal o de alguna parte acusadora, teniendo en cuenta lo
alegado en la comparecencia. Si el investigado sin causa legítima deja de comparecer al primer
llamamiento del juez, o cada vez que éste lo considere necesario, procedería a decretar su
ingreso en prisión (art.504.1 y 540), siempre que concurran los restantes presupuestos
establecidos en relación a la prisión provisional.
Presupuestos.
La libertad provisional se decretará cuando concurran los requisitos de fumus boni iuris y
periculum in mora.
Fumus boni iuris.
Se exige la concurrencia de dos factores:
a. Que conste en la causa la existencia de un hecho que presente los caracteres de delito.
b. Que haya indicios bastantes a juicio del instructor, para creer responsable del mismo a
una persona (en definitiva, que exista imputación judicial).
Periculum in mora.
Opera de manera distinta dependiendo de los motivos que el solicitante de la medida alegue y
el juez aprecie, para considerar si está asegurada la comparecencia del investigado en el
procedimiento, el normal desarrollo de la investigación y el cumplimiento de la pena que
después se imponga.
La ponderación de todas estas circunstancias exigirá al juez graduar: la frecuencia de las
comparecencias obligatorias, el establecimiento de la fianza y su cuantía y las medidas
accesorias que puedan acompañar a la presentación periódica ante la autoridad judicial.
Cabe decir, que entraña un riesgo menos grave que la prisión provisional y, en este caso, el
dato objetivo a tener en cuenta es la pena prevista para el delito.
Resolución judicial.
Se acordará de oficio (sin fianza) o a instancia de parte, en la audiencia convocada al efecto
(art.505LECrim). En este caso, será un auto en el que el juez justifique o motive las razones
que le llevan a adoptar la libertado provisional.
Clases. La garantía de la libertad provisional.
Obligación de comparecer.
Como regla general, el investigado sometido a libertad provisional se limita a asumir apud acta
la obligación de comparecer en el Juzgado los días que se señalen en la resolución y cuantas
veces fuera llamado ante el juez o tribunal (art.530LECrim). Por lo demás no se le priva de
moverse y circular a su antojo con tal de que cumpla con aquella obligación de comparecer.
Tales comparecencias suelen ordenarse los días 1 y 15 de cada mes, o bien, semanalmente a
criterio del Juez, pero nada impide que se manden realizar diariamente o, por el contrario,
mensual o trimestralmente.
La orden de comparecencia puede ir acompañada de retención del pasaporte y prohibición de
expedir otro, la finalidad es evitar que salga del país, dirigiéndose al extranjero, por ejemplo,

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

en el Caso de la Manada, en su momento, uno de los acusados al que se le había retirado el


pasaporte, intentó la expedición de uno nuevo, siendo uno de los motivos por los que se intentó
adoptar una medida cautelar más grave como era la prisión provisional.
Su incumplimiento puede conllevar la adopción de la prisión provisional, si se quisiere adoptar
esa medida, deberá convocarse la audiencia del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, en la que se convocará a las partes (acusadoras, acusadas y Ministerio Fiscal) y
podrán solicitar la medida cautelar más grave.
Prestación de garantía (art.531LECrim.).
Además, prevé la Ley de Enjuiciamiento Criminal que la libertad provisional se decretará
exigiendo la prestación de garantía o sin ella, de modo que en el primer caso el investigado
deberá darla para estar en libertad, mientras que en el segundo caso no se le exige prestar ningún
aseguramiento de este tipo.
Si se exige el investigado habrá de darla para estar en libertad.
En el auto del juez donde establezca la necesidad de garantía se fijará la calidad de la misma y
su cuantía teniendo en cuenta el delito de que se trate, el estado social y antecedentes del
investigado y otras circunstancias que puedan influir en el mayor o menor interés de éste de
ponerse fuera del alcance de la autoridad judicial (arts.529 y 531LECrim.).
La garantía puede ser real (prenda, hipoteca, etc.) o personal (fianza a cargo de tercero).
Medidas accesorias.
El orden de comparecencia periódica puede ir acompañada de la retención de pasaporte,
naturalmente con la prohibición de expedir otro. La finalidad es prohibir al investigado la salida
del territorio nacional y trasladarse al extranjero.
Procedimiento.
La Ley distingue según se adopta la medida de libertad provisional con fianza o sin ella. En el
primer caso (con fianza), para decretar la libertad provisional es necesaria solicitud previa por
parte del Ministerio Fiscal o alguna parte acusadora (art.539.IIILECrim).
En cambio, sí podrá el juez de oficio ordenar la libertad provisional sin fianza, así como
levantar la medida cautelar o mejorar las condiciones en que su hubiese acordado
(art.539.VLECrim).
Para decretar la libertad provisional con fianza es necesario, además de la instancia de parte, la
celebración de una audiencia dentro de las setenta y dos horas siguientes (arts.505 y
539.III.LECrim.). A esta audiencia serán citadas todas las partes personadas y en ella se podrán
practicar las pruebas pertinentes.
La resolución adoptará la forma de auto.

MEDIDAS CAUTELARES RESTRICTIVAS DE DERECHOS.


Privación del permiso de conducir.
Regulado en el artículo 529 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Es una medida de protección
social adoptada discrecionalmente por el órgano jurisdiccional y que consiste en la retirada del permiso

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

de conducir vehículos de motor o ciclomotores al investigado de un delito contra la seguridad vial en


libertad provisional.
Esta medida se adoptará de oficio o a instancia de parte, siendo discrecional y por la duración que se
considere.
Por lo que respecta a la práctica, ésta supondrá su incorporación a autos y la correspondiente
notificación a la autoridad expendedora.
Por último, como medidas complementarias, se podrá apercibir de que no conduzca, si lo realizare,
cometerá un delito de desobediencia grave.

Suspensión de cargos públicos.


Se regulan en los artículos 384 bis, 383 y 384 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y en el
artículo 48 LFP.
Se dará en casos de:
− Los procesados por delitos de terrorismo4.
− En Jueces, magistrados y fiscales: siempre que se le hubiere imputado un delito
cometido en ejercicio de su cargo, se realice su procesamiento y se encuentre en libertad
provisional por cualquier delito doloso.
− Funcionarios civiles: imputación de delitos cometidos en ejercicio de su cargo.
Suspensión de actividades y cierre temporal de empresas.
Se encuentra regulada en los artículos 129 y 33.7 (último inciso) del Código Penal, conforme
con el artículo 544 quater de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Supuestos de cierre temporal:
− Delitos de exhibicionismo o provocación sexual.
− Relativos a prostitución o tráfico de niños.
− Relativos a la propiedad intelectual e industrial.
− Contra el mercado o consumidores.
− Contra recursos naturales y medio ambiente.
− Contra la salud pública.
− Corrupción de funcionarios o tráfico de influencias.
− Asociación ilícita o receptación.
− Contra los derechos de los trabajadores.
− Contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
− Falsificación de moneda.
Supuestos de suspensión de actividad:
− Delitos relativos a la propiedad intelectual.
− Delitos relativos a la propiedad industrial.
− Contra el mercado.
− Contra los consumidores.
− Contra los recursos naturales y el medio ambiente.

4 Cfr. STC núm. 71/1994, de 3 de marzo.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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− Contra la salud pública.


− Corrupción de funcionarios y tráfico de influencias.
− Asociación ilícita.
− Receptación.
− Falsificación de moneda.
Estas medidas se adoptarán para evitar la continuidad de la actividad delictiva y que se
consigan los efectos del delito. Esta medida tendrá un plazo máximo de duración de 5 años. Y
para su adopción será preciso un auto que pondere las circunstancias del hecho y las
consecuencias de la medida, pues afecta a sujetos no responsables del delito (socios,
trabajadores). Además, se requerirá una audiencia previa de los titulares, representantes
legales y las demás partes; tratándose de evitar así la indefensión de terceros ajenos a la
actividad delictiva.
Secuestro de publicaciones o prohibición de difusión.
Es la medida de protección acordada por el órgano de oficio o a instancia de parte, consistente
en el secuestro de ejemplares o moldes o la prohibición de difusión para evitar la extensión y
los efectos de los delitos cometidos a través de medios mecánicos de difusión (gráficos,
sonoros, televisión, radio e internet).
Su contenido se encuentra en los artículos 816 a 826 bis y consistirá:
− Secuestro de publicaciones: localización, aprehensión, retirada de circulación y puesta
a disposición del órgano todos los ejemplares, molde y original.
− Prohibición de difusión (medida complementaria):
o Por cualquier medio sonoro, audiovisual o informático.
o Obligación de colaborar con los servidores.
o La posibilidad de suspender la actividad.
Prohibición de residir o acudir a determinados lugares y prohibición de acercarse
o comunicarse con determinadas personas.
Son medidas de protección al ofendido, familiares o asimilados, adoptadas discrecionalmente por el
órgano (de oficio o a instancia de parte) consistentes en impedir la aproximación o comunicación del
investigado con las víctimas para evitar nuevas agresiones.
Se darán en supuestos, especialmente previstos para la violencia en el ámbito familiar o asimilados del
artículo 57 del Código Penal, en concreto:

− Delitos contra las personas, su libertad e integridad moral.


− Delitos contra la libertad sexual, intimidad y propia imagen.
− Delitos contra la inviolabilidad de domicilio y el honor.
− Delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico.
El contenido de estas medidas de protección atenderá a la situación económica, salud, vida familiar y
laboral del investigado. Ante su incumplimiento se convocará una audiencia para adoptar una medida
más gravosa como:

− La prohibición de residir o acudir a determinados lugares del barrio, municipio, provincia o


Comunidad Autónoma (comisión del ilícito en la residencia de la víctima o su familia).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− Prohibición de aproximarse a determinadas personas (lugares frecuentes, domicilio, trabajo...),


suspendiendo el régimen de visitas, estancia y/o comunicación con los hijos fijado en una
sentencia civil.
− Prohibición de comunicarse con determinadas personas por cualquier medio (escrito, verbal,
visual, informático y telemático).
Su duración será la prevista en el artículo 57 del Código Penal, como pena accesoria. Es decir, la
duración será indispensable y nunca mayor a la de la pena Por lo que en un delito grave será de 10
años, mientras que, en un delito menos grave, será de 5 años.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN: ORDEN DE ALEJAMIENTO.


ORDEN DE PROTECCIÓN.
Concepto.
La Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la víctima del delito, señala la protección como
el primer de los derechos que tiene la víctima del delito (art.3). Este derecho de protección está
desarrollado en los artículos 19 y siguientes de esa Ley, ordenando que se adopten medidas
con el fin de garantizar la vida de la víctima y de sus familiares, su integridad física y psíquica,
su libertad y seguridad, así como su libertad e indemnidad sexuales y para proteger su intimidad
y dignidad.
Pero, además, la Ley de Enjuiciamiento Criminal regula medidas acordadas judicialmente y
que tienen como finalidad garantizar la protección de las víctimas.
Así se pueden definir las medidas de protección como aquellas medidas que se adoptan
durante la tramitación del proceso y tienen como finalidad la protección de la víctima mientras
se tramita el proceso penal y se dicta sentencia, que incluyen, por ejemplo, la orden de
alejamiento o la orden de protección.
Orden de alejamiento.
La orden de alejamiento está prevista en el artículo 544 bis de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, para los casos en los que se investigue alguno de los delitos mencionados en el
artículo 57 del Código Penal (homicidio, aborto, lesiones, contra la libertad, torturas y contra
integridad moral, la libertad e indemnidad sexual, intimidad, el derecho a la propia imagen, la
inviolabilidad del domicilio, honor, patrimonio, orden socio económico).
Se trata de una medida de protección, que tiene como finalidad proteger a la víctima de futuras
y probables agresiones.
Clases.
Las medidas previstas en el artículo 544 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal pueden ser
de cuatro tipos:
− Prohibición de residir en un determinado lugar, barrio, municipio, provincia u otra
entidad local o Comunidad Autónoma.
− Prohibición de acudir a determinados lugares, barrios, municipios, provincias u otras
entidades locales o Comunidades Autónomas.
− Prohibición de aproximarse, con la graduación que sea precisa, a determinadas
personas. Esta prohibición de aproximarse a la víctima, o a aquellos de sus familiares

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

u otras personas que determine el Juez, impide acercarse a ellos, en cualquier lugar
donde se encuentren, así como acercarse a su domicilio, a sus lugares de trabajo y a
cualquier otro que sea frecuentado por ellos.
− Prohibición de comunicarse, con la graduación que sea precisa, con determinadas
personas. Esta prohibición de comunicarse con la víctima, o con aquellos de sus
familiares u otras personas que determine el Juez, impide establecer con ellas cualquier
medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito, verbal o
visual.
Adopción de la medida e incumplimiento.
Esta medida sólo puede adoptarse en el marco de un proceso penal abierto por alguno de los
delitos del artículo 57 del Código Penal. Además, deben existir motivos suficientes para creer
que la persona contra la que se haya decretado una orden de alejamiento es el responsable
criminal de dicho delito.
Se adopta a través de un auto.
Se tendrá en cuenta la situación económica, salud, familia y actividad laboral, especialmente
se atenderá a la posibilidad de continuidad de la misma, tanto durante la vigencia de la medida
como tras su finalización.
El incumplimiento por parte del investigado de la medida acordada por el Juez, dará lugar a
la convocatoria de la audiencia prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
para la adopción de medidas cautelares privativas o limitativas de la libertad, de modo que el
Juez, oyendo a las partes, podrá adoptar alguna medida que implique una mayor limitación de
su libertad personal, llegando incluso a adoptarla prisión provisional, teniendo en cuenta la
incidencia del incumplimiento, sus motivos, gravedad y circunstancias, sin perjuicio de las
responsabilidades que del incumplimiento pudieran resultar.
La orden de protección.
Se encuentra regulada en el artículo 544 ter de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Es una medida de protección que pretende ofrecer una cobertura integral a la víctima de
violencia doméstica, pudiendo incluir tanto la limitación de movimientos del presunto agresor
como el aseguramiento de la estabilidad y protección de la familia a través de medidas civiles
sin esperar a la incoación del correspondiente proceso matrimonial.
Es una medida expresamente prevista para los supuestos de violencia doméstica, es decir,
delitos contra el cónyuge o pareja y los familiares próximos o personas con quien se conviva.
Será competente el Juez de Guardia, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer o el Juzgado de
Instrucción (violencia doméstica).
Esta medida puede adoptarse por el órgano de oficio o a propuesta del Ministerio Fiscal, la
víctima, familiares próximos, personas con quien conviva o su representante legal. Los motivos
para la adopción es la existencia de indicios fundados de la comisión de un delito contra la
vida, integridad física o moral, la libertad sexual, la libertad o haya una situación objetiva de
riesgo para la víctima.
El contenido de esta medida se reduce a:

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− Medidas penales: cualquier medida cautelar o de protección de las víctimas.


− Medidas civiles: estas medidas tendrán el carácter de provisionalísimas, es decir que
se tendrán 30 días para presentar la demanda y otros 30 días más para su ratificación.
Se solicitarán por la víctima, su representante o el Ministerio Fiscal, comprendiendo las
siguientes posibilidades:
o Atribución del uso y disfrute de la vivienda familiar.
o Determinación del régimen de custodia, visitas, comunicación y estancia de los
hijos.
o Fijación del régimen de prestación de alimentos.
− Medidas de asistencia y protección social: comunicación a las Administraciones
Públicas competentes para que ofrezcan los servicios de asistencia médica, psicológica,
jurídica y social.
− Medidas de protección: informar a la víctima de la situación personal y procesal del
agresor.
Procedimiento.

La orden europea de protección.


Se encuentra regulada en los artículos 130 a 132 de la Ley 23/2014, de 20 de noviembre, de
reconocimiento mutuo de resoluciones penales en la Unión Europea.
Es una resolución en materia penal dictada por una autoridad judicial o equivalente de un
Estado miembro en relación con una medida de protección que faculta a la autoridad
competente de otro Estado miembro para adoptar las medidas oportunas a favor de las
víctimas o posibles víctimas de delitos que puedan poner en peligro.
Puede emitirse tanto en relación con medidas impuestas cautelarmente en un proceso penal
como respecto de las penas privativas de derechos en los casos en que las víctimas o posibles
víctimas de delitos que puedan poner en peligro su vida, su integridad física o psicológica, su
dignidad, su libertad individual o su integridad sexual.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Por lo que respecta a la competencia:


− Para su emisión: los Jueces o Tribunales que conozcan del procedimiento penal en el
que se ha emitido la resolución adoptando la medida de protección.
− Para su reconocimiento y ejecución: los Jueces e Instrucción o los Jueces de Violencia
sobre la Mujer del lugar donde la víctima resida o tenga intención de hacerlo.
− Cuando se hayan emitido resoluciones de libertad vigilada o de medidas alternativas a
la prisión provisional será competente para reconocer y ejecutar la orden europea de
protección, el mismo Juez o Tribunal que ya hubiera reconocido y ejecutado aquellas
resoluciones.
Esta medida puede adoptarse por el órgano de oficio o a propuesta del Ministerio Fiscal, la
víctima, familiares próximos, personas con quien conviva o su representante legal. Para
adoptarse deben existir una situación objetiva de riesgo para la víctima.
La medida contendrá:
− La prohibición de entrar o aproximarse a determinadas localidades, lugares o zonas
definidas en las que la persona protegida reside o que frecuenta.
− La prohibición o reglamentación de cualquier tipo de contacto con la pena protegida,
incluidos los contactos telefónicos, por correo electrónico o postal, por fax o por
cualquier otro medio.
− La prohibición o reglamentación del acercamiento a la persona protegida a una
distancia menor de la indicada en la medida.

MEDIDAS CAUTELARES REALES.


Son las actuaciones encaminadas a asegurar las responsabilidades pecuniarias, que pretenden
garantizar la posibilidad de ejercitar el fallo de una futura sentencia condenatoria. Se adoptan
sobre bienes y se restringe su libre disposición.
En cuanto a los presupuestos:
− Fumus boni iuris: imputación verosímil frente al sujeto determinado de la comisión de
un delito.
− Periculum in mora: riesgo real de ocultación personal o patrimonial, riesgo de
obstrucción de la investigación o reincidencia.
− Resolución judicial: auto de oficio o a instancia de parte, según los supuestos.
Pueden distinguirse dos grandes clases dentro de estas medidas cautelares:
1. Medidas cautelares de conservación.
2. Medidas cautelares de aseguramiento.
Medidas cautelares de conservación.
Aprehensión.
Medida conservatoria realizada por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad en prevención
(vehículo o permiso), ordenada por el órgano en registro o reconocimiento para evitar la
desaparición o alteración del cuerpo del delito (de objetos, instrumentos, efectos).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Su contenido se encuentra en los artículos 334 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento


Criminal y comprenderá:
− La ocupación física o de cosas y adopción de medidas de conservación.
− Una descripción detallada del lugar de aprehensión, el tiempo y el estado.
Depósito.
Medida conservatoria acordada por un órgano respecto a cosas con trascendencia probatoria
para asegurar la adecuada conservación (el resto se le devolverá al legítimo propietario).
Su contenido se encuentra en los artículos 334 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal:
− Conservación en el propio órgano, derivado al organismo adecuado.
− Posible destrucción del material peligroso y no es recomendable almacenar (droga,
piratas...), conservando una muestra para el análisis y dejando constancia de la cantidad
total.
Medidas de aseguramiento.
Fianza.
Se regula en los artículos 589 a 597 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, siendo aplicable de
forma subsidiaria la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Es una medida de aseguramiento subsidiaria que se traba, en caso de no fianza en plazo, sobre
bienes designados por el responsable, familiar directo o el órgano en su defecto.
Como medidas complementarias para la adecuada conservación de los bienes embargados:
− Dinero, valores, joyas o efectos públicos: se encargará la entidad financiera.
− Semovientes: depósito, administración o subasta (si los gastos superan a los frutos).
− Sementeras, pueblas, plantíos o frutos: la administración (embargado o tercero).
− Otros como el depósito vecino con casa abierta: puede dejar en la casa de embargado.
Ocupación.
Será cualquier medida cautelar sobre bienes que un tercero debe restituir al perjudicado para
asegurar la restitución.
El contenido será el embargo, depósito o administración para asegurar la restitución de la
misma cosa, salvo una adquisición irreivindicable (como la venta pública o una casa de
empeño), además deberán abonarse los deterioros o los menoscabos que sufriere la cosa.
Se regula en el artículo 619 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Embargo5.
Medida de aseguramiento subsidiaria que se traba, en caso de no prestar la fianza en plazo,
sobre bienes designados por el responsable, familiar directo o el órgano en su defecto.
Su regulación se encuentra en los artículos 597 a 614 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
siendo aplicable subsidiariamente la Ley de Enjuiciamiento Civil.

5 Cfr. Auto de la AN (Sala de lo Penal, Sección 2ª), de 7 de abril de 2000.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Como medidas complementarias para la adecuada conservación de los bienes embargados:


− Dinero, valores, joyas o efectos públicos: se encargará la entidad financiera.
− Semovientes: depósito, administración o subasta (si los gastos superan a los frutos).
− Sementeras, pueblas, plantíos o frutos: la administración (embargado o tercero).
− Otros como el depósito vecino con casa abierta: puede dejar en la casa de embargado.
Pensión provisional.
Medida cautelar consistente en el pago de una pensión provisional a la víctima para atender sus
necesidades o a los dependientes, evitando así perjuicios durante la duración del proceso. Se
encuentra regulada en el artículo 765.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Se dará en supuestos cuando hay un seguro de responsabilidad civil obligatorio que cubre
daños causados, no sólo a vehículos de motor, sino que se podría extender a otros supuestos.
Estará obligado el asegurador si existe (hasta el límite del seguro obligatorio), con cargo a
fianza, el consorcio o la Compensación de seguros en su caso (con posibilidad de adoptar
medidas que aseguren el pago).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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TEMA 10. LA FASE INTERMEDIA.

LA DENOMINADA FASE INTERMEDIA: FUNCIÓN.


La finalidad esencial de la fase intermedia es decidir la apertura o no del juicio oral. Esta
decisión se toma tras el acto formal de conclusión o terminación del período instructorio o fase
sumarial.
La terminación de la fase de instrucción se produce cuando el juez considera que ya se han
practicado todos los actos instructorios que se hayan estimado necesarios y pertinentes, que,
por tanto y, no es necesario practicar más diligencia de investigación, y que las partes tienen la
posibilidad material de tomar, con base suficiente, la decisión de mantener la acusación o
retirarla.
La conclusión de la fase de instrucción es el inicio de la fase intermedia. En la misma, las partes
acusadoras deberán decidir si mantienen o no la acusación. Así:
− Las partes acusadoras mantienen la acusación cuando solicitan la apertura del juicio
oral.
− No la mantienen cuando solicitan el sobreseimiento libre o provisional.
Y, el órgano judicial resuelve si reconoce o no el poder de acusar en el caso concreto, es decir:
− Reconoce el poder de acusar en el caso concreto, cuando dicta auto de apertura del
juicio oral.
− Rechaza la acusación cuando dicta auto de sobreseimiento libre o provisional.

SOBRESEIMIENTO.
Concepto.
El auto de sobreseimiento es la resolución jurisdiccional firme, emanada del órgano competente
en la fase intermedia, mediante la cual se pone fin al procedimiento, bien de forma provisional
o definitiva, sin actuar el ius puniendi del Estado.
Características.
El auto de sobreseimiento se dicta durante la fase intermedia por el órgano jurisdiccional competente.
Así, en el procedimiento abreviado y en el procedimiento ante el Tribunal del Jurado será
competente para dictar el auto de sobreseimiento el Juez de Instrucción y en el procedimiento
ordinario será competente la Audiencia Provincial.
Dicho auto de sobreseimiento, ya sea provisional o definitivo, una vez que se han articulado contra el
mismo los recursos pertinentes, es una resolución firme que pone fin al procedimiento. Además,
reviste la forma de auto y requiere una minuciosa fundamentación, dado que pone fin al
procedimiento.
El sobreseimiento no es la única forma de finalización anormal del procedimiento, existen otras,
como, por ejemplo, el auto de inadmisión de la querella (arts.312-313LECrim) o el archivo de las
actuaciones de las diligencias previas (art.789.5).

1
Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Clases.
De acuerdo con el artículo 634 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, el sobreseimiento puede
ser, por una parte, libre y provisional, y, por otra, total o parcial.
Así, atendiendo a su contenido, el sobreseimiento puede ser:
1. El sobreseimiento es libre cuando se pronuncia ante la falta absoluta de tipicidad del
hecho o de responsabilidad penal del presunto autor (art.637LECrim) y es equiparable
a una sentencia absolutoria anticipada, por cuanto goza de los efectos materiales de cosa
juzgada1.
2. El sobreseimiento es provisional cuando se carece de base fáctica suficiente para
acreditar la perpetración del delito o de la participación en él de su presunto autor
(art.641LECrim) y ocasiona la mera suspensión del procedimiento, por lo que la
instrucción puede reabrirse si aparecen nuevos actos de investigación que vienen a
acreditar esos extremos.
Atendiendo al sujeto, el sobreseimiento puede ser:
1. El sobreseimiento es total cuando existe una pluralidad de imputados y ninguno de
ellos tiene participación en el hecho punible, por lo que la solución ha de ser el archivo
de la causa para todos (art.634.3LECrim).
2. El sobreseimiento es parcial cuando existe una pluralidad de imputados y subsisten
indicios de criminalidad contra alguno o algunos de ellos, por lo que el juicio oral se
abrirá tan sólo para aquellos a quienes no favorezca el auto de sobreseimiento
(art.634.2LECrim).
Sobreseimiento provisional.
Concepto.
Cuando de la fase de instrucción no se deduzcan elementos claros para sostener la acusación,
pero tampoco para instar el sobreseimiento libre, cabe la posibilidad de dictar un auto de
sobreseimiento provisional. El artículo 641 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone
que procederá el sobreseimiento provisional cuando no resulte debidamente justificada la
perpetración del delito, o cuando de la investigación resulte haberse cometido el delito y no
haya motivos para acusar a determinadas personas.
A diferencia del sobreseimiento libre, el sobreseimiento provisional no supone la terminación
definitiva del proceso penal. Consiste, más bien, en una suspensión o paralización del proceso
penal por faltar pruebas sobre la existencia del hecho delictivo o sobre su atribución a una
determinada persona.
De ahí que, si aparecen nuevas pruebas con anterioridad a que se produzca la prescripción del
delito, la causa penal volverá a abrirse. El único límite vendría dado por la prescripción del
delito.
Presupuestos.
La finalidad de la fase intermedia es determinar si concurren o no los presupuestos, materiales
o formales, que condicionan la apertura del juicio oral. La ausencia de alguno de ellos ha de
ocasionar el oportuno sobreseimiento (ya sea libre, art.637; o provisional, art.641).

1 No se puede volver a iniciar el proceso por los mismos hechos y contra la misma persona.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Se tendrán dos tipos de presupuestos:


− Presupuestos procesales stricto sensu (presupuestos formales): aquellos que se
refieren a la válida iniciación del procedimiento (véase la denuncia o la querella en los
delitos semipúblicos y privados o la licencia del juez, en el caso del art.215CP).
− Insuficiencia de prueba (presupuestos materiales)2: procederá el sobreseimiento
provisional cuando de la instrucción practicada, los actos de investigación hubieran
puesto de relieve, la falta del material de hecho suficiente para fundamentar la
pretensión punitiva habrá de sobreseerse provisionalmente, ya sea:
o Por inexistencia objetiva del hecho (art.641.1).
o Por inexistencia subjetiva del hecho o falta de determinación del presunto autor
(art.641.2).
Efectos.
Los efectos pueden dividirse en comunes y especiales.
− Efectos comunes:
o Sobreseimiento total:
▪ Archivo de la causa.
▪ Devolución de las piezas de convicción a su dueño si fuera conocido.
▪ Cancelación de fianzas y embargos.
o Sobreseimiento parcial: para el resto se abrirá el procedimiento.
− Efectos especiales: suspensión del procedimiento que podrá ser reabierto 3 el
procedimiento en tanto en cuanto no haya prescrito el delito.
Recursos.
En el procedimiento ordinario, no se prevé recurso alguno al considerarse que no es una
resolución definitiva. Mientras que, en el procedimiento abreviado y en el procedimiento
ante el Tribunal del Jurado, paradójicamente se prevé la posibilidad del recurso de apelación
(arts.789.5.4, 790.7.2LECrim y art.32.2LOTJ).
Sobreseimiento libre.
El auto de sobreseimiento libre es una resolución opuesta al auto de apertura del Juicio Oral.
A través del mismo se pone fin, de forma definitiva, al proceso penal.
Por tanto, supone una negación anticipada del derecho de penar del Estado y se produce un
efecto similar a la absolución por sentencia. Por ello, el auto de sobreseimiento libre debe tener
la misma estructura externa que la sentencia, sobre todo en los que se refiere al relato de los
hechos probados.
Con el auto de sobreseimiento libre se decretará el archivo de la causa y de las piezas de
convicción que no tengan dueño conocido, devolviéndose las que sí lo tengan y se dispondrá
la cancelación de cualquier medida cautelar que se hubiera acordado (por ejemplo, se dejará
sin efecto la prisión provisional).

2 Un porcentaje muy elevado de procedimientos penales iniciados en España finalizan con un sobreseimiento provisional por esa insuficiencia
probatoria.
3 El procedimiento podrá ser reabierto por el Juez de Instrucción, bien de oficio, o bien a instancia de parte, también a través de un auto, tan

pronto como aparezcan nuevos datos que aporten certeza sobre el hecho delictivo o sobre aquellas personas que hubieran podido cometer el
hecho delictivo.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Presupuestos.
El auto de sobreseimiento libre exige la concurrencia de unos presupuestos muy concretos,
sobre los cuáles el órgano jurisdiccional ha de tener el mismo grado de convicción que si de
una sentencia se tratase, en la medida que conlleva la terminación del procesamiento sin llegar
al juicio oral. Esta terminación puede darse por los siguientes motivos:
− Inexistencia del hecho: cuando se tiene la convicción de que el hecho material que dio
lugar a la causa nunca ha existido en realidad (art.637.1LECrim).
− Inexistencia del hecho punible: a diferencia del anterior, en este caso, el hecho existe,
pero no es punible; es decir, es atípico (art.637.2LECrim).
− Falta de indicios de responsabilidad criminal: cuando faltan indicios racionales de
responsabilidad criminal en la persona investigada (art.637.3LECrim).
Como efecto, una vez que el auto de sobreseimiento libre es firme, no es susceptible de recurso,
producirá todos los efectos de la cosa juzgada.
Petición de sobreseimiento libre.
Se trata de una resolución que ha de tomarse siempre a instancia de parte, de modo que el
órgano juzgado no puede sobreseer si no es pedido por alguna de las partes personadas.
Solicitado por el Ministerio Fiscal, el órgano judicial puede oponerse al mismo:
− Poniéndolo en conocimiento de los interesados en el ejercicio de la acción penal para
que se personen en la causa y deduzcan la pretensión punitiva (art.642LECrim).
− Ponerlo en conocimiento del jefe del fiscal del órgano correspondiente para que decida
si mantiene la petición de sobreseimiento libre o si la cambia por la apertura del juicio
oral.
Supuestos especiales.
Se encuentran también supuestos especiales de sobreseimiento libre, en los que se trata de
supuestos especiales de sobreseimiento libre acordados por razones y circunstancias distintas
a las previstas en el artículo 637 y una vez abierto el juicio oral. Como son:
− La cosa juzgada.
− Prescripción.
− Indulto.
Momento procesal:
En el procedimiento ordinario, se plantean como artículos de previo pronunciamiento en un
acto posterior a la apertura del juicio oral, pero previo a la calificación provisional (arts.666 y
675LECrim).
Por su parte, en el procedimiento abreviado, se plantean en la audiencia previa, a celebrar al
inicio del acto de la vista, una vez que el Letrado de la Administración de Justicia ha dado
lectura a los escritos de acusación y defensa (art.793.2).
Por último, en el procedimiento ante el Tribunal del Jurado, se plantea ante el Magistrado-
Presidente, antes de la constitución del jurado y formalmente antes de la apertura del juicio oral
(art.36LOTJ).

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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LA APERTURA DEL JUICIO ORAL.


Es la resolución opuesta al auto de sobreseimiento, ya que se solicita la apertura del JO creyéndose
que hay elementos necesarios.

Debido a la vigencia del principio acusatorio (mixto), será necesario que alguna de las partes
acusadoras solicite la apertura del juicio oral:
En el procedimiento ordinario, una vez que el juez dicta auto de conclusión del sumario, las
partes acusadoras manifestarán si están conformes con el mismo, en cuyo caso podrán solicitar:
− Bien la apertura del juicio oral.
− Bien el sobreseimiento.
Si no están conformes, pedirán la práctica de nuevas diligencias.
En el proceso abreviado, la apertura del juicio oral se solicitará en los escritos de acusación
(art.781LECrim).
La resolución sobre la apertura del juicio oral:
− En el proceso ordinario recaerá una vez confirmado el auto de conclusión del sumario.
− En el procedimiento abreviado el juez decidirá sobre la apertura del juicio oral tras la
presentación de los escritos de acusación.
El auto de apertura del juicio oral no es susceptible de recurso (art.783.3).

LOS ESCRITOS DE CALIFICACIONES PROVISIONALES.


Estos escritos reciben el nombre de escritos de calificación provisional en el procedimiento
ordinario (arts.649ss.LECrim) y de escritos de acusación en el procedimiento abreviado.
Concepto.
Los escritos de calificación provisional o de acusación son actos de postulación de las partes,
a través de los cuales se fundamentan y deducen la pretensión punitiva y, en su caso de
resarcimiento o, en uso de su derecho de defensa, se oponen a ella.
Son por tanto unos en la instrucción, se determina el tema de prueba y se efectúa la primera
determinación del objeto del proceso sobre el que ha de recaer actividad decisora del tribunal.
Se caracterizan por su provisionalidad, lo que significa que podrán ser modificados tras el
juicio oral, a través de las calificaciones definitivas, que son las que establecen la correlación
entre la acusación y la sentencia.
Contenido.
Su contenido se puede clasificar en tres grandes aspectos:
1. Calificación jurídico-penal de los hechos.
2. Actos respecto a la pretensión civil.
3. Proposición de prueba.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Calificación jurídico-penal de los hechos.


La parte acusadora, según se deduce de los artículos 650 y 781 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, se limitará determinar y precisar en conclusiones precisas y numeradas:
1. Los hechos punibles que resulten del sumario: las partes acusadoras habrán de
realizar una relación circunstanciada, temporal y espacial, de los hechos punibles, que
han de constituir el objeto del juicio oral. Por ejemplo, el día 2 de marzo cuando María
Pérez transitaba por la calle Juan XXIII, se le acercó Juan Pérez con una navaja
pidiéndole todo lo que llevaba encima, es decir, un relato fáctico de los hechos que han
sido objeto durante la fase de instrucción.
2. La calificación legal de los mismos hechos, determinando el delito que constituyan:
supone subsumir el hecho los hechos descritos en las correspondientes normas del
Código Penal. Siguiendo con el ejemplo, los hechos descritos constituyen un delito de
robo de los artículos... del Código Penal.
3. La participación que en ellos hubiera tenido el procesado o procesados, si fueren
varios: en esta conclusión habrá que identificar al acusado y describir el grado de
participación en el delito (por ejemplo, si lo es en calidad de autor o de cómplice). En
el ejemplo, el acusado ha tenido la participación de autor.
4. Los hechos que resulten del sumario y que constituyan circunstancias atenuantes
o agravantes del delito o eximentes de responsabilidad criminal: deberán
consignarse los hechos determinantes de la aplicación de las circunstancias
modificativas de la culpabilidad. Hay que estar a los artículos 20 (circunstancias
eximentes), 21 (circunstancias atenuantes) y 22 (circunstancias agravantes), así como
en su caso a la circunstancia mixta del artículo 23 del Código Penal.
5. Las penas en que hayan incurrido el procesado o procesados, si fueren varios, por
razón de su respectiva participación en el delito: para la individualización de la pena,
las partes habrán de tener en cuenta las reglas establecidas en el Código Penal, debiendo
reflejar las principales y las accesorias. La pena que se solicita, en virtud del delito
cometido será de 3 años y 2 meses.
Por último, es importante subrayar que el escrito de acusación en los procesos abreviados
contiene, además, la petición de apertura del juicio oral, ante el órgano que estime
competente.
Actos respecto a la pretensión civil.
En el caso de que se acumule a la pretensión penal la pretensión civil, el escrito de calificación
o de acusación también debe contener conclusiones relativas a esta pretensión civil,
consistentes en expresar:
1. La cantidad en que se aprecien los daños y perjuicios causados por el delito, o la cosa
que haya de ser restituida, o la indemnización que le correspondiere a la víctima.
2. La persona o personas4 que aparezcan responsables de los daños y perjuicios o de la
restitución de la cosa, y el hecho en virtud del cual hubieren contraído esta
responsabilidad.

4 Habrá un responsable civil directo que es el autor del hecho delictivo, pero, a veces, un tercero puede hacer frente a esa responsabilidad
civil, como, por ejemplo, una compañía aseguradora o la responsabilidad subsidiaria del Estado por delitos cometidos por funcionarios (ver
Tema 4)

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Proposición de prueba.
Las partes habrán de proponer todos los medios de prueba, de los que habrán de valerse en
el juicio oral, adjuntando las oportunas listas de testigos y peritos (arts.656-657 y 781LECrim).
No hay que incorporar lista de preguntas, ya que rige el principio de oralidad y la prueba se
realizará bajo la técnica de la cross examination y la inmediación del Tribunal.
En el procedimiento abreviado, deberá solicitarse la apertura del juicio oral en el escrito de
acusación. Mientras que, en el procedimiento ordinario, primero se incorpora la apertura del
juicio oral y, posteriormente, la calificación provisional.
Calificación provisional. Delimitación objetiva y subjetiva de los hechos.

Escrito de defensa.
Formalmente el escrito de calificación provisional de la defensa es idéntico al de la acusación,
pero es evidente que las posiciones que puede adoptar el acusado son bien distintas. Así podría:
− Conformarse en los casos y con los requisitos previstos en la ley.
− Proponer las excepciones, también conocidas como cuestiones previas
(art.666LECrim).
− Presentar calificación provisional de la defensa en el que:
o Negará sin mayor explicación los hechos que fundamentan la acusación.
o Formulará una versión distinta de los hechos, obviamente orientada al descargo
(absolución o condena inferior).
o Admitirá los hechos, pero negando su carácter delictivo en base a una distinta
calificación jurídica.

CONFORMIDAD.
Se puede definir la conformidad como aquel modo de poner fin al proceso penal que supone
la aceptación por el acusado de los hechos, de la cualificación jurídica y de la responsabilidad
penal y civil y representa un acto de disposición del derecho de defensa.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Clases de conformidad.
Se puede clasificar desde varios puntos de vista:
− Desde el punto de vista subjetivo, esta conformidad puede ser total o parcial.
o Total o propia: cuando sea prestada por todos los acusados.
o Parcial o impropia: prestada sólo por una parte, debiendo abrirse igualmente
el plenario. Por lo que la conformidad no surtiría efecto.
− Atendiendo a las pretensiones, la conformidad será absoluta o limitada.
o Absoluta: allanamiento a la pretensión penal y civil.
o Limitada: sólo a la pretensión penal, debiendo abrirse plenario para debatir la
pretensión civil.

Requisitos.
Atendiendo a los requisitos subjetivos:
− Por lo que se refiere a la defensa, es necesario que la conformidad se preste tanto por
el abogado defensor como por el acusado. Si no estuvieren de acuerdo, se procederá
siempre a la apertura del juicio oral, entendiéndose que será más garantista para el
acusado.
− En referencia al órgano jurisdiccional, el Juez tiene que controlar 5 esa conformidad,
realizándose conforme a los requisitos establecidos a la Ley. Además, deberá controlar
la voluntariedad, es decir, que el acusado sabe qué es la conformidad.
Por lo que respecta a los requisitos objetivos, referido al delito hace referencia a la pena
prevista para el delito, así cabrá conformidad en aquellos casos en los que el delito esté
castigado con una pena inferior a 6 años de privación de libertad.
Por último, en cuanto a los requisitos formales: la conformidad podrá manifestarse por escrito
(ya sea en un escrito de acusación conjunto o en el escrito de defensa), pero se podrá manifestar
de manera verbal al inicio del juicio oral (de acuerdo con el art.688LECrim, el magistrado le
preguntará al acusado si se conforma, manifestándose así la conformidad).
El efecto que se produce una vez manifestada la conformidad, es que se va a dictar una
sentencia condenatoria, en base a esa conformidad mostrada por el acusado.

5 Una manifestación de la oportunidad reglada es la conformidad y al ser así, el Juez controlará que se cumplan los requisitos para que se de
esa conformidad.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Momentos procesales para manifestar la conformidad.


En la instrucción.
El artículo 779.1.5 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone que si, en cualquier momento
anterior, el investigado asistido de su abogado hubieren reconocido los hechos a presencia
judicial, y estos fueran constitutivos del delito castigado con pena incluida dentro de los límites
previstos en el artículo 801, mandará convocar inmediatamente al Ministerio Fiscal y a las
partes personadas a fin de que manifiesten si formulan escrito de acusación con la
conformidad del acusado. En caso afirmativo, incoará diligencias urgentes y ordenará la
continuación de las actuaciones por los trámites previstos en los artículos 800 y 801.
Los requisitos serán:
− Pena dentro de los límites previstos en el artículo 801 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal.
− El investigado, asistido de su abogado, reconoce los hechos.
El efecto que se produce es que ese reconocimiento de hechos da lugar a la transformación de
un juicio rápido, aplicándose los artículos 800 y 801 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y
el juez dictará sentencia reduciéndola en un tercio (quedando en dos años, pudiéndose aplicar
la suspensión de la pena).
Antes del Juicio Oral.
Antes del Juicio Oral podrá realizarse:
− En el escrito de defensa: en escrito de calificación de la defensa se podrá manifestar
la conformidad con el escrito de calificación de la acusación que contenga la pena más
grave (art.655 y 784.3LECrim).
− Conjuntamente con el escrito de acusación: el artículo 784.3.2 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal establece que, dicha conformidad podrá ser también prestada
con el nuevo escrito de calificación que conjuntamente firmen las partes acusadoras y
el acusado junto con su Letrado, en cualquier momento anterior a la celebración de
las sesiones del juicio oral.
Este precepto supone la introducción, en el ordenamiento español, del principio de
consenso, en cuanto que la prestación conjunta de acusación y defensa de un escrito
donde se plasme la conformidad presupone la existencia de contactos o conversaciones
previas entre las partes.
Al comienzo del Juicio Oral.
Dentro de esta modalidad se encuentran dos supuestos:

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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a. En el primer supuesto, de acuerdo con el artículo 688 de la Ley de Enjuiciamiento


Criminal, el magistrado preguntará al acusado si se conforma con la petición más grave
de la pena, siendo necesario, además, que su abogado defensor no considere necesaria
la continuación del juicio oral.
b. En el segundo caso, según el artículo 787.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
antes de iniciarse la práctica de la prueba, la defensa, con la conformidad del acusado
presente, podrá pedir al Juez o Tribunal que proceda a dictar sentencia de conformidad
con:
− El escrito de acusación que contenga pena de mayor gravedad, o
− Con el escrito de acusación que se presentará en ese acto, que no podrá
referirse a hecho distinto, ni contener calificación más grave, que la del escrito
de acusación anterior.
Ello indica que, si se presenta un escrito de acusación conjunto entre acusación y defensa, ha
habido negociaciones, llegando ambos a un acuerdo sobre lo que debe ser el contenido de ese
nuevo escrito de acusación. Así, por ejemplo, es frecuente que se encuentre con la no
celebración del juicio, puesto que Ministerio Fiscal y defensa se reúnen o negocian y se
presentará en ese momento un escrito conjunto de acusación, pidiéndole al Juez que dicte
sentencia conforme al escrito presentado.
Conformidad en los juicios rápidos.
La doctrina denomina a esta conformidad en los juicios rápidos como conformidad premiada.
Se le llama así puesto que, en esta conformidad, el acusado obtiene una rebaja de la pena. Es
por ello que, como se dijo anteriormente, si la pena privativa fuera de 3 años y se le rebajare
en un tercio, se quedará con una pena de dos años, pudiendo aplicársele la suspensión de la
pena.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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TEMA 11. EL JUICIO ORAL.

CONCEPTO.
Es la fase procesal donde se enjuicia la conducta del acusado para condenarlo o absolverlo en
la sentencia que pone fin al proceso (art.742LECrim).
Esta fase decisoria se concentra en una o varias sesiones y se desarrolla bajo los principios de:
− Principio de oralidad.
− Principio de inmediación, que significa que el Juez que dicta sentencia es el mismo
que ha presenciado la práctica de la prueba.
− Principio de concentración, una vez abierto el juicio continuará durante todas las
sesiones consecutivas que sean necesarias hasta su conclusión (art.744LECrim).
− Principio de publicidad: la regla general es que los debates del juicio oral serán
públicos, bajo pena de nulidad (art.680LECrim).
Sin embargo, el Juez o el Tribunal podrá acordar, de oficio o a instancia de cualquiera de
las partes, previa audiencia a las mismas, que todos o algunos de los actos o las sesiones
del juicio se celebren a puerta cerrada, cuando así lo exijan razones de seguridad u orden
público, o la adecuada protección de los derechos fundamentales de los intervinientes, en
particular, el derecho a la intimidad de la víctima, el respeto debido a la misma o a su
familia, o resulte necesario para evitar a las víctimas perjuicios relevantes que, de otro
modo, podrían derivar del desarrollo ordinario del proceso (art. 681 LECrim).

CUESTIONES PREVIAS.
Las cuestiones previas se denominan así en el procedimiento abreviado. En el proceso
ordinario se denomina Artículos de previo pronunciamiento.
Ante las calificaciones de la acusación, el acusado puede plantear también que se ha producido
la falta o bien de algún presupuesto procesal, referido al tribunal, a las partes o al proceso,
o bien de algún presupuesto material, que naturalmente impedirá la celebración del juicio
oral.
Algunas de estas cuestiones previas aparecen previstas en el artículo 666 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal. Pero esta enumeración no es un numerus clausus, tanto la doctrina
como la jurisprudencia entienden que es una enumeración abierta y descriptiva, no exhaustiva.
Estas cuestiones previas se clasificarán en:
− Procesales.
− Materiales.
Procesales.
1. Declinatoria de jurisdicción (art.666.1LECrim): a través de ella puede alegarse la
falta de alguno de los siguientes presupuestos procesales:

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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a. La falta de jurisdicción de los tribunales españoles o de la Jurisdicción ordinaria.


b. Cuestiones de competencia territorial entre órganos jurisdiccionales del mismo
grado (el art.52LOPJ prohíbe conflictos entre órganos superiores y
subordinados).
c. La competencia objetiva por razón de la persona, cuando el imputado goce de
algún aforamiento.
d. Incompetencia objetiva por razón de la materia y procedimiento inadecuado.
e. La falta de autorización administrativa para procesar en los casos en que sea
necesaria, con arreglo a la Constitución y las Leyes especiales
(art.666.5LECrim), conocida como suplicatorio. Actualmente esta prerrogativa
es tan sólo aplicable con respecto a los miembros de las Cámaras legislativas
(el procedimiento del suplicatorio se determina en los arts.11-14 del
Reglamento del Congreso de los Diputados y en el art.22 del Reglamento del
Senado) y al presidente y miembros del gobierno por traición o por un delito
contra la Seguridad del Estado en el ejercicio de sus funciones, que exige la
aprobación por la mayoría absoluta del Congreso.
Materiales.
1. Cosa juzgada (art.666.2LECrim): para que prospere será necesaria la existencia de una
sentencia firme o un auto de sobreseimiento libre y firme, y que concurran las
identidades de la cosa juzgada.
2. Prescripción (art.666.3LECrim): se configura en el Código Penal como una causa de
extinción de la responsabilidad penal (art.130.6CP). Para el cómputo de la prescripción
hay que acudir a los artículos 131 a 135 del Código Penal.
3. Indulto (art.666.4LECrim): el artículo 62.1 de la Constitución Española prohíbe los
indultos generales, por lo que la única modalidad de derecho de gracia puede ser
actualmente el indulto particular. La Ley de 18 de junio de 1870 que regula el ejercicio
de la gracia de indulto, no admite el indulto anticipado, de modo que solamente puede
concederse una vez dictada sentencia, para disminuir o eliminar la pena impuesta,
mediante el indulto. Por tanto, si sólo cabe otorgar el indulto post sententiam, es
evidente que su alegación como artículo de previo pronunciamiento carece de sentido.
4. Nulidad de actuaciones: no está prevista en el catálogo del artículo 666 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, pero ha sido admitida por la jurisprudencia del Tribunal
Supremo. Puede alegarse la nulidad de actuaciones cuando se produzca una infracción
de normas imperativas y se cause indefensión. Por tanto, los defectos procesales
ocurridos antes del juicio oral pueden plantearse como cuestiones previas (artículos de
previo pronunciamiento en el proceso ordinario). Esta vía representa un instrumento
hábil para depurar la eficacia de los actos procesales y constituye un verdadero
incidente de nulidad de actuaciones.
Tratamiento procesal en el procedimiento abreviado.
Se le denominan cuestiones previas, puesto que se plantean al inicio de las sesiones del juicio
oral y serán resueltas en el mismo acto por el Juez de lo Penal o por la Audiencia Provincial.
Se dictará un auto donde se resolverá esas cuestiones previas.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Tratamiento procesal en el procedimiento ordinario.


En este caso se denominarán artículos de previo pronunciamiento. En base al artículo 667
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal estos artículos de previo pronunciamiento se tienen que
plantear en los tres primeros días que ostentan las partes para calificar. En el caso de que se
plantee se abre un procedimiento incidental (art.667ss.LECRim), que tiene como efecto
suspender el curso del procedimiento principal hasta que se resolviere el procedimiento
incidental.
Este proceso incidental tendrá una fase de alegaciones y probatoria muy limitada, para acreditar
sólo el artículo de previo pronunciamiento alegado. La resolución a este proceso incidental se
realizará mediante auto.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

PRÁCTICA DE LA PRUEBA.
Los actos de prueba son actos de parte para convencer al órgano decisor sobre la veracidad de
los hechos por ellas afirmados, introducidos en el proceso por medios obtenidos de forma lícita
y practicados con las debidas garantías.
El objeto de la prueba (thema probandi) son los hechos controvertidos (vinculación relativa
con la confesión o admisión de los hechos) o afirmaciones introducidas por las partes en los
escritos de calificaciones provisionales cuya veracidad debe ser acreditada (constitutivos,
impeditivos, extintivos o excluyentes de la pretensión penal).
En cuanto a la carga de la prueba. Cada parte está obligada a probar los hechos introducidos
por ella y negados por la contraparte, que soportará la sentencia desfavorable si no prueba lo
que le corresponde, es decir:
− Acusación (prueba de cargo):
o Probar hechos constitutivos de pretensión penal (la concurrencia de los
elementos del tipo penal o la participación del acusado).
o Inexistencia o insuficiencia (más allá de toda duda razonable) de la prueba de
cargo lo que implica sentencia absolutoria (presunción de inocencia, vigencia
del principio in dubio pro reo).
− Defensa (prueba de cargo):
o Probar los hechos impeditivos, extintivos o excluyentes de la pretensión penal.
o Prueba de los hechos constitutivos, inexistencia o insuficiencia de la prueba de
descargo lo que implica una sentencia condenatoria.
Por lo que respecta a las fuentes de prueba, estas son cosas o personas ajenas al proceso que
pueden proporcionar datos o conocimientos relevantes para acreditar hechos introducidos en
el proceso penal (localización en instrucción, obtenida la información se introduce a través del
medio de prueba en plenario). Los medios de prueba, por su parte, son los instrumentos
procesales para incorporar fuentes de prueba al proceso (documentos, declaración testifical,
dictamen pericial...).
Es por ello que las notas esenciales de la prueba son:
− Actos de parte: la parte introduce los hechos, propone y practica la prueba (el órgano
interroga y pide aclaraciones; excepcionalmente puede proponer la prueba de oficio).
− Finalidad: para convencer al órgano sentenciador de la veracidad de las afirmaciones
sobre los hechos y la participación introducidas en la calificación provisional (hechos
posteriores; suspender-sumaria instrucción, calificación y pruebas).
− Obtenidos de forma lícita: en instrucción, respetando los requisitos legales, así como
los derechos fundamentales.
− Practicadas en juicio con las garantías de:
o Contradicción: en la obtención y práctica de la prueba (presencia de las partes
y posibilidad de interrogar y rebatir).
o Inmediación: práctica inexcusable ante el órgano sentenciador, para posibilitar
la percepción directa (excepto la prueba anticipada o preconstituida).
o Publicidad, concentración y oralidad:
▪ Práctica en vista pública.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

▪ Concentración de actuaciones para visión en conjunto (se repetirán si


hubiere una suspensión de tiempo excesiva de 30 días en el
procedimiento abreviado).
▪ Declaración, exposición, dictamen, lectura de documentos y debates
orales.
Procedimiento.

Medios de prueba.
Declaración del acusado.
Es la primera prueba que se practica en el juicio oral, tiene una naturaleza mixta que obedece
a que se conceptúa como medio de prueba, pero a la vez es un medio que permite al acusado
declarar libremente y tomar posición frente a la acusación y frente a las pruebas aportadas por
ésta.
En la declaración el acusado puede adoptar diferentes posturas:
− Negarse a contestar y ejercitar su derecho fundamental de no declarar (art.24.2CE).
− Responder sólo a las preguntas que le pueden convenir.
− Contestar exculpando su responsabilidad.
− Aceptar los hechos y cargos de los que se le acusa.
Declaración de coimputados.
La declaración de coimputados es relevante en caso de conexidad subjetiva y de delincuencia
organizada. Tiene una naturaleza imprecisa, puesto que no se puede conceptuar ni como
declaración del acusado ni como prueba testifical, aunque tiene mayor peso la condición de
acusado, lo que determina la no necesidad de juramento o promesa de decir la verdad, ni la
persecución por falsedad.
Valoración:
− Libre: posibilidad de operar como prueba de cargo, aunque es insuficiente para destruir
la presunción inocencia (precisa corroboración por otros medios TC-TS).
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− Prudencia en su valoración o pautas a tener en cuenta (según el Tribunal Supremo):


o Relación con el delatado o posible móvil (venganza, exculpación o coartada).
o Personalidad del sujeto (edad, formación, antecedentes).
o Precisión, seguridad, reiteración, espontaneidad, coherencia y declaración.
Prueba de testigos.
Es una declaración de una persona física ajena al proceso1 llamada para que aporte
conocimiento directo o indirecto sobre hechos controvertidos o circunstancias de la comisión
del ilícito, calificación, participación.
Testigos pueden serlo desde la víctima, la Policía, los testigos directos (que han presenciado la
comisión del hecho delictivo), testigos de referencia (han conocido del hecho delictivo), en este
último caso deberá decir la procedencia de esa noticia.
Deberes:
− Tienen el deber de comparecer, declarar y decir la verdad todo español o extranjero
residente en el país, no impedido, siempre que fuere llamado con las formalidades
precisas, so pena de multa de 200 a 5.000€, delito de desobediencia grave o falso
testimonio.
− Estarán exentos:
o De comparecer y declarar el Rey, la Reina, su consorte, el heredero, el regente
y los diplomáticos.
o De comparecer y declaración escrita: el resto de la Familia Real, el Gobierno,
presidente de Congreso y Senado, el Presidente del Tribunal Constitucional, el
del Consejo General del Poder Judicial, el Fiscal General del Estado.
o De comparecer y declaración oral: diputados, senadores, Tribunal
Constitucional y miembros del Consejo General del poder Judicial, el defensor
del pueblo...
o No declarar: los incapaces física, psíquica o los parientes hasta el segundo
grado, aquellos que guarden secreto profesional (abogaos, funcionarios,
eclesiásticos) y, por supuesto, el acusado para evitar su propia inculpación.
Protección:
Se establecerán medidas a instancia de parte para asegurar la veracidad de la declaración,
cuando existe peligro grave por amenaza sobre la persona, su familia o sus bienes, como:
− Ocultar identidad:
o No se darán los datos personales en los autos.
o Impedir la identificación visual en plenario.
o Notificar al órgano la transmisión reservada.
o Impedir imágenes.
o Traslado en vehículo oficial.
o Permanencia en local reservado.

1 A excepción de la víctima o perjudicado, aunque sea acusador; debe valorarse la credibilidad, verosimilitud, la persistencia y la corroboración
por otros medios.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− Protección policial (durante y después del proceso): incluso una nueva identidad,
proporcionarle medios económicos para cambiar de residencia o lugar de trabajo.
Procedimiento:
− Se realizará una citación por cédula. Aunque se podrán realizar citaciones verbales,
mediante periódicos oficiales u otros medios de comunicación.
− Deberá comparecer ante el órgano. Aunque caben excepciones:
o Se encontrarán exentos aquellos a los que le sea imposible (traslado al órgano o
auxilio judicial).
o Videoconferencia:
▪ Excepcionalmente por razones de utilidad, seguridad u orden público.
▪ Afecta a la contradicción o dificulta la inmediación.
o Examen del orden propuesto para las partes, sin comunicación entre sí.
o Juramento o promesa, salvo menores de 14 años.
o Declaración oral en presencia del órgano, las partes y respondiendo a viva voz.
o Preguntas generales de la ley como datos personales, parentesco, amistad,
enemistad y antecedentes.
o Se realizarán preguntas por la parte y el órgano. Aunque se pueden excluir:
▪ Preguntas capciosas.
▪ Cuestiones sugestivas.
▪ Aquellas que fueren impertinentes.
o El testigo declara como prueba anticipada o preconstituida, así se introducirá en
el juicio, realizando una lectura del acta de declaración.
Careo.
Consiste en enfrentar en presencia del órgano a los investigados y los testigos entre sí, unos
con otros cuando mantienen distinta versión hechos para intentar aclarar contradicciones.
Reglas:
− Se realizarán de dos 2 personas cada vez, a excepción de los menores.
− Será de utilización subsidiaria.
− Ante el órgano se leerán las declaraciones anteriores para pedir ratificación, dejando
constancia de las contradicciones e instando la aclaración.
Prueba documental.
Consiste en la aportación de información en soporte escrito, sonoro, visual e informático.
En cuanto a los supuestos:
− Serán aportados por la parte junto con la denuncia, querella o las calificaciones
provisionales al inicio del plenario en relación con determinados delitos:
o Injurias y calumnias por escrito.
o Delitos contra la Hacienda pública (acta de inspección).
o Falsificación de documentos.
− Documentos que fueron aprehendidos en reconocimiento judicial, en la entrada o en el
registro.
− Son resultado de las diligencias de investigación o de la prueba anticipada o
preconstituida:
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

o Grabaciones de videovigilancia.
o Grabaciones de intervención de las comunicaciones o su transcripción.
o Actas de reconocimiento judicial u otras diligencias en relación con el cuerpo
del delito.
o Actas de las declaraciones del testigo o del investigado.
o Informes periciales solicitados en relación con el cuerpo del delito.
Su valoración será libre, previo examen directo del órgano.
Prueba de peritos.
Consistirá en la aportación de máximas de experiencia necesarias para valorar hechos o
circunstancias relevantes del proceso por medio de un informe o la comparecencia del sujeto
con especiales conocimientos científicos, técnicos, artísticos o prácticos, ya fuere titulado
(oficial) o no titulado (conocimientos especiales acreditados), llamado normalmente en
instrucción, debiendo disponer de informes en la vista para su contradicción.
Tiene el deber de comparecer, realizar el reconocimiento y emitir un informe, incurriendo en
una sanción en caso de incumplimiento.
Tendrán las mismas medidas de protección que los testigos.
Procedimiento:
− Su propuesta o designación se realizará entre los miembros de una lista (designándose
2 para los procedimientos ordinarios y 1 para los abreviados y 1 más que designe cada
parte, si fuere una prueba preconstituida), se realizará su llamada, procediéndose a su
comparecencia y prestando juramento, promesa o reconocimiento ante el órgano, el
Letrado o de la Administración de Justicia, las partes. Ello se realizará normalmente en
la instrucción, aunque excepcionalmente se puede producir en el plenario
suspendiéndose la vista.
− La redacción del informe deberá contener:
o La descripción de la persona, objeto y su estado.
o La relación detallada de las operaciones realizadas y su resultado.
o Las conclusiones que se formulen se realizarán en atención a máximas de
experiencia que poseen.
− Ratificación en plenario, conjunta en su caso. Ante una posible contradicción se
realizarán preguntas aclaratorias. Los informes deberán expresar la naturaleza, la
cantidad y la pureza de las sustancias estupefacientes, además, serán realizados según
protocolos de consideración de la prueba documental.
Por lo que respecta a la abstención y recusación:
− Causas:
o Parentesco hasta cuarto grado con alguna de las partes.
o Que tenga interés directo o indirecto en la causa o semejante.
o Amistado íntima o enemistad manifiesta.
− Procedimiento (se realizará en la instrucción sólo si no puede repetirse en
reconocimiento):
o Planteamiento por escrito, acompañando a la prueba documental, proponiendo
la testifical.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

o Se practicará la prueba y su resolución se realizará antes del plenario.

CALIFICACIONES DEFINITIVAS.
Una vez practicada la prueba y en atención a su resultado, las partes formulan sus conclusiones
definitivas.
Las conclusiones definitivas son unos actos de postulación a través de los cuales las partes
deducen definitivamente sus pretensiones, con arreglo al resultado de la prueba. En este
momento, quedará definitivamente fijado el objeto del proceso (tanto la pretensión penal como
la civil).
La forma de realización de las calificaciones definitivas dependerá del proceso en el que se
encuentre.
Si se estuviere en un procedimiento ordinario, serán escritas (si hubiere cambios importantes,
puede suspenderse para su elaboración); mientras que en el proceso abreviado y ante el
Tribunal del Jurado serán orales, dejando constancia en el acta.
Por lo que respecta a su contenido:
− En primer lugar, puede conllevar la retirada de la acusación, es decir, pedir la
absolución del acusado.
− También se podrán confirmar las calificaciones provisionales, elevándolas así a
definitivas.
− Se podrán introducir modificaciones no sustanciales, es decir, modificar la pena o el
título de condena, lo que no se podrá hacer será:
o Introducir hechos nuevos.
o Alterar la competencia objetiva o el procedimiento.
− Si hubiere un cambio en la calificación de grado o participación, o la introducción
de agravantes, en el procedimiento abreviado la defensa podrá pedir un plazo de hasta
10 días para preparar su defensa.

TESIS DE DESVINCULACIÓN DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL.


Se encuentra regulada en el artículo 733 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El mencionado
precepto establece que si como consecuencia de las calificaciones definitivas y del resultado
de la práctica de la prueba, el Tribunal entiende que el hecho punible está calificado con
manifiesto error, puede discutir las tesis jurídicas que han mantenido las partes. Precisamente,
es por este motivo por el que se le llama tesis de desvinculación del órgano jurisdiccional.
Los requisitos que deben concurrir para que se produzca esta tesis de desvinculación es:
• En primer lugar, que el delito sea público o semipúblico, no cabiendo en los delitos
privados.
• En segundo lugar, teniendo en cuenta la práctica de la prueba, el Tribunal entienda que
el hecho ha sido calificado con manifiesto error.
Este error consistirá, desde el punto de vista del Tribunal, en:

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

− Que no lo han incluido en un determinado tipo del Código Penal; por ejemplo, el
Ministerio Fiscal ha calificado un hecho como homicidio y el Tribunal entiende que se
trata de un delito de asesinato, por lo que el delito no estará bien tipificado. En este
caso, se le notificará a la acusación, para que reconsidere su título de acusación.
− Lo planteará el Tribunal en aquellos casos en los que entiende que concurra alguna
eximente, agravante o un mayor grado de participación del acusado.
Las consecuencias de que el Tribunal plantee esta tesis, la parte acusadora podrá pedir la
suspensión de la vista hasta el día siguiente para poder analizar y debatir esa tesis que le ha
planteado el órgano jurisdiccional.
El planteamiento de la tesis permite al órgano jurisdiccional, si esta tesis es aceptada, condenar
por un título más grave que el que había sido objeto de debate. No por ello, por tanto, la
sentencia, dejará de ser congruente. Prueba de ello se tiene en el artículo 851.4 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal que concede la interposición del recurso de casación cuando se pene
un delito más grave que el que haya sido objeto de la acusación y el Tribunal no hubiese hecho
uso de la tesis de desvinculación.

INFORMES Y ÚLTIMA PALABRA.


Informes.
Una vez formuladas las conclusiones definitivas, el magistrado le concede la palabra a las
partes para que realicen oralmente sus respectivos informes. El primero en informar será el
Ministerio Fiscal, seguido del resto de las acusaciones, el actor civil y, finalmente, los
defensores de la parte acusada y de los responsables civiles, si los hubiere.
En estos informes se expondrán detalladamente las conclusiones definitivas, es decir, los
hechos que se consideran probados en la vista, posteriormente se verá cuál es la calificación
legal, es decir, en qué artículo del Código Penal se entiende que se encuentra tipificado el hecho
que está siendo objeto en juicio, además del grado de participación y ejecución, si concurren
circunstancias modificativas de responsabilidad, la pena que se solicita y todo aquello relativo
a la responsabilidad civil.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Derecho a la última palabra.


Finalizado el trámite de informes, el órgano pregunta al acusado si tiene algo más que añadir y
le concede la posibilidad de intervenir o guardar silencio.
El órgano debe procurar que guarde el debido respeto (no ofenda a la moral, el orden público,
respeto al propio órgano y tenga consideración a la persona de la víctima y sus familiares.
Tendrá también que tratar de que el uso de la última palabra se atenga a la causa. El juez puede
retirarle la palabra o expulsarle de la sala.
Se trata de una manifestación del derecho de defensa, que normalmente se encuentra muy
desvirtuada porque su uso responde a las orientaciones del letrado, perdiendo espontaneidad,
su función y, en última instancia, su eficacia.

SUSPENSIÓN DEL JUICIO ORAL.


El juicio oral se rige por el principio de concentración, así el artículo 744 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal establece que, abierto el Juicio oral, continuará durante todas las
sesiones consecutivas que sean necesarias hasta su conclusión.
El artículo 745 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone que el Presidente del Tribunal
podrá suspender la apertura de las sesiones cuando las partes, por motivos independientes de
su voluntad, no tuvieren preparadas las pruebas ofrecidas en sus respectivos escritos. En este
caso, se trata de un supuesto de retraso en el inicio de las sesiones del juicio, que viene impuesto
por motivos claramente constitucionales que afectan al derecho de defensa o al derecho a la
tutela judicial efectiva (art.24CE).
Causas de suspensión.
El artículo 746 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal prevé seis motivos de suspensión del
juicio oral, al señalar que procederá además la suspensión del juicio oral en los casos siguientes:
1. Cuando el Tribunal tuviere que resolver durante los debates alguna cuestión
incidental que por cualquier causa fundada no pueda decidirse en el acto.
2. Cuando con arreglo a este Código el Tribunal o alguno de sus individuos tuviere que
practicar alguna diligencia fuera del lugar de las sesiones y no pudiere verificarse
en el tiempo intermedio entre una y otra sesión.
3. Cuando no comparezcan los testigos de cargo y de descargo ofrecidos por las partes
y el Tribunal considere necesaria la declaración de los mismos.
Podrá, sin embargo, el Tribunal acordar en este caso la continuación del juicio y la
práctica de las demás pruebas; y después que se hayan hecho, suspenderlo hasta que
comparezcan los testigos ausentes.
4. Cuando algún individuo del Tribunal o el defensor de cualquiera de las partes
enfermare repentinamente hasta el punto de que no pueda continuar tomando parte
en el juicio ni pueda ser reemplazado el último sin grave inconveniente para la defensa
del interesado.
Lo dispuesto en este número respecto a los defensores de las partes se entiende aplicable
al Fiscal.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

5. Cuando alguno de los procesados se halle en el caso del número anterior, en


términos de que no pueda estar presente en el juicio.
La suspensión no se acordará por esta causa sino después de haber oído a los
facultativos nombrados de oficio para el reconocimiento del enfermo.
6. Cuando revelaciones o retractaciones inesperadas produzcan alteraciones
sustanciales en los juicios, haciendo necesarios nuevos elementos de prueba o alguna
sumaria instrucción suplementaria.
Requisitos.
El acuerdo de suspender la vista puede acordarse de oficio o a instancia de parte.
La suspensión se decretará por medio de auto en el que el órgano jurisdiccional especificará
las causas de la suspensión y fijará el tiempo durante el cual se va a suspender el juicio oral.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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TEMA 12. LA SENTENCIA PENAL.

ESTRUCTURA Y FORMA.
La sentencia será el acto jurisdiccional que pone fin al proceso, resolviendo definitivamente
la cuestión criminal. Puede definirse como aquella resolución judicial que se dicta una vez
finalizado el juicio oral y resuelve en su totalidad el objeto del proceso. En la misma, también
se podrá absolver a la persona o personas acusadas o, por el contrario, se declara que ha existido
el hecho típico y punible, atribuyéndosele la responsabilidad de ese hecho a la persona o
personas, e imponiéndoles la pena o penas correspondientes.
Declarado el pleito visto para sentencia, el órgano debe dictar una resolución definitiva sobre
todas las cuestiones planteadas poniendo fin al juicio oral. Entre las notas esenciales debe
destacarse:
− Su carácter necesario: es la forma exclusiva para resolver las cuestiones debatidas en
juicio oral, a excepción del artículo 788.5, que establece el auto de inhibición por
incompetencia en atención de la pena.
− Naturaleza definitiva: resolución definitiva de fondo, no cabe la absolución en
instancia.
− Pronunciarse sobre todas las cuestiones planteadas (congruencia): pretensión penal
(absolución o condena, pena o medida de seguridad), pretensión civil (absolución,
condena, contenido) y costas (imposición según el criterio de vencimiento).
La decisión del signo de sentencia exige al juzgador la realización de dos juicios sucesivos:
− Uno histórico, donde determine la veracidad de los hechos acusados (es decir, si
existieron en virtud de prueba):
o Conclusión negativa (que los hechos no existieron) o una duda razonable (falta
o insuficiencia de prueba, lo que daría lugar a una sentencia absolutoria
cumpliéndose los principios de presunción de inocencia e in dubio pro reo.
o Conclusión positiva, es decir, el convencimiento más allá de toda duda
razonable de la existencia de todos o parte de los hechos, pasándose así al
segundo juicio, el lógico jurídico.
− Y otro lógico-jurídico en el que determinará si los hechos probados son subsumibles
en algún concreto tipo penal es decir si constituyen ilícito y, por consiguiente, conllevan
una sanción. Además, deberá señalar la calificación, el grado de ejecución, la
participación y la posible concurrencia de circunstancias modificativas de la
responsabilidad.
El ponente propone la sentencia a todos los magistrados que asistieron al plenario, allí
discutirán y votarán a puerta cerrada todas las cuestiones de hecho y de Derecho.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Forma.
En cuanto a la forma, una sentencia deberá ser: por escrito en el plazo desde el fin de la vista
oral. Este plazo será de 3 días en el procedimiento ordinario; 5 días en el abreviado y 3 en los
rápidos.
Se encuentra una excepción a esta norma general, y es que la sentencia puede ser oral en el
mismo acto de juicio con referencia somera a los antecedentes fácticos, jurídicos y al fallo. Por
ejemplo, el artículo 789.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que el Juez de lo
Penal podrá dictar sentencia oralmente en el acto del juicio. También sucederá lo mismo en los
procesos ante el Tribunal del Jurado, es por ello que el artículo 67 de la Ley Orgánica del
Tribunal del Jurado establece que la sentencia absolutoria se puede dictar de manera oral por
el Magistrado-Presidente.
La documentación de la sentencia oral será incorporada al acta a través de un resumen del
Letrado de la Administración de Justicia que se adjuntará en un posible anexo; su redacción
posterior corresponderá al órgano, debiendo coincidir íntegramente con la oral.
Estructura.
Su estructura se encuentra en el artículo 142 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Por lo que,
en base a este precepto, la sentencia constará de:
− Encabezado: lugar, fecha y hechos que dieron lugar a la formación de la causa e
identificación de las partes acusadoras, las acusadas y del juez-ponente (o sólo del
magistrado si se dictare por un órgano unipersonal).
− Antecedentes de hecho: párrafos separados y numerados, donde se expresarán:
o La declaración expresa y terminante de los hechos probados, evitando la
contradicción, la ambigüedad, ciertas expresiones y conceptos jurídicos.
o Se hará expresa referencia a la prueba en que se fundamenta dicha
determinación.
o Las conclusiones o las partes tesis del órgano en su caso.
− Fundamentos de derecho, que, igual que los anteriores serán párrafos separados y
numerados, debiendo contener:
o Calificación penal de los hechos probados (tipo, participación, ejecución y
circunstancias modificativas), su justificación penal y jurisprudencial.
o Fundamento de la condena en costas y calificación de querella o denuncia
calumniosa.
o Expresa referencia a los preceptos legales que se estimen aplicables.
− Fallo:
o Condena o absolución de la pena y, en su caso, de la responsabilidad civil, así
como de las costas.
o Posible declaración de la denuncia o querella calumniosa.

VALORACIÓN DE LA PRUEBA: PRESUNCIÓN DE INOCENCIA


Y PRINCIPIO IN DUBIO PRO REO.
En el proceso penal rige el sistema de libre valoración de la prueba, por lo que el Tribunal
apreciando según su conciencia las pruebas practicadas en el juicio, las razones expuestas

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

por la acusación y la defensa y lo manifestado por los mismos procesados, dictará sentencia
(art.741.1LECrim).
Ahora bien, la libre valoración de la prueba no quiere decir pura discrecionalidad o
arbitrariedad, sino apreciación y valoración de los diversos medios de prueba conforme a su
resultado, sin sometimiento a reglas legales previas, pero sí a las derivadas del criterio racional.
Por tanto, la libre valoración de la prueba significa la aplicación de las reglas del criterio
racional a la prueba percibida con las ventajas y garantías que proporciona la inmediación y la
contradicción.
El derecho fundamental a la presunción de inocencia (art.24CE) implica que el sujeto pasivo
del proceso es inocente hasta que se haya dictado contra él una sentencia de condena. El
juzgador debe alcanzar la certeza de la culpabilidad del acusado para dictar sentencia
condenatoria, y esa certeza debe ser resultado de las pruebas practicadas. La falta de prueba o
la insuficiencia de la misma conlleva la absolución del acusado, siendo el principio de
presunción de inocencia el que condiciona este resultado desde el punto de vista constitucional,
de manera que se trata de un verdadero principio del proceso penal.
Desde la Sentencia del Tribunal Constitucional 31/1981, se ha ido configurando su contenido
esencial. El derecho a la presunción de inocencia exige que para destruir esa presunción es
necesario:
a. Que exista actividad probatoria, de acuerdo con todas las garantías. La presunción
de inocencia requiere para ser enervada que un tribunal independiente, imparcial y
preestablecido por la ley declare la culpabilidad del acusado sobre la base de la
actividad probatoria, que deduzca la participación inequívoca del acusado en los
hechos, tras un proceso celebrado con todas las garantías (inmediación, contradicción,
publicidad y oralidad esencialmente). La regla general es que se entiende como prueba,
en la que el juez pueda fundar su convicción acerca de los hechos, la practicada en la
fase de juicio oral.
b. Que esa actividad tenga la consideración de prueba de cargo. Para que sea posible
la condena no basta con la mera existencia de prueba, sino que se precisa que ésta sea
de cargo. Ello significa
i. Que la prueba debe tener un contenido objetivamente incriminatorio, es decir,
de su interpretación resulte su culpabilidad, derivada de la comprobación de los
hechos subsumidos en el supuesto normativo delictivo, así como de la certeza
de la participación del acusado en los mismos; y
ii. Que dicho resultado responda a la verdad, referido este aspecto a la valoración
de la prueba.
c. Que la prueba de cargo 1 pueda considerarse como suficiente para fundamentar
un pronunciamiento de condena. La suficiencia no se refiere a la cantidad de pruebas
incriminatorias, sino a la entidad y cualidad que deben revestir los medios de prueba
que se practiquen.
Por su parte, el principio in dubio pro reo afecta a la valoración de la prueba, en cuanto supone
que prueba ha habido, pero no ha sido suficiente para despejar la duda o incerteza del juzgador.

1 La prueba de cargo es la prueba introducida por la acusación; mientras que la prueba de descargo la hará la parte acusada.

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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra

Esto es, cuando se ha practicado prueba de cargo, pero los hechos delictivos o la participación
del acusado no han quedado suficientemente acreditados manteniendo el juzgador una duda
sobre algún extremo, la Ley exige que se dicte sentencia absolviendo al acusado ante la duda,
en aplicación de la máxima de que es preferible la absolución de un presunto culpable, a la
condena de un presunto inocente.
Por tanto, la presunción de inocencia desenvuelve su eficacia cuando existe una falta absoluta
de pruebas, o cuando las practicadas no reúnen las garantías procesales. Es decir, si no hay
prueba de cargo razonable, suficientemente desarrollada y practicada de manera correcta, no
puede haber condena porque no se ha destruido la presunción de inocencia.
Sin embargo, si tal prueba ha existido, pero de ella no se deduce concluyentemente la
culpabilidad del acusado, existiendo una duda razonable, procede la absolución en virtud del
principio in dubio pro reo.

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