Procesal Penal - Completo
Procesal Penal - Completo
Procesal Penal - Completo
Conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
CONCEPTO.
El Derecho procesal penal es el instrumento a través del cual los órganos de la jurisdicción
penal aplican el Derecho penal al caso concreto.
Esto se traduce en que el proceso penal es el conjunto de garantías y trámites por los cuales
puede ser condenada una persona criminalmente responsable de la comisión de un hecho
delictivo, al cumplimiento de una pena. Esta pena puede ser privativa de libertad (el ingreso en
un centro penitenciario durante un tiempo determinado) o de otro carácter (una multa o una
inhabilitación para el desempeño de determinada profesión o cargo).
Por tanto, en el proceso penal se persigue la responsabilidad penal cuya finalidad fundamental
es enjuiciar la conducta de una persona al cometer un hecho delictivo. también se caracteriza
por cierta economía procesal, puesto que se puede enjuiciar dicha conducta por una
responsabilidad civil, es decir, que la víctima obtenga una reparación por los hechos delictivos
cometidos. Así, el Ministerio Fiscal, además de ejercitar la acción penal, podrá ejercitar la
acción civil, así la víctima podrá tener una indemnización por los daños y perjuicios de la
conducta. En la práctica esto se traduce en que muchas veces la persona se declara insolvente,
no debiendo pagar así a la víctima.
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Bloque I. Conceptos generales y
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Cabe decir en este sentido que se prevé la debida reparación de daños y perjuicios. En la
práctica, ello no resulta efectivo, puesto que el investigado o el ya condenado suele declararse
insolvente.
Por último, el último fundamento es la rehabilitación y reinserción social del delincuente,
fijada en la Constitución Española, en concreto en el artículo 25.2. Ésta es la finalidad última
de la pena.
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Bloque I. Conceptos generales y
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1 En la prueba tasada la ley establecerá cómo se debe valorar un determinado medio de prueba. En este caso,
si el investigado se declarare culpable, inmediatamente habrá una sentencia condenatoria. El opuesto sería la
libre valoración en la que el Juez utilizará las normas de la sana crítica. La prueba tasada se queda en el
proceso civil, mientras que la libre valoración en el proceso penal (salvo en el sistema inquisitivo)
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Bloque I. Conceptos generales y
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• Exposición de motivos.
• 998 artículos repartidos en 7 libros:
o Libro primero. Exposición de motivos.
o Libro II. Del sumario.
o Libro III. Del juicio oral.
o Libro IV. De los procedimientos especiales.
o Libro V. De los recursos de apelación, casación y revisión.
o Libro VI. Del procedimiento para el juicio sobre delitos leves.
o Libro VII. De la ejecución de las sentencias.
• Disposición final.
Además de esta Ley, deben tenerse en cuenta otras disposiciones como:
→ Ley Orgánica del Poder Judicial.
→ Ley Orgánica 6/1984, de habeas corpus.
→ Ley 4/1985, de 21 de marzo, de extradición pasiva.
→ Ley Orgánica 7/1988, de 28 de diciembre, de creación del procedimiento abreviado y
de los juzgados de lo penal.
→ Ley Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado.
→ Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, de Responsabilidad Penal del menor.
→ Ley 38/2002 y la Ley Orgánica 8/2002, de 28 de octubre complementaria de la Ley de
reforma parcial de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sobre procedimiento para el
enjuiciamiento rápido e inmediato de determinados delitos y faltas, y de modificación
del procedimiento abreviado.
→ Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de medidas de protección integral contra la
violencia de género.
→ Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la víctima del delito.
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Bloque I. Conceptos generales y
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INTRODUCCIÓN.
Cuando se conoce la notita criminis se desconoce todo lo relativo al suceso, es por ello que no
se puede entrar directamente en la fase del juicio oral. Esta circunstancia ha determinado la
siguiente estructura del proceso penal (como característica puede decirse que es una estructura
que se dilata en el tiempo):
FASE DE INSTRUCCIÓN FASE INTERMEDIA FASE DE JUICIO ORAL
En esta fase se averigua En dicha fase, se verá si todo En esta fase se enjuiciará a la
cómo, en qué circunstancias lo realizado en la fase de persona de la que se tenga
y quién ha realizado el hecho instrucción sirve para la constancia que ha cometido
delictivo. realización del juicio oral. el hecho delictivo.
Además de investigar, se Se dicta sobreseimiento, si
adoptan medidas cautelares no se ha encontrado un
(garantizando que el autor indicio o persona; sino, se
del delito no se fugue, ni dictará el auto de apertura del
levante su patrimonio...). juicio oral.
1En el secreto de sumario todas las actuaciones de la fase de instrucción serán secretas para las partes, excepto para el
Ministerio Fiscal, todo ello con la finalidad de no entorpecer la investigación.
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2 En los delitos semipúblicos habrá una necesidad de denuncia de la víctima, excepto si esta fuere menor o una persona
desvalida. Una vez la víctima denuncia, se actúa como si fuera público. La denuncia se convierte en un requisito de
procedibilidad.
3 Delitos privados serán las injurias y calumnias. Únicamente se puede perseguir mediante querella y no interviene el Ministerio
Fiscal.
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Otro ejemplo se tiene en los delitos privados en los que es posible retirar la acusación, además
de que cabe el perdón del ofendido (art.130CP). También, cabe mencionar, la conformidad que
es como una especie de "negociación" en la fase intermedia entre el acusador y el acusado que
vincula al juez.
6. Principio acusatorio.
El sistema español se caracteriza por ser un principio acusatorio mixto. La apertura de la fase
de enjuiciamiento precisa necesariamente de la formulación de la acusación por un sujeto
distinto al órgano judicial.
Notas esenciales.
a. La primera de ellas es que se atribuyen las dos funciones de instruir y del juicio oral
a dos órganos jurisdiccionales distintos, para garantizar la imparcialidad del caso.
b. Es muy importante la distribución de las funciones de acusación y decisión.
c. Otra manifestación es que debe haber una correlación entre la acusación y el fallo,
esto es lógico ya que es una forma de garantizar al acusado su derecho de defensa. La
sentencia debe ser coherente, congruente con el escrito de acusación y con lo que es
objeto de prueba durante el juicio oral.
d. La última manifestación que se halla es la prohibición del reformatio in peius (en fase
de recurso no se puede condenar a una pena superior, salvo que recurran las dos partes).
7. Principio de proporcionalidad.
Dentro de las diligencias de investigación, hay algunas que pueden incidir en los derechos
fundamentales del sujeto pasivo, como, por ejemplo, la prisión provisional, la entrada y registro
de un domicilio, el secreto de las comunicaciones...
Es por ello que el principio de proporcionalidad se definiría como los actos procesales que
pueden incidir sobre los derechos fundamentales del sujeto pasivo. Según la doctrina del
Tribunal Constitucional sobre principio de proporcionalidad:
− Cualquier diligencia o cualquier actuación debe ser acordado por la autoridad
competente.
− Tiene que estar previsto en la ley.
− Justificado objetivamente.
Las notas esenciales que caracterizan dicho principio son:
− La resolución que limite o restrinja algún derecho fundamental debe estar motivada.
− Las medidas limitadoras habrán de ser necesarias para conseguir el fin perseguido por
la investigación.
− Ha de existir una adecuación o congruencia entre la medida prevista aplicada y la
procuración de dicho bien constitucionalmente relevante.
− La finalidad perseguida no ha de poder alcanzarse con otro acto igualmente eficaz, pero
no restrictivo de un derecho.
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TEMA 3. LA COMPETENCIA.
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Bloque I. Conceptos generales y
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1. La competencia objetiva que determina el tipo de órgano que va a enjuiciar una causa
en primera (Audiencia Provincial) o única instancia (Tribunal Supremo).
2. La competencia funcional que determina qué órgano va a conocer de cada una de las
fases del proceso, de los recursos, de las posibles incidencias dentro de la tramitación
del proceso y de la ejecución.
3. La competencia territorial, dice, de todos los posibles órganos con competencia
objetiva cuál va a conocer del asunto concreto teniendo en cuenta el lugar en que se
encuentra ubicado.
La combinación de las tres modalidades de competencia permite saber cuál es el órgano que
va a conocer de un asunto concreto, en cumplimiento del derecho al juez legalmente
predeterminado.
COMPETENCIA OBJETIVA.
La competencia objetiva determina el tipo de órgano que va a enjuiciar en primera o única
instancia. En la Ley de Enjuiciamiento Criminal se utilizan tres criterios:
1. Persona contra la que se dirige el procedimiento (aforado1). Siendo éste el criterio
preferente.
2. Naturaleza de la infracción, según se trate de delito o delito leve.
3. Tipo de delito y la cuantía de la pena. Entendiendo en este caso la pena en abstracto, es
decir, la que prevé el Código Penal.
De la conjunción de los tres criterios aparecerá el órgano objetivamente competente. Ahora
bien, el fuero de la persona prevalece frente a cualquier otro.
Juzgados de Instrucción.
Se encuentran regulados en los artículos 87 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 14 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal.
En los Juzgados de Instrucción se procederá al enjuiciamiento (conocimiento y fallo) de los
delitos leves, excepto aquellos atribuidos al Juzgado de Violencia sobre la Mujer (violencia de
género). Se regirá por el procedimiento del habeas corpus2.
La sentencia que se dicte se hará de conformidad en el servicio de guardia en los juicios rápidos.
Juzgados de Violencia sobre la Mujer.
Se recoge en los artículos 87 ter de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 14 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal. Se crean por la Ley 1/2004, de 28 de diciembre, e medidas de
protección integral contra la violencia de género.
Tiene conocimiento y fallo (enjuiciamiento) de los delitos leves que les atribuya la ley y las
infracciones tipificadas en las amenazas leves (art.171.7.2. CP), las coacciones de carácter leve
1 Aforado: entre estas personas se encuentran los Diputados, los senadores, Presidente de la Xunta, Presidente del Tribunal
Supremo, entre otros.
2 Habeas corpus: procedimiento que tiene el detenido en aquellos casos en los que no se respetan los derechos del detenido o
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(art.172.3.2 CP) y en las injurias o vejaciones injustas leves (art.177.4 CP). También asume la
competencia para conocer de los procesos civiles a que se refiere el artículo 87 ter 3 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
El requisito es que el agresor sea hombre, cuando la víctima sea alguna de las siguientes
personas:
a. Sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada al autor por análoga
relación de afectividad, aun sin convivencia.
b. Sean descendientes, propios o de la esposa o conviviente, o a menores o personas con
la capacidad modificada judicialmente que con él convivan o que se hallen sujetos a la
potestad, tutela, curatela, acogimiento o guarda de hecho de la esposa o conviviente,
cuando también se haya producido un acto de violencia de género (es decir, exista
agresión contra la mujer).
Juzgados de lo Penal.
Artículo 89 bis de la Ley Orgánica del Poder Judicial y artículo 14 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal.
Se encargará del enjuiciamiento de delitos menos graves, esto es:
- Los castigados con pena privativa de libertad no superior a 5 años.
- Una pena de otra naturaleza no superior a 10 años.
- Pena de multa cualquiera que sea su cuantía.
Audiencia Provincial.
Se encuentra en el artículo 80 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y en el artículo 14 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Se encarga del enjuiciamiento (conocimiento y fallo) de los delitos graves, esto es:
- Los castigados con pena privativa de libertad superior a 5 años.
- Una pena de otra naturaleza superior a 10 años.
- El resto de delitos que fueren atribuidos por ley a la Audiencia Provincial.
El procedimiento aplicable será el ordinario (si la pena privativa de libertad fuere superior a
nueve años) o el abreviado (si la pena privativa de libertad fuere inferior a 9 años y superior a
5 años).
El artículo 82.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que, las Audiencias
Provinciales conocerán en el orden penal:
1. De las causas por delito, a excepción de los que la Ley atribuye al conocimiento de los
Juzgados de lo Penal o de otros Tribunales previstos en esta Ley.
2. De los recursos que establezca la ley contra las resoluciones dictadas por los Juzgados
de Instrucción y de lo Penal de la provincia.
Para el conocimiento de los recursos contra resoluciones de los Juzgados de
Instrucción en juicios por delitos leves la Audiencia se constituirá con un solo
Magistrado, mediante un turno de reparto.
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Bloque I. Conceptos generales y
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3. De los recursos que establezca la ley contra las resoluciones en materia penal dictadas
por los Juzgados de Violencia sobre la Mujer de la provincia. A fin de facilitar el
conocimiento de estos recursos, y atendiendo al número de asuntos existentes, deberán
especializarse una o varias de sus secciones de conformidad con lo previsto en el
artículo 98 de la presente Ley Orgánica. Esta especialización se extenderá a aquellos
supuestos en que corresponda a la Audiencia Provincial el enjuiciamiento en primera
instancia de asuntos instruidos por los Juzgados de Violencia sobre la Mujer de la
provincia.
4. Las Audiencias Provinciales conocerán también de los recursos contra las
resoluciones de los Juzgados de Menores con sede en la provincia y de las cuestiones
de competencia entre los mismos.
5. De los recursos que establezca la ley contra las resoluciones de los Juzgados de
Vigilancia Penitenciaria, cuando la competencia no corresponda a la Sala de lo Penal
de la Audiencia Nacional.
6. De los procedimientos de decomiso autónomo por los delitos para cuyo conocimiento
sean competentes.
Dentro de la Audiencia Provincial, se puede hablar del Tribunal de Jurado, éste se constituye
en el ámbito de la Audiencia Provincial (o del Tribunal Supremo o Audiencia Nacional), salvo
aforados. Le corresponde el enjuiciamiento de los siguientes delitos previstos en el artículo 1.2
de la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado:
a. Del homicidio (artículos 138 a 140).
b. De las amenazas (artículo 169.1.º).
c. De la omisión del deber de socorro (artículos 195 y 196).
d. Del allanamiento de morada (artículos 202 y 204).
e. De la infidelidad en la custodia de documentos (artículos 413 a 415).
f. Del cohecho (artículos 419 a 426).
g. Del tráfico de influencias (artículos 428 a 430).
h. De la malversación de caudales públicos (artículos 432 a 434).
i. De los fraudes y exacciones ilegales (artículos 436 a 438).
j. De las negociaciones prohibidas a funcionarios (artículos 439 y 440).
k. De la infidelidad en la custodia de presos (artículo 471).
Juzgados de Menores.
Regulado en el artículo 96.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Se rigen por la Ley 1/2000.
Se encarga del enjuiciamiento de los hechos delictivos cometidos por mayores de 14 años y
menores de 18.
Si la persona fuere menor de 14 años entrará la protección de menores desde un ámbito más
“civil”, regidos por la Ley de Protección de Menores.
Juzgado Central de Menores.
Regulado en el artículo 96.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Depende de la Audiencia
Nacional.
Se encarga del enjuiciamiento de los delitos cometidos por mayores de 14 años y menores de
18, tipificados como delitos en los artículos 571 a 580 del Código Penal (delitos de terrorismo).
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Bloque I. Conceptos generales y
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Bloque I. Conceptos generales y
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COMPETENCIA FUNCIONAL.
La competencia funcional determina el órgano jurisdiccional que va a conocer de cada una de
las fases del proceso o en cada concreto acto procesal que se lleva a efecto (instrucción,
recursos, ejecución, etc.). Tiene un carácter automático y derivado del órgano competente en
primera instancia y del cauce procedimental que está siguiendo.
En cuanto a las manifestaciones y distribución de la competencia funcional, primeramente,
debe señalarse que la competencia para conocer de todas las incidencias que puedan surgir a lo
largo de un proceso corresponde al mismo órgano que está tramitando el asunto principal. En
cuanto a su distribución: instrucción y recursos.
Instrucción.
En los juicios por delitos leves no hay una auténtica instrucción, la misma se realiza por el
mismo órgano enjuiciador. En los procesos por delitos, los órganos encargados de la
instrucción son:
→ Los Juzgados de Instrucción, que instruyen los delitos cuyo enjuiciamiento es
competencia de los Juzgados de lo Penal, las Audiencias Provinciales y el Tribunal de
Justicia, salvo los actos de violencia de género.
→ Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer instruyen los delitos considerados como
violencia de género por la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la
Violencia de Género.
→ Juzgados Centrales de Instrucción instruyen los delitos que deben conocer el Juzgado
Central de lo Penal y la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional.
→ En los procesos penales contra aforados, cuyo enjuiciamiento corresponde a la Sala de
lo civil-penal de los Tribunales Superiores de Justicia o Sala II del Tribunal Supremo,
la instrucción corresponde a un magistrado de los mismos que después no podrá formar
parte de la Sala enjuiciadora.
Recursos devolutivos.
→ Recurso de apelación.
Cabe contra los autos de los Juzgados de Instrucción, de lo Penal, Centrales de Instrucción y
Centrales de lo Penal, conocen la Audiencia Provincial y la Audiencia Nacional. También cabe
contra las sentencias dictadas en primera instancia en los juicios de delitos leves, en este
caso el recurso ante la Audiencia Provincial lo resolverá un solo magistrado.
En el caso de las sentencias dictadas en primera instancia por los Juzgados de lo Penal y
Centrales de lo Penal, cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial o Audiencia
Nacional, respectivamente.
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Bloque I. Conceptos generales y
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En el supuesto de la sentencia dictada por el Tribunal del Jurado, cabe recurso de apelación
ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia.
Además, en las sentencias dictadas por la Audiencia Provincial, lo conocerá el Tribunal
Superior de Justicia donde tenga audiencia dicha provincia.
Por último, en las sentencias dictadas por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, se crea
la Sala de la Apelación de la Audiencia Nacional y que desde el año 2015 tendrá la potestad
para conocer de los recursos de apelación.
→ Recurso de queja.
En el proceso penal, cuando se habla de recurso de queja se hace referencia a dos tipos de
procesos, de un recurso autónomo y un recurso de queja instrumental.
El recurso autónomo se sigue en los procedimientos ordinarios donde sólo cabe ante los autos
interlocutorios de los Juzgados de Instrucción o centrales de Instrucción que no son
susceptibles de recurso de apelación conoce la Audiencia Provincial o la Audiencia Nacional
respectivamente (en el procedimiento abreviado contra estos autos sólo cabe la apelación).
También se tendría un recurso de queja instrumental, ya que sirve para que el órgano ad quo
limite el derecho de apelar. En este sentido, el recurso instrumental se introduce por inadmisión
de la apelación o por denegarse la preparación de la casación. Este recurso de queja cabe contra
los autos de la Audiencia Provincial o Audiencia Nacional que inadmitan el recurso de
apelación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia y la Sala de Apelación de
la Audiencia Nacional. También se interpondrá contra los autos de la Sala de lo Penal del
Tribunal Superior de Justicia o de la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional por
denegación del testimonio para recurrir en casación, siendo resuelto por la Sala II del Tribunal
Supremo (art.862LECrim.).
→ Recurso de casación.
COMPETENCIA TERRITORIAL.
La competencia territorial establece, de todos los posibles órganos con competencia objetiva,
cuál va a conocer del asunto concreto teniendo en cuenta el lugar en que está ubicado.
Los criterios de distribución son los denominados fueros3, que pondrán en relación a un
determinado juzgado o tribunal con los hechos delictivos por los que procede.
3 El fuero servirá para adscribir territorialmente el conocimiento de un asunto a un conceto órgano judicial.
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Bloque I. Conceptos generales y
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Fuero preferente.
El fuero preferente y exclusivo es el lugar de comisión del hecho delictivo (forum delicti
commissi). Se da una excepción en el caso de violencia de género en el que el fuero preferente
es el lugar de domicilio de la víctima (art.15bisLECrim.).
A veces es complicada la aplicación práctica por la dificultad a la hora de determinar el lugar
en el que se cometió el delito. Es un dato más a investigar durante la fase de instrucción. Por
tanto, a veces, se toma con carácter provisional, siendo posible que durante la fase de
instrucción la competencia territorial se vea modificada.
Además, en determinados delitos es problemático determinar la competencia como, por
ejemplo, en delitos a distancia, delitos de riesgo, la tentativa de delito o un delito frustrado.
Para dichos casos en los que resulta difícil, la doctrina ha establecido tres teorías distintivas:
1. Teoría de la actividad: donde aparezca o se exteriorice la voluntad delictiva.
2. Teoría del resultado: el delito se comete donde se consuma (criterio seguido
generalmente por la jurisprudencia).
3. Teoría de la ubicuidad: como su nombre indica, lo que hace es entender que el delito se
realiza tanto donde se cometen los actos de ejecución, como en el lugar donde se
produce el resultado. Dicha teoría también ha sido utilizada por la jurisprudencia sobre
todo para los delitos cometidos a distancia (por ejemplo, una amenaza telefónica o por
e-mail).
En los delitos cuya competencia se atribuye a la Audiencia Nacional no habrá problema para
determinar territorialmente la misma, pues se extiende en todo el territorio nacional.
Fueros subsidiarios.
Los fueros subsidiarios se aplicarán cuando no es posible determinar el lugar de comisión del
hecho delictivo. El legislador, en el artículo 15, establece fueros subsidiarios que aparecen
ordenados de forma jerárquica:
1. El del término municipal, partido o circunscripción en que se hayan descubierto las
pruebas materiales del delito.
2. Si no se pudiere aplicar el término municipal, será el del término municipal o
circunscripción en el que el presunto reo haya sido aprehendido.
3. El de la residencia del presunto reo.
4. Cualquiera que hubiese tenido noticia del delito.
Esos fueros subsidiarios, además de ser establecidos de forma jerárquica, se caracterizan
también porque son provisionales. Esto significa que, en el mismo momento en el que conste
el lugar de comisión del hecho delictivo a lo largo del procedimiento, el que esté conociendo
acordará la inhibición a favor del competente (art.15.3 LECrim.).
− Tratamiento procesal de la falta de competencia.
Las normas de competencia son imperativas (art.8 LECrim.) y deben ser controladas tanto de
oficio como a instancia de parte en cualquier momento del proceso. El incumplimiento de las
normas de competencia conllevará la nulidad de actuaciones del órgano incompetente.
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Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
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a. Examen de oficio.
De acuerdo con el artículo 25, el juez o tribunal que se considere competente deberá promover
la competencia, asimismo, el tribunal que no se considere competente acordará la inhibición a
favor del competente, cuando considere que el conocimiento de la causa no le corresponde,
aunque sobre ello no haya precedido reclamación de los interesados ni del Ministerio Fiscal.
b. Denuncia de parte.
En cuanto a la denuncia de parte, se tienen dos vías:
→ Inhibitoria: se planteará o propondrá ante el juez o tribunal que se reputa competente.
→ Declinatoria: se plantea ante el juez o tribunal considerado incompetente y que está
sustanciando el procedimiento (art.26 LECrim).
LA CONEXIÓN.
El proceso penal ha de abrirse cuando aparezca una acción u omisión dolosa o imprudente
penada por la Ley, esto se deriva del artículo 10 del Código Penal.
Por tanto, para la averiguación y enjuiciamiento de cada hecho delictivo se abrirá un proceso
penal independiente, por lo que no se debe incoar una instrucción autónoma (art.17LECrim.).
La única excepción es que cuando hubiere una pluralidad de hechos delictivos y entre ellos se
dé algún criterio de conexión establecido por el legislador, los hechos se investigarán y
enjuiciarán en un solo proceso (art.300LECrim). Un ejemplo de ello es un delito continuado.
La conexión o conexidad es la relación existente entre hechos y/o sujetos intervinientes en
distintos ilícitos que recomienda su acumulación en un mismo procedimiento (investigación,
enjuiciamiento y fallo de todos ellos conjuntamente). Esto se hace por el principio de economía
procesal en el que un mismo procedimiento va a servir para tramitar varios delitos o un delito
cometido por varias personas y, sobre todo, para evitar sentencias contradictorias.
Los efectos de la conexión son:
− La acumulación de distintos procesos en un único procedimiento teniendo así una única
sentencia.
− Modificación de las normas de competencia objetiva y territorial. Muchas veces el
hecho de tener que acumular el enjuiciamiento hace que se modifiquen dichas normas.
Los delitos conexos se encuentran recogidos en el artículo 17 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal. Pudiéndolos clasificar teniendo en cuenta tres clases:
1. Conexión subjetiva. Son delitos conexos por relación a los actores:
a. Los cometidos simultáneamente por dos o más personas reunidas.
b. Los cometidos por dos o más personas en distintos lugares o tiempos si hubiera
precedido concierto para ello (atentado terrorista en el que varias personas se
ponen de acuerdo para efectuarlo en distintos sitios como sucedió en el Atentado
de Madrid en 2004).
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Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
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Bloque I. Conceptos generales y
presupuestos procesales.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
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INTRODUCCIÓN.
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN.
El concepto de parte puede ser definido como quien pretende y frente a quién se dirige el
ejercicio de una acción. De un lado se encuentra con la parte acusadora que es aquella que
solicita que se dicte una resolución de condena. Que solicite la resolución de condena no quiere
decir que es titular del ius puniendi que sólo le corresponde al Estado. Podrán ser parte
acusadora el Ministerio Fiscal1 y los demás acusadores, ya sean populares, particulares o
privados.
Por otro lado, se tiene la parte acusada que es aquella persona que se dirige la actuación del
Derecho penal. El acusado será el titular del derecho a la libertad.
Además, cuando se ejercita la pretensión civil para obtener la restitución de la cosa, la
reparación del daño o la indemnización del perjuicio causado por el delito, también se
encontrarán: la parte activa (que es la que pide, el actor civil) y la parte pasiva (responsable
civil; frente a quien se pide la responsabilidad civil).
1 El Ministerio Fiscal no ostenta el monopolio del ejercicio de la acción acusadora, sino que también puede ser ejercida por otros acusadores.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
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PARTES ACUSADORAS.
Las partes acusadoras ocupan la posición activa en el proceso penal, instando durante la fase
de instrucción las diligencias necesarias para preparar el juicio y la adopción de medidas
precisas para ese mismo fin, y, durante la fase intermedia, formulan la acusación contra una
persona determinada. Además, cuando el ofendido no se reserva el ejercicio de la acción civil,
se entiende que también está siendo ejercita ésta, ya sea por el Ministerio Fiscal o el
ofendido/perjudicado por el delito.
Tendrá la posición activa en la fase de instrucción instando las diligencias necesarias para
preparar el juicio y la adopción de medidas. Y, en la fase intermedia, formulará la acusación
contra una persona determinada.
El Ministerio Fiscal.
El Ministerio Fiscal es un órgano del Estado que tiene asignadas, por el artículo 124 de la
Constitución Española, las funciones de:
• Promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los
ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los
interesados.
• Velar por la independencia de los tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del
interés social.
El Ministerio Fiscal se encuentra regulado en el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
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Requisitos.
Se tienen tres tipos de requisitos:
− Requisito subjetivo.
o No problemas de capacidad o postulación.
o Legitimación extraordinaria, viene reconocida por ley (arts.124CE y
105LECrim y Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal).
− Requisitos objetivos. Ejercita las acciones penal y civil, salvo reserva o renuncia
expresa y aunque sea ejercitada pro acusador particular o actor civil.
− Requisitos de actividad.
o Querella (regla general, siendo la forma normal en la que el Ministerio Fiscal
inicia un procedimiento)
o Personación posterior a denuncia (por ejemplo, un delito semipúblico).
El Ministerio Fiscal actuará en delitos públicos y semipúblicos, a excepción de los casos con
circulación o personación de personas menores de edad, necesitadas de especial protección o
desvalidas, en cuyo caso bastará con la denuncia del Ministerio Fiscal.
Intervención del Ministerio Fiscal en el proceso.
El Ministerio Fiscal puede recibir denuncias, es decir, practicará u ordenará a la Policía
Judicial la práctica de actuaciones conducentes a la comprobación del hecho y de la
responsabilidad de quienes participaran en el mismo:
a. Carácter del delito: instará a la autoridad judicial para que incoe diligencias previas
remitiéndole lo actuado. Es decir, para que ponga en marcha el proceso penal.
b. Si no es constitutivo de delito: decretará el archivo de las actuaciones (comunica al
ofendido para que pueda reiterar la denuncia ante el juez de instrucción). Debe ponerlo
en conocimiento de la víctima que puede volver a presentar su denuncia, pero en este
caso ante la autoridad judicial.
El Ministerio Fiscal puede actuar en la investigación preliminar, practicando u ordenando
las diligencias de investigación que estime pertinentes para el esclarecimiento de los hechos,
a cuyo fin depende de él la Policía Judicial, antes de que se proceda a la apertura del
procedimiento, salvo que estén reservadas a la autoridad judicial. Además, le corresponde la
inspección directa en la formación del sumario, sin que la investigación pueda declararse
secreta para ellos.
En la fase de instrucción, el Ministerio Fiscal podrá instar la práctica de diligencias de
investigación, además de la adopción de medidas que considere necesarias para el buen fin de
la investigación.
En cuanto a la fase intermedia, en ella podrá pedir la conclusión del sumario y que se remita
a lo actuado al tribunal competente; solicitar la revocación o confirmación del auto de
conclusión del sumario. También puede instar el sobreseimiento si entiende que concurre
alguno de los requisitos legales, o podrá instar la apertura del juicio oral.
Si el Juez o Tribunal decreta la apertura del juicio oral, el Ministerio Fiscal formulará el escrito
de acusación o calificación o pedirá la absolución de quien considere inocente de la acusación
que otro hubiere formulado.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
Deberá, por último, entablar la acción civil junto con la penal, salvo que el ofendido hubiera:
renunciado expresamente a su derecho de restitución, reparación o indemnización; reservando
la acción civil para ejercitarla posteriormente en el proceso civil.
La acusación popular.
Si bien el Estado asume la persecución del hecho delictivo, como especialidad del sistema
español, los ciudadanos también podrán participar en la Administración de Justicia como
particulares, siendo ésta una forma de control al Ministerio Fiscal que perderá el poder absoluto
acusatorio, es decir, cualquier ciudadano puede ejercer la acción penal. Ello se lleva a cabo con
el proceso de la acusación popular.
El artículo 125 de la Constitución Española establece que los ciudadanos podrán ejercer la
acción y participar en la Administración de Justicia mediante la institución del Jurado, en la
forma y con respecto a aquellos procesos penales que la ley determine, así como en los
Tribunales consuetudinarios y tradicionales.
Por su parte, el artículo 19.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial nos dice que los ciudadanos
de nacionalidad española podrán ejercer la acción popular, en los casos y formas establecidos
en la ley.
Por último, los artículos 101 y 270 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, nos dicen a grandes
rasgos, que la acción penal es pública y que todos los ciudadanos españoles podrán ejercitarla
con arreglo a las prescripciones de la Ley.
En los delitos o faltas perseguibles de oficio, cualquier ciudadano puede mostrarse parte activa
junto al Ministerio Fiscal hasta el momento de la calificación ejercitando la acción penal e
interviniendo en todo el procedimiento.
En cuanto a los requisitos objetivos es que sólo puede actuar en los delitos públicos.
En los requisitos subjetivos, (arts.125CE y art.191LOPJ), parece desprenderse que sólo los
ciudadanos españoles pueden ostentar dicha acusación, pero al pertenecer a la Unión Europea,
también la puede ostentar cualquier ciudadano de la Unión Europea. Además, una persona
jurídica puede ostentar la acusación popular, por ejemplo, los ayuntamientos o el mismo Estado
personándose como acusación popular en un procedimiento.
Debe mencionarse que existen dentro de estos requisitos subjetivos, una serie de restricciones
de la legitimación. El artículo 102 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que no
tendrán legitimación aquellos que no gocen de la plenitud de derechos civiles, o aquellos que
hubieren sido condenados dos veces por sentencia firme como autor de delito de una querella
calumniosa. Por último, tampoco tendrán dicha legitimación los jueces y magistrados. Por otra
parte, el artículo 103 nos dice que tampoco podrán los cónyuges entre sí y tampoco los
ascendientes, descendientes y hermanos.
A parte de estos requisitos objetivos y subjetivos, se tienen los requisitos de actividad
(arts.110, 270, 277 y 280). La única forma que tiene una persona para personarse o ejercitar la
acusación será mediante querella, independientemente del momento en que se persone en el
procedimiento. Además, existe un límite percusivo, que es la presentación del escrito de
acusación. Es necesaria la presencia de abogado y procurador (siendo también un requisito para
la querella) y la constitución de una fianza de la clase y cuantía fijada por el Tribunal.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
Acusación particular.
Es aquella persona física o jurídica que, habiendo sido ofendido o agraviado por los hechos
delictivos, se constituye en parte activa en el proceso penal instando el castigo del responsable
criminal. Dicha condición de víctima es la que nos permite diferenciarla del acusador popular.
En cuanto a los requisitos objetivos, el acusador particular intervendrá en los delitos públicos
y, por lo que se refiere a los delitos semipúblicos, si lo desea la víctima puede intervenir.
En cuanto a los requisitos subjetivos, la capacidad para ser parte, es decir, la aptitud para
ser titular de derechos y obligaciones, la ostentarán las personas físicas desde el mismo
momento del nacimiento, mientras que las personas jurídicas la ostentarán desde su válida
constitución, dentro de éstas se incluyen al Estado, las Comunidades Autónomas y las
corporaciones locales.
Respecto a la capacidad procesal, ésta es la aptitud para ejercer dichos derechos. En el caso
de las personas físicas, éstas la tendrán a partir de la mayoría de edad. En caso de las personas
jurídicas será a través de los órganos de representación. Si la persona física no tuviere capacidad
procesal actuará una persona en su representación.
Por último, la legitimación, será ostentada por el ofendido del delito, esta legitimación se
recogerá en el artículo 2 de la Ley del Estatuto de la Víctima, dicha ley recoge el concepto de
legitimación en sentido amplio, incluyéndose al ofendido, perjudicado...
Con respecto a los requisitos de actividad (art.109), puede constituirse como acusador
particular a través de la querella, teniendo en cuenta el límite establecido en el artículo 110 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal. No obstante, por dicha condición de víctima del delito debe
hacérsele lo que se conoce como ofrecimiento de acciones, es decir, informar a la víctima
cuáles son sus derechos en relación con el procedimiento penal (acción civil, acción penal,
Ministerio Fiscal, indemnización, ayudas...)
Aquí no es necesaria la prestación de la fianza (art.281LECrim.), salvo en el caso de los
extranjeros que tendrán que prestar fianza.
Acusador privado.
El acusador privado es la parte acusadora necesaria en los procesos penales por los hechos
delictivos perseguibles sólo a instancia de parte (calumnia e injuria contra particulares). Se
denomina necesaria puesto que si la víctima no interpusiese la demanda no se podría seguir el
procedimiento.
Como es la única parte en el proceso, se exige que, en este caso, la víctima inste el curso de las
actuaciones, ya que en el caso de que no lo hiciera, se entenderá por abandonada la querella.
Una de las cuestiones a destacar es el poder de disposición, sobre todo en el inicio del proceso
porque sólo podrá él iniciar el proceso a través de la querella. Pero, además, disponen de la
conclusión del proceso ya que en esta clase de delitos el perdón del ofendido extingue la
acción, o la renuncia de la acción prevista en los artículos 275 y 276.
En los requisitos objetivos, únicamente interviene en los delitos privados.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
En cuanto a los requisitos subjetivos, la capacidad para ser parte, será igual que la que se
ha visto anteriormente, es decir las personas físicas por el mero hecho del nacimiento y las
personas jurídicas, desde su válida constitución.
La capacidad procesal, también será igual que la vista, es decir, en el caso de personas físicas
siendo mayores de edad y, en las personas jurídicas, a través de los órganos de representación.
Estará legitimado el ofendido por el delito. En caso de fallecimiento, los causahabientes
ostentarán dicha legitimación.
Por último, en los requisitos de actividad, es necesaria la querella. En este caso, ésta no sólo
sirve para que se constituya como parte, sino para que se inicie el procedimiento penal. Dicha
querella viene condicionada por dos presupuestos:
− Es necesario intentar la conciliación con el querellado con carácter previo a presentar
la demanda (art.804), o incluso haberla celebrado sin efecto, para evitar así el proceso
penal.
− En el caso de que la injuria o calumnia fuere vertida en un juicio, el artículo 805, nos
dice que hace falta la licencia del juez o tribunal que hubiere conocido del proceso.
Por tanto, esta querella que es necesaria para iniciar el proceso, debe ir acompañada del acta
de conciliación sin efecto, o bien de la licencia del juez o tribunal.
PARTES ACUSADAS.
Las situaciones jurídico-procesales que se va a encontrar son:
− Investigado: es la denominación inicial del sujeto a quien se le atribuye, mediante la
querella o el atestado, la participación de hechos ilícitos. Por lo que se hace necesaria
la notificación de la situación o la adquisición de la condición de sujeto pasivo para
ostentar así el ejercicio de su defensa.
− Procesado: denominación que se da en el proceso ordinario por delitos graves, cuando
en la Fase de Instrucción se dicta el auto de procesamiento por apreciarse indicios
racionales de criminalidad (art.384 LECrim.).
− Acusado: sujeto frente a quien se dirige la acusación; escrito de acusación o
calificaciones provisionales formulados al comienzo de juicio oral.
− Condenado / Absuelto: según la sentencia.
− Recurrente / Recurrido: en función de la posición que adopte en el recurso.
El investigado.
El investigado es la parte pasiva necesaria del proceso penal que se ve sometido al proceso y
se encuentra amenazado en su derecho a la libertad o en el ejercicio y disfrute de otros derechos
cuando la pena sea de naturaleza diferente a la privativa de libertad (derecho de sufragio,
derecho a circular con vehículos de motor, etc.).
Es parte y actúa en el proceso por un derecho propio, su derecho a la libertad o un derecho
diferente que depende de cuál sea la petición de condena de la parte acusadora. Será parte
pasiva ya que ocupa la posición contraria a quienes ejercitan la acción penal. Además, será
parte necesaria puesto que no se podrá entrar en el juicio oral si no existe persona contra quien
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
representantes y administradores de hecho o de derecho. Así como por delitos cometidos por
sus dependientes sobre los que no se hubiera ejercido el debido control (art.31bisCP). Además,
se hace una lista de delitos que pueden cometer las personas jurídicas como, por ejemplo, el
tráfico ilegal de órganos, la prostitución y corrupción de menores, el blanqueo, etc.
La Ley 37/2011 reforma la Ley de Enjuiciamiento Criminal reconociendo a las personas
jurídicas como sujetos pasivos del proceso penal.
Es importante saber que:
En primer lugar, sólo las personas jurídicas a las que el ordenamiento reconoce personalidad
jurídica podrán ser condenadas. Por lo tanto, si no cumplen los requisitos legales o carezcan de
personalidad no podrán ser enjuiciadas como responsables. El Código Penal prevé que en estos
casos responderán a través de consecuencias accesorias de la pena, reguladas en el artículo 129
del Código Penal.
En segundo lugar, se exceptúan al Estado, las Administraciones Públicas territoriales, los
Organismos reguladores, los Organismos Internacionales de Derecho Público, entre otros.
3. Legitimación.
La legitimación pasiva se adquiere desde el momento en que se dirige contra una persona una
imputación y se mantiene hasta el fin del proceso (ya sea por sobreseimiento o por sentencia).
Cuando la imputación desaparece, también desaparece la legitimación pasiva.
4. Postulación.
El investigado (imputado) tiene derecho a estar asistido por abogado desde el primer momento
(imputación; arts.17.3 y 24.2CE), por tanto, será designado de oficio, salvo que el propio
imputado designe uno de confianza. En el caso de delitos leves, la intervención del abogado es
potestativa. Tras la apertura del Juicio Oral, el abogado tiene habilitación legal para representar
a su defendido (art.768).
En cuanto al procurador, sólo será necesario en el momento en que el imputado tenga que
presentar el escrito de defensa. Se designará de oficio si no lo hiciere el propio imputado.
Ausencia del imputado en el proceso.
Principio de contradicción.
En la fase de instrucción no es imprescindible la presencia del sujeto pasivo una vez que se ha
formulado la imputación, ya que la finalidad de la instrucción se cumple igualmente sin la
presencia del imputado.
La presencia del imputado es una carga procesal, de tal forma que su ausencia le impedirá
solicitar diligencias de investigación. Ahora bien, el juez debe citar al imputado para ser oído
durante la fase de instrucción y podrá decretar contra él, si lo estima oportuno, una medida
limitativa de su libertad.
En la fase del juicio oral es imprescindible la presencia del acusado en el juicio oral para que
se pueda celebrar y dictar una sentencia, salvo las excepciones previstas para el juicio de faltas
y el procedimiento abreviado.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
❖ Requisitoria2.
Se encuentra regulada en los artículos 834 y 835 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Es un
documento en el que consta la orden judicial de localización del imputado en paradero
desconocido y su puesta a disposición del órgano judicial.
Según lo dispuesto en el artículo 835 será llamado y buscado por requisitoria:
− El investigado que al ir a notificarle cualquier resolución judicial no fuere hallado en
su domicilio por haberse ausentado, si se ignorare su paradero y el que no tuviere
domicilio conocido.
− El que se hubiere fugado del establecimiento en el que se hallare detenido o preso.
− El que, hallándose en libertad provisional, dejare de concurrir a la presencia judicial el
día que le esté señalado o cuando sea llamado.
La persona jurídica sólo será llamada por requisitoria, cuando no se haya podido citar por falta
de domicilio social conocido (art.839 bis LECrim.).
El contenido de la requisitoria, cuando el imputado sea una persona física se encuentra
regulado en el artículo 837 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y es el siguiente:
a. Datos personales del investigado (nombre, apellidos, cargo, profesión u oficio y las
señas por las que pueda ser identificado).
b. Hechos delictivos por los que se procede.
c. Territorio en el que se presume que se encuentra.
d. Causas que dieron lugar a la expedición de la requisitoria.
e. Centro al que debe ser conducido si se decretó su detención o prisión.
f. Cuando no se haya decretado su detención, plazo para que se presente ante el órgano
judicial con el apercibimiento de ser declarado en rebeldía en otro caso.
En, cambio, si el imputado fuere una persona jurídica, será:
a. Datos identificativos de la entidad.
b. Delito que se imputa.
c. Obligación de comparecer en el plazo fijado, con abogado y procurador, ante el Juez
de la causa.
La requisitoria en caso de persona física se enviará a los Jueces de instrucción en cuyo
territorio haya motivos para sospechar que se encuentre el imputado. Se publicará en el BOE
y en el Boletín Oficial de la provincia respectiva. Además, en el Procedimiento Abreviado se
previene su inserción en las Órdenes Generales de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y,
cuando el Juez lo considere oportuno, su publicación en los medios de comunicación escrita.
En cambio, cuando se trata de una persona jurídica se publicará en el BOE y, en su caso, en el
BORME o en cualquier otro periódico o diario oficial relacionado con la naturaleza, objeto
social o las actividades del ente investigado.
❖ Rebeldía.
2 Acto del Juez de Instrucción que ordena la localización de un sujeto y la puesta a disposición del órgano judicial.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
PARTES CIVILES.
El actor civil.
En sentido amplio, el actor civil es cualquier de las partes acusadoras que ejercita la acción
civil en el proceso penal. Mientras que, en su sentido estricto, es toda persona física o jurídica,
distinta del acusador, que únicamente ejercita la acción civil en el proceso penal.
Su intervención en el proceso será distinta dependiendo de la fase en la que se encuentre:
− En la fase de instrucción podrá instar la práctica de todas las diligencias que sean
necesarias para la determinación y aseguramiento de la pretensión civil.
− En el juicio oral podrá intervenir en las sesiones en la medida en que su actuación sea
necesaria para la obtención de la tutela de su derecho.
En cuanto a los requisitos objetivos éste sólo ejercita la acción civil. Por su parte, en cuanto a
los requisitos subjetivos:
− La capacidad para ser parte será ostentada por todas las personas físicas y por las
personas jurídicas desde su válida constitución.
− La capacidad procesal será, en las personas jurídicas, a través de sus órganos de
representación; mientras que, por las personas físicas por el procurador y, si éste no
compareciere, por su representante.
− La legitimación la ostentará el perjudicado y, en su defecto, los herederos.
Por último, en cuanto a los requisitos de actividad:
− Si no se querellare, tras el ofrecimiento de acciones, hará un acto de personación.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
Los autores y los cómplices, cada uno dentro de sus respectivas clases, serán responsables
solidariamente entre sí por sus cuotas y subsidiariamente por las correspondientes a los demás
responsables.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
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3 El acusador no es el elemento subjetivo; es irrelevante. El acusador no determina ni delimita la pretensión penal, no ejercita un derecho
propio, sino que sólo interviene formalmente.
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Bloque I: conceptos generales y
presupuestos procesales.
Seara Fernández, Yedra
Nadie puede ser acusado sin haber sido, con anterioridad en la instrucción, declarado
judicialmente imputado.
Objeto eventual: pretensión civil.
La pretensión civil es la declaración de voluntad, dirigida contra el acusado o el responsable
civil, por la que se solicita la condena de aquel a la restitución de la cosa, la reparación del
daño o la indemnización de los perjuicios.
Los elementos esenciales objetivos son:
− Fundamentación o causa pretendi, es el hecho delictivo que ha producido el daño o
perjuicio.
− La petición, ya sea la restitución de la cosa, la reparación del daño o la indemnización
de perjuicios.
En cuanto a los elementos esenciales subjetivos:
− Actor civil.
− Responsable civil.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
1 Con esta se transmite la sospecha de que un hecho presenta caracteres de delito, excepto en la declaración de voluntad en los d elitos
semipúblicos, constituyendo un requisito de perseguibilidad, por lo que tendrá más valor que el simple reconocimiento.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
2
Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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3
Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
La denuncia se puede presentar ante cualquier dependencia o puesto de los distintos miembros
de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y ante la Policía Judicial. Recibida la
denuncia, deberán practicar las primeras diligencias de prevención y dar cuenta inmediata de
ellas a la autoridad judicial o al Ministerio Fiscal en 24 horas.
El funcionario policial que haya iniciado la investigación, habrá de cesar en la misma en cuanto
se haga cargo de ella la autoridad judicial o el fiscal encargado de las actuaciones, debiendo
entregarles las diligencias practicadas y los efectos del delito intervenidos, y poner a su
disposición a los detenidos, si los hubiere (art.4 RD769/1987).
Efectos de la denuncia.
La presentación de la demanda produce las siguientes consecuencias.
En primer lugar, el órgano jurisdiccional funcionario o autoridad que reciba la denuncia debe
controlar, en un primer momento, los siguientes extremos:
− Que el hecho denunciado, de ser cierto, sea constitutivo de delito.
− Que la denuncia tenga apariencia de veracidad.
En segundo lugar, si los hechos denunciados revisten apariencia delictiva, el Juez deberá dictar
auto admitiendo la denuncia y ordenando la incoación del proceso. Esto producirá los
siguientes efectos:
− Inicio de la litispendencia, es decir, una vez que se inicia un proceso penal no se puede
iniciar otro proceso penal con el mismo objeto y entre las mismas partes.
− Interrupción del plazo de prescripción del delito (art.131CP).
Por último, para el denunciante no se deriva ninguna obligación o deber procesal, salvo la
responsabilidad en que puede incurrir si presente una denuncia falsa (art.456CP).
En cuanto a los requisitos formales de la denuncia cabe destacar el principio antiformalista,
es decir, que no se requieren requisitos especiales, excepto en la transmisión de la notitia
criminis, en la identificación del denunciante y la ratificación del demandante.
EL ATESTADO POLICIAL.
La Policía Judicial es la encargada de investigar y esclarecer los hechos aparentemente
delictivos de los que tenga conocimiento (directamente o por medio de denuncia), y debe
comunicar inmediatamente al Juez la existencia de tales hechos. Dicha documentación se hace
por medio del atestado.
Se puede definir el atestado como el documento policial donde se recogen las diligencias de
investigación llevadas a cabo por los funcionarios de la Policía Judicial en torno a un hecho
aparentemente delictivo, con independencia del modo en que haya llegado a ellos la notitia
criminis.
El atestado debe ser remitido al Juez de Instrucción competente, enviando copia del
Ministerio Fiscal.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
Contenido.
En el atestado se deben expresar todas las diligencias practicadas por la Policía Judicial en
torno al hecho delictivo investigado. En él se deben:
− Describir detalladamente los hechos que lo han motivado.
− Incorporarse las declaraciones e informes recibidos.
− Hacerse constar todas las circunstancias que pueden constituir indicio o prueba del
hecho delictivo.
Forma del atestado.
Según el artículo 297, el atestado tiene valor de simple denuncia y no de prueba.
En principio, el atestado se deberá realizar por escrito, siendo indiferentes que se realice en
papel sellado o en papel común. No obstante, la ley permite que el atestado escrito se sustituya
por una relación verbal detallada de los hechos y diligencias ante el órgano receptor,
manifestando el motivo de no haberse podido realizar por escrito.
El atestado realizado por escrito debe estar firmado por la persona que lo redacta y por los
peritos y testigos que hubieren intervenido en las diligencias respectivas.
El atestado tiene valor de simple denuncia y no de prueba, de modo que es un acto iniciador
del proceso penal. Lo que consta en el atestado no puede constituir prueba de cargo en el
proceso, lo que implica que el investigado no puede ser condenado en base, únicamente, a las
diligencias policiales reflejadas en el atestado (principio de presunción de inocencia).
Valor probatorio del atestado.
Es una cuestión muy discutida por la doctrina procesalista. No obstante, la jurisprudencia ha
ido precisando ciertos extremos.
En primer lugar, para que los hechos que constan en el atestado se conviertan en prueba de
cargo, es necesario que los miembros de la Policía Judicial que participaron en la investigación
declaren en el juicio oral ante el juez, ratificando lo que consta en el atestado. Es decir, actúan
en calidad de testigo. Aunque esta es la regla general, la jurisprudencia ha matizado el valor
probatorio de las distintas diligencias recogidas en el atestado:
− Diligencias de naturaleza esencialmente subjetiva (declaración de imputados,
declaraciones de testigos, reconocimiento en rueda y otras análogas): para tener valor
de prueba, deben ser ratificadas en el juicio oral por sus autores y, de ser imposible, por
los que presenciaron tal declaración.
− Diligencias de carácter técnico (dictámenes e informes emitidos por los gabinetes
técnicos de la policía: análisis dactiloscópicos, químicos, balísticos, etc.): tendrán el
valor de dictámenes periciales, especialmente si se ratifican en presencia del juez
durante las sesiones del juicio oral, dando la posibilidad a las partes de que los
contradigan o pidan aclaraciones.
− Diligencias objetivas, no reproducibles en el juicio oral y de resultado
incuestionable (aprehensión in situ de delincuentes, croquis o fotos obtenidas en el
lugar de los hechos, test de alcoholemia, incautación de efectos del delito como armas
o drogas, entradas y registros con autorización judicial y otras análogas): si se
practicaron con las formalidades y garantías legales y constitucionales, tendrán la
5
Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
LA QUERELLA.
Se encuentra regulada desde los artículos 270 a 281.
La querella consiste en la comunicación al órgano judicial de la existencia de unos hechos que
pueden ser constitutivos de delito, con la petición de que se inicie el proceso y constituirse
en parte procesal. Por tanto, es un acto de ejercicio de la acción penal, mediante el cual el
querellante asume la condición de parte procesal.
Dependiendo de quién sea el querellante, se pueden distinguir dos tipos de querella:
1. Querella pública o popular, en la que le corresponde al Ministerio Fiscal en defensa
de la legalidad. Los ciudadanos no ofendidos por el delito en el ejercicio de la acción
popular, convierte al ciudadano en acusador popular.
2. Querella privada, en la que puede plantear el ofendido por el delito. La interposición
de la querella privada convierte al querellante en acusador particular o, en su caso, en
acusador privado.
Sujetos de la querella: querellante, querellado y órgano receptor.
Querellante.
Tal y como se establece en el artículo 277, debe estar perfectamente identificado.
En cuanto a la capacidad y a la legitimación, para ser parte, depende del tipo de delito.
Si se tratare de un delito público, pueden ser querellantes todos los españoles, sean o no
ofendidos por el delito (acusación popular/particular). Se encuentra con ciertas excepciones a
la hora de la acusación popular:
− El que no goza de la plenitud de los derechos civiles.
− Los condenados dos veces por querella o denuncia calumniosa.
− Jueces y magistrados.
Si se trata de un delito semipúblico, pueden ser querellantes todos los ofendidos por el delito,
sean españoles o extranjeros (acusación particular). En cambio, si se trataren de delitos
privados, sólo podrán ser querellantes los ofendidos por el delito privado, sean españoles o
extranjeros (acusación privada). Aquí habrá un requisito especial que será la certificación de
un acto de conciliación o licencia del juez o tribunal.
En relación con la postulación, la querella requiere:
− Ser presentada por procurador con poder bastante.
− Ir firmada por abogado, salvo en procedimiento para el juicio por delitos leves.
− Ratificación por el querellante, salvo poder especial al procurador.
Querellado.
La identificación del querellado no es un requisito de la querella. Si se conociere, se indicará
el nombre, apellidos y la vecindad civil del mismo. En otro caso, se indicarán señas o datos
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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2 Pensada para el acusador popular, puesto que los querellantes particulares no están sujetos a fianza.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
Efectos de la querella.
Una vez presentada la querella, examinada de oficio su competencia, el juez deberá
pronunciarse sobre su admisión, inadmisión o desestimación.
a. Admisión a trámite.
Si la querella reúne los requisitos legales mínimos expuestos, debe ser admitida a trámite. El
auto de admisión a trámite es el primer acto formal de imputación que se produce en el proceso
y hace que el imputado adquiera el status procesal de imputado, con los derechos del artículo
118 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
En resumen, que si el Juez estimare la querella se producirían los siguientes efectos:
− Incoación del proceso penal.
− El querellante se constituye en parte acusadora.
− Si se identifica al querellado, desde el auto de admisión a trámite adquiere el status
procesal de imputado.
− Se inicia la litispendencia.
− Interrupción del plazo de prescripción del delito.
− Derecho a que se practiquen las diligencias procedentes.
b. Inadmisión a trámite.
Si la querella no cumpliere los presupuestos y requisitos para su validez formal como la
falta de legitimación, la falta de competencia, la no identificación del querellante, entre otros,
se procederá a su inadmisión.
Si se tratare de un delito público, la inadmisión afecta al hecho de no admitir al querellante
como parte. Además de que no impide la incoación del proceso penal, otorgándose a la querella
el valor de denuncia.
c. Desestimación.
La querella sólo se puede desestimar cuando los hechos no son constitutivos de delito. La
resolución de desestimación debe revistar la forma de auto, siendo recurrible en reforma y
apelación.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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NATURALEZA Y SUJETOS.
La fase de instrucción tiene diversas naturalezas:
− Administrativa: cuando las actuaciones no jurisdiccionales son realizadas por el
Ministerio Fiscal.
− Jurisdiccional: cuando hay la necesidad de una resolución judicial para restringir algún
derecho fundamental.
− Mixta: actuaciones de distinta naturaleza siendo de preponderancia el carácter judicial.
En esta:
o No se atribuirán funciones al Ministerio Fiscal, salvo en los procesos con
menores (aunque sí realizará la investigación preliminar).
o La resolución que pone fin puede ser absolutoria (sobreseimiento) o
condenatoria (conformidad).
Como sujetos de la fase de instrucción pueden destacarse:
− Los órganos judiciales:
o Juez de Paz (por delegación).
o Juez de Instrucción.
o Juzgado de Violencia sobre la Mujer.
o Juez Central de Instrucción.
o Magistrado de Sala del Tribunal Superior de Justicia o del Tribunal Supremo.
o Magistrado de la Sala Especial del Tribunal Supremo.
− El Ministerio Fiscal:
o Dirige la instrucción en el proceso de menores.
o Inspecciona, fiscaliza, impulsa y participa activamente en la instrucción.
− La Policía Judicial:
o Practica las diligencias de investigación a instancia del órgano instructor y, en
su caso, del Ministerio Fiscal.
− Las partes:
o Proponen diligencias.
o Podrán asistir a la práctica, salvo secreto de las actuaciones.
CONTENIDO.
Como contenido:
− En las diligencias de investigación:
1. Reconocimiento del investigado.
2. Declaración del investigado.
3. Declaración de los testigos.
4. Careos.
5. Informes periciales.
6. Inspecciones corporales.
7. Intervenciones corporales.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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8. Videovigilancia.
9. Reconocimiento judicial.
10. Intervención de las comunicaciones.
11. Entrada y registro.
12. Agente encubierto.
13. Circulación y entrega vigilada de drogas.
− En las medidas cautelares:
1. Personales:
i. Detención.
ii. Libertad provisional.
iii. Prisión provisional.
iv. Restricción de derechos.
2. Reales:
i. Conservación.
ii. Aprehensión o depósito.
iii. Aseguramiento: fianza, embargo o pensión.
− En las medidas de protección:
o Prohibición de residencia.
o Prohibición de circulación por determinados lugares.
o Prohibición de comunicación con determinadas personas.
o Orden de protección.
Dentro del contenido de la fase de instrucción, además, cabe mencionar las piezas:
− Principal:
o En la que se hace constar.
o Auto de incoación.
o Diligencias de averiguación del delito y participación.
o Auto de conclusión.
− De situación personal y sobre medidas cautelares: en ella se recogen las medidas de
naturaleza personal (como la prisión o la libertad provisional).
− De responsabilidad civil: en la que queda constancia de las medidas cautelares reales
adoptadas para reparar el posible perjuicio (fianzas o embargos).
− De responsabilidad civil subsidiaria: pieza eventual cuando se ha producido un
perjuicio exigible a un responsable civil de carácter subsidiario.
PLAZOS DE INSTRUCCIÓN.
Dentro de los plazos de la instrucción cabe hacer referencia a dos tipos de plazos: los de los
actos procesales y los de la instrucción propiamente dicha.
Dentro de los plazos de actos procesales deben mencionarse los procesos propios o legales y
a los plazos impropios o judiciales.
− Los plazos propios o legales son aquellos destinados a las partes, debiendo acomodarse
estás al plazo convenido. Este tipo de plazo tendrá efecto preclusivo o de caducidad.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
− Por su parte, los plazos impropios se conceden a los jueces, tribunales y demás
componentes del órgano jurisdiccional. El incumplimiento de este plazo no dará lugar
a la nulidad del acto. Además, no existe efecto preclusivo (ver ATC de 4 de julio de
2017).
Por lo que respecta a los plazos generales de instrucción (art.344LECrim.), cabe hacer la
distinción de dos tipos de causas: las causas sencillas y las complejas.
− En lo que refiere a las causas sencillas, estás tendrán un plazo de 6 meses
(art.324.1LECrim.).
− En cuanto a las causas complejas, tendrán un plazo de 18 meses, prorrogables hasta
otros 18 meses más (art.324.2LECrim.). Son complejas las causas en que concurran
alguna de estas circunstancias tasadas:
o Recaiga sobre grupos u organizaciones criminales.
o Numerosos hechos punibles.
o Gran cantidad de investigados o víctimas.
o La existencia de abundante documentación o complicados análisis.
o Actuaciones en el extranjero.
o Revisión de la gestión de personas jurídico-privadas o públicas.
o Se trate de un terrorismo.
Pero a pesar de la distinción entre causas sencillas y complejas, debe hacerse la pregunta de
cuándo se procederá a la declaración de la complejidad de la causa. En este sentido, puede
darse una calificación inicial que corresponderá al Juez instructor y sólo por alguna de las
causas tasadas del artículo 324.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Pero, puede darse una
calificación posterior, es decir una conversión de una causa sencilla en una compleja, ésta se
realizará a instancia del Ministerio Fiscal, mediante una decisión del Juez instructor y previa
audiencia al resto de partes; también puede darse por causa sobrevenida o alguna de las causas
tasadas para su calificación inicial.
El cómputo de estos plazos comenzará con el auto inicial por el que se incoa el procedimiento
penal y podrá interrumpirse:
− Con la declaración de secreto de las actuaciones.
− Con el sobreseimiento provisional de la causa.
El transcurso del tiempo fijado en la causa tendrá los siguientes efectos:
− No provoca la caducidad, ni el sobreseimiento, ni por prescripción ni por cualquier otro
motivo.
− El agotamiento del plazo conduce al proceso penal a la fase intermedia: habrá de decirse
si abrir dicha fase o sobreseer la causa (ver, para el procedimiento abreviado el
art.779.1LECrim.).
− Tras el auto de transformación en procedimiento abreviado no se podrán solicitar
diligencias complementarias (reguladas en el art.780LECrim.), o, tras el auto de
conclusión de sumario, no se podrá solicitar su revocación para completar la instrucción
(con nuevas diligencias conforme al art.627LECrim.), si no se ha hecho uso de la
ampliación o prórroga del plazo en instrucción.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
Por último, la actividad probatoria incumbe a las partes. Así, las partes deberán proponer todas
las pruebas que quieren que se practiquen en el Juicio Oral.
Otra forma de ver las diferencias explicadas anteriormente es mediante el cuadro que se
muestra a continuación.
ACTOS DE INVESTIGACIÓN ACTOS DE PRUEBA
Fase de instrucción Fase de juicio oral
Acreditar existencia del hecho, su tipicidad Base de la absolución o de la condena del
y presunto responsable (determinar si hay acusado
base suficiente para formular la acusación)
Eficiencia jurídica: servir de fundamento Eficiencia jurídica: servir de fundamento
jurídico para la resolución de la imputación, para la sentencia
resolución de medidas cautelares y
peticiones sobreseimiento o la apertura del
juicio oral
La fase de instrucción está presidida por el Actividad probatoria incumbe a las partes.
principio de investigación de oficio Intervención de órgano judicial imparcial,
presidida por principio de contradicción e
igualdad, medios lícitos de prueba
DILIGENCIAS DE LA INVESTIGACIÓN.
Identificación del investigado y sus circunstancias.
Entre las primeras diligencias que deben ser practicadas en el proceso penal se encuentra las
de identificación o determinación del investigado o encausado. Debe destacarse la Sentencia
del Tribunal Supremo 43/2009, de 14 de enero de 2009 (Ponente Joaquín Giménez García).
Debe distinguirse entre identificación formal e identificación material.
La identificación formal es aquella que se lleva a cabo para determinar el nombre, la edad, los
antecedentes penales, el estado mental, y otras circunstancias de la misma naturaleza del sujeto
en cuestión.
Si existiere alguna duda sobre la identidad del investigado, se procurará acreditar ésta por
cuantos medios fueren conducentes al objeto.
El Juez hará constar con la minuciosidad posible, las señas personales del procesado, a fin de
que la diligencia pueda servir de prueba de su identidad. Para acreditar la edad del procesado,
y comprobar la identidad de su persona, se traerá al sumario el DNI, de no existir se sustituirá
por informe que acerca de la edad del procesado, y previo su examen físico, dieren los Médicos
Forenses o los nombrados por el Juez. Sin embargo, cuando no ofreciere duda la identidad del
procesado, y conocidamente tuviese la edad el Código Penal requiere para poder exigirle la
responsabilidad en toda su extensión, podrá prescindirse de la justificación expresada si su
práctica ofreciste alguna dificultad u ocasionase dilaciones extraordinarias.
La identificación material responde a la necesidad de determinación física de quién es el
presunto autor y ha consistido tradicionalmente en la práctica de la rueda de reconocimiento,
si bien en la actualidad existen otras diligencias para este mismo fin:
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
− Identificación dactiloscópica.
− Identificación de ADN.
− Reconocimiento fotográfico.
− Identificación de voz.
− Identificación por escritura.
− Grabaciones en espacios públicos.
− Reconocimiento en rueda.
Determinación del investigado.
Reconocimiento en rueda.
Se trata de una diligencia de investigación empleada frecuentemente para la identificación del
presunto autor de los hechos. Es el medio tradicional para la identificación de una persona a
través de testigos. Es la diligencia de investigación idónea en la instrucción, no en el Juicio
Oral.
Formas de practicarse:
Se debe practicar siempre en presencia de letrado de la persona presuntamente
responsable de los hechos investigados (art.118LECrim.) y en presencia judicial, es decir, ha
de practicarse ante el Juez de Instrucción (existen excepciones).
Poner a la vista del testigo la persona que ha de ser reconocida, junto a otras personas de
características externas semejantes (distractores). El testigo, mientras, se situará en el punto
que le señale el Juez de Instrucción, pero desde el que no podrá ser visto. Se le preguntará si se
encuentra en el grupo la persona a quién se hubiere referido en su declaración. En caso
afirmativo, ha de designarlo de forma clara y determinada.
Habrá tantos reconocimientos como personas tengan que reconocer al delincuente, pero
siempre por separado, de forma que los testigos no tengan contacto unos con otros antes de que
de forma individual practiquen el reconocimiento. Si son varias las personas que hay que
reconocer, la rueda se puede realizar en un solo acto. El Letrado de la Administración de
Justicia levantará acta del reconocimiento.
Posteriormente, se ratificará en juicio oral. Se exige que acuda al proceso como testigo la
persona que hizo el reconocimiento porque ésta es la única manera de que el acusado (debe
recordarse su cambio de denominación una vez que se abre el juicio oral) en el juicio oral puede
interrogar a los testigos que declaran contra él. De hecho, es precisa esta verificación del testigo
(ratificación) en el Juicio Oral para que esta diligencia de investigación puede adquirir valor
probatorio.
Como características del reconocimiento en rueda:
− Reconocimiento por la víctima o un testigo.
− posibilidad de constituir prueba anticipada (arts.369-370LECrim. // STC 36/1995).
− Reconocimiento claro, exacto y sin dudas; presencia del órgano, abogado defensor y
ratificarlo en el plenario conforme a la Sentencia del Tribunal Supremo, de 2 de febrero
de 2016:
o Para que el reconocimiento en rueda sea válido debe ser ratificado por el testigo
en el acto del juicio oral.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
o El reconocimiento en rueda no es conditio sine qua non para la validez del juicio
de autoría.
o Lo esencial es la declaración del testigo en el acto del juicio y su ratificación.
También podría valer un previo reconocimiento fotográfico ratificado
posteriormente en plenario.
− de entre grupo con circunstancias exteriores semejantes. Realizado desde un punto
donde no sea visto (siendo posible hacerlo directamente).
− Si son varios sujetos a reconocer es posible que todos estén en el mismo grupo. Si son
varios testigos, se realizará por separado y sin comunicación entre ellos.
El Letrado de la Administración de Justicia levanta acta dejando constancia de todos los
sujetos que han intervenido.
Identificación dactiloscópica.
Tiene una elevada fiabilidad puesto que las huellas son irrepetibles y permanecen invariables
durante toda la vida. Esta diligencia consiste en un cotejo de huella dactilar encontrado en el
lugar de los hechos con el investigado de los puntos característicos de las huellas dactilares (las
variedades de crestas papilares) que son de 5 a 17 y permiten, con muchísima fiabilidad,
determinar la identidad de quién dejó su huella en algún lugar u objeto.
Resultado es un informe pericial sobre el cotejo de las huellas dactilares y muestras (que
deberán conservarse). Dicho informe pericial incorporará a las actuaciones y podrá ser
contradicho y discutido por la defensa. La jurisprudencia exige que existan, como regla general,
entre la huella encontrada en el crimen y la indubitada del investigado 12 puntos comunes,
con igual emplazamiento morfológico y topográfico, y sin ninguna desemejanza natural
entre ellas.
El valor de la diligencia de la prueba dactiloscópica para identificar a una persona es más
elevado y descansa en leyes científicas. Siendo absoluta e inequívoca la singularidad de cada
huella, además de caracterizarse por su invariabilidad a lo largo de la vida humana.
Reconocimiento fotográfico.
Una técnica policial de investigación frecuente instrucción preliminar de policía judicial.
Consiste en colocar ante el testigo que presenciaron los hechos, fotografías de personas de las
características físicas que hubiera descrito. Permite centrar la atención sobre una persona y
sirve como medio inicial de la siguiente investigación.
Tiene un valor relativo porque:
− Al testigo solo me muestra fotos de personas fichadas, es decir, de delincuentes
conocidos, por sus modus operandi, puedan ser sospechosos de haber cometido ese
delito. Por tanto, el ámbito de personas sujetas al reconocimiento es muy limitado.
− Falta la garantía de contradicción porque no está presente el abogado defensor de la
persona que es identificada por fotografía.
− Por eso, es una diligencia policial más que se incorpora el atestado y, que junto con
las demás diligencias del atestado tendrá el valor de simple denuncia.
− Una vez practicada, dependiendo de su resultado si arroja una identificación, ésta ha de
ser ratificada ante el Juez instructor; y además determinada la persona del investigado
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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dudas como qué pasaría con las muestras obtenidas para otros fines, como, por ejemplo, los
análisis de sangre terapéuticos; o con los métodos engañosos.
Pero también se plasma en el artículo 778.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal la obligación
de la víctima de dar una muestra de ADN y el deber de colaboración con la administración
de justicia. Ello plantea un problema, como es el uso de la fuerza.
El mencionado artículo 778.3 reza de la siguiente forma: el Juez podrá acordar, cuando lo
considere necesario, que por el médico forense u otro perito se proceda a la obtención de
muestras o vestigios cuyo análisis pudiera facilitar la mejor calificación del hecho,
acreditándose en las diligencias su remisión al laboratorio correspondiente, que enviará el
resultado en el plazo que se señale.
Diligencias sobre el cuerpo del delito.
Se llamará cuerpo del delito a la persona, cosa objeto del hecho delictivo, contra la cual iba
dirigido el hecho punible o que ha sufrido directamente sus efectos. En cuanto a los
instrumentos o piezas de ejecución, serán los medios u objetos a través de los cuales se llevó
a cabo la comisión del delito.
Por último, deben mencionarse las piezas de convicción, que harán referencia a todos los
objetos, huellas y vestigios que tienen relación con el delito y pueden servir para la
comprobación de la existencia, autoría o circunstancias del hecho criminal.
Su regulación se encuentra en los artículos 334 a 367 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Recogida y descripción de armas, instrumentos o efectos del delito.
Recogida y descripción.
El artículo 334 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que el Juez de Instrucción
ordenará recoger en los primeros momentos las armas, instrumentos o efectos de cualquier
clase que puedan tener relación con el delito y se hallen en el lugar en que éste se cometió, o
en sus inmediaciones, o en poder del reo, o en otra parte conocida.
El Letrado de la Administración de Justicia extenderá diligencia expresiva del lugar, tiempo y
ocasión en que se encontraren, describiéndolos minuciosamente para que se pueda formar idea
cabal de los mismos y de las circunstancias de su hallazgo (levantamiento del acta).
En su práctica, será necesaria la intervención de peritos (art.336LECrim.) o la prestación de
testimonio de aquellas personas que hubieran estado presentes en el lugar de comisión de los
hechos (art.337LECrim.).
El artículo 335 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que tratándose de una persona
o cosa objeto del delito, el Juez Instructor describirá detalladamente su estado y
circunstancias que tuviesen relación con el delito. Para ello, se podrá valer testigos e informes
periciales.
Conservación.
Una vez recogidos los instrumentos y efectos del delito, la ley establece unas normas para su
conservación. Así, dispone que nadie los puede reclamar hasta que concluya el juicio o se
archive la causa (art.367LECrim.).
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Tales instrumentos y efectos deben estar en todo momento a disposición del órgano
jurisdiccional para que puedan ser examinados cuando sea necesario. Obviamente, esto no
significa que el órgano jurisdiccional sea el encargado de la custodia material de tales
instrumentos y efectos, sino que se deberán enviar al organismo adecuado para su depósito.
Una vez finalizada la fase de instrucción se deberán remitir las piezas de convicción al órgano
encargado del enjuiciamiento (arts.622 y 626LECrim.), así durante el juicio oral estarán
colocadas en el local donde se celebra el juicio (art.688LECrim.), para que puedan ser
reconocidas por los testigos (art.712LECrim.) y examinadas por el propio tribunal
(art.726LECrim.).
Destrucción y realización anticipada.
Se establece como regla general la conservación para el proceso de todos los instrumentos y
los efectos del delito.
No obstante, la Ley de Enjuiciamiento Criminal permite la destrucción o realización anticipada
de tales efectos:
1. Decretar la destrucción (art.367terLECrim.): cuando el almacenamiento o custodia
comporte peligro real o potencial, debiéndose cumplir las siguientes garantías:
a. Dejar muestras suficientes de lo que se destruye, con el fin de que se puedan
realizar análisis posteriores o comprobaciones.
b. Se deberá dar audiencia previa al Ministerio Fiscal y al propietario, si fuera
conocido, a la persona en cuyo poder fueron hallados los efectos cuya
destrucción se pretende.
c. Se deberá extender una diligencia en la que conste la naturaleza, calidad,
cantidad, peso y medida de los mismos, diligencia que puede levantase con
fotografías o documentos gráficos.
d. Deberá dejarse constancia del valor de tasación de los efectos cuando su fijación
no fuese posible después de la destrucción.
2. Realizados antes de que termine el proceso (art.367quaterLECrim.): si se trata de
efectos judiciales que sean de lícito comercio, cuando:
a. Sean cosas perecederas.
b. Su propietario haga expreso abandono de ellos.
c. Los gastos de conservación y depósito sean superiores al valor del objeto en sí.
d. Su conservación pueda resultar peligrosa para la salud o seguridad pública.
e. Se trate de efectos que se deprecian sustancialmente por el paso del tiempo.
f. El propietario no hiciera manifestación alguna.
La realización de los efectos judiciales podrá consistir en (art.367quinquiesLECrim.):
a. La entrega a entidades sin ánimo de lucro o a las Administraciones públicas.
b. La realización por medio de persona o entidad especializada.
c. La subasta pública.
El producto de tal realización se ingresará en cuenta de consignaciones del juzgado y se
destinará al pago de responsabilidades civiles y costas que se declaren.
La Ley 17/2003, de 29 de mayo, prevé la creación de un Fondo de bienes decomisados por
tráfico ilegal de drogas, que irá destinado a programas de prevención de toxicomanías y de
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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asistencia y reinserción de drogodependientes, así como a mejorar los medios de lucha contra
estos delitos.
Análisis químico.
Si fuese absolutamente indispensable para el éxito de la investigación, el juez instructor podrá
acordar la práctica de análisis químicos sobre las muestras o efectos recogidos
(art.363LECrim.). Para ello, se remitirán las muestras u objetos a analizar al Instituto de
Toxicología, al Instituto de Medicina Legal o al laboratorio correspondiente.
Por su parte, el investigado podrá proponer otros laboratorios para efectuar análisis
comparativos.
Diligencias en caso de muerte violenta.
Cuando se encuentra con una muerte violenta en la que se presume que ha habido indicios de
criminalidad, hay una serie de diligencias que se tiene que practicar, tales como:
a. En los casos en los que se produzca una muerte violenta, la primera diligencia que se
debe practicar es el levantamiento del cadáver, que supone la observación y
descripción de aquel y sus circunstancias. Si la muerte se hubiere producido por
accidente y el cadáver se encontrase en una vía pública o en un lugar inadecuado, la
Policía Judicial, sin necesidad de esperar al juez, podrá desplazar al cadáver a un lugar
más idóneo (art.354LECrim.).
b. La siguiente diligencia será la identificación del cadáver, si no consta su identidad se
hará mediante testigos (arts.340-342LECrim.).
c. Por último, se deberá proceder a la realización de la autopsia. La Ley de
Enjuiciamiento Criminal obliga en todos los supuestos de muerte violenta o sospechosa
de criminalidad se proceda a la autopsia del cadáver antes de su enterramiento o
incineración. Se trata de una diligencia tendente a determinar la causa de la muerte
(arts.343 y 353LECrim.). Se puede prescindir de ella si el juez, a la vista de los informes
médicos, estima suficientemente determinada la causa de la muerte.
La autopsia consiste en un informe pericial sobre circunstancias o causa de la muerte. Por lo
que en la misma se procederá a realizar un examen de la anatomía del cadáver (exterior o
interior) para determinar el origen del fallecimiento y las circunstancias que lo rodearon
(art.343LECrim.). Será realizada por los médicos forenses, aunque nada impide que puedan
hacerla igualmente los facultativos que designe el instructor (art.343LECrim), a presencia de
éste o de un delegado, levantando el Letrado de la Administración de Justicia el acta
correspondiente (art.353LECrim.).
Normalmente, se realiza en el Instituto de Medicina Legal o Instituto Anatómico Forense
(art.479LOPJ).
La autopsia es un acto de investigación que, por su irrepetibilidad, constituye un acto de prueba
preconstituida que, para poder extender sobre ella su conocimiento el tribunal sentenciador,
deben cumplirse los siguientes requisitos:
a. Ser intervenida por el Juez o su delegado.
b. Con la fe pública del Letrado de la Administración de Justicia (art.353LECrim.).
c. Introducida en el Juicio Oral a través de la lectura de documentos (art.731LECrim.).
Diligencias en supuestos de lesiones o envenenamiento.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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En estos casos la primera diligencia será prestar a los afectados la debida asistencia médica,
pudiendo la Policía Judicial requerir para ello a cualquier facultativo, si fuere necesario.
Si se procede a la hospitalización del paciente, quedará bajo vigilancia médica debiendo darse
parte de su estado al juez en los plazos que éste determine o cuando se produzca alguna novedad
de interés para la causa (art.355LECrim.).
En principio, la asistencia médica le será dispensada por el médico forense, pudiendo el
paciente o sus familiares solicitar que se preste por un médico de su elección, bajo la inspección
de aquél. El investigado también podrá designar un médico que intervenga en la asistencia al
paciente (art.350LECrim.).
Si hubiere discrepancias entre los facultativos que intervienen en el tratamiento, el Juez
nombrará otro médico para que también manifieste su parecer, y todas las opiniones se tendrán
en cuenta para resolver la causa (art.351LECrim.).
Diligencias en los supuestos de robo, hurto o estafa.
En estos supuestos, las diligencias tienen como finalidad acreditar la preexistencia previa de
las cosas robadas, hurtadas o estafadas. Tales diligencias consistirán básicamente en la toma
de declaración a quienes hubiesen sido testigos presenciales de los hechos. En su defecto, se
recibirá información del que se presente como agraviado, que deberá aportar indicios de que
se hallaba en posesión de las cosas al tiempo de cometerse el delito (art.364LECrim.).
Diligencias para la valoración de los daños y perjuicios.
Puesto que en el proceso penal se ejercitan conjuntamente la acción civil y la penal, es necesario
valorar los daños y los perjuicios causados por los hechos delictivos a efectos de cuantificar la
posible indemnización.
Para ello, en la fase de investigación se ha de oír sobre este extremo al perjudicado y llevar a
cabo las peritaciones que procedan para determinar el valor de las cosas sustraídas o los daños
y perjuicios causados por el delito.
Inspección ocular y reconocimiento judicial.
Consiste en un examen del lugar físico o los espacios colindantes, así como de los vestigios y
restos materiales. Esta inspección por medio de todos los sentidos consiste en dejar constancia
de las impresiones y la posibilidad de planos y fotografías, así como asegurar la conservación
de los vestigios materiales.
Se realizarán una serie de actuaciones complementarias como:
− La intervención de peritos, testigos o la declaración de personas del lugar o sus
proximidades.
− Reconstrucción de hechos (supuesto especial no previsto expresamente): es un intento
de reproducir el desarrollo de actuaciones criminales en el mismo escenario (reservar
para casos excepcionales por complejidad o molestias).
Será practicada por el Juez de Instrucción, asistido por el Letrado de la Administración de
Justicia. Se levantará acta con las impresiones obtenidas y la firma de todos los asistentes.
Esta inspección ocular y reconocimiento judicial puede tener consideración de prueba
anticipada, puesto que es imposible reproducir pasado un tiempo.
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Se encuentran una serie de excepciones en los artículos 411 a 417 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal.
Exentos de los deberes de comparecer y declarar.
Regulado en el artículo 411 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal: se exceptúan de lo dispuesto
en el artículo anterior:
− El Rey, la Reina, sus respectivos consortes, el Príncipe heredero y los Regentes del
Reino.
− También están exentos del deber de declarar los Agentes Diplomáticos acreditados en
España, en todo caso, y el personal administrativo, técnico o de servicio de las misiones
diplomáticas, así como sus familiares, si concurren en ellos los requisitos exigidos en
los tratados.
Exentos del deber de comparecer, pero no del de declarar.
Regulado en el artículo 412 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal:
1. Estarán exentas también de concurrir al llamamiento del Juez, pero no de declarar,
pudiendo hacerlo por escrito, las demás personas de la Familia Real.
2. Están exentos de concurrir al llamamiento del Juez, pero no de declarar, pudiendo
informar por escrito sobre los hechos de que tengan conocimiento por razón de su
cargo:
a. El Presidente y los demás miembros del Gobierno.
b. Los Presidentes del Congreso de los Diputados y del Senado.
c. El Presidente del Tribunal Constitucional
d. El Fiscal General del Estado.
e. Los Presidentes de las Comunidades Autónomas.
3. Si fuera conveniente recibir declaración alguna de las personas a las que se refiere el
apartado 2 anterior sobre cuestiones de las que no haya tenido conocimiento por razón
de su cargo, se tomará la misma en su domicilio o despacho oficial.
4. Quienes hubiesen desempeñado los cargos a qué se refiere el apartado 2 del presente
artículo estarán igualmente exentos de concurrir al llamamiento del Juez, pero no de
declarar, pudiendo informar por escrito sobre los hechos de que hubieren tenido
conocimiento por razón de su cargo.
5. Estarán exentos también de concurrir al llamamiento del Juez, pero no de declarar,
pudiendo hacerlo en su despacho oficial o en la sede del órgano del que sean
miembros:
a. Los Diputados o Senadores.
b. Los Magistrados del Tribunal Constitucional y los Vocales del Consejo General
del Poder Judicial.
c. Los Fiscales de Sala del Tribunal Supremo.
d. El Defensor del Pueblo.
e. Las Autoridades Judiciales de cualquier orden jurisdiccional de categoría
superior a la del que recibiere la declaración.
f. Los Presidentes de las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas.
g. El Presidente y los Consejeros Permanentes del Consejo de Estado.
h. El Presidente y los Consejeros del Tribunal de Cuentas.
i. Los miembros de los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas.
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extensiones de los artículos anteriores, incurrirá en multa entre 200 y 5000 euros. Si persistire
su resistencia:
− En el primer caso (incumplimiento del deber de comparecer), será conducido a la
presencia del Juez instructor por los agentes de la autoridad, y perseguido por el
delito de obstrucción a la justicia tipificado en el artículo 463.1 del Código Penal.
− En el segundo caso (incumplimiento del deber de declarar), será también perseguido
por el de desobediencia grave a la autoridad.
¿Qué sucede si se teme algún peligro por la declaración?
En aquellos supuestos en los que se considere que la declaración del testigo puede entrañar
algún peligro para el testigo, se podrán adoptar las medidas de protección que contempla la
Ley Orgánica 19/1994, de 23 de diciembre, de protección a testigos y peritos en causas
criminales:
− Que no consta en las actuaciones los datos que permitan identificarlo, utilizando un
número o una clave.
− Comparezcan utilizando algún procedimiento que impida su identificación.
− Que se fije como domicilio, a efectos de notificación, la sede del Juzgado.
− Evitar que se les tomen fotografías.
− Proporcionarles protección policial.
− En casos excepcionales, se les proporcionará una nueva identidad y los medios
económicos suficientes para cambiar de residencia o de lugar de trabajo.
Procedimiento de la declaración testifical.
La declaración testifical es una diligencia de investigación, en la que deberá ratificarse en el
plenario para su valor probatorio. Será posible la prueba anticipada (peligro de muerte o marcha
al extranjero).
La declaración testifical es una citación personal, siendo verbal si ésta fuera urgente. Se podrá
realizar a través de medios de comunicación electrónicos si el domicilio se encontrare en
paradero desconocido.
La comparecencia se realizará en la sede del órgano. Cabiendo la posibilidad de que el órgano
se constituye en el domicilio o lugar donde se encuentre si:
− Se encuentra cerca la sede.
− Urgencia acreditada.
− Informando al Juez del lugar.
En cuanto a la forma de practicarse. Se realizará una declaración separada ante el juez,
comprobando la identidad y prestando juramento promesa general ante la ley. Constituirá un
relato de los hechos sin interrupciones, procediendo posteriormente el órgano a preguntas si
lo considerare oportuno. La respuesta a estas preguntas será oral, aunque se prevé de manera
excepcional la lectura de papeles para consultar ciertos datos. El Secretario levantará acta y
se informará de la necesaria ratificación en plenario, así como la práctica de la prueba como
anticipada, o si no fuere posible acudir.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Careo.
El careo es una diligencia consistente en enfrentar cara a cara, en presencia del órgano,
investigados o testigos entre sí, es decir unos contra otros, cuando mantienen una distinta
versión de los hechos para intentar aclarar así las contradicciones.
Como reglas para la realización de esta diligencia:
− No más de dos cada vez, no siendo menores (salvo casos excepcionales).
− Debe ser de utilización subsidiaria.
− Lectura de las declaraciones anteriores, ratificación o constancia de las declaraciones,
instando el órgano la aclaración (no permitiéndose insultos ni amenazas).
− El Letrado de la Administración de Justicia redactará el acta con la firma de todos los
intervinientes.
Dictámenes periciales.
Concepto y regulación.
La pericia es un medio de investigación que puede acordar el juez de instrucción cuando, para
conocer o apreciar algún hecho o circunstancia relevante para el proceso, sean necesarios
conocimientos científicos, artísticos o técnicos, que el juez no posee, y que deben ser aportados
por una persona experta (art.456LECrim.).
Su regulación se encuentra en los artículos 456 a 485 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Estatuto jurídico del perito.
Los peritos serán designados por el juez, entre personas que tengan conocimientos científicos,
artísticos o técnicos necesarios para realizar la pericia. Tendrán preferencia aquellos que
cuenten con titulación oficial que acredite tales conocimientos (arts.457-458LECrim.).
El juez deberá nombrar a dos peritos para realizar la pericia, excepto:
− Cuando en el lugar dónde se debe practicar solo existiera uno y no se puede esperar a
la llegada de otro sin perjuicios para la investigación (art.459LECrim.).
− En el procedimiento abreviado si el juez lo considera suficiente (art.788.2LECrim.).
Notificado el nombramiento, los peritos deberán jurar su cargo, sin que se pueden negar a
realizar la pericia encomendada, salvo que se encuentren impedidos (art.462LECrim.).
Según el artículo 463 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal el perito que sin alegar justa causa
fundada deje de acudir al llamamiento del Juez o se niegue a prestar el informe, incurrirá en
las responsabilidades señaladas para los testigos en el artículo 420. Por tanto:
− Multa de entre 200 y 5000 euros.
− Si persistiere en su negativa, en el primer caso (incumplimiento de acudir al
llamamiento judicial), será perseguido por el delito de obstrucción a la justicia
tipificado en el artículo 463.1 del Código Penal. En el segundo caso (negativa a prestar
informe), será perseguido por el de desobediencia grave a la autoridad.
Si la pericia no se puede reproducir en el juicio oral, las partes procesales también podrán
nombrar peritos de partes, a su costa, para que intervengan en la pericia (art.471LECrim.).
Derechos y deberes del perito.
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La resolución por la que se acuerde deberá consignar el nombre verdadero del agente y la
identidad supuesta con la que actuará en el caso concreto. La resolución será reservada y
deberá conservarse fuera de las actuaciones con la debida seguridad.
La información que vaya obteniendo deberá ser puesta a la mayor brevedad posible en
conocimiento de quién autorizó la investigación. Esa información deberá aportarse al proceso
en su integridad y se valorará en conciencia por el órgano judicial competente. El agente
encubierto podrá mantener la identidad supuesta cuando testifiquen en el proceso siempre
que así se acuerde mediante resolución judicial motivada, siéndole de aplicación la Ley
Orgánica 19/1994, de 23 de diciembre.
Ningún funcionario de la Policía Judicial podrá ser obligado a actuar como agente encubierto.
Cuando las actuaciones de investigación pueden afectar a los derechos fundamentales, el agente
encubierto deberá solicitar del órgano judicial competente en las autorizaciones que, al
respecto, establezca la Constitución y la Ley.
En el curso de una investigación llevada a cabo mediante agente encubierto, el juez competente
podrá autorizar la obtención de imágenes y la grabación de las conversaciones que pueden
mantenerse en los encuentros previstos entre el agente y el investigado, aún cuando se
desarrollen en el interior de un domicilio.
El agente encubierto estará exento de responsabilidad criminal por aquellas actuaciones que
sean consecuencia necesaria del desarrollo de la investigación, siempre que guarden la debida
proporcionalidad con la finalidad de la misma y no constituyan una provocación al delito. Salvo
el agente provocador que induce, instiga y propia la comisión del ilícito de características de la
actividad supuestamente habitual en los sospechosos.
A estos efectos se considerará como delincuencia organizada la Asociación de tres o más
personas para realizar, de forma permanente o reiterada, conductas que tengan como fin
cometer alguno o algunos de los delitos siguientes:
a. Delitos de obtención, tráfico ilícito de órganos humanos y trasplante de los mismos,
previstos en el artículo 156 bis del Código Penal.
b. Delito de secuestro de personas previsto en los artículos 164 166 del Código Penal.
c. Delito de trata de seres humanos previsto en el artículo 177 bis del Código Penal.
d. Delitos relativos a la prostitución previstos en los artículos 187 y 189 del Código Penal.
e. Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico previstos en los artículos
237, 243, 244, 248 y 301 del Código Penal.
f. Delitos relativos a la propiedad intelectual e industrial previstos en los artículos 270 a
277 del Código Penal.
g. Delitos contra los derechos de los trabajadores previstos en los artículos 312 y 313 del
Código Penal.
h. Delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros previstos en el artículo 318
bis del Código Penal.
i. Delitos de tráfico de especies de flora o fauna amenazada previstos en los artículos 332
y 334 del Código Penal.
j. Delito de tráfico de material nuclear y radiactivo previsto en el artículo 345 del Código
Penal.
k. Delitos contra la salud pública previstos en los artículos 368 a 373 del Código Penal.
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También cabe destacar la Decisión Marco 2008/919/JAI que modifica la Decisión Marco
2002/475/JAI, sobre lucha contra el terrorismo, además de la Resolución 2178 (2014) del
Consejo de Seguridad de la ONU.
Circulación y entrega vigilada de sustancias prohibidas (art.263bis).
Se trata de permitir que una serie de bienes, que en principio debían ser de inmediato
intervenidos y detenidos quienes los tuvieron en su poder, circulen por territorio español o
salgan o entren en él sin interferencia obstativa de la autoridad o sus agentes y bajo su
vigilancia, con el objeto de descubrir o identificar a las personas involucradas en la comisión
de algún delito relativo a dichas drogas, sustancias, equipos, materiales, bienes y ganancias, así
como también prestar auxilio a autoridad extranjeras con esos mismos fines (art.263.2bis2).
Se da en los siguientes supuestos:
− Delincuencia organizada.
− Determinados ilícitos:
o Receptación o falsificación de moneda.
o Tráfico de especies animales, flora y fauna amenazadas.
− Tráfico de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, así como de otras
sustancias prohibidas.
− Tráfico o depósito de armas, municiones o explosivos.
El Juez de Instrucción competente y el Ministerio Fiscal, así como los Jefes de las Unidades
Orgánicas de Policía Judicial, centrales o de ámbito provincial, y sus mandos superiores podrán
autorizar la circulación o entrega vigilada. Esta medida deberá acordarse por resolución
fundada, en la que se determine explícitamente, en cuanto sea posible:
− El objeto de autorización o entrega vigilada.
− El tipo y cantidad de la sustancia de que se trate.
Para adoptar estas medidas se tendrá en cuenta su necesidad a los fines de investigación en
relación con la importancia del delito y con las posibilidades de vigilancia. El Juez que dicte la
resolución dará traslado de copia de la misma al Juzgado Decano de su jurisdicción, el cual
tendrá custodiado un registro de dichas resoluciones. Se permitirá la circulación vigilada de:
− Drogas y otras sustancias prohibidas (armas, explosivos, especies de flora y fauna
amenazadas y moneda falsificada).
− Equipos, materiales, bienes y ganancias procedentes de actividades delictivas.
La Policía debe confirmar que paquetes contienen sustancias previstas:
− Autorizar la revisión por escáner, rayos x o cata (introducir aguja en un paquete).
− Requerir autorización judicial previa para proceder a la apertura.
Confidentes policiales.
El confidente policial es el sujeto ambiente delictivo que informa a los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad sobre las actuaciones ilícitas desinteresadamente a cambio de un trato o favor, como,
por ejemplo, la entrega de drogas.
Se encuentra con varias problemáticas, entre ellas que puede servir para orientar a la
investigación policial, pese a la ilicitud del pago a los delatores, puesto que ello es contrario al
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orden público y evidencia un cierto fracaso en los medios policiales. Además, existe cierta
dificultad para llevar a cabo el proceso, puesto que es necesario adoptar medidas de protección
de testigos, como la ocultación de identidad, evitar represalias o asegurar servicios futuros.
Por último, el rechazo de la declaración del testigo referencia, es decir la policía reproduce la
información del confidente, salvo la imposibilidad de practicar prueba directa (citar al testigo
directo) o se exprese la fuente de información (nombre y apellidos).
Rechazar absolutamente la posibilidad de que las declaraciones o revelaciones de los confidentes sean traídas al proceso
por la policía como testimonio de referencia y lleguen a tener algún valor probatorio de cargo (STS 26 de septiembre de
1997), de modo que el juzgador pueda fundamentar en esta declaración una sentencia condenatoria, entre otras razones
porque el artículo 710 exige que los testigos de referencia expresen el origen de la noticia, designando con su nombre y
apellido, o con las señas que fuere conocida, a la persona que se la hubiera comunicado, y la Policía es desde luego
conocedora del nombre del confidente. Por consiguiente, hay que entender que si no se expresa el origen de la noticia ha
de rechazarse toda la declaración testifical, incluso como testigos de referencia porque se impediría la contradicción en
el interrogatorio de quien conoce los hechos, con lo que la cuestión de la ocultación del nombre del confidente sería en
realidad un falso problema.
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Ejecución.
Para la ejecución de esta diligencia, el juez de instrucción, el Ministerio Fiscal o la policía (por
delegación), en presencia del Letrado de la Administración de Justicia y el sujeto pasivo
(representante familiar, más de 18 años y dos testigos).
Como reglas generales:
− Entrada: según el lugar, el peligro o la dificultad. Se dará la posibilidad del uso de
fuerza, pero con la prohibición del destrozo.
− Hora: si fuere en domicilio se procederá a ella de día o de noche (de urgencia y con
consentimiento del sujeto pasivo). Si no fuere en el domicilio, se procederá de día o de
noche cuando el órgano ordene.
− Registro: se recogerán los instrumentos, efectos del delito y todo aquello que interese,
con obligación de exhibir. También se procederá al registro de libros, papeles foliados
y rubricados.
− Actuaciones complementarias para evitar la fuga o la ocultación de pruebas: para ello
se procederá a una vigilancia prueba o incluso al cierre o sellado de las dependencias o
de los muebles, si fuere preciso interrumpir el registro.
Documentación.
El acta del Letrado de la Administración de Justicia tendrá el siguiente contenido:
− La autoridad que practicó la diligencia, las personas presentes y el horario de inicio y
fin.
− El orden de la realización del registro, incidencias y los resultados obtenidos.
− Firma de los concurrentes y un certificado al interesado si no se encontró nada
sospechoso.
Diligencia de registro.
La diligencia de registro consiste en la inspección de un lugar cerrado. Se encuentra su
regulación en los artículos 568 a 578 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Su finalidad radica
en la recogida de fuentes de prueba y la identificación del sujeto pasivo.
Esta diligencia de registro cuenta con unos elementos subjetivos, entre estos se encuentran:
− Juez de Instrucción: que puede estar presente en el registro. Lo más habitual en la
práctica es que delegue en la Policía Judicial.
− Letrado de la Administración de Justicia: su presencia es imprescindible para la
validez del registro.
− Interesado: debe estar el titular y el investigado si ambos no fueren la misma persona.
A falta del titular, deben estar presentes dos testigos recabados por la policía judicial.
Para evitar que llegue a desaparecer lo que se busca en la diligencia de entrada y registro,
dispone la Ley que, desde el momento en que el Juez que desde el momento en que el juez la
acuerde adoptará las medidas de vigilancia convenientes para evitar la fuga del investigado o
la sustracción de las cosas que hayan de ser objeto del registro (art.567). Estas medidas se
mantendrán si la diligencia se suspendiera (art.571). Se practicará conforme a los siguientes
principios:
− Mínima lesividad.
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terminales o medios de comunicación de la víctima cuando sea previsible un grave riesgo para
su vida o integridad.
Podrá acordarse la intervención judicial de las comunicaciones emitidas desde terminales o
medios de comunicación telemática pertenecientes a una tercera persona siempre que:
− Exista constancia de que el sujeto investigado se sirve de aquella para transmitir o
recibir información.
− El titular colabore con la persona investigada en sus fines ilícitos o se beneficie de su
actividad.
− También podrá autorizarse cuando el dispositivo objeto de investigación sea utilizado
maliciosamente por terceros por vía telemática, sin conocimiento de su titular.
El contenido de la resolución debe incluir:
− La identificación del número de abonado, del terminal o de la etiqueta técnica.
− La identificación de la conexión objeto de la intervención.
− Los datos necesarios para identificar el medio de telecomunicación de que se trate.
Para determinar la extensión de la medida, la solicitud podrá tener por objeto alguno de los
siguientes extremos:
− El registro y la grabación del contenido de la comunicación, con indicación de la forma
o tipo de comunicaciones a las que afecta.
− El conocimiento de su origen o destino, en el momento en el que la comunicación se
realiza.
− La localización geográfica del origen o destino de la comunicación.
− El conocimiento de otros datos de tráfico asociados o no asociados, pero de valor
añadido a la comunicación. En este caso, la solicitud especificará los datos concretos
que han de ser obtenidos.
En caso de urgencia, cuando las investigaciones se realicen para la averiguación de delitos de
bandas armadas o elementos terroristas y existan razones fundadas que hagan imprescindible
la medida, podrá ordenarla el Ministro del Interior o, en su defecto, el Secretario de Estado de
Seguridad.
Esta medida se comunicará inmediatamente al Juez de Instrucción y, en todo caso, dentro del
plazo máximo de 24 horas. El Juez de Instrucción, también de forma motivada, revocará o
confirmará tal actuación en un plazo máximo de 72 horas desde que fue ordenada la medida.
Todos los prestadores de servicios de telecomunicaciones, de acceso a una red de
telecomunicaciones o de servicios de la sociedad de la información, así como toda persona que
de cualquier modo contribuya a facilitar las comunicaciones a través del teléfono o de cualquier
otro medio o sistema de comunicación telemática, lógica o virtual, están obligados a prestar al
Juez, al Ministerio Fiscal y a los agentes de la Policía Judicial designados para la práctica de la
medida la asistencia y colaboración precisas para facilitar el cumplimiento de los autos de
intervención de las telecomunicaciones (deber de colaboración).
Los sujetos requeridos para prestar colaboración tendrán la obligación de guardar secreto
acerca de las actividades requeridas por las autoridades (deber de secreto).
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o Delitos de terrorismo.
− Que pueda racionalmente preverse que la utilización de los dispositivos aportará datos
esenciales y de relevancia probatoria para el esclarecimiento de los hechos y la
identificación de su autor.
La resolución judicial que autorice la medida, deberá contener, además de las exigencias
reguladas en el artículo 588 bis c) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, una mención concreta
al lugar o dependencias, así como a los encuentros del investigado que van a ser sometidos a
vigilancia.
La Policía Judicial pondrá a disposición de la autoridad judicial el soporte original o copia
electrónica auténtica de las grabaciones e imágenes, que deberá ir acompañado de una
transcripción de las conversaciones que considere de interés. El informe identificará a todos
los agentes que hayan participado en ejecución y seguimiento de la medida.
Cesada la medida por alguna de las causas previstas en el artículo 588 bis j) de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, la grabación de conversaciones que puedan tener lugar en otros
encuentros o la captación de imágenes de tales momentos exigirán una nueva autorización
judicial.
Utilización de dispositivos técnicos de captación de la imagen, de seguimiento y de
localización.
Captación de imágenes en lugares o espacios públicos.
Se encuentra regulado en el artículo 588 quinquies a) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
La Policía Judicial podrá obtener y grabar por cualquier medio técnico imágenes de la
persona investigada cuando se encuentre en un lugar o espacio público, si ello fuera necesario
para facilitar su identificación, para localizar los instrumentos o efectos del delito u obtener
datos relevantes para el esclarecimiento de los hechos.
La medida podrá ser llevada a cabo aun cuando afecte a personas diferentes del investigado,
siempre que de otro modo se reduzca de forma relevante la utilidad de la vigilancia o existan
indicios fundados de la relación de dichas personas con el investigado y los hechos objeto de
la investigación.
Utilización de dispositivos o medios técnicos de seguimiento y localización.
Su regulación se halla en el artículo 588 quinquies b) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Como regla general, cuando concurran acreditadas razones de necesidad y la medida resulte
proporcionada, el Juez de Instrucción podrá autorizar la utilización de dispositivos o medios
técnicos de seguimiento y localización. La autorización deberá especificar el medio técnico
que va a ser utilizado.
Cuando concurran razones de urgencia que hagan razonablemente temer que de no colocarse
inmediatamente el dispositivo o medio técnico de seguimiento y localización se frustrará la
investigación, la Policía Judicial podrá proceder a su colocación, dando cuenta a la mayor
brevedad posible, y en todo caso en el plazo máximo de 24 horas, a la autoridad judicial, quien
podrá ratificar la medida adoptada o acordar su inmediato cese en el mismo plazo.
En este último supuesto, la información obtenida a partir del dispositivo colocado carecerá de
efectos en el proceso.
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Cuando los agentes que lleven a cabo el registro remoto tengan razones para creer que los
datos buscados están almacenados en otro sistema informático o en una parte del mismo,
pondrán este hecho en conocimiento del juez, quien podrá autorizar una ampliación de los
términos del registro.
Los prestadores de servicios y personas mencionadas en el artículo 588 ter e) de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal y los titulares o responsables del sistema informático o base de
datos objeto del registro están obligados a facilitar a los agentes investigadores la
colaboración precisa para la práctica de la medida y el acceso al sistema. Asimismo, están
obligados a facilitar la asistencia necesaria para que los datos e información recogidos puedan
ser objeto de examen y visualización.
Las autoridades y los agentes encargados de la investigación podrán ordenar a cualquier
persona que conozca el funcionamiento del sistema informático o las medidas aplicadas para
proteger los datos informáticos contenidos en el mismo que facilite la información que resulte
necesaria para el buen fin de la diligencia.
Esta disposición no será aplicable al investigado o encausado, a las personas que están
dispensadas de la obligación de declarar por razón de parentesco, y aquellas que, de
conformidad con el artículo 416.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal no pueden declarar en
virtud de secreto profesional.
Los sujetos requeridos para prestar colaboración tendrán la obligación de guardar secreto
acerca de las actividades requeridas por las autoridades.
No colaborar podrá conllevar la exigencia de la responsabilidad derivada de un delito de
desobediencia si no cumplen sus deberes.
La medida tendrá una duración máxima de 1 mes, prorrogable por iguales períodos hasta un
máximo de 3 meses.
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cuando la tasa sea inferior a 0,25 en conductores normales, y en el caso de noveles y aquellos
conductores con permisos especiales la tasa es de 0,15.
Este delito constituye un exponente de los denominados delitos de peligro presunto o
abstracto, que comporta que resulten punibles incluso aquellos supuestos en los cuales sin
evidencia de una conducción anómala se requiera a una persona, en un control preventivo, y
la prueba de alcoholemia resulte positiva en grado superior a 0,60 mg/l de alcohol, debiendo
ser positiva en las dos pruebas a las que por disposición legal está obligado a someterse el
conductor.
Al tratarse de un delito de peligro presunto, cuando la tasa de alcohol sea superior a 0,25 e
inferior a 0,60 y se pueda acreditar que se ha causado un daño o perjuicio o la tasa de alcohol
ha influido negativamente en la conducción se estará hablando de un delito contra la seguridad
vial y no sólo de una mera sanción administrativa.
El control policial se realizará de forma preventiva o en caso de accidente o infracción
(investigación preliminar).
Se insta al conductor a someterse al test de alcoholemia para comprobar la cantidad de alcohol
ingerido, a partir de una muestra de aire (espirómetro). Se le informará de las consecuencias
del sometimiento, siendo una prueba preconstituida. Ante la negativa del conductor:
− Falta administrativa grave: justificando la retención del vehículo.
− Delito de desobediencia:
o Incoación de diligencias penales.
o Pena más grave que el delito contra la seguridad vial.
Si la primera prueba realizada diere resultado positivo y el conductor tuviere síntomas de
ingesta de alcohol se le repetirá la prueba. Si ambas pruebas dieren positivo, se informará al
sujeto de la posibilidad de acudir a un centro sanitario para un análisis de sangre u orina para
contrastar las pruebas anteriores.
Por último, la policía levanta atestado (que tendrá valor de denuncia y deberá ratificarse en la
instrucción o en el plenario), dejando constancia de las pruebas, el resultado y el aparato
utilizado (debiendo estar homologado).
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1 Son aquellas que limitan la libertad de movimiento del investigado en el proceso penal.
2 Ello puede ponerse en relación con lo que sucede en el proceso penal, cuando el acusado no está presente en el Juicio Oral que, por regla
general, éste no podría celebrarse (con las excepciones del procedimiento abreviado y los juicios leves).
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(art.17.1CE), siempre y cuando no sea posible para alcanzar aquellos fines utilizar otras
medidas menos restrictivas y sin que le sea autorizado a quien disponga la medida, restringir
el derecho a la libertad más allá de lo indispensable para alcanzar los objetivos previstos en las
normas que la disciplinan.
Clases de detención.
Son tres las clases de detención:
a. Detención por particulares.
b. Detención policial.
c. Detención judicial.
Detención por los particulares.
Constituye esta modalidad de detención una facultad que asiste a todo ciudadano a privar de la
libertad ambulatoria a otro, dando cuenta inmediatamente de dicha detención a la Autoridad o
poniendo inmediatamente a disposición de ella al detenido.
Los supuestos en los que cabe la detención por particulares están previstos en el artículo 490
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. No obstante, el casuismo de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, los siete supuestos reflejados en son reconducibles a dos:
a. Cuando se encuentre a una persona en el momento de ir a cometer un delito o
se le sorprenda in fraganti (arts.4901º)
b. Cuando se encuentre en rebeldía el judicialmente investigado o el condenado
(art.490.7º), o cuando el detenido o el preso preventivo (art.490.6) o el
condenado se hubiera fugado (art.490.3º,4º y 5º).
A diferencia de la detención policial, la detención por los particulares es una facultad
(art.490LECrim), cuyo objeto se reduce exclusivamente a poner inmediatamente a
disposición de la autoridad judicial o policial al detenido.
Detención policial.
Por detención policial cabe entender la obligación que tienen los funcionarios de la policía
judicial y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para privar de libertad a un
investigado, sobre el que puede presumirse su eventual incomparecencia a la autoridad judicial,
durante el tiempo imprescindible para practicar las diligencias de reconocimiento e
interrogatorio y dentro del plazo previsto en la ley, poniéndolo en libertad o a disposición de
la Autoridad Judicial.
A diferencia de la detención practicada por los particulares, la de los funcionarios de policía
constituye el ejercicio de una obligación (art.492.1LECrim) que les viene impuesta por su
especial misión de descubrimiento de los delitos y de sus presuntos autores (art.282LECrim).
En cuanto a los presupuestos, son los propios de las medidas cautelares:
a. Fumus boni iuris: imputación. La procedencia de la detención policial queda
legalmente condicionada a que el detenido se encuentre en alguno de los supuestos de
los artículos 490 y 492 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El examen de todos y
cada uno de los supuestos revela un mismo denominador común: la detención policial
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reducido por la ordinaria, lo que obliga a distinguir los plazos extraordinarios de los
ordinarios.
Las excepciones constituyen supuestos en los que la legislación especial establece plazos
extraordinarios de duración de la detención:
− Estado de alarma-sitio-excepción: regulado por la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de
junio, sobre estados de alarma, excepción y sitio, en los que la detención puede
alcanzar los 10 días.
− Delitos de terrorismo: regulado en el artículo 520 bis 1 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, según la redacción operada por la Ley Orgánica 4/1988, de 25 de mayo, en
cuyo caso la detención podrá durar 5 días (72 horas más 48 horas de prórroga
autorizada por el Juez mediante resolución motivada).
Detención judicial.
La detención judicial es toda privación de libertad, dispuesta por un órgano jurisdiccional en
el curso del procedimiento penal, así como la situación en la que permanece el detenido,
durante el plazo máximo de setenta y dos horas, hasta tanto el juez de instrucción resuelva su
situación en el proceso.
Es posible deducir dos clases de detención judicial:
− La detención judicial de oficio puede ser dispuesta como consecuencia del
incumplimiento de una orden de comparecencia (arts.487 y 420LECrim.), del
surgimiento de una imputación contra persona determinada (art.494LECrim.) o del
incumplimiento de las normas de policía de vistas (art.684.3LECrim.).
− La detención judicial confirmatoria que tiene por objeto decidir entre dejar en
libertad al detenido o adoptar otra medida menos interina. Así, el Juez podrá acordar:
o De oficio:
▪ Remisión del sujeto a centro penitenciario en caso de fuga.
▪ Remisión del sujeto a órgano competente (para que decida o confirme
medida).
▪ Libertad con o sin cargos.
▪ Libertad provisional sin fianza, señalando el contenido.
▪ Prisión provisional en caso de urgencia, esto es, cuando resulta
imposible celebrar audiencia en el plazo de 72 horas para confirmar la
medida a solicitud del acusador.
o A instancia de parte: el Juez convocará una audiencia (art.505LECrim.) en la
que el Ministerio Fiscal o las partes acusadoras podrán solicitar que se decrete
la prisión provisional del investigado o su libertad provisional con fianza.
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Prisión provisional.
Constituye la mayor injerencia que el Estado puede hacer en la esfera de libertad del individuo
sin que medie todavía una sentencia penal firme que la justifique. Por tanto, la prisión
provisional es una medida cautelar consistente en la total privación al imputado de su
derecho fundamental a la libertad ambulatoria, a través de su ingreso en un centro
penitenciario durante la sustanciación de un proceso penal.
Por tanto, una medida de tanta gravedad como ésta únicamente procederá cuando resulte
absolutamente imprescindible para la defensa de los bienes jurídicos fundamentales, y siempre
que no haya otros mecanismos menos radicales para conseguirla, no debiéndose prolongar más
de lo estrictamente necesario (principio de proporcionalidad).
Presupuestos.
a. Fumus boni iuris:
La apariencia de un buen derecho, que en las medidas cautelares personales en el proceso penal
se manifiesta en la imputación, consta de dos elementos, el elemento objetivo y el elemento
subjetivo, que se deben desprender de las actuaciones para decretar la prisión provisional.
1. Objetivos (arts.502-503LECrim.):
a. Que consten en la causa la existencia de uno o varios hechos que presenten los
caracteres de delito (art.503.1.1).
b. Que el hecho/s esté/n sancionado/s con pena privativa de libertad.
c. Que la pena sea de cierta gravedad, por aplicación del principio de
proporcionalidad. La Ley establece como criterio general que el delito imputado
ha de estar castigado con pena cuyo máximo sea igual o superior a dos años de
prisión.
Esta regla general tiene tres excepciones:
▪ Cuando el investigado tuviera antecedentes penales por delito doloso,
no cancelados o susceptibles de cancelación (art.503.1.1), debiendo de
todos modos concurrir el presupuesto del periculum in mora.
▪ Cuando se hubieran dictado al menos dos requisitorias 3 para su
llamamiento y busca en los dos años anteriores (art.503.1.3.a).
▪ Cuando se trate de delito doloso y de los antecedentes del imputado y de
los datos que aporte la Policía pueda inferirse que viene actuando dentro
de una organización criminal o realiza sus actividades con habitualidad
(art.503.2).
2. Subjetivos:
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La requisitoria será una orden de búsqueda y captura. En este caso, al ser en los dos años anteriores, se tendría constancia de que tiene
antecedentes para no comparecer ante la autoridad judicial.
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Como elementos subjetivos es necesario que aparezcan en la causa motivos bastantes para creer
responsable criminalmente del delito a la persona contra quien se haya de dictar el auto de
prisión.
b. Periculum in mora:
A través del periculum in mora se establecen los fines que puede tener la prisión provisional.
Tras la modificación de la Ley Orgánica 13/2003, la Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone
que la prisión provisional sólo puede ser decretada cuando se persiga alguno de los siguientes
fines (art.503.1.3):
− Asegurar la presencia del investigado, conjurando un peligro de fuga (art.503.1.3.a) y
evitando que se sitúe fuera del alcance de la justicia, eludiendo su acción.
− Evitar que el imputado oculte, altere o destruya las fuentes de prueba relevantes para el
enjuiciamiento (art.503.1.3.b), para lo que se atenderá a la capacidad para acceder por
sí mismo o por terceros a las fuentes de prueba o para influir en otros imputados,
testigos o peritos si continúa en libertad.
− Evitar que el investigado pueda actuar contra los bienes jurídicos de la víctima
(art.503.1.3.c): prisión provisional como medida de protección a la víctima, adoptada
en virtud de orden de protección (normalmente por incumplimiento de una orden de
alejamiento o comunicación, aunque también cabe como medida que se puede adoptar
dentro del orden de protección). Requisitos:
o Que la víctima sea alguna de las personas del artículo 173.2 del Código Penal.
o No es necesario que se den los límites de pena (pena igual o superior a dos años
de prisión).
− Evitar la reiteración delictiva, esto es, el riesgo de que el investigado cometa otros
hechos delictivos (art.503.2).
En relación con estos dos últimos supuestos fueron muy criticados con la doctrina,
puesto que, en el proceso penal, está el principio de presunción de inocencia y, si se
adoptare la medida cautelar para evitar que el investigado vuelva atentar contra la
víctima o para evitar que el investigado vuelva a cometer un hecho delictivo no se está
presumiendo su inocencia, sino que se estará presumiendo, desde ese momento, que es
culpable. Es decir, parten de una presunción de culpabilidad, en vez de partir de una
presunción de inocencia.
c. Resolución judicial:
La prisión provisional deberá decretarse por resolución judicial motivada y debidamente
justificada, en forma de auto.
Clases.
La prisión provisional puede revestir tres diferentes modalidades de cumplimiento:
comunicada, incomunicada o atenuada.
Prisión provisional comunicada.
Es el modo habitual de acordar la prisión provisional y consiste en el internamiento del
investigado en un centro penitenciario. Su cumplimiento se rige por los preceptos de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal y de la Ley General Penitenciaria, procurando separar a los presos
preventivos de los que estén cumpliendo condena.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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el tratamiento. El investigado no podrá salir del centro sin la autorización del Juez o
Tribunal que hubiera acordado la medida.
Procedimiento.
Competencia.
Podrá decretarse la prisión por la autoridad judicial competente a lo largo de cualquier fase del
proceso siempre que concurran los presupuestos examinados. Normalmente se suele adoptar
en la Fase de Instrucción (en la que será fundamental realizar las diligencias de investigación
para el esclarecimiento de los hechos, además de adoptar las medidas cautelares necesarias
para la consecución de dicho fin), por lo que el competente, en este caso, sería el Juez de
Instrucción.
Procedimiento.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal exige la instancia del Ministerio Fiscal o de algún
acusador para que el Juez decrete la medida de prisión provisional. Por tanto, si ninguna parte
la instare, el Juez acordará necesariamente la inmediata puesta en libertad del investigado que
estuviere detenido (art.505.4LECrim).
Según el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, cuando el detenido fuera puesto a
disposición del Juez, éste “convocará una audiencia (denominada en la práctica, vistilla) en la
que el Ministerio Fiscal o las partes acusadoras podrán interesar que se decrete la prisión
provisional del imputado o su libertad provisional con fianza”.
La audiencia deberá celebrarse en el plazo más breve posible dentro de las setenta y dos
horas siguientes a la puesta del detenido a disposición judicial. Excepcionalmente, prevé la
Ley que si concurren los presupuestos y la audiencia no pudiera celebrarse, puede acordarse de
oficio la prisión cuando el juez estimase riesgo de fuga, aunque deberá convocar la referida
comparecencia dentro de las setenta y dos horas siguientes para confirmar o modificar la
decisión adoptada.
Es importante tener en cuenta que cualquier cambio en la medida cautelar personal durante
proceso penal exige la celebración previa de esta audiencia, salvo si se trata de mejorar la
situación del investigado (por ejemplo, acordar la libertad provisional sin fianza).
A la audiencia se citará al investigado, que deberá estar asistido del letrado por él elegido o
designado de oficio, al Ministerio Fiscal y a las demás partes personadas. En dicha audiencia,
podrán quienes concurrieran realizar alegaciones y proponer los medios de prueba que sean
pertinentes a las cuestiones debatidas (la adopción de la medida cautelar).
Tras la comparecencia se dictará un auto motivado donde se accederá a la solicitud de la
acusación ordenando el ingreso en prisión provisional del investigado o bien denegando la
solicitud y ordenando entonces bien su libertad incondicional, sin sometimiento a ninguna
restricción, o bien la libertad provisional, siempre que se hubiera solicitado y el juez la estime
pertinente (art.539). Este auto se pondrá en conocimiento de los ofendidos y perjudicados
(art.506.3).
Duración.
El artículo 17.4 de la Constitución Española dispone que por ley se determinará el plazo
máximo de duración de la prisión provisional. Estos plazos se fijan en el artículo 504 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal:
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Libertad provisional.
La libertad provisional es una medida cautelar que consiste en una limitación de la libertad
ambulatoria del investigado, mediante la imposición al mismo de obligaciones específicas,
cuyo cumplimiento debe ser, en su caso, garantizado por una caución. Se adopta por el juez
cuando existen indicios para creer a una persona responsable de un hecho delictivo, pero no se
aprecian motivos suficientes para decretar su internamiento en una prisión.
El investigado sometido a esta medida encuentra limitada su libertad de movimientos quedando
sometido al proceso penal. Sin embargo, las medidas restrictivas de la libertad adoptadas dentro
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de la libertad provisional pueden tener distinta intensidad, lo que supone que se trata de
diferentes medidas de entre las que el juez puede elegir la que estime más adecuada a las
circunstancias concretas de cada caso, teniendo en cuenta el principio de proporcionalidad, a
partir de las peticiones del Ministerio Fiscal o de alguna parte acusadora, teniendo en cuenta lo
alegado en la comparecencia. Si el investigado sin causa legítima deja de comparecer al primer
llamamiento del juez, o cada vez que éste lo considere necesario, procedería a decretar su
ingreso en prisión (art.504.1 y 540), siempre que concurran los restantes presupuestos
establecidos en relación a la prisión provisional.
Presupuestos.
La libertad provisional se decretará cuando concurran los requisitos de fumus boni iuris y
periculum in mora.
Fumus boni iuris.
Se exige la concurrencia de dos factores:
a. Que conste en la causa la existencia de un hecho que presente los caracteres de delito.
b. Que haya indicios bastantes a juicio del instructor, para creer responsable del mismo a
una persona (en definitiva, que exista imputación judicial).
Periculum in mora.
Opera de manera distinta dependiendo de los motivos que el solicitante de la medida alegue y
el juez aprecie, para considerar si está asegurada la comparecencia del investigado en el
procedimiento, el normal desarrollo de la investigación y el cumplimiento de la pena que
después se imponga.
La ponderación de todas estas circunstancias exigirá al juez graduar: la frecuencia de las
comparecencias obligatorias, el establecimiento de la fianza y su cuantía y las medidas
accesorias que puedan acompañar a la presentación periódica ante la autoridad judicial.
Cabe decir, que entraña un riesgo menos grave que la prisión provisional y, en este caso, el
dato objetivo a tener en cuenta es la pena prevista para el delito.
Resolución judicial.
Se acordará de oficio (sin fianza) o a instancia de parte, en la audiencia convocada al efecto
(art.505LECrim). En este caso, será un auto en el que el juez justifique o motive las razones
que le llevan a adoptar la libertado provisional.
Clases. La garantía de la libertad provisional.
Obligación de comparecer.
Como regla general, el investigado sometido a libertad provisional se limita a asumir apud acta
la obligación de comparecer en el Juzgado los días que se señalen en la resolución y cuantas
veces fuera llamado ante el juez o tribunal (art.530LECrim). Por lo demás no se le priva de
moverse y circular a su antojo con tal de que cumpla con aquella obligación de comparecer.
Tales comparecencias suelen ordenarse los días 1 y 15 de cada mes, o bien, semanalmente a
criterio del Juez, pero nada impide que se manden realizar diariamente o, por el contrario,
mensual o trimestralmente.
La orden de comparecencia puede ir acompañada de retención del pasaporte y prohibición de
expedir otro, la finalidad es evitar que salga del país, dirigiéndose al extranjero, por ejemplo,
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u otras personas que determine el Juez, impide acercarse a ellos, en cualquier lugar
donde se encuentren, así como acercarse a su domicilio, a sus lugares de trabajo y a
cualquier otro que sea frecuentado por ellos.
− Prohibición de comunicarse, con la graduación que sea precisa, con determinadas
personas. Esta prohibición de comunicarse con la víctima, o con aquellos de sus
familiares u otras personas que determine el Juez, impide establecer con ellas cualquier
medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito, verbal o
visual.
Adopción de la medida e incumplimiento.
Esta medida sólo puede adoptarse en el marco de un proceso penal abierto por alguno de los
delitos del artículo 57 del Código Penal. Además, deben existir motivos suficientes para creer
que la persona contra la que se haya decretado una orden de alejamiento es el responsable
criminal de dicho delito.
Se adopta a través de un auto.
Se tendrá en cuenta la situación económica, salud, familia y actividad laboral, especialmente
se atenderá a la posibilidad de continuidad de la misma, tanto durante la vigencia de la medida
como tras su finalización.
El incumplimiento por parte del investigado de la medida acordada por el Juez, dará lugar a
la convocatoria de la audiencia prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
para la adopción de medidas cautelares privativas o limitativas de la libertad, de modo que el
Juez, oyendo a las partes, podrá adoptar alguna medida que implique una mayor limitación de
su libertad personal, llegando incluso a adoptarla prisión provisional, teniendo en cuenta la
incidencia del incumplimiento, sus motivos, gravedad y circunstancias, sin perjuicio de las
responsabilidades que del incumplimiento pudieran resultar.
La orden de protección.
Se encuentra regulada en el artículo 544 ter de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Es una medida de protección que pretende ofrecer una cobertura integral a la víctima de
violencia doméstica, pudiendo incluir tanto la limitación de movimientos del presunto agresor
como el aseguramiento de la estabilidad y protección de la familia a través de medidas civiles
sin esperar a la incoación del correspondiente proceso matrimonial.
Es una medida expresamente prevista para los supuestos de violencia doméstica, es decir,
delitos contra el cónyuge o pareja y los familiares próximos o personas con quien se conviva.
Será competente el Juez de Guardia, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer o el Juzgado de
Instrucción (violencia doméstica).
Esta medida puede adoptarse por el órgano de oficio o a propuesta del Ministerio Fiscal, la
víctima, familiares próximos, personas con quien conviva o su representante legal. Los motivos
para la adopción es la existencia de indicios fundados de la comisión de un delito contra la
vida, integridad física o moral, la libertad sexual, la libertad o haya una situación objetiva de
riesgo para la víctima.
El contenido de esta medida se reduce a:
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SOBRESEIMIENTO.
Concepto.
El auto de sobreseimiento es la resolución jurisdiccional firme, emanada del órgano competente
en la fase intermedia, mediante la cual se pone fin al procedimiento, bien de forma provisional
o definitiva, sin actuar el ius puniendi del Estado.
Características.
El auto de sobreseimiento se dicta durante la fase intermedia por el órgano jurisdiccional competente.
Así, en el procedimiento abreviado y en el procedimiento ante el Tribunal del Jurado será
competente para dictar el auto de sobreseimiento el Juez de Instrucción y en el procedimiento
ordinario será competente la Audiencia Provincial.
Dicho auto de sobreseimiento, ya sea provisional o definitivo, una vez que se han articulado contra el
mismo los recursos pertinentes, es una resolución firme que pone fin al procedimiento. Además,
reviste la forma de auto y requiere una minuciosa fundamentación, dado que pone fin al
procedimiento.
El sobreseimiento no es la única forma de finalización anormal del procedimiento, existen otras,
como, por ejemplo, el auto de inadmisión de la querella (arts.312-313LECrim) o el archivo de las
actuaciones de las diligencias previas (art.789.5).
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Clases.
De acuerdo con el artículo 634 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, el sobreseimiento puede
ser, por una parte, libre y provisional, y, por otra, total o parcial.
Así, atendiendo a su contenido, el sobreseimiento puede ser:
1. El sobreseimiento es libre cuando se pronuncia ante la falta absoluta de tipicidad del
hecho o de responsabilidad penal del presunto autor (art.637LECrim) y es equiparable
a una sentencia absolutoria anticipada, por cuanto goza de los efectos materiales de cosa
juzgada1.
2. El sobreseimiento es provisional cuando se carece de base fáctica suficiente para
acreditar la perpetración del delito o de la participación en él de su presunto autor
(art.641LECrim) y ocasiona la mera suspensión del procedimiento, por lo que la
instrucción puede reabrirse si aparecen nuevos actos de investigación que vienen a
acreditar esos extremos.
Atendiendo al sujeto, el sobreseimiento puede ser:
1. El sobreseimiento es total cuando existe una pluralidad de imputados y ninguno de
ellos tiene participación en el hecho punible, por lo que la solución ha de ser el archivo
de la causa para todos (art.634.3LECrim).
2. El sobreseimiento es parcial cuando existe una pluralidad de imputados y subsisten
indicios de criminalidad contra alguno o algunos de ellos, por lo que el juicio oral se
abrirá tan sólo para aquellos a quienes no favorezca el auto de sobreseimiento
(art.634.2LECrim).
Sobreseimiento provisional.
Concepto.
Cuando de la fase de instrucción no se deduzcan elementos claros para sostener la acusación,
pero tampoco para instar el sobreseimiento libre, cabe la posibilidad de dictar un auto de
sobreseimiento provisional. El artículo 641 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone
que procederá el sobreseimiento provisional cuando no resulte debidamente justificada la
perpetración del delito, o cuando de la investigación resulte haberse cometido el delito y no
haya motivos para acusar a determinadas personas.
A diferencia del sobreseimiento libre, el sobreseimiento provisional no supone la terminación
definitiva del proceso penal. Consiste, más bien, en una suspensión o paralización del proceso
penal por faltar pruebas sobre la existencia del hecho delictivo o sobre su atribución a una
determinada persona.
De ahí que, si aparecen nuevas pruebas con anterioridad a que se produzca la prescripción del
delito, la causa penal volverá a abrirse. El único límite vendría dado por la prescripción del
delito.
Presupuestos.
La finalidad de la fase intermedia es determinar si concurren o no los presupuestos, materiales
o formales, que condicionan la apertura del juicio oral. La ausencia de alguno de ellos ha de
ocasionar el oportuno sobreseimiento (ya sea libre, art.637; o provisional, art.641).
1 No se puede volver a iniciar el proceso por los mismos hechos y contra la misma persona.
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2 Un porcentaje muy elevado de procedimientos penales iniciados en España finalizan con un sobreseimiento provisional por esa insuficiencia
probatoria.
3 El procedimiento podrá ser reabierto por el Juez de Instrucción, bien de oficio, o bien a instancia de parte, también a través de un auto, tan
pronto como aparezcan nuevos datos que aporten certeza sobre el hecho delictivo o sobre aquellas personas que hubieran podido cometer el
hecho delictivo.
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Presupuestos.
El auto de sobreseimiento libre exige la concurrencia de unos presupuestos muy concretos,
sobre los cuáles el órgano jurisdiccional ha de tener el mismo grado de convicción que si de
una sentencia se tratase, en la medida que conlleva la terminación del procesamiento sin llegar
al juicio oral. Esta terminación puede darse por los siguientes motivos:
− Inexistencia del hecho: cuando se tiene la convicción de que el hecho material que dio
lugar a la causa nunca ha existido en realidad (art.637.1LECrim).
− Inexistencia del hecho punible: a diferencia del anterior, en este caso, el hecho existe,
pero no es punible; es decir, es atípico (art.637.2LECrim).
− Falta de indicios de responsabilidad criminal: cuando faltan indicios racionales de
responsabilidad criminal en la persona investigada (art.637.3LECrim).
Como efecto, una vez que el auto de sobreseimiento libre es firme, no es susceptible de recurso,
producirá todos los efectos de la cosa juzgada.
Petición de sobreseimiento libre.
Se trata de una resolución que ha de tomarse siempre a instancia de parte, de modo que el
órgano juzgado no puede sobreseer si no es pedido por alguna de las partes personadas.
Solicitado por el Ministerio Fiscal, el órgano judicial puede oponerse al mismo:
− Poniéndolo en conocimiento de los interesados en el ejercicio de la acción penal para
que se personen en la causa y deduzcan la pretensión punitiva (art.642LECrim).
− Ponerlo en conocimiento del jefe del fiscal del órgano correspondiente para que decida
si mantiene la petición de sobreseimiento libre o si la cambia por la apertura del juicio
oral.
Supuestos especiales.
Se encuentran también supuestos especiales de sobreseimiento libre, en los que se trata de
supuestos especiales de sobreseimiento libre acordados por razones y circunstancias distintas
a las previstas en el artículo 637 y una vez abierto el juicio oral. Como son:
− La cosa juzgada.
− Prescripción.
− Indulto.
Momento procesal:
En el procedimiento ordinario, se plantean como artículos de previo pronunciamiento en un
acto posterior a la apertura del juicio oral, pero previo a la calificación provisional (arts.666 y
675LECrim).
Por su parte, en el procedimiento abreviado, se plantean en la audiencia previa, a celebrar al
inicio del acto de la vista, una vez que el Letrado de la Administración de Justicia ha dado
lectura a los escritos de acusación y defensa (art.793.2).
Por último, en el procedimiento ante el Tribunal del Jurado, se plantea ante el Magistrado-
Presidente, antes de la constitución del jurado y formalmente antes de la apertura del juicio oral
(art.36LOTJ).
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Debido a la vigencia del principio acusatorio (mixto), será necesario que alguna de las partes
acusadoras solicite la apertura del juicio oral:
En el procedimiento ordinario, una vez que el juez dicta auto de conclusión del sumario, las
partes acusadoras manifestarán si están conformes con el mismo, en cuyo caso podrán solicitar:
− Bien la apertura del juicio oral.
− Bien el sobreseimiento.
Si no están conformes, pedirán la práctica de nuevas diligencias.
En el proceso abreviado, la apertura del juicio oral se solicitará en los escritos de acusación
(art.781LECrim).
La resolución sobre la apertura del juicio oral:
− En el proceso ordinario recaerá una vez confirmado el auto de conclusión del sumario.
− En el procedimiento abreviado el juez decidirá sobre la apertura del juicio oral tras la
presentación de los escritos de acusación.
El auto de apertura del juicio oral no es susceptible de recurso (art.783.3).
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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4 Habrá un responsable civil directo que es el autor del hecho delictivo, pero, a veces, un tercero puede hacer frente a esa responsabilidad
civil, como, por ejemplo, una compañía aseguradora o la responsabilidad subsidiaria del Estado por delitos cometidos por funcionarios (ver
Tema 4)
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Proposición de prueba.
Las partes habrán de proponer todos los medios de prueba, de los que habrán de valerse en
el juicio oral, adjuntando las oportunas listas de testigos y peritos (arts.656-657 y 781LECrim).
No hay que incorporar lista de preguntas, ya que rige el principio de oralidad y la prueba se
realizará bajo la técnica de la cross examination y la inmediación del Tribunal.
En el procedimiento abreviado, deberá solicitarse la apertura del juicio oral en el escrito de
acusación. Mientras que, en el procedimiento ordinario, primero se incorpora la apertura del
juicio oral y, posteriormente, la calificación provisional.
Calificación provisional. Delimitación objetiva y subjetiva de los hechos.
Escrito de defensa.
Formalmente el escrito de calificación provisional de la defensa es idéntico al de la acusación,
pero es evidente que las posiciones que puede adoptar el acusado son bien distintas. Así podría:
− Conformarse en los casos y con los requisitos previstos en la ley.
− Proponer las excepciones, también conocidas como cuestiones previas
(art.666LECrim).
− Presentar calificación provisional de la defensa en el que:
o Negará sin mayor explicación los hechos que fundamentan la acusación.
o Formulará una versión distinta de los hechos, obviamente orientada al descargo
(absolución o condena inferior).
o Admitirá los hechos, pero negando su carácter delictivo en base a una distinta
calificación jurídica.
CONFORMIDAD.
Se puede definir la conformidad como aquel modo de poner fin al proceso penal que supone
la aceptación por el acusado de los hechos, de la cualificación jurídica y de la responsabilidad
penal y civil y representa un acto de disposición del derecho de defensa.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Clases de conformidad.
Se puede clasificar desde varios puntos de vista:
− Desde el punto de vista subjetivo, esta conformidad puede ser total o parcial.
o Total o propia: cuando sea prestada por todos los acusados.
o Parcial o impropia: prestada sólo por una parte, debiendo abrirse igualmente
el plenario. Por lo que la conformidad no surtiría efecto.
− Atendiendo a las pretensiones, la conformidad será absoluta o limitada.
o Absoluta: allanamiento a la pretensión penal y civil.
o Limitada: sólo a la pretensión penal, debiendo abrirse plenario para debatir la
pretensión civil.
Requisitos.
Atendiendo a los requisitos subjetivos:
− Por lo que se refiere a la defensa, es necesario que la conformidad se preste tanto por
el abogado defensor como por el acusado. Si no estuvieren de acuerdo, se procederá
siempre a la apertura del juicio oral, entendiéndose que será más garantista para el
acusado.
− En referencia al órgano jurisdiccional, el Juez tiene que controlar 5 esa conformidad,
realizándose conforme a los requisitos establecidos a la Ley. Además, deberá controlar
la voluntariedad, es decir, que el acusado sabe qué es la conformidad.
Por lo que respecta a los requisitos objetivos, referido al delito hace referencia a la pena
prevista para el delito, así cabrá conformidad en aquellos casos en los que el delito esté
castigado con una pena inferior a 6 años de privación de libertad.
Por último, en cuanto a los requisitos formales: la conformidad podrá manifestarse por escrito
(ya sea en un escrito de acusación conjunto o en el escrito de defensa), pero se podrá manifestar
de manera verbal al inicio del juicio oral (de acuerdo con el art.688LECrim, el magistrado le
preguntará al acusado si se conforma, manifestándose así la conformidad).
El efecto que se produce una vez manifestada la conformidad, es que se va a dictar una
sentencia condenatoria, en base a esa conformidad mostrada por el acusado.
5 Una manifestación de la oportunidad reglada es la conformidad y al ser así, el Juez controlará que se cumplan los requisitos para que se de
esa conformidad.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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CONCEPTO.
Es la fase procesal donde se enjuicia la conducta del acusado para condenarlo o absolverlo en
la sentencia que pone fin al proceso (art.742LECrim).
Esta fase decisoria se concentra en una o varias sesiones y se desarrolla bajo los principios de:
− Principio de oralidad.
− Principio de inmediación, que significa que el Juez que dicta sentencia es el mismo
que ha presenciado la práctica de la prueba.
− Principio de concentración, una vez abierto el juicio continuará durante todas las
sesiones consecutivas que sean necesarias hasta su conclusión (art.744LECrim).
− Principio de publicidad: la regla general es que los debates del juicio oral serán
públicos, bajo pena de nulidad (art.680LECrim).
Sin embargo, el Juez o el Tribunal podrá acordar, de oficio o a instancia de cualquiera de
las partes, previa audiencia a las mismas, que todos o algunos de los actos o las sesiones
del juicio se celebren a puerta cerrada, cuando así lo exijan razones de seguridad u orden
público, o la adecuada protección de los derechos fundamentales de los intervinientes, en
particular, el derecho a la intimidad de la víctima, el respeto debido a la misma o a su
familia, o resulte necesario para evitar a las víctimas perjuicios relevantes que, de otro
modo, podrían derivar del desarrollo ordinario del proceso (art. 681 LECrim).
CUESTIONES PREVIAS.
Las cuestiones previas se denominan así en el procedimiento abreviado. En el proceso
ordinario se denomina Artículos de previo pronunciamiento.
Ante las calificaciones de la acusación, el acusado puede plantear también que se ha producido
la falta o bien de algún presupuesto procesal, referido al tribunal, a las partes o al proceso,
o bien de algún presupuesto material, que naturalmente impedirá la celebración del juicio
oral.
Algunas de estas cuestiones previas aparecen previstas en el artículo 666 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal. Pero esta enumeración no es un numerus clausus, tanto la doctrina
como la jurisprudencia entienden que es una enumeración abierta y descriptiva, no exhaustiva.
Estas cuestiones previas se clasificarán en:
− Procesales.
− Materiales.
Procesales.
1. Declinatoria de jurisdicción (art.666.1LECrim): a través de ella puede alegarse la
falta de alguno de los siguientes presupuestos procesales:
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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PRÁCTICA DE LA PRUEBA.
Los actos de prueba son actos de parte para convencer al órgano decisor sobre la veracidad de
los hechos por ellas afirmados, introducidos en el proceso por medios obtenidos de forma lícita
y practicados con las debidas garantías.
El objeto de la prueba (thema probandi) son los hechos controvertidos (vinculación relativa
con la confesión o admisión de los hechos) o afirmaciones introducidas por las partes en los
escritos de calificaciones provisionales cuya veracidad debe ser acreditada (constitutivos,
impeditivos, extintivos o excluyentes de la pretensión penal).
En cuanto a la carga de la prueba. Cada parte está obligada a probar los hechos introducidos
por ella y negados por la contraparte, que soportará la sentencia desfavorable si no prueba lo
que le corresponde, es decir:
− Acusación (prueba de cargo):
o Probar hechos constitutivos de pretensión penal (la concurrencia de los
elementos del tipo penal o la participación del acusado).
o Inexistencia o insuficiencia (más allá de toda duda razonable) de la prueba de
cargo lo que implica sentencia absolutoria (presunción de inocencia, vigencia
del principio in dubio pro reo).
− Defensa (prueba de cargo):
o Probar los hechos impeditivos, extintivos o excluyentes de la pretensión penal.
o Prueba de los hechos constitutivos, inexistencia o insuficiencia de la prueba de
descargo lo que implica una sentencia condenatoria.
Por lo que respecta a las fuentes de prueba, estas son cosas o personas ajenas al proceso que
pueden proporcionar datos o conocimientos relevantes para acreditar hechos introducidos en
el proceso penal (localización en instrucción, obtenida la información se introduce a través del
medio de prueba en plenario). Los medios de prueba, por su parte, son los instrumentos
procesales para incorporar fuentes de prueba al proceso (documentos, declaración testifical,
dictamen pericial...).
Es por ello que las notas esenciales de la prueba son:
− Actos de parte: la parte introduce los hechos, propone y practica la prueba (el órgano
interroga y pide aclaraciones; excepcionalmente puede proponer la prueba de oficio).
− Finalidad: para convencer al órgano sentenciador de la veracidad de las afirmaciones
sobre los hechos y la participación introducidas en la calificación provisional (hechos
posteriores; suspender-sumaria instrucción, calificación y pruebas).
− Obtenidos de forma lícita: en instrucción, respetando los requisitos legales, así como
los derechos fundamentales.
− Practicadas en juicio con las garantías de:
o Contradicción: en la obtención y práctica de la prueba (presencia de las partes
y posibilidad de interrogar y rebatir).
o Inmediación: práctica inexcusable ante el órgano sentenciador, para posibilitar
la percepción directa (excepto la prueba anticipada o preconstituida).
o Publicidad, concentración y oralidad:
▪ Práctica en vista pública.
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Medios de prueba.
Declaración del acusado.
Es la primera prueba que se practica en el juicio oral, tiene una naturaleza mixta que obedece
a que se conceptúa como medio de prueba, pero a la vez es un medio que permite al acusado
declarar libremente y tomar posición frente a la acusación y frente a las pruebas aportadas por
ésta.
En la declaración el acusado puede adoptar diferentes posturas:
− Negarse a contestar y ejercitar su derecho fundamental de no declarar (art.24.2CE).
− Responder sólo a las preguntas que le pueden convenir.
− Contestar exculpando su responsabilidad.
− Aceptar los hechos y cargos de los que se le acusa.
Declaración de coimputados.
La declaración de coimputados es relevante en caso de conexidad subjetiva y de delincuencia
organizada. Tiene una naturaleza imprecisa, puesto que no se puede conceptuar ni como
declaración del acusado ni como prueba testifical, aunque tiene mayor peso la condición de
acusado, lo que determina la no necesidad de juramento o promesa de decir la verdad, ni la
persecución por falsedad.
Valoración:
− Libre: posibilidad de operar como prueba de cargo, aunque es insuficiente para destruir
la presunción inocencia (precisa corroboración por otros medios TC-TS).
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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1 A excepción de la víctima o perjudicado, aunque sea acusador; debe valorarse la credibilidad, verosimilitud, la persistencia y la corroboración
por otros medios.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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− Protección policial (durante y después del proceso): incluso una nueva identidad,
proporcionarle medios económicos para cambiar de residencia o lugar de trabajo.
Procedimiento:
− Se realizará una citación por cédula. Aunque se podrán realizar citaciones verbales,
mediante periódicos oficiales u otros medios de comunicación.
− Deberá comparecer ante el órgano. Aunque caben excepciones:
o Se encontrarán exentos aquellos a los que le sea imposible (traslado al órgano o
auxilio judicial).
o Videoconferencia:
▪ Excepcionalmente por razones de utilidad, seguridad u orden público.
▪ Afecta a la contradicción o dificulta la inmediación.
o Examen del orden propuesto para las partes, sin comunicación entre sí.
o Juramento o promesa, salvo menores de 14 años.
o Declaración oral en presencia del órgano, las partes y respondiendo a viva voz.
o Preguntas generales de la ley como datos personales, parentesco, amistad,
enemistad y antecedentes.
o Se realizarán preguntas por la parte y el órgano. Aunque se pueden excluir:
▪ Preguntas capciosas.
▪ Cuestiones sugestivas.
▪ Aquellas que fueren impertinentes.
o El testigo declara como prueba anticipada o preconstituida, así se introducirá en
el juicio, realizando una lectura del acta de declaración.
Careo.
Consiste en enfrentar en presencia del órgano a los investigados y los testigos entre sí, unos
con otros cuando mantienen distinta versión hechos para intentar aclarar contradicciones.
Reglas:
− Se realizarán de dos 2 personas cada vez, a excepción de los menores.
− Será de utilización subsidiaria.
− Ante el órgano se leerán las declaraciones anteriores para pedir ratificación, dejando
constancia de las contradicciones e instando la aclaración.
Prueba documental.
Consiste en la aportación de información en soporte escrito, sonoro, visual e informático.
En cuanto a los supuestos:
− Serán aportados por la parte junto con la denuncia, querella o las calificaciones
provisionales al inicio del plenario en relación con determinados delitos:
o Injurias y calumnias por escrito.
o Delitos contra la Hacienda pública (acta de inspección).
o Falsificación de documentos.
− Documentos que fueron aprehendidos en reconocimiento judicial, en la entrada o en el
registro.
− Son resultado de las diligencias de investigación o de la prueba anticipada o
preconstituida:
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
Seara Fernández, Yedra
o Grabaciones de videovigilancia.
o Grabaciones de intervención de las comunicaciones o su transcripción.
o Actas de reconocimiento judicial u otras diligencias en relación con el cuerpo
del delito.
o Actas de las declaraciones del testigo o del investigado.
o Informes periciales solicitados en relación con el cuerpo del delito.
Su valoración será libre, previo examen directo del órgano.
Prueba de peritos.
Consistirá en la aportación de máximas de experiencia necesarias para valorar hechos o
circunstancias relevantes del proceso por medio de un informe o la comparecencia del sujeto
con especiales conocimientos científicos, técnicos, artísticos o prácticos, ya fuere titulado
(oficial) o no titulado (conocimientos especiales acreditados), llamado normalmente en
instrucción, debiendo disponer de informes en la vista para su contradicción.
Tiene el deber de comparecer, realizar el reconocimiento y emitir un informe, incurriendo en
una sanción en caso de incumplimiento.
Tendrán las mismas medidas de protección que los testigos.
Procedimiento:
− Su propuesta o designación se realizará entre los miembros de una lista (designándose
2 para los procedimientos ordinarios y 1 para los abreviados y 1 más que designe cada
parte, si fuere una prueba preconstituida), se realizará su llamada, procediéndose a su
comparecencia y prestando juramento, promesa o reconocimiento ante el órgano, el
Letrado o de la Administración de Justicia, las partes. Ello se realizará normalmente en
la instrucción, aunque excepcionalmente se puede producir en el plenario
suspendiéndose la vista.
− La redacción del informe deberá contener:
o La descripción de la persona, objeto y su estado.
o La relación detallada de las operaciones realizadas y su resultado.
o Las conclusiones que se formulen se realizarán en atención a máximas de
experiencia que poseen.
− Ratificación en plenario, conjunta en su caso. Ante una posible contradicción se
realizarán preguntas aclaratorias. Los informes deberán expresar la naturaleza, la
cantidad y la pureza de las sustancias estupefacientes, además, serán realizados según
protocolos de consideración de la prueba documental.
Por lo que respecta a la abstención y recusación:
− Causas:
o Parentesco hasta cuarto grado con alguna de las partes.
o Que tenga interés directo o indirecto en la causa o semejante.
o Amistado íntima o enemistad manifiesta.
− Procedimiento (se realizará en la instrucción sólo si no puede repetirse en
reconocimiento):
o Planteamiento por escrito, acompañando a la prueba documental, proponiendo
la testifical.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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CALIFICACIONES DEFINITIVAS.
Una vez practicada la prueba y en atención a su resultado, las partes formulan sus conclusiones
definitivas.
Las conclusiones definitivas son unos actos de postulación a través de los cuales las partes
deducen definitivamente sus pretensiones, con arreglo al resultado de la prueba. En este
momento, quedará definitivamente fijado el objeto del proceso (tanto la pretensión penal como
la civil).
La forma de realización de las calificaciones definitivas dependerá del proceso en el que se
encuentre.
Si se estuviere en un procedimiento ordinario, serán escritas (si hubiere cambios importantes,
puede suspenderse para su elaboración); mientras que en el proceso abreviado y ante el
Tribunal del Jurado serán orales, dejando constancia en el acta.
Por lo que respecta a su contenido:
− En primer lugar, puede conllevar la retirada de la acusación, es decir, pedir la
absolución del acusado.
− También se podrán confirmar las calificaciones provisionales, elevándolas así a
definitivas.
− Se podrán introducir modificaciones no sustanciales, es decir, modificar la pena o el
título de condena, lo que no se podrá hacer será:
o Introducir hechos nuevos.
o Alterar la competencia objetiva o el procedimiento.
− Si hubiere un cambio en la calificación de grado o participación, o la introducción
de agravantes, en el procedimiento abreviado la defensa podrá pedir un plazo de hasta
10 días para preparar su defensa.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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− Que no lo han incluido en un determinado tipo del Código Penal; por ejemplo, el
Ministerio Fiscal ha calificado un hecho como homicidio y el Tribunal entiende que se
trata de un delito de asesinato, por lo que el delito no estará bien tipificado. En este
caso, se le notificará a la acusación, para que reconsidere su título de acusación.
− Lo planteará el Tribunal en aquellos casos en los que entiende que concurra alguna
eximente, agravante o un mayor grado de participación del acusado.
Las consecuencias de que el Tribunal plantee esta tesis, la parte acusadora podrá pedir la
suspensión de la vista hasta el día siguiente para poder analizar y debatir esa tesis que le ha
planteado el órgano jurisdiccional.
El planteamiento de la tesis permite al órgano jurisdiccional, si esta tesis es aceptada, condenar
por un título más grave que el que había sido objeto de debate. No por ello, por tanto, la
sentencia, dejará de ser congruente. Prueba de ello se tiene en el artículo 851.4 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal que concede la interposición del recurso de casación cuando se pene
un delito más grave que el que haya sido objeto de la acusación y el Tribunal no hubiese hecho
uso de la tesis de desvinculación.
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ESTRUCTURA Y FORMA.
La sentencia será el acto jurisdiccional que pone fin al proceso, resolviendo definitivamente
la cuestión criminal. Puede definirse como aquella resolución judicial que se dicta una vez
finalizado el juicio oral y resuelve en su totalidad el objeto del proceso. En la misma, también
se podrá absolver a la persona o personas acusadas o, por el contrario, se declara que ha existido
el hecho típico y punible, atribuyéndosele la responsabilidad de ese hecho a la persona o
personas, e imponiéndoles la pena o penas correspondientes.
Declarado el pleito visto para sentencia, el órgano debe dictar una resolución definitiva sobre
todas las cuestiones planteadas poniendo fin al juicio oral. Entre las notas esenciales debe
destacarse:
− Su carácter necesario: es la forma exclusiva para resolver las cuestiones debatidas en
juicio oral, a excepción del artículo 788.5, que establece el auto de inhibición por
incompetencia en atención de la pena.
− Naturaleza definitiva: resolución definitiva de fondo, no cabe la absolución en
instancia.
− Pronunciarse sobre todas las cuestiones planteadas (congruencia): pretensión penal
(absolución o condena, pena o medida de seguridad), pretensión civil (absolución,
condena, contenido) y costas (imposición según el criterio de vencimiento).
La decisión del signo de sentencia exige al juzgador la realización de dos juicios sucesivos:
− Uno histórico, donde determine la veracidad de los hechos acusados (es decir, si
existieron en virtud de prueba):
o Conclusión negativa (que los hechos no existieron) o una duda razonable (falta
o insuficiencia de prueba, lo que daría lugar a una sentencia absolutoria
cumpliéndose los principios de presunción de inocencia e in dubio pro reo.
o Conclusión positiva, es decir, el convencimiento más allá de toda duda
razonable de la existencia de todos o parte de los hechos, pasándose así al
segundo juicio, el lógico jurídico.
− Y otro lógico-jurídico en el que determinará si los hechos probados son subsumibles
en algún concreto tipo penal es decir si constituyen ilícito y, por consiguiente, conllevan
una sanción. Además, deberá señalar la calificación, el grado de ejecución, la
participación y la posible concurrencia de circunstancias modificativas de la
responsabilidad.
El ponente propone la sentencia a todos los magistrados que asistieron al plenario, allí
discutirán y votarán a puerta cerrada todas las cuestiones de hecho y de Derecho.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Forma.
En cuanto a la forma, una sentencia deberá ser: por escrito en el plazo desde el fin de la vista
oral. Este plazo será de 3 días en el procedimiento ordinario; 5 días en el abreviado y 3 en los
rápidos.
Se encuentra una excepción a esta norma general, y es que la sentencia puede ser oral en el
mismo acto de juicio con referencia somera a los antecedentes fácticos, jurídicos y al fallo. Por
ejemplo, el artículo 789.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que el Juez de lo
Penal podrá dictar sentencia oralmente en el acto del juicio. También sucederá lo mismo en los
procesos ante el Tribunal del Jurado, es por ello que el artículo 67 de la Ley Orgánica del
Tribunal del Jurado establece que la sentencia absolutoria se puede dictar de manera oral por
el Magistrado-Presidente.
La documentación de la sentencia oral será incorporada al acta a través de un resumen del
Letrado de la Administración de Justicia que se adjuntará en un posible anexo; su redacción
posterior corresponderá al órgano, debiendo coincidir íntegramente con la oral.
Estructura.
Su estructura se encuentra en el artículo 142 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Por lo que,
en base a este precepto, la sentencia constará de:
− Encabezado: lugar, fecha y hechos que dieron lugar a la formación de la causa e
identificación de las partes acusadoras, las acusadas y del juez-ponente (o sólo del
magistrado si se dictare por un órgano unipersonal).
− Antecedentes de hecho: párrafos separados y numerados, donde se expresarán:
o La declaración expresa y terminante de los hechos probados, evitando la
contradicción, la ambigüedad, ciertas expresiones y conceptos jurídicos.
o Se hará expresa referencia a la prueba en que se fundamenta dicha
determinación.
o Las conclusiones o las partes tesis del órgano en su caso.
− Fundamentos de derecho, que, igual que los anteriores serán párrafos separados y
numerados, debiendo contener:
o Calificación penal de los hechos probados (tipo, participación, ejecución y
circunstancias modificativas), su justificación penal y jurisprudencial.
o Fundamento de la condena en costas y calificación de querella o denuncia
calumniosa.
o Expresa referencia a los preceptos legales que se estimen aplicables.
− Fallo:
o Condena o absolución de la pena y, en su caso, de la responsabilidad civil, así
como de las costas.
o Posible declaración de la denuncia o querella calumniosa.
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por la acusación y la defensa y lo manifestado por los mismos procesados, dictará sentencia
(art.741.1LECrim).
Ahora bien, la libre valoración de la prueba no quiere decir pura discrecionalidad o
arbitrariedad, sino apreciación y valoración de los diversos medios de prueba conforme a su
resultado, sin sometimiento a reglas legales previas, pero sí a las derivadas del criterio racional.
Por tanto, la libre valoración de la prueba significa la aplicación de las reglas del criterio
racional a la prueba percibida con las ventajas y garantías que proporciona la inmediación y la
contradicción.
El derecho fundamental a la presunción de inocencia (art.24CE) implica que el sujeto pasivo
del proceso es inocente hasta que se haya dictado contra él una sentencia de condena. El
juzgador debe alcanzar la certeza de la culpabilidad del acusado para dictar sentencia
condenatoria, y esa certeza debe ser resultado de las pruebas practicadas. La falta de prueba o
la insuficiencia de la misma conlleva la absolución del acusado, siendo el principio de
presunción de inocencia el que condiciona este resultado desde el punto de vista constitucional,
de manera que se trata de un verdadero principio del proceso penal.
Desde la Sentencia del Tribunal Constitucional 31/1981, se ha ido configurando su contenido
esencial. El derecho a la presunción de inocencia exige que para destruir esa presunción es
necesario:
a. Que exista actividad probatoria, de acuerdo con todas las garantías. La presunción
de inocencia requiere para ser enervada que un tribunal independiente, imparcial y
preestablecido por la ley declare la culpabilidad del acusado sobre la base de la
actividad probatoria, que deduzca la participación inequívoca del acusado en los
hechos, tras un proceso celebrado con todas las garantías (inmediación, contradicción,
publicidad y oralidad esencialmente). La regla general es que se entiende como prueba,
en la que el juez pueda fundar su convicción acerca de los hechos, la practicada en la
fase de juicio oral.
b. Que esa actividad tenga la consideración de prueba de cargo. Para que sea posible
la condena no basta con la mera existencia de prueba, sino que se precisa que ésta sea
de cargo. Ello significa
i. Que la prueba debe tener un contenido objetivamente incriminatorio, es decir,
de su interpretación resulte su culpabilidad, derivada de la comprobación de los
hechos subsumidos en el supuesto normativo delictivo, así como de la certeza
de la participación del acusado en los mismos; y
ii. Que dicho resultado responda a la verdad, referido este aspecto a la valoración
de la prueba.
c. Que la prueba de cargo 1 pueda considerarse como suficiente para fundamentar
un pronunciamiento de condena. La suficiencia no se refiere a la cantidad de pruebas
incriminatorias, sino a la entidad y cualidad que deben revestir los medios de prueba
que se practiquen.
Por su parte, el principio in dubio pro reo afecta a la valoración de la prueba, en cuanto supone
que prueba ha habido, pero no ha sido suficiente para despejar la duda o incerteza del juzgador.
1 La prueba de cargo es la prueba introducida por la acusación; mientras que la prueba de descargo la hará la parte acusada.
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Bloque II. Desarrollo del proceso penal.
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Esto es, cuando se ha practicado prueba de cargo, pero los hechos delictivos o la participación
del acusado no han quedado suficientemente acreditados manteniendo el juzgador una duda
sobre algún extremo, la Ley exige que se dicte sentencia absolviendo al acusado ante la duda,
en aplicación de la máxima de que es preferible la absolución de un presunto culpable, a la
condena de un presunto inocente.
Por tanto, la presunción de inocencia desenvuelve su eficacia cuando existe una falta absoluta
de pruebas, o cuando las practicadas no reúnen las garantías procesales. Es decir, si no hay
prueba de cargo razonable, suficientemente desarrollada y practicada de manera correcta, no
puede haber condena porque no se ha destruido la presunción de inocencia.
Sin embargo, si tal prueba ha existido, pero de ella no se deduce concluyentemente la
culpabilidad del acusado, existiendo una duda razonable, procede la absolución en virtud del
principio in dubio pro reo.