Garcia - 2018 - Historias de Cambio
Garcia - 2018 - Historias de Cambio
Garcia - 2018 - Historias de Cambio
Historias de cambio
El enfoque sistémico en acción
Historias de cambio
El enfoque sistémico en acción
616.89 García Martínez, Felipe E.
G Historias de cambio. El enfoque sistémico
en acción / Felipe E. García Martínez, Constan-
za Hernández, Pablo Arroyo, Rodrigo Mardo-
nes. – – Santiago : Ediciones Universidad Santo
tomás • RIL editores, 2018.
396 p. ; 23 cm.
ISBN: 978-956-01-0499-1
Historias de cambio.
El enfoque sistémico en acción
Primera edición: marzo de 2018
Sede Valparaíso:
Cochrane 639, of. 92
cp 2361801 Valparaíso
(56) 32 274 6203
valparaiso@rileditores.com
Sede España:
europa@rileditores.com • Barcelona
ISBN 978-956-01-0499-1
Derechos reservados.
Índice
Prólogo
Bismarck Pinto Tapia........................................................................19
Introducción.................................................................................23
9. Un volcán de rabietas.
Expresión de emociones desde la seguridad
Camila Pilquiñir Muñoz....................................................................59
1
Doctor en Psicología, Universidad de Granada, España. Académico, Universidad Católica
Boliviana «San Pablo», La Paz, Bolivia. Director del Centro de Desarrollo Personal, de
la Pareja y la Familia «Trasciende», La Paz, Bolivia.
19
Bismarck Pinto Tapia
20
Prólogo
Referencias
Bowen, M. (1966). The use of family theory in clinical practice. Comprehensive
Psychiatry, 7(5), 345-374.
De Shazer, S. y Dolan, Y. (2012). More than miracles: The state of the art of
solution-focused brief therapy. Nueva York: Routledge.
Ellis, A. (1989). Rational-emotive therapy. Itasca: FE Peacock Publishers.
Feixas, G. (1990). Evaluación familiar constructivista: La vertiente epistemo-
lógica, teórica y metodológica de un modelo integrador. Revista de la
Asociación Española de Neuropsiquiatría, 10(35), 487-506.
Framo, J. L. (1981).The integration of marital therapy with sessions with family
of origin. En A. S. Gurman y D. P. Kniskern(eds.), Handbook of family
therapy (pp. 109-150). NuevaYork: Brunner/Mazel.
Frankl, V. E. (2014). The will to meaning: Foundations and applications of
logotherapy. Nueva York: Penguin.
Haley, J. (1969). The power tactics of Jesus Christ and other essays. Nueva
York: Crown House Publishing.
Linares, J. L. (2012). Terapia familiar ultramoderna. Barcelona: Herder.
Medina, R. (2011). Cambios modestos, grandes revoluciones: Terapia familiar
crítica. México: Libro Red Américas.
Meichenbaum, D. (1977). Cognitive behaviour modification. Cognitive Beha-
viour Therapy, 6(4), 185-192.
21
Bismarck Pinto Tapia
22
Introducción
23
Felipe García, Constanza Hernández, Pablo Arroyo y Rodrigo Mardones
24
Historias de cambio. El enfoque sistémico en acción
La terapia sistémica tiene sus raíces a fines de los años 50, pero se
consolida en los años 70 con una nueva propuesta que da cuenta de la
complejidad humana, de la importancia de las relaciones y el contexto,
generando un giro epistemológico que abrirá insospechadas alterna-
tivas para la disciplina. Desde los nuevos aportes de la teoría general
de sistemas y la cibernética, así como del constructivismo, la terapia
sistémica logra desarrollar un itinerario en el que, en base a la indaga-
ción, diálogos entre expertos de distintas disciplinas y nacionalidades,
y la mirada desprejuiciada de los nuevos hallazgos en la psicología,
las ciencias humanas, la informática, la matemática, la física y el arte,
terminan consolidando un modelo de intervención que se encuentra
lejos de los paradigmas de causalidad lineal y biomédicos.
El enfoque sistémico plantea que, siendo el hombre una entidad
bio-psico-social, la posibilidad de presentar problemas puede entenderse
desde la forma en que interactuamos con las personas que nos rodean,
como la familia, la sociedad en general y nosotros mismos. En este sen-
tido, la comunicación, la narrativa, así como las pautas interaccionales
con lo que vamos viviendo a diario, pueden colaborar en que tengamos
una vida como la deseamos o no.
Así, el enfoque sistémico plantea que en la vida todas las personas
experimentamos dificultades que debemos superar, desde las más in-
significantes, como no tener los ingredientes para una receta de cocina,
a otras más complejas, como enfrentar un conflicto de pareja, familiar
o laboral. Estas dificultades de lo cotidiano exigen de nosotros opcio-
nes, estrategias y actitudes para poder resolverlas satisfactoriamente.
Este elenco de recursos con los que cada persona cuenta para sortear
los obstáculos de la vida esa prendido desde su grupo primario y sus
propios aprendizajes a partir de los dilemas a resolver desde la infancia
hasta la adultez.
De este modo, al intentar superar estas dificultades solemos echar
mano a aquello que aprendimos, ya sea para bien y resolver el obstáculo,
así como para mal, es decir, fracasar ante la dificultad. Frente al fracaso,
el enfoque sistémico señala que, probablemente debido al pobre elenco
de alternativas de solución, o bien debido al bloqueo que provoca la
frustración, la activación de emociones negativas y la ansiedad por no
resolver la dificultad, las personas tienden a repetir una y otra vez las
mismas soluciones intentadas fracasadas (SIF), aumentando la inten-
sidad o esfuerzo en ellas como si eso fuera a resolver las cosas. Lo que
inició como una dificultad de la vida da a luz un problema que parece
no tener solución.
Para el enfoque biomédico, algunas personas tienen una tendencia
innata, biológica, a entristecerse por las situaciones de la vida que no
25
Felipe García, Constanza Hernández, Pablo Arroyo y Rodrigo Mardones
26
Historias de cambio. El enfoque sistémico en acción
27
Felipe García, Constanza Hernández, Pablo Arroyo y Rodrigo Mardones
28
Historias de cambio. El enfoque sistémico en acción
29
Felipe García, Constanza Hernández, Pablo Arroyo y Rodrigo Mardones
Los autores
Referencias
García, F. y Schaefer, H. (2015). Manual de técnicas de psicoterapia breve.
Aportes desde la terapia sistémica. Santiago de Chile: Mediterráneo.
Garfield, S. L. (1989). The practice of brief psychotherapy. Nueva York: Pergamon.
Gazzaniga, M. (1999). El pasado de la mente. Santiago de Chile: Andrés Bello.
Maturana, H. (2002). La objetividad: Un argumento para obligar. Santiago
de Chile: Dolmen.
Rosen, S. (1992). Mi voz irá contigo. Los cuentos didácticos de Milton H.
Erickson. México: Paidós.
30
A mis alumnos y colegas, que me han obligado
a sistematizar ideas y me han nutrido
con sus propias experiencias. (FEG)
Alejandra Choque1
1
Licenciada en Psicología, Universidad del Valle, La Paz, Bolivia. Especialista en Psicología
Clínica Sistémica y Terapias Breves, Universidad Católica Boliviana, La Paz, Bolivia.
35
Alejandra Choque
36
2. ¿Sobreprotección
e hiperdependencia?
Felipe E. García2
2
Doctor en Psicología, Universidad de Concepción, Chile. Académico, Universidad Santo
Tomás, Concepción, Chile. Co-director general, Centro de Estudios Sistémicos CESIST,
Concepción, Chile.
37
Felipe E. García
38
2. ¿Sobreprotección e hiperdependencia? Uso del reencuadre...
ejercitar estas acciones por sí misma. Pero ahora que ya había aprendido
a cuidarse en el baño, era posible seguir aprendiendo otras conductas
de autonomía. Mi siguiente pregunta fue: ¿y ahora, con qué seguimos
avanzando? Y así fue que, en pocas sesiones, la niña ya estaba en per-
fectas condiciones de entrar a la escuela.
Prescindir de la estigmatización de la madre como «sobreprotec-
tora», reetiquetándola como «cuidadora» y asumir una postura cola-
borativa que consideraba a la madre como una experta en el mundo
de su hija y la mejor co-terapeuta que podríamos tener para ayudarla,
además de elogiar las capacidades reales de la niña para aprender,
fueron los ingredientes fundamentales que permitieron el éxito en esta
intervención tan simple.
De ahí mi aserto: «la culpa no es un motor que empuja hacia el
cambio, sino un peso muerto que impide avanzar».
39
3. Silencios que hablan
3
Psicóloga, Licenciada en Psicología, UNIACC, Santiago, Chile. Postítulo en Terapia
Sistémica Orientada a las Soluciones en Centro Sol Instituto, Santiago, Chile.
41
Bernardita García Sepúlveda
42
4. Cuando se esconde el dolor
43
Yasmín Bulnes Gallegos
44
4. Cuando se esconde el dolor. El proceso de duelo desde la mirada...
45
5. Dibujando una sonrisa, mil sueños
Andrés Rettamal5
5
Líder y coordinador, Dibujando Sonrisas, Concepción, Chile. Especialización en Risote-
rapia, The School for Designing a Society, Urbans, Illinois, EE.UU.
47
Andrés Rettamal
48
6. Lo que decidimos mirar
Anita me llamó –referida por el colegio de sus hijos– con una queja
poco habitual: le habían solicitado llevar a su hija menor, de ocho años,
a terapia porque presentaba una conducta masturbatoria –se frotaba
en la silla en la clase–, lo cual generaba un impacto en profesores y se
interpretaba como la causa de su mal rendimiento. Debido a esta queja
inicial, decidí citar a Anita sola la primera sesión para descartar un
posible riesgo de abuso. En la primera sesión, la madre venía con dos
carpetas llenas de informes psicológicos, neurológicos y pedagógicos y
esta no era la primera vez que acudía a un psicólogo. Luego de revisar
los informes y examinar la situación exhaustiva y explícitamente, quedó
descartada la posibilidad de un abuso.
Este proceso de descarte lo pude hacer gracias a mi formación
como perito en agresiones sexuales. Particularmente, en este caso las
herramientas que ocupé para evaluar la situación fueron la triangula-
ción de información contenida en informes, proceso terapéutico previo
de la menor y entrevista con la madre en conjunción con búsqueda de
información clave en casos de abuso, como posibilidad de ocurrencia en
los espacios que se desenvuelve el menor, existencia de relato o testigos
y valoración de sintomatología. Por lo que junto a Anita delimitamos
cuáles eran sus quejas y cuáles eran las del colegio. Anita señaló que
la queja del colegio era la conducta masturbatoria y manifestó que a
ella le preocupaba el tema del rendimiento académico de sus hijas, de
ocho y 13 años.
Desde la Terapia Breve Centrada en Soluciones (TBCS), al escuchar
la queja y el problema presentado por el sistema consultante –en este
caso, la familia y el colegio–, ocupamos la postura llamada leading
from behind (dirigir por detrás del sistema) y yo decidí no guiar la
6
Psicóloga Clínica, Universidad Central de Chile, Santiago, Chile. Postítulo en Terapia
Sistémica Orientada a las Soluciones en Centro Sol Instituto, Santiago Chile.
49
Sofía Carrasco Moraga
50
6. Lo que decidimos mirar. De la estigmatización hacia el poder de cambio
anteriormente, junto con plantar la idea sobre qué debe suceder para
avanzar en la escala.
A la sesión siguiente, la madre reportó que ambas niñas estaban
cumpliendo con sus quehaceres escolares y que cuando ella llegaba
del trabajo solo le tocaba afinar algunos detalles, por lo que todos se
sentían felices con el tiempo extra para «regalonear». Además, Anita
comentó que ya no había conductas masturbatorias y que en el colegio
estaban muy contentos con el trabajo de la familia. Le preguntamos a la
niña que cómo es que lo había logrado, frente a lo que ella manifestó:
«Es que me concentré, quise copiar en mi cuaderno con mis lápices y
entender lo que la profesora dice y lo hice». Hasta ella misma decidió
poner el foco de atención donde realmente valía la pena.
51
7. Encontrando una verdad oculta
7
Licenciado en Psicología, Universidad Autónoma de México, México. Maestría en Terapia
Familiar, CEFAP, Puebla, México.
53
Armando Quiroz Adame
54
7. Encontrando una verdad oculta. Un abuso sexual en una niña...
55
8. Hablando en un idioma
comprensible
8
Psicóloga, Universidad de Concepción, Fundación Ciudad del Niño, Concepción, Chile.
57
Mayari Schilling Carrillo
58
9. Un volcán de rabietas
9
Psicóloga, Universidad San Sebastián, Concepción, Chile. Fundación Ciudad del Niño,
Concepción, Chile.
59
Camila Pilquiñir Muñoz
60
10. El perro tortuga
61
Pablo Arroyo Bascuñán
62
10. El perro tortuga. Cuando el miedo es visto de otra manera
me dice que cuando vio la cara del perro comenzó a reír y a reír sin
parar y que más encima ahora el perro tenía puesto un gorro de payaso
y que su sueño continuó con la visita a un circo, porque un perro con
cara de tortuga se encontraría feliz en un circo. Luego de entrevistar a
la madre durante esa sesión y las siguientes no hubo reportes de miedos
nocturnos y cambios de cama.
63
11. Él no era malo, solo tenía miedo
65
David Ramírez Dzib
en saber cómo un pequeño tan tierno luchó contra un gato hasta eli-
minarlo sin importarle el daño recibido; porque a la vista resaltaba la
ternura de un pequeño saludable, cordial y de buen ánimo, dispuesto
a mostrar «sus heridas de la batalla» con ropa limpia y arreglada, ade-
más de usar ligeras gafas a su joven edad. Su joven historia criminal
contra los animales había empezado tres meses antes, al sacar un pez
de la pecera, acción que generó alarma, pero no lo suficiente para ir
más allá de explicarle que eso no se hace. Pero días después logró sacar
a todos los peces y dejarlos morir; lo reprendieron y castigaron, pero
al llegar el fin de semana sacó a la tortuga de su estanque, y lejos del
cuidado de los adultos la colocó boca abajo en varias ocasiones, hasta
que el calor y el cansancio dieron cuenta de la criatura. Su profesora
se alarmó tras contar el cuento de una borrega que sacó a sus críos del
vientre del lobo feroz, llenándolo de piedras para que no se pudiera
mover, pues Dany manifestó odio hacia los borregos y realizó un dibujo
donde pedía que murieran y ganara el lobo. En este tiempo lo llevaron
a consulta psicológica y al psiquiatra; incluso lo medicaron, pero aun
así al siguiente fin de semana en la reunión familiar se dio a la tarea
de cazar una gallina que corría y corría de sus ataques, resultando con
muchas heridas, pues cada vez que la atrapaba le intentaba torcer el
pescuezo. A otra le dañó irreparablemente un ojo a pedradas y con el
paso de los días organizaba a los primos y vecinos para ir de «cacería
de monstruos», como él los nombraba, y arremetía contra los insectos
y hasta los conejos de la vecina.
Dany es el primogénito y tiene un hermano de año y medio; am-
bos padres son maestros ocupados a tiempo completo y viven en una
comunidad no muy lejana de la capital del estado en Campeche, Mé-
xico, donde es muy común tener diferentes animales de patio (pollos,
patos, algún gallo) y mascotas como perros, aves y peces. Por lo tanto,
el pequeño estaba familiarizado con los animales domésticos. ¿Cómo,
entonces, empezó a querer eliminarlos?
Por lo ocupado que estaban sus padres, la abuela estaba a cargo
de recogerlo en días de clase; también convivía con los primos, quie-
nes viven cerca y eran más o menos de las mismas edades y a quienes
también atendía la abuela; por ello, los fines de semana generalmente
eran de reunión familiar, incluso desde tan temprano como el desayuno
después de misa. Como terapeutas sistémicos, invitamos a la abuela a
platicar sobre el noble esfuerzo para controlar a los pequeños, dado que
son varios y traviesos.Creemos que la respuesta que nos dio la abuela
constituye la médula de la situación que aquejaba a Dany.
La abuela, para mantener a raya a sus pequeños, les señalaba la
pecera o los insectos feos para asustar a los niños: «Este tomará vida
66
11. Él no era malo, solo tenía miedo. El niño que no amaba a los animales
67
12. La fuerza del vínculo
Trastorno oposicionista-desafiante
en la infancia
Pamela Ferreira12
12
Licenciada en Psicología, Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, Sucre, Bolivia.
Especialista en Terapia Sistémica y Terapias Breves, Universidad Católica Boliviana, La
Paz, Bolivia.
69
Pamela Ferreira
70
12. La fuerza del vínculo. Trastorno oposicionista-desafiante en la infancia
71
13. No quiero que me pregunten más
73
Constanza Hernández Sandoval
74
14. Me gustaría tener poderes
14
Psicóloga, Universidad Santo Tomas, Concepción, Chile. Psicóloga de la Escuela las
Higueras, Talcahuano, Chile.
75
Fernanda Pacheco Cerna
15
Un «café con piernas» es el nombre dado popularmente a una tienda de venta de café
atendido por mujeres que se visten con poca ropa
76
15. Sofía y las pataletas
16
Psicóloga, Universidad Santo Tomás, Concepción, Chile.
77
Nicole Vega Rojas
78
15. Sofía y las pataletas. Un cambio centrado en lo positivo
79
16. La invasión de furia
17
Psicóloga, Universidad San Sebastián, Concepción, Chile. Especialista acreditada en
Terapia Estratégica Breve, Concepción, Chile.
81
Andrea Rodríguez Campusano
82
16. La invasión de furia. Intervención para el manejo de la ira en niños/as
83
17. Derrotando a «Hulk»
18
Licenciada en Psicología, Universidad Católica Boliviana, La Paz, Bolivia. Psicóloga y
Asesora Familiar en Aldeas Infantiles SOS, La Paz, Bolivia.
85
Mónica Sebastián Pabón
86
17. Derrotando a «Hulk». Terapia narrativa en un niño con dificultades...
87
18. La historia de un fracaso
19
Psicólogo, Universidad de Las Américas. Académico, Universidad Santo Tomás, Concep-
ción, Chile. Co-director general, Centro de Estudios Sistémicos, Concepción, Chile.
89
Rodrigo Mardones Ibacache
90
18. La historia de un fracaso. La importancia del espacio privado...
91
19. La niña fantasma
Gisella, una niña de nueve años que cursa 4° básico, tenía serios
problemas para relacionarse con sus compañeros y compañeras, quedan-
do sola en la sala de clases durante los recreos, jugando con su tablet.
Su profesora jefe, preocupada porque en una ocasión fue la única que
quedó sin grupo de trabajo, decidió derivarla al equipo multidiscipli-
nario, pues además tenía problemas de aprendizaje.
Como ya me ha pasado, algunas profesoras exageran las conductas
de sus alumnos, por lo que comencé a observarla en los recreos, yendo
a la sala de clases, preguntándole a algunos compañeros cómo era la
relación que tenían con ella y cómo Gisella se comportaba con ellos
cuando no había un adulto presente.
Así fue como me fui acercando a ella. Noté que se veía triste y
siempre temerosa, mirando al piso y las manos en los bolsillos, y cuando
la saludaba ella solo miraba, sin responder.
Cité a la apoderada, pero esta no asistió. La profesora me había
comentado que esto sucedía cuando era citada al establecimiento. Con
este antecedente advertí que no tendría el apoyo familiar, por lo que
decidí implementar un enfoque psicoeducativo y realizar una inter-
vención grupal a través de un taller de convivencia escolar, con el fin
de mejorar los vínculos e integrar a la niña a su curso, todo mediante
trabajos colaborativos, esperando que esto también mejore su autoes-
tima escolar y a la vez sus resultados académicos, puesto que hasta ese
momento tenía cuatro asignaturas reprobadas.
En la primera dinámica debían nombrar cualidades de sus com-
pañeros y compañeras, lanzando una madeja de lana mientras iban
avanzando.Como era mi sospecha, la última que quedó fue ella y su
compañero no fue capaz de decir nada. Me angustiaba la idea de que
20
Psicóloga, Universidad Católica del Maule, Talca, Chile. Colegio Juan Ignacio Molina de
la Florida, Talca, Chile.
93
Camila Vergara Gómez
94
19. La niña fantasma. Intervención para problemas de convivencia
95
20. De villano a héroe
21
Psicóloga, Universidad Santo Tomás, Concepción, Chile. Coordinadora del Centro de
Estudios Sistémicos CESIST, Concepción, Chile. Psicóloga de la Fundación Ciudad del
Niño, Concepción, Chile.
97
Constanza Hernández Sandoval
se dejaba entrever durante toda esa primera sesión, la cual sirve tanto
para vincularse con el niño como para conocer aspectos relevantes de
su funcionamiento y temas de conversación favoritos.
Matías se castiga constantemente: «Siempre me equivoco en lo
mismo», «¡ay, que soy tonto!», «no puedo», «no aprendo», etc. Per-
cibo que tanto en su contexto escolar y familiar, dichas características
que el niño cree de sí mismo son reafirmadas. En el colegio no logra
desarrollar vínculos de amistad, dado que sus compañeros tampoco
tienen una opinión positiva de él, por lo que Matías se está formando
una idea de sí mismo basada en lo negativo, que incrementa la con-
ducta que su contexto desea «cambiar», debido a que el niño intenta
encajar en su entorno con mecanismos que no son lo más adecuados,
utilizando violencia, llanto, descontrol de impulso, explosión de rabia
con dificultad de regulación, etc.
La siguiente sesión junto a los padres del niño se basa por completo
en una metáfora que tiene por objetivo no culparlos por el discurso que
tienen sobre su hijo; les digo que la opinión que tienen de él es espera-
ble ante las dificultades que han tenido como padres. A continuación
les recalco la importancia de escarbar más profundamente en lo que
desean que su hijo no cambie, centrarse ahí y comenzar a relucir los tan
importantes recursos y aspectos positivos que tiene Matías para ayudar
al niño a conocerse a sí mismo desde una mirada positiva.
La metáfora era la siguiente: «Cuando el día está nublado, está gris
y lluvioso, no logramos ver el sol, las nubes lo tapan, lo esconden y no
dejan que se asome ni que brille como sabemos que lo hace; que nos
dé el calor de verano, que nos permita disfrutar un día en el parque o
en la playa… sin embargo, aunque el día esté gris, sabemos que el sol
está ahí, escondido, esperando que el día se despeje para que vuelva a
brillar y podamos disfrutar de él. Esto es lo que pasa con las caracte-
rísticas positivas de Matías, están ahí, en algún lugar, son muchas y nos
dan alegría igual que el sol, pero no las vemos porque están tapadas,
escondidas; debemos soplar estas nubes que las tapan para que podamos
verlas y contárselas a Matías y él también pueda conocerlas».
La metáfora causa el impacto esperado en donde los padres des-
pliegan una lista interminable de aspectos positivos de su hijo, cayendo
en un diálogo amistoso, cargado de alegrías y recuerdos de los logros
y actitudes hermosas de Matías que, según la reflexión de la sesión, los
padres no quieren que cambien, desean que se mantengan presentes
siempre en la vida de Matías.
Matías se visualiza distinto en el siguiente encuentro, con un sem-
blante más alegre, con una madre más confiada en los valores entrega-
dos, con un padre mucho más empático hacia las emociones de Matías
98
20. De villano a héroe. Intervención centrada en los recursos de un niño...
99
21. Víctima o protagonista
Técnicas de programación
neurolingüística
para enfrentar el acoso escolar
22
Psicólogo, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, México. Postítulo en Psi-
coterapia Breve Sistémica, Centro de Crecimiento Personal y Familiar S.C., Monterrey,
México.
101
Jorge Domínguez García
102
21. Víctima o protagonista. Técnicas de programación neurolingüística...
103
22. ¡Mamá/papá! ¡Ponme límites,
horarios y atención!
105
Francisca Miranda Hermosilla
colegio pre-escolar del menor, ella no tenía. Por otra parte, Nidia no
estaba muy presente, por trabajo, y no veía el problema conductual de
Martín en el hogar, ni entendía las razones de su comportamiento en
el colegio. Al indagar, reconoce que los niños se criaron principalmente
con los abuelos, de tal manera que la abuela es la que pone las reglas,
mientras que el abuelo es bastante permisivo, lo que evidenció una
confusión en los roles y una autoridad poco definidos para el niño.
Dado lo anterior, se realizó un trabajo terapéutico de dos focos,
tanto para mejorar las dificultades de regulación emocional y afectiva
de Martín –y su comportamiento en el aula– como para potenciar el
rol y la autoridad materna de Nidia.
El trabajo con Martín se fue dando a través del juego. El pequeño se
aburría con facilidad y eso puso a prueba todo mi ingenio para inventar
nuevas actividades en las cuales Martín pudiera mostrar avances. Una
de las sesiones que más disfrutamos fue la de reconocer las expresiones
faciales: llevé preparado un video de muchas caricaturas y, a medida
que pasaban, Martín debía imitar y decir en qué ocasiones se sentía
como el personaje del video. Esto me permitió, además, mejorar el
vínculo cliente-terapeuta: Martín llegaba a las sesiones más contento,
más dispuesto a trabajar y con muchas historias que contar. Paralelo a
esto se trabajó también el refuerzo de conductas empáticas, pro-sociales
y tolerancia a frustración a través de un juego de mesa creado por mí,
con etapas y premios en la cual jugábamos juntos.
Además, se le sugirió a Nidia empezar un proceso terapéutico con
otra psicóloga del CESFAM. Por las entrevistas que tenía conmigo, de
a poco fue siendo más consciente de la importancia de ejercer de me-
jor manera su rol como madre. Se realizó psicoeducación en cuanto a
estilos de crianza, la efectividad de los roles parentales y la necesidad
de establecer límites, normas de comportamiento y horario en el hogar.
A través de las sesiones, en conjunto con los avances de Martín,
Nidia fue capaz en forma paulatina de establecer horarios de dormir,
estudiar y de juego con la tablet, además de castigar más efectivamente
a sus hijos. Además, Martín mejoró su comportamiento en el colegio,
y aunque seguía siendo un niño muy inquieto, las demandas de las
profesoras disminuyeron considerablemente. Nidia, además, se veía
más feliz, menos cansada y más dispuesta a pasar tiempo con sus hijos.
Esto también mejoró la relación con sus padres, y en general hizo que
el ambiente en el hogar fuera más llevadero.
Si bien el comportamiento de Martín tuvo altos y bajos durante el
proceso terapéutico, al final de este pudimos ver notables avances. En la
última sesión se realizó una consejería con Nidia en la cual se le recalcó
106
22. ¡Mamá/papá! ¡Ponme límites, horarios y atención! Rescatando el rol...
107
23. El olvido de Juanita
109
Abraham Hernández Covarrubias
110
23. El olvido de Juanita. Una niña con bajo rendimiento escolar
111
24. Enfrentando a Jocaca
Renzo Acchiardi25
25
Psicólogo, Universidad de Las Américas, Concepción, Chile. Diplomado en Terapia
Sistémica Breve, Universidad Santo Tomás, Chile. Coordinador del Centro de Estudios
Sistémicos CESIST, Concepción, Chile.
113
Renzo Acchiardi
114
24. Enfrentando a Jocaca. Un ritual de sanación para superar la encopresis
115
25. La orquesta imaginaria
26
Coordinador de Centro de Terapia Familiar y de Pareja, Mexicali, México. Director de
TERAPSI INS., Mexicali, México.
117
Jorge Orozco Mendoza
118
25. La orquesta imaginaria. Utilización de metáfora y superación...
119
26. Mis amigas las muelas
27
Licenciada en Psicología, Universidad Veracruzana, Xalapa, México. Docente, Universidad
Autónoma del Carmen, Ciudad del Carmen, México.
121
Shiray González Pérez
122
Sección 2
Historias de adolescentes
Microprácticas narrativas
como ejemplo de resistencia
a los discursos dominantes
1
Psicóloga, Universidad de Concepción, Chile. Diplomada en Terapia Narrativa, PRANAS,
Concepción, Chile.
125
Andrea Salas Castillo
126
27. El joven que decidía guardar silencio. Microprácticas narrativas...
127
Andrea Salas Castillo
128
28. Protagonista de un libro
Intervención metafórica
con un adolescente víctima
de maltrato parental
2
Psicóloga, Universidad de Concepción, Concepción, Chile. Psicóloga de la Fundación
Ciudad del Niño Ricardo Espinoza, Concepción, Chile.
129
Ana María Muena Arellano
130
28. Protagonista de un libro. Intervención metafórica con un adolescente...
131
29. No me gustan los psicólogos
3
Psicólogo, Universidad Santo Tomas, Concepción, Chile. Coordinador del Centro de
Estudios Sistémicos CESIST, Concepción, Chile. Psicólogo de la Fundación Ciudad del
Niño Ricardo Espinoza, Concepción, Chile.
133
Pablo Arroyo Bascuñán
134
29. No me gustan los psicólogos. Respeto y autenticidad terapéutica...
135
30. Volverá a estar conmigo
Karry Irribarra4
137
Karry Irribarra
138
30. Volverá a estar conmigo. Mirada de recursos en un caso judicializado
139
31. La muchacha fenicia
Reelaboración terapéutica
en una víctima de violación
y malos tratos
5
Psicóloga, Universidad Mayor, Temuco, Chile. Docente, Universidad Autónoma de Chile,
Temuco, Chile.
141
María Loreto Peña Villanueva
142
31. La muchacha fenicia. Reelaboración terapéutica en una víctima...
sus heridas y ser guía para sus pares, además de claramente enseñarle
mucho a quien suscribe.
Tiempo después la bella muchacha fenicia egresó del programa
y pudo cruzar el cielo con un vuelo firme y más seguro. A ratos se
contacta con nosotros y su dupla tratante, hace refugio, nos visita en
el nido terapéutico y juntos nos maravillamos con sus proyectos. La
muchacha fénix está pronta a entrar a la universidad y ha planteado
querer estudiar trabajo social, psicología o educación parvularia con
el único propósito de cuidar a los niños y poder aportar desde su ex-
periencia de vida.
Sinceramente no me cabe duda que esa muchacha será una gran
profesional y un gran ser humano, llena de luz en el camino de los seres
con los que le toque trabajar.
Mencionar además que se usó el concepto de «muchacha fenicia»
porque justamente durante toda la terapia psicosocial se trabajó con
metáforas y analogías; de hecho, sigue siendo parte de nuestros juegos
del lenguaje.
143
32. De los efectos del abuso
al uso de recursos
6
Psicólogo, Universidad Autónoma de Chile, Talca. Coordinador Académico Internacio-
nal y Docente en Centro Latinoamericano de Psicología Positiva Aplicada (CELAPPA).
Director de Psicólogos Conectados Región del Maule (PSICOREMA), Chile.
145
Joaquín Sepúlveda Aravena
146
32. De los efectos del abuso al uso de recursos.
tus compañeros. Dime, ¿qué estás haciendo ahí? ¿Con quiénes estás?
Y cuéntame también: ¿cómo sabes que ya no tienes ese problema?».
Me era muy motivador como terapeuta poder observar su invo-
lucramiento con lo que estábamos haciendo, lo que se tradujo en su
comprensión de la propuesta. En consecuencia, él comienza a narrar
ese futuro que yo notaba que lo deseaba de forma próxima: «Me veo
jugando a la pelota [fútbol] con mis compañeros sin sentirme nervioso
cuando se me acercan compañeras a hablarme; me siento más seguro
al disertar en la clase… eso veo». Luego le pregunto: «Ahora cuénta-
me, ¿qué tuviste que hacer para lograr todo eso?», y me responde con
claridad: «Tomar la decisión de aceptar jugar con ellos aunque sea un
rato, aunque sea pidiendo a la profesora que mire al comienzo». Ya
comenzábamos a conseguir las importantes metas, a dar esos pasos
que, aunque quizás son pequeños para el lector, para Ignacio requerían
armarse de fuerza y valor.
Para contribuir al logro del objetivo mencionado anteriormente
tomé técnicas y ejercicios de la PsicoPos para las inter-sesiones. Por
ejemplo, Ignacio había comentado que le gustaba escribir (recurso), por
lo cual le propuse que construyera El diario del optimismo y gratitud,
donde iría registrando al menos tres días a la semana las cosas positi-
vas que atentamente tenía que observar en su vida cotidiana. Luego,
en sesión, analizábamos sus registros de la semana, los cuales me los
narraba con entusiasmo y donde yo elogiaba su dedicación y también
el hecho de la valoración positiva que hacía de situaciones que antes
eran poco destacables, como tener conversaciones con su padre y salir
junto a este.
Y así recuerdo cuando llegamos a una octava sesión, donde hubo
una cierta lógica terapéutica basada en conversaciones y técnicas
intra-sesión (TBCS) y ejercicios inter-sesión (PsicoPos), donde a veces
hacíamos un chequeo durante la sesión mediante pregunta escala del
cómo se iba sintiendo semana a semana y recordando en su momento
el difícil comienzo para motivarlo a seguir. Lo importante es que a es-
tas alturas ya decía «mis compañeros me hacen sentir muy bien; estoy
disfrutando de la escuela».
147
33. La ganadora
7
Psicólogo, Universidad del Desarrollo, Concepción, Chile. Psicólogo de la Fundación
Ciudad del Niño, Concepción, Chile.
149
Fernando Ignacio Silva Fernández
episodio, le comenté una frase que para ese momento no sentí el impacto
que generaría, diciendo: «No hagamos que esto nos gane; esto no nos va
a ganar», sin saber que posteriormente esta oración terminaría siendo
tan gravitante para la adolescente que tiempo después de terminar el
proceso terapéutico recibí un regalo que hasta el día de hoy atesoro y
que se resume en las siguientes palabras:
«La cicatriz que estaba abierta se ha cerrado, no del todo, pero
espero que pronto sea así. Esa persona se convirtió en mi amigo, que
de a poco me enseñó a ver la vida positivamente y que con su frase
que siempre me decía, “esto no nos va a ganar”, gracias a él me siento
una GANADORA».
Qué inspirador resulta para cualquier proceso terapéutico conseguir
cambios que permitan resignificar experiencias que, a pesar de lo limi-
tantes y dañinas que sean, siendo así percibidas en un principio, logran
reflotar sentimientos de triunfo que hacen de cada desafío diario una
nueva oportunidad de sonreír, una inmejorable oportunidad para triunfar.
A continuación transcribo las palabras que me regaló esta ganadora
en una carta y de este modo comparto con ustedes el obsequio recibido:
150
33. La ganadora. Visión positiva con una adolescente víctima...
151
34. Impacto psicoemocional
de un secuestro
8
Psicólogo, Posgraduado en Orientación y Terapia Familiar y Thanatología, Certificado
por la Red Mundial de Suicidólogos y por la Fundación Francine Shapiro como Psico-
traumatólogo para Situaciones de Crisis y Casos de Desastre por EMDR de México.
153
Jose Oscar Aldana Torres
154
34. Impacto psicoemocional de un secuestro. Un intento por analizar...
155
35. Una familia que vuelve a nacer
9
Licenciado en Psicología, Universidad Católica Boliviana, La Paz, Bolivia. Docente, Uni-
versidad Católica Boliviana, La Paz, Bolivia. Psicoterapeuta en el Centro de Desarrollo
Personal, de la Pareja y la Familia «Trasciende», La Paz, Bolivia.
157
Percy Medrano Saavedra
158
35. Una familia que vuelve a nacer. Terapia familiar tras el secuestro...
159
Felipe García, Constanza Hernández, Pablo Arroyo y Rodrigo Mardones
160
36. Rescatar al planeta
10
Doctora e psicología, maestra en Terapia Familiar, docente y spervisora del Instituto de
la Familia, A.C., miembro del Grupo Terapia Narrativa Coyoacán, Ciudad de México,
México.
161
Diana Rico Norman
EL SAMURÁI
Por Diana Rico
Hace muchos, muchos años, en un lejano planeta, vivía el samurái
que gobernaba con inteligencia y corazón. Los habitantes del
planeta lo querían y respetaban porque era capaz de hacer los cál-
culos más complejos para resolver los problemas que enfrentaba
el planeta… Poseía un conocimiento y cultura enormes, producto
de sus largas horas de estudio, lectura y reflexión… Pero sobre
todo admiraban su gran corazón: era capaz de conmoverse con
las pequeñas cosas, como la sonrisa de un niño, un atardecer, un
beso, una caricia… y gobernaba con poderosos valores, como la
justicia, la prudencia, la templanza y la caridad.
Desde un planeta vecino, el viejo brujo MUR lo observaba con
un enorme telescopio y envidiaba el amor y la admiración que
le tenían los habitantes de aquel planeta al samurái. Cuando la
envidia lo invadía, cambiaba de color, se hacía verde… y como
la envidia era tan grande, se tornaba cada vez más verde.
El hechicero MUR pensó que tenía que hacer algo y decidió
preparar una pócima poderosa, que era capaz de viajar por el
espacio hasta llegar al castillo samurái.
Logró robarle al sol y a la luna, que eran tesoros invaluables
que poseía el samurái, y con ello la tristeza embargó su corazón.
La vida en el planeta cambió… Si bien el samurái seguía gober-
nando con justicia y siguiendo las directrices de una mente clara,
había algo que faltaba…
La pócima del brujo vecino había también afectado el agua del
planeta samurái y esta se trasminaba hacia el fondo del planeta.
Una sequía amenazaba con acabar con el planeta del samurái.
El brujo MUR tenía otros aliados poderosos y decidió mandarlos
al planeta del samurái. Eran INSO y DEP, que eran capaces de
luchar incansablemente. Tenían el poder de crecer impercepti-
blemente hasta apoderarse del samurái y de los habitantes de
su planeta.
162
36. Rescatar al planeta. Cuento terapéutico para el manejo de emociones
163
37. El pasado exitoso de la depresión
Cambio pre-tratamiento
en un adolescente
Enrique Puebla11
11
Licenciado en Psicología, Universidad de Magallanes, Punta Arenas, Chile. Director de
Carrera Área Humanidades y Educación, UTC INACAP, Punta Arenas, Chile.
165
Enrique Puebla
166
38. Un John Lennon adolescente
Triangulación patológica
y desvinculación imposible
en la adolescencia
12
Licenciado en Psicología, Universidad Católica Boliviana, La Paz. Máster en Ciencias de
la Familia, Universidad de Santiago de Compostela, España. Psicoterapeuta, Centro de
Desarrollo Personal, de la Pareja y la Familia «Trasciende», La Paz, Bolivia.
167
Ignacio Liévana Inchauste
iba por un camino hacia la aceptación, por lo que tampoco podía ser
eso. Me di cuenta que la causa era mucho más implícita y difícil de
identificar: era el juego relacional que tenía con la madre. Cuando tuve
un momento a solas con él, pude comprobarlo.
La triangulación es un fenómeno que siempre implica más de un
nivel generacional del sistema, y se produce a nivel relacional con alguna
finalidad, sea para ocultar problemas o por temas de poder. En el caso
de la triangulación patológica, el doble vínculo es protagonista, por lo
que es un tanto confusa. El hijo triangulado sufre confusión sobre las
lealtades, mandatos y expectativas fijadas en su persona. Además, no
está permitida la desvinculación; es decir, no se puede ser uno mismo,
sino cumplir las expectativas del otro(de los padres, generalmente).
Durante las sesiones, la madre de John le decía delante de mí que
podía hacer lo que a él le guste. Era muy complaciente y, sin embargo,
me llamó la atención la ambigüedad, ya que en el momento que él
expresó que le gustaría practicar meditación con el fin de relajarse, la
madre lo prohibió vehementemente, pues iba en contra de su religión.
Es decir, no podía ser quien quería ser o hacer lo que quisiera hacer,
como había sido mencionado; no había coherencia.
Frente a dicha acción yo cuestioné y puse en evidencia esta con-
tradicción e incluso en privado confronté a la madre, cuestionado la
importancia de la felicidad de su hijo versus su fanatismo religioso,
hacia lo cual la respuesta fue peor aún: ella sostuvo de manera tácita
que prefería estar presente en las sesiones, ya que estaba en una edad
muy influenciable y yo podía influirlo en cosas dañinas, pero que ella
estaba muy contenta con cómo estaba llevando la terapia y que con-
fiaba mucho en mí. Una vez más fue evidente la ambigüedad al decir
que confiaba en mí, pero que básicamente no confiaba en mí.
Si aplicamos nuestra empatía y por un momento nos conectamos
con el sufrimiento de un adolescente cuya madre se comunica y meta-
comunica con él de manera confusa y contradictoria, a partir de haber
creado un sistema comunicacional de doble vínculo, donde en palabras
se dice algo y en hechos todo lo contrario, podemos entender que este
fenómeno provoca rebeldía a niveles inmensurables para proteger su
alma y su existencia; o, por el contrario, someterse a las constantes
órdenes implícitas, en este caso de la madre, sobre cómo ser, cómo
vivir y cómo sentir, dejando escapar su propia existencia y su propia
forma de ver el mundo (en términos más técnicos, renunciando a su
desvinculación). Por eso, con ojos de terapeuta su rebeldía significaba
esperanza, y estaba protegiendo su ser.
Es importante al descubrir una triangulación de este tipo apuntar
a la desvinculación de la persona triangulada, enriquecer su propia
168
38. Un John Lennon adolescente. Triangulación patológica...
169
39. Tú no me entiendes
13
Psicólogo, Universidad Santo Tomas, Concepción, Chile.
14
«Copucha» se refiere a las habladurías en un barrio.
15
«Bajarle el perfil» se refiere a quitarle importancia a alguna situación.
16
No lo pesques» se refiere a «no le prestes atención» y «cabros chicos» se refiere a los niños.
171
Yonathan Moisés Barros Correa
con ella para buscar una solución o para dejar que la ayuden. Por su
parte, Alejandra confirma lo expresado por su madre mediante una
escueta afirmación, mostrándose reticente a colaborar.
Al momento de explorar la situación es Pilar quien manifiesta el
mayor interés en mejorar este problema, expresando cómo se llena de
una constante angustia, rumiación y pensamiento catastrófico por no
saber cómo acercarse a su hija sin que esta se aleje. Mientras la locuaz
muestra de preocupación materna ocurre, Alejandra se muestra indi-
ferente, sin hacer contacto visual, solo asintiendo con la cabeza de vez
en cuando.
Se le indica a Pilar que es necesario hablar con Alejandra a solas
y ver qué sucede. Inmediatamente su madre hace abandono del box,
le explico nuevamente a Alejandra que los tópicos que hablemos ella
y yo, como psicólogo, se encuentran regidos bajo el principio de confi-
dencialidad, así que no le comentaré nada específico de nuestra charla
a su madre, a no ser que esté en riesgo su vida, la vida de otro o que
lo considere relevante y ella me autorice a comunicarlo. La joven con-
sultante se muestra de acuerdo y comienza una fase social muy fluida,
en donde los problemas de expresión que la madre había referido con
anterioridad pareciesen no existir, por lo que gradualmente se pasa a
la exploración del motivo de consulta y del problema.
Ps: Ahora que te conozco un poquito mejor, dime: ¿qué pasa, por
qué vienes a sesión y cuánto hay de cierto en lo que tu madre me contó?
A: Lo que mi mamá te contó es cierto. No le digo nada y cuando
quiere acercarse a hablar me alejo o me voy a mi pieza.
Tras la exploración del problema en un par de sesiones posteriores,
pude pesquisar que este problema comunicacional madre-hija era el
resultado de reiterados intentos de acercamiento fracasados, por parte
de Alejandra hacia su madre, quien motivada por sus expectativas de
recibir una correcta orientación y ayuda para entender la complicada
etapa por la que atraviesa, obtuvo como respuesta una escueta norma-
lización: «Tranquila, hija; esto es algo de la edad. Ya se te pasará», la
cual comenzó a integrarse como una lectura de pensamiento en la joven.
A: No le cuento nada porque siempre me dice lo mismo… y eso
no me sirve de nada.
Ps: ¿Cómo te gustaría que hubiese sido la charla?
A: No lo sé… que me comprendiera mejor, que en lugar de tratarme
como a una niña mañosa, me hubiese hablado como a una persona con
un problema real, tal como los problemas que tiene ella o cualquier
otra persona.
Ps: ¿Has hablado sobre estos problemas con alguien que te haya
dado la respuesta que esperabas?
172
39. Tú no me entiendes. Cuando los problemas de los adolescentes...
173
40. Ping-pong
17
Licenciado en Psicología, Universidad Antonio Guillermo Urrelo, Cajamarca, Perú. Máster
en Terapia Familiar, Universidad Autónoma de Barcelona, España.
175
Juan Miguel Correa Martínez
176
40. Ping-pong. Elementos de apoyo y colaboración para una familia...
177
41. Escalada asimétrica
179
Ámbar Rioseco Brito
180
41. Escalada asimétrica. Relación madre e hijo posterior a la ruptura...
181
42. Sacar plata no es tan malo
19
Psicóloga, Universidad de Viña del Mar, Chile. Postítulo en Terapia Sistémica Orientada
a las Soluciones, Centro Sol Instituto, Punta Arenas, Chile. Psicóloga, CESFAM Mateo
Bencur, Punta Arenas, Chile.
183
Gabriela Pérez Vidal
184
42. Sacar plata no es tan malo. Foco en los recursos de un adolescente...
185
43. Destituyendo a Man
Uso de la externalización
en descontrol de impulsos
con un adolescente
Scarlet Baeza20
20
Psicóloga, Universidad Santo Tomas, Concepción, Chile.
187
Scarlet Baeza
188
43. Destituyendo a Man. Uso de la externalización en descontrol...
189
Felipe García, Constanza Hernández, Pablo Arroyo y Rodrigo Mardones
de mí los enojos y esa rabia. Para mí fue un gran alivio poder dejarte
atrás, saber que no te necesito; es algo que en verdad me hace respirar
aliviado y sé que cuando vengan esos impulsos tengo las herramientas
para que no vuelvas, Man.
190
44. Choque de culturas
Shirley Inchauste21
191
Shirley Inchauste
192
45. Permiso para decir no
Devolviendo el control
a adolescente con estado depresivo
por inseguridad personal
193
Shirley Inchauste
otros, y por sentir que debe complacer a los demás por sobre sí mismo,
todo esto con evidente frustración, rabia y tristeza. Finalmente termina
diciendo «nunca puedo decir no cuando alguien me pide algo; aunque
no lo quiero hacer, lo hago igual… y las personas que lo saben se apro-
vechan de eso, sobre todo en mi trabajo, el colegio y el preuniversitario».
«¿Qué sientes que pasaría si en alguna oportunidad dijeras no a alguna
solicitud?», le pregunté. «La otra persona se sentiría mal… creo; además,
pensaría cosas malas de mí, no me hablaría».
Era evidente la desmejorada autoestima y los altos niveles de in-
seguridad de este adolescente. No obstante, en aquel momento sentí
que era la oportunidad de poner a prueba las hipótesis personales de
mi joven consultante. La descripción que él hizo de este problema
específico estuvo tan empapada de una intensa emocionalidad que no
podía perderse en este constelar de ideas y palabras de la actual sesión.
En algún momento pensé que era una locura, principalmente porque
estaba a punto de prescribirle una tarea especialmente imposible para
él. De todas formas lo verbalice:
«Se me ocurre un ejercicio, algo así como un juego o una actividad
fuera de sesión, pero que es parte de este proceso. Lo haremos solo si es
que tú estás dispuesto, ya que es algo que podría resultar complejo, por
lo que si no lo logras de inmediato no te sientas decepcionado. En esta
oportunidad te quiero pedir que ante alguna solicitud de compañeros
de trabajo, colegio o preuniversitario respondas no, sin entregar justi-
ficativos, solo no, porque tú deseas que esa sea la respuesta. Lo harás
siguiendo el patrón de 3, 2, 1. El primer día negaras la tercera solicitud,
el segundo día negaras la segunda solicitud y el tercer día la primera
solicitud; el cuarto día inicia el patrón desde la tercera solicitud».
Su rostro reflejaba incertidumbre, miedo y nerviosismo; no obs-
tante, se da el tiempo para «digerir» la idea planteada. El adolescente
esboza una sonrisa y acepta, quizás no muy convencido, pero motivado
a probar. Posteriormente se especifica que la actividad debe cumplir
ciertas reglas:
1. Que sea con grupo de pares, a modo de evitar conflictos normativos
en actividad laboral con superiores y con docentes en contexto educativo.
2. No debe comentar que es parte de una «tarea», a menos que se
encuentre en peligro alguna relación interpersonal.
3. La negación no se debe justificar ante el solicitante; es decir, no
entregará explicaciones.
En la siguiente sesión no es difícil notar la expresión de entusiasmo
del adolescente. Antes de siquiera sentarnos en nuestros respectivos
puestos de terapeuta y consultante, comenta: «¡Lo hice!... dije que no…
al principio no sabía si hacerlo, pero luego solo lo hice, me perdí con lo
194
45. Permiso para decir no. Devolviendo el control a adolescente...
del patrón, solo dije que no cuando quería, no en orden… ahora saben
que puedo y me ven de otra manera; lo han notado y a algunos no
les gusta, pero en mi trabajo deje de ser empaque y ahora superviso...
Siento que todo cambió».
En las siguientes sesiones se trabaja en el reforzamiento de recursos
que este adolescente comienza a descubrir luego de derribar la barrera
del no, la barrera de la postergación personal, mostrando una correla-
ción directa con su estado de ánimo.
Como terapeuta he observado la importancia del dinamismo en el
proceso terapéutico, la necesidad de que el consultante «haga cosas»
entre sesiones que faciliten la comprensión de que el consultante es
responsable de su propio cambio, que será posible en la medida que se
muestre dispuesto a recorrer el o los caminos que el terapeuta propone en
el proceso terapéutico, caminos que ya están en la vida del consultante,
pero que quizás necesitan ser iluminados por alguien más.
195
46. Desempolvando el baúl
de los recursos
23
Psicólogo, Universidad de Concepción, Chile.
197
José Luis Suazo
198
46. Desempolvando el baúl de los recursos. Una reflexión acerca de cómo...
Para concluir, trabajar con esta consultante fue una experiencia muy
enriquecedora en la que pude percibir de forma práctica la utilidad de las
distintas técnicas sistémicas. Sin embargo, creo que el vínculo terapéutico
y el adecuado uso del lenguaje son los pilares fundamentales en los que se
cimentó la intervención. La externalización de los problemas, el trabajo
con metáforas y el engrosar la historia de los consultantes hacia una vida
preferida son fundamentales para fomentar la agencia personal y anclar
cambios significativos que perduren en la vida de las personas.
199
47. El autobús sin frenos
Externalización en un adolescente
con problemas de ansiedad
201
Lidia Andrea Sáez Fuentes
202
48. Cuando el bullying se convierte
en parásito
Tratamiento de adolescente
con historia de bullying
en contexto escolar
Rodrigo Altamirano25
25
Psicólogo, Universidad de Concepción, Chile. Diplomado en Terapia Sistémica Breve,
Universidad Santo Tomás, Concepción, Chile.
203
Rodrigo Altamirano
204
48. Cuando el bullying se conviete en parásito. Tratamiento...
con la explicación y dice que piensa mucho las cosas para hacerlas y
termina fracasando.
Para finalizar cuento la historia del «Elefante Encadenado», le digo
que reflexione sobre ella y le prescribo una tarea de exposición y auto-
registro bajo la premisa de «ir a buscar más y mejor información sobre
el parásito». Le digo que esa semana intente exponerse a situaciones
en las que aparecería el parásito, pero que esta vez permanezca lo que
más pueda y registre lo mismo de la primera sesión; entusiasmado,
acepta la misión.
En la tercera sesión señala que ingresó a una escuela de talentos
de la Universidad de Concepción, conociendo nuevos compañeros con
los que conversó sin miedo e incluso hizo bromas. Fue a su colegio,
conversó con la niña que le gusta y se enteró que el interés era mutuo;
también saludó a jóvenes que habitualmente lo molestaban. En general
enfrentó situaciones que antes lo hacían huir, pero ahora permaneció
para «investigar», entendiendo que nada malo ocurría al permanecer
y sentir nervios. En su hogar está estable emocionalmente, más simpá-
tico y comunicativo. Mantuve cara y gestos de asombro cada vez que
mencionaba cambios e hice preguntas del tipo «¿cómo lo lograste?» y
«¿qué hiciste distinto?».
Como devolución de la sesión le señalo: «Tengo la idea que esta
inseguridad te ha protegido, pues en momentos difíciles debiste sobre-
llevarlo y comenzaste a ser desconfiado, temeroso, y precavido, pero
piensa en un soldado en la guerra: el método que le salva la vida es la
“alerta máxima”, pudiendo estar cinco días sin comer ni dormir, aten-
to a cada sonido y cada cosa que se mueve, todo en pos de sobrevivir,
pero cuando termina la guerra y vuelve a su país, un día se va a dormir
junto a su esposa, y a las 23:30 hrs. llega un amigo a tocar la puerta;
el ex-soldado despierta bruscamente con “alerta máxima”, buscando
su arma entre la ropa; su esposa intenta calmarlo y este la golpea y
cuando se da cuenta lo que había ocurrido comienza a llorar… lo que
antes salvó su vida se vuelve un método obsoleto y un problema». Aquí
prescribo la escritura de una carta al problema: contextualizar quién
es Vicente hoy, agradecerle por cuanto quiera, darle argumentos por
los cuales no quiere seguir compartiendo su vida con él y finalmente
despedirse del problema.
En la cuarta sesión señala que no puede creer que tantas cosas bue-
nas le estén sucediendo. «Es como si fuera magia»: logró hacer amigos,
ha podido acercarse a su colegio sin problemas e inició un noviazgo
con la niña que le gustaba; su ánimo es estable y satisfactorio, y en su
hogar es más alegre, expresivo, cariñoso y seguro. Entendió que lo que
le ocurría solo estaba en sus pensamientos y recuerdos del pasado. Para
205
Rodrigo Altamirano
206
49. Ser mejor que hoy
Steve de Shazer
Hans: Bien, Víctor, pensando en que esta sesión podría ser muy útil
para ti, olvídate de los papás, de tus hermanos, del equipo de terapeu-
tas… (risas). Pensando en ti y en que algo podamos hacer juntos aquí
que te pueda ser muy útil, ¿qué te gustaría que conversemos?
26
Director General, Centro Latino de Terapia Breve Centrada en Soluciones, Trujillo, Perú.
Docente, Carrera de Psicología, Universidad Privada del Norte, Trujillo, Perú.
207
Hans Pier Jara Iglesias
208
49. Ser mejor que hoy. Pregunta de escala con un adolescente...
209
50. Re-descubriendo mis intereses
211
Pablo Concha Ponce
y desde ahí ver qué hacemos con eso», me comenta. Ese fue el mo-
mento donde mi curiosidad terapéutica me hacía esperar con ansias
lo que se aproximaba. «La verdad, Pablo, no me gusta la carrera, eso
mi familia no lo sabe, solo les conté en detalle una mentira, que es que
tengo dificultades en la integración e interacción con mis compañeros».
En ese momento logré darme cuenta del curso que tendrían nuestras
conversaciones.
Luego, y revisando en detalle su tarea, descubrí que su primera
carrera fue derecho, para luego cambiarse a psicología, de la cual hoy
estaba completamente decepcionada al no cumplir con sus expectativas
e intereses personales. La primera acción a realizar –según Claudia–
era dar a conocer esta noticia a su familia con la clara intención de
abandonar prontamente la universidad y luego pensar en qué dirección
continuar, contando para ello con un plan alternativo que necesitaba
darle forma.
La valentía que mostró al contarle a su familia que para ella la ca-
rrera ya no tenía sentido le permitió superar el miedo luego de pensar en
las múltiples formas de decírselo a sus padres, y una de ellas sería ahora
visitando al psicólogo. ¡Fantástica estrategia! Me sentí afortunado.
Ramón y Camila –padre y hermana de Claudia, respectivamente– se
tomaron muy bien la noticia, igual que su madre. Solamente manifesta-
ron sus miedos y preocupaciones sobre el camino que ella continuaría.
En el transcurso de las sesiones, y con Claudia mucho más tran-
quila tras sacarse un gran peso de encima, acordamos conjuntamente ir
re-descubriendo sus intereses personales y vocacionales, preparando el
recorrido de un nuevo camino, ahora más cerca de su plan alternativo
que había mencionado.
Exploramos sus soluciones intentadas que, con el paso del tiempo,
fueron intensificando su visión del problema y dando forma a una idea
de sí misma en términos de estar confundida, ser inmadura o débil
emocionalmente, todas ideas que mantuvo durante el proceso de cargar
con el secreto de su malestar y que poco a poco fueron cambiando en la
medida que comenzó a ver sus «pequeños» cambios a través de conver-
saciones en búsqueda de metas mínimas que dieran cuenta del avance
en el proceso que terminamos nombrando «re-descubrir mis intereses».
El proceso antes mencionado fue algo gratificante para Claudia y,
por supuesto, también para mí. Fuimos, desde sus recursos, descubriendo
ideas sobre su vocación, sus valores personales y la puesta en marcha
frente a la vida, lo que nos permitió –con el paso de un tiempo breve– ir
explorando los escenarios de vida preferidos en donde anhelaba verse en
un tiempo más. En ese proceso hubo preguntas tales como «¿qué cosas
pasarán para reconocer que tu decisión fue la correcta?» o «¿cómo se
212
50. Re-descubriendo mis intereses. Un caso de orientación vocacional
213
51. Vivaldi, Sonata 5 en Mi menor, Op 14.
28
Psicóloga, Universidad Pedro de Valdivia, Concepción, Chile. Psicóloga del Liceo Enrique
Molina Garmendia, Concepción, Chile. Psicóloga de Organizando Trans Diversidades,
OTD Sur, Chile.
215
Carolina Jara Muñoz
216
51. Vivaldi, Sonata 5 en Mi menor, Op 14. Historia de cómo abordar...
217
Carolina Jara Muñoz
Lo último que supe es que cuando le avisé que había terminado este
capítulo y que había olvidado cuáles eran las piezas que interpretó, me
las envió y dijo…
218
Sección 3
Historias de adultos
Tomoko Yashiro1
1
Docente de la Maestría en Terapia Familiar, Instituto Latinoamericano de Estudios de
la Familia A.C., Ciudad de México. Miembro del Grupo Terapia Narrativa Coyoacán,
Ciudad de México, México.
221
Tomoko Yashiro
222
53. Transformando discursos sociales
José, 35 años,
3° de primaria. Gloria, 34
Trabaja en años, estudios
el servicio de primaria.
de limpieza Ama de casa.
municipal.
2
Especialidad en Terapia Narrativa, Dulwich Centre, Adelaide, Australia. Maestría en
Terapia Familiar, Instituto Latinoamericano de Estudios de Familia A.C., México, D.F.
223
María Alejandra Usabiaga del Moral
224
53. Transformando discursos sociales. Diálogo terapéutico basado...
225
54. ¡A que no me atrapan!
3
Licenciada en Psicología, Universidad Veracruzana, Xalapa. Docente Universidad Autó-
noma del Carmen, Ciudad del Carmen, México.
227
Shiray González Pérez
228
55. Reencontrando nuestra familia
4
Psicólogo Clínico, Universidad de Chile. Postítulo en Terapia Sistémica Orientada a las
Soluciones en Centro Sol Instituto, Santiago, Chile.
229
Mauricio Garrido Fuhrop
230
55. Reencontrando nuestra familia. Terapia breve centrada en la solución...
231
56. Si tocaste fondo...
¡solo queda subir!
Rosario Zevallos5
5
Psicóloga, Universidad Femenina del Sagrado Corazón, Lima. Formación en Terapia Breve
Centrada en Soluciones, Centro Latino de Terapia Centrada en Soluciones, Lima, Perú.
233
Rosario Zevallos
234
56. Si tocaste fondo... ¡solo queda subir! Terapia Centrada en la Solución...
235
57. «Un buen baile es de a dos»
La co-construcción de objetivos
positivos como técnica terapéutica
6
Psicólogo, Universidad de Magallanes, Punta Arenas. Postítulo en Terapia Sistémica
Orientada a las Soluciones en Centro Sol Instituto, Punta Arenas, Chile.
237
David Fuenzalida C.
238
58. Diseñando el futuro deseado
239
Alonso Dávila León
240
58. Diseñando el futuro deseado. Trabajo terapéutico con orientación...
241
59. ¡No quiero hablar
con la psicóloga!
8
Psicóloga, Universidad Santo Tomás, Concepción, Chile.
243
Carola Hernández Rodríguez
244
60. No me daba cuenta
de lo fuerte que era
245
José Miguel Rubina
246
60. No me daba cuenta de lo fuerte que era. Trabajo terapéutico...
A lo que me contesta:
«Mi mami se fue en un jardín de flores maravilloso. Saludos». Alicia
no solo posee una fortaleza extraordinaria, sino que además es capaz
de ver positivamente lo que la vida le depara.
247
61. ¡Nunca imaginé estar aquí!
249
Pablo Concha Ponce
250
61. ¡Nunca imaginé estar aquí! Terapia sistémica breve...
251
62. La mujer que deseaba matar
a su esposo para ser feliz
253
Daniel De Jesús Ventura
254
62. La mujer que deseaba matar a su esposo para ser feliz...
255
63. Anita la coneja
Intervención estratégica
para el reconocimiento emocional
y autovaloración
12
Maestría en Terapia Familiar Sistémica. Universidad de Guadalajara e ITESO, México.
Psicoterapeuta e investigadora. Poder Judicial del Estado de Jalisco, México.
257
Karina Corona Pacheco
258
63. Anita la coneja. Intervención estratégica para el reconocimiento...
259
64. Si te llevo es para que me lleves
Ingrid Junge13
261
Ingrid Junge
262
64. Si te llevo es para que me lleves. El rol activo del consultante...
263
65. De la desesperación
a la creatividad
265
Adrián José Hinojosa
266
65. De la desesperación a la creatividad. Metáforas y lenguaje simbólico...
y se perdían a los lejos. Esta vez también lloró como quien tiene una
despedida dura, pero necesaria.
De a poco las auto-agresiones desaparecieron. Cada tanto sorprende
a su madre con un abrazo, ha dejado a su novio (pues no toleró más
infidelidades), consiguió trabajo y volvió a estudiar.
267
66. El lado brillante de la luna
15
Maestría en Terapia Familiar Sistémica, Universidad de Guadalajara. Coordinador del
Centro de Terapia Familiar y de Pareja CEFAP, Guadalajara, México.
269
Vicente Muñiz Juárez
270
66. El lado brillante de la luna. Primera entrevista en terapia breve...
271
Vicente Muñiz Juárez
272
67. Oyendo a dos voces
Sin duda este es uno de los casos que expone más claramente el
fenómeno de la colusión en una pareja de novios.
Sonia es una joven de aproximadamente veinte años que llega a
consulta describiéndose a sí misma como una persona triste, confundida
y desorientada. Había tenido problemas con su novio Félix, un muchacho
solo un poco mayor que ella; debido a los celos y desconfianza de él, Félix
le había prohibido que aceptara un trabajo, siendo para ella una anhelada
oportunidad de ejercer la carrera que había elegido, lo cual le permitía
poder ayudar a sus padres económicamente y realizarse personalmente.
La relación, que ya llevaba dos años de duración, se había caracteri-
zado desde su inicio por un afán de control y dominación de parte de él,
con una conducta restrictiva y prohibitiva que ella asumía como amor,
que la hacía sentir cuidada y protegida, encontrándose orgullosamente
convencida de que nadie más podría proporcionar tal seguridad. Pero, al
mismo tiempo, describía la rabia, el enojo, la frustración y la impotencia
que sentía en esos destellos de racionalidad, en donde podía identificar
que Félix, en nombre de la reciprocidad a tales beneficios de amor, cui-
dado y protección, exigía una constante renuncia a su ser y hacer, que
ella terminaba aceptando.
Ya habían pasado por varios intentos de ruptura por los mismos
motivos: la presión de Félix, la oposición de Sonia y finalmente su sumi-
sión. El miedo a equivocarse si terminaba la relación y no encontrar otro
hombre que le brinde los privilegios de un amor protector y proveedor,
como ella lo afirmaba, le generaban profundas dudas y una imposibilidad
de cambio que la mantenía dependiente a la personalidad paranoide de él.
16
Psicóloga, Universidad Católica Boliviana, La Paz, Bolivia.
273
Angélica Ramírez Terán
274
68. ¡En sus marcas, listos…!
17
Maestría en Psicoterapia Sistémica, Instituto Bateson de Psicoterapia Sistémica, Guada-
lajara, México.
275
Perla Montes de Oca
276
68. ¡En sus marcas, listos…! Terapia estratégica para el caso de una mujer...
277
69. Me han sido infiel
279
Raúl Alejandro Aráoz Cutipa
280
69. Me han sido infiel. Trabajo terapéutico en base a la reconstrucción...
281
70. Vestido para matar
19
Licenciado en Psicología y Magister en Docencia Universitaria, Universidad Privada del
Norte, Trujillo, Perú. Director académico, Instituto de Capacitación y Desarrollo Familiar,
Trujillo, Perú.
283
César Vásquez Olcese
284
70. Vestido para matar. Cómo las preguntas cambian la comprensión...
T: ¿Y los hombres?
P: Bueno, ahora que lo vemos mejor, no.
T: Entonces, si no lo hubieses descubierto, ¿tendrías alguna duda
o preocupación sobre su hombría, en base a lo que conoces de él?
P: No.
T: Ya. Aunque concuerdo contigo en que no es muy usual, y que
hasta puede ser impresionante el descubrirlo, ¿en qué medida sería un
problema el que tu esposo eventualmente se vista de mujer?
P: Bueno, aunque me suena raro decirlo, en nada... creo. Solo que
yo lo sé.
T: Claro. Entonces, para ver si te entiendo, aunque a veces le gusta
vestirse de mujer y saber eso puede ser muy impresionante, y hasta
chocante, la evidencia indica que su comportamiento es masculino, le
gustan las mujeres, siente fuertes deseos sexuales hacia ti… y también
hacia otras mujeres. ¿Es correcto…?
P: Sí.
T: Yque si tomaras su gusto esporádico por usar prendas femeninas
como una peculiaridad, que no afectó su vida en común sino hasta ahora
al descubrirlo, ¿crees que habría que hacer algo con eso que descubriste?
P: Hmm, pues supongo que no, pero tendré que hacerme a la idea.
T: Cierto.
P: Pero una cosa sí quiero.
T: ¿Qué será?
P: Que se compre su ropa y no use la mía…
A veces desempacar el problema, usando la curiosidad como abre-
latas, y viendo sus aristas e implicancias, puede ser suficiente para que
se transforme y disuelva. O casi.
285
71. «Cuando eres la ansiedad»
20
Psicóloga, Universidad de Concepción, Chile. Magíster en Psicología de la Salud, Univer-
sidad de Concepción, Chile.
287
Fernanda Mena Díaz
288
72. Cuidando al cuidador informal
21
Doctora en Psicología, Universidad Católica Boliviana, La Paz. Psicoterapeuta, Centro
de Desarrollo Personal, de la Pareja y la Familia «Trasciende», La Paz, Bolivia.
289
Vaneska Cindy Aponte Daza
290
72. Cuidando al cuidador informal. Apoyo emocional a una mujer...
291
73. Psicoterapia, música y sonrisas
Rehabilitación neuropsicológica
para un casode accidente
cerebro-vascular
293
Geraldine Aguirre Núñez
294
73. Psicoterapia, música y sonrisas. Rehabilitación neuropsicológica...
Fueron doce sesiones en las que pude ser partícipe de una excelente
rehabilitación de esta grandiosa persona que tuve la oportunidad de
conocer. El contacto físico realizado en los ejercicios de desplazamien-
to le ayudó mucho en recuperar la confianza en sí mismo para poder
caminar poco a poco, teniéndose a sí mismo paciencia y tolerancia.
Incluso me regaló un «gracias» cuando pudo recuperar la función de
la expresión verbal.
El proceso psicoterapéutico realizado nos brindó mucho más que
un estado anímico positivo para la rehabilitación integral del paciente,
logrando restablecer la motivación, la confianza y la comunicación no
verbal relacional.
295
74. Generando cambios con aceptación
297
Francisco Briones Araya
298
74. Generando cambios con aceptación. Empatía y aceptación...
299
Felipe García, Constanza Hernández, Pablo Arroyo y Rodrigo Mardones
300
75. El proceso de transformarse
de victima a bravucón
Oscar Urzagasti24
301
Oscar Urzagasti
pude observar que el miedo a su agresor volvía a estar presente y que ella
regresaba a ser aquella niña desprotegida e indefensa que fue secuestrada
en su adolescencia. Mariana manifestaba que volvía a recordar el miedo,
el temor a morir por aquel secuestro que sufrió y la vergüenza que le
generó el volver con el vestido hecho añicos, ensangrentada a su casa.
Sin embargo, empecé a preguntarle cosas fuera del problema, como
por ejemplo: «¿Qué línea de micro había tomado?». Ella me mira y me
dice desconcertada que «la línea 23»; «¿a qué hora?», insistí con mi
interrogatorio. Mientras ella se secaba las lágrimas, me respondió: «A
las 7:30 de la mañana». Volví a preguntar por el recorrido de la micro
y ella me dijo «del barrio Equipetrol al centro», y señala que ella lo
tomó justamente en el barrio Equipetrol en la parada 3. Entonces la
miré a los ojos y le dije: «Ahora tú sabes quién es él, dónde trabaja,
en qué línea de buses… y él sabe que tú lo sabes.Ya no eres una niña,
ahora eres una mujer y sabes quién es él (lo puedes reconocer) y él sabe
que tú no olvidaste su cobardía…», y a eso concluí: «Es él ahora quien
tiene que tener miedo de ti, Mariana; es él quien tiene que esconderse
de ti porque tú tienes el poder de enviarlo a la cárcel».
La reacción de Mariana fue una sonrisa que me retroalimentó y
me indicó que iba por buen camino en mi propuesta de reencuadre, así
que le propuse que jugáramos un poco con la imaginación. Le propuse
que nos pusiéramos a suponer qué hizo el chofer luego que ella lo en-
frentara. Mariana dijo: «Cierto, el maricón debe haber dejado la micro
botada y haber escapado por miedo a que yo lo ubicara en la parada
final de la línea de buses».
El cambio del lenguaje de Mariana era notable, pues en este se
muestra el cambio de la posición relacional frente al agresor: pasa de
ser víctima a estar empoderada. Meses después Mariana me vuelve a
visitar para pedirme que realizara un informe psicológico clínico para
el juez, pues llegó a sentar la denuncia por abuso sexual.
302
76. Una vida desafortunada
25
Maestría en Terapia Breve Sistémica, Centro de Crecimiento Personal y Familiar, Mon-
terrey, México. Psicoterapeuta, Consultorio Psicoterapéutico Nicte-Há, Coatzacoalcos,
Veracruz, México.
303
Gilberto Gómez Pérez
304
76. Una vida desafortunada. Intervención enfocada en la solución...
305
77. Con llorar no basta
26
Licenciada en Psicología y Magister en Salud Pública, Universidad Nacional de Trujillo,
Perú. Directora, Instituto de Capacitación y Desarrollo Familiar IFAMI, Trujillo, Perú.
307
Teresa Mendo Zelada
308
78. ¡Salud! Una paradoja
de dependencias
309
Andrea Borelli Kostic
Pedro tiene una pareja, María, con la cual lleva ocho años de rela-
ción. En una sesión María definió que cuando Pedro bebía se compor-
taba terco, mentiroso y peligroso debido a que carecía de autocontrol
y no sabía decir «no».
Durante las sesiones se externalizó el síntoma; se hablaba del
consumo y/o de los problemas a consecuencia del mismo. Se realizó
un análisis de los factores que precipitaron y sustentaron el consumo,
además de hacer énfasis en los actuales factores de riesgo: grupo de
amigos (especialmente los solteros y grupo de la universidad), tiempo
de ocio, ausencia de motivación y la falta de éxito del restaurante, que
genera en Pedro presión y estrés, sin mencionar la constante necesidad
de aprobación por parte de su padre.
A partir de identificar los factores y situaciones de riesgo, el alcohol
pasó a un segundo plano. Se hizo énfasis en el término salud, indagan-
do qué personas y/o situaciones son saludables en la vida de Pedro y
cuáles no. Se definió por saludable aquello que motiva a Pedro a sacar
lo mejor de él y no saludable a aquello que genera que salga lo que no
le gusta de él.
En ese momento Pedro comprendió que la relación con su padre
no era saludable, ya que era la persona a la que menos podía decirle
«no». Fue muy duro para Pedro darse cuenta que mientras más el pa-
dre lo incluía en sus decisiones y sueños, más buscaba él un escape en
el consumo del alcohol, reforzando así la posición de los padres que
veían a Pedro incapaz de emanciparse por su problema con la bebida.
Por lo tanto, Pedro redefinió el objetivo de consulta y se trabajó
en la desvinculación parental.
310
79. Milagrosamente sonriente
311
Joel Santiago Barreno López
312
79. Milagrosamente sonriente. Proceso de recuperación de un hombre...
no ha sido tan malo, y que me casé con él por amor, y es por ese amor
que sigo aquí». Aquel hombre, al escuchar las palabras que su esposa
acababa de decir, dibujó automáticamente la misma sonrisa que antes
ya había mostrado.
Recuerdo además que a medida que el proceso avanzaba se iban
encontrado muchas más pistas que fueron de gran ayuda para aquel
hombre, pero lo que también marcó un hito importantísimo en este juego
de ajedrez terapéutico fue introducir la pregunta del milagro, que crea
expectativas a futuro de aquello que la persona quiere alcanzar, pero
es curioso que aquello que se veía como milagro se convirtió en reali-
dades construidas a través de la cosmovisión de la persona. Recuerdo
claramente la pregunta que le hice: «¿Qué sería diferente cuando este
milagro ya ocurra?». Él nuevamente sonrió y dijo: «Todo cambiaría.
Mi vida sería otra».
A la mañana siguiente de esta conversación sobre la situación mi-
lagrosa me dijo: «Yo no sé qué paso luego de esa pregunta. Fue como
que sucedió un milagro y todo empezó a cambiar». Y como él me dijo,
«desde ese día mi sonrisa ya no se ha vuelto a borrar, hoy la puedo
mantener incluso sin que nadie la vea».
Ahora pienso en la importancia de prestar atención a los detalles,
dedicar todo el tiempo, esfuerzo y dedicación en escuchar lo que para
muchos es simple y sin sentido, ya que a través de eso se concibe el
cambio como un camino real y transitable, con acceso rápido a una
recuperación progresiva y enfocada en la familia y las garantías que
esta ofrece cuando se generan compromisos de participación.
Ha pasado algún tiempo y hoy puedo afirmar que el hombre de la
historia, desde que salió del centro de recuperación, ha sabido mantener-
se sin consumo y la relación con su esposa e hijos va mejor que nunca.
313
80. Traicionar el formato
29
Licenciado en Psicología. Universidad César Vallejo. Trujillo, Perú. Formación en Terapia
Breve Centrada en Soluciones, Centro Latino. Lima, Perú.
315
Igor Valverde Rodríguez
316
80. Traicionar el formato. Una sesión centrada en soluciones...
317
Igor Valverde Rodríguez
318
Sección 4
Historias de grupos
Intervención sistémica
para la convivencia escolar
1
Doctora en Pedagogía, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México.
Docente de Psicología y Terapia Familiar, Facultad de Estudios Superiores ZARAGOZA,
Universidad Nacional Autónoma de México.
321
Juana Bengoa González
primer nivel, traía consigo una carta (aparte de su gran enojo y palabras
altisonantes y amenazas), hecha con palabras recortadas de revistas y
periódicos, que decía textualmente: «Chaparra maldita, enana, te voy
a pisar, te crees mucho. Báñate, mugrosa, eres una copia sacada de
Tepito». Dadas las múltiples situaciones de violencia en nuestro país,
la madre tenía suficientes razones para estar preocupada y enojada.
En la oficina de la dirección, lo primero fue escucharla con aten-
ción, sobra decir con respeto. Una y otra vez nos expresó que su hija
estaba en peligro, que la podían secuestrar y que en las escuelas nunca
se resuelven estos problemas.Contesté que tenía mucha razón en sentirse
preocupada y en pensar todo esto acerca de las instituciones educativas
donde también se dan hechos de violencia muy graves. De tanto en
tanto yo miraba al director, que callado parecía desconcertado por lo
que yo decía (después me lo comentó). La señora fue bajando la voz y
tranquilizándose, así que le pude preguntar cómo consideraría resuelto
este problema y qué tendría que mirar para estar tranquila por la se-
guridad de su hija. Nos comprometimos con el director a llegar hasta
las últimas consecuencias. Entre otras cosas, pidió que se identificara a
la o las personas involucradas en la elaboración de la carta anónima.
Otro momento importante fue platicar con los chicos del grupo
en que ocurrió este evento. Recordé que en días pasados les hice una
pregunta: «¿Qué es lo que más les preocupa en la vida?». La respuesta
contundente fue: «Que algo malo le ocurra a mi familia». Les recordé
esa charla, los comentarios que se hicieron acerca de cómo evitar la
violencia, de que en nuestras manos está no perpetuarla. Las cosas con-
cretas que mencionaron fueron: respetar a los demás, lo que piensan,
cómo viven, sus gustos, platicar con alguien y buscar apoyo cuando se
sientan violentados, que podemos ser agentes de paz y bienestar. Les
pregunté: «¿Por qué las personas se vuelven delincuentes y violentas?».
Contestaron que seguramente no tuvieron límites o padres que los
corrigieran o los amaran.
Relatamos anécdotas de casos en los que las personas «se vuelven
malas o desorientadas», hablamos sobre el miedo y la sensación de
desprotección y comenté que eso podría convertirse en una sensación
diferente si respetamos a los demás. ¿Cómo podríamos ser una red
grande de apoyo? Una vez reflexionados estos puntos pregunté: «Si
en este grupo se pudiera perpetrar un acto violento, ¿qué harían? O,
si ya hubiera pasado un acto violento, ¿qué harían?». Respondieron
que tendrían que cuidar a quien está siendo violentado y castigar a
quien comete la falta.Negociamos si fuera mejor ayudar también a
quien violenta, porque probablemente tendrá sus razones y sería bueno
escucharlo y darle la oportunidad para corregirse; aceptaron la idea.
322
81. El curioso caso de la carta anónima. Intervención sistémica...
323
82. «Club de Detectives»
Paula Zavaleta2
2
Licenciada en Psicología, Universidad Privada Antenor Orrego, Trujillo, Perú. Psicóloga
Institucional, Colegio Seminario de San Carlos y San Marcelo - Colegio Histórico del
Perú, Trujillo, Perú.
325
Paula Zavaleta
326
82. «Club de Detectives». Propuesta anti-bullying centrada en soluciones
327
83. Silencios que hablan y preguntas
que abren caminos
3
Psicóloga, Universidad del Valle de Atemajac, Guadalajara, México. Maestra en Terapia
Breve Sistémica e Hipnosis, Centro de Crecimiento Personal y Familiar CCPYF, Guada-
lajara, México.
329
Miriam Zamora Mora
330
83. Silencios que hablan y preguntas que abren caminos. Taller con niños...
331
Miriam Zamora Mora
332
84. «Bum bum hace mi corazón»
Marta Campillo4
4
Licenciada en Psicología, State University of New York at Stony Brook, USA. Directora del
Centro de Atención Psicológica a la Familia CAPAF, Xalapa, México.
333
Marta Campillo
334
84. «Bum bum hace mi corazón». Taller para niños con historias de abuso
335
85. Pseudo-orientación en el tiempo
para rescatar recursos
Felipe E. García5
5
Doctor en Psicología, Universidad de Concepción, Concepción, Chile. Académico,
Universidad Santo Tomás, Concepción, Chile. Co-director general, Centro de Estudios
Sistémicos CESIST, Concepción, Chile.
337
Felipe E. García
338
85. Pseudo-orientación en el tiempo para rescatar recursos...
339
86. Disfrazarse de problema le dio vida
6
Licenciado en Psicología, Universidad del Golfo de México, San Andrés Tuxtla, México.
Especialidad en Terapia Familiar y Terapia Breve, Centro de Atención Psicológica a la
Familia CAPAF, Xalapa, México.
341
Esteban Villegas Velázquez
342
86. Disfrazarse de problema le dio vida. Taller narrativo...
343
87. «Despertares», el lugar
que transformó familias
Alejandra Carrillo7
345
Alejandra Carrillo
346
87. «Despertares», el lugar que transformó familias. Taller con jóvenes...
347
88. Ver oportunidades
en lugar de problemas
Bianca Iacoponi8
8
Psicóloga, Universidad Andrés Bello, Santiago, Chile. Postítulo en Terapia Sistémica
Orientada a las Soluciones en Centro Sol Instituto, Santiago, Chile.
349
Bianca Iacoponi
350
89. «Cómo han pasado los años»
9
Licenciada en Psicología, Universidad Veracruzana, Xalapa, México. Especialidad en Terapia
Familiar Sistémica, Centro de Atención Psicológica para la Familia CAPAF, Xalapa, México.
351
María Fernanda Díaz Sánchez
352
89. «Cómo han pasado los años». Taller narrativo con mujeres en duelo
profesional que fue en sus negocios, etc. Aquí María seguía llorando,
pero ya menos, y ya podía reírse al recordar alguna anécdota que vi-
vieron, aún con lágrimas, pero ya no era como al principio.
Finalmente, para la última sesión, llamada «contigo aprendí»,
además de cerrar el taller, se busca dar un sentido más de celebración y
alegría de haber podido compartir la vida del ser querido ausente con las
demás. Nos organizamos para hacer una pequeña convivencia y en ese
marco las participantes nos compartirían un poema, escrito o canción
que evocara en ellas la vida y lo vivido con su ser querido ausente. Una
de las participantes era músico de profesión y llevó ese día su teclado.
María, desde que se les encargó la tarea de que prepararán algo para
la última sesión, pensó en la canción para José, pero no aseguraba poder
cantarla, pues decía que no estaba segura de poder siquiera empezar a
hacerlo. Llego el día y todas fueron compartiendo lo que habían elegido.
María pasó al frente y pidió que la otra participante le apoyara con la
música de «Cómo han pasado los años», y antes de cantar derramó
unas lágrimas, tomó un respiro y comenzó; pudo cantarla completa y
muy bien –a pesar de las lágrimas que la acompañaron durante todo
el taller–, y al concluir experimentó una gran alegría de haberle podido
dedicar e interpretar una vez más esa canción a su amado José.
Las demás participantes le comentaron cómo fueron viendo su
transformación (que se fue dando igual en las otras mujeres) durante el
proceso del taller. Mencionaban que al llegar se veía triste y abrumada,
y que, en cambio, para ese día de cierre su cara era otra y lo comentaban
con agrado y emoción.
353
90. Compartiendo el dolor,
renaciendo en la esperanza
10
Psicólogo, Universidad de Las Américas. Académico, Universidad Santo Tomás, Concep-
ción, Chile. Co-director general, Centro de Estudios Sistémicos, Concepción, Chile.
355
Rodrigo Mardones Ibacache
356
90. Compartiendo el dolor, renaciendo en la esperanza...
357
91. El camino hacia el faro
359
Camila Soto Melín
360
91. El camino hacia el faro. Taller con familiares de pescadores...
pues fue el gran gatillador que permitió que las participantes lograran
identificar sus fortalezas y a su vez encontrar un espacio de expresión
emocional dentro del grupo, que en alguno de los casos durante años
no había tenido cabida para ser contado. Aquel fenómeno permitió
que las participantes pudiesen ampliar su mirada no tan solo en lo que
fue y significó la pérdida, sino que también de lo que ellas fueron y son
capaces de realizar, y cómo en momentos difíciles aquellos recursos
detectados pueden ayudarlas a enfrentar las tormentas que la pudiesen
afectar a futuro.
Como un aprendizaje de aquella experiencia en el desarrollo pro-
fesional cabe destacar la importancia de considerar la influencia de los
participantes del grupo de trabajo en el éxito de los objetivos que se
plantean en las sesiones, sobre todo en aquellos grupos en donde se
intenta empoderar a las personas en la búsqueda y reconocimiento de
sus propios potenciales, pues facilitan el reconocimiento y aceptación de
recursos que estando presentes muchas veces se encuentran implícitos
en las personas.
361
92. «Solo quiero mejorarme»
Igor Alvarado12
12
Psicólogo, Universidad de Chile, Santiago, Chile. Postítulo en Terapia Sistémica Orientada
a las Soluciones en Centro Sol Instituto, Santiago, Chile.
363
Igor Alvarado
364
93. Cómo lograr en una hora
lo que doce sesiones no pudieron
Quiero contarles una historia muy breve, tan breve como la terapia
a la que adscribo, cuya extensión no está determinada ni por la teoría
ni por mis propias preferencias, sino en la confianza que deposito en
los consultantes, de qué son capaces de explorar y sugerir soluciones
para sus problemas desde su propio mundo y de decidir hasta cuándo
desean mi colaboración.
La historia es sobre un taller que facilité para un grupo de 60 tra-
bajadores que buscaban el equilibrio entre trabajo y familia, afectados
por lo que la empresa identificó como «estrés». Como mi trabajo con-
siste en colaborar con las personas para diseñar sus propias acciones
descubriendo sus deseos, recursos y experiencias exitosas del pasado,
empecé pidiéndoles que se juntaran en parejas con alguna otra persona
que no conocían o conocían muy poco y se presentaran, señalando su
nombre, su área de trabajo, cómo estaba compuesta su familia y qué
era lo mejor que sabían hacer. Inmediatamente empezaron a aparecer
las primeras sonrisas y varios gestos de gratitud cuando recibían la ad-
miración del compañero o compañera: abrazos, sonrisas y palmadas en
el hombro. No hay mejor forma de empezar un trabajo: reconociendo
y compartiendo lo mejor que sabemos hacer.
El proceso continuó con una pregunta que compartí para empezar
a diseñar el futuro preferido: supongamos que al terminar este taller
logran alcanzar el equilibrio que están deseando entre familia y trabajo,
abandonando el estrés. ¿Qué sería distinto? ¿Cómo se darían cuenta
de que han alcanzado esto?
Nuevamente más sonrisas y un trabajo concentrado en imaginar
el futuro preferido para pasar a describirlo con detalle. Unos minutos
13
Psicólogo, Universidad César Vallejo, Perú. Master en Psico-oncología, Universidad de
Valencia, España. Psicoterapeuta y relator en www.ayalajorge.com, Lima, Perú.
365
Jorge Ayala Salinas
366
94. ¡Los chicos sí sienten!
14
Psicóloga, Universidad de Concepción, Chile.
367
Pamela Chávez Quintana
368
95. «El cofre mágico»
15
Psicólogo, Universidad Santo Tomás, Concepción, Chile. Docente de psicología, Liceo
Comercial Enrique Oyarzún Mondaca, Concepción, Chile.
369
Cristian Aguilera Sepúlveda
370
95. «El cofre mágico». Taller de autoestima con adultos portadores de VIH
371
96. «Encuentros»
Karen Colpari16
16
Licenciada en Psicología, Universidad Católica Boliviana, La Paz, Bolivia. Terapeuta de la
Defensoria de la niñez y adolescencia, Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, Bolivia.
373
Karen Colpari
los «buenos días», «las buenas noches» y uno que otro mensaje de
motivación, y así llegamos a armar papelógrafos con los adjetivos
positivos y negativos que habían escuchado y que se los habían apro-
piado. No puedo negar que me emocioné con algunas historias; todas
me provocaron admiración y también muchos cuestionamientos sobre
los sistemas en los que estamos inmersos.
La consecución de nuestros objetivos terapéuticos se vio sujeta al
tiempo de cada una, ya que la contención fue algo que tuve que apren-
der a realizar. Si bien existen muchas maneras de contener, realizarlo de
manera grupal es distinto y sin perder la intención de la sesión, pienso
que fue la parte que más me costó, ya que al inicio solía quedarme en
el testimonio de una sola persona, pero poco a poco encontré la armo-
nía y el balance para poder escuchar a todas sin sentirme inoportuna
o grosera.
Me parece importante mencionar que todas las mujeres del gru-
po además son madres y un momento clave del proceso fue cuando
conjuntamente pudimos realizar un análisis de manera integral sobre
la historia familiar, la identificación de mandatos y mitos familiares,
sobre los cuales manifestaron que no quieren seguir transmitiendo a
sus hijos. Fue evidente la liberación de las cargas y etiquetas a partir
del compartir sus creencias.
La elaboración de estatuas en colaboración con el grupo fue clave
para el proceso terapéutico. Pienso que promover el uso del cuerpo
en la terapia hace que las personas salgan de su zona de comodidad y
puedan jugar.
Cuando nos acercábamos al final realizamos el «árbol de nuestras
vidas», y nosotros como terapeutas también armamos nuestro árbol;
vieron pasar sus tormentas y las aceptaron, nos regalaron su dolor y
sus alegrías, así como también nos contaron sus fortalezas. Tres de ellas
durante el proceso encontraron trabajo y tan solo una nos dejó por
esta buena razón. Entonces así nos encontramos todos con la primera
despedida que tuvimos que enfrentar; hablaron también de sus pérdidas
y poco a poco se presentaban desde otra posición, una más saludable
y más tranquila.
Un momento para resaltar fue cuando todas criticaban al género
masculino –reproduciendo algunos estereotipos patriarcales–, pero
cuando se dieron cuenta que nuestro terapeuta era de género masculino,
recularon en sus posiciones, lo cual nos permitió abordar de manera
abierta y sin miedo un tema importante para combatir la violencia.
Hablamos de amor, trajimos la palabra y todas escribieron cartas
dedicadas a sus hijos, a sus amigas, a sus familias; encontraron amor
desinteresado en el grupo, el cual se mantiene hasta el día de hoy.
374
96. «Encuentros». Terapia grupal con mujeres víctimas de maltrato
375
97. Corresponsabilidad en los procesos
de violencia
Pedro Vilela17
17
Docente en la cátedra de Terapia de Pareja y Familia, Universidad Nacional de Piura, Perú.
Coordinador regional, Instituto Peruano de Orientación Psicológica IPOPS, Lima, Perú.
377
Pedro Vilela
378
97. Corresponsabilidad en los procesos de violencia. Taller con mujeres...
379
98. Los hombres también
necesitan hablar
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Magíster en Salud Mental Infanto-juvenil, Universidad Católica del Maule, Talca, Chile.
Académico, Departamento de Psicología, Universidad Católica del Maule, Talca, Chile.
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Gerardo Chandía Garrido
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98. Los hombres también necesitan hablar. Intervención con hombres...
necesitan espacios para expresar sus temores sin ser juzgados para
mostrar sus debilidades sin ser tratados de «poco hombre», de llorar sin
el prejuicio de ser vistos como «afeminados», de reflexionar en torno
a que todavía no somos capaces de desprendernos de estereotipos y
privilegios de género, pero que estamos en eso, que a través del diálogo
y la reflexión es posible intentar avanzar en convertir la relación entre
hombres y mujeres en relaciones con equidad donde cada uno tiene sus
particularidades, no pretendemos ser iguales, pero sí debemos intentar
tener los mismos derechos y oportunidades de desarrollo, que en hoy en
día generan en el hombre el seguir manteniendo una dinámica de poder
de la cual nos quedan probablemente varias décadas para despojarnos.
La idea está, interesados hay, lugares se están formando: solo hay que
mantener la convicción y entender que si logramos que las relaciones
entre las personas sea desde una dinámica relacional de equidad, las
dinámicas de violencia disminuirían considerablemente.
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99. «Estamos como el vino»
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Valeska Inostroza Iturra
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100. Lo único constante es el cambio
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Psicóloga, Universidad de Chile, Santiago, Chile. Directora Centro Sol Instituto, Santiago,
Chile.
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María Amelia Barrera
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100. Lo único constante es el cambio. Aprendizaje del modelo centrado...
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101. Lambert y colaboradores acuden
en auxilio
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Enrique Chávez Matos
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101. Lambert y colaboradores acuden en auxilio. Cambios inesperados...
393
Este libro se terminó de imprimir
en los talleres digitales de
Bismarck Pinto
ISBN 978-956-01-0499-1