Amémonos Unos A Otros, Así Como Dios Nos Ha Amado
Amémonos Unos A Otros, Así Como Dios Nos Ha Amado
Amémonos Unos A Otros, Así Como Dios Nos Ha Amado
ha amado.
Introducción:
Si había alguien que conocía el significado del verdadero amor ese era el apóstol Juan, no olvidemos
que en el Evangelio Según Juan se le llama “el discípulo amado”, y era así porque él había
Experimentado el verdadero amor de parte de nuestro Señor Jesucristo. Ahora, a través de todos
estos versículos que veremos hoy, podemos encontrar las características que distinguen al
verdadero amor, un amor que no se practica en el mundo, porque el verdadero amor proviene de
Dios.
Entonces podríamos decir que el amor de Dios es una decisión. Y lo podemos argumentar diciendo
que Dios elige amar de manera incondicional, independientemente de las acciones o méritos
humanos. Este tipo de amor es lo que caracteriza su naturaleza divina. La idea es que Dios elige
amar a la humanidad a pesar de sus imperfecciones y errores. Esto queda totalmente demostrado en
su obra redentora mediante el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario Juan 3:16-17
Entonces hoy hablaremos del verdadero amor ese que lo define el griego como “ágape” y que
describe al amor divino. A diferencia del amor humano que se describe como “Filial y Eros” y que se
caracteriza por que es condicionado, imperfecto, muchas veces sentimental y pasional por decirlo de
alguna manera.
Entonces comencemos…
Aquel que afirme amar a Dios debe amar también a sus hermanos: Amados, si Dios nos ha amado
así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. El mismo Señor enseño que sus discípulos
serian diferenciados porque se amarían los unos a los otros: “En esto conocerán todos que
sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”, (Juan 13:35). Para el
Apóstol Juan era inconcebible que alguien que se llamase a sí mismo cristiano o hermano y tuviese
odio en su corazón hacia alguno de sus hermanos.
Pero quiero ir más allá en el mandamiento de amar como Dios ama, ya que el mandamiento de amar
va más allá de amar a nuestros hermanos, familiares o amigos. El Señor nos pide también que
amemos a nuestros enemigos. Mateo 5:43-48
EL VERDADERO AMOR NOS HACE PERMANECER EN ÉL
“Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor
se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en
que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al
Hijo, el Salvador del mundo. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece
en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros.
Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”. 1 Juan 4:12-16
Podríamos decirlo de esta manera, el que ama a su prójimo y el que guarda sus mandamientos y
confiesa a Jesús como el hijo de Dios, tiene plena confianza que permanece en Dios y El en
nosotros.
Conclusión
En el texto que hemos leído hoy se resalta la importancia fundamental del amor de Dios en la vida
cristiana. El texto afirma que Dios es amor y que aquellos que aman reflejan la naturaleza divina. Se
enfatiza que el amor es el fundamento de la relación entre los creyentes y se nos manda a amarnos
unos a otros.
También el texto explica que el amor de Dios se manifestó enviando a su Hijo para ser el salvador
del mundo y los creyentes, al recibir este amor, deben compartirlo con los demás.
Finalmente se aborda la conexión entre el amor y el miedo, al indicarnos que el amor perfecto
expulsa el miedo y que aquellos que viven en el amor de Dios pueden enfrentar el juicio con
confianza.
Dios les bendiga amados hermanos.