Amémonos Unos A Otros, Así Como Dios Nos Ha Amado

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Amémonos unos a otros, así como Dios nos

ha amado.

Mensaje domingo 19-nov-2023 Ps. Claudio Ramírez.


Texto:1Juan 4:11
Contexto 1 Juan 4:7-21

Introducción:
Si había alguien que conocía el significado del verdadero amor ese era el apóstol Juan, no olvidemos
que en el Evangelio Según Juan se le llama “el discípulo amado”, y era así porque él había
Experimentado el verdadero amor de parte de nuestro Señor Jesucristo. Ahora, a través de todos
estos versículos que veremos hoy, podemos encontrar las características que distinguen al
verdadero amor, un amor que no se practica en el mundo, porque el verdadero amor proviene de
Dios.
Entonces podríamos decir que el amor de Dios es una decisión. Y lo podemos argumentar diciendo
que Dios elige amar de manera incondicional, independientemente de las acciones o méritos
humanos. Este tipo de amor es lo que caracteriza su naturaleza divina. La idea es que Dios elige
amar a la humanidad a pesar de sus imperfecciones y errores. Esto queda totalmente demostrado en
su obra redentora mediante el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario Juan 3:16-17
Entonces hoy hablaremos del verdadero amor ese que lo define el griego como “ágape” y que
describe al amor divino. A diferencia del amor humano que se describe como “Filial y Eros” y que se
caracteriza por que es condicionado, imperfecto, muchas veces sentimental y pasional por decirlo de
alguna manera.

Entonces comencemos…

EL VERDADERO Y PERFECTO AMOR SOLO PROVIENE DE DIOS.


“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios...” 1 Juan 4:7
Lo primero que debemos entender del verdadero amor es que este proviene de Dios y no existe otra
fuente en la cual lo podamos encontrar. El amor de Dios es la esencia de su carácter y naturaleza, y
está en completa armonía con todos sus atributos como la justicia, la santidad, rectitud, omnipotencia
y soberanía.
quiero recalcar que el amor de Dios no anula los atributos de su justicia, santidad y rectitud
cómo algunos piensan, ya que algunos argumentan y dicen que Dios no puede castigar ni mandar
a nadie al infierno porque nos ama y nos acepta como somos. Es claro que pensar de esa manera
es un error ya que el amor de Dios manifestado en la cruz nos dice que la paga del pecado es la
muerte. Dios llama a todo hombre al arrepentimiento y a la conversión de su vida, el amor de Dios
está disponible a todos los hombres, pero el que rehúsa y rechaza su voz se enfrentara a su justicia,
su ira y a la condenación eterna. “Dios es amor, pero también fuego consumidor”.
EL VERDADERO AMOR ES EXPERIMENTADO POR TODOS AQUELLOS QUE
HAN NACIDO DE NUEVO.
“…Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios;
porque Dios es amor”. 1 Juan 4:7-8
Una de las características del verdadero amor es que solo puede ser experimentado por aquellos
que han nacido de nuevo, es decir, por los hijos de Dios, aquellos que han experimentado una
autentica conversión a Cristo. Al nacer del Espíritu experimentamos el verdadero amor de Dios que
ha sido derramado en nuestros corazones Romanos 5:5, ahora conocemos a Dios por que amamos
como el ama.

EL VERDADERO AMOR ES SACRIFICADO.


“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al
mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a
Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. 1
Juan 4:9-10
De la misma manera como nuestro Señor Jesucristo se dio por nosotros, así nosotros debemos
darnos por los demás. Efesios 5:1-2 entonces andemos y practiquemos el amor de Dios.

EL VERDADERO AMOR SE PRACTICA CON LOS HERMANOS.


“Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros… Nosotros le
amamos a él, porque él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano,
es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien
no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su
hermano”. 1 Juan 4:11, 19-21

Aquel que afirme amar a Dios debe amar también a sus hermanos: Amados, si Dios nos ha amado
así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. El mismo Señor enseño que sus discípulos
serian diferenciados porque se amarían los unos a los otros: “En esto conocerán todos que
sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”, (Juan 13:35). Para el
Apóstol Juan era inconcebible que alguien que se llamase a sí mismo cristiano o hermano y tuviese
odio en su corazón hacia alguno de sus hermanos.
Pero quiero ir más allá en el mandamiento de amar como Dios ama, ya que el mandamiento de amar
va más allá de amar a nuestros hermanos, familiares o amigos. El Señor nos pide también que
amemos a nuestros enemigos. Mateo 5:43-48
EL VERDADERO AMOR NOS HACE PERMANECER EN ÉL
“Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor
se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en
que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al
Hijo, el Salvador del mundo. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece
en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros.
Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”. 1 Juan 4:12-16
Podríamos decirlo de esta manera, el que ama a su prójimo y el que guarda sus mandamientos y
confiesa a Jesús como el hijo de Dios, tiene plena confianza que permanece en Dios y El en
nosotros.

EL VERDADERO AMOR NOS BRINDA LA CONFIANZA DE LA VIDA ETERNA.


“En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio;
pues como él es, así somos nosotros en este mundo”. 1 Juan 4:17
Cuando el amor de Dios nos perfecciona podemos tener la plena confianza para enfrentar el juicio
final, porque, al vivir en el amor divino, nosotros como creyentes e hijos de Dios podemos tener la
seguridad de la gracia y salvación en el día del Juicio.

EL VERDADERO AMOR HECHA FUERA TODO TEMOR.


“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí
castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”. 1 Juan 4:18
Desde nuestra compresión y experiencia podríamos decir que el amor perfecto de Dios, manifestado
a través de la fe y la comprensión del sacrificio de Jesucristo, es lo que nos permite como creyentes
superar el miedo y vivir con confianza en la gracia divina. La idea es que cuando se comprende y se
experimenta el amor perfecto de Dios, el temor pierde su poder sobre nosotros.

Conclusión
En el texto que hemos leído hoy se resalta la importancia fundamental del amor de Dios en la vida
cristiana. El texto afirma que Dios es amor y que aquellos que aman reflejan la naturaleza divina. Se
enfatiza que el amor es el fundamento de la relación entre los creyentes y se nos manda a amarnos
unos a otros.
También el texto explica que el amor de Dios se manifestó enviando a su Hijo para ser el salvador
del mundo y los creyentes, al recibir este amor, deben compartirlo con los demás.
Finalmente se aborda la conexión entre el amor y el miedo, al indicarnos que el amor perfecto
expulsa el miedo y que aquellos que viven en el amor de Dios pueden enfrentar el juicio con
confianza.
Dios les bendiga amados hermanos.

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