Guia Capitalismo

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LICEO NACIONAL DE MAIPÚ

DEPARTAMENTO DE HISTORIA, GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES 2024


“Ser cultos para ser libres…” Poeta, periodista y político: José Martí
Selección y edición: J. L. Aguilar. L. Urrutia y J. Canales J

CURSO: COMPRENSIÓN HISTÓRICA DEL PRESENTE. 2024


HISTORIA CONTEMPORÁNEA. SIGLOS XIX y XX
EL CAPITALISMO Y LA DEMOCRACIA: EN EXPANSIÓN Y CONTRADICCIÓN

Poema: SOLO DE PIANO

Ya que la vida del hombre no es sino una acción a distancia,


Un poco de espuma que brilla en el interior de un vaso;
Ya que los árboles no son sino muebles que se agitan:
No, son sino sillas y mesas en movimiento perpetuo;
Ya que nosotros mismos no somos más que seres
(Como el dios mismo no es otra cosa que dios)
Ya que no hablamos para ser escuchados,
Sino que para que los demás hablen
Y el eco es anterior a las voces que lo producen;
Ya que ni siquiera tenemos el consuelo de un caos
-En el jardín que bosteza y que se llena de aire,
Un rompecabezas que es preciso resolver antes de morir
Para poder resucitar después tranquilamente
Cuando se ha usado en exceso de la mujer;
Ya que también existe un cielo en el infierno,
Dejad que yo también haga algunas cosas:
Yo quiero hacer un ruido con los pies
Y quiero que mi alma encuentre su cuerpo.

En: Poemas y Antipoemas,


De nuestro infinito: Nicanor Parra (1914-2018)

BALANCE DEL MUNDO MODERNO

1
A comienzos del siglo XX, la economía capitalista había alcanzado una gran
expansión, debido a los avances de la Segunda Revolución Industrial. Como
consecuencia de ella se produjeron importantes cambios sociales: la antigua sociedad
estamental dio paso a una sociedad de clases, según la cual, el mérito y la riqueza
condicionaban el status social de las personas.1

Las nuevas clases, proletariado y sectores medios, irrumpieron en el escenario


político, haciendo valer sus derechos. Muchos pensadores de la época rechazaban los
planteamientos de una sociedad burguesa que se enriquecía gracias a la explotación de
los trabajadores asalariados. Nacía así el movimiento obrero.

Por otro lado, el cambio de siglo –XIX al XX– vio nacer la producción y el
consiguiente consumo masivo, de la mano con la publicidad. La expansión del confort, el
empleo del ocio y el tiempo libre se manifestó en la popularización del teatro y los
deportes. El nacimiento del telégrafo, y más tarde del teléfono, mejoró las
comunicaciones entre las personas que se encontraban separadas espacialmente. Por
último, el surgimiento de la fotografía y del cine ayudó a registrar y grabar visualmente
distintos acontecimientos y fenómenos para la posteridad, ampliando los registros de la
memoria histórica.

En el plano político, el mundo occidental se dividía en imperios y gobiernos de


corte liberal (monarquías constitucionales o parlamentarias y repúblicas), los cuales
mantenían entre sí una gran competencia política, económica y territorial, que se
tradujo en alianzas diversas y en el desarrollo de una carrera armamentista sin
precedentes. A lo anterior se sumaron el crecimiento demográfico y los masivos
procesos migratorios transoceánicos, potenciados por la revolución de los transportes. 2

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

I. Respecto del capítulo madurez del capitalismo, buscamos que:

a) Conozcas los cambios que se desarrollan en la actividad industrial, ligados al


desarrollo tecnológico, a la organización del trabajo y a la concentración del capital y la
producción.
b) Comprendas la expansión demográfica en Europa en la segunda mitad del siglo XIX,
identificando los factores que la impulsaron.
c) Identifiques el crecimiento urbano a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, y los
cambios que presentan las ciudades, respecto de épocas anteriores.
d) Reconozcas y valores el desarrollo de los medios de transporte y su influencia en los
procesos migratorios internos y transoceánicos.
e) Conozcas las nuevas formas de vida que adopta la burguesía, y cómo estas inciden en
un mayor desarrollo de las artes, los deportes y la vida social.

II. Respecto del capítulo movimiento obrero, buscamos que:

1 Comentario profesores: Recordar las dinámicas de cambios históricos, nunca siguen un ritmo mecánico
homogéneo y simultáneo en todas las estructuras sociales. Es decir, algunas sociedades vivieron las
transformaciones de la modernidad entre fines del Siglo XVIII y las primeras décadas del Siglo XIX, mientras
otras sociedades tuvieron similares cambios un siglo más tarde. O incluso algunas sociedades todavía no
tienen similares dinámicas. Al interior de la propia Europa se pueden encontrar casos tan diferentes como
pensar y analizar las zonas del sur de España y compararlas con las zonas industrializadas de Inglaterra o
Alemania. Estada diacronía de las transiciones a la modernidad es una de las claves para comprender los
conflictos y diversidad de realidades en los procesos de la modernidad en su doble marcha de la democracia y
el capitalismo.
2 Comentario profesores: Los mecanismo de conflictos global, se comenzaron a acumular y mezclar desde las
últimas décadas del Siglo XIX entre las potencias que se repartían el mundo sin competencia, con la
particularidad que las guerras del Siglo XX, desde el conflicto ruso –japonés de 1905, iban a mostrar la
particularidad de ser de efectos globales y de reacción en cadena en los conflictos que podían desatar. Las
guerras del Siglo XX sumaron la potencialidad industrial, a las dinámicas de nacionalismo chovinista y las
competencias de expansión de imperios, que buscaban asegurar áreas de control en el plano económico y
geopolítico. De esa forma ya en la primera década del Siglo XX, el mundo era un tablero de alianzas y conflictos
entrelazados, en lo que termino por ser un mecanismo de relojería que explotó en 1914.

2
a) Relaciones las condiciones de vida de los trabajadores después de la Revolución
Industrial, y el surgimiento de movimientos sociales y políticos, orientados a apoyarlos y
reivindicar sus derechos laborales.
b) Distingas entre socialismo utópico y científico, destacando la importancia política que
adquiriera el último.
c) Establezcas las diferencias entre marxismo y anarquismo, y sus proyecciones en el
desarrollo del movimiento obrero.
d) Conozcas las diferentes posturas ideológicas que se generaron para solucionar el
problema obrero o cuestión social.
e) Valores los avances establecidos en la legislación laboral, y reflexiones sobre las
condiciones que presentan en la actualidad.

III. Respecto del capítulo imperialismo, buscamos que:

a) Relaciones el Imperialismo con los nacionalismos desarrollados en Europa en el curso


del siglo XIX.
b) Reconozcas que la Revolución Industrial y la necesidad de materias primas y
mercados, constituyeron factores claves para comprender el Imperialismo.
c) Identifiques las principales potencias imperialistas, sus posesiones y la
institucionalidad desarrollada para administrar sus territorios.
d) Evalúes y reflexiones sobre las proyecciones que tuvo la expansión imperialista sobre
los pueblos colonizados.
e) Compares y analices la situación de América Latina durante ese período.
f) Conozcas las nuevas potencias imperialistas que surgen a fines del siglo XIX.

LA MADUREZ DEL CAPITALISMO


El liberalismo político y económico
A fines del siglo XIX, el liberalismo había alcanzado su madurez tanto en su
vertiente política como en la económica, lo cual, en el ámbito político, se expresaba
mediante la instauración de sistemas liberales constitucionales en Europa Occidental,
Estados Unidos y algunos países de América Latina. Esto supuso mayores grados de
participación cívica y política, aunque no se pudiera hablar aún de regímenes
democráticos.

En el ámbito económico, la producción industrial se realizaba a mayor escala, lo


cual suponía una repercusión importante en la expansión del comercio exterior y de las
finanzas; surgieron los créditos de consumo, ampliando así la demanda de los nuevos
productos industriales de mayor valor. El desarrollo económico de cambio de siglo
estaba enmarcado en el contexto del liberalismo económico, doctrina cuyo principal
representante, Adam Smith (1723-1790), planteaba que el mercado era el motor del
proceso económico, el cual se regulaba a sí mismo por el libre juego de la oferta y la
demanda. Por tal razón, el Estado no debía intervenir en dicho proceso.
Por otro lado, en este contexto, Thomas R. Malthus (1766-1834), lanzaba “teoría
de la población” en la cual señalaba que la población crecía en progresión geométrica
mientras que los alimentos lo hacían en progresión aritmética, lo cual era negativo para
el progreso de la sociedad. Responsabilizaba a la clase obrera de este desmedido
crecimiento demográfico; así, había que incentivar el control de la natalidad,
disminuyendo toda ayuda social desde los municipios o el Estado, para forzar su
disminución. Constituye una nueva forma de regulación de la población desde las
necesidades del mercado.

ACTIVIDAD 1.
Lee las siguientes fuentes históricas y responde las preguntas:
“Pero es sólo por su propio provecho que un hombre emplea su capital en apoyo de la
industria; por tanto, siempre se esforzará en usarlo en la industria cuyo producto tienda
a ser de mayor valor o en intercambiarlo por la mayor cantidad posible de dinero u otros
bienes... En esto está, como en otros muchos casos, guiado por una mano invisible para
alcanzar un fi n que no formaba parte de su intención. Y tampoco es lo peor para la
sociedad que esto haya sido así. Al buscar su propio interés, el hombre a menudo
favorece el de la sociedad mejor que cuando realmente desea hacerlo”.
Fuente: Adam Smith, La Riqueza de las Naciones, Libro IV, Cap. 2. Gran Bretaña, 1776.
“No veo manera por la que el hombre pueda eludir el peso de esta ley, que abarca y
penetra toda la naturaleza animada. Ninguna pretendida igualdad, ninguna

3
reglamentación agraria, por radical que sea, podrá eliminar, durante un siglo siquiera, la
presión de esta ley, (...) Si los alimentos no alcanzan para todos, un subsidio a los
pobres no puede aumentar su volumen, ya que lo único que puede traer consigo es el
aumento de la cantidad de pobres, pero en ningún caso más riquezas.”

Fuente: Thomas Robert Malthus, Primer ensayo sobre la población. Gran Bretaña, 1798.

1. Realiza una breve investigación sobre ambos autores y el contexto histórico en que
desarrollaron su obra.

2. Escoge un título para cada documento, expresando la idea central de cada uno de
ellos.

3. Señala de cada texto, tres ideas que permitan incluir a ambos autores como
representantes del liberalismo económico.

Desarrollo del capitalismo industrial

La segunda Revolución Industrial, desarrollada a partir de la década de 1870, tuvo


efectos de gran importancia en la expansión del capitalismo. 3 La industria textil y
siderúrgica, fue seguida de una gran diversificación industrial que trajo consigo la
incorporación de nuevas fuentes de energía, como la electricidad y el petróleo. Las
industrias más características de esta segunda etapa fueron: la química, la automotriz, la
armamentista y la industria electrónica, que alcanzó mayor desarrollo al entrar el siglo
XX, con la incorporación de maquinaria de uso doméstico y la radiofonía.

Por otro lado, Inglaterra dejó de sustentar el monopolio de la industrialización, ya


que Alemania y Estados Unidos se perfilaban como los centros de gran protagonismo en
las nuevas industrias; la primera, con gran desarrollo de la industria química, y el
segundo, de la industria automotriz. En 1920, la manufactura de automóviles en Estados
Unidos llegó a convertirse en la industria de mayor tamaño del país. Millones de
americanos los adquirían.

Las nuevas industrias generaban la creación de otras, destinadas a abastecer de


insumos a las anteriores, o a satisfacer nuevas necesidades surgidas de ellas.

Ejemplo:
La industria automotriz se precisaba la construcción de carreteras, gasolineras,
etc. Surgía así una larga cadena de producción de bienes relacionados.

El desarrollo tecnológico y los sistemas de trabajo aplicados a la industria, como el


taylorismo, permitieron producir en grandes cantidades, abaratar costos y acceder a un
mayor número de consumidores, dando origen a la producción en masa.

Henry Ford (1863-1947), industrial norteamericano, pionero de la industria del


automóvil, fundó en 1903 la Ford Motor Company, en la cual aplicó muchas de sus ideas,
basadas en la obra de Taylor, y que recibieron, posteriormente, el nombre de fordismo.
Sus elementos más característicos fueron: la línea de montaje, la producción en serie y
la estandarización de las piezas o partes de un producto. Otros aspectos de sus ideas
fueron el principio de la participación en los beneficios de todo el personal y un sistema
de ventas a crédito que permitía a todos sus trabajadores poseer un automóvil. Quizás la
frase más recordada de Ford sea aquella de: “El obrero es el mercado”. Con el objeto de
maximizar tiempo, costes y beneficios, ambos sistemas revolucionaron la producción
industrial.
Otra industria que tuvo rápido crecimiento y expansión fue la eléctrica. En la
década de 1920, dos tercios de los hogares norteamericanos contaban con electricidad.

3 Comentario profesores: Tener presente que las olas de la Revolución industrial, desde fines del XVIII se
fueron traslapando y potenciando unas a otras. A la par de generar una explosión de cambios sociales,
ideológicos y políticos que los creadores del telar mecánico o el motor a vapor, por dar un ejemplo icónico, no
eran capaces de dimensionar cuando introdujeron estas tecnologías en las esferas económicas de la
producción. Es viajando en el tiempo, reflexionar en nuestra época: ¿Qué áreas de la vida, en cualquiera de sus
esferas, no se ha visto afectada por la TIC (Tecnologías de la información y la comunicación)? Bueno así
“funcionan” los procesos históricos. Ustedes están “surfeando” o siendo arrastrado por la “cuarta ola de la
revolución industrial”. Para algunos autores la Inteligencia Artificial (IA) sería un punto de un nuevo y aún más
alucinante ciclo de cambios tecnológicos con impacto en todas las esferas de la vida.

4
En Europa, debido a los efectos de la guerra, el proceso fue más lento, pero
también produjo un gran impacto y efectos en la industrialización. De forma paralela a la
expansión de la electricidad se desarrolla la industria de electrodomésticos: lavadoras,
refrigeradores, etc., los cuales, paulatinamente ayudarían a mejorar el confort de los
sectores altos y medios de la sociedad, y a liberar tiempo a las mujeres para poder
dedicarlo a otras actividades. En los comienzos del siglo XX, surgieron otras industrias,
las cuales, con el correr de los años, alcanzarían mayor trascendencia y se convertirían
en una importante fuente de transmisión cultural; nos estamos refiriendo al fonógrafo, la
radio y el cine.

La nueva industria de comienzos de siglo, se aplicó a los transportes urbanos


dentro de las ciudades e interprovinciales: aparecen los primeros camiones y autobuses
que empiezan a competir con el ferrocarril. Por otro lado, la electricidad no solo da
mayor confort a los hogares y ayuda al desarrollo industrial, sino que permitió iluminar
las ciudades en crecimiento, y la utilización de nuevos medios de transporte: tranvías y
trenes subterráneos o metro. La construcción de aeroplanos comienza a abrirse espacio,
como un indicio de lo que sería, en el transcurso del siglo, la industria aeronáutica. Los
transportes marítimos tuvieron un gran desarrollo, con la aplicación de la energía a vapor
y más tarde a partir de energías derivadas del petróleo, trasladaron millones de personas
y mercancías entre los distintos continentes. El barco constituyó, antes de la masificación
de la aeronáutica, el medio de transporte que permitió la interconectividad mundial.

El desarrollo de los transportes permitió trasladar productos con mayor seguridad,


a más bajos precios y a distancias más largas, fue otro elemento que favoreció la
industrialización y el comercio tanto nacional como internacional en los albores del nuevo
siglo.

ACTIVIDAD 2.

La organización racional del trabajo

Taylor comprobó que en todos los oficios, los obreros aprendían la manera de
ejecutar las tareas de su trabajo observando a sus compañeros vecinos. Notó que eso
conducía a diferentes maneras y métodos de hacer una misma tarea, en cada oficio, y a
la necesidad de una gran variedad de instrumentos y herramientas diferentes en cada
operación. Como entre los distintos métodos e instrumentos utilizados en cada trabajo,
siempre existe un método más rápido y un instrumento más adecuado que los demás, es
posible seleccionar estos últimos y perfeccionarlos mediante un análisis científico y un
depurado estudio de tiempos y movimientos en lugar de dejar su selección al criterio
personal de cada obrero. Ese intento de sustituir métodos empíricos y rudimentarios por
métodos científicos en todos los oficios recibió el nombre de organización racional del
trabajo (ORT).
Para Taylor, el obrero no tiene capacidad, ni formación, ni medios para efectuar
un análisis científico de su trabajo y determinar racionalmente el método o proceso más
eficaz para ejecutarlo. Por lo general, el supervisor corriente deja al arbitrio de cada
obrero, la elección del método o proceso para ejecutar su trabajo, como una manera de
estimular su iniciativa. Sin embargo, con la administración científica se realiza un reparto
adecuado de responsabilidades: la administración (gerencia) se queda con el
planeamiento (estudio minucioso del trabajo del obrero y el establecimiento del método
de trabajo) y la supervisión (asistencia continua al trabajador durante la producción),
mientras que al trabajador solo le corresponde la ejecución del trabajo.

Fuente: F. W, Taylor. Principios y métodos de Gestión científica, USA, 1911.

1. ¿Cuál fue el principio base que sustentaba la teoría de Taylor?


2. ¿De qué manera influyó la aplicación de la ORT en el aumento de la producción?
3. ¿Cuál era el rol del supervisor o jefe de taller en la ORT?
4. ¿Qué proyecciones tuvo para los obreros este tipo de organización del trabajo?
Compárala con el trabajo artesanal de la Edad Media y la manufactura de los tiempos
modernos.
5. ¿En qué medida la producción en masa influye en el comercio internacional?

Los carteles

5
“En vez de ser un fenómeno pasajero, los carteles se convierten en una de las
bases de toda la vida económica, conquistan una esfera industrial tras otra (...). El gran
auge de fines del siglo XIX y la crisis de 1900 a 1903 se desarrollan ya enteramente por
primera vez –al menos en lo que se refiere a las industrias minera y siderúrgica– bajo el
signo de los carteles. Y si entonces esto parecía aún algo nuevo, ahora es una verdad
evidente para todo el mundo que grandes sectores de la vida económica son, por regla
general, sustraídos a la libre competencia”.

Lenin: El imperialismo, fase superior del capitalismo. Zúrich, Suiza, 1916. Ediciones
en lenguas extranjeras, Pekín, 1966.

La concentración empresarial
La necesidad de inversiones elevadas a la hora de financiar las innovaciones
tecnológicas y la renovación energética hizo perder competitividad a las pequeñas
empresas lo que redundaría en un proceso de concentración empresarial que puede
tomar distintas formas:
• El cartel: asociación de empresas que establece acuerdos con el fin de limitar la
capacidad de acción o eliminar la competencia de un determinado producto en el
mercado.
• El trust: constituido por la fusión de diversas empresas con pérdida de su
independencia productiva, comercial y financiera, en aras de la creación de una nueva.
Los valores entre los socios se reparten de acuerdo con el tamaño de las empresas
fusionadas.
• El holding: sociedad financiera con participación de diversas y variadas empresas en el
capital. En este contexto, se conformó una situación de mercado en la cual para un
producto, un bien o un servicio determinado, solo existe una persona o una sola empresa
(monopolista) que produce este bien o servicio.

El capitalismo financiero
Las finanzas reciben un gran impulso debido al gran desarrollo industrial.
Aparecen los créditos de consumo, con el objeto de ayudar a quienes deseaban comprar
bienes de mayor valor económico: automóviles, electrodomésticos, entre otros.
Esta expansión del crédito redundó, a su vez, en una mayor actividad industrial.
Por otro lado, las nuevas industrias, altamente capitalizadas, transaban sus acciones en
las bolsas de valores de los principales centros capitalistas del mundo: Nueva York,
Londres, Berlín, París, Tokio. La especulación financiera se transformó en un importante
y lucrativo resorte del sistema, pero suponía un alto riesgo económico.
El gran protagonismo del nuevo capital financiero ligado a la concentración
empresarial acabaron con el viejo capitalismo de libre iniciativa, caracterizado por la
dispersión del capital en numerosas empresas, algunas de ellas de carácter familiar, que
actuaban en competencia entre sí en un mercado libre. El nuevo modelo de capitalismo
monopólico o financiero, concentra el poder en pocas manos como resultado de la fusión
de empresas mediante la compra. Las empresas más pequeñas o más débiles
comenzaron a ser absorbidas por las más grandes. El nuevo capital monopólico ejercerá
gran control sobre los mercados, con lo cual la ley de la oferta y la demanda de Adam
Smith, dejará de ser el factor clave en la fijación de los precios de los distintos bienes.
La población en el cambio de siglo
La población europea continuaba con un crecimiento sostenido desde la segunda
mitad del siglo XVIII, pero que se acrecienta a fines del siglo XIX, alcanzando 300
millones de personas en 1870 y 460 millones en 1914, con una densidad de población
equivalente al doble de la de Asia. El aumento acelerado de la población fue el resultado
de la considerable disminución de las tasas de mortalidad, acompañadas de una
natalidad que se mantenía elevada.
El descenso de la mortalidad se debió a las mejores condiciones alimentarias y al
progreso en la medicina y la sanidad. Hacia fines del siglo XIX, se había descubierto gran
parte de las bacterias causantes de las enfermedades (malaria, tuberculosis, rabia,
cólera, difteria, entre otras). También se redujo la mortalidad infantil, con lo cual, la
esperanza de vida aumentó considerablemente. Por otro lado, la natalidad presentaba
tasas diferentes según el nivel de desarrollo y urbanización de los distintos países.

Crecimiento urbano

6
El crecimiento industrial y el perfeccionamiento de los medios de transporte
propiciarían un aumento del éxodo rural a las ciudades en la mayoría de los países
europeos. En el año 1914, el 76% de la población inglesa vivía en ciudades y
más de 44 de éstas tenían más de 100.000 habitantes. En Alemania, más del 64%
de las ciudades sobrepasaban esta cifra.

Como resultado de esto, en las ciudades se produjo un reordenamiento del


espacio y se mejoraron las infraestructuras. Las viejas murallas fueron demolidas y se
construyeron grandes avenidas para permitir una circulación más fluida. Ejemplo de esto
son los bulevares parisinos diseñados por el Barón Haussman, a fines del siglo XIX y el
plan de remodelación de Barcelona (ensanche) realizado por Puig-Cerdá. Estas se
convirtieron en zonas de residencia de la burguesía, mientras que los obreros
ocuparon los cascos viejos de las ciudades o las zonas periféricas de nueva construcción.
Las ciudades modernas establecieron un orden de segregación entre los distintos barrios,
según las clases o grupos sociales que los habitaban.

Los servicios urbanos mejoraron como resultado de los avances de la Segunda


Revolución Industrial: se incorporó luz eléctrica para sustituir los faroles iluminados a
gas, se asfaltaron las calles y se construyeron sistemas de alcantarillado. La
electrificación del transporte urbano permitió el desplazamiento de grandes masas de
personas por medio de los tranvías de superficie y poco después, de los transportes
subterráneos (ferrocarriles metropolitanos). Además de lo anterior, el uso del hormigón
armado permitiría la construcción de edificios de mayor altura.

El primer rascacielos del mundo fue construido en la ciudad de Chicago.


Antes de terminar el siglo XX, el rascacielos se había convertido en un símbolo de las
ciudades norteamericanas, un elemento característico de las zonas de negocios de las
distintas ciudades que llegaron a transformarse en símbolo de la ostentación y el
prestigio de la potencia económica estadounidense. En 1897, Nueva York había duplicado
la altura de los primeros rascacielos, los nuevos edificios, alcanzaban los 129 metros de
altura, con alrededor de 30 pisos.

Los rascacielos neoyorkinos fueron las casas matrices de los grandes trust
americanos. La ciudad industrial fue adquiriendo características propias, su rápido
crecimiento abarcó diferentes áreas: las zonas céntricas destinadas a las actividades
comerciales y financieras, rodeadas de barrios residenciales de la burguesía media y alta.
En el extrarradio, en las vías de acceso a la ciudad, se ubicaban las industrias, en torno a
las cuales fueron surgiendo suburbios, de autoconstrucción, de las poblaciones obreras.
En sus comienzos no contaban con ninguna regulación, hasta que con el transcurrir del
tiempo, los municipios y las autoridades centrales fueron normando y generando
soluciones para ordenar y regular su crecimiento.

Crecimiento de población en ciudades europeas y estadounidenses

Tabla Nº 1
CIUDAD 0 AÑO 1850 AÑO 1900

Londres 2.000.000 4.000.000

Madrid 280.000 539.000

Manchester 336.000 400.000

Roma 200.000 500.000

New York 612.000 3.437.700

Chicago 30.000 1.437.000

Lisboa 150.000 360.000

Milán 242.000 500.000

7
Fuente: Alonso, M. L. y otros. Historia contemporánea. Madrid: Everest, 1986.

Tabla Nº 1
• Realiza un gráfico de barra doble con la información de la tabla.
• Analiza la tabla, señalando las ciudades con mayor crecimiento.
• Establece dos factores que expliquen el rápido crecimiento de las ciudades de EE.UU.
• ¿Qué ciudades presentan un lento crecimiento? Intenta explicar a qué se debió.
Migraciones transoceánicas

Las migraciones a ultramar que tuvieron lugar a partir de la segunda mitad del
siglo XIX, se relacionaron estrechamente con la Revolución Industrial, el mejoramiento
de los transportes marítimos y el crecimiento demográfico europeo, cuyo excedente de
población, especialmente rural, encontró en la emigración a nuevos continentes una
posibilidad de escape a la presión demográfica.

En aquellos países con un proceso de industrialización avanzado, las industrias


absorbieron mano de obra del excedente poblacional, pero no era posible absorberlo en
su conjunto; por esta razón, muchos hombres y mujeres con sus familias debieron
emigrar, buscando mejores condiciones de vida. Fue el caso de Gran Bretaña, Alemania,
Suecia, Dinamarca, Francia e Italia, entre otros. En el caso de los países europeos
menos industrializados, con actividades predominantemente agrarias, como España,
Irlanda, Grecia, Portugal y los países de Europa del Este, la emigración permitió aliviar
las hambrunas y tensiones sociales provocadas por la crisis de subsistencia.

A lo anterior hay que agregar que el Colonialismo y el Imperialismo potenciaron la


emigración de importantes cantidades de población a sus territorios coloniales.

Finalmente, un número importante de población judía emigró desde Europa


Central y Europa del Este, debido a las persecuciones continuas de las que fueron
víctimas por parte de las autoridades de sus países de origen. Gran importancia cobraron
los Progroms en Rusia a través de los cuales, entre 1881 y 1917, se atacaron poblados
o ghettos judíos. El país que acogió la mayor cantidad de inmigración judía fue Estados
Unidos. En América del Sur, la región del Río de la Plata, especialmente Buenos Aires,
recibió numerosa población de origen italiano, español y judío.

Los principales países receptores de inmigrantes fueron Estados Unidos,


Argentina, Australia, Canadá y Brasil. Estados Unidos constituye una nación de
inmigrantes. Entre 1820 y 1890, alrededor de quince millones de personas ingresaron a
ese país. Provenían principalmente de Irlanda, Alemania y otros países del norte de
Europa. Hacía 1870, cien mil chinos también llegaron allí, y se instalaron en las ciudades
de la costa oeste. Entre 1890 y 1924, se produjo una segunda oleada de inmigrantes;
más de veinte millones de personas llegaron desde Europa, por motivos económicos y
religiosos.

“Yo soy el último de cinco hermanos. Si mi padre divide su granja entre nosotros,
ninguno tendrá suficiente tierra para alimentar nuestras familias. Si la entrega entera a
mi hermano mayor, yo no alcanzaré nada. Si ingreso a la armada del principado, podría
no estar vivo para lamentarme sobre la pérdida de la granja. No hay nada para mí aquí.
Necesito salir de este ambiente y encontrar un lugar pacífico donde tener mi propia
granja”.

Fuente: Karl, Prusia, 1840. www.monografi as.com

El triunfo de los valores de la burguesía


Para la burguesía, el tiempo transcurrido entre la Segunda Revolución Industrial y
la Primera Guerra Mundial, fue un período de gran crecimiento y expansión.
Lentamente se fue consolidando un sistema de valores acorde con su espíritu e
intereses. Hubo espacio para una vida social intensa, de fiestas, recepciones, ópera,
conciertos, teatro y práctica de deportes de manera continua y regular. Se consolidó la
idea de aprovechar y disfrutar los momentos de ocio. En esta época proliferaron los
balnearios y lugares de veraneo, centros de encuentro y reunión de las élites burguesas
de los distintos países.

8
La familia nuclear (padre, madre, hijos), se convirtió en la unidad central de
transmisión y consolidación del patrimonio de la familia. La casa familiar se convirtió en
el símbolo de poder y prosperidad. En ella había un grupo bastante grande de personas
que trabajaban en el servicio doméstico y también de tutores encargados de educar a los
niños. Al interior de ese orden familiar, las mujeres se dedicaban a la educación de los
hijos, la administración del hogar y la organización de actividades sociales; solo unas
pocas fueron profesionales o participaron de movimientos sociales y movimientos
sufragistas –lucha por el derecho a voto femenino– el cual crecía considerablemente en
las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos.
El confort y la estética pasaron a ser elementos importantes del estilo burgués,
y como consecuencia de esto, se vio favorecido el “consumo” de arte: arquitectura,
pintura, música, teatro. Por otro lado, el desarrollo tecnológico de la época permitió el
surgimiento de nuevas formas artísticas, como la fotografía y el cine.

La cultura del consumo

En épocas anteriores, la mayoría de las personas había consumido solo los bienes
necesarios para sobrevivir, tales como alimentos y vestuario. Al comenzar el siglo XX,
mejores ingresos para sectores importantes de población, precios más bajos y el
surgimiento de la publicidad, modificaron los estándares de consumo. Los avisos
publicitarios podían crear “deseos” sobre variados productos, más allá de las necesidades
básicas. La industria de la publicidad cobró cada vez mayor importancia: se realizaban
avisos publicitarios para todos los productos, desde maquinarias a artículos de aseo y
limpieza. La radio y la masificación de periódicos y revistas, fueron el instrumento
perfecto utilizado por los publicistas para llegar a millones de consumidores.

Surgimiento de los deportes de masas

Las organizaciones y ligas deportivas inspiraron gran entusiasmo en el cambio de


siglo. El fútbol se había popularizado en Inglaterra a fines del siglo XIX, época en que se
oficializaron sus primeras reglas. En 1904 se fundó la FIFA (Federación Internacional de
Fútbol Asociado), desde entonces, este deporte se expandió a todos los rincones del
mundo. Junto al fútbol, se desarrollaron otros deportes masivos de gran presencia en
Estados Unidos y otros países del mundo: el béisbol y el básquetbol. Sin embargo, no
todos los deportes llegaron a ser pasión de masas, como los mencionados antes, otros
lograron gran desarrollo pero fueron practicados por las élites de la época: tenis, golf,
equitación, rugby.

Análisis de fuentes.

“Su formación y su capacidad personal permitieron a Taylor pasar enseguida a dirigir un


taller de maquinaria, donde observó minuciosamente el trabajo de los obreros que se
encargaban de cortar los metales. Y fue de esa observación práctica de donde Frederick
Taylor extrajo la idea de analizar el trabajo, descomponiéndolo en tareas simples,
cronometrarlas estrictamente y exigir a los trabajadores la realización de las tareas
necesarias en el tiempo justo. Este análisis del trabajo permitía, además, organizar las
tareas de tal manera que se redujeran al mínimo los tiempos muertos por
desplazamientos del trabajador o por cambios de actividad o de herramientas; y
establecer un salario a destajo (por pieza producida) en función del tiempo de producción
estimado, salario que debía actuar como incentivo para la intensificación del ritmo de
trabajo.”
Fuente: Biografía de Frederick Taylor. En www.biografi
asyvidas.com/biografía/taylorfrederick.htm

Basándote en lo aprendido en este capítulo y considerando la información


entregada por el texto, responde las siguientes preguntas:

1. ¿En qué consiste el taylorismo?


2. ¿Por qué razón se creó este nuevo sistema de trabajo? ¿Qué injerencias trajo consigo
en los niveles de producción?
3. ¿En qué medida permite optimizar y sacar más provecho del trabajo de los obreros?

El movimiento obrero

9
A partir de la Revolución Industrial se generó un nuevo orden social, el cual
estuvo marcado por el surgimiento del proletariado, grupo social que no era propietario
de los medios de producción y que, por lo tanto, debía emplearse y desarrollar un trabajo
manual a cambio de una remuneración. Por otro lado, se consolidaba la burguesía como
grupo social hegemónico, al tiempo que se producía una expansión de los sectores
medios: profesionales, pequeños industriales, comerciantes y funcionarios públicos.

La estructura social estamental daba paso a una estructura de clases sociales, en


la cual, la riqueza y el mérito fueron factores condicionantes del estatus de las personas.
Además, se rompía con la rigidez estamental, debido a la movilidad social característica
de la sociedad de clases. Así, la segunda mitad del siglo XIX, fue testigo de un profundo
reordenamiento de las estructuras sociales y del desarrollo de identidades de pertenencia
a los diferentes grupos sociales.

En este contexto surge el movimiento obrero, vale decir, la organización de los


trabajadores industriales para la defensa de sus intereses. En un comienzo se crearon
instituciones de apoyo mutuo, reivindicaciones horarias, salariales y de condiciones de
trabajo, para dar paso, posteriormente, a movimientos políticos que ampliarían su esfera
de acción y su representatividad.

Surgimiento de las organizaciones obreras

Como respuesta a las condiciones laborales del proletariado y a los cambios


sociales ocurridos después de la Revolución Industrial, especialmente en su segunda
etapa, en la que se produce una fuerte expansión del proceso de industrialización, tanto
cuantitativa como espacialmente, se desarrollan diversas organizaciones obreras.
Algunas de ellas tuvieron carácter reivindicativo y asistencialista, mientras que otras
presentaron un marcado sello ideológico político, orientado a producir cambios en el
orden económico, social y político.

Sindicalismo y socialismo utópico

Mientras el trabajo artesanal y la manufactura de la época preindustrial


constituyen actividades directas, que reflejan la pericia de los artesanos, en el trabajo
industrial se produce una deshumanización; los objetos están determinados de
antemano, son todos iguales y el manejo de las máquinas no requiere de una formación
especial. Además, el paso de la manufactura a la industria estuvo marcado por un
aumento de la jornada laboral, el trabajo de mujeres y niños con bajos salarios y
precarias condiciones de trabajo, el estancamiento laboral de los obreros ya que no
tenían la posibilidad de ascender –como sucedía con los gremios u oficios– y la
desaparición de los vínculos personales con el producto o mercancía final.

En respuesta a todo aquello, surgen los movimientos sindicales que, en sus


orígenes, se apoyan en asociaciones espontáneas de obreros para ser escuchados en la
defensa de sus derechos. La huelga será el arma principal para impedir reducciones
salariales y ampliación de las jornadas de trabajo. En sentido estricto, los sindicalistas no
presentan motivaciones ideológicas y se limitan a buscar respuestas a las necesidades
cotidianas de los trabajadores.

En los primeros tiempos de la industrialización, los obreros, conscientes del


empeoramiento de su situación, centraron su protesta en la destrucción de las máquinas,
movimiento que se conoce como luddismo.

Luddismo: Se desarrolló en Gran Bretaña, y debe su nombre a Ned Ludd, un tejedor a


quien se le atribuía haber sido el primero en protagonizar la destrucción de telares.

Socialismo utópico

Fue la primera manifestación doctrinaria del movimiento socialista y nació en


Francia. Las duras condiciones de la revolución industrial y la gran injusticia social que
generó, estimularon la formación de un pensamiento igualitario.

Los primeros sindicatos surgieron en Inglaterra. Al comienzo se agrupan por


oficio y espacio geográfico, de manera similar a los antiguos gremios, sus objetivos
estaban centrados en la ayuda mutua, aportaciones regulares de sus miembros para

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crear fondos solidarios destinados a servirles de ayuda en situaciones de enfermedad o
paro. Pronto se dieron cuenta del valor del asociacionismo para defender sus derechos.
En Inglaterra, las trade unions eran legales, pero en el resto de los países debían crear
y mantener contactos en la clandestinidad.

Estos movimientos sindicalistas, en su primera etapa (primera mitad del siglo


XIX), se enmarcaron al interior del socialismo utópico, movimiento que fue denominado
como tal, años más tarde, por los pensadores marxistas, quienes consideraban que los
socialistas utópicos, aunque bienintencionados, eran poco realistas y pecaban de
idealismo e ingenuidad. Destacado representante de este movimiento fue Robert Owen,
quien fue el impulsor de una asociación de sindicatos unificados en Inglaterra, la Grand
National Consolidated Trade Union. Rápidamente el movimiento sindical de Owen se
dividió en dos facciones: los partidarios de la acción pacífica, y los radicales partidarios
de la huelga y otras medidas de presión. En paralelo, se desarrolla el Cartismo, cuyo
ideario se recoge en la Carta del pueblo:

• Sufragio universal y voto secreto.


• Reforma electoral que proporcionara mayor representación a los distritos más poblados
(ciudades industriales con barrios obreros) frente a los distritos rurales con menor
densidad de población.

• Renovación del Parlamento y eliminación del requisito de ser propietario para llegar a
ser diputado. Otro socialista utópico fue Claude Saint Simon, quien postuló una
sociedad industrializada, pero no regida por los empresarios sino por un consejo de
científicos y en la cual, los trabajadores tendrían que recibir un salario de acuerdo con su
productividad.
Corrientes ideológicas y partidos políticos obreros
A continuación se presentan las principales corrientes ideológicas, sobre cuyas
bases se sustentó la creación de los partidos obreros socialista y comunista, o que fueron
recogidas como fundamento político, por partidos de mayor espectro social en la primera
mitad del siglo XX, como por ejemplo los partidos demócrata cristianos, socialdemócratas
y radicales.
• Pensamiento libertario anarquista. El anarquismo supone el rechazo del proceso de
industrialización y parece mirar con nostalgia el mundo agrario, de pequeñas células de
población. Constituye un movimiento sin una línea clara doctrinal, en el que caben
distintas posturas, pero lo común a todas ellas es la crítica al Estado como órgano de
represión de los individuos.

El precursor del pensamiento anarquista fue Pierre Proudhon, para quien, los
principales valores que debían regir a los trabajadores eran la fraternidad y la
solidaridad. Apoyaba la gestación de asociaciones mutuales de trabajadores y era un
firme detractor de la existencia de la propiedad privada y el Estado. Era partidario de las
cooperativas de trabajadores, por sobre la socialización y estatización de la tierra y las
fábricas. Consideraba que la revolución social debía alcanzarse de manera pacífica, a
través de acuerdos entre empresarios y trabajadores.
El representante más importante del anarquismo fue el aristócrata de origen ruso
Mijail Bakunin. Desde el punto de vista político, tres puntos marcan su ideario: la
eliminación del Estado; la desaparición de los ejércitos –innecesarios al desaparecer los
estados– y la fe en la revolución campesina, gestada desde abajo por las masas, de
manera espontánea. Esto implica el rechazo a toda forma de poder o autoridad
impuestas desde arriba.
Su nueva sociedad, sin Estado ni poderes institucionales, se mantendrá sobre
comunas autónomas, pequeñas células en régimen de autogestión que elegirán a sus
autoridades sin distinción de sexo y que podrán fusionarse o separarse libremente.
El pensamiento libertario anarquista fue duramente combatido por el Estado,
debido a sus métodos de acción, que iban desde un meeting o concentración política,
donde había oradores que exaltaban a las masas, pasando por la huelga o paralización
de las faenas de producción hasta llegar a los sabotajes, destrucción de maquinaria y
actos de tipo terrorista. Este último tipo de acción política fue utilizada por diferentes
grupos anarquistas contra autoridades gubernamentales o monarcas.
El anarquismo se opuso a los nacionalismos que se dieron en Europa entre los
años 1830-1848, debido tanto a que políticamente presentían que se estaba frente a la

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consolidación de un establishment de poder y autoritarismo, como a la fuerte idea de un
Estado capitalista que crecía sin considerar las necesidades de los trabajadores.
El movimiento anarquista que nace en Europa es considerado por los historiadores
y sociólogos como migracional, ya que las persecuciones políticas de las cuales fueron
víctimas sus seguidores, impulsaron su éxodo y el de sus ideas a América. En Estados
Unidos tuvo un gran desarrollo en los comienzos del siglo XX.

Pensamiento marxista
Karl Marx reflexionó sobre las condiciones manifiestas del capitalismo industrial y los
graves problemas que proyectaba, especialmente en el seno de las familias de los
trabajadores. De sus reflexiones nacería el socialismo científico, también conocido como
marxismo. En su pensamiento se distinguen tres puntos centrales:
• Análisis de la historia desde el punto de vista de las relaciones económicas y sociales
a través del materialismo histórico, método analítico que considera que el motor de
evolución y cambio en la historia es la lucha permanente entre las clases opresoras y las
oprimidas. Si bien en otros tiempos se habían enfrentado tanto esclavos y amos, como
campesinos y terratenientes, bajo el capitalismo la disputa se concentraba entre la
burguesía y el proletariado.
• Crítica al sistema capitalista que permite a los propietarios de los medios de
producción (máquinas, fábricas, materias primas, dinero) adueñarse del valor generado
por el trabajo de los obreros al transformar las materias primas en productos elaborados.
A este valor Marx lo llamó plusvalía.
• Proyecto de futuro, creación de la sociedad comunista para poner fin a la explotación
de los hombres entre sí. Para conseguirlo, el proletariado debía realizar la Revolución,
conquistar el poder político y económico y crear un nuevo Estado Obrero al servicio de
los trabajadores –al que llamó Dictadura del Proletariado–, en el que no tendría cabida la
propiedad privada.

Para Marx, la dictadura del proletariado era solo una etapa intermedia, que
llevaría, finalmente, a la constitución de la sociedad comunista: la sociedad sin clases,
integrada por trabajadores libres. Junto a Federico Engels, Marx redactó el Manifiesto
Comunista (1848) que se constituyó en un referente obligado para los activistas
socialistas y comunistas
Valor y precio
“Llegamos, por tanto, a esta conclusión. Una mercancía tiene un valor por ser
cristalización de un trabajo social. La magnitud de su valor o su valor relativo depende
de la mayor o menor cantidad de sustancia social que encierra; es decir, de la cantidad
relativa de trabajo necesaria para su producción. Por tanto, los valores relativos de las
mercancías se determinan por las correspondientes cantidades o sumas de trabajo
invertidas, realizadas, plasmadas en ellas. Las cantidades correspondientes de
mercancías que pueden ser producidas en el mismo tiempo de trabajo, son iguales. O,
dicho de otro modo: el valor de una mercancía guarda con el valor de otra mercancía la
misma proporción que la cantidad de trabajo plasmada en una guarda con la cantidad de
trabajo plasmada en la otra.”
Fuente: K. Marx: Salario, precio y ganancia. Londres, 1865. www.marxist.org/espanol
“El precio actual de cada cosa en particular se regula por la proporción entre la cantidad
que de ésta hay actualmente en el mercado, y la concurrencia de los que desean pagar
el precio natural de ella (...). Cuando la cantidad del género que se lleva a vender no
alcanza para la efectiva demanda, no puede satisfacerse toda aquella cantidad que piden
los que están dispuestos a pagar el valor íntegro (...) Por no quedarse sin aquellas
mercaderías, habrá quien esté dispuesto a pagar algo más de aquel valor total de ellas.
Principiará entonces entre los compradores cierta competencia y el precio del mercado
subirá más o menos sobre el natural (...).”

Fuente: Smith, A. La riqueza de las naciones.1776. En Artola, M. Textos


fundamentales para la historia. Madrid: Alianza, 1989.

1. ¿En qué radica el valor de una mercancía para Marx y para Smith? Compara ambas
posturas.

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2. ¿Qué signi.ca para Marx, el trabajo social? ¿Todo trabajo es social? Fundamenta tu
respuesta.
3. Realiza un análisis crítico de ambos textos y plantea, ¿cuál sería para ti el factor más
importante que da valor a las mercancías?

TEXTO REPRODUCIDO DE:

Gonzalo Álvarez Bravo, Macarena Barahona, Ignacio Latorre., Historia, Geografía y


Ciencias Sociales. I Medio, Editorial Zig-Zag, Santiago, 2010.

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