Documento Sin Título
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Los efectos de los pequeños hábitos se notan con el paso del tiempo. Estos parecen
no hacer la diferencia, pero el impacto que tienen a lo largo de los meses y años es
enorme. Un pequeño cambio en tus hábitos diarios puede guiar tu vida hacia un
camino completamente diferente.
Tu identidad emerge de tus hábitos. Cada acción que tomas es un voto por la
persona que quieres ser.
La razón real por la que los hábitos importan no es porque te pueden ayudar a
mejorar tus resultados (aunque sí pueden hacer eso), sino porque pueden hacerte
cambiar tus creencias sobre ti mismo.
1. Señal
2. Anhelo
3. Respuesta
4. Recompensa
Si algún comportamiento se queda corto en alguna de estas 4 etapas, no se
convertirá en un hábito.
Con el tiempo, las señales que inician nuestros hábitos se hacen tan comunes que
son esencialmente invisibles.
La bitácora de hábitos
Este es un simple ejercicio que puedes utilizar para estar más consciente de tu
comportamiento cotidiano.
El ejercicio consiste en hacer una lista de las acciones que llevas a cabo cada día.
Si es un buen hábito, márcalo con un “+” a su lado. Si es malo, escribe un “–”. Y si
es un hábito neutro, escribe “=”.
Ejemplo:
● Despertarme: =
● Revisar mi teléfono: -
● Bañarme: +
● Meditar: +
Asociación de hábitos
En vez de asociar tus nuevos hábitos con algún lugar y hora específica,
intenta asociarlo con algún hábito que ya practiques. Este método puede ser
utilizado para diseñar una señal obvia para casi cualquier hábito.
La fórmula para asociar hábitos es: después de (hábito actual), yo (habito nuevo).
Ejemplo: después de servirme mi taza de café, voy a meditar por unos minutos.
El Efecto Diderot
Este sostiene que la obtención de una nueva posesión a menudo crea una cadena
de consumo que conduce a compras adicionales.
La motivación está sobrevalorada - el medio ambiente suele ser
más importante
Debido a que dependemos más de la visión que de cualquier otro sentido, no
debería sorprender que las señales visuales son el catalizador de nuestro
comportamiento.
El poder del contexto también revela una estrategia importante: los hábitos pueden
ser más fáciles de cambiar en un ambiente nuevo.
Las personas con mayor autocontrol son personas que son capaces de
estructurar sus vidas de manera que no requieran de un autocontrol heroico.
Al organizar su vida, disminuyen los escenarios donde tendrían que practicar el
autocontrol.
El secreto para el autocontrol es: haz que las señales para que tus buenos hábitos
sean obvias y las señales para tus malos hábitos invisibles.
La estrategia consiste en emparejar una acción que se desea realizar con una
acción que se debe realizar.
Tendemos a adoptar hábitos que son admirados y aprobados por nuestra cultura
por el deseo de encajar y pertenecer a la tribu.
Una vez que asociamos una solución con el problema que se necesita resolver,
seguimos recurriendo a esto.
Los hábitos son atractivos cuando los asociamos con sentimientos positivos y poco
atractivos cuando los asociamos con sentimientos negativos.
Para reprogramar tu cerebro para que disfrute de los hábitos difíciles, hazlos
más atractivos aprendiendo a asociarlos con una experiencia positiva. Resalta
los beneficios de evitar un mal hábito para que parezca poco atractivo.
Por ejemplo:
● Ejercicio. El ejercicio se puede asociar con una tarea desafiante que agota la
energía y nos desgasta. Aunque, podemos decidir verlo como una forma de
desarrollar habilidades y fuerza. En lugar de "necesito salir a correr por la
mañana", di "Es hora de desarrollar resistencia y ser rápido".
● Finanzas. El ahorro de dinero se asocia a menudo con el sacrificio. De ahora
en adelante asócialo con la libertad, hacer un pequeño sacrificio ahora
implica un mejor estado a futuro.
El acercamiento puede ser útil, pero nunca producirá un resultado por sí solo.
Por lo tanto, es fundamental hacer que sus hábitos sean tan fáciles que los realices
incluso cuando no tengas ganas.
En lugar de tratar de superar la fricción, reduce la fricción asociada con los buenos
comportamientos. Cuando la fricción es baja, los hábitos son fáciles.
Optimiza tu entorno para facilitar tus acciones. Para practicar un nuevo hábito, elige
un lugar que ya esté en el camino para que sea parte de tu rutina diaria. Los hábitos
son más fáciles cuando encajan en el flujo de tu vida.
Muchos hábitos ocurren en momentos decisivos, elecciones que son como una
bifurcación en el camino, estas pueden definir tu día y tu progreso.
Reduce tus hábitos a una versión de dos minutos: en vez de leer 30 páginas, lee
una. En vez de correr 5 kilómetros, corre unos metros o menos todavía, solo ponte
tus zapatos de correr.
La idea es hacer que sus hábitos sean lo más fáciles posible al comenzar. Las
acciones que siguen a un nuevo hábito pueden ser desafiantes, pero los primeros
dos minutos deberían ser fáciles. Por eso, usa un "hábito de entrada".
Cuanto más ritualices el comienzo de un proceso, más probable será que llegues al
estado de concentración profunda que se requiere para hacer grandes cosas.
Estandariza antes de optimizar.
Los dos minutos también refuerzan la identidad que deseas construir. Estás
realizando la acción más pequeña que confirma el tipo de persona que quieres ser.
Un minuto de lectura es mejor que nunca leer un libro. Es mejor hacer menos de
lo que esperabas que no hacer nada en absoluto.
Una vez que hayas dominado la aparición, escala tu hábito nuevamente hacia tu
objetivo final con la formación de hábitos.
Las opciones de una sola vez, como comprar un mejor colchón o inscribirse en un
plan de ahorro automático, son acciones únicas que automatizan sus hábitos futuros
y ofrecen mejores rendimientos a lo largo del tiempo.
Usar la tecnología para automatizar tus hábitos es la forma más confiable y efectiva
de garantizar el comportamiento correcto.
Los hábitos producen resultados a lo largo del tiempo que a menudo están
desalineados. Los costos de tus buenos hábitos están en el presente. Los costos de
tus malos hábitos están en el futuro.
Agrega un poco de placer inmediato a los hábitos que dan resultado a largo plazo y
dolor inmediato a los que no lo hacen.
Al principio, haz que terminar de cumplir tu hábito sea satisfactorio para mantenerte
encaminado. Utiliza el refuerzo de la recompensa inmediata para aumentar el ritmo
del comportamiento.
Para prevenir los malos hábitos y eliminar los comportamientos poco saludables,
agrega un costo instantáneo a la acción para reducir sus probabilidades. No puede
haber una brecha entre la acción y las consecuencias. Tan pronto como las
acciones evidencian una consecuencia inmediata, el comportamiento comienza a
cambiar.
Tácticas avanzadas
La verdad sobre el talento (cuando los genes importan y cuando
no)
El secreto para maximizar sus probabilidades de éxito es elegir el campo de
competencia adecuado.
Los genes no se pueden cambiar fácilmente, lo que significa que proporcionan una
gran ventaja en circunstancias favorables y una seria desventaja en circunstancias
desfavorables.
Los hábitos son más fáciles cuando se alinean con tus habilidades naturales.
Elige los hábitos que mejor se adapten a tus necesidades.
Juega un juego que favorezca tus fortalezas.
Un buen jugador trabaja duro para ganar el juego que todos los demás juegan. Un
gran jugador crea un nuevo juego que favorece sus fortalezas y evita sus
debilidades.
Los genes no eliminan la necesidad de trabajar duro. Lo aclaran. Una vez que te
des cuenta de tus fortalezas, sabrás dónde invertir tu tiempo y energía.