Charla Por El Dia de La Madre
Charla Por El Dia de La Madre
Charla Por El Dia de La Madre
Queridas y estimadas madres andreinas. Madres de nuestra estudiantes, madres docentes que trabajan
en la institución educativa, a las madres mayores o nuestras queridas abuelitas y en general a todas
las madres que nos acompañan.
Hoy rendimos homenaje al soporte más importante del núcleo familiar. Celebramos el Día de la
Madre. Las madres señoritas estudiantes son el comienzo de la vida, la protección, la alegría y la
esperanza. Ser madre no significa solamente criar y satisfacer las necesidades de sus hijos, ser madre
significa ser ejemplo y guía para que la humanidad sea cada mejor
Queremos recordar que la celebración del Día de la Madre tiene como fundadora a la estadounidense
Ana Jarvis, En 1905 Anna Jarvis empezó una campaña a favor de lo que llamó "Día de las Madres",
cuando su propia progenitora, Ann Reeves Jarvis, murió. Tres años después organizó un homenaje
para ella aunque la fecha no fuera un festivo oficial y se convirtió en una activista por la causa.
Su lucha para lograr que se adoptara el día duró varios años. Su campaña tuvo un buen resultado y
una ley del año 1911 estableció el Día de la Madre en Estados Unidos. En los años siguientes,
muchos países se unieron a la celebración estableciendo una fecha especial para homenajear a las
madres. En el Perú en el año de 1924, durante la presidencia de Augusto B. Leguía, se declaró
oficialmente el segundo domingo de mayo como el Día de la Madre. Hay que decir también que
luego Anna Jarvis se volvió crítica de la forma en que el consumismo había invadido está fecha que
ella consideraba sagrada, consumismo que alentaba solo el gasto de dinero.
En el Perú un reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) da a conocer que en
el país existen 8 millones 777 mujeres que son madres y representan el 64.4% de la población
femenina del país.
Ser madre en el Perú significa mayormente trabajar fuera y dentro del hogar. La madre no tiene de
descanso o día libre.
Por ejemplo, la madre es enfermera cuando está en vela y no duerme cuidando a un integrante de la
familia que está enfermo o enferma, cuando prepara los alimentos y de da de comer al hijo
convaleciente. ¿Y quién es la persona que estará siempre en el hospital al lado de su hijo o hija
enfermo? No importas la edad que tenga ese hijo. Esa persona es la madre.
La madre también tiene muchas veces conocimientos de médico cuando nos brinda recomendaciones
para aliviarnos de una dolencia. ¿Quién de nosotros no ha tenido un dolor de estómago, una herida?
Y quién nos ha brindado las primeras atenciones. Pues la madre.
La madre es también economista cuando tiene que disponer del dinero que tiene el hogar de manera
eficiente. Cuando controla los gastos, cuando compara precios de los productos y elige lo mejor.
Cuando se asegura que a su hijos no les falte lo necesario.
La madre también cumple la tarea de profesora cuando guía a los hijos y les ayuda a ser
independientes, cuando transmite y enseña valores como el respeto y la responsabilidad. Con la
madre aprendimos también a leer y escribir. Con ella tuvimos nuestras primeras clases de
reforzamiento.
La madre cumple también labores de psicóloga. Es la primera que escucha nuestros problemas, es la
nos aconseja, es la nos cura el alma y el corazón de un dolor o sufrimiento con un frase cariñosa o
con abrazo fraterno. Es la que nos da ánimos y nos alienta cuando nos dice “te quiero hijita”.
La madre es también policía. Si no les hago la siguiente pregunta señoritas: ¿Quién es la primera
persona en defenderlas? Obviamente que la madre. ¿Quién es la primera persona en vigilarlas y
cuidarlas? La madre es la siempre no defiende, protege, siempre alerta ante los peligros que nos
puedan acechar.
La madre es también una santa y un ángel, porque hagas lo que hagas siempre te perdonará, hagas
lo que hagas siempre estará a tu lado, estés donde estés siempre rezará por ti, siempre pedirá a Dios
que te vaya muy bien.
Pero lo más importante es que una madre es construye la personalidad y el carácter de las personas.
Madres. Ser madre no significa solamente criar y satisfacer las necesidades de sus hijos, ser madre
significa ser ejemplo y guía para que la humanidad sea cada mejor.
-Por eso una madre no es esclava de los hijos. No les hace todo. Una madre les ayuda a ser
independientes, a valerse por sí mismo, les enseña a ayudar a los quehaceres del hogar.
-Una madre no se queda callada ante una falta de respeto de sus hijos o hijas o de un miembro de la
familia. Tratar de corregir de manera inteligente y recta. Una madre pone límites a sus hijos e hijas.
-Una madre no busca ser la que solucione siempre todos los problemas de sus hijos. Una madre
aconseja pero busca que sus hijos aprendan a solucionar sus conflictos, a que aprendan a tomar sus
propias decisiones.
-Una madre también tiene que decir a veces NO a sus hijos sobre cosas que pueden provocarles
algún daño.
-Una madre busca también su desarrollo personal, profesional, económico. Nunca es tarde para
empezar.
Por eso, madrecitas, gracias por todo lo que nos dieron y nos dan. Gracias por darnos la vida, gracias
por sus abrazos y sus besos. Gracias Dios por creado a las madres.
Todas las madres son exitosas
Por eso madrecitas gracias por todo lo que nos dieron y dan. Queremos agradecerles por esto:
1. Gracias ante todo y primero por darme la vida.
2. Gracias mamá por decirme siempre que soy hermoso. Porque para una madre todos su hijas e hijos
son hermosos, bellos.
3. Gracias por hacerme valiente
4. Gracias por ser mi primera amiga
5. Gracias por tus abrazos y besos
6. Gracias madrecita por decirme: sírvete agüita, sírvete tu comida, llévate esta frutita.
7. Gracias por cuidar siempre de mí, por vigilarme, por cuidar que nadie me haga daño.
8. Por darme a mis hermanos.
9. Gracias por aceptarme como soy.
10. Por darme a mis hermanos.
11. Gracias por haberme atendido cuando estuve enfermo, por estar a mi lado en el centro de
salud o por haber madrugado para sacarme cita en el hospital.
12. Gracias por “obligarme” a hacer la tarea y meter presión cuando llegaban los exámenes
finales, gracias por decirme “ya es tarde, tienes que ir al colegio”.
Las madres son únicas y hacen cosas increíbles, como por ejemplo:
1. Las madres nunca se cansan o parece que nunca se cansan, no tiene día de descanso, día libre.Y
este domingo a pesar que es su día seguramente serán las que trabajarán más que todos.
2. La madre es la primera en levantarse entre los miembros de la familia, en madrugar para preparar
el desayuno y prepararlas para que ustedes señoritas vengan al colegio. Por eso la mejor alarma o
despertador del mundo. Señoritas si ustedes llegan temprano es por la mamá o por la mamá grande.
3. Las mamás son traductoras natales: Desde el primer el llanto del bebé, las madres traducen y saben
exactamente lo que quiere. Que si tienen hambre, si hay que cambiar el pañal, que si tiene dolor de
estómago o si solo tiene sueño.
4. Las madres tienen la habilidad de encontrar cualquier cosa que se «pierde»: No importa que se
pierda durante un minuto, una semana o un mes… las mamás saben exactamente dónde están
absolutamente todo lo que buscas.
5. las mamás saben que va a pasar a futuro: Tienen un sexto sentido que le permite ver las cosas antes
de que pase. Si está montando bicicletas y se va a caer, cortarse con un cuchillo o hasta si un chico no
te conviene, las madres conocen de sentimientos.
6. Las madres no duermen hasta que uno llegue a casa: No importa donde estés, si saliste con unas
amigas ellas se quedan despiertas hasta que llegues sana y salva en casa ¡no pegarán ojo! (aunque se
hagan las dormidas).
7. Nadie cocina como tu máma: Las madres no son chef, pero nadie cocina mejor que mamá.
FELIZ DE LA MADRE
1. Saben comunicarse
Las mamás exitosas tienen la capacidad de expresar muy bien sus ideas en cualquier ámbito; saben
usar las palabras correctas en el momento preciso cuando conversan sobre negocios, hablan con su
pareja sobre sus sentimientos o explican a sus hijos cualquier pregunta que le hagan.
Tienen la habilidad de organizar todas sus actividades a lo largo del día para cumplirlas a cabalidad.
Se levantan temprano, cocinan, llevan a los niños al colegio, asisten a todas las reuniones en el
trabajo, almuerzan con las amigas y les queda tiempo y energía para atender a la familia cuando
llegan a casa.
Las mamas exitosas son líderes innatas, saben tomar decisiones, asumen riesgos, manejan sus
emociones y dirigen equipos a la perfección tanto en la vida personal como en la profesional.
Cuando están en casa, dejan de lado el celular o el computador para jugar a las princesas, al té, fútbol
o carritos con sus hijos. Saben la importancia de compartir este tipo de espacios para fortalecer el
vínculo con ellos y darles momentos de calidad e inolvidables.
Una mamá exitosa jamás deja de lado su bienestar, tiene claro que si ella se siente bien le transmitirá
eso a su familia y a todas las personas con las que interactúa. Ir a la peluquería, al gimnasio, al spa,
de compras, o a cine son actividades para las que tienen tiempo sin descuidar todo lo demás.
Aunque puedan ser solteras, divorciadas, viudas o casadas; las madres exitosas saben manejar este
tipo de situaciones para que no las perjudiquen a ellas o a sus hijos quienes son su prioridad al darles
un buen ejemplo de bienestar y madurez.
Una mamá exitosa sabe la medida justa de las cosas, le da la importancia debida a cada suceso sin
necesidad del drama; establece normas, reglas y rutinas para lograr que todo funcione con armonía,
mantener la casa en orden y forjar valores en su familia.
Para Elisa Pérez, experta en Recursos Humanos de Mondelez, saber diferenciar esos momentos
importantes en la vida y procurar más calidad que cantidad para dar lo mejor como madre y lo mejor
como profesional, es fundamental. “En mi caso es vital utilizar las herramientas que la organización
Mondelez, antes Kraft, nos ofrece desde el punto de vista de flexiblidad, trabajo en casa, movilidad y
oportunidades de desarrollo, y hacía allí deben migrar las tendencias laborales del futuro”, afirma la
Directora asociada de Recursos Humanos para la región Caribe y Andina de la Mutinacional
Mondelez (antigua Kraft Foods).
Una mamá exitosa es la muestra de que los hijos no son un impedimento para cumplir las metas. Al
contrario la maternidad las hace más fuertes y determinadas con el objetivo de sustentar a sus hijos y
lograr ser las mujeres y madres que quieren ser.
Son dueñas de sus vidas, transforman sus sueños en acciones, se levantan ante cualquier adversidad
por lo que sus hijos son una motivación más para vencer los miedos y continuar progresando.
Porque puede ser una historia sesgada y llena de resentimiento, especialmente cuando se
convierte en una cantaleta de años.
Esto se cuenta una vez, cuando los hijos tienen edad de comprenderlo y se les deja en libertad
de hacerse un juicio propio.
La mártir
Te cuenta su sufrimiento al tenerte para buscar tu “lealtad” (obediencia).
Quiere pasarte la estafeta de mártir e implícitamente te pide la tomes
Algunas incluso suelen utilizar un “uniforme” muy característico que consiste en un chaleco
(que le alivie el dolor de los pulmones, aunque no haga frío) o un delantal (para denotar su
eterno sacrificio). Otras simplemente con un gesto perpetuo de sufrimiento, o unas manos
temblorosas, tienen para distinguirse.
La que todo lo hace por tu bien
Estas madres sostienen que “la letra con sangre entra”, que “quien bien te quiere te hará
sufrir” y que “esto me duele más a mí que a ti, pero un día me lo vas a agradecer”.
Son madres que prefieren hacer a sus hijos personas “de bien” antes que verlos felices.
Otra modalidad es la que dice “no me quedó de otra” cuando permitió que te sucedieran cosas
(quizá muy malas) que no “pudo” impedir.
Incluso aquí entran madres ausentes que renunciaron a cuidarte por causas “ajenas a su
voluntad”.
Si se les compra su historia, acabarás por pensar que el sufrimiento y maltrato que recibas en
el futuro siempre es “por tu bien” o incluso quizá nunca encuentres paz interior al desarrollar
una personalidad escindida.
La del doble mensaje
Quizá la más tóxica de todas.
Te hunde la autoestima, pero luego te dice que te quiere. O te dice que te quiere para luego
hundirte la autoestima.
Si aceptas su “amor” bajo esta circunstancia, estarás aceptando que tiene razón en lo que dice
que eres. Si no, entonces eres encima un malagradecido con la única mujer que, a pesar de la
escoria que eres, dice amarte de manera “incondicional”.
Muchas se disfrazan de madres sobreprotectoras.
El mensaje es muy parecido: que tú no puedes hacer nada por tí mismo, pero para eso está ella,
para paliar tus “eternas carencias” y cubrirte con su “manto de amor”.
Se combina con su supuesta perfección diciéndote que ella, o tu papá, nunca te dieron ejemplos
así.
La mamaraña
Es la que te ve como una extensión de ella misma, difuminando tu identidad.
Suele presentarse más en la relación madre-hija.
No hay límites entre tú y ella.
Te demanda ser parte de tus logros (los que sean) y sus beneficios.
Se cuelan en tu vida como la humedad, queriendo convivir con tus amigos y siendo tan jovial
como tú.
Puede mimetizar tu forma de vestir, de arreglarte y hasta tu forma de hablar y algunas incluso
se quedan con tu novio.
Si ya no vives con ella te llama diario, nomás para ver “qué estás haciendo”.
Siempre sabe mejor que tú qué es lo que te conviene (que en realidad es lo que a ella le conviene
o la idea de lo que cree que a ella misma le hubiera convenido).
Se convierte en una madre “vicaria”, quiere vivir su incompleta vida a través de ti.
Suele también ser una madre sin pareja y la hija una hija única.
La fallida
La que nunca pudo transformar tu ansiedad infantil en tranquilidad. Nunca supo identificar
tus necesidades ni supo consolarte en realidad.
La que no pudo conseguir que fueras, quizá a tus 35 años, un ser independiente, autosuficiente
y feliz.
Por supuesto que se aman y ambos dan la vida por cada uno, pero sigues viviendo con ella, no
tienes para cuando hacer nada provechoso de tu vida y tú ya te acomodaste ahí.
Ella, por su parte, está feliz de que su angelito está a salvo de las lagartonas del mundo y de que
no tenga que pasar hambre y frío en un mundo cruel con los querubines como tú.
Generalmente estas madres o no tienen pareja, o si la tienen anda un poco por las mismas, pues
eligen a seres dependientes afectiva y/o económicamente de ellas.
La madre eterna
Esta se da más en la relación “madre - hijo”.
Aún casado y con pareja quiere seguirte cuidando y alimentando, muchas veces bajo el
argumento que tu pareja parece que no te quiere por lo flaco y desaliñado que andas.
A diferencia de la “mamaraña” no se mimetiza contigo, pero no te quiere soltar o por miedo a
quedarse sola (muchas veces es también una mujer sin pareja y tú su único o favorito hijo).
Algunas actúan por culpas acerca de abandonos en la infancia y quieren compensar.
Te sigue tratando como niño. Ya lo notabas desde la secundaria cuando se “quedaba por ahí”
varias horas porque “no se te fuera a ofrecerte algo”.
Es muy servicial y cariñosa, pero si eso lo siguió haciendo en la prepa, la carrera y ahora en tu
chamba te sigue llamando para recordarte lo del “no circula” o preguntarte si “ya comiste”.
Ella siempre quiso que el mundo se adaptara a ti, para que tú nunca tuvieras que adaptarte al
mundo.
Y a veces lo consiguen y crean hombres con mamitis.
Conclusión...
Una madre que de verdad ama, cuida, confía y va otorgando no sólo guía, sino reconocimiento,
libertad y permite que un hijo o hija se desarrolle.
Sabe que los hijos habrán de marcharse, pero que el vínculo no termina.
Nunca sacrifican la felicidad por la perfección.
Son capaces de vivir su vida como mujeres independientes, autosuficientes y felices. Tal como lo
deben hacer con sus propios hijos.
- Yo soy la solucionara de todos los problemas, que ellos no pasen por un mal rato.
- Yo les cocino, les cuido, les ordeno la habitación, para que se dediquen a sus cosas.
- Yo siempre estoy dispuesta para solucionar todo lo que ocurre en casa relacionado con los
materiales del cole, el trabajo, el coche, los juguetes o la ropa.
- Prefiero dejar de hacer mis cosas, por hacer las cosas de los demás.
na madre es profesora, economista, chef, psicóloga y cientos de cosas más. Un eje sólido