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LOCALIZACIONES FOUCAULTIANAS DE LAS

RELACIONES ENTRE SEXO Y PODER

Francisco sosa
Comision 6
Nota de parcial 7,50
Para dar comienzo al presente informe debemos hacernos de la disruptiva y esencial
definición o sentido que Foucault le da al poder en Historia sexualidad I: La voluntad del
saber. Disruptiva porque emerge novedosa ante un predominancia de la represión como
mirada sobre el poder y el sexo, esto quiere decir que se entiende al primero o se sitúa en un
espacio negativo, de la sentencia por lo tanto de la ley que ejerce o netamente jurídico, del no,
aquello que censura y coarta cierta “libertad” que se verá conquistada si se adhiere a la
premisa de diversos personajes de la época que prometen romper con un supuesto silencio y
al que Foucault llamara “empresa de hablar libremente del sexo” y utilizara para demostrar la
“hipótesis represiva” que será desarrollada más adelante. En segundo lugar, esencial porque
esta definición foucaultiana del poder se transformara rápidamente en una sólida y
contundente herramienta que le proveerá el filósofo a sus oyentes para que comprendan y
vislumbren las producciones del poder y asi entendernos a nosotros mismos, a los cuerpos
dóciles, a la norma, al saber cómo producto de este, sin embargo esto no tiene como intención
negar o refutar el hecho de que el ejercicio del poder reprime o silencia, la intención en
cambio es echar luz a un mecanismo sutil no profundizado en demasia al cual Foucault le
inyecta una importancia supina ya que en resumidas cuentas sigue traccionando
constantemente normativizando y modelando al sexo por ejemplo mientras que se “batalla”
contra un supuesto orden represivo que no hace mas que atenerse o responder a esta norma
que se constituye mediante relaciones de poder en diversos dispositivos.

“(…) las relaciones de poder son mucho más complejas, y lo que trate de analizar es
precisamente todo lo extrajurídico, todas las coacciones extrajurídicas que pesan sobre los
individuos y atraviesan el cuerpo social (…) las relaciones de poder son las que los aparatos
de Estado ejercen sobre los individuos, pero asimismo Ia que el padre de familia ejerce
sobre su mujer y sus hijos, el poder ejercido por el médico, el poder ejercido por el notable,
el poder que el dueño ejerce en su fábrica sobre sus obreros”1

Ahora bien, dentro de la tesis foucaultiana el pensador hace uso de su propia confección de
una genealogía de la confesión que ahondara en Los anormales, libro que recopila sus clases
dadas en el College de france, para dar a conocer la justificación por la cual rechaza la
hipótesis represiva como paradigma para leer al sexo en la historia. Esta hipótesis represiva
refiere a un periodo posterior al siglo XVII en el cual a diferencia de siglos anteriores, en

1 Foucault Michel, El poder, una bestia magnifica: Sobre el poder la prisión y la vida (1994); Buenos
aires: Siglo Veintiuno Editores, 2012 (pág 42)
donde no había prurito o recelo al hablar de sexo, se establece un orden silenciador o
censurante dejando como consecuencia la prohibición o represión de los discursos sobre el
sexo. Al contrario de esta concepción sobre el abordaje de la sexualidad, la voluntad del saber
plantea una proliferación de discursos sexuales, una explosión discursiva que cuantificara,
ordenara, acaparará y sobre todo intentara producir o recabar todo saber posible sobre esta
temática en la cual la población buscara la respuesta por ¿Quiénes son?, en esto se demuestra
entre otras cosas la potencia y credibilidad de la hipótesis foucaultiana ya que podemos ver
como sobre aquella producción de la sexualidad se enraíza y se forma un sentido común
normativo social que nos denomina comúnmente y nos posiciona en casi todas nuestras
relaciones y vidas institucionales. La confesión será aquella tradición fundada por la pastoral
cristiana que a partir del concilio de Trento en 1545 llevará adelante un proceso de encauce
de los discursos sexuales, encauzar como aquello opuesto a erradicar porque no se eliminarán
los contenidos sexuales sino que serán contenidos en una bitácora confesional en donde se
esperará del buen hombre u hombre normal que detalle con la mayor exactitud posible sus
acciones pero más importante aún, sus deseos. A partir de esta proliferación discursiva se
incitara a decirlo todo sobre el deseo, esto se verá proyectado no solo en instituciones como
la escuela, la iglesia, la medicina o incluso el dispositivo psicoanalítico, prometiendo una
liberación mediante la expresión de aquello que ni siquiera sabemos que tenemos, sino que
también en la literatura, una narrativa que estará enfocada en decirlo todo. En la presentación
de estas ejemplificaciones confesionales Foucault deja expuestas a aquellas personas que
denuncian ser silenciadas pero que paradójicamente no paran de hablar de sexo o incidir en
las normas que son delimitadas en las relaciones de poder por ejemplo los datos personales a
revelar no necesariamente físicos en consultorios hospitalarios, las reglas a seguir en espacios
sanitarios en colegios según tu genero asignado o las demostraciones afectuosas permitidas
en estos establecimientos educativos.

Ahora bien, el esclarecimiento del surgimiento o primera utilización de la hipótesis represiva


para nombrar al poder es clara en historia y sexualidad I a lo largo de los primeros capítulos,
luego Foucault sin muchos preámbulos se dirige a los dispositivos de sexualidad en los cuales
se modela al sexo y se producen saberes y es en este punto en donde se hace interesante
insertar otro fragmento de su entrevista con Osorio en donde regresa a la voluntad del saber
ahora dirigiéndose a la burguesía lejos de responsabilizarla de la gestación de las relaciones
de poder pero denunciando la utilización de ellas para abrir una pregunta orientadora.
“(…)Podríamos decir que es Ia dominación de Ia clase burguesa o de algunos de sus
elementos sobre el cuerpo social. Pero no me parece que sean Ia clase burguesa o tales o
cuales de sus elementos los que imponen el conjunto de esas relaciones de poder. Digamos
que esa clase las aprovecha, las utiliza, las modifica, trata de intensificar algunas de esas
relaciones de poder o, al contrario, de atenuar algunas otras. No hay, pues, un foco único
del que todas ellas salgan como si fuera por emanación, sino un entrelazamiento de
relaciones de poder que, en suma, hace posible la dominación de una clase social sobre otra,
de un grupo sobre otro”.2 A partir de esa cita ubicare entonces una pregunta con su posible
respuesta ¿A qué liberación apuntan quienes adhieren a una hipótesis represiva para
contemplar o abordar al sexo? Tal vez en la respuesta podríamos ubicar un estrato social que
velado por la conquista del abierto nombramiento del sexo busca la liberación o ruptura de
aquellos lazos económicos y políticos que los mantienen sujetados a las necesidades de la
burguesía que hace utilización de estos lazos, o en palabras del filósofo relaciones de poder,
que normativizan o producen sujetos funcionales para la mano de obra que le servirá a la
oligarquía. Si bien este respuesta parece ir a tono con un pensamiento característico de la
línea represiva, ya que esta piensa al comienzo de esta “represión” como consecuencia del
comienzo del capitalismo y la dirección de la libido social que antes estaba puesta en el sexo
se pondría a disposición del trabajo, creo que es pertinente ahondar en la sutileza de las
relaciones de poder planteadas por Foucault para llegar muy posiblemente a realidades
veladas por una direccionalidad combativa errónea, de sumisión de las clases bajas por sobre
las altas descartando desde ya una supuesta intencionalidad del capitalismo o del poder en
términos negativos por silenciar, de hecho allí es donde se localiza la hazaña del filósofo, en
el cambio de pregunta “(…) la pregunta que querría formular no es: ¿Por qué estamos
reprimidos? Sino ¿Por qué decimos con tanta pasión, tanto rencor contra nuestro pasado
más próximo, contra nuestro presente y contra nosotros mismos, que estamos reprimidos?”.3
En síntesis creo que una respuesta posible a esta pregunta siguiendo las coordenadas de la
utilización de los mecanismos de poder por la burguesía es que se dice con pasión y rencor
que estamos reprimidos porque quien vive empobrecido y dependiente de la riqueza de otros
conjetura o elabora desde el resentimiento social perdiendo de vista aquellos mecanismos
subyacentes analizados en este caso por Foucault que nos anteceden intentado obturar o
capturar al poder en representaciones individuales como líderes políticos, reyes o en el estado
en su totalidad cuando en realidad el poder desde el punto de vista trabajado es

2 Foucault Michel, El poder, una bestia magnifica: Sobre el poder la prisión y la vida (1994); Buenos
aires: Siglo Veintiuno Editores, 2012 (p. 42)

3 Michel Foucault: Historia de la Sexualidad I. La voluntad de saber, Bs. As, Siglo XXI, 1995 (p. 16)
multidireccional, descentralizado y no sustancial. “El poder no es un bien, una posición, un
premio o un lote: es una operación de las tecnologías políticas a través del cuerpo social. YA
funcionamiento de estos rituales políticos de poder es exactamente lo que produce relaciones
desigualitarias y asimétricas. Es la expansión de estas tecnologías y su forma de operar
cotidianamente, localizada y temporal, a la que Foucault se refiere cuando las describe
como "móviles". Si el poder es una cosa, o el control de una serie de instituciones, o la
oculta racionalidad de la historia, entonces la tarea para el análisis es identificar cómo
opera. La intención, para Foucault, "es avanzar menos hacia una 'teoría' que hacia una
'analítica' del poder, [...] hacia la definición del dominio específico que forman las
relaciones de poder y la determinación de los instrumentos que permiten analizarlo"

4
Siguiendo la línea histórica que traza Foucault se demuestra como el sexo se empieza a
tomar como una cuestión de verdad o falsedad, el objetivo de los distintos dispositivos
confesionales era llegar a la verdad irrefutable sobre el sexo por lo tanto a esta altura de la
tesis el filósofo identifica dos grandes formas de producción de la verdad sobre el sexo, estas
producciones son esenciales ya que se entiende o se expone al saber cómo poder mismo,
como motivador de este, mientras más saber más poder, más legitimidad del ejercicio de este
en relaciones e instituciones, es decir no cabrán dudas de las disposición de las camas en
campamentos o del horario de prohibición al menor en los canales televisivos (estos son
algunos de los tantos ejemplos de cómo actúa el poder normativizando y modelando en
materia sexual produciendo sujetos, cuerpos dóciles). La primera que se presenta es la “Ars.
Erótica” ubicada en el oriente, los mecanismos que contiene está producen saber a partir de
técnicas para llegar al placer u goce absoluto es decir la verdad es conquistada cuando se
llega al goce absoluto, es un saber de iniciación ya que se transmite de maestro a alumno de
tal manera en la cual discípulos irán en búsqueda de la verdad mediante la búsqueda de su
propio placer en sus corporalidades y en las de otros, un ejemplo popular de esto es la
creación del kamasutra5. La segunda es aquella que le corresponde a occidente, la Scientia
Sexualis, la verdad en este caso llega a partir de un saber mediante la confesión, a partir de
esta se producirá un supuesto saber creando ciertas normas que podremos encontrar en
manuales médicos o psicológicos por ejemplo respecto a que condice o conforma una

4 Hubert L. Dreyfus y Paul Rabinow: Michel Foucault: más allá del estructuralismo y la hermenéutica,
Bs.As, Nueva Visión, 2001 (p. 216)

5 Antiguo texto hinduista que trata sobre el comportamiento sexual humano; el cual destaca a partir
de posturas corporales maneras de conquistar mayor placer.
sexualidad normal y acudiendo a la medicina o diversas tecnologías para normativizarnos si
hay algo que está fuera de las producciones sobre las cuales fuimos educados.

Foucault insiste con que no hay una sola forma en la cual el poder haya intentado modelar al
sexo, en todo caso encuentra “cuatro grandes conjuntos estratégicos que despliegan a
propósito del sexo dispositivos específicos de saber y de poder”6 esto explica la
multidireccionalidad del poder, no se hace desde un solo lugar sino que implica una
arquitectura que la pesquisamos en la legitimidad de las órdenes de un maestro a un niño o de
un padre al hijo, de un médico a su paciente o un analista a su analizante. Estos grandes
conjuntos estratégicos son:

. Histerización del cuerpo de la mujer: La mujer histérica o la mujer nerviosa como imagen,
símbolo o representación es el resultado de este conjunto, dejamos de lado la concepción
sobre la naturaleza de caracteres femeninos como por ejemplo “buena madre” o “instinto
materno” y los comenzamos a entender como un proceso histórico y cultural de construcción
que implica o deja como consecuencia un cuerpo “saturado de sexualidad” al cual se le
adjudican responsabilidades morales y se buscará asegurar la regulación de su fecundidad.

. Pedagogizacion del sexo del niño: El onanista o niño masturbador como resultado de esta
mecánica, hay que evitar que el niño indage en su placer pero a la vez esta indagación o
masturbación se planteara como natural. Se construyen horrorosas consecuencias alrededor
de la masturbación causando que “(…) los padres, las familias, los educadores, los médicos,
y más tarde los psicólogos, deben tomar a su cargo, de manera continua, ese germen sexual
precioso y peligroso”7. En este dispositivo creo que se visibiliza la forma más explícita en la
cual el poder estructura y modela el sexo ordenando y delimitando el funcionamiento de
familias y establecimientos educativos.

. Socialización de las conductas procreadoras: La pareja malthusiana8 es el resultado de este


dispositivo es decir es un registro de administración de la población, durante la modernidad
6 Michel Foucault: Historia de la Sexualidad I. La voluntad de saber, Bs. As, Siglo XXI, 1995 (p. 100)
7 Michel Foucault: Historia de la Sexualidad I. La voluntad de saber, Bs. As, Siglo XXI, 1995 (p. 100)

8 El malthusianismo o maltusianismo es una teoría e ideología demográfica, económica y


sociopolítica, desarrollada por el economista británico Thomas Robert Malthus (1766-1834) durante
la revolución industrial, según la cual el ritmo de crecimiento de la población responde a una
progresión geométrica, mientras que el ritmo de aumento de los recursos para su supervivencia lo
hace en progresión aritmética. Por esta razón, de no intervenir obstáculos represivos (hambre,
guerras, pestes, etc.), el nacimiento de nuevos seres aumentaría la pauperización gradual de la
especie humana e incluso podría provocar su extinción, lo que se ha denominado catástrofe
malthusiana.
se empiezan a incentivar o a frenar económica, moral o médicamente la procreación, la
“preocupación natal” pasa a ser de orden privado a orden público. En este dispositivo
podemos ver lo definido anteriormente, como el poder intenta cuantificar el sexo o desvelar
al deseo.

.Psiquiatrización del placer perverso: El adulto perverso es el resultado de este último


dispositivo, se buscaron y definieron anomalías que podrían afectar a un “instinto sexual
aislado” identificando conductas y personalidades enteras anormales que luego será quienes
experimenten las tecnologías construidas por la psiquiatría y medicina para corregir estas
“anomalías sexuales”

Estos dispositivos demuestran el poder positivo funcionando, positivo no en términos del


bien o el mal sino en términos de producción, es decir podemos ver cómo el poder produjo a
las mujeres histéricas, los niños masturbadores o los adultos perversos.

Finalmente el ensayo plantea que en toda sociedad hay distintos dispositivos de alianza,
aquello que estudia por ejemplo la antropología ¿De qué forma nos ponemos en pareja?, que
en el occidente moderno perdieron importancia mientras se fue conformando un dispositivo
de sexualidad que si bien no anula el primero lo debilita y se opone en diversos puntos. El
dispositivo de sexualidad a diferencia del de alianza funcionara según técnicas “móviles,
polimorfas y coyunturales” de poder porque las formas de las perversiones y el deseo son
totalmente polimorfas. El condensador de este dispositivo de sexualidad será la familia que a
la vez es el resultado del dispositivo de alianza, Foucault plantea que el dispositvo de
sexualidad le ganara al de alianza generando nuevas figuras por ejemplo “la esposa frígida, la
madre indiferente, el marido impotente, sádico, perverso, la hija histérica o neurasténica, el
niño precoz y ya agotado, el joven homosexual que rechaza al matrimonio o descuida a la
mujer”, todas estas figuras que aparecen en el seno de la familia como resultado de aquel
dispositivo normalizador es decir la producción de un margen de anormalidad, aquellos que
no se adaptan a la norma. En la familia yacerán aquellos conflictos que horrorizados por la
desviación a la norma que el mismo dispositivo de sexualidad conformo buscarán resolver en
los dispositivos confesionales definidos anteriormente, el cura, el psicopedagogo, el
psicoanalista, el médico, etc.
BIBLIOGRAFÍA

Fuentes Primarias:

· FOUCAULT, Michel: Historia de la Sexualidad I. La voluntad de saber,


Bs. As, Siglo XXI, 1995.

· FOUCAULT, Michel: El poder, una bestia magnifica: Sobre el poder la


prisión y la vida (1994); Buenos aires: Siglo Veintiuno Editores, 2012.

Fuentes secundarias:

· CASTRO, Edgardo: El Vocabulario de Michel Foucault. Un recorrido


alfabético por sus temas, conceptos y autores, Bs. As, Prometeo-UNQ,
2004.

· DREYFUS, Hubert L. & RABINOW, Paul: Michel Foucault: más allá


del estructuralismo y la hermenéutica, Bs. As, Nueva Visión, 2001.

· CASTRO, Edgardo: Introducción a Foucault 2da edición, Buenos aires:


Siglo Veintiuno Editores, 2015.

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