Sarton - Seis Alas - Alas 1 A 3
Sarton - Seis Alas - Alas 1 A 3
Sarton - Seis Alas - Alas 1 A 3
HOMBRES DE CIENCIA
RENACENTISTAS.
GEORGE SARTON
© .1965 Del autor de una monografía sobre un tema reducido debe espe-
EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES - Viamonte 640 rarse que exponga todo lo conocido o cognoscible acerca·. de lo que
Fundada por la Universidad de Buenos Aires "trata y que lo haga con precisión, pues tal es su deber. Pero sería
1Tidículo pretender lo mismo respecto del autor de una síntesis exten-
Hecho el depósito de ley
~MPRESO EN LA ARGENTINA - l?RJ:NTED J:N ARGENTINA
T
SEIS ALAS PREFACIO
sa, o dirigirle reproches si desconoce algo o ha olvidado decir esto posible, y ve:nder su labor y lo que llamaban su "devoción" al precio
o aquello. má$ alto qu,e pudiere. Esta actitud no es mala en sí misma, no es
La totalidad de la ciencia durante un período de un siglo y medio nada crin:µnal,. pero carece de valor.
(1450-1600) es un tema de enorme magnitud. Para apreciar su ex- · Nos obsesiona la mediocridad de nuestra época, y, en cambio
tensión, considérese el tercer volumen de mi Introduction to the el pasado ha llegado hasta nosotros purificado; nuestra atención se
History of Science. En él intento una exposición completa, aunque ha lirnit&clo. a: la gente mejor o, a veces, a la peor, pero, en todo caso, a
condensada, de la ciencia de un solo siglo ( el x1v) ; sin embargo, la¡¡. figuras principales. Es por eso que toda comparación entre un
abarca 2.192 páginas. Admitamos que el número de acontecimientos pasado seleccionado y un presente total se torna equívoca y peligrosa.
científicos se duplicó en el siglo xv y se triplicó en el xv1 ( admisión Teniendo esto en vista, podemos, sin temor, apreciar los grandes
rp.ode:racla: el crecimiento ha de haber sido mucho mayor). En tal cuadros· y los grandes libros del Renacimiento.
caso.un resumen de la ciencia del período 1450-1600, manteniendo
las. riroporciones, del volumen citado, abarcaría, por lo menos, 8. 768 Mi descripción de la ciencia durante ese período es típica de
páginas, . mi enseñanza en Harvard y otros lugares. No he tratado de ense-
·Es evidente, pues, que en un libro con menos páginas que la ñar ciencia, ni tenía tiempo para eso, ni ésa era mi función. No
vigésima parte de esa cantidad, no es posible tratar a fondo toda la soy ni he sido jamás un profesor de ciencia, sino un humanista, un
dencia renacentista. Incluso si ese resumen se redujera a su mínima hombre profundamente interesado en todas las humanidades de la
expresión (torná,ndolo,, por tanto, incomprensible) de ninguna ma- ciencia y, sobre todo, en la personalidad de los investigadores cientí-
nera podría ser completo. Lo mejor que puede hacerse es un esbozo ficos. Hago notar que es bastante extraño que este tipo de humanismo
que ponga de relieve algunos aspectos de los esfuerzos científicos de sea menos común en la ciencia que en otros campos. Las _personas
esepe:r;íodq. Tal ei¡ lo que he intentado, y hasta es posible que, gracias interesadas en el arte tienen curiosidad por conocer todo lo que se
a mi larga experiencia, mi ensayo tenga algún valor e incluya alguno? refiere a los artistas, a los creadores de belleza: ¿no es esto bastante
tópicos novedosos o importantes. natural? ¿Por qué sería menos natural en un científico el deseo de
· . En,. todu caso,, ¿en qué consistiría su bondad de ser exhaustivo? co:rrocer todo lo atingente a la vida, tanto como a las obras, de sus
Excepto para unos pocos estudiosos que se han propuesto dedicar predecesores? Lamentablemente, algunos científicos no son sino me~
toda su. vida al éstudío del Renacimiento, el esfuerzo que presupone ros técnicos que intentan dominar los hechos, las teorías y las triqui-
~er e:rliaustivo y exponer todo lo que valga la pena decir, es desespe- ñuelas de su propia rama científica y no tienen tiempo ni curiosidad
rado.e' inútiL Si. se.. des.ea conocer a Francia ¿sería juicioso visitar cada para nada más. Lo considero una limitación. Se critica la obra cien-
éiüda~ y cada ald.ea? ¿No sería niejor detenerse todo ~1 tiempo posi- tífica desde el punto de vista técnico, y así debe ser, pero ¿no necesi-
óJ:e'. eil.una de ella's y visitarla bien? Bueno, eso es precisamente lo tamos algo más que una crítica técnica? Volvamos nuevamente a los
que me prqpongo hacer aquí. En este. libro trataremos de unos pocos artistas. Pocas personas son capaces de criticarlos desde un punto-
· líom.bres de ciencia del período renacentista e intentaremos cono- de vista estrictamente técnico, pero esto no interesa, pues la crítica
cerlos lo suficientemente bien como para imaginarnos a todos los más valiosa para el artista no es la técnica sino una más amplia: la
demás. · humana. ¿Cuál es el significado de esta o aquella sinfonía, de este
o aquel cuadro? ¿En qué medida enriquecen nuestra conciencia o
' .'.• ';La única dificultad (y bastante seria) es' que nuestra selección, nuestros sentimientos? O para tomar un ejemplo más doméstico, si
en:>''c:ietto sentido, será artificial. Nuestra visión del pasado está se nos ofrece un manjar, ¿intentaremos criticarlo desde elpunto de
síl:iinpri falseada debido a que el tiempo ha actuado como un ta- vista puramente culinario, investigaremos la receta? No, nuestra
mizp y to: que l'ta~logrado llegar hasta nosotros no es una muestra crítica se dirigirá al placer que nos proporcione. ¿Complace a nues-
représentativa. Casi todo lo mediocre ha sido eliminado. Podemos tros cuerpos y alegra a nuestras almas, o no?
asegurar que los grandes artistas, filósofos, intelectuales y santos de El cocinero necesita críticas de ese estilo, e igualmente el músi-
entonces no fueron más numerosos que los de ahora. Me refiero a co; el escultor, el químico y el geómetra. Uno de los principales obje-
aquéllos, pa:rm. quienes el arte,. la inteligencia, el saber o la religión tivos de la historia de la ciencia es proporcionar tal tipo de críticas
no.sori;unru tarea para ser gozada y explotada, sino una misión que y desarrollar las humanidades (como opuestas a las "tecnicidades")
eúmplir á,cualquier costo. Ayer, como hoy, la mayoría de. la gente de los esfuerzos científicos. Los santos luchan por la bondad y la
erre mediucre;: des.eaba viv;ir tan confortablemente como les fuera justicia; los artistas buscan la belleza, y los científicos, la verdad.
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SEIS ALAS PREFACIO
¿Cómo lo hacen? ¿Y por qué? ¿Cómo combinan sus esfuerzos y se Tragus, .l)odonaeus, Clusius, Faber Stapulensis, etc. A veces, se ha
ayudan mutuamente? ¿Cómo se sostienen entre sí las ramas cien- mantenido el nombre vernáculo, como en los casos de Brahe, Car-
tíficas? Tales son las preguntas humanas, no técnicas, a las que élano, _,Stevin;. caso que, por supuesto, fue el de los escritores que
trataremos de responder. prefirieron el uso del vernáculo, como Paré y Palissy. En algunos
casos, el nombre original fue latinizado y del latín derivó otro nom-
Con el fin de mantener mi exposición dentro de limites razo- bre común. Así, de los latinizados Erasmus y Copernicus derivaron
nables, pero haciéndola, con todo, suficientemente diversificada, me Erasmo y Copérnico; de Chauvin, latinizado Calvinus, derivó Cal-
he propuesto no hablar demasiado de algunos gigantes, como Erasmo, vino; de Cleynaerts, convertido en Clenardus, derivó Clenard. Algo
More, Stevin, Vives y Viete, que podrían robarse la película y con semejante ocurre con los nombres vernáculos, como el de Lutero
los ,cuale~ algun?s de mis lectores ya están familiarizados. Pensé que derivado de Luther. Las posibilidades son infinitas. Cualquiera fuera
sen~ meJor dedicar mayor espacio a figuras menores, cuyas contri- la forma elegida, he tratado de emplearla uniformemente.
buciones, más humildes, fueron, con todo, de gran importancia. Tales
hombres no_ provinieron de un solo país, sino de todos los países de Este libro se halla ilustrado con retratos auténticos. Está de
Europa occidental. El Renacimiento no se inició simultáneamente más exagerar la importancia de éstos. Un buen retrato de una per-
e?- todas _partes ni comenzó únicamente en Italia; algunas inicia- sona nos dice sobre ella más que la más extensa de las descripciones.
tivas partieron de otros países, como por ejemplo, Portugal y Flandes. Piénsese en retratos tan reveladores como los de Descartes por Frans
. ~l Renacimiento es, pues, internacional y la historia de su Hals, de Galileo por Susterman, del papa Paulo III Farnese por
c~enc1a, como la de cualquier período, es independiente de las limita- Ticiano. Por supuesto que retratos tan reveladores no son frecuentes,
c~ones -~olíticas, raciales o religiosas. La búsqueda del conocimiento pero los primeros impresores nos dejaron gran cantidad de grabados
científico ha sido siempre internacional o supranacional, aun más en los que se puede confiar plenamente, ya que aparecen en libros
fundadamente que la búsqueda de la_ belleza o de la salvación. Los publicados en vida del autor o poco después de su muerte. Si el autor
artistas italianos podrían, probablemente, haber creado todas sus y sus amigos aceptaron el retrato como auténtico, nosotros podemos
obras maestras, aun sin haber existido los alemanes los flamencos quedar tranquilos haciendo lo mismo.
y lo~ ingleses. En cambio, los descubrimientos cien'tíficos siempre La gente ha asignado siempre tanta importancia a los retratos,
i:11-phcan la colaboración de muchas naciones. Ninguna hazaña cien- que, en los casos de no disponer de uno auténtico,, está dispuesta a
tífica puede explicarse si nos mantenemos dentro de lps límites de aceptar cualquier otro en su remplazo. El padre del retrato fue el
un solo país. Esto se verá. claramente en mi resumen, no obstante deseo, y esta falacia fue aprovechada por los grabadores. Existen
estar, necesariamente, limitado al mundo occidental. Si pudiera ha- colecciones enteras renacentistas en las que, sin discriminación al-
blar de la India, de China y del Japón, pondría de manifiesto muchas guna, se mezclan los retratos auténticos con los fantásticos. Parece
más relaciones curiosas, pero el espacio de que dispongo es demasiado que los autores de esas colecciones no advirtieron que los retratos
pequeño aun pára abarcar todo Occidente; por eso he de prescindir de Platón y de Arquímedes que reprodujeron (para no mencionar
de Oriente, Un descubrimiento científico puede realizarse en cual- a Adán y Eva) eran esencialmente diferentes de los tomados del
quier parte. "El viento sopla donde quiere y oyes su voz, pero no
natural por sus contemporáneos; la diferencia es tan .grande como
sabes de dónde viene ni adónde va." (Juan, 3, 8.)
la que hay entre una mentira y la verdad. Algunos de los estudiosos
Los nombres propios provocan muchas dificultades. En el caso más destacados, no solo del Renacimiento sino de nuestro tiempo, son
de lugares he preferido, en general, dar el nombre moderno con el víctimas de este tipo de engaño: curiosamente, mientras insisten sobre
cual el lector está más familiarizado; no hay razón alguna en au- la necesidad de precisión en los términos, están dispuestos a sacrifi-
mentar sus dificultades. En cuanto a los nombres de personas, las carla cuando de retratos se trata. 2
dific.ultades se deben, principalmente, a la coexistencia del latín Cada retrato de est~ libro es, en cambio, totalmente auténtico, y
con muchos idiomas vernáculos que continuaban su evolución. Los la prueba de su autenticidad se da en su leyenda. .
autores que escribían en latín se vieron obligados a latinizar o Las referencias bibliográficas se han limitado a lo esencial o a
helenizar sus nombres y, en muchos casos, el nombre en latín o griego
es el que recordamos mejor, Es también el más fácil de ubicar en el las novedades que el lector no podría encontrar en otro. lugar .para
índice. Considérense, por ejemplo, los nombres de Melanchthon, confrontar. ·
10 11
Y llego ahora a la última cuestión, que quizás hubiera debido
.. ser la primera. ¿Por qué este libro se titula Seis alas? No se trata de
una tonta fantasía mía, sino de la continuación de una tradición ALA PRIMERA
muy antigua; que puede rastrearse hasta en el Antiguo Testamento,
pero que conocí gracias a un escritor medieval, Immanuel Bonf ils
de Tarascón,. que fforeció en 1340-77,3 y mejor conocido por sus LA ESTRUCTURA DEL RENACIMIENTO:
tablas astronómicas tituladas Kanfe nesharim (Alas de águila, P.xodo, EXPLORACIÓN Y EDUCACióN
19, 4). Como esas tablas estaban divididas en seis partes, fueron
llamadas más generalmente Shesh kenafayim, alusión a las seis alas
de/los serafines (lsaías, 6, 2), y el mismo Immanuel fue llamado
Ba'al kenafayim (maestro de las alas) .
. , ·l\'li título alude, pues, a las famosas tablas astronómicas com-
piladas en Tarascón (Bouches-du-Rhone) en 1340-65, y, a través de
ellas, alosserafines que "cada uno tenía seis alas: con dos se cubrían Como este libro está dedicado a la historia de la ciencia durante
el rostro, con dos se cubrían los pies, y con las otras dos volaban". el Renacimiento, es necesario explicar brevemente qué es la historia
de la ciencia. Muchas personas, aun personas cultas, no saben de qué
GEORGE SARTON se trata, ¿y cómo podrían saberlo, frente a la falta de comprensión
respecto de la ciencia misma? Con frecuencia confunden ciencia
con técnica, cuyos frutos son tan ricos y abundantes que superan
toda ambiciosa fantasía. No me agrada esa confusión, pues concibo
la ciencia como un conjunto bien ordenado de conocimientos rela-
tivos al universo y a nosotros mismos; la concibo como una contem-
plación sagrada y una satisfacción espiritual. La técnica es ciencia
aplicada a los asuntos de la vida. Sus frutos son innumerables; la
mayoría de ellos son buenos, pero muchos son malos, como por ejem-
plo la explotación de los hombres, su sometimiento a las máquinas,
su idolatría por los adminículos mecánicos y, finalmente, creaciones
diabólicas tales como las bombas atómicas.
La historia de la ciencia incluye algunas partes de la historia
de la técnica, pero es esencialmente una materia distinta.
Por ejemplo, el historiador de la ciencia debe hablar del origen
y la primera realización de los grandes inventos, pero no tratará de
exponer su posterior desarrollo técnico. Expondrá la invención de la
imprenta, de la máquina de vapor, de la dinamo, del motor de
combustión interna, etc., pero ha de dejar al historiador de la técnica.
toda exposición acerca del complejo desarrollo de cada invención y
de las infinitas ramificaciones a que dio lugar cada una de ellas;
Cada invento clave es como la semilla de un árbol gigantesco. La
historia de la ciencia puede definirse, entonces, como el relato del
gradual descubrimiento de la verdad objetiva y de la conquista de
la materia por el espíritu; describe la lucha permanente y sin fin
por la libertad del pensamiento y por la liberación de la violencia,
de la intolerancia, del error y de la superstición.
,:: N~¿ci El'. prÓfesor Sarton falleció el 22 de marzo de 1956 y no pudo, por lo La. historia de la ciencia es una de las partes esenciales ·de la
tanto, revisiu: las¡ ,pruebas de este libro ni preparar el índice. historia espiritual de la humanidad; las otras partes son las historias
12.
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SEIS ALAS LA ESTRUCTURA DEL RENACIMIENTO: EXPLORAClóN Y EDUCAClóN
del arte y de la religión. No es más importante ni más esclarecedora el-.Dialogo es, en cie~ta medida, un epítome del pensamiento rena 7
que éstas, pero difiere de ellas en que el desarrollo del conocimiento centista. 2 Algo semeJante ocurriría cualquiera fuese el período esco-
científico es verdaderamente acumulativo y progresivo. Nuestro co- gido: siempre existirían anticipaciones en períodos anteriores y remi-
noc~iento actual es muy superior al de nuestros predecesores; en niscenc;ias en períodos posteriores.
cambio los santos de hoy no están más próximos a Dios ni los artistas Acl~más, ningún período es válido para todos los países, ni
modernos más cercanos a la belleza que sus predecesores. De ahí siq~era para !a totalidad de un mismo país, pues los hombres y
que si deseáramos exponer el progreso de la humanidad la historia m,uJeres q~~ viven en una determinada época jamás son contempo-
de la ciencia constituiría el verdadero eje de nuestra exposición. i:aneo_s espiritualmente. Algunos de nuestros propios contemporáneos,
La historia de la ciencia proporciona el eje o, digámoslo así, p<:>rz eJemplo, no han alcanzado aún la época del Renacimiento; viven
la armazón de la historia de la humanidad. La armazón es esencial todavía en la Edad Media. Otros no han progresado tanto y están
pero insuficiente. Un hombre necesita un buen esqueleto para sos- todavía. en la Edad de Piedra. Es debido a tales diferencias que
tenerse, pero no basta; necesita además carne y sangre, y aun así nµestras invenciones técnicas son tan aterradoras. Nuestros padres se
no constituye nada, necesita sentimientos y pensamientos; solo así sentían inquietos cuando los niños usaban armas. Nuestros temores
es un ser completo. actuales son más profundos; nos estremecemos al pensar que las
Mi obra ha sido siempre inspirada por este ideal. Soy, en primer bombas atómi_cas puedan caer en manos de hombres que, en todos
lugar, un historiador de la ciencia, pero la historia de la ciencia los aspectos, s1 se exceptúa el técnico, son aún bárbaros.
nunca me ha satisfecho en sí misma; siempre he necesitado y he ,... Nuestra definición del Renacimiento (es decir, de 1450 a 1600)
dado mucho más. puede parecer artificial, pero es fácil de recordar y no es arbitraria.
Díg1:1se lo 9-ue ~e qui~ra de su techo ( 1600), estoy convencido de que
Como he prometido narrar la historia de la ciencia del Renaci- h_ubiera sido imposible encontrar una planta baja más adecuada
miento o, por lo menos, aclarar algunos de sus episodios principales, (1450), por lo menos en lo que se refiere a Europa occidental. El
considero bueno explicar cuándo y dónde ocurrió el Renacimiento. clescubr_imie_nto de la imprenta fue uno de los jalones más grandes
No me gusta esta palabra debido a que es una especie de rompe- en_la histor~a de la humanidad, y para la historia de la ciencia ad-
cabezas. En febrero de 1952, el Metropolitan Museum organizó un quiere una rmportancia especial. Cambió toda la trama y urdimbre
simposio sobre el Renacimiento, al final del cual los seis intelectuales de. la historia, pues remplazó las formas precarias de la tradición
que habían participado en él y su guía y coordinado:t advirtieron (oral º. manuscrita) por 1;tna forma estable, segura y ·duradera; es
que ni siquiera estaban de acuerdo sobre su cronología. Pero el como s1 de pro;n.to_ JaJ1_uma;nidad hubiera adquirido una memoria
malentendido es más profundo. No basta decir que muchos renaci- digna de fo en,sustitución de otra veleidosa e ilusoria. No es suficiente
mientos se han producido en distintos lugares y épocas; podemos hacer un descubrimiento: si. deja de. trasmitirse es como si no se
declarar que casi siempre existe un renacimiento de una u otra clase hubiera realizado; no es suficiente escribir un tratado científico: se
en alguna parte del mundo. En este libro la palabra "Renacimiento" le debe c?nservar. Si llega a perderse, como ha ocurrido con una
será meramente una manera abreviada de referirnos· al período que gran cantidad de textos antiguos y medievales, de nada nos sirve.
va desde aproximadamente 1450 hasta 1600, en Europa occidental Ne~esitamos el te~to, un texto fiel y permanente, y esto solo fue
o, remplazando fechas por sucesos, desde el descubrimiento occidental posible cuando se mventó la imprenta a mediados del siglo xv.
de la imprenta hasta la muerte de Giordano Bruno. Para_ volver al Renacimiento, digamos que fue, entre otras cosas,
, El período podría extenderse hacia ambos extremos; considerar una rebelión contra los conceptos y métodos medievales. Sin duda toda
que el Renacimiento comenzó un siglo antes en Italia con Petrarca gene:r:<:ción reacciona contra la anterior; todo período histórico es una
y Boccaccio; y se prolongó muchos años más en otros países. Sería rebehon en contra de su predecesor. Pero en este caso la rebelión
tentador emplear como final el año 1616, que asistió a la muerte fue más aguda que de costumbre. No se ha advertido suficiente-
de esos dos gigantes que fueron Cervantes. y Shakespeare. 1 Otra mente que el Renacimientono fue meramente una rebelión en con-
conclusión, si se desea determinarla con un gran libro y se estima tra del escolasticismo; se dirigió también en contra de las influencias
que el De Magnete Magneticisque Corporibus (1600) de William árabes \en es:r;cial las representadas por Avi_cena y Averroes). 3 La
Gilbert no es suficientemente grande, podría ser el Dialogo dei due tendencia antiarabe ya estaba en pleno desarrollo en los tiempos de
massimi sistemi del mondo ( 1632) de Galileo. Esto insumiría un Petrarca. Tal rebelión y tal lucha por la independencia intelectual
lapso demasiado extenso del siglo xvu, aunque podría argüirse que fueron síntomas de una fuerza en desarrollo. La rebelión tuvo éxito,
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LA ESTRUCTURA DEL RENACIMIENTO: EXPLORAClóN Y EDUCAClóN
pero no fue completa;'muchos elementos árabes subsisten en nuestro supuesto que comienza el Renacimiento, el conocimiento humano ~e
idioma y en nuestra cw.túra. Ia·"'faz de la tierra" estaba todavía limitado a una muy pequena
El temor a las novedades fue una de las características de la porción y que aún sobre esa misma porción era muy superficial. El
Edad Media. 4 El Renacimiento estuvo mucho más dispuesto a acep- descubrimiento de la tierra era, pues, una de las' grandes tareas a
tarlas y, en algunos casos, hasta fue a su encuentro. Toda novedad cumplir.
P:ovoca inquietud, pero cuando llega al espíritu con frecuencia cre- ; El precursor fue Enrique el Navegante (Dom Henrique o Nave-
ciente, uno se acostumbra a ella y se le desconfía menos• finalmente aador 1394-1460), y en este sentido los heraldos renacentistas no
concluye por agradar. Sin embargo, en muchos casos l¡s novedades fueroi'i italianos sino portugueses. Su iniciativa_ fue gradualmente
· fueron: 1;11ás bien superficiales. Por ejemplo, los artist~s renacentistas p:i;oseguida por las demás naciones de Europa occ:~ental. No es nece-
d_escubneron la bel!-eza del cuerpo ~umano, aunque ésta jamás había sario detallar sus heroicas hazañas, pues son familiares a todos. Un?s
sido totalmente olvidada. 6 Descubneron las bellezas del arte antiguo, pocos nombres y fechas serán suficientes para refrescar la memoria
nuevos acentos en poesía, nuevos ritmos en música· descubrieron los .de ustedes: Bartholomeu Dias (1488), Cristóbal Colón (1492), Vasco
lib7os antiguos y se apresuraron a publicarlos. T;do esto fue muy da Gama (1498), Amerigo Vespucci (1497-1504), Magallanes _(1519-
estimulante. .
22). Estos hombres fueron los más grandes de la pr~era genera-
·. · En_ el c_'.1mpo de la ?iencia las novedades fueron gigantescas, ción de exploradores y navegantes, pero les sucedieron much~s
r~vol~c10na:ias: Esto explica por qué los timoratos se asustan de la otros, demasiado numerosos para ser cit~d~s- En verda~. el Renac_1-
ciencia .. Su ~ns!mto está acertado: nada puede ser más revolucionario miento fue la edad de oro de los descubnmientos geograficos. Hacia
que el crecmuento del conocimiento. La ciencia está en la raíz de €l año 1600 la superficie de la tierr'.1 conocida se _hab~a dupli?ado.
t?do ~,ambio social. 1:º~ ,ci!ntí!icos renacentistas no introdujeron solo ¿No era ésta una hazaña de un significado extraor~man~? ¡La tie7~a
uria . nueva cosmovis10n , sino un nuevo ser. Con frecuencia las se había duplicado! No fue solo cuestión de cantidad, smo tamb1en
D:óv~dades fueron tan grandes que no deberíamos hablar del Rena- de calidad: nuevos climas y nuevos aspectos naturales, nuevas plan-
c1nuento o de un renacimiento, sino de un verdadero nacimiento de tas, nuevos animales, nuevos hombres y mujeres. 7 •
una cabal iniciación. ' La navegación antigua y medieval había sido en gran medida
. . ··El Renacimiento humanista fue una trasmutación de valores costera; los marinos no navegaban muchos días sin ver la costa .
ün '~new deal", un nuevo barajar el mazo, aunque muchas de la~ Conocían los mares pero no el Océano, excepto como una barrera.
~araJas fu~ran viejas; en cambio, .el Renacimiento científico fue un Pero ahora el Océano había sido conquistado, y pronto conocerían
••new deal en el cual muchas de las cartas eran totalmente nuevas. las regiones árticas, los desiertos y los trópicos. _ '
Estó se demostrará con sencillez, aunque demasiado brevemente en La resonancia psicológica de estos nuevos panoramas !ue 1UIDen-
est~ libro. Más ~ien me siento como si se me encargase pintar ~na sa. Un hombre de hoy puede recordar las profundas emociones expe-
sen_e de frescos mmensos e1; m~y breve tiempo. Lo único que puedo rimentadas cuando por primera vez se encontró en medio del océano.,
?ec:r es que los frescos seran pmtados lo mejor que se pueda, y los o en el corazón de la jungla tropical, o cuando trató de cruzar un
invito a contemplarlos, uno tras otro. desierto o un gfa.ciar. Tales experiencias, que son fUl'.1:damentales para
cada uno de nosotros individualmente, fueron realizadas para toda
la humanidad durante los siglos xv y XVI. _ _ . _
EL DESCUBRIMIENTO DE LA TIERRA · Es significativo, sin embargo, cómo el redescub 71ID1ento del V1e.c
- jo Mundo (India y China) impresionó a ~?s estudiosos de entonces
• Un~ de la,s ~azañas 11;-ás notables de comienzos del siglo xx fue
j •• ,
mucho más profundamente que la revelac10n del mundo totalmente
l~.smtesis tectomca del geologo austríaco Eduard Suess (1831-1914) nuevo de las Américas. Era de esperar que los poetas europeos salu~
titulada Das Antlitz der Erde. 8 Fue un detallado estudio de la "faz daran entusiastamente la aparición del Nuevo Mun:do, p,ero no lo
de _la tierra", de toda la tierra; una descripción de todas las irregu- hicieron o sus esfuerzos literarios 8 fueron demasiado débiles para ser
l~dad~s de su corteza, las montañas, los ríos y los lagos, los valles, recordados. En cambio, las hazañas de los portugueses en Asia inspi-
I?s lechos.de l~s ríos y los deltas; un intento de explicar las deforma- xaron el máximo poema épico de la época, Os Lusiadas (_1572) de
. 1;:1.ones y los pliegues que llevaron a la actual conformación terrestre. Camoens. Esto es fácil de comprender, pues para los estudiosos, que
Cuarnfo SE! utiliza ese libro o sencillamente se lo hojea, se aq.vierte no poseían noción alguna. de antropología, los i?di?s amer_ica??S no
con'pena cómo a mediados del siglo xv, en la época en que se ha podían ser tan interesantes como los verdaderos md10s. El s1gnif1cado
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LA ESTRUCTURA DEL RENACIMIENTO: EXPLORAClóN Y EDUCAClóN
que' . el alpini
. ... smo· casi· d esaparezca durant 1 . 1 , ,táht~s á~Í '':nu~vó saber"" (que significaba el estudio del griego) tales
z:r11~nce senan:iente a fines del XVIII. 13 e e s1g o xvn y solo reco- cómo Colet,t Gró·cyn y Linacre, u y gustosamente hubiera seguido
sus"huellas/pero su padre, el juez Sir Thomas, eligió para él la ,
carrera d~ las leyes. Hacia fines de siglo trabó conoc:inúento con
LA :NUEVA EDUCACióN Erasmo, que influyó profundamente sobre él dé muchas maneras.
Su. obra ;Epístola· ad Martinum Dorpium
15
fue una defensa del
To.do renacimiento debe ex: r Moriae erteómiun, de Erasmo, y del nuevo saber; su obra maestra,
ción, pues cuando los hombres c/ ~sarse en el campo de la educa- Utopidº(Lóvaina~ 151p) 16 , no solo revela su preocupación y amor
nueva manera, algunos ansían :,1~.zan a pens:3-r y a sentir de una por la educación y el saber, sino también su conciencia de los males
en consonancia con su propio ca':nb _1car l?s. metodos de enseñanza sociales. Es' una sátira de las condiciones inglesas ( o europeas) , pues.
homl:>res de vigoroso ímpetu creador 10 espiritual. .Es cierto que los la, vida en: Utopía es, en casi todos los aspectos, lo contrario de la
por_ la e,ducación o no disponen de Jin frecuencia, no se interesan vida ;•inglesa. More expone una detallada descripción de la buena
11;1-difere:z:i-cia de Leonardo fue tal ue nompo ,Y energ1~ para ello. La sociedad que la fraternidad, la educación universal, y la religión
Clones m de poner en orden sus lund trato de publicar sus concep- ~ómbinada. con la tolerancia harían posible. No solo fue uno de los
tue ui: educador a pesar su o e 1 ante? notas. Por supuesto que p~eros de~ensores ~e la educac~ón de las mujeres, sino que sugirió
mvestigador lo es · Ex:is~er w. on, . !1 embargo
y ' s1n e sentido ded qued todo artista
, . o q1:e las mu]eres debrnn ser adrmtidas en el sacerdocio. La religión
edducabdores. natos ' como lo 11
s amamos hoy cu ' e uca ores
... , autent1cos ' de los· utópicos era tan pura que no telllÍa a la ciencia· más aún
escu nr que explicar meno ·d ' ya ID1s1on fue menos desdé supunto de vista, la búsqueda científica era una parte de 1~
su propio acervo a su~ suces~re~r con nuevos tesoros que comunicar religión. Este imaginativo y generoso libro inspiró, en todas partes, a
. Lamentablemente la gran · , muchos pensadores, no solo "utópicos", sino también hombres 17 y
ú_úorrual, y un educad~r de enima;r~r~a de las nuevas escuelas era miljéres bondadosos, amantes de la justicia y de la cultura.
crrcu1:,stancias locales y te;;_ or º1 difac1hn~nt~ podía emerger de las
~or eJemplo, uno de los más ~sti~tbi4ue hnutaban sus actividades. Como Ascham no es tan bien conocido como More mi exposición
rmo ?~ Feltre, estableció en ManU: es 1r:;stros del siglo xv, Vitto- acerca de él ha de ser algo más extensa. Roger Ascha::.U (c. 1515-68)
y fehc1dad, la Casa Giocosa u a, en 3,_ ~ escuela de virtud
p~rsonal, una obra maestra a.iv\~º _I,e sobrevivio. Fue una creación
GJovanni Francesco Gonza a nl ormo, que su mecei:a~, el marqués
provenía de North Riding, de Yorkshire, y fue alentado por su primer
protector a poner mucho empeño en el estudio de la arquería. En
St. John de Cambridge, se distinguió de tal modo como estudioso de
tuar. Igual infortunio tu . g ' o fue capaz de estab1hzar y perpe- los clásicos, que fue designado secretario del embajador ante Car-
h. u b· o entre ellos
. muchos vieron
irr d otros· educado
· res d e1 R enac1miento
. . • los_ V. Más tarde fue tutor y amigo de la desdichada Lady Jane Grey
la posibilidad de crear escie~~ es raes~yas, pero no se les presentó (eJecutada en 1554), y luego secretario de latín de la reina María
ellos: dos ingleses, More y Ascfu~ ura es. In_trodu~iremos a tres de :(dela reina Isab_el. El hecho de haber desempeñado el mismo cargo
.· Antes de hacerlo debo lante' y un espanol, '::ves, . Junto a ambas remas, demuestra que fue considerado indispensable.
fm de obviar posibles críticis ·T
sucesor digno de éP ·No
d una observac1on preliminar a
.. ,<'. o o gran maestro ha de tener im
Si; reputación se funda en gran parte en su Scholemaster (publicado
.. d • <'. es mas natural y tamb" , , · f., •¡ postumamente en Londres, en 1570), que contiene distintas nove-
e l sucesor, estruir o modificar la . . . ien mas ac1 ' para dades educacionales; por ejemplo, aconsejaba a los maestros ser ama-
P.osi.ble, pero en muchos casos la e~i tradi~1odp.e~ .qu~ c~ntinuarlas? Es bles y persuasivos y condenaba el uso de los azotes. Reconocía la
la trasID1.·sión de i;iea:s y de 't d st~nclrn e mstituc10nes garantiza h?nestidad, y util~d~d del idioma inglés, aunque le negaba elocuen-
'lid IJ. me o os 1nc uso a tr , d ,
est en ad provocados por la . d aves e periodos de cia; para el las umcas lenguas cultas eran el griego y el latín; el
18
les s.on necesarios. ·a· los efectoausdenclrn e g~nios. Los hombres genia- inglés solo servía para los menesteres más humildes. • El "Maestro
.... l s e a c r e ' 1 · ·'·
igua mente necesarias a los efect d ac10:1; .as \t1st1tuciones son de escuela" era un enseñante de latín; sin embargo Ascham fue lo
, . os e su contmmdad y permanencia.
bastante perspicaz como para defender el inglés. En la medida en
·.. Bir Thomas More (1478-1535) d' que los hombres cultos dejasen de lado el idioma materno y lo aban-
~as.el'lo, un título más raro y má bi° Semosle, co1:10 hoy podemos donasen a los incultos, lo estaban destinando a deteriorarse. Y esto
en el centro de la City de L dr s no e, anto Tomas Moro- nació no debía ocurrir. Su obra primera y más original, Toxophilus (Lon-
s,i.·tanos
• que transcurrierononen es
O'x:fen 1478 Dur. ~nt ~ sus años univer-
ord , se. .fam1hanzó con represen- dres, 1545), dirigida a los "Gentileshombres de Inglaterra", fue
21
20
ºUCTURA DEL RE.NACIMIENTO: E.XPLORACION y E.DUCAC!óN
5f:IS ALA!'l LA E.S T "
escrita también en inglés, para que "los mejores hombres del reino
la. usen, estando dispuesto de buena gana a sacrificar su propio inte-
rés en favor de los gentileshombres y hacendados de Inglaterra que
ignoran el latín" . 19 .
·_ • . Toxophilus or the.Schole of Shootynge, un diálogo entre Toxo-
philus ( el aficionado al tiro con arco) y Philologus, tuvo mayor y
más inmediata influencia sobre las escuelas inglesas que el Schole-
master. Propugna el valor educativo del tiro con arco, y la práctica
de ese deporte fue establecida en St. Albans, Hárrow y otras escuelas
isabelinas, casi seguramente debido a la defensa que de él hizo
Ascham. No solo fue estimulada la arquería en las escuelas de Ingla-
t,erra, sino .que se sostuvo que ese deporte era una parte esencial de
la educación. No es suficiente para los muchachos estudiar, al mismo
tiempo se les debe enseñar a orar y a jugar. Toxophilus tuvo también
alguna influencia sobre la literatura inglesa si es cierto que fue el
modelo para el Compleat Angler (Londres, 1653) de Izaak Walton.
. . La idea de que la práctica del deporte era buena no solo para
el cuerpo sino también para el espíritu, fue una innovación exce-
lente. La elección del tiro con arco es extremadamente interesante,
debido a que disponemos de un tratado árabe sobre este mismo
deporte escrito por un anónimo marroquí hacia comienzos del si-
glo xv1. El deporte fue estimulado también por los budistas Zen del
~apón como un medio de disciplina religiosa y moral. Una compa-
ración de los libros ingleses, árabes y japoneses sobre el tiro con
arco, sería sumamente instructiva debido a sus puntos de contacto, y
aun más debido a sus divergencias. 20
22
LA ESTRUCTURA DEL RENACIMIENTO: EXPLORACJóN Y _EDUCAClóN
SEIS ALAS
. 1 libros en latín, publicados, por ejem~
teuía)éJ. gra:3- vent~Jª de quta~:n de inmediato su ámbito, llegando
era de eiperar que los clérigos leyeran la palabra de Dios en hebreo
plo, en Par1sd o Llio~~~fe~tuales de Francia, sino a todo el mundo
y griego, y al vulgo, que no leía latín, no le era posible leerla de no :solo a _to os- os
ninguna manera. La lucha entre el catolicismo y el protestantismo se .. • . . . s
convirtió así en un conflicto entre el humanismo latino, la elocuen- liter~O- d 1 paradojas del Renacimiento, Lo 11;1~gmamo
Esta es otra e as . . t del humanismo clas1co, y en
cia, la autoridad jerárquica, lo sagrado y el misterio, por un lado, · mo el renaclllllen o . • d
con frecuencia co . . a y latina fueron investiga as
y los idiomas vernáculos, el individualismo, la democracia política realidad lo fue. Las literaturas f~!gperíodo se enorgullece de algu-
y económica, y un comercio e industria más libres, por el otro. Con más profundamente qdue nulnc_a. t que el mundo haya conocido.
el correr del tiempo el protestantismo fue el mejor propulsor del nos de 1os mas
, gran es c as1cis as
B d,
.
V1'ves ya han sido trata os. m
d s·
desarrollo de la ciencia. Lo que acabo de señalar, que en pocas pala- mo E:rasmo u e Y ' , 1 1 tr' fo
Algunos, c_o h b' 'surgido las literaturas vernacu as, ~ mn
bras pretende sintetizar una situación extremadamente compleja,
está supersimplificado, pero explica, con todo, que el terrible con..-
flicto del siglo XVI fue mucho más allá de su simple punto de par-
tida religioso; así como nuestro conflicto actual con el comunismo
embwgo, s1 no \l ieran ,
del latín Y. del ~ie1o rr~ía ~:~:rs i "ficado el fin de la literatur";;
hubiera florecido .y langui-
el hurnamsm~ ~ ~~a~smo nuevo habría estado preparado para
decido, pero mngun . .
soviético, trasciende el punto de partida económico. . ocupar su lugar. ·11 Ningu'n estilo auténtico puede crea~se
El descubrimiento más fecundo del Renacimiento fue la im- . _La razón es muy ~enc1 a. vivo· del idioma que se ha bebido
prenta, y la Iglesia fue el primer mecenas de los maestros impre-
sores y de las "chapels". * Por un extraño giro del destino, la
imprenta se convirtió en la mejor arma de los. protestantes porque
de los labios maternos, y q1:e r
si no se dispone de un mstrument~m le~ con total libertad y espon-
a_ diccionario. Por supuesto, se
taneidad, sin trabas gramat1c:3- eslmoenete pero es imposible escribir
permitió una gran difusión de la Biblia en much.os idiomas. El pre- · d lt a éstos ocas10na , . . . t
pue e consu ar . h bl . e los necesita cont1nuamen e
cio de un ejemplar de la Biblia o del Nuevo Testamento y los fÍuida y bellamente_ o hasta_ a Jrbl~ \ien y escribir bien es como
Salmos se redujo enormemente cuando fue posible editarlos no ya e•con una frecuencia excesiva. a d onalidad tiene un estilo
por unidades, sino por centenares o millares. , · el. fluir del agua de una fuen~á a.:s \fe:-:n grandes estilos: están
propio, y las grandes persona . a ciendo el lenguaje que emplean.
La lucha por la supremacía entre cada idioma vernáculo y el ·
latín no se redujo a la J3iblia, sino que se extendió gradualmente constantemen:te recreando y enr:iqu~sible hacerlo con el latín, si se
a todos los campos d.el conocimiento. Muchos católicos que obede- Ahora bien, todo _eso er::i 13:11~ 1 o el de E:rasmo, para
indiYidua es coro · .
cían a la Iglesia y no se preocupaban por leer la Biblia ( esa idea exceptúan unos pocos casos .d'. a natural Me imagmo
· , h b' 11 ado a ser su 1 10m ·
nunca se les había ocurrido; y a n,mch,os .de ellos no se les ha ocu- quien el latin a ia eg d, bien otros idiomas ver-
rrido hasta hoy) comenzaron a preferir la utilización de su lengua que E:ras:rno hablarí_a h?lan, es y~n::!n~s italia~o, pero su manera
materna para diversos fines. En cada país surgieron grandes escri- náculos coro.o aleman, mgles, fr 't f el lat1'n ~o Es probable
· , · ' h bl da o escri a ue ·
tores en lengua vernácula, como Rabelais y Montaigne en Fran- .: auténtica de exp~es1on a a . l oblatos que hubieran sido educados
cia, ambos católicos, que lucharon por la. independencia del des- que muchos mon1es, endespecia . - 50 conociesen el latín como se
arrollo de su propio idioma. Su lucha fue difícil al comienzo, pero en los monasterios des e su m~~z,. de . erarquía podrían estar
gradualmente se tornó más fácil y ya antes de fines del siglo XVI conoce el idioma mateÍno_; eclesi:s~~~~ar YJ escribir, hasta el punto
su avance se hizo irresistible. En 1549 Joachim du Bellay publicó obligados a emplear el atin, ~<f s vivo· el mismo caso podía ser
un enérgico manifiesto, Défense et illustration de. la langue fral'l{;aise; de q:ue fuera para ~llos un l l~:1:Uantu~ieran solteros y sin hijos.
la "Pléiade", grupo de _poetas que empleaban este idioma, se orga- el de los doctores, s1emprei41:r ernáculo era demasiado vigo-
nizó alrededor de su líder Pierre de Ronsard (1524-85), y se ganó En todos los otros casos e I orna v d . ba Un buen eJ· emplo
la batalla. 48 Esto no significa que el latín fuera desechado; lejos
. a· ·ones ' pronto
roso y, en igua1e_s con. ici
onuna ·
educado en latín por un pedagog~
de eso. La mayor parte de los libros escritos exclusivamente para lo ofrece Monta1gne,, que fu~ H sta los 13 años usó el latín casi
intelectuales y hombres cultos continuó escribiéndose en latín. Esto alemán que no conocia fran_ces. a . de la vida lo obligaron a
exclusivamente; ~uego las circunstanc1~~ frecuencia. Cuando com-
*·La palabra "chapel" significa un taller impresor, debido a que el primer utilizar el fra3:ces, cada /e; con l~~ln con facilidad; sin' embargo,
taller inglés fue establecido por William Caxton ( 1422?-91) en una capilla anexa ponía sus Essazs, aun po ia lee~ e . la traducción francesa de
a la Abailia de 'VYestminster, Más tarde, la palabra fue utilizada para designar prefirió leer Plutarco no en atm smo en
el equipo de jornaleros impresores de una· imprenta (su unión o gremio). 31
30
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SEIS ALAS
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32
MATEMATICA Y ASTRONOMfA
SEIS ALAS
34
MATEMATICA Y ASTRONOMfA
~sí, plles sus;tabL;i::s·se referían aún:alos ·ángulos. mismos. Las tablas
lo~arítmic_as dg .las fµnc:iones: trigonométriéas fueron publicadas por Chuquet quedó sin pu~licar hasta cu~tro_ siglos despu~s. 13 Aunqµe
pm:ner~ yez por :Edmund Gunter, de Londres,. €n 1620. El Rena- aun, si se hubiera publicado, no habna sido_ c?n:iprendido..
cimient() fue definidélllJ.ente prn:logarítmico. La matemática del si- La· circunstancia de haber quedado medito el Trzparty de
glo xvrr se caracteriza por una s1Icesión de descubrimientos gigantes- Chuquet, no obstante haber aparecido en 1:1-na_ ~po~a en que la
cos -logaritmos, geometría analítica, geometría proyectiva cálculo iin renta ya estaba en pleno desarrollo, es s1gmficat1va _de ~ª- de;;
diferencial e integral- que los matemáticos renacentistas do pudie- r!cupación de los primeros tipógrafos frente al campo ,c1ent1f_1co.
ron sino esbozar.
Entristece pensar cómo esfuerzos tan enormes como los de
kn este caso existía un agravante nota~!~. ütr:o fra:3-ces, Estienne
de la Roche, llamado Ville Franche, publico Larzsmetzque &_ G~ome-
Rhaeticus, Otho y Pitiscus se malgastaron, ya que sus tablas se tor- trié,.15 en la que citaba como sus maest_ros a Chuquet y a i::acioh, y se
naron inútiles en 1620. Pero ellos habían gozado y su hazaña mere- ha sostenid0 que incorporó lo esencial de la obra de estos en la
cerá admiración.
propia. Esto es cierto solo superficiahnente.. . .
. He examinado con cuidado las dos ediciones _(1?20, 1538) en
los. ejemplares que se conservan perfectos en la fübhoteca de Har-
ÁLGEBRA vard, aunque sin intención ~e c?~~arar los textos, excepto ~e una
manera general. Ambas estan d1v1d1das en d~s partes. La. prnnera,
. > Dirijamos ahora ni:estra atención al álgebra, disciplina mucho que se ocupa de aritmética, es copia a veces lrt?ral del Trzparty; la
mas a13:ti~a que la trigonometría. Un esbozo histórico completo segunda, que trata de aritmética comercia~, denva en gran parte de
nos obhgana a remontarnos a los días de los sumerios. 10 Sobre los Pácioli, aunque su final ( q~e puede _considerarse la tercera parte)
fundfil:llento_s b,abilon,io-grieg~s desarrollaron sus investigaciones los considera aplicaciones geometncas. Sigue, pero so~o en la segu:nda
algebnstas JUd10s y arabes, siendo el mayor de ellos el poeta persa edición (1538), un gran número de tablas ?ompil~das por Gilles
Omar al-Khayyam (xr-2), quien clasificó las ecuaciones cuadráti- Huguetan de Lión ( uno de los editores de la fi~ma G1lle? et J acques
cas y cúbicas y se ingenió para resolyer muchas de ellas. La tras- Huguetan freres). Lejos de incorporar lo esencial del Trzparty en su
misión del ál~ebra ára~e fue semejante a la de la trigonometría, ya libro, La Roche omitió las significativas novedad~s enumeradas antes.
que se produJo a traves de canales latinos y hebreos antes de ser De allí que el cálculo con expon:ntes tuviese tres falsas fuen-
alc:inzado _el climax árabe. El álgebra árabe trasmitida al Occidente tes: el Algorismus proportionum, d~ N1cole Oresme (antes de 1_360),
latmo no mcluía los descubrimientos de Omar. La doble introduc- ef: Derek hilluq, de Immanuel Bonfils (antes ~e 1377), y el _Trzparty
ción del ál~;bra I?re-omariana tuvo lugar en 1145, en que se publicó de Chuquet ( 1+84•). Estas tres obras se publicaron respectivamente
la traduccion latma del tratado d.e al-Khwarizmi (rx-1) realizada e'.r:r 1868, 1936 y 1887. Podemos, pues, decir q~e, en lo que respecta
por Robert de Chester (xn-1), y la traducción latina del tratado al desarrollo matemático, estas obras nos~ pub~1ca:o~ ~n absolut_o, ya
hebreo de Abraham bar Hiyya (xu-1) efectuada por Platón de que estas tardías ediciones si tuvieron un mteres h1stonco, carecieron
Tivoli. de un valor práctico. . . .
.• . El primer tratado latino original de álgebra fue el Líber abaci, En su saqueo de la Summa de Luca Pac10li, Est1enne de la Ro-
de Leonardo Fibonacci de Pisa (xrn-1), obra de 1202. Tras éste, che tuvo más suerte. Fra Luca de Borgo San~ti Sepulcbri ( como
el progreso fi:e muy lento; el próximo gran paso fue dado por Im- frecuentemente se 11'.'mó a Paci~li) había _na~1do en T_o~cana;- ,s~
:manuel Bonfils de 'I_'.arascón (xrv-2); más tarde, se produjo uno Summa de arithmetzca; geometrza proportzonz_ e propm twnal~ta 1
fue una enciclopedia matemática. No podía queJarse de ser pla~iado::
mayor, el. <;fectu~~o por el francés Nicolas Chuquet, un parisiense,
que florecio _en L10n (c. 138~). En ese año y lugar completó su tra- pues él mismo había bebido.descaradamente en autores antenor~s,.
.tado Le Trzparty en la sczence des nombres, que incluyó ideas algunos de sus mejores materi_ales provenían de, Leonardo da Pisa,
fecuné):1:s, _como ser la comparación de dos progresiones, aritmética (xnr- 1). El libro era tan ampho y claro y _contema tantas novedades .
Y geometr1ca: (germen de los logaritmos); una comprensión más dara útiles ( novedades por lo menos en forma impresa, tal co.:mo ,l~ tene-.
de: las ecuac10nes y de sus r.aíces, tanto negativas como positivas; duría de libros por partida doble y otros métodos de arrt1;t1etica co-,
el empleo ~e exponentes positivos, negativos y nulos, 11 y .algunas mercial), 17 y fue tan bien distribuido (en el_mercado ;'DeJor, Vene-
reglas del cálculo con exponentes. 12 Lamentablemente el tratado de cia) que ejerció gran influencia s?bre los escnto!es ~e hbros de texto:.
de la Europa latina. En :ste ~ent1do puede c?1:s1derarsele uno de los'.
.36 principales libros.de la lnstona de.la matematica.
MATEMAT!CA Y ASTRONOMIA
. Yolvamo~, -~in embargo,. al álgebra creadora y consideremos su petulantes, brutales y s~n escrúpulos. 20 _Las disp~tas o desa_fíos, que
~rmc~p~l tradic10n, la de Italia, que puede resumirse en los nombres tuvieron lugar con motivo de las ecuaciones cubicas, constituyen el
e Scip10ne_ del Ferro, Tartaglia, Cardano, Ferrari y Bombelli. mejor ejemplo de esta especie; de hecho, son los únicos que están
: tos prnneros cu-;1tro _de este quinteto constituyen el equipo más bien documentados. 21 La costumbre continuó durante mucho tiempo
sn:igu ª~ de_ toda la historia de la ciencia. Es un ejemplo del Renaci- (no solo en Italia), aunque más tranquilamente y con ma:5:or decoro.
llilent? italiano, en l?, que tiene de malo y de grandioso. Su hazaña El último ejemplo que conozco data de 1658, 22 pero es evidente que
c?lectiva fue la soluc10n de las ecuaciones cúbica y cuártica e implí- en muchas publicaciones científicas están implícitos desafíos, y .así
citamente , una co mprens1on · ' mas' pro f unda de las ecuaciones
' en siempre sucederá.
¡sene:al. Antes de relatar esos sucesos e introducir a los personajes Podemos ahora relatar brevemente cómo fueron resueltas gra-
U:UP11cados, es conveni_ente describir el extraordinario ambiente espí- dualmente las ecuaciones de tercero y de cuarto grado. Pacioli había
ritu~. en el cual trabaJaron. El arte de la imprenta había estimulado señalado que la solución de esas ecuaciones era tan imposible como
~mp iamente, en especial en Italia, el interés por la matemática la cuadratura del círculo. Sin embargo, Scipione del Ferro (m. 1526);
ntr: 1472 Y 15?0, en un período de menos de 30 años, se había:0: que fue profesor de matemática en Bolonia durante treinta años,
publ;cado en Itaha unos 214 libros de matemática. 18 Constantemente encontró (c. 1505-15) una manera de resolver la ecuación (A)
surgia~ nuevas necesidades matemáticas en los negocios en las casas
ban~a_nas, en los talleres, en las minas, en las organizaciones navales
x3 + ax= b; es decir, una cúbica si:n el término en x 2 ; n~ publi~ó
su solución aunque la mostró a su discípulo favorito Antomo Mana
Y miht-;1res Y en las universidades. Los cálculos matemáticos debían Fiore. Más tarde sus papeles fueron heredados por su yerno y ~uc~sor
perfeccwnarse cad~ vez más para cubrir las necesidades de los mer- Annibale della Nave, que enseñó en Bolonia hasta 1550. N1 F10re
ca~e:es, los contratistas, los administradores públicos y privados los ni Nave se preocuparon por publicarla. .
medicas y, so?r: todo, Pª:ª los astrólogos. · '
El 12-13 de febrero de 1535, Niccolo Tartaglia de Brescia
El renacimiento del algebra, la matemática superior de la época ( c. 1506-1559), habiendo sido desafiado por Fiore, descu~ri6 una
fue creando un~ especie de fiebre. Era entonces costumbre entre lo; nueva solución (A) y también una solución de la ecuación (B)
pro!esores ~e~afiar ~ sus colegas para intervenir en debates y dis- x 3+ ax 2 = e es decir una ecuación cúbica sin término en x. Ven-
cuswnes _:pubh_cos. Si uno de ellos descubría cómo resolver un tipo
de ecuacion, digamos, x 3 + = ax e, se jactaba de ser capaz de resol-
ció en el desafí~ adhoc; durante un tiempo fue el campeón a~g~bris-
ta de Italia. 23 Se negó a publicar su método, pero fue lo suf1c1ente-
v_er todo problema que condujera a esa ecuación: era como si dispu- mente imprudente como para comunicar su secreto a Geronimo Car-
siera de un~ llave. secreta que le permitiese abrir muchas puertas. dano (1501-76) que prometió, bajo juramento, no revelarlo, pe:"o que
pero _le :1:tabna ocasionado perder la posesión exclusixa de su preciosa finalmente lo publicó ( atribuyéndolo debidamente a Tartagha) en
cubrmuento,y ser ~elebrado por él? Eso hubiera sido muy agradable, Ars magna 24 (Nuremberg, ·1545), el primer gran tratado dedicado
pero le ~abna ocasionado perder la posesión exclusiva de su preciosa exclusivamente al álgebra. .
ll~ve_. Si mante;1ía su secre~o con el objeto de explotarlo en debates Cardano fue mucho más lejos que Tartaglia. No solo d10 ~a
pubhcos, lograr:ia _otra especie de fama; y hasta dinero;1 9 pero en ese solución de las ecuaciones (A) y (B), sino que mostró cómo reducir
caso su ~escubnllilento podía ser reencontrado y publicado por alguno la cúbica general a la forma (A) eliminando el términ? en x 2 , Y
de sus rivales.
enumeró trece formas de cúbicas con raíces positivas. Es mteresante·
. . De ahí que, en verdad, la disputa se presentase tan llena de recordar que Ornar al-Khayyam había reconocido también trece for-
nes~os Y. de sorJ?r;sas ":º1?º un mat~~ de box. La victoria en compe- mas de ecuaciones cúbicas. 25 Cardano admitió raíces negativas, aun-, •
~e1:c1as. tales ex1gia mult1ples cond1c1ones: no era suficiente ser el que las llamó ficticias ( den?mi1;1and~ "r~ales" las raíces positivas),
umco ,pose:dor de la llave; se debía ser capaz de encontrar rápida- pero dejó de reconocer las ra;ces 1magma_nas !1º obstanJe que no pudo
mente el OJO de la cerrad~ra ( es decir, reconocer, la adaptación de dejar de tomar en cuenta calculas que 1mphcaban ra1ces cua~radas
un problema a una e~uacion dada), y, lo que era no ·menos impor- de números negativos. De ahí que discutiese el caso irreduc:b1.e 26
tante,. ~e de~enderse en el debate e imponerse a los adversarios. En y tuviese una idea del número de raíces que debí~ tener una cubic~¡i ·
el amb1~nte italiano del Renacimiento una buena dosis de elocuencia también tuvo alguna sospecha acerca de las relac10nes entre las.rai,_,
Y: ·capacidad.de a~ció:U debían apoyar los argumentos, y con frecuen- ces y los coeficientes d~ ,la e~U-;1ción, pues encontr? _q:i:e la suu:a de
cia. los debate~ públicos se tornaban muy dramáticos. Además los las raíces de una ecuacion cubica es igual al coeficiente de x · co?-
hombres que mtervenía:h .en esas disputas eran a menudo gros~ros, signo menos ( cuando el coeficiente de x & es úno) . Este descubn' •
38
MATEMAT!CA y ASTRONOM[A
mi~nto es, casi increíble si recordamos qu{:) en ~sos días las ecuaciones
no se escribían en la forma simple que hoy. se usa; de manera que
aun fáciles deducciones eran difíciles de establecer. Cardano pudo
también resolver una ecuación cuártica especial y su discípulo Ludo-
vico Ferrari de Bolonia (1525-65), encontró una solución general.
Para aquilatar las hazañas de estos cuatro hombres en algo más
de_ medio siglo, será suficiente recordar que lograron alcanzar el
limite de las posibilidades algebraicas asequibles con sus recursos;
sin tomar en cuenta su ineficaz simbolismo. Solo las ecuaciones de
los grados primero a cuarto son susceptibles de soluciones generales:
las de los grados 1 y 2 fueron resueltas en la Antigüedad; las de los
grados 3 y 4, en el siglo xvr. Algunos optimistas se sintieron inclina-
dos a creer que las ecuaciones de quinto grado y hasta de grado
superior podrían resolverse de una manera general; aceptaron que
sería difícil, pero eventualmente se encontraría la solución general.
Finalmente se advirtió que las ecuaciones de quinto grado y de grado
superior eran tan imposibles de resolver de manera general, como,
para emplear la comparación de Pacioli, la cuádratura del círculo,
pero insumió mucho tiempo llegar a tal conclusión. La ilusión pos-
terior se desvaneció antes que la antigua. En 1826, el matemático
noruego Niels Abel demostró rigurosamente que las ecuaciones de
grados quinto y superior no podían resolverse mediante radicales.
En 1882, el alemán Ferdinand Lindemann demostró que 71" es tras-
cendentei27
TARTAGLIA Y CARDANO
m,etzce
-f~~ef)
GER?NI:(MMiO
. ª '
ª:.~r!t::ac::~ta
. acia los 30 años. Grabad? en la lffeae:or del retr?t~, están
~Cortesía de la H
i.,.-nientes palabras:
inscriptas 1as s ,,-
e
.
acceptus in patria. ,.
.
·· .
i.
refugió en' Roma, donde fue sorprendentemente bien recibido por el
Colegio de Médicos y agraciado con una pensión por Gregario XIII.
Durante estos últimos años de retiro y de meditación bajo la 43
42
y A51"RONOM(A
MATEMATlCA
confidencias
d b !:!regarse que sus . ( de sí
SEIS. ALAS
. on reserva; sin embargo e e ªº otros testirn01nos lau-
ñas. más importantes de entonces fueron, el descubrimiento y explo-· ~:;s:idodes1~~:1g\1:~nJ: 0~~~;t~::~spii~~ ser
Jlllsroo, áneos como
;~?e~!~: d
~~~s~tro~e'
a espec1
ración del mundo (los antiguos solo habían conocido una tercera
parte de él), las armas de fuego y la pirotecnia, la brújula y la sibles. No chocó a f sus ~oute~p~jeroplar e]{.agerado
debido a que no . ue s;no u dis utas entre roat~ma. su's costuxn-
,~::S médicos
imprenta. 35
·ntonces bastante coroun. Las , d}?d y sus espíritus y t a voci-
Este esbozo no alcanza a describir todas las extravagancias de la e f tes y sor 1 as, d. pues os
-6. literatos eran rec:uen M h de ellos estaban is . l XV1 este
vida de Cardano y el extraordinario alcance de sus actividades. Dejó " ran muy seme3antes. uc º? isted". En el s1g_ o . mo
138 libros impresos y 111 más manuscritos, no obstante haber que- 1
~~;:: "Sé más que us,ted, soy m:r~o!1.::calamidad~s sr1ª ;\~~ la
mado una buena cantidad. Sus obras fueron legadas a su fiel discípulo
Rodolfo Silvestri. Muchos de sus manuscritos se publicaron un siglo engreixuiento e~a _comun; se agr:s y las desgra~ias sin b 1;.'ería. Todo
1
más tarde en la magnífica Opera omnia. 36
Pocas palabras sobre el otro discípulo, Ludovico Ferrari
::e~~~~~!sI~~~:;:~1 :; Fct::tr~lit~l:s
es comprensible para noso r '
~:! 1
J
:s~Í~:tur 0 s :~icr:
os días unos poco ocos
(1522-65), cuya llegada al hogar de Cardano, en 1536, fue conside- et~~~1mente desarraigado; viven e~ ntueles!r sentu:nientos y otros p
rada por éste como una bendición; y bien pudo ser, pues debe de o para nutrir a
te:ruente h ueros coro, . ara expresar1os. . és de Car-
haber sido difícil, aun en tales días, encontrar un sirviente que
además fuera colaborador y matemático. Ludovico, entonces de 14• s
uficientemente estup1d:3~ como a. siglo y :rued10 de~iu
Leibniz, que florec10 cerca ; un e podemos cons1 erarho,..,,.,bre
definí-
años, era un chico pobre y sus primeras tareas fueron las de sirvien- ·, · · · obre este qu gran .,.,_,.
dano, prom.mc10 u_n .1u1c10 s . ad· "Carda.no fue un e" a1
te, aunque pronto se convirtió en secretario y auxiliar científico.
tivo dado su prest1g10 y ~enllostubiera sido incoroparai~cta es tan
Desgraciadamente el chico resultó tan extravagante como su dueño
. con todos sus defectdos; s1n e ~~s matemáticos, cuya con pocos ejem.-
y, además, ingobernable. Fue sucesivamente profesor de matemática, Antes de aban onar a es os veamos unos . b ba1ís-
asesor de impuestos del gobernador de Milán y secretario del carde- 1 ue conocem , lía so re
,· ·. diferente de la d e aque1 os q cioues de Tart<:g. , General
nal de Mantua; eventualmente llegó a ser bastante rico como para los más de sus talentos. Las c~ncep si iente. Escr1b10 ~u tes de la
retirarse a Bolonia. Continuó ayudando a su viejo maestro en sus Ptl.ca serán discutidas en el capitulode 1~ libros sobresdalienll da. sus
múltiples dificultades, pero murió prematuramente, antes que él.
Se dice que fue envenenado por su hermana o por su. amante. Ad-
• · ss que es uno
trattato dei nlumeri, (1556) es una aritmet1ca
época. El vo mnen .
, .
n:r
dmi blemeute la vi a
y eta a ,
del pueblo y lasl
en trae e
quirió renombre por haber logrado la solución de la ecuación cuártica numerosos ejemplos ilu_strdan ª, L:a portada de ese volficientes del
que fue incluida en la Ars magna y que aún lleva su nombre. ostumbres de los :rnexca eres. , calculan los coe .. o). en
Volvamos al héroe principal de la saga cúbica, Cardano. Por el ~etrato de Tartaglia. Muestra como s~nente es entero positiva 'b)n
conocimiento que tenemos a través de los escritos de Tartaglia y
propios, en especial a través de su autobiografía, fue una de las
desarrollo del binomio ( c;1andoe ela!:J1an los coefi~ientl~ i: ~-tono-
personalidades más complejas que haya dado la comedia humana. otras palabras,dmu(es+trb)~'===t lste es un excelente er:i!to olvidado y
cor10c1endo los e . a h s veces descu i ' Ornar al-
Nos desarma al em:unerar no solo sus buenas cualidades sino tam- cimiento rec6ndito que fue :rn~~t~ se aclaró totahr:~nteChu Shih-
bién las malas. Está dispuesto buenamente a confesar toda clase de
vicios, y no se puede dejar de sentir que los exagera, vanagloriándose
redescubierto, hasta que_ tl ªt ,. más tarde talll;b1en . iciaudo la
Khayyan (xr-1) 31'> lo. ~1;s u1;1 ro,. un método antiguo, in
chieh ~~ (~1v-1) se-rehrio a ~~~~:1a china., .
tanto como cuando lo hace al hablar de sus virtudes, méritos y talen-
to. Fue vano, arrogante, taimado, falso, celoso y resentido, lascivo y areció muchas
tradic1on 1aponesa y reau:u , todo e:rnp1rico reap , fo Petrus
obsceno, mentiroso, pendenciero, avaro, vengativo, supersticioso (toda En el siglo xv1 l~l mismot:1diferentes. El ~o.s;31ºfeªsu aritroé·
esta información la debemos a su propia pluma); se está por agregar, es bajo formas igeramen . era ed1c1on I{auff-
como Marot, "au demeurant, le meilleur fils du monde", pues fue ~;ianus (1495-1552) lo señal? en ~~J;:ünderweysung alle{a porta-
uno de los más grandes matemáticos de todos los tiempos, sobre lo cual
no insiste, por lo menos en sus confesiones finales. Quizás, al con-
tica alemana. Eyn N eue ur wdt g;r~) -en verdad,. ilu~:rece nue-
mannsz Rechnung (In!\o st~ ·huía cierta irnporta~~fi (Nurexnberg,
templar retrospectivamente su vida, la Ars magna le pareció menos
. da, lo que prueba _qhue e_ a 1: tegra de Michael t1J eh un Scheubel
importm:íte que sus restantes escritos, en especial aquellos, carentes va.mente en la Arit ~ica dz~ sis rationibus de o a
de sentído,. mezclas de magia y astrología, con engañifas y medicina, 1544); en De numen.s et wer 45
que el mundo había aclamado.
Las confesiones de un hombre viejo y quebrantado han de to-
,SEJ S ALAS
MATEMATICA y ASTRONOMIA
(Leipzig, 1545), en el General trattato de Tartaglia (Venecia, 1556)
y finalmente en el Traité du triangle arithmétique de Blaise Pascal , , . , arde de la simbólica. El álgebra sincop<:~ª
41 álgebra smcopada )'.", _1;1as t ur¡l. en luaar de describir una ecuacion
(:París, 1665). Esta última publicación introdujo el método en la
literatura matemática y muchos creen que el triángulo de Pascal repr:seritó la ~ans1c~~~s:ª!os m~temáticos adoptar~n una especie
mediante una arga d ~ente las abreviaturas dieron paso a os
le
fue un descubrimiento original, sin antecedentes. El descubrimiento
abreviaturas. y gra uf . , omplicada cuya exposición detallada
pudo ser original en lo que a Pascal se refiere, pero ha viajado capri-
símbolos. F~e una evo4~c~~v~rtimos ah;ra que hubiera sido ~po-
chosamente de mente a mente; durante siglos estuvo "en el aire". sería demasiado lar&"ª· , , .damente pues no se puede mtro-
Entre los tratados de Cardano que se publicaron póstumos está sible que esto sucediera md ~api "deas ~laras. Fue solo más tarde,
el Líber do ludo aleae, que trata de los juegos de azar y puede lla- ducir símbolos claros anJes e ¡r:e~.; claramente la necesidad de los
marse el primer tratado de cálculo de probabilidades. 42 Como los mucho más tarde, cuan o s,e a v1r a~º de la matemática pudieron pu-
juegos de azar son inmemoriales, no sorprende que algunas mentes
símbolos, q:1e la~ :amas ~as n~;olos adecuados, y aun entonces los
inquisitivas plantearan preguntas acerca de sus riesgos, así como lo blicarse
hacían respecto de sus favores. ¿Los métodos de adivinación son váli- ' bolosde m1;1~ iato mo
requirieron condif?s s . es por
icacion , lo menos con la misma fre-
dos para los azares de la vida? Si es así, ¿no pueden concebirse méto- srm dT b 1 teona 46
cuencia c?n q?edselmo ,i I~~lo: ~atemá~icos es sumamente co~pleja,
dos de adivinación aplicados a los juegos de azar? Lo sorprendente La historia e os 's1muy temprano (' en los días de los pnmeros
es que la noción de probabilidad, aplicada a los juegos, se presentara debido . muy lenta y caprichosamente.
tan tarde. La más antigua mención de la probabilidad en la literatura . •a que comenzo
· ·os) param prosegmr ..
bab1lomos y egipc1 '1 . algebraicas se escnb1eron como
universal aparece (c. 1379) en el comentario al verso de Dante (Pur- Es difícil decir cuándo as ecfac1ones ores se hicieron durante el
gaton·o, vr, 1); "-7-"Quando si parte il gioco delia zara"- de Benve- las escribirnos ahora; los esf ue~zos 1:~aduraron sino mucho más
nuto de Rambaldi (xrv-2). "Cuando el juego de la zara termina", Renacimiento,' aunque. sus ru os ~ -'- =, +, >, <, etc.) se
afirma Dante, el "perdedor queda triste ... ". La discusión pertinente tarde. Cada srmbolo ( digamos, +Í r' Xiro. ~n Alemania un tercero
de Benvenuto fue imperfecta, pero fue la primera que se escribió. 43 :introdujo separadamente, uno es:fi::e1:'teº una introducció~. Ademá~,
El tratado de Cardano fue otra cosa; fue el manual de un tahur que
puso de manifiesto una de las facetas más sombrías de su experien-
en Inglaterra. Rarame11;te fu{ f d ·nmediato claro ni ineqm-
el. significado de cada slll;bo .º ~º. ue ~sl en el sentido con que hoy
cia. No solo era un jugador inveterado, sino un profesional que conocía voco. Por ejemplo,+ podia s1gmtcar ~ , de 10 pies" (algo mayor
todas las tretas del oficio y que durante un tiempo vivió de ellas. de. cimos que la longitud de :1n pa o es mas + b y llevó mucho
que 10 pies); o po ia s1gm_ ~
Estaba familiarizado con dados falsos y cartas marcadas, y conocía . d' · ·f car suma como en a , ,
cantidad negativa eso segma
otros métodos para trampear, induyendo los que dependían de juegos tiempo comprender. que Sl era huna e explicar cómo se afectaban
de mano o de sugestión. Lo que es más importante, describió el siendo una suma. Fmalmente u o qu ambiguos. y cerciorarse
primer principio de las probabilidades definiéndolas como nosotros , b 1 , . segurar que no eran , . .
los sim o os entre s1, a b ( no eran) asociativas,
(razón de los casos favorables al número total de casos). En lugar si las operaciones qu~ _representa ~xe:=namos 0
una serie de álge-
de comenzar la historia del cálculo de probabilidades hacia mediados conll1;utativas o trans1t1vas. Cu~rtinacimiento sino también durante
del siglo xvn con el Chevalier Georges de Méré y,la correspondencia bras impresas no s~lo durante e . , n momento encontramos la
de Fermat con Pascal, debemos comenzar ahora con Cardano un el siglo xvn y mas ':delante, en. rudn gu cuaciones cada una de las
siglo antes. 4-i El uso que hizo Cardan o de su principal vicio para •, d a sino una sene e e , . ·,
una investigación científica, es típico del ser humano. Siendo médico ecuac10n mo ern ' , d a ue la precedente. Una exp1icacion
cuales es (o 1;º es) mas mo e~ qd . los que la deseen conocer la
advirtió que el juego er~ una enfermedad crónica que merecía ser
estudiada como cualquier otra; y era una enfermedad que le gustaba.
completa sena sumamente a ur~1 a, d C . .
encontrarán en el indispensa,ble hbro e c:~~r:ta que acabamos de
En mi exposición acerca de las ecuaciones cúbicas las he escrito
de la manera usual para comodidad del lector, pero los matemáticos
describir, se o~upó prmc1patentd 1:
La primera etap~ d_el algebra /e1a olució~ de las ecuaciones
t:o~ía general de las ecuacio-
cúbica y cu~rt1c_a y ~e un es ozo uee la mía habría introducido alge-
del siglo xvr no empleaban sistema alguno de notación. Escribían nes. Una h1stona mas_ exte_nsa q do uede aceptarse que los prota-
matemática con lenguaje retórico o empleaban símbolos que eran
fragmentarios, arbitrarios e insuficientes. En verdad, uno de los
grandes progresos de la matemática renacentista fue la creación del
bristas de muchas nac10nes: co_n to Lp
gonistas princf pales fu~r~n Itaha1~:·
la segunda mitad ~el s1g o xlvI y
co:r:::o~
tr
etapa que comprende
del x;n fue as_ombro-
rotagonistas pertenecieron a
samente cosmopohta, pues os cua o p
46
4Z.
MATEMATICA y ASTRONOM!A
SÉIS ALAS
RAMUS
Respectó de la solución de las ecuaciones cúbicas, Ramus tuvo significativa su ~1s~us10n ;a de sus predecesores, constituyendo. su
la idea de reunir este "nuevo" problema con los antiguos de la dupli- clara y más metodica que s· . do al alemán Michael Stifel
cación del cubo y de la trisección del ángulo;5 5 concluyendo que el notación un verdadero progreso. igu~enn los hombros de Cardano,
primero de esos problemas antiguos incluía la solución de todas las (1487-1567), que as~ 1V:ez .se ªt~º!~c~lladeescribirlasecuac_iones.
cúbicas en las que el radical de la fórmula• de Tartaglia es real, inventó una manera re ativam~n , ticarnente fracciones continuas,
mientras que el segundo sólo incluía aquellas que conducían al caso Fue el primero ene!~~~;ª:af~::e::adradas. ·
irreducible. 56 Esto nos da una idea de sus méritos, más elevada que por ejemplo, para t es raíces de una cúbica cuando
la masa de textos que le pertenecen. Con todo no se puede dejar de Deroostró que eran reales/ase r dano lleva al "caso irreducible"
admitir que su influencia fue en mayor medida la de un eminente la aplicación de la regla T:irtag_ ia- . ar Su solución de la ecuación cú-
maestro y fértil escritor57 que la de un pensador creador. que implica los !;~eros nnagi~=~iisien ordenada que Lei~niz selec-
bica (y de la cuartica) estaba d" d la misma considerandolo un
, d ara el estu 10 e ' · ·
ciono s;1 _trata o p li t ("egregium certe artis analyticae magis-
matematico sobresa en e
51
50
_SE 1.S AL.A S .
MATEMATJCA y ASTRONOMfA
tnun"); y Huygens entendió elogiar en sumo grado a Leibniz cuando
le escribió: "Vous a vez plus fait que Bombelli ... " 60 profe;io1:al y se interesa más profundamente en la tarea que esco~ó
Bombelli compuso su tratado de álgebra hacia mediados del por s1 mismo. F . Bombelli en Italia,
siglo. Más tarde volvió a redactarlo para su publicación en dos volú- 1
Viete hizo por el álgebra en 1 raTnciabi~nq~:nía más virtudes de
menes. Esto le llevó un tiempo mayor que el previsto. Por ejemplo, · 0 y en mayor esca a. am ., . . 1
ñabiendo hallado en el Vaticano un manuscrito griego de Diofanto, pero aun meJ r 1 "t r s Bombelli escrib10 en ita1iano, o
human~sta que sus ca egas i ,ª I:S~~ibir en latín; por el contrario, Vie-
él y su amigo Antonio Pazzi lo tradujeron ( cinco de los siete libros)
que no implicaba qu_e :1º podia ·ente de su erudición y algo pedante.
e introdujeron este nuevo material en su texto. El tratado impreso te era muy buenJat~msta, conscid . d del griego.ºº Tuvo el gran
·en 1572 abarcaba tres libros: los libros I y II son los mismos del Acuñó muchos terminas nuevos enva os os tri onometria
manuscrito de c. 1550, pero el libro III, tal como apareció impreso, mérito de poder ejercitar su talento etn de~tecap:! el' perfodo crítico
incluía 143 problemas de Diofanto. Al final del libro II Bombelli 'l b pasaban entonces exac am .b.,
anunció la publicación del segundo volumen dedicado a la geometría. y a ge ra, que C "l' t blas trigonométricas y escn io mu-
previo a la madurez. ompi º, a adamente difícil. Como
Es probable que haya muerto no mucho después de 1572.
chas folletos cuya bibliografia es ~x!r~:se mostró tan indiferente
. . El manuscrito de toda la obra permaneció desconocido, en la Viete era hombre de recur~os y uni;t,nci ~strado Cardano· muchos
Biblioteca dell'Archiginnasio, en Bolonia, hasta que fue descubierto
hace 61unos veinticinco años y editado y publicado por Ettore Borto- a la pu~licidadf como
de sus hbros ueron_ e I a
~1:td~~ speriv:d1~1:nte en Tours o París, en
. . , entre sus amigos.6T
Jotti. Esta reaparición de la obra de Bombelli en nuestros días ediciones muy reducidas que, distnbma maestro. No trató de aclarar
.aumentó considerablemente su prestigio. En el libro IV Bombelli
Viete fue ~n cread~r mas quJ, u~acerlo pero sospecho que en
discute problemas de álgebra lineal, de representación geométrica
<le irracionales y de construcción geométrica de problemas algebrai-
cos; en el libro V se ocupa de problemas de geometría plana, poliedros
muchos casos prefino se~ e_sotenco r
muy bien sus idea_s;_ ,qmza no ,P? ia oscur; Muchas de sus obras
del siglo XVI pero su rareza
fueron publica~as en el ul!~º cu~r ºEl talento de Viete no apareció
regulares y semirregulares, representación de potencias por segmen- Y oscuridad annnoraron su in uencia.us secretarios Pierre Aleaume
tos y consideración de segmentos negativos y hasta de áreas nega- h t ser expuesto por s ' ·
tivas. En una palabra, el Bombelli geómetra no fue menos original claramente as a . rle ( 1602 ) y por sus comentanstas,
que el algebrista. Bortolotti llega a decir que su geometría señala la de Orléans y Nathamel ¡}rpod (~630) los escoceses James Hume
el francés l. L. de Vau- dezar ( ) y sobre tpdo, el holan~és
separación entre el álgebra geométrica de los antiguos y la moderna 1615
geometría analítica. 62 (1636) y Alexander An erso:i. , las Vi~tae Opera Mathematzca
Frans Van Schooten, que pu. ico . , . ue editó con la ayuda
Hubo otros estudiosos de álgebra (y de trigonometría) en aque- 5t
(Leiden, Elzevir, 1646) - E ~ zn {!fy: ~mii:::itfene dieciséis tratados,
llos días, no solo en Italia, sino también en Francia, Inglaterra, de Marin Mersenne y 1aco us o m '· , de las tablas trigonomé-
Alemania y en los Países Bajos. Solo hablaremos de dos, que s~m . d l · tante con excepc10n .
quizá los más grandes de todos, el francés Viete y el flamenco Stevm. es decir, t~ o o impar .. e intér retes de Viete perteneci~ron
tricas. Observese q1;1e _los editoret bl !nte existieron en otros paises.
a cuatro naciones d1stm:tas :r_pr~ a e:nte de Viete fue su Canon
FRAN<;ors VIETE La primera pubhcac10n impar . métricas que contenían
mathematicu.s (París, 157?), tablas t!e~~~res ue pudo recuperar;
tantos errores que destruy\todos fos eJd. !ríame~te difícil de encon-
Es evidente que Tartaglia, Cardano y Ferrari no fueron "gen- es inútil decir q_ue es ~1;- h ro extra~~ t:mbién muy rara.6ª En estas·
tlemen" · su contemporáneo francés, Viete, sí lo fue, y un caballero trar y que su re1mpres1on, de 1699, gesimales y las remplaza.
más bie~ solemne. Frangois Viete (Vieta, en latín) nació en Fonte• tablas Viete aban~ona las_ frac_c10_ne~;e1:ª arte fraccionaria con un
nay-le-Comte (Poitou, Vendée), en 1540, y murió en París a los por fracciones decimales, impnm1en p , dala de ésta mediante
sesenta y tres años de edad. 63 Se recibió de abogado y llegó. a ser tipo más pequeño que la partle entera ysosberpeare~~o de inmediato a pro-
miembro del Parlamento de Bretaña, 64 es decir, un alto magistrado. +: 1 60 Ya va veremos 'l ·
Esa muy honorable función le dejaba mucho tiempo libre para un un~ barra ver_wca . ' de sus libros aparecieron e~ 1a u tllD:a
Pósito de Stevm. La mayoni:
hobby, y su hobby fue la matemática. Fue, por lo tanto, un matemá- 1 • 1 10 L Effectzonum geom etrz·carum canonzca .recensz9 ,
tico amateur, uno de los· más grandes. 65 Prescindiendo d~ lo que se década de sigo. 'a 'tr" soluciones con regla y campas,.
ocupe esencialmente, un amateur es frecuentemente me3or que el (1593) se ocupa de al_gebra ~~~me i~~n suplemento a esa obra (Sup-
excluyendo
plementum las ecua~1on~~i~)1:~~tró
geometrzae, --. que toda ecuación cúbica puede
52
53
\
1
SEJ.S ALAS
54
SEJ.s ALAS
MATEMATICA Y ASTRONOMIA
el E:mpieo de letras tanto par 1 .
r
1:sdIncógnitas. Esto introdujo d:s ::~:a~:1~ade~ conocidas como para
cas~ slegun1o, conservación de los elJ s. ;runderlo, :11ayor generali-
. . e os numeras <lesa , men os e calculo que e 1
un algebrista; las letras que introdujo en sus cuestiones representa-
ban segmentos y la homogeneidad que impuso a sus ecuaciones se
debía a que consideró a cada una de éstas como un problema geomé-
crm1e-:1,to de las relacionef a:-ecian en el i_-e~ultado. Tuvo al ún c~~-
trico. Aplicó la geometría al álgebra a la manera griega, más que
ec:1ac10n; sabía cómo aumen~!e l~s c?efi~1entes y las raíc:s de una
raices de una ecuac·, ' d1sm1nu1r, multiplicar y d" "d• 1 el álgebra a la geometría. Sus principales descubrimientos algebrai-
t, • ion por una e t" d d d d 1v1 1r as cos los obtuvo mediante recursos trigonométricos. Hay mucho de
erm1no de grado ( 1) an 1 a a a y cómo el· . l
su rechazo de las r:í;s n en ~na ecuaci~n de grado n. Sin ~X:í::;
e cierto en esto. Viete se reveló como un nuevo A polonio. Sin embargo,
según expresiones propias y los títulos de la mayoría de sus libros,
no leEpennitió formular u::~::r~s (no digamos de las imaginari:S)'
ste error particular f la ~eneral de las ecuaciones él se consideró en primer lugar analista o algebrista. Estaba dis-
ne (1590?-1633::>) en su In ue tc?rregido por Albert Girard de.Lorr . puesto a emplear cualquier enfoque geométrico o trigonométrico
1629) 1 . ven zon nouvelle l' l 'b ' ai- que resultara promisor, pero su propósito principal fue la resolu-
. , Y ª teoría general de 1 . en ª ge re ( Amsterdam ción de ecuaciones.
mg1es Thomas Harriot (1560 1 as ecuac10nes fue formulada or i
a:pareció ~as!~ 1631 (Landre;) 6'ii), ~uya Ar_tis analyticae pra~is :a La solución final de ecuaciones de grado inferior al quinto fue
raneos ~as Jovenes de Viete . ar:r:10t y Girard fueron contero o- una de las más grandes hazañas del siglo xvr; fue una hazaña colec-
c~nce.pc10nes. de Viete habían :lf_ubhcaron sus tratad~s cuando las tiva y de alcances internacionales (Europa occidental). Puede mos-
ª. emas Harr1ot gozó de la a uda o aclarad':s por sus mtérpretes;ªª trarse una vez más su carácter internacional en un parágrafo final
sido secretario de Viete H y. de Nathamel Torporley que hab' dedicado al flamenco Stevin.
del siglo XVI· sin emb. arriot y Girard nos han llevado , 111~
Propie · d d ' argo sus obras d mas a a
a frutos tardíos del R . . pue en ser consideradas con
He d enac1nnento SIMON STEVIN
. . mos e recordar otro , . ., .
sene mfinita merito de V1ete. Expresó 7r en forma de
Q/-¡r = cos ººº/2 Simon Stevin nació ocho años después que Viete y vivió nueve
-
o
. cos 90 /4. cos 90º/8 ... = años más, de ahí que su vida se proyectase dentro del siglo XVII
más que la de Viete. Sin embargo, su labor principal la realizó en
_
= vl · vc .1 + ½v'22)2 · y [½
4 /-;-;-:-:-::-,::=---~
+
½( 1/¾ +
l. V¼)J
el siglo xv1. Nació en Brujas, en 1548, y actuó durante un tiempo
2
Éste fue el · - 2
2 • • • • en Amberes como cajero y tenedor de libros; más tarde fue em-
y·, primer producto infinit pleado en los servicios financieros de su país natal. Es raro en
Iet;,.~1;1vo suerte: es convergente. o que apareció en la literatura y
cualquier época encontrar un hombre que penetre en el campo
iete fue uno de los más d matemático por la puerta de la contabilidad. Después de 1571 viajó
seguramente el más grande feªFn es 1?atemáticos del Renacimiento
sus tres d rancia. Huyge l , por PnlSia, Polonia y Escandinavia, y finalmente se estableció, por
gran es maestros siendo 1 ns O contaba entre su cuenta, en la parte septentrional de los Países Bajos, que ya
aunque vimos que también adm. obs otros dos, Galileo y Descartes
nos recuerd ira a a Cardano y B b 11 . ' .habían sacudido la dominación española y la Inquisición católica.
t . d a que 1a expresión con f . om e i, y esto En 1581, lo encontramos en Leiden, y en 1583, lo vemos matri-
?ria ores de la ciencia franceses de recuen_~ia empleada por los his- culado como estudiante en la Universidad de esa ciudad. Era algo
lismo algebraico y de la , ser V1ete el creador del s· b
Pre , nueva ala-ebr im o- tarde para comenzar, pero estaba bien preparado y avanzó rápi-
paro el camino a De t b a, es con seguridad erró
ála-eb d 1 scar es y apresur, 1 1 nea. damente. Pocos años después ya estaba enseñando matemática en
~ ra· y e a trigonometría p h o a estanc ardización del
mismo de diferentes manera~ ¡ro mue. ?s otros estaban haciendo lo la Universidad de Leiden, y en 1593, por recomendación del prín-
~a tarea muy com le·a .. a c:eac10n de la nueva álgebra fue cipe Mauricio de Nassau, que había sido su discípulo, fue"'desig-
mconsci,ente de mate~á~ico~uJe impl~ó la fülaboración consciente o nado por los Estados Generales como "castrametator", es decir, cuar-
t~lmaestre de los ejércitos holandeses, cargo muy elevado que
;1-ostrana cómo, de los numerosr;:tc l º\P?1ses. Un análisis detallado mantuvo hasta su muerte. En 1600 colaboró en la organización.
ueron superiores en un aspecto a ge nstas del siglo xvr, afounos
J oseph Bertrand 84 d l , y otros en otro. b
de la enseñanza matemática en la escuela de ingeniería de Leiden,
ec aro que Viete era más un geómetra que y Mauricio de Nassau lo designó más tarde miembro de su consejo
56 y superintendente de la achninistración financiera.
57
SEIS ALAS
MATEMATICA Y ASTRONOMIA
. . Las funciones de Stevin eran más 1·
s'.1 título de "castrametator" E 1 ª:11P ras de la~ que sugería c1on de ( -x) por x. De ahí que toda ecuación de segundo grado
fmanciero del príncipe de N ra e codse3ero _matemático, técnico y cuyas raíces son reales tiene dos raíces (1585).
sugerido que Stevin se hizo astsau y el gobierno holandés. Se ha Dio reglas para la solución de ecuaciones numéricas de cual-
bl ec10•, pro estante y que po t 1 .
en Holanda y 110 en ,
probarse. Es indudable que su pms ¡atal. Es posible, pero no puede
r a motivo se esta- quier grado. Dada la ecuación f(x) = O, si f(a) > O y f(b) < O
existe por lo menos una raíz entre a y b. Mostró cómo los decimales
métodos de la Inquisición l se. puel e se~ buen católico y odiar los de una raíz pueden obtenerse por aproximaciones sucesivas, pero
_ , a mto erancia y el f t' ..
que .1os espanoles habían introducid , . ana ismo re1ig10so observó que en muchos casos el valor exacto no puede alcanzarse, aun-
S_t;vm pasara la mejor parte de su : den Belg1ca; es probable que que puede obtenerse con tantos decimales como se desee y aproxi-
no estar en un país libre t i a _eI: Hol_anda, porque prefi- marse indefinidamente a él (1594).
extranjera y a merced de lo ª:1 ;5 que vivir baJ? u1:a dominación He enumerado estas importantes ideas algo apresuradamente
El interés de St . hs ~n orrnantes de los mqmsidores.
ev1n acia las c t· f' . porque estoy ansioso por hablar de la máxima hazaña matemática
tante natural si se tiene e ues wnes 1nanc1eras fue bas- de Stevin: su habilidad para introducir convenciones simplificado-
su primera• publicaci·o'n f
n cuenta la ex · · d .
penenc1a e su Juventud
.
ue una tabla p l 'l . · ras. Por ejemplo, toda ecuación es completa con solo suponer que
compuestos ( en holandés Arnb ara e ca culo de mtereses algunos de sus coeficientes son nulos, una sustracción no es sino
de esa índole· Stev1·11 '· eres, 1582). No fue la primera tabla una adición de un número negativo, una división es una multipli•
T rene h ant (Lión' mismo reconoce e ·
1558) 85 1 bl omo su mventor a Jean cación por el recíproco. De esta manera un hombre de talento obvia
, ,
menos el a b orada que la d St . pero a ta a de Tr ene ant esta b a mucho
h
dificultades.
nas. Podemos decir que 1as
tablas impresas sufic1·ent
etb[ quJ abarcaba noventa y dos páoi-
a as e Stevin fueron las prirner°as
En este sentido su máximo triunfo fue la vindicación de las
fracciones decimales, en 1585. 87 Es difícil imaginar hoy el hecho
banqueros, mercaderes o ernente adm. . t d
extensas
corno para ser usadas por de que los decimales y el cálculo con decimales, eran prácticamente
1111s ra ores • po
er?n. tan necesarias a los hornbr d ' r_ supuesto, estas tablas desconocidos antes de esa época, a pesar de que los enteros estaban
ex1st1do antes en fonna . .es e negoc10s que han de haber ya estructurados sobre una base decimal. Lo tardío del descubri-
rnanuscnta La no · ·
rareza de tales manuscritos e . . _existencia y la extrema miento de que los números de la forma a . 1 On podían escribirse en
car; eran tan usadas que qued ;uest~as b1bhotecas es fácil de expli- la misma forma, fuera n positivo o negativo, es aún más sorpren-
tal manera que no valía 1 a an estrozadas o se ensuciaban de dente si se piensa que los antiguos sumerios ya habían hecho seme-
. a pena conservarlas.
. Stev1n merece ser reconocido jante descubrimiento respecto de las fracciones sexagesimales. 88
c~ones. Insistió en la se ara . , corno autor de otras dos innova- Nuestros antepasados aceptaron tales fracciones (aún están con nos-
cipe de las del obienio c1on de las ~ue:r_i!as personales del prín- otros), pero no la idea mucho más importante de un sistema de
:-contabilidad pir partida 3¿ot1e la aphcac10n del método italiano numeración en .el cual los enteros y las fracciones se tratasen de
ideas detalladamente y recome d-;- a ~rnb~~ (1608) .. Elaboró estas igual manera. Hasta fines del Renacimiento 89 las únicas fracciones
así como.ª Sully, ministro de :n~i~~eª IV.;~on al príncipe Mauricio de uso general eran: las fracciones ordinarias como 3/5 u 87 /14•1, 90
las fracciones sexagesimales ( que eran las más frecuentes) ,91 y las
. Sus ideas algebraicas uede
ciando que fueron var· . p nb ser expuestas rápidamente enun- fracciones duodecimales implicadas en la metrología y monedas roma-
iaciones so r
ra bl es a las de Stifel Carda v·, e un t erna d el siglo .
xv1, compa- nas. La libra estaba dividida en doce onzas (unciae); ¡esa división
sean tan originales ~ue meno, iete y otro?, aunque algunos tópicos la conservamos todavía! La unidad monetaria, el as, estaba tam-
vemente. Hizo progresar 1 reten, ser mencionados, siquiera sea bre- bién dividida en doce fracciones. Sin embargo, tales fracciones
vando que los signos podí/ eJnª_[eneral de las ecuaciones obser- duodecimales no eran muy usadas debido a que se daban nombres
es lo mismo que a-b J n a sen irse a los números [a +( -b) especiales a cada fracción de la libra o del as y se utilizaban esos
IJ.Ombres. No se hablaba de 1/12, 2/12, 3/12, 4/12, etc., sino de
ción faltasen, podía aJ que a1~~que algunos términos de una ecua-
mejor tratar las ecuacio~escons1f erarse completa. Sugirió que era uncia, sextans, quadrans, triems, quincunx, semis, septunx, bes,
te :ºnsideraciones geométrii~ n~~)pu[amen~e algebrai~a, libres dodrans, dextarzs y deunx. 92
abran ,desconcertado a tantos m ., . as rmce~ negativas, que Aunque todos estaban usando enteros en el sistema decimal ¡a
como rmces positivas de otra -~tembatic~s, podian considerarse nadie se le ocurría pensar en las fracciones decimales! Es cierto
ecuac10n o temda mediante la sustitu- que Viete empleó fracciones decimales en su Canon, de 1579, y
58 hasta afirmó su superioridad sobre las sexagesimales, pero Stevin
59
SEJS ALAS
MATEMATICA y ASTRONOMIA
fue el primero en explicar el a¡;unto clara y totalmente; y en exten-
der la decimalización a las medidas, pesas y monedas, con lo que siones son basta1:te fr:cuentes. Caed ªesuno tiende para
el mejor a imaginar
él, puesquees. su
el
otorgó a los decimales su significado y utilidad más completos. ºd' a •es el meJor; sin duda qu , h 'bil Con todo hace falta
Con la sencillez de un verdadero genio, Stevin fue el primero 1 10m d h uso mas a • ' · t
'ruºco del cual pue e acer un 1 na declaración semeJan e.
en comprender que si las fracciones decimales, medidas y monedas u . . r d d para anzar u , f
cierta valentía y ongma_ i ª1 les de igual categoria uer~n co~
se utilizaban junto con los enteros del sistema decimal, no solo po- Viete Ramus y otros inte ectua lo ue es mucho peor, su rmagi-
drían las fracciones tratarse mucho más fácilmente, sino que podría- frecu~ncia po1:3-po_so_s y pedantesJ~rmi~mo y el decoro. Ningun? de
mos hasta olvidarnos de ellas. En lugar de 1,52 m usted puede decir nación quedó mhibi~a PJ{ el co ºbir un tratado como ,el Dzsme
.'~ e::crdemasiado
152 cm, en lugar de 19,65 $ puede decir 1965 centavos,_ y las ellos se hubiera_ alllilld ~5~5 sencillo. Tema la sen-
fracciones han desaparecido. 93 Si hay que sumar, restar, multiplicar . (Tithe) de Stevm, e b
o dividir números decimales, se los trata como si fueran enteros y 'llez del genio natural y sm tra as.
al final se coloca la coma en su lugar. Esto es todo. El genio de o .
Stevin se hace más evidente si se piensa que lo que él comprendió Ex iste un inmenso contraste entre. los de éxitos matemáticos
los primeros nave- y
tan claramente, en 1585, no es aún comprendido en 1956 por una . • t Los motivos 1
cantidad de personas, presumiblemente inteligentes. eoaráficos del Renacinnen o.. s eran una mezcla, como o
:an°tes exploradores y conqmstadore los viles fueron más fuertes
La notación de Stevin no fue tan feliz como sus ideas. Por
ejemplo, lo que94 escribiríamos simplemente 8,937 lo escribió 8(0) son todos los motivos hmdanos, r-::;vegantes pudieron pensa' bu
9(1)3(2)7(3), que es más bien engorroso, tanto más que pro- que los nobles. Algu:no~ e eso~aráficos, pero en la mayoría u o
incrementar los cono~lilllentos ~e b de ri ueza y de poder. La mez-
voca alguna ambigüedad entre sus símbolos algebraicos y decimales.
Es posible que sintiera esa ambigüedad, pues consideró semejante su solo sueños de conqmsta :11a~en~;so másq chocante que en el_camp~
notación decimal a la de los exponentes. Volviendo al número ante- cla de motivos no es en rungun . s ortugueses y espanoles y
rior su notación significaba 8 (1/1 O) 0 • 9 (1/10) 1 • 9 (1/10) 2 • 7 (1/10) ; de la religión. Los prim_erf~s naI~~ªde1e s!nto propósito de exte1:~er
es extraño que habiendo ido tan lejos no se le ocurriese que la notación
3 sus protectores estab~~ m_ am~ entían como cruzados y m1s10-
los dominios del Cnstiams11:o, ses? embarao encontraron per~ec-
8,937 era mucho más simple y más clara. Es éste un excelente ejem-
neros que luchaban por .Cnstf. i:tivos cimo animales salvaJes,
plo de un hecho bastante común; un hombre genial hace un gran
descubrimiento, pero se detiene de golpe ante el último paso que· tamente natural perseguir a o_ser:s· a veces los bautizaban c~mo
es uilmarlos y raptar a su~ muJ T' 1 mezcla de bien y de ma es
lo coronaría. En este sentido Viete se le adelantó; su notación 8/937
crGtianos para luego esclav1z~rlos. mtroso es que la mayoría de las
fue mucho
ron más simple, pero sus ideas carecieron de vigor y queda-
sin desarrollar. intolerable, pero el aspecto m~s as~onciencia de ello. Pensaban que
naciones colonizadoras no te~an antes eran reyes cristianos y ~us
Esto sugiere una comparación final entre estos dos gigantes,
Viete y Stevin. El primero perteneció a la clase distinguida; su todo estaba bien, que sus lº
e~n pura cepa. aquellos que mon~n
educación fue la :inejor que podía lograrse en esos días, y llegó a conquistadores, héroe_s, de da sX:::scrímenes e;an con~ider(adod mar
durante la pe:Pe_trac1on e comienzo de la era colomal 11:º erna ~
tires El Renacimiento fue ei hº . , ica mostraron el carmno y ~
ser una figura destacada entre la noblesse de. robe (los gentiles-
hombres de toga, los magistrados). El origen del segundo fue mucho
más humilde y su primera educación alcanzó solo para hacer de él Los ·pueblos de 1~ penínsy a isia~es naciones civilizadas y cns-
ejemplo fue segmdo por as res .
un cajero, un oficinista; fue, sin embargo, inteligente y ambicioso
e ingresó en la Universidad:- de Leiden a los 35 años. En matemática tianas.
. , . , n eles ni. santos -algunos . de ellos
. _
ambos fueron exploradores autodidactos de lo desconocido. Viete fue Los matematicos no son a g .trataron de asesinar, exp1o
aristócrata y pedante, más preocupado en exhibir la profundidad fueron bribones-, pero p or . lot menos no
Sus trasgresiones • imporº
fueron sm bl . .
de sus pensamientos que en hacerlos accesibles a los demás. Su tar o esclavizar a sus semeJan ~\tos fundamentales fueron fº
es ,Y
idioma favorito fue el latín con un cúmulo de términos griegos o -tancia, mientras. q:1s::ss fue°!C: espirituales, conquistas de a razon
sagrados. Sus conq . f' ·t .
difíciles. Stevin, como ingenfaro y hombre práctico, se preocupó en pura con Un alcance in in1 o. ·
exponer s:us concepciones; su idioma favorito fue su holandés nativo.
No temió declarar que el holandés era el idioma mejor para fines
científicos, en este sentido superior al griego y al latín. 95 Tales ilu-
60
61
SEIS ALAS
MA TEMATICP, y ASTRONQ_MIA
ASTRONOMíA
COPÉRNICO .
El principal acontecimiento astronómico del Renacimiento fue
la publicación, en 1543, del tratado de Copérnico De revolutíonibus .
Los descubrimientos algebraic?slmente relatados
en más arriba
Francia tuvieron
y Lombar-
orbium coelestium. En verdad es uno de los hitos más importantes 1 r en Europa occidental, especd1a la Europa central.
en toda la historia de la ciencia. Copérnico no cayó del cielo sin uga Copérmco
día. . v1,vi~
. . , en9sotro mun
. ' 1 19o, ende febrero de 1473 en Thorn
. S
aviso previo; fue precedido dieciocho siglos antes por dos griegos, Nicolás Copermc? nac10 e ino entre Danzig y Varsovia .. 'u
Heracleides del Ponto (rv-2 a. C.) y Aristarco de Samas (nr-1 a. C.).
Pero sus sabias profecías no fueron tomadas en cuenta por otros
sobre el Vístula, a rmtad i~ c~ quedó bajo la tutela y prote1~io~
adre murió pronto, pero ico ~7 1512) que eventualmente e¡;so
griegos, Hiparco de Nicea (n-2 a. C.) y Ptolomeo (n-1) cuyas teorías a_ u tío Lucas Watzelrode ( 1 - había estudiado en Iti:1,ia,
estaban construidas sobre fundamentos matemáticos mejores. La e !r obis o de Ermeland. 99 Lucas, 9-ue romovió su educacio_n.
concepción ptolomeica del universo, con la tierra inmóvil en el cen- a s ció )a inteligencia de su sobnnol YUPniversidad de Cracovia,
recono - (1491-94) en a • D te su
tro del mundo, fue la teoría ortodoxa, digamos, desde 150 hasta Nicolás pasó cuatro anos - (1496-1500) en Boloma .. uran '-
1543, con la modificación siguiente. Como muchos astrónomos, en más tarde otros cuatro anos. . ' ara hacerlo designar cano
especial árabes, multiplicaron y mejoraron sus observaciones y pre- yausencia . su poderoso tío d Fse ingenioburg PEn 1500 ' Nicolás dio clases d S
. o ioo de la catedral e raw,:n . ·. nte regresó a Ermelan . u
pararon mejores tablas, crecieron las discrepancias entre las posi- mg . en R omady hal banosido sigme . . 1 objeto fue
ciones observadas y calculadas de las estrellas y planetas. Se tornó de matemática breve; su prmcr12a d
estada en el hogar debe e a ere lo entre tío y sobrino acerca e
evidente que la astronomía ptolomeica exigía correciones. Se sugi- b
ablemente establecer un arr gll Nicolás fue enviado nueva-
rió que la teoría de los epiciclos y excéntricas que Ptolomeo había, prolabor desarro11a d a y a, desarro ar. en Padua y F errara,. en esta
la t dios E
empleado debía ser remplazada por la teoría, más antigua, de las Italia y completo sus es u 1 canónicas ( 1503). n
esferas hornocéntricas auspiciada por Aristóteles. Durante la Edad me_nte a . d d logró su doctorado en ebyesd , a Su benefactor,
Media, en especial en el siglo !XII y más adelante, hubo una lucha últrma cm a
1506 1 d ue ya no a an onan . 'd. mo
regresó a Erme an '. q N" l's era tanto su me ico co
casi continua entre los ptolomeicos puros y simples, por un lado,
y los aristotélicos, por el otro. 96
.. , Cla pues lCO a
el obi~Pºi exig10 sd p~:se:n 1~ administrac~ón dedlf b?cesd~ hasta
a·, • 101 Por
1su taprmc1pal ª:r-1 an ' n Heilsberg, asiento e o ispa ' er-
Nuevas ideas cosmológicas fueron sostenidas por filósofos, por o nto Nicolas quedo ., e
1512· vo1vio,
. ' entonces a Frauenburg,
3 102 p
~
ejemplo, Nicolás de Cusa, que trató de llegar a una síntesis. La ue el obispo muna en '• uerte acaecida en 154 · ,
tierra no podía estar en el centro, porque el universo es infinito y !aneciendo allí hasta s1;1 r,ropda vida' pueden resumirse asi:
Los principales peno os e s .
lo infinito no tiene centro; la tierra es una estrella compuesta
de la misma sustancia que las demás y posee movimientos propios. 1491-94 Universidad de Craco¡;a
Se ha dicho que el Gusano fue un precursor de Copérnico; 1o que 1496-1500 Universidad de Bolon
97
es equívoco, aunque podría llamársele precursor de Giordano Bruno. 1501-05 Padua, Ferrara
Afortunadamente fue más prudente que Bruno y la Iglesia menos 1506-12 Heilsberg
intolerante entonces que más adelante. Leonardo da Vinci parece 1512-43 Frauenburg
haber abrigado ideas semejantes, pero apenas las expuso. Copérnico
. en un territorio en litigio,
· · ylemania
monr • 10a
no pudo tener conocimiento de las meditaciones de Leonardo; puede Fue su destino n1:cer, vivll' u occidental de 1onia. ~º-
haber conocido las concepciones del Cusano, pero las fuentes prin- la región fronteriza º1:dntaáod:l~án o polaco segú1_1 lo tx1gie1;an :~
cipales de su teoría fueron los antiguos escritos griegos y las obser-
vaciones
de realizadas por él mismo y por muchos otros astrónomos
su época.
De ahí que fuese cons~ e;:
lugar no fue alemán, m P? a~o, /~~ena
circunstancias. E~ p1;iml "d·oma' fue el latín. Ademas, po . t"ún
T su pnnc1pa i 1 C . antes de sus vem i
':;,_': ;~~,:la educació~
años '· su formació~
éecib:~:,! 1a'~~:"i:fó en Italia, dondÍ P•;g
mas :mp bles de su vida (1496-1505, entre os
los d iez - os más nnpresiona
an
62
y 32 años). 63
7
SEIS ALAS
MATEMÁTICA Y ASTRONOM!Á
MATEMATICA y ASTRONOM!A
se decía que arrastraban los planetas, pero es éste un malenten-
dído; él sólo deseaba exponer los epiciclos de la manera más clara
posible, y no pudo creer en la existencia material de esas "esferas" centros impresores de Europa, le ~seg uró l doexcelente publicidad
a Copérnico y el
a apresurar
más de lo que lo hicieron los astrónomos griegos. 108 , ºto del opúsculo puede haber est1mu a
ex1 . I
Otra concepción esencial de la doctrina copernicana fue la de su obra mayor. . us el haber dado al anciano e
la rotación diaria de la tierra alrededor de su eje central en vez de Debemos agradecer a Rhaet1c . para completar su gran
1 d
la casi eje.
mismo inconcebible
109 rotación de las estrellas fijas alrededor de] coraje la vo unta y 1a fuerza necesarios
. Co érnico es a1go semeJ8:
. nte
.
obra. La vinculación entre Rhaetl~ubl! qu! sin Halley los Princzpza
La primera exposición de sus conceptos fue publicada 110 bajo
el título Commentariolus; no fue realmente impresa, sino que unos
a la de Halley Y Newt_onR!s
(1687) no existieran;_ sm ae
f[c~t
'·
la De revolutionibus habría que-
ublicar.
cuantos ejemplares se distribuyeron entre sus amigos. 111 Fue una ex- dado probablemente ,m~onclusa y _sm p tante que vale la pena rela-
posición no estrictamente técnica, que originó la redacción de su gran El libro de Copermco _es tan impor
tratado a través de un doble estímulo. Por una parte, atrajo la aten- tar cómo fue tenni_nado e_ :mpreso. b ro- en 1541, llevó consigo d~s
ción de Clemente VII (Giulio de'Medici, papa de 1523 a 1534); e Cuando Rhaet1cus deJo Frau~n ud b't igonometria plana y esfe-
hizo que Nicolas Schonberg, cardenal de Capua, escribiese, en 1536, capítulos (1, 13-.1~) que s~ oc:~~/:n ~fttenberg, en 1542.~l4 ¿Er
una carta a Copérnico alentándolo a completar su obra ( esa carta rica y que publico separal ª!Jj_ 1' resto del manuscrito? S1, no o
apareció impresa al comienzo de De revolutionibus). En segundo taba, por entonces, conc m o es ués. Copérnico lo entrego.~, su
lugar, despertó el entusiasmo de un joven matemático, Rhaeticus, estaba, fue completa~o poco_ d~ ~e Culm, 115 quien lo trasmlt1? a
que viajóa desde
conocer Wittenberg hasta Frauenburg con el único objeto de
Copérnico. amigo Tiedemann G1ese,. ?bisp moso impresor Johannes Petreius,
Rhaeticus; y éste lo confio a~ f: se vio obligado a trasladars~ a
La intervención de Rhaeticus fue providencial. Georg J oachim en Nuremberg. Como Rhae~1cu . , n fue editado por su amigo,
Rhaeticus (1514-76) era cuarenta años más joven que Copérnico; Leipzig, no pudo vigilar}ª rmpr:~~e~ático luterano. Uno de ~os
había nacido en Feldkirch (Tirol-Vorarlberg), tan lejos del Báltico Andreas Osiander, un te~lo~o ly . reso lleo-ó a manos de Coper-
oriental como puede serlo una localidad alemana, en una región
austríaca, no eslava. Estudió en Zurich y en Wittenberg y era pro-
primeros ejemplares del zn ~~ f a:inayo
nico en su lecho de rnuert~ e des ués moría.
d/1543; lo vio y lo tuvo
. d
fesor en esta ciudad cuando llegaron a sus oídos los estudios de
Copérnico. Era protestante, mientras que Copérnico era católico.
entre sus manos, y po~as oras ! ad~ hasta nosotros fue revisa o
El único manuscrito que ha 11 g h correcciones, agregados y
Cuando visitó a éste, en 1539, venía directamente de Wittenberg, ·
en distintas ocasiones y contiene
1 mue
f ron as probablemente· h ech a s du -
112
como un musulmán que llegara de la Meca; sin embargo Copér- tachaduras, muchas de las _cua e:n 1-;rauenburg. Cambió de manos
nico lo acogió muy bien y lo convenció de prolongar su estada. Los rante. la estada de Rhaetihus 1641 estuvo en posesió~ d: Jan
dos hombres vivieron y trabajaron juntos durante más de dos años
(1539-41). muchas veces. Desde 1614_ asta c. inte ró la famosa biblioteca
Amos Komensky ( Come~10) ; lu;go d;nde quedó prácticamente
¿Estaba ya escrito el primer borrador de De revolutionibus . d de la familia Nost1tz, en raga, d 116 El texto impreso es
priva a dº d del siglo pasa o. . crió
cuando llegó Rhaeticus? No lo sabemos, pero redactaron . varios bo- olvidado hasta me rn os. ermite suponer que se come.-
rradores y arribaron al último seguramente debido al entusiasmo algo distinto del manuscrit?, lo quel p imprenta, que probablemente
del más joven y hasta es posible que se haya completado con su uso en limpio otra copia para . a esión
colaboración. Un milagro de amor y de búsqueda de la verdad estaba
ocurriendo en esa era de odios ( desearía asistir a un milagro seme-
jante en nuestros días). Copérnico y Rhaeticus, el anciano y el joven
;'e pensució y destruyó durante ~:,:;,i:,,a ,o;, unas cuantas pa!abj'."
El gran libro,. tal co1;.1~1 e~abrá creído necesario agregar ª.
cautelosas que Osiander 1 h"pótesis fundamentales del ~1br '
i:
( 66 y ;25 años), el polaco y el austríaco, el católico y el luterano, de revenir al lector de que as 1 1 la movilidad de la tierra,
~
solo pensaban en la113ciencia y trabajaron juntos como padre e hijo. 1 i~movilidad y posición cent:al del/º lamento de los cálculos, no
La Narran"o prima, redactada por Rhaeticus en nombre de Copér- e:an meras hipótes~s :11atem~tlcas ::ta del cardenal Schonber%
nico, fue la primera exposición de las nuevas ideas que aparec:ió afectando la fe c_nstianad S{5~~; Finalmente viene la larga dedi-
impresa. Fue publicada en Danzig, en 1540; luego nuevamente en (Roma, 1,;, de noviembre e . Padre Paulo In,11s e:1 Ia_ que
Nuremberg, en 1541. La segunda edición, aparecida en uno de los catoria de Copérnico al _Muy Sa~~tían guiado sus invest1gacion~s
66 explica las circun~tancias q1:t bía recibido no solo de filósofos antl-
temáticas los alientos que a .
~ ' ~
,SEIS ALAS
l 69:
MATEMAT!CA Y ASTRONOM!A
SEIS ALAS
\ que el fundamento de todo conocimiento astronómico lo comtitulan
copernicanos y ptolome· ;.'e- }as observaciones precisas. De ahí que fuera necesario hacer más y
e?toicos y epicúreos 126 E!cos era comparable a la dif .
;~:e::;,;;;, h:,1:/~l x~r~,~J'.:: fu';~~;~•~~:
1'1,,!i~:'ºs
res se cuidaban de :,XPJtac10nes alternativas· sin e ybcopermcana se
c;,n:;,¡ ;;:,>~if .Illejores observaciones, proyectar y construir mejores instrumentos,
y utilizarlos de la ~ejor manera posible, Esto OOplicaba n~ solo gran
núnlero de precauc1ones, sino ademas un estudio muy cuidadoso de
hipótesis, por brill:~: r ( corno había dicho GassemTI\ argoi los auto- los instrumentos a fin de descubrir sus defectos mecánicos y tomarlos
debido a que era con de enada
que pareciera,
por la I 1no . debía ene ararse
que seriamente
a ~egunda .en cuenta en los cálculos; debía además tomarse en consideración
g esia. .otras causas permanentes de error, como la refracción atmosférica.
Su magno propósito ya estaba bien esbozado en su mente cuando
te:iúa alrededor de treinta años, pero su realización requería gastos
TYCHO BRAHE .considerables. Fue, por lo tanto, una gran suerte para él que un
genecoso protector, Federico II (rey de Dinamarca,32 1555-88), le
La historia de 1ª ciencia
conflicto . . muestr · ,obsequiase una isla, Hveen, no lejos de Copenhague,1 facilitándole
conflicto =~~~ee hteom_bres _de
ona y p ' tº índole ,dife:e:~~:rnadoamente
, es merarne un eterno
t 1 los medios para construir ahí un suntuoso observatorio. Este obser-
generales y m d. . rae ica, smtesis y a , 1· . n e e vatorio, que Brahe llamó Uraniborg, fue uno de los más famosos del
práctico y nos e 1c10nes precisas. Copérnico n~1s1s, concepciones
t
mica; su libro prdochpbó p~r ~as sutilezas de 1~ºob ue un_ ,astrónomo
paban más o a e a er irritado a los ast , servac10n astronó-
.mundo; Brahe diseñó los planos, lo equipó con los mejores instru-
mentos (proyectados por él) y hasta le agregó una imprenta para
De revolutio~i~u~:::-:: tabla? que por las r~~~~~s (~! se preocu- .sus publicaciones.
133
Los mejores astrónomos árabes, así como Regiomontano, habían
Erasmus . , Reinhold (1551m)uy eran msuficientes·
m h ? las Tabl.as p ruszanas ta?las del de .comprendido la necesidad de observaciones frecuentes, pero Brahe
Brahe
ivia en esa é uc O meJores aun
V (154 _ 1) I;_~~a en Dinamarca un jo;en ue I(perfectas.
6 160
1 · fue probablemente el primero en advertir la necesidad de observacio-
nes continuas y las hizo posibles. Esto exigió auxiliares regulares que
habilidad extraordi~aria q~ era un_ astrónomo ~bser::do~ ¡ycho) fueran observadores experimentados y calculistas dig:t1os de fe, y el
fu,!;;;! ~: los _17 años) , 0 b;;'.,!d::'a o~secvaci_~n registra".ia";: ,mecenazgo real permitió lograrlos. Nadie hasta entonces había diri-
MA TEMATICA Y ASTRONOMIA
observación muy precisa del cometa d 15 137 .
cometa .estaba por lo menos a un !7. .
.e Pudo probar que el diversos abusos y sus malas maneras. Ya había perdido el favor de
(lo que probaba que los cometat !~stancia tnple ~e la de la huw su protector, Federico II, y cuando éste murió, su situación empeoró.
sublunares, meteorológicos) . e~an necesariamente objetos Duranle la minoría de edad de Cristián IV (rey 1588-1648, 'pero no.
distancia mayor que la d f que gira a alrededor del sol a una
hipótesis de las esferas ma~eri=~~)
pero sus datos acerca de ,
ib que, tornaba insostenible la
. . servo muchos otros cometas
coronado hasta 1596) tuvo que hacer frente a la hostilidad de los.
regentes; uno a úno le .fueron quitando sus _biene_s, y la vi1a y ~l
- . ese en especial f , · , trabajo en su querida Hveen se le tornaban 1mpos1bles. Se v10 obli-
e1 m1smo cometa atraJ· o la t ., . ueron 1os mas detallados. gado a trasladarse a Copenhague, luego fuera del país y más tarde a
B h , . . a enc10n universal. ,
. ra e observo s1stemáticarne t , Rostock y Wands beck ( cerca de Hamburgo). En el castillo de
preparó un catálogo, que pro ectéili: un ~an numero. de estrellas y Wandsbeck fue huésped de hono_r de Henrik Rantzau, gobernador
de un gran tratado astronóniico A pu.bhc~r e1;- el pnmer volumen de Holstein, que era astrólogo 141 y poseía un observatorio propio.
nasmata. Esta obra fue comen d. str~~omzae znstauratae progym- Mientras estaba en Wandsbeck publicó un espléndido álbum, Astro-
1?1ª se hallaba impresa en 15;; a een 88, y frª1:- parte de la mis-
epoca de su muerte 13s y f 1il 7J. estaba aun Incompleta en la
Incluía un catálogo de 77;e pu ll1ca a por Johann Kepler, en 1602.
nomiae instauratae mechanica, 142 describiendo e ilustrando su anti-
guo observatorio y sus instrumentos, con el fin de lograr el interés.
y la protección de otros soberanos como Mauricio de Nassau, stadhol-
~atálogo semejante se estab:s~e as, al que Keple;r añadió 228. Un
der de la República Holandesa (1587-1625), y Rodolfo II, emperador
cluirle 1.032 estrellas pero J·am~ eparand? ~m C?ssel; se pensaba in-
, , as se termino Es 1 t . del Sacro Imperio Romano (1576-1612), ambos generosos mecenas
esos d os catalogas contem oráneos . n exesante comparar científicos. 1 '13 Este último le otorgó su imperial protección y lo llamó
consultando la Historia copel t. B' _lo q~e puede hacerse fácilmente
es zs rztannzca' de Fl an~.st~e d' donde las a su corte, pero como la peste estaba· haciendo estragos en Praga,
coor denadas estelares del land ave d Brahe se detuvo unos pocos meses en Wittenberg, alojándose en la
al lado de la otra.139 gr Y e Tycho estan impresas una
casa que había sido de Melanchthon. Finalmente llegó a Praga_, e1;
. Para dar una idea de la r · · , d · .
será suficiente decir que en f ec1sfn e las observaciones de Brahe
junio de 1599. Rodolfo lo recibió con los máximos honores y le asigno
el castillo de Benatky, a unas veinte millas fuera de la ciudad, donde-
~a!es el error era menor de 1~ c::o deb ~"?s Il:ue:e estrellas fundamen- Brahe estableció un nuevo observatorio, instaló sus instrumentos y
nuento imperfecto de la ref y . , io prmc1palmente a su conoci-
d e1 apogeo del sol el valor de racc10n 95º30'
atmosfé i o· .
r ca_. . 10 como longitud
reanudó sus actividades.
No obstante la generosidad de Rodolfo, el exili~ era duro y con
(en contra de la estimación de C ,co:3- u~ n10v1m1ento anual de 45" frecuencia Brahe añoraba los días dorados de Uramborg. Con tocl.o~
de 61 "). Su estimación de 1 ope~1;1co e 24" y del valor correcto
solo en 2". Determino' ta durac10ln del a~o trópico fue inferior la fortuna le sonrió una vez más cuando le envió un joven ayudante
(..5 1 ,, ) y por último rechazó exac amente a prece ' d 1 . llamado Johann Kepler (1571-1630). Cuando, en enero de 1600,,
la falsa id dron e os_ eq1;1!noccios Kepler llegó a Praga, tenía 29 años y era él mismo un des;t~rrado.
durante doce siglos es decir d d 1 . . ea e la trep1dac1on, que
dría (Iv-2) h b' J · ' es e os tiempos de Teón de Ale·an- Había sido profesor en la Universidad de Graz y_ matematlco ~n
Estiria pero era protestante y el archiduque Ferdmando se_ hab1a
éalidad de ;usªi~:true::J~:~o t:/os as_t~~nomos. 1 ~º S~ se consider~ la ' . de su provmc11:1-.
. . 144 L os d os_
Brahe tu b , ,' prec1s10n es casi misteriosa. propuesto expulsar a todos los hereJes
. . vo uenas as1 como mal desterrados trabajaron juntos lo mejor que les ~ue posible. Las pre-
la astronomía copernicana D , as ra~ones p~ra desconfiar de suntuosas maneras de Brahe estaban quizás algo atemperadas por la
Uraniborg (1576 97) . b espue~ de pacientes anos de trabajo en
. dicha, y eran compensadas por la bondad y la obediencia de Keple_r;
d esconfianza As1'- I h.
, sus o servac10nes · ....:f·
t. . Jusu icaron p 1enamente esa
· a 1s orra se repetía E Esta colaboración inmediata no duró mucho, pues Brahe murm
y Ptolomeo se habían visto oblig d . xtctamente como Hiparco el 14 de abril de 1601, después de una breve enfermeda~. Había
trica de Aristarco así Br h a _os a r_ec azar la teoría heliocén-
heliocéntrica de C~pérnicoª
teoría más valedera.
i se v1? Jbhgado a rechazar la teoría
. esgracia amente no pudo ofrecer una
estado en Bohemia dos años y medio y Kepler había trabaJad? con
él menos de dos años. Fue más que suficiente para que el más J;º:Ven
comprendiera los métodos del más viejo y se habilitara para utrhzar
· •· _Bráhe no fue una personalidad at sus notas con relativa facilidad. 145
considerado para con los demás. E 1 rayente; era arroga:1-te y de_s- Por órdenes de Rodolfo, Brahe recibió espléndidas honras fúne-
su protector real y hacerse a . n uga\ de n_wstrar gratitud hacia bres. Fue quizás el primer científico así honrado. 146 · . •:. · •·
subalternos y por los cam pr_ec1arlºrHe gobierno, por sus propios
pesmos e veen, se hizo detestar por Tycho Brahe fue uno de los más grandes astrónomos de todos
72 los tiempos, aunque fue menos admirable como hombre .. Fue un.
SEIS A.LAS
MATEMATICA Y ASTRONOMlA
noble en la época en que los noble .
estrato superior de la humanidad s se cons1derab~n pertenecer a un hecho independientemente en muchos lugares: se atribuyó a Johann
como el concepto de sus . ' y en este sentido su vam·dad , Werner, a Rhaeticus, a Joost Bürgi (matemático del landgrave de
Mi propios m · · as1
entras Copérnico fue amable li erecmuentos fueron excesivos. Hesse) y a Ursus. Puede encontrarse también en el Canon mathe-
ife arrogante, terco, irritable in~ol beral, t:t_lerante y valiente Brahe maticus de Viete (1579). Este libro puede haber llegado a Uraniborg,
l en? de prejuicios, vengativ~ y t erante, espreciativo de los' demás pero es muy posible que el descubrimiento fuera realizado ahí nueva-
~ v~o ~uy bien Johann Jessen de w~~oso. El reverso de la medall~ mente no por Brahe, sino por Paul Wittich, de Breslau, quien era su
e s1gu1ent; c_ri du coeur: "Nad I .e~berg, 14~ cuyo elogio inclu e auxiliar en 1582. Por supuesto que Brahe advirtió de inmediato que
es caractenstico del c1·enti'f. a amb1c1onaba sino tiempo" 148 E yt era un recurso de primer orden para ahorrar esfuerzos.
'l d 1co nato y B h • so
e naNa era más precioso que el ti~ r~ e_ sedgur~ente lo fue: para La prostaféresis hoy ha sido olvidada completamente, pero du-
. o obstante su rechazo de lapo, nuta, o e mexorable. rante un tiempo fue una bendición inestimable. No fue necesaria
admiraba mucho a Co , . astronom1a copernicana B h ya después de la aparición de las tablas de logaritmos de las funciones
t permco poseía d , ra e
eca y conservaba uno d '. uno e sus retratos en la b1"bli trigonométricas; la primera tabla de esa especie fue publicada por
b e sus 1nstnun t o-
e~ argo, fue diferente de Co ér . en ~s ~n el observatorio.149 Sin Ednmnd Gunter, de Londres, en 1620.
610 un, solo gran libro; Brahf es~~~º- ';m di~tintos aspectos. Éste escri- La mejor razón de Brahe para rechazar el copernicanismo fue
;racaso al no completar su propi b10 vanos, pero en cierto sentido
su imposibilidad de detectar la paralaje de las estrellas, no obstante
}ªgmentaria a no ser por el tal:n';ªg1u1 opus, que habría quedado d hecho de ser sus observaciones extremadamente precisas, digamos
sm embargo, paradójico ue Ke 1 o y :3- andad de Kepler. Resultó
s?Io trastrocando sus ide~s fund er pudiera salvar a Brahe del olvid~ dentro del orden del medio y hasta del cuarto de minuto. Posible-
sistema tychoniano y com let amentales. ~ fugar de establecer el mente no podía concebir que las estrellas estuvieran tan alejadas del
Kepler resucitó éste d , d lp ar la destrucc1on del de Cope' . sol. El primer astrónomo que midió la paralaje de las estrellas fue
D an o e una fo , rn1co, -0tro danés, Ole Romer, que encontró un valor en 1701-04 ( que resultó
, uran te sus años de cola borac. ,r~a ma~ perfecta. erróneo) y se sintió tan complacido por ese resultado que lo publicó
hab1a comenzado
D , a utili" zar 1as b ser ion inmediata
· d con
, Brahe, Kepl er
O bajo el título de Copernicus triumpham. James Bradley, en 1729, no
espues de la muerte de Brahe K 1 vahc1ones, e este sobre Marte.
maestro; pero por much ' ep er eredo todos los datos de dio con la paralaje, pero en cambio descubrió la aberración de la
· tr o que se pre su luz. 153 La primera paralaje no se midió hasta 1838, 237 años después
~ns umentos. Brahe había sid . ocudara nunca se adaptó a los
de la muerte de Brahe, medición hecha por Friedrich Wilhelm Bessel
e sus incomparables observa~;;zapaz e deducir una buena teoría
en la Astronomía nova de "b s, pero esto fue hecho por Kepler (paralaje de 61 Cygni, 0,3"); la segunda, por Thomas Henderson, que
Har"1;onice mundi (Linz, ~~ti us stellae Martis (Praga, 1609), la midió en Cape Town la paralaje de la estrella del cielo más brillante
revelo las dos primeras le es dJ y ot~as_ obras. Su tratado de 1609 y más próxima, Alpha Centauri, que sobrestimó en 1 ". 154 Ninguna
fue expuesta en su libro d~ 161i movmuento planetario; la tercera estrella tiene una paralaje que alcance a 1". 155
K_eple: resucitó la teoría helioc, . 150 Brahe no podía imaginar la posibilidad de distancias tan enormes
rec\onas circulares por elípticas D en:;ca, pe:º remplazó lastra- ,que hoy se miden o se estiman, de ahí que fuera razonable para él
ina haya sido creado por tres hoi:ba 1 que el ~1stema heliocéntrico rechazar la hipótesis heliocéntrica basándose en ese fundamento. Su
rahe y Kepler: un polaco un d , res muy diferentes, Copérnico rechazo habría sido tan admirable como la aceptación por parte de
· No hay tiempo de h bl anes Y un alemán. ' ,Copérnico, si no hubiera debilitado su juicio con argumentos tontos.
de Brahe; sin embargo unªa ar de J~s, aspectos matemáticos de la obra Actualmente estamos tan acostumbrados a las fantásticas distancias
cub . . ' excepc10n deb h ,expresadas en parsecs, años o siglos luz, que nos cuesta trabajo acep-
-imuento de la prostaféresis 151 es d . ~ acer~e respecto del des-
pos1 le sumar y restar razoned tri o ec1~, .e las formulas que hacían tar la incredulidad de Brahe. El universo ha ampliado tanto sus di-
carlas, reemplazando así un 'l 11ometr1cas en Jugar de multipli- mensiones hacia arriba y hacia abajo, que el hombre, la tierra y el
breve ! fácil. El descubrimi~:tu / a~go y dificultoso por uno más sistema solar están a mitad de camino entre los dos extremos de las
e(sos d1as. Había sido hecho mº ;e .e un gran valor práctico en :medidas astronómicas y microscópicas ( digamos entre u:O: radio de
xr-1),162 pero había caído en ~{ o !1empo antes por Ibn Yunus 10-1 ~ cm y uno de 10 27 cm).
~n qu~ t~opezaron los calculistas ~l:vrdo ha:t~ que las dificultades
scubruniento en el siglo x E ngonometr1cos llevaron a su re-
vr. ste redescubrimiento puede haberse
74
75·
MATEMATICA Y ASTRONOMlA
SEIS ALAS
sobre el tema en el Quinto Concilio Laterano (1612-17);158ese inismo
Concilio consultó a dos astrónomos polacos, Martín Biem (c. 1470-
EL CALENDARIO GREGORIANO 1640) y Copérnico. Fue mérito de Gregorio XIII llevar a cabo la
reforma tantos siglos demorada.
. La adopción, en 1582 de un . Un nuevo proyecto fue publicado por el calabrés Luigi Lilio en
un aco1:tecimiento import~nte aunn~evo_ c,a~endano, aún vigente, fue 1677, 159 que fue completado por Clavius después de la muerte de
de un Jalón matemático s· bq e dific1lmente se lo pueda tildar Lilio. Christopher Clavius (Bamberg 1537-Roma 1612) fue un jesuita
1 d d . in em argo much . . .
r:es1~ ta o e esfuerzos matemático ' . os piensan que fue el a,,,,,,,uu que logró un prestigio considerable por sus cuidadosas edicio-
veruente hablar de él en este ,s elxcepc10nales, y es por tanto con- nes de Euclides y por sus numerosos libros de texto. Dominó los estu-.
L dif" cap1tu o
ª icultad de establecer un 1· •
de c_ombinar tres unidades de tie ca :ndar~o estriba en la necesidad
dios matemáticos en los colegios jesuitas, que eran entonces los mejo-
res del mundo; sus libros de matemática servían de textos en todos
no tienen una medida com, D mpo. el dia, el mes y el año que ellos, y a través de sus alumnos llegó a ser el maestro matemático
La dificultad aumentó co:ia i:\e b¡sca_r,se alguna clase de ac1{erdo. de Europa. No solo eso, sino que Matteo Ricci logró que algunos de
la semana, inconmensurable .con :~ :i~cion de una ,:uarta unidad:: 16
le~ado de la religión astral fue . a5 )'." con el_ ano. La semana,.
sus tratados se tradujeran al chino º
En una palabra, el nuevo calendario fue proyectado 161
por Lilio
Cristo o poco antes; es una ~nid lntr~. uc1~a hacia los tiempos de- y Clavius y sancionado por Gregario XIII en 1582; con justicia
la astronomía, pero es mu ú . a ar itraria er: lo que concierne a puede llamarse calendario gregoriano. El prestigio matemático de
muchos ritos religiosos estln ~~~ Pª:ª Jªs necesidades de la vida y Clavius conLTibuyó en gran medida a implantarlo y a silenciar la
El calendario ·uliano s º~ruza os sobre una base semanal
César en 45 a. C. s~bre la b:s habia establ:cido por ,orden de Juli;
Fue entonces suficiente a e e de i4u: el ano contema 365 1/4 días.
oposición, pues los no matemáticos estuvieron dispuestos a creer que
la invención de un nuevo calendario era prueba · suficiente de su
talento matemático. De hecho no implica sino aritmética elemental
n:1ás c~da cuatro años parfa!~~~z:;~l normal ~e 366 días un día y sentido común. Clavius no fue un gran matemático, pero fue el
162
c10s. Sin embargo esta es( ., d 1 calendario con los equinoc- maestro de mayor influencia del Renacirniento.
minutos, diferen~ia que lllléJ.CIOn e año en días excedía én 11 1/4 La reforma gregoriana implicó dos etapas:
en 28 años suma un dí es aparenteme n t e ms1gn1 · · "f"icante pero que:
1) .A fin de corregir la confusión existente, el Papa ordenó que
. 1 Según la ley canón~!a ql:e en trece siglos suma diez días. . el día siguiente al de San Francisco ( 4 de octubre) debía computarse
mrngo después de la lu 1'1 Pascua. debe celebrarse el primer do- como 15 de octubre de 1582 ( el equinoccio de primavera se restauc
na ena que sigue al · •
pelascua se continuaban c 1 1 d
1esmarzo _equmocc10. Las fechas
21 de aunque en f ~u an o como s1 el equinoccio cayerai raba del 11 de marzo al 21 de marzo).
2) El año medio juliano era demasiado largo; el año medio gre-
de marzo. De ahí que la ; siglo XVI, la fe~ha verdadera fuera el 11 goriano se acortó mediante la supresión de unos pocos años bisiestos
hasta mayo. . ascu1;1. podia aleJarse tanto como un mes,. s( en inglés "leap years"= años del salto 163 ). En el calendario juliano
No sorprende pues que 1 "d él cada año, cuyo número fuera divisible por cuatro, era bisiesto; y por lo
se hiciera sentir ;rinci' alme:t:eces1 a del~ r_eforma del calendario, tanto había 100 bisiestos en cuatro siglos. En el calendario gregoria-
del cálculo de la fecha d~ Pascu {nt~ los_ clengos que se ocupaban no se suprimieron tres de ellos, resultando solo 97 bisiestos en 400
una larga lista de estudio a. . a . istoria de esta reforma incluirla·. años. Se decidió que los años de las centenas serían bisiestos solo
(-
VIII 1) R b sos cristianos como Bed
- , o ert Grosseteste (xnr- 1 ) R · B ª e1 V enerab le· cuando sus dos primeras cifras fueran divisibles por cuatro ( 1600 Y
Meurs (xrv-1) Firm1·rr d B 1' oger acon (xrn-2), Jean de- 2000 son años bisiestos; 1700, 1800 y 1900 no lo son). La duració11
e eauva (xrv 1) N"
( '
_xrv-1) y Alberto de Sajonia (xrv-2) 156 ¿ ' h
ic~p oros_ Gregoras: media del año trópico se redujo así de 365,26 a 366,2425. La antigua
fecha real y la admitida del . .. orno la d1ferenc1a entre la intercalación juliana provocaba un atraso de 3,1132 días en .400
r_eforma del calendario se h e,qmnodcc10 crecía, la necesidad de una• años; en el calendario gregoriano fue reducido a 0,1132 días en igual
· acia ca a vez más · M
apas se interesaron es ecialm . ;1premiante. uchos: período, o 1,.132 días en 4,000 años (que puede ser eventualmente,
P
en varios Concilios de 1~ Igl . en;? en 1~, c1;1estlon, que fue discutida· obviado suprimiendo los bisiestos 4.000, 8.000, etc.). . .
e~_el Concilio de Constanz/(~~ ~;rre A~lly _(1350-1420) informó• El calendario gregoriano fue excelente, pero desgraciadamente,
c1ho de Basilea (14 _ ) R .14 8 ) Y Nicolas de Cusa en el Con- fue introducido demasiado tarde. Si hubiera sido propuesto antes de
31 49 1 eg10montano fue llamado por Sixto IV
para contribuir a resolver. la Reforma, habría sido aceptado fácilmente por toda la Cristiandad,
Paul de Middelburg c ~_ ~;º})lema Y ~urió, en Roma, en 1476.
144 1 sometlo una larga memoria 15T
76
SEIS ALAS
MATEMÁTICA Y ASTRONOMIA
pero se hizo imposible para 1
imponerlo. Fue bastante duros protestantes aceptarlo o para el Papa dad y complejidad de las personalidades. Fueron grandes méritos de
el 4 de octubre de 1582 d o aun para los buenos católicos acostarse Brahe y Kepler sus precisas observaciones y su respeto por los hechos,
Y espertarse el 15 de tub sin_ embargo aceptaron los despropósitos astrológicos sin la menor
protestantes tal imposición babilón· ul , . oc re, pero para los
fue aceptada en España p t l Jea res to mt?lerable. La reforma prueba. Asumiendo una actitud opuesta, Copérnico se mantuvo ale-
en Roma; en Francia e~
en 1583. · '
/1: ugb ydparte de Italia, el mismo día que
iciem re e 1582 ; en la Alemania católica,
jado de ellos. En este sentido, por lo menos, el teórico se mostró más
serio que los diestros observadores.
, Las naciones protestantes de Al . Ño es necesario dar en detalle la historia anterior de la aberra-
ción astrológica. La primera referencia a ella en la literatura occi-
Regensburg en' 1700 /P t
mas de un siglo. fue ac t d f" emama la rechazaron durante
ª maln:ie1_1!e por la Dieta Imperial de dental puede estar en el tratado hipocrático Regimen IV (De victu
. os mg eses prefería
el Sol, antes que uno de acuerdo
una reforma que habría d
~:nJ1
Voltaire· "L . l . ng aterra res1stio hasta 1752.164 Como d"
1 d .
ca en ano en desacuerdo con
Papa y se rehusaban a aceptar
l)O
IV o De insomniis) aunque dudo de tal interpretación. El engaño
astrológico surgió de fantasías caldeas y egipcias, y el Epinomis pla-
tónico 169 le proporcionó un fundamento científico. Durante la Edad
puesto el Gran Turco" ;~cepta o e buen grado si la hubiera pro- Media y el Renacimiento todas las mentes estaban más o menos
compatriotas por haber. t.P? rde Bradley fue tratado mal por sus coloreadas por creencias astrológicas.
par 1c1pa o en la ref . Debe señalarse, sin embargo, que las opiniones de los hombres
como una especie de traic1·, 165 orma, que consideraban
L R on. cultos fueron generalmente variadas. Entre confiados creyentes en
. a usía ortodoxa no ace t , 1 1 d . .
se mtrodujo después de la R pl o ~, ca en ano gregoriano, que solo la astrología y unos pocos opositores confesados existía una amplia
A los protestantes en e evo uc1on el 31 de enero de 1918. gama de actitudes. Hombres como Giovanni Pico della Mirandola,
papal, pero Brahe ue co~ neral ~f;S repugnaba aceptar el calendario Jacques Lefevre d'Etaples, Johann Reuchlin, Johannes Trithemius y
Nuevo Estilo desd~ ~ 22 d _pte~10 el perfeccionamiento, empleó el Thomas Erastus no vacilaban en atacar la astrología, aunque sus
mientras los católicos ace e Jb o e 1599 en adelante.too Por su parte ataques fueran casi siempre con limitaciones. Durante el último año
bajo pena de excomuniónfª 1an el nuevo calendario (debían haced~ del gobierno de Carlos VIII (1498), Simon de Phares escribió una
a Clavius fue nada meno ' a gu;os rez?nga_ban. El principal opositor colección de biografías astrológicas en las que criticaba a muchos de
mático de su tiempo coms qu~ ranc,;01s V1ete, el_ más ilustre mate- sus adeptos. 17 º La colección es interesante, pues incluye a muchos
Es posible que fuera 'm -a_ara o con el cual Clavms era un pigmeo. científicos así como astrólogos.
tipo de calendario y de~v1 º. porl los cel?s; en todo caso, proyectó otro La misma ambigüedad prevaleció en el siglo XVI. Existieron
, unc10 e gregoriano 167 Otro t· d .. , unos pocos médicos y matemáticos que no creían en la astrología; y
en 1os circulas católicos era b t . ipo e opos1c1on
contentos debido al camb. as ante natural. Muchos estaban des- muchos otros que estaban empeñados en indagaciones astrológicas
bido a la "pérdida" d d~o endísus dcostumbres Y, principalmente de- de una manera u otra. Si un astrónomo no llegaba a profesor de una
sarcasmos de Montai"gne e 1ez as e su VI"da. Es d"1vertido . leer ' los universidad, no tenía otra fuente de recursos que la proveniente de
. a1 respecto. ios
horóscopos o consejos astrológicos. Muchos príncipes, obispos y go-
bernadores empleaban "matemáticos", cuya función principal era,
ASTROLOGíA en realidad, de naturaleza astrológica.
Especialistas de todos los campos eran astrólogos ( o creyentes
Para apreciar correctame t 1 , . . , . en la astrología). Considérense los siguientes ( citados cronológica•
cualquiera es necesario tene f '; e esp17:1t~ cientif1co de un período mente según el año de nacimiento): Agrippa von Nettesheim, Para-
positivos sino tambié d rª ~1 cono_cnmento no solo de sus logros celso, Geronimo Cardano, Nostradamus, 171 John Dee, Jean Bodin,
Cornelius Gemma, 172 Giambattista della Porta y Robert Fludd. 173
principales desviacion:s ~u~~::e ul ~rac10:1e~ y desviaciones. Las dos
y la alquimia. esta últ" e e;1ac1rmento fueron la astrología Las nociones supersticiosas de estos hombres se entrelazaban con ad-
astrología dominó la m ~a se tratara en el capítulo siguiente. La mirables hazañas en los campos más variados.
también de los astróno~ e n? sflo d; la gente vulgar e inculta sino Tómense, por eiemplo, los cometas. Vimos que el estudio de Bra-
truyeron horósco os os, i:ic uso rahe y Kepler. Ambos cons- he acerca del corneta de 1577 fue un ialón en la historia astronómica.
cias astrológicas tor~iresu:n1blemente fueron sinceros en sus creen- Existe, sin embargo, una enorme literatura sobre este cometa, y gran
tal debilidad. E;to pone par e, .";]_ºr 1? que yo sé, Copérnico no mostró parte de ella es fundamentalmente astrológica; la curiosidad pública
en eVI encia una vez más la infinita varie- sobre el tema era insaciable. 174
78
79
MATEMATICA Y ASTRONOMIA
SEIS ALAS
Existieron muchos otros cometas durante el Renacimiento. El · uí no discutiremos fue la traducción de escrito~
de 1472 es famoso debido a que fue estudiado por Regiomontano to renac_entista, que ªf l t' Ese movimi~nto judea-cristiano comenzo
(1436-76), el más grande astrónomo práctico anterior a Copérnico. cabalisti~os hebpreobsla d aHin. d"a (1405-86) y continuó con los italia-
E pana con a o e ere i . 'd" d M .
Fue el primer cometa cuya órbita se investigó de una manera com- en \co della Mirandola iso y Paolo Rici de Pavia (me ico e ª:'i-
petente.175 Sin embargo, el cometa más importante desde el punto n~s _P d 1493-1519) los alemanes Johann Reuchlin,
de vista del folklore renacentista fue el de 1456, que llenó de terror nuh:ino, ::t~:tt~~heim y otros.' Uno de los más antiguos trata~os
el corazón de los hombres por haberle seguido muy de cerca la catás- Af1fí~:cos el Sefer Yezirah ( el Libro de la creación)' ~ue trad;.c~do
trofe de 1453, es decir, la caída de Constantinopla y el fin del imperio cal 1:tí~ po; Guillaume Postel (París, 1552) y p_ordJo aunes t is dº!
bizantino. El temor al cometa, al diablo y a los turcos, todo estaba a 1 B ·1 1587) is1 A traves e uno u o ro
Ars cabalista, vol. , asi ea,
(esos , · · , · h · las
mezclado. El español Calixto III (papa desde 1455 hasta 1458) libros, el veneno de la ge1;11altna encontro su camino acia
predicó una nueva cruzada contra los turcos y en su propaganda mentes de los intelectuales del s1g o xvr. , ..
introdujo el temor provocado por el corneta. Se dijo (erróneamente) Un solo ejemplo de esta especie de disparate s~ra su~1ciente:
que introdujo en la letanía las palabras: "Del turco y del corneta, 6
líbranos Señor". 1 76 Michael Stifel de Esslingen, Y~ürttemberg (~8!-1; [): ~~li=~
Por interesante que sea el cometa de 1456 como fuente de de los más distinguidos matemáticos a~emane,s. 1 e!?ro el s : Pascal.
1 braico fue uno de los pocos que mvento e ~riangu o 1'
folklore, su interés científico fue mucho mayor cuando fue identi- at geb1"e'n v1.Yslumbró la idea de los logaritmos mediante algunas r~g as
ficado con el cometa Halley. En su Astronomiae cometicae synopsis am · , d las progresiones
(1705), el astrónomo inglés Edmund Halley (1656-1742) anunció del cálculo con exponentes ! . ~or co~paraci:t ~ión en un monas-
que la órbita del cometa de 1682, que él había observado, era casi .aritmética y geométrica. Reob10 su pnmera. <; uca Lutero se tornó
idéntica a la de los cometas de 1607 ( observado por Kepler) y de terio agustino, pero, desp~~s de ~u conversion por drtó de tal
1531, profetizando que el mismo cometa reaparecería, a más tardar, un religioso fanático, pred1Jo el fm del_ murto Í seb cor:;~e León X
nera ue fue encerrado entre re1as. ec ara a . . l
en 1759 y, efectivamente, reapareció en ese año. Ése fue el primer r:an de ~edici, papa 1513-21) er~ la Bestia del ~pocai~~is(l ~
cometa periódico que se descubrió; con él se probaba que los cometas
probaba mediante la gematría . El n~ero de la Bestia e:a Decim{:)
eran cuerpos celestes, cuya conducta, como la de los planetas, estaba
sujeta a leyes naturales. Con la profecía de Halley y su realización calipsis 13, 18)~ Ahora bien, si escn~f+ºs ~~i
las letras mayusculas representa~
~Cf6'r+ \ +
. a e uemos X
1000
se puso fin a las supersticiones concernientes a los cometas. Pasajes
periódicos del cometa Halley se remontaban al 240 a. C., apareciendo + 5 = 1656. Restémosle M, debido a mystenu;r
porque se trata de León X, y entonces el total es e
lo+ loo+ 100
en 1066 (batalla de Hastings), 1145, 1223, 1301, 1378, 1456, 1531,
1607, 1682, 1759, 1835 y 1910.1 77 Pero los astrónomos renacentistas, + + + =
1 5 1O 666. Q. E. D. , . ue
aun Kepler, no conocían esa periodicidad y las creencias supersticio- Es difícil conciliar esta tontería con el talento matem atico q r
. E "bl u mente se a1terara po
sas acerca de los cometas continuaron floreciendo hasta 1705, o aun los libros de St1fel revelan. s pos1 e qube s d 1 , do fueron tan
hasta 1759: 178 En verdad, todavía son comunes en naciones atrasadas · b ' p uchos otros hom res e peno
,excesiva eatena. ero ID b . 'f" de tales tontos era
y entre individuos ignorantes de los países más civilizados. ' locos como él. Y con todo, el sa er cnptogra ico ,
imirado con gran respeto por el público contemporaneo.
y
Otra forma de superstición a la que fueron afectos intelectuales
matemáticos del Renacimiento fue la gematría, es decir, otorgar
ejemplo e; Catalina de Medici (15 19-89 ), v~:i1dad ~ t:~i~:
Mujer
:gente de Francia desde 1560 hasta ~57~ y ma re \1ee de la ~atanza
valores místicos a los números y encontrar acontecimientos futuros lncapaz y sin escrúpulos, fue la prmc1pal responsa, cuando le
en las palabras. Esto estaba implicado en la aritmética neoplatónica, <le San Bartolomé y no vaciló en ordenar otros cnmenE:s . n-
y logró un gran desarrollo durante la Edad Media entre los cabalistas parecieron convenientes.1s2 E~a extremadamente su~e~~~~~: !ec~us
.judíos y ocultistas árabes. 17 º Lá práctica de la gematría resultó
.estimulada ·por· el hecho· de que las letras griegas, hebreas, árabes y
romanas poseen también valor numériéo~ ·un aspecto .del pensamien-
fiaba ciegamente en el conseJo de curanderos, com
súbditos. El odio y el terr_or llenaron la vida t
. d nte la
Fran?~:er:d: París
mitad del siglo xvr y el primer cuarto del xvn. a atmo
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S.EIS A.LAS
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F!SICA, QU!MICA, TÉCNICA
SEIS ALAS
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S,EIS ALAS
FISICA, QUfM!CA, TÉCNICA
Cairo, antes de 1039. Fue traducido al latín por Gherardo da Cre- Otro ejemplo es el arco iris, que se menc10na_ en el Gen.eszs
mona (?Cn-2) y ejerció una profunda influencia sobre escritores ára- (9, 14-17); de ahí que todo comentarista bíblic? t":":1era_ qu; _hablar
bes, latmos y hebreos. Su influencia se advirtió no solo sobre escri- de él, aunque el primero que_ int~ntó una exphcac10~ cientifica fue
tores medievales, como el polaco Witelo y los ingleses Roger Bacon Ibn al-Haitham. Mejores exphcac10nes fueron proporcionadas por sus
Y John Pe?kham (todos del siglo xrrr), sino también sobre escritores sucesores musulmanes y cristianos de los siglos XIII Y xrv; 27 algundas
tan posteriores como Kepler ( m. 1630). de las cuales fueron casi tan satisfactorias como la de Descart~s ( os ·
. . El más antiguo de esos escritos sobre óptica que alcanzó la forma refracciones y una reflexión de la luz en las gotas de agua; nmguna
rmpres, fue la Perspectiva communis, de Peckham (1482). 21 Witelo explicación de los colores), y realmente superior a la dada por ~arco
fue editado por primera vez por Collimitius y Peter Apian (Nu- Antonio de Dominis en 1661. 28
La historia de la óptica, y en especial la de temas tales como
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SEIS ALAS FlSICA, QUlMICA, TÉCNICA
la camera obscura y el arco iris, ponen en evidencia el extraordinario inferior, el Magia naturalis (Magia natural) (1558), de Giambat-
vigor de la tradición de Ibn al-Haitham. Su tratado escrito en árabe t{sta della Porta. El mejor, después del Photismi; fue el De refractione
e;1_ la primera mitad del siglo ?'-I, influyó sobre tod~ una escuela de (1_593), del mismo autor.
fis~cos _musu~anes hasta, el_ siglo ":'-IV; mientras que su traducción Joannes Baptista (Giambattista) della Porta fue uno de los más
launa influyo sobre todo optlco latmo desde Witelo y Peckham del famosos escritores científicos de su época, una figura típica entre
siglo XIII, hasta Kepler, del XVII. ' los científicos del período. Nació en Nápoles, hacia 1535-40, y murió
Otro libro de óptica, quizá el más notable fuera de la tradición en esa ciudad, en 1615. Adolescente precoz, comenzó desde muy
de Alh~zen, es_ el Photismi de lumine * de Maurolycus. Francesco temprano a leer todos los libros en latín que caían en sus manos, en
Maurohco, nacido de antecesores griegos, en Messina en 1494 fue especial aquellos que circulaban con los nombres de Arnaldo de
a:11te ;~do un matemático,_ co:1-siderado el más grande g'eómetra de su Villanova (xrn-2) y de su contemporáneo más viejo, Cardano (1501-
s~gl~. Fue uno de los prmc1pales maestros de matemática del Rena- 76). Viajó mucho, visitó bibliotecas, colecciones y talleres, relacio-
c~ento. ~~ conocimiento del griego le permitió estudiar los mate- nándose con diletantes y artesanos. Fue un erudito clásico, un médico
maticos clasicos, y traducir muchos de ellos al latín. La matemática y un físico, oculista y ocultista, estudioso de historia natural y de
moderna del bajo Renacimiento y del siglo XVII derivó esencialmente magia natural, un fisiognómico y alquimista. Aunque dotado de
no de la matemática _medie:al, sino de la griega. Maurolycus fue inmenso saber, careció de sentido común; fue tan errático y místico
uno de los pocos que hizo posible esa resurrección. Vivió en Messina como Cardano y muy semejante en el modo de ser. Además fue un
lu~go en Nápoles y_ en Roma, pero :'.~lvió a su ,is_la natal, a Palermo; fecundo comediógrafo, autor de unas treinta comedias, la mitad de
mas tarde a Messina, donde enseno matematlca y murió de edad las cuales aún existen. Sus piezas, derivadas de Plautus y de las
avanzada, en 1575. _novelle italianas, ejercieron alguna influencia sobre el teatro inglés,
_Estaba en Messina en 1571, cuando la flota de la Liga Santa a pues algunas de ellas eran muy conocidas en Inglaterra. 32 La No
las ordenes de Don J~':111 de ~ustria, entró en el puerto. Se piclió Wit, No help Zike a Woman's, de Thomas Middleton, se basaba en
a Maurolycus que p~ed~J,era el tlemp?,_ y él dio instrucciones comple- la comedia La Sorella, de Della Porta.
tas que Don Juan s1gmo y le permitieron derrotar a la flota turca Según propias manifestaciones, Della Porta comenzó su prin-
en la batalla de _Leranto, e~ 7 de octubre de 1571. Maurolycus tuvo cipal obra "científica" a los quince años. Era la Magia naturalis sive
suerte; ¡tal predicc10n del tiempo a largo plazo no sería hoy posible! de miraculis rerum naturalium ("Magia natural, o milagros del mun-
La :111ayor parte de su_Photismi ya estaba escrita en 1554 y toda do de la naturaleza") 33 -extraña mezcla de física con magias de
distinto tipo, siendo tan numerosos los ingredientes mágicos que fue
la ~~ra fue coni.pletada a fmes de 1:567, 30 es decir, antes de la publi-
cac10n del Optzcae _thesaurus~ d: R1sner. No concluimos de esto que censurada y puesta en el lndex expurgatorius. El lndex no solo con-
Maurolyc;1s no tuviera co_nocrm1ento del libro de Alhazen, pues podía denaba libros heréticos, sino también muchos de los que propagaban
haberlo _le1~0 en rnanuscr~to o la traducción de Alhazen pudo haberle la magia y el ocultismo; debe elogiarse a la Iglesia católica por su
llegado mdirectamente. Sm embargo, su Photismi era muy diferente· incesante lucha en contra de las tendencias supersticiosas. 34
e_staba compuesto a la manera matemática griega que le era fami: La Magia naturalis fue en gran parte una compilación de la
liar.
31
Su tít1'.'1o completo desc,ribe su contenido: "Luz que concierne abundante literatura medieval acerca del saber popular secreto, al
a la luz, c_onsistente en un c~:pitulo sobre sombras y reflexión seguido cual Della Porta agregó mucho del conocimiento que se había acu-
por tres libros sobre refracc10n, de los cuales el primero trata de los mulado en los siglos xv y xv1, así como nociones que se le habían
cuerpos tr~sparentes; el segundo, del arco iris; el tercero, de la estruc- ocurrido en el trascurso de sus lecturas y reflexiones. El libro contiene
tura del ·oJo humano y de las formas de los anteojos". muchas ideas buenas y buenas intenciones, pero por desgrada, su-
mergidas en un océano de despropósitos. Se asemeja a De subtilitatff
El P~ot~·smi de Mauroly~u~ pudo ~aber sido el mejor libro óptico rerum (Nuremberg, 1550) y a De rerum varietate (Basilea, 1557),
d:l Renaclllllento, pero quedo si1;1 publicar y no pudo ejercer influen- de Cardano. Estas tres obras, publicadas en la misma década, son
c~a al~a antes de 1~11. El hbro sobre óptica del siglo XVI más típicas de la increíble fermentación de ideas que tenía lugar y que
difundido fue, desgraciadamente, uno muy diferente y de calidad en gran parte eran enfermizas y sin fundamento. Difícilmente puede
elogiarse a una persona por una expresión cuerda cuando ésta aparece
* ~~ griego, photismos, significa iluminación, como la de una estrella La irremediablemente entremezclada con supersticiones, o por un inven~
traduccrnn de Henry Crew, "luz que concierne a la luz" es muy buena. · to que se pierde en un maremágnum de fantasías. El mismo título
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SEIS ALAS
FfS!CA, QUI MICA, 1 ÉCN!CA
del
. t libro
r de Della Porta
" era . es un índice de confusión intelect,1al
e •
"Ma ··
. gza de la física. Coleccionó muchas curiosidades, naturales y de las otras,
"'.ª ura zs magia blanca como opuesta a la magia neQTa • simbo- en su propiedad cerca de Nápoles, que convirtió en un museo; y
liza?a una generosa aspiración hacia la verdad que Dell~ Porta 110 organizó lo que podría llamarse un jardín botánico. Su museo atrajo
P 0,d:a llevar a cabo ~eb1do 8: sus ensueños sin freno y a su actitud no visitantes de muchos países, por ejemplo, al diletante francés Fabri
fntica .. Fue nece?ano un ~1~lo de pacientes esfuerzos antes de que de Peiresc, 46 pero podemos suponer que no era superior a otras colec-
a magza naturalzs se convirtiera en philosophia naturalis. · ciones contemporáneas de la misma índole. Como la historia natural
Para comprender su e~tado mental, debemos recordar que atin' y la antropología no se habían aún desarrollado y sistematizado, esos
hoy_ ha~la~os con frecuencia de las maravillas y de los misterios de primeros "museos" no eran sino exhibiciones de maravillas y curio-
1~ cie,n~ia. Muc!:ias veces esas maravillas despertaron una vocación· sidades de escaso valor científico. 47
?1 entifaca, pero mnguna tuvo posibilidad de florecer sin una crítica
mcesante Y ~na auster~, honesta y paciente investigación.
La ~a_{fza naturalzs fue el libro mejor conocido de Della Porta, ANTEOJOS
pero es_cnb10 m1;-chos otros: sobre escritura secreta, 36 sobre huertas
Y el cmda_d? de ar~oles frutales, 37 sobre arquitectura y agricultura, ss Los anteojos fueron inventados hacia fines del siglo xm, proba-
Y sobr: fis10g1;0:r~11a. 39 En su Phytognomonica 40 describió muchas blemente en el norte de Italia; existen varias pruebas de su uso
analogias ~antasticas entre plantas y animales, ilustradas con graba- durante el siglo x1v, pero eran aún relativamente raros. 48 Según una
dos, por eJemplo, una raíz de acónito se compara con un escorpión de sus cartas latinas, Petrarca comenzó a usar cristales cuando tenía
0 . una lan?os~a, Y ~na, n~ez con un foetus in utero. En otros libros 60 años (en 1364). En uno de sus poemas Carlos d'Orléans alude a
discute 1:1a9umas ~idrauhcas, 41 matemática; mnemónica; 42 tópico• las "lunettes" que facilitan la lectura. Los primeros anteojos fueron
qu; f_ascmo a l?s :ntelectuales medievales; "fisiognomía celeste" ; 4 3 a menudo muy costosos, con montura de oro y adornados con joyas,
qmm1ca y alqmmrn; 44 y meteorologfa.45 de ahí que se mencionaran en testamentos y en libros_ de cuentas. 49
. . Su obr~ seria sobre óptica se titula De refractione optices parte· Dado que los libros impresos eran más fáciles de leer que los
lzbrz IX (~apoles: 1593). Se ocupa de refracción en general, lentes, manuscritos, la invención de la imprenta trajo un aumento del alfa-
la anatorrua del OJO y la refracción de la luz en él, visión binocular betismo y estimuló el hábito de la lectura, lo que condujo a una
1~ naturaleza de la luz y _el arco iris. _Incluye algunas novedades; po;. creciente demanda de anteojos. Durante el siglo XVI las referencias
e3emplo, trata de determmar la longitud focal de un espejo cóncavo. a los mismos se hacen más y más numerosas en los libros de óptica,
Sobre la base de este tratado Deila Porta ha sido llamado errónea- como los de G. B. Della Porta y Maurolycus e incluso en los libros
1:1ente, el padre de la óptica moderna. Puede no haber c~nocido er de medicina. 60 En adelante podemos descartar que todo libro rela-
h!Jro de Maurolycus, q?e no se imprimió hasta 1611, pero estaba tivo a enfermedades de la vista aludirá al uso de los anteojos. 51
bien enterado de la Optzcae thesaurus de Risner, que no superó. La más antigua representación conocida de los anteojos apa-
, El caso 1e Della Porta es trágico, pues comprendía algo del" rece en un fresco de Tommaso da Modena, fechada en 1352. Un
~etodo expe_nmental _Y pudo ha~e~ hecho una obra mucho mejor ejemplo muy notable lo proporciona Jan Van Eyck en la Virgen del
s1 no l? hubiera desviado la mas1v1dad de su erudición ( en buena Canónigo Van der Paele, completada en 1436 (Museo de Brujas),
parte sm fundamento) y su imaginación incontrolada. Estaba muy una amable pintura y una asombrosa composición. El retrato de
mteresado ~n los fenómenos naturales y aún más en los no naturales, León X, papa 1513-21, hecho por Rafael (Palazzo Pitti, Florencia)
Y su, excesivo_ amor p_or las maravillas lo traicionó una y otra vez. lo representa sosteniendo un lente cóncavo. Existe también un gra-
Trato ~e ~xphcar esas cosas. misteriosas er: ,términos racionales, pero• bado de Hans Burgkmair ( 1473-1531). La lista puede alargarse
fracaso reiteradamente, debido a que part10 de un comienzo erróneo, indefinidamente.
con un espíritu erróneo. Se le atribuyeron varios inventos como la Es claro que en el siglo XVI los anteojos llegaron a ser consi-
can1:era obscur<f y los anteojos, que son mucho más viejos; ; el teles- derados símbolos del saber y de la sabiduría, hasta de la santid~d.
cop10, que fue _mventado durante su vida, pero no por él. · Existe cierto número de pinturas o grabados que muestran a sabios
Su obra científica y seudocientífica fue casi tan abundante como• antiguos y santos con anteojos sobre sus narices o en sus manos.
la_ de Cardano, p~ro no se sa!vó como la de éste por sus descubri- Entre las personas notables así representadas tengo noticias de Pitá-
mientos matemat1cos. Su meJor obra parece haberse realizado en goras y Virgilio, los Evangelistas San Pedro y San Pablo, San Jeróc
el campo de la historia natural y de la horticultura, más que en el' nimo y San Agustín, y hasta el Niño Jesús. 52
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,SEIS ALAS
FISICA, QUIM!CA, TÉCNICA
Durante el siglo XVI el comercio de los anteojos se desarrolló al sol". Tales tablas existían, incluso impresas, como lo comprueban
principalmente en V ~necia, Rege1;1sburg, Augsburg, Nuremberg y las de Regiomontano ( 1494), Alfonso X el Sabio ( 1483), Giovanni
otros centros comerciales. El pulido de lentes no alcanzó cierta Bianchini (1495) y Zacuto (1496) .56 Las Tablas Alfons111as remon-
importancia hasta el siglo xvu. La fabricación de lentes se man- taban a 1272 (no 1252), pero todas las demás eran productos con-
tuvo empírica hasta mediados del siglo pasado. Muchos los usaban temporáneos. Sin embargo, las fechas de publicación no son tan
a menudo por esnobismo, lo que explica el gran prejuicio que tenía importantes, pues esas tablas fueron usadas en forma manuscrita
Goethe contra quienes los usaban. 53 antes de que se imprimieran y también después. Es probable que
las tablas más usadas por los primeros navegantes fueran las de Za-
cuto; sin duda fueron usadas por la Junta portuguesa no obstante
NAVEGACióN el hecho de ser miembro de ella el alemán Martín Behaim. 57 Por
otra parte, las Tablas Alfonsinas continuaron reimprimiéndose toda-
Los grandes descubrimientos geográficos estimularon notable- vía hasta 1641, en Madrid; pero esto fue una verdadera .aberración,
n:i-e1:te el arte ~e la navegación. La navegación oceánica exigía cono- puesto que las Tablas Rudolfinas, de Kepler, ya estaban disponibles
cum~ntos conside_rablemente mayores que la navegación costera de (Ulm, 1627). 58
lo_s tiempos anter10res. 54 Algunas exigencias fueron meramente téc- En cuanto a los instrumentos, el astrolabio remontaba a los ára-
mcas, como la de barcos más marinos equipados con mejores remos bes y hasta a los griegos; el báculo de Jacob había sido inventado
Y velámenes; otras requirieron el auxilio de científicos de distinta por Jacob ben Mahir ibn Tibbon (xin-2) o por Levi ben Gerson
í~dole: meteorólogos, magnetólogos, astrónomos y cartógrafos. Con- (xiv-1), existiendo modificaciones de estos tipos fundamentales,
sideremos algunos de los problemas que exigían solución. como cuadrantes, ballestillas y balestrillas. Los astrolabios y cua-
. Ante todo, las predicciones del tiempo. Existe una considera ble drantes no eran solamente instrumentos de observación sino también
literatura l!d hoc d~ los siglos xv y XVI, en su mayoría astrológica,. de cálculo, en virtud· de los distintos diagramas que llevaban gra-
_alguna anti-astrológica, toda muy inadecuada por no decir inútil. Ya bados en sí.
relatamos la fantástica historia del pronóstico del tiempo por Mau- La determinación de la longitud era mucho más difícil. La dife-
rolycus, que ayudó a la flota de Don Juan para lograr la victoria rencia entre las longitudes de dos lugares está dada por la dife-
d_e Lepanto (1571). La meteorología científica era totalmente impo- rencia del tiempo local en la observación de un determinado acon-
sible en una época en la que no podía medirse la temperatura y tecimiento astronómico, pero ¿cómo podía determinarse exacta-
_cuando ni siquiera existía aún el concepto de presión atmosférica. 5 is mente el tiempo del otro lugar? La manera más sencilla de hacerlo
La primera navegación en ·alta mar que nos interesa fue la era llevar un reloj que indicara la hora del otro lugar~ idea que fue
de Bartholomeu Días (1450?-1500) que circunnavegó el cabo de sugerida ya en 1530 por Gemma Frisius, pero buenos relojes no se
Buena Espf;ranza. en 1487-88. Le siguió el histórico viaje de Colón,. construyeron hasta el siglo XVIII ( 17 59), y no fueron disponibles, en
de 1492. Nmguno de ellos necesitó mayormente de la ciencia de la genera!', hasta mediados del siglo XIX o aún más adelante. 59 La
navegación en sus primeros viajes, pues nó sabían exactamente hacia única manera práctica, entonces, para determinar la longitu~ era
dónde iban. Durante el siglo siguiente, cuando se hizo necesario tomar el tiempo de un eclipse y comparar el resultado con el tiempo
regresar lo más directamente posible a un puerto determinado, fue de Nuremberg en las Ephemerides de Regiomontano o con el tiempo
~gente_ l_a . necesidad d_e :;cursos auxiliares para la navegación. Si de Salamanca en el Almanach perpetuum de Zacuto. Aun en tales
desea dirigir la embarcacion a su destino, el marino debe ser capaz ocasiones (los eclipses no ocurren todos los días) los resultados eran
de determinar su posición en cualquier momento y ubicarla en un pobres. Por ejemplo, un intento para determinar la longitud de ~a
mapa (tomar, la situac:ión del barco y colocarlo, a compás, en la ciudad de México, tomando el tiempo de dos eclipses de luna, dio
carta). Los metodos para llevar a cabo estas operaciones se desarro- un error de 25½ grados, y esto que era en tierra; es de imaginar
llaror:i muy lentamente, y durante el Renacimiento solo se lograron el resultado que se habría obtenido en el mar. 60
soluc10nes aproximadas del problema. · Los navegantes estaban, pues, obligados a deducir la posición
· Para determinar la posición del barco deben conocerse dos coor- del barco por la latitud y por estima. Conociendo la velocidad del
denadas, la latitud y la longitud. La latitud puede medirse aproxi- barco y la dirección en distintas horas del día, podía trazarse teó-
madall:1;ent~ ,sin mayor dificultad. Solo se requieren tablas que den ricamente su itinerario en el mapa. Sin embargo, este método estaba
la dechnac1on del sol y los planetas, y un instrumento para "tirar lleno de incertidumbres. No tenían manera de medir la velocidad del
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FfSICA, QUIM!CA, TÉCNICA
SEIS ALAS
y vendieron brújulas de constructores profesionales d~ instrumentos.,
barco; la corredera fue descrita por primera vez por William por ejemplo en Nuremberg y en Augsburg. Pareciera que ya se
66
Bourne, en su R~giment for the Sea (Londres, T. Hacket, 1574); había logrado algún conocimiento de la declinación magnética. En
apenas ~ue conocida h~sta comienzos del siglo siguiente, y los pri- todo caso una de las más antiguas brújulas que se han conservado
meros t;1~0s er~n muy madecuados. Aunque hubieran sido mejores, está en el Ferdinandeum de Innsbruck (Tirol-Vorarlberg, provincia
era casi rmpos1ble calcular exactamente la deriva de un barco la de Austria). Probablemente se construyó para el emperador Fede- ·
acción de las corrient.es (aún desconocidas), los vientos variabl¡s y rico III (r. 1440-93); data de 1451 e indica una declinación de
el efecto de la velocidad reducida o de la virada. La estima era 11 ºE. .
u_n juego de _azar; como en los veleros yanquis de una época poste- Cristóbal Colón redescubrió la declinación durante su primer
nor, los ~armas del Renacimiento navegaban "a la buena de Dios". travesía del Atlántico, el 13 de setiembre de 1492. 67 Realizó más
En su registro del cuarto viaje Colón .acusa a sus pilotos de cometer observaciones ad hoc durante el regreso y en el segundo viaje a Amé-
errores de más de 20ºi 61 Aún en el siglo xvur errores de 10º no rica, concluyendo que la declinación variaba de lugar en lugar y que
e~an _raros. En, 1741, el comodoro Anson, 62 marino de gran expe- en algunos lugares era nula. Esto sugirió un nuevo mé~odo para
riencia, demoro más de un mes esforzándose en doblar el Cabo de d:termina~ la posición del barco. Par~ expresa~lo con el l_éx1c?, acti~.a!,
Hor_nos hacia ~l oeste, comprobando, después de largos esfuerzos, que s1 era posible trazar sobre la carta lmeas de igual de~lmac10n_ (1so-
debido.ª una m~sperada corriente del este ¡se hallaba todavía en el gonas), la posición del barco podía determinarse mediante la rnte:-
lado 0~1entall Mientras les era posible, los navegantes se mantenían sección de un paralelo y de una isógona. Fue un hermoso sueno
a la vista de la costa. Hacia fines del siglo XVII la navegación del que es natural que los navegantes abrigaran en su deseo desespe-
Mediterráneo era aún, en gran medida una navegación costera bajo
rado de medir longitudes.
la guía de pilotos del lugar. '
Pero no nos anticipemos; lo cierto es que el descubrimie~~o o
redescubrimiento de la declinación por Colón, en 1492, acrec10 el
LA BRúJULA interés por el magnetismo terrestre, en especial en el mundo espa-
ñol. En 1525 un farmacéutico de Sevilla, Felipe Guillén, construyó
. La propieda~ de orientación de la aguja magnética fue descu- un instrume~to que combinaba un reloj de sol con una brújula, es~e-
bierta por los chmos, aunque no la aplicaron a objetivo racional cialmente adaptado para medir la declinación ( brúju~a ~e_ vana-
alguno. 63 Es probable que los marinos árabes fueran los primeros ción). La primera discusión impresa acerca de la declm~c1on apa-
en apro,v:echarla para la navegación. Las referencias más antiguas reció en el Tractado del esphera y del arte de marear (Sevilla, 1535).
a la bruJula _no se encm':ntran en escritos árabes o persas sino en de Francisco Falero ( o Faleiro), un portugués al servicio de España.
1:ebreos y ~~tinos, de los siglos XII y xrrr. Podemos suponer que algún Pedro Nuñez mejoró el instrumento de Guillén y desarrolló la teoría
tipo de bruJulas fue empleado por distintos marinos musulmanes o de Falero en su Tratado da sphera (Lisboa, 1537), 68 pero las _obser-
. . - . '
cnst;1anos, s1 no chinos, antes de esa época; pero difícilmente esos vaciones mao-néticas de la declinación se mantuvieron muy imper-
marmos fueran alfabetos y, en todo caso, no tenían razón alguna fectas. Algu~as de las mejores se incluyeron en los roteiros (libros
69
para publicar su descubrimiento y muy buenas razones para man- de ruta, routiers) de Joñ.o de Castro, fechados en 1538-41. Sin
tene~lo en secreto. La primera descripción técnica de la brújula, sus embargo, continuaron las discrepancias y todaví~ e~ 154•5 Pedro de
propiedades y usos, fue dada por Pedro el Peregrino (xrrr-2), en Medina consideraba escépticamente que las declrnac10nes observadas
70
1269, en latín. La Epístola de Pedro se mantuvo virtualmente desco- podían ser simplemente los resultados de malas mediciones.
nocida hasta cerca de 1520. Fue impresa por primera vez por Silber, El descubriiniento de una inmersión de la aguja ( inclinación)
en Roma, no mucho después de aquel año bajo el nombre de Ramón fue anunciado por Georg Hartinann ('1489-1564) en una carta ~
Lull (x;n-2) en J?e virtute magnetis. 64 La primera edición que apa- Alberto, duque de Prusia, en 1544. 71 Además Hartmann fue el pri-
rece _baJo el prop10 nombre de Pedro, fue De magnete seu rota per- mero en observar cambios de la declinación en tierra ( 6ºE en Roma,
petuz ":ºtus (Augsburg, 1558). 65 Según Pedro, el imán estaba orien- 1OºE en N uremberg, etc.) . Así la idea de una variación espacial de
tado vzrtu Dei o nutu Dei; sin embargo tuvo una vaga noción de· la la declinación se reforzó.
fuerza terres~e q'.1e inducía la acción de los imanes particulares. El primero que habló de polo magnético fue Girolamo Fra~as-
La combmac1ón de la rosa de los vientos con la aguja magnética toro, en 1530, luego Gerhard Mercator (1512-1594) en De ratzone
se logró en el siglo xrv, y en los siglos siguientes se construyeron
97
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FISICA, QUlMICA, TÉCNICA.
magneiis circa navigationem (Lovaina, 1546); el primero en men- nación podían proporcionar un segundo lugar geométrico en lugar
cionar los dos polos fue Livio Sanuto, en 1588 (Geografía Venecia de las escurridizas longitudes y que, fijadas en la carta, permitirían
1588). 72 ' ,. a los marinos determinar su posición. Stevin fue menos optimista.
. · James Clarke Ross descubrió en 1831 el Polo Norte magnético aunque reconoció el valor de las medidas de declinación para la·
a los 70º5'N, 96º46'0 y diez años más tarde llegó cerca del Polo navegación. Otros físicos compartieron esas esperanzas, por ejemplo,
Sur m'.1~ético c. 75ºS, 154ºE. En 1905, Roald Amundsen mostró que Giarnbattista Della Porta, en su Magia naturalis. 77 En 1603, Gui-
la pos1c1ón del Polo Norte magnético había cambiado considerable- llaurne Le Nautonier las llevó hasta el colmo de la extravagancia. 78
mente, ~esde 1831. -~stá ahora establecido que la posición de los polos Debemos tener presente que la mecornetría ( o medida de las:
~agnet1cos no es ÍlJa y que los datos magnéticos de cada lugar cam- longitudes mediante la brújula) dependía de la hipótesis de que la
bian· constantemente. declinación de un lugar era constante. Esto fue establecido por
El. primer mapa magnético fue preparado por Edmund Halley Gilbert (1600) en forma dogmática: "Variatio uniuscujusque loci
Y publicado en su memoria, Description and uses of a new and constans est" (De magnete IV, 3). En el De sectore et radio, de
correct sea chart of the whole world shewing the variations of the Edmund Gunter (Londres, VY Jones, 1623), se dieron valores dife-
compass (Londres, 1701). 73 rentes de la declinación en lugares variados; esto contribuyó al des-
Uno de los mejores libros del siglo sobre magnetismo fue escrito cubrimento de la variación secular por el matemático inglés Henri
por el constructor de instrumentos inglés Robert Norman: The new Gellibrand, en 1635. 7 º
Attractive (Londres, Richard Ballard, 1581). El descubrimiento de
1~ incli:1ación fue anunciado en el título, demasiado largo para ser
citado zn extenso. El descubrimiento de Norman de la inclinación WILLIAM GILBERT
en 1576,_ fue el primero que se publicó (el de Hartmann quedó e~
manuscrito hasta 1831). Tanto él como Hartmann la descubrieron La historia de cómo se desarrolló el conocimiento d.el magne-
~or. el mismo camino; una aguja bien equilibrada perdía su equi- tismo terrestre durante el Renacimiento ha sido expuesta con algún
hbno cuando se magnetizaba. El tratado de Norman fue dedicado detalle debido a su importancia intrínseca, pero también debido a
a William Borough (1536-99), sobrestante de la Armada, que a!ITeO'Ó que fue .uno de los pocos campos de labor científica donde se hicie-
un apéndic~ titulado A discou_rse of the variation H of the com;;asJe, ron progresos manifiestos. Debo ahora referirme al punto culmi-
or magnetzcall needle. El hbro de Norman con el apéndice de nante de esa historia, que fue la publicación, a fines del mismo
Borough fue reimpreso en 1585, 1596 y 1614. período, de uno de los más grandes libros de ciencia, el De magnete~
Otro inglés de índole muy distinta fue William Barlow magneticisque corporibus, et de magno magnete tellure; Physiologia
(m.1625), archidiácono de Salisbury, que publicó The Navigator's nova plurimis et argumentis et experimentis demonstrata (254 pp.,
supply (Londres, 1597) y Magneticall advertisements (Londres, 29 cm, Londres, Peter Short, 1600). 8 º Este ambicioso título rezaría
1616) y que fue apreciado como el precursor de Gilbert. Hubo en castellano: "Sobre el imán, los cuerpos magnéticos y el gran imán
algunas controversias contemporáneas al respecto. Barlow y Gilbert (la tierra); nueva fisiología expuesta con muchos argumentos y
:nantenían correspondencia ·y cada uno puede haber dado nuevas experimentos". Aquí la palabra "fisiología" conserva su antiguo sig-
ideas al otro, pero indudablemente Gilbert fue más importante. ficado de ciencia natural o filosofía.
De Havenvinding (Leiden, 1599) de Simon Stevin fue el último Según la portada el autor era William Gilbert, de Colchester,
tratado del siglo xvr :sobre magnetismo terrestre. Fue ampliamente médico de Londres. Según el muy largo epitafio de su tumba en
leído no solo en su original holandés ( el holandés era entonces un Holy Trinity, Colchester, Gilbert murió el 30 de noviembre de 1603
idioma más importante que hoy) sino también en latín, inglés y (10 de diciembre, Nuevo Estilo) a los sesenta y tres años de edad. 81
francés. 75 La versión inglesa, The haven-finding art, incluía una De aquí se dedujo generalmente que había nacido en 1540. El epi-
tabla que daba la declinación, la latitud y la longitud de cuarenta tafio es erróneo, pues de acuerdo con un horóscopo suyo, que se
y tres localidades. Por supuesto, las longitudes a menudo están equi- conserva en la Bodleiana, nació en 1544, el 24 de mayo. Se ma-
yocadas, importando el error medio 6º. Según el mismo Stevin, los triculó, en 1558, en el St. John's College de Cambrigde, teniendo
datos referentes a la declinación habían sido reunidos por su singular entonces 14 años que era la edad normal. Obtuvo su M. A. (maestro
compa1;Tiota, Petrus Plancius, teólogo y geógrafo. 76 Plancius había en ~rtes) y luego estudió medicina. Lecciones de medicina habían
descubierto o redescubierto la: idea de que las líneas de igual decli- sido establecidas en Cambridge por Thomas Linacre (1460?-1524).
98 99
SEIS ALAS
FIS!CA, QUIM!CA, TÉCNICA
das teorías magnéticas, fueron expuestas nuevamente en inglés por -de donde se proyenía y adonde se dirigía. Solo cuando conocía exac-
_Master Blundeville 90 en The theoriques of the seven planets, she- tam~nte el ~unto A donde estaba su barco y el punto B de su futuro
.wing all their diverse motions and all other accidents, called passions, <lesbno, podia el navegante trazar en el mapa su ruta .
thereunto belonging- .. (Londres, Adams Islip, 1602). Sus concep- Tod?s los mapas primitivos, los llamados portolani y sus precur-
_ciones filosóficas fueron elaboradas por Gilbert mismo en De mundo :Sore~ anbguos, fueron mapas costeros. 94 La navegación oceánica trajo
nostro sublunari Philosophia •nova, editado póstumamente por su consigo una urgente necesidad de mapas oceánicos, pero este. hecho
hermanastro William Gilbert el Joven. La edición (Amsterdam, El- entrañaba nuevas dificultades. Para navegar de A a B había que
zevir, 1651) se fundó sobre dos manuscritos pertenecientes a William conocer la ruta mejor. ¿Cuál era el círculo máximo que pasaba por
Boswell; 91 es probable que otros manuscritos hayan circulado ante- esos puntos o cuál era la loxodromia o línea de rumbo ( curva que
riormente. En todo caso, Francis Bacon (1561-1620) tuvo acceso a corta a todos los meridianos bajo el mismo ángulo)? La historia de
algunos de ellos. Su juicio severo acerca de la labor de Gilbert se la loxodromia comienza con el portugués Pedro Nuñez, 95 que fue el
debió, en gran parte, al hecho de haberle chocado tanto las fanta- prir_nero que la concibió claramente y mostró que era una curva
·sías metafísicas de Gilbert, que pasó por alto sus experimentos de espiral que se arrollaba alrededor de los polos sin alcanzarlos jamás
primer orden. Gilbert fue uno de los primeros en vindicar el mé- (1537). Sin embargo Núñez no fue capaz de dibujar correctamente
todo de inducción baconiano, pero Bacon no lo reconoció; él mismo una loxo~omia en un mapa y no existen mapas portugueses con
hubiera sido incapaz de aplicar su propio método en forma tan loxodromias correctas antes de los de Mercator. El globo de éste, de
brillante como lo hizo Gilbert. La historia de la ciencia está llena de 1541, mostró la primera aplicación correcta de ellas a la cartografía. 96
casos que ilustran la extraña limitación de los genios y la frecuente El uso de la proyección realizada por Mercator facilitó notablemente
incapacidad de los científicos de comprenderse mutuamente, aun el trazado de las loxodromias, puesto que éstas se proyectan en rectas.
estando muy próximos. 92 El ejemplo más antiguo de esta proyección es el planisferio de Mer-
Lo más importante de recordar es que a fines del siglo xvx, no .cator de 1568-69, que solo era ·correcto aproximadamente hasta los
obstante ser aún rudimentario el conocimiento del magnetismo te- 40° de latitud. Su construcción fue empírica: Mercator probable-
rrestre, ya se habían advertido las implicaciones cosmológicas de ese mente observó dónde las loxodromias cortaban los meridianos sobre
conocimiento. Un hombre genial como Gilbert, no obstante su expe- una esfera, y ubicó sus paralelos en el mapa consecuentemente. 97
rimentalismo, sintió la necesidad de explicar el universo en términos Durante la época isabelina, el interés inglés por la navegación
magnéticos. Los detalles de su interpretación fueron naturalmente :Se incrementó en grado sumo. De ahí que no sorprenda que las in-
incorrectos, pero su principal sentido ha sido vindicado por las deta- vestigaciones ulteriores acerca del magnetismo terrestre, las _líneas
lladas investigaciones que llevaron a cabo subsiguientemente los es- <le rumbo y su proyección, fueran llevadas a cabo en Inglaterra. El
tudiosos del magnetismo terrestre en muchos países. 93 primer intento para resolver el problema con mayor rigor ( en la
El libro de Gilbert significó el fundamento de la ciencia mag- medida en que podía hacerse sin los recursos del cálculo infinitesi-
nética, como el de V esalio fue el fundamento de la anatomía ( en mal) se. debió a un matemático, Edward Wright (1558?-1615). Los
ambos casos, fundamento es muy diferente de comienzo). Fue el principios de VVright,. con reconocimiento del autor, fueron aplicados
· primer gran libro científico de un inglés. El segundo, de paso, fue por Thomas Bhmdeville: Brief description of wniversal mapes a.nd
el de Harvey, sobre los movimientos del corazón y de la sangre, De cardes (Londres, 1589); y sin ese reconocimiento por Jodocus Hon-
· motu cordis et sanguinis ( 1628). Ambos libros aparecieron en el lapso <lius {Amste:r:dam, .1597). Wright los publicó finalment~ junto con
de una generación; ambos estaban escritos en latín, no en inglés. tablas .ad hoc en su Certaine errors in navigation arising either of the
sea chart, com¡xzsse, cross staffe. and tables of declination of the
sunne and fixed starres detected and corrécted (Londres, Sims,.1599).
;(;ARTOGRAFíA Aunque estamos interesados .principalmente en las cartas mari-
nas, hay que seña.lar que el Renacimiento produjo gran ca;ntidad de
. Lá referencia que hicimos a una carta de líneas isógonas impli- mapas .de toda clase. Pocos ejemplos han de bastar. Ya en 1451, llll
:caba la existencia de mapas, y es claro que el navegante nada podía hombre competente, Flavio Biondo, afirmaba. en su Italia illu.strata
· hacer sin ellos. ¿De qué valía conocer la posición en el mar si no que en 1341 Petrarca y Robert de Anjou habían dibµjado un mima
se la podía ubicar en la carta? La posición absoluta no interesaba; <le Italia. 98 Éste sería el primero de su especie, no un ¡x>rtolano sino
•- lo que se necesitaba era conocer la posición respecto de los puertos un cabal •mapa terrestre; no disponemos, empero, de ninguna
102 103
SEIS ALAS FISICA, QU!M!CA, TÉCNICA
la astrología, que derivaba del estoicismo y del plotinismo, fue miti- Telesiana), cuyo propósito parece haber sido el detectar errores cien-
gada por su fe cristiana y por la obediencia a la Iglesia. De ahí su tíficos en Aristóteles. 108
vacilación. En un tratado de 1477 (Disputatio contra iudicium Muchas de las investigaciones auspiciadas por esas academias
astrologorum) rechazó los principios de la astrología judiciaria; en fueron equívocas y de dudoso valor; sin embargo con solo mantener
la tercera parte de su De vita ( 1489), sus creencias astrológicas se d.espierta la curiosidad científica, promover 1~ ~iscusión y est~mular
acentúan, a pesar de lo cual, cuando Giovanni Pico della Mirandola la investigación habrían rendido grandes s~rvi?ios. Un buen eJemplo
publicó su ataque contra la astrología ( 1494), Ficino manifestó que <le interacción entre esas sociedades y la ciencia lo ofrece la carrera
estaba de acuerdo con él. La ambigüedad de esta actitud es fácil de de Giambattista Della Porta el autor de Magia naturalis. Después
comprender si se considera su formación platónica y plotiniana y su <le su regreso de un extenso 'viaje por Italia, España y Fran~ia, co~
carencia de conocimiento científico; es más a su favor que en su su hermano Gian Vincenzo, fundó en Nápoles la Acoademza deglz
contra. 105 Oziosi. Poco después, en la misma ciudad, fundó, en 1_560, _otra ac_a-
La Academia platónica fue probablemente el modelo que inspiró d.emia, la Accademia secretorium naturae ( o Accademza dez secretz).
a las múltiples academias que florecieron en Italia durante el siglo El nombre era un poco sospechoso y Della Porta fue denuncia~~
xvI. La primera que viene a la memoria es una concebida por Leo- ante las autoridades de la Iglesia. Paulo V (papa 1605-21) lo cito
nardo da Vinci, pero lamentablemente no existe prueba alguna de a Roma y le ordenó clausurar su academia. Entonces fue electo
que se haya realizado jamás. El dibujo bien conocido con la leyenda miembro de la Accademia dei Lincei, que funcionó en Roma desde
Academia Leonardo Vici (British Museum) es apócrifo. 1 º6 Leonardo 1603 hasta 1630, año en que se cerró debido a la indiferenci~, hosti-
fue un hombre solitario y meditabundo, no un fundador de academias. lidad y falta de un jefe. 1 º9 De ahí que Della Porta fuese nnembro,
La creación de otras academias en Florencia y otras ciudades en verdad fundador, de una o dos de las primeras academias y,
italianas atestigua el nuevo espíritu que surgía en todo el país y la finalmente miembro de la más antigua academia moderna. Es muy
saludable competencia que existía entre las diversas ciudades y entre probable q~e si se pudiese examinar la pr~era _lista de los Lincei,
los grandes mecenas de las artes y de las letras. Muchas de esas se encontrarían allí muchos que habían sido nnembros de las aca-
academias ( o accademie) fueron literarias, artísticas o filarmónicas, demias anteriores. .
pero muchas otras estaban interesadas en los misterios de la ciencia Es éste un ejemplo de la transició~ entre la cien?ia del _Renaci-
y de la magia natural. Ostentaban nombres· extraños, Accademia miento y la ciencia más moderna del siglo xvrr. La _diferenci~ ~ntre
degli Umidi, o Rozzi, Apatisti, Umoristi, lnsensati. Eran algo así las academias renacentistas y las modernas es compleJa. Estas 1:1ltrmas
como clubes privados cuyos miembros podían darse el gusto de dis- fueron más adversas al diletantismo elegante, menos confundidas en
cutir temas de ciencia, magia y otros temas peligrosos, sin correr su comprensión de la ciencia contra la superstición'. m?s conscie_n~es
los riesgos de malentendidos y denuncias por parte de los ignorantes de la necesidad de mediciones y experimentos cuantltativos_y, qm~as,
o de los beatos. Eran generalmente secretas hasta el punto de que a menos snobs en la selección de sus miembros. Iguales d1feren~ias,
sus miembros se les daba seudónimos académicos. Esta curiosa cos- más o menos, se encuentran en las academias literarias y artís_ucas.
tumbre fue adoptada por la más antigua academia alemana, la Por ejemplo, la Accademia della ~rusca,_110 fundada en Florenc1;a, e:1
Academia naturae curiosorum, fundada en Schweinfurt, en 1652 1583 se tornó más .científica y sistemática dentro de su gran fina~-
.( ahora la Leopoldina-Carolina, de Halle an der Saale). Los miembros .dad: '1a defensa e ilustración de la lengua italiana. Su Vocabulano,
· de esa ilustre compañía de científicos rec:ibieron nombres secretos publicado en 1612, fue uno de los fru~os de~ Renacimiento;
aún hasta 1870. 1 º7 En esta época no .era ya sino una tradición, pero . No tengo conocimiento de la existencia en otros pa1ses, ~uer,a
es de suponer que en el siglo XVI los nombres secretos se emplearon de Italia, de academias semejantes, que alentaran esfuer~os cien:l:i.-
como medida de protección, tanto más necesaria cuando pocos de ficos. Existieron muy probablemente sociedades o fraterroda~e~ de-
los diletantes que pertenecían a esas sociedades, tenían ideas claras dicadas a las artes, al arte dramático y a los espectáculos pubhcos;
acerca de los límites de la ciencia; la enorme mayoría se complacía poco importa qu_e s_e llall1:ara~ _academ~as _o_de _otra mane:a, pero su
. en sueños astrológicos y alquímicos que la Iglesia prohibía. La per- carencia de cur10sidad cient1flca es s1gnif1cativa. Por eJemplo, en
secución eclesiástica no era muy frecuente, más siempre posible; de .Flandes· las "cámaras de retórica" . (rederrkerskamer, kamer va,n
élhí quEl la prudencia fuera muy necesaria; Algunos de esos acadé- rethorida chambr'e de rhétorique), que ya eran numerosas en. el
micos se complacían en otro juego peligroso, el antiaristotelismo. Así siglo xv, ~umentaron notablem_ente en número Y: en prestigio durante
Bernardino Telesio (1509-88) fundó la Accademia Cosentina (o el siglo xvx. Se habían establecido en ~odas las ciudades y en muchos
existía toda una gama desde el mero empirismo hasta fantásticos íntima con Froben; es posible que la influencia de Erasmo s~ uniera
excesos teóricos.
N? 9-uiero perder tiempo discutiendo especulaciones gratuitas
ala de su viejo amigo para ofrecer al joven su w.an oportumdad. En
todo caso Paracelso no hizo uso de esa oportumdad muy prudente-
o describiendo l~s tretas de los alquimistas, siempre dispuestos a ex• 'mente p~es muy pronto comenzó a crítíc'ar la medicina tr~dicional
plotar la creduh~ad de sus semeJantes. En cambio, hablaré de dos de la ~anera más violenta, haciéndose Jo más ofensivo posible a la
hombr';s. sobresalientes, P~racelso y Libavius, cuyas características facultad. Habiéndose formado como químico antes de comenzar sus
Y propositos fueron muy diferentes. Paracelso fue el más :imaginativo estudios médicos, continuó siendo en primer lugar ún químico, _Y su
Y, no obstante sus grandes defectos y aberraciones uno de los más agraaiva originalidad co_n~istía precisam?n~e en_ esto: que apl;c?-ba
grandes hombres del Renacimiento. '
ideas químicas a la med1cma. Fue un qurmico _disfrazado de medico,
y eso tl In mayoría de sus cofrades en Esculapio no le g;1~taba nada.
PARACELSO La Facultad de Basilea canceló su doctorado en medicma y hasta
puso en duda sus conocimientos en la materia, pero el co1;1-cejo m:1ní-
éipal lo upoyó y mantuvo en su cargo. En lugar de advE:rt:r el pelig:ro
Paracelso, o para dar su nombre completo, Philippus Aureolus y ar:1,·fo.r sus banderas, el imprudente Parace_lso_ se empi1:o en su vic-
Theophrastus
d I S . 123
Bombastus Paracelsus von. Hohenheim' nació en Eins1·e• toria. En junio siguiente (1527) hiz? :impr~ y P~?hcar un P!º-
en, u~z~, en 1493. Su padre, Wilhelm Bombast, era un emi- grama en latín de sus clases, expomendo su m!enc1on: de ensenar
ne:1te medico de esa aldea y se había casado con una dama distin- medicina, no según los viejos trata~os ?bsoleto~, smo sobre la b1:_se fe
g_uida.124 Hacia 1?02 se trasla~ó a Villa ch, en Carintia (Austria), la naturaleza y de su larga expenenc1a (¡tema ent?nces 33_ ano:.) •
cmdad mucho mas grande, _s1t11:ada en un distrito minero que Esta proclama sugiere una comparación con las tesis que _diez. anos
o~tentaba fuentes termales radiactivas. Ahí continuó su práctica mé- antes (1527) Lutero había clavado en la puerta de la iglesia de
dica hasta su muerte, acaecida en 1534. Como Theophrastus tenía Wittenberg. Para dar mayor énfasis al asunto, arrojó el C_anon ~e
apenas nueve años en la época del éxodo de la familia a Villach la Avicena a la fogata del Día de San Juan. 12 º Para colino no ~partía
mayor parte de su formación escolar la recibió en esa ciudad. Los sus clases en latín sino en alemán o más exactamente, en dialecto
F~gger, de Augsburg, 125 habían establecido allí una escuela de suizo. 13 º Es probable que habiénd~se formado en un medio minero
mu~as, Y en_ ~biente tal_ Theophrastus no pudo dejar de adquirir· y no en uno acadéo:nico, no pudiese proceder de otra mane¡r~, pero
aléfun conocumento de mmeralogía, química y metalurgia. Nos ha ésta fue la última provocación para sus colegas. Era algo as1 ~omo
deJado relatad? cómo desde su niñez fue educado por buenos maes- si un profesor actual de medicina_ se pusiera a d~r. ?lases en la Jerga
tros q1;e conoc1an lo~ secretos -~e la adepta philosophia (alquimia). del hampa. Además, eso era considerado una traic10n al s~creto _pro-
Ademas, a los 22 anos, trabaJo en las minas y laboratorios de los fesional. El latín era el idioma esotérico empleado para impedir la
Fugg~; en S~~waz, en el Tiro!, durante un año. No es claro dónde difusión del saber entre la gente que era juzgada indigna de él o que
estudio medicma _o dónde obtuvo su doctorado en medicina si lo podía hacer de él un mal uso. 131
o~t~vo. Probablemente recibió de su padre su formación ~édica
No sorprende que la estada d~ J,?aracelso en B~silea no fuera
basi~a. <?on todo fue extraordinariamente inquieto y su W anderlust muy larga, menos de dos años. Volvió entonces ~ su vida errante, no
contmuo hasta su muerte, en la ciudad de Salzburg 126 ocurrida permaneciendo jamás más de un año en el rmsmo lt:gar. A los 3~
en 1541. · '
años se sintió un desclasado, 132 y el rechazo de la socieda_d lo t?rno
Después _de dejar ,Schwaz sirvió como cirujano militar en Dina,' más cruel e insultante que nunca, agravando así su desgraciada situa-
marca Y Suecia y tomo parte, en otras guerras, al servicio de Venecia áón social. No obstante la pobreza e inseguridad escribió una gran
(1521-~~). En 152_6 estaba proyectando ejercer en Strasbourg y en
su certific_ado de cmdadanía es llamado doctor en medicina. 12 7 No .cantidad de libros, pero no pudo lograr la pu!3~icació~ d~ la ma,Y?ría
.de ellos; aun cuando el censor público la permitia, las mtngas medica.s
es claro s1 efectivamente comenzó a ejercer la medicina en Stras- y académicas eran suficientemente poderosas como_ para detener_ su
bo11;g, pues el ;11-~smo a~o. recibió una invitación para ejercer en impresión. Su período peor de pobreza parece haber sido entre los anos
~asilea com,o medico mumcipal (Stadtarzt) y profesor en la Univer-
1531 y 1534. Al finalizar ese periodo, ~legó a Innsbruc.~ 133 en an-
~idad. _Logro e~e notable cargo porque había podido curar al famoso
drajos y pronto fue expulsado de la cmdad. Su r~~ccion fre;1t~ a
Impresor
128 Y editor Johann Froben. Se relacionó también con Eras- ultraje tal fue un desprecio aún mayor por la educac10n y la practica
mo, que entonces vivía en Basilea y mantenía una relación médicas de esos días. Parece que recobró un mínimo de paz Y de
112
113
SEIS ALAS FISICA, QUIMICA, TÉCNICA
b.iéiiéstár en los últimos años de su vida, que tuvo fin en Salzburg, en Paracelso no inventó los tres principios,· pues esas generaliza-
1541. Fue sepultado en el Hospital de San Sebastián, donde puede ciones habían madurado lentamente en los laboratorios químicos.
verse su lápida contra la pared de la iglesia. Lleva un largo epitafio Pero por otra parte, los introdujo en la literatura química, donde ocu-
en latín, cuya segunda parte reza así: "Aquí yace Philippus Theo~ ·paron un lugar hasta la época de Boyle y aun hasta de Lavoisier. Este
phrastus, distinguido doctor en medicina, que con arte admirable hecho se mantuvo durante mucho tiempo debido a que · Johann
curó horribles heridas, lepra, gota, hidropesía y otras enfermedades _Tholde 1 ª5 publicó, entre 1599 y 1624, una serie de libros atribuidos
contagiosas del cuerpo y deseó que sus bienes se distribuyeran entre a un "monje benedictino, Basilius Valentinus", cuyas ideas eran muy
los pobres. En el año 1541 de Nuestro Señor, el 24 de setiembre, trocó semejantes a las de Paracelso, pero que había vivido una ·o dos gene-
la vida por la muerte" .134 · raciones antes que éste. La conclusión fue que cuanto mérito se
Este gentil epitafio es tan equívoco como la mayoría de ellos.· había atribuido a Paracelso debía trasferirse a Basilius, quedando
No es probable que Paracelso pudiera acumular muchos bienes, pero reducido Paracelso al estado de un vulgar plagiario. Es posible que
es cierto que legó lo que .Poseía a los mendigos de Salzburg y Ein- tal acusación fuera en parte el resultado de las intolerancias de
siedeln; no existe mayor generosidad que la del pobre. Es cierto que Paracelso; los numerosos enemigos que·se había acarreado encontra~
fue hábil en curar heridas, pero es improbable que curara lepra, gota, ban así la manera de vengarse .. Se ha dicho que la arrogancia de
hidropesía y "otras enfermedades contagiosas". Sin embargo, la ;Paracelso no se justificaba por ninguna auténtica superioridad, sino
mayor inexactitud no pudo ser advertida en la época de su muerte. que era más bien el fruto de su charlatanería e ignorancia. Sin em-
Paracelso fue en primer lugar no un médico sino un químico, y bargo, hoy se sabe que los libros atribuidos a Basilius V alentinus
·ejerció una influencia mucho más profunda sobre los progresos de (y también a otros autores, Johann e Isaac Hollandus) no precedie-
la química que sobre los de la medicina. ron a Paracelso sino que le siguieron; esos escritos fueron fraudes, y
En el juicio acerca de la contribución de Paracelso a la química los fraudulentos, quienesquiera que fueran (¿Johann Tholde en el
.se han cometido generalmente dos errores opuestos: o se le atribu- caso de Basilius?) plagiaron a Paracelso, y no éste a aquéllos. De
yeron invenciones que no fue el primero en realizar, o se le negó en ahí· que sea _necesario reivindicarlo como químico, pues le fueron
absoluto originalídad, considerándolo como un plagiario. robadas sus ideas. Debemos esforzarnos en reparar esta injusticia,
Se había formado, por así decir, en un medio químico, pues pasó, aunque errores semejantes jamás puedan extirparse totalmente. En
·como ya dijimos, los años de su adolescencia y juventud en ciudades muchos libros (no solo antiguos) se elogia a Basilius; la mejor manera
mineras, Villach y Schwaz, donde una inteligencia receptiva como de poner a prueba a un historiador de la química es plantearle una
la suya no podía dejar de absorber conocimientos de química y meta- cuestión sobre este tema.
lurgia. Esas influencias favorables fueron parcialmente balánceadas Las semejanzas que se encontraron en los libros de Paracelso,
·por los nocivos efectos de la lectura de literatura alquímica, pues Basilius, Hollandus y otros, no son necesariamente resultados de
Paracelso estaba tan familiarizado con los embustes químicos como. plagios; se debieron en gran parte al hecho de que todos esos autores
con las artes químicas de su tiempo. Sus extrañas ideas fueron el bebieron en las mismas fuentes: los escritos neoplatónicos, la Cábala
fruto de esa combinación. Los tratados químicos que se le atribuyeron y escritos alquímicos anteriores, tales como los muy difundidos que
son apócrifos, pero expuso sus ideas químicas en otras obras, como circulaban bajo los nombres de Arnaldo de Villanova (xm-2) y
las De mineralibus, De natura rerum y Archidoxa. Ramón Lull (xm-2).
El concepto principal que sustentó en esos escritos fue el de los Cuando habla de las diferentes formas de aire, Paracelso emplea
"tres principios", que no inventó pero que desarrolló y difundió. No el término griego chaos. 136 Esta palabra tuvo un extraño destino.
implica un rechazo de las viejas teorías de los cuatro elementos, Fue trocada por uno de los discípulos de Paracelso, Jan Baptista Van
cuatro cualidades y cuatro humores, sino un agregado a ellas. Los Helmont (c. 1577-c. 1644) en ga.s, y la palabra gas se ha mantenido
tres principios eran Azufre, Mercurio y Sal; no eran elementos sino en muchos idiomas hasta nuestros días. En el inglés estadounidense
más bien hipostasia de ciertas propiedades inherentes a distintas se emplea no solo para gases verdaderos, ¡sino también para el pe-
formas de la materia. El Azufre representaba el principio de la com- tróleo!
bustión; el Mercurio, el de la liquefacción, fusibilidad y volatilidad; Paracelso fue llamado el fundador d·e la iatroquímica ( química
la Sal, el de la incombustibilidad, no volatilidad, el residuo de todo combinada con medicina). Como él dijo: "Muchos se refieren a la
experimento químico. Los paracelsistas o espagiristas no hablan de alquimia diciendo que se ocupa de obtener oro y plata. Pero aquí
un azufre, mercurio o sal, sino de muchos azufres, mercurios y sales. no se trata de eso, sino de considerarla únicamente como la fuerza
114 115
"sA is_ ;A,1:'.~::1: .;;) ,),:;;¡::.:ni FISICA, QUIM!CA, Tf:.CN!CA
y poder que reside en los remedios." "El propósito es hacer arcana y .críticosha ha~ido un 1:13-arcado re~rudecimiento d; P8;racelsismo;
y dirigirlos contra las enfermedades." 137 La influencia de Paracelao coino en Alemama a connenzos del siglo pasado y, mas aun, ,d;u~ante
·sobre la medicina no fue grande, pero dio un vigoroso impulso a una
nueva especie de alquimia. Las dificultades inherentes a su póaición la pesadilla nazi.
El tema Paracelso a veces combinado con el tema Faust, ha
intermedia entre la química y la medicina se agravaron debido a su inspirado a muchos pdetas y músicos com<;> Christopher ,Marlowe
brusquedad y mordacidad y, debe agregarse, a sus tendencias hacia ( 1601), Goethe ( 1808, 1832), Robert Brownll1:g ( 18:35), Rector Ber-
el romanticismo y la charlatanería. Lo veremos bajo un ángulo más lioz (184-6), Arthur Schnitzler ~1899) y Erwm C:-~udo Kolb;nheye:
favorable si recordamos que tales tendencias eran típicas del clima (1917-30). Uno de los personaJes de Padres e hz¡os, de I:7an Tur
renacentista, y nos resultará más simpático y lo comprendere:rnos genev (1881, capítulo 20), un médico d:, ~~-mpaña,_ se ref:ere a 18:s
mejor si lo compáramos con algunos de sus contemporáneos como muchas verdades que Paracelso descubno m herbis verbis et la!n-
Geronim.o Cardano y Giambattista Della Porta. dibus)' (en hierbas, palabras y piedras). Un hombre tan ex~r'.3-no,
Fue tan jactancioso como despreciativo de los demás (vicios enfático y turbulento como Paracelso tiene una buena probabilidad
.ambos que se combinan con frecuencia). No podemos dejar de sospe- de mantenerse vivo en la imaginación de otros hombres. 139
char que no estaba bien educado y que ignoraba muchas cosas. En
verdad, su originalidad, como la de Leonardo da Vinci, se debió en
parte a lo que ignoraba y a su carencia de inhibiciones acadérµicaa. LIBAVIUS
Escribió ·un buen número de libros teológicos que afortunadamente
para él quedaron inéditos hasta mucho después de su muerte; fue Libavius, el último químico del siglo xvI, fue mucho más equi~
un católico. devoto hasta el fin, pero sus escritos a veces divergían librado muy diferente de Paracelso y de la masa de adeptos para-
mucho de la ortodoxia. No fue un protestante y no dejó de criticar celsista~. Andreas Libau nació en Halle an der Saale, c. 1540 (un
tanto las costumbre luteranas como las católicas; pero fue un rebelde año antes de la muerte de Paracelso). Desde 1588 hasta 1591 fu~
nato en el campo religioso como en los demás, y tuvo que pagar el !
profesor de historia y poesía en la Universid~d de ena. Luego llego
alto precio que todo no conformista debe pagar en cualquier sociedad. a ser médico de la ciudad y director del g1mnas10 de Roth~nburg
oh der Tauber, y desde 1607 hasta su, mue~te, en 1616, fue director
del gimnasio de Coburg, en la Alta Francoma. ·, . . .
LA INFLUENCIA DE PARACELSO La enumeración de sus actividades muestra cuan md1feren~ia~as
eran las profesiones a fines del Renacimie:ito. La 11;1ej?r ob_ra qmnnca
La influencia de Paracelso en medicina será discutida más ade- del siglo no fue realizada por un profesional qm~co smo po~d ~n
lante; ahora solo nos concierne su influencia sobre la química. Sus profesor de historia y poesía ( quiere decir, poesía lati:r:rn), un me_ 1~ 0
libros provocaron una gran agitación en aguas de la química y de la y en el léxico estadounidense, un "educador" (es decir, ~m admims-
.medicina, y muchos químicos de los siglos XVI y xvn fueron sus dis- t;ador escolar). Tenía predisposición para mode:ar las d~sput_as; tra-
,cipulos. El número de libros paracelsistas (la mayoría en su defensa) taba de encontrar la verdad en alguna parte mter:m~~ia ent~e las
:forman legión. Tuvo muchos enemigos, pero también muchos ami- afirmaciones de los contendientes. De esa man~ra as1stio a la ~18 p_uta
gos, y menos de veinte años después de su muerte, e.studiosos wmo entre los peripatéticos (aristotélicos) y los ramistas; Y a la I?-ª;5 aira-
,Dorn, Toxites y Bodenstein rivalizaban entre sí en la publicación . · . • º Fue qu1zas
d e p arac elso . este
14
da entre los amigos y enemigos ,
de nuevas ediciones de sus obras, traducciones; comentarios y dic- último quien atrajo su atención h:=1cia la química. _Comenzo sus 1n1:e~=
:cionarios.138 L~ controversia acerca de sus ideas continuó con celo tigaciones químicas con la ventaJa de estar relativamen!e despreJ~
,~Ó~stante durante el siglo xvny hasta más.adelante. No me sorpren- ciado; realizó muchos experime~tos con una 1:13-~nte abierta Y_ tu "i0
.dería que si algún llip van Winkle paracelsista reapareciera en nues- éxito al encontrar nuevas sustancias _como_ el spzntus fu,mans Lzbamuf
tros días, por poca habilidad que demostrase, reuniría pronto una 141
sulfato de amonio y el vidrio de ant1momo; o~serv? :l col1~ ,ª~ ,
btiena audiencia. producido en el amoníaco por el cobre y preparo el acido -~u _unco
. . . Teniendo en cuenta sus tendencias ocultistas, Paracelso atrajo por un nuevo procedimiento. Esta lista de pequeño~. ~escubr1ID1entos
:;;i,: través del tiempo la atención de escritores herméticos, teosóficos podría, quizá, alargarse. Por otra parte, puede arg_u1~se que en mr;·
y alquimistas. Existe una relativamente amplia literatura paracelsista chos casos no fue el primero en hacer el descu:6rimiento qu~ se
,qúe es definidamente no científica. Durante los períodos románticos atribuyó, aun cuando probablemente fuera el prrmero en publicar1o.
116 117
FISICA, QUIMICA, TÉCNICA
C
l:
. · subfo:~acwu 1storica) Y util para suprimir las exageraciones
deom e at10 .1a, ma gia ,Y l as superstic10nes,
· · aunque compartió muchas· Con frecuencia se ha dicho que las tres invenciones principales
!f
Pod 1 s ({bº~ºdpodía ser de otra manera en ese clima intelectual?). del Renacimiento ( o de la Baja Edad Media) fueron el empleo de
la pólvora en las armas de fuego, el uso de la brújula en la navega-
•· dolos 1 roói. e Paracelso, pero aceptó algunas de sus ideas como
ltra de os tres prmcipi os. Su mo d erac10n · ' que d a suficientemente
· · '
demos- ción y la imprenta con tipos móviles. Es notable que los tres fueron
! .ª por e1 hecho de haber sido acusado por cada partido (los para-•.
ce sistas y sus c_ontrarios) de pertenecer al otro. ·
realizados antes en China, aunque solo en el tercer caso, la invención
china fue intencionada y completa. La impresión china con bloques
K La Al~hemza, de Libavius, de 1597,1 42 fue llamada por el Padre puede rastrearse por lo menos hasta el siglo VIII y posiblemente hasta
~pp el primer _texto cabal de qtúmica. 143 Afirmación semejante es el VI, 147 y la impresión china con tipos hasta el siglo XI. 148 Una
:, Y controvertible, sobre ~odo si se recuerda que la qtúmica estaba imprenta china oficial ya existía en 1236; 149 en China se imprimió
un t_antean~o en la oscuridad y que continuaría haciéndolo uno o papel moneda ya en 1294, en Tabriz (en árabe y en chino). 150 Los
do~ s~glos mas. Es significativo que el título de su libro fuera "al- métodos chinos de impresión fueron imitados en Japón y en Corea,
quimia" d y no "_q~~mica' · " • R especto de la controversia fundamental pero fueron desconocidos en Occidente. En su detallado informe sobre
acerca e 1balposibihdad o no de la trasmutación de los metales comu- China, Marco Polo (xuI-2) no habla de la imprenta,1 51 aunque ha
nes en .no. ..es , L'b i avms· esta, aun
, d el lado de los alquimistas· cree de haber tenido papel moneda y otros documentos entre sus manos.
en_ 1 ~osi~hdad de la trasmutación, aunque reconoce los de;echos
ª Es un ejemplo excelente de que solo nos informamos de aquello que
~:=°
~rimarws e la e~peri_mentación, que los experimentos deben repe-
en muc~as d1recc10nes y de maneras distintas y ser tan precisos
seaRJ? 0 sible. Estuvo empeñado en controversias alquimistas no
conocemos y comprendemos.
El primer intento de xilografía o Ílnpresión con bloques, en
Occidente, no ocurrió antes del último cuarto del siglo XIV. La xilo-
so1o con , 101a_n smo · tamb ien · ' con Josephus Michelius de Lucca y con grafía no se difundió en medida apreciable hasta el segundo cuarto
e 1 f rances Nicolas Gu"b t 144 E · · · del siglo xv, y aun entonces se mantuvo en gran medida restringida
fin d 1 R . . i er . stas controversias alqurmistas de
es e . e1:acu~iento fueron apasionadas debido a que eran en a la reproducción de figuras con breves leyendas. 152 Su desarrollo
gran me/1.da irracionales; eran interminables porque estaban total- ulterior fue completamente sofocado por la reinvención occidental
f~:1t: .ª epdas de la realidad. No había aún acuerdo acerca de las de los tipos móviles, hacia mediados del siglo xv. Esta reinvención
e brciones adecuadas; no se habían aún planteado los verdaderos parece haber sido totalmente independiente; no existen pruebas de
pro . emas; toda teoría era ~iscutible, todo término vago y ambiguo. que los primeros impresores europeos tuvieran conocimiento de que
~as id eashcorrectas estaban irremediablemente mezcladas con fanta- su problema había sido ya resuelto en Asia.
sias; 1os echos, con supersticiones. El problema mismo, es decir, cómo reproducir un texto en mu-
. La Alchemia . , d e 1597, esta' d"ivi"d"d
i a en dos partes: la primera chos ejemplares idénticos mediante medios mecánicos, se había tor-
D e eneherza, 14 5 trat ª d e 1as operaciones · .
y mampulaciones químicas•' nado cada vez más urgente en el siglo xv, debido a las exigencias
Y 1~ segunda,. De chymia 2 tres veces mayor, de la preparación d; crecientes de libros en universidades, negocios, administraciones, igle-
.:arias sustancias por l?s métodos_ adelantados en la primera.146 Se sias y escuelas. Su solución, a través de la invención de la imprenta
c~pa de, U?,a gran cantidad de entidades quimicas cuyo índice abarca con tipos móviles y de grabados con láminas de cobre, fue una de las
veinte paginas. ' más grandes hazañas del Renacimiento y uno de los descubrimientos
ll , ~ue un_ audaz intento de poner orden en el caos alquimista p€rO más fecundos de toda la historia.
l ego bmasiado t~m:prano y no tuvo el vigor suficiente para d~tener La idea de la impresión con tipos fue bastante sencilla, pero su
;s :mdus:tes al9.urmistas. Estos continuaron dominando el campo y realización práctica fue extremadamente compleja; en verdad, aún
aci~n. 0 i1;1posible el progreso de la química, por lo menos durante se inventan hoy nuevos recursos para mejorar la imprenta. Uno de
un sig1o .mas. los primeros problemas fue encontrar métodos satisfactorios para
fundir tipos uniformes y seleccionar la mejor clase de metal para ese,
1,18 119
FlSlCA, QUIMICA, T~CNICA
fin. La primera descripción de fundición de tipos fue dada por, zaron a publicar libros nuevos. Desgraciadamente, la selecció~ de
Biringuccio, en 1540, 153 aunque en esa época los experimentos se estos, entonces como ahora, se fundó en gran parte en las persp~ctlv~s
realizaban ya desde hacía un siglo. El tipo de metal que describe comerciales. Los primeros impresores fueron hombres de nego~10s; sin
era una mezcla de estaño, plomo y antimonio. Eran además necesa- • ser tan cínicos y duros como nuestros contemporáneos, prefenan lan-
rias ramas ( estructuras rectangulares para sostener el tipo), prensas, zar libros populares más que impopulares, y n~ ent:e~aban ~ las
154
papel y tinta adecuados (la tinta ordinaria para escribir no es prensas libros invendibles. El resultado fue que 1mpnnneron hbros
utilizable; la tinta del tipógrafo debe engrasarse con aceite de semilla, de toda clase, buenos y malos. . . . . .
de lino); etc., etc. La imprenta no fue una invención única, sino· La Iglesia Romána fue la protectora 1mci~l de los pn1:1eros 111:1-
:rp.:uchas invenciones orientadas hacia un fin único. presores, pues advirtió que la imprenta proporc1~naba el meJor medio
· Sería más correcto decir un doble fin, pues la invención de la de preservar las Sagradas Escrituras y otros ~br?s sagra~~s e? ~u
imprenta aportó dos grandes perfeccionamientos: contribuyó .a la integridad. Desgraciadamente, el nuevo desc1:1brumento ~b1;10 asums-
difusión del conocimiento haciendo posible la producción de muchos, mo otras posibilidades. Los impreso:r:es publicaron .la fübha 1:º solo
libros baratos; y ayudó a los estudiosos, promoviendo la estandardiza-, en latín para los clérigos,. sino ta~b1én en trad1:1cc1ones vernaculas.
ción de los textos. Ahora los libros eran accesibles no meramente a Publicaron no solo catecismos y libros de orac10nes aprobados por
unas pocas persónas privilegiadas sino a millares; y los estudiosos la Iglesia Católica, sino también_ los libros ~e lo.s protestantes. Es
podían citar un libro sabiendo que la referencia se encontraría en posible que Ja Reforma no se hubiera prod:ucido_ srn la a~da de los
centenares de bibliotecas públicas y privadas de toda Europa. impresores; seguramente no se habna difundido tan leJos y tan
La invención del grabado, que se desarrolló casi al mismo tiempo' rápidamente. 157 El "divino arte", como fue llamado por los contem-
que los comienzos de la imprenta (siglos xv y xvr), permitió la re- poráneos, favoreció el establecimiento_ Y, el desarrollo de las lenguas
producción de ilustraciones tan buenas como las de los textos. Esto vernáculas, y cuya defensa se combrno frecuentemente con la de
fue tan importante para la ciencia como para los fines artísticos. Un la Reforma. ,
retrato de un hombre, el dibujo de un pájaro o de un pez,. de una · Las prensas contribuyeron a difundir no. s?lo la razon Y la fe,
flor o de una raíz, tenían con frecuencia el valor de miles de pala- la verdad y el saber, sino también las supersti_c10nes, c?mo !ª astr~-
bras. El empleo de ilustraciones obligaba al autor a ser más exacto logía y otras clases de adivinación. En ese sentido contribuyo ~ envi-
de lo que sería, o desearía ser, sin ellas. Sin embargo, esto no es gene- lecer el espíritu de los hombres y a retardar el p~ogreso. Nrnguna
ralmente comprendido, aun por buenos autores, muchos de los cuales invención es buena o mala en sí; depende de qmen la_ use y con
no advierten la necesidad de ilustraciones o, lo que es peor, las em- qué fines lo haga. La brújula fue utilizada tanto i::or piratas como
plean sin cuidado y sin espíritu ·crítico. 155 por marinos honestos; las arma~ de fuego fueron mstru,mentos de
Los historiadores modernos, que se ocupan de la invención de agresión como de defensa, y la imp~E:nta puede ser _emp1eada para
la imprenta, se incli."'lan generalmente por atribuir más importancia múltiples fines buenos y malos. El vieJO Esopo hace tiempo que mos-
a la difusión de los libros que a su estandardización. Sin embargo, tró que la leng~a puede ser buena y mala, Y, lo -~s1:10 es cierto p~ra
parece que este último fue el motivo principal que dio lugar a la la imprenta, con la diferencia de que ampha mfirntamente el bien
lllvención. En China sin duda fue así. Los chinos recurrieron a la y el mal. · · . .
imprenta como la mejor manera de otorgar autenticidad a sus textos, Para volver a la imprenta y al saber,,diremos .que los rmp:e.sores
lo que era particularmente deseable en el caso de los textos budistas garantizaron la preservación de un libro )'.' I;>~r prrmera vez_ hicieron
clásicos y de la moneda. Los chinos necesitaban que todo texto im- posible el establecimiento de un texto defimtiv~. Los e_studiosos me-
portante se trasmitiera de manera que quedaran garantizadas su dievales se habían esforzado a veces en corregir y editar un texto,
precisión, su autenticidad y su inmutabilidad. La imprenta fue la pero no podían estar seguros de que habían c1;111plido biell: su t1:rea
única solución y los chinos la explotaron cabalmente. o de que no sería tergiversada, pues les era pract1camente rmposi?le
éomparar manuscritos· y _decidir cuál era _el más correcto. 15 ~ Gracia~
No estamos tan seguros acerca de la reinvención occidental,
aunque el hecho de que el primer libro impreso fuera la Santa Biblia a la imprenta se hizo posible dar referencias ~xactas de los hb:os y, s1
sugiere que el propósito occidental fue el mismo que el chino. Al se encontraban errores, señalarlos y corregirlos. La m;mona de la
principio los impresores fueron conservadores y dedicaron su mayor humanidad se perfeccionó enormemente y se . as~guro el progreso
atención a los textos antiguos. 156 Sin embargo, gradualmente comen- ulterior, aunque lento, en el av?-nce de los _conocrmie,'?;tos. ,,, 1>
Se ha dicho con frecuencia que Italia fue la mcunabula , 15 ·
120
121
SE'JS.ALAS FISICA, QUfMICA, TJ;:CNICA
o cuná del Renacimiento. Seguramente esto no es cierto para los Venecia, bajo el auspicio combinado del Papa, del Emperador y del
incunables mismos, ya que los primeros se hicieron en Alemania. Senado veneciano. ¿Fue alguna vez lanzado algún otro libro bajo
Novedades importantes aparecieron en Italia, pero muchas otras en .semejantes auspicios? Es notable que tal honor se otorgase a un libro
otros países, como Alemania, Portugal y los Países Bajos. técnico; demuestra el valor superior que los grandes de la tierra
La invención de la imprenta abrió más amplias perspectivas de .atribuían a la técnica, al poder material. Por otra parte, si se consi-
las que podían captar de inmediato sus contemporáneos. El primer dera la enorme antigüedad de la metalurgia, 162 es aún más notable
informe impreso de esta gran invención solo apareció una generación que su primer manual completo no apareciera hasta 1540. La razón
más tarde. 160 Igualmente importante fue la invención paralela del -es simple: los metalúrgicos eran trabajadores o a lo mejor artesanos
grabado. Los frutos de la invención de la imprenta fueron tan abun- que no sabían escribir o no se preocupaban por hacerlo, mientras
dantes que ella misma fue un renacimiento, una trasmutación de ,que los hombres cultos no se ocupaban de metalurgia. .
valores. Se justifica, por lo tanto, considerar su advenimiento como Es probable que Biringuccio no estudiase en ninguna universi-
el comienzo de una nueva era, como el nacimiento del Renacimiento. dad; de haberlo hecho hubiera quedado registrado de una manera
u otra. Su talento era el de un técnico y de un industrial y durante
. -el Renacimiento no había preparación organizada para tales hombres .
VANNOCCIO BIRINGUCCIO .Se formó en los estudios y en los talleres. Advirtió rápidamente que
las tareas técnicas no rinden sino en una escala suficientemente gran-
El Renacimiento fue una edad de inventos, de técnica. Uno de de y con ayuda de maquinaria poderosa. Fue un típico hombre de
sus corifeos, Leonardo da Vinci, fue ingeniero, inventor de muchas negocios, cuyo interés principal fue el provecho material; sin embar-
máquinas y dispositivos mecánicos. En muchos casos había sido pre- _go fue racional y rechazó las supersticiones de su tiempo. En las
cedido por otros inventores, algunos de ellos anteriores casi en un cuestiones químicas estaba decididamente con los artesanos y en
siglo. 161 El número de inventos fue tan grande que surgió la nece- contra de los alquimistas. En ingeniería, insistió en las medidas
sidad del análisis y de la síntesis de los progresos técnicos. La mejor -exactas.
manera de dar una idea de esa exuberancia es describir la obra de La Pirotechnia se divide en diez libros, que son: 1. Minerales
tres figuras rectoras, cuyos libros representan la técnica del siglo xv1, en general, gangas de oro, plata, cobre, plomo, estaño, hierro. Acero
así como los libros de Gesner y Aldrovandi representan la historia y latón. 2. Mercurio, azufre, antimonio, alumbre, arsénico, etc.
natural del mismo período. . 3. Ensayo y preparación de gangas para la fundición. 4. Separación
El más antiguo de esos tres hombres, el único italiano, fue, del oro de la plata. 5. Aleaciones. 6. Fundición. 7. Fusión. 8. Fun-
quizá, el más original. Vannoccio nació en Siena, en 1480; su padre, dición de objetos pequeños. 9. Trabajos varios del fuego: alquimia
Paolo Biringuccio, era un arquitecto o contratista al servicio de la ,en general, destilación, acuñación de monedas; arte del orfebre, del
ciudad. Gracias a la protección de Pandolfo Petrucci, un jefe patricio calderero, del herrero, del estañador; tipos de metal, primera exposi-
de Siena, Vannoccio pudo viajar al norte de Italia y a Alemania e -ción acerca de la fundición de tipos; estirado de hilos de alambre, etc.
inspeccionar varias obras y minas. En 1512, perdió a su padre y a su 10. Fuegos artificiales para la guerra y festivales. Un capítulo final
protector, Pandolfo, pero el hijo de éste, Borghese, continuó ayudán- se ocupa "del fuego que consume sin dejar cenizas, más poderoso
dolo o empleándolo hasta 1515, cuando los Petrucci y sus protegidos -que todo otro fuego y cuyo forjador es el gran hijo de Venus" .163
fueron desterrados. Vannoccio visitó Roma, Nápoles y Sicilia. El ¿Qué fuego es éste? El amor. Fue una manera muy italiana y muy
favor de Clemente VII (papa 1523-34) le permitió regresar a Siena, ,galante de poner término al primer tratado metalúrgico.
en 1523, y reasumir su posición en la armería. Más tarde fue inge- Su éxito no dejó de ser considerable. La edición orginal, de 1540,
niero militar y consejero técnico de los miembros de las familias Este fue seguida por otras tres ediciones italianas (Venecia, 1550, 1558,
y Farnese. A través de la vinculación con los Farnese pudo entrar 155 9) más una cuarta, posterior en más de un siglo (Bolonia, 167 8) .
al servicio de Paulo III (Alessandro Farnese) y, en 1530, llegó a ser Richard Eden (1521 ?-76) comenzó, en 1552, una traducción inglesa.
el jefe de la fundición y arsenal papales. Sin embargo, no pudo man- Una traducción francesa de Jacques Vincent fue publicada por pri-
tener mucho tiempo ese importante cargo, pues murió antes del 30 mera vez (póstuma) por Claude Frémy (París, 1556) y fue reimpresa
de abril de 1539.. · · dos veces (París, 1572; Rouen, 1627). El éxito de la Pirotechnia
_Se aseguro _la inmortalidad por su tratado De la pirotechnia, pudo haber sido mayor, a no producirse la aparición del libro de
publicado en 1540, un año después de su muerte, por Curtio Navo, en Agrícola dieciséis años más tarde. Agrícola se dirigía al mismo pú-
122 123
FISICA, QUIMICA, TE:CNICA
SEIS ALAS
primera edición fechada' apareció en Magdeburg, en 1524. Es posible
blico 9-u~ Birin~u_ccio y pudo lograr má~ lectores, usando el latin y el que ediciones sin fecha fueran lanzadas antés, pero no mucho antes;
:1le1;11an, que Brrmgucc10 con el frances ( ambos se podían leer en de manera que el Probierbüchlein apareció unos diez años después
it~lrnno). 16 4, que su predecesor.
El compilador se desconoce; a duras penas podríamos otorgarle
LOS PRIMEROS LIBROS ALEMANES el titulo de autor, pues el Probierbüchlein es una colección de recetas,
reunidas sin ordén y sin estilo. El compilador fue sin duda un hombre
Antes de hablar de~ riyal alemán de Biringuccio, digamos pocas de experiencia, p'ero casi analfabeto. La demanda del libro fue, sin
pala~ras acerca de do~ libritos que fueron publicados en alemán, en embargo, tan grande, que fue reimpreso con frecuencia. 167 Varios
el p_nmer cuar~o del ~iglo xv1. Es decir, no solo antes del De re me" -o:tros libros alemanes sobre minería y ensayos se publicaron en el
tallzca, de Agr:cola,. smo aun antes de la Pirotechnia, de Biringuccio. siglo xvx, para los cuales remito al lector a la traducción Sisco-
Fueron l_os primero~ frutos ( en forma impresa) de la minería y Smith, de 194•9. Todos esos libros fueron eclipsados por el De re
metalurgia renacentistas. 1 º5 metallica (1556), escrito por un gran hombre, uno de los más impor-
·El primero de los dos, el Bergbüchlein, fue el primer lib~o im- tantes escritores científicos del Renacimiento. Ya es hora de hablar
preso en el campo de la_ minería. Fue editad? entre 1505 y 1510. de él.
prob~bleme?!: por Martm Landsberg, en Le1pzig. El título de la
segunda ed1c10n (Worms, Peter Schofern, 1518) define tan bien su GEORGIUS AGRICOLA
propósi!o 9-ue es preferible citarlo traducido: "Un útil y bien pla-
nead<;> hbnto de como se prospectan y se encuentran. los minerales de- Georg Bauer, alias Agrícola, nació en Glauchau, en la región
los, di~erentes, me_tales, ~on muestras de la capa del terreno y un de Chemnitz, Sajonia, el 24• de marzo de 1494. No fue un metalúrgico
?pend1c,? de termi1:os mmer~s, que resul~ar~ muy útil a los mineros autodidacto como Biringuccio, sino un intelectual que logró su bachi-
Jovenes . ~o desnnente su titulo, pues s1 bien solo abarcaba veinti- llerato en artes en Leípzig, fue profesor de latín y griego, y vicerrec-
cuatro ho3as,_ fue un libro muy útil o, en todo caso, lo fue en su tor de la escuela de Zwickau; en 1520 fue nombrado rector y tuvo
aspecto -práctico. Presentaba en términos sencillos el tipo de conoci- como ayudante a Johannes Forster. 168 Dos años más tarde fuella-
11?1e~to que u_n prospector po?ía requerir, las herramientas que nece-. mado a dictar clase en la Universidad de Leipzig, y desde )524 hasta
sita;ia, los mmerales de los_ siete metales y su presencia y asociación, 1526 visitó universidades italianas (Bolonia, ¿Padua?). Al pasar
etcetera. ~tre las -!1erram1~ntas del minero figura la brújula, cuyo por Basilea, después de su regreso, trabó relación con Froben y
us? _no está muy bien ,exp~1c~do, al final_ d_el capítulo III. La parte Erasmo. Estaba de regreso en Zwickau antes de fines de 1526, y fue
teorica era mucho mas deb1l, estando viciada por consideraciones designado médico de la ciudad, en Joachimsthal.1 69 Las ciudades
alquimistas y astrológicas. 1 ºº alemanas en las que pasó la mayor parte de su vida, Joachimsthal,
El Bergbü?hlein se_ public? en for:I:?a anónima, pero el autor era Chemnitz, Freiberg, etc., eran todas centros mineros. 17 º Esto contri-
C_albus, de Fr~iberg, ahas ~r~ch Rülem von Kalba, que sirvió a la buyó a des/;lrrollar su viva curiosidad por la geología, mineralogía y
cmdad de Freibe~g. como medico. y alcalde y murió en Leipzig, en temas fískos y qúímicos conexos. En 1530-33 viajó por distritos
1523, A las dos ediciones ya menc10nadas (Leipzig, 1505-10; Worms, mineros, haciendo observaciones y leyendo libros que le permitieron
1518) han de agregarse unas pocas más (Erfurt, 1527, s. a. l.; Frank- una mejor comprensión de ese aspecto de la naturaleza.
furt ª: M., ~533; Augsburg, 1534; Frankfurt, 1535). Siete ediciones En 1533 fue designado médico de la ciudad en Chemnitz, donde
en tremta anos, todas en alemán, en cinco o seis ciudades diferentes· permaneció hasta su muerte, ocurrida en 1555. La posición de médico
no está tan mal para un mercado :relativamente reducido. ' de ciudad, o la profesión médica en general, era entonces la princi-
· El segu:1do de ~.sos libros e_s el Probierbüchlein, cuyo título com- pal, si no la única, que podía permitir mantenerse a un científico.
pleto traduc1~~ es:, Pequeño libro de ensayos de oro, plata, cobre y Para eso debía ser doctor en medicina o lograr una cátedra en una
plomo. Tam~ien como se ensaya y se trabaja con provecho cualquier .universidad; la mayoría de los científicos que entró en el mundo
metal. Compilado con gran cmdado para beneficio de todos los maes-- académico lo hizo a través de la puerta médica.-Durante sus años de
tros de las casas _de monedas, maestros probadores, orfebres, mineros Chemnitz, Agrícola publicó muchos libros, fundados sobre observa-
y tratantes en metales." Complementó el libro anterior, dirigiéndose ciones realizadas durante su vida. Podemos hablar solo de uno, el
a un nuevo grupo de lectores, orfebres más que prospectores, y .~u
125
124
-'sí,: IS A LAS FfSICA, QU!MICA, TÉCNICA
m1yor de ell_os, el De re metallica, que ya est~ba comenzado en 1529, ~ientas del minero y máquinas. VII. Ensayos. VIII. Tostado, mo-
y que ternnnó en 1550, aunque no se publicó sino después de su hdo y lavado de los minerales. IX. Fusión. X. Separación de la
muerte, en 1556. La demora se debió a la preparación de sus gra- plata del oro, y de¡ plomo del oro y la plata. XI. Separación de la
bados. A mediados del siglo xvr todo escritor científico advertía la plata del cobre. XII Manufactura de sal, soda, alumbre, vitriolo, azu-
necesidad de las figuras para ilustrar y explicar su texto. fre, betún y vidrio.
Aunque vivió en un ambiente protestante y bajo un príncipe Hacia el final de su dedicatoria declara: "No solo he escrito
luterano, Agrícola se mantuvo firmemente católico. Habla mucho en. estas cosas sino que también he contratado ilustradores para dibujar
favor de su carácter que, no obstante este hecho, en una edad intole- sus formas, pues las descripciones expresadas con palabras pueden,
rante, se mantuvo en buenos términos con dirigentes luteranos como o no, ser comprendidas por los hombres de nuestro tiempo o provocar
Johan::i Fi:i~ster, Johann Froben, Melanchthon y Georg Fabricius. 171 dificultades a la posteridad. 173 He omitido todo aquello que no he
Er': b1~n visto por los electores de Sajonia, y el duque Mauricio lo visto por mí mismo, o que no he leído u oído de personas en quie-
des1gn~ burgomaestre de Chemnitz; mantuvo este cargo, el más alto nes puedo confiar .. Sobre lo que no he visto o no he leído u oído y
d~ la c~ud~d, du7ante cuatro períodos. Un burgomaestre católico hu- considerado cuidadosamente, no he escrito ... ".
biera sido 1mpos1ble en una ciudad protestante ·de no haber sido res- El principal mérito de De re metalliáa reside en su circuns-
petado y querido por la población. Con todo, al morir, a los 62 años pecto empirismo y en su relativa claridad. Agrícola había leído todo
de edad, se 1~ negó el funeral en la iglesia y sus restos tuvieron que lo que los antiguos habían escrito sobre geología; discutidos los pro-
llevarse a Zeltz para ser sepultados en la catedral de esa ciudad. Los blemas pertinentes con personas competentes y arribado a conclu-
bu,e~os ~iudadan?s ~e Chemnitz deben de haber pensado que la tole- siones propias. Por ejemplo, estaba convencido que las aguas habían
ra1~cia tiene un hm1te; podían aceptar a Agrícola vivo por su gene- cavado canales subterráneos en las rocas y que los minerales se ha-
rosidad, pero no había ninguna razón para permitir que un infiel bían depositado en ellas a partir de soluciones metálicas. Ésta fue
muerto profanase su santuario. una prefiguración de la teoría de Werner, 174 aunque menos amplia
En su larga dedicatoria del De re metallica, Agrícola. expone a y menos dogmática. Afirmó que el bismuto y el antimonio eran
los J?uq1:es-electores de Sajonia 172 el propósito del libro y esboza metales. Describió los numerosos procesos utilizados por los mine-
la historia de las "artes metálicas" que son tan antiguas y funda- ros, pero no proclamó ninguno de ellos como invención propia.
mentale~ como las "artes agrícolas". Dice que. "entiende ocuparse Gracias a su asociación con los obreros, por un lado, y a su desagrado
de la romería y metalurgia como un todo, así como otros .intelec- por los alquimistas, por el otro, fue un empírico, que estableció tan
t_uales se han ocupado de la agricultura". Sin embargo, la literatura claramente como le fue posible el conocimiento de que disponían los
era II:e:r:i-os abundante. Su fuente más antigua fue la Historia .natural, mineros, metalúrgicos y herreros contemporáneos, descubriendo sus
de ~hn:o (r-2), y su más reciente, la obra de Biringuccio. "Leyendo métodos y sus tretas. En una ocasión señala: "Las cosas que vemos
sus 111d1cacioD;es -dice Agrícola- he refrescado mi memoria sobre con nuestros ojos y comprendemos con nuestros sentidos, quedan
aque!las ~osas que he visto en Italia ... " En verdad, plagió a Birin- demostradas más claramente que si se aprenden mediante el racio-
gucs10, as1 como a los pequeños libros alemanes impresos durante su ~inio" .175 La índole de su mente científica se pone en evidencia en
ép_oca. Hizo también algún uso de la abundante literatura alqui- su informe sobre la "rama en horquilla" 176 o vara adivinatoria, que
_m1sta, no obstante la desconfianza y el desprecio que sentía por ella. es crítico y escéptico, aunque moderado y sensato.
Pero su fuente principal de información fue la tradición manual Es paradójico que el primer tratado de minería y metalurgia,
que habí':'- ?_bservado con sus propios ojos en Alemania y en Italia: que sigue cronológicamente al de Biringuccio, aunque tiene un
Y la trad1c10n oral, que había escuchado con sus propios oídos. alcance mayor, fuera compuesto por un hombre que no fue .un mi-
nero ni un metalúrgico, sino un médico y un burgomaestre. Agrí-
_Su obra, mucho más extensa y más amplia que la de Birin- cola había enseñado griego y latín, no ciencias. Fue un servidor de
gucc10, estaba dividida en doce libros: I. Introducción, ideas gene- Esculapio, no de Plutón o Vulcano, pero los clásicos habían desper-
rales e.n favor y en contra de las artes metálicas. II. El minero, la tado y fortificado su curiosidad científica, y las circunstancias de su
bús9.u~da -~e vetas. III. Vetas y cordones, filones en las rocas. IV. vida lo habían dirigido hacia la geología y la metalurgia. Advirtió
Dehm1tacion de las vetas; misión de los funcionarios de minas. la necesidad de un tratado acerca de esos temas y la satisfizo de la
Y_. Excav1:1ción del mineral, agrimensura ( el uso de la brújula está mejor manera que podía hacerse en su época. No fue un creador,
b1en exphcado en este libro, así como en el. libro III). VI. Herra- pero sí un buen informante, y su De re metallica fue una obra
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SEIS ALA8 .. FISICA, QUIMJCA, TÉCNICA
clásica·· duránte dos siglos. 177 Lo fue a través de muchas ediciones tra! Esto parece casi increíble, pues tenía suficiente habilidad quí-
e~ Iatíri~ ~lemáh_ ~ ~taliano. La edición inglesa, lanzada en 1912, mica como para comprobar el valor práctico de la amalgamación
fue traducida_ y drr1gida J><:r ~er?ert Clark Hoover y su esposa. Mr. en su laboratorio. Quizás estaba envejeciendo y su mente no era ya
Hoover es, sm duda, el umco Jefe de estado que tradujo uno de
los grandes clásicos científicos. · receptiva.
Las características principales de la obra de Ercker son su empi-
· · . Vale la pena comparar a Agrícola con Paracelso dos alemanes rismo y su sobriedad; no contiene místicos despropósitos ni vuelos
qtie vivieron casi al mismo tiempo 178 en distritos mideros y se inte- estilísticos. Era un técnico y un administrador que jamás_ perdió de
r_esaron profun~amente por la minería y la química. La fama de vista las consideraciones económicas. Un proceso industrial no sirve
Parace~so fue mcomparable~ente mayor, pero ambigua y con- a menos que rinda, y su capacidad de rendimiento depende de mu-
trovertida; u~o ~o puede deJar de preguntarse si fue un auténtico chos factores, que no son meramente económicos, sino también polí-
hombre de c1enc1a o un charlatán, un entusiasta e iluso. Nada de ticos. Puede asombrar a los lectores modernos advertir que su aten-
esto puede _dec½:"se acerca del ~irc~specto y crítico Agrícola, que ción se centró ante todo en la plata y el oro, y en segundo lugar en
f;1~ menos _msp1rado y .menos msprrador, pero sí un honesto cieu- el cobre y el plomo, ¡y en absoluto sobre el hierro! Los minerales de
tiÍlc'O. Agr1co~a _hizo mucho más que Paracelso para incrementar hierro se dejaban a los herreros; no concernían a los ensayadores o
nu,estro con?C1m1~nto _:r, lo ~ue importa más, para establecer sólidos funcionarios de las casas de moneda. 18 º No obstante sus múltiples
metodos de mvest1gac101;1. M1enn:as Paracel~o con frecuencia arriesga usos y su importancia económica, el hierro era un metal vil, y los
l~eva~~os por mal cammo, Agncola contribuyó a aclarar la senda químicos, alquimistas, financistas y gobernantes estaban hipnotiza-
cientifaca.
dos por los metales preciosos. Es el ejemplo más completo de fasci-
nación desnaturalizada de la historia económica.
LAZARUS ERCKER La publicación de los tres libros de Biringuccio, Agrícola y
Ercker, para no mencionar otros de índole más humilde, muestran
El_tercer autor de libros sobre metalurgia del siglo xvI es mucho el interés renacentista por la minería y la metalurgia. Ese interés fue
meno,s rmporta1;1te que sus predecesores, pero completó su. tarea. Per- incrementado por los descubrimientos españoles del Nuevo Mundo
tenecia a la IDisma región de Agricola, pues se llamó a sí mismo y la enorme importación de oro y plata que le siguió; .fue incre-
Lazaru~ Erck~~ van San Annen Bergk, es decir, de Anuaberg, en el mentado también por el vigoroso desarrollo de la minería en muchas
Erzgeb1r$"e ·saJon, cerca de la frontera checa, uno de los lugares en regiones europeas, por la fabricación de armas y armaduras y, más
que Agnco~a había re~ do material para su propio conocimiento. generalmente, por el temor a los turcos y la necesidad creciente de
Ercker logro tal reputac1on como experto minero que fue empleado preparación militar y naval. La fermentación técnica del siglo XVI
por Rodolfo II P,ara inspeccionar las minas bohemias y sugerir mejo- fue casi tan grande como las fermentaciones artística y religiosa.
ras. ~oco despues de 1:í74, el :título de su nombramiento rezaba "jefe
supen1;1teudeute de :ID;~nas e mspector del Sacro Imperio Romano y
del Remo de Bohenna_ . No obstante tau elevado cargo, muy poco se
conoce acerca de su vida y de su personalidad. ' ,
, ·, Su gra~ tratado sob1;e minerales y ensayos 179 fue escrito en ale-
lllan_y pu?hcado por prrmera vez en Praga, en 1574. Está dividido·
en cmco hbros: I. Plata. II. Oro. III. Cobre. IV. Plomo, estaño y
otros metales. V. Salitre.
·. . Ercker fue un profesional como Biringuccio no un intruso y
distingu~do·"amateur" como Agrícola. Su función' en el más elevado
c~rgo llllllero del n::nperio l_o llevó a ser muy conservador y descou-
!iado fr~nte a la~ ~nnovac10;1es. Por ejemplo, los españoles habían
mtroduc1do en Mex1co y Peru la_amalgamación para separar la plata
d_e s_us gangas y_ en 1588 ofrecieron el secreto al imperio. El ofre-
cumento fue, naturalmente, sometido a Ercker ¡que informó en con-
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