Cultivo Bivalvos 7

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Séptima parte

El futuro de los criaderos:


tecnologías en desarrollo

7.1 GENÉTICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173


7.1.1 Poliploidía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
7.1.2 Genética cuantitativa y molecular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175

7.2 EL FUTURO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177

7.3 BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180

7.1 GENÉTICA

Hasta hace poco, los bivalvos simplemente se cultivaban. A diferencia de la agricultura,


donde en los últimos milenios la mejora genética ha producido plantas y animales muy
superiores a la fauna y flora originales, en la producción de bivalvos se ha hecho muy
poca selección genética. Esto se debe en gran parte al método de cultivo empleado, en
el que los juveniles más utilizados en el cultivo de bivalvos se obtienen de poblaciones
naturales y se recolectan de zonas naturales de reproducción, para después plantarlos en
zonas seleccionadas para facilitar un buen crecimiento y recolectarlos una vez alcanzan
la talla comercial. Los bivalvos que se cultivan en una zona extensiva determinada
tienen esencialmente la misma procedencia y comparten la misma reserva genética. La
semilla de bivalvos, producida en criaderos o procedente de poblaciones naturales, a
menudo recorre largas distancias e incluso se envía a distintos países para que la misma
reserva genética pueda extenderse sobre áreas geográficas muy amplias. Cualquier cepa
o raza que haya podido desarrollarse en el pasado ha desaparecido rápidamente para
formar parte de la misma reserva genética general. El desarrollo de cepas genéticas
ha sido difícil, si no imposible, en estas circunstancias y las iniciativas locales para
emprender trabajos de mejora genética han sido de poca envergadura.

Se han realizado estudios centrados en la genética de poblaciones de algunas especies


de bivalvos para determinar si existen distintas subpoblaciones, razas o cepas de estas
especies dentro del área de distribución de los animales. Los resultados indican que
sí existen subpoblaciones procedentes de dicha área, lo cual lleva a preguntarse si
los juveniles de una subpoblación deben transferirse a aquellas zonas donde hay una
subpoblación diferente. Los estudios sobre la genética de poblaciones también han
incluido la evaluación de algunas poblaciones de bivalvos que a lo largo del tiempo se
han aislado del stock parental para averiguar si existen diferencias significativas entre
las dos poblaciones. Un buen ejemplo son las poblaciones de ostión japonés de la costa
occidental de Norteamérica en comparación con las poblaciones de Japón, de donde
es originario el stock de la población norteamericana. Los resultados de estos estudios
nos indican que hay poca deriva genética o incluso ninguna en estas poblaciones tan
lejanas entre sí.
174 Cultivo de bivalvos en criadero. Un manual práctico.

En las últimas dos décadas se ha observado un creciente y considerable interés en el


conocimiento del campo de la genética de los bivalvos y su potencial, debido a dos
factores: el desarrollo de los criaderos y la llegada de la tecnología al campo de la
genética; p. ej. la utilización de la electroforesis para examinar la variación genética.
Con el desarrollo de los criaderos de bivalvos ha sido posible realizar programas
de selección genética para producir cepas o razas de bivalvos. También se hace
patente el gran interés que existe en el desarrollo de cepas de bivalvos más adaptados
a determinadas condiciones de engorde que el stock original. Otro impulsor del
desarrollo de los programas de genética de bivalvos ha sido la producción de cepas de
ostras resistentes a las enfermedades devastadoras que han diezmado las poblaciones
de Norteamérica y Europa.

El campo de la genética de bivalvos es muy complejo y una descripción exhaustiva de los


trabajos realizados actualmente en este campo está fuera del ámbito de esta publicación.
El objetivo de esta obra es simplemente mencionar el alcance de los trabajos que se
están realizando así como su importancia para la producción en criadero en el futuro.
La Sección 7.3 ofrece una relación de lecturas recomendadas que proporcionarán al
lector información adicional sobre el tema.

7.1.1 Poliploidía
La poliploidía es uno de los campos de investigación en la genética de bivalvos que
ahora se ha convertido en práctica común, sobre todo la producción de animales
triploides (3n). Aunque se hayan producido vieiras, almejas y mejillones triploides,
la mayoría de los trabajos se han centrado en la producción de ostras triploides, en
particular el ostión japonés triploide.

El interés en desarrollar la tecnología para producir ostras triploides en la costa Pacífica


de Norteamérica surgió por dos motivos. En primer lugar la industria quería disponer
de ostras de buena calidad para el consumo durante todo el año para mantener y
prolongar la campaña de comercialización. Las gónadas del ostión japonés pueden
ocupar hasta el 50% del peso de las partes blandas del cuerpo. Cuando en la primavera
el glucógeno se convierte en gametos, el ostión desarrolla un sabor desagradable
y después del desove las partes blandas pierden volumen y se vuelven acuosas,
convirtiéndose entonces en un producto no apto para la comercialización. En segundo
lugar, al evitar el desove se pueden evitar las muertes por la llamada «enfermedad del
verano», en parte debida al estrés fisiológico sufrido durante la época de reproducción.
Si al cultivar ostras triploides se pudiera evitar la transformación de glucógeno en
gametos, podría reducirse significativamente la tasa de mortalidad.

Los triploides se producen al impedir la meiosis del huevo para que éste permanezca
en estado diploide (2n). Cuando los espermatozoides en fase haploide (1n) fecundan un
huevo diploide el resultado es un animal triploide (Ilustración 109).

Se puede evitar que los huevos de los bivalvos pasen por la meiosis y alcancen la fase
haploide sometiéndolos a un tratamiento térmico o químico. Al principio la mayoría
de los triploides se producían mediante el tratamiento químico de los huevos con la
Citocalasina B. Los huevos de las hembras se obtenían manualmente y se fecundaban
con espermatozoides. Se mantenían a los gametos separados hasta que estuvieran listos
para la fecundación para controlar de cerca el proceso y después de la aparición del
primer cuerpo polar, se aplicaba la citocalasina B en los huevos fecundados, impidiendo
así la meiosis. De esta manera, los huevos permanecían en el estado diploide y con el
juego de cromosomas del macho, dando como resultado un embrión triploide. Con el
tiempo se ha conseguido perfeccionar la técnica con un nivel de éxito en la producción
de triploides del 90%.
Séptima parte – El futuro de los criaderos: tecnologías en desarrollo 175

cuerpo polar extrusionado


espermatozoide que degenera
huevo

DESARROLLO
NORMAL

INDUCCIÓN DE
TRIPLOIDÍA

tratamiento

CLAVE
juego de cromosomas haploide a partir del huevo
juego de cromosomas haploide a partir del espermatozoide
juego de crosomas diploide en el embrión

juego de cromosomas triploide en el embrión

Ilustración 109: Representación del proceso de la inducción de triploidía.

Sin embargo este método plantea dos problemas; en primer lugar, no produce triploides
en el 100% de los casos y en segundo lugar, la citocalasina B es cancerígena y –aunque
sólo se utilice en la fecundación de los animales y presente pocas posibilidades de
acumular toxicidad– el público ha expresado su preocupación. Ya no suele emplearse
este método químico en los criaderos para producir ostras triploides.

Ahora algunos criaderos prefieren el método del choque térmico. Los huevos
fecundados normalmente se mantienen a 25 °C, pero se les somete a un cambio brusco
de temperatura a 32 °C durante dos minutos y luego se restaura la temperatura a 25 °C.
El choque térmico se aplica después de la emisión del primer cuerpo polar, unos veinte
minutos después de la fecundación. Este método también se ha perfeccionado y el nivel
de éxito en la producción de triploides es el mismo que con el tratamiento químico, es
decir un promedio de éxito del 90%.

Tanto el método químico como el térmico son efectivos, pero la mayor desventaja es que
raramente se consiguen triploides en el 100% de los casos. Se necesitaba un método que
pudiera producir triploides constantemente con cada selección en el 100% de los casos.

Las investigaciones realizadas en Europa y los Estados Unidos han ayudado al


desarrollo de métodos para producir ostras tetraploides (4n). Hasta la fecha sólo se
han producido machos tetraploides y como el método está patentado, se conocen
pocos detalles. Sin embargo se puede llegar a acuerdos con las empresas que producen
tetraploides para obtenerlos y utilizarlos en el criadero como reproductores. Cuando
se cruzan con ostras diploides siempre producen triploides. El método es efectivo y
probablemente llegará a emplearse de manera extensiva por los criaderos y la industria
de engorde conforme aumente la disponibilidad de tetraploides.

En la costa pacífica de los Estados Unidos una parte importante de la producción actual
de juveniles del ostión japonés es de triploides.

7.1.2 Genética cuantitativa y molecular


Los resultados de los trabajos sobre poliploidía han sido importantes y es un campo que
seguirá progresando, pero la verdadera ventaja para los criaderos reside en otros campos
176 Cultivo de bivalvos en criadero. Un manual práctico.

de la genética, p. ej. la genética cuantitativa, que incluye la mejora genética selectiva y


la genética molecular, centrándose en el genotipo real de cada animal individual. La
mayoría de las personas en la industria ha expresado su interés por el potencial que nos
brindan los programas de selección genética. Existe la posibilidad de desarrollar cepas
resistentes a enfermedades y bivalvos de crecimiento más rápido, que produzcan más
carne por individuo y que puedan crecer rápidamente a temperaturas más altas o más
bajas. Ahora en acuicultura debería ser posible acercarse al ejemplo de la agricultura
donde se estima que ha habido un incremento de la eficiencia en la producción de
proteína del 30% desde 1900, gracias únicamente a las mejoras genéticas.

Existen trabajos de investigación sobre la genética de los bivalvos que se están


desarrollando en varias instituciones en distintas partes del mundo. La mayor parte de
los estudios se han realizado sobre ostras, dado que éstas son objeto de mayor interés
por parte de la industria, pero también se están llevando a cabo investigaciones sobre
otras especies de bivalvos. Estos estudios no sólo se centran en la producción de cepas
mejoradas de bivalvos sino que también tienen que ver con la conservación de la reserva
genética de las poblaciones naturales originales, por si estos stocks se requieren para
trabajos futuros.

El objetivo de gran parte de las investigaciones es mejorar tanto el rendimiento por


individuo reclutado como la supervivencia, incluyendo la resistencia a las enfermedades.
Los trabajos ya han dado resultados prometedores. Las mejoras en el peso vivo de
ostras de roca de Sidney, Saccostrea commercialis, seleccionadas en masa, han sido del
4% y 18% después de una o dos generaciones de selección en comparación con grupos
de referencia no seleccionados. Se ha conseguido un aumento de la tasa de crecimiento
del 16% al 39% después de una generación de selección en masa en la ostra americana,
C. Virginica, y un aumento del 21% al 42% en la velocidad de crecimiento de la ostra
europea, O. edulis, en comparación con los controles no seleccionados. También
se ha encontrado un aumento del peso vivo del ostión japonés, C. gigas, del 10%
después de una generación en líneas seleccionadas en comparación con los controles
no seleccionados. En las ostras orientales se ha observado igualmente aumentos de la
resistencia a la enfermedad de la bahía de Delaware (infección por Haplosporidium
nelsoni) a través de la selección.

En algunos países se han establecido líneas seleccionadas de reproductores de algunas


especies de ostras y se sigue trabajando para mejorarlas. No es descabellado pensar que
una mayor selección con estas líneas puede llevar a más mejoras para que finalmente
los stocks seleccionados estén disponibles para aquellos criaderos que los utilicen para
producir stock de semilla.

Una institución de la costa occidental de los Estados Unidos está manteniendo


contactos con la industria para determinar qué características desea potenciar en
las ostras para poder incorporarlas en las líneas específicas de reproductores. La
posibilidad de producir una ostra bajo una marca registrada ya es una idea factible.

Un ejemplo interesante de la mejora genética de ostras es el de un programa de la


costa del Pacífico de los Estados Unidos. La ostra Kumomoto, Crassostrea sikamea,
había desaparecido prácticamente en su lugar de origen en el sur de Japón y se decidió
importar poblaciones de esta especie desde la costa occidental de los Estados Unidos
pero su banco genético se había contaminado con el ostión japonés, C. gigas. Gracias
a los trabajos de mejora genética en las instalaciones de un criadero se ha conseguido
producir stocks de la ostra Kumomoto que se reproducen, pudiéndose utilizar para el
cultivo en los Estados Unidos y también para reintroducir la especie en Japón. Se están
iniciando investigaciones sobre los bivalvos en el campo de la genética molecular y en la
Séptima parte – El futuro de los criaderos: tecnologías en desarrollo 177

modificación de genes específicos. Es este un campo más polémico en comparación con


la mejora selectiva, pero los avances logrados en la genética molecular en la agricultura
son impresionantes y unos resultados similares con los bivalvos podrían generar
avances importantes en la producción. También se están realizando investigaciones
sobre bivalvos transgénicos en varias instituciones del mundo pero aún tienen que pasar
muchos años para que puedan aplicarse los resultados en los criaderos comerciales.

Gran parte de las investigaciones sobre la genética de los bivalvos se está realizando
en universidades u organismos gubernamentales. La investigación es costosa, requiere
personal muy preparado además de un espacio considerable para mantener las líneas
seleccionadas y además pueden pasar muchos años antes de llegar a obtener resultados.
Los programas genéticos deben planificarse meticulosamente, cumpliendo los protocolos
adecuados para evitar que surjan problemas serios. Es importante utilizar un número
suficiente de reproductores en la mejora genética para evitar problemas de depresión por
consanguinidad. Antes de iniciar cualquier trabajo de mejora en el campo de la genética,
es necesario fijar metas y establecer programas de cruzamiento, seleccionando los
reproductores adecuados. La mayoría de los criaderos comerciales carecen de tiempo y
de recursos para emprender programas de larga duración como éstos, aunque sí podrían
participar de forma activa en la investigación.

Se podrían desarrollar cepas mejoradas en los criaderos comerciales de forma conjunta


con centros de investigación para luego producirse a gran escala y venderse a las
empresas de engorde. De todas las maneras, a la hora de planificar la construcción de un
criadero conviene tener en cuenta la necesidad de disponer de instalaciones para llevar a
cabo trabajo genético e incluirlas en los planes de construcción. Gracias a la posibilidad
que existe de enviar larvas con ojo a lugares remotos, se podría pensar en transportar
las larvas de cepas mejoradas hasta cualquier sitio del mundo para la telecaptación y
engorde posterior.

El papel de la genética en el cultivo de bivalvos está todavía en mantillas, pero


indudablemente será un área de gran importancia para las actividades de cultivo en
los próximos años. En un futuro próximo, se materializarán realidades tales como
los bivalvos de crecimiento más rápido, o resistentes a enfermedades, bivalvos con las
partes blandas de distintos colores, ostras con la concha más hueca, etc., y el simple
cultivo de una especie de bivalvo dejará de ser práctica habitual. Se criarán cepas o razas
cuidadosamente seleccionadas para poder comercializar un producto específico bajo
una marca registrada. El campo de la genética de los bivalvos probablemente ofrece
el mejor potencial para aumentar la producción en el mundo, por lo que no habría
que escatimar esfuerzos para fomentar la investigación y el desarrollo en este campo
fascinante.

7.2 EL FUTURO

En el futuro, la creciente demanda de productos del mar, entre ellos, los bivalvos,
indudablemente continuará ascendiendo y habrá que incrementar la producción
para satisfacer esta demanda. Es bastante improbable que la oferta de las pesquerías
tradicionales de bivalvos aumente significativamente, dado que la mayoría de los stocks
naturales se están recolectando a, o cerca de, los niveles máximos, por lo que cualquier
incremento productivo importante tiene que venir de la acuicultura. De hecho, la meta
actual de muchas actividades de cultivo de bivalvos es restaurar las poblaciones a los
niveles anteriores a la sobreexplotación. Las actividades de cultivo en el futuro tendrán
que ser lo más eficientes posible, no sólo por motivos de viabilidad económica, sino
para aprovechar al máximo las zonas de producción que serán objeto de una creciente
178 Cultivo de bivalvos en criadero. Un manual práctico.

presión por parte de las actividades humanas, y que incluso podrán llegar a reducirse
por la presión demográfica.

Cualquier aumento de la producción de bivalvos en el futuro implicará un incremento


del abastecimiento de semilla fiable, abundante y económico. La recolección de
juveniles en las poblaciones naturales seguirá siendo importante pero ésta es un área
limitada, y una parte muy importante del abastecimiento de semilla provendrá de
los criaderos. Existen ventajas añadidas en la producción de semilla en los criaderos
si lo comparamos con la recolección de semilla natural, entre ellas la fiabilidad, la
capacidad de satisfacer la demanda, y la capacidad de proporcionar semilla de cepas
seleccionadas, junto a semilla de especies exóticas.

Con un mayor esfuerzo en investigación y desarrollo se pueden mejorar las tecnologías


utilizadas en los criaderos, para que sean más eficientes y así más rentables. Es necesario
investigar en varias áreas, algunas de las cuales ya se han mencionado en este manual
y mejorar la nutrición para producir larvas sanas que pasen por la metamorfosis para
convertirse en juveniles sanos de crecimiento rápido y económico hasta alcanzar la talla
comercial.

Cabe señalar que uno de los costes principales de un criadero es la producción de algas
para alimentar a las larvas y juveniles, y este gasto podría reducirse en gran medida si se
pudiesen formular las dietas artificiales de valor nutritivo igual al de las de las mejores
especies de algas. Aunque se han realizado estudios en este sentido, y se han logrado
avances, todavía no existe hasta la fecha un producto disponible para la venta. Uno de
los obstáculos principales es el tamaño del mercado de tales productos, que hoy por hoy
no es suficientemente grande como para que los grandes fabricantes de piensos inviertan
en desarrollo. Para que la acuicultura de bivalvos alcance todo su potencial, debe seguir
los métodos desarrollados en la agricultura. Uno de los campos de investigación más
importantes en el futuro, y que ya se ha tratado en la Sección 7.1, es la genética, donde
quizás se pueda encontrar un mayor beneficio al desarrollar cepas y variedades de
bivalvos adaptadas a ciertos medios. Esto requiere realizar investigaciones extensivas
sobre la selección de líneas de reproductores, y una vez establecidas las cepas sólo
pueden llegar a ser efectivas si se reproducen en los criaderos. Una meta importante
para los criaderos es mejorar la tecnología de tal forma que la semilla de estas cepas
pueda enviarse a las empresas de engorde de la manera más económica posible.

Algunos avances en el campo de la genética, como la producción de ostras triploides, ya han


sido de gran beneficio para la industria, sobre todo la industria ostrícola de la costa occidental
de Norteamérica. Las mejoras continuas en la poliploidía asegurarán un suministro fiable
de semilla triploide de cualquier especie de bivalvo deseada para la industria.

Para los criaderos también son muy interesantes los avances en la tecnología de la
crioconservación de gametos masculinos y femeninos e incluso larvas, ya que los
gametos podrían obtenerse cuando los adultos estuvieran en mejor estado y se podrían
almacenar para su utilización en el futuro. Para acondicionar a los adultos es necesario
contar con espacio y tiempo y así se evitaría producir grandes cantidades de alimento
para mantener a los adultos en las mejores condiciones para la reproducción. La
fecundación de los gametos descongelados podría efectuarse en un período corto de
tiempo, cuando fuese necesario. Si bien es verdad que se han producido grandes avances
en este campo, hoy en día todavía es una tecnología costosa y no todos los criaderos
pueden utilizar la tecnología in situ (Ilustración 110B).

La ubicación de los criaderos será un factor cada vez más importante en el futuro. La
llegada y éxito de los métodos de telecaptación demuestran que los criaderos no necesitan
Séptima parte – El futuro de los criaderos: tecnologías en desarrollo 179

Ilustración 110: A – dispositivo que ejerce presión sobre los huevos para evitar que se reduzca
el número de cromosomas como resultado de la supresión de la meiosis. B – experimentos de
crioconservación de gametos y larvas de bivalvos.

estar situados cerca de las instalaciones de engorde. Con las redes comerciales modernas
pueden implantarse allí donde se den las condiciones ideales para la cría de larvas y
juveniles y luego transportar el material hasta lugares remotos, a los sitios de engorde con
casi un 100% de supervivencia.

Un ejemplo de ello se observa en la práctica seguida por algunos criaderos en el Estado


norteamericano de Washington, que han transferido parte de sus actividades de criadero
a Hawái donde hay disponibilidad de agua rica en nutrientes que requiere muy poca (o
ninguna) calefacción durante todo el año. La abundancia de sol en Hawai se aprovecha
para cultivar algas. Es más barato transportar las larvas maduras y los juveniles desde
Hawái al Estado de Washington que calentar agua y cultivar las algas allí.

Los grandes criaderos con personal muy preparado pueden funcionar de manera
eficiente y producir semilla de manera más económica que los más pequeños,
aplicando las economías de escala. Si los criaderos están equipados con instalaciones de
cuarentena pueden producir semilla de cualquier especie de valor comercial, procedente
de cualquier parte del mundo, sin correr el riesgo de introducir especies exóticas en
el medio local. Dado que las larvas generalmente se cultivan en agua filtrada a 1 μm,
que puede ser tratada con luz UV u ozono, el peligro de transferir plagas, parásitos
y enfermedades de una zona a otra se minimiza. Esto se aplica al envío por barco de
larvas con ojo, comparado con el envío de juveniles que han estado expuestos al medio
abierto en la zona de origen.

Los grandes criaderos podrían suministrar larvas metamórficamente competentes de


cualquier especie de bivalvos allá donde se necesite y en cualquier lugar del mundo.
Ésta es la práctica adoptada por la agricultura, donde las semillas necesarias para
muchas actividades agrarias a menudo se producen muy lejos de donde finalmente se
plantan, de la misma manera que muchos animales jóvenes no nacen donde finalmente
se crían.

Es necesario abandonar la actitud localista en el cultivo de bivalvos y darse cuenta de


que la industria existe dentro de una economía global. Ya no es esencial que cada región,
o incluso cada país, tenga su propio criadero para suministrar la semilla necesaria para
180 Cultivo de bivalvos en criadero. Un manual práctico.

satisfacer la necesidades de engorde en el ámbito local. Un criadero bien situado, bien


equipado y bien dotado de personal puede satisfacer los requisitos de semilla para
muchas actividades de cultivo en muchas partes diferentes del mundo.

Un posible problema importante para los criaderos son las enfermedades, al igual que
cuando se cultiva cualquier organismo de manera intensiva. En el futuro los trabajos de
investigación tendrán que incluir el desarrollo de métodos para controlar enfermedades
en criaderos para así minimizar la incidencia de grandes mortandades causadas por
patógenos obligados u oportunistas. Los resultados de las investigaciones sobre
genética serán valiosos a la hora de seleccionar las cepas de bivalvos más resistentes a
enfermedades. También será necesario realizar estudios para desarrollar tratamientos
económicos y efectivos en caso de que aparezcan enfermedades en un criadero.

Indudablemente, los desembarques de bivalvos continuarán incrementando en el


futuro para satisfacer las demandas de una población humana cada vez más numerosa.
La mayor parte de este incremento productivo provendrá de las actividades de cultivo
y por ello habrá que contar con grandes cantidades de juveniles (semilla) para satisfacer
las demandas del cultivo. Si bien la recolección de semilla de poblaciones naturales
seguirá siendo importante, también hay que reconocer que la mayor parte de la semilla
necesaria para incrementar la producción provendrá de los criaderos.

Esto es especialmente cierto ahora que la industria comienza a pedir cepas o razas de
bivalvos desarrollados para cultivarse en zonas específicas. Los criaderos llegarán a
constituir el principal pilar de la producción de semilla para las actividades de engorde
de bivalvos. En el futuro se deben aunar esfuerzos para mejorar las tecnologías de los
criaderos, para ayudarles a producir juveniles de bivalvos de manera fiable, abundante
y económica para la industria del cultivo.

7.3 BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

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oyster, Crassostrea gigas. Aquaculture, 57: 271–279

Stanley J.G., Allen Jr., S.K. & Hidu, H. 1981. Polyploidy induced in the American
oyster, Crassostrea virginica, with cytochalasin B. Aquaculture 23: 1–10
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Este manual ofrece una síntesis de las metodologías actuales de cultivo intensivo de moluscos
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bivalvos en criadero, reuniendo tanto las semejanzas como las diferencias de las estrategias
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empleadas en diferentes zonas climáticas para el cultivo de almejas, ostras y vieiras. El texto
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también UPHFUIFSXJUICBTJDDPOTJEFSBUJPOTJODIPPTJOHBTJUFGPSIBUDIFSZEFWFMPQNFOU
describe todos los aspectos del proceso de cultivo, además de las consideraciones básicas a
la BOEJOUIFEFTJHOPGBTVJUBCMFGBDJMJUZ*UBMTPJODMVEFTUIFQPTUIBUDIFSZIBOEMJOHPGMBSWBF
hora de elegir un emplazamiento para el criadero y de diseñar unas instalaciones adecuadas. Se
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ofrece información sobre el manejo de larvas en telecaptación, una vez acabada la fase en criadero,
así como JOUFOEFEUPBTTJTUCPUIUFDIOJDJBOTFOUFSJOHUIFmFMEBTXFMMBTFOUSFQSFOFVST
el manejo de la semilla tanto en los viveros en tierra como en las unidades de producción
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en el mar. Este documento pretende servir de ayuda tanto a los técnicos que empiezan en este
campo como a los empresarios que buscan oportunidades de inversión en el cultivo de bivalvos.

 

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