Cadena de Oraciòn-Santo Rosario - Misterios Gozosos
Cadena de Oraciòn-Santo Rosario - Misterios Gozosos
Cadena de Oraciòn-Santo Rosario - Misterios Gozosos
NUESTROS CORAZONES”
Muy buenas noches estimados Padres de familia y mis queridos
estudiantes. Hoy, damos gracias a Dios por este momento espiritual
que nos permite vivir en Como cristianos, tenemos la oportunidad de
fijarnos unos objetivos encaminados a la conversión y la salvación,
utilizando la fe, el amor y la oración.
Por ello, acompañados de nuestra Madre María iniciaremos nuestra cadena de Oración,
mediante el Rezo del Santo Rosario, recordando los misterios de la vida de Jesús y de
la Virgen María. Por amor a nuestro niño Jesús, queremos prepararnos debidamente a
su santo nacimiento, que este momento de oración que estamos todos como una sola
familia, nos ayude a tener nuestro corazón mejor dispuesto para que Jesús nazca en nuestros corazones en esta
Navidad. Vivamos el tiempo de Adviento encendiendo una vela como muestra de espera y de amor a nuestro Señor
Jesucristo.
TODOS
Te suplico, Señor, que envíes al que has de enviar, Ven, Señor Jesús, y no tardes; cielos ábranse y dejen que baje su
rocío. Divino Niño Jesús, ven a nacer en mi corazón para desterrar de él al pecado y colocar tus virtudes.
Amén.
Iniciamos (Todos)
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
CREDO DE LOS APÓSTOLES (Todos)
«Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio
Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y
muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna. Amén».
PADRE NUESTRO –
«Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en
la tierra como en el cielo.
TODOS: Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén».
1.- «Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
TODOS:
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
ALUMNO:
2.- «Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
TODOS:
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
ALUMNO:
3. «Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
TODOS:
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
ALUMNO:
4«Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
TODOS:
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
ALUMNO:
5«Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
TODOS:
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
ALUMNO:
6.- «Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
TODOS:
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
ALUMNO:
7.- «Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
TODOS:
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
ALUMNO:
8«Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
TODOS:
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
ALUMNO:
9«Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
TODOS:
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
ALUMNO:
10«Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
TODOS:
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
Gloria (DOCENTE)
«Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
TODOS:
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén»
TODOS:
«Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo, especialmente
aquellas que necesitan más de tu misericordia».
Gloria (DOCENTE)
«Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
TODOS:
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén»
TODOS:
«Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo, especialmente
aquellas que necesitan más de tu misericordia».
Tercer Misterio Gozoso: El Nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén - FAMILIA ………………..
«Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo.
Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo Cirino gobernador de Siria. Iban todos a empadronarse, cada uno a
su ciudad.
Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por
ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que,
mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió
en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento» (Lc 2,1-7). Palabra de Dios.
Todos: Gloria a ti Señor Jesús
PETICIÒN. - PADRE DE FAMILIA QUE DESIGNE FAMILIA ………………..
ROGUEMOS AL SEÑOR. (ALUMNO).
TODOS: TE LO PEDIMOS SEÑOR
PETICIÒN. - FAMILIA DE
ROGUEMOS AL SEÑOR. (ALUMNO).
TODOS: TE LO PEDIMOS SEÑOR
«Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como
de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus
padres...
Y sucedió que al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles
y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas» (Lc 2, 41-47.
Palabra de Dios.
Todos: Gloria a ti Señor Jesús
PETICIÒN. - FAMILIA DE STEFANO
ROGUEMOS AL SEÑOR. (ALUMNO).
Gloria (DOCENTE)
«Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
TODOS:
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén»
TODOS:
«Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo, especialmente
aquellas que necesitan más de tu misericordia».
SALVE
«Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los
desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora,
abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén».