Plaza de Los Toros
Plaza de Los Toros
Plaza de Los Toros
D°ADMINISTRATIVO: es una rama del Derecho Público de carácter local que regula el
comportamiento del Estado que manifiesta su voluntad a través de 1 organización
administrativa compuesta por órganos y entes bajo un régimen exorbitante
Régimen exorbitante: implica que el poder público tiene una serie de prerrogativas
que exceden la órbita del D° Privado, por ej: La expropiación. Se pueden enunciar
como prerrogativas “sustanciales” de la Administración Pública: Creación unilateral y
presunción de legitimidad de sus actos; ejecutoriedad de estos; Potestad de volver
sobre ellos por razones de ilegitimidad o inoportunidad; Régimen privilegiado de
contratos y bienes. A su vez, son prerrogativas “procesales”: Agotamiento de la via
administrativa previa a la demanda judicial. Plazos breves de caducidad para
accionar judicialmente contra el Estado.
Cabe mencionar que existe un equilibrio entre la exorbitancia de la función
administrativa del estado y las Garantías del administrado (sustanciales y
procesales)
FUNCIONES DE ESTADO
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Las fuentes son los instrumentos que crean y forman el ordenamiento jurídico,
particularmente las reglas jurídicas, es decir, el origen del Derecho, su principio y su
fundamento. Son fuentes del Derecho Administrativo:
Por lo tanto, ley es toda norma obligatoria dictada por el Congreso sobre el núcleo de
las materias a él reservadas a través del procedimiento específico que prevé la
Constitución.
La ley es superior al reglamento con el siguiente alcance: a) la ley regula con carácter exclusivo las
materias reservadas; b) el reglamento no tiene un campo propio e inescrutable ante la ley; c) la ley puede
regular incluso los detalles, de modo que excluye el poder reglamentario del Poder Ejecutivo; d) la ley prevalece
sobre el reglamento y, por tanto, éste no puede contradecir la ley; y, finalmente, e) la ley puede indicarle al
Presidente en qué términos o con qué alcance ejercer el poder reglamentario.
Además, cabe destacar el alcance sub legal de los reglamentos, es decir, su sujeción a las leyes del
Congreso y, por supuesto, al texto constitucional y a los tratados internacionales.
Balbín entiende que los usos y prácticas del Estado, es decir, sus hábitos y
comportamientos, al igual que ocurre con sus precedentes entendido como
pronunciamientos formales, constituyen fuente del derecho con ciertos matices.
Ahora bien, en qué casos es posible reconocer al precedente como fuente del
derecho, es decir, con carácter jurídicamente vinculante.
En los otros casos, las sentencias sólo son obligatorias respecto del propio Tribunal y
con ese alcance, sin perjuicio de que es posible que el juez se aparte de sus propios
precedentes si existen motivos suficientes y razonados.
g) La doctrina: ciertos autores entienden que el criterio doctrinal, es decir, las ideas
de los estudiosos del Derecho constituyen una fuente indirecta porque, si bien no tienen
base en el orden positivo y, por lo tanto, no son fuente del ordenamiento jurídico, sí
contribuyen a crear el Derecho. Es decir, se considera que la doctrina no es fuente del
derecho, sin perjuicio de que influye sobre la construcción e interpretación de las fuentes
jurídicas.
Es posible distinguir entre tres especies en su relación con las leyes, a saber: a) las
costumbres secundum legem, cuando el hábito y su valor nace de la ley; en este sentido, el
artículo 1º del Código Civil y Comercial dice que: “…Los usos, prácticas y costumbres son
vinculantes cuando las leyes o los interesados se refieren a ellos... siempre que no sean
contrarios a derecho.”; b) Las costumbres praeter legem, esto es, cuando las prácticas
rigen una situación no prevista por la ley “Los usos, prácticas y costumbres son
vinculantes... en situaciones no regladas legalmente, siempre que no sean contrarios a
derecho…” (artículo 1º del Código citado). En conclusión, sólo los hábitos según las leyes,
esto es secundum legem o praeter legem, constituyen fuente del derecho. Es decir, las
costumbres no son fuente del Derecho, salvo aquellas que son concordantes con las leyes.
Concepto y caracteres.
El reglamento administrativo es un acto de alcance general, abstracto y
obligatorio que dicta el Poder Ejecutivo con efectos jurídicos directos sobre las
personas en virtud de una atribución constitucional.
El Poder Ejecutivo debe aplicar la ley (es decir, ejecutar las políticas públicas
definidas por el legislador) por medio de dos instrumentos jurídicos, a saber:
a) el ejercicio del poder regulatorio complementario (reglamentos) y
b) la aplicación propiamente dicha del bloque jurídico (Constitución, ley y
reglamento), es decir: actos, contratos, hechos, otras formas jurídicas.
Tipos de reglamento
3. Reglamentos Delegados
Se entiende por reglamentos o decretos delegados a los actos de alcance general
que dicta el Presidente sobre materias legislativas, previa autorización del Congreso.
Artículo 76.- Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en
materias determinadas de administración o de emergencia pública, con plazo fijado
para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca.
Cabe destacar que la legislación es materia del ejecutivo, por tanto la regla es la
prohibición de la delegación, y la excepción es la delegación legislativa que debe ser:
TIENE REQUISITOS:
- CIRCUNSTANCIAS EXCEPCIONALES que hicieran imposible seguir los trámites
ordinarios previstos por la CN para la sanción de las leyes
… Inciso 3. Participa de la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, las promulga y
hace publicar.
El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir
disposiciones de carácter legislativo.
Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios
previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen
materia penal, tributaria, electoral o de régimen de los partidos políticos, podrá dictar decretos
por razones de necesidad y urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de
ministros que deberán refrendarlos, conjuntamente con el jefe de gabinete de
ministros.
El jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la medida a
consideración de la Comisión Bicameral Permanente, cuya composición deberá respetar la
proporción de las representaciones políticas de cada Cámara. Esta comisión elevará su despacho
en un plazo de diez días al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento, el que de
inmediato considerarán las Cámaras. Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la
totalidad de los miembros de cada Cámara regulará el trámite y los alcances de la intervención
del Congreso.
Los decretos de necesidad y urgencia son las normas de alcance general que dicta el Poder
Ejecutivo sobre materias legislativas, sin autorización previa del Congreso.
Así, la diferencia que existe entre los decretos delegados y los decretos de necesidad y
urgencia es que, en este caso, no existe una habilitación previa del Poder Legislativo.
La Constitución dispone, en principio, la prohibición al Poder Ejecutivo de dictar normas de
contenido legislativo.
El decreto de necesidad es de carácter extraordinario y provisorio ya que, por un lado, sólo
procede cuando estén presentes los supuestos de hecho tasados en el texto constitucional y, por el
otro, el decreto debe ser aprobado inmediatamente por el Congreso.
a) Requisito de admisibilidad: La existencia de circunstancias excepcionales que hagan
imposible seguir los trámites ordinarios previstos por la Constitución para la sanción de las leyes.
Para ello, resulta necesario determinar en qué casos existe una circunstancia excepcional
que hace imposible seguir el trámite para la formación y sanción de las leyes. Ciertamente, debe
tratarse de una situación de carácter extraordinario o excepcional, esto es, un hecho no habitual,
imprevisible o difícilmente previsible. A su vez, este estado de emergencia, por su carácter
extraordinario, debe ser necesariamente transitorio. El estado de emergencia no justifica por sí solo
el dictado de los decretos si, además, no existe la imposibilidad de seguir el trámite legislativo
ordinario.
Por otra parte, las medidas estatales dictadas en este contexto deben ser necesarias y
urgentes. El acto es necesario cuando la crisis es de suma gravedad y constituye el único medio
institucional idóneo para superar la situación excepcional.
b) Requisito material: Materias sobre las que el Presidente puede ejercer excepcionalmente
la atribución.
Las materias prohibidas expresamente son los asuntos penales, tributarios, electorales y de
partidos políticos.
c) Requisito subjetivo: El órgano competente para el dictado de los decretos de necesidad es
el Presidente. Aunque cierto es también que el acto reviste carácter complejo, toda vez que sólo es
válido si está acompañado por el refrendo del Jefe de Gabinete de Ministros y, además, es
aprobado en acuerdo general de ministros.
d) Requisito de forma y de control: El Jefe de Gabinete, luego del refrendo del decreto, debe
elevarlo en el plazo de diez días a la Comisión Bicameral. A su vez, ésta (en igual plazo) debe
dictaminar y elevar el informe ante el Pleno de ambas Cámaras. Por último, las Cámaras deben
tratar el decreto legislativo.
El trámite reglado en la Ley 26.122 Balbín lo condensa en las siguientes pautas:
- La Comisión debe expedirse acerca de la validez o invalidez del decreto y elevar el
dictamen al plenario de cada cámara para su expreso tratamiento. A su vez, el dictamen debe
pronunciarse expresamente sobre la adecuación del decreto a los requisitos formales y sustanciales
establecidos constitucionalmente para su dictado.
- En caso de que el Jefe de Gabinete no remita en el plazo establecido a la Comisión los
decretos, dicha Comisión se abocará de oficio a su tratamiento. En tal caso, el plazo de diez días
hábiles para dictaminar, se contará a partir del vencimiento del término establecido para la
presentación del Jefe de Gabinete.
- La Comisión tiene un plazo de diez días hábiles contados desde la
presentación efectuada por el Jefe de Gabinete, para expedirse y elevar el dictamen al plenario de
cada una de las Cámaras. La Comisión debe expedirse acerca de la validez o invalidez del decreto y
elevar el dictamen al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento.
- Vencido el plazo sin que la Comisión haya elevado el correspondiente despacho, las
Cámaras se abocarán al expreso e inmediato tratamiento del decreto.
- Elevado por la Comisión el dictamen al plenario de ambas cámaras, éstas deben darle
inmediato y expreso tratamiento.
- Las Cámaras se pronuncian mediante sendas resoluciones. El rechazo o aprobación del
decreto deberá ser expreso conforme lo establecido en el artículo 82 de la Constitución Nacional.
- Las Cámaras no pueden introducir enmiendas, agregados o supresiones al texto del Poder
Ejecutivo, debiendo circunscribirse a la aceptación o rechazo de la norma mediante el voto de la
mayoría absoluta de los miembros presentes.
- El rechazo por ambas Cámaras del Congreso del decreto de que se trate implica su
derogación de acuerdo a lo que establece el artículo 2 del Código Civil, quedando a salvo los
derechos adquiridos.
- Las disposiciones de la citada Ley 26.122 y el curso de los procedimientos en ella
establecidos, no obstan al ejercicio de las potestades ordinarias del Congreso relativas a la
derogación de normas de carácter legislativo emitidas por el Poder Ejecutivo.
- Los decretos tienen plena vigencia de conformidad a lo establecido en el artículo 5 del
Código Civil y Comercial.
BOLILLA 3: LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA Y
BOLILLA 4: SISTEMAS Y PRINCIPIOS DE LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA
Clase Repaso
● ADMINISTRACIÓN CENTRAL -son órganos- Y DESCENTRALIZADA -son
entes / personas jurídicas-:
Son técnicas de organización del Estado
● CONCENTRACIÓN Y DESCONCENTRACIÓN:
● AUTONOMÍA Y AUTARQUÍA
Por lo general se crean por ley y en ella se definen sus funciones, si tienen
presupuesto o no, cómo se designan las autoridades.
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LA COMPETENCIA ESTATAL.
A. CONCEPTO Y CARACTERES.
- es obligatoria y
- es improrrogable, salvo los supuestos allí previstos.
Las competencias pueden ser expresas, cuando surgen literalmente del texto de la norma.
Sin embargo, resulta imposible que las normas contemplen previamente todos los casos y
circunstancias en los cuales el Estado deberá actuar y así cumplir con sus fines. Por lo
tanto, se ha reconocido también la existencia de competencias implícitas.
B. TIPOS DE COMPETENCIA.
C. DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIA.
García Pullés señala que “la Administración no podría concebirse seriamente como
concentrada en una persona, pues resultaría materialmente imposible atribuir semejante
enormidad de competencias a un solo sujeto. De allí que la idea de concentración absoluta
de facultades parece una clara ilusión de realización concreta imposible, al menos en el
Estado actual de complejidad de las competencias administrativas”.
a) Personalidad jurídica.
b) Asignación legal de recursos.
c) Patrimonio estatal.
d) Gobierno, conducción y administración propia.
e) Control estatal: tutela administrativa.
Es posible distinguir entre distintos entes u organismos estatales, unos con fines
estatales específicos y directos y otros con fines industriales y comerciales, a saber:
a) Entes autárquicos: son aquellos que tienen fines públicos específicos y se rigen
por el Derecho Público. Si bien se administran a sí mismos no se autorregulan, salvo en
aquellos aspectos previstos por el ordenamiento jurídico y no designan ni remueven a sus
autoridades (por ejemplo, AFIP, ANSES).
c) Entes autónomos: son aquellos que no sólo tienen fines públicos específicos en
orden a su especialidad, sino que son autónomos respecto del Poder Ejecutivo, como
ocurre con las universidades públicas y el Banco Central de la República Argentina. Tal
carácter, supone reconocer facultades para dictar sus propias normas y diseñar su
estructura; establecer el procedimiento de designación y remoción de sus autoridades;
administrar sus recursos; gestión y dirección del personal, entre otras.
Por lo tanto, habrá jerarquía cuando hay una relación de subordinación entre órganos
de una misma persona jurídica, ente u organismo para asegurar la unidad en la
acción.
- Poder de policía amplio: Se suma la intervención del Estado para proteger el Orden
Público Económico social. Se relaciona con el artículo 14 de la CN. En otras
palabras, se limitan los derechos para proteger no solo la moralidad seguridad y
salubridad públicas sino también para promover el bienestar general el bien común y
en Casos de emergencia proteger los intereses económicos de la comunidad. Se
divide en cuatro etapas según las materias en las que puede intervenir el
estado:
- Etapa 1 se limita la libertad contractual a favor del bienestar general
ante casos de emergencia pública el caso “Ercolano con lanteri” se
impugnaba la constitucionalidad de la ley de alquileres que al congelar por
dos años el precio de los mismos restringía la libertad contractual y el
derecho de propiedad la corte consideró constitucional dicha ley en favor del
bienestar general y que los derechos no son absolutos.
- Etapa 2 intervención del Estado para proteger el orden público económico
social imposición de cargas sociales y económicas
- Etapa 3 intervención Estatal por fomento de ciertas actividades en el
caso cine callao el poder de policía amplió su objeto a la defensa y
promoción de los intereses económicos de la comunidad ante la crisis laboral
se exigió las sales de cine que presentaran entre cada película un
espectáculo de teatro en vivo para darle así trabajo a actores desocupados
para lo cual tendrían que reacondicionar salas construir escenarios
camarines y podrían cobrar los espectadores un Plus por dicha contratación
la corte Consideró que esas obligaciones o cargas no eran inconstitucionales
porque los gastos se transferían a cobrar un Plus en el valor de las entradas
para aquellos que quisieran ver el espectáculo diera para beneficiar intereses
económicos de la sociedad Por ende la medida era razonable.
- Etapa 4 intervención Estatal por razones de emergencia económica
nacional el estado puede ejercer poder de policía por decreto ante
emergencias se dictan normas para recomponer la situación de
emergencia o peligro colectivo causados por circunstancias
económicas o sociales.En el caso Peralta la corte expresó que
inconstitucional el decreto sobre depósito bancario porque el país se
encontraba entre una emergencia económica el estado también puede
intervenir por razones de solidaridad social desde la reforma del 94 en
adelante o a causas de desastres naturales
● RAZONABILIDAD:
○ Relación entre medios y fines
○ Proporcionalidad
○ Medida más idónea y menos restrictiva
● LEY FORMAL: Debe provenir del legislativo porque tiene la legitimidad democrática
para ejercer esa función
Lo realiza la administración.
Implica que existe una situación coyuntural que permite alterar. Aún así no se puede
desconocer la CN.
b) De alcance particular: esta característica tiene que ver con su contextura abierta o
cerrada respecto de los destinatarios y la individualización de éstos en el propio acto. Así, el
acto es particular cuando dice quiénes son sus destinatarios y –además- ese campo es
cerrado, es decir, tal como explica Balbín “…el acto es particular (acto administrativo) si
individualiza a los sujetos destinatarios, aun cuando se trate de un conjunto de individuos y
no de un solo sujeto, y —además— ese campo es cerrado; mientras que el reglamento es
de alcance general porque su campo subjetivo es indeterminado y abierto…”.
Sin embargo, no todos los actos dictados por el Poder Ejecutivo son actos
administrativos. Ya veremos seguidamente otros medios o instrumentos a través de los
cuales el Poder Ejecutivo manifiesta sus decisiones.
Es una de las denominadas formas jurídicas administrativas, esto es, uno de los
medios o instrumentos por los cuales el Poder Ejecutivo expresa sus decisiones.
Como dijimos, el acto administrativo es de alcance particular o individual siempre que el o los
sujetos destinatarios estén individualizados en el propio acto y su campo esté cerrado, no pudiendo
restarse o sumarse otros.
Por su parte, las vías de hecho constituyen un comportamiento material pero de carácter
ilegítimo, antijurídico. El artículo 9º de la LNPA establece que “La Administración se abstendrá:
Asimismo, a fin de que se configure el silencio y así pueda acudir el particular a la vía judicial,
la norma mencionada señala que “…Si las normas especiales no previeren un plazo
determinado para el pronunciamiento, éste no podrá exceder de sesenta días. Vencido el plazo
que corresponda, el interesado requerirá pronto despacho y si transcurrieren otros treinta días sin
producirse dicha resolución, se considerará que hay silencio de la Administración.”
1. Competencia:
2. Causa:
3. Objeto:
El objeto del acto administrativo es aquello sobre lo que el acto decide, resuelve o
declara. Es aquello en lo que el acto consiste; es, concretamente, la decisión,
certificación, opinión, etc. contenida en la declaración que el acto implica.
El artículo 7º inciso c) de la LNPA establece que “…el objeto debe ser cierto y física
y jurídicamente posible debe decidir todas las peticiones formuladas, pero puede
involucrar otras no propuestas, previa audiencia del interesado y siempre que ello no afecte
derechos adquiridos…”.
b) Debe decidir todas las cuestiones propuestas: este deber administrativo constituye el
correlato al derecho otorgado al administrado por el artículo 1º, inciso f), apartado 3) de la LNPA,
según el cual el acto decisorio debe hacer expresa consideración de los principales argumentos y de
las cuestiones propuestas, que fueran conducentes a la solución del caso.
Cabe señalar que si se trata de una actividad reglada, el objeto del acto aparecerá
predeterminado por la norma, mientras que en el caso de que el acto sea consecuencia del ejercicio
de facultades discrecionales, aunque la Administración disponga de un margen de libertad para
emitir el acto, el objeto del acto debe adaptarse al marco general normativo y al principio de
juridicidad.
d) Procedimiento:
La norma agrega, además, que “…Sin perjuicio de lo que establezcan otras normas
especiales, considérase también esencial el dictamen proveniente de los servicios
permanentes de asesoramiento jurídico cuando el acto pudiere afectar derechos
subjetivos e intereses legítimos.”
El procedimiento administrativo es el conjunto de principios y reglas que sigue el Poder
Ejecutivo, por medio de actos preparatorios y actuaciones materiales, con el objeto de expresar sus
decisiones. Así, las decisiones del Estado se llevan a cabo formalmente por medio de
procedimientos reglados y obligatorios impuestos por el legislador.
4. Motivación:
Balbín señala que este elemento esencial del acto “…sin perjuicio de su recepción en
el texto de la ley, nace básicamente del principio de razonabilidad y publicidad de los actos
estatales; es decir, el Estado debe dar a conocer el acto y, en especial, sus razones.”
5. Finalidad:
Asimismo, la norma impone que las medidas que el acto involucre deber ser proporcionalmente
adecuadas a la finalidad, esto es, la adecuación de los medios escogidos al fin que se persigue con
su dictado.
Este elemento, también, cobra particular relevancia en los actos dictados en ejercicio de
facultades discrecionales, puesto que en ellos existe la posibilidad elegir entre dos o más soluciones
igualmente posibles dentro del ordenamiento jurídico y, por tanto, aquella que adopte -entre las
posibles- debe ser la más adecuada y conveniente al cumplimiento la finalidad prevista en las
normas.
6. Forma:
En este punto, debe tenerse presente que por la Ley 25.506 se reconoció el empleo de la firma digital y a
partir del Decreto Nº 561/16 se dispuso la implementación del Sistema de Gestión Documental Electrónica
(GDE) en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional, razón por la cual –actualmente- en ese ámbito todos los
actos administrativos se dictan, fechan, y registran en esa plataforma y son suscriptos digitalmente por los
titulares de los órganos respectivos.
ELEMENTOS ACCESORIOS O ACCIDENTALES DEL ACTO ADMINISTRATIVO
a) Plazo o término:
Es el lapso en el cual el acto comienza o termina de producir los efectos jurídicos que
le son propios. El plazo es un hecho futuro y cierto, en razón del cual nacen o cesan los
efectos del acto administrativo.
Puede ser suspensivo cuando los efectos del acto son diferidos hasta el cumplimiento
del término allí fijado, o resolutorio cuando los efectos del acto comienzan, pero cumplido el
plazo allí determinado cesan.
b) Condición:
c) Modo:
Introducción.
a) Vicios en la competencia:
Esto implica que la incompetencia sólo puede ser saneada cuando fuera en razón
del grado, es decir, cuando el acto hubiera sido emitido por un órgano de inferior jerarquía
a aquel que tenía la facultad de dictarlo. Sin embargo, en este caso, debe verificarse que
esa facultad fuera susceptible de ser delegada o sustituida.
En tal caso, el acto será anulable y no nulo, ya que el órgano superior podrá ratificar
el acto dictado por el inferior. En ese orden, el artículo 19 de la LNPA establece que el acto
administrativo anulable puede ser saneado “…a) ratificación por el órgano superior, cuando
el acto hubiere sido emitido con incompetencia en razón de grado y siempre que la
avocación, delegación o sustitución fueren procedentes.”
b) Vicios en la causa:
En cambio, el antecedente de hecho falso será relevante cuando el elemento causa no pueda
subsistir, es decir, que el antecedente de hecho cierto no permita que se decida como se hizo.
Siguiendo el ejemplo anterior, sería si la Administración detectara que, en lugar de 30 años de
aporte, el beneficiario sólo tenía 15 años. El acto, entonces, no es susceptible de ser saneado.
c) Vicios en el objeto:
En ese orden, se ha referido que la ley cuya violación determina la invalidez del acto
no es sólo la norma que en tal carácter sanciona el Congreso de la Nación, pues se debe
considerar comprendido en ella a todo el bloque de juridicidad, por ejemplo, a los
reglamentos administrativos. Por otra parte, en tanto el artículo 7º inciso c) de la LNPA
prescribe que el objeto del acto debe ser cierto y física y jurídicamente posible y debe
decidir todas las peticiones formuladas, se concluye que –cuando así no sea- será
nulo o anulable, de acuerdo a la gravedad del vicio.
d) Vicios en el procedimiento:
e) Vicios en la motivación:
Por otra parte, conviene recordar la particular relevancia que adquiere este elemento
cuando el acto administrativo es dictado en ejercicio de facultades discrecionales,
puesto que el órgano emisor deberá explicar los motivos que lo llevaron a escoger esa
decisión entre todas las posibles. f) Vicios en la finalidad:
El artículo 14, inciso b), de la LNPA incluye entre los supuestos que conllevan la
nulidad absoluta del acto “…por violación… de la finalidad que inspiró su dictado.”
Asimismo, el artículo citado establece que las medidas que el acto disponga deben ser
proporcionalmente adecuadas a la finalidad que persigue. Por último, cabe destacar que este elemento
adquiere suma importancia en el caso de actos administrativos dictados en ejercicio de facultades
discrecionales, ya que el órgano al elegir entre una de las diversas opciones posibles, debe hacerlo teniendo en
consideración aquella más ajustada a las finalidades previstas en la norma que lo facultan a dictarlo.
g) Vicios en la forma:
Finalmente, el artículo 14, inciso b), de la LNPA precisa que el acto administrativo será
nulo “…por violación… de las formas esenciales…” Tal como se refirió oportunamente,
la forma del acto se encuentra prevista como un elemento esencial en el artículo 8 de la
LNPA que prescribe que el acto deberá manifestarse expresamente y por escrito, debe
indicar lugar y fecha en que se lo dicta y debe contener la firma de la autoridad que lo
emite. Sólo excepcionalmente puede utilizarse una forma distinta.
No obstante, de acuerdo a la gravedad del vicio que lo afecte, será nulo o anulable.
h) Vicios en la voluntad:
Así, debe recordarse -como señala Hutchinson- que “…El Estado, para el cumplimiento de sus funciones,
actúa por medio de órganos. La existencia de una ‘voluntad estatal’ se exterioriza mediante una declaración
expresada en las formas legales. El acto administrativo se aprecia a través de esa declaración. Se usa, pues,
la denominación ‘voluntad’ administrativa como una metáfora, pues la voluntad sólo puede concebirse como un
fenómeno psicológico…”.
De tal modo, el acto es nulo o nulo de nulidad absoluta o irregular cuando contiene
vicio en alguno de sus elementos esenciales que impiden su subsistencia. En otras
palabras, el acto es nulo por ilegítimo.
¿Cómo es posible saber cuándo el interés público está o no gravemente lesionado? el legislador
establece un criterio o guía que es la presunción de que la lesión es grave sobre el interés público cuando, en
virtud del vicio del acto bajo análisis, desaparece alguno o varios de los elementos esenciales. Es decir, el
legislador presume que, en caso de inexistencia de cualquiera de los elementos esenciales, se ha violado
gravemente el interés colectivo. En caso contrario, esto es, subsistencia de los elementos esenciales, el vicio
constituye un defecto anulable y, por tanto, de alcance relativo.
1) si el acto irregular (viciado) estuviere firme y consentido (el acto ha sido notificado
y vencieron los plazos para su impugnación en sede administrativa y judicial)
Dicho esto, cabe señalar que los tres supuestos que determinan la procedencia de la
revocación en sede administrativa de los actos anulables son también aplicables al acto
nulo. En otras palabras, si frente a un acto administrativo irregular (nulo de nulidad
absoluta) se dan cualquiera de los tres supuestos enunciados en el artículo 18 para el acto
regular (anulable de nulidad relativa), también la Administración podrá revocarlo en sede
administrativa. Por último, cabe mencionar que los actos administrativos regulares
(anulables y válidos) pueden ser revocados, modificados o sustituidos por razones de
oportunidad, mérito o conveniencia.
Ahora bien, si eso ocurre, el Estado está obligado a indemnizar al interesado respecto
del cual el acto revocado hubiere generado derechos subjetivos.
Por otra parte, el acto administrativo que revoca modifica o sustituye otro acto por
razones de oportunidad, mérito o conveniencia deberá ser legítimo. En ese sentido, cobra
un papel fundamental la motivación del acto administrativo que resuelve revocar, modificar
o sustituir otro acto, ya que se debe explicitar la razonabilidad de la decisión; además de
reunir los restantes elementos esenciales.
3. La caducidad del acto administrativo.
CONCEPTO
Así, las resoluciones del Estado se llevan a cabo formalmente por medio de
procedimientos reglados y obligatorios impuestos por el Legislador. Por lo tanto, según
Balbín, el procedimiento es un modo de elaboración de las decisiones estatales y constituye
un límite al ejercicio del poder estatal.
- Por un lado, busca asegurar, proteger y garantizar los derechos de las personas
puesto que a través del procedimiento hacen valer sus derechos;
- y por otro lado, en tanto el procedimiento es la forma que adopta la actuación de la
Administración, debe asegurar la eficacia de su gestión.
Por otra parte, conviene reiterar que el procedimiento es, además, conforme a lo
dispuesto por el artículo 7º inciso d) de la LNPA, un elemento esencial del acto
administrativo ya que antes de su emisión, la Administración debe cumplir los
procedimientos esenciales y sustanciales previstos y los que resulten implícitos del
ordenamiento jurídico.
Este requisito esencial del acto administrativo, como sabemos, condiciona la validez
del acto administrativo puesto que el incumplimiento de los procedimientos previstos por el
ordenamiento jurídico vigente conlleva su nulidad. Así, los contratos administrativos
supeditan su validez y eficacia al cumplimiento de ciertas formalidades exigidas por las
disposiciones legales y reglamentarias vigentes, que refieren a la forma y a los
procedimientos de contratación.
CLASIFICACIÓN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
Según este principio, todo el accionar del Estado debe someterse íntegramente al
ordenamiento jurídico. En otras palabras, el procedimiento administrativo debe sujetarse al
bloque de legalidad.
Por ordenamiento jurídico o bloque de legalidad debe entenderse todo el sistema normativo desde la
Constitución hasta las disposiciones administrativas y reglamentarias, incluyendo los principios generales del
derecho y los tratados internacionales.
A su vez, en el concepto de legalidad se encuentra implícito el de jerarquía normativa, es decir, el de la
prelación en la aplicación de las normas donde unas prevalecen sobre otras (artículo 31 y 75, inciso 22, de la
Constitución Nacional).
En referencia al principio de legalidad, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha expresado que “…el
sometimiento del Estado moderno al principio de legalidad, lo condiciona a actuar dentro del marco normativo
previamente formulado por ese mismo poder público que, de tal modo, se autolimita. El ejercicio de tal poder,
por ende, no puede desvincularse del orden jurídico en que el propio Estado se encuentra inmerso, como lo ha
señalado esta Corte…” (Fallos: 315:2771).
De esta manera, el principio de legalidad o juridicidad reposa en la necesidad de una previa atribución de
potestades por el ordenamiento jurídico, para que la Administración pueda actuar.
Ello implica que el procedimiento administrativo debe desenvolverse en la búsqueda de la verdad jurídica
objetiva, de la realidad y sus circunstancias tal cual aquélla y estas son, independientemente de cómo hayan
sido alegadas y, en su caso, probadas por las partes (artículo 1º, inciso f, apartado 2º, de la LNPA).
En el procedimiento administrativo el órgano debe ajustarse a los hechos, prescindiendo de que ellos
hayan sido o no alegados y probados por las personas y que la Administración Pública, como gestora del bien
común tiene que buscar la verdad objetiva y realizar la justicia, impulsando el procedimiento para llevarlo a
cabo, cualquiera fuere la intervención e impulso que tuvieran los administrados.
No obstante, también incumbe a las partes el impulso del procedimiento en ciertas circunstancias y así lo
establece el artículo 21 de la LNPA, en tanto prescribe que la Administración podrá declarar unilateralmente la
caducidad de un acto administrativo cuando el interesado no cumpliere las condiciones fijadas en el mismo,
pero deberá mediar previa constitución en mora y concesión de un plazo suplementario razonable al efecto.
De acuerdo al artículo 1º, inciso c), de la LNPA, constituye un principio excusar a las
personas de la inobservancia de exigencias formales no esenciales y que puedan ser
cumplidas posteriormente.
Este informalismo, o también denominado formalismo moderado, implica que el trámite es válido aun
cuando el interesado no cumpla con ciertas exigencias (siempre que se trate de aquellas formas no esenciales),
que puede cumplir con posterioridad. Al respecto, se aclara que el principio de informalismo es sólo es a favor
del particular, más no del Estado.
D) Principio de debido proceso adjetivo
b) Derecho a ofrecer y producir pruebas: el ofrecimiento de pruebas de descargo y que ellas sean
efectivamente producidas en forma previa a la decisión, constituye un derecho del administrado, cuyo
ejercicio no obsta a la circunstancia de que sea la Administración la que requiera y realice las
diligencias necesarias para el esclarecimiento de los hechos, con fundamento en los principios de
instrucción de oficio y verdad material.
Promueve esta garantía no solo el derecho de defensa del particular, sino también a ubicar su aporte o
colaboración con la Administración en la realización del interés público. Al respecto la norma establece
la posibilidad de “…ofrecer prueba y que ella se produzca, si fuere pertinente, dentro del plazo que la
administración fije en cada caso, atendiendo a la complejidad del asunto y a la índole de la que deba
producirse, debiendo la administración requerir y producir los informes y dictámenes necesarios para
el esclarecimiento de los hechos y de la verdad jurídica objetiva; todo con el contralor de los
interesados y sus profesionales, quienes podrán presentar alegatos y descargos una vez concluido el
período probatorio…”.
c) Derecho a una decisión fundada: esta exigencia comprende la consideración expresa de todas y
cada una de las cuestiones propuestas, y de los argumentos principales planteados por la parte
conducentes a la emisión de una decisión razonable o proporcionada al fin perseguido. Es decir, lo
resuelto no solo debe estar fundado sino que tal fundamento debe serlo expresamente sobre las
cuestiones propuestas, pues ello es corolario del ‘principio de congruencia’ que refiere a que lo
decidido debe estar acorde con los acontecimientos o cuestiones que determinan o dan lugar a esa
decisión.
En definitiva, el derecho apunta a “…Que el acto decisorio haga expresa consideración de los
principales argumentos y de las cuestiones propuestas, en tanto fueren conducentes a la solución del
caso.”
Por esta razón, cobra singular importancia la motivación de los actos administrativos que constituye
uno de sus elementos esenciales, es decir, es necesario que la Administración explique y de razones
de sus decisiones.
El RLNPA, en su artículo 7º, define al expediente administrativo como "el conjunto ordenado de
documentos y actuaciones que sirven de antecedente y fundamento al acto administrativo así como las
diligencias encaminadas a ejecutarlo. Seguidamente, establece que “Los expedientes administrativos tendrán
formato electrónico y se integrarán mediante la agregación ordenada de los documentos, pruebas, dictámenes,
informes, acuerdos, notificaciones y demás diligencias que deban integrarlos. …”.
Los escritos en el marco del procedimiento administrativo deben cumplir ciertas formalidades. En ese
sentido, se podrán presentar escritos en la mesa de entradas del órgano u organismo de que se trate o en
forma electrónica a través de la plataforma electrónica de Trámites a Distancia (TAD), por sí, o mediante
representantes o apoderados.
Deben ser redactados en idioma nacional; contener en la parte superior un resumen del petitorio y estar
suscriptos por los interesados, sus representantes legales o apoderados.
Asimismo, los escritos deben contener los siguientes recaudos: nombres y apellido, indicación de
identidad y domicilio real y constituido del interesado; relación de los hechos y si lo considera pertinente, la
norma en que el interesado funde su derecho; la petición concretada en términos claros y precisos; ofrecimiento
de toda la prueba de que el interesado ha de valerse, acompañando la documentación que obre en su poder y,
en su defecto, su mención con la individualización posible, expresando lo que de ella resulte y designando el
archivo, oficina pública o lugar donde se encuentren los originales; y la firma del interesado o de su
representante legal o apoderado.
Cuando se inicie una actuación administrativa, la Mesa de Entradas o Receptoría del órgano u
organismo deberá otorgar una constancia con la identificación del expediente que se origine, en tanto que los
interesados pueden pedir verbalmente que se les certifique una copia de esta.
Por otra parte, la norma dispone que los plazos se computarán a partir del día
siguiente al de la notificación y que cuando se trate de actos que deban ser
publicados, regirá lo dispuesto por el artículo 2º del Código Civil.
Al respecto, vale recordar que el Código Civil fue derogado por la Ley N° 26.994
que aprobó el Código Civil y Comercial vigente y, conforme dispone en el artículo
5º, las leyes rigen después del octavo día de su publicación oficial, o desde el día
que ellas determinen.
También dicha norma establece que el plazo podrá ser prorrogado por la
Administración, de oficio o a pedido del interesado, antes de su vencimiento, por el
tiempo razonable que fijare mediante resolución fundada y siempre que no resulten
perjudicados derechos de terceros.
Las pruebas son las herramientas de que intentan valerse las partes para sustentar sus pretensiones y
derechos. Es una actividad procedimental destinada a dar certeza al funcionario administrativo sobre los
hechos discutidos, indispensables para fundar el acto administrativo. Por lo tanto, el Estado puede, en el trámite
del procedimiento administrativo, ordenar la producción de las pruebas que considere pertinentes para alcanzar
la verdad material, tal como surge del artículo 1, inciso f) apartado 2, de la LNPA.
El artículo 46 del RLNPA establece que la Administración de oficio o a pedido de parte, podrá disponer la
producción de prueba respecto de los hechos invocados y que fueren conducentes para la decisión, fijando el
plazo para su producción y ampliación, si correspondiere.
En otras palabras. las pruebas pueden ser ofrecidas por las partes u ordenadas directamente de
oficio por el órgano administrativo interviniente como medida para mejor proveer.
Se admiten todos los medios de prueba, salvo los que fueran manifiestamente improcedentes, superfluos
o meramente dilatorios. En este orden, el RLNPA contempla los siguientes medios de prueba:
a) Prueba documental:
b) Prueba de informes:
c) Prueba testimonial:
d) Prueba pericial:
e) Prueba confesional
Una vez sustanciadas las actuaciones de prueba, se dará vista de oficio y por diez (10) días a la parte
interesada para que opine (alegato) sobre el valor de la prueba producida en el procedimiento administrativo
(artículo 60, RLNPA). Igualmente, luego de producido el alegato, el órgano competente podrá disponer la
producción de nueva prueba como medida de mejor proveer.
Por último, una vez presentado el alegato o vencido el plazo para hacerlo y producido el dictamen
jurídico (artículo 7º, inciso d), de la LNPA), el órgano competente debe dicta el acto que resuelve y pone fin a
las actuaciones (artículo 61, RLNPA).
LAS VISTAS Y NOTIFICACIONES EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
“1. La consulta sin suspensión de plazo de las actuaciones por medios electrónicos
en la plataforma TAD es automático y no requerirá de solicitud expresa del interesado. El
usuario o el apoderado podrán acceder al contenido de los expedientes que haya iniciado a través de dicha
plataforma TAD. El usuario podrá consultar la última fecha de modificación, el estado del expediente y su
ubicación actual; también tendrá acceso a los documentos que se hayan vinculado. Si el trámite está en curso,
mediante el documento Constancia de Toma de Vista, queda registro de la consulta dentro del expediente
electrónico, sin suspensión de plazo.
En ese orden, el artículo 76 del RLNPA dispone que, si a los efectos de articular un recurso
administrativo, la parte interesada necesitare tomar vista de las actuaciones, quedará suspendido el plazo para
recurrir durante el tiempo que se le conceda al efecto, en base a lo dispuesto por el artículo 1º, inciso e),
apartados 4) y 5) de la LNPA.
Agrega la norma que la mera presentación de un pedido de vista suspende el curso de los plazos, sin
perjuicio de la suspensión que cause el otorgamiento de la vista. En igual forma, suspenderá los plazos
previstos en el artículo 25 de la LNPA, es decir, aquellos plazos para impugnar judicialmente.
En definitiva, por el artículo 76 del RLNPA, al solicitar vista el plazo para interponer un recurso
administrativo se suspende y se reanuda, contabilizando los días previos a su suspensión, tras el vencimiento
del término por el cual fue otorgado. Debe computarse en su totalidad el plazo de diez (10) días hábiles
administrativos que el RLNPA le otorga al interesado para tomar vista de las actuaciones.
LAS NOTIFICACIONES
Ya hemos dicho, al referirnos a la eficacia del acto administrativo, que se ha debatido acerca de si la
notificación es un requisito de validez de aquel, es decir, si la falta de notificación al interesado conlleva su
invalidez, o bien, si se trata de un requisito de eficacia y, por tanto, sólo relativo a sus efectos. No obstante que
la norma menciona expresamente que la notificación resulta un recaudo necesario para que el acto
administrativo adquiera eficacia, éste también ha sido el criterio reconocido por la Corte Suprema de Justicia de
la Nación que señalado que la falta de notificación dentro del término de vigencia de la ley no hace a la validez
del acto sino a su eficacia y la circunstancia de que éste fuera notificado no anula el acto, que sólo será eficaz a
partir de la notificación (Fallos 298:172 y 324:4289).
Continuando con el tema, el artículo 40 del RLNPA establece que las notificaciones se diligenciarán
dentro de los cinco días computados a partir del día siguiente al del acto administrativo objeto de notificación.
Asimismo, dispone que las notificaciones deberán indicar los recursos que se puedan interponer contra dicho
acto administrativo y el plazo dentro del cual deben articularse los mismos o, en su caso, si el acto agota las
instancias administrativas. La omisión o el error en que se pudiera incurrir al efectuar tal indicación no
perjudicará al interesado ni permitirá darle por decaído su derecho. En ese sentido, se prevé que la falta de
indicación de los recursos ocasionará, a partir del día siguiente de la notificación, el inicio del plazo perentorio
de sesenta (60) días para deducir el recurso administrativo que resulte admisible. En tanto que si se omitiera la
indicación de que el acto administrativo agotó las instancias administrativas, el plazo para deducir la demanda
indicada en el artículo 25 de la LNPA comenzará a correr transcurrido el plazo precedentemente indicado.
Los medios de notificación según el artículo 41 del RLNPA son, entre otros, los siguientes:
a) acceso directo de la parte interesada, su apoderado o representante legal al expediente
b) presentación de cualquier escrito, siempre que de ello resulte que el interesado tiene conocimiento
fehaciente de acto respectivo;
c) por cédula
d) por telegrama con aviso de entrega
e) por carta documento
f) por edictos
g) por medio de la plataforma electrónica de trámites a distancia (TAD); etc
En suma, cuando resuelve en forma expresa debe: a) aceptar el planteo; b) desestimar el planteo y c)
revocar, modificar o sustituir el acto de que se trate.
Si fueran varias las partes interesadas, el desistimiento de solo alguna o algunas de ellas al procedimiento o al
derecho no incidirá sobre las restantes, respecto de quienes seguirá sustanciándose el trámite respectivo en
forma regular.
Finalmente, si la cuestión planteada pudiera llegar a afectar de algún modo el interés general, el desistimiento
del procedimiento o del derecho no implicará la clausura de los trámites, lo que deberá ser declarado por
resolución fundada, prosiguiendo las actuaciones hasta que recaiga la decisión pertinente. Esta decisión podrá
beneficiar, incluso, a quienes hubieren desistido.
El desistimiento tiene efectos a partir del acto administrativo que hace lugar al planteo.
b) Renuncia: es el abandono no ya del trámite sino del derecho o pretensión de fondo del
interesado. Por lo tanto, ya no podrá intentar otro reclamo con posterioridad, salvo que se
trate de derechos irrenunciables. La renuncia produce efectos a partir del acto
administrativo que hace lugar al planteo.