Literatura Moderna
Literatura Moderna
Literatura Moderna
El propio Hemingway declaró que su labor como periodista lo había influido incluso
estéticamente, pues lo obligó a escribir frases directas, cortas y duras, excluyendo
todo lo que no fuera significativo. Su producción periodística, por otra parte,
también influyó en el reportaje y las crónicas de los corresponsales futuros.
Entre sus primeros libros se encuentran Tres relatos y diez poemas (1923), En
nuestro tiempo (1924) y Hombres sin mujeres (1927), que incluye el antológico
cuento "Los asesinos". Ya en este cuento es visible el estilo de narrar que lo haría
famoso y maestro de varias generaciones. El relato se sustenta en diálogos cortos
que van creando un suspense invisible, como si lo que sucediera estuviera oculto
o velado por la realidad. El autor explicaba su técnica con el modelo del témpano
de hielo, que oculta la mayor parte de su materia bajo el agua, dejando visible sólo
una pequeña parte a la luz del día.
Otros cuentos de parecida factura también son antológicos, como "Un lugar limpio
y bien iluminado", "La breve vida feliz de Francis Macomber", "Las nieves del
Kilimanjaro", "Colinas como elefantes blancos", "Un gato bajo la lluvia" y muchos
más. En algunas de sus mejores historias hay un vago elemento simbólico sobre
el que gira el relato, como una metáfora que se desarrolla en el plano de la
realidad.
Uno de los personajes de Hemingway expresa: "El hombre puede ser destruido,
pero no derrotado". Y uno de sus críticos corrobora: "Es un código que relaciona al
hombre con la muerte, que le enseña cómo morir, ya que la vida es una tragedia.
Pero sus héroes no aman mórbidamente la muerte, sino que constituyen una
exaltación solitaria de la vida, y a veces sus muertes constituyen la salvaguarda de
otras vidas". A este tipo de héroe suele contraponer Hemingway una especie de
antihéroe, como su conocido personaje Nick Adams, basado en su propia
juventud, y que hilvana buena parte de los relatos como una línea casi novelesca.
Sus novelas tal vez sean más populares aunque menos perfectas estilísticamente
que los cuentos. Sin embargo, Fiesta (1926) puede ser considerada una
excepción; en ella se cuenta la historia de un grupo de norteamericanos y
británicos, integrantes de la llamada "generación perdida", que vagan sin rumbo
fijo por España y Francia. En 1929 publicó Adiós a las armas, historia sentimental
y bélica que se desarrolla en Italia durante la guerra. En Tener y no tener (1937),
condena las injusticias económicas y sociales. En 1940 publicó Por quién doblan
las campanas, basada en la Guerra Civil española. Esta obra fue un éxito de
ventas y se llevó a la pantalla.
En 1952 dio a conocer El viejo y el mar, que tiene como protagonista a un
modesto pescador de La Habana, donde vivió y escribió durante muchos años
enfrentado a la naturaleza. Algunos críticos han visto en este texto la culminación
de su obra, porque en él confluyen el humanismo y la economía artística; otros, sin
embargo, opinan que éste no es el mejor Hemingway, por una cierta pretensión
didáctica. Hacia el final de una vida aventurera, cansado y enfermo, se suicidó
como lo haría alguno de sus personajes, disparándose con una escopeta de caza.
Para muchos, es uno de los escasos autores míticos de la literatura
contemporánea.