Novela Realista
Novela Realista
Novela Realista
causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes así como
de personajes, pasiones y costumbres, que en muchos casos sirven de insumos para la
propia reflexión o introspección. La vigesimotercera edición del Diccionario de la lengua española de
la Real Academia Española la define de manera más general como una «obra literaria narrativa de cierta
extensión» y como un «género literario narrativo que, con precedente en la Antigüedad grecolatina, se
desarrolla a partir de la Edad Moderna.1 La novela se distingue por su carácter abierto y su capacidad
para contener elementos diversos en un relato complejo. Este carácter abierto ofrece al autor una gran
libertad para integrar personajes, introducir historias cruzadas o subordinadas unas a otras, presentar
hechos en un orden distinto a aquel en el que se produjeron o incluir en el relato textos de distinta
naturaleza: cartas, documentos administrativos, leyendas, poemas, etc. Todo ello da a la novela mayor
complejidad que la que presentan los demás subgéneros narrativos.
Las características que permiten diferenciar una novela de otro género literario son las siguientes:
Difundir las vivencias, inquietudes y las ideas del autor con la finalidad de influir alguna manera en la
sociedad a la cual va dirigida.
Difundir costumbres, Forma de vida y las aspiraciones de un grupo social determinado.
En España, concretamente, el siglo XIX es el siglo de la narrativa. En las primeras décadas del siglo hubo
cultivadores de novela histórica, de escasa, si no nula, repercusión. Más tarde se adoptará el folletín. Y a
partir de mediados de siglo (más exactamente de 1868), mostraron carta de naturaleza el realismo y su
máxima expresión, el naturalismo. Muchos escritores, al mismo tiempo, se dedicaron al periodismo
escrito, bien para alcanzar la gloria literaria o para defender posturas políticas o ideológicas. Los máximos
exponentes del realismo español serán Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas «Clarín».
La novela realista española, como se ha dicho, se apoya en la extensa tradición que atesoraba el género,
así como en la nueva visión del mundo que se había difundido por toda Europa, especialmente a cargo de
los novelistas ingleses, franceses y rusos. La derivación del realismo que representa el
llamado Naturalismo, se inicia con la obra La desheredada de Benito Pérez Galdós (1881), inspirada
en L´Assomoir (1877), del fundador de la corriente, el francés Émile Zola..
Emilia Pardo Bazán se añadirá pronto al Naturalismo (para sorpresa de Zola) con su controvertido texto La
cuestión palpitante (1882), y con La tribuna, primera novela española que cuenta con un protagonista de
clase trabajadora. Se trata de la llamada Generación del 68, realistas y naturalistas a la española, con una
literatura hasta cierto punto comprometida y progresista que no se conocía anteriormente. En España, la
corriente realista tendrá importantes repercusiones en novelistas posteriores pertenecientes a
la Generación del 98, como Pío Baroja, Azorín, Ramiro de Maeztu, etc. Algunos estudiosos incluyen
también en este grupo a Vicente Blasco Ibáñez.
Características
El costumbrismo
El sello del catolicismo y la defensa de los valores tradicionales
Indefinición de personajes
Influencia de la novela rusa
La economía del escritor
Personajes y modas específicos de la época
Ambientaciones típicas
Principales autores del realismo literario
Los siguientes autores son reconocidos a nivel mundial por el impacto que generaron sus
obras, cada uno conlleva un estilo propio donde representan lo habitual de manera objetiva.
2- Henrik Ibsen nació en Noruega el 20 de marzo de 1928 y falleció del 23 de mayo de 1906, a
los 78 años. Fue un poeta y dramaturgo noruego.
En sus obras cuestionaba los valores, los modelos familiares, los problemas sociales de su
época y los convertía en argumento de debate.
Algunas de sus obras que aluden al realismo socio-crítico son Casa de
muñecas (1989),Espectros (1881) y Un Enemigo del Pueblo (1882).
5- Guy de Maupassant El escritor francés (1850-1893) representa a principios del siglo XIX una
imagen real de la cotidianidad, con personajes llenos de problemas y prejuicios sociales.
Con tan sólo 10 años dentro de producción literaria dejó una gran basta colección de obras con
más de seis novelas, 300 cuentos, varios volúmenes de crónicas periodísticas, etc.
Su lenguaje optaba por uno coloquial y crítico, bajo el minucioso concepto de la verdad donde
lograba representar la objetividad de su alrededor
6- Stendhal – Francia Escritor francés cuyo nombre real era Marie-Henri Beyle, pero fue
conocido por su psudónimo Stendhal.
Representó al hombre dentro de una sociedad en constante evolución y coartado por los
acontecimientos económicos y políticos.
Armancia (1826), Rojo y Negro (1830) y La Cartuja de Parma (1839), son solo algunas de sus
obras.
7- Fedor Dostoievsky Rusia (1821-1881) es uno de los representantes literarios del realismo
ruso. Su objetividad verídica, estudios psicológicos en cuanto al comportamiento de la vida y
conflictos humanos, poseen un incalculable valor estético.
Sus novelas llevaron al lector a plantearse la concepción humanista del mundo y a pensar en la
renovación interior del hombre.
Algunas de sus obras son Crimen y Castigo, Los Hermanos Karamazov, Humillados y Ofendidos.
8- León Tolstói – Rusia (1828-1910), es conocido por obras como Anna Karenina y Guerra y
Paz,novelas admiradas por los exponentes realistas.
Reflejan un sentido de la diversidad en la sociedad rusa de la época, al igual que las creencias y
vivencias de los propios personajes.
Entre sus obras más destacadas: Oliver Twis, historia de dos ciudades, tiempos difíciles y un
cuento de navidad.
10- Honoré de Balzac – Francia es valorado por muchos como el fundador de la novela realista
en sus obras se distingue la insaciable reflexión en la representación de la sociedad francesa.
Su primer gran éxito de ventas y novela más famosa fue Eugenia Grandet (1833)