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Formación Continuada para Enfermería 1

ENFERMERÍA Y VACUNAS III

CURSO DE FORMACIÓN CONTINUADA

ENFERMERÍA Y VACUNAS III


Formación Continuada para Enfermería 2
ENFERMERÍA Y VACUNAS III
Formación Continuada para Enfermería 3
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

PROGRAMA

1. El paciente con enfermedad crónica.

2. Prevención de enfermedades inmunoprevenibles en paciente crónico.


Papel de los profesionales de enfermería en atención primaria.

3. Vacunas recomendadas en el paciente crónico.


3.1 Tétanos-Difteria-Tos ferina
3.2 Hepatitis A y B
3.3 Neumococo
3.4 Haemophilus Influenzae tipo B
3.5 Gripe
3.6 Meningococo C
3.7 Meningococo B
3.8 Varicela
3.9 Herpes-Zoster

4. Vacunación del paciente crónico pediátrico


4.1 Enfermedad respiratoria cardiaca y renal crónica.
4.2 Enfermedad hepática crónica.
4.3 Enfermedad endocrinometabólica
4.4 Enfermedad neurológica crónica.
4.5 Enfermedad cutáneo-mucosa crónica.
4.6 Enfermedades que cursan con hipoesplenismo
4.7 Síndrome de Down
4.8 Tratamiento inmunosupresor.
4.9 Tratamiento crónico con salicilatos

5. Vacunación en paciente crónico adulto.


5.1 Vacunación del paciente con enfermedad cardiovascular crónica.
5.2 Vacunación del paciente con enfermedad respiratoria crónica
5.3 Vacunación del paciente con enfermedad renal crónica e insuficiencia
renal
5.4 Vacunación del paciente con enfermedad hepática crónica.
5.5 Vacunación del paciente con enfermedad endocrinometabólica
5.6 Vacunación del paciente con alcoholismo crónico.
5.7 Vacunación del paciente con asplenia. Enfermedades que cursan con
hipoesplenismo.
5.8 Vacunación del paciente en tratamiento inmunosupresor
5.9 Vacunación de pacientes infectados con el Virus de Inmunodeficiencia
Humana
5.10 Vacunación de pacientes con alteraciones de la coagulación.
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1. EL PACIENTE CON ENFERMEDAD CRÓNICA

El enfermo crónico es aquel que padece un trastorno orgánico o funcional, que


persiste durante largo tiempo y puede ocasionarle una importante limitación con
deterioro de su calidad de vida y estado funcional, llegando con frecuencia a ser
invalidante y obligándole a modificar su modo de vida.
Durante los últimos años se han producido importantes cambios tanto
epidemiológicos como demográficos en todo el mundo.
Hasta mediados del siglo pasado, la mayoría de las enfermedades eran infecciosas,
agudas y con elevadas tasas de mortalidad. Las mejoras en las medidas de higiene, el
desarrollo tecnológico y los avances en medicina, han permitido controlar muchas de
estas enfermedades y convertir en crónicas algunas de aquellas que hasta no hace
mucho se consideraban mortales.
Todo ello ha ocasionado que la esperanza de vida haya aumentado de forma muy
significativa. En la Unión Europea el porcentaje de mayores de 65 años pasará del
16,1%, en el año 2000, al 27,5% en el 2050, encabezando España junto a Italia y
Japón este proceso de envejecimiento a nivel mundial y estimándose que para
entonces, aproximadamente el 35% de nuestra población superará los 75 años.
Aunque la longevidad es un factor fundamental en el aumento de la cronicidad, las
personas mayores no son las únicas afectadas por enfermedades crónicas. Se estima
que el 60% de todos los años de vida ajustados por discapacidad, atribuidos a las
enfermedades crónicas, lo fueron en personas menores de 60 años y existe evidencia
del aumento de condiciones crónicas en niños y adolescentes desde 1960.
Según la Encuesta Nacional de Salud de 2006, el 11,86% de los menores de 16 años,
ha sido diagnosticado de alergia crónica, el 7% de asma, el 0,27% de diabetes, el
0,26% de tumores malignos, el 1,09% de epilepsia, el 2,01% de trastornos de la
conducta y un 0,73% de trastornos mentales.
Determinadas enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares, el
cáncer, la diabetes y las enfermedades pulmonares crónicas, ocasionan importantes
efectos adversos en la calidad de vida de los enfermos afectados y son causa de
muerte prematura. Según datos de la OMS, las enfermedades crónicas causan el 60%
de las muertes a nivel mundial.
Además, estas enfermedades, tienen efectos económicos importantes y subestimados
por las familias, las comunidades y la sociedad, siendo responsables del 75% del
gasto sanitario y de más del 80% del gasto farmacéutico en los países occidentales.
En Atención Primaria representan el 80% de la consulta diaria.
Por todo ello tanto la OMS como la Unión Europea han definido al paciente crónico
como una prioridad. En el año 2005, la OMS publica el documento de referencia,
“Preventing Chronic Diseases, a vital investment”, en el que se insta a los
sistemas de salud de todo el mundo a diseñar y establecer estrategias adecuadas con
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medidas eficaces para hacer frente al desafío de la cronicidad, reorientando sus


sistemas de atención.
El objetivo propuesto es ofrecer una atención sanitaria y social integral e integrada,
con una respuesta multidisciplinar a las necesidades de los pacientes en relación con
la promoción y prevención de la salud, la atención en la fase de descompensación y la
rehabilitación funcional, contribuyendo así a su recuperación. Siendo necesario
implicar y corresponsabilizar al paciente en la gestión de su propio proceso asistencial,
fomentando la participación, la educación sanitaria y la autoayuda.
Todo ello debe permitir, además, mejorar la sostenibilidad de los sistemas sanitarios
mediante el logro de importantes ahorros en términos de costes económicos,
sanitarios y sociales, a través de un uso más eficiente y coste efectivo de los recursos.
En España, el Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud, de 2010, ya
identificaba como necesidad, llevar a cabo una acción transversal estratégica para la
atención a las personas con enfermedades crónicas y en junio de 2012, el Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, publicó la “Estrategia para el Abordaje de
la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud”.
Actualmente varias Comunidades Autónomas han publicado ya sus propias
estrategias y muchas Sociedades Científicas han mostrado su interés por abordar el
problema de la cronicidad elaborando documentos de referencia.
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2. PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES INMUNOPREVENIBLES


EN EL PACIENTE CRÓNICO. PAPEL DE LOS PROFESIONALES
DE ENFERMERÍA EN ATENCIÓN PRIMARIA

El Sistema Nacional de Salud (SNS), en su Estrategia para el Abordaje de la


Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud, tiene como misión “establecer un
conjunto de objetivos y recomendaciones para el SNS que permitan orientar la
organización de los servicios hacia la mejora de la salud de la población y sus
determinantes, la prevención de las condiciones de salud y limitaciones en la actividad
de carácter crónico y su atención integral”.
Su visión es “Adaptar el SNS para poder responder a los cambios en las necesidades
de atención sanitaria y sociosanitaria que ocasionan el envejecimiento de la población
y el incremento de la cronificación de las condiciones de salud y limitaciones en la
actividad, garantizando la calidad, la seguridad, la continuidad en los cuidados, la
equidad y la participación social”.
Dicha estrategia propone como objetivo general “Disminuir la prevalencia de las
condiciones de salud y limitaciones en la actividad de carácter crónico, reducir la
mortalidad prematura de las personas que ya presentan alguna de estas condiciones,
prevenir el deterioro de la capacidad funcional y las complicaciones asociadas a cada
proceso y mejorar su calidad de vida y la de las personas cuidadoras”, y como objetivo
nº 7, “Prevenir, en los pacientes con condiciones de salud crónicas, la pérdida fun-
cional, las complicaciones asociadas a su enfermedad y la aparición de nuevas
enfermedades”.
De todos es conocido, que la vacunación constituye una de las actividades preventivas
más coste-efectivas de las que se dispone y una de las medidas que más ha
contribuido a la disminución de la incidencia de las enfermedades para las que se
dispone de vacunas.
Las personas con enfermedades de base que requieren un cuidado continuado, tienen
mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves tras la infección de la mayoría de
las enfermedades inmunoprevenibles, incluso aquellos pacientes que pueden ser
considerados inmunocompetentes, como es el caso de personas con enfermedades
crónicas como Cardiovasculopatías, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica,
Diabetes, Hepatopatías Crónicas y otras patologías crónicas.
La mayor supervivencia de estos pacientes en las últimas décadas obliga a una
adaptación de sus calendarios de inmunizaciones que deben incluir no sólo las
vacunas sistemáticas recomendadas por la edad, sino también aquellas
inmunizaciones indicadas por su patología de base.
En nuestro país, los programas de vacunaciones se llevan a cabo mayoritariamente en
Atención Primaria. El desarrollo de actividades de promoción de la salud y de
actuaciones preventivas es uno de los pilares sobre los que se fundamentan la
organización y el trabajo de los equipos de atención primaria que al ser la puerta de
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entrada al Sistema sanitario y tener un alcance prácticamente universal de la


asistencia, desempeña un papel fundamental en el campo de la prevención.
El papel de los profesionales de Atención Primaria en los programas de vacunación,
es amplio y complejo, en la tabla 1, se detallan sus funciones:

Tabla 1.
Papel de los profesionales de Atención Primaria en los programas de
vacunación
Funciones
Suministro de vacunas, • Recepción de vacunas
recepción y • Mantenimiento de la cadena de frío
mantenimiento de la • Contabilización de las vacunas
cadena de frío • Gestión de pedidos.
• Aplicación de los calendarios vacunales y
recomendaciones de uso de las vacunas.
• Captación de la población diana.
Aplicación de los
• Educación: Reforzar la confianza de usuarios y
calendarios vacunales y
profesionales en las vacunas
recomendaciones de
• Administración de vacunas. Protocolización del acto
uso de las vacunas,
vacunal.
captación de la
• Gestión de contraindicaciones.
población diana,
• Información sobre seguridad de las vacunas.
administración de
vacunas • Tratamiento de las reacciones adversas inmediatas.
• Pautas de vacunación en casos especiales.
• Evitar oportunidades perdidas de vacunación. Adaptación
de procesos administrativos.
Farmacovigilancia de • Detección precoz de los posibles efectos adversos
efectos adversos • Notificación
Vigilancia
epidemiológica de • Detección precoz de posibles casos
enfermedades • Notificación.
inmunoprevenibles
• Contabilidad de vacunas
• Control de la cadena de frío
Registros • Registro vacunal nominal
• Registro de acontecimientos adversos de las vacunas
• Registro de enfermedades inmunoprevenibles.
• Participación en investigaciones cuantitativas y
cualitativas. Ensayos clínicos.
Investigación • Estudios de la eficacia de medios diagnósticos.
• Estudios de la efectividad de actividades. Gestión de la
consulta.
Fuente: Modificado de Hernández Merino A. Rev Pediatr Aten Primaria 2005; 7 Supl 4:S29-41.
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El profesional de enfermería de Atención Primaria, por su estrecho contacto con los


pacientes crónicos y por su papel de cuidador y educador, tiene una gran
responsabilidad en los programas de vacunación.
Esta responsabilidad no solo se limita a la administración de las vacunas, sino a todas
las actuaciones relacionadas con el acto vacunal, incluida la información.“Todo
profesional que interviene en la actividad asistencial está obligado no sólo a la correcta
prestación de sus técnicas, sino al cumplimiento de los deberes de información y de
documentación clínica, y al respeto de las decisiones adoptadas libre y
voluntariamente por el paciente”.(Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora
de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y
documentación clínica).
La Ley 44/2003, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, establece su
responsabilidad en el artículo 7: “corresponde a los Diplomados universitarios en
Enfermería la dirección, evaluación y prestación de los cuidados de Enfermería
orientados a la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud, así como a la
prevención de enfermedades y discapacidades”.
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3. VACUNAS RECOMENDADAS EN EL PACIENTE CRÓNICO

3.1 VACUNA DIFTERIA-TÉTANOS-TOS FERINA

DIFTERIA
Agente causal
La difteria es una enfermedad respiratoria aguda, infectocontagiosa, producida por
cepas toxigénicas del bacilo aerobio gramnegativo Corynebacterium diphteriae. Es
resistente a la luz y a la desecación y muestra sensibilidad al calor y a los antisépticos
usuales.
Epidemiología
El reservorio del C. diphteriae es exclusivamente humano, habita en la boca, nariz y
garganta de las personas infectadas y se contagia por vía respiratoria, a través de la
tos y/o estornudos. El periodo de incubación es de 2 a 10 días aunque el periodo de
transmisión se prolonga entre 14 y 21. En ausencia de tratamiento, su contagiosidad
se puede ampliar hasta en 6 semanas.
Es una enfermedad infectocontagiosa y si se abandona la vacunación, puede
reemerger, como ya ocurrió en los años 90 en los países de la antigua Unión
Soviética, con más de 150.000 casos y más de 5.000 muertes. Afectó sobre todo a los
adultos, lo que reveló la importancia de reforzar la vacunación en este grupo
poblacional. Ésta fue la última epidemia de difteria en el mundo.
En la era prevacunal fue una de las principales causas de morbimortalidad infantil.
Desde la introducción de la vacuna, en la década de 1940, la difteria prácticamente ha
desaparecido en los países desarrollados, en los que solo se detectan casos
esporádicos o pequeños brotes en poblaciones marginales.
El padecimiento de la enfermedad no confiere inmunidad, por lo que en los casos de
difteria hay que iniciar la vacunación tan pronto como sea posible.
En el último informe de la OMS se documentan 4680 casos de difteria en el mundo en
el año 2013. Los países con más casos comunicados en 2014 fueron India, (3133
casos), Pakistán, Indonesia, Irán y Nepal.
En España, la incidencia en 1941 era de 1000/100.000 habitantes y tras introducirse la
vacunación en 1945, la tasa cayó drásticamente hasta 0,1/100.000. El último caso de
difteria declarado en España se detectó en un niño no vacunado, en mayo de 2015,
tras casi 30 años (1986) sin ninguna notificación de esta enfermedad en nuestro país.
En las zonas endémicas afecta sobre todo a menores de 15 años no vacunados,
predominando durante los meses fríos del año, aunque en países con climas
húmedos, en verano pueden aparecer brotes de predominio cutáneo.
La difteria es una enfermedad de declaración urgente obligatoria individualizada.
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Clínica
Existen distintas formas clínicas:
‐ Difteria nasal anterior: Se inicia como un cuadro catarral, pero rápidamente
aparece secreción nasal mucopurulenta, que en ocasiones puede ser
sanguinolenta. Es más habitual en lactantes y no suele ser grave.
‐ Difteria faríngea: Es la forma más frecuente. Su inicio es insidioso: decaimiento,
odinofagia, anorexia y fiebre. A los 2-3 días aparecen membranas blanco-
grisáceas o incluso negruzcas (por la existencia de restos hemáticos) que
pueden cubrir amígdalas y paladar. Estas membranas sangran con facilidad si
se desprenden y pueden extenderse por contigüidad desde la cavidad nasal a
la tráquea, agravando el cuadro. En niños mayores de 6 años suele ir
acompañado de adenopatías submaxilares y cervicales, que pueden ser de
gran tamaño.
Desde esta localización, la toxina invade a menudo el torrente sanguíneo aumentando
la gravedad del cuadro. La afectación del estado general es intensa, como
consecuencia de la absorción de la toxina: hay palidez, pulso filiforme y taquicardia no
relacionada con la temperatura corporal.
Si la enfermedad avanza, la toxina puede ocasionar complicaciones neurológicas,
renales y cardiacas pudiendo desencadenar la muerte.
‐ Difteria no respiratoria (cutánea, conjuntival, ótica) raras y de escasa gravedad.
La letalidad de la difteria no tratada es del 5-10%, siendo del 20% en menores de 5
años.
Su diagnóstico precoz es esencial para la instauración de un adecuado tratamiento,
así como para poner en marchas las medidas preventivas pertinentes en los posibles
contactos.
Apuntes sobre la vacuna
En España preocupa la posible reaparición de la difteria desde que se han detectado
casos en Europa, provenientes de países de la antigua Unión Soviética, donde por las
circunstancias sociales y económicas de los últimos años, ha descendido la cobertura
vacunal para esta y otras enfermedades prevenibles y han aparecido brotes de difteria.
A esto, se le suman los grupos anti-vacunas que sostienen que la disminución de la
incidencia de esta enfermedad no tiene nada que ver con la vacunación sistemática, si
no con el hecho de la mejora en la higiene y condiciones de vida. Por ello, estos
grupos consideran que esta vacuna no es necesaria.
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
Unas concentraciones de anticuerpos ≥0,01UI/ml se consideran totalmente protectoras
y superiores a 1,0 UI/ml suponen niveles de protección duradera.
Después de la primovacunación con tres dosis de vacuna en adultos y 4 en niños, se
alcanzan niveles protectores de antitoxina en más del 95% de los casos.
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Además, en ensayos clínicos de eficacia, se demostró que en los niños entre 4 y 6


años que habían recibido una dosis de refuerzo (5ª dosis), en el 86% de los casos se
conseguían cifras de anticuerpos superiores a 1 UI/ml.
La efectividad queda demostrada por la desaparición de la enfermedad en países con
elevada cobertura vacunal y por la inmunidad de grupo que produce.
Características de la vacuna
No existe vacuna monocomponente de difteria, luego siempre se presenta combinada
con los componentes de tétanos, tos ferina, Haemophilus influenzae tipo b, polio
inyectable o hepatitis B.
Hay dos tipos de presentaciones: infantil o de alta carga antigénica (D) y de adulto o
de baja carga antigénica (d).

TÉTANOS
Agente causal
El tétanos es una enfermedad grave ocasionada por una neurotoxina del Clostridium
Tetani.Es un bacilo anaerobio estricto, grampositivo, móvil, esporulado y sin cápsula
que produce dos toxinas: tetanolisina y tetanoespasmina.
La función de la primera es desconocida, siendo la tetanoespasmina la responsable de
las manifestaciones clínicas del tétanos, de hecho, es una de las neurotoxinas más
potentes que se conocen, pudiendo ser letal incluso en concentraciones muy bajas.
Epidemiología
Las esporas de Clostridium Tetani están ampliamente difundidas en la naturaleza:
suelo, polvo, excrementos y órganos abdominales de animales. Su mayor reservorio
es el intestino de los caballos, de otros animales y del hombre.
La enfermedad se transmite cuando las esporas penetran en heridas contaminas por
tierra, heces, etc. Las quemaduras, las heridas con importante cantidad de tejidos
desvitalizados y las punciones traumáticas profundas, ofrecen las mejores condiciones
para la germinación de las esporas y la elaboración de la toxina tetanoespasmina,
causante de la enfermedad. Por tanto, el tétanos no se transmite de persona a
persona.
Su período de incubación oscila entre 4 días y varias semanas. La incubación más
corta se asocia con una mayor contaminación de la herida y una mayor gravedad del
caso. El tétanos neonatal, se manifiesta entre los 4 y 14 primeros días de vida.
La incidencia del tétanos en una población, refleja la efectividad de sus programas de
vacunación. A nivel mundial, la incidencia del tétanos está en declive desde la
introducción de la vacuna frente al toxoide tetánico en 1940.
A pesar de esto, sigue siendo una situación común en países de baja renta, mientras
que es excepcional en los industrializados (<0,2 casos/100.000 habitantes).
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El tétanos neonatal sigue siendo frecuente en muchos países en vías de desarrollo, a


consecuencia de la falta de higiene en los cuidados del cordón umbilical y a las bajas
tasas de vacunación de las embarazadas, mientras que en los países desarrollados ha
sido eliminado. De hecho, en España desde 1997, no se ha notificado ningún caso de
tétanos neonatal y el último caso pediátrico, se declaró en el año 2000.
En España la incidencia es <0,03 casos/100.000 habitantes/año, notificándose en
2012, 12 casos, afectando casi exclusivamente a ancianos en los que se ha
desvanecido la inmunidad protectora vacunal, no están vacunados o lo están de forma
incorrecta.
En nuestro país, es una enfermedad de declaración obligatoria individualizada.
Clínica
En la herida el Clostridium no ocasiona destrucción tisular ni respuesta inflamatoria,
pero en condiciones de anaerobiosis se producen esporas y a continuación, toxinas
que se diseminan a través de la sangre y el sistema linfático. Estas toxinas actúan
sobre el sistema nervioso.
Las manifestaciones típicas se deben a la interferencia de las toxinas con la síntesis
de neurotransmisores, lo que condiciona un bloqueo del impulso inhibidor. Aparecen
por ello espasmos y convulsiones, que son la clínica más típica del tétanos.
El diagnóstico es exclusivamente clínico, ya que el aislamiento de C. Tetani en las
heridas, sólo se consigue en el 30% de los casos.
Existen cuatro formas clínicas:
‐ Tétanos generalizado: es la forma más frecuente, se instaura de modo gradual
y descendente con contracciones musculares dolorosas manifestadas por
trismus, opistótonos, “risa sardónica”, disfagia e intensos espasmos
musculares generalizados. Su letalidad oscila en torno a un 20 – 70% del total
de los casos.
‐ Tétanos neonatal: forma generalizada muy grave, secundaria a una infección
umbilical. Además de las manifestaciones indicadas, destacan, una gran
irritabilidad, rigidez, llanto inconsolable, rechazo del alimento, “boca de carpa” y
dificultad respiratoria. Su letalidad se acerca al 60% del total de los casos.
‐ Tétanos localizado: raro y de buen pronóstico. Se identifica por la aparición de
rigidez o contracciones dolorosas de los músculos cercanos a la herida
infectada.
‐ Tétanos cefálico: secundario a heridas en la zona nasofaríngea u ótica, siendo
especialmente grave. Afecta a la musculatura facial y puede generalizarse si no
se aplica el tratamiento correcto.
Las posibles complicaciones que pueden desencadenar la muerte o la instauración de
secuelas son numerosas: grave afectación funcional respiratoria, neumonías por
aspiración, convulsiones, parada cardiaca, fracturas múltiples, etc.
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Apuntes sobre la vacuna


Desde 2009 se han producido cambios en las recomendaciones de las dosis de
refuerzo basadas en evidencias que demuestran que los niños que completan su
calendario de vacunación en la adolescencia no precisarán otra dosis hasta los 60-65
años de edad y que un adulto está bien vacunado para toda su vida, con 5 dosis de
tétanos recibidas.
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
La vacunación es muy eficaz. Cualquiera de los preparados después de la
primovacunación consigue concentraciones séricas de anticuerpos ≥ 0,1 UI/ml que se
mantienen como mínimo 10 años. De hecho, un mes después de la primovacunación
con 3 dosis, el 98´5-100% de los niños vacunados, presentaron niveles de anticuerpos
superiores a 0´1 UI/ml y tras la administración de una 4ª dosis en el segundo año de
vida, el 100% alcanzaron títulos de anticuerpos ≥ 0,1 UI/ml.
La efectividad viene definida por la disminución de las tasas de incidencia y de
morbimortalidad en países con altas coberturas vacunales así como la declaración
epidemiológica de la no aparición de tétanos neonatal.
Cabe mencionar, que la inmunidad frente al tétanos, se pierde en el 50% de los
pacientes en tratamiento quimioterápico por ello deben ser revacunados.
El padecimiento de la enfermedad no conlleva inmunidad, luego también habrá que
vacunar en estos casos.
Características de la vacuna
La vacuna antitetánica es un compuesto proteínico, obtenido a partir de la toxina
tetánica, y modificado por acción del calor y del formaldehído. El toxoide se adsorbe
mediante precipitación en sales de aluminio.
En España no existe ninguna vacuna monocomponente frente al tétanos
comercializada, ya que la de Toxoide tetánido Leti se encuentra en suspensión
temporal. En la actualidad, tanto para su aplicación en la infancia como en el adulto, se
utiliza combinada con otros antígenos.

TOS FERINA
Agente causal
La tos ferina es una enfermedad altamente contagiosa causada por un pequeño coco-
bacilo gramnegativo: Bordetella Pertussis. Su patogenicidad deriva sobre todo de la
liberación de sustancias antigénicas, que se produce tras la adherencia del
microorganismo a los cilios del aparato respiratorio.
Epidemiología
El reservorio es exclusivo del hombre. Se contagia a través de contacto cercano de las
gotitas aerosolizadas por la tos o las secreciones. El período de incubación es de 7 a
10 días, pero puede llegar hasta 21.
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La máxima contagiosidad se produce durante el período catarral y las primeras 2


semanas de tos, pero varía en función de la edad del paciente, estado inmunitario
previo y el tratamiento que se esté siguiendo (tras 5 días de tratamiento eficaz cesa la
transmisión). La enfermedad, además, es más frecuente en invierno y primavera.
La incidencia de tos ferina disminuyó drásticamente en aquellos países con altas tasas
de vacunación. A pesar de esto, se está produciendo un nuevo incremento, con un
cambio en las edades más afectadas: desde las edades clásicas de presentación (<
de 5 años) hacia la adolescencia y edad adulta.
Es una patología de origen endémico y con aparición de brotes cada 3 – 5 años.
A lo largo de la historia ha habido brotes epidémicos en todo el mundo con
repercusiones fatales para la población; no obstante, el uso sistemático de la vacuna
ha sido un punto de inflexión fundamental para la disminución de la morbimortalidad
por esta grave infección.
En España la vacunación comienza en 1964 en forma de DTPa. Previo a esto era una
de las enfermedades más comunes y una causa importante de mortalidad infantil.
Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un resurgimiento de la infección en
países desarrollados, sobre todo en adolescentes, adultos y en lactantes menores de
3-4 meses. Este incremento se relaciona con una disminución de la inmunidad
vacunal, debida al paso del tiempo, y de la inmunidad natural por el descenso de la
incidencia de la enfermedad que conlleva una disminución del efecto de refuerzo por la
infección natural.
El aumento de casos de tos ferina en lactantes de corta edad se debe a que aún no
han sido vacunados o sólo han recibido una dosis. Además, precisamente, este es el
grupo que presenta mayor morbimortalidad de los pacientes afectados.
En adolescentes y adultos jóvenes la tos ferina presenta síntomas leves y de difícil
diagnóstico: se documenta hasta un 50% de infradiagnósticos en nuestro país. Esta
población es la principal fuente de transmisión y reservorio de la enfermedad para
menores de un año. Por lo tanto, la peor consecuencia de la actual circulación de la B.
Pertussis entre los niños de 5 a 14 años es la posibilidad de transmisión a niños
menores de 6 meses.
La vacuna de la tos ferina está incluida en el calendario sistemático de vacunación
infantil de todas las comunidades autónomas, pero solo en Melilla, Asturias y Madrid
se administra una sexta dosis a los 14 años con el fin de proteger a los adolescentes
vacunados contra la tos ferina, a la vez que se mantiene la inmunización correcta
contra tétanos y difteria y se disminuyen la posibilidad de la transmisión de
enfermedades a terceros.
En España, la tos ferina es una enfermedad de declaración obligatoria numérica desde
1982 y de declaración individualizada desde 1997. En el año 2012 se declararon 3430
casos y en 2013 fueron 2342. En los últimos años, hasta 2012, se ha documentado un
incremento en el número de casos, tendencia que parece que se ha detenido en 2013,
pero que ha remontado de nuevo en 2014, con 3262 casos.
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Clínica
La tos ferina se desarrolla en tres fases:
‐ Fase catarral: cuadro anodino y leve del tracto respiratorio superior, que suele
durar de una a dos semanas. Hay congestión nasal y conjuntival, estornudos,
febrícula ocasional.
‐ Fase paroxística o de estado: golpes de tos, de predominio nocturno, y un
silbido característico al pasar el aire por la glotis (“gallo”), finalizando a veces
con vómitos, que se prolonga de 4 a 6 semanas. En recién nacidos,
prematuros y lactantes menores de 2 meses la clínica puede consistir en
episodios de apnea y cianosis sin tos. Los demás lactantes suelen sufrir crisis
de tos muy intensas, con crisis de apnea. En niños y adultos inmunizados, la
tos puede ser menos aparatosa y pasar más desapercibida.
‐ Fase convaleciente: los golpes de tos van desapareciendo progresivamente.
Dura de 2 a 3 semanas, pero puede prolongarse hasta 10.
Las complicaciones inciden sobre todo en los lactantes menores de 6 meses de edad.
Incluyen apneas, sobreinfecciones respiratorias bacterianas, encefalopatía con
convulsiones, desnutrición e incluso muerte súbita inesperada. La letalidad en
lactantes menores de 2 meses es de alrededor del 1% y del 0,5% en lactantes
mayores.
Apuntes sobre la vacuna
En España la vacunación sistemática comienza en 1964 en forma combinada DTPa
(pertussis de pared completa o entera). Se trata de la primera vacuna combinada que
se instauró para combatir tres agentes infecciosos en un solo acto vacunal.
En 1981, un grupo de investigadores japoneses purifican e inactivan con formaldehído
la pertussis celular convirtiéndola en pertussis acelular, comprobando su eficacia y
menor reactogenicidad que la de pared entera.
A finales de 1991, se comienza a vacunar con pertussis acelular en EE.UU. a niños
mayores de 15 meses y 6 años para posteriormente incluirla también en los lactantes
después de observar los buenos resultados obtenidos.
En España, en el año 2000, se autoriza la vacuna combinada dTpa (difteria de adultos,
tétanos y pertussis acelular de adultos) como dosis de recuerdo (no en calendarios
sistemáticos).
En marzo de 2004, se introduce de forma sistemática en los calendarios de nuestro
país la vacuna combinada con DTPa (pertussis acelular) que le confiere menor
reactogenicidad y efectos secundarios por tener menos endotoxinas que las pertussis
de pared completa o entera.
Recientemente se están estudiando nuevas vacunas con nuevos componentes
antigénicos o con nuevas vías de administración como el uso de vacunas vivas
atenuadas intranasales.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Inmunogenicidad, eficacia y efectividad


Las vacunas acelulares han demostrado una buena inmunogenicidad para todos los
antígenos incluidos en las mismas y una menor reactogenicidad. Esto ha llevado al
cambio de las vacunas de células enteras a las vacunas acelulares.
La eficacia de las actuales vacunas acelulares de tres o más componentes frente a tos
ferina se estima en el 85% para prevenir cuadros típicos y en el 71-78% para formas
leves.
Se desconoce el tiempo de protección que induce la vacunación, pero se sabe que la
inmunidad no es permanente y disminuye con el tiempo (se estima que de 4 a 7 años).
Esto justifica que para conseguir una adecuada protección de todos los grupos de
edad sea necesario administrar una dosis de refuerzo también en adolescentes y
adultos jóvenes, siendo la eficacia de esta vacunación del 92%.
Características de la vacuna
Las vacunas frente a la tos ferina utilizadas actualmente en España son vacunas
inactivadas acelulares (Pa o pa) y forman parte de vacunas combinadas, comunes a la
difteria y al tétanos.
Las utilizadas en la primovacunación, con mayor carga antigénica, se conocen con el
acrónimo “Pa” mientras las utilizadas como refuerzo y que tienen menor carga
antigénica de tos ferina se denominan “pa”. Estas últimas son las únicas que pueden
administrarse a adolescentes y adultos.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

VACUNACIÓN DIFTERIA-TÉTANOS-TOS FERINA.


Composición y nombres comerciales
En la actualidad no existe vacuna monocomponente de Difteria ni tos ferina y en este
momento la comercialización de la única vacuna monocomponente de tétanos en
nuestro país, se encuentra en suspensión temporal.
En el paciente crónico, generalmente se administra la vacuna combinada de tétanos y
difteria. Las vacunas de difteria-tétanos y tos ferina que se comercializan en España
actualmente son las siguientes:
Tabla 2: Composición y nombres comerciales vacunación difteria-tétanos-tos ferina
NOMBRE ANTÍGENOS ADYUVANTES LABORATORIO
AnatoxalTedi® Toxoides tetánico y diftérico Hidróxido de Aluminio Crucell
Diftavax® Toxoide tetánico y diftérico Hidróxido de Aluminio SPMDS
Ditanrix adulto Toxoide tetánico y diftérico Hidróxido de Aluminio y formaldehido GSK
Boostrix® Tdpa Hidróxido y fosfato de aluminio GSK
Infanrix® DTPa Hidróxido de aluminio y formaldehído GSK
Triaxis® Tdpa Fenoxietanol, fosfato de aluminio, SPMSD
formaldehído y glutaraldehído

*En nuestro país la vacuna contra difteria-tétanos-tos ferina se administra combinada


con otros antígenos en el calendario de vacunación sistemático: Infanrix Hexa®, que
protege frente a Hib, hepatitis B, polio y difteria-tétanos-tos ferina; Infanrix-IPV+Hib® y
Pentavac®, que protegen frente a Hib, polio y difteria-tétanos-tos ferina.
Definiciones:
‐ DTPa: vacuna combinada frente a difteria - tétanos y tos ferina acelular, que
está autorizada hasta los 7 años.
‐ Tdpa: vacuna combinada frente a tétanos, difteria (con carga antigénica
reducida) y tos ferina acelular (con carga antigénica reducida). Está autorizada
a partir de los 4 años.
‐ Td: vacuna combinada de tétanos y difteria (con carga antigénica reducida o
tipo adulto).
Edad de Vacunación y número de dosis. DIFTERIA-TÉTANOS-TOS FERINA.
Vacunación infantil:
La vacunación sistemática infantil de difteria-tétanos-tos ferina se inicia con 3 dosis: 2
– 4 – 6 meses, combinada con Hib y vacuna antipolio inactivada (vacuna pentavalente)
y/o hepatitis B (vacuna hexavalente).
La 4ª dosis se pone en forma de vacuna pentavalente entre los 15-18 meses de edad
y siempre con un intervalo mínimo de 6 meses tras la administración de la 3ª dosis.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

La 5ª dosis es de refuerzo y se administra entre los 4 y 6 años (depende de la


comunidad autónoma) en forma de Tdpa. Desde 2010 la tendencia ha sido sustituir en
esta 5ª dosis la vacunación con DTPa por Tdpa ya que a esta edad la reactogenidad
es mucho menor con Tdpa que con DTPa. Actualmente, en todas las comunidades
autónomas se ha llevado a cabo este cambio, aunque en Cataluña aún se admite la
vacunación a esta edad con DTPa.
En la adolescencia se recomienda la 6ª dosis con Td y preferentemente con Tdpa
dada la disminución de la inmunidad frente a tos ferina que se produce pasado los
años. A pesar de esto, actualmente sólo en Asturias, Madrid y Melilla se vacuna en la
adolescencia con Tdpa.
Vacunación en el adulto:
Cuando la vacunación se inicia en mayores de 6 años y adultos, la primovacunación
es de 3 dosis de Td utilizando el esquema:
‐ 1º dosis: 0.
‐ 2ª dosis: 1 mes.
‐ 3ª dosis: entre 6 y 12 meses.
Si la primovacunación está incompleta, no se debe reiniciar la pauta, si no completar la
serie con dosis de Td hasta completar las 3 dosis.
En el caso de que la primovacunación estuviese completa, se administrarán 2 dosis de
recuerdo con un intervalo entre dosis de 10 años hasta llegar a un total de 5 dosis.
Según las recomendaciones de la vacunación en adultos contra la difteria y el tétanos
del año 2009 propuestas por el Ministerio de sanidad y consumo, no sería necesaria la
administración de ninguna dosis más hasta los 65 años.
Si el calendario infantil está completo (6 dosis) la única dosis de recuerdo debe
ponerse alrededor de los 60 años.
En el caso de la tos ferina, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud no
contempla la administración de vacuna frente a la tos ferina en edades superiores a
los 6 años, excepto en personas que vayan a estar en contacto con recién nacidos y
lactantes.
Por su parte, la SEMPSPH y en respuesta a la situación de hiperendemia de tos ferina
que afecta principalmente a lactantes, (grupo de mayor riesgo en el padecimiento de
graves complicaciones relacionadas con la tos ferina) recomienda 1 dosis de Tdpa en
mujeres embarazas, preferentemente entre las semanas 27 y 36 de gestación y
siempre, en cada embarazo. Dicha estrategia debería completarse con la “estrategia
nido”, que consiste en vacunar a los contactos familiares del recién nacido y de los
profesionales que entran en contacto con recién nacidos y lactantes.
La SEMPSPH también recomienda la vacunación de tos ferina en adultos que no
hayan recibido ninguna dosis de Tdpa. La vacuna Tdpa no está autorizada para
primovacunación, por tanto, si la persona no tiene puesta la primovacunación, se
deben administrar 3 dosis de Td (0, 1, 6-12meses) y sustituir una dosis de recuerdo
con Td por una de Tdpa. También recomiendan la sustitución a los 13-14 años en el
calendario infantil de la Td por la Tdpa.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Así mismo, el Grupo de Vacunas de la SEMPSPH recomienda mantener la vacunación


durante toda la vida adulta con una dosis decenal de vacuna Tdpa.
A esta situación de hiperendemia de tos ferina, se le suma el problema mundial de
suministro de las vacunas que contienen antígenos frente a la tos ferina. Dicho
problema afecta fundamentalmente a las vacunas Tdpa y a la pentavalente. De
momento la indicación desde el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud
es:
‐ Utilizar vacuna hexavalente a los 2, 4 y 6 meses, aunque se siga aplicando una
dosis monocomponente de hepatitis B al nacimiento o al mes de vida.
‐ Las vacunas pentavalentes se reservarán para las dosis de los 18 meses.
‐ Se pospondrá la Tdpa de los 6 años hasta que haya disponibilidad. La
Comunidad Autónoma que tenga implantada la vacunación con Tdpa en
embarazadas, priorizarán esta vacunación frente a la vacunación de los niños
de 6 años.
‐ En las comunidades autónomas en las que a los 14 años se administra la
vacuna Tdpa, se aplazará su uso siendo sustituida por la Td.

Tabla 3: Pauta de vacunación Tdpa en el adulto


1ª dosis 2ª dosis 3ª dosis 4ª dosis 5ª dosis
Tan pronto Al menos 4 Al menos 6 10 años tras la 10 años tras la
Adulto NO vacunado como sea semanas meses tras la 2ª 3ª 4ª
posible tras la 1ª
Adulto con
primovacunación No reiniciar pauta de vacunación. Administrar las dosis necesarias para llegar a las 5
incompleta dosis.
Adulto con vacunación
completa (6 dosis
administradas en la 1 dosis de recuerdo a los 60 – 65 años.
infancia o 5 dosis en la
edad adulta)

Vacunación profiláctica en paciente con herida tetanígena:


Tabla 4: Pauta vacunación tétanos en heridas
Antecedentes de Herida limpia Herida tetanígena(1)
vacunación Vacuna Td IGT(2) Vacuna Td IGT(2)
< 3 dosis o Si (completar
desconocida vacunación) No Si (Completar vacunación) Si
No necesaria (1 dosis
si hace > 10 años No No necesaria (1 dosis si hace > 5 En heridas de
3 o 4 dosis desde la última dosis años desde la última dosis) alto riesgo (3)
No necesaria (si hace >10 años
5 o más dosis No necesaria No desde última dosis valorar la En heridas de
aplicación de una dosis adicional alto riesgo(3)
en función de la herida)
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

1. Tejido desvitalizado, heridas punzantes (particularmente donde ha habido


contacto con suelo o estiércol), las contaminadas con cuerpo extraño, fracturas
abiertas, mordeduras, congelación, aquellas que requieran intervención
quirúrgica y que ésta se retrase más de 6 horas, y aquellas que se presenten
en pacientes con sepsis.
2. IGT: Inmunoglobulina antitetánica. Se administrará en lugar separado de la
vacuna. En general se administran 250 UI. Si han transcurrido más de 24
horas, en personas con más de 90Kg de peso, en heridas con alto riesgo de
contaminación o en caso de quemaduras, fracturas o heridas infectadas, se
administrará una dosis de 500 UI. Induce protección inmediata pero con una
duración máxima de 4 semanas.
3. Herida de alto riesgo. Heridas tetanígenas contaminadas con gran cantidad de
material que puede contener esporas o que presenten grandes zonas de tejido
desvitalizado.
Indicaciones. DIFTERIA-TÉTANOS-TOS FERINA
Inmunización activa universal frente a difteria, tétanos y tos ferina, especialmente en
aquellos niños o adultos con alguna enfermedad subyacente de base o
inmudeprimidos y en el caso concreto de la vacunación contra la tos ferina, también
aquellos que vayan a estar en contacto con recién nacidos y lactantes.
Precauciones y contraindicaciones
Contraindicaciones y precauciones generales de las vacunas.
No está indicada la administración de nuevas dosis hasta un año después de la
primovacunación o de una dosis de recuerdo, ya que aumenta la incidencia de
reacciones por hipersensibilidad.
El componente “D” (carga antigénica completa) no se puede administrar a mayores de
7 años por incrementarse el riesgo de sufrir efectos adversos. Por tanto, en estos
casos, debe sustituir por la forma “d” (carga antigénica reducida).
Además, se considera una contraindicación de las vacunas con componente de la tos
ferina: antecedente de encefalopatía (coma, disminución de la conciencia o
convulsiones prolongadas) en los 7 días posteriores a la administración de una dosis
de vacuna que contenga el componente de la tos ferina, y que no pueda atribuirse a
otra causa.
Por otro lado, se consideran precauciones a tener en cuenta:
- Trastorno neurológico progresivo.
- Temperatura superior a 40,5ºC en las primeras 48 horas tras la vacunación sin
otra causa identificable y asociada a la administración de vacunas con
componente de la tos ferina.
- Convulsión en los 3 días posteriores a la administración de una dosis previa de
DTP/DTPa.
- Llanto inconsolable de más de 3 horas de duración en las 48 horas siguientes a
la administración de una dosis previa de DTP/DTPa.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

- Episodio hipotónico-hiporreactivo (colapso o estado similar al shock) en las 48


horas siguientes a la administración de una dosis previa de DTP/DTPa.
- Síndrome de Guillain-Barré en las 6 semanas posteriores a la administración
de una vacuna que contenga toxoide tetánico.
Efectos adversos
En general, tiene buena tolerancia con escasa incidencia de efectos indeseables. Las
reacciones más frecuentes son locales, como tumefacción, dolor e induración.
Debemos prestar especial atención a la reacción de tipo Arthus, que consiste en una
gran reacción inflamatoria local, con edema intenso y vasculitis que casi siempre
responde a niveles séricos elevados de anticuerpos antitetánicos o antidiftéricos.
Los efectos indeseables aumentan con la edad y con el número de dosis recibidas.
Interacciones
No se conocen.
Vía de administración y lugar anatómico
Se administra por vía intramuscular en el vasto externo o deltoides, siguiendo
recomendaciones según la edad.
Posología
La dosis es de 0,5 ml.
Conservación
Conservación entre +2 y +8ºC. No exponer a la luz y nunca congelar. Agitar
enérgicamente previa administración y no administrar si temperatura de la vacuna
superior a 5ºC para evitar reactogenicidad.
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3.2 HEPATITIS A Y B

HEPATITIS A
Agente causal
El virus de la hepatitis A (VHA) es un virus ARN perteneciente al grupo de los
Picornaviridae, género Hepatovirus. Se ha clasificado como enterovirus tipo 72.
El VHA es muy resistente a la inactivación, permanece infeccioso después de meses a
temperatura ambiente. También resiste el calor moderado (60ºC durante una hora) y
no es destruido en alimentos poco cocinados.
Se inactiva mediante la cocción (durante al menos cinco minutos), radiaciones
ultravioleta y tratamiento con cloro y formaldehido.
Epidemiología
El único huésped natural del VHA es el hombre. Se transmite por la vía oro-fecal, por
transmisión directa de persona a persona, a través de las heces, o indirecta por los
alimentos o agua contaminada. Hay otros modos de transmisión mucho menos
frecuentes: transfusiones de sangre y hemoderivados, uso en común de jeringuillas o
determinadas prácticas sexuales.
Por tanto, la principal medida preventiva es el lavado cuidadoso de manos.
La epidemiología de la enfermedad se relaciona directamente con el nivel
socioeconómico de la población y por las condiciones socio-sanitarias de cada país: la
incidencia es mayor en áreas geográficas con malas condiciones higiénico-sanitarias.
La OMS ha dividido las diferentes zonas geográficas de acuerdo a tres patrones de
endemicidad de la enfermedad:
a)Área de endemicidad alta: la mayoría de los infectados son niños (menores
de 14 años) que permanecen asintomáticos, siendo raro el riesgo de
epidemias, mientras la incidencia de la enfermedad permanece alta. Tasa de
infección: 41-150/100.000 habitantes.
b) Área de endemicidad intermedia: corresponde a países en vías de desarrollo
y a algunas regiones de países industrializados. Suele ocurrir en adolescentes
y jóvenes. Tasa de infección: 11-40/100.000 habitantes.
c) Área de endemicidad baja: existe un descenso notable en la incidencia de la
enfermedad pero gran parte de la población, sobre todo adultos, es susceptible
de contraer la enfermedad y por tanto existe una posibilidad alta de epidemias.
Tasa de infección: <10/100.000 habitantes.

España, epidemiológicamente, pertenece a un área de baja prevalencia de infección


por VHA (<50% de población inmune a los 30 años), hay escasa circulación del virus y
el riesgo de contraer la infección es bajo, a pesar de la elevada proporción de
individuos susceptibles.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

El número de casos declarados ha ido disminuyendo en nuestro país de forma


gradual: 56/100.000 habitantes en 1989 hasta 0-1/100.000 habitantes en 2011.
La enfermedad se desarrolla principalmente en adolescentes y adultos pertenecientes
a los grupos con alto riesgo de hepatitis A. El cambio epidemiológico más importante
observado es el desplazamiento de la infección por el VHA, en la cual es más
frecuente la enfermedad sintomática, con aparición de ictericia hasta en un 70% de los
casos.
También se producen brotes ocasionales por la ingestión de alimentos contaminados,
así como brotes familiares y en colectividades cerradas a partir de portadores
asintomáticos (guarderías).
Clínica
Sólo el 10% de los niños menores de 6 años presenta alguna sintomatología. Por otro
lado, en niños mayores y en adultos, más de la mitad presenta clínica. Dicha clínica es
indistinguible de la de otras formas de hepatitis víricas: malestar, anorexia, molestias
abdominales e ictericia, que duran de 2 semanas a varios meses.
El curso clínico de la Hepatitis A, típicamente, tiene cuatro fases:
1. Período de incubación: suele durar unos 28 días, oscilando entre 15 y 50. La
transmisibilidad se puede producir desde las dos semanas anteriores a la aparición de
la ictericia hasta una semana después.
2. Fase prodrómica o de contagio: se extiende de 14 a 21 días tras la infección y suele
prolongarse hasta una semana. Hay síntomas inespecíficos: fiebre, vómitos, pérdida
de apetito, etc.
3. Fase ictérica: puede durar varios días o semanas. Aparece coloración amarilla de la
piel y conjuntivas, con micciones oscuras y heces pálidas. En esta fase, las enzimas
hepáticas y la bilirrubina están elevadas, pudiéndose detectar anticuerpos contra el
VHA de clase IgM.
4. Fase de recuperación: puede durar entre 6 y 12 meses. En suero aparecen
anticuerpos de tipo IgG contra el VHA, que confieren a la persona inmunidad duradera.
Los parámetros bioquímicos vuelven a la normalidad.
Aunque la infección no produce cronicidad, sí pueden aparecer recurrencias y/o
complicaciones como artralgias, pancreatitis, vasculitis, glomerulonefritis o incluso,
aunque muy raramente, hepatitis fulminante y muerte.
La mejor manera de evitar la morbimortalidad derivada de la infección por el VHA es la
prevención mediante la vacunación de la población susceptible, siendo la edad mínima
autorizada para su administración los 12 meses.
Apuntes sobre la vacuna
En la actualidad, en España, en todas las CC.AA., excepto Cataluña, Ceuta y Melilla,
la estrategia de vacunación contra la hepatitis A se basa en la vacunación selectiva de
la población perteneciente a grupos con riesgo incrementado.
Formación Continuada para Enfermería 24
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Cataluña instauró en 1998 la vacunación universal frente a la hepatitis A en los


preadolescentes de 12 años administrando la vacuna combinada frente a hepatitis A y
B en las escuelas. Esto provocó un descenso del 97% en la incidencia de casos.
Ceuta y Melilla la incluyeron en el año 2000 en el segundo año de vida.
En España se encuentran comercializadas tres vacunas de presentación
monocomponente frente a la hepatitis A: Havrix®, Vaqta® y Epaxal®. Precisan de la
administración de una dosis inicial y otra de recuerdo con un intervalo mínimo de 6
meses entre dosis.
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
Las vacunas disponibles actualmente en nuestro medio producen altas tasas de
anticuerpos específicos contra el virus de la hepatitis A y dan lugar a un 100% de
protección contra la enfermedad (en ensayos clínicos aleatorizados la eficacia
protectora ha oscilado entre el 94% y el 100%).
La producción de anticuerpos comienza entre los primeros 15 y 30 días tras la
administración de la primera dosis, siendo la respuesta de anticuerpos cercana al 95%
de los vacunados. Tras una segunda dosis de refuerzo se alcanza una protección del
100% y con una duración de al menos 10-20 años.
La vacuna de la hepatitis A ha resultado ser muy eficaz en brotes epidémicos en
guarderías y colegios de enseñanza primaria tanto en los niños, como en los
trabajadores.
En personas mayores de 40 años, individuos inmunodeprimidos, y pacientes afectados
de hepatopatías y otras enfermedades crónicas la respuesta inmunitaria es menor,
pero lo suficientemente protectora.
Características de la vacuna
Todas las vacunas frente al virus de la hepatitis A se producen a partir de virus
procedentes de cultivos in vitro de células diploides humanas, purificados mediante
sistemas de ultrafiltración y cromatografía, e inactivados con formaldehído.

HEPATITIS B
Agente causal
El virus de la hepatitis B pertenece a la familia Hepadnaviridae. Los tres antígenos
principales de este virus son:
- Antígeno de superficie (HBsAg): es el marcador esencial en el diagnóstico de
infección por virus de hepatitis B. Es detectado en suero de 30 a 60 días tras la
infección. Todas las personas con HBsAg positivo son infecciosas y pueden
transmitir la infección.
- Antígeno del core (HBcAg): no es detectado en suero por estar fijado al
hepatocito.
- Antígeno e (HBeAg): se asocia con una elevada replicación viral y
contagiosidad.
Formación Continuada para Enfermería 25
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

En la evolución de la enfermedad cada antígeno ocasiona respuesta de su anticuerpo


específico: anti-HBs, anti-HBc y anti-HBe.
Los anticuerpos anti-HBs indican inmunidad, mientras que la persistencia de HBsAg es
indicativa de infecciosidad, mayor en caso de positividad también del HBeAg.
Mediante un análisis de los diferentes marcadores virales, es posible determinar la
etapa de infección, convalecencia y cronicidad del paciente en estudio.
Epidemiología
La infección por el VHB es de distribución universal. Solo afecta a los humanos y no
hay huéspedes ni vectores animales.
Su transmisión, incidencia y prevalencia varían en función de las diferencias
socioeconómicas, ambientales, educacionales, sanitarias y culturales de cada región.
Las principales vías de infección son las siguientes:
- Transmisión vertical. Perinatal de madre a hijo: El riesgo de transmisión en
estos casos varía entre el 90% en gestantes con HBsAg y HBeAg positivo y el
20% en gestantes con HBsAg positivo, HBeAg negativo y anti-HBe positivo.
Gracias al cribado sistemático de HBsAg durante el embarazo, se ha
conseguido disminuir de forma importante esta vía de transmisión.
- Sexual: tanto por relaciones heterosexuales como homosexuales.
- Parenteral: el cribado sistemático de las donaciones de sangre y órganos ha
eliminado casi totalmente el riesgo de transmisión a través de transfusión o
trasplante.
- Contacto directo: con sangre de un individuo infectado.

La OMS ha categorizado a los países en función de la prevalencia de la enfermedad:


- Regiones con endemicidad alta: la prevalencia de portadores de HbsAg es
superior al 8% y la infección se adquiere a edades tempranas, por transmisión
vertical. Algunos de los países con endemicidad alta son: África subsahariana,
la mayoría del continente asiático y las islas del Pacífico.
- Regiones con endemicidad intermedia: prevalencia de portadores de HBsAg
entre el 2 y el 7% donde la transmisión vertical precoz es más frecuente. Las
zonas afectadas son el Amazonas, Europa central y del este, Oriente Medio e
India.
- Regiones con endemicidad baja: hay una prevalencia inferior al 2% de
portadores de HBsAg, con enfermedad adquirida en la edad adulta y
relacionada con grupos de riesgo. Las zonas con esta endemicidad son
Norteamérica, Europa occidental y Australia.
Formación Continuada para Enfermería 26
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

La máxima prevalencia de la hepatitis B se da en el África subsahariana y Asia


oriental, en las que la mayor parte de las infecciones con el VHB se producen en la
infancia, y entre el 5 y el 10% de la población adulta está infectada de forma crónica.
La OMS estima que aproximadamente 350 millones de personas están infectadas de
manera crónica por el VHB, calculándose que el VHB ocasiona alrededor de un millón
de muertes al año en todo el mundo.
Según los últimos datos de la Unión Europea, la población entre 25 y 44 años, es la
que presenta una mayor tasa de nuevas infecciones, seguido por el grupo de 15 a 24
años.
En el caso de España, éste se considera un país de prevalencia baja-intermedia en el
que anualmente se declaran alrededor de 800 casos de hepatitis B (777 en 2014 y con
mediana en 2009-2013 de 804 casos). La tasa de incidencia anual de hepatitis B fue
de 1,6/100.000 habitantes en 2014. El periodo de mayor riesgo para la adquisición de
la infección es el final de la adolescencia-principio de la edad adulta. Es más frecuente
en varones y la transmisión vertical es extremadamente rara.
Tras la introducción de la vacunación universal en nuestro país, la incidencia de
infección por VHB ha descendido drásticamente.
Clínica
La enfermedad puede ser aguda o evolucionar hacia la cronicidad, pudiendo en estos
casos desarrollar una cirrosis y/o un carcinoma hepatocelular.
Infección aguda:
La expresión de la infección aguda es muy variable: desde la hepatitis fulminante, que
ocurre tan sólo en el 1% de los casos, hasta las formas asintomáticas, que
representan el 70% de los casos en adultos y más del 90% en niños.
El período de incubación es de 45-180 días, con una media de 120 días. Los síntomas
son: anorexia, malestar, náuseas, vómitos e ictericia. Coincidiendo con la aparición de
la ictericia suele detectarse algún grado de coluria e hipocolia. La enfermedad aguda
podría durar hasta 3 meses. El 90-95% de casos evolucionan hacia la curación total y
el resto pasan a ser portadores crónicos del virus.
Infección crónica:
El portador crónico del VHB se define como el sujeto que persiste con HBsAg positivo
durante más de 6 meses tras la primoinfección.
El riesgo de desarrollar una hepatitis crónica varía con la edad en la que se produce la
primoinfección: mientras que el 90-95% de los niños infectados por vía perinatal
evolucionan hacia la cronicidad, sólo el 5-10% de los adultos que contraen la
enfermedad acaban desarrollando una hepatitis crónica.
Los pacientes con infección crónica por VHB muestran a lo largo de su vida diferentes
fases en función principalmente de cambios en la capacidad de reconocimiento
inmunológico del huésped:
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

- Fase de alta replicación: presencia de HBeAg positivo, elevación de


transaminasas y carga viral elevada (ADN-VHB>105 copias/ml).
- Fase de inmunoeliminación: descenso de la carga viral, negativización del
HBeAg y aparición de anti-HBe.
- Fase de baja replicación: negatividad del HBeAg, positividad de anti-HBe y
carga viral muy baja o indetectable con función hepática normal o con mínimas
alteraciones. Esta fase también es conocida como estado de portador de
HBsAg.
- Reactivación: tras un tiempo de normalidad funcional en los portadores con
anti-HBe, puede reaparecer disfunción hepática con elevada replicación viral.
Esta situación se conoce como hepatitis crónica HBeAg negativa, y es frecuente que
progrese a cirrosis.
Entre los casos de hepatitis crónica en la población pediátrica se observa evolución a
cirrosis en el 3-5% y a hepatocarcinoma en el 1-4% de los casos. Generalmente el
intervalo de tiempo entre la primoinfección por VHB y el desarrollo de
hepatocarcinoma es largo, entre 30 y 35 años, y se precisa de una fase prolongada de
replicación viral activa.
Apuntes sobre la vacuna
La vacuna contra la hepatitis B es la primera vacuna de recombinación genética capaz
de actuar y prevenir una enfermedad contagiosa humana.
Para la inmunización frente a la hepatitis B, se dispone de:
- Vacuna que confiere inmunidad activa. En España se comercializa en forma
monocomponente y combinada. Las vacunas frente a la hepatitis B son vacunas
inactivadas: no conteniendo gérmenes vivos en su composición, ni material genético
del VHB, por lo que no tienen capacidad de contagiar ni de producir la enfermedad.
La cantidad de antígeno por dosis varía en función a la edad y las características de la
persona que va a ser vacunada: para recién nacidos y menores de 14 años es de
10µg y de 20µg en el adulto sano. En el caso del paciente inmunodeprimido o con
hemodiálisis es de 40 µg.
- Inmunoglobulina específica: confiere protección temporal mientras se produce la
respuesta vacunal, cuyas indicaciones son las siguientes:
• Profilaxis postexposición del recién nacido de madre HBsAg positivo o con
serología desconocida en las 12 horas posteriores al parto.
• Profilaxis postexposición en no vacunados, inmunización incompleta o
anticuerpos anti-HBs<10mUI/ml en los primeros 3 meses después de la última
vacuna en los casos de:
o Pinchazo accidental con aguja de persona HBsAg(+) o desconocido.
o Exposición cutáneo-mucosa de una persona HBsAg(+) o desconocido.
o Contacto sexual de riesgo con persona HBsAg(+) o desconocido.
Formación Continuada para Enfermería 28
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

o Convivientes menores de 12 meses con una persona con hepatitis B


aguda.
• En paciente infectados de hepatitis B que vayan a recibir un trasplante de
hígado, pre y postoperatorio, para prevenir la enfermedad en el hígado
trasplantado.
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
La vacuna es muy efectiva en la prevención de la enfermedad. Los estudios han
demostrado que un esquema de tres dosis de vacunación genera concentraciones
protectoras en más del 95% de los lactantes, niños y adolescentes sanos y en más del
90% de los adultos sanos menores de 40 años. Se alcanzan niveles protectores
cuando el título de anticuerpos es igual o superior a 10mUI/ml de antiHbs.
Existe un descenso de inmunogenicidad en relación con la edad, aunque la duración
ya comprobada de la inmunidad que confiere la vacunación es de, al menos, 20 años.
Alrededor del 10-15% de los adultos presentan un fallo de respuesta o una escasa
respuesta a las 3 dosis: por encima de los 40 años aproximadamente el 90% de los
vacunados y el 70% en los mayores de 60 años, responden adecuadamente.
La eficacia de la vacuna en la postexposición está documentada en el caso de los
lactantes de madres con HBsAg positivo. La inmunoprofilaxis con vacuna frente a la
hepatitis B, junto con inmunoglobulina específica (IGHB), tienen una efectividad de
entre el 80% y el 100%, dependiendo de la carga viral materna.
Por los datos disponibles en la actualidad, no es necesaria la administración de dosis
de refuerzo en niños y adultos inmunocompetentes.
Características de la vacuna
Existen preparados monocomponentes y en forma combinada con otros antígenos. En
todos los casos el antígeno para el VHB aparece de forma inactivada, recombinada y
con partículas de antígeno de superficie (HBsAg) purificado obtenido mediante
técnicas de ADN recombinante.

VACUNACIÓN HEPATITIS A Y B
Composición y nombres comerciales
Tabla 5. Composición y nombres comerciales vacuna hepatitis.
EDAD
NOMBRE COMPONENTES ANTÍGENOS ADYUVANTES LABORATORIO AUTORIZADA
Virosomas,
Epaxal® HA VHA inactivados formaldehido y Berna ≥1 año
fosfolípidos
Hidróxido de
Havrix 720® HA VHA inactivados Aluminio, GSK 1 – 18 años
formaldehido y
neomicina
Hidróxido de
Havrix 1440® HA VHA inactivados Aluminio, GSK ≥19 años
formaldehido y
neomicina
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Sulfato
Vaqta 25 HA VHA inactivados hidroxifosfato de SPSMD 1 – 17 años
Unidades® aluminio amorfo,
borato de sodio y
látex
Sulfato
Vaqta 50 HA VHA inactivados hidroxifosfato de SPSMD ≥18 años
Unidades® aluminio amorfo,
borato de sodio y
látex
Al (OH)3, Cloruro de
Engerix-B 10 HB HBsAg Na, Fosfato de Na, GSK ≤15 años
microgramos recombinante Látex
(enémbolojeringa),
Levadura
ENGERIX-B 20
microgramos Al (OH)3, Cloruro de GSK ≥16 años
HB HBsAg Na, Fosfato de Na,
recombinante Látex
(enémbolojeringa),
Levadura
Fendrix HBsAg AIPO4, ASO4,
HB recombinante Cloruro de Na, GSK ≥15 años
Levadura
HBVAXPRO 10 Al (OH)3, AL(SO)4,
microgramos Borato Na, Cloruro Sanofi-Pasteur
HB HBsAg de Na, ≥16 años
recombinante Formaldehido,
Látex (en tapón
vial), Levadura,
Tiocianato de K
HBVAXPRO 40 Al (OH)3, AL(SO)4,
microgramos HB HBsAg Borato Na, Cloruro Sanofi-Pasteur
recombinante de Na, ≥18 años
Formaldehido,
Látex (en tapón
vial), Levadura,
Tiocianato de K
HBVAXPRO 5 Al (OH)3, AL(SO)4,
microgramos HB HBsAg Borato Na, Cloruro Sanofi-Pasteur ≤15 años
recombinante de Na,
Formaldehido,
Látex (en tapón
vial), Levadura,
Tiocianato de K
HBsAg Al (OH)3, ALPO4,
Twinrix recombinante, Cloruro deNa, GSK >16 años
Adultos HB+HA V.hepatitis A Levadura,
inactivados Neomicina
HBsAg Al (OH)3, ALPO4,
Twinrix recombinante, Cloruro deNa, GSK ≤15 años
pediátrico HB + HA V.hepatitis A Levadura,
inactivados Neomicina
*En nuestro país la vacuna contra el VHB se administra combinada con otros antígenos en el calendario de vacunación
sistemático: Infanrix Hexa®, que protege frente a Hib, hepatitis B, polio y difteria-tétanos-tos ferina.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Edad de vacunación y número de dosis. HEPATITIS A.


La edad mínima recomendada para la vacunación contra el virus de la hepatitis A son
12 meses.
La pauta vacunal consiste en la administración de dos dosis (0, 6-12 meses) Diversos
trabajos publicados en los últimos años han mostrado la persistencia de anticuerpos
protectores durante un periodo de 11 a 17 años tras la administración de la 2ª dosis. Si
la 2ª dosis se omite o retrasa, puede aplicarse más tarde sin necesidad de repetir la
primera dosis.
En la profilaxis preexposición y postexposición (en los 14 días posteriores al contacto)
en niños menores de 12 meses o mayores de 40 años, en inmunodeprimidos de
cualquier edad y en pacientes con enfermedad hepática crónica grave podremos
utilizar inmunoglobulinas polivalentes de administración intramuscular.
Indicaciones. HEPATITIS A.
La estrategia de vacunación contra la hepatitis A se basa en la vacunación selectiva a
grupos con riesgo aumentado, siguiendo las recomendaciones expresadas por la
circular 15/98 de la Dirección General de Farmacia, que pueden resumirse en:
- Personas que viajan a zonas de alta o media endemicidad de hepatitis A,
especialmente si han nacido con posterioridad a 1966 y si se desplazan a
zonas rurales o con malas condiciones higiénico-sanitarias. Para estos
viajeros, se recomienda que la primera dosis se administre, al menos, un mes
antes del viaje, ya que la vacuna es efectiva a partir de los 15 días de su
administración.
- Personas con procesos hepáticos crónicos, o en tratamiento mantenido con
fármacos hepatotóxicos, o con hepatitis B o C por presentar un mayor riesgo
de sufrir hepatitis A fulminante.
- Pacientes hemofílicos que reciben hemoderivados y los pacientes candidatos a
trasplantes de órganos.
- Cuidadores o familiares en contacto directo con enfermos de hepatitis A.
- Personas con infección por VIH.
- Personas que presentan estilos de vida que suponen un mayor riesgo de
infección, como usuarios de drogas por vía parenteral.
- Personas con un mayor riesgo ocupacional, como manipuladores de alimentos,
personal de guardería, personal sanitario, militares, personal que trabaje con
primates, etc.
Al personal de guarderías infantiles se les recomienda la vacunación contra el VHA
debido a la existencia de casos asintomáticos en los niños que acuden a ellas y a la
facilidad de transmisión y contagio que presentan aquellos niños que no controlan
Formación Continuada para Enfermería 31
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

esfínteres. El uso de la vacuna podría ampliarse a los niños para su propia protección
y la de sus familiares.
El CAV-AEP, además, recomienda la vacunación frente a la hepatitis A, como
profilaxis preexposición, a los niños con elevado riesgo de infección que pertenecen a
estos grupos:
- Niños inmigrantes que visitan sus países de origen que tienen una endemicidad
intermedia o alta para la infección por el virus de la hepatitis A.
- Residentes en instituciones cerradas y sus cuidadores.
- Síndrome de Down y sus cuidadores.
Las indicaciones como profilaxis postexposición, en los 14 días siguientes a la misma,
incluyen:
- Contacto domiciliario con un caso agudo de infección por virus de la hepatitis A.
- De forma preferente, ante la presencia de brotes en guarderías. En España, la
importancia de las guarderías en la difusión del virus de la hepatitis A está
subestimado. Los niños mayores de 12 meses que acuden a guardería
deberían beneficiarse de la administración de dicha vacuna e idealmente, la
vacunación debería realizarse antes del acceso a dicho establecimiento.
En conclusión, el CAV-AEP mantiene la recomendación de vacunar contra la Hepatitis
A a aquellas personas con un riesgo incrementado de infección, a la vez que
considera que, la vacunación universal en todos los niños, idealmente, podría ser la
mejor estrategia para la eventual eliminación y control de esta enfermedad.
Edad de vacunación y número de dosis. HEPATITIS B.

La pauta reglada independientemente de la edad es de 3 dosis, según los siguientes


esquemas:
Vacunación infantil
La vacunación frente a la hepatitis B requiere 3 dosis que pueden administrarse según
pautas equivalentes:
Tabla 6. Pauta vacunación infantil hepatitis B
PAUTA A PAUTA B
Dosis Edad Intervalo mínimo Dosis Edad Intervalo mínimo
1ª Nacimiento - 1ª 2 meses -
2ª 1-2 meses 4 semanas 2ª 4 meses 4 semanas
3ª 6 – 18 meses 8 semanas 3ª 6 – 18 meses 8 semanas

Los 2 esquemas son válidos para hijos de madres seronegativas. En madres


portadoras del virus de la hepatitis B o con serología desconocida, se utiliza la pauta
A: es obligatorio que la primera dosis se ponga en el nacimiento, junto con 0,5cc de
inmunoglobulina específica antihepatitis B por vía intramuscular, preferiblemente en
las primeras 12 horas de vida y en lugares anatómicos diferentes. La lactancia
materna en estas condiciones no está contraindicada.
Formación Continuada para Enfermería 32
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

En el caso del recién nacido prematuro de menos de 2000g de peso al nacer y de


madres HbsAg negativas, se recomienda posponer la administración de la vacuna
hasta el momento del alta o hasta que haya alcanzado un mes de edad cronológica.
Si la madre fuese HbsAg positivo o de serología desconocida sí se recomienda la
vacunación junto con la administración de inmunoglobulina específica en las 12
primeras horas de vida, pero dicha vacunación debe considerarse como no
contabilizable y deberá repetirse al mes de edad, con lo que estos neonatos recibirán
un total de 4 dosis.
La pauta de vacunación en los niños y adolescentes no vacunados anteriormente,
habitualmente es la de 0, 1 y 6 meses. No será necesario añadir dosis extra, ni
reiniciar la vacunación en aquellos casos en los que los intervalos hayan sido mayores
de los recomendados.
Vacunación en adultos

Los esquemas de vacunación que han demostrado tasas de seroprotección superiores


al 95% son los siguientes:
Tabla 7: Vacunación en el adulto hepatitis B
1ª DOSIS 2ª DOSIS 3ª DOSIS
PAUTA A 0 1 mes 6 meses
PAUTA B 0 2 meses 6 meses
PAUTA C 0 12 meses 24 meses

El esquema dependerá del preparado vacunal utilizado, por lo que es muy importante
comprobar la pauta aconsejada por el laboratorio fabricante.
En nuestro medio la pauta más común para la vacunación en los adolescentes y
adultos para los preparados monocomponentes más habituales (Engerix B® y
HBVaxPro®) es de tres dosis administradas a los 0,1 y 6 meses (pauta A).
La presentación pediátrica de esta vacuna es utilizada en niños entre 1-15 años. A
partir de los 16 años, debe utilizarse la presentación de adultos.
Para esta presentación de adultos está aprobada la administración de una pauta
acelerada:
- 1ª dosis: 0 meses (en ese mismo momento).
- 2ª dosis: 7 días.
- 3ª dosis: 14-21 días.
- 4ª dosis: 12 meses (dosis adicional recomendada).
Esta pauta acelerada podría utilizarse también con la vacuna combinada de hepatitis
A+B (Twinrix adultos).
En la actualidad, no es necesario añadir dosis de recuerdo por la memoria
inmunológica que presenta la vacuna, a pesar de que los anticuerpos inducidos por la
vacunación disminuyen con el tiempo, la inmunidad frente a la infección no se pierde.
Formación Continuada para Enfermería 33
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Serología anticuerpos anti-HBs:


La realización de la serología postvacunal debe hacerse entre el primer y el tercer mes
tras la administración de la última dosis de la pauta completa de vacunación y sólo
está indicada en:

- Hijos de madre portadora.


- Individuos que han sido vacunados tras la exposición al virus de la hepatitis B.
- Personal sanitario.
- Pacientes hemodializados, inmunodeprimidos y/o infectados por el VIH.
- Parejas sexuales de portadores o de personas afectas de hepatitis B crónica.
En aquellos casos en los que no hubiese respuesta a la vacuna, es posible administrar
3 dosis adicionales más y en el caso de que tras esta nueva vacunación, no se
obtuviera de nuevo respuesta, no se reanudará una nueva serie y se considerará a la
persona como “no respondedora”.
Profilaxis después de exposición parenteral o mucosa al virus de la hepatitis B
En la siguiente tabla se resumen cuál debería ser la actuación ante una exposición al
VHB:
Tabla 8: Actuación a seguir ante exposición al VHB
Estado vacunal de la
persona expuesta Caso fuente con Hbsad positivo Caso fuente desconocido/inaccesible
No vacunado antes o en 1 dosis de HBIG + 1 dosis de 1 dosis de vacuna + completar
proceso de vacunación vacuna + completar vacunación vacunación
(tiene puestas 1 o 2
vacunas)
Determinar el título anti-Hbs: Determinar el título anti-Hbs: niveles
Vacunado previamente y niveles adecuados, nada; niveles adecuados, nada; niveles inadecuados, 1
la respuesta es inadecuados, 1 dosis vacuna + 1 dosis vacuna
desconocida dosis HBIG
Vacunado previamente, Nada Nada
respondedor
1 dosis vacuna + 1 dosis HBIG. 1 dosis vacuna + 1 dosis HBIG.
Administrar 2ª pauta de vacunación Completar una 2ª pauta completa y
Vacunado previamente y completa y determinar anticuerpos. determinar anticuerpos. Si no responde
no respondedor Si no responde, no volver a no volver a vacunar y ante nueva
vacunar y si nueva exposición a exposición 2 dosis HBIG (separadas 1-2
VHB dar 2 dosis de HBIG meses)
(separadas 1-2 meses)
*HBIG: inmunoglobulina específica de hepatitis B.
*Respondedor: individuo vacunado con título de Anti-HBs ≥ 10mUI/ml realizado 1-2 meses tras completar
pauta vacunal.

Indicaciones. HEPATITIS B.

Además de la vacunación sistemática a todos los recién nacidos y adolescentes de


menos de 18 años que no hayan sido vacunados con anterioridad, en la población
adulta, deben ser vacunados todos aquellos pertenecientes a algún grupo de riesgo:
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

- Contactos íntimos o convivientes de portadores de AgHBs.


- Residentes y trabajadores en instituciones para personas con alguna
discapacidad mental.
- Personas con VIH.
- Reclusos y personal de instituciones penitenciarias.
- Personas con enfermedades de transmisión sexual de repetición y sus parejas.
- Pacientes con hepatopatías crónicas.
- Personas que viajen a países endémicos.
- Receptores de transfusiones o hemoderivados de manera repetida.
- Insuficiencia renal, preferentemente en fases iniciales, y pacientes en
hemodiálisis.
- Trabajadores sanitarios y otros trabajos relacionados.
- Usuarios de drogas por vía parenteral.
- Personas que practican punciones percutáneas (tatuajes, acupuntura,
piercing...)
Pauta vacunación combinada. HEPATITIS A + B.
La vacuna que se emplea en estos casos es Twinrix®, de la que deben administrarse
3 dosis, siguiendo el esquema vacunal: 0, 1 y 6 meses. Existen dos presentaciones, la
pediátrica y la de adulto. La pediátrica puede administrarse a partir del año de edad y
hasta los 15 años inclusive.
A partir de los 16 años se utilizará la forma de adulto, que además, si fuese necesario,
podría administrarse en forma de pauta acelerada con 4 dosis: a los 0, 7, 21 días y 12
meses.
Además, en caso de necesidad, podrían utilizarse preparados monocomponentes para
completar pautas vacunales que hayan sido iniciadas con la vacuna combinada A+B y
al revés.
Precauciones y contraindicaciones
Se deben tener en cuenta las contraindicaciones comunes a todas las vacunas.
Al ser tanto la vacuna contra la hepatitis A como la vacuna contra la hepatitis B,
vacunas de virus inactivados, estas pueden administrarse, si fuese necesario, durante
el embarazo. Tampoco interfieren con la lactancia materna.
En el caso de la vacuna contra la Hepatitis B, cabe mencionar que, la producción del
antígeno recombinante se realiza en cultivo de levaduras (S.cerevisiae), luego como
precaución, esta vacuna está contraindicada en aquellos pacientes alérgicos graves a
la levadura de cerveza y a la de panadero.
Por último, la vacuna virosómica adyuvada contra la hepatitis A, Epaxal®, está
contraindicada en personas con alergia grave a proteínas del huevo y del pollo.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Efectos adversos
Se ha demostrado que ambas vacunas son muy seguras.
Por lo general, los efectos adversos suelen ser leves y autolimitados, siendo los más
frecuentes las reacciones a nivel local, en el punto de inyección: eritema, induración,
dolor, etc.
Las reacciones sistémicas son más raras, pudiendo presentar fiebre, malestar,
alteraciones gastrointestinales, etc.
Interacciones
No se han descrito en ninguna de las dos vacunas.
Vía de Administración y lugar anatómico
Se administran por vía intramuscular en vasto externo o deltoides, siguiendo
recomendaciones según la edad.
Posología
En la vacunación contra el VHB, la dosis recomendada depende de la edad y de la
presentación comercial. El preparado debe agitarse con energía para obtener una
suspensión blanquecina o ligeramente opaca.
La vacuna contra el VHA se presenta en suspensión inyectable o en emulsión
inyectable, ambas en jeringas precargadas. 0,5 ml por dosis.
Conservación
Conservar entre +2ºC y +8ºC. No congelar y preservar de la luz.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

3.3 NEUMOCOCO

Agente causal
El Streptococcus pneumoniae o neumococo, es un diplococo grampositivo. Su
virulencia está producida por la cápsula polisacárida que rodea la pared bacteriana. En
la actualidad, existen 93 serotipos inmunológicamente distintos, que difieren según la
estructura de su cápsula de polisacáridos. Dicha cápsula es esencial para la virulencia
de la bacteria y de ella depende la inmunidad tipoespecífica.
Los distintos serotipos neumocócicos difieren en las propiedades biológicas, la
capacidad invasora, los síndromes que producen, su capacidad para colonizar la
nasofaringe y las resistencias a antibióticos que ocasionan.
Los serotipos 1, 5, 7F y 14, entre otros, tienen una gran capacidad invasora. Antes del
uso de vacunas conjugadas, los serotipos 6B, 6A, 9V, 14, 19A, 19F y 23 eran los que
con más frecuencia producían resistencia a antibióticos.
Actualmente, en muchos países en los que se ha introducido la vacuna
antineumocócica, el serotipo más resistente es el 19, que es el responsable de la
mayoría de las multirresistencias.
La selección de cepas resistentes ocurre, sobre todo, en los serotipos que colonizan la
nasofaringe, al estar expuestos, de forma repetida, a la acción de los antibióticos. En
cambio, los serotipos que no colonizan, como el 1 y el 5, son habitualmente
susceptibles a los antibióticos.
Epidemiología
El reservorio del Streptococcus pneumoniae es humano. Se transmite de persona a
persona por contacto de las gotitas respiratorias de aquellos que poseen el
microorganismo en el tracto respiratorio. De hecho, la colonización nasofaríngea es la
piedra angular de la epidemiología de las infecciones neumocócicas: es el paso previo
a la infección, representa el reservorio de la enfermedad y condiciona la selección de
resistencias. Se estima que entre un 25% y un 60% de los niños menores de 4 años
están colonizados. En el caso de los adultos, la colonización es menos frecuente, pero
ésta aumenta en aquellos que conviven con niños.
El rango de edad más vulnerable para padecer la enfermedad es en menores de 2
años y mayores de 50. En los niños menores de 2 años, la incidencia es mayor que en
cualquier otra etapa de la vida, pero la mortalidad es relativamente baja y asociada,
casi de forma exclusiva, a meningitis. Sin embargo, en los adultos la mortalidad se
debe sobre todo a neumonía. En los ancianos o personas con enfermedades
subyacentes, la mortalidad puede ser superior al 20%.
Las infecciones neumocócicas son una de las principales causas de muerte en los
países en vías de desarrollo, donde se cuentan más de 150 millones de neumonías
infantiles al año. De hecho, la OMS indica que la enfermedad neumocócica es la 1º
causa de muerte prevenible mediante vacunación en el mundo.
Formación Continuada para Enfermería 37
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Aproximadamente dos millones de niños mueren anualmente por esta causa en dichos
países, lo que supone el 20-25% de todas las muertes infantiles. La OMS ha estimado
que la neumonía neumocócica es causante de entre 1 y 2 millones de muertes
infantiles cada año.
En los países industrializados, las infecciones neumocócicas afectan a las edades
extremas de la vida: en menores de 5 años, los serotipos 1, 3, 5, 6A, 7F y 19A
representan entre el 15,6% y el 59,7% de las enfermedades invasivas, dependiendo
del país.
Durante las dos últimas décadas el serotipo 1 ha aumentado progresivamente en
muchos países, entre ellos España. Dicho serotipo afecta sobre todo, a niños mayores
de 2 años y, frecuentemente, causa enfermedades pulmonares, como neumonías y
empiemas.
El serotipo 19A se distribuye en todas las edades, causando en niños menores de 2
años neumonía bacteriémica, y en los mayores de esta edad produce neumonías y
empiemas.
Antes del uso de las vacunas antineumocócicas conjugadas, el neumococo era el
responsable del 30-35% de las neumonías entre la población pediátrica.
Las meningitis neumocócicas, que ocurren sobre todo en niños menores de 2 años,
están causadas por un gran abanico de serotipos, pero hasta la introducción de la
Vacuna neumocócica conjugada 13 valente (VNC13) el 19A era el responsable de
hasta el 15-25% de los casos.
La vacunación universal con la VNC13 se acompaña de una reducción drástica de los
casos de meningitis por 19A. En los países donde se usa esta vacuna, la mayoría de
los casos de meningitis están causados por serotipos que no están contenidos en
ninguna de las tres vacunas conjugadas. En la Comunidad Autónoma de Madrid, por
ejemplo, la vacunación universal con la VNC13 se ha acompañado de una marcada
reducción del serotipo 19A con la consiguiente reducción de resistencias a antibióticos.
En 2011, un tercio de las cepas analizadas de personas mayores de 18 años
pertenecen a tan sólo 3 serotipos (3, 19A y 7F). Aunque, en general, los serotipos que
causan Enfermedad Neumocócica Invasiva (ENI) en niños son los mismos que en
adultos, hay algunas diferencias significativas: el serotipo 3 y el 8 son más frecuentes
en adultos (13,5% y 4,1% respectivamente, frente al 6,1% y 1,1% en niños), mientras
que el serotipo 1 es más prevalente en niños (18,1%) que en adultos (4,2%).
Clínica
El neumococo puede provocar dos tipos de enfermedades: invasora y no invasora.
La ENI consiste en el aislamiento de neumococo de sitios normalmente estériles. En
los niños, las formas más frecuentes de ENI son la bacteriemia oculta, los empiemas y
la neumonía bacteriémica. La meningitis es la forma invasiva de mayor gravedad, con
una mortalidad de hasta el 20% y secuelas hasta en el 40% del total de los casos.
Otras formas de ENI son mastoiditis, artritis, peritonitis, etc.
En adultos, la neumonía bacteriémica es la forma de presentación más frecuente de
ENI (aproximadamente el 80% de los casos), seguida de la bacteriemia sin foco y la
meningitis.
Formación Continuada para Enfermería 38
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

La enfermedad no invasora está representada por la otitis media aguda, la neumonía


no bacteriémica y la sinusitis.
Apuntes sobre la vacuna
Las Comunidades Autónomas de Galicia y Madrid fueron las primeras en introducir en
su calendario de vacunación sistemático la VNC13.
En la Comunidad Autónoma de Madrid, se inició la vacunación universal con la VNC13
en el calendario sistemático en junio de 2010 con pauta 2+1, sustituyendo a la pauta
3+1 con la Vacuna Neumocócica Conjugada heptavalente (VNC7). Desde ese
momento, se produjo una caída de incidencia de ENI en niños menores de 15 años
desde 17 hasta 7,7/100.000, es decir, se produjo una reducción del 57% en un período
de 2 años. Las reducciones de las tasas de incidencia de empiema, neumonía
bacteriémica y meningitis neumocócicas han sido 46%, 71% y 55%, respectivamente.
La disminución de serotipos contenidos en la VNC13 ha sido del 68%, siendo
particularmente marcada en el serotipo 1 (47%) y en el serotipo 19A (87%), ambos
causantes del 60% de ENI.
Independientemente de los buenos resultados, en julio de 2012 se suspendió la
vacunación universal con VNC13 en la Comunidad Autónoma de Madrid. Esta
suspensión, se consideró como un retroceso en el control de las infecciones
neumocócicas tanto en niños como en adultos.
A pesar de esto, la disminución de ENI ha continuado. Con unas coberturas estimadas
del 70%, la reducción de la tasa de ENI por cualquier serotipo y por los serotipos
vacunales ha sido del 68% y del 84%, respectivamente. Esto indica que la protección
se ha extendido a los niños no vacunados, lo que demuestra que la vacuna induce
protección de grupo.
Tras todo esto, el Consejo Interterritorial anunció en Enero de 2015, la inclusión de la
vacunación antineumocócica en la infancia en todo el territorio nacional, con un
esquema 2+1. Las comunidades autónomas deberán incorporarla, sin excepción,
antes de finalizar 2016.
Desde el año 2010, Galicia, ha sido la única Comunidad Autónoma que durante todo
este proceso ha mantenido la inclusión de la VNC13 en su calendario vacunal
sistemático obteniendo muy buenos resultados.
En enero de 2014 el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, entre otras
recomendaciones, incluye en el calendario de vacunación común la VNC13 que debe
estar incluida en todas las Comunidades antes de finalizar 2016.
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad:
Vacuna de polisacáridos. Vacuna neumocócica Polisacárida 23 Valente (VNP23):
La administración de esta vacuna induce una respuesta tipo-específica, con aumento
de los anticuerpos en las 2 – 3 semanas posteriores a la vacunación en más del 80%
de los vacunados sanos.
Es difícil establecer tasas de eficacia y efectividad: los resultados de los ensayos
clínicos de eficacia frente a la ENI y la neumonía publicados en los últimos 25 años, no
permiten demostrar un efecto protector de la vacuna.
Formación Continuada para Enfermería 39
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

A pesar de esto, en estudios caso-control la efectividad frente a la enfermedad


invasora oscila entre un 65% y un 81%.
Los estudios epidemiológicos sugieren que la vacuna confiere una protección durante
al menos 9 años, por lo que no está recomendada la revacunación rutinaria en
personas inmunocompetetes.
Vacunas conjugadas. Vacuna Neumocócica conjugada decavalente (VNC10) y 13
valente (VNC13):
Tras dos dosis de primovacunación, de cualquiera de las vacunas conjugadas, se
presentan títulos protectores frente a todos los serotipos de la vacuna, con la
excepción del 6B y el 23F que no consiguen el dintel protector en un 25-40% de los
niños. Tras una tercera dosis de primovacunación, los niveles de todos los serotipos,
incluidos el 6B y 23F, superan varias veces los niveles protectores. Este hecho,
justifica la pauta de 3 dosis en la primovacunación más un recuerdo para una
adecuada protección.
La inmunidad mucosal (IgA e IgM salivales) aparece, sobre todo, tras la administración
de la dosis de refuerzo.
Se estima que la VNC13 cubre del 73-100%, en función del país, de los serotipos
causantes de ENI en niños menores de 5 años en Europa y que la vacuna, además,
cubre el 90% de los serotipos causantes de ENI resistentes a los antibióticos. De
hecho, la eficacia de la VNC13 (Prevenar®) fue evaluada en dos importantes estudios
aleatorizados, controlados y de doble ciego en la que se evidenció una eficacia
vacunal del 97% frente a ENI.
Cada vez van apareciendo más estudios sobre la efectividad de ambas vacunas, un
estudio realizado en 8 hospitales de EE.UU., donde se utiliza un esquema de
vacunación 3+1 con VNC13 concluyó que tras un año con dicho esquema, la
frecuencia de ENI por cualquier serotipo disminuyó un 53% en los niños menores de
24 meses y un 47% en los niños de todas las edades.
Características de la vacuna
Existen dos tipos de vacunas antineumocócicas, las vacunas de polisacáridos y las
conjugadas.
‐ Vacunas conjugadas:
Estas vacunas inducen memoria inmunológica y ocasionan respuestas
secundarias de anticuerpos mucho más rápidas, con títulos mucho más altos y con
mayor avidez y afinidad por el antígeno. Son inmunógenas desde los primeros
meses de vida y otorgan, además, inmunidad en las mucosas, lo que disminuye el
estado de portador nasofaríngeo.
VCN10: Vacuna antineumocócica conjugada decavalente, Synflorix®. Contiene los
polisacáridos de los serotipos neumocócicos de la VNC7 (4, 6B, 9V, 14, 18C, 19F
y 23F) más los serotipos 1, 5 y 7F. Como proteína de conjugación utiliza la
proteína D de Haemophilus influenzae no tipable en todos los serotipos
neumocócicos, excepto el 18C y el 19F, que están conjugados con el toxoide
tetánico y el toxoide diftérico, respectivamente.
Formación Continuada para Enfermería 40
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Está indicada para la prevención de la enfermedad invasiva y de la otitis media


aguda (OMA) por neumococo en niños de entre 6 semanas y 5 años de edad. Hay
evidencia de que la proteína conjugadora confiere protección frente a la OMA
causada por Haemophilus no tipables. Esta vacuna cubre aproximadamente el 50-
55% de los serotipos productores de ENI en España.
VNC13: Vacuna antineumocócica conjugada trecevalente. Son antígenos T-
dependientes, que inducen memoria inmunológica y dan lugar a respuestas
secundarias de anticuerpos. Contiene polisacáridos para 13 serotipos
neumocócicos, conjugados todos con el toxoide diftérico CRM197: los siete
serotipos de la VNC7 más los serotipos 1, 3, 5, 6A, 7F y 19A. Está aprobada para
la prevención de enfermedad invasora, neumonía y OMA por neumococo en niños
de 6 semanas a 17 años de edad y para la prevención de la enfermedad invasiva
en adultos de edad igual o superior a 18 años. Cubre alrededor del 80% de los
serotipos causantes de ENI en nuestro país y es la vacuna recomendada por el
CAV-AEP.
‐ Vacuna de polisacáridos:
Esta vacuna no induce memoria inmunológica ni respuestas secundarias de
anticuerpo y además, son poco inmunógenas por debajo de los 2 años de edad.
VNP23: Vacuna antineumocócica de 23 polisacáridos capsulares purificados de
Streptococcus pneumoniae. Son antígenos T-independientes. Contiene
polisacáridos de los 23 serotipos de polisacáridos (1- 2- 3- 4- 5- 6B- 7F- 8- 9N-
10A- 11A- 12F- 14- 15B- 17F- 18C- 19A-19F- 20- 22F- 23F- 33F). Al contener
polisacáridos puros no inducen memoria inmunológica ni respuestas secundarias
de anticuerpos, y son poco inmunógenas por debajo de los 2 años de edad, de
hecho está contraindicada en menores de 2 años por este motivo. Está indicada
para la inmunización activa frente a neumonías neumocócicas e infecciones
sistémicas neumocócicas, en grupos de alto riesgo, a partir de los dos años de
edad.
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Composición y Nombres Comerciales.

Tabla 9. Composición y nombres comerciales vacuna antineumocócica


Nombre Componente Antígenos Adyuvantes Laboratorio Edad
Polisacáridos capsulares de
10 serotipos de neumococo Contraindicada en
Synflorix® VNC10 conjugados con proteína D de Fosfato de GSK menores de 6 semanas
H.influenzae, toxoide diftérico aluminio de vida y mayores de 5
o tetánico años
Polisacáridos capsulares de Recomendada entre las
Prevenar VNC13 13 serotipos de neumococo Fosfato de Pfizer 6 semanas de vida y los
13® conjugado con proteína aluminio 17 años y en adultos a
diftérica partir de 50 años
Polisacáridos capsulares de
Pneumo VNP23 23 serotipos de neumococo - SPMSD Contraindicada en
23® menores de 2 años

Edad de vacunación y número de dosis.


Vacunación infantil:
Tanto el número de dosis como la pauta de vacunación varían dependiendo de la edad
de administración de la primera dosis:
• Lactante (6 semanas – 6 meses): primovacunación con 3 dosis, la primera
habitualmente a los 2 meses de edad y con un intervalo mínimo de un mes
entre dosis. Se recomienda una dosis de refuerzo (cuarta dosis) entre los 11 y
los 15 meses, aunque preferiblemente se recomienda a los 12.
o En el lactante, si se administra VNC13 como parte de un programa de
vacunación sistemático, podría administrarse una serie de tres dosis. La
primera dosis puede administrarse desde los 2 meses de edad, con una
segunda dosis 2 meses después. Se recomienda administrar la tercera
dosis (refuerzo) entre los 11 y los 15 meses de edad.
o En el caso de los lactantes prematuros (< 37 semanas de gestación), la
serie recomendada de inmunización siempre es de 4 dosis.
• Entre 7 y 11 meses: primovacunación con 2 dosis separadas entre sí como
mínimo un mes. Al segundo año de vida se administra la dosis de refuerzo
(tercera dosis).
• Entre 12 y 23 meses: 1 dosis de primovacunación y otra de refuerzo separadas
por un intervalo de al menos 2 meses.
• Entre 24 y 59 meses: 1 sola dosis si es la VNC13 y 2 si es la VNC10,
separadas al menos 2 meses. Entre los 5 y 17 años, la única vacuna
autorizada es la VNC13.
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Tabla 10. Pauta vacunación VNC23


EDAD DE Nº TOTAL DE PAUTA DE VACUNACIÓN
INICIO DOSIS
3 dosis de primovacunación separadas por un mínimo de 1 mes.
6 semanas - 6 4o3 Dosis de refuerzo: 11 – 15 meses o 2 dosis de primovacunación, la
meses primera a los 2 meses la segunda a los 4 y la de refuerzo entre los
11 y 15 meses
2 dosis de primovacunación separadas por un mínimo de 1 mes.
7 - 11 meses 3 Una dosis de refuerzo en el 2º año de vida separada, al menos 2
meses tras la última dosis de primovacunación
12 - 23 meses 2 1 dosis de primovacunación y otra de refuerzo separadas al menos
por 2 meses
24 - 59 meses 1o2 Para la VNC13 se recomienda 1 sola dosis y para la VNC10 2,
separadas al menos 2 meses

Vacunación en adultos:
Dos vacunas están autorizadas para adultos contra la enfermedad neumocócica:
‐ VNC13: aprobada en España su administración en mayores o iguales de 18
años. Pauta de vacunación una única dosis.
‐ VNP23: administrar una única dosis de la vacuna. La revacunación no se
recomienda de forma rutinaria. Sólo se administrará una única dosis de
refuerzo (2.ª dosis) en individuos vacunados hace más de 5 años que cumplan
las siguientes circunstancias
– Personas >60 años que recibieron la vacuna por alguna de las
indicaciones anteriores antes de los 60 años.
– Personas de cualquier edad con alto riesgo de enfermedad
neumocócica grave. Dentro de las patologías enumeradas estas
personas son: las que están en situación de asplenia, fallo renal
crónico, síndrome nefrótico o cualquier otro tipo de inmunosupresión.
Administración secuencial de VNC13 y VNP23:
En aquellos casos en los que esté recomendada la administración de ambas vacunas,
la pauta vacunal recomendada consiste en:
1º. Administración en primer lugar de una única dosis de VNC13 en personas no
vacunadas previamente con vacuna antineumocócica.
2º. Administración de VNP23 con un intervalo mínimo de 8 semanas con respecto
a la dosis administrada de VNC13.
En personas vacunadas previamente con VNP23 se recomienda administrar la
VNC13 con un intervalo de 12 meses con respecto a la VNP23
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El CAV-AEP recomienda que todos los niños de riesgo que hubieran recibido ya la
VNP23, reciban 1 dosis de VNC13 separada, al menos, por 8 semanas de la VNP23
ya recibida(aunque se recomienda esperar 12 meses, el intervalo mínimo es de 8
semanas).
Indicaciones
‐ Vacuna antineumocócica conjugada:
El CAV-AEP recomienda la vacunación frente al neumococo de forma sistemática
en todos los niños menores de 5 años y estima que la VNC13 es la que mejor
cobertura proporciona actualmente frente a los serotipos circulantes y la que mayor
impacto puede tener en el control de la enfermedad neumocócica en España.
Además se hace especial hincapié en la vacunación de los niños y adolescentes
pertenecientes a grupos de riesgo para el padecimiento de ENI.
Las Sociedades Científicas Españolas, en su documento de consenso sobre la
vacunación anti-neumocócica en el adulto con patología de base, recomiendan
vacunación con VNC13 de los adultos pertenecientes a alguno de los siguientes
grupos de riesgo:
• Pacientes inmunodeprimidos:
o Enfermedad de Hodgkin, leucemia, linfoma.
o Mieloma múltiple.
o Enfermedad renal crónica estadio 4-5
o Enfermedad renal crónica estadio 3 con riesgo aumentado (síndrome
nefrótico, diabetes mellitus o tratamiento con inmunosupresores)
o Transplante de órgano sólido o de células hematopoyéticas
o Tratamiento quimioterápico o inmunosupresor
o Infección por VIH
o Enfermedad reumatológica inflamatoria autoinmune
o Enfermedad inflamatoria intestinal (incluye enfermedad de Crohn y
colitis ulcerosa)
• Pacientes con fístulas del LCR
• Implantes cocleares
• Pacientes con asplenia anatómica o funcional
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• Personas inmunocompetentes con otras patologías de base


o Enfermedad respiratoria crónica (incluye EPOC, asma grave y patología
intersticial difusa pulmonar)
o Enfermedad hepática crónica (incluye cirrosis)
o Enfermedad cardiovascular crónica (incluye cardiopatía coronaria,
insuficiencia cardiaca congestiva y accidente cerebrovascular)
o Diabetes mellitus en tratamiento con ADO o insulinodependientes
o Tabaquismo
o Abuso del alcohol

‐ Vacuna antineumocócica polisacárida:


Dicha vacuna sólo está recomendada en mayores de 2 años con alguna condición
de riesgo:
• Asplenia funcional o quirúrgica e hipoesplenismo.
• Drepanocitosis y otras hemoglobinopatías.
• Enfermedades pulmonares crónicas. Se incluyen asma tratada con altas dosis
de corticoides orales, broncodisplasia pulmonar, fibrosis quística y déficit de α1-
antitripsina.
• Cardiopatías crónicas, especialmente cardiopatías cianosantes o que cursen
con insuficiencia cardiaca.
• Corticoterapia significativa.
• Drogadicción parenteral.
• Fístulas LCR traumáticas o no.
• Fumadores mayores de 19 años.
• Hepatopatías y alcoholismo.
• Implante coclear.
• Inmunodepresión, incluidas: leucemia aguda y neoplasias hematológicas
(linfomas, Hogdkin, mieloma múltiple, etc.)
• Metabolopatías crónicas como la diabetes.
• Nefropatías crónicas.
• Síndrome de Down.
• Trasplantados órganos sólidos.
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‐ Vacunación antineumocócica en el niño o adolescente inmunodeprimido o con


enfermedad subyacente de base:
Cabe comentar especialmente las recomendaciones de vacunación
antineumocócica, tanto con vacuna conjugada como con polisacárida, de los niños
y adolescentes que presentan una o más condiciones de riesgo, ya que difieren en
algunos aspectos de las recomendaciones en el adulto de riesgo.
El CAV-AEP hace especial hincapié en la necesidad de vacunar a aquellos niños y
adolescentes con riesgo elevado de padecer infecciones neumocócicas graves,
utilizando esquemas mixtos, que incluyan la VNC13 y la VNP23.
• Niños inmunodeprimidos y con asplenia orgánica o funcional (anemia de
células falciformes u otras hemoglobinopatías) menores de 5 años: el esquema
de vacunación siempre será 3+1 (primera dosis a los 2 meses de edad). Si en
el primer año de vida, no han recibido al menos 2 dosis de esta vacuna, se
recomienda que reciban 2 dosis de VNC13. Los que tengan entre 2 y 5 años de
edad que no hayan recibido ninguna dosis de VNC13, deben recibir 2,
separadas entre sí por un intervalo mínimo de 2 meses.
Tras completar la inmunización con VNC13, los mayores de 2 años de edad deben
recibir 2 únicas dosis de VNP23, la segunda a los 5 años de la primera.
• Niños con condición de riesgo no inmunodeprimidos ni asplénicos, menores de
5 años: puede optarse por la pauta de los niños inmunodeprimidos
anteriormente expuesta, o por la del calendario de vacunación sistemático. Al
finalizar la inmunización con la VNC13 y siempre que tengan más de 2 años,
deben ser vacunados con una única dosis de VNP23, separada al menos, 2
meses de la última dosis de VNC13.
• Niños y adolescentes de riesgo de 6 a 17 años de edad: administrar una dosis
de VNC13 y una dosis de VNP23 separadas por un intervalo mínimo de 2
meses, siendo siempre la primera vacuna administrada la VNC13. Si además
están inmunodeprimidos se administrará una segunda dosis, y última de
VNP23, 5 años después de la primera de VNP23.
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Tabla 11. Grupos de riesgo vacunación antineumocócica. Fuente: Calendario de


vacunaciones de la AEPed: recomendaciones 2015
GRUPOS DE RIESGO ENFERMEDAD O SITUACIÓN
Enfermedad pulmonar crónica: asma grave, broncodisplasia pulmonar, fibrosis
quística, déficit de α1-antitripsina, bronquiectasias
Enfermedad cardiaca crónica , especialmente cardiopatias congénitascianosantes
Niños
o que cursen con insuficiencia cardiaca o alteraciones hemodinámicas
inmunocompetentes
Síndrome de Down1
Diabetes Mellitus
Hepatopatía crónica
Fístulas del espacio subaracnoideo
Niños con trasplante coclear
Anemia de Células falciformes y otras hemoglobinopatías
Niños con asplenia2 Asplenia, congénita o adquirida, o disfunción esplénica
Infección por VIH
Inmunodeficiencias primarias (excluido el déficit aislado de IgA asintomático)
Niños
2
inmunodeprimidos Insuficiencia renal crónica y síndrome nefrótico
Enfermedades que requieren tratamiento con fármacos inmunosupresores o
radioterapia (incluidas leucemia, linfoma, trasplante de medula ósea o de órgano
solido).
1. Solo en el caso de documentación de alguna inmunodeficiencia de alto riesgo para ENI, seguir las
recomendaciones para los niños inmunodeprimidos.
2. Pacientes de alto riesgo: deben seguir recomendaciones de vacunación antineumococica especificas

Precauciones y contraindicaciones.
Contraindicaciones y precauciones generales de las vacunas.
‐ VNP23: Contraindicada en menores de 2 años de edad.
‐ VNC13: En prematuros menores de 28 semanas, especialmente con historia de
afectación respiratoria, debe ser considerado el riesgo de apnea y la necesidad
de monitorización respiratoria, independientemente de esto, no se debe impedir
ni retrasar la vacunación en este grupo.
Efectos adversos:
El perfil de seguridad y de reacciones adversas es similar en ambas vacunas: en las
conjugadas puede aparecer dolor, eritema o induración. También fiebre de bajo grado,
irritabilidad, disminución del apetito, aumento o disminución del sueño. En general,
todas las vacunas antineumocócicas tienen un perfil de seguridad bastante bueno.
Los efectos secundarios leves aumentan con la edad y tras la dosis de refuerzo.
Interacciones:
No se han descrito interacciones ni la necesidad de mantener ningún intervalo mínimo
en la administración de otras vacunas, gammaglobulinas o hemoderivados.
Vía de administración y lugar anatómico:
La VPN23 se administra por vía intramuscular o subcutánea. Las vacunas conjugadas
(VNC10 y VNC13) se administran por vía intramuscular.
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Posología
Jeringa precargada de 0,5 ml.
Conservación
Entre +2 y +8º C. No congelar.
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3.4 HAEMOPHILUS INFLUENZAE TIPO B


Agente causal
El Haemophilus influenzae (Hi)es un cocobacilo gramnegativo capaz de colonizar el
tracto respiratorio superior del ser humano. Tiene capacidad patogénica para producir
enfermedades mucosales e invasivas. Se divide en dos grandes tipos, los tipables o
encapsulados y los no tipables o no encapsulados.
Los tipables tienen seis tipos de antígenos distintos que se nombran por: a, b, c, d, e, f.
Estos son los responsables de las formas invasoras más graves. Por su parte, los no
tipables suelen ser responsables de patologías del sistema respiratorio.
El antígeno de cepas tipable con mayor riesgo es el serotipo “b” al que se le atribuye
hasta el 95% de las formas invasoras graves del Haemophilus, afectando
principalmente a los niños menores de 5 años ocasionando: meningitis, neumonía,
epiglotitis, infección osteoarticular y celulitis bacteriémica.
Epidemiología
El único reservorio de Hi es el hombre. La enfermedad se transmite por contacto
directo de las secreciones nasofaríngeas y por inhalación de las gotitas de Pflügge. El
riesgo de infección es más elevado cuando se producen situaciones de estrecho
contacto durante largos periodos de tiempo. Los factores que se asocian con una
mayor probabilidad de desarrollar una enfermedad invasora por Hi se relacionan con el
tamaño del inóculo bacteriano y con la presencia de una infección viral concomitante.
El periodo de incubación es desconocido, a pesar de ello, los individuos susceptibles
desarrollan, normalmente, la enfermedad dentro de los siete días siguientes tras la
exposición. Los portadores son contagiosos mientras el germen permanezca en la
nasofaringe. Este tiempo puede ser prolongado incluso en ausencia de rinorrea.
La enfermedad afecta a todos los países del mundo. En 2013, 186 países ya habían
introducido la vacunación contra el Hi tipo b (Hib) en su calendario. Actualmente, en
dichos países la incidencia es mínima y hay tendencia a la erradicación de la
enfermedad.
La OMS estima que la Hib causa 3 millones de episodios de enfermedad grave y
400.000 fallecimientos anuales a nivel mundial.
En la etapa prevacunal la incidencia de la enfermedad invasora por Hib en niños
menores de 5 años se estimó en 41/100.000 en Europa, 60/100.000 en Latinoamérica
y 88/100.000 en Estado Unidos. Concretamente, la incidencia en España durante esta
etapa se estimó entre 8,4-26/100.000.
Tras la introducción de la vacuna, la incidencia de enfermedad invasora ha descendido
en los menores de 5 años más de un 95%.
La edad es un importante factor de riesgo para la infección invasora por Hib. Los niños
menores de 5 años son los de mayor riesgo, ya que a partir de esta edad se alcanza
inmunidad específica protectora natural como consecuencia de la colonización por Hib
y otras especies de Haemophilus que producen inmunidad cruzada.
Por otro lado, los estados de inmunosupresión también incrementan el riesgo de
infección por Hib.
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Otros factores de riesgo en niños son las deficientes condiciones socioeconómicas,


hacinamiento familiar y asistencia a guardería en los menores de 2 años. La lactancia
materna sí resulta protectora contra la infección.
Ha quedado demostrado que la medida más eficaz de prevención es la vacunación. La
vacunación sistemática ha disminuido drásticamente la enfermedad grave por Hib y ha
eliminado prácticamente la meningitis en los vacunados. Además, la inmunización en
niños produce inmunidad de rebaño al reducir los portadores orofaríngeos entre los
vacunados y de ese modo disminuye la exposición y transmisión del Hib a individuos
no inmunizados.
Clínica
La enfermedad invasora se produce tras una colonización en la faringe, pasando el
germen a la sangre.
Las patologías provocadas por las cepas tipables, que son las responsables de las
formas invasoras graves, son:
- Meningitis: Es la manifestación aguda más grave causada por Hib. Sucede en
el 50-65% de los casos y afecta principalmente a niños entre 6 y 18 meses. Las
características clínicas iniciales son: fiebre, inapetencia y alteraciones del
sistema nervioso central (SNC). En los lactantes los síntomas son poco
relevantes, no hay rigidez de nuca, ni otros signos indicadores de alteración del
SNC. Por el contrario, en estos casos, los vómitos casi siempre están
presentes. Generalmente después de estos síntomas se producen
convulsiones y la evolución espontánea de la enfermedad es hacia el coma en
pocos días u horas.
- Epiglotitis: se considera como una emergencia médica amenazante para la
vida, ya que ocasiona una obstrucción de las vías respiratorias de evolución
muy rápida, capaz de ocasionar la muerte por asfixia. Suele afectar a niños
entre 5 y 10 años y también a adultos. El comienzo puede ser lento con dolores
de garganta o fulminante con episodios de fiebre elevada, disnea, estridor
respiratorio, disfagia y babeo. La mortalidad es del 5 al 10%, produciéndose
por obstrucción abrupta de la vía respiratoria.
- Neumonía: la única característica que diferencia este tipo de neumonías con
las producidas por otros microorganismos es que el comienzo es más
insidioso, precedido de infección en las vías respiratorias altas y fiebre. La
mayoría de las veces la neumonía causada por Hib acompaña a otras de las
enfermedades invasivas.
- Celulitis: frecuente en niños pequeños. Suele presentarse como fiebre,
hinchazón y color azulado en la zona afectada (mejilla, boca o cuello).
- Artritis: afecta principalmente a niños pequeños, caracterizándose por dolor en
una articulación mayor al realizar movimientos e inflamación.
- Otras enfermedades: endocarditis, pericarditis purulenta, bacteriemia,
tromboflebitis séptica, peritonitis y osteomielitis.
En cuanto a las patologías responsables por las cepas no tipables destacan:
conjuntivitis, bronquitis, neumonías, otitis media y sinusitis.
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Aproximadamente las 2/3 partes de las enfermedades invasoras son meningitis. La


mortalidad en estos casos oscila entre un 5% en los países desarrollados y un 40% en
los países en desarrollo. El riesgo de secuelas es alto y se producen en el 10-15% de
los supervivientes, siendo las más graves: la parálisis cerebral, epilepsia, hidrocefalia,
ceguera y sordera neurosensorial.
Apuntes sobre la vacuna:
Las primeras vacunas frente a Hib estaban constituidas por el polisacárido capsular
polirribosil-ribitol-fosfato (PRP) purificado, que era eficaz sólo en niños mayores de 2
años y no producía memoria inmunológica. Posteriormente y para salvar estas serias
limitaciones se conjugó el PRP con una fracción proteica que actuaba como
transportador, consiguiéndose de esa manera las actuales vacunas conjugadas,
eficaces en niños a partir de los 2 meses de edad y capaces de generar memoria
inmunológica.
En España, las dos primeras vacunas conjugadas frente a Hib se autorizaron en el año
1993 y el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó la introducción
de estas vacunas en el calendario de vacunación en diciembre de 1997.
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
Las vacunas conjugadas de Hib son altamente inmunógenas y eficaces. En los niños
sanos vacunados a partir de los 2 meses de edad, que reciben tres dosis de vacuna,
se evidencian títulos de anticuerpos protectores en más del 90-95% a corto y a largo
plazo. Estas vacunas han conseguido disminuir de forma muy importante la incidencia
de enfermedad invasora por Hib en la población pediátrica. El impacto vacunal,
además, se ha amplificado a nivel poblacional por el efecto rebaño al disminuir la
circulación de Hib en portadores, es decir, las personas no vacunadas también se
benefician.
También se ha observado una buena respuesta en pacientes con riesgo elevado de
infección invasora, como es el caso de pacientes con asplenia, drepanocitosis,
leucemia, trasplante de progenitores hematopoyéticos e infección por VIH, aunque, en
este último caso, depende del estadio y del grado de inmunosupresión que presenten.
La efectividad de las vacunas conjugadas de Hib y su uso sistemático, han conducido
a la virtual desaparición de las infecciones invasoras causadas por este germen.
Características de la vacuna.

La única vacuna disponible monovalente actualmente en España es la Hiberix®, que


contiene polisacárido capsular PRP purificado y utiliza como proteína transportadora el
toxoide tetánico.
Composición y Nombres comerciales.
Tabla 12: Composición y nombres comerciales vacuna Hib
Nombre Componentes Antígenos Adyuvantes Laboratorio
Hiberix® Hib Polisacárido capsular de Hib conjugado con Lactosa GSK
toxoide tetánico
*En nuestro país la vacuna contra el Hib se administra combinada con otros antígenos en el calendario de
vacunación sistemático: Infanrixhexa®, que protege frente a Hib, hepatitis B, polio y difteria-tétanos-tos
ferina; Infanrix-IPV+Hib® y Pentavac®, que protegen frente a Hib, polio y difteria-tétanos-tos ferina.
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Edad de vacunación y número de dosis.


Esta vacuna se encuentra incluida en todos los calendarios de vacunación infantil de
las comunidades autónomas españolas, con una pauta de 4 dosis: a los 2-4 y 6
meses; y la dosis de refuerzo (4ª dosis) en el segundo año de vida, generalmente
entre los 15 y los 18 meses de edad. Se administra en forma de vacuna combinada
pentavalente y hexavalente.
Vacunación infantil
La edad mínima de administración son 6 semanas de vida y el número de dosis
necesarias depende de la edad de administración de la primera dosis.
Se recomiendan 3 dosis en el primer año de vida, con intervalos de 4 a 8 semanas
entre cada dosis, siendo el intervalo mínimo de 4 semanas.
A los 15-18 meses de edad es necesaria la dosis de refuerzo (4ª dosis), quedando el
sujeto inmunizado con niveles de eficacia próximos al 100%. La dosis de refuerzo
debe quedar separada de la última dosis de la serie primaria, al menos, 8 semanas.
- Niños de 7 a 11 meses no vacunados anteriormente: se recomiendan 2 dosis,
con un intervalo de 4 a 8 semanas entre sí, y una dosis de refuerzo entre los 15
y 18 meses de edad.
- Niños de 12 a 14 meses no vacunados antes: la pauta recomendada es de 2
dosis con un intervalo de 8 semanas entre dosis.
- Niños de 15 a 59 meses: está recomendada una única dosis.
Aquellos niños que hayan padecido la enfermedad invasora antes de los 24 meses de
edad y no estuviesen vacunados, se recomienda que reciban las dosis de vacuna de
acuerdo con su edad, como si no estuvieran vacunados, iniciando la vacunación un
mes después de haber pasado la enfermedad, puesto que siguen siendo susceptibles
a la infección.
Tabla 13: Vacunación infantil Hib
Edad de inicio de vacunación Número de dosis Dosis de refuerzo
primovacunación/intervalo
2-6 meses 3 dosis/4 – 8 semanas 15 – 18 meses
7 – 11 meses 2 dosis/ 4-8 semanas 15 – 18 meses
12 – 14 meses 1 dosis 8 semanas después
15 – 59 meses 1 dosis Ninguna

Vacunación en adultos
Por encima de los 5 años, la indicación de una dosis de vacuna se llevaría a cabo en
individuos sin antecedentes de vacunación que presenten factores de riesgo de
infección invasora por Hib, excepto en el caso de receptores de trasplante de
progenitores hematopoyéticos, que deberán recibir una pauta de 3 dosis.
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Indicaciones
La administración de esta vacuna está recomendada a todo niño sano de edad
comprendida entre los 2 meses y los 5 años. En mayores de 5 años sanos no está
recomendada ya que la mayoría de estos niños son inmunes a Hib, probablemente por
infecciones asintomáticas previas.
Sin embargo, en los niños mayores (más de 5 años) y adultos que no hayan sido
vacunados y que presenten algún factor de riesgo de padecer enfermedad invasora
por Hib, si está recomendada la vacunación:
- Personas con asplenia anatómica o funcional y déficit de complemento.
- Inmunodeficiencias congénitas.
- Personas VIH positivas sintomáticas o asintomáticas.
- Personas en otras situaciones de inmunosupresión, como trasplante de médula
ósea, quimioterapia, radioterapia, etc.
Precauciones y Contraindicaciones:
Contraindicaciones y precauciones generales de todas las vacunas.
Efectos adversos:
Las reacciones adversas son raras y cuando se producen, en general, son leves y sin
complicaciones. Las más comunes son las que se observan a nivel local, como dolor,
tumefacción o inflamación que suelen resolverse en 12 – 24 horas y aparecen en un
porcentaje entre el 5 y el 30% de los casos. Más excepcional es la aparición de
reacciones sistémicas siendo la principal la fiebre, somnolencia e irritabilidad.
Los estudios post-registro de estas vacunas permiten concluir que presentan una
excelente tolerancia.
Interacciones
No se objetivan interacciones con otras vacunas, hemoderivados o inmunoglobulinas.
Si se debe tener en cuenta que la administración profiláctica de paracetamol para
evitar los efectos adversos anteriormente expuestos, puede disminuir la
inmunogenidad de la vacuna.
Vía de administración y Lugar a anatómico:
Se administra por vía intramuscular en vasto externo o deltoides siguiendo las
recomendaciones según la edad.
Posología:
La dosis es de 0,5cc.
Conservación:
Conservar entre +2 y +8ºC, proteger de la luz y no congelar.
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3.5 GRIPE
Agente causal
El virus de la gripe pertenece a la familia de los Orthomyxoviridae y al género Influenza
virus.
Se trata de un virus con genoma ARN que consta de tres tipos antigénicos: influenza
A, influenza B e influenza C.
El virus influenza A es el causante de las grandes pandemias y epidemias, pudiendo
afectar también a aves y mamíferos. Este virus sufre mutaciones constantemente.
El virus influenza B es el causante de brotes más limitados y menos graves. Este virus
muta de forma más lenta y su reservorio es exclusivamente humano.
El virus influenza C es el más benigno, ya que solo causa infecciones que cursan sin
cuadros clínicos característicos y sin sintomatología.
Existen dos mecanismos que dan lugar a cambios antigénicos de los virus gripales: los
cambios antigénicos menores (deriva antigénica o drift), que dan lugar a los brotes
epidémicos anuales, y los cambios antigénicos mayores (salto antigénico o shift)
responsables de la aparición de pandemias (este último cambio solo se produce en los
virus influenza A).
En el niño, el virus de la gripe, puede cursar de forma subclínica y, en ocasiones, con
extrema gravedad, así como complicarse con sobreinfecciones bacterianas graves.
Epidemiología
La gripe se contagia de persona a persona a través de las secreciones respiratorias. El
período de transmisibilidad del virus se produce entre 24-48 horas antes del inicio de
los síntomas, y se prolonga hasta 5-6 días después.
Es una enfermedad altamente contagiosa que aparece en forma de epidemias anuales
y, ocasionalmente pandemias cada cierto período de tiempo. Se puede afirmar que el
virus de la gripe es el peor virus de la historia de la humanidad, ya que ha originado a
lo largo de la historia 30 pandemias y más de 300 epidemias.
Los niños son un factor fundamental en la cadena de transmisión, debido a que
excretan virus durante más tiempo y presentan una carga viral mucho mayor que los
adultos, siendo su incidencia más alta en la infancia. Esto produce un elevado
consumo de recursos sanitarios con un importante impacto socioeconómico, ya que
provoca un acusado absentismo escolar en los niños y laboral en los padres, bien por
enfermar al ser contagiados por sus hijos, o bien por cuidarlos mientras están
enfermos.
Las tasas de hospitalización asociadas a la gripe varían según grupos de edad, siendo
más elevadas en los primeros meses de vida. En niños sanos menores de 2 años las
tasas de hospitalización son similares o incluso superiores a las de las personas
mayores de 65 años.
La letalidad suele estar ocasionada por complicaciones respiratorias, siendo muy
superior en personas de edad avanzada (mayores de 65 años) o con enfermedades
de base que condicionan un alto riesgo de infección.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Clínica
Se trata de una enfermedad contagiosa de origen respiratorio que se transmite por las
gotitas de secreciones infectadas. No existe un portador crónico para esta patología.
El comienzo del cuadro gripal puede ser súbito y viene acompañado de los siguientes
síntomas: fiebre superior a 39⁰ C (con una duración media de entre 48 y 72 horas),
cefalea, dolores musculares (espalda y extremidades), anorexia, astenia, fotofobia,
secreción y congestión nasal, dolor torácico y tos. En ocasiones, puede venir
acompañada de trastornos gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea.
En el niño puede cursar con extrema gravedad, asociándose en ocasiones, además de
los síntomas anteriores; cuadros convulsivos, encefalitis y/o encefalopatía.
En neonatos y lactantes, la gripe puede presentarse como un síndrome febril sin foco,
con síntomas poco específicos, apnea y rechazo del alimento. Otras veces, debuta
mediante cuadros respiratorios de laringotraqueitis o bronquiolitis.
Las complicaciones causadas por la gripe pueden dar lugar a sobreinfecciones
bacterianas graves (como la neumonía bacteriana), deshidratación, agravamiento y
descompensación de enfermedades crónicas como la insuficiencia cardíaca
congestiva, asma o diabetes.
El riesgo de complicaciones aumenta en los pacientes menores de 6 meses, mayores
de 65 años y en todas aquellas personas de cualquier edad con enfermedades
crónicas o inmunosupresión.
Apuntes sobre la vacuna
Debido a los cambios que se producen en los virus, la composición exacta de las
vacunas que se utilizan cada año es recomendada por la OMS y está basada en la
información disponible acerca de la prevalencia de aislamientos de cepas concretas
que circulan en todo el mundo. En consecuencia, las vacunas de la gripe se preparan
utilizando estas recomendaciones.
Hasta ahora, todas las vacunas antigripales disponibles eran trivalentes, conteniendo
dos subtipos del serotipo A y una cepa del serotipo B. Actualmente, se dispone de
vacunas inactivadas tetravalentes, que contienen además de los dos subtipos del
serotipo A, los dos linajes principales del virus gripal B. Los casos de gripe C son
mucho menos frecuentes. Se pretende que los subtipos que contiene la vacuna de
cada temporada presenten concordancia con los circulantes.
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
• Inmunogenicidad
Tras la vacunación, la mayoría de los niños y adultos jóvenes desarrollan
elevados niveles de anticuerpos que protegen contra la infección por cepas
similares a las incluidas en la vacuna. Los ancianos y las personas con
enfermedades crónicas pueden desarrollar niveles más bajos, por lo que pueden
permanecer susceptibles a la infección del tracto respiratorio superior. Sin
embargo, incluso en estas personas, la vacuna puede ser eficaz en la prevención
de las complicaciones secundarias (reduciéndose en un 60%) y en la reducción
del riesgo de hospitalización y de muerte (un 80%).
Después de la inmunización, los niveles de anticuerpos pueden requerir entre 10 y
14 días para adquirir niveles protectores. Se indica iniciar la vacunación
previamente a la aparición de los primeros casos de gripe.
Formación Continuada para Enfermería 55
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

La duración estimada de la protección es, como mínimo, una temporada antigripal,


aunque el nivel de protección en los periodos posteriores se desconoce.
• Eficacia y efectividad
La efectividad de la vacuna depende de la edad, de la inmunocompetencia del
huésped y del grado de similitud entre las cepas de los virus incluidos en las
vacunas y de los virus que estén en circulación.
La vacuna tiene una eficacia de entre, aproximadamente, el 70-90% en personas
sanas menores de 65 años. Debido a que la eficacia y el desarrollo de anticuerpos
contra la enfermedad decae con la edad, las vacunas que contienen adyuvantes o
se administran por vía intradérmica pueden mejorar la eficacia vacunal en estas
personas.
La eficacia en niños es limitada y mejorable. En menores de 2 años la eficacia es
escasa, y entre los niños de 2 a 9 años se estima en un 50-65%.
Características de la vacuna
Como se comentaba en uno de los apartados anteriores, casi todas las vacunas
antigripales disponibles contienen tres cepas (dos tipo A y una tipo B), aunque
actualmente se disponen también de vacunas inactivadas tetravalentes que contienen
un serotipo B más.
La mayoría de las vacunas se obtienen a partir de virus cultivados en huevos
embrionados de gallina que posteriormente son inactivados y fraccionados.
La vacuna se presenta en viales de 0,5 ml con o sin jeringa precargada, o de 0,1 ml
(en el caso de la vacuna intradérmica).
Para la temporada 2015- 2016, la vacuna trivalente recomendada por la OMS para la
vacunación en el hemisferio norte contiene las siguientes cepas:

‐ Cepa análoga a A/California/7/2009 (H1N1)pdm09


‐ Cepa análoga a A/Switzerland/9715293/2013 (H3N2)
‐ Cepa análoga a B/Phuket/3073/2013-like virus

La cepa A/H1N1 elegida para esta campaña procede de la cepa H1N1-2009 que ha
sido empleada desde entonces en todas las campañas.

Las cepas A/H3N2 y B (linaje Yamagata) propuestas para las vacunas trivalentes, son
distintas de las de la campaña 2014- 2015. En cambio, la cepa B (linaje Victoria)
adicional recomendada para las vacunas tetravalentes es la misma que la empleada
en las campañas 2013- 2014 y 2014- 2015.
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Composición y nombres comerciales


Tabla 14. Composición y nombres comerciales vacuna de la gripe.
NOMBRE COMPONENTES ANTÍGENOS ADYUVANTES LABORATORIO EDAD
Chiroflu Gripe Antígenos de Sin adyuvantes Novartis ≥ 6 meses
superficie HAG y
NA
Chiromas Gripe Antígenos de MF59C.1 Novartis ≥ 65 años
superficie HAG y Proteínas de
NA huevo y pollo,
neomicina,
kanamicina y
formaldehido
Fluarix Gripe Virus Sin adyuvante GSK ≥ 36
tetra fraccionados e meses
inactivados.
Tetravalente
Influvac Gripe Antígenos de Sin adyuvante Abbott ≥ 6 meses
superficie HAG y
NA
Intanza 15 Gripe Virus de la gripe Proteínas de Sanofi Pasterur ≥60 años
inactivados y huevo y pollo, MSD
fraccionados formaldehído y
neomicina
Intanza 9 Gripe Virus de la gripe Proteínas de Sanofi Pasteur 18-59 años
inactivados y huevo y pollo, MSD
fraccionados formaldehído y
neomicina
Mutagrip Gripe Virus de la gripe Proteínas de Sanofi Pasteur ≥6 meses
inactivados y huevo y pollo, MSD
fraccionados formaldehído y
neomicina
Optaflu Gripe Antígeno de No adyuvantes Novartis ≥ 18 años
superficie
inactivado.
Preparada en
cultivos celulares
Vaxigrip Gripe Virus No adyuvantes Sanofi Pasteur ≥ 6 meses
fraccionados e MSD
inactivados

Edad de vacunación y número de dosis


La vacunación frente a la gripe es anual y la vacuna debe ser administrada durante el
otoño de cada año, antes del inicio de la temporada gripal.
El esquema de vacunación de la gripe depende de la edad del niño y de la recepción
previa, o no, de la vacuna.
El esquema de vacunación recomendado según la edad para la temporada 2015-2016
es el siguiente:
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Tabla 15. Esquema vacunación gripe temporada 2015-2016

EDAD POSOLOGÍA

De 6 meses a 8 • Entre 6 y 35 meses: ½ dosis (0,25 ml), aunque hay estudios que demuestran
años una mayor inmunogenicidad al aplicar la dosis completa (0,5 ml).
• ≥ 36 meses :0,5 ml
• Número de dosis: dependerá del antecedente de vacunación antigripal en
temporadas anteriores:
‐ 2 dosis, separadas por, al menos, 4 semanas; para asegurar una
protección óptima. La 1ª dosis debe administrarse tan pronto como la
vacuna esté disponible, para asegurar que ambas dosis puedan ser
recibidas antes del inicio de la actividad gripal, ya que la protección
es mayor cuando ambas dosis se administran durante la misma
temporada de gripe.
‐ 1 dosis: sería suficiente una sola dosis en el caso de haber recibido,
al menos, 2 dosis de vacuna con anterioridad. No es necesario que
las 2 dosis previas hayan sido administradas en temporadas
consecutivas.
≥ 9 años 1 única dosis de 0,5 ml (independientemente de los antecedentes de vacunación
antigripal en temporadas anteriores).

Indicaciones
La vacunación antigripal tiene como objetivo reducir la mortalidad y morbilidad
asociada a la gripe y el impacto que tiene la enfermedad sobre la comunidad. Por ello,
las recomendaciones van dirigidas fundamentalmente a proteger a las personas que
tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer la gripe, a las
que pueden transmitir la enfermedad a otras que tienen un alto riesgo de
complicaciones y a aquellas que, por su ocupación, proporcionan servicios esenciales
en la comunidad.
Así, los grupos de población en los que se recomienda la vacunación antigripal son los
siguientes:
1) Personas de edad mayor o igual a 65 años, con especial énfasis en aquellas
personas que conviven en instituciones cerradas.
2) Personas menores de 65 años que presentan un alto riesgo de complicaciones
derivadas de la gripe:
• Niños(mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas
cardiovasculares (excluyendo hipertensión arterial aislada) o
pulmonares, incluyendo displasia broncopulmonar, fibrosis quística y
asma.
• Niños (mayores de 6 meses) y adultos con:
‐ Enfermedades metabólicas crónicas, incluida la diabetes mellitus.
‐ Insuficiencia renal.
‐ Hemoglobinopatías y anemias.
‐ Asplenia funcional o anatómica.
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‐ Enfermedad hepática crónica.


‐ Enfermedades neuromusculares graves.
‐ Inmunosupresión, incluida la originada por la infección de VIH, por
fármacos o en los receptores de trasplantes.
‐ Enfermedad oncológica.
‐ Implante coclear o en espera del mismo.
‐ Trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva:
síndrome de Down, demencias, etc.
En este grupo se hará especial énfasis en aquellas personas que precisen
seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el año
precedente.
• Residentes en instituciones cerradas, de cualquier edad a partir de 6
meses, que padezcan procesos crónicos.
• Niños y adolescentes, de 6 meses a 18 años, que estén recibiendo
tratamiento prologando con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de
desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
• Mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación.
3) Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de
presentar complicaciones:
• Trabajadores de centros sanitarios, especialmente en profesionales que
atienden a pacientes de algunos de los grupos de alto riesgo.
• Personas que, por su ocupación, trabajan en instituciones geriátricas o
en centros de atención a enfermos crónicos, especialmente los que
tengan contacto continuo con personas vulnerables.
• Personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto
riesgo o ancianos.
• Personas que conviven en el hogar, incluidos niños/as, con otras que
pertenecen a alguno de los grupos de alto riesgo.
4) Otros grupos en los que se recomienda la vacunación:
• Personas que trabajan en servicios públicos esenciales, especialmente
en los siguientes subgrupos:
‐ Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con dependencia
nacional, autonómica o local.
‐ Bomberos.
‐ Servicios de protección civil.
‐ Personas que trabajan en los servicios de emergencias
sanitarias.
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‐ Trabajadores de instituciones penitenciarias y de otros centros


de internamiento.
La vacunación antigripal en todos estos pacientes y en las personas que están en
contacto con ellos representa un beneficio evidente y constituye una oferta de salud
incuestionable.
Es un deber de todos los profesionales sanitarios implicados, informar y recomendar la
vacunación antigripal a las personas en las que está indicada tan pronto como esté
disponible la vacuna, obteniéndose el máximo beneficio si la aplicación se produce
antes del inicio de la estación gripal. De todas formas, si no se ha podido administrar a
tiempo, puede hacerse en cualquier momento de la temporada, mientras exista
circulación documentada del virus.
Precauciones y contraindicaciones
Además de las contraindicaciones comunes a todas las vacunas, encontramos:
‐ Reacción alérgica grave (anafilaxia) a los componentes de la vacuna.
‐ Antecedentes de reacción grave a una dosis previa de la vacuna.
‐ Reacción alérgica grave (anafilaxia) al huevo.
‐ Niños menores de 6 meses.
Actualmente, las vacunas antigripales disponibles en España contienen pequeñas
cantidades de huevo, ya que son vacunas procedentes de cultivos en huevos de
gallina, así, si se considera que la vacunación es totalmente necesaria, esta deberá
administrarse, previa valoración de un alergólogo pediátrico, en un medio hospitalario
con los medios necesarios para el tratamiento de la anafilaxia.
El antecedente de urticaria y otras manifestaciones clínicas no graves tras la
exposición al huevo no contraindica la administración de la vacuna antigripal.
Se consideran precauciones, la enfermedad aguda moderada o grave, con o sin fiebre,
y el síndrome de Guillain- Barré dentro de las 6 semanas siguientes a la aplicación de
una dosis previa de la vacuna antigripal.
Efectos adversos
Las vacunas inactivadas frente a la gripe contienen virus muertos o fracciones de los
mismos, por lo tanto, no pueden transmitir la enfermedad. Son vacunas generalmente
bien toleradas. A pesar de ser bien toleradas pueden tener efectos adversos:
• Locales: reacción en el lugar de inyección (dolor, eritema, inflamación,
induración, hematomas y edema) en alrededor del 30% de los vacunados.
Suelen desaparecer por sí solas entre las 24- 48 horas.
• Sistémicas: fiebre, malestar, mialgias, escalofríos, astenia, anorexia, artralgias,
sudoración y malestar general (síntomas similares a la enfermedad).
No existe evidencia sobre la asociación causal entre la vacuna antigripal y el síndrome
de Guillain- Barré, sin observarse incremento de la incidencia con la vacunación frente
a la población general en los estudios realizados.
Interacciones
No se conocen.
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Vía de administración y lugar anatómico


La vía de administración es mediante inyección intramuscular profunda, salvo para la
vacuna intranasal.
Para los niños pequeños que aún no caminan, el sitio recomendado para la
administración de la vacuna es el vasto lateral externo del muslo, y para el resto es el
deltoides.
En pacientes con alteraciones de la coagulación o que reciben terapia anticoagulante
se recomienda la administración de las vacunas antigripales no adyuvadas por vía
subcutánea.
Conservación
La vacuna debe conservarse entre +2⁰C y +8⁰C y aplicarse preferiblemente a
temperatura ambiente.
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3.6 MENINGOCOCO C (MenC)

Agente causal
La enfermedad meningocócica es una infección grave y potencialmente letal, causada
por Neisseria meningiditis, un microorganismo diplococo gramnegativo que se clasifica
en 13 serogrupos. Los principales serogrupos causantes de patología son: A, B, C,
W135 e Y; siendo los más predominantes en Europa el B y el C.
Las formas más comunes de presentación de la enfermedad invasiva producida por
meningococo son la meningitis, seguida de la sepsis o una combinación de ambas.
Otras formas menos frecuentes de presentación son: neumonía, endocarditis,
pericarditis, artritis, conjuntivitis, uretritis, faringitis y cervicitis.
La vacunación contra la enfermedad es la mejor forma de controlarla. Actualmente,
están disponibles las siguientes vacunas antimeningocócicas:
‐ Vacuna monovalente conjugada frente al meningococo C.
‐ Vacuna tetravalente conjugada frente a los meningococos A, C, W135 e Y.
‐ Vacuna monovalente frente al meningococo B, recientemente comercializada
en farmacias.
Epidemiología
El meningococo es la única causa de meningitis bacteriana que puede causar
epidemias. Esto, junto a su capacidad de causar una enfermedad de comienzo súbito
y, en ocasiones, mortal en personas previamente sanas, han sido los dos factores que
han hecho que sea una patología que cause gran alarma en la población.
La enfermedad meningocócica es de distribución universal, siendo el hombre el único
reservorio. La transmisión se realiza de persona a persona al estar en contacto con las
secreciones respiratorias de portadores asintomáticos o por contacto directo con
pacientes con enfermedad meningocócica. El período de incubación normalmente
suele ser de 3- 4 días (aunque el rango puede ampliarse hasta de 1 a 10).
La letalidad de la enfermedad meningocócica invasiva (EMI) es del 10% y de hasta un
25% en adolescentes y adultos. Entre el 10 y el 30% de los supervivientes a la
enfermedad desarrollan secuelas graves.
Las formas clínicas más graves son en forma de sepsis, con o sin meningitis asociada,
que tiene una evolución rápida y puede llevar al fallecimiento de un niño sano en
pocas horas.
En la mayoría de los países la enfermedad es endémica. La OMS registra 500.000
casos anuales en todo el mundo con 50.000 muertes. Su incidencia y la distribución de
serogrupos no es uniforme a lo largo del mundo, predominando en Europa los
serotipos B y C; y en África (“cinturón de la meningitis”), el meningococo A, causante
también de las grandes epidemias del mundo.
En España, durante la temporada 2012- 2013, se notificaron 348 casos de enfermedad
meningocócica (0,74 casos/ 100.000 habitantes) de los que se confirmaron 271
(77,9%), con una incidencia sobre casos confirmados de 0,59/100.000 habitantes.
Actualmente, en España, el principal serogrupo circulante productor de enfermedad
meningocócica es el meningococo B.
Formación Continuada para Enfermería 62
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Es una enfermedad de predominio en la infancia con tres picos de máxima incidencia


ordenados de mayor a menor: niños menores de 1 año, niños entre 1 y 4 años; y
adolescentes entre 15 y 19 años. La incidencia de enfermedad por serogrupo B es
mayor en niños menores de 1 año, mientras el serogrupo C predomina en niños
pequeños y produce brotes en adolescentes.
Entre el 5-15% de los adolescentes y adultos jóvenes, y menos del 1% de los adultos
son portadores asintomáticos. Ellos no suelen enfermar, pero tienen gran importancia
epidemiológica por ser la fuente de transmisión de la enfermedad.
Desde la temporada 2006-2007, el número de casos declarados de enfermedad
meningocócica sigue descendiendo de forma continuada, a una media del 12,6%
anual. La introducción en España de la vacuna conjugada en el calendario infantil de
la temporada 1999-2000 resultó determinante en el control de la enfermedad
menigocócica del grupo C, que ha experimentado un descenso respecto a la época
prevacunal del 88,6%. Los casos por serogrupo B permanecen estables con tendencia
a la disminución, con variaciones cíclicas en los últimos 10 años.
Clínica
La meningitis suele ser de comienzo agudo y la clínica más frecuente suele ir
acompañada de fiebre, cefalea y rigidez de nuca, pudiendo acompañarse de náuseas,
vómitos, fotofobia y estado confusional.
Los síntomas iniciales de la enfermedad meningocócica son inespecíficos (fiebre y
catarro de vías altas), pero puede tener una evolución rápidamente progresiva hacia
un cuadro de sepsis de evolución fatal en pocas horas.
Las formas clínicas invasoras más frecuentes son: meningitis, bacteriemia y
neumonía. Aproximadamente el 40% de los casos se presentan como una
bacteriemia, de los que una parte desarrollan la forma más grave y temida de la
enfermedad: la sepsis meningocócica.
La sepsis meningocócica cursa con fiebre elevada de aparición brusca acompañada
de exantema purpúrico o petequial, que puede progresar en pocas horas a púrpura
fulminante, hipotensión, insuficiencia suprarrenal aguda, fallo multiorgánico, shock
refractario y muerte.
La letalidad de la enfermedad meningocócica, a pesar de un correcto tratamiento
antibiótico, es alta (10%).
El 10-30% de los casos que sobreviven a una sepsis meningocócica desarrollan
secuelas: amputaciones, cicatrices extensas por necrosis cutánea, sordera o infartos
cerebrales. Las meningitis sin shock suelen curar sin complicaciones, aunque
ocasionalmente quedan secuelas auditivas, defectos cognitivos moderados o leves y
epilepsia.
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
Se considera que existen características de las vacunas conjugadas que son
importantes para establecer una protección a largo plazo y que influyen en su
efectividad: la memoria inmunológica, la protección de grupo y los anticuerpos
circulantes.
En estudios realizados en España, se observó que la eficacia, tras el primer año de
vacunación, descendía del 95,2% al 78%, y a los dos años al 56%. Este hecho llevó a
la necesidad de introducir una dosis de refuerzo en el segundo año de vida.
Formación Continuada para Enfermería 63
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Actualmente, se recomienda una dosis de refuerzo en los adolescentes para disminuir


así la colonización nasofaríngea, aunque se les haya administrado una dosis de
vacuna con posterioridad a los 12 meses de vida (si se administró con 10 años o más,
no es necesaria esta dosis de adolescente). Esta dosis de recuerdo ya se ha
introducido en algunas comunidades autónomas.
La vacuna meningocócica C conjugada es eficaz en niños a partir de los dos meses de
edad. La respuesta inmune protectora está cercana al 100%, genera inmunidad de
grupo al disminuir la colonización del meningococo en la nasofaringe.
En cuanto a la efectividad, se ha demostrado que es de hasta un 95%.
Característica de la vacuna
Existen dos tipos de vacunas diferentes: las vacunas conjugadas y las vacunas de
polisacáridos. Dentro de las vacunas conjugadas, están disponibles las vacunas
monovalentes frente al meningococo C y una vacuna conjugada tetravalente frente a
los serogrupos A, C, Y. W- 135. La vacuna de polisacáridos disponible es también una
vacuna tetravalente frente a estos mismos 4 serogrupos.
Composición y nombres comerciales
Actualmente en España, se encuentran disponibles 5 vacunas antimeningocócicas,
inactivadas y conjugadas. El antígeno es el oligosacárido/polisacárido capsular de los
diferentes serogrupos, unido (conjugado) a una proteína transportadora. Tres de estas
vacunas son monovalentes frente al serogrupo C (Menjugate, Meningitecy
NeisVac-C) y las dos restantes son tetravalentes frente a los serogrupos A, C, W135
e Y (Menveo y Nimenrix), de uso hospitalario. Además de las anteriores se
dispone, por mediación extranjera, de una vacuna tetravalente polisacárida frente a
esos 4 serogrupos (Mencevax ACWY®), aunque ya no se utiliza por ser superiores las
conjugadas.
Recientemente se ha comercializado en farmacias la vacuna frente al meningococo B
(Bexsero), de la que hablaremos en otro apartado.
Tabla 16. Composición y nombres comerciales vacuna meningocócica.

NOMBRE SEROGRUPOS PRINCIPIO ACTIVO ADYUVANTE


COMERCIAL FRENTE A LOS QUE
(LABORATORIO) ACTÚA
Menjugate C 10 µg oligosacárido 0,3 a 0,4 mg de hidróxido de
Kit(Novartis) capsular del grupo C aluminio
Meningitec C 10 µg oligosacárido 0,125 mg de fostato de
(NuronBiotech) capsular del grupo C aluminio
NeisVac-C C 10 µg polisacárido 0,5 mg de hidróxido de
(Pfizer) capsular (de- Oacetilado) Aluminio hidratado
del grupo·C

Menveo A, C, W135, Y 10 µg oligosacárido capsular No


(Novartis) del grupo A y 5 µg
oligosacárido capsular de los
grupos C, W135 e Y

Nimenrix A, C, W135, Y 5 µg polisacárido capsular de No


(GSK) los gruposA, C, W135 e
Formación Continuada para Enfermería 64
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Indicaciones, edad de vacunación y número de dosis


El Ministerio de Sanidad y el Comité Asesor de Vacunas de la AEP recomiendan,
como mejor pauta de vacunación, la aplicación de 3 o 4 dosis de vacuna frente al
meningococo C, con la siguiente pauta:
‐ 1 ó 2 dosis en el primer año de vida (a los 4 meses o a los 2 y 4 meses
dependiendo de la vacuna utilizada).
‐ 1 dosis de refuerzo a los 12 meses de edad.
‐ 1 dosis a los 12 años (válida cuando es puesta a partir de los 10 años).

ESQUEMA: 1 ó 2 +1+1

Actualmente, solo existe una vacuna comercializada que ha demostrado


inmunogenicidad con 1 única dosis de primovacunación (Neisvac®), cuando esta se
realiza a los 4 meses:
‐ Primovacunación en niños ≥ 4 meses → 1 dosis
‐ Si la primovacunación se realiza antes de los 4 meses, serán necesarias 2
dosis (a los 2 y 4 meses).
Para el resto de vacunas comercializas, son necesarias 2 dosis de primovacunación y
2 dosis de recuerdo (a los 12 meses y 12 años).
En nuestro medio, se sigue recomendando administrar vacunas monovalentes frente
al meningococo C a la población sana. Actualmente, las vacunas tetravalentes solo se
recomiendan para personas que van a viajar a zonas endémicas con alta prevalencia
de los tipos A, W e Y; y en algunos pacientes inmunodeprimidos.
Las pautas de vacunación sistemática en los niños sanos y para los niños
pertenecientes a grupos de riesgo son las siguientes:
Tabla 17. Pauta vacunación niños sanos
VACUNACIÓN RUTINARIA FRENTE A N. MENINGIDITIS SEROGRUPO C

Edad de Número Pauta recomendada Intervalo mínimo entre dosis Edad mínima
primovacunació de dosis de vacunación
n
2-11 meses 1ó2 2 y 4 meses o 4 2 meses 2 meses
meses solamente,
según preparado
vacunal.

≥ 12 meses 1 12 meses 6 meses con respecto a las 12 meses


aplicadas en el primer año

12 años 1 12 años Si tiene menos de 10 años aplicar 1 10 años


dosis seguida de otra a partir de los
10 años y con una separación
mínima entre las 2 de 6 meses. Si
tiene 10 o más años solo es
necesaria 1 dosis.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Tabla 18. Pauta vacunación niños de riesgo


VACUNACIÓN FRENTE A N. MENINGIDITIS SEROGRUPO C EN GRUPOS DE RIESGO

Grupo de riesgo Edad Pauta de vacunación

Asplénicos o con déficit de los < 12 meses MenC 2 dosis separadas 2 meses.
componentes del complemento A partir de los 12 meses de vida, 1 dosis de
MenC y un recuerdo a los 12 años. Valorar
revacunaciones periódicas cada 5 años*

≥ 12 meses no vacunados MenC 2 dosis separadas 2 meses y un recuerdo


anteriormente* a los 5 años. Valorar revacunaciones periódicas
cada 5 años*

Personas con riesgo aumentado de Entre 2 y 55 años Vacuna tetravalente conjugada: 1 dosis y un
exposición recuerdo a los 3 años en menores de 7 años, y
(Viajeros a zonas hiperendémicas y a los 5 en los de 7 o más (en caso de persistir el
personas de laboratorio que trabaja con riesgo)
N. meningiditis)

* A partir del año, valorar sustituir la vacuna monovalente por la tetravalente conjugada.

En adultos, se administrará una única dosis de vacuna conjugada C monovalente a


aquellos que deberían estar ya vacunados según las recomendaciones oficiales de
cada CCAA y que no fueron vacunados en su momento.
Precauciones y contraindicaciones
Contraindicaciones y precauciones generales de todas las vacunas.
Efectos adversos
Las vacunas conjugadas frente al serogrupo C suelen acompañarse de reacciones
locales leves (enrojecimiento e hinchazón en el punto de inyección) y de reacciones
sistémicas (irritabilidad y fiebre). En niños mayores y adultos puede aparecer cefalea y
malestar general hasta en el 10% de los vacunados. Las reacciones graves son muy
infrecuentes, incluyendo las reacciones alérgicas sistémicas.
Interacciones
No se ha demostrado la intercambiabilidad entre los diferentes preparados vacunales,
por eso es especialmente recomendable utilizar el mismo preparado en la
primovacunación.
Vía de administración y lugar anatómico
Se administra por vía intramuscular en vasto lateral externo o deltoides, dependiendo
de la edad.
Posología y conservación
Dosis de 0,5 ml.
Conservar en nevera entre +2 y +8 °C.
Formación Continuada para Enfermería 66
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

3.7 MENINGOCOCO B

Agente causal
(Ver Meningococo C)
Epidemiología
(Ver Meningococo C)
Clínica
(Ver Meningococo C)
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
Los ensayos clínicos realizados para el desarrollo de esta vacuna han demostrado que
es inmunógena, segura y que induce memoria inmunológica tanto en niños como en
adultos.
La demostración de la eficacia y efectividad en la prevención de una enfermedad poco
frecuente, como la infección invasora por meningococo B, es complicada. Solo la
introducción de la vacuna en calendarios sistemáticos y el seguimiento epidemiológico
permitirán evaluar la efectividad, tanto en población vacunada como no vacunada.
Características de la vacuna
La única vacuna disponible en España frente al meningococo B (Bexsero®) fue
autorizada en el año 2013. Bexsero® es una vacuna tetraantigénica recombinante
obtenida por tecnología de “vacunología inversa”, que contiene tres antígenos
subcapsulares del meningococo B combinados con vesículas de membrana externa
de la cepa Neisseriameningiditis.
Composición y nombres comerciales
Además de Bexsero®, existe otra vacuna frente al meningococo B autorizada en USA
llamada Trumenba®, indicada para la prevención de enfermedad meningocócica B en
personas de entre 10 a 25 años.

Edad de vacunación y número de dosis


Según la ficha técnica, la vacuna Bexsero® está indicada para la inmunización activa
frente a la enfermedad mengingocócica invasiva (EMI) causada por Neisseria
meningiditis a partir de los 2 meses de edad, tanto en sujetos sanos como con algún
factor de riesgo.
La pauta a seguir dependiendo de la edad de vacunación es la siguiente:
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Tabla 19. Pauta vacunación meningococo B.


POBLACIÓN INMUNIZACIÓN INTERVALO DOSIS DE REFUERZO Nº TOTAL
1ª. Nº DE DOSIS MÍNIMO ENTRE DE DOSIS
DOSIS
Lactantes de 2 a 3 1 mes Sí, una dosis entre los 12 y 4
5 meses 15 meses de edad
Lactantes no 2 2 meses Sí, 1 dosis en el 2º año de 3
vacunados de 6 vida con un intervalo de, al
a 11 meses menos, 2 meses entre la
dosis final de
primovacunación y la dosis
de refuerzo
Lactantes no 2 2 meses Sí, 1 dosis con un intervalo 3
vacunados de de 12 a 23 meses entre la
12 a 23 meses dosis final de
primovacunación y la dosis
de refuerzo
Niños de 2 a 10 2 2 meses No se ha establecido 2
años
Adolescentes 2 1 mes No se ha establecido 2
desde 11 años
de edad y
adultos

Indicaciones
• Vacunación en personas con alto riesgo de padecer enfermedad meningocócica
invasora (EMI):
‐ Personas con asplenia o disfunción asplénica grave.
‐ Personas con déficit de properdina o de factores terminales del
complemento.
‐ Personas que sufrieron un episodio de EMI.
‐ Personal de laboratorio que trabajen con muestras que potencialmente
puedan contener N. meningiditis.
• Vacunación de casos y contactos en brotes
Con los datos actualmente disponibles, el Comité Asesor de Vacunas de la AEP
recomienda:
‐ Administrar la vacuna frente al meningococo B separada del resto de las
vacunas inyectables del calendario, con una pauta de 3,5 y 7 meses o con un
intervalo de, al menos, 2 semanas respecto a las vacunas habituales. Con esta
pauta no sería necesario el uso profiláctico del paracetamol.
‐ La dosis de refuerzo, en el caso de los primovacunados en el primer año de
vida, se administrará entre los 13 y 15 meses, para evitar su coincidencia con
la vacuna frente al meningococo C.
‐ En caso de que se haga coincidir Bexsero® con otra vacunas, se aconseja la
administración profiláctica de paracetamol en el momento previo a la
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

vacunación o inmediatamente después, seguida de 2 dosis más de


paracetamol con un intervalo entre ellas de 4-6 horas.

Precauciones y contraindicaciones
Las comunes a todas las vacunas.
No existen datos sobre su uso en:
‐ Personas inmunodeprimidas.
‐ Personas mayores de 50 años.
‐ Embarazo y lactancia.
Efectos adversos
‐ En niños menores de 24 meses de edad, las reacciones adversas locales y
sistémicas más frecuentes fueron: dolor y eritema en el lugar de inyección,
fiebre e irritabilidad.
‐ Los ensayos clínicos demuestran que cuando la vacuna se administra
simultáneamente con otras vacunas de calendario, entre el 69% y el 79% de
los lactantes presentan fiebre (≥ 38 oC), frente a un 44- 59% que desarrollan
esta reacción adversa cuando se administran las vacunas habituales sin
Bexsero®.
‐ Cuando Bexsero® se administra sola, la incidencia de fiebre es similar a la del
resto de vacunas (< 40%).
‐ En los casos en los que aparece fiebre, no suele ser elevada y normalmente se
presenta en las primeras 6 horas y desaparece entre las 36- 48 horas.
Interacciones
La vacuna frente al meningococo B puede administrarse de forma simultánea con el
resto de vacunas de los calendarios oficiales, salvo con la vacuna frente al
meningococo C, a la espera de la finalización de un estudio cuyos resultados estarán
próximamente disponibles. También es compatible su administración con la vacuna
antineumocócica conjugada, el rotavirus y la varicela.
Vía de administración y lugar anatómico
La vacuna se administra mediante inyección intramuscular profunda, preferiblemente
en la zona anterolateral del muslo en niños pequeños, o en el deltoides en niños
mayores, adolescentes y adultos.
Bexsero® se presenta como una suspensión en jeringa precargada, con una dosis de
0,5 ml. Debe agitarse antes de usar para formar una suspensión homogénea.
Conservación
Conservar en nevera a una temperatura entre 2 y 8 oC
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3.8 VARICELA

Agente causal
El agente infeccioso causante de la varicela es el virus varicela- zoster, perteneciente
a la familia de los herpes viridae. Existe un solo serotipo. La infección primaria produce
varicela y su posterior reactivación, sobre todo en situaciones de inmunosupresión,
puede originar el herpes zoster.
Epidemiología
La varicela es una enfermedad de distribución universal altamente contagiosa, siendo
el hombre su único reservorio. El contagio de la enfermedad es fundamentalmente
directo, a través de las gotitas de Pflügge emitidas por los enfermos o al estar en
contacto con las lesiones cutáneas. Existe también la posibilidad de transmisión
vertical, intrauterina y perinatal.
Cuando la madre padece varicela entre 5 días antes y 2 días después del parto, se
puede producir la varicela perinatal en un 15-30% de los recién nacidos, la cual suele
ser grave y tener una alta letalidad de hasta un 30%.
La varicela es muy contagiosa y, sin vacunación, prácticamente todas las personas se
contagiarán en algún momento de su vida. El período de incubación oscila entre 14 y
21 días, presentando el sujeto mayor riesgo de contagio desde dos días antes del
inicio del exantema hasta pasados los 5 días de su aparición, aunque las lesiones
siguen siendo contagiosas hasta que se convierten en costras.
En ausencia de vacunación sistemática, la incidencia anual de varicela es
aproximadamente igual que el número de niños que nacen cada año; en España unos
450000. Es una infección que predomina en la infancia, produciéndose la mayoría de
los casos entre los 2 y 14 años, sobre todo entre los 2 y los 6. Actualmente, más del
95% de la población menor de 40 años muestra serología indicativa de haber padecido
la infección. En los últimos años, el número de casos se ha reducido a menos de la
mitad probablemente por la extensión de la vacunación, aunque también es probable,
la infranotificación de la enfermedad.
Presenta su máxima actividad en invierno y primavera.
En España, se producen cada año entre 1000-1500 hospitalizaciones y 5-6
fallecimientos por varicela. Esto origina un elevado coste sanitario y social derivado no
solo de los gastos directos empleados en su asistencia, sino también de los indirectos
generados por la pérdida de escolaridad de los niños y de las jornadas laborales de
sus padres, entre otros.
Las complicaciones derivadas de la enfermedad pueden ser muy graves e incluso
mortales, especialmente en inmunodeprimidos y en recién nacidos. Si la enfermedad
se produce durante el embarazo puede afectar al feto ocasionando malformaciones
congénitas o varicela en el recién nacido, a veces de curso muy grave.
Los adultos presentan cifras más elevadas de ingresos hospitalarios y un mayor
número de complicaciones que los niños.
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Clínica
Como se ha comentado en el apartado anterior, la enfermedad tiene un período de
incubación de entre 14 y 21 días. Tras un breve catarro de vías altas, fiebre variable,
cefalea y malestar general; aparece una erupción típica, pruriginosa, que predomina
en el tronco y la cara y se extiende hacia extremidades y cuero cabelludo.
Las lesiones son primero maculosas (manchas rojizas) y después pápulas (lesiones
rojas sobreelevadas), que posteriormente se transforman en vesículas (ampollas) de
contenido claro, rodeadas de un halo inflamatorio rojizo. A continuación, las vesículas
se rompen, se secan y dan lugar a costras. El proceso dura habitualmente 4-5 días.
Al desprenderse las costras pueden quedar manchas claras u oscuras durante
semanas o meses. Solo dejan cicatrices definitivas las lesiones sobreinfectadas.
En la mayoría de las ocasiones, la varicela confiere inmunidad permanente, aunque en
algunos casos es posible un 2º episodio.
En niños, suele ser bien tolerada; normalmente solo yendo acompañada de fiebre y
molestias leves, siendo lo más incómodo el prurito. En niños mayores y sobre todo en
adultos, el cuadro es más severo, con más vesículas y molestias generales
significativas.
Los efectos secundarios graves de la enfermedad se producen en individuos
infectados durante la adolescencia y la edad adulta.
La causa principal de muerte en adultos por varicela es la neumonía. Además de la
neumonía, entre las complicaciones más habituales de la varicela destacan: la
trombocitopenia, encefalitis, meningitis, otitis media, endocarditis, artritis séptica o
hepatitis.
La reactivación del virus de la varicela da lugar al llamado herpes zóster, que se
caracteriza por una erupción muy molesta y a menudo extremadamente dolorosa, que
aparece siguiendo el territorio de un nervio sensitivo, muchas veces un nervio
intercostal, en forma de erupción vesiculosa sobre la base inflamatoria que rodea en
forma lineal un lado del tórax (lo que se denomina “culebrilla”).
El virus puede quedarse latente, pero puede reactivarse cuando el individuo entra en
una bajada de defensas como consecuencia de la edad, inmunodeficiencia o por
contacto intrauterino.
Apuntes sobre la vacuna
Las 2 vacunas disponibles frente a la varicela son intercambiables en la pauta de 2
dosis recomendada y en cualquier orden, aunque siempre que sea posible debe
usarse el mismo preparado para completar el esquema vacunal.
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
Los niños vacunados contra el virus de la varicela que contraen la enfermedad,
desarrollan un cuadro más leve que los no inmunizados (menor número de vesículas,
fiebre inapreciable y curación en pocos días), siendo el total de los niños vacunados
que desarrollan la enfermedad menor de un 5%.
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Una sola dosis de vacuna monocomponente frente a la varicela en niños con una edad
comprendida entre 12 meses y 12 años, induce seroconversión en el 98% de los
casos. En cambio, en mayores de 12 años y adultos, la seroconversión con una sola
dosis estaría en torno al 75-95%, pero al administrar una segunda, la seroconversión
asciende al 100% de los casos.
Estudios postcomercialización han estimado que la efectividad de una dosis única de
la vacuna frente a la varicela es del 80-85% para cualquier forma de la enfermedad,
pero que dicha efectividad decae, sobre todo, después de 5 años de la vacunación.
De ahí, que en la actualidad se destaque la necesidad de administrar 2 dosis de
vacuna en niños después de los 12 meses de edad, ya que así se aumenta la
protección y disminuye el riesgo de sufrir varicela en vacunados.
Característica de la vacuna
Las vacunas frente a la varicela son vacunas de virus vivos atenuados. Actualmente,
disponemos en España de 2 vacunas monocomponentes frente a la varicela (Varivax®
y Varilrix®). Está autorizada también una tercera, asociada a las vacunas frente al
sarampión, rubeola y parotiditis (vacuna tetravírica, ProQuad®), pero aún no está
comercializada.
Varilrix está autorizada desde el año 2009 por la Agencia Española del Medicamento y
de Productos Sanitarios solo como medicamento de uso hospitalario, por lo que su
administración queda restringida a los servicios de farmacia de los hospitales.
Composición y nombres comerciales
Tabla 20. Composición y nombres comerciales varicela

NOMBRE COMERCIAL COMPONENTES ANTÍGENOS ADYUVANTES


Y LABORATORIO
Varilrix® Varicela Virus atenuados de varicela Neomicina
(GSK)
Varivax® Varicela Virus atenuados de varicela Neomicina y
(SanofiPasteurMSD) gelatina

Indicaciones, edad de vacunación y número de dosis


Las 2 vacunas disponibles frente a la varicela están indicadas en la inmunización
activa para la prevención primaria de la varicela en individuos susceptibles de edad
igual o superior a los 12 meses.
La vacunación en personas que han estado expuestas al virus de la varicela en los 3
a 5 días posteriores a la exposición puede prevenir una infección clínicamente
aparente o modificar el curso de la misma.
Ambas vacunas pueden utilizarse en lactantes a partir de los 9 meses de edad bajo
circunstancias epidemiológicas especiales.
El 29 de julio de 2015, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud decidió
incorporar la vacunación frente a la varicela al calendario de vacunación infantil a partir
del año 2016, con una pauta de 2 dosis:
‐ 1ª dosis: a los 12- 15 meses.
‐ 2ª dosis: a los 3-4 años de edad.
Formación Continuada para Enfermería 72
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Esta decisión se ha tomado respondiendo a las recomendaciones de pediatras y


vacunólogos y atendiendo a los datos reunidos en los últimos años, que confirman que
la vacunación frente a la varicela es una intervención de elevada efectividad y
seguridad. La vacunación en la preadolescencia (tal y como estaba incluida en el
calendario antes de estas últimas recomendaciones) tiene escaso impacto sobre el
control de la enfermedad, ya que no previene la mayoría de los casos de varicela ni la
mayoría de las complicaciones y hospitalizaciones debidas a la misma.
También se recomienda la vacunación de los adolescentes de 12 años que no hayan
pasado la enfermedad ni se hayan vacunado con anterioridad. Se administrarán 2
dosis de vacuna frente a la varicela con un intervalo mínimo de 4 semanas. En caso
de haberse vacunado con una dosis anteriormente, se administrará una dosis a los 12
años para completar la pauta con dos dosis.

Tabla 21. Edad de vacunación y número de dosis varicela.


EDAD DE VACUNACIÓN Y NÚMERO DE DOSIS SEGÚN VACUNA ELEGIDA
Vacuna Edad Nº dosis Intervalo
Varivax® Niños entre 9 y 12 meses susceptibles a 2 ≥ 3 meses
varicela grave.
Niños entre 12 meses y 12 años. 2 Intervalo mínimo de 1 mes.
≥ 13 años 2 4 a 8 semanas.
Varilrix® Niños entre 9 y 12 meses susceptibles a 2 ≥ 6 semanas (Nunca inferior
varicela grave. a 4 semanas)
Niños entre 12 meses y 12 años.
≥ 13 años

• Vacunación en grupos de riesgo


Los grupos de riesgo a vacunar frente a la varicela se aprobaron al
comercializarse la vacuna en 1998 y se han mantenido desde entonces. Son los
siguientes:
‐ Pacientes con leucemia linfoblástica aguda (LLA): deberá suprimirse la
terapia de mantenimiento una semana antes y otras después de la
vacunación. Los pacientes que estén recibiendo radioterapia no deberían
vacunarse durante el tratamiento.
‐ Niños con infección por VIH: recibirán la vacuna siempre que tengan
porcentajes de linfocitos CD4 ≥15%. En niños y adultos mayores de 8
años el recuento de linfocitos CD4 deberá ser ≥ 200 células/µl.
‐ Pacientes sometidos a tratamiento inmunosupresor: incluida la terapia
con corticoides, para tumores sólidos malignos o para enfermedades
crónicas graves (tales como insuficiencia renal crónica, enfermedades
autoinmunes, colagenosis y asma bronquial grave).
Se suele vacunar a los pacientes cuando están en remisión hematológica
completa de la enfermedad. Es aconsejable que el recuento total de
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linfocitos sea de, al menos, 1200 por mm3, o no exista otra evidencia de
falta de competencia inmunitaria.
‐ Pacientes con un trasplante programado de órgano: debe realizarse la
vacunación 4-6 semanas antes de la administración del tratamiento
inmunosupresor.
‐ Pacientes con enfermedades crónicas: trastornos metabólicos y
endocrinos, enfermedades pulmonares crónicas y cardiovasculares,
mucoviscidosis y anormalidades neuromusculares.
‐ Contactos inmediatos sanos: esto incluye a padres y hermanos, personal
sanitario y personal de educación infantil, otras personas que estén en
contacto estrecho con pacientes con varicela o pacientes de alto riesgo.
La pauta de vacunación en grupos de riesgo será de 2 dosis con un intervalo de
tiempo de al menos 4 semanas entre dosis.

Precauciones y contraindicaciones
• Contraindicaciones:
Además de las comunes a todas las vacunas, deben señalarse las siguientes:
‐ Alergia grave a gelatina y neomicina.
‐ Personas con inmunodeficiencias congénitas o adquiridas de tipo
celular o mixto en fase activa de la enfermedad.
‐ Tratamientos inmunosupresores: no debe administrarse la vacuna
hasta que hayan pasado, al menos, 3 meses después de la
finalización del tratamiento.
‐ Niños en tratamiento con altas dosis de corticoides. No administrar
la vacuna hasta transcurrido, al menos, un mes desde la finalización
del tratamiento.
‐ Niños VIH positivos con menos del 25% de linfocitos CD4 en niños
de 12-35 meses, y menos del 15% en los de 36 meses o más.
‐ Personas con leucemia, tumores sólidos malignos, que estén en
programas de trasplante, no vacunar hasta que hayan transcurrido,
al menos, de 18 a 24 meses.
‐ No es recomendable la vacunación en personas con tuberculosis
activa.
‐ Madres lactantes por el riesgo de transmisión al lactante.
‐ Embarazadas.
• Precauciones:
‐ Debe evitarse el embarazo entre la 1ª y la 2ª dosis de vacuna y en el mes
siguiente a la recepción de la 2ª dosis.
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‐ Evitar la vacunación tras la recepción de inmunoglobulina o hemoderivados


durante un período variable dependiendo del tipo de producto y de la dosis.
‐ Debe evitarse el uso de salicilatos durante las 6 semanas siguientes a la
administración de cualquier dosis de vacunas frente a la varicela, por el
riesgo de síndrome de Reye.
Efectos adversos
Las vacunas frente a la varicela son, en general, muy seguras y bien toleradas, tanto
en sujetos sanos como en inmunodeprimidos.
Las reacciones adversas son, generalmente, leves y están localizadas en la zona de
inyección. Las más frecuentes son: dolor, enrojecimiento o inflamación. También
pueden aparecer a nivel sistémico, fiebre y exantemas leves que aparecen entre los 5
y 30 días siguientes a la vacunación. Las personas que desarrollan exantema pueden
transmitir el virus a contactos susceptibles, aunque es muy raro.
Interacciones
‐ Cuando es necesaria la administración simultánea de otras vacunas inyectables o
medicamentos, se deben administrar en inyecciones separadas y en diferentes
lugares de inyección.
‐ Las vacunas inactivadas pueden administrarse con cualquier relación temporal a la
vacuna de la varicela. Cuando la vacuna triple vírica no se administra de manera
simultánea con la varicela, se recomienda un intervalo de, al menos, un mes entre
las mismas para evitar una posible interferencia en la respuesta inmunitaria.
Vía de administración y lugar anatómico
Para ambas vacunas, la vía de administración es la subcutánea, preferiblemente la
región anterolateral externa del muslo en niños pequeños, y la región tricipital (parte
superior del brazo) en niños mayores, adolescentes y adultos.
Según ficha técnica, Varivax® también podría administrarse por vía intramuscular.
Posología
Las 2 vacunas disponibles se presentan en envases que contienen un vial de polvo
para solución y una jeringa precargada con disolvente. Al reconstituirlas, una dosis de
cualquiera de las dos vacunas disponibles contiene 0,5 ml, debiendo administrarse
inmediatamente después de su reconstitución o en un plazo máximo de 90 minutos
dependiendo de la vacuna utilizada.
Conservación
Las vacunas deben ser conservadas a una temperatura entre 2 y +8o C y protegidas
de la luz.
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3.9 HERPES ZÓSTER

Agente causal
El herpes zóster es una enfermedad neurocutánea causada por la reactivación del
virus varicela- zóster a partir de una infección latente en los ganglios sensoriales,
siendo reconocido como una importante causa de morbilidad, especialmente entre las
personas de más edad.
El agente responsable de este proceso es el virus varicela- zóster, un virus único para
dos situaciones clínicas diferentes, varicela y herpes zóster. Pertenece a la familia
Herpes viridae que agrupa entre más de 100 virus a los 8 tipos diferentes de virus
herpes que afectan al ser humano.
El reservorio y la fuente de infección de este virus son exclusivamente humanos. Es
altamente contagioso, transmitiéndose a través del tracto respiratorio y antes de la
edad adulta, también por contacto; siendo un paciente contagioso desde 2 días antes
de las primeras manifestaciones de la enfermedad hasta prácticamente la
desaparición de las lesiones. Aunque habitualmente el virus se transmite por vía aérea
a través de las secreciones respiratorias, también puede permanecer en la saliva y en
la sangre después de padecer herpes zóster, por lo que la exposición a estos fluidos
constituye una vía de transmisión a tener en cuenta.
Epidemiología
El virus varicela- zóster es uno de los virus más frecuentes en la especie humana.
Antes de los 18 años, un 95% de la población ya ha sido infectada por él.
La tasa de infectividad media es del 75%, siendo máxima a las 24- 48 horas antes del
inicio del exantema y continuando los 3-4 días siguientes.
El herpes zóster es la enfermedad neurológica con mayor incidencia, afectando
aproximadamente a un 20% de la población a lo largo de su vida. La incidencia y la
gravedad del herpes zóster aumentan con la edad, debido a la disminución de la
respuesta inmune específica. También se produce un mayor número de casos en
mujeres y en pacientes con enfermedades que causan inmunosupresión.
Clínica
La reactivación del virus de la varicela da lugar al llamado herpes zóster, que se
caracteriza por una erupción muy molesta y a menudo extremadamente dolorosa, que
aparece siguiendo el territorio de un nervio sensitivo, muchas veces un nervio
intercostal, en forma de erupción vesiculosa sobre la base inflamatoria que rodea en
forma lineal un lado del tórax (lo que se denomina “culebrilla”). El dolor y las
parestesias preceden a las lesiones cutáneas entre 1 y 7 días. Este pródromos varía
desde un prurito leve hasta sensación de hormigueo, ardor o dolor lancinante,
constante e intermitente.
El período eruptivo se inicia con la aparición de un exantema maculopapuloso y
eritematoso donde rápidamente aparecen pequeñas lesiones típicamente herpéticas,
con la peculiaridad de que su distribución es metamérica y unilateral (no supera la
línea media), siguiendo el trayecto del nervio. En 24- 72 horas, las vesículas se
vuelven purulentas y a los 7-10 días aparecen costras pardo- amarillentas que pueden
persistir durante 2- 3 semanas, dejando eritema, pigmentación y, a veces, cicatrices
deprimidas.
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Aunque puede afectar a cualquier raíz nerviosa, las localizaciones más frecuentes son:
torácica, cervical, territorio del trigémino y región lumbosacra. El exantema suele
situarse en la misma zona donde la afectación de la varicela previa fue más intensa.
Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
La vacuna ha demostrado reforzar la inmunidad frente al virus varicela zóster,
mecanismo por el que se protege frente al herpes zóster y sus complicaciones.
La eficacia clínica de la vacuna ha mostrado los siguientes resultados:
‐ Descenso de la carga de enfermedad del 61,1%.
‐ Disminución de la incidencia de neuralgia postherpética en un 66,5%.
‐ La eficacia global de la vacuna asciende al 51%.
Varios estudios de seguimiento de la vacuna muestran persistencia, aunque también
descenso de los beneficios de la vacunación a lo largo del tiempo. La duración de la
protección tras la vacunación no se conoce por el momento, aunque se han
demostrado al menos 4 años, pero es incierta por encima de los 5. No se ha
establecido, por el momento, la necesidad de revacunación.
Características de la vacuna
En la actualidad, solo existe una vacuna autorizada frente al herpes zóster, Zostavax®.
Se trata de una vacuna viva atenuada derivada de la cepa Oka/Merck (cepa del virus
varicela zóster). Por tanto, presenta la misma cepa que la vacuna de la varicela pero
de mayor potencia.
Composición y nombres comerciales
La vacuna disponible frente al herpes zóster, Zostavax®, se presenta en forma de
polvo y disolvente para suspensión inyectable en jeringa precargada.
Después de la reconstitución, 1 dosis contiene 0,65 ml de vacuna.
Actualmente, existe otra vacuna en desarrollo frente al herpes zóster del laboratorio
GSK, que se encuentra en la fase II de los ensayos clínicos.
Edad de vacunación y número de dosis
La vacuna está indicada para la prevención del herpes zóster y de la neuralgia
postherpética en personas de 50 años o más.
Pauta de vacunación: 1 dosis única
Actualmente, se desconoce la necesidad de una segunda dosis.
Indicaciones
• Recomendación de vacunación en relación con la edad:
Vacunación en personas a partir de los 50 años debido al aumento de la
incidencia de herpes zóster y de neuralgia postherpética. Por otro lado, la edad
es un factor que se asocia a un mayor riesgo de enfermedades agudas y
crónicas, y aunque no todas ellas están relacionadas directamente con un
mayor riesgo de sufrir herpes zóster, el hecho de padecerlo puede interferir y
agravar patologías de base o interaccionar con tratamientos crónicos,
representando un compromiso adicional para el paciente.
Formación Continuada para Enfermería 77
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• Recomendaciones de vacunación en relación con la patología de base:


• Grupos prioritarios:
‐ Pacientes con Diabetes Mellitus.
‐ Pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) en
tratamiento con corticoides inhalados.
‐ Pacientes con Insuficiencia Cardiaca Crónica.
‐ Personas inmunocompetentes en las que está previsto un periodo de
inmunosupresión programada en el futuro, como es el caso de
pacientes que estén esperando un trasplante, pacientes que van a
recibir quimioterapia o terapia inmunosupresora (incluyendo altas
dosis de corticoesteroides orales) frente a cáncer, artritis reumatoide,
lupus u otras enfermedades autoimunes.
• Otros grupos recomendables:
‐ Pacientes con enfermedad crónica, no incluidos en los grupos
anteriores (enfermedad crónica respiratoria, cardíaca, neurológica,
metabólica, hepática y/o renal siempre y cuando no impliquen
precaución o contraindicación).
‐ Cirugía mayor programada (antes de la intervención).
‐ Depresión mayor.
Precauciones y contraindicaciones
Además de las generales a todas las vacunas, no debemos llevar a cabo la
vacunación en las siguientes situaciones:
‐ Inmunosupresión primaria o adquirida.
‐ Recepción de terapia inmunosupresora, incluyendo altas dosis de
corticoesteroides. Las personas pertenecientes a este grupo no deben recibir la
vacuna hasta 6 meses después de finalizar el tratamiento y siempre que estén
en remisión de su enfermedad.
‐ Embarazo.
‐ Reacción anafiláctica confirmada a una dosis previa de vacuna frente a la
varicela.
‐ Tratamiento actual con antivirales orales o intravenosos, o cese del tratamiento
48 horas antes, ya que el tratamiento reduce la respuesta de la vacuna.
‐ Tuberculosis activa no tratada.
‐ La vacuna no debe ser utilizada en niños y adolescentes ya que no está
indicada para la prevención de la infección primaria por el virus de la varicela.
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Efectos adversos
Las reacciones adversas más frecuentes de la vacuna son las siguientes:
‐ Reacción local en el lugar de la inyección: eritema, dolor al tacto, inflamación,
prurito, calor, hematoma e induración.
‐ Dolor de cabeza.
‐ Dolor de una extremidad.
Interacciones
‐ La vacuna puede ser administrada en el mismo acto vacunal con la vacuna
antigripal inactivada pero en distintos lugares anatómicos.
‐ No debe administrarse de forma concomitante con la vacuna antineumocócica
de polisacáridos 23 valente, ya que se produce una reducción de la
inmunogenicidad de Zostavax® cuando se administra conjuntamente.
‐ No hay datos de administración con otras vacunas.
Vía de administración y lugar anatómico
La vacuna debe ser administrada por vía subcutánea, preferiblemente en la región
deltoidea.
Un estudio reciente compara la administración de la vacuna por vía intramuscular o
por vía subcutánea, concluyendo que la inmunogenicidad y la frecuencia de efectos
adversos es similar entre las dos vías, aunque cuando se administra por vía
intramuscular suele presentar menos reacciones de tipo local. Sin embargo, la ficha
técnica de la vacuna no recoge la posibilidad de utilizar esta vía.
Conservación
La vacuna debe conservarse a una temperatura entre 2 y 8o C y permanecer protegida
de la luz.
Después de su reconstitución, debe ser utilizada inmediatamente o en un plazo
máximo de 30 min.
Formación Continuada para Enfermería 79
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4. VACUNACIÓN DEL PACIENTE CRÓNICO PEDIÁTRICO:

La vacunación en la población pediátrica es fundamental para la prevención de


enfermedades infectocontagiosas con gran repercusión en la salud de la población. En
el caso de los niños y adolescentes con alguna enfermedad crónica subyacente y/o
inmunodeprimidos es muy importante que estén bien vacunados, ya que el
padecimiento de alguna de estas enfermedades prevenibles mediante la vacunación,
podría desestabilizar su enfermedad de base.
El calendario común de vacunación infantil por el Consejo Interterritorial del Sistema
Nacional de Salud, en junio de 2015 es el siguiente:
Tabla 22. Calendario común de vacunación infantil. Fuente: Consejo Interterritorial del
SNS.
Formación Continuada para Enfermería 80
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Por otra parte, el calendario de vacunación infantil para el año 2016 propuesto por la
Asociación Española de Pediatría (AEP) es el siguiente:
Tabla 23. Calendario vacunación de la AEP 2016 Fuente: Asociación española de
pediatría.

Además de recibir la vacunación sistemática, en estos niños y adolescentes,


dependiendo de la enfermedad de base subyacente, está recomendada la
administración de las siguientes vacunas:

4.1 ENFERMEDAD RESPIRATORIA, CARDIACA Y RENAL CRÓNICA


‐ Vacunación anual contra la gripe a partir de los 6 meses de edad. También se
recomienda la vacunación de sus convivientes. La infección de gripe en estos
niños y adolescentes podría descompensar su enfermedad de base, así como
predisponer a un cuadro respiratorio grave.
‐ Vacunación antineumocócica secuencial (primero pauta completa con VNC13,
y a continuación administración de la VNP23).
Formación Continuada para Enfermería 81
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

No en todos los niños con enfermedad respiratoria crónica está indicada la


vacunación antineumocócica con VNP23. El CAV-AEP recomienda la
vacunación con esquemas mixtos en los niños y adolescentes con alguna de
las condiciones de riesgo expuestas en la tabla 11.
‐ En el caso concreto del niño o adolescente con nefropatía sometido a
hemodiálisis, también está recomendada la vacunación contra la hepatitis B,
siendo fundamental asegurar una adecuada respuesta a dicha vacuna y por
ello deben hacerse controles serológicos posteriores a la vacunación y
revacunación si fuese necesario.

4.2 ENFERMEDAD HEPÁTICA CRÓNICA


‐ Vacunación anual contra la gripe a partir de los 6 meses de edad.
‐ Vacunación antineumocócica secuencial (primero pauta completa con VNC13 y
a continuación VNP23).
‐ Vacunación contra la varicela.
‐ En este grupo, la vacuna más importante es la hepatitis B. Tras la
administración de la pauta vacunal debe realizarse control serológico que sólo
se considerará fiable si se efectúa de uno a dos meses tras la última dosis de
vacuna. Si tras la primera pauta no hubiese respuesta (anti-HBs< 10mUI/ml) se
recomendará una serie completa de 3 dosis con control serológico posterior. Si
aun así, persistiese la respuesta negativa, deberán ser considerados como no
respondedores a la vacunación frente a la hepatitis B, y no debe aplicarse
ninguna dosis más. En este caso, si se expusiesen a un riesgo de infección
importante sí deberían recibir la inmunoglobulina específica antihepatitis B.
‐ Vacunación frente a la hepatitis A siguiendo la pauta estándar. La primera dosis
a partir de los 12 meses de vida. Podría utilizarse la vacuna combinada
hepatitis A + B.

4.3 ENFERMEDAD ENDOCRINOMETABÓLICA


Al calendario de vacunación sistemático debería añadirse la antigripal anual a
partir de los 6 meses de edad, la antineumocócica secuencial (primero pauta
completa con VNC13 y en mayores de 2 años y después de un intervalo
mínimo de 8 semanas tras la administración de la última VNC13, la
administración de VNP23) y la vacunación contra la varicela.
En los casos de obesidad mórbida (IMC adolescentes mayor de 35 y en la
infancia IMC mayor o igual a 3 desviaciones estándar por encima de la media),
sólo se recomendaría además del calendario de vacunación sistemático, la
vacunación antigripal anual.

4.4 ENFERMEDAD NEUROLÓGICA CRÓNICA


‐ Vacunación antigripal anual a partir de los 6 meses de edad.
Formación Continuada para Enfermería 82
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

‐ Vacunación antineumocócica secuencial, primero la VNC13 y a continuación la


VNP23.
‐ En cuando a la vacuna de la tos ferina, cabe puntualizar, que en los casos de
enfermedad neurológica evolutiva, inestable o no filiada, sería recomendable
retrasar esta vacuna hasta que se desestabilizase la enfermedad neurológica
de base.
‐ En niños que tomen fármacos antiepilépticos hepatotóxicos, como lo es el
ácido valproico, se recomienda también la vacunación contra la hepatitis A.

4.5 ENFERMEDAD CUTÁNEO- MUCOSA CRÓNICA

‐ No existe contraindicación para la aplicación de las vacunas del calendario en


estos pacientes, salvo en niños que estén inmunocomprometidos de forma
importante. En este caso, habrá que evitar las vacunas atenuadas.

‐ Vacunación frente a la varicela con 2 dosis. La 1ª dosis se administra a partir


de los 12 meses y la 2ª a los 2- 3 años, pudiendo adelantarse en estos casos
incluso con un intervalo de un mes respecto a la 1ª dosis, aunque el ideal
serían 3 meses.

4.6 ENFERMEDADES QUE CURSAN CON HIPOESPLENISMO

Los niños que presentan enfermedades que cursan con hipoesplenismo,


además de ser inmunizados con las vacunas presentes en el calendario,
también deben recibir:

‐ Vacunación antineumocócica secuencial (primero pauta completa con


VNC13 y a continuación VNP23).

‐ Vacunación antigripal anual a partir de los 6 meses de edad.

‐ Vacunación frente a la varicela a partir de los 12 meses de edad, siendo


necesarias 2 dosis: a los 12-15 meses y a los 3 años. Si no es posible
realizar este esquema, se recomienda separar ambas dosis, al menos, 2
meses.
Formación Continuada para Enfermería 83
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Tabla 24. Causa hipoesplenismo en población pediátrica.


CAUSAS DE HIPOESPLENISMO EN PEDIATRIA
Hematológicas Hemoglobinopatías (talasemia, drepanocitosis).
Esferocitis
Histiocitosis
Anemia de Fanconi.
Autoinmunes Vasculitis (infarto esplénico)
Lupus eritematoso sistémico
Artritis reumatoide
Enfermedad de Graves
Síndrome de Sjögren
Polilarteritisnodosa
Enfermedades Enfermedad celíaca
gastrointestinales crónicas Colitis ulcerosa
Linfangiectasia intestinal
Enfermedad de Whipple
Enfermedades hepáticas Hepatitis crónica activa, cirrosis
Infiltrativas Enfermedad de depósito (Gaucher, Niemann- Pick)
Amiloidosis, sarcoidosis
Vasculares Oclusión de arteria o vena esplénica
Miscelánea Infección por VIH
Enfermedad injerto contra huésped tras trasplante de
médula.
Corticoides a dosis altas
Nutrición parenteral
Irradiación esplénica
Fuente: Moreno Pérez D, Núñez Cuadros E, Vicente Martín MJ, Rivera M Cuello, García
Martín FJ. Protocolos de infectologíaAEPed. Manejo de niños con asplenia/ hipoesplenia.
http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/asplenia.pdf

4.7 SÍNDROME DE DOWN

Las personas con Síndrome de Down tienen una mayor predisposición a sufrir
infecciones, sobre todo, durante los 5 primeros años de vida, por lo que además de
recibir las vacunas indicadas en el calendario, también se recomienda:

‐ Vacunación antigripal anual a partir de los 6 meses de vida.

‐ Vacunación antineumocócica secuencial (primero pauta completa con


VNC13 y a continuación VNP23).

‐ En el caso de haber inmunodeficiencia confirmada, se administrará una 2ª


dosis de VNP23 a los 5 años de la primera.

‐ Vacunación frente a hepatitis A a partir de los 12 meses de edad, con


pauta de 2 dosis, separada, al menos 6 meses; debido al mayor riesgo que
tienen de contraer la enfermedad por las deficiencias de su sistema
inmunitario.
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4.8 TRATAMIENTO INMUNOSUPRESOR

‐ En niños inmunodeprimidos o sometidos a un tratamiento inmunosupresor, hay


que procurar administrar las vacunas indicadas antes de iniciar la
inmunosupresión, siempre que sea posible.

‐ Las vacunas vivas atenuadas (triple vírica, varicela, herpes zóster, intranasal
de la gripe, BCG, oral frente a la fiebre tifoidea y fiebre amarilla) deberán
administrarse antes de las 4 semanas previas a la inmunosupresión. La vacuna
frente al rotavirus está contraindicada en la inmunodeficiencia combinada
grave.

‐ Las vacunas vivas atenuadas están, por lo general, contraindicadas si el niño


ya está en un estado de inmunosupresión. Habrá que esperar un periodo de 3
meses tras el cese de la inmunosupresión para administrarlas.

‐ Las vacunas inactivadas son seguras en este tipo de pacientes, pero aun así,
se recomienda administrarlas, al menos, 2 semanas antes del inicio de la
inmunosupresión para lograr una mayor inmunogenicidad. También se
aconseja verificar la respuesta vacunal mediante serología, debido a que en
estos niños la respuesta suele ser de menor intensidad y duración que en
personas sanas

‐ Vacunación anual de la gripe a partir de los 6 meses de edad.

‐ Vacunación antineumocócica secuencial (primero pauta completa con VNC13 y


a continuación VNP23).

‐ En el caso de tratarse de niños con cáncer en tratamiento con quimioterapia,


habrá que esperar 6 meses tras el cese del tratamiento para administrar
vacunas vivas atenuadas, y entre 3 y 6 meses si se trata de vacunas
inactivadas. En niños con cáncer que hayan completado antes de la
quimioterapia la primoinmunización de las vacunas incluidas en el calendario,
se recomienda administrar dosis de refuerzo de todas las vacunas del
calendario a partir de los 3-6 meses tras la finalización del tratamiento. En
cambio, si no hubiesen completado antes de la quimioterapia las dosis de
primoinmunización, es preferible revacunar completamente al niño, según su
edad.

‐ Todas las personas que convivan con pacientes inmunodeprimidos deben tener
actualizado su calendario vacunal, haciendo especial hincapié en la vacuna
frente a la varicela, triple vírica y gripe.

‐ Como en cualquier niño sano o con enfermedad crónica, se recomienda la


vacunación frente al meningococo B con la pauta de dosis habitual según la
edad.
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‐ Vacunación frente a la hepatitis A, con pauta de 2 dosis, separadas, al menos,


6 meses. No hay experiencia de vacunación frente al virus de la hepatitis A con
esquemas acelerados en inmunodeprimidos. Se recomienda determinar niveles
de anticuerpos entre 1 y 3 meses después de la vacunación, administrando una
dosis de refuerzo si fuera necesario.

4.9 TRATAMIENTO CRÓNICO CON SALICILATOS

Los pacientes en tratamiento con salicilatos no tienen por qué tener un mayor riesgo
de sangrado después de las inyecciones, debido a que habitualmente son dosis bajas.

Deben seguir la vacunación del calendario sistemático, sin embargo, hay que tener en
cuenta algunas consideraciones frente a la vacunación antigripal y frente a la varicela:

‐ Vacunación antigripal anual a partir de los 6 meses de vida, para disminuir


el riesgo de síndrome de Reye (no usar la vacuna antigripal intranasal por
el hipotético riesgo de este síndrome).

‐ Aunque en estos casos la vacuna frente a la varicela está contraindica,


debería contemplarse la posibilidad de vacunación en aquellos casos en
los que se pudiera suspender transitoriamente el ácido acetilsalicílico. Se
debe tener en cuenta esta opción debido a que casi todos los niños no
vacunados sufren varicela durante los primeros 10 años de vida. En el
caso de no poder suspender el tratamiento, se podría vacunar llevando a
cabo un estrecho seguimiento del paciente.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

5. VACUNACIÓN EN EL PACIENTE CRÓNICO ADULTO

La necesidad de permanecer correctamente inmunizado, no termina al llegar a la edad


adulta, la vacunación es una estrategia preventiva de interés durante toda la vida de la
persona.
Existen diversas razones por las que es necesario vacunar en la edad adulta, tales
como, no haber recibido la vacuna durante la infancia y adolescencia, la situación
epidemiológica, padecer algún tipo de patología asociada o tener un determinado
estilo de vida, los movimientos migratorios o estar expuesto a algún riesgo derivado de
la ocupación laboral.
A diferencia de lo que sucede en la infancia/adolescencia, actualmente no existe un
calendario de vacunación del adulto, único y común para todas las Comunidades.
En las tablas 25 y 26 se exponen las recomendaciones de vacunación en adulto del
Grupo de Prevención de Enfermedades Infecciosas del PAPPS de la Sociedad
Española de Medicina de Familia y Comunitaria y las recomendaciones de vacunación
en adultos con condiciones médicas o patologías de base de riesgo de la Sociedad
española de Medicina Preventiva Salud Pública e Higiene (SEMPSPH).
Formación Continuada para Enfermería 87
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Tabla 25. Calendario vacunal adulto. PAPPS.

Calendario vacunal del adulto. Recomendaciones del Grupo del PAPPS 2014
c
Tétanos Tétanos Gripe Neumococo Triple virica Hepatiti Hepatiti HaemophillusInfl Varicela
difteria difteria sA sB uezae tipo b
d
tos ferina* Menigococo C
a b
Adultos <65 años X X R(1) R(2) Personal R(3) R(4) Personal
sanitario sanitario
susceptible susceptible
y nacidos
>1966
Adultos >65 años X X X
Mujer edad fértil X X
f
Embarazo X X X
er e
2º y 3 trimestre
Inmunodeprimidos A X X X
Inmunodeprimidos B X X X
Inmunodeprimidos C X X X R(5)
Inmunodeprimidos grupo A: virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Inmunodeprimidos grupo B: inmunosupresión severa no VIH.
Inmunodeprimidos grupo C: déficits inmunológicos limitados, incluido esplenectomizados.
* Grupo de Trabajo Tos Ferina 2012 de la Ponencia de Programas y Registro de Vacunaciones. Revisión del programa de vacunación frente a tos ferina en
España. Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2013.
Disponible en: http://msc.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/docs/TosFerina.pdf
a
Comprobar calendario vacunal en <18 años.
b
En España se recomienda la vacunación frente a la tos ferina en sanitarios en contacto con niños pequeños en riesgo desde el año 2004 y si la situación
epidemiológica en cuanto a hospitalizaciones y fallecimientos en el primer trimestre de la vida así lo aconsejara, la autoridad sanitaria deberá valorar una o
varias de las estrategias complementarias de vacunación (vacunación de la embarazada y de los contactos domiciliarios, preferiblemente antes del nacimiento
del niño).
c
Se recomendará en adultos nacidos con posterioridad a 1966, sin evidencia de vacunación o enfermedad, según las recomendaciones de cada comunidad
autónoma. Se recomienda a todo el personal sanitario sin evidencia de vacunación o enfermedad. Se hará un esfuerzo para vacunar a todas las personas
procedentes de países donde la vacuna triple vírica tiene un uso limitado. Recomendar evitar el embarazo durante 1 mes tras la administración de la vacuna.
d
Se utilizará vacuna meningococo C conjugada según las recomendaciones en menores de 25 años. En inmunodeprimidos puede valorarse el uso de esta
vacuna. También estaría indicada en contactos de casos con enfermedad y viajeros a zonas de elevada endemia.
e
En caso de pertenecer a un grupo de riesgo se puede administrar en el primer trimestre.
f
Se recomienda entre las semanas 27 y 32 de gestación si la situación epidemiológica así lo aconsejara
R(1): riesgo de gripe R(4): riesgo de hepatitis B
• Patología cardiovascular, pulmonar o metabólica de evolución crónica • Contactos íntimos o convivientes de portadores de HbsAg.
• Personal de servicios públicos • Residentes y trabajadores en instituciones para
• Personal sanitario, de residencias de ancianos y de hospitales de pacientes crónicos disminuidos mentales.
• Cuidadores o convivientes de personas de riesgo • Reclusos y personal de instituciones penitenciarias.
R(2): riesgo de neumococo • Homosexuales y heterosexuales con múltiples contactos.
• Patología cardiovascular, pulmonar o metabólica de evolución crónica • Personas con enfermedades de transmisión sexual de
• Asplenia anatómica o funcional repetición y sus parejas.
• Insuficiencia renal-hemodiálisis • Hepatopatías crónicas incluida hepatitis C.
• Cirrosis hepática • Personas que viajan a países endémicos por más de 6
• Diabetes mellitus. meses, o por menos tiempo si prevén tener relaciones
• Alcoholismo sexuales.
• Fístulas de líquido cefalorraquídeo • Receptores de transfusiones o hemoderivados de manera
• Susceptibles o portadores de implantes cocleares repetida.
• Neoplasias hematológicas • Insuficiencia renal preferentemente en fases iniciales y
• Trasplantados pacientes en hemodiálisis.
• Infección VIH • Trabajadores de salud y servicios públicos relacionados.
R(3): riesgo de hepatitis A • UDVP.
• Viajeros a zonas endémicas • Parejas sexuales de UDVP.
• Homosexuales y heterosexuales con prácticas de alto riesgo (oral-anal) • Personas que practican punciones percutáneas (tatuajes,
• Usuarios de drogas por vía parenteral (UDVP) acupuntura, piercing, etc.).
• Receptores de transfusiones o hemoderivados de manera repetida • Grupos étnicos con elevada prevalencia y emigrantes de
• Trabajadores en contacto con aguas residuales no tratadas zonas de alta endemia.
• Personal de guarderías R(5): riesgo de Haemophilus infuenzae tipo b y meningococo C
• Personal de centros sanitarios y de día • Asplenia anatómica o funcional.
• Contactos domésticos con personas infectadas
• Hepatopatías crónicas incluidas hepatitis B y C
• Manipuladores de alimentos
• Enfermos mentales institucionalizados
• Candidatos a trasplantes de órganos
• Personal de laboratorio que manipule virus A o trabaje con primates
• Personal militar
Fuente: Grupo de expertos del PAPPS. Prevención de las enfermedades infecciosas. Aten Primaria. 2014;46(Supl 4):42-58
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Tabla 26. Recomendaciones de vacunación adulto de riesgo

Recomendaciones de vacunación en adultos con condiciones médicas o patologías de base de riesgo (SEMPSPH 2014)

Vacuna Cardiopatías Enfermedad Insuficiencia Asplenia Inmunodeficiencia VIH Consideraciones


Enfermedad hepática renal Inmunosupresión
pulmonar crónica crónica Hemodiálisis
(incluye asma) Diabetes
Alcoholismo
crónico

Tétanos difteria tos X x X x X x Dosis de recuerdo cada


ferina (dT/dTpa)* 10 años

Antigripal X x X x X x Vacunación anual

Neumocócica** X x X x X x Ver pie de tabla

Meningocócica C x X No es necesario
conjugada revacunar

Haemophilus x X No es necesario
influenzae tipo b revacunar

Hepatitis B x X X x -Dosis de 40 µg en
inmunodeprimidos
-Dosis de 40 µg o
vacuna adyuvada en
insuficiencia renal
crónica y en
hemodiálisis
- Sólo indicada en
diabetes
insulinodependiente

Hepatitis A x x Cribado prevacunal en


nacidos antes de 1960

* Sustituir 1 dosis de vacuna dT por vacuna dTpa.


** Vacuna antineumocócica conjugada 13-valente y vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente. En pacientes con enfermedad renal
crónica o síndrome nefrótico, hemodiálisis, asplenia, inmunodeprimidos o con inmunodepresión y en pacientes con infección por VIH se
recomienda vacunación secuencial (1 dosis de vacuna conjugada 13-valente seguida de una dosis de vacuna 23-valente a los 2 meses de la
anterior).
Prevenar-13® está indicada como inmunización activa para la prevención de la enfermedad invasiva por S. pneumoniaeen niños a partir de los
2 meses de vida y hasta los 18 años, y en adultos de cualquier edad.

En el adulto, la indicación de vacunación ha de ser siempre individualizada en función


de la edad, sexo, ocupación laboral, condiciones médicas, tratamientos, situaciones
ambientales y estilos de vida.
Las personas con determinadas patologías crónicas, bien por la propia enfermedad de
base, por los tratamientos que reciben o por la peor evolución que pueden tener ante
una infección, pueden beneficiarse de manera importante de la capacidad protectora
que proporcionan las vacunas, frente a determinadas infecciones.
Estos pacientes deberán estar correctamente vacunados con las vacunas
correspondientes a su edad y además deberán recibir aquellas vacunas especialmente
indicadas en función de su patología crónica o condición de riesgo.
En este apartado se incluye las recomendaciones de vacunación de los pacientes con
enfermedades crónicas que habitualmente son atendidos en Atención Primaria.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

5.1 VACUNACIÓN DEL PACIENTE CON ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR


CRÓNICA

Los pacientes con enfermedades cardiovasculares crónicas, tienen mayor riesgo de


infecciones del tracto respiratorio con peor evolución y mayor número de
complicaciones. Por ello además de recibir las vacunas sistemáticas correspondientes,
tiene especial importancia la utilización de vacunas capaces de prevenir este tipo de
complicaciones.
Las vacunas específicamente indicadas en este tipo de pacientes son:
• Vacuna antigripal: La infección por el virus de la gripe puede exacerbar de
forma grave enfermedades cardiopulmonares. Numerosos organismos,
Servicios de Salud Pública y Sociedades Científicas de diferentes países
recomiendan la vacunación antigripal anual a los adultos con enfermedades
crónicas cardiacas y respiratorias.
• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Según las
recomendaciones del Ministerio de Sanidad de 2009, las personas no
vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-difteria,
recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis. La vacunación se
iniciará lo antes posible con pauta 3 dosis a los 0, 1 y 6-12 meses,
completándose la vacunación con 2 recuerdos cada 10 años.
El Grupo de Vacunas de la SEMPSPH, recomienda mantener la vacunación
decenal durante toda la vida adulta con vacuna Tdpa por los siguientes
motivos:
o En España existe una importante proporción de población adulta y
anciana que está desprotegida frente al tétanos.
o La duración de la inmunidad vacunal frente a la tos ferina es tan solo de
5-7 años.
o La inmunidad frente a la Difteria disminuye más rápidamente que la
antitetánica en ausencia de revacunación.
• Vacuna antineumocócica. Padecer una enfermedad cardiovascular crónica
supone un factor de riesgo para desarrollar enfermedad neumocócica invasiva
(ENI), existiendo un riesgo adicional de complicación con insuficiencia
respiratoria severa.
La ENI puede producir lesiones microscópicas de daño miocárdico que
empeoran la enfermedad de base de los enfermos crónicos cardíacos y un
19% de los enfermos de ENI sufren complicaciones cardíacas.
Las Sociedades Científicas (SSCC) españolas recomiendan la vacunación
antineumocócica en personas inmunocompetentes con enfermedad
cardiovascular crónica (incluyendo la cardiopatía coronaria, insuficiencia
cardiaca congestiva y accidente cerebrovascular).
Formación Continuada para Enfermería 90
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Además recomiendan que estos pacientes, reciban preferentemente, al menos


1 dosis de VNC13 por las ventajas demostradas hasta el momento, de
inmunogenicidad y eficacia de esta vacuna, y se recomienda que se administre
en primer lugar.
La VNP23 está recomendada en el Documento de vacunación en adultos del
Ministerio de Sanidad, desde 2004, para los pacientes con enfermedades
cardiovasculares crónicas.
La pauta vacunal de vacunación antineumocócica consiste en:
o Administración de una única dosis de VNC13 en personas no
vacunadas previamente con vacuna antineumocócica. En los casos en
los que esté recomendada la VNP23, se administrará una única dosis
con un intervalo mínimo de 8 semanas con respecto a la dosis
administrada de VNC13.
o Personas vacunadas previamente con VNP23: 1 dosis de VNC13 con
un intervalo de 12 meses con respecto a la VNP23
• Vacuna Hepatitis B: Indicada en pacientes cardiópatas que vayan a ser
sometidos a cirugía cardíaca con circulación extracorpórea. La vacunación
consiste en la administración de tres dosis (0, 1 y 6 meses).
• Vacuna Herpes Zóster. Los pacientes con Insuficiencia Cardiaca Crónica
presentan limitación de la actividad de diferente grado pudiendo suponer desde
la presencia de sintomatología con la actividad física habitual (clase II de la
New York Association Heart), hasta sintomatología presente en reposo (clase
IV), además, suelen necesitar tratamiento farmacológico con múltiples
fármacos y en ocasiones presentan patologías concomitantes.
Uno de los objetivos principales de salud en estos pacientes es evitar
descompensaciones y el Herpes Zóster, la neuralgia post-herpética y/o su
tratamiento son potenciales causas de descompensación.
Las SSCC en su documento de consenso sobre la prevención del Herpes
Zóster y Neurálgia posherpética, recomiendan que “de acuerdo con un criterio
clínico, se debería priorizarla vacunación frente a herpes zóster en aquellos
pacientes con Insuficiencia Cardiaca Crónica sintomática de las clases
funcionales II, III y IV de la NYHA”.
La pauta de vacunación consiste en la administración de una dosis única por
vía subcutánea en mayores de 60 años.
La vacuna frente al Herpes Zóster, se puede administrar de forma
concomitante con la vacuna antigripal inactivada en diferente lugar anatómico
pero no debe administrarse de forma concomitante con la vacuna
antineumocócica de polisacáridos de 23 serotipos, ya que se ha observado
reducción de la inmunogenicidad de ZOSTAVAX.
Actualmente no se dispone de datos relativos al uso concomitante con otras
vacunas.
Formación Continuada para Enfermería 91
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Para la recomendación de Vacunación frente al Herpes Zóster y VNC13, no existe en


la actualidad financiación pública para los adultos con estas condiciones de riesgo, por
lo que habrán de ser prescritas indicando a los pacientes que deberán abonarlas
íntegramente.
Formación Continuada para Enfermería 92
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

5.2 VACUNACIÓN DEL PACIENTE CON ENFERMEDAD RESPIRATORIA


CRÓNICA

Los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, tienen peor evolución y


mayor número de complicaciones ante infecciones del tracto respiratorio. Por este
motivo, deberán recibir las vacunas sistemáticas correspondientes y aquellas otras
vacunas capaces de prevenir este tipo de complicaciones. Están especialmente
recomendadas:
• Vacuna antigripal: La infección por el virus de la gripe puede exacerbar de
forma grave enfermedades respiratorias crónicas. Se recomienda la
vacunación antigripal anual de estos pacientes.
• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Las personas no
vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-difteria,
recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis.
• Vacuna antineumocócica. Entre los principales factores de riesgo para
desarrollar ENI, se encuentra la enfermedad respiratoria crónica.
Además de la EPOC, otras patologías crónicas como el asma y la fibrosis
pulmonar parecen actuar como factor de riesgo de ENI, y el tabaquismo
supone un mayor riesgo de infecciones bacterianas, de Neumonía Adquirida en
la Comunidad y de Enfermedad Neumocócica Invasora
Las SSCC españolas recomiendan la vacunación antineumocócica en
personas inmunocompetentes con las siguientes patologías respiratorias y/o
condiciones de riesgo:
o Personas de cualquier edad con EPOC, asma grave (pacientes con una
o más hospitalizaciones, visitas a Urgencias, o uso de corticoides
orales), fibrosis pulmonar idiopática, neumoconiosis, fibrosis quística,
bronquiectasias y fumadores con enfermedades respiratorias,
independientemente de su carga de consumo.
o Fumadores mayores de 50 años sin comorbilidades y que tienen una
carga de consumo de al menos 15 paquetes/año, y exfumadores con
una carga de al menos 20 paquetes/año y que llevan menos de 10 años
sin fumar.
Además recomiendan que estos pacientes, reciban preferentemente, una dosis
de VNC13 por las ventajas demostradas hasta el momento, de
inmunogenicidad y eficacia de esta vacuna, y se recomienda que se administre
en primer lugar.
La VNP23 está recomendada en el Documento de vacunación en adultos del
Ministerio de Sanidad, desde 2004, para los pacientes con enfermedades
respiratorias crónicas.
La pauta vacunal consiste en:
o Administración de una única dosis de VNC13 en personas no
vacunadas previamente con vacuna antineumocócica. En los casos en
Formación Continuada para Enfermería 93
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

los que esté recomendada la VNP23, se administrará una única dosis


con un intervalo mínimo de 8 semanas con respecto a la dosis
administrada de VNC13.
o Personas vacunadas previamente con VNP23: 1 dosis de VNC13 con
un intervalo de 12 meses con respecto a la VNP23
• Vacuna Herpes Zóster. Los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva
Crónica avanzada en muchas ocasiones presentan patologías concomitantes,
como insuficiencia cardiaca. Por otro lado, el tratamiento farmacológico crónico
de las formas graves suele incluir varios fármacos como los corticoides
inhalados de forma preventiva y corticoides por vía oral o parenteral durante las
reagudizaciones. Estos fármacos pueden generar cierto grado de compromiso
inmunitario y están asociados a una mayor frecuencia y/o gravedad de Herpes
Zóster.
Un episodio de Herpes Zóster y/o neuralgia post-herpética en personas
mayores con esta patología pulmonar crónica, sería una causa importante de
descompensación.
Las SSCC, en su documento de consenso sobre la prevención del Herpes
Zóster y Neuralgia postherpética, recomiendan que “de acuerdo con un criterio
clínico, se debería priorizar la vacunación frente a Herpes Zóster en aquellos
pacientes con EPOC moderada-grave, especialmente de aquellos en
tratamiento con corticoides inhalados”.
La pauta de vacunación consiste la administración de una dosis única por vía
subcutánea en mayores de 60 años.
La vacuna frente al Herpes Zóster, se puede administrar de forma
concomitante con la vacuna antigripal pero no debe administrarse de forma
concomitante con la vacuna antineumocócica de polisacáridos de 23 serotipos.
Las dosis bajas de corticoides y en concreto los corticoides inhalados no están
contraindicados. Por tanto, los pacientes que estén en tratamiento con
corticoides por la vía inhalada exclusivamente, no deben interrumpir su
tratamiento previamente a la vacunación.
Para la recomendación de vacunación frente al Herpes Zóster y VNC13, no
existe en la actualidad financiación pública para los adultos con estas
condiciones de riesgo, por lo que habrán de ser prescritas indicando a los
pacientes que deberán abonarlas íntegramente.
Formación Continuada para Enfermería 94
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

5.3 VACUNACIÓN DEL PACIENTE CON ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA E


INSUFICIENCIA RENAL

Las personas con enfermedad renal crónica, incluyendo el síndrome nefrótico,


insuficiencia renal crónica y pacientes dializados, tienen un cierto grado de
inmunosupresión y un riesgo aumentado de ingreso por infecciones, así como una
mayor estancia hospitalaria que las personas con función renal normal.
Entre las infecciones que presentan mayor riesgo para estos pacientes se encuentran
algunas que son prevenibles mediante vacunas, como la hepatitis, las infecciones
neumocócicas y la gripe.
Las personas con insuficiencia renal crónica suelen tener una respuesta inmune tras la
vacunación inferior a las personas inmunocompetentes por lo que pueden necesitar
dosis más altas de antígeno, el uso de vacunas con adyuvantes o la administración de
dosis de refuerzo con mayor frecuencia. Sin embargo, en general no se incluyen en el
grupo de los pacientes inmunodeprimidos a los efectos de vacunación y la
insuficiencia renal por sí misma no es contraindicación para la administración de
vacunas atenuadas.
Se recomienda que la administración de las vacunas necesarias se realice en los
primeros estadios de la insuficiencia renal ya que cuanto mejor sea la función renal,
mejor será la respuesta a las vacunas.
Vacunas especialmente recomendadas en estos pacientes son:
• Vacuna antigripal: se recomienda la vacunación anual.
Los pacientes en hemodiálisis tienen un riesgo tres veces superior de
complicaciones asociadas a la gripe que la población general, por lo que la
vacunación antigripal anual está plenamente indicada en los pacientes con
insuficiencia renal crónica o en programas de diálisis.
• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Las personas no
vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-Difteria,
recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis.
• Vacuna hepatitis B: Los pacientes sometidos a hemodiálisis necesitan una
cantidad mayor de antígeno para alcanzar la eficacia deseada.
Se recomienda la vacunación con alguna de las siguientes pautas
equivalentes:
o 3 dosis de la formulación especial de 40 µgHBVaxPro®, en pauta 0-
1-6 meses
ó
o 2 dosis juntas en el mismo lugar de 20 µg de Engerix B® en pauta de
4 dosis (0-1-2-6 meses)
ó
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

o Vacuna adyuvada de 20 µg Fendrix® en pauta de 4 dosis (0-1-2-6


meses).
Se determinarán anualmente los títulos de anti-HBs y si descienden por debajo
de 10 U/l, se administrará una dosis de refuerzo.
• Vacuna hepatitis A: Aunque la estricta aplicación de medidas de precaución
universales en los centros de diálisis, la separación de los pacientes infectados
por los virus de la hepatitis B y/o C y, especialmente, las medidas de selección
y estudio serológico de los donantes y la inmunización de los pacientes en
diálisis, han permitido reducir drásticamente la prevalencia de estas
infecciones, se recomienda la vacunación en susceptibles
La vacunación consiste en la administración por vía intramuscular de 2 dosis,
con pauta 0 y 6-12 meses.
Las personas nacidas anteriormente a 1960, se consideran inmunes por lo que
se realizará estudio previo para comprobar marcadores. Si son positivos, no
está indicada la vacunación.
En el caso de estar indicada la vacunación de hepatitis A y de hepatitis B se
utilizará vacuna combinada A+B, con la pauta de 3 dosis, una primero, otra al
mes y la última a los 6 meses (0-1-6).
En los pacientes en diálisis, al tener que utilizar vacuna específica frente a la
hepatitis B (de 40 µg o vacuna Fendrix® adyuvada con MPL® de 20 µg), no es
posible el uso de vacuna combinada A+B.
• Vacuna antineumocócica: El riesgo de hospitalización y muerte por neumonía
en las personas con insuficiencia renal crónica aumenta con la gravedad de la
patología, sobre todo en los adultos jóvenes. El agente etiológico más
frecuente en estos enfermos hospitalizados por neumonía en España es el
Streptococcu spneumoniae.
La ENI supone un grave problema para los pacientes con enfermedad renal
crónica en estadios 4-5 (situación en la que el paciente mantiene un filtrado
glomerular estimado <30 ml/min/1,73m2) y aquellos en estadio 3 (situación en
la que el paciente mantiene un filtrado glomerular estimado entre 30-59
ml/min/1,73m2) con riesgo aumentado por tratamiento inmunosupresor,
síndrome nefrótico o diabetes.
Se recomienda la administración de vacuna antineumocócica con pauta
secuencial consistente en:
o Administración en primer lugar de una dosis de VNC13.
o Administración de una dosis de VNP23, con un intervalo mínimo de 8
semanas con respecto a la VNC13.
o Revacunación con una única 2ª dosis de VNP23 a los 5 años de la
primera.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

5.4 VACUNACIÓN DEL PACIENTE CON ENFERMEDAD HEPÁTICA


CRÓNICA

Las personas con hepatopatías crónicas tienen mayor susceptibilidad a las


infecciones, especialmente bacterianas, que los individuos sanos. La sobreinfección
por virus con tropismo hepático como el virus de la hepatitis A y B, puede ocasionar un
cuadro clínico más tórpido y un mayor riesgo de hepatitis fulminante.
Además, la presencia de hepatopatía crónica, incrementa el riesgo de ENI y aumenta
la morbimortalidad de otras enfermedades inmunoprevenibles, de ahí la importancia
de una correcta vacunación, con el fin de prevenir la aparición de complicaciones.
Las vacunas recomendadas en estos pacientes son:
• Vacuna hepatitis A: los adultos con hepatopatías crónicas y los pacientes con
trasplante hepático, y susceptibles al virus de la hepatitis A, al ser pacientes
con especial riesgo de sufrir una infección grave por dicho virus, deben estar
correctamente vacunados contra la hepatitis A. La vacunación consiste en la
administración por vía intramuscular de 2 dosis, con pauta 0 y 6-12 meses.
• Vacuna hepatitis B: Todas las personas con hepatopatías crónicas, salvo los
pacientes con hepatopatía crónica asociada al virus de la Hepatitis B, deben
recibir la vacuna frente a la hepatitis B, en caso de no haberla recibido en
vacunación sistemática. La vacunación consiste en la administración por vía
intramuscular de 3 dosis, con pauta 0, 1 y 6 meses.
En pacientes en los que esté indicada la vacunación de hepatitis A y B, se
recomienda el uso de vacuna combinada de hepatitis A+B con pauta 0, 1 y 6
meses.
• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Las personas no
vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-difteria,
recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis.
• Vacuna antigripal: Se recomienda la vacunación antigripal anual a los adultos
con hepatopatías crónicas.
• Vacuna antineumocócica. Padecer una hepatopatía crónica, incluyendo la
cirrosis hepática, aumenta el riesgo de ENI y su peor evolución, motivo por el
que está especialmente recomendada la vacunación en este grupo de riesgo.
Actualmente, varias Comunidades Autónomas, han incluido en sus calendarios
del adulto, la recomendación de vacunación con VNC13 en personas con
hepatopatías crónicas o cirrosis hepática. Así mismo, las hepatopatías crónicas
y cirrosis hepática, son incluidas por el Ministerio de Sanidad, como condición
de riesgo para la vacunación con VNP23.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Las SSCC españolas aconsejan el uso preferencial de VNC13 en pacientes


con estas patologías, por las ventajas sobre inmunogenicidad y eficacia
demostradas hasta el momento.
La pauta vacunal consiste en la administración de una dosis única de VNC13.
El “Grupo de trabajo Vacunación frente a neumococo en grupos de riesgo 2015
de la Ponencia de Programas y Registro de Vacunaciones. Utilización de la
vacuna frente a neumococo en grupos de riesgo”, de la Comisión de Salud
Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, recomienda
en personas con cirrosis hepática, utilizar pauta secuencial con una dosis de
VNC13 seguida al menos 8 semanas más tarde de una única dosis de VNP23.
En las Comunidades en las que no exista en la actualidad financiación pública
para la VNC13, esta deberá ser prescrita indicando a los pacientes que
deberán abonarla íntegramente.
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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

5.5 VACUNACIÓN DEL PACIENTE CON ENFERMEDAD


ENDOCRINOMETABÓLICA

En personas que han requerido seguimiento médico regular u hospitalización por


enfermedades crónicas metabólicas, incluida la diabetes mellitus tipo I y II, tratada con
insulina o con hipoglucemiantes orales, se recomienda:
• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Las personas no
vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-Difteria,
recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis.
• Vacuna antigripal anual en pacientes con Diabetes Mellitus tipo I y II. La
vacuna antigripal anual está también recomendada en pacientes con obesidad
mórbida (IMC≥40).
• Vacuna antineumocócica. Los pacientes diabéticos tienen mayor riesgo de
hospitalización por enfermedades infecciosas
Los adultos con diabetes mellitus tienen entre 2 y 5 veces más riesgo de
padecer Enfermedad Neumocócica Invasiva que un adulto sano y 2 veces más
riesgo de fallecer a los 30 días del alta hospitalaria a causa de ENI.
Por ello está especialmente recomendada la vacunación en este grupo de
riesgo.
La VNP23 está incluida en las recomendaciones de vacunación del adulto en
España para los pacientes con Diabetes Mellitus. La vacunación consiste en la
administración de una única dosis.
Las SSCC españolas aconsejan el uso preferencial de VNC13 en pacientes
con Diabetes mellitus en tratamiento con Antidiabéticos orales o
insulinodependientes, por las ventajas demostradas de inmunogenicidad y
eficacia. La pauta vacunal consiste en la administración de una dosis única de
VNC13.
• Vacuna Herpes Zóster. Las personas mayores con diabetes presentan una
mayor frecuencia de enfermedades concomitantes por lo que suelen ser
frecuentemente pacientes con múltiples tratamientos crónicos.
La presencia simultánea en un paciente de dos de las causas principales de
dolor neuropático persistente, como son la neuralgia post-herpética y la
polineuropatía diabética, tiene importantes consecuencias para la salud del
paciente.
Se ha descrito que como consecuencia de la diabetes, se produciría una
alteración de la inmunidad celular específica frente al Herpes Zóster. Existen
varios estudios que indican que las personas con diabetes presentan una
mayor frecuencia y/o gravedad de Herpes Zóster y neuralgia post-herpética
Las sociedades científicas en su documento de consenso sobre la prevención
del Herpes Zóster y Neuralgia postherpética, recomiendan que “se debería
priorizar la vacunación frente a herpes Zóster en pacientes mayores con
diabetes mellitus tipo I o II”.
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La pauta de vacunación consiste la administración de una dosis única por vía


subcutánea en mayores de 60 años.
La vacuna frente al Herpes Zóster, se puede administrar de forma
concomitante con la vacuna antigripal inactivada pero no debe administrarse de
forma concomitante con la vacuna antineumocócica de polisacáridos de 23
serotipos.
Actualmente no se dispone de datos relativos al uso concomitante con otras
vacunas.
Para la recomendación de Vacunación frente al Herpes Zóster y VNC13, no
existe en la actualidad financiación pública para los adultos con estas
condiciones de riesgo, por lo que deberán ser prescritas indicando a los
pacientes que tendrán que abonarlas íntegramente.
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5.6 VACUNACIÓN DEL PACIENTE CON ALCOHOLISMO CRÓNICO

El abuso de alcohol puede ocasionar una alteración de la inmunidad y en numerosas


ocasiones se asocia a otros factores que contribuyen al aumento de riesgo de
infección como son la malnutrición, hepatopatía, mala higiene dental o tabaquismo.
Dentro de las personas con alcoholismo crónico, se incluye tanto a los bebedores
problema como a las personas con síndrome de dependencia alcohólica.
Se define como bebedores de riesgo a aquellas personas con consumo superior al
límite de riesgo, más de 280 g/semana o 28 UBE/semana en hombres y en mujeres
más de 168 g/semana o 17 UBE/semana [(UBE: unidad de bebida estándar que
equivale a 10 gramos de alcohol puro presentes, por ejemplo, en un vaso de vino (100
cm3), una caña de cerveza (200 cm3) o medio vaso de whisky (25 cm3)].
En las personas con alcoholismo crónico, además de las vacunas sistemáticas
recomendadas por su edad, están especialmente indicadas las siguientes vacunas:
• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Las personas no
vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-difteria,
recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis.
• Vacuna antigripal: Se recomienda la vacunación anual.
• Vacuna antineumocócica. El abuso del alcohol se ha asociado claramente
con la neumonía neumocócica, habiéndose podido demostrar además, su
relación con la ENI.
o Actualmente, varias Comunidades Autónomas, han incluido en sus
recomendaciones de vacunación del adulto, la vacunación con VNC13
en personas con alcoholismo crónico.
La pauta vacunal consiste en la administración de una única dosis de
VNC13.
En personas vacunadas previamente con VNP23, se deberá respetar el
intervalo de un año antes de administrar la dosis de VNC13.
o La VNP23 está incluida en las recomendaciones de vacunación del
adulto en España para estos pacientes.
La pauta vacunal consiste en la administración de una única dosis de
VNP23.
En los casos en los que estén recomendadas ambas vacunas, se recomienda
administrar la VNC13 en primer lugar y la VNP23 con un intervalo mínimo de 8
semanas.
Las Sociedades Científicas (SSCC) españolas aconsejan el uso preferencial de
VNC13 en pacientes con esta condición de riesgo, por las ventajas sobre
inmunogenicidad y eficacia demostradas hasta el momento.
En las Comunidades en las que no exista en la actualidad financiación pública
para la VNC13, deberá ser prescrita indicando a los usuarios que deberá
abonarla íntegramente.
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5.7 VACUNACIÓN DEL PACIENTE CON ASPLENIA. ENFERMEDADES QUE


CURSAN CON HIPOESPLENISMO

El bazo actúa como filtro de bacterias circulantes y de parásitos intracelulares, y facilita


la fagocitosis de bacterias capsuladas mediante su opsonización por lo que
desempeña un papel esencial en la defensa frente a las infecciones.
El término asplenia se refiere a la ausencia del bazo, una condición que rara vez es
congénita y que frecuentemente, es el resultado de una intervención quirúrgica. La
mortalidad por infecciones es 10 veces mayor en pacientes esplenectomizados y el
riesgo de infección probablemente persiste durante toda la vida.
La mayoría de infecciones ocurren en los dos primeros años después de la
esplenectomía y hasta un tercio se manifiestan en los 5 años siguientes, aunque se
han descrito casos de sepsis fulminante hasta 20 años después.
El hipoesplenismo consiste en un deterioro de la función del bazo, trastorno adquirido
causado por varias enfermedades incluyendo enfermedades congénitas,
hematológicas, inmunológicas, del aparato digestivo, trastornos infecciosos, y las
iatrogénicas, que pueden provocar un hipoesplenismo reversible y leve o grave atrofia
esplénica. En la tabla 27 podemos ver las características clínicas más comunes de
trastornos asociados a hipoesplenismo.
Formación Continuada para Enfermería 102
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Tabla 27. Características clínicas hipoesplenismo.

Características clínicas más comunes de trastornos asociados a hipoesplenismo


Prevalencia de Grado de Evidencia Observaciones
hipoesplenismo hipoesplenismo de OPSI
Anemia 100% Severo +++ El hipoesplenismo empeora con
falciforme disminución de la concentraciones de
hemoglobina F
Enfermedad 33-76% Moderado a +++ Hipoesplenismo reversible después de
celíaca severo dieta libre de gluten, la disminución de
los linfocitos B de memoria Ig M, mal
pronóstico en pacientes con atrofia
esplénica
VIH / SIDA 36% Moderado a +++ Disminución de la concentración de Ig M
severo
Enfermedad 37-100% Moderado a +++ La abstinencia mejora la función
hepática severo esplénica
alcohólica
Enfermedad 35–45% Colitis Leve a ++ Disminución de la concentración de Ig M;
inflamatoria ulcerosa moderado mal pronóstico en pacientes con atrofia
intestinal 9–37% esplénica
Enfermedad de
Crohn
Lupus 7,5% Moderado a ++ El hipoesplenismo no guarda relación
sistémico severo con la actividad de la enfermedad
eritematoso
++ evidencia moderada
+++ evidencia fuerte evidencia
OPSI = overwhelming post-splenectomyinfections (Síndrome de sepsis grave post-esplenectomía)
Di Sabatino A, Carsetti R, Corazza GR. Post-splenectomy and hyposplenic states. Lancet. 2011
Jul;378(9785):86-97. PubMed PMID: 21474172. eng.

Las personas con asplenia son más susceptibles a padecer infecciones por bacterias
encapsuladas sobre todo por Streptococcu spneumoniae, Haemophilus influenzae tipo
b y Neisseria meningitidis, y otros microorganismos como E.coli, Malaria…
Con objeto de evitar las complicaciones infecciosas de los pacientes asplénicos es
importante poner en práctica una serie de medidas preventivas que incluyen una
adecuada inmunización, profilaxis antibiótica y medidas de educación sanitaria. En
estos pacientes se recomienda valorar el momento de la vacunación y valorar las
vacunas indicadas (pauta vacunal, intervalos mínimos de vacunación, consideraciones
especiales de vacunación y control de la respuesta vacunal).
Formación Continuada para Enfermería 103
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Momento de la vacunación:

• Esplenectomía programada: se recomienda vacunar como mínimo 2 semanas


antes de la cirugía. Si no se dispone de este plazo, se procederá a vacunar en
cualquier momento antes de la cirugía.

• Esplenectomía urgente: se recomienda vacunar preferiblemente a los 14 días


postintervención y siempre antes del alta hospitalaria.

• Esplenectomía o asplenia funcional en enfermos inmunodeprimidos: siempre


que sea posible, vacunar antes del inicio del tratamiento inmunosupresor. Si la
vacunación se realiza durante el periodo en que el paciente está con
tratamiento inmunosupresor, quimioterapia o radioterapia, deberá revacunarse
a partir de 3 meses de finalizar dicho tratamiento.
Los pacientes con asplenia anatómica o funcional deben recibir las siguientes
vacunas:

• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Las personas no


vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-Difteria,
recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis.

• Vacuna antigripal: Todos los pacientes deben recibir la vacuna anual de la


gripe para disminuir el riesgo de infecciones bacterianas secundarias.

• Vacunación antineumocócica: Muy recomendada en estos pacientes, con


pauta secuencial de VNC13 y VNP23 consistente en:
o Administración en primer lugar de una dosis de VNC13.
o Administración de una dosis de VNP23, con un intervalo mínimo de 8
semanas con respecto a la VNC13.
o Revacunación con una única 2ª dosis de VNP23 a los 5 años de la
primera.

• Vacunación Haemophilus influenzae tipo b: Es el segundo agente en


frecuencia de infecciones invasoras, pudiendo alcanzar incidencias de sepsis
letal del 2-7%.
La vacunación frente a las infecciones por Haemophilus influenzae tipo b está
fuertemente recomendada para todos los pacientes asplénicos. La pauta
consiste en la administración de 1 sola dosis de vacuna.
En pacientes con asplenia y que se encuentren inmunodeprimidos se
recomienda realizar un control serológico post-vacunal a los 30 días de la
vacunación. Se consideran niveles protectores de anticuerpos, cifras ≥ 0,15
µg/ml.
Formación Continuada para Enfermería 104
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

• Vacunación antimeningocócica:
o Vacuna Meningococo C: Se recomienda la administración de vacuna
conjugada antimeningocócica C de todo paciente, independientemente
de su edad.
La pauta vacunal dependerá del tipo de asplenia y situación:

• Asplenia traumática: 1 dosis de vacuna antimeningocóccica C


conjugada.

• Asplenia médica (β-talasemia, drepanocitosis, inmunosupresión): 2


dosis de vacuna antimeningocóccica C conjugada con un intervalo
mínimo de 2 meses.

• Pacientes con asplenia anatómica o funcional, que viajen o sean


autóctonos de países de elevada endemicidad o circulación de
Neisseriameningitidisserogrupos A, C, Y, W135: 1 dosis de vacuna
antimeningocócica tetravalente conjugada. Esta vacuna está
autorizada en nuestro país a partir de los 2 años de edad. No está
establecido aún si va a ser necesario administrar dosis de recuerdo.

• Vacuna Meningococo B: Independientemente de la edad, estas


personas tienen un mayor riesgo de enfermedad meningocócica
invasora por serogrupo b, sobre todo si la esplenectomía ha sido
consecuencia de enfermedades hematológicas y en aquellos que tienen
inmunodepresión añadida.
La vacuna está recomendada para todas las personas con asplenia o
disfunción esplénica grave (anemia de células falciformes) y en aquellos
con resección quirúrgica programada.
En nuestro país forma parte de los grupos de riesgo establecidos en el
documento del “Grupo de Trabajo “uso de 4CMenB en situaciones
especiales, Recomendaciones de utilización de la vacuna frente a
enfermedad meningocócica por serogrupo B”.
La pauta en adultos, consiste en la administración de 2 dosis por vía
intramuscular con un intervalo mínimo de 1 mes entre ellas.
Formación Continuada para Enfermería 105
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

5.8 VACUNACIÓN DEL PACIENTE EN TRATAMIENTO


INMUNOSUPRESOR

Determinadas patologías como la enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedades


reumatológicas, entre otras, tienen un mayor riesgo de infecciones, asociado tanto a la
inmunosupresión generada por su enfermedad de base, como a la generada por los
tratamientos que reciben.
En estos pacientes se aconseja:

• Valorar si el paciente ha recibido o va a recibir tratamiento inmunosupresor

• Revisar su estado vacunal y completar las vacunas de calendario sistemático.

• Valorar la administración de vacunas indicadas por la patología de base.

• Solicitar serología prevacunal frente a varicela, sarampión, hepatitis B y


hepatitis A, en función de los antecedentes clínicos y/o vacunales del
paciente.

• Establecer las pautas de administración.

• Monitorizar las respuestas inmunológicas.


Las recomendaciones de vacunación, van a variar dependiendo del estado de
inmunosupresión o no del paciente
Los pacientes inmunocompetentes tienen riesgo de infección similar a la población
general, pero dado que su estado inmunológico puede cambiar en la evolución de la
enfermedad, se recomienda que reciban las vacunas necesarias en cuanto se conozca
su diagnóstico, preferentemente antes del tratamiento inmunosupresor.
Vacunación en personas en tratamiento con Esteroides
Se consideran dosis inmunosupresoras las dosis ≥ 2mg/kg peso/día de Prednisona o
equivalente, o dosis diaria ≥ 20mg/día.
Dosis no inmunosupresoras son:

• Tratamiento menor de dos semanas.

• Tratamiento a días alternos.

• Dosis bajas o moderadas.

• Tratamiento con preparados de corta actividad.

• Dosis fisiológicas sustitutivas de la insuficiencia suprarrenal.

• Corticoides inhalados, tópicos o por vía intraarticular


Se recomienda vacunar dos o más semanas antes del inicio del tratamiento. En caso
de administrar las vacunas en las dos semanas previas o durante el tratamiento, se
considera como no inmunizado, debiendo ser revacunado al menos tres meses
después de finalizar el tratamiento o en fase de tratamiento con dosis bajas.

- 105 -
Formación Continuada para Enfermería 106
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

Las vacunas de antígenos vivos, se administrarán a los tres meses de finalizar el


tratamiento.
Se recomiendan en personas en tratamiento crónico con esteroides las siguientes
vacunas:

• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Las personas no


vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-difteria,
recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis.

• Vacuna antigripal: Todos los pacientes deben recibir la vacuna anual de la


gripe.

• Vacunación antineumocócica: ecomendada en estos pacientes, con pauta


secuencial de VNC13 y VNP23 consistente en:
o Administración en primer lugar de una dosis de VNC13.
o Administración de una dosis de VNP23, con un intervalo mínimo de 8
semanas con respecto a la VNC13.
o Revacunación con una única 2ª dosis de VNP23 a los 5 años de la
primera.
Vacunación en personas con Enfermedad inflamatoria intestinal
1. Vacunación en pacientes inmunodeprimidos: Se incluyen dentro de este
grupo todos los pacientes que reciben tratamiento con biológicos (Infliximab,
Adalimumab, Certolizumab) y/o inmunosupresores de mantenimiento
(Azatioprina, 6-Mercaptopurina, Metrotexate, Micofenolato),
independientemente del fármaco y dosis. También se incluirán los enfermos
que reciben tratamiento durante más de 15 días con corticoides a dosis ≥20
mg/día de Prednisona, o dosis equivalentes de otros corticosteroides, y los
pacientes con malnutrición importante.
Las vacunas recomendadas son:

• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Las personas no


vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-
difteria, recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis.

• Vacuna antigripal: Todos los pacientes deben recibir la vacuna anual


de la gripe.

• Vacuna antineumocócica: Recomendada en estos pacientes, con


pauta secuencial de VNC13 y VNP23 consistente en:
o Administración en primer lugar de una dosis de VNC13.
o Administración de una dosis de VNP23, con un intervalo mínimo de
8 semanas con respecto a la VNC13.

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Formación Continuada para Enfermería 107
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

o Revacunación con una única 2ª dosis de VNP23 a los 5 años de la


primera.

• Vacuna anti-Haemophilus influenza tipo b (Hib): la pauta consiste en


la administración de una dosis por vía intramuscular.

• Vacuna antimeningocócica C conjugada: la pauta consiste en la


administración de una dosis por vía intramuscular.

• Vacuna anti-hepatitis B, con pauta doble y rápida (4 doble dosis a los


0-1-2 y 6 meses).

• Vacuna anti-hepatitis A, con pauta de dos dosis (0-6 meses). Se


recomienda cribado serológico a las personas mayores de 40 años. En
menores se pueden vacunar sin estudio previo.
2. Vacunas recomendadas en inmunocompetentes:

• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Las personas no


vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-
difteria, recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis.

• Vacuna antigripal: Todos los pacientes deben recibir la vacuna anual


de la gripe.

• Vacuna antineumocócica. Recomendada con VNC13, con pauta de


una única dosis por vía intramuscular.

• Vacuna hepatitis B, con pauta 0-1 y 6 meses.

• Vacuna hepatitis A, en susceptibles. La vacunación consiste en la


administración por vía intramuscular de 2 dosis, con pauta 0 y 6-12
meses.
En el caso de estar indicada la vacunación de hepatitis A y de hepatitis
B se utilizará vacuna combinada A+B, con la pauta de 3 dosis, una
primero, otra al mes y la última a los 6 meses (0-1-6).

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Formación Continuada para Enfermería 108
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

5.9 VACUNACIÓN DE PACIENTES INFECTADOS POR EL VIRUS DE


INMUNODEFICIENCIA HUMANA (VIH)

El síndrome de la inmunodeficiencia adquirida ocasiona un deterioro muy grave del


sistema inmunitario como consecuencia de la infección por el VIH.
Los pacientes infectados por el VIH, presentan un mayor riesgo de infecciones graves,
recurrentes y con un alto grado de morbilidad. Estos pacientes desarrollan una menor
y más breve respuesta inmune específica a las vacunas por lo que la efectividad es
menor que en el inmunocompetente.
A pesar de ello, la vacunación proporciona una importante protección frente a la
enfermedad por lo que se debe garantizar un adecuado cumplimiento del calendario
vacunal.
La respuesta inmune de las personas infectadas por el VIH a las vacunas está
estrechamente relacionada con el estadio de la enfermedad, siendo peor cuanto más
avanzada esté la enfermedad.
La respuesta inmunológica mejora si el enfermo está recibiendo tratamiento
antirretroviral altamente eficaz, por lo que se recomienda que el momento ideal para la
vacunación sea cuando estas personas hayan estado con tratamiento antirretroviral
durante al menos 4 semanas.
En general, las vacunas son bien toleradas en pacientes infectados por el VIH, aunque
algunas vacunas de antígenos atenuados (triple vírica, varicela, BCG), se han
asociado con riesgo de enfermedad vacunal grave, por lo que no se recomiendan en
estados de inmunosupresión severa.
En situación de inmunidad conservada las vacunas de virus atenuados deben ser
consideradas.
Además, es recomendable la correcta inmunización de los contactos domiciliarios de
los pacientes VIH, en especial frente a la gripe, varicela y sarampión, rubéola y
parotiditis.

• Vacuna tétanos-difteria/tétanos-difteria-tosferina: Las personas no


vacunadas o con historia incompleta de vacunación, frente al Tétanos-difteria,
recibirán las dosis necesarias hasta completar 5 dosis.

• Vacunación antigripal: Indicada la vacunación anual frente a esta


enfermedad. Si la situación inmunitaria del paciente está muy deteriorada, la
respuesta a la vacunación puede estar disminuida por lo que es fundamental la
vacunación de los convivientes para evitar que le transmitan la enfermedad.

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Formación Continuada para Enfermería 109
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

• Vacunación hepatitis B: Los virus de la hepatitis B y del VIH comparten las


mismas vías de transmisión. Por ello, es frecuente que los pacientes infectados
por VIH lo estén también por el virus de la hepatitis B.
En adultos infectados por VIH es importante conocer si presenta marcadores
de infección por hepatitis B y proceder a la vacunación en caso de que no los
tenga.
La pauta consiste en la administración por vía intramuscular de 3 dosis, con
pauta 0, 1 y 6 meses

• Vacunación Hepatitis A: Las infecciones por el virus de la Hepatitis A son más


frecuentes en el paciente infectado por VIH.
La pauta consiste en la administración por vía intramuscular de 2 dosis, con
pauta 0 y 6-12 meses.
Las personas nacidas anteriormente a 1960, se consideran inmunes por lo que
se hará un estudio previo para comprobar marcadores. Si son positivos, no
está indicada la vacunación.
En el caso de estar indicada la vacunación de hepatitis A y de hepatitis B se
utilizará vacuna combinada A+B, con la pauta de 3 dosis (0, 1 y 6 meses).

• Vacunación Haemophilus influenzae tipo b: Aunque en los adultos


infectados por VIH, esta bacteria representa un número pequeño de las causas
de infección, se recomienda la vacunación con la administración de una dosis
por vía intramuscular.

• Vacuna antineumocócica: Las personas infectadas por el VIH, tienen un


riesgo elevado de ENI.
Se recomienda la administración de vacuna antineumocócica con pauta
secuencial consistente en:
o Administración en primer lugar de una dosis de VNC13.
o Administración de una dosis de VNP23, con un intervalo mínimo de 8
semanas con respecto a la VNC13.
o Revacunación con una única 2ª dosis de VNP23 a los 5 años de la
primera.
Se recomienda la vacunación preferiblemente con un adecuado estado
inmunitario (linfocitos CD4 ≥ 200 cel/µL).

• Vacunación Sarampión, rubéola, parotiditis. Las personas VIH positivos


presentan un riesgo importante de enfermedad grave por estos virus.
En adultos susceptibles, según las últimas recomendaciones de los CDC, solo
se administraría 1 ó 2 dosis de vacuna a personas infectadas con un número
de linfocitos CD4 ≥ 200 cel/µL

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Formación Continuada para Enfermería 110
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

• Vacunación varicela. Vacuna recomendada para personas VIH positivos, sin


evidencia de inmunidad a la varicela.
En adultos, con un número de linfocitos CD4 ≥ 200 cel/µL, se recomiendan dos
dosis con un intervalo de 4-8 semanas.

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Formación Continuada para Enfermería 111
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

5.10 VACUNACIÓN DE PACIENTES CON ALTERACIONES DE LA


COAGULACIÓN

Los pacientes con alteraciones de la coagulación (hemofilia, púrpura trombocitopénica)


y aquellos que reciben tratamiento anticoagulante, no presentan contraindicación para
las vacunas sistemáticas del calendario de vacunación.
Se debe asegurar especialmente, que reciban una adecuada inmunización frente a la
hepatitis B en edades tempranas. Así mismo, se recomienda la vacunación frente a la
hepatitis A en seronegativos y mayores de un año afectos de patología hemorrágica.
Estos pacientes, presentan mayor riesgo de sangrado después de una inyección
intramuscular por lo que suele ser práctica frecuente administrar todas las vacunas a
estas personas por vía subcutánea.
Esta práctica no está basada en la evidencia y se debe considerar errónea dado que la
administración vía subcutánea de vacunas inactivadas adyuvadas, disminuye la
inmunogenicidad y aumenta el riesgo de efectos adversos locales.
La administración por vía intramuscular de las vacunas, en pacientes con trastornos de
la coagulación, es segura, eficaz y tienen un mínimo riesgo de sangrado si se siguen
las siguientes recomendaciones:

• Administrar las vacunas inactivadas adyuvadas por vía IM en cualquier


paciente con coagulopatía. En caso de hemofilia la vacuna se administrará lo
antes posible después de recibir el tratamiento sustitutivo con factores de la
coagulación.

• Utilizar una aguja de pequeño calibre. El riesgo de sangrado está en relación


con el calibre de la aguja y no con su longitud. Se podrán utilizar agujas 25G o
23G según la edad y el lugar anatómico de administración. En ningún caso se
utilizarán agujas 21G.

• Aplicar presión firme en la zona de punción para favorecer la hemostasia


durante al menos 2 minutos. No se debe frotar ni masajear la zona.

• La vía subcutánea podrá utilizarse únicamente en los siguientes casos:


o Administración de vacunas de virus vivos atenuados como en el resto
de las personas.
o Administración de vacunas inactivadas que no contienen adyuvantes
como la vacuna antipoliomielítica inactivada no combinada.
o Administración de vacuna no combinada frente al Haemophilus
influenzae tipo b (Hiberix©), que pese a ser una vacuna adyuvada, ha
presentado datos de ensayos clínicos que demuestran igual tasa de
respuesta inmunitaria y efectos secundarios por vía intramuscular o vía
subcutánea
o Vacunas antigripales no adyuvadas

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Formación Continuada para Enfermería 112
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

6. BIBLIOGRAFÍA

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Formación Continuada para Enfermería 113
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

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ENFERMERÍA Y VACUNAS III

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Formación Continuada para Enfermería 115
ENFERMERÍA Y VACUNAS III

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