Cultura

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Caracas, 24 de Febrero de 2015

Universidad Central de Venezuela

Facultad de Humanidades y Educación

Escuela de Artes

Estructura Social y Consumo Cultural

Dificultades conceptuales y orientaciones en torno a la Cultura.

Brs.: Martínez L., Alejandra

C.I.: 24.845.122

Montero D., Oriela

C.I.: 21.234.145
El concepto de cultura parece ser un terreno que, desde el punto de vista teórico, es
demasiado vasto y por tanto se vuelve casi inabarcable en una definición, muestra de
ello es que de este término existen al menos 300 definiciones. Para los fines de este
trabajo, decidimos hacer un estudio cronológico de los conceptos más relevantes
sobre este mutante tema, desde el siglo XVII hasta el presente siglo XXI.

El concepto de cultura surgirá en muchos casos por los acontecimientos, secuelas


sociales. Para la época de la Ilustración siglo XVII, XVIII se buscaba formar el concepto
de cultura a través de las innovaciones teóricas, lo cual acarreaba desde sus inicios la
analogía y antagonismo de las culturas sociales. Por lo que debemos estar conscientes
que para esta época de acuerdo con Marvin Harris, la razón estaba basada en la
experiencia, y la cultura constaba de ambas, entonces lo sociocultural se hallaba
dividido entre las personas que fueran capaces de subordinar su experiencia para darle
paso a la razón ̶ el culto ̶ y aquellas personas que se guiaban netamente por la
experiencia ̶ el inculto ̶. Por lo que podemos vislumbrar que la cultura estaba en ambos
lados, sólo que el lado dominante, la razón, se imponía. Todo esto parte de uno de los
temas fundamentales para la Ilustración, que fue la enculturación, entendiendo esto
como la educación de la experiencia sensorial del individuo 1, es decir, adquiriendo el
buen conocimiento para lograr el cultivo del espíritu, poder cultivar a otros hombres
en las buenas maneras; bellas artes, las humanidades clásicas, el estilo y la forma.

Para los ilustrados era importante la razón, porque la conducta del hombre era una
consecuencia del conocimiento. Sin embargo, sólo aquellos con poder podían lograr el
derecho a una cultura.

Por otro lado, podemos ver que Kant al definir a la Ilustración como la época en que el
hombre alcanzó la madurez de edad que le permitió pensar por sí solo sin la tutela de
otro, con el uso de su propia razón en libertad. La libertad es fundamental para el
desarrollo de las aptitudes y de las inteligencias múltiples, la justicia, la igualdad, entre
otros. Por eso la cultura para Kant es una proyección de fines y el más importante es la
libertad. La libertad como cultura es la esencia de la naturaleza humana y solamente,
1
Marvin, H. El desarrollo de la teoría antropológica. Historia de las teorías de la cultura. 1968. Pág. 21
ella puede ser el último fin logrado por el género humano 2. Sin la libertad de la razón
no puede haber cultura en términos kantianos. Es necesario para que haya avances en
la ciencia y en la cultura.

También Hegel es influenciado por la Ilustración por eso es que coinciden en parte en
la concepción de la cultura basada en la razón, en la libertad, en el progreso y en el
trabajo .Pues bien, para Hegel el proceso cultural de cualquier pueblo, se tiene que
construir con el trabajo sobre el objeto existente que es la naturaleza para
transformarla y convertirla no sólo en objeto de satisfacción de necesidades, sino
también como objeto de conocimiento y de cultura en constante movimiento 3, de ahí
que para él, la cultura no es una dimensión estática sino dinámica por la actividad que
el hombre ejerce sobre ella. La actividad permite el avance de la sociedad y su historia,
superando sus etapas anteriores para que las siguientes se vayan perfeccionando, esa
es la función del espíritu del ser humano, a cada etapa social superior le corresponde
una cultura superior. Una sociedad es más avanzada con respecto a otra, porque su
cultura lo es y tiene más capacidad de comprender sus componentes que la
conforman.

Luego más adelante Marx expone que la intelectualidad no es privilegio de una clase.
Sin embargo coincide en parte con Hegel en lo que concierne al trabajo como base de
la cultura. Para él, el trabajo es la fuente de toda riqueza y de toda cultura, pero no el
trabajo individual, sino en sociedad. El trabajo es la base de la producción de bienes
materiales para poder subsistir pero también es productor de bienes espirituales en
sociedad. . Y “el modo de producción de la vida real condiciona el proceso de la vida
social, política y espiritual en general”, es decir, la cultura. La producción espiritual en
general de la sociedad no es más que la cultura: familia, lenguaje, religión, moral,
educación, ciencia, tecnología, arte, derecho, política y el Estado. Esta estructura, es la
que le da organicidad a la sociedad, siendo en sí misma un problema de orden cultural.
Todas estas expresiones y actividades que se realizan en las distintas esferas de la vida
social son el resultado de las relaciones sociales de producción y del modo de cómo se

2
Kant, E. Crítica de la razón pura en: http://galeon.com/cmpf/XXColoquio/JulianXX.pdf. Fecha de
consulta 19/02/2015
3
Hegel, G., citado por Pérez, A., en El concepto de cultura en la filosofía.
http://galeon.com/cmpf/XXColoquio/JulianXX.pdf. Fecha de consulta 19/02/2015.
produce y se distribuye la riqueza social. La cultura no es local, nacional sino universal,
pero no le quita el carácter de clasista. Todo esto parte de la concepción materialista
de la historia que la resume Marx, con estas palabras, en un breve párrafo de la
"Contribución a la crítica de la economía política":

En la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones


determinadas, necesarias e independientes de su voluntad, en relaciones de producción
que corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas
materiales. El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la
sociedad, o sea, la base real sobre la cual se alza una superestructura jurídica y política
y a la cual corresponden formas determinadas de la conciencia social. En general, el
modo de producción de la vida material condiciona el proceso social, político y
espiritual de la vida. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al
contrario, su ser social es el que determina su conciencia. En un determinado estadio de
su desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción
con las relaciones de producciones existentes o, por usar la equivalente expresión
jurídica, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se habían movido hasta
entonces. De formas de desarrollo que eran las fuerzas productivas, esas relaciones se
convierten en trabas de las mismas. Empieza entonces una época de revolución social4

Siguiendo la concepción marxiana de la cultura, la noción gramsciana consiste en


transformar la cultura universal a la que hace referencia Marx como alta cultura de los
doctos, que se viene desarrollando en el devenir histórico y acumulada en nuestros
días como la única cultura universal que ha dado cuenta de la historia. Ignorando la
cultura de los pueblos como una expresión del mundo y de la vida, la cultura popular.
Sostiene la necesidad de tomar en cuenta los distintos desarrollos culturales, la
organización de la cultura y el personal que se encarga de la organización concreta de
ella. Tomando en cuenta lo anterior, se debe de elaborar una nueva idea de la filosofía
de la praxis de acuerdo a esos aspectos y a las realidades culturales de los pueblos,
debe ser tal como lo dice Gramsci: “independiente, original, aun siendo un momento
del desarrollo histórico mundial, es la afirmación de la independencia y originalidad de
4
Marx, K., Materialismo histórico en:
http://www.webdianoia.com/contemporanea/marx/marx_fli_mat_his.htm. Fecha de consulta:
19/02/2015
una nueva cultura en incubación que se desarrollará con el desarrollo de las relaciones
sociales”5

Los cambios que se puedan producir en la historia, en las relaciones sociales, en la


ciencia y en la tecnología que influyen en la conformación de la cultura. Para
desarrollarla, conservarla y consolidarla, es necesario no perder de vista las
necesidades concretas de los pueblos, ya que están constituidos por una multiplicidad
y una diversidad de culturas que los hacen ser y existir. En ese sentido Gramsci nos
propone las siguientes premisas: 1) basarnos en las condiciones concretas de los
pueblos que son formaciones sociales, ya que cada uno de ellos tienen sus propias
culturas que los determinan y los distinguen uno del otro: lenguajes, mitos, ritos,
costumbres, hábitos, valores éticos y religiosos, y folklore como formas de expresión
artística; 2) conservar y consolidar su originalidad y su identidad; 3) la originalidad de
las culturas debe basarse en la autonomía y en la independencia de sus formaciones
sociales; y 4) tomar cuenta la evolución de las relaciones sociales y de los cambios que
puedan sufrir en el transcurso de la historia. La cultura escribe Gramsci, “es
organización, disciplina del yo interior, apoderamiento de la personalidad propia,
conquista de una consciencia superior por la cual se llega a comprender el valor
histórico, que uno tiene, de su función en la vida, sus derechos y deberes” 6. Porque el
hombre es un ser espiritual. Porque él, es el creador de su historia, de su cultura e
identidad, por lo tanto, debe comprender su valor su significado, ya que es su esencia
humana. Este aspecto de la cultura para Gramsci no se desarrolla por generación
espontánea, sino que es toda una experiencia histórica resultado de sus relaciones
sociales y es a partir de ellas que desarrolla su espiritualidad, porque no es un ente
aislado, sino social, histórico y cultural. Cultura que se va puliendo a través de la
educación y la preparación de los individuos en sociedad, que se realiza por medio de
instituciones sociales: la familia, la religión y la escuela.

Gramsci plantea tres problemas centrales de la cultura moderna que ha sido incapaz
de articular a la cultura popular: 1) el enciclopedismo de la cultura, pues la cultura no

5
Gramsci, A., citado por Pérez, A., en El concepto de cultura en la filosofía.
http://galeon.com/cmpf/XXColoquio/JulianXX.pdf. Fecha de consulta 19/02/2015.

6
Ibíd.
solamente es la acumulación de conocimientos, sino que es toda su formación
espiritual, porque el ser humano no solamente es materia sino también espíritu. En
otros términos, el conocimiento solamente es un componente de la cultura, como lo
es la literatura, la poesía, la música, el arte, etc. 2) la cultura de la ciencia y la técnica,
este segundo caso, la sociedad moderna ha conllevado a la deshumanización de la
cultura. La técnica y la ciencia han conducido al hombre a la deshumanización de él
mismo y a la pérdida de los valores, la “pérdida del ser y 3) el olvido de la cultura
popular en la escuela y en la cultura moderna, ésta ha sido ineficiente en elaborar
programas para las escuelas en donde se contemple la cultura popular como parte de
la esencia de los pueblos. Por otra parte, la cultura moderna, especialmente la
idealista, no consigue elaborar una cultura popular, no consigue dar un contenido
moral y científico a sus programas escolares, los cuales quedan en esquemas
abstractos y teóricos; sigue siendo la cultura de una reducida aristocracia intelectual,
que a veces penetra en la juventud, pero sólo en cuanto se hace política inmediata y
ocasional.

Para a mediados del siglo XIX se retoma al concepto de cultura de la Ilustración, en


cuanto a la jerarquización de las prácticas, Comte halló respuesta en el conocimiento
objetivo que proporciona la ciencia, debía aplicarse a la ordenación de los asuntos
políticos, económicos y sociales, superando las ideologías apoyadas en la imaginación,
los intereses o los sentimientos. Para Comte la ciencia positiva era el único punto que
podría edificar el futuro de “orden” y “progreso”, confiaba en un mundo regido por el
saber.

Por último, el positivismo de Comte entiende los problemas sociales como desórdenes
orgánicos del sistema y propone como solución reformas (ejecutadas por el poder y a
la fuerza, si es necesario) que integren funcionalmente a todos los miembros de la
sociedad, a la humanidad entera. Comte considera que el progreso social es paralelo al
desarrollo de las ciencias positivas, advirtiendo en las ciencias una relación
inversamente proporcional entre el grado de complejidad y el ámbito de aplicación.
Así, la primera ciencia serían las matemáticas, aplicables a todos los campos, pero de
complejidad reducida. Después vendrían la física, la química, etc., hasta llegar a la
ciencia más compleja de todas y cuyo único ámbito de aplicación sería la sociedad
humana: la sociología. El objetivo último de la sociología sería controlar el sistema
social estableciendo de manera positiva y útil relaciones entre sus diversos
fenómenos7.

Los cambios de época no son una novedad para la humanidad; el último cambio histórico
ocurrió hace más de 200 años, cuando la Revolución Industrial condujo a las sociedades desde
el agrarianismo hacia el industrialismo, generando incertidumbre, discontinuidad,
inestabilidad, desorientación, inseguridad, perplejidad y, por lo tanto, vulnerabilidad. Ahora,
tres revoluciones -sociocultural, tecnológica y económica- están haciendo obsoleta la época
del industrialismo y forjando la época del informacionalismo. Sin embargo, este proceso no
ocurre de forma clara ni sin contradicciones, que son propias de un cambio de época, por la
competencia entre visiones de mundo en conflicto, que intentan prevalecer en la época
emergente.

La Cultura según la declaración de los DDHH (1948)

La cultura es un derecho humano según la DDHH8

Los derechos culturales


Artículo 26: Derecho a la educación.
Artículo 27: Derecho a la cultura y al progreso científico.

Artículo 26

 1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en
lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será
obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los
estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
 2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los

7
Comte, A., citado por María Ángeles Vitoria en: La filosofía positiva:
http://www.philosophica.info/voces/comte/Comte.html. Fecha de consulta: 19/02/2015.

8
Declaración Universal de los DDHH. http://www.derechoshumanos.net/normativa/normas/1948-
DeclaracionUniversal.htm?gclid=CIbt_7iJi8QCFdgIgQodxxYAOQ. Fecha de consulta: 10/02/2015.
grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones
Unidas para el mantenimiento de la paz.
 3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de
darse a sus hijos.

Artículo 27

 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la


comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios
que de él resulten.
 2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le
correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea
autora.
Estos conceptos de cultura están ligados a las bellas artes, la literatura, los buenos modales, la
educación, de igual forma representa valores oficiales y con una mirada paternalista, además
podemos decir que es un concepto elitista que jerarquiza las prácticas y que en realidad no
reconoce todo el quehacer humano, deja espacios vacíos.

Años 60

Desde los años 60, un conjunto de movimientos socioculturales está desafiando las bases de la
civilización occidental y los valores de la sociedad industrial de consumo 9. Por ejemplo, los
movimientos feministas, ambientalistas y por los derechos humanos, justicia étnica, igualdad
social y participación democrática denunciaron: (i) los muchos absurdos derivados de la época
del industrialismo, (ii) la vulnerabilidad de la humanidad y del Planeta, y (iii) la necesidad de un
desarrollo sostenible. La preocupación es por la sostenibilidad de todas las formas de vida en
el Planeta. Los cambios que tienen origen en esta revolución sociocultural, como la cuestión de
la participación del tercer sector, la equidad de género, la valorización de lo social, la igualdad
social, los derechos de las nacionalidades indígenas, la justicia étnica, la conservación de los
recursos naturales, los derechos de los niños, el desarrollo humano, las redes de solidaridad y
el desarrollo sostenible en general, no pertenecen a la época del industrialismo; ellos están
cambiándola bajo una visión sistémica de mundo.

9
¿Una época de cambios o un cambio de época? icci.nativeweb.org/boletin/25/souza.html. Fecha de
consulta: 10/02/2015
En el año 1968 se da una revolución o sacudón cultural 10 que acarreó consigo cambios en la
forma de concebir todas las realidades de la vida, esta revolución pretendía desmontar todas
las normas y valores que se desarrollaban hasta la época, en ese sentido se abrieron las
puertas a corrientes como el feminismo, la libertad sexual, ecologistas, hippies, pop-art, las
tendencias socialistas, etc., es decir, la apertura a una serie de elementos que hasta el
momento se constituían como tabúes, el surgimiento de las subculturas, de grupos
contraculturales, en busca de un cambio de paradigma.

Bajo el influjo de las corrientes antropológicas emergentes, se considera a la cultura es la


totalidad de medios por los cuales el hombre crea diseños para vivir, está ligado a la
apreciación y análisis de elementos tales como valores, costumbres, normas, estilos de vida,
formas o implementos materiales, la organización social, etc., la cultura en ese sentido pasa a
ser todo lo que el ser humano hace para ser y estar en el mundo; comienza a desarrollarse una
democratización del concepto, aunque aún sigue englobando sólo el ámbito de las artes, y no
se incluye a la ciencia, aun así es de reconocer que es un concepto más abarcador, por lo
menos en la teoría.

Años 80 y 90

UNESCO 1982

Como parte de las acciones que realiza la UNESCO en el Mundo, en el año de 1982, se realizo
en México la "Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales" en la que la comunidad
internacional contribuyo de manera efectiva con la siguiente declaración:
...la cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos,
espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo
social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos
fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias y que la
cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de
nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A
través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se
expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en

10
Revolución cultural de 1968. http://www.buenastareas.com/ensayos/Revoluci%C3%B3n-Cultural-De-
1968/206879.html. Fecha de consulta: 10/02/2015.
cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras
que lo trascienden11.

Luego surgirán los posestructuralistas, posmodernistas (del tipo García Canclini, Daniel Matos,
algunos críticos de la escuela de Frankfurt) que hablarán de la cultura como un sistema de
construcción social de producción simbólica, se incluyen los conceptos de campos culturales,
multiculturalismo, diversidad, industrias culturales, estas últimas por el auge que empezaron a
cobrar los medios de comunicación y sobre todo el cine como elemento de construcción
simbólica, se desliga del concepto tradicional, da un paso más hacia la democratización al
integrar a las industrias culturales, y ya no sólo las bellas artes o artes tradicionales. Las bases
sociales de este concepto las podemos hallar en el constructivismo social, e el marxismo, y la
teoría crítica a la sociedad de masas.

Canclini: ‘’(…) nos ocuparemos de eso -las bellas artes-, pero también del modo en que la gente
come, piensa, se viste e imagina, arregla su casa y hace política, habla y se calla; en suma, lo
que hace a un pueblo vivir de una forma que le da identidad y lo distingue -más adelante
señala que- (…) a través de ella el hombre se expresa, toma consciencia de sí mismo, se
reconoce como proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca
incansablemente nuevas significaciones y crea obras que lo trasciendan’’12.

Este concepto de cultura en su acepción sociológica, se refiere a la suma de conocimientos


compartidos por una sociedad y que utiliza en forma práctica. El concepto sociológico de
cultura tiene una fuerte connotación con la apreciación del presente pensando en el desarrollo
o progreso futuro de la sociedad. Por otra parte, autores como Michel Foucault o Edgar Morín,
proponen la reevaluación del concepto, pues denotan un carácter eurocentrista en la
concepción de éste, proponen repensar la cultura, pues ven A través de estos conceptos se
valora la relación, el proceso, la estrategia y las transformaciones, es decir, se reconoce que la
cultura no es algo acabado, sino siempre en transformación.

De manera que para el siglo XX Y XXI la cultura es un ámbito que supera lo esencialmente
relacionado a las bellas artes sino que, al mismo tiempo es un vehículo constructor de sentido
y realidades. Y es un concepto que se asocia con la comunicación, la interculturalidad, el
dialogo, la globalización, las migraciones. Pero parece que aun las definiciones de cultura no se

11
UNESCO: Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales. (1982).
http://www.unesco.org/new/es/mexico/work-areas/culture/. Fecha de consulta: 10/02/2015
12
García Canclini, Néstor: Las Políticas Culturales en América Latina, revista Chasqui, no.7, Quito, julio-agosto 1983, CIESPAL, p.19.
dan abasto para abarcar los infinitos símbolos y representaciones humanas, termina por
establecer categorías que marginalizan algunas manifestaciones, entonces, parafraseando a
Gloria Martín13, se habla de una cultura oficial (que es la del estado), una cultura oficializada
(que se desarrolla al margen del estado y las instituciones oficiales pero es aceptada por la
mayor parte de la sociedad) y las manifestaciones alternativas o contraculturales que son
aquellas manifestaciones subversivas que alteran el supuesto orden de las cosas. Otros
conceptos asociados últimamente son la transculturación, la globalización, el pluriculturalismo,
multiculturalismo, la gerencia cultural, las políticas culturales. O sea que, videntemente el
tema de la cultura es mutante y, para bien, la discusión en torno a esto sigue y seguirá
cobrando cada vez más vigencia.

La cultura y los medios de comunicación en la sociedad globalizada

La sociedad actual puede ser etiquetada como la sociedad de la comunicación inmediata e


inmedible. En definitiva la comunicación globalizada o generalizada representa el comienzo de
una nueva era que ha alterado significativamente nuestra forma de vida. El avance en las
formas de comunicación ha sacudido nuestra sociedad con sus innovaciones tecnológicas,
colocando como piedra angular en el intercambio de información, las relaciones sociales, la
cultura, la política y la economía, diversificando nuestras alternativas y duplicando estas a su
vez. Veremos cómo en consecuencia surge un cambio de paradigma entre los medios
tradicionales (prensa, radio y tv) y los modernos o alternativos (facebook, twitter, youtube,
entre otros) y su interacción con los receptores, además de cómo ello ha impactado en la
democracia e inclusión y en nuestra cultura en general, disolviendo en parte la distinción de
clases. A través de estos medios tenemos la oportunidad de formar parte en el intercambio de
información e ideas, además se ha logrado profanar espacios que nos permiten tener acceso a
contenidos y acontecimientos que en el pasado hubiese sido imposible. Es así como por
ejemplo hoy vemos desmantelados, para bien o para mal, secretos de estado, las vidas
privadas de los políticos y artistas quedan expuestas, etc.

Generalmente escuchamos de que los medios nos manipulan y dominan, nos hacen ver lo que
ellos quieren, limitan nuestra capacidad de elegir y generar críticas, etc., pero al contrario de
ello, la masificación, modernización y globalización de las comunicaciones impulsa el
pluralismo cultural, que como sabemos es un componente importante en la democracia, esto
queda demostrado con el acceso que se tiene a la enorme cantidad de canales de televisión,
hay para cada gusto, el televidente realmente tiene el poder de elegir qué quiere ver. También

13
Martin, Gloria. Metódica y Melódica de la animación cultural. Ed. Alfadil. Caracas, 1992. Pág. 13.
están las decenas de nuevos medios de comunicación que se han creado en los últimos años
ya sea para informarse o relacionarse.

Vivimos en una época de revolución de las comunicaciones donde la informática se ha


globalizado; estos factores han generando un cambio social y cultural que de hecho indica que
la expansión de las telecomunicaciones ha mejorado la calidad de vida en un número notable
de sociedades y representa un componente esencial de la democracia y del ejercicio de la
libertad. Es así como vemos que son precisamente las sociedades que han decidido cerrarse
ante la mundialización, que han permanecido aterradas ante los cambios de un mundo
moderno, que colocan barreras culturales y generan controles que pongan frenos a la fluidez
de las comunicaciones y la información, las que en la actualidad viven altos niveles de
violencia, enfermedades, mortalidad, atraso económico, tecnológico y educativo. Somalia,
Nigeria, Ruanda, Uganda, Etiopía, entre otros países que han decidido marginarse de este
proceso de modernización son algunos ejemplos vivos de ello. La libertad de las
comunicaciones va de la mano con el progreso y evolución de las sociedades14.

Los medios de comunicación modernos permiten un flujo sin fin de ideas en todos los tópicos
que podamos imaginar, ya sean religiosos, artísticos, tecnológicos, políticos, sobre etnias,
naciones, valores, entre otros, lo que implica la diversificación de la información, cosa que no
existía con los medios de comunicación tradicionales como lo son la prensa o la radio. Además
de leer o escuchar, podemos interactuar, dar opiniones personales, ahora es posible comentar
eso que leemos o vemos y que otras miles de personas en todo el mundo lo hagan también al
mismo tiempo. En ese sentido, se considera que las comunicaciones están rompiendo incluso
las barreras del estado-nación al volver mundiales los conflictos internos. Llevándolo a la
realidad, tomemos como ejemplo la coyuntura política que atraviesa nuestro país a través de
un ejemplo que tal vez pueda parecer tonto, pero que, a nuestro parecer, representa un hecho
trascendental y que da cuenta de todo esto que venimos afirmando: a pesar del veto de
nuestros medios oficiales, el mundo ha podido conocer lo que aquí sucede, ¿por qué? Porque
miles de venezolanos están 24/7 conectadas a las redes sociales a través de sus teléfonos
inteligentes, tabletas, laptops, entre otros, enviando información (mensajes, fotos, videos) del
desarrollo de los diferentes acontecimientos en tiempo real. Y podemos a medir el impacto de
ello en un hecho tan simple como que un actor norteamericano, Jared Leto, recibiendo su
galardón en Los Premios de la Academia (Oscar 2014) envía un saludo de solidaridad a nuestro

14
Hernández, Carlos Raúl. Vértigo comunicacional, caos global: mundialización, pluralismo en la cultura
democrática. Caracas: Alfadil ediciones. 2003.
país, es decir, un país que se hace escuchar por medio de la presión mediática que generan sus
ciudadanos a través de sus cuentas en las redes sociales.

Parte del cambio cultural que se ha generado con los nuevos medios de comunicación es que
vivimos conectados a estas redes e incluso nos relacionamos a través de ella. De esa forma
podemos atravesar kilómetros de carreteras y mares para estar en contacto con nuestros
familiares y amigos que se encuentran fuera de nuestras fronteras. Pero así como pueden ser
muy útiles si somos cuidadosos, también puede ser muy nociva, afectando nuestra propia
humanidad, sobre todo entre la población joven que, generalmente, es la que se adapta con
mayor facilidad a las formas virtuales de comunicación. De cierta manera estamos dejando que
la tecnología nos consuma poco a poco porque a pesar de notar esto no le ponemos límites.
Asimismo podemos afirmar que los medios han revolucionado todo tipo de consumos
generando una gran demanda de productos, lo que podríamos decir nos ha convertido
además, en una sociedad materialista.

Nos gustaría traer a colación una cita que, a nuestro parecer, resume las ideas que tenemos en
torno al papel de los medios. Afirmamos, una vez más que, aunque los medios si influyen en
los comportamientos sociales, no debe atribuírsele a estos la culpa de las barbaridades que
hoy vivimos: nos gustaría apuntar que los medios informativos no son, en absoluto, ni la única
ni siquiera la mayor causa de los problemas actuales del sistema (...) La responsabilidad debe
ser compartida por otras instituciones: la familia, las escuelas, los partidos políticos y los líderes
políticos que ostentan la `custodia´ conjunta de la democracia, lo cual no es óbice para que el
estudio sistemático de los efectos políticos mediáticos sea menos necesario15.

Cultura del venezolano

En el texto de Capriles, las fantasías de Juan Bimba16, se nos muestra como a través de la
historia los venezolanos nos hemos definido e identificado a nosotros mismos a través de un
conjuntos de arquetipos y estereotipos, entre ellos la figura de Juan Bimba, la figura del
hombre de la gesta heroica, del rebelde o alzado, pero también del chévere, el pana, jodedor
que a pesar de las mil y una adversidades, sabe sonreír. El libro va en contra de esos
estereotipos. Consideramos que lo que caracteriza la cultura del venezolano es en primer lugar
la apertura la pluralidad, esto por todas las influencias que recibimos incluso desde antes de
que nos constituyéramos como república, y actualmente hemos aprendido a convivir con un
15
McLeod, Kosicki, y McLeod, Expansión de los efectos de la comunicación política. Los efectos de los
medios de comunicación. Investigaciones y teorías (Bryant y Zillman, compiladores). Barcelona: Paidós
1996, p. 211
16
Capriles, A., Las fantasías de Juan Bimba. Caracas: Taurus. 2011.
pronunciado número de culturas foráneas. Sin embargo, aun tenemos ciertos prototipos que,
como dice Capriles, nos han definido desde afuera y desde adentro y por tanto nos
dominan. Juan Bimba es el que más ha logrado calar y penetrar en nuestro inconsciente, ya
que el Estado se ha valido de esta representación, de esta figura para mantener siempre al
pueblo en sumisión, necesitando de su ayuda, de su mano protectora. Capriles propone que
nos quitemos el yugo de estos estereotipos (sin perder con ello la memoria histórica, o mejor
dicho, la continuidad histórica) que nos mantienen atrapados y no nos permiten tomar las
riendas de nuestra vida propia, y por tanto ni avanzamos como individuos ni como sociedad.

Ley Orgánica de la Cultura17

Como futuras trabajadoras de la cultura, nos contenta saber que el ámbito de la cultura tiene
su espacio en nuestro marco legal, pero, por otra parte sentimos cierta insatisfacción dado lo
improvisado y e consistente del contenido de la misma; esto entre otras cosas se debe a que
para su elaboración no se desarrolló una discusión verdaderamente plural y abierta en torno a
este tema tan importante y delicado. Por lo menos no con las personas indicadas. El tema
cultural es vasto, mutante, y por ello debe dedicarse un extenso capítulo a la definición de
términos, en nuestra ley esto es confuso y mediocre, no se entiende ni se explica con claridad
qué quiere decirse cuando se alude a un término. Nos atrevemos a decir que nuestra ley se
inclina a manejar un concepto de cultura del tipo ‘’lo nuestro’’, donde se nota una total
parcialización lo propio, lo nacional.

El ámbito cultural mueve mucho más que la concepción de una definición. Está involucrado lo
cotidiano, el lenguaje, costumbres, la percepción del mundo de cada venezolano, entre otros
muchos elementos que quedan relegados en esta propuesta y que deberían ser fomentados
con el fin de mejorar nuestro patrimonio cultural e interponerse en el imaginario colectivo de
cada ciudadano aceptando la diversidad inminente del país.

Los bienes culturales representan la identidad histórica, natural y artística que conforman al
país. Elementos que el venezolano debe identificar como su pasado, presente y la herencia que
será trasmitida a las generaciones futuras. Por esta y muchas más razones es de suma
importancia su conservación con condiciones adecuadas que no deben ser relegadas sólo por
no pertenecer a una ideología política o sean consideradas ajenas a nuestra cultura.

17
Proyecto Ley Orgánica de Cultura. http://www.el-nacional.com/escenas/PROYECTO-
LOC_NACFIL20130524_0001.pdf. Fecha de consulta: 10/02/2015.
Nuestra ley también presenta omisiones, por ejemplo, no se habla de las industrias culturales,
de las industrias creativas, de la cultura de las redes y la tecnología, ésta es una ley que no
acompaña los valores de la sociedad actual, que quiere escapar de la cultura mundializada. No
se menciona una Sistema Nacional de Cultura descentralizado, si tomamos en cuenta la
creación del Fondo Nacional de Cultura, lo cual le da control absoluto al estado sobre todo tipo
de financiamiento (público o privado), cómo administrar y manejar esos recursos, quedando
bajo su estricta decisión quiénes merecen apoyo para concretar cualquier tipo de actividad o
proyecto cultural y artístico. No decimos que el estado vaya a brindar a respaldo sólo a las
actividades que representen lo que está dentro de los lineamientos de su proyecto político,
pero es posible que haya cierta preferencia por aquellos proyectos que acompañen sus valores
políticos. Tampoco se habla de las interacciones que deben existir entre gobernaciones,
alcaldías y la empresa privada para un provechoso desarrollo de la cultura a nivel nacional y
local. Es decir, no se establecen estrategias para cumplir metas a corto, mediano y largo plazo
y así evitar las improvisaciones que tanto estrago han causado hasta ahora. No se reflejan
tampoco, en materia de convenios y acuerdos internacionales, los organismos a los cuales
Venezuela está afiliada. No se establecen sanciones.

La Ley Orgánica de la Cultura es una ley que busca ampliar el espectro cultural, pero en
realidad lo reduce, excluyendo lo que conocemos como bellas artes tradicionales. Esto lo
denotamos en la valoración excesiva que se le otorga a la identidad nacional. Es discriminadora
en ese sentido, pues en su espíritu sólo las culturas populares nos representan. Además, se
implanta una 'discriminación positiva' a favor de los pueblos originarios; quedando violado el
acuerdo de defensa de diversidad firmado con la UNESCO, y que constituye uno de los triunfos
más importantes alcanzados en las discusiones que se han desarrollado en torno a la cultura.

Esto lo decimos, asumiendo lo contemplado en el art. 11 del proyecto de ley: el estado


protegerá y promoverá las culturas populares constitutivas de la venezolanidad a través de
políticas públicas, planes, proyectos, programas e iniciativas dirigidas a potenciar la capacidad
creativa y crítica del pueblo18. Uno puede preguntarse, ¿qué va a pasar entonces con aquellas
culturas populares ajenas a nuestro territorio, pero que aún así forman parte de nuestro país?
¿Cómo quedan en ese caso El Sistema de Orquestas Juveniles e infantiles (ya que la simple
estructura de orquesta es de herencia europea, sin hablar de su repertorio musical), o el Ballet
Teresa Carreño, o la Compañía Nacional de Danza contemporánea (sabiendo que la danza
contemporánea es un estilo que surge al seno de Norteamérica y Alemania)? Y eso sólo por

18
Ibíd.
nombrar algunos de los entes adscritos al propio Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
Es una total contradicción y una discriminación severa imposible de aceptar.

Se maneja estrictamente dentro del marco de la consagración de la cultura latinoamericana y


caribeña; las manifestaciones culturales y artísticas que se encuentran fuera de esa frontera,
quedan descartadas, evadiendo el tan importante concepto de diversidad a través de la
igualdad de las culturas. El estado se muestra a la defensiva cuando niega cualquier influencia
foránea.

En nuestra Constitución, los artículos fundamentales sobre la Cultura son el 98, el 99 y el 100 19.
Los principios de estos artículos (´´la producción cultural es libre´´) no se encuentran reflejados
en el espíritu de la actual Ley de Cultura, ¿dónde quedan pues esa libertad, democracia,
pluralismo, justicia, inclusión que se mencionan en la ley, si al contrario, todo lo que es por
naturaleza ajena a nuestro territorio, queda automáticamente repudiado? Es una ley
intervencionista que propone una única visión del mundo, cuando al contrario debería
garantizarnos libertad en términos de pluralismo político y cultural.

La ciudadanía no necesita de un estado que la proteja culturalmente, sino más bien que la
acompañe y principalmente que la apoye en todo tipo de expresiones y manifestaciones
culturales, sin ser excluyentes por no reflejar una constitución de venezolanidad. La cultura
trasciende más allá de los países, la cultura no tiene límites ¿cómo ponerle barreras a algo tan
vasto? Y nos atreveríamos a decir que hasta infinito. La cultura puede cambiar y evolucionar,
no se basa ni se da para una determinada época ni para un determinado grupo de personas.
Aunque vivimos en un mismo país tenemos distintas culturas que convergen entre sí, que se
fomentan entre sí, tener influencias foráneas no afecta la integridad cultural del venezolano,
precisamente esa reciprocidad es la que permite un desarrollo cultural que naturalmente nos
beneficia a todos los ciudadanos, pero que al parecer según la ley esto resulta un tanto
perjudicial.

Para cerrar, es realmente conveniente la idea de querer preservar las tradiciones, de querer
sembrar en el venezolano el amor por su herencia histórica, estima por el espacio sociocultural
al que pertenece, valores de nacionalidad y patriotismo, pero no se puede pretender obligar a
un país tan diverso culturalmente a tener una sola visión del mundo y gustos. No se puede

19
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).
http://pdba.georgetown.edu/Parties/Venezuela/Leyes/constitucion.pdf. Fecha de consulta: 05/02/15.
dejar por fuera a aquellos que simplemente nacieron o se formaron bajo una línea artística
foránea. Somos individuos y por tanto cada cual tiene derecho a experimentar el placer y goce
estético a su manera. Somos ciudadanos del mundo, no se puede limitar el conocimiento, así
como es importante conocer nuestro legado y patrimonio, también lo es conocer lo que
trasciende nuestras fronteras, todo aquello que nos rodea. Nuestra ley está mirando al
pasado, simplemente no se adapta a la realidad de nuestro mundo globalizado.

El arte y la cultura no conocen de divisiones ni restricciones, ambos pueden progresar y


avanzar más, ambos reflejan una voz que expresa las vivencias, las experiencias y las tristezas
de una sociedad. Se le podrá poner límites a las personas, pero no a sus sentimientos, ni a su
pensamiento, ni mucho menos a sus creaciones ya que poseemos un derecho individual. Es
deber del estado abarcar y apoyar toda producción artística sin ningún tipo de distingo, sin
tantos rencores históricos, tan sólo así podremos empezar a construir una verdadera
transformación social y cultural.

Reflexión:

Nos encontramos en un contexto mundial de identidades y cultura heterogéneas y


complejas, por tal razón no parece pertinente que, como futuros promotores
socioculturales estudiemos y abarquemos las diferencias colectivas y la diversidad de
todas las sociedades, pero, para poder respetar la cultura del resto de las sociedades
del mundo, debemos empezar por respetar la nuestra, y esto lo decimos partiendo de
un ejemplo muy sencillo como eso que llamamos ‘’el amor propio’’: siempre se nos
dice que para poder amar a otros, debemos amarnos primero a nosotros mismos; pues
esa misma valoración individual merece ser aplicada colectivamente, consideramos
que esto puede facilitar nuestra forma de interrelacionarnos en el mundo de forma
positiva, reconociéndonos con el otro en sus diferencias.

Bibliografía:

-Capriles, Axel., Las fantasías de Juan Bimba. Caracas: Taurus. 2011


-García Canclini, Néstor. Las Políticas Culturales en América Latina. Revista no. 7, Quito, Julio-
Agosto 1983, CIESPAL.

-Harris, Marvin. El desarrollo de la teoría antropológica. Historia de las teorías de la cultura.


Barcelona: Siglo veintiuno editores. 1979.

-Hernández, Carlos Raúl. Vértigo comunicacional, caos global: mundialización, pluralismo en la


cultura democrática. Caracas: Alfadil ediciones. 2003.

-Martin, Gloria. Metódica y Melódica de la animación cultural. Ed. Alfadil. Caracas, 1992.

-McLeod, Jack, Kosicki, Gerald M., y McLeod, Douglas M. (1996. Edor: 1994). Expansión de los
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y teorías (Bryant y Zillman, compiladores). Barcelona: Paidós.

Páginas web:

-Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).


http://pdba.georgetown.edu/Parties/Venezuela/Leyes/constitucion.pdf. Fecha de consulta:
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-Declaración Universal de los DDHH.


http://www.derechoshumanos.net/normativa/normas/1948-DeclaracionUniversal.htm?
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-Marx, K., Materialismo Histórico.


http://www.webdianoia.com/contemporanea/marx/marx_fli_mat_his.htm. Fecha de
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Siglo XXI. 2008. http://galeon.com/cmpf/XXColoquio/JulianXX.pdf. Fecha de consulta:
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Fecha de consulta: 10/02/2015

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-Vitoria, M. La filosofía positiva, Auguste Comte.
http://www.philosophica.info/voces/comte/Comte.html. Fecha de consulta: 19/02/2015

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