Tarea 1 - La Época Independiente
Tarea 1 - La Época Independiente
Tarea 1 - La Época Independiente
Resumen:
"La Época Independiente"
En 1825 George A. Thompson llegó a las cercanías de la ciudad de Guatemala por encargo del
gobierno británico, interesado en tener noticias sobre los aspectos políticos, económicos y
sociales del país los cuales eran agitados en ese momento. Hace solo 4 años de su visita
Centroamérica se había declarado como independiente. Esto surgió a raíz de que México
proclamo su independencia por lo que las autoridades españolas del Reino de Guatemala
tuvieron dos caminos enfrentarse al nuevo estado independiente o seguir sus pasos.
Los movimientos a favor de la independencia comenzaron en 1808, en 1813 tuvo lugar una
rebelión local llamada Conspiración de Belén sin embargo el gobernador del reino José
Bustamante y Guerra, logró controlar las insurrecciones y mantener una calma precaria.
En 1820 circularon dos periódicos “El Editor Constitucional”, publicado por Pedro Molina y “el
Amigo de la Patria”, dirigido por José Cecilio del Valle. Ese año Carlos Urrutia, había delegado
el mando político y militar en Gabino Gaínza.
En 1821 Agustín de Iturbide proclamo el plan de Iguala en el mes de febrero lo cual evidenció
que la independencia de España estaba cerca. En septiembre Chapas se adhirió al plan de Iguala.
Pedro Molina y Mariano de Aycinena convencieron a Gabino Gainza de la necesidad de
independencia con la promesa de que mantendría el mando, por lo que Gaínza organizó una
pequeña asamblea el 15 de septiembre para discutir la situación con un grupo de “notables por su
rango e ilustración”, entre los que se encontraban los miembros del Ayuntamiento, del Cabildo
Eclesiástico y de la Diputación Provincial, el resultado de esta reunión fue el acta de
Independencia del gobierno español. En dicha acta se estipuló que las provincias elegirían
representantes para formar una Asamblea Constituyente.
La hacienda pública
En 1821 Centroamérica no contaba con la base financiera adecuada para empezar su vida
independiente. El informe que el Ministro Tesorero Manuel Vela presentó a la Corona española sobre
el estado del erario al 29 de septiembre de 1821 la Tesorería contaba con la existencia efectiva de
sesenta pesos y medio real. Esto debido que los gastos siempre fueron mayores que los ingresos.
Por otro lado, informó que el nuevo gobierno no había podido aumentar los ingresos, afectados
con la supresión del tributo. Este impuesto, la alcabala y la renta de tabacos habían sido los
ramos más productivos de la hacienda durante el régimen colonial.
Una de las preocupaciones de la Junta Provisional Consultiva era establecer una estructura
financiera viable para Centroamérica. Para enfrentar la crisis, la Junta sustituyó el tributo que
pagaban los indígenas por una “contribución”, en tanto el Congreso a establecerse en marzo de
1822 dispusiera otra cosa.
La Junta autorizó un impuesto sobre los bienes de los españoles que estaban abandonando el
país, un “impuesto de exportación” del 10 por ciento sobre el valor de las posesiones en oro y
plata, y del 4 por ciento sobre el valor de perlas y piedras preciosas.
Era libre la importación de libros impresos o manuscritos, de instrumentos útiles para las
ciencias, papeles de música, instrumentos y maquinaria útiles para la agricultura, la industria o la
minería. Los frutos cosechados o efectos y géneros manufacturados en las provincias de
Guatemala no pagarían derechos de exportación, excepto el aguardiente de caña, alhajas de oro y
plata, añil, bálsamo, balsamito, cacao, oro acuñado y plata acuñada o labrada, para los que
aplicaría un porcentaje que dependía de su valor declarado. También estableció diferentes
porcentajes para el aforo del vista, dependiendo del lugar de procedencia, sobre los géneros de
algodón, lino o seda.
Con Antonio Rivera Cabezas y la posterior elección de Mariano Gálvez para ocupar la jefatura
del Estado guatemalteco, se inició el primer gobierno liberal del siglo XIX en el país. El
gobierno de Gálvez (1831-1838) trató de implementar un programa de reformas con miras al
desarrollo económico y social.
Gálvez promovió medidas que no fueron bien recibidas por las elites conservadoras. Así, la
expropiación de los bienes eclesiásticos, la exclaustración de las órdenes religiosas, la abolición
del diezmo, la autorización del matrimonio civil y la legalización del divorcio estas medidas no
fueron bien vistas por la Iglesia católica.
Entre las medidas para fomentar el desarrollo del país se encuentran el incentivo del cultivo de la
grana o cochinilla y del café, la construcción de caminos o la mejora de los existentes y la
colonización por medio de la inmigración. Quiso también poner en marcha un ambicioso plan
educativo, cuyo propósito era universalizar la enseñanza primaria y volverla laica, que quedó
sobre el papel pues encontró la oposición de la Iglesia católica, en ese entonces rectora de la
educación en Guatemala.
El factor desencadenante de los acontecimientos que finalmente llevaron a la caída del régimen
liberal fue la epidemia de cólera que llegó al país a finales de 1836.
El financiamiento de la Federación y del Estado de Guatemala
La práctica del préstamo forzoso se volvió común para satisfacer las necesidades más urgentes
de la República. El primero ocurrió en 1823, cuando el gobierno federal necesitaba seis mil
pesos para el equipamiento de la tropa que custodiaría los puertos del Atlántico. Ciento nueve
comerciantes guatemaltecos contribuyeron con diversas cantidades para cumplir con el
requerimiento.
Guatemala utilizó otro recurso, las bebidas embriagantes (aguardiente y chicha) y sacó a subasta
las licencias para la venta de las bebidas. Por otro lado, se abrieron tantos puestos de venta como
cada población lo permitiera, es decir, en los pueblos con un alto consumo de ambas bebidas.
Barrundia, quien había cumplido con entregar los productos de la renta de tabaco al gobierno
federal, dejó de hacerlo a mediados de 1826. No era el primer gobierno estatal que había
incurrido en esa práctica pero en el caso de Guatemala fue decisivo pues provocó la caída de su
gobierno y marcó el inicio de la guerra civil de 1826-1829
El único impuesto que aún proveía de fondos a los gobiernos federal y estatal era la alcabala. en
los primeros años de la Federación (1823-1826) el gobierno no percibió los recursos esperados,
debido sobre todo al contrabando y al soborno en las aduanas. Se puede observar en la gráfica la
comparación de los ingresos aduanales y el comercio estimado, que incluye la suma de
importaciones y exportaciones
Durante el gobierno de Mariano Gálvez se tomaron varias medidas para fortalecer la hacienda
pública del Estado de Guatemala. Los ingresos por concepto de alcabala, tabaco, aguardiente y
chicha eran los más importantes, aunque el contrabando tenía un impacto negativo en las rentas.
Otra medida que puso en práctica el gobierno fue el reglamento para la administración de las
rentas del Estado, que introdujo una tasa del 4 por ciento en las ventas y trueques de todos los
frutos y efectos que se comerciaran en el territorio, con algunas excepciones: tejidos
manufacturados en el país, la grana, los productos que no se hubieran cultivado hasta ese
momento, y el café, añil, algodón y achiote cosechados por 10 años. Estaban libres del pago de
alcabala los libros impresos, las máquinas y útiles para la agricultura, minería, artes y oficios.
A pesar de las medidas que tomó el gobierno, los ingresos nunca fueron suficientes para cubrir
los gastos. En agosto de ese año, el gobierno recurrió una vez más al cobro de una contribución
directa o “capitación” que consistía en el cobro de 12 reales anuales a todos los varones
comprendidos entre los 18 y los 46 años de edad.
Características generales de la economía
Guatemala empezó su vida independiente con una estructura económica exhausta. Los liberales,
fieles a su ideario político, trataron de impulsar una nueva política económica orientada hacia la
libertad de comercio, apoyaron la diversificación en la agricultura y favorecieron la actividad
industrial, incluso tomando medidas proteccionistas que iban en contra de sus creencias. Sin
embargo, la inestabilidad política (especialmente las guerras civiles durante 1826-1829), la
debilidad de las instituciones y la crítica situación fiscal hicieron que estos esfuerzos fueran en
gran medida inútiles.
El gobierno de Mariano Gálvez entendía que la dependencia de un monocultivo era riesgosa, ya
que en su mayoría se exportaba cochinilla a Europa, y de ahí que se dictaran leyes con el
propósito de diversificar la agricultura y desarrollar la industria a través de diferentes tipos de
incentivos.
La estrategia de García Granados fue ejecutada por Barrios en las montañas de San Marcos y
los pueblos de los alrededores. Fue precisamente en el pueblo de San Marcos donde García
Granados lanzó su Manifiesto del 8 de mayo, en el que justificó el movimiento insurgente
contra Cerna y delineó las reformas que debían ponerse en marcha una vez derrocado el
régimen.
Por otro lado, se ha estimado que entre 1871 y 1883 el gobierno vendió 8,839 caballerías de
tierras designadas como baldías y recibió a cambio 248,183 pesos. 123 A la par de este cambio
de manos en la propiedad de la tierra, el gobierno promovió la formación de una matrícula
fiscal cuyo registro serviría de base para el pago de la contribución territorial. 124
Durante los 12 años de gobierno de J. Rufino Barrios, las principales rentas de la hacienda
pública correspondieron a impuestos indirectos que gravaban las importaciones y
exportaciones, seguidos por las bebidas embriagantes (aguardiente y chicha). Es decir, se
mantuvo la estructura heredada de García Granados, aunque con una tendencia a que
aumentara la recaudación proveniente tanto de bebidas alcohólicas como de las
importaciones.
De acuerdo con la gráfica anterior podemos observar que las principales acciones que generaron
ingresos en el transcurso de los años 1872 al 1885 fueron las importaciones, seguidas de la
comercialización de bebidas alcohólicas y en menor cantidad los derechos de exportación.
Debido a la importancia que representaban los ingresos de la hacienda por parte de las bebidas
alcohólicas estas recibieron la atención del gobierno. En febrero de 1877 se emitió la Ley de
Licores, que puso al día las modificaciones sufridas por la Ley Orgánica de Aguardientes de
octubre de 1871. Este decreto impuso nuevas contribuciones sobre la destilación y venta de
aguardiente y chicha e introdujo un nuevo impuesto sobre la fabricación de cerveza. Su efecto
no fue inmediato y se mantuvo la tendencia del aumento gradual en la recaudación por este
concepto.
Para la reorganización de la hacienda publica se empezó por los impuestos que eran la base de
los ingresos públicos y lo que marcó mucho mas la diferencia fue la introducción del impuesto
del tres por millar sobre el valor de la propiedad inmueble, que sustituyó a las contribuciones
territorial, urbana y de caña de azúcar, así como se ve representado en el siguiente recuadro:
Manuel Lisandro Barillas y José María Reina Barrios, 1885 – 1898