Tarea 1 - La Época Independiente

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Universidad Mariano Galvez de Guatemala

Maestría en Estándares Internacionales de Contabilidad y Auditoria


Introducción a la Legislación Tributaria
Sección “O”
Lic. Jorge Francisco Muralles Soto

Resumen:
"La Época Independiente"

Grupo #3: Participación

1937-08-10605 Ileana Maribel Amado Martínez 100%


1937-16-11226 Heidy Lorena Itzep Elías 100%
1937-16-14590 Yengly Marilú González Velásquez 100%
1937-16-13261 Roger Aldain Ovalle Chilel 100%

Guatemala 28 de enero de 2023


1. La independencia y la anexión de Centroamérica a México

En 1825 George A. Thompson llegó a las cercanías de la ciudad de Guatemala por encargo del
gobierno británico, interesado en tener noticias sobre los aspectos políticos, económicos y
sociales del país los cuales eran agitados en ese momento. Hace solo 4 años de su visita
Centroamérica se había declarado como independiente. Esto surgió a raíz de que México
proclamo su independencia por lo que las autoridades españolas del Reino de Guatemala
tuvieron dos caminos enfrentarse al nuevo estado independiente o seguir sus pasos.

Los movimientos a favor de la independencia comenzaron en 1808, en 1813 tuvo lugar una
rebelión local llamada Conspiración de Belén sin embargo el gobernador del reino José
Bustamante y Guerra, logró controlar las insurrecciones y mantener una calma precaria.

En 1820 circularon dos periódicos “El Editor Constitucional”, publicado por Pedro Molina y “el
Amigo de la Patria”, dirigido por José Cecilio del Valle. Ese año Carlos Urrutia, había delegado
el mando político y militar en Gabino Gaínza.

En 1821 Agustín de Iturbide proclamo el plan de Iguala en el mes de febrero lo cual evidenció
que la independencia de España estaba cerca. En septiembre Chapas se adhirió al plan de Iguala.
Pedro Molina y Mariano de Aycinena convencieron a Gabino Gainza de la necesidad de
independencia con la promesa de que mantendría el mando, por lo que Gaínza organizó una
pequeña asamblea el 15 de septiembre para discutir la situación con un grupo de “notables por su
rango e ilustración”, entre los que se encontraban los miembros del Ayuntamiento, del Cabildo
Eclesiástico y de la Diputación Provincial, el resultado de esta reunión fue el acta de
Independencia del gobierno español. En dicha acta se estipuló que las provincias elegirían
representantes para formar una Asamblea Constituyente.

El 5 de enero de 1822, Gabino Gaínza y la Junta Provisional Consultiva firmaron el Acta de la


Unión de las Provincias de Centro América al Imperio Mexicano.

El 24 de junio de 1823 la Asamblea Nacional Constituyente se estableció con representantes de


todas las provincias, excepto Chiapas, que se unió a la nueva república mexicana.

La hacienda pública

En 1821 Centroamérica no contaba con la base financiera adecuada para empezar su vida
independiente. El informe que el Ministro Tesorero Manuel Vela presentó a la Corona española sobre
el estado del erario al 29 de septiembre de 1821 la Tesorería contaba con la existencia efectiva de
sesenta pesos y medio real. Esto debido que los gastos siempre fueron mayores que los ingresos.

Por otro lado, informó que el nuevo gobierno no había podido aumentar los ingresos, afectados
con la supresión del tributo. Este impuesto, la alcabala y la renta de tabacos habían sido los
ramos más productivos de la hacienda durante el régimen colonial.
Una de las preocupaciones de la Junta Provisional Consultiva era establecer una estructura
financiera viable para Centroamérica. Para enfrentar la crisis, la Junta sustituyó el tributo que
pagaban los indígenas por una “contribución”, en tanto el Congreso a establecerse en marzo de
1822 dispusiera otra cosa.

La Junta autorizó un impuesto sobre los bienes de los españoles que estaban abandonando el
país, un “impuesto de exportación” del 10 por ciento sobre el valor de las posesiones en oro y
plata, y del 4 por ciento sobre el valor de perlas y piedras preciosas.

El 13 de febrero de 1822, estableció el primer arancel de aduanas de la época independiente. El


arancel, de carácter provisional, estipuló cuatro categorías para los frutos y géneros de
importación y exportación: prohibida, libre de derechos, aforo nominal por el arancel y aforo por
el vista. En términos generales, prohibía la exportación de moneda macuquina, oro y plata, y la
importación de libros o manuscritos contrarios a la religión y las buenas costumbres.

Era libre la importación de libros impresos o manuscritos, de instrumentos útiles para las
ciencias, papeles de música, instrumentos y maquinaria útiles para la agricultura, la industria o la
minería. Los frutos cosechados o efectos y géneros manufacturados en las provincias de
Guatemala no pagarían derechos de exportación, excepto el aguardiente de caña, alhajas de oro y
plata, añil, bálsamo, balsamito, cacao, oro acuñado y plata acuñada o labrada, para los que
aplicaría un porcentaje que dependía de su valor declarado. También estableció diferentes
porcentajes para el aforo del vista, dependiendo del lugar de procedencia, sobre los géneros de
algodón, lino o seda.

La Comisión de Hacienda de la Junta sugirió un impuesto de la bebida llamada chicha, pues su


consumo era general y no producía ningún ingreso para el erario. Por lo que el 30 de enero de
1822 se aprobó un impuesto de diez pesos mensuales por la licencia para vender la bebida.

El gobierno no pudo implementar completamente el arancel de aduanas de febrero de 1822. No


había manera de recolectar impuestos pues las administraciones no contaban con personal
calificado ni tampoco había recursos para pagar sueldos.

La situación financiera de Guatemala y de la región centroamericana no mejoró en los primeros


meses de 1823. Vicente Filísola tomó la decisión de validar el arancel de aduanas de febrero de
1822, que regiría con carácter provisional. Quedaría en manos de la Asamblea Nacional
Constituyente y del Congreso Federal tomar las medidas necesarias para fortalecer la maltratada
hacienda pública.

2. La Federación Centroamericana, 1823-1840

De ahí que la Asamblea Nacional Constituyente el 1 de julio, emitió el decreto de independencia


de las Provincias Unidas del Centro de América, el cual las declaró “libres e independientes de la
antigua España, de México y de cualquier otra potencia”.
Los primeros años de la Federación

La Constitución de 1824 estableció el marco bajo el cual se regirían el gobierno federal y el de


los estados miembros, garantizó las libertades individuales, prohibió la esclavitud y estableció un
sistema de gobierno compuesto por tres organismos: Legislativo (congreso federal y senado)
Ejecutivo (presidente, vicepresidente y secretarios de despacho) y la Suprema Corte de Justicia.

La Comisión de Hacienda de la asamblea reconoció la importancia de la organización de las


finanzas públicas para asegurar la existencia de la república. Además de la seguridad y defensa.

La Constitución hizo recaer en el Congreso las atribuciones relacionadas con el sistema de


hacienda. Le correspondía fijar los gastos de la administración general, decretar y designar rentas
para cubrirlos y si no fueran suficientes, asignar cupos a cada Estado, según su población y
riqueza.

El Estado de Guatemala sancionó su propia Constitución en octubre de 1825. La hacienda siguió


los lineamientos trazados por la Constitución Federal y delegó en la Asamblea Legislativa
determinar los gastos de la administración estatal y decretar los impuestos y contribuciones
necesarios para cubrir éstos y su parte de los gastos de la administración federal. Las
contribuciones directas serían repartidas igualmente entre los habitantes. Las contribuciones e
impuestos municipales serían decretados también por el Legislativo, quedando en manos de las
municipalidades proponer arbitrios para cubrir necesidades territoriales.

Los liberales en el poder: el gobierno de Mariano Gálvez en Guatemala

Con Antonio Rivera Cabezas y la posterior elección de Mariano Gálvez para ocupar la jefatura
del Estado guatemalteco, se inició el primer gobierno liberal del siglo XIX en el país. El
gobierno de Gálvez (1831-1838) trató de implementar un programa de reformas con miras al
desarrollo económico y social.

Gálvez promovió medidas que no fueron bien recibidas por las elites conservadoras. Así, la
expropiación de los bienes eclesiásticos, la exclaustración de las órdenes religiosas, la abolición
del diezmo, la autorización del matrimonio civil y la legalización del divorcio estas medidas no
fueron bien vistas por la Iglesia católica.

Entre las medidas para fomentar el desarrollo del país se encuentran el incentivo del cultivo de la
grana o cochinilla y del café, la construcción de caminos o la mejora de los existentes y la
colonización por medio de la inmigración. Quiso también poner en marcha un ambicioso plan
educativo, cuyo propósito era universalizar la enseñanza primaria y volverla laica, que quedó
sobre el papel pues encontró la oposición de la Iglesia católica, en ese entonces rectora de la
educación en Guatemala.
El factor desencadenante de los acontecimientos que finalmente llevaron a la caída del régimen
liberal fue la epidemia de cólera que llegó al país a finales de 1836.
El financiamiento de la Federación y del Estado de Guatemala

Una de las preocupaciones de la Asamblea Nacional Constituyente instalada en 1823 fue el


sistema impositivo. La Asamblea tomó medidas provisionales para asegurar los ingresos como
ratificar el cobro de la alcabala al 4 por ciento, suprimió la alcabala de viento y mantuvo los
impuestos sobre el tabaco y la pólvora. Los ingresos del monopolio del tabaco, alcabala
marítima, correos y pólvora fueron las rentas que la Asamblea destinó al sostenimiento de la
República.

La Asamblea anunció en diciembre un programa de impuestos directos, basado en la capacidad


de pago de los individuos. Todos los hombres tendrían que contribuir, excepto los miembros de
órdenes religiosas dedicadas al trabajo social. El 12 de enero de 1824, la Asamblea publicó la
ordenanza respectiva. La tarifa impositiva tenía varios rangos, desde cuatro reales anuales para
sirvientes o trabajadores cuyas edades oscilaran entre los 18 y 50 años, hasta 20 pesos anuales
para
propietarios de grandes haciendas y casas comerciales. Un artesano pagaría 6 reales; un
hacendado mediano, cinco pesos; un comerciante, 10 pesos; los vendedores de aguardiente cinco
pesos y los de chicha, tres. Los profesionales (abogados, médicos, cirujanos) contribuirían con
cinco pesos anuales y quienes vivían de sus rentas, con el 0.5 por ciento sobre sus ingresos. Sin
embargo esta ley no llegó a implementarse por resistencia de lo habitantes.

La práctica del préstamo forzoso se volvió común para satisfacer las necesidades más urgentes
de la República. El primero ocurrió en 1823, cuando el gobierno federal necesitaba seis mil
pesos para el equipamiento de la tropa que custodiaría los puertos del Atlántico. Ciento nueve
comerciantes guatemaltecos contribuyeron con diversas cantidades para cumplir con el
requerimiento.

El gobierno del Estado de Guatemala también solicitó préstamos forzosos. En 1824, el


Consulado de Comercio se encargó de recolectar un préstamo patriótico de 21 mil pesos
destinados a cubrir los gastos de la guarnición de la Ciudad de Guatemala y en febrero de 1825,
Barrundia obtuvo 80 mil pesos de las principales familias de la ciudad.

Guatemala utilizó otro recurso, las bebidas embriagantes (aguardiente y chicha) y sacó a subasta
las licencias para la venta de las bebidas. Por otro lado, se abrieron tantos puestos de venta como
cada población lo permitiera, es decir, en los pueblos con un alto consumo de ambas bebidas.

Barrundia, quien había cumplido con entregar los productos de la renta de tabaco al gobierno
federal, dejó de hacerlo a mediados de 1826. No era el primer gobierno estatal que había
incurrido en esa práctica pero en el caso de Guatemala fue decisivo pues provocó la caída de su
gobierno y marcó el inicio de la guerra civil de 1826-1829
El único impuesto que aún proveía de fondos a los gobiernos federal y estatal era la alcabala. en
los primeros años de la Federación (1823-1826) el gobierno no percibió los recursos esperados,
debido sobre todo al contrabando y al soborno en las aduanas. Se puede observar en la gráfica la
comparación de los ingresos aduanales y el comercio estimado, que incluye la suma de
importaciones y exportaciones

En 1830, el Secretario de Hacienda, Mariano Gálvez, reconoció que las finanzas de la


Federación estaban arruinadas no sólo por los gastos de guerra sino por la inobservancia de las
leyes de parte de los Estados.

Durante el gobierno de Mariano Gálvez se tomaron varias medidas para fortalecer la hacienda
pública del Estado de Guatemala. Los ingresos por concepto de alcabala, tabaco, aguardiente y
chicha eran los más importantes, aunque el contrabando tenía un impacto negativo en las rentas.

Otra medida que puso en práctica el gobierno fue el reglamento para la administración de las
rentas del Estado, que introdujo una tasa del 4 por ciento en las ventas y trueques de todos los
frutos y efectos que se comerciaran en el territorio, con algunas excepciones: tejidos
manufacturados en el país, la grana, los productos que no se hubieran cultivado hasta ese
momento, y el café, añil, algodón y achiote cosechados por 10 años. Estaban libres del pago de
alcabala los libros impresos, las máquinas y útiles para la agricultura, minería, artes y oficios.

A pesar de las medidas que tomó el gobierno, los ingresos nunca fueron suficientes para cubrir
los gastos. En agosto de ese año, el gobierno recurrió una vez más al cobro de una contribución
directa o “capitación” que consistía en el cobro de 12 reales anuales a todos los varones
comprendidos entre los 18 y los 46 años de edad.
Características generales de la economía

Guatemala empezó su vida independiente con una estructura económica exhausta. Los liberales,
fieles a su ideario político, trataron de impulsar una nueva política económica orientada hacia la
libertad de comercio, apoyaron la diversificación en la agricultura y favorecieron la actividad
industrial, incluso tomando medidas proteccionistas que iban en contra de sus creencias. Sin
embargo, la inestabilidad política (especialmente las guerras civiles durante 1826-1829), la
debilidad de las instituciones y la crítica situación fiscal hicieron que estos esfuerzos fueran en
gran medida inútiles.
El gobierno de Mariano Gálvez entendía que la dependencia de un monocultivo era riesgosa, ya
que en su mayoría se exportaba cochinilla a Europa, y de ahí que se dictaran leyes con el
propósito de diversificar la agricultura y desarrollar la industria a través de diferentes tipos de
incentivos.

El régimen conservador de Rafael Carrera


El régimen atravesó diversas etapas. La primera se inicia con el triunfo de Carrera en 1838-1840
que coincide con el desmantelamiento de las reformas liberales; la segunda, a partir de 1849,
es el momento de la estrecha alianza entre Carrera y los conservadores. Esta etapa empieza a
cerrarse con la muerte del caudillo en 1865 y termina con el triunfo liberal de Miguel García
Granados y J. Rufino Barrios en junio de 1871
Las obligaciones de los ciudadanos respecto a los impuestos se definieron así: “todos
igualmente están obligados a contribuir para los gastos públicos; más las contribuciones deben
ser generales, y calculadas de modo que cada cual concurra al sostén de la administración,
según su respectiva posibilidad.

El estado de la hacienda pública durante el periodo conservador


La escasez de fondos no se solucionó con la llegada de los conservadores al poder. El consejero
jefe del Estado, Mariano Rivera Paz, le informó a la Asamblea en julio de 1840 que el gobierno
enfrentaba problemas para cumplir con sus compromisos de defensa y seguridad. Encontrar los
fondos necesarios no era fácil pues se había suprimido la capitación y el pueblo rechazaba
cualquier contribución directa. De esa cuenta, que el gobierno había tenido que recurrir a los
préstamos forzosos y a las contribuciones especiales
Hay que tener presente que la disolución de la Federación Centroamericana tuvo como
consecuencia que los ingresos provenientes de las rentas designadas para su mantenimiento,
entre ellas la alcabala marítima, pasaran a formar parte de las rentas de cada Estado. De esa
cuenta, la alcabala marítima se convirtió en el ingreso tributario más importante del Estado
de Guatemala.
En 1839 la Asamblea había recomendado la restitución de la capitación y la creación de un
impuesto sobre la propiedad. También sugirió que se instituyeran tarifas proteccionistas para
estimular la industria del país y que se abolieran los estancos de aguardiente y chicha. La
capitación no se puso en práctica, pero se autorizó un impuesto directo extraordinario aplicable
sólo durante un año, que afectaba a los propietarios en proporción de su riqueza y
específicamente dejaba fuera “a todas las otras clases
La administración de rentas se organizó en 1840. Los ingresos ordinarios estaban
constituidos por la alcabala marítima, la alcabala interior del 2% y 4%, los ramos de aguardiente
y chicha, impuestos sobre papel sellado, carne y venta de tierras, el estanco de nieve y el
asiento de gallos
Por ejemplo, en 1844 el gobierno hizo un préstamo forzoso de 60 mil pesos, y aquellos
ciudadanos que facilitaran cualquier cantidad al gobierno, recibirían como garantía “los
impuestos sobre importación y exportación, con bonos emitidos para el pago del 80 por ciento
de su valor nominal. Los bonos podían usarse en el pago de hasta un tercio de tales impuestos.
La consolidación del régimen:
En cuanto a ingresos fiscales ordinarios, la alcabala marítima siguió siendo el principal
gravamen, seguido de las rentas producto del monopolio de bebidas embriagantes y la alcabala
interior. En 1855, la combinación de ambas rentas equivalía al 87 por ciento del total de los
ingresos del Estado.90 En 1860, para un ingreso total aproximado de 850 mil pesos, se calculó
la parte proporcional de las diversas rentas

La estrategia de García Granados fue ejecutada por Barrios en las montañas de San Marcos y
los pueblos de los alrededores. Fue precisamente en el pueblo de San Marcos donde García
Granados lanzó su Manifiesto del 8 de mayo, en el que justificó el movimiento insurgente
contra Cerna y delineó las reformas que debían ponerse en marcha una vez derrocado el
régimen.

Los regímenes liberales del siglo XIX


El documento abogaba por la instalación de un régimen constitucional, la libertad de prensa, la
reorganización y profesionalización del ejército y la generalización de la educación pública.
También quería “que la hacienda pública se arregle y el sistema de impuestos se modifique.
Existen contribuciones onerosas que pesan de preferencia sobre los pobres y desgraciados.
Estas deben desaparecer y sustituirse con otras más económicas y mejor repartidas”. Proponía
además la abolición de los monopolios, especialmente del aguardiente, por “inicuos y ruinosos
que son a la agricultura y el comercio
El gobierno de Miguel Granados 1871-1873
Restablecido el orden, Miguel García Granados convocó a la elección de una Asamblea
Constituyente en diciembre de 1871, que se instalaría en marzo de 1872. 110 También en
diciembre, mediante el Decreto No.43, suprimió el diezmo eclesiástico. El gobierno ofreció
proveer a la Iglesia católica con la suma 20 mil pesos anuales, adicionales a los cuatro mil
establecidos por el Concordato de 1852. La cantidad total estaría respaldada por el 0.5 % del
impuesto de alcabala
Receta para una dictadura
El 4 de junio de 1873, J. Rufino Barrios fue nombrado presidente de la república. En una de
tantas curiosidades políticas de la historia de Guatemala, Barrios asumió y ejerció el cargo
durante los seis años siguientes sin una ley fundamental que lo respaldara. De hecho, sólo
contaba con los “omnímodos poderes conferidos por el Acta de Patricia al presidente de la
república”.120 Al amparo de un poder dictatorial introdujo los cambios que consideró
necesarios para el progreso económico del país y que imperaron hasta mediados del siglo

Por otro lado, se ha estimado que entre 1871 y 1883 el gobierno vendió 8,839 caballerías de
tierras designadas como baldías y recibió a cambio 248,183 pesos. 123 A la par de este cambio
de manos en la propiedad de la tierra, el gobierno promovió la formación de una matrícula
fiscal cuyo registro serviría de base para el pago de la contribución territorial. 124

Durante los 12 años de gobierno de J. Rufino Barrios, las principales rentas de la hacienda
pública correspondieron a impuestos indirectos que gravaban las importaciones y
exportaciones, seguidos por las bebidas embriagantes (aguardiente y chicha). Es decir, se
mantuvo la estructura heredada de García Granados, aunque con una tendencia a que
aumentara la recaudación proveniente tanto de bebidas alcohólicas como de las
importaciones.

Legislación tributaria y hacienda pública, 1871 – 1885

En el gobierno del entonces presidente de la república de Guatemala; Miguel García Granados se


realizaron muchos cambios en cuanto al sistema tributario, dentro de los cuales los mas
significativos y de mayor realce fueron los que se establecieron en el decreto 19, 32, 65 y el
decreto que fue llamado “Contribución Urbana”
En estos decretos se establecieron cambios importantes como lo fue el final del monopolio
privado de aguardientes y también se estableció que las personas que comercializaran estos
productos pagarían cuotas mensuales para poder destilar y vender aguardiente.
A raíz de estos cambios los ingresos que se percibían disminuyeron significativamente y es
debido a esa necesidad de generar ingresos se estableció el decreto 32 donde se crearon los
impuestos por derechos de exportación, aquí se incluyeron productos tales como el café, la
cochinilla y el añil; a pesar de que el gobierno había prometido proteger la agricultura en el año
1872 crearon modificaciones y dentro de ellas incluyeron que la caña de azúcar ya debía pagar
impuestos lo cual serian 6 pesos por manzana sembrada.
Seguidamente en el gobierno de Justo Rufino Barrios quien estuvo en el mandato durante 12
años se introdujeron algunos impuestos directos como lo fue la contribución territorial, esta
contribución se destinó para la construcción de carreteras. Aun con estos ingresos el Secretario
de Hacienda, J. Martín Barrundia, reconoció que aunque las rentas habían sido muy productivas,
los “compromisos pecuniarios” que se adquiridos por parte del gobierno después de la guerra de
1876 las habían trastornado. De ahí que el gobierno recurriera a dos medidas para elevar los
ingresos de la hacienda, una tributaria y una financiera. Una fue para gravar los siguientes
artículos: 0.50 centavos por cada quintal de café exportado, 1 peso más por cada res beneficiada,
1 peso sobre cada carga de 2 quintales de sal producida en el país, 5 pesos más sobre la manzana
de caña de azúcar sembrada y 25% más sobre la importación de mercaderías extranjeras, en
mayo de 1877. La segunda medida consistió en decretar un empréstito por medio millón de
pesos “sobre los capitales más notables de la república.

De acuerdo con la gráfica anterior podemos observar que las principales acciones que generaron
ingresos en el transcurso de los años 1872 al 1885 fueron las importaciones, seguidas de la
comercialización de bebidas alcohólicas y en menor cantidad los derechos de exportación.

Debido a la importancia que representaban los ingresos de la hacienda por parte de las bebidas
alcohólicas estas recibieron la atención del gobierno. En febrero de 1877 se emitió la Ley de
Licores, que puso al día las modificaciones sufridas por la Ley Orgánica de Aguardientes de
octubre de 1871. Este decreto impuso nuevas contribuciones sobre la destilación y venta de
aguardiente y chicha e introdujo un nuevo impuesto sobre la fabricación de cerveza. Su efecto
no fue inmediato y se mantuvo la tendencia del aumento gradual en la recaudación por este
concepto.

La reforma tributaria de 1881


En el año 1881 se decreto el primer Código Fiscal de Guatemala, el cual vino a realizar algunos
cambios en cuanto a la tributación, principalmente el código fiscal tenía el propósito y la
finalidad de crear disposiciones que se pudieran adaptar al desarrollo de los intereses económicos
del país. El código fiscal estaba compuesto por secciones como la Organización de la Hacienda
Publica, la dirección y administración de esas ganancias y la conservación de los derechos
fiscales.

Para la reorganización de la hacienda publica se empezó por los impuestos que eran la base de
los ingresos públicos y lo que marcó mucho mas la diferencia fue la introducción del impuesto
del tres por millar sobre el valor de la propiedad inmueble, que sustituyó a las contribuciones
territorial, urbana y de caña de azúcar, así como se ve representado en el siguiente recuadro:
Manuel Lisandro Barillas y José María Reina Barrios, 1885 – 1898

En el transcurso de estos años surgió el trágico e inesperado fallecimiento de Justo Rufino


Barrios, por lo cual trataron de sustituir ese cargo rápidamente tomando en cuenta que eso estaba
ya regulado en la cinstitucion y se establece que ese cargo lo podría asumir el primer o segundo
designado a la presidencia, la persona que asumió ese cargo fue Manuel Lisandro Barillas quien
era un exitoso cafetalero.
Barillas trato de seguir los lineamientos que tenia su antecesor y trato de fortalecer y diversificar
la agricultura a través de los incentivos fiscales y estableció primas para el cultivo de diferentes
plantas como, café, algodón, quina y hule. Derivado de esta expansión surgió una escases de
obreros para la cosecha de café en algunas regiones del país y fue ahí donde barillas hizo una
declaración donde dijo que “Problema harto difícil es el de conciliar la resistencia al trabajo que
en algunas partes domina a los indígenas, y las necesidades inmensas de la agricultura que exige
una intervención eficaz de la administración”. Ek¿l tiempo entonces transcurrio y el periodo de
gobierno de esta persona se termino y ya que no era permitida la reelección se trato de buscar a
otra persona que tuviera los mismos ideales. La persona que asumió el cargo a la presidencia en
seguida fue José María Reina Barrios, quien era sobrino de Justo Rufino Barrios.
Durante el gobierno de Jose Maria sse trato de fortalecer el área de mano de obra de la
agricultura y en febrero del año 1894 emitio la Ley de Trabajadores, donde se establecia el
trabajo forzado y se establecieron dos tipos de trabajadores: los jornaleros y los colonos.

Legislación tributaria y hacienda pública, 1885 – 1898


Para poder cubrir todas las necesidades de la hacienda durante el gobierno del general Barillas se
tuvieron que realizar algunos cambies ya que desde el principio de su gobierno se enfrento a una
fuerte crisis fiscal y todo eso a raíz de que la guerra absorbió gran parte de los recursos
financieros del estado. Entre las medidas que se tomaron fue aumentar el porcentaje de
exportación del café y se decreto un impuesto adicional del 15% sobre las importaciones, con
este suceso se inicio una recuperación de manera paulatina.
La recuperación que se fue dando claramente fue poca pero fue de beneficio para el gobierno ya
que comparado con los ingresos fiscales por parte del gobierno de Garcia Granados fue por
mucho, mayor.

La economía durante las primeras dos décadas del siglo XX


Durante el gobierno del sucesor del general Reina Barrios, quien fue Manuel Estrada Cabrera se
dio un suceso que dejo huella durante su mandato, lo cual fue el surgimiento de otro cultivo de
potencial exportación y que junto al café lograron consolidar la permanencia del país en el
mercado mundial, este cultivo es el banano.
El banano fue parte de los ingresos importantes que se obtuvieron en el país.
Legislación tributaria y hacienda pública (1908 – 1920)
Durante la época anteriormente mencionada, el estado de la hacienda pública en los últimos años
del siglo XIX era desastroso, el desplome de los precios del café tuvo como consecuencia un
descenso en las importaciones, el principal rubro en los ingresos del Estado. algunos cafetaleros
perdieron sus propiedades a manos de sus acreedores, generalmente alemanes. El gravamen
sufrió altas y bajas
A pesar de la crisis, los derechos de importación se aumentaron en agosto de 1898. A partir de
esa fecha se fijaron en un 30%, que debería pagarse en oro nacional o su equivalente en plata. El
aumento regía para todas las mercancías, sin distinción alguna. En 1899 se gravaron con
derechos de exportación cuatro artículos: el banano (10 centavos por racimo), el cuero de res (50
centavos por cuero), el hule (10 pesos por quintal) y las pieles de venado o carnero (3 pesos por
quintal). Hasta ese momento, el único artículo gravado con derechos de exportación había sido el
café.
La situación hacendaria había sido debilitada en los años 1901-1902 por la erupción del volcán
Santa María, cuyos efectos se sintieron en la producción anual de café, y por el terremoto de
Quezaltenango. Debido a estos desastres naturales, el gobierno exoneró del pago de algunas
contribuciones a las regiones damnificadas y destinó algunos recursos fiscales a su auxilio.
La administración de Estrada Cabrera introdujo en diciembre de 1908 un nuevo impuesto del 5%
sobre los dividendos que disfrutaran los accionistas de las sociedades anónimas constituidas en la
república, y del 2% sobre el valor de las acciones cuando se hiciera un traspaso de éstas.
La legislación relativa al aguardiente no sufrió cambios en la legislación hasta septiembre de
1915, cuando por Acuerdo gubernativo el impuesto por la fabricación subió a 1 peso por botella,
modificando la tarifa de 50 centavos que se mantuvo por años.
Durante esta época hubo fuertes fluctuaciones de los ingresos tributarios, inicialmente afectados
por la reducción de los precios del café resultantes del aumento del café exportado por Brasil
(fines del siglo XIX) y luego, entre 1915 y 1918, por la incidencia de la I Guerra Mundial. En
particular, las exportaciones a Alemania, que era el principal mercado de destino del café de
Guatemala, se interrumpieron entre 1915 y 1920, siendo parcialmente compensadas por
aumentos de las exportaciones al mercado de los Estados Unidos.
La crisis financiera heredada del gobierno de Reina Barrios y reforzada por la autorización para
que los bancos privados pudieran emitir papel moneda de manera independiente, aunado a las
fluctuaciones del tipo de cambio de la moneda durante ese período y a los efectos de los
terremotos de 1917-18, terminaron de desestabilizar la economía del país.
Mientras que previo al año 1898 habían llegado a un máximo del 13% en su participación, para
el año 1920 ya alcanzaban el 26% de la recaudación total. A ello contribuyó en parte el
crecimiento de las exportaciones de banano

La década de los veinte y la última dictadura liberal


Estrada Cabrera no se quedó de brazos cruzados al saber que la Asamblea Legislativa había
votado por su destitución el 8 de abril de 1920. El 14 de abril, Estrada Cabrera recibió un
ultimátum de los Unionistas que demandaron su rendición incondicional y su renuncia. El
presidente provisional, Carlos Herrera Luna, fue formalmente electo para el cargo unos meses
más tarde intentó revivir la República de Centroamérica. En este proceso intervinieron
Guatemala, El Salvador y Honduras. dio vida a la efímera República el 9 de septiembre de 1921.
Esta llegó a su fin con el derrocamiento de Herrera el 5 de diciembre de 1921, sustituido por un
triunvirato militar encabezado por el general José María Orellana.
Orellana procedió a separar de la república de Centro América. El régimen de Orellana llegó
abruptamente a su fin con su muerte en septiembre de 1926. Lo sustituyó el primer designado,
general Lázaro Chacón, Durante el gobierno del general Chacón la UFCO obtuvo nuevas y
generosas concesiones en las márgenes del río Motagua. arrendó la tierra por 14 mil dólares
anuales durante 25 años, con el derecho a cortar los árboles de cedro o caoba en el desmonte,
pagando 12 dólares por pieza. Ninguna de las actividades de la compañía en los terrenos
arrendados quedó sujeta a impuestos o contribuciones estatales o municipales. La UFCO se
comprometió a pagar como único derecho de exportación “el impuesto de utilidades de un
centavo oro americano” por cada racimo de banano que exportara. Por otro lado, la compañía
estaba exenta del pago de derechos de importación, cargas o contribuciones fiscales de cualquier
naturaleza de todo el material y el equipo necesarios para la construcción y mantenimiento de sus
líneas férreas y teléfonos. El período se caracterizó por la corrupción rampante en la
administración pública. Chacón fue sustituido por el segundo designado a la presidencia, el
licenciado Baudilio Palma, quien rápidamente obtuvo el reconocimiento de los Estados Unidos.

La reforma monetaria (1919)


El Departamento de Estado estaba convencido de la necesidad de impulsar una reforma
monetaria en Guatemala con el propósito de mejorar las condiciones financieras, económicas y
comerciales. En consecuencia, el economista E.W. Kemmerer fue enviado a realizar un estudio
de la situación financiera del país. En su reporte recomendó que se adoptara el patrón oro y se
estableciera un banco nacional. El derrocamiento de Estrada Cabrera marcó el fin de ese proceso.
Carlos Herrera mostró interés en la reforma monetaria pero su derrocamiento impidió su puesta
en práctica.
En 1924 Kemmerer volvió al país, y a pesar de alguna resistencia de parte de los cafetaleros y
banqueros, en noviembre de ese año se inició la reforma monetaria. La nueva unidad monetaria
nacional, el quetzal, se habría de emitir a la par del dólar.
En 1925 empezó el proceso de sustitución de papel moneda. El gobierno y los bancos asumieron
la responsabilidad de acumular una reserva de oro para el respaldo de los nuevos billetes y en
1926 Guatemala adoptó plenamente el patrón oro. La Caja fue reorganizada para formar el
Banco Central de Guatemala, con monopolio en la emisión de billetes. El tipo de cambio del
quetzal en relación con el dólar no varió durante los siguientes sesenta años
El país siguió recorriendo el camino de la especialización de las exportaciones, lo que hizo a la
economía particularmente vulnerable a las conmociones externas.
La última dictadura liberal: Jorge Ubico, 1931-1944
La depresión de 1929-30 fue una prueba más de los peligros de esta dependencia, nuevamente
demostrada cuando el colapso del mercado del café llevó al país prácticamente a la bancarrota.
La gravedad de la crisis era tal, que el 30 de diciembre de 1930 el balance de la tesorería
nacional arrojaba un saldo de 27 dólares.
en 1931, cuando el presidente Reina Andrade convocó a elecciones presidenciales. Ubico
presentó a las elecciones como candidato del PLP. Ubico ganó las elecciones. asumió la
presidencia el 14 de febrero de 1931, tenía 53 años y en lo siguientes 13 años gobernaría
Guatemala con “mano dura”, esto es, rebasando los poderes conferidos al Ejecutivo en la
Constitución, reduciendo la Asamblea Legislativa a un organismo de fachada que aprobaba sus
actos.
Su administración en los primeros años de gobierno puso en práctica medidas de austeridad en el
gasto que incluyeron la reducción de la burocracia y de los servicios (educación y salud,
principalmente) y un recorte salarial del 30% para los empleados públicos.
Ubico siguió la política de “total cooperación” con la UFCO, 1936, se prorrogó el contrato de
arrendamiento de las márgenes del Motagua. La compañía pagaría un 1.5 centavos de quetzal por
cada racimo de banano exportado, y desde esa fecha hasta la expiración del contrato (junio de
1981) pagaría un impuesto por utilidades de 2 centavos de quetzal por cada racimo. También
liberó a la Compañía Agrícola de Guatemala, la subsidiaria de la UFCO que operaba en
Tiquisate, Escuintla, de la obligación de construir las instalaciones portuarias a que se había
comprometido en 1930, a cambio de 25 millas de ferrocarril que atravesarían tierras “propias
para el cultivo del banano”
En 1934, la Asamblea Legislativa aprobó dos decretos fundamentales para las relaciones
laborales de la época; el 7 de mayo emitió el Decreto 1995, que abolió el peonaje por deuda, y al
día siguiente el Decreto 1996, la Ley contra la Vagancia. la Ley contra la Vagancia, que definía
como vagos, entre otros, a “los jornaleros que no tengan comprometidos sus servicios en las
fincas, ni cultiven, con su trabajo personal, por lo menos tres manzanas de café, caña o tabaco, en
cualquier zona; tres manzanas de maíz, con dos cosechas anuales, en zona cálida; cuatro
manzanas de maíz en zona fría; o cuatro manzanas de trigo, patatas, hortalizas y otros productos
en cualquier zona”. la ley puso a disposición de los finqueros la fuerza de trabajo necesaria para
la cosecha estacional de café.
La guerra había traído vientos de democracia al continente americano. En Guatemala, la
oposición contra Ubico empezó a gestarse en las aulas universitarias en 1942. Lo que empezó
como una protesta para exigir la libertad de elegir a las autoridades universitarias, rápida y casi
incomprensiblemente derivó en una manifestación de rechazo contra la dictadura. En junio de
1944, el magisterio nacional se unió a la protesta de los estudiantes. Situación marcada por el
desorden público y la desobediencia civil”. por la policía y el ejército, pero Ubico sorprendió a
todos al presentar su renuncia el 1 de julio de 1944.
La economía durante el período 1920-1944
En los años 1920-1944 la economía guatemalteca pasó por varias crisis, la más notoria resultado
de la depresión de 1929 que, como ya se ha señalado, tuvo efectos devastadores. La dependencia
de dos productos agrícolas de exportación, café y banano. El monopolio sobre la producción y
exportación de banano terminó de consolidarse con las concesiones otorgadas a la UFCO en las
márgenes del río Motagua. En 1929, por ejemplo, el café (77%) y el banano (13%) dominaban
totalmente las exportaciones
La crisis económica mundial de 1929 afectó seriamente a las repúblicas cafetaleras. La
disminución en los precios del café no pudo contrarrestarse con el aumento en el volumen. Las
exportaciones de café continuaron a pesar de la reducción de los precios que disminuyeron.
Jorge Ubico había contribuido a la expansión agroexportadora y a la creación del enclave
bananero. Romper el monopolio bananero era tan inconveniente como abandonar el cultivo del
café. La atención se centró entonces en un producto que abundaba en las selvas tropicales
peteneras, el chicle, La relativamente fácil explotación del chicle hizo que se convirtiera en el
tercer producto de exportación del país, aunque nunca alcanzó al banano.

Legislación tributaria y hacienda pública, 1920-1944


Con una economía orientada hacia las exportaciones, los derechos arancelarios ocuparon el papel
central como generadores de ingresos tributarios. De ahí que durante la década de 1920 la
recuperación de las exportaciones del café y la expansión del banano contribuyeran al
crecimiento económico, a economía creció en un 5% por año, ello generó un fuerte aumento de
importaciones que fue lo que más repercutió en un aumento de la recaudación de aranceles.
La depresión de 1929 afectó principalmente los ingresos obtenidos por el café, la II Guerra
Mundial, sus efectos sobre las exportaciones. Estos acontecimientos, más que políticas tributarias
específicas, fueron los determinantes básicos de las fluctuaciones de los ingresos tributarios
durante esta época. l banano no era una opción para compensar las pérdidas pues, como se ha
visto, la contribución por racimo exportado se establecía en contratos firmados a largo plazo, con
tasas extremadamente bajas. Las exenciones concedidas a la UFCO también privaron a las arcas
nacionales de impuestos por derechos de importación.
La legislación tributaria de ese período no introdujo cambios trascendentales. Se siguieron
cobrando los anteriores impuestos y se introdujeron nuevos, siendo el más importante el
impuesto sobre las utilidades de las empresas lucrativas (mayo 1938) que en los años de su
aplicación tuvo un impacto insignificante. Los impuestos más importantes continuaron siendo los
aplicados a las importaciones (aranceles), licores y exportaciones
En cuanto a las exportaciones, el impuesto sobre el café sufrió variaciones, Sobre el café también
recayó un gravamen adicional para la creación del fondo de reservas de circulación monetaria,
estableciendo tasas del 10% o 20% sobre el exceso de determinados precios por quintal.
Finalmente, en lo que se refiere a los ingresos obtenidos de la venta y fabricación de licores, la
renta de aguardiente continuó bajo el control del Estado
Las ventas de cerveza nacional pagaban un quetzal al mes. El gravamen sobre la venta de
cerveza importada variaba según la capacidad del envase. El impuesto se hacía efectivo por
medio de timbres adheridos a los envases. En 1924 se gravó el aguardiente “indefinidamente”
con un impuesto adicional de 3 pesos por botella, para contribuir a la construcción del ferrocarril
de Los Altos.
durante el gobierno de Carlos Herrera se hicieron cambios en la Ley de Contribuciones Los
cambios más importantes que introdujo el Decreto 775 fueron la reducción del impuesto sobre
inmuebles del seis al uno por millar.
El Decreto 1153, promulgado en mayo del mismo año, reguló los siguientes impuestos: a) papel
sellado y timbres, b) venta y permuta de inmuebles, c) herencias y donaciones, d) contribución
sobre inmuebles, e) impuestos sobre consumos, y f) contribución de caminos. estableció además
el pago del impuesto en la venta de medicinas (siempre que su valor excediera los 25 pesos),
naipes, tabaco y cigarros puros. l impuesto se distribuía entre el fisco, casas de beneficencia,
hospitales departamentales y el municipio.
La contribución de caminos sería de cuarenta pesos anuales para obreros o jornaleros y de cien
pesos para los demás habitantes. Sujetos de la contribución eran todos los varones entre 18 y 60
años y los mayores que tuvieran un capital de más de 5 mil pesos. En enero de 1922 se modificó
esta contribución al restablecerse el trabajo personal en el servicio de caminos.
En 1930 se gravó por primera vez el consumo de derivados del petróleo mediante el “impuesto
de vialidad” que consistía en el pago de 5 centavos por galón de gasolina o nafta. En el mismo
año, la crisis financiera producto de la depresión obligó a buscar préstamos externos y a aceptar
el único disponible en ese momento, que provino de una compañía sueca dedicada a la
fabricación de fósforos. A cambio de un préstamo de 2.5 millones de dólares al 7% de interés, el
gobierno ofreció a la compañía el monopolio de la importación y venta de fósforos en toda la
república, adicional a la garantía ofrecida con el impuesto sobre la propiedad inmueble
En mayo de 1932, se emitió el Decreto legislativo 1831, una nueva ley de papel sellado y
timbres fiscales, que estableció diferentes rangos para el impuesto, esta vez en quetzales, En el
mismo mes y año se estableció por primera vez un impuesto a la circulación de vehículos, con
diferentes gravámenes de acuerdo al tipo de transporte.
En 1934 entró en vigor la ley sobre registro e impuesto de sociedades lucrativas por acciones,
cuyo antecedente era el impuesto sobre dividendos de los accionistas de sociedades anónimas,
establecido en diciembre de 1908 (Decreto 692). Esta ley gravó con un 5% los dividendos que
disfrutaran los accionistas y del 2% sobre el valor nominal de las acciones cuando éstas se
traspasaran.
Durante el período 1921-1943, los ingresos tributarios siguieron dependiendo fuertemente de los
impuestos por importación y exportación, que contribuyeron con más del 60% del total de las
rentas. En los años 1928 y 1929, estas dos fuentes de ingresos equivalieron al 73% de la
recaudación. En la década de los cuarenta, los impuestos al comercio redujeron su participación a
los niveles menores del período. Esto sucedió porque otras fuentes de ingresos (timbres,
selectivos) empezaron a crecer mientras estos ingresos se estancaron.
Finalmente, en esta época también se establecieron las bases para diversificar las fuentes de
ingreso fiscal, al crear impuestos aplicables al comercio interno o, en otras palabras, a las ventas.
Así, el impuesto sobre las ventas, que en dicho período fue el timbre sobre ventas, se empezó a
cobrar en 1932.

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