Resumen de Historia

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Clase 7: Décadas del ' 30 y del '40/ Nacionalismos en la Argentina

Argentina en la encrucijada del mundo. Ideas nacionalistas entre 1930 y 1943


Crisis de identidad nacional: Crisis de 1929 que acabó con la prosperidad del período de
reconstrucción de posguerra y destruyó paulatinamente las columnas sobre las que se apoyaban
los mitos fundacionales del país. Se la llama así por los cambios políticos, económicos y sociales
asentados luego de 1930. Fue entonces cuando el nacionalismo, que estaba integrado por
distintas corrientes, se hizo presente y se mostró como una posible solución a la crisis del modelo
liberal.

El Nacionalismo Popular:

La corriente populista del nacionalismo posee una historia difícil. Se suele creer que el
nacionalismo populista anterior a 1943 se redujo a las actividades del grupo FORJA. El
nacionalismo populista surgió en un reducido grupo de jóvenes radicales, donde se encontraban
M. Ortiz Pereyra, A. Jauretche y Homero Manzi, entre otros. Este grupo participó en las luchas
internas de la UCR que se dieron entre 1931 y 1935, pues intentaron eliminar (sin éxito) la
influencia que poseía Marcelo T. de Alvear de la conducción del partido. Tiempo después se
encargaron de fundar en Buenos Aires, en el año 1935 la agrupación política FORJA (Fuerza de
Orientación Radical de la Joven Argentina). Estos jóvenes se hacían llamar yrigoyenistas, iban
contra la oligarquía y el imperialismo, querían de vuelta la soberanía del pueblo, y terminaron
siendo declarados como representantes del verdadero radicalismo y nacionalismo argentino.
FORJA poseía los siguientes rasgos: un retorno a la doctrina nacionalista; estaba filiada en el
orden de las conexiones históricas; estaba unida a las antiguas tradiciones federalistas argentinas
anteriores a 1852; se retomaba en su contenido original los postulados ideológicos de la Reforma
Universitaria de 1918; sus pensamientos carecían de influencias extranjeras; sostenían la tesis de
la revolución hispanoamericana en general y argentina en particular asentada en las masas
populares; y por último se enfrentaba a Gran Bretaña y a EE.UU. Si bien los forjistas no poseían
ideas influenciadas por extranjeros, leían obras marxistas, ensayos norteamericanos e
hispanoamericanos que hablaban sobre el imperialismo, no obstante era algo que no los saciaba,
puesto que aquellos escritos no reflejaban la realidad argentina. FORJA no desarrolló una
doctrina institucional, estaban seguros de que un día las multitudes argentinas se pondrían en
marcha.
El nacionalismo populista y el restaurador se veían a sí mismos como intentos de crear un nuevo
consenso argentino que estuviera acorde a la década de 1930, sin embargo la realidad argentina
no fue esclarecida, sino más bien se veía a través de moldes extranjeros, se opacaba y
endurecía, esto se debió a que la tendencia restauradora había recibido un sello deformante con
su apelación acrítica de los modelos ideológicos europeos. El nacionalismo restaurador
consideraba a la historia como el producto de la acción de líderes y elites, mientras que los
populistas ponían su atención en el concepto de “pueblo”. Por otra parte, el nacionalismo
populista creía que el verdadero nacionalismo debía luchar contra el comunismo y la anarquía y
además debía ser opositora a los trust (los trust querían quedarse con las fuentes de riqueza y
dominar a los pueblos incautos que les daban morada). El populismo destacaba la natural
integración del gringo e iba contra la conspiración judía universal.
Clase 7: Nazismo y Fascismo
LA PRIMERA POSGUERRA. FASCISMO Y NAZISMO

El mundo de la primera posguerra:


En la primera guerra mundial participaron tanto las grandes potencias como los estados
europeos, sacando a España, los Países Bajos, los tres países escandinavos y Suiza. Los aliados
de EE.UU obtuvieron a partir de 1917 los recursos ilimitados de la potencia americana, es más, la
intervención de EE.UU resultó decisiva para el triunfo de los aliados. La primera guerra mundial
tenía en la mira los objetivos ilimitados de la era imperialista, era entonces cuando las rivalidades
de la política internacional se establecían en función del crecimiento y la competitividad de la
economía. La guerra impactó en la política y en la economía. EE. UU, Gran Bretaña, Francia e
Italia fueron los ganadores, no obstante, la guerra destruyó tanto a los vencidos como a los
vencedores: la economía de Gran Bretaña se arruinó; la recuperación de la economía de
Alemania se vio afectada por el Tratado de Versalles, sus imposiciones también impactaron en la
estabilidad política europea bajo los valores de la democracia liberal; otro país debilitado era
Francia, este fue derrotado rápidamente por las fuerzas alemanas en 1940. La primera guerra
mundial brutalizó la política, hubo veteranos que desarrollaron un carácter agresivo de
superioridad, una actitud propia de los grupos ultraderechistas de posguerra, uno de estos
hombres fue Adolf Hitler.

Los Tratados de Paz:


Las condiciones de paz respondían a cinco consideraciones centrales:
1. El derrumbe de muchos regímenes europeos y el surgimiento (en Rusia) de un régimen
bolchevique revolucionario (el mismo estaba dedicado a la revolución mundial y era un
ejemplo para las fuerzas revolucionarias del mundo).
2. La necesidad de controlar Alemania, pues era muy fuerte.
3. La reestructuración del mapa de Europa, pues necesitaban debilitar a Alemania y llenar los
espacios que la derrota y el hundimiento de los imperios Ruso, Austrohúngaro y Turco habían
dejado en Europa (a los movimientos nacionalistas que los vencedores apoyaron siempre y
cuando fueran movimientos anti comunistas) y en el Próximo Oriente (que es el imperio turco).
La reorganización de este último se realizó según principios imperialistas convencionales: el
reparto de los territorios entre Gran Bretaña y Francia.
4. El cuarto conjunto de consideraciones residentes en el tratado de paz, estaban relacionados
con la política nacional de los países vencedores y los conflictos entre sí mismos. Aquí entra la
mayor consecuencia de los mismos, esta es, la negación del Congreso de la Nación de EE.UU
a validar el tratado de paz.
5. Las potencias vencedoras quisieron tener una paz constante, sin embargo no pudieron
lograrlo.
Cada tratado obtuvo su nombre por los parques y castillos cercanos a Paris, donde fueron
firmados entre los años 1919 y 1920:
 Tratado de Neully: Paz con Bulgaria. Se recortaron sus fronteras.
 Tratado de Trianón: Paz con Hungría. Se recortaron sus fronteras.
 Tratado de Sèvres: Paz con Turquía. Éste cedió territorio a Grecia, Francia, Italia y Gran
Bretaña, dejando desmembrado el Imperio Turco.
 Tratado de Saint Germain: Paz con Austria. Quedó dividido el Imperio Austrohúngaro entre
Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. Austria debía reconocer la independencia de
los demás estados nombrados y de Polonia, y además no podía unirse a Alemania.
 Tratado de Versalles: Paz con Alemania. Este tratado fue el más importante y buscó debilitar a
Alemania. Éste país perdió todas sus colonias, devolvió Alsacia y Lorena a Francia, sus
fuerzas armadas fueron desmanteladas, tenía prohibido poseer fuerza aérea, se redujo su
flota y su ejército (pues entregaron naves y tanques) y recibió sanciones económicas porque
le otorgaron toda la culpa de la guerra.

El Nuevo rol de los Estados Unidos en el escenario mundial:


Durante la guerra, EE.UU se convirtió en la primera potencia económica del mundo,
anteriormente era un país deudor de Inglaterra, sin embargo, para el año 1920 los papeles se
habían invertido, Inglaterra había perdido sus reservas de oro y EE.UU era el principal acreedor
de Europa, además el dólar tomó el lugar de la libra esterlina en el comercio internacional. EE.UU
experimentó un enorme crecimiento económico limitado a sus fronteras, lo cual creó un gran
impacto en el comercio mundial. Era un país industrial y un gran productor de alimentos y
materias primas, no necesitaba productos importados, lo cual le permitía tener divisas
acumuladas. Estados Unidos lentamente ocupó el liderazgo en las finanzas, el comercio y la
industria.

Los 14 puntos de Wilson y la Sociedad de las Naciones:


La mayor parte de los tratados de paz fueron redactados por el presidente norteamericano
Wilson. Él hizo esto con el fin de convocar a las naciones europeas para darle cierre al conflicto
mundial y poder comenzar la reconstrucción de la economía de occidente dándole lugar a la
configuración de un nuevo orden mundial. Los aspectos centrales eran:
 Creación de una asociación general de naciones, con el propósito de garantizar mutuamente
la independencia política y la integridad territorial tanto de los estados grandes como de los
pequeños.
 Libertad de navegación en tiempos de paz y de guerra (con el fin de no afectar intereses
económicos).
 Eliminación de barreras proteccionistas en las economías nacionales.
 La existencia de convenios abiertos (con el objetivo de dar fin a la diplomacia secreta).
 Respeto por el derecho a la autodeterminación de los pueblos y seguridad para el desarrollo
autónomo de las diferentes nacionalidades.
 Reducción de armamentos.
En 1920, el primer aspecto nombrado dio lugar al surgimiento de la Sociedad de las Naciones,
un organismo supranacional que quería el estallido de más guerras. Al principio estaba
compuesta por las potencias vencedoras de la guerra. Su organización fue débil porque no contó
con fuerza militares propias y al tiempo se fue de EE.UU.

La crisis del liberalismo:


La sociedad liberal occidental fue construida desde las revoluciones de los siglos XVII y XVIII.
Esta rechazaba la dictadura y los gobiernos autoritarios, y aceptaba el sistema constitucional con
gobiernos democráticos y asambleas representativas que aseguraban tanto el imperio de la ley
como los derechos y libertades humanas (por ejemplo: la libre expresión). Además, la razón, la
educación, el debate público, el perfeccionamiento de la condición humana y la ciencia, eran
valores que el estado y la sociedad debían poseer, y que entre la primera y segunda guerra
mundial fueron cuestionados por los movimientos políticos de derecha e izquierda.
Postura de la izquierda: el movimiento obrero socialista compartía los valores democráticos
(razón, progreso, educación, libertad y ciencia) pero sostenían que la democracia tenía que
expandirse al área de los derechos de los obreros y dar lugar a la igualdad material (rechazaban
el sistema económico y el capitalismo liberal). Desde este punto, la derecha representaba una
amenaza contra el gobierno constitucional y representativo y una amenaza ideológica contra la
civilización liberal, pues iba contra la razón y el racionalismo, pero estaba a favor de la voluntad y
el instinto. Fue entonces cuando nacieron los términos “fascismo” y “totalitarismo”, movimientos
de derecha con posible alcance mundial.
Postura de la derecha: el fascismo y el nazismo, ambas fuerzas de derecha, eran nacionalistas
primeramente por las guerras perdidas, por no tener un imperio extenso y por su rencor hacia
algún estado extranjero, y en segundo lugar porque una forma de obtener legitimidad y
popularidad durante la crisis social propia del período entre guerras, era mover la bandera
nacional. Aquel nacionalismo iba de la mano con el antisemitismo, que a finales del siglo XIX
incentivaba diversos movimientos políticos cimentados en el odio a los judíos, los mismos
estaban en todos lados y eran vistos como símbolo tanto del agitador revolucionario como de lo
más odioso del mundo y del odiado capitalismo financiero.
Los movimientos fascistas se afirmaron como reacción al liberalismo y fueron contra los
movimientos socialistas obreros. Los fascistas acabaron triunfando por los ciudadanos
descontentos, por los movimientos socialistas que daban indicios de una revolución social, por el
débil estado liberal que no enfrentaba la crisis social y por el resentimiento nacionalista contra los
tratados de paz.

Las tensiones sociales en la Italia de posguerra:


Italia fue muy afectada por la guerra. Este país perdió cerca de setecientos mil soldados y sus
pérdidas económicas fueron muy altas. Además, Italia no fue tomada como una potencia por el
tratado de Versalles. Por otra parte fue un país que ganó territorio y al mismo tiempo lo perdió,
pues al firmar el tratado de Londres con Inglaterra y Francia, Italia debía recibir Dalmacia, Trieste,
Istria, Trentino y el Alto Adige, sin embargo el presidente Wilson se opuso a que obtuviera
Dalmacia, teniendo como argumento que allí no residían tantos italianos, por lo que después de
varias negociaciones con Italia, el país europeo firmó el tratado de Rapallo con el Reino de los
Serbios, Croatas y Eslovenos, renunciando a Dalmacia y Fiume pasaría a convertirse en una
ciudad-estado independiente.
“Victoria mutilada”: Término surgido luego de la guerra, cuando los sectores nacionalistas (que
los ex combatientes apoyaban) notaron que Italia, siendo un país vencedor, había sido tratado
como perdedor (porque no recibió la cantidad de territorio que esperaba).
Mussolini y el poeta Gabriel D Annunzio eran parte de los sectores nacionalistas. El poeta y ex
combatientes llegaron a ocupar Fiume, empero, su intento de establecer un gobierno italiano fue
destruido cuando un año después las tropas del gobierno italiano los expulsaron. Por otro lado,
Mussolini entró en la política al unirse con el Partido Socialista, no obstante, se alejó de los
socialistas porque el partido se comportó neutral durante la guerra.

El conflicto social: “bienio rojo”:


En aquella época había muchas movilizaciones obreras por la gran desocupación, inflación y la
caída de salarios. El PS controlaba varios de los sindicatos formados en la Confederación
General Italiana del Trabajo y tuvo importantes votos en las elecciones parlamentarias de 1919.
Aquí es cuando surge el “Bienio Rojo”, así se le denominaba a los hechos sucedidos durante
1919 y 1920, pues hubo tomas de fábricas y movilizaciones obreras en las ciudades industriales
del norte de Italia. Al mismo tiempo había tensión en el sur (donde predominaban los grupos
terratenientes), porque los campesinos tenían hambre y comenzaron a ocupar tierras. Por toda la
situación, los empresarios cedían ante las exigencias de los obreros, los terratenientes y la
burguesía industrial se sentían amenazados, y las clases medias urbanas experimentaban
sentimientos antisocialistas y antisindicalistas, dado que mientras veían cómo la inflación y el
aumento de impuestos hundían su nivel de vida, notaban que los obreros obtenían salarios más
altos y temían que la clase media y la obrera se mezclaran. Por otra parte, la monarquía de Victor
Manuel III y sus ministros liberales no parecían confiables para poner orden, además de que
habían muchos diputados socialistas en el parlamento (algo que no ayudaba a poner orden, pues
el PS había comenzado las movilizaciones y tomas de fábricas).

El surgimiento del fascismo italiano:


La inestabilidad política y el aumento del conflicto social causaron el ascenso del fascismo, por
lo que el movimiento revolucionario italiano organizó la contra revolución.
Fasci di Combattimento: Organización paramilitar creada en Milán por Mussolini en 1919. Estaba
compuesta por ex combatientes y exaltados nacionalistas, que atacaban todo lo que fuera el
“peligro comunista” (militantes de izquierda, sindicatos, periódicos, etc). Usaban la violencia para
defender sus ideas. Proponían reformas sociales, económicas e institucionales. Rechazaban a los
partidos políticos tradicionales (eran el anti-partido).
Los fascistas eran la alternativa a la revolución bolchevique y les ofrecían a los nacionalistas una
retórica de gloria nacional y ambiciones imperiales, por esto, los nacionalistas y la burguesía
industrial (que anhelaba el fin del movimiento obrero) miraban con buenos ojos al fascismo. El
mismo no había tenido mucho éxito al principio, en las elecciones de 1919 los socialistas
recibieron 17.000 votos, pero los fascistas sólo tuvieron 5.000. Al tiempo, se expandieron a las
zonas rurales y a las pequeñas ciudades de Toscaza, de Emilia y del Valle de Po (recordemos
que antes estaba limitada a Milán y alrededores), y el ser una organización anti-partido no le fue
un obstáculo, pues, en 1921, organizaron el Partido Nacional Fascista (PNF) que creció
rápidamente y obtuvo 250.000 afiliados en su primer año. Este crecimiento llevó a los sectores
liberales a negociar y pactar con los fascistas para las elecciones de aquel año, así, los
simpatizantes de Mussolini accedieron al Parlamento. De esta forma, el gobierno liberal era tan
débil para hacer frente al conflicto social, que la violencia paulatinamente se apoderó de la
política.

La Marcha sobre Roma:


En 1922, los fascistas hicieron una marcha en Roma buscando forzar la renuncia del gobierno y
poner a Benito Mussolini como primer ministro. La situación era caótica, y los fascistas no
tuvieron oposición, pues el rey Victor Manuel no quiso declarar estado de sitio cuando el primer
ministro italiano Luigi Facta se lo pidió, dado que temía que por hacerlo comenzaran una guerra
civil. Es así como el 28 de octubre, unos 26 mil fascistas entraron en la capital italiana, utilizaron
la “marcha sobre Roma” como arma de presión y chantaje contra el gobierno y el rey para que les
entregaran el poder. Además ocuparon edificios gubernamentales, postales y estaciones
ferroviarias en varias ciudades de Italia Septentrional y central. Al día siguiente de la toma del
poder, el rey le dio el gobierno a Mussolini y le encomendó formar un nuevo gabinete.

El Régimen Fascista:
Musolini respetó la autoridad del rey y los mecanismos institucionales en los primeros meses. En
su gabinete había fascistas, liberales, demócratas y nacionalistas. En 1922 construyó el Nuevo
Estado Fascista siendo el duce y además el jefe del gobierno político. Creó medidas que le
sacaron la autonomía al PNF, para esto formó el Gran Consiglio (un órgano de su gobierno),
erigiéndose como presidente y teniendo a los máximos dirigentes partidarios como compañía. El
Gran Consiglio, actuando como “gobierno sombra” ayudó a crear leyes para tumbar la
democracia parlamentaria. La primera ley fue la milicia voluntaria; esta ley puso al jefe de
gobierno al comando de los Fasci de Combattimento, y gracias a esto Musolini mantuvo su
política entre la institucionalidad de la democracia liberal y las acciones de los grupos violentos
(que él utilizaba a su conveniencia). Por otra parte se aprobó la Ley Acerbo, que le permitió a
Mussolini asegurar al PNF una segura mayoría parlamentaria (pues la misma daba una sobre
representación a la lista con más votos), es decir, el PNF ganó las elecciones parlamentarias de
1924 mientras se vivía un clima tenso denunciado por los partidos socialistas y comunista. Luego
sucedió lo de Giacomo Matteotti, un diputado socialista que en el día de inaugurarse las sesiones
del nuevo parlamento, criticó duramente al fascismo, lo que le costó la vida, puesto unos días
después fue secuestrado en pleno centro de la ciudad de Roma y a los dos meses encontraron su
cadáver. Esto repercutió en toda Italia y en los opositores al fascismo, cuyos diputados dejaron el
parlamento.
Mientras la actividad de los opositores aumentó, el régimen subsistió con ayuda de los jefes y la
violencia de los fascis, que le impusieron al duce (guía o líder) un giro en su política, dando por
terminado el régimen liberal italiano.

La Dictadura Totalitaria:
En 1925, el fascismo transformó el sistema político italiano en un nuevo régimen de partido
único, y como el fascismo dominaba el Parlamento, el cambio fue completamente legal. Las leyes
aprobaron la eliminación de los partidos políticos, la libertad de prensa y los sindicatos, todos
estos fueron suplantados por una estructura corporativa que erigía el interés nacional sobre la
iniciativa individual. El PNF si fue autorizado, no obstante quedó como un simple instrumento de
propaganda, encargado de disciplinar a sus militantes y perseguir, juzgar, vigilar y reprimir a los
opositores. Por otra parte, volviendo al régimen corporativo, el mismo buscaba eliminar la lucha
de clases con la intervención del Estado, para lograrlo crearon corporaciones en las ramas de
cada actividad del país (como en los transportes, la agricultura, etc), que estaban compuestas
por representantes de patrones y obreros bajo supervisión de funcionarios gubernamentales que
podían decidir sobre cuotas de producción y salarios. En pocas palabras, el fascismo reorganizó
la política y además disciplinó a la sociedad según un modelo militarizado.

La relación con la Iglesia católica:


El fascismo tenía una ilimitada intervención sobre la educación, es decir, en cada escuela había
adoctrinamiento político, los docentes transmitían consignas políticas a través de los textos
educativos. También los medios de comunicación y arte fueron utilizados para transmitir ideas
fascistas. Todo esto no le agradaba para nada a la iglesia, pero ahora el fascismo quería el apoyo
de la misma. En sí Mussolini se había declarado ateo, no obstante se acercó a la iglesia católica
para resolver la “cuestión romana” pendiente desde 1870. Ya en 1929 firmaron el Tratado de
Letrán, por el que el gobierno reconoció la soberanía del estado del Vaticano y estableció el
catolicismo como religión oficial del Estado Italiano, esto generaba que la iglesia tuviera ventajas
en lo educativo, pues se asentaba la materia religión siendo completamente obligatoria. Dos años
después el Papa Pío XI aprobaba al régimen fascista e incitaba a los católicos a participar en el
mismo (a pesar de saber que no era un buen régimen).
Política exterior:
La política exterior de Mussolini se relacionaba con la idea de que Italia fuera vista
mundialmente como una potencia militar y colonial. Por esto, desde la década de 1930 comenzó
a expandirse fuera de Europa. A fines del siglo XIX, Italia quiso incluir a Abisinia (Etiopía-África
Oriental) en sus colonias, sin embargo no lo logró a la primera. Luego, en 1935 el fascismo
conquistó Abisinia y parte de Somalia, fundando la colonia del África Oriental Italiana. En 1939
conquistó Albania y reclamó las tierras de Túnez, Niza y Saboya (que estaban bajo el poder de
Francia). Además, el fascismo quería la recuperación de la tradición imperial romana y buscaban
transformar el mar mediterráneo en un “lago romano” como en los tiempos de gloria del imperio
romano. En todo esto Mussolini tuvo el apoyo de Hitler, situación que los acercó. Por otra parte,
Italia participó en la guerra civil española ayudando a las fuerzas de Francisco Franco, y todo esto
con el fin de que Franco le proponía a Mussolini la oportunidad de intervenir en el conflicto
internacional llevando consigo la imagen de potencia. Así se formó el eje Roma-Berlín, e Italia se
incorporó al Pacto Anti Comintern, para defender a la civilización contra el bolchevismo, formado
por Alemania y Japón.

El fin de la guerra y los levantamientos revolucionarios en Alemania:


Como se había dicho, luego de la guerra, la situación de Alemania era difícil, la crisis económica
dañaba a la población y el ejército estaba desalentado y sin reservas. Además, Wilson se negó a
realizar las negociaciones de paz a menos que lo hiciera con un gobierno alemán democrático.
En 1918, Berlín se encontró con una revolución obrera en sus calles. El territorio imperial estaba
lleno de levantamientos de soldados, obreros y marinos, estas movilizaciones forzaron la
abdicación del emperador Guillermo II y este huyó a Holanda ese mismo año. Paulatinamente los
observadores veían venir una revolución similar a la rusa, no obstante un sector lo intentó y no
pudo imponerse.
El Partido Socialdemócrata, representante de los obreros de tendencia reformista, se alió con los
partidos Demócrata Alemán y del Centro Católico (representantes de los intereses de la
burguesía liberal para plantar una República apoyada por el alto mando militar). Empero, los
obreros de tendencia revolucionaria, es decir, la Liga Espartaquista/ Partido comunista alemán no
estaban de acuerdo y quisieron tomar el poder mediante la insurrección popular, no obstante los
reprimió el ejército, además sus líderes fueron detenidos, estos eran Rosa Luxemburgo y Karl
Liebknecht.

La República de Weimar:
En 1919 una asamblea realizada en Weimar, publicó una constitución nueva que trajo cambios
respecto de la época imperial, pues ahora tendrían voto femenino, jornada laboral de ocho horas,
la representación proporcional de los partidos políticos en la cámara legislativa y la iniciativa
popular. Todo esto no cambió la estructura social y tanto antiguos terratenientes como policías,
oficiales del ejército, funcionarios y jueces de la época imperial conservaron sus tierras. La
constitución fijaba un sistema representativo, republicano y federal, también habían dos cámaras
parlamentarias: la de representación federal (el Reichsrat) y la legislativa (el Reichstag), además
había un presidente, en este caso, F.Ebert fue elegido por sufragio universal. Alemania estaba
completamente atada de manos y pies, porque Europa estaba dañada por la crisis económica de
la primera posguerra y tanto esto como la deuda externa por el pago de gastos e indemnizaciones
de guerra que estaba en el Tratado de Versalles (ir a “Los Tratados de Paz”) y la deuda interna
por el pago de pensiones a veteranos de guerra, huérfanos y viudas, Alemania estaba mal y
siempre se mostraba débil ante sus adversarios de derecha e izquierda. El gobierno republicano
quiso purificar la economía sin establecer nuevos impuestos, sin embargo no funcionó debido a la
gran inflación que dañaba a los sectores sociales. A finales de 1923 la crisis se volvió terrible, los
alemanes estaban prácticamente en quiebra, sus ahorros no valían nada. Pero fue entonces
cuando queriendo evitar que el comunismo tomara el país, se formó el plan Dawes, un
proyecto estadounidense para reducir las cantidades que Alemania debía abonar a los
vencedores. Este plan tenía la idea de flexibilizar los pagos y además, EE.UU otorgó préstamos a
Alemania para que su economía se restaurara.

Los orígenes del Nazismo:


Cuando Alemania estaba mal, varios grupos culparon a la política socialdemócrata por la
humillación que vivía el país. Uno de estos grupos era el Partido Alemán de los Trabajadores. En
este grupo se sumó Adolf Hitler en 1919, un ex combatiente de origen austriaco que comenzó
siendo cabo y unos pocos años después llegó a ser un gran dirigente gracias a su discurso
anticomunista y militarista. Al año, el partido cambió su nombre a Partido Obrero Nacional
Socialista Alemán (es decir, el Partido NAZI). Muchos ex oficiales, desocupados, soldados,
incluso los sectores medios e industriales se adhirieron al mismo, dado que temían el avance del
comunismo. Llegado noviembre de 1923, durante la crisis económica, los nazis intentaron hacer
un golpe de estado en la ciudad de Munich, mientras se realizaba una manifestación en las calles
de la misma, empero la movilización fue disuelta por la policía y el golpe fue abortado. Hitler fue
condenado a cinco años de cárcel pero no se quedó más de nueve meses, tiempo suficiente para
que escribiera su obra “Mi lucha”, donde expuso la doctrina del nazismo (anticomunismo,
antiliberalismo y antisemitismo), pero lo que más resaltó en la obra es la idea nazi de
adoctrinamiento, que se resume al expandir en reiterados momentos pocas y simples ideas hasta
que las mismas tengan eficacia. Todo lo sucedido hizo pensar a Hitler y finalmente comprendió
que el poder debía ser conquistado de forma legal, por lo cual reorganizó el Partido Nazi, que
para 1926 tenía 40.000 adherentes y se postuló, sin embargo, en las elecciones de 1928 tuvo
sólo el 2,6% de votos.

El ascenso al poder de Hitler:


El Partido Nazi terminó aprovechándose de la crisis económica mundial de 1929-1930 que
afectó a Alemania y fortalecieron su propaganda antiliberal, buscando ganar más adherentes. Los
buenos resultados se notaron en 1932, cuando ganaron los comicios del Reichstag con un 37,3%
de los votos (más de 13 millones de votantes), lo que los ayudó a conseguir 230 bancas de
diputados, poniendo a su partido como la primera fuerza política alemana. Llegado 1933, Hitler
fue nombrado como canciller gracias al presidente Hindenburg, quien le ofreció la jefatura de un
gobierno de coalición con otras fuerzas conservadoras. Tanto antes como después de su
nombramiento como canciller, el Partido Nazi tuvo enfrentamientos con sus adversarios, sobre
todo en los barrios bajos de Berlín, puesto que muchos obreros comunistas y del partido
socialdemócrata se oponían a que las propuestas de los nazis se adueñaran de Alemania, pero
todo esto no pudo detener que el nazismo terminara obteniendo el poder.
El nacimiento del Tercer Reich:
Hitler, ya siendo canciller, construyó todo un régimen totalitario. Para esto, primeramente se
encargó de que los nazis quemaran el edificio del Reichstag durante la noche del 27 de febrero
de 1933, pues cuando tuvieron la oportunidad, los nazis atribuyeron la culpa a los comunistas y
los acusaron de conspirar contra el Partido Nazi, creando temor en los diputados conservadores y
católicos del Parlamento. Esto les abrió paso para crear la Ley Habilitante, con la cual el canciller
(o sea Hitler) podía hacer leyes sin la necesidad de consultar al Reichstag. De esta forma Hitler
terminó encarcelando a muchísimos comunistas, prohibía las actividades de todos los partidos
excepto las del Partido Nazi y reprimía a los que no fueran de la Alemania Nacionalsocialista. Las
medidas golpearon muy fuerte al movimiento obrero, pues Hitler prohibió las huelgas, los
sindicatos fueron disueltos, en su lugar surgió el Frente Alemán del Trabajo, una central gremial
nacionalsocialista controlada por el Estado. Después los estados federales que constituyen el
país fueron sometidos al control del partido y los dirigentes nazis terminaron reemplazando a los
gobernadores de los estados. Los adversarios de Hitler, incluso los que estaban dentro del
partido, fueron asesinados por miembros de la SS y de la Gestapo en 1934. Aquel asesinato es
conocido como “La Noche de los Cuchillos Largos”. Cabe destacar que varios de los adversarios
de Hitler que fueron asesinados habían creado la SA (organización paramilitar del partido), luego
del asesinato, la SA se disolvió y la SS pasó a ser la principal fuerza paramilitar nazi.

La política económica:
Ahora, Hitler debía enfrentar a su mayor problema: el desempleo surgido por la crisis
económica. Para salir de eso creó el “Plan de Cuatro Años”, buscando el autoabastecimiento a
partir de aprovechamiento pleno de la industria alemana. Para hacerlo, debía desconocer la
resolución del Tratado de Versalles, puesto que la misma prohibía el rearme y la creación de
sustitutos sintéticos de los materiales que el país no tenía y no podía obtener del extranjero.
Encima tenía que lidiar con la construcción de una flota mercante y la modernización de los
sistemas de transporte. Entonces reorganizó la economía utilizando el modelo de una economía
de guerra, y con la ayuda del restablecimiento del servicio militar obligatorio y de la fabricación de
armamentos, además de la producción en la industria química, Hitler inició un masivo
reclutamiento para el ejército.

La Dictadura Nazi:
Características propias de la Dictadura Nazi:
 Usaban la esvástica (símbolo de la superioridad de la raza aria) en vez de la bandera.
 Un Estado unitario reemplazó el sistema federal.
 Hitler usó la persecución y represión, además convenció a casi toda la población de que usar
la fuerza era correcto.
 La persecución fue cada día más atroz (en especial contra judíos, gitanos, homosexuales,
líderes sindicalistas y militares comunistas y socialdemócratas).
 Las leyes amparaban los ataques a estos grupos. En 1935, se legislaron las leyes de
Nüremberg, que le prohibía a los judíos tener ciudadanía alemana, tampoco podían votar,
casarse con arios, trabajar en empleos públicos, comercios, editoriales e incluso tener
profesiones liberales. Más tarde el antisemitismo se puso peor.
 “La Noche de los Cristales Rotos”: El Partido Nazi utilizó el asesinato de un diplomático
alemán para que la SS (organización paramilitar que protegía al Partido) saqueara casas,
negocios y sinagogas judías. Además, los judíos fueron culpados por el ataque, debieron
pagar una indemnización al Estado alemán por el desastre, los obligaron a usar una estrella
de David amarilla que los identificara y no podían ir a lugares públicos, entre otras
prohibiciones. Al tiempo fueron encerrados en barrios que denominaban “guetos”, y finalmente
los llevaron a campos de concentración, donde los esclavizaban y asesinaban.
 Por otra parte se creó la propaganda del régimen, hecha a través del “Ministerio del Reich
para la educación del pueblo y la propaganda”. La misma, que adoctrinaba con la idea de
“demonizar al enemigo” y unir al “pueblo alemán” en su contra, estaba tanto en actos públicos
(manifestaciones y desfiles que idolatraban a Hitler) como en los medios de comunicación, en
la quema de libros, en afiches, en la censura, etc.
 La propaganda buscaba reforzar el odio a los judíos, la fidelidad al régimen y la difusión de
tradiciones culturales consideradas saludables para la nación. Suplicaban a los jóvenes que
se casaran, no sin antes decirles los antecedentes raciales de su pareja, también pedían que
hicieran familias numerosas. Las mujeres hacían las tareas del hogar (incluso estaba “La Liga
de Muchachas Alemanas”, que formaba niñas para cuando fueran esposas). Los niños
aprendían sobre la milicia y los jóvenes quedaron en la mira de la propaganda nazi, pues
llegaron a crear instituciones donde jóvenes y niños sociabilizaban, hacían obligatoriamente
educación física y además eran adoctrinados políticamente.

Clase 8: Peronismo, política y sociedad

Los antecedentes inmediatos al 17 de Octubre de 1945. Nace el Peronismo. Las elecciones


presidenciales del 24 de febrero de 1946. El Primer Gobierno peronista.
El coronel Juan Domingo Perón, fue secretario de trabajo y previsión del gobierno de facto
durante dos años (1943-1945). En aquel tiempo tuvo contactos con los diferentes estamentos del
sindicalismo y con los empresarios nacionales. De este último grupo eligió a Miguel Miranda para
juntos encabezar la producción nacional ayudándose con el proyecto de desarrollo industrial
basado en el consumo popular (hecho por Perón).
Ciertas leyes sancionadas en 1944 (un año antes de que terminara la segunda guerra mundial):
 25 de agosto: creación del Consejo Nacional de Posguerra por decreto N°23.847, un
instrumento político económico industrial del gobierno militar.
 13 de octubre: se sancionó el Estatuto del Peón Rural. El mismo estipula todo lo relacionado
con las condiciones de trabajo humanitarias para los trabajadores rurales.
 4 de diciembre: se sancionó el régimen jubilatorio de los Empleados de Comercio.
Aunque mucha gente apoyaba lo que venía haciendo Perón, también surgieron desacuerdos:
 Uno de los puntos del Estatuto del Peón Rural era el horario fijo de los trabajadores rurales,
algo que fue criticado por la Sociedad Rural, dado que el trabajador rural depende de los
animales, y la naturaleza no tiene horarios.
 Las cámaras patronales (la Unión Industrial Argentina, la Bolsa de Comercio de Buenos
Aires y Rosario, la Cámara Argentina de Comercio y el Centro de Importadores) publicaron en
el diario una protesta contra los avances sociales.
 El Partido Comunista consideraba a Perón como un Nazi-fascista, y denunciaban la
demagogia tanto de él como del gobierno. Otros opositores lo tildaban de comunista, puesto
que había creado leyes a favor de los trabajadores.
 La segunda guerra mundial estaba terminando, entonces el Departamento de Estado
norteamericano y el movimiento opositor presionaban más fuerte, además, sus informes
estaban de acuerdo con que Perón no daba mucho apoyo, a menos que se tuviera en cuenta
a los individuos de las zonas “tenebrosas” de Argentina (refiriéndose a los trabajadores), a
ellos si los apoyaba.
Acontecimientos de 1945:
 27 marzo: Argentina deja de ser neutral con respecto a la guerra y logra reanudar relaciones
diplomáticas con el conjunto de los países latinoamericanos, con los países europeos aliados
y con EE.UU.
 19 de abril: llega a Argentina Spruille Braden, nuevo embajador estadunidense designado,
quien opina que nuestro país vive bajo un régimen nazi-fascista liderado por Perón, entonces
ve como única salida derrocar al gobierno y sacar de las Naciones Unidas a Argentina.
 12 de junio: partidos políticos opositores al gobierno se reunieron en la embajada
estadounidense y tanto industriales como Cámaras de comercio firmaron un manifiesto donde
plasmaron su preocupación por la indisciplina de los obreros (según la visión de las
patronales).
 30 de junio: hay una entrevista entre Perón y Braden. Los diarios argentinos publicaban lo
mismo que las agencias noticiosas norteamericanas impulsadas por Braden en Argentina,
haciendo crecer el conflicto político. Perón prohibió las difusiones y Braden se quejó, a lo que
Perón le contestó con el informe de las reuniones entre el norteamericano y los políticos
opositores, la jerarquía eclesiástica y los dueños de diarios, mostrando la intromisión de
Braden en los asuntos internos de Argentina y marcando como falsas las noticias. Al final
Braden tachó de nazista a Perón y planeaba una intervención estadounidense en Argentina.
 Al tiempo que Perón daba discursos en distintos encuentros con trabajadores, delegados y
dirigentes sindicales instándolos a movilizarse para defender las conquistas que habían
alcanzado, la oposición organizaba la Unión Democrática el 27 de agosto, que tuvo contacto
con oficiales militares y de la marina, todo con el fin de sacar a Perón del gobierno. La FUBA
(Federación Universitaria Argentina) no quiso unirse a Perón y casi todos los medios gráficos
se unieron a la campaña de Braden.
 19 de agosto: se dio la Marcha de la Constitución y de la Libertad (la campaña opositora a
Perón) desde la Plaza de los Dos Congresos hasta la Plaza General San Martín, a ella
asistieron las clases medias y altas urbanas, formando una marcha multitudinaria contra
Perón. Mientras tanto el embajador Braden se fue de Argentina y ocupaba otros cargos en
EE.UU.
 22 de septiembre: Perón empezó a persuadir a cada obrero de que la oligarquía era la
enemiga de los trabajadores, poniéndolos en contra de la misma, alentándolos a luchar y
vencerla.
 5 de octubre: nombran a Oscar Nicolini como Director de Correos y Telecomunicaciones, lo
cual provoca varios hechos que llevan a la detención de Perón y a que él mismo renuncie de
todos sus cargos (era Secretario de trabajo y Previsión, Vicepresidente y Ministro de Guerra).
 9 de octubre: Perón renuncia. Al día siguiente habla ante miles de trabajadores afirmando que
antes de renunciar dejó firmado sendos decretos que prohibieron la intervención de los
sindicatos por parte del Estado, el aumento de sueldos y salarios, la implantación del salario
mínimo, vital y móvil y la participación obrera en las ganancias empresariales.

Nace el Peronismo:
Perón estaba detenido hacía dos días, entonces los trabajadores de todo el país se movilizaron
en sus propias ciudades y provincias reclamando por su paradero. La CGT N°1 Y 2 pensaban
hacer una huelga general el 18 de octubre, aunque no sabían si hacerla con o sin movilización
popular. Mientras tanto, comenzó una movilización masiva hacia Plaza de Mayo que duró hasta la
medianoche, momento en el que Perón, tras ser liberado, habló desde los balcones de la Casa
Rosada a todos los trabajadores. A continuación las cosas comenzaron a cambiar, fue surgiendo
un idioma político vinculado a los modos de vida y la sensibilidad popular, además de la fuerte
identificación de Perón con la industrialización, la ciudadanía social y el nacionalismo económico,
sin olvidar que la justicia social y la soberanía nacional, entre otras consignas, poseían un lugar
en sus discursos. Desde la movilización del 17 de octubre, los trabajadores provocaron una
división que resignificó la vida política y social argentina, utilizando la cultura del trabajo para
desafiar a propios y extraños, estableciendo un nuevo modo de vida en el que las demandas
populares organizadas en sus sindicatos permitieron ser y trascender a los obreros con orgullo,
lealtad y dignidad. Por otra parte, a partir o a través de la interrelación Estados-Sindicatos-
Trabajadores, los obreros mostraron su potencial herético ante la sociedad y los poderes
económicos tradicionales, lo cual les permitió sostener una autonomía que varias veces
trascendió las políticas estatales en materia laboral. En el momento cuando no tenían líder y el
Estado no los contenía, la construcción de su propia identidad les permitió encarar los primeros
años “La Resistencia”. La jornada del 17 de octubre de 1945 fue la más importante en décadas
por ayudar a que la clase obrera se integrara a la vida política nacional (logro que se le atribuye a
Perón). Si bien entre 1943-1945 Perón era seguido por dirigentes sindicales, socialistas y
militantes comunistas, muchos militantes del Partido Comunista y del Socialista estaban contra
los trabajadores peronistas, pues el PC los tildaba de “malones”, “maleantes”, “hampones”, etc, y
el PS los llamaba “ignorantes”, “indígenas mentales más que físicos” e incluso inmortalizaron el
término marxista “lumpen proletariat. Además, los dirigentes conservadores asimilaron a Hipólito
Yrigoyen y a sus seguidores con los de Juan D. Perón. Por otra parte, desde el marxismo
nacional, Jorge Abelardo ramos, en referencia a los orígenes del peronismo, comparó a este con
la historia de las montoneras federales y el yrigoyenismo de manera positiva, y en clave de
continuidad de la expresión política de las masas marginadas, constituyendo la síntesis los
trabajadores que se expresaron el 17 de octubre en la Plaza de Mayo como símbolo de una
nueva época. También habló Rodolfo Puiggrós (también desde el punto del marxismo nacional) y
remarcó el nuevo lenguaje llegado con Perón a la Secretaría de Trabajo y Previsión, cuya palabra
transformó la realidad de los argentinos, e inclusive hizo que el peronismo ocupara las distancias
entre el Partido Comunista y el Socialista y las demandas obreras en un contexto socioeconómico
desfavorable. Saliendo de lo que es el marxismo nacional, Norberto Galasso enfocó su mirada en
dos análisis de la jornada del 17 de octubre; por un lado citó a Arturo Jauretche, el cual definió a
los hechos producidos como “el nacimiento de un nuevo país”. No obstante, a pesar de rescatar
el protagonismo obrero, Galasso advirtió el “Bonapartismo” de Perón, ante lo cual se debió
construir un partido de la clase trabajadora. El discurso de aquella noche, unió a Perón con la
clase obrera, que comenzó a declararse peronista. Aquel discurso bautizó de alguna forma un
movimiento nacional que surgía tras muchos años de dolor experimentado por la masa obrera,
quienes habían pasado la mayor parte de su vida trabajando y sin conquistar muchos derechos.
Desde la medianoche del 17 de octubre, a Perón le urgía organizarse para las próximas
elecciones, sin embargo el peronismo aún no poseía un partido político conformado. Así, al
tiempo surgió el Laborismo, como sostén de la formula Juan D. Perón – Horacio Quijano. Esta
fórmula contaba con el apoyo de la mayoría de los sectores obreros, grupos minoritarios del
radicalismo identificados con el yrigoyenismo y distintos agrupamientos que se hacían llamar
nacionalistas. Mientras tanto la oposición, es decir la Unión Democrática, que poseía la formula
Tamborini – Mosca, tenía el apoyo tanto de las minorías de los partidos ya nombrados como del
Partido Comunista, las Cámaras patronales, la Federación Universitaria Argentina, la mayor parte
de los intelectuales de la época, los medios gráficos, los sectores de las fuerzas armadas pro
liberales, ejercito y marina y el apoyo de las embajadas norteamericana y británica. Finalmente, el
24 de febrero de 1946 se realizaron las elecciones, que luego de dieciocho años por primera vez
no poseyeron fraude electoral y la formula Perón – Quijano venció a la oposición, pues de nada
sirvieron los intentos de asustar a la población con frases, denuncias y supuestas investigaciones
sobre el apoyo de regímenes (como el nazi-fascismo) al coronel Perón.

La participación de la clase obrera industrial en los diferentes estamentos de la sociedad


argentina, y su construcción de una nueva ideología e identidad política.
Perón en el Gobierno, 4 de junio del año 1946:
El parlamento estaba conformado por ciento nueve mil miembros del bloque oficialista, el bloque
opositor estaba conformado por cuarenta y cuatro mientras de la UCR, también había un
antipersonalista, un demoprogresista, dos conservadores y Ricardo Balbín era el presidente. En el
gabinete habían hombres provenientes del ejército en Guerra y Obras Públicas, conservadores,
gente de la corporación judicial, de la pequeña y mediana empresa, del Banco Central, también
había un gremialista y un médico. El 21 de octubre, ante ambas cámaras legislativas, el
presidente anunció el primer plan Quinquenal, subdividido entre la Gobernación del Estado, la
defensa nacional y la economía. Todo sintetizado en las tres consignas del peronismo (Justicia
Social, Soberanía Política e Independencia Económica), en este plan se decretaron: el control de
la política monetaria por parte del gobierno, la creación de Aerolíneas Argentinas, la
nacionalización de empresas de energía, puertos, ferrocarriles, comunicaciones, fuertes
inversiones en Salud Pública, créditos para la industria nacional y el consumo, planes de vivienda
populares, crecimiento de los grupos industriales estatales y educación en todos los niveles. Su
ejecución se estableció para el 1° de enero de 1947. Las divisas para generar este andamiaje,
surgieron de la cancelación de la deuda externa, el reaprovisionamiento de equipos vía
importaciones y recupero de inversiones, pues de esta manera obtuvieron junto al proceso de
nacionalizaciones, un equivalente a las reservas del Banco Central de casi 1.700 millones de
dólares. En aquel tiempo se nacionalizó el Banco Central y se creó tanto el Banco de Crédito
Industrial como el Instituto Argentino de Promoción e Intercambio. Por otra parte se rechazó la
incorporación al Fondo Monetario Internacional, al Banco Internacional de Reconstrucción y
Fomento y otros organismos internacionales porque los consideraban servidores de los intereses
británicos y norteamericanos. Durante muchos años ese rechazo generó críticas a la política
aislacionista del gobierno peronista. El FMI, por su parte, tuvo el objetivo de controlar y subordinar
la política económica nacional; estos objetivos se contradecían con el nacionalismo y
proteccionismo en materia industrial (en particular) y económico financiero (en general).

Las transformaciones sociales, laborales, culturales.


La sociedad de masas:
En aquel tiempo, los sectores más favorecidos por el Estado, cedieron parte de sus ganancias y
posicionamientos políticos, sociales y culturales, generando una redistribución de las riquezas y
ganancias del país productor, es decir, 50% para la clase obrera y 50% para el empresariado, con
un estado protector y garante de los trabajadores. Todo esto generó que las masas obreras
consideraran aquella época como años de felicidad, orgullo, dignidad y revolución. La clase
trabajadora comenzó a gozar del consumo vinculado con satisfacer sus necesidades básicas,
además de acceder a las viviendas, al turismo, a la cultura, a los deportes, a la salud y a la
educación en los tres niveles. El estado y los sindicatos fueron sus espacios de expresión,
contención y resolución para sus demandas, y la movilización popular actuó como defensa de las
conquistas obtenidas y a modo de dialogo con el presidente Perón, a quien consideraban su Líder
Político. El lenguaje y el discurso relacionado con los valores se resignificó, se comenzó a hablar
de Patria, nacionalismo, soberanía, voto, comunidad, Nación, pueblo, igualdad de oportunidades,
de la mujer trabajadora, de derechos; y se lo hacía en el marco de la realidad cotidiana, del barrio,
el taller, la fábrica, entre otros. Ahora los trabajadores tenían las vacaciones pagas y el aguinaldo,
que les posibilitaba viajar a los lugares turísticos de Argentina, inclusive podían comprar
electrodomésticos, mejorar sus casa, comprar útiles escolares; también se pudo crear la industria
aeronáutica, naviera, de extracción de minerales, hospitales sindicales y estatales y casas de
resguardo para ancianos. Por otra parte, para la oposición, denominaban como “los cabecitas
negras” a la clase trabajadora, los llamaban así por sus orígenes mayoritariamente del interior de
Argentina, y por su estigma de nacimiento no los creían merecedores de los beneficios que
obtenían.

La Reforma Constitucional del año 1949:


Esta Reforma fue necesaria en la nueva Argentina, que a mediados del siglo XX se está
conformando tanto en materia económica, como social y laboral. Se necesitaba una Reforma que
pudiera brindar muchas transformaciones. Era un tiempo cuando se estaba ideando una
economía agro-exportadora con centro en la Pampa Húmeda, excluyendo a dos tercios de
territorio nacional y a sus poblaciones. También se le sumó la industria mediana en todos sus
órdenes a la rueda productiva agropecuaria y una clase obrera de muchos integrantes calificados
y abastecedores a pleno del mercado interno, inclusive se planeaba competir contra otras
economías. Luego de que se reformara la constitución, hubo artículos revolucionarios para la
época, estos eran el 37 del Capítulo III (derechos del trabajador, la familia, la ancianidad, la
educación y la cultura), 38 (la función social de la propiedad, el capital y la actividad económica),
68, inciso 5ª (le dio fuerza constitucional a la nacionalización de la banca) y el 82 (la elección de
presidente y vice será directa sin colegios electorales). La oposición, liderada por la U.C.R.,
definió esta reforma como producto de un dictador, también fijó su mirada en el artículo 88, el de
la reelección del cargo presidencial, que recibió muchas críticas, al igual que el artículo 40, que
especialmente fue mal visto por los intereses económicos extranjeros.
En aquella época, Eva Duarte se encontraba luchando contra el cáncer, y al mismo tiempo era
candidata a la vice presidencia, junto con su esposo Juan Perón para las elecciones de 1951. El
22 de agosto de aquel mismo año se hizo un acto masivo organizado por la CGT, donde Eva
debía decir si aceptaba o no la candidatura, sin embargo se rehusó a dar una respuesta concreta,
no obstante once días después dijo por cadena nacional “Renuncio a los honores y no a la lucha”.
Mientras tanto las Fuerzas Armadas no se alegraban de que ella subiera al poder, además se
había formado una coyuntura política y era más que obvio que Perón iba a ganar de vuelta, estos
motivos dieron lugar a que el golpe del general Benjamín Menéndez pautado para el 28 de
septiembre de 1951, fuera apoyado por el Partido Socialista Democrático, por Arturo Frondizi del
radicalismo y otras organizaciones estudiantiles como la FUBA. Pero cabe destacar que aquel
golpe fracasó por la falta de apoyo militar, y concluyó con militares y civiles detenidos hasta la
caída del peronismo. En un discurso del 17 de octubre, Eva Duarte declaró su amor por el pueblo
y por Perón, advirtió sobre los enemigos y traidores y llamó a defender y dar la vida por Perón. El
1 de mayo de 1952 dijo su último discurso en Plaza de Mayo, donde dio una fuerte advertencia
contra la oligarquía. Eva finalmente falleció el 26 de julio de ese mismo año, y mientras los
peronistas se derretían de angustia, la oposición rebosaba de júbilo (al punto de pintar en las
paredes de la ciudad de Bs. As.: “viva el cáncer”). El cuerpo de Eva fue embalsamado a pedido
de ella, y si bien la actitud de los antiperonistas (refiriéndonos a su alegría por la muerte de Evita)
fue repudiada, aquella acción era lo de menos, lo malo vino después del derrocamiento de Perón,
cuando los opositores conocedores de la historia de Eva y del rol que tuvo entre 1947 y 1952
durante el primer gobierno peronista, viendo que su cuerpo había sido embalsamado y reposaba
en la sede de la CGT, lo secuestraron y enterraron en un cementerio del norte de Italia bajo otro
nombre. El cuerpo de Eva, que había sido ultrajado en diferentes partes por sus secuestradores,
fue devuelto a Perón quince años después.
El 11 de noviembre de 1951 se realizaron las elecciones presidenciales, en las cuales triunfó la
fórmula Perón-Quijano, derrotando a Ricardo Balbín y Arturo Frondizi (Radicalismo), Alfredo
Palacios y Américo Ghioldi (Partido Socialista), Reynaldo Pastor y Vicente Solano Lima (Partido
Demócrata) y Rodolfo Ghioldi y Alcira de la Peña (Partido Comunista). Lo revolucionario de
aquella elección fue el voto femenino.

Clase 8: Peronismo, economía y sociedad

Introducción:
Entre 1937 y 1939, un obrero argentino ganaba la mitad que su par británico y un tercio de lo
que ganaba un obrero norteamericano. Los argentinos no poseían acceso a los bienes de
consumo durables. Esto se debe a que los industriales argentinos buscaban mantener bajos los
costes de producción, entonces pagaban salarios bajos, y terminaban generando un circulo, pues
la gente consumía poco por del bajo salario, entonces la industria obtenía un escaso desarrollo
industrial, por lo que la industria nacional necesitaba incorporar tecnología y producir en masa,
intentando generar así un mayor desarrollo a base del consumo de las personas, no obstante
volvemos al inicio, pues a causa de los bajos salarios no había muchas compras y no había
desarrollo.
Frente al fin de las condiciones favorables debido a la Segunda Guerra Mundial, se puso en
discusión el futuro de la industria nacional. Fue entonces cuando se propuso un plan de
crecimiento basado en la industrialización nacional orientada al consumo interno y al aumento del
poder adquisitivo y de consumo de los trabajadores. El consumidor de clase trabajadora fue el eje
del proyecto peronista de industria nacional y pleno empleo basado en la expansión de la
demanda y orientado a la independencia económica. La promoción del consumo obrero no
dependió sólo de aumentos salariales y precios fijos, sino también de una nueva manera de
entender el derecho del consumidor a acceder a productos confiables e información honesta
sobre estos.
“Los años dorados del peronismo”: tiempo en el que la clase trabajadora se llenó de logros y
conquistas. Era 1947 y los periódicos llamaban a Argentina “el país donde la vida cuesta menos y
el obrero gana más”, donde el trabajador poseía el nivel más alto de vida.

La Argentina y el Mercado Mundial:


En la época de la segunda guerra mundial, Argentina tuvo cambios en su estructura económica;
había sido beneficiada por la suba de los precios mundiales de sus productos de exportación,
aunque el volumen de los mismos había disminuido con el tiempo. Fue en ese entonces cuando
la industria manufacturera reemplazó al sector primario y se convirtió en el motor impulsor de la
economía. La guerra no fue de ayuda porque nos aisló de la corriente de intercambios. No habían
muchos productos manufacturados, por lo que se aceleró la industrialización por sustitución de
importaciones, además, la industria nacional debió cargar con las tenciones que surgían de la
falta de combustible, insumos y la incapacidad de importar bienes de capital. En 1945, Perón
estudió la posguerra llegando a la conclusión de que no había un vencedor claro, y tres años
después lo terminó de consolidar, cuando los gobiernos de coalición fracasaron y comenzó la
Guerra Fría. La creación del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento (BIRF), el Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio
(GATT), buscaban revertir el posible bilateralismo comercial de la posguerra hacia un
multilateralismo del comercio mundial, limitando barreras arancelarias y paraarancelarias. Sin
embargo, ninguna de tales instituciones cumplió su misión. Las dificultades en las economías de
posguerra y el crecimiento electoral del comunismo llevaron a una examinación de EE.UU en sus
políticas ahorrativas y empezó a acrecentar su rol de líder del naciente bloque occidental formado
como alianza militar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En 1947 el
Secretario de Estado George Marshall, bajo la administración del presidente Harry Truman
imaginaron un programa esencialmente financiero para recuperar la capacidad productiva de
Europa Occidental. Hacia el año 1945 no se sabía si la economía internacional iba o no a una
integración monetaria y comercial. No obstante Perón sabía que la ampliación de los roles del
Estado eran moneda corriente para salir del atolladero de la crisis de posguerra. Así Francia,
Inglaterra, EEUU adoptaron prácticas de regulación estatal en distintas áreas de la economía. En
el año 1944, dependiente de la vicepresidencia de la Nación y presidido por el coronel Perón, se
creó el Consejo Nacional de Posguerra, donde se representaban distintos grupos de opinión
pública y de interés. La guerra misma y la formación militar de Perón, daban un contenido
estratégico a la formulación de planes económicos y sociales de mediano plazo, que se
traducirían a partir de 1946 en los dos planes quinquenales de los gobiernos peronistas. El
Consejo Nacional de Posguerra buscó dar respuestas al proceso de industrialización por
sustitución de importaciones acelerado por la crisis económica internacional y la guerra, pero no
era tan fácil, pues involucraba distintas cuestiones: la relación con Gran Bretaña como
abastecedor de bienes manufacturados a cambio de bienes primarios propio del modelo
agroexportador, había terminado; la constatación de que el desarrollo industrial no podía
detenerse, pero presentaba dificultades a las que se debía buscar soluciones; la existencia de
fuertes grupos de interés que defendían sus beneficios en función de la expansión industrial,
como la Unión Industrial Argentina (UIA) y otros grupos representativos.

Primer Plan Quinquenal (1947-1951):


Perón, junto con su equipo económico formaron el Primer Plan Quinquenal de Gobierno; el
mismo tenía la misión de fijar la orientación económica del país desde 1947 hasta 1951. Para
realizar este plan, tenían como ejemplo a seguir El New Deal norteamericano. Entre los puntos
esenciales del Primer Plan Quinquenal se planteó:
 La transformación de la estructura económico-social a través de la expansión industrial.
 La reducción de los factores de vulnerabilidad externa por el rescate de la deuda externa
pública y privada y la nacionalización de los servicios públicos.
 El mantenimiento de una política nacionalista frente a los organismos internacionales de la
posguerra.
 La elevación del nivel de vida de la población mediante la redistribución de la riqueza y un plan
general de obras y servicios públicos referidos a sanidad, educación y viviendas.
 Una amplia movilización de los recursos nacionales, la aceleración de la capitalización
industrial, el fomento de la creación de un importante mercado de consumo interno y máxima
utilización de la fluidez brindada al sistema bancario.
 El empleo de parte de las ganancias conseguidas por los términos de intercambio muy
favorables que gozaba el país, junto con las reservas de oro y divisas acumuladas durante la
guerra.
Marzo de 1946: el gobierno militar de Farrell, a instancias del equipo económico peronista,
dispuso la nacionalización del Banco Central y de los depósitos en manos de las instituciones
crediticias privadas. También puso bajo la dirección del Banco Central a los bancos de la Nación,
Hipotecario Nacional y de Crédito Industrial y a la Caja Nacional de Ahorro Postal. De tal forma se
generaba una mayor autonomía en el manejo de la política monetaria y crediticia. Por la reforma
bancaria se creó el IAPI (Instituto Argentino para la Promoción y el Intercambio), que
monopolizaría el comercio de exportación de cereales y, en menor medida, la de los productos
pecuarios, Además agregaría otras como el control de las importaciones de materias primas y
equipos para el agro y la industria.

La expansión del Estado como empresario y proveedor de servicios públicos:


Durante el peronismo, se expandieron empresas fundadas en años anteriores y surgieron otras
nuevas del estado.
 1945: se nacionalizó el servicio de gas de Capital Federal.
 1946: con respecto al sector telefónico, el Estado compró la empresa The United River Plate
Telephone Company Ltd. Ese mismo año también obtuvo los ferrocarriles de capital francés.
La Dirección General de Combustibles Sólidos y Minerales hizo exploraciones geológicas en
Río Turbio, y al encontrar carbón, sustituyeron las importaciones provenientes de Gran
Bretaña. Para trasportar el material a Buenos Aires se construyó un ferrocarril paralelo al Río
Turbio en cuya terminal, Río Gallegos, se levantó un puerto de aguas profundas. En cuanto al
petróleo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) renovó la flota de buques tanque mediante
la incorporación de nuevos barcos petroleros. Se iniciaron nuevas exploraciones en Mendoza,
Neuquén, Comodoro Rivadavia y Tierra del Fuego descubriéndose nuevos yacimientos. Pero
al limitar YPF su actividad a la prospección, no se logró incrementar la producción de
hidrocarburos, manteniéndose la dependencia de la importación.
 1947-1948: el Estado Nacional compró compañías de gas de la provincia de Bs As, puso más
centros de distribución y rebajó las tarifas para que fuera un servicio social. Además
construyeron un gasoducto de 1700km, para abastecer a los grandes centros urbanos. En
febrero las compañías ferroviarias británicas y sus propiedades fueron nacionalizadas,
pagadas con el dinero acumulado mediante la exportación de productos primarios en el marco
del convenio de los Andes, firmado en 1948. También se nacionalizaron las empresas de
navegación aérea (unificadas en 1949 en “Aerolíneas Argentinas”), la Corporación de
Transportes de Bs. As, la Compañía de Navegación Dodero y las usinas de electricidad
norteamericanas de ANSEC Y SUDAM. Se nacionalizó el sector industrial. En 1947 se creó
La DINIE (Dirección Nacional de Industrias del Estado), organismo que buscaba instalar y
controlar industrias para el desarrollo orgánico de la economía, buscaba fijar treinta empresas
de capital alemán, tanto metalúrgicas como farmacéuticas, eléctricas, químicas y de
construcción, inclusive se agregaron empresas estatales de la década anterior, textiles y
británicas. Ese mismo año también se creó SOMISA (Sociedad Mixta de Siderurgia
Argentina).
 1952: la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba se transformó, con permiso del gobierno, en
las Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), llegando a favorecer a la industria
automovilística, a las fábricas de tractores y a equipos ferroviarios de Córdoba.
 1946-1953: la participación de las empresas del estado en valor de la producción industrial y el
personal empelado se triplicó. Se creó el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y alrededor de
las pistas se pusieron hoteles infantiles, grandes piscinas y colonias de vacaciones. Por otra
parte se instalaron usinas térmicas en distintos lugares del país, el Estado creó la Dirección
Nacional de Centrales Eléctricas del Estado, se terminaron varios diques en varias provincias
de Argentina, la mayor parte con sus respectivas centrales hidroeléctricas.

La política de ingresos:
La política económica peronista se caracterizaba principalmente por la política de ingresos
promovida por una batería de medidas implementadas desde el inicio de la revolución de 1943.
Esta política de ingresos apuntaba a un programa de industrialización, no obstante se tenía en
cuenta que el funcionamiento del capitalismo de libre mercado traía desigualdad en cuando a la
distribución de ingresos, esto limitaba la demando, generaba una disminución de crecimiento y su
estancamiento, lo que llevaba al surgimiento del desempleo, y este podría generar tensiones
sociales en el tiempo cuando el comunismo resultaba peligroso. Entonces el Estado debió fijar
normas de regulación que buscaran a frenar la lucha entre capitalistas y los asalariados por la
distribución del excedente, evitando que la distribución asimétrica creara una crisis de
subconsumo y que el aumento excesivo salarial disminuyera las tasas de ganancia provocando la
reducción de la inversión y el estancamiento del ritmo de acumulación de capital. El interés en la
industrialización y en el sostenimiento de la demanda efectiva se apoyaba en una política de
ingresos que apuntaba tanto a la redistribución del ingreso desde el capital hacia el trabajo (cuyo
beneficiario directo era la clase obrera) como desde el sector agropecuario hacia actividades
urbanas, que sostenían tanto el salario real, como las tasas de rentabilidad de los industriales. La
fijación de precios máximos y el retraso progresivo del tipo de cambio contribuían al proceso de
redistribución a favor de los trabajadores, y aquí, por medio del IAPI, el control de precios de los
productos agropecuarios tuvo mucha influencia. El IAPI ayudaba a mantener bajos los alimentos
en bajo precio y así el poder de compra de los salarios se incrementaba, sin necesitar
aumentarlos en valor nominal. Como consecuencia, las nuevas condiciones sociales y los
mecanismos de regulación estatales ayudaron al incremento de los salarios nominales que
superó la tasa de inflación.
Entre 1949-1952, el modelo de distribución de ingresos favorecedor del sector industrial y los
grupos asalariados urbanos entró en crisis. Sus consecuencias por la inflación fueron: la caída de
los salarios reales, el estancamiento de los avances en materia de legislación social, la pérdida de
eficacia de los controles de precios y el deterioro del nivel de vida de los trabajadores. No
obstante comenzó a recomponerse en 1953, el salario real se levantó, la inflación bajó y gracias a
este mejoramiento de vida y trabajo, el peronismo y el sindicalismo peronista se fortalecieron. Con
el tiempo, el espacio entre la clase media y la clase obrera se fue achicando, se acercaron sus
estilos de vida y las remuneraciones. Ahora la política económica recibía un contenido social más
amplio que en varios países subdesarrollados de la época, y el incremento en las economías
familiares los alejaba de los salarios de subsistencia, pues ahora los trabajadores podían acceder
un mejor nivel de vida. El primer gobierno peronista puso en funcionamiento una política
económica poseedora de una impronta favorable al sector industrial en menoscabo de las
actividades agrícolas. Los ingresos de las actividades rurales eran transferidas a las urbanas,
permitiendo que los salarios reales crecieran sin afectar negativamente al sector industrial. El
sector agrícola era el encargado de sostener la política que estaban aplicando, no obstante, a
causa de las condiciones favorables de los precios internacionales de materias primas y
alimentos en la coyuntura de la posguerra, el Estado se apropió directa (por medio del IAPI) o
indirectamente (a través del control de cambios) de una gran ganancia. Así, tuvo en sus manos
los recursos para producir la redistribución del ingreso y financiar una creciente afluencia de
importaciones. Pero a partir de1949 el gobierno debió reajustar su estrategia, porque tales
condiciones favorables empezaron a revertirse.

El sector agrario y la creación del IAPI:


A causa de la guerra, los principales países beligerantes se abastecían de alimentos (granos
más que nada) a través de organismos estatales de compra, tanto junto a los países aliados
como individualmente. Pero mientras subsistía una gran escases de productos primarios, los
productos manufacturados comenzaron a ser más caros por la creciente inflación. En
consecuencia, las principales potencias siguieron su política de adquirir en la forma referida los
productos primarios, dejando fuera de control los precios de los productos industriales, fue
entonces cuando nuestro país creó su propio monopolio estatal de venta, actitud estimulada por
otros proveedores como EE.UU, Canadá y Australia. El organismo encargado de cumplir esa
función en nuestro país fue el IAPI.
¿Cuáles fueron las cosas que realizó el IAPI?:
 Absorbió funciones de la Junta Nacional de Granos.
 Se dedicó a la comercialización externa de las cosechas nacionales.
 Hizo que Perón pudiera poner en ejecución su política económica, controlando tanto directa
como indirectamente la producción total del país y el ahorro argentino.
 Monopolizó el comercio exterior actuando como intermediario entre productores locales y
compradores externos y favoreciendo al sector industrial.
 Intentó mantener los términos de intercambio de la Argentina con el resto del mundo.
 Centralizó las importaciones de materias primas esenciales y de bienes de capital.
 Operando como un organismo financiero, en el ámbito interno confirió fondos a distintas
reparticiones y entes públicos destinados a la compra de bienes de capital.
 Se destacó en la participación de la nacionalización de empresas y en la compra de bienes de
capital para emprendimientos estatales.
 En el ámbito externo, otorgó financiamiento a otros países para que pudieran comprar en el
mercado argentino especialmente productos alimenticios.
 Adelantó fondos a astilleros europeos para la construcción de embarcaciones de pasajeros y
carnes refrigeradas.

Sector industrial:
El desarrollo de la sustitución de importaciones de bienes de consumo no durable, fue la
característica central del proceso de industrialización que se dio en el peronismo (en especial
hasta 1952). En aquel tiempo les importaba más el desarrollo de industrias livianas, en especial
vinculadas con la utilización de insumos agropecuarios, ya que estas industrias tenían diversas
ventajas: las deficiencias en infraestructura, transporte, comunicaciones y oferta de mano de obra
calificada eran poco notorias, eran menos intensivas en capital y no necesitaba mucha ayuda
tecnológica importada. Los instrumentos de política industrial utilizados buscaron restringir las
importaciones en sectores prioritarios, la aprobación de subsidios y desgravaciones impositivas, y
la constitución de un aparato crediticio que facilitara el financiamiento para el sector. Además de
un sistema de protección aduanera industrial, la política crediticia del peronismo específica para el
sector industrial fue novedosa. En el año 1944 fue creado el Banco de Crédito
Industrial Argentino (BCIA), hacia el año 1946 esta institución era responsable de alrededor del
20% del financiamiento bancario al sector industrial, que llegó casi al 80% en 1949. Esta
institución generó el que se favorecieran a las medianas y pequeñas empresas con créditos
baratos para distintos fines. También se financió a grandes empresas. Si en los primeros meses
del gobierno Perón se destinaban los créditos a la instalación de nuevos emprendimientos, con el
tiempo se dedicó a otorgar créditos a firmas ya instaladas. Cabe destacar que los créditos eran
tomados a tasas negativas respecto de la inflación lo que equivalía a un subsidio encubierto. El
proceso de industrialización implicó un veloz crecimiento de la importación de insumos directos e
indirectos y maquinarias. La producción industrial quedó ligada a los ciclos económicos mundiales
y su crecimiento dependía de las exportaciones agropecuarias que generaban divisas suficientes
para cubrir las importaciones de insumos y bienes de capital. Por otro lado, la redistribución del
ingreso reposó sobre los altos precios de los productos agropecuarios en el mercado
internacional. La reasignación de una ganancia extra de las ventas al exterior de productos
agropecuarios hacia el sector industrial permitía incrementar salarios sin afectar las tasas de
ganancia.

Clase 9: La caída del peronismo, el inicio de la "Revolución


Libertadora"

La herencia del peronismo en un mundo al cual “había” que integrarse:


El peronismo introdujo cambios tanto sociales como políticos y económicos en nuestro país, a
causa del mismo, las relaciones entre grupos sociales se vieron bruscamente redefinidas. La
revolución supo crear desde el Estado una fuerza política prácticamente insuperable a la hora de
votar, lo que daba al régimen una legitimidad política única. Pero al llegar 1955, la Revolución
Libertadora derrocó a Perón. Estas fuerzas provenientes de los sectores políticos más dispares y
que no conseguían un consenso sobre cómo gobernar, estaban de acuerdo en que lo más
necesario era reordenar la economía y la sociedad, no obstante, la sociedad estaba fuertemente
arraigada al peronismo. La Revolución Libertadora tenía claro que debían eliminar de raíz todos
los males que había creado Perón, “regenerar” moralmente a una sociedad desquiciada por un
demagogo y su movimiento engañador, para permitir luego una definitiva adecuación del país al
capitalismo, el liberalismo y la democracia. Aunque para lograrlo hubiera que violentar,
empobrecer, proscribir y silenciar a la mayoría electoral del país.

Los vaivenes políticos de la Libertadora: de Lonardi a Aramburu


En 1955, se generó una alianza de jefes militares compuesta por nacionalistas y liberales que
buscaba quitar del gobierno a Perón. Esto fue apoyado por el arco político partidario (radicales
intransigentes y unionistas, conservadores y socialistas, demócratas cristianos y grupos
nacionalistas), además de las organizaciones corporativas burguesas y la Iglesia Católica. Quien
había llevado adelante aquel golpe de estado fue el general de artillería Eduardo Lonardi. Este
general había sido encarcelado durante tres años y dado de baja por participar de la sedición
contra Perón en 1951, empero entre el 16 y 21 de septiembre de 1955, las tropas del general,
respaldadas por la Marina de Guerra, derrocaron a Perón. El 21 de septiembre, en Córdoba,
Eduardo Lonardi se declaró presidente provisional y nombró un gabinete de emergencia. En su
primer discurso radial afirmó que defendería los derechos de los trabajadores, una semana
después, desde el balcón de la Casa Rosada, el presidente provisional afirmaba: “La victoria no
da derechos” y retomando la fórmula de Urquiza afirmaba: “En esta lucha no hubo vencedores ni
vencidos”. Lonardi quería volver al ideario de 1943-1946, restablecer la política de Ramírez y de
Farell, el retorno a un régimen clérico-militar con el apoyo de los trabajadores organizados.
Apelaba a un peronismo sin Perón, no al desmantelamiento de las estructuras elaboradas en el
decenio peronista, y este plan resultaba imposible, por un lado porque los antiperonistas de la
Marina liderada por el vicepresidente Isaac Rojas no querían un peronismo sin Perón, querían
que se fuera del poder y que se le aplicara una dura actitud al peronismo y a sus partidarios, pues
ellos habían sido degradados, dados de baja o encarcelados y ahora buscaban venganza, y por
otra parte, la mayoría de trabajadores eran peronistas, entonces no estaban dispuestos a aceptar
un peronismo sin Perón, aunque Lonardi establecía que la CGT, La Prensa y hasta la Fundación
Eva Perón no se disolverían, no obstante, aunque permitiera que siguieran funcionando
esperando que “caerle bien” a los trabajadores, el nivel de vida obrero se estaba derrumbando,
los salarios reales disminuían. Además mientras el gobierno “pactaba” con los sindicatos, se
tomaban medidas represivas contra los obreros peronistas, muchos patrones sancionaban a los
delegados sindicales o suprimían arbitrariamente algunos beneficios sociales que les
correspondían por ley. Por otra parte la Marina de Guerra tampoco estaba feliz con la política
llevada adelante por el presidente. Tiempo después los liberales del ejército y el vicepresidente
impulsaron la Junta Consultiva Nacional, una institución que contrarrestaría el poder de los
asesores y del presidente mismo; la misma buscaba afirmar la orientación liberal y democrática
del nuevo poder, reeditar la vigencia de los partidos políticos tradicionales y oponer una nueva
legitimidad ante el gobierno de Lonardi. Debía asesorar al gobierno en asuntos políticos que éste
decidiera someter a su consideración. Más tarde el presidente se propuso desdoblar los dos
departamentos que el peronismo había incluido en el Ministerio del Interior y Justicia. Al tiempo,
con la aprobación del vicepresidente y de un sector de las Fuerzas Armadas, los miembros de la
Junta Consultiva renunciaron, exceptuando dos nacionalistas. Llegado noviembre, Lonardi
renunció bajo la presión de un grupo de oficiales del ejército, la mayoría golpistas de 1951 y por el
aval de la Marina, afirmando que lo habían traicionado y que él no renunciaba, que más bien
estaba siendo echado. De esta manera concluyeron poco más de dos meses de intentos por dar
soluciones a los conflictos que había formado la revolución de 1955 y que luego no podían
contener.

La presidencia del General Aramburu (1955-1958): “Desperonizar” al pueblo argentino:


Pedro Eugenio Aramburu fue un general cordobés que asumió la presidencia en 1955. No era
nacionalista ni liberal, pero desde un principio se puso del lado de los liberales y de los
antiperonistas, retiró una docena de oficiales nacionalistas y en sus lugares puso antiperonistas,
los cuales eran llamados “gorilas” y tenían como objetivo “desperonizar” al ejército. Con la llegada
de Aramburu a la presidencia, empezaba una segunda restauración del régimen oligárquico de
1880-1916, pues comenzó a reflejarse el liberalismo social y económico en la integración de los
ministerios del gobierno, es decir, ahora eran parte del mismo los miembros de directorios de
numerosas empresas argentinas y extranjeras, hombres provenientes de las familias tradicionales
y hombres de los grupos oligárquicos y del mundo de los negocios. Y el retorno de aquellos
hombres integrantes de la oligarquía tenía un fin, los mismos buscaban suprimir las huellas del
totalitarismo (sinónimo de peronismo) para reestablecer la moral, la justicia del derecho, la
libertad y la democracia; para esto, querían democratizar las instituciones, el estado y establecer
la libertad sindical, reeducar a las masas peronistas, encontrar una disolución de la identidad
política de las mayorías, e incluso se valieron de un conjunto de medidas persuasivas y
represivas: la didáctica ilustración de hechos de corrupción y “traición a la patria” adjudicadas al
“Tirano prófugo” por la Comisión Nacional de Investigaciones, la imposición y ejercicio de normas
de exclusión, la prohibición de los símbolos, de poseer imágenes de Perón y Eva Duarte, de
entonar la marcha peronista (esto era delito, te encarcelaban), la prohibición de nombrar a Perón
en los medios públicos (y si se lo nombraba se le debía llamar “Tirano Prófugo”), ni a Eva, ni
nombrar positivamente los aspectos de su gobierno. No obstante, había un complejo problema
haciéndole frente al gobierno: el cuerpo de Eva Duarte, que había sido embalsamado y reposaba
en la sede de la CGT, la pregunta puntual era ¿Qué harían con el cuerpo? No podía enterrarlo ni
destruirlo (siempre por miedo a la reacción del pueblo, que la consideraban la “santa de los
pobres”, pero no podían dejarla donde estaba reposando, por lo que se decidió secuestrar el
cuerpo, llevarlo a Italia y enterrarlo con otro nombre. Aquella acción fue considerada por los
peronistas como un insulto gravísimo e inolvidable. Unos quince años después, el cuerpo sería
devuelto a Perón. El gobierno buscaba incansablemente reprimir el peronismo y restituir la
democracia, lo que resulta paradójico, pues en el sistema democrático el peronismo iba ganando.

El problema electoral:
El gobierno planeaba llamar a elecciones cuando se desarmara el aparato estatal peronista, sin
embargo la sociedad estaba completamente abrazada al peronismo y no daban indicios de querer
soltarlo. Además nadie afirmaba que el peronismo no ganaría las elecciones, entonces el
gobierno se limitó a dar dos opciones: o evitar que los “totalitarios” volvieran al gobierno mediante
proscripciones, o poner en marcha una “dictadura” democrática”, con la que educaría al país
eliminando el autoritarismo y enseñándoles a votar bien. Por otra parte la situación interna de
cada partido se encontraba mal, en especial a de la UCR, pues el mismo iba a dividirse más
adelante entre la Unión Cívica Radical Intransigente, liderada por Arturo Frondizi (peronistas) y la
Unión Cívica Radical del Pueblo, liderada por Ricardo Balbín (antiperonistas). El gobierno
convocó una Asamblea Constituyente para abolir la Constitución de 1949 antes de entregar el
poder a las nuevas autoridades. Aquella asamblea no era buena para Frondizi y los suyos, pues
tal asamblea se realizaba con el objetivo de cambiar una constitución enteramente peronista para
desperonizar a la sociedad, y encima pretendían tener el voto peronista para hacerlo. El gobierno
por su parte utilizó el sistema D’Hont para elegir a los participantes de la asamblea, ya que el
mismo aseguraba una amplia representación de los partidos menores en detrimento de la
mayoría radical. Llegadas las elecciones constituyentes, la U.C.R.I buscó obtener los votos
peronistas. Perón había ordenado a sus seguidores que votaran en blanco, no obstante, la
propaganda de los intransigentes se “peronizó”. En aquella campaña, el peronismo ganó
nuevamente a través de votos en blanco, que abarcó el 24% del recuento general. A su vez, el
líder intransigente (Arturo Frondizi) entendía que no era el heredero del peronismo (como había
mostrado las elecciones constituyentes), por lo que buscó el apoyo de la burguesía nacional,
ciertos contactos con sectores nacionalistas desplazados en 1955, respondió a las exigencias del
episcopado argentino y además consiguió el apoyo del Partido Comunista, que no quería soltar
las bases obreras peronistas. Tales apoyos eran importantes para convencer a sus partidarios, a
los independientes e incluso a los militares, pero no resultaban útiles sin el apoyo del
justicialismo, el cual se conseguía sólo a través de un pacto con Perón, quien estaba exiliado.
Llegado el 4 de febrero de 1958, Perón anunció en una conferencia de prensa su respaldo a la
candidatura presidencial de Frondizi. El líder intransigente prometía poner en poner en práctica
una amplia amnistía, reconocer legalmente al justicialismo y eliminar las trabas a la consolidación
de la CGT. Desde ese momento en varios lugares del país se pintaba en las paredes: “La orden
es: Frondizi el 23”, que aludía a la fecha de los comicios: el 23 de febrero de 1958. Mientras tanto
Perón buscaba sobrevivir como actor político ordenando que luego del pacto no se hablara de la
desaparición del peronismo, pues estaba logrando reafirmar su predominio dentro del
movimiento. Finalmente llegaron las elecciones presidenciales, en las cuales ganó Arturo Frondizi
superando la fórmula de la U.C.R.P antiperonista. La noche de aquel mismo día, las barriadas
fabriles se llenaban de gritos de victoria y de canciones prohibidas que no habían sido olvidadas.
Pero como siempre, hubieron otros que no estaban de acuerdo con los resultados, tal es el caso
de las Fuerzas Armadas y de los partidarios del bando de los vencedores de 1955, que no creían
inteligente darle el poder Frondizi (estos últimos afirmaban que Frondizi había usurpado el poder
con un pacto ilegitimo), también los revolucionarios de 1955 veían aquel resultado como la
posibilidad de la restauración segunda tiranía”.

La liberación de la economía y la sociedad:


“Informe preliminar sobre la situación económica de la Argentina” Plan formado por Raúl
Prebisch (por orden de Lonardi luego del golpe de 1955) para realizar un informe sobre la
situación económica argentina y los métodos para solucionar sus problemas. Este plan liberal
enfrentaba la regulación económica, enfocaba la situación desde el punto ortodoxo de la moneda
y las reservas de divisas. El mismo tenía diferentes propuestas:
 El uso liberado de las devaluaciones.
 Privatizaciones en el sector estatal.
 El restablecimiento de la autonomía bancaria.
 El desmantelamiento de IAPI.
 La reducción de gastos del gobierno.
 Fin de los controles de precios, a las subvenciones, a los impuestos a las exportaciones y fin a
los tipos de cambios múltiples.
Por otro lado, el equipo económico insistía en reestablecer la confianza externa para obtener
ayuda financiera o una moratoria de la deuda para tener relaciones nuevamente con los circuitos
comerciales tradicionales. Fue entonces cuando las autoridades de la revoluciones ordenaron el
ingreso de Argentina al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial. Los créditos del FMI
estuvieron condicionados a medidas de contracción monetaria y fiscal, tendientes a reducir el
ritmo de la actividad económica y mejorar los saldos comerciales. En sí, el plan junto con los
postulados de la CEPAL pretendía una vigorosa industrialización de Argentina, pues con la misma
nuestro país tendría oportunidad de no ser un país tercermundista y no tener una economía
dependiente. Entonces se proponía aumentar la disponibilidad de capitales, acrecentando las
exportaciones agrícola-ganaderas y hacerse una redistribución del ingreso nacional distinta a la
llevada a cabo por el peronismo para poder estimular al sector rural.
Fracasos de Aramburu en la economía:
 Las devaluaciones de la moneda y la entrada de capital externo colocado a corto plazo
provocaron que la balanza comercial diera superávit.
 El sector industrial y comercial y de los servicios ligados al mercado interno crecía a causa de
la entrada de divisas, las cuales servían para pagar los insumos necesarios y así mantenerlos
en movimiento. Todo esto aumentaba las importaciones y concluía con un déficit en la balanza
de pagos en caso de tener problemas en las exportaciones.
 En medio del desastre, el gobierno de Aramburu intentó valerse de ciertas medidas: una fuerte
devaluación, suspensión de créditos, paralización de obras públicas, etc. (se redujo el empleo
industrial y los salarios). Pero la forma de hacer funcionar este plan y los distintos sectores
presionando al gobierno, llevaron al surgimiento de otro periodo de inflación, por el cual se
desestabilizó la alianza establecida para derrocar a Perón.
 Por otro lado, los sectores rurales acusaron al gobierno de continuar con la política peronista
de sacrificar al agro a los intereses de los sectores urbanos.
Si la política era “desperonizar” la sociedad, la economía venía a cumplir la función de desbaratar
los logros de la década peronista.
Algunos logros de Aramburu en su gobierno:
 El aumento del 16% en la producción de petróleo entre 1955 y 1958.
 La creación del Instituto Nacional para la Tecnología Agraria (INTA), que realizó grandes
mejoras en el sector agrario.
 La creación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Los comienzos de la Resistencia Peronista:


Como ya dijimos, la Revolución Libertadora quería eliminar el peronismo y hacer partícipes a los
antiperonistas, de esta forma la parte del electorado que quedó marginada terminó utilizando
canales extraparlamentarios y creando nuevas redes para protestar. Estos estaban contra la
Revolución Libertadora, y dieron lugar a la “Resistencia Peronista”, que quería el retorno de Perón
y la reversión de la legalidad producida por la Revolución Libertadora. Tal resistencia estaba
dividida en dos períodos: el primero desde fines de 1955 hasta principios de 1958, el segundo
desde fines de 1958 a fines de la década de 1960. La resistencia estaba compuesta por obreros,
empleados, desocupados, suboficiales y oficiales o ex miembros del ejército, y se dedicaban a
realizar ataques a la propiedad, huelgas, ataques a símbolos y medios de transporte, complots
cívico-militares y realizaban la proliferación de bombas. Como la Resistencia se guiaba por las
acciones de las bases peronistas, cuando Perón renunció quedaron estupefactos y a partir de
aquel momento surgieron una serie de manifestaciones espontáneas en los distritos obreros de
las principales ciudades. En Rosario, desde el 18 de septiembre hubo una paralización en toda la
ciudad, con manifestaciones obreras, represiones, disparos y bombas, además las fábricas no
producían. A fines de octubre se creó el Frente Emancipador, que comenzó a coordinar la
oposición sindical peronista. La CGT dio la orden de que el 17 de octubre fuera día laboral normal
y el 3 de noviembre de 1955 hubiera huelga, sin embargo ambas órdenes fueron desobedecidas,
empero el 14 de noviembre de 1955 finalmente hubo una huelga muy concurrida, que terminó
reprimida y derrotada. El 16 de noviembre el gobierno intervino la CGT y los sindicatos que la
integraban, sus dirigentes fueron encarcelados, al igual que muchos obreros participantes de las
huelgas.
El gobierno de Aramburu y Rojas querían eliminar al peronismo, razón suficiente para que
pusieran en marcha tres actividades: expulsar legalmente un grupo de dirigentes peronistas para
alejarlos de cualquier actividad futura, reprimir e intimidar persistentemente al sindicalismo y sus
activistas, y por último, mantener el esfuerzo concertado entre el gobierno y los empleadores en
torno a la productividad y racionalización del trabajo. Los operarios perturbadores eran reprimidos
por su empleador, los delegados eran despedidos, los interventores del gobierno en los sindicatos
hostigaban a los viejos sindicalistas peronistas y los capataces y jefes de fábricas eran
perseguidos, muchas veces por motivos personales y no políticos. La resistencia respondió con la
organización de agrupaciones semiclandestinas, que se reunían en casas y planeaban sus
actividades, hacían huelgas en lugares tanto abiertos como cerrados y obligaron al gobierno a
reconocer algunas comisiones no oficiales. En la primera mitad de 1956 realizaron tentativas de
sabotaje, que consistían en pintar consignas, intentos de incendios tanto de vagones ferroviarios
como de locales, plantas de electricidad, depósitos de granos, etc. En las fábricas destruían
máquinas, los niveles de producción se venían abajo, destruían la materia prima y también los
productos terminados. Cabe destacar que la organización era caótica. Para 1956 ya había más
de doscientos “comandos” y otras tantas células clandestinas, estas últimas se encargaban de
pintar consignas y distribuir volantes, actividades por supuesto ilegales. En ese mismo año se
intensificaron los ataques con bombas contra militares y edificios públicos. Llegado el 9 de junio,
en varios puntos del país estalló una rebelión armada. Los grupos civiles y militares tomaron
estaciones de radio y destacamentos policiales, sin embargo el levantamiento fue aplastado
rápidamente por falta de coordinación, intervención de espías y preparación. La infantería de
marina arrestó cerca de mil sediciosos, se implantó la ley marcial y se condenó a muerte a los
líderes de los rebeldes y sospechosos, siendo fusilados el 11 y 12 de junio, también ejecutaron a
treinta y ocho civiles y militares, entre los cuales estaba Juan José Valle, jefe de la rebelión. Toda
aquella situación le dio mártires a los peronistas, y por consecuencia, un incidente imperdonable e
inolvidable.
Mientras tanto, Perón no era un actor pasivo en todo el drama, él mismo había previsto el
conjunto denominado “resistencia civil” un grupo o estrategia general que incluía diferentes
actividades. La estrategia era la de una “guerra de guerrillas”, donde la resistencia civil iba a
participar. Por otra parte debían evitar enfrentar al poder militar, pues resultaba mejor hacer
pequeñas acciones que desgastaran al régimen; la resistencia debía mantener conmocionados a
los trabajadores e individualmente debían cometer acciones activas (sabotajes) y pasivas (difundir
rumores, volantes, pintar consignas, etc). El contacto entre Perón y la resistencia era John William
Cooke, delegado peronista elegido en 1957 por el mismísimo Perón. El éxito de la resistencia en
los sindicatos ayudó a legitimar y legalizar sus actividades antes semiclandestinas, ahora podían
pactar con el gobierno desde una posición de fuerza, dejando el objetivo de la vuelta de Perón
como una lucha a largo plazo. Y fue entonces cuando, gracias a aquella posición y a los políticos
que querían quedarse con votos peronistas, comenzó a gestarse el Neoperonismo o “peronismo
sin Perón”.
En 1958 la Resistencia, había cumplido a medias con el objetivo que se había propuesto, pero sí
logró reafirmar la conciencia de clase entre obreros (sin tutela estatal) y defender los logros que el
peronismo había conseguido para los trabajadores en general.

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