Liliana Vilches - La Evaluación Psicológica Del Niño
Liliana Vilches - La Evaluación Psicológica Del Niño
Liliana Vilches - La Evaluación Psicológica Del Niño
1. La entrevista
Es definida cómo “la práctica activa y sistemática del diálogo y la conversación con los
pacientes que necesitan asistencia psicoterapéutica” (Vilches, 1983)
La entrevista usual que sostiene el psicólogo con los padres es de tipo clínico, libre, a base de
preguntas abiertas, dispuestas de tal manera que los entrevistados se expresen directa y
espontáneamente con respecto a los temas que se señalen. Debe haber una atmósfera clara
de seguridad, para lo cual se debe dar una explicación breve y objetiva de la situación, como
también de la labor que emprende el psicólogo entrevistador. Es de rigor que el entrevistador
adopte actitudes y gestos de amabilidad, interés, aceptación, calidez, comprensión,
tolerancia y dedicación suficientes, a fin de que el entrevistado le confíe sus intimidades con
naturalidad y simpatía, lo que sería una “relación empática”, donde se impone la forma activa
de escucha, donde se demuestra verbal y corporalmente atención e interés por las
respuestas que da el paciente a las preguntas.
Las condiciones materiales de la entrevista pueden ser: lugar amplio, cómodo, iluminado,
con discreta ornamentación y aislado de ruidos molestos.
También se recomienda agregar preguntas para aclarar respuestas que hayan quedado con
datos incompletos o a mitad. Y estar atentx a resistencias que pueda haber frente a ciertos
temas (o a la entrevista en sí), y como se pueden manifestar en mecanismos de defensa.
De suma importancia ya que permite al psicólogo tomar contacto directo con los padres del
niño que requiere atención psicológica. Esta relación inicia con la anamnesis, para así
elaborar cronológicamente una pauta evaluativa que comprenda los distintos puntos que
requiere tener en cuenta. Hay que estar atentos a sí lx acompaña la mamá, el papá, otro
familiar o los padres con los familiares, y cómo estos se comportan, y hacer énfasis en la
imparcialidad de trato, hecho que permitirá evitar o atenuar desconfianzas que surgen debido
al estereotipo cultural de los prejuicios que todavía imperan en muchas personas, con
respecto a las tareas que cumplen los psicólogos, y para eliminar el temor a ser juzgados,
sancionados o amonestados por el profesional. La neutralidad frente a situaciones
complicadas (divorcios, infidelidades, embarazos no deseados, abortos) no equivale a estar
de acuerdo, si no a evitar la identificación y el “tomar partido” frente a los padres.
No forzarse a obtener todos los datos en la primera entrevista, ya que puede presionar a los
entrevistados, y estos datos omitidos pueden salir con naturalidad en las siguientes
sesiones. Observar al niñx y cómo reacciona a lo que cuenta los padres si está en la
habitación.
Después de la anamnesis, se le pide al informante una descripción general del niñx, para así
conocer la visión que tiene este progenitor o cuidador del niño, y captar las actitudes
paternas hacia esta criatura, como características de aceptación o rechazo, afecto u
hostilidad, el énfasis que ponga en lo negativo positivo del nene, etc. Luego se orientará al
motivo crucial de la conducta: ¿Cuáles son los comportamientos conflictivos del niñx?
¿Desde cuándo los presenta?
3. Antecedentes prenatales
Son los factores que intervienen en el momento mismo del parto, cómo lesiones cerebrales
menores qué pueden generar mala coordinación motriz, hiperactividad y deficiencia en el
comportamiento simbólico, retardo en la lectura, deterioro en la habilidad verbal abstracta,
en las habilidades perceptuales, en la competencia social y una variedad de problemas
neurológicos y psíquicos. Se destaca el uso de fórceps y la cesárea.
5. Nacimientos prematuros
PAUTA DE ANAMNESIS
III. Informante:
Nombre, relación con el niño, edad, apariencia física, estado anímico, relación
con entrevistador: interés, cooperación.
V. Antecedentes personales
-Embarazo: deseado o no, fecha de inicio del control médico, intentos de aborto,
enfermedades infecciosas, síntomas de pérdidas, ingestión de drogas,
radiaciones, presión alta, problemas emocionales.
-Parto: de término, prematuro, postmaduro, peso y talla (dismadurez), normal o
uso de fórceps, vacum, cesárea.
Periodo de recién nacido: anoxia, incompatibilidad de grupo sanguíneo RH,
ictericia, recambio de sangre, incubadora, aumento de peso, reflejos (succión).
-Alimentación: lactancia natural: duración, actitud materna, causas de
suspensión y dificultades.
-Conducta: tranquilidad o inquietud, irritabilidad, llanto.
-Sueño: tranquilo o inquieto, horarios, siesta, dificultades de conciliación,
inversión del ciclo.
-Desarrollo psicomotor: edad de adquisición de las siguientes conductas:
Sujetó cabeza (1-2M)
Se sentó solo (7M)
Camino solo (15M)
Lenguaje: balbuceo (2M), primeras palabras (12M), primera frase (18M), frase
(24M)
-Control de esfínteres: diurno (18-24M), nocturno (30-36M), edad de inicio y tipo
de entrenamiento, dificultades, recaídas, actitud de la madre y del niño.
-Historia escolar: edad y motivos de ingreso al jardín infantil, dificultades, actitud
de padres, ingreso al colegio, cambio de establecimiento, repitencias.
-Antecedentes mórbidos: hospitalizaciones (motivo, duración, edad, contacto
con madre), traumatismos (pérdida del conocimiento, duración, vómitos, edad,
atención médica), fiebres altas, convulsiones, diarreas, deshidratación.
Es necesario que el ambiente material de la consulta cuente con los implementos suficientes
que permitan al niño sentirse cómodo, seguro y libre de estímulos inapropiados que lo
distraigan, se debe controlar la temperatura, iluminación, tamaño de los muebles y nivel de
los ruidos.
Se debe tener en cuenta el estado de salud corporal del niño, que no padezca de alguna
afección aguda como resfrío fuerte, trastornos digestivos, fiebre, alteraciones dentarias u
otras molestias que comprometan su vida emocional, así como que el pequeño esté
descansado, bien alimentado y sin sueño.
No es recomendable la presencia de los padres durante el examen, pues expone a que el niñx
se sienta algo presionado o exigido, lo que puede inhibirlo, perturbarlo o impedir que se
concentre en su tarea. En caso de ser estrictamente necesario, puede entrar un cuidador, con
la reserva de que permanezcan en silencio y con la tranquilidad que el caso requiere.
Para facilitar la buena comunicación entre los padres y el psicólogo, siempre es conveniente
anticipar a estos una explicación breve y general acerca de la naturaleza y finalidad del
examen a que será sometido el hijo, para tratar de eliminar el temor, la inquietud o la angustia
por el desempeño del niñx.
Se debe estar atento a las reacciones del pequeño, observar cuidadosamente los signos de
cansancio o aburrimiento que manifieste para tomar de inmediato las medidas convenientes
cómo retroalimentarlo, motivar su comportamiento, o simplemente suspender la prueba si lo
estima necesario.
Conquistar el interés del niño, mantener una actitud positiva, para así generar confianza y
que el pequeño se desarrolle bien en las pruebas qué le tomamos. Hay que ser más que un
mero observador, sí no un activo y atento colaborador en la situación de prueba a que se haya
sometido el niñx. Se debe combinar con un control adecuado de la situación, para mantener
la atención y el interés del paciente hacia los objetivos de la terapia.
No dejarse llevar por las impresiones subjetivas que forme del niñx, evitar el exceso de
explicaciones, no caer en la debilidad emocional de pensar que el pequeño saber más de lo
que realmente expresa.
Los rasgos representan características psicológicas de los seres humanos que se pueden
percibir con relativa claridad, si se fija en ellos detenidamente la atención, como el tono de
voz, los movimientos corporales, las gesticulaciones del rostro, la disposición de las miradas,
la manera de instalarse en un asiento, la distribución del cuerpo en el lecho mientras se
duerme, etc., son rasgos que denotan peculiaridades psicológicas de las personas que
reflejan una infinidad de características al estilo de: timidez, audacia, confianza, arrogancia,
amabilidad, egocentrismo, sociabilidad, complejos, etc.
Las conductas corre responden a conjuntos más complejos de reacciones mediante las
cuales se exteriorizan las estructuras psíquicas más íntimas, como los sentimientos, la
imaginación, la inteligencia, la capacidad de raciocinio, nivel cultural y muchos otros
componentes de la personalidad y el carácter de los seres humanos.
Estos 3 elementos no son sólo fundamentos integrantes de la manera de ser de las personas,
sino que se gestan lentamente y sus manifestaciones se advierten desde las primeras etapas
del desarrollo psicológico de los niños. Las reacciones que los niños manifiestan durante el
examen, pueden ser reflejo de algunos rasgos de carácter y de estados emocionales de
ánimo que se presentan en otras situaciones y con otras personas adultas, como los padres,
hermanos, amigos de la familia o los profesores del colegio al que asisten.
La atención del psicólogo debe también concentrarse en las actitudes, rasgos de carácter y
conducta de los padres, captados en el ambiente de la consulta. Las informaciones
recogidas por este conducto son muy valiosas, puesto que es frecuente que estos
descarguen en el hijo sus propias tensiones mediante los mecanismos defensivos de
proyección.
1. Adecuación o inadecuación
5. Mayor o menor interés revelado ante ciertos tipo de preguntas que se relacionen
con sus dificultades
4. La magnitud de los esfuerzos que despliega, mientras se ejecuta algún trabajo; tipo
de actividades para las que requiere mucho o poco esfuerzo
12. Tendencia del niño vigila las reacciones del examinador o indiferencia ante las
respuesta al que él proporciona