Última Evaluación Marco para La Buena Enseñanza

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“MARCO PARA LA BUENA ENSEÑANZA”

Integrantes: Dafne Álvarez González.


Héctor Contreras Contreras.
Pablo Espinoza Barahona.
Vicente Torres Pizarro.
Yanira Vega Vega.
Profesor(a): Cindy Aracena Rojas.
Asignatura: Diseño de los Procesos de Enseñanza Aprendizaje.
Carrera: Pedagogía en Castellano y Filosofía.
Fecha: 27/11/2023
INTRODUCCIÓN

Desde el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones


Pedagógicas (CPEIP) se diseña el Marco para la Buena Enseñanza (MBE). Este
surge de variadas instancias de reflexión, discusión y análisis realizados en su
mayoría por docentes comprometidos con la educación y la dignificación y
profesionalización del trabajo docente, puesto que se considera más sólida y
experta será la profesión que ha generado colegiadamente los criterios que
caracterizan su buen desempeño a partir de la experiencia práctica y el
conocimiento científico.
Por tanto, se empleará el Marco para la Buena Enseñanza para orientar mejor las
políticas de fortalecimiento de la profesión docente.
Tomando en cuenta las necesidades de desarrollo de conocimientos y
competencias por parte de los docentes, tanto en materias a ser aprendidas como
en estrategias para enseñarlas, junto a la generación de ambientes propicios para
el aprendizaje de todos sus alumnos; como la responsabilidad de los docentes
sobre el mejoramiento de los logros estudiantiles, el marco se diseña con el fin de
contribuir al mejoramiento de la enseñanza a través de un «itinerario» capaz de
guiar a los profesores recién formados en sus primeras experiencias en la sala de
clases.
El MBE puede considerarse como una estructura para ayudar a los profesores
más experimentados a ser más efectivos, es una ruta socialmente compartida que
permita a cada docente y a la profesión en general a enfocar sus esfuerzos de
mejoramiento, asumiendo sus falencias, fortalezas y oportunidades, a través de la
evaluación de su desempeño y potenciando así su desarrollo profesional y la
calidad de los procesos educativos.
De esta forma, el marco responde el siguiente tipo de preguntas ¿Qué es
necesario saber? ¿Qué es necesario saber hacer? y ¿Cuán bien se debe hacer? o
¿cuán bien se está haciendo?
El MBE tiene como objetivos:
1) La valorización y profesionalización docente la labor docente, tanto de su
formación inicial y continua considerando la autonomía profesional como
condición, principio y demanda que hacen los docentes para poner en juego
sus capacidades.
2) Responder frente a los requerimientos de responsabilidad sobre sus
prácticas profesionales ante la sociedad.
3) Responder a los nuevos desafíos que la sociedad actual, que, a nivel
general, los estudiantes le plantean a la docencia, sentando las bases
estandarizadas para una práctica pedagógica que mira las habilidades del
siglo XXI que armonizan la cognición profunda con el desarrollo personal y
social de los estudiantes, en entornos de aprendizaje más participativos,
atentos al desarrollo emocional y enriquecidos con herramientas digitales.
4) Responder frente al compromiso nacional de ofrecer a cada estudiante el
acceso a una educación de calidad e inclusiva, dando una respuesta
positiva a la diversidad, a la interculturalidad, al enfoque de género, a la
formación ciudadana y al desarrollo sostenible.
Entonces, considerando que la elaboración de criterios profesionales representa
un esfuerzo por describir en una forma mensurable o al menos observable, lo que
los docentes deben saber y ser capaces de hacer en el ejercicio de su profesión,
se hace relevante mencionar la manera en la que está estructurado pues así se
puede referir los 4 dominios donde se encuentra específicamente la información
relevante para comprender los propósitos y principios rectores que dan sentido al
marco para la buena enseñanza.
Así, el MBE se encuentra estructurado en 4 dominios que corresponden a
categorías de aspectos clave del proceso de enseñanza y aprendizaje que
contiene el MBE; en Estándares, que representan las expectativas de un buen
desempeño docente asociado a cada dominio, explicitando lo que deber saber y
saber hacer un/a docente en el ejercicio de su rol; y en Descriptores que
especifican de qué modo se manifiestan los conocimientos, actitudes y los
desempeños de un docente que logra el estándar.
Por tanto, en cuanto los dominios reflejan estructuradamente los propósitos del
marco, funcionando como referentes precisos para la enseñanza de calidad,
entendiendo que estos tienen el objetivo de representan un conjunto de
conocimientos, habilidades y disposiciones sobre la enseñanza y el aprendizaje
que deben ser reinterpretados por cada docente a través de la reflexión sobre la
propia práctica en su contexto, el presente informe tiene el objetivo de:

1) Analizar y fundamentar los 4 dominios educativos, describiendo un estándar


por cada uno y dos descriptores.
2) Referir de modo conclusivo los nuevos desafíos del siglo XXI y la relevancia
de estar al día con estándares pedagógicos flexibles, que promueven un
diseño de aprendizajes de forma inclusiva, ambientes propicios para el
aprendizaje y la capacitación continua, ello requiere que se refieran los
aportes que el MBE tiene para el diseño de procesos de enseñanza y
aprendizaje acorde a los desafíos de la educación para el siglo XXI.
1. EXPLICACIÓN DE LOS DOMINIOS

DOMINIO A: Se describe la labor docente como una tarea de comprensión y de


constante preocupación por el estudiantado, de reflexión y estudio de teorías que,
a su vez, con el previo conocimiento de sus estudiantes, sus contextos,
necesidades, capacidades y las individualidades que los representan, poder
enfocar los procesos de enseñanza y aprendizaje en las fortalezas, como también
en reforzar las habilidades descendidas, como así demostrar compromiso con las
necesidades educativas especiales, también atendiendo a la diversidad dentro del
salón de clases.

DOMINIO B: Se hace especial hincapié en que es responsabilidad del docente


propiciar un ambiente equitativo y seguro en el aula de clases, que otorgue
igualdad de oportunidades en el proceso de aprendizaje y favorezca un desarrollo
positivo, efectivo y confiable en el estudiante, por medio de la implementación de
métodos y estrategias que estén enfocadas en producir habilidades y
competencias personales o sociales centradas en lograr aprendizajes
significativos. Por lo mismo, el docente debe poseer la capacidad de organizar
correctamente sus planificaciones, con el fin de elegir los recursos de
aprendizajes, tiempos de clases e interrupciones activas necesarias según las
características del nivel, con el fin de mantener una sana convivencia entre los
integrantes de toda la comunidad educativa, donde las interacciones basadas
desde el respeto y la libertad permitan un trabajo colaborativo y productivo.

DOMINIO C: Enfatiza el deber del docente en su quehacer de planificar, pues éste


contiene todo lo esencial para un aprendizaje efectivo, considerando el factor
contextual e inclusivo, tal como; conocimientos previos y aprendizaje retroactivo,
brindado por evaluaciones que entregan datos para ayudar a los alumnos. La
planificación es de los elementos didácticos y disciplinarios más importantes, ya
que, a través de ella y del currículum vigente, se genera un centro heurístico que
abre múltiples posibilidades hacia el camino del aprendizaje, abriendo puertas e
incluyendo a una variedad de estudiantes, cumpliendo los logros con mayor
concreción de los objetivos de aprendizaje.

DOMINIO D: Este dominio que forma parte importante de las bases para la mejora
del quehacer docente pretende dar cuenta de las responsabilidades profesionales,
morales y éticas que adquieren los profesores durante el ejercicio y desempeño
de su labor de formación y enseñanza, procurando, fundamentalmente, el
aprendizaje concreto y en pro de la equidad de todos los/las estudiantes. Así
mismo, los profesionales de la educación se comprometen a ir adquiriendo nuevos
conocimientos de manera constante y en paralelo con el Plan de Mejoramiento
Educativo, buscando el frecuente perfeccionamiento de su desarrollo profesional,
la transformación de las prácticas pedagógicas y colaborando con el crecimiento y
mejoramiento de la comunidad educativa.
2. ANÁLISIS DE UN ESTÁNDAR POR DOMINIO

Dominio A: Estándar 1
Descriptores 1.4 - 1.6
Lo que enmarca el dominio A del MBE, como lo que el docente deberá hacer para
tener una correcta preparación de clases, para realizar un análisis desde la
perspectiva como estudiantes de pedagogía debemos entender que desde el
primer indicador nos permite entender la labor docente como un todo más allá de
la sala de clases y dejar la concepción antigua de que un profesor solo debía
transmitir conocimientos y que a su vez lo que se esperaba es que todos
aprendieran metodológicamente los contenidos. Por eso es sumamente
interesante el indicador 1 del dominio A, el docente debe mirar más allá de sus
zapatos y enfocar la educación en el estudiantado, tal como se redacta en el texto
ministerial, reconociendo las diferencias de sus estudiantes, y no de una manera
negativa, si no en lo que los hace únicos al resto de sus compañeros.
Cómo se menciona anteriormente, centrar la educación es una tarea docente
donde es necesario conocer al estudiantado, por eso es de suma importancia que
el profesor utilice herramientas y estrategias para conocer a sus estudiantes y a
sus familias, lo que se espera es que entendiendo al curso como un conjunto de
personas con intereses y necesidades distintas y se pueda enfocar las clases
como espacios inclusivos y seguros para que cada uno de los involucrados sienta
representación e interés de los procesos de enseñanza y evaluación. Por eso es
importante el descriptor 1.4 que habla sobre las necesidades educativas
especiales, porque en una sociedad que sabemos en la que cada colegio atiende
a distintos tipos de NEE en necesario para
Dominio B: Estándar 5
Descriptores: 5.6 - 5.10
Resulta esencial recalcar la importancia del rol docente como mediador del orden
y de la sana convivencia, en el cual sus tareas consisten en prevenir y evitar que
se generen situaciones de conflicto dentro de la comunidad educativa, por medio
de la entrega de indicaciones, métodos, estrategias y ejecución de normas
acordes a la institución y a la situación académica, social, emocional o
interpersonal que se presente o esté afectando el ambiente escolar y no permita
mantener una esfera de aprendizaje activa y organizada. Por lo cual, se vuelve
sumamente necesario que el docente maneje los protocolos e información que
entrega el proyecto educativo institucional (PEI) con respecto a las proyecciones
que se tiene de su función como docente y sepa sobre todo cómo actuar en
diversas situaciones expuestas tanto en espacios presenciales como virtuales,
puesto que, recordemos que desde la pandemia la educación se ha trasladado a
plataformas de modalidad online como Gmail, Google Classroom y Zoom; junto
con no negar que los intereses de las nuevas generaciones giran alrededor de las
redes sociales y la tecnología, y por ende, existen casos de violencia escolar
realizados por modalidad online, como lo son el ciberacoso o el ciberbullying.
De igual forma, la resolución de conflictos no solamente beneficia la sana
convivencia entre los estudiantes otorgando sentido de pertenencia, valores,
mayor participación, autoestima académica y regulación emocional, sino que
también beneficia al mismo docente entregando un mejor desempeño laboral,
adquiriendo una significativa experiencia de aprendizaje y posibilitando la
proyección e ilusión de nuevas metas personales y profesionales.
Por otro lado, también resulta fundamental que se reconozca no solo la
responsabilidad del docente en la ejecución de los desarrollos de aprendizaje, sino
también la responsabilidad, compromiso e interés del estudiante en torno a su
propio proceso de aprendizaje y transcurso de su ciclo estudiantil, que muchas
veces es erróneamente ignorado y solo es responsabilizado o culpado al docente.
Igualmente, este descriptor plantea la importancia de involucrar a ambos agentes
(estudiante-profesor) dentro del desarrollo de aprendizaje, siendo así que, por un
lado, el estudiante se comprometa con sus estudios, establezca metas personales
y desarrolle ética, autonomía y pensamiento crítico. Y del mismo modo, el docente
por su parte, ejecutará al mismo tiempo su figura de autoridad por medio de la
entrega de indicaciones, contenidos, material, recursos, estrategias, métodos y
criterios de evaluación claros, con el fin de que los estudiantes desenvuelvan
estas habilidades, se superen a sí mismos y logren los objetivos de aprendizaje
establecidos.

Dominio C: Estándar 30
Descriptores: 3.7 - 3.8
A través del esquema de planificación y de esta coherencia de datos secuenciada
en el tiempo, ya sea de manera de objetivos, habilidades, conocimientos, hay un
intento de fijar las formas-clave, ideas esenciales en la disciplina, pues en la
avanzada de un camino histórico, transcurriendo éste, devienen las ideas más
claras, más concretas, y genuinamente más didácticas, pues uno puede ver la
morfología cultural de ellas, llegando directamente al entendimiento de los
estudiantes. Por ello es tan esencial planificar, pues eso agrega un sentido mucho
más fructífero a todos los embates que puedan ocurrir en el camino, añadiendo la
recompensa del gran esfuerzo que se aplica desde su comienzo. Las tecnologías
pueden brindar mayor accesibilidad y opciones, abrir puertas a paper, articular
algún juego educativo, etc., abrir puertas en suma. Y por último, como uno no
puede tener en cuenta todas las variables, ni los datos suficientes hasta el
momento que se efectúa, y es por eso que siempre surgen imprevistos, que tienen
que ser adecuados para cada uno de los estudiantes. Aprendiendo de lo sucedido,
dejando lo que funciona, desechando o modificando algo que no podíamos prever
en el momento de la planificación, nos ayuda a la información y el diálogo con los
estudiantes, pudiendo así, mejorar su aprendizaje.
Como la docencia es un arte-ciencia por excelencia; hay un factor creativo
implícito muy relevante, el docente es un creador; él mismo debe inventar o
impulsar situaciones que incentiven el diálogo-escucha-habla de sus
comunidades, fomentando una actitud frente a la Vida que sea fundamental, no
sólo en el que hacer reflexivo, sino práctico y de acción, equilibrando ambos
concientiza la vida. Hay que abrir puertas, no cerrarlas, es decir: el aula debe
expandirse, irse a las bibliotecas o al blando césped, hay una infinidad de lugares
que puedan ser coloreados por los estudiantes, haciendo de eso un disfrute,
generando centros educativos, haciendo del aula una instancia más amplía,
gustosa y que invita al aprendizaje. Por todo lo dicho, la planificación es de los
elementos más esenciales a la hora de generar una comunidad educativa.

Dominio D: Estándar 10
Descriptor 10.4 - 10.5
La complejidad, así como la integridad de la profesión docente se destaca
fundamentalmente en la necesidad de que los profesores contemplen otros
aspectos que vayan más allá de las consideraciones únicamente teóricas y
disciplinarias, abordando también la dimensión ética en la toma de decisiones.
En primera instancia, los docentes deben dar cuenta de su deber y compromiso
para con la enseñanza, la formación y el aprendizaje de cada uno de sus
estudiantes, lo que implica una dedicación activa y persistente con la finalidad de
facilitar el desarrollo académico de todos los estudiantes, considerando así mismo
aspectos como la equidad, debiendo asegurarse de que todos los/las alumnos/as
reciban una educación de calidad, lo que sugiere la atención a posibles
disparidades y la implementación de estrategias para garantizar que cada
estudiante tenga acceso a oportunidades educativas igualitarias, con la completa
convicción de que todos los estudiantes pueden alcanzar altos niveles de
aprendizaje, resaltando una perspectiva optimista y de confianza en las
habilidades y capacidades de cada individuo, influyendo en la forma en que se
abordan los desafíos educativos y fomentando la motivación de los/las
alumnos/as.
Así también, se espera que los docentes se comprometan a seguir las normas
establecidas por la institución educativa en que trabajan, lo que incluye políticas
internas, reglamentos y pautas específicas que rigen el funcionamiento del entorno
escolar, asumiendo y cumpliendo correctamente con sus responsabilidades
profesionales que pueden abarcar diversas áreas, como por ejemplo la
planificación y el desarrollo de las clases, procesos evaluativos, participación en
actividades escolares, entre otras tareas específicas acordadas como parte de su
rol educativo, las cuales debe cumplir y llevar a cabo de manera eficiente y
efectiva.
Finalmente, se a través de este breve análisis se resalta principalmente la
importancia de la ética en la profesión docente, evidenciando cómo un enfoque
ético contribuye al cumplimiento de objetivos educativos y al bienestar integral de
la comunidad educativa.
CONCLUSIÓN

Ya hemos referido que el marco es una invitación a revisar y analizar, individual y


colectivamente, el quehacer pedagógico, a la luz de algunos referentes y criterios
pedagógicos estructurados a través de los 4 dominios antes vistos, para así
integrar prácticas acordes a los nuevos desafíos de la docencia que fortalezcan
los aprendizajes de Estándares de la Profesión Docente, en ese sentido la
elaboración de criterios profesionales resulta en un esfuerzo por describir de
manera observable, lo que los docentes deben saber y ser capaces de hacer en el
desarrollo de su profesión.
Por tanto, a modo de conclusión, puede establecerse que los estándares son una
herramienta perceptiva esencial a la hora de nuestro quehacer educativo, pues
acá se contienen no sólo los pasos e instrucciones a seguir, sino que son los
Pasos e Instrucciones a seguir, la importancia es denotada por la multiplicidad de
elementos alineados; como el currículum y la cultura educativa, como un factor
ético y político fundamental. Por esto mismo, los estándares más que una guía
continua que sólo favorece al docente en su práctica del aula individual, es por el
contrario, aquellos incorporan no sólo la inclusión, sino a la comunidad educativa
en el amplio sentido, pues expanden e invitan a que el trabajo docente se expanda
a mayores comunidades, haciendo del ambiente educativo un salón coloreado de
aprendizaje, para esto los alumnos son impulsados a ir a lugares; museos,
bibliotecas, salidas a terreno, brindando posibilidades para todos, dándoles una
educación íntegra y heurística en los intereses y logros del aprendizaje. Es por
eso, que no nos cansamos de repetir la fructífera guía que esto representa, para
los alumnos y profesores, tanto como la comunidad de comunidades en la esfera
educativa. En este sistema se fijan las claves y formas del accionar didáctico, y se
ayuda a esquematizar la planificación o a tener una imagen clara y concreta para
proseguir en la indagación, es una pauta trascendental que invita a participar en el
conjunto, a estar junto a los demás, sin excluir la invención propia y caminos a
aventurarse, disfrutando y recompensando los intentos creativos del docente.
Respecto a nuestra formación docente, el marco resulta fundamental para
desarrollar nuestro sentido de identidad docente desde una perspectiva
innovadora, profesional y comprometida con el mejoramiento de las competencias
profesionales, de los procesos de enseñanza aprendizaje, junto a la creación de
ambientes propicios para la diversidad de estudiantes y maneras de aprender.
Así, conocer los 4 dominios del MBE, nos entrega información crucial para
desarrollar nuestra práctica pedagógica con eficacia, pericia y responsabilidad
profesional, con estos podemos conocer cómo planificar las actividades de
enseñanza y evaluación de forma que desarrolle competencias para el siglo XXI,
dejando de lado la memorización de contenidos, esta idea forma parte del Dominio
A, también podemos aprender que la implementación flexible de esta planificación
se puede realizar a través de las interacciones sociales y las interacciones
pedagógicas que posibiliten el logro de objetivos de aprendizaje desafiantes
(estipulados en los Dominios B y C) y que nos indica cómo insertarlos en un marco
institucional (Dominio D).
Así también, con los dominios podemos considerar para nuestras prácticas futuras
que las actividades de evaluación que se diseñan en el momento de la
preparación de la enseñanza y el análisis de sus resultados para orientar dicha
planificación (indicadas en el Dominio A), se complementan con la evaluación
formativa durante las interacciones pedagógicas que se plantean en el Dominio C,
centrado en la retroalimentación oportuna. Adicionalmente, con los planteamientos
del dominio D podemos tener en cuenta que planificar las evaluaciones también
puede generar posibilidades de involucrar a la familia en el proceso formativo.
En ese sentido, los dominios en su conjunto nos indican que su impacto en los
logros, actitudes y conductas de los/as estudiantes, pueden ser complementados
por el trabajo colaborativo entre pares, siendo objeto de la reflexión pedagógica
(estos son aspectos que se recogen en el Dominio D), esto es relevante pues así,
en nuestros primeros años de práctica, podremos economizar energías, focalizar
los problemas y fortalecer una comunidad educativa que se retroalimenta y evalúa
para mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
Entonces, considerando los aportes de los dominios y si extraemos las
indicaciones del dominio B, puede afirmarse que las comunidades educativas se
encuentran con el compromiso de generar un ambiente de aula basado en
relaciones sólidas que fomenten las conexiones emocionales, la seguridad
emocional y física, y el sentido de identidad, pertenencia y propósito de todos/ as
los/as estudiantes como corresponsables en la construcción de una comunidad
educativa basada en el buen trato.
A su vez, el dominio A y C, se pueden establecer estrategias de enseñanza bien
organizadas y productivas, pensadas en la evaluación formativa, apoyando la
motivación, la competencia y el aprendizaje autorregulado de los estudiantes.
Estas estrategias otorgan apoyos específicos en función de las necesidades de los
estudiantes, con el propósito de involucrarse en tareas de aprendizaje desafiantes
y atractivas que desarrollen habilidades y competencias, comunicativas, cognitivas
y metacognitivas.
También, el gran aporte de estos dos dominios (A y C) permite que se desarrollen
prácticas y disposiciones docentes que ofrezcan oportunidades de aprendizaje
equitativas y sensibles a la creciente diversidad del estudiantado, con énfasis en la
valoración de la propia cultura y la cultura de otros, lo que es relevante para una
sociedad sumamente intercultural como la nuestra.
La orientación no es fija en sus caminos, ésta más que nada inserta faros
luminosos donde guiarse; en el docente queda el adentrarse para
profesionalizarse, mejorando su arte y ciencia educativa, comprometiéndose a su
objetivo más importante y la partida del viaje, que es la calidad educativa de los
estudiantes, influyendo éticamente en la comunidad educativa, para un
aprendizaje más sano e inclusivo en la gran cantidad y fructífera de sus facetas.

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