Fisiologia Del Aparato Digestivo
Fisiologia Del Aparato Digestivo
Fisiologia Del Aparato Digestivo
DEL
APARATO
DIGESTIVO
María
Cascales
Angosto
y
Antonio
L.
Doadrio
Villarejo
Introducción
El
aparato
digestivo
es
un
verdadero
sistema
que
se
desarrolla
a
partir
de
una
estructura
única
y
continua.
La
totalidad
de
este
aparato,
incluidos
sus
conductos,
es
de
procedencia
endodérmica.
Su
estructura
básica
es
la
misma
a
lo
largo
de
todo
el
recorrido,
con
una
capa
mucosa,
submucosa,
muscular
y
adventicia
o
serosa
y
plexos
nerviosos
intrínsecos
submucosos
y
musculares,
cuya
actividad
se
modula
por
inervación
extrínseca.
El
aparato
digestivo
es
un
conjunto
de
órganos,
con
glándulas
asociadas,
que
se
encarga
de
recibir,
descomponer
y
absorber
los
alimentos
y
los
líquidos.
Las
diversas
partes
del
sistema
están
especializadas
para
realizar
las
diferentes
funciones:
ingestión,
digestión,
absorción
y
excreción.
Los
alimentos
avanzan
a
lo
largo
del
tubo
digestivo
por
acción
de
la
gravedad
y
del
peristaltismo.
El
peristaltismo
propulsa
los
alimentos
mediante
la
combinación
de
la
contracción
muscular
de
un
área
y
la
relajación
de
la
siguiente.
Varios
esfínteres
evitan
el
retroceso
del
alimento
(reflujo).
Los
reflejos
que
actúan
entre
las
distintas
partes
del
tubo
digestivo,
junto
a
factores
hormonales
y
neuronales,
determinan
el
movimiento
de
los
alimentos.
Desde
la
boca
hasta
el
esfínter
anal,
el
tubo
digestivo
mide
unos
once
metros
de
longitud.
En
la
boca
ya
empieza
propiamente
la
digestión.
Los
dientes
trituran
los
alimentos
y
las
secreciones
de
las
glándulas
salivales
los
humedecen
e
inician
su
degradación
química.
Luego,
el
bolo
alimenticio
así
formado
en
la
boca,
cruza
la
faringe,
continúa
por
el
esófago
y
llega
al
estómago,
una
bolsa
muscular
de
litro
y
medio
de
capacidad,
en
condiciones
normales,
cuya
mucosa
segrega
el
potente
jugo
gástrico.
En
el
estómago,
el
alimento
se
agita
y
procesa
hasta
convertirse
en
una
mezcla
denominada
quimo.
A
la
salida
del
estómago,
el
tubo
digestivo
se
prolonga
con
el
intestino
delgado,
de
unos
seis
metros
de
largo
muy
replegado
sobre
sí
mismo.
En
su
primera
porción
o
duodeno
recibe
secreciones
de
las
glándulas
12
intestinales,
la
bilis
y
los
jugos
del
páncreas.
Estas
secreciones
contienen
una
gran
cantidad
de
enzimas
que
van
degradando
y
transformando
los
alimentos
en
sustancias
solubles
simples.
El
tubo
digestivo
continúa
por
el
intestino
grueso
de
algo
más
de
metro
y
medio
de
longitud.
Su
porción
final
es
el
recto,
que
termina
en
el
esfínter
anal,
por
donde
se
evacuan
al
exterior
los
restos
no
digeridos
de
los
alimentos.
En
el
proceso
total
de
la
digestión
son
muchos
los
órganos
implicados:
boca,
esófago,
estómago,
intestinos
(delgado
y
grueso),
recto
y
ano,
los
cuales
forman
el
aparato
digestivo
completo.
Aunque
no
están
considerados
como
parte
del
aparato
digestivo,
otros
órganos
se
encuentran
también
implicados
en
la
digestión.
Estos
son
la
lengua,
las
glándulas
salivales,
el
páncreas,
el
hígado
y
la
vesícula
biliar.
La
digestión
es
el
proceso
de
transformación
de
los
nutrientes,
previamente
ingeridos,
en
sustancias
más
sencillas
y
fáciles
de
absorber.
La
digestión
ocurre
tanto
en
organismos
pluricelulares
como
a
nivel
celular
y
subcelular.
En
este
proceso
de
transformación
de
los
nutrientes
participan
diferentes
tipos
de
enzimas.
El
aparato
o
sistema
digestivo,
es
muy
importante
ya
que
los
organismos
heterótrofos
dependen
de
fuentes
externas
de
materias
primas
y
energía
para
su
crecimiento,
mantenimiento,
y
funcionamiento.
El
alimento
ingerido
y
procesado
se
emplea
para
obtener
energía
y
generar
y
reparar
tejidos.
Los
organismos
autótrofos
(las
plantas,
organismos
fotosintéticos),
por
el
contrario,
no
necesitan
el
sistema
digestivo
porque
captan
la
energía
lumínica
directamente
y
la
transforman
en
energía
química,
que
va
a
ser
utilizable
posteriormente
por
los
organismos
heterótrofos.
El
procesamiento
de
los
alimentos
en
el
tubo
digestivo,
o
digestión,
comprende
una
serie
de
etapas.
En
cada
etapa
de
la
transformación
energética
de
un
nivel
a
otro
hay
una
pérdida
de
materia
y
energía
utilizable,
asociada
al
mantenimiento
de
los
tejidos
y
también
a
la
degradación
del
alimento
en
compuestos
más
simples,
que
después
se
reconstituirán
en
moléculas
más
complejas
que
necesita
el
organismo
para
reparar
sus
estructuras
La
digestión
comienza
en
la
boca
con
la
masticación,
la
cual,
no
sólo
disgrega
los
alimentos
en
pequeñas
partículas
mezclándolas
con
la
saliva
y
enzimas,
sino
también
actúa
enviando
un
mensaje
señalizador
al
organismo
para
que
se
prepare
para
comenzar
el
proceso
digestivo.
Se
ha
demostrado
que
la
activación
de
los
receptores
del
gusto
en
la
boca
y
el
proceso
físico
de
la
masticación
envían
señales
al
13
sistema
nervioso.
Por
ejemplo,
el
sabor
del
alimento
desencadena
una
cascada
de
reacciones
que
conduce
a
que
las
paredes
del
estómago
produzcan
ácido,
proceso
denominado
fase
cefálica
de
la
digestión.
Por
tanto,
el
estómago
comienza
a
responder
al
alimento
antes
incluso
de
que
éste
abandone
el
espacio
bucal.
La
saliva,
segregada
por
las
glándulas
salivales,
se
mezcla
con
el
alimento
facilitando
la
masticación.
La
saliva,
además,
contiene
enzimas
que
comienzan
la
degradación
del
almidón
y
de
las
grasas.
Por
ejemplo,
la
digestión
de
los
carbohidratos
comienza
con
la
enzima
salival
la
alfa
amilasa
y
la
digestión
de
las
grasas
con
la
lipasa,
enzima
segregada
por
las
glándulas
sublinguales
(Figura
1).
causar esofagitis que cursa con dolor y afecta la digestión saludable.
14
Figura
1.
Esquema
del
tubo
digestivo
El
estómago
se
comunica
con
el
esófago
a
través
de
un
esfínter
llamado
cardias,
y
con
el
duodeno
a
través
del
píloro
En
el
estómago
existen
diferentes
tipos
de
células
que
participan
en
la
secreción
del
jugo
gástrico
constituido
principalmente
por
agua,
mucina,
ácido
clorhídrico
y
pepsina.
Los
componentes
del
jugo
gástrico
son
los
responsables
de
la
primera
degradación
que
van
a
sufrir
los
nutrientes
incluidos
en
el
bolo
alimenticio.
También
en
esta
parte
del
tubo
digestivo
y
gracias
a
la
motilidad
del
mismo,
se
facilita
la
trituración
de
los
alimentos
sólidos
y
el
vaciamiento
hacia
el
duodeno
La
parte
de
la
digestión
que
se
realiza
en
el
estómago
se
denomina
“fase
gástrica
de
la
digestión”.
El
estómago
es
el
primer
lugar
donde
las
proteínas
se
degradan
en
pequeños
péptidos.
Debido
a
su
ambiente
15
ácido,
el
estómago
es
también
una
cámara
de
descontaminación
para
las
bacterias
y
otros
microorganismos
potencialmente
tóxicos,
que
pueden
haber
entrado
en
el
sistema
gastrointestinal
a
través
de
la
boca.
El
fundus
y
el
cuerpo,
son
zonas
gástricas
que
van
siempre
unidas,
constituyendo
la
mayor
parte
del
estómago
en
tamaño
y
volumen
y
formando
el
espacio
donde
se
almacena
el
alimento
antes
de
que
sea
enviado
al
intestino.
Cuando
el
alimento
alcanza
esta
zona,
la
mucosa
que
tapiza
la
superficie
del
fundus,
produce
ácido
clorhídrico
(HCl),
generando
un
medio
ácido
fundamental
para
destruir
las
toxinas
y
bacterias
del
alimento,
como
también
para
iniciar
la
degradación
de
las
proteínas
al
deshacer
el
complejo
tridimensional
de
las
cadenas
proteicas,
proceso
este
último,
denominado
desnaturalización
de
las
proteínas.
La
mucosa
del
fundus
gástrico
segrega
también
pepsinógeno,
proenzima
presente
en
el
estómago
en
forma
inactiva
hasta
que,
en
presencia
del
medio
ácido,
se
activa
como
pepsina.
La
pepsina
es
una
enzima
que
actúa
sobre
las
proteínas
desnaturalizadas
hidrolizando
los
enlaces
peptídicos
entre
los
aminoácidos
y
La
hidrolisis
de
las
grasas
es
muy
activa
en
el
estómago.
Las
grasas
ya
han
sido
expuestas
a
la
lipasa
de
la
saliva,
la
cual
ha
iniciado
la
hidrolisis,
pero
es
la
lipasa
gástrica,
segregada
por
el
estómago,
la
que
va
a
ser
la
verdadera
responsable
de
la
hidrólisis
de
las
grasas
en
humanos.
16
El
antro,
la
parte
inferior
del
estómago,
contiene
un
mecanismo
sensor
denominado
gastrina,
para
regular
el
nivel
de
ácido
producido
en
el
cuerpo
del
estómago
y
es
el
lugar
donde
la
amplitud
de
las
contracciones
del
estómago
son
mayores
para
dividir
el
bolo
alimenticio
en
pequeñas
porciones
que
puedan
atravesar
el
píloro.
El
antro
controla
también
el
vaciado
del
estómago
en
el
intestino
a
través
del
esfínter
pilórico.
De
esta
manera
el
alimento
es
enviado
al
intestino
de
manera
controlada.
La
mezcla
alimento-‐enzimas
que
abandona
el
estómago se
denomina
quimo.
El
movimiento
del
quimo
a
través
del
píloro
estimula
al
intestino
a
liberar
las
hormonas
secretina
y
colecistoquinina,
que
envían
una
señal
al
páncreas
para
liberar
el
jugo
pancreático
en
el
interior
del
lumen
del
duodeno,
el
primer
segmento
del
intestino
delgado.
Además
del
ácido
clorhídrico,
la
producción
de
enzimas
pancreáticos
y
bicarbonato
está
también
comprometida
en
algunas
personas.
Si
es
necesario,
estos
factores
digestivos
pueden
ser
reemplazados
con
un
suplemento
apropiado.
Un
mantenimiento
de
los
enzimas
digestivos
puede
obtenerse
a
partir
de
piña
fresca
o
papaya
que
contienen
la
enzima
bromelaina
Una vez que los alimentos se han escindido en sus componentes elementales, van a ser absorbidos
principalmente en el yeyuno, ya que en el íleon tiene lugar la absorción de sales biliares y de vitamina
B12. Además, sólo una pequeña parte de agua y electrolitos va a ser absorbida en el intestino grueso.
17
Por tanto, es en el intestino delgado donde tiene lugar la verdadera digestión y absorción de los
alimentos, hecho fundamental para la nutrición del individuo
El
duodeno
tiene
unos
25
cm
de
longitud
y
se
extiende
desde
el
píloro
hasta
el
flexo
duodenoyeyunal.
Tiene
forma
curvada
y
se
enrosca
en
torno
al
páncreas.
En
el
duodeno
desemboca
el
colédoco,
a
través
del
cual
el
duodeno
recibe
la
bilis
procedente
del
hígado,
y
el
conducto
pancreático,
a
través
del
cual
recibe
el
jugo
pancreático.
El
duodeno,
la
porción
del
intestino
delgado
más
cercana
al
estómago,
es
una
cámara
de
neutralización
en
la
cual
el
quimo
procedente
del
estómago
se
mezcla
con
bicarbonato
procedente
del
jugo
pancreático.
El
bicarbonato
rebaja
la
acidez
del
quimo
lo
que
permite
que
las
enzimas
funcionen
degradando
las
macromoléculas
todavía
presentes.
El
jugo
pancreático
que
se
vierte
en
el
duodeno,
contiene
muchos
de
los
enzimas
necesarios
para
la
digestión
de
las
proteínas,
tales
como
la
tripsina
y
la
quimotripsina,
que
hidrolizan
las
proteínas
y
péptidos
en
pequeñas
cadenas
de
2
o
3
aminoácidos;
y
amilasa,
que
continúa
la
hidrólisis
del
almidón.
Aunque
algunos
nutrientes
como
el
hierro
y
el
calcio,
se
incorporan
de
manera
más
eficiente
en
el
duodeno,
es
en
el
yeyuno
el
lugar
donde
se
absorben
la
mayoría
de
nutrientes.
Los
aminoácidos
y
la
mayoría
de
vitaminas
y
minerales
se
absorben
también
en
el
yeyuno.
El
proceso
de
absorción
que
utiliza
el
yeyuno
se
denomina
absorción
activa,
ya
que
el
organismo
utiliza
energía
para
seleccionar
con
exactitud
los
nutrientes
que
necesita.
Estos
nutrientes
son
transportados
mediante
canales
o
transportadores
proteicos
a
través
de
las
paredes
celulares
del
yeyuno
y
así
se
incorporan
a
la
vena
porta,
la
cual
los
transporta
al
hígado.
La
absorción
activa
de
grasas
también
ocurre
en
el
duodeno
y
yeyuno
y
requiere
que
la
grasa
sea
dispuesta
en
pequeños
agregados
que
pueden
ser
incorporados
directamente
por
el
organismo.
El
organismo
utiliza
la
bilis
como
detergente
para
disolver
las
grasas.
La
bilis
se
produce
en
el
hígado,
se
almacena
en
la
vesícula
biliar,
y
se
libera
en
el
duodeno
después
de
cada
comida,
a
través
del
canal
18
colédoco.
Al
unirse
a
la
grasa
de
la
dieta
forma
micelas,
pequeñas
gotas
de
grasa
importantes
en
la
absorción
de
vitaminas
liposolubles
(A,
D,
E,
y
K),
y
colesterol.
La
mayor
parte
de
los
carbohidratos
se
digieren
también
en
el
duodeno
y
yeyuno.
Los
monosacáridos,
producto
de
la
digestión
de
los
carbohidratos,
glucosa
y
galactosa
son
absorbidos
activamente
en
el
intestino
mediante
un
proceso
que
requiere
energía.
La
fructosa,
otro
monosacárido
común,
producto
de
la
digestión
de
los
carbohidratos
se
absorbe
más
lentamente
por
un
proceso
que
no
requiere
energía.
El
íleon
es
la
porción
final
del
intestino
delgado
que
se
comunica
con
el
intestino
grueso
o
colon
a
través
de
la
válvula
ileocecal
(Figura
3).
El
íleon
es
el
responsable
de
completar
la
digestión
de
los
nutrientes
y
de
reabsorber
las
sales
biliares
que
han
ayudado
a
solubilizar
las
grasas.
Aunque
la
mayoría
de
los
nutrientes
se
absorben
en
el
duodeno
y
yeyuno,
el
íleon
es
el
lugar
donde
se
absorbe
selectivamente
la
vitamina
B12.
Al
final
del
transporte
a
través
del
intestino
delgado,
han
sido
absorbidas
alrededor
del
90%
de
las
sustancias
del
quimo,
vitaminas,
minerales
y
la
mayoría
de
los
nutrientes.
Además,
unos
10
litros
de
fluido
se
absorben
cada
día
en
el
intestino
delgado.
Los
carbohidratos
complejos
que
resisten
la
degradación
19
enzimática,
como
las
fibras
y
las
células,
permanecen,
como
una
pequeña
parte
de
otras
moléculas
de
nutrientes
que
escapan
del
proceso
de
la
digestión.
Por
ejemplo,
cantidades
del
3-‐5%
de
las
proteínas
ingeridas
escapan
a
la
digestión
y
continúan
en
el
intestino
grueso.
La
pared
gastrointestinal
es
la
barrera
entre
los
alimentos
ingeridos
y
el
organismo,
por
tanto,
la
integridad
de
esta
barrera
es
vital
para
la
salud.
Es
importante
mantener
la
capa
mucosa
que
cubre
las
células
en
el
tracto
gastrointestinal,
especialmente
en
el
estómago.
La
capa
mucosa
es
una
manera
de
evitar
los
efectos
agresivos
del
medio
ácido
estomacal.
El
alcohol,
fármacos
antiinflamatorios,
aspirina
y
las
bacterias
patógenas
como
el,
Helicobacter
pylori
reducen
la
capa
mucosa
y
ocasionan
lesiones
en
las
paredes
del
estómago
y
en
al
intestino
delgado
superior.
La
colina
de
la
dieta,
sustancia
que
proporciona
el
soporte
nutricional
para
conseguir
un
epitelio
mucoso
sano,
se
encuentra
en
vegetales
como
la
coliflor
y
la
lechuga.
La
colina
también
puede
obtenerse
de
la
lecitina
(fosfatidilcolina),
que
se
encuentra
en
grandes
concentraciones
en
huevos
y
soja.
Las
células
que
tapizan
el
tracto
gastrointestinal
necesitan
un
suministro
de
energía
para
ejercer
su
misión
de
incorporación
de
nutrientes.
El
aminoácido
glutamina,
obtenido
a
partir
de
las
proteínas,
es
el
compuesto
preferido
por
estas
células.
Se
ha
demostrado
que
los
ácidos
grasos
de
cadena
corta
pueden
también
mantener
la
barrera
del
intestino
delgado
porque
sirven
como
suministro
de
energía
alternativo.
Las
células
de
las
paredes
del
intestino
delgado
requieren
para
mantenerse
saludables
de
la
presencia
de
la
vitamina
B5.
Fuentes
de
estas
vitaminas
se
encuentran
en
setas,
coliflor,
semillas
de
girasol,
maíz,
brócoli
y
yogur.
El
intestino
grueso
no
está
diseñado
para
intensificar
la
absorción,
sino
que
está
especializado
para
conservar
el
sodio
y
el
agua
que
escapan
a
la
absorción
en
el
intestino
delgado,
aunque
solo
transporta
un
litro
de
fluido
por
día.
El
intestino
grueso
mide
1,5
m,
incluyendo
los
segmentos
finales,
colon
y
recto.
Dado
que
la
mayor
parte
de
la
digestión
y
absorción
se
realiza
en
el
intestino
delgado,
el
alimento
que
alcanza
el
intestino
grueso,
es
principalmente
fibra.
Sin
embargo,
el
tiempo
durante
el
cual
el
alimento
residual
se
mantiene
en
el
intestino
grueso
excede
a
cualquier
otro
en
la
digestión.
El
promedio
de
tiempo
que
se
mantiene
en
el
estómago
es
de
1/2
a
2
horas,
continúa
a
través
del
intestino
delgado
las
siguientes
2
a
6
horas
y
necesita
de
6
a
72
horas
en
el
intestino
grueso
antes
de
la
eliminación
final
de
los
residuos
no
absorbidos,
por
defecación.
20
Una
razón
para
explicar
por
qué
el
alimento
permanece
tanto
tiempo
en
esta
porción
del
intestino,
es
que
el
intestino
grueso
es
capaz
de
generar
nutrientes
del
alimento.
El
alimento
que
alcanza
el
intestino
grueso,
fibra
en
su
mayor
parte,
se
somete
a
un
ecosistema
bacteriano
que
puede
fermentar
esta
fibra
y
producir
nutrientes
necesarios
para
las
células
de
colon.
La
fermentación
colónica
también
produce
una
serie
de
ácidos
grasos
de
cadena
corta
como
propionato,
butirato,
acetato,
requeridos
para
el
crecimiento
de
las
células
colónicas
y
para
muchas
funciones
del
organismo.
Es
importante
destacar
que
los
probióticos
y
los
prebióticos
son
dos
grupos
de
productos
que
intervienen
de
manera
notoria
en
la
salud
intestinal.
¿Qué
contienen
cada
uno?
Los
probióticos
incluyen
las
bacterias
beneficiosas,
antes
citadas,
y
los
prebióticos
contienen
sustancias,
presentes
de
forma
natural
en
diversos
alimentos,
que
ayudan
al
crecimiento
y
el
desarrollo
de
dichas
bacterias.
Los
oligosacáridos
de
la
soja
son
un
buen
ejemplo
de
prebióticos.
Pues
bien,
se
ha
observado
que
los
probióticos
previenen
problemas
intestinales
relacionados
con
el
estrés
crónico.
Los
humanos
llevamos
siglos,
posiblemente
milenios,
consumiendo
probióticos
y
comprobando
sus
beneficios
sin
que
se
haya
estudiado
por
qué
se
producen.
De
hecho,
estas
bacterias
beneficiosas
han
estado
siempre
presentes
en
alimentos
fermentados
como
el
chucrut,
el
kéfir
y
en
lácteos
con
cultivos
de
bacterias
como
el
yogur,
alimentos
tradicionales
en
muchos
países
europeos
y
del
Oriente
Medio.
El
primer
científico
que
vislumbró
cómo
actuaban
los
probióticos
fue
Metchnikoff
(premio
Nobel
en
1907),
cuando
difundió
la
teoría
de
que
el
colon
contiene
bacterias
putrefactas
y
que
consumiendo
leche
fermentada
es
posible
mejorar
la
salud
general
y
prolongar
la
vida.
Hoy
sabemos
que
más
de
400
especies
de
bacterias
(buenas
y
malas),
habitan
nuestro
tracto
intestinal
y
trabajan
en
armonía
para
el
mantenimiento
de
la
salud.
Si
ese
equilibrio
se
altera,
todo
el
organismo
se
resiente.
Los
naturópatas
utilizan
los
probióticos
en
todo
tipo
de
patologías,
desde
artritis
reumatoide
a
obesidad,
pasando
por
eccema
y
migrañas.
21
La
parte
de
la
fibra
que
no
se
fermenta,
proporciona
volumen
para
la
excreción
de
la
masa
fecal,
y
puede
unirse
a
toxinas
y
productos
de
desecho
ayudando
a
su
eliminación
por
las
heces.
Finalmente,
el
recto
y
el
ano
permiten
la
controlada
eliminación
de
las
heces.
El
páncreas
puede
considerarse
como
una
fabrica
de
proteínas,
ya
que
produce
y
secreta
muchos
de
los
enzimas
necesarios
para
la
digestión,
incluyendo
aquellos
que
digieren
las
propias
proteínas
(tripsina
quimotripsina,
carboxipeptidasa
y
elastasa),
las
grasas
(lipasa
y
fosfolipasa)
y
carbohidratos
(alfa
amilasa).
El
páncreas
libera
estas
enzimas
en
el
jugo
pancreático,
jugo
que
está
enriquecido
con
bicarbonato
necesario
para
neutralizar
la
acidez
del
quimo,
que
proviene
del
estómago.
Más
de
un
litro
de
jugo
pancreático
se
produce
cada
día
en
respuesta
a
señales
procedentes
del
propio
alimento
ingerido.
22
El
páncreas
tiene
funciones
digestivas
y
hormonales.
La
llegada
de
alimentos
ricos
en
ácidos
grasos
y
aminoácidos
estimula
en
la
pared
intestinal
la
liberación
de
la
hormona
secretina,
la
cual
estimula
la
producción
de
jugo
pancreático
rico
en
enzimas.
La
función
endocrina
u
hormonal
del
páncreas
está
llevada
a
cabo
por
los
islotes
de
Langerhans,
que
están
compuestos
por
células
de
varios
tipos,
que
secretan
hormonas
en
el
torrente
sanguíneo.
Estas
células
se
dividen
en:
-‐
células
alfa,
productoras
de
glucagón
e
implicadas
en
el
metabolismo
de
la
glucosa
-‐
células
beta,
productoras
de
insulina,
implicadas
en
la
degradación
de
la
glucosa
-‐
células
delta,
productoras
de
somatostatina,
inhibidora
de
secreciones
y
motilidad
digestiva.
La
función
exocrina
o
digestiva
es
la
encargada
de
proporcionar
el
jugo
pancreático
y
la
secreción
de
enzimas
digestivas.
Estas
enzimas
son
secretadas
mediante
una
red
de
conductos
que
se
unen
al
conducto
pancreático
principal,
que
atraviesa
el
páncreas
en
toda
su
longitud.
El
jugo
pancreático
está
compuesto
de:
-‐
agua
y
bicarbonato,
-‐
amilasa
pancreática
que
digiere
los
hidratos
de
carbono,
-‐
lipasa
pancreática
que
digiere
los
lípidos,
y
-‐
tripsina
que
digiere
las
proteínas
Dado
que
los
tejidos
y
órganos
están
formados
por
proteínas,
los
enzimas
pancreáticos
que
digieren
las
proteínas
tienen
la
capacidad
de
digerir
los
propios
tejidos.
El
organismo
posee
una
intrincada
protección
para
evitar
que
estos
enzimas
produzcan
su
auto
digestión.
El
estómago
y
el
tracto
intestinal
poseen
una
capa
mucosa
que
protege
de
la
digestión
por
estos
enzimas
proteolíticos.
El
páncreas
utiliza
otros
mecanismos
de
protección:
en
primer
lugar
produce
los
enzimas
en
forma
inactiva,
como
proenzimas.
Por
ejemplo,
la
tripsina
se
produce
como
tripsinógeno,
el
proenzima
o
la
forma
inactiva
de
la
tripsina.
El
tripsinógeno
se
transporta
al
intestino
donde
se
activa
a
tripsina
por
la
acción
catalítica
de
una
proteasa
que
se
encuentra
en
el
borde
de
las
células
intestinales.
Todas
las
enzimas
pancreáticas
excepto
la
lipasa
y
la
alfa
amilasa
se
segregan
en
forma
de
precursores
enzimáticos,
que
son
inactivos
dentro
del
páncreas.
El
hígado
es
uno
de
los
órganos
más
activos
del
organismo.
Es
el
órgano
y
la
glándula
de
mayor
tamaño
y
es
vital
por
sus
múltiples
funciones
metabólicas
endocrinas
y
de
desintoxicación.
Con
un
peso
aproximado
de
1,5
Kg
está
situado
debajo
del
diafragma.
El
hígado
es
el
lugar
de
aclaramiento
de
todas
las
sustancias
absorbidas
en
el
tracto
gastroduodenal,
y
tiene
la
capacidad
de
distinguir
las
toxinas
y
otras
moléculas
extrañas.
Posee
un
poderoso
sistema
de
destoxificación,
mediante
el
cual
los
fármacos,
23
xenobióticos
y
toxinas
son
convertidos
en
moléculas
fácilmente
desechables
por
el
riñón
(orina)
o
por
los
intestinos
(heces).
Este
órgano
es
también
el
encargado
de
sintetizar
las
principales
proteínas
que
circulan
en
la
sangre
y
produce
la
bilis,
fluido
importante
para
el
metabolismo
de
las
grasas,
que
se
utiliza
para
la
excreción
del
colesterol
y
otras
moléculas
liposolubles.
Figura 5. Esquema del hígado y sus interacciones con la vesícula biliar el páncreas y el duodeno
Una
de
las
misiones
importantes
del
hígado
es
el
mantenimiento
los
niveles
de
glucosa
sanguínea.
Detecta
las
necesidades
de
glucosa
del
organismo
y.
proporciona
glucosa
para
la
digestión
o
se
encarga
de
obtener
glucosa
por
degradación
del
glucógeno,
la
forma
en
la
cual
la
glucosa
se
almacena
en
hígado.
El
hígado
posee
una
cantidad
de
glucógeno
suficiente
como
para
suministrar
glucosa
durante
24
horas.
En
casos
de
ayuno
prolongado,
cuando
la
glucosa
no
es
suministrada
por
la
dieta
y
las
reservas
de
glucógeno
se
han
agotado,
el
hígado
se
encarga
de
sintetizar
glucosa
a
partir
de
aminoácidos
u
otras
moléculas,
en
un
proceso
denominado
gluconeogénesis.
El
hígado
es
el
órgano
en
el
que
se
metabolizan
las
grasas.
Puede
sintetizar
colesterol
y
es
el
lugar
donde
el
colesterol
se
elimina
de
la
sangre,
en
forma
de
ácidos
biliares.
Cada
día
el
hígado
secreta
unos
500
ml
de
ácidos
biliares
que
se
utilizan
en
la
disolución
y
digestión
de
las
grasas.
24
¿Cómo
actúa
la
vesícula
biliar?
La
vesícula
biliar
es
el
lugar
de
almacenamiento
de
los
ácidos
biliares
producidos
en
el
hígado.
Después
de
ingerir
el
alimento,
la
vesicular
biliar
está
señalizada
para
liberar
su
contenido
en
el
duodeno
y
yeyuno
donde
se
encuentra
disponible
para
la
digestión
de
las
grasas.
La
vesícula
biliar
está
ubicada
en
la
cara
inferior
del
hígado,
entre
el
lóbulo
cuadrado
y
los
lóbulos
derecho
e
izquierdo,
ocupando
el
surco
anteroposterior
derecho.
Se
une
al
hígado
por
la
presencia
de
tejido
conjuntivo
y
vasos.
El
fondo
de
la
vesícula
y
sus
caras
inferior
y
lateral
están
revestidos
de
peritoneo.
Mide
7–10
cm
de
largo
y
el
ancho
del
fondo
es
de
2,5–3
cm.
Su
volumen
es
de
30
ml
y
está
formada
por
varias
porciones:
el
fondo,
cuerpo,
infundíbulo
y
cuello.
Está
irrigada
por
la
arteria
cística,
que
es
rama
de
la
arteria
hepática,
pero
en
algunas
excepciones
es
rama
de
la
gastroduodenal
o
de
la
mesentérica
superior
(Figura
5).
La
vía
biliar
extrahepática
está
formada
por
los
conductos
hepático,
cístico
y
colédoco.
El
hepático
común
se
forma
de
la
unión
de
ambos
conductos
hepáticos,
el
derecho
y
el
izquierdo,
Mide
1,5
–
2
cm
y
4
mm
de
diámetro.
Está
contenida
en
el
ligamento
hepatoduodenal,
junto
a
la
arteria
hepática
y
a
la
vena
porta.
Se
une
con
el
conducto
cístico
y
forma
el
colédoco.
El
conducto
colédoco
mide
7
cm
de
largo
y
5
mm
de
diámetro
y
corre
por
el
epiplón
menor,
junto
a
la
vena
porta
y
la
arteria
hepática.
Se
une
al
conducto
pancreático
principal
o
de
Wirsung
y
forman
la
ampolla
de
Vater
y
el
abombamiento
de
la
mucosa
duodenal
en
donde
se
encuentra
la
ampolla
de
Vater,
es
la
papila
duodenal
o
carúncula
mayor.
En
1/3
de
los
individuos
el
conducto
de
Wirsung
y
el
colédoco
desembocan
separados.
La
porción
intraparietal
duodenal
de
ambos
conductos
está
revestida
por
miocitos
dispuestos
circunferencialmente,
formando
lo
que
se
conoce
como
esfínter
de
Oddi.
La
vía
biliar
está
irrigada
por
arterias
procedentes
de
la
cística
y
por
arterias
procedentes
de
la
pancreático
duodenal
derecha
superior.
Los
canales
linfáticos
drenan
en
ganglios
que
rodean
la
vía
biliar,
y
de
ahí
a
los
ganglios
peripancreáticos
y
mesentéricos
superiores.
25
neurotransmisor
para
las
fibras
preganglionares
es
la
acetilcolina
y
para
las
fibras
postganglionares
es
la
noradrenalina.
El
tracto
gastrointestinal
es
uno
de
los
órganos
más
ricos
y
activos
en
hormonas
del
organismo.
Las
hormonas
y
péptidos
biológicamente
activos
del
tracto
gastrointestinal
se
resumen
en
la
siguiente
tabla:
HORMONA
FUNCIÓN
Gastrina
Secreción
estomacal,
efectos
tróficos
Secretina
Secreción
pancreática
(bicarbonato)
Colecistocinina
Secreción
pancreática
(enzimas),
contracción
de
la
vesícula
biliar.
PÉPTIDOS
ACTIVOS
Inhibición
de
la
secreción
(estómago,
páncreas)
BIOLOGICAMENTE
Inhibición
de
la
secreción
(
páncreas,
bilis)
Inhibición
de
la
secreción
(
estómago,
páncreas)
y
(Candidatos
a
hormonas)
estimulación
del
flujo
hepático
de
la
bilis.
Péptido
pancreático
Inhibición
de
la
secreción
y
vaciado
estomacal:
Urogastrona
vasoconstricción
Enteroglucagón
liberación
de
insulina
Neurotensina
GIP
(glucosa
dependent
insulinotropic
peptide)
NEUROPÉPTIDOS
Inhibición
de
la
secreción
pancreática,
estímulo
de
la
VIP
(péptido
secreción
pancreática
(bicarbonato)
y
del
flujo
biliar,
intestinal
vasoactivo)
independiente
de
los
ácidos
biliares.
Relajación
de
la
Sustancia
P
musculatura
lisa.
Encefalinas,
endorfinas
Estimulación
de
las
glándulas
salivales
y
contracción
de
la
musculatura
lisa.
Inhibición
de
la
contracción
de
la
musculatura
lisa.
Motilidad
gastrointestinal
La
función
digestiva
y
resortiva
del
tracto
gastrointestinal
depende
esencialmente
de
la
motricidad
de
la
musculatura
parietal.
Los
patrones
de
motilidad
más
importantes
son:
el
peristaltismo,
la
segmentación
rítmica
y
la
contracción
tónica.
El
peristaltismo
es
el
fenómeno
por
el
cual
se
desplazan
los
alimentos
en
sentido
descendente
por
el
esófago
y
conlleva
la
contracción
y
el
relajamiento
alternos
de
los
músculos
del
esófago.
La
contracción
de
la
musculatura
circular
se
propaga
en
forma
de
ondas
a
través
del
tubo
intestinal,
precediéndola
casi
siempre
una
onda
de
relajación.
La
mezcla
del
bolo
alimenticio
con
los
jugos
26
digestivos
se
realiza
por
el
peristaltismo
no-‐propulsivo,
que
se
propaga
sólo
por
trayectos
cortos,
así
como
por
movimientos
de
segmentación.
La
segmentación
consiste
en
la
contracción
simultánea
de
la
musculatura
circular
de
regiones
vecinas
y
alternantes.
Como
la
frecuencia
de
las
contracciones
disminuye
de
arriba
abajo,
el
contenido
del
intestino
se
desplaza
también
lentamente
hacia
el
esfínter
anal
por
el
peristaltismo
no-‐propulsivo.
Por
la
contracción
tónica
y
duradera
de
determinadas
regiones
especializadas
(esfínteres),
se
separan
funcionalmente
diversos
espacios
entre
sí,
por
ejemplo,
el
esófago
del
estómago
por
el
esfínter
esofágico
inferior
y
el
íleo
del
ciego
por
la
válvula
de
Bauhin.
Al
mismo
tiempo
se
garantiza
así
un
transporte
dirigido
sin
reflujo.
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