Poder Judicial de La Nación
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Poder Judicial de La Nación
DEMANDADO/S
APELLIDO Y NOMBRE O DENOMINACION SOCIAL CUIT/CUIL
1 Rappi Arg S.A.S 30-71580389-1
2 Casoy, Matías 23-32386952-9
3 Barbosa, Adalberto Ramiro 20-21968933-1
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PATROCINANTE
USO OFICIAL
APODERADO
APELLIDO Y NOMBRE: -
Tº: - Fº: - MATRICULA: -
OBJETO CODIGO: 1 A
MONTO $ 13.860.407,55
PREVINO JUZGADO Nº: - EXPTE. Nº: -
En Buenos Aires, a los 25 días del mes de Marzo de 2024, siendo las 14:30 horas, se inicia la audiencia VIRTUAL,
convocada en los términos de la Res. 344/20 del Ministerio de Trabajo y Empleo y Seguridad Social y la Disposición
SECLO 290/20, así como procedimiento aplicable, a través de la plataforma virtual ZOOM, ante mí, Dra. Sylvana
Andrea PEDRAZZO (spedrazzo@trabajo.gob.ar - CUIT: 27-18787025-4 TE: 3423-5570) conciliadora Laboral
Habilitación M.J. Nro. 261, designada en el Expediente Nº EX-2024- 07277374 -APN-DSCLO#MT, iniciado en
fecha 22/01/2024, SE CONECTAN:
Por la parte RECLAMANTE comparece el Sr. Leandro Ezequiel BERTOLA DNI N° 30.477.372, fecha de
nacimiento 17/10/1983, argentino, mayor de edad, con domicilio real en Avda. Rivadavia 2982 piso 6 depto. B
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la asistencia letrada del Dr. MATIAS DAMIAN OTERO CPACF Tº 101
Fº 858 constituyendo domicilio en Pavón 1923 piso 9 “4” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con Cel:
1555051704 // e-mail: m.otero@oteromd.com.ar;
por la parte REQUERIDA:
Por el Sr. BARBOSA ADALBERTO RAMIRO, DNI N° 21.968.933 CUIT N° 20-21968933-1, con domicilio en
Avda. Santa Fe 1531 piso 4° Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se presenta su letrado apoderado Dr. Hernán
Alejo CELLERINO CPACF T° 69 F° 876 constituyendo domicilio en Avda. Santa Fe 1531 piso 4° de CABA e-
mail hac@barbosaugarte.com TE: Cel. +549 (11) 5339 7785.
Por la sociedad RAPPI ARG. S.A.S. CUIT 30-71580389-1 con domicilio en Avda. Del Libertador 6350 piso 7
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se presenta el Dr. FEDERICO DIAZ ESCOBAR T° 138 F° 367 CPACF,
constituyendo domicilio en en Talcahuano 768, piso 7mo, CABA, Teléfono: 11- 56973686
Mail: fdemattei@carrega.com.ar.
Por el Sr. CASOY MATIAS DNI N° 32.386.952 CUIT N° 23-32386952-9, con domicilio en Avda. Del Libertador
6350 piso 7 Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se presenta la Dra. FRANCINA DEMATTEI T° 122 F° 532
CPACF, constituyendo domicilio en Talcahuano 768, piso 7mo, CABA, Teléfono: 11- 56973686
Mail: fdemattei@carrega.com.ar.
Abierto el acto, la Conciliadora actuante hace saber a TODOS los presentes que quedan sometidos al principio de
confidencialidad de conformidad con el art. 12° del Dec.1169, cuyos alcances le son explicados, y aceptan, y que
nada de lo dicho u ocurrido en este proceso, podrá ser revelado y/o difundido fuera del mismo, razón por la cual
deberán participar virtualmente solamente quienes se encuentren presentados en el acta. LOS PRESENTES
DECLARAN BAJO JURAMENTO: 1) Que el presente reclamo versa sobre conflictos de derecho de competencia
de la Justicia Nacional del Trabajo (empresas radicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o con domicilio
fiscal en esta ciudad, o si el lugar de trabajo o de contratación fue en CABA); 2) Que los correos electrónicos
consignados y números de celulares indicados en el acta, les corresponden; 3) Que los documentos EXHIBIDOS
durante este procedimiento virtualmente, son auténticos y se encuentran vigentes; y se corresponden con los
remitidos al Conciliador por medios electrónicos; 4) Que en sus respectivos lugares de conexión a esta audiencia se
hallan SIN PRESENCIA DE TERCERAS PERSONAS que puedan ver y/o escuchar la audiencia; 5) Que no están
GRABANDO la misma por ningún medio; 6) Todas las partes constituyen domicilio en sus respectivos correos
electrónicos, donde serán válidas las notificaciones efectuadas.
Luego de realizar tratativas las partes manifiestan que no es posible arribar a una conciliación. Asimismo, las
partes no aceptan el ofrecimiento formulado por la Conciliadora laboral para que se sometan sus discrepancias al
arbitraje, mediante el procedimiento regulado por el art. 28 y concordantes de la Ley Nº24.635.
En consecuencia, conforme a lo previsto por el art. 18 de la citada ley y habida cuenta que las partes no han podido
arribar a un acuerdo conciliatorio, y estando todos contestes en proceder con el cierre de este expediente por falta de
acuerdo, a expresa petición de las partes, queda expedita la vía judicial ordinaria, sirviendo este instrumento de
suficiente constancia para la presentación de la demanda judicial (artículo 65, inciso 7° de la Ley N° 18.345,
texto según art. 36 de la Ley 24.635). En cumplimiento de lo previsto en el art. 21 del Decreto Nº1169/96 se deja
aclarado que las partes intervinientes en estas actuaciones han sido las mencionadas “UT SUPRA” y que el objeto
del reclamo lo constituyeron los siguientes rubros: Salarios caídos, diferencias salariales, sumas remunerativas,
sumas no remunerativas, adicionales convencionales, horas extras, SAC, Vacaciones no gozadas,
Conciliación Laboral Obligatoria – Dra. Sylvana Andrea Pedrazzo
Talcahuano 638 piso 2 of. “B”, CABA. – Tel: (+54-011) 3423-5570
Mail: spedrazzo@trabajo.gob.ar/ conciliadorapedrazzo@gmail.com
indemnización por antigüedad, indemnización por integración de mes de despido, indemnización sustitutiva de
preaviso, art. 2 de la Ley 25.323, indemnización Art. 80 de la Ley 20.744, reintegro de monotributo, arts. 8 y 15 de
la Ley 24.013.
Con lo que termina el acto. La Conciliadora actuante remitirá comunicación a los letrados de las partes presentes, a
los domicilios electrónicos constituidos, notificando que procederá al cierre por falta de acuerdo. Los letrados
deberán prestar su conformidad mediante un correo electrónico dirigido a la Conciliadora, ello dentro del plazo de
5 días. Recibidas las conformidades, o bien transcurrido dicho plazo, la Conciliadora firmará el acta de cierre, dando
cumplimiento al art. 1° y 2° Disposición 1827/20, para su posterior digitalización y envío al SECLO en el plazo de
ley.
DEMANDA POR DESPIDO
Sr. Juez:
I. OBJETO
Promuevo demanda por despido contra Rappi Arg S.A.S. (en adelante, “Rappi”),
con domicilio en la Av. del Libertador 6350, piso 7, Casoy, Matías (en adelante,
“Casoy”), con domicilio en la Av. del Libertador 6350, piso 7, y Barbosa, Adalberto
Ramiro (en adelante, “Barbosa” y junto con Rappi, los “Demandados”), con domicilio
en la Avenida Santa Fe 1531, Piso 4º, de esta ciudad, por las consideraciones de hecho y
el derecho que a continuación se expone, solicitando que al momento de dictar
sentencia se condene a los Demandados a abonar las sumas detalladas en el apartado
VI. y se condene a Rappi a la entrega en debida forma de la constancia y el certificado
de trabajo previstos en el segundo y tercer párrafo del art. 80 de la ley 20.744.
II. HECHOS
En fecha 18/02/21 inicié una relación laboral con Rappi como mensajero
repartidor ciclista (CCT 722/15) bajo la identificación n°183637.
En tal posición trabajaba todos los días, 8 hs. diarias en horarios rotativos, por lo
que cumplía 56 horas semanales. En mi labor efectuaba, en el ámbito de C.A.B.A.,
tareas de reparto de productos conforme indicaciones cursadas por Rappi a través de su
aplicación móvil, haciendo uso de una bicicleta de mi propiedad.
Es importante denotar que Rappi no sólo nunca me registró, sino que también
incumplió con el pago en tiempo y forma de los salarios, pues no pagaba los mínimos
de ley, ni los adicionales convencionales, las horas extras, las vacaciones ni el
aguinaldo.
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notificación a la Administración Federal de Ingresos Públicos, conforme se puede
verificar en el documento aportado en el punto a.iv.) del Apartado V. A tal intimación
Rappi nada respondió.
Frente a la actitud asumida por Rappi, en fecha 18/01/24, a través del telegrama
aportado en el punto a.v.) del Apartado V. , me consideré despedido por exclusiva culpa
de Rappi, puesto que no aclaró mi situación laboral, no abonó ninguno de los conceptos
adeudados ni tampoco registró la relación que nos vinculaba.
SUBORDINACIÓN TÉCNICA
Una vez tomas el pedido lo verás reflejado en la pestaña «En curso» con todos
los detalles de la orden.
Paso 1
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Primero debes ir a la tienda a recoger el pedido. Puedes navegar por GPS y
tienes el chat con soporte y el cliente para comunicarte.
Paso 2
Paso 3
Vas hasta el domicilio del cliente. Avanza de estado solo cuando hayas llegado,
de esta manera el cliente será notificado, también le puedes escribir por el chat.
Paso 4
Información adicional
Recuerda que tienes el chat para comunicarte con soporte o el cliente. Una vez
finalices el pedido, podrás ver la ganancia en «Mis Ganancias», en tu app.”
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Inclusive, tal grado de control tiene Rappi sobre el trabajo de sus repartidores
que ha diseñado un blog de capacitación y cursos. Sobre estos últimos Rappi afirma que
“Con los cursos de Rappi experto de cada nivel podrás mejorar tus pedidos y tu nivel
de rappitendero, no olvides que también puedes encontrar más información en la
sección Rappi Experto del Blog Soy Rappi ” (extracto del sitio web obrante en el punto
a.xiv.) del Apartado V. ).
En otras palabras, es claro que Rappi organiza la entrega de los pedidos según
un estricto protocolo que yo, como el resto de los empleados de la demandada, debía
respetar.
Es decir que el desarrollo de la entrega del pedido nunca fue decidido por mi,
sino puramente por Rappi en ejercicio de su poder de organización técnica de la
empresa (art. 64 de la Ley 20.744).
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En segundo lugar, si bien Rappi afirma que yo era libre de aceptar o no pedidos,
lo cierto es que ello no es así pues la falta de aceptación de pedidos disminuía el
importe de su remuneración. Inclusive Rappi expresa a los repartidores en su sitio web
(punto a.xii.) del Apartado V. ): “¿Te has preguntado alguna vez por que hay Rappis
que ganan más dinero que otros? Pues no creas que es por casualidad o suerte, es por
que han aprendido a calibrar su estrategia de tal forma que pueden generar muy
buenos ingresos cada semana. A continuación te contamos algunos consejos para que
seas un Rappi experto. Ten una tasa de aceptación alta Esto te permitirá gozar de
beneficios como visualizar un mayor número de pedidos en tu aplicación ya que esta
busca asignar las ordenes en el menor tiempo posible y también participar en los
incentivos disponibles en tu aplicación ‘Soy Rappi’” (el subrayado nos pertenece). Es
decir, el actor no era libre de aceptar o no pedidos, puesto que si no los aceptaba Rappi
la castigaba con una baja en su remuneración o, lisa y llanamente, no dándole tareas.
7
del actor por ser remunerada con un menor monto o, indirectamente, por serle
encomendados menos pedidos.
SUBORDINACIÓN ECONÓMICA
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Que mi trabajo era remunerado, se desprende de la prueba acompañada y
ofrecida en las presentes actuaciones. Ahora, el monto y frecuencia de tal remuneración
da cuenta que se regía por las reglas del art. 112 de la Ley 20.744, es decir, Rappi optó
por remunerar a sus empleados bajo el formato de la remuneración por unidad de obra.
10
Condiciones. En caso de que luego de esta compensación, exista un saldo a favor del
Rappitendero, RAPPI deberá abonar al Rappitendero las sumas que correspondan,
dentro de los plazos y en la forma indicada en el punto anterior. Por su parte, en caso
de existir saldo a favor de RAPPI, el Rappitendero deberá proceder a abonar dicha
suma a RAPPI mediante los medios para ello autorizados dentro de los 10 (diez) días
desde la liquidación arriba mencionada.” (el subrayado nos pertenece).
Es decir que, mientras Rappi pretende argumentar que cobra los envíos por
cuenta y orden de sus repartidores, la realidad económica muestra que es Rappi quien
fija el costo de los envíos y, asimismo, fija el importe con el cual desea remunerar a los
repartidores.
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Sobre el particular se afirma en doctrina: “el hecho de haber sido
contractualmente despojado, por la plataforma, de la facultad de fijar lo que se
presenta como su propia tarifa —a juicio de quien esto escribe— impide que el
trabajador que presta el servicio pueda ser verazmente calificado como
cuentapropista, microemprendedor, locador de servicios o profesional
auténticamente autónomo” (García, Héctor O., op. cit.).
En la cláusula 4.1. es claro Rappi cuando destaca que el pago por envío “(…) se
determinará según la distancia a ser recorrida para la prestación del mismo, las
condiciones climáticas, la demanda del Servicio de Cadetería por parte de los
Consumidores y otros parámetros a ser determinados por RAPPI (…)”. De las propias
palabras de Rappi se desprende que en ningún momento no sólo el actor pudo
determinar y/o participación en la toma de decisión de la tarifa a cobrar al cliente final,
sino que tampoco participa en las ganancias y/o en las pérdidas del negocio de Rappi.
Su participación económica se limitaba a lo que Rappi resolvía unilateralmente
abonarle, nota típica de una relación de empleo, donde el empleador dispone el valor a
pagar en concepto de salario y el ingreso del empleado se limita a tal importe.
También es importante en este apartado poner foco en una medida que tomó
Rappi en el marco de la pandemia provocada por el coronavirus. En una nota
periodística de fecha 25/05/20 (punto a.xvii.) del Apartado V. ), Casoy informa que
“(…) Creamos un fondo a nivel regional que brinda asistencia por hasta 14 días para
cualquier repartidor con síntomas de COVID-19, con lo cual también estamos
desincentivando que cualquier repartidor con síntomas siga repartiendo (…)”. Luego
la web de Rappi da mayores detalles (punto a.xviii.) del Apartado V. ): “Es un fondo de
emergencia creado para dar apoyo financiero, hasta por 14 días, a repartidores que
resulten contagiados por COVID-19”, bajo el cual “aquellos repartidores elegibles para
acceder al fondo, recibirán un monto por asistencia financiera que será calculado
teniendo en cuenta las ganancias diarias promedio y contará a partir del día en que
se notifique el contagio de COVID-19 por un especialista de salud certificado. La
asistencia financiera se otorgará hasta por 14 días”. Finalmente, se detalla que “los
repartidores que deseen acceder al apoyo de este fondo también deberán haber
completado al menos treinta (30) entregas durante los treinta (30) días
inmediatamente anteriores de haber sido diagnosticados con COVID-19 (o 30 pedidos
en total desde que se creó su cuenta, si se creó hace menos de 30 días)” y “La ayuda
financiera tiene un tope diario por repartidor, si el promedio diario de ganancia del
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repartidor supera este tope, solo se pagará hasta el tope determinado. En el caso de
ARGENTINA, el monto máximo por día es de $2,400”. Ahora bien, a todas luces lo que
implementó Rappi es una licencia paga por enfermedad. Esta circunstancia, que sea un
pago efectuado por Rappi sin contraprestación alguna pero sujeto a que los
beneficiarios hayan cumplimentado al menos 30 entregas en los últimos 30 días (o
fecha menor, según el caso), es una clara muestra de subordinación económica propia
de una relación de empleo. Aquí nuevamente la falacia del mandato entre repartidores
y consumidores choca con la realidad económica del vínculo entre Rappi y sus
repartidores.
Al contestar demanda, Rappi asegurará que su único vínculo con mi persona era
de naturaleza comercial y que en realidad los pagos eran efectuados pura y
exclusivamente por los consumidores finales. Nuevamente los propios dichos y actos de
Rappi echan por tierra sus argumentos. En la presente se adjuntan cuantiosos ejemplos
(puntos a.xviii.), a.xix.), a.xx.), a.xxi.), a.xxii.), a.xxiii.), , a.xxv.) y a.xxx.) del Apartado
V. ) de cómo Rappi bonifica el costo del envío a los consumidores finales o remunera
con un mayor valor a los repartidores, en ambos casos a través de “promociones”.
Entonces, si siempre fui remunerado por mis repartos pero Rappi no cobró a ciertos
clientes por estar alcanzados por promociones, resulta a toda luces claro que tales
repartos fueron abonados por Rappi. Es que esa es la realidad, el único motivo por el
cual Rappi afirmará hasta el cansancio que los envíos fueron abonados pura y
exclusivamente por los consumidores finales es con el objeto de abstraerse de la
normativa laboral, ningún otro. Ahora bien, la existencia de promociones
(particularmente aquellas en las cuales el consumidor no paga el envío) da cuenta que
es Rappi quien abona a los repartidores y no los consumidores, pues estos pueden o no
pagar por el servicio de envío y el mismo puede o no coincidir con lo que recibe el
repartidor como contraprestación por su trabajo. Bresler reconoce esto en los
siguientes términos: “(…) Que las variables no las recuerda todas pero por ejemplo
hay clientes que no pagaban el pedido por una promoción y Rappi igual le paga al
repartidor o por ejemplo si llovia se aplicaban pagos extras para el repartidor o por
ejemplo existían incentivos donde el repartidor podía ganar más dinero si cumplia
ciertas condiciones. Que esas condiciones eran variables por ejemplo un repartidor
nuevo al llegar a sus primeros x pedidos ganaba un bono, o por ejemplo un repartidor
que trabajaba durante el fin de semana una determinada cantidad de horas podía
13
acceder a un bono. Que esos bonos los pagaba Rappi. (…)” (punto a.xxxiv.) del
Apartado V. )
Por otro lado, inclusive ha sido Rappi quien ha negociado con F.E.H.G.R.A. un
acuerdo de cooperación (acompañado como punto a.xxxii.) del Apartado V. ) para
establecer comisiones máximas de “marketplace” y, además, logística. Entonces la
mera existencia de este acuerdo también echa por tierra el argumento que pretenderá
esgrimir Rappi, pues si tal sociedad era capaz de fijar comisiones máximas por logística
era justamente porque el reparto de la mercadería estaba a su cargo.
14
trabajadores involucrados en este tipo de trabajos posee niveles elevados de
dependencia.” (Madariaga, J., Buenadicha, C., Molina, E. y Ernst, C., op. cit., pág. 145).
SUBORDINACIÓN JURÍDICA
3. Si quedaste dentro del rango de la zona que quieres, lo mejor será que
revises diariamente las zonas que tienes abiertas en la app.
B. La acumulación de puntos
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(…) ¿Y si no me alcanzan los puntos?
No te preocupes, tenemos zonas libres de puntos, esto quiere decir que son
zonas que permanecen abiertas para ti sin importar los puntos que tengas”.
Por si fuera poco, también Rappi creó la autoaceptación, una modalidad que
elegida por el repartidor implica que este no debe aceptar los pedidos sino que le son
automáticamente asignados sin conocer antes el cliente, el destino ni el valor del viaje.
Desde ya que, para fomentar su uso, Rappi prioriza a los repartidores que utilizan dicha
modalidad por sobre aquellos que no. Así lo explica Rappi: “La autoaceptación llegó
para favorecer con pedidos, propinas y más ganancias a los mejores Rappitenderos,
así que ya sabes; es hora de autoaceptar pedidos y ser uno de los mejores. Ganas
hasta un 50% más cuando autoaceptas. Tu ganancia por hora aumenta desde el
primer día que autoaceptas. Recibes más propinas en tus pedidos. Los pedidos que
recibes por tener activa la autoaceptación son los mejores. Tienes la posibilidad de
acceder a la racha. Si mantienes tus valoraciones altas y autoaceptas 10 pedidos
seguidos, accederás a la racha, es decir, serás superpriorizado. Tus valoraciones
mejoran más rápido. Mantener la autoaceptación encendida permite que tu tasa de
aceptación se mantenga arriba, ¡eso es! Puedes hacer más pedidos por hora. La
autoaceptación te ayuda a recibir más pedidos cada hora. Y tú lo sabes; más pedidos
significan más ganancias” (punto a.xxviii.) del Apartado V. ).
Para mayor claridad, Rappi ha publicado un video (punto a.xxix.) del Apartado
V. ) donde explica cómo funciona la autoaceptación y particularmente la “racha”, es
decir, cuando un repartidor cumple con determinada cantidad de pedidos en forma
seguida sin parar. Nuevamente, nada más lejano a un prestador independiente la
situación de un repartidor que gana más si reparte sin parar una cantidad de pedidos
que no elige, a un destino que tampoco elige por un precio que no establece para ser
18
entregados a personas que no conoce previamente. Esta situación es más sencillamente
explicada como un bono por productividad que recibe un trabajador en relación de
dependencia.
Sobre la disponibilidad que debió el actor mantener a favor de Rappi, son claras
las siguientes reflexiones de la doctrina: “(…) A la utilización de dispositivos de alta
tecnología, como son los teléfonos portátiles inteligentes (smartphones) y las
aplicaciones que se descargan en ellos, se suma el hecho de que el servicio se
desagrega en microtareas, es decir, prestaciones individuales de corta duración y que
requieren escasa calificación (a lo sumo, licencia para conducir automóviles o
motocicletas). Tal grado de fragmentación del trabajo, si bien reduce el tiempo de
prestación efectiva (trabajo en sentido activo), al mismo tiempo, la ocupación
discontinua a intervalos irregulares impide liberar tiempo útil al prestador-
trabajador, que se encuentra obligado a permanecer a disposición de la plataforma —
esto es, "activo" o conectado a la aplicación en espera de recibir nuevos encargos—
por un tiempo en principio indeterminado. Esta obligación tiene, a su vez, una doble
causa: por un lado, económica, de generación de ingresos para la subsistencia del
trabajador, y por otro, contractual, cuyo cumplimiento con determinada regularidad
es condición para que la plataforma no bloquee al trabajador el acceso a la
aplicación, es decir, que lo mantenga en su red de prestadores. El tiempo mínimo en
que éste debe permanecer a disposición será el que determine la plataforma en la
medida en que le resulte aprovechable para su proyecto de negocio de acuerdo con la
oferta y la demanda de servicios que tengan lugar en una determinada plaza,
territorio o mercado. Este tiempo de puesta a disposición no es remunerado, dejando
a salvo excepciones como la que representa la reciente regulación dictada en Italia, en
cuanto establece una retribución horaria mínima, condicionada a la aceptación de al
menos una demanda de servicio en ese lapso. (…) El trabajador no se conecta y
desconecta de la plataforma según su albedrío, sino impulsado por una necesidad
alimentaria (…)” (García, Héctor O., op. cit.).
19
trabajo decente en el mundo digital”, Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra: OIT,
2019 - https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/---
publ/documents/publication/wcms_684183.pdf).
En el informe se “(…) llama la atención sobre los muchos retos que enfrentan
los que trabajan en plataformas de microtareas. A pesar de realizar un trabajo
valioso para muchas empresas altamente exitosas, su remuneración es a menudo
inferior al salario mínimo, tienen que gestionar flujos de ingresos impredecibles y
trabajan sin las protecciones convencionales de una relación laboral. Ninguno de
estos resultados negativos para los trabajadores es inherente al concepto del trabajo
en plataformas digitales o al microtrabajo en particular. Por el contrario, es posible
reconfigurar los términos del microtrabajo con el objeto de disponer mejores
condiciones laborales para los trabajadores. Esta sección indica 18 criterios para
alcanzar plataformas de microtrabajo más justas.13: Empleo: los trabajadores no
deberían clasificarse equivocadamente como independientes si en la práctica son
empleados. La mayoría de los trabajadores de plataformas están obligados a
“aceptar” que son trabajadores independientes o “contratistas independientes” y no
empleados. Pero algunas plataformas controlan cuándo y dónde trabajan, los
castigan cuando rechazan trabajos, y fijan precios y normas de calidad no
negociables. Los trabajadores de estas plataformas, en la práctica, pueden ser
empleados de ellas. Sin embargo, los tribunales han considerado hasta el momento
pocos casos de esta índole, y en la mayoría se ha llegado a un acuerdo extrajudicial.14
Es necesario crear un sistema más proactivo y robusto para auditar las prácticas
laborales y hacer cumplir las leyes de clasificación del empleo. Este primer criterio
puede, en muchos aspectos, ser el más importante y urgente. El reconocimiento de su
estatus de empleados otorgaría inmediata y automáticamente a los trabajadores una
cantidad de beneficios y derechos descriptos en los siguientes criterios” (el subrayado
me pertenece).
20
En su defensa Rappi argumentará que yo celebraba contratos de mandato, lo
cual resulta curioso desde que nunca conocí a los consumidores que, usando los
servicios de Rappi, recibían productos. Claro está que tampoco tales consumidores me
conocían. Es más, el único momento en que ambos nos encontraban era en el instante
de la entrega de los productos.
ANTECEDENTES JURISPRUDENCIALES
Pero no hace falta recurrir a terceros países puesto que la cuestión de Rappi ya
ha sido tratada en fueros locales. En los autos “Ministerio de Trabajo c. Rappi Arg.
S.A.S. s/ apelación de resolución administrativa”, el Tribunal del Trabajo nº 2 de La
21
Plata ha establecido “se ha comprobado en el caso la existencia de todas las notas que
tipifican el contrato de trabajo de acuerdo a la legislación laboral vigente”.
23
proveído elementos de protección personal para protegerlos del contagio de COVID-
19. Más allá de que, en rigor, al existir relación laboral entre las partes, debió asumir
el deber de seguridad (art. 75, LCT), y asegurarles la cobertura de los riesgos del
trabajo ante una A.R.T. (arts. 4, 26 y cc. L.R.T.). el hecho de que la empresa se haga
cargo (aunque no de la forma jurídicamente correcta) de cubrir los riesgos de
accidentes a los que se encuentran sometidos los repartidores, también constituye un
indicio que evidencia la ajenidad como nota tipificante del vínculo pues, si se tratase
de verdaderos vínculos autónomos, no habría razón para justificar que sea la
empresa quien asuma los costos de esa cobertura. (c) También ha quedado
demostrada la nota de la dependencia exigida por el art. 21 de la ley laboral, pues los
repartidores prestan servicios bajo dependencia de otro. (…) Y esa relación de
subordinación surge nítida en la especie, pues resulta evidente a todas luces que
“Rappi” tiene el poder de reemplazar la voluntad de los trabajadores por la de la
empresa: es ésta la que, en el momento inicial de la contratación, fija unilateralmente
las condiciones en las que deben prestarse los servicios, la que provee la herramienta
principal de trabajo (la aplicación) y determina cómo debe ser utilizada, la que
asigna los clientes a los que deben trasladar los productos a repartir y, en definitiva,
quien tiene un poder de dominio sobre los operarios a partir del control absoluto de la
plataforma, al punto que no solo (como lo tuvo por demostrado el Ministerio de
Trabajo, en conclusión que no pudo ser rebatida) imparte órdenes e instrucciones a
los “riders” y realiza un control unilateral de su trabajo, pudiendo aplicar sanciones
indirectas en caso de que los repartidores se nieguen a tomar un viaje, sino que hasta
puede despedirlos por conducto de darlos de baja del sistema informático. En la
medida en que los trabajadores están permanentemente geolocalizados satelitalmente
mediante GPS, lo que permite, en este gran panóptico virtual en el que se ha
convertido el mundo actual, controlar en tiempo real sus movimientos, pudiendo
eventualmente darles indicaciones y/o sancionarlos en caso de que no se adecuen a
los requerimientos de la empresa, no puede ponerse seriamente en discusión la
existencia de un poder de dirección y control de la empresa de plataforma de repartos
sobre los repartidores (independientemente de que esos poderes hayan sido utilizados
o no en el caso, lo que lo altera en lo más mínimo la existencia de la relación de
dependencia como nota tipificante del contrato de trabajo). (…) En adición, el
argumento defensivo basado en que no existe poder de dirección ni disciplinario en
cabeza de “Rappi” porque la organización del proceso de asignación de viajes está
24
definida “por un algoritmo matemático” es falsa y debe ser descartada, ya que la
empresa mantiene las potestades de dirigir y controlar el proceso productivo,
aplicando, cuando considera que un repartidor se desvió de la conducta pretendida
por ella (v.g., rechazando un viaje asignado) sanciones o represalias al trabajador
(incluso, despidiendo en forma virtual al repartidor por conducto de desconectarlo del
acceso a la aplicación). (…) siendo que, en tanto propietaria y controlante de la
aplicación, la empresa tiene sin dudas la potestad de reemplazar la voluntad de los
repartidores por la suya propia, no caben dudas de que se verifican en el caso la
dependencia como nota tipificante del contrato de trabajo (art. 21, LCT). Desde luego,
aunque (a diferencia de la dependencia jurídica, que es la que exige el art. 21 de la
LCT para configurar el contrato de trabajo) la llamada “dependencia económica” no
es (aunque casi siempre esté presente) indispensable para la configuración del
negocio jurídico laboral, también se ha probado en el caso que los repartidores
dependen económicamente de la empresa, al punto que, según la información que
recabaron los inspectores, muchos de ellos se ven obligados a trabajar más de 8 horas
diarias y 48 horas semanales para conformar un ingreso mínimo para atender sus
necesidades materiales de existencia, lo que demuestra que dependen de esa
retribución para vivir. (d) Por último, también se probó que esa prestación de
servicios en un marco de ajenidad y dependencia, es realizada por los repartidores a
cambio de una remuneración, con lo que queda verificada la restante nota exigida por
el art. 21 de la LCT para tipificar al contrato de trabajo. En efecto, más allá de la
modalidad de pago y de la denominación que la empresa decidió establecer
(irrelevantes tanto por imperio del principio de primacía de la realidad que impera en
la materia, cuanto en virtud de lo que prescribe el art. 1 del Convenio 95 de la OIT), es
inocultable que las sumas de dinero que la empresa “Rappi” les transfiere a los
“riders” en contraprestación por los viajes realizados constituyen (“sea cual fuere su
denominación o método de cálculo”) una ventaja patrimonial debida por un
empleador a un trabajador, por el trabajo que este último ha efectuado (art. 1,
Convenio 95, OIT), así como una “contraprestación que debe percibir el trabajador
como consecuencia del contrato de trabajo” (art. 103, LCT). (…) el hecho de que los
importes que “Rappi” paga a los repartidores varíe, entre otros factores secundarios,
de acuerdo a la cantidad de viajes de reparto realizados (lo que importa una suerte de
salario a destajo por unidad de obra), o incluso aumente a partir de propinas que
puedan abonar los clientes que formulan el encargo en la aplicación (lo que constituye
25
una oportunidad de obtener beneficios o ganancias), en modo alguno les quita el
carácter jurídico de remuneraciones (arts. 103, 104 y 105, LCT, art. 1, Convenio 95 de
la OIT)”.
Por otro lado, respecto de los argumentos esgrimidos por Rappi, el Tribunal
expuso que “(…) es por completo irrelevante que los repartidores no tengan días y
horarios fijos de labor. La existencia de un horario predeterminado de trabajo en
modo alguno constituye una nota tipificante del contrato de trabajo (lo que explica,
como es del todo evidente, que ese recaudo no haya sido incluido en la definición del
art. 21 de la LCT). (…) tampoco excluye el carácter laboral de la vinculación la
ausencia de exclusividad (es decir, la posibilidad de que el trabajador pueda
desempeñarse bajo dependencia de varios empleadores al mismo tiempo), habida
cuenta que ese requisito tampoco ha sido incluido entre las notas tipificantes del
contrato de trabajo por nuestra legislación laboral (art. 21, LCT) (…) Finalmente, en
la medida en que se configuren los recaudos previstos en el art. 21 de la LCT, el hecho
de que el trabajador aporte bienes de su propiedad para ejecutar la labor que le fue
asignada tampoco enerva el linaje laboral del vínculo, no solo porque nada dice al
respecto dicho precepto legal, sino porque, incluso, esa posibilidad se encuentra
expresamente prevista en la legislación laboral (art. 76, LCT)”.
REGULACIÓN APLICABLE
De la documentación citada en los puntos a.i.) y a.ii.) del Apartado V. surge con
claridad que, durante la vigencia de la relación laboral del actor, Casoy y Barbosa
revistieron la calidad de administrador titular. En consecuencia, su responsabilidad
como autoridad tiene fundamento en el art. 59 de la Ley 19.550, el que expresa “los
administradores y los representantes de la sociedad deben obrar con lealtad y con la
diligencia de un buen hombre de negocios. Los que faltaren a sus obligaciones son
responsables, ilimitada y solidariamente, por los daños y perjuicios que resultaren de
su acción u omisión”. Luego, el art. 157 refleja la misma responsabilidad para el caso
específico de las sociedades de responsabilidad limitada (aplicable a las sociedades por
acciones simplificadas en virtud del art. 52 de la ley 27.349).
27
Con las citas jurisprudenciales que a continuación se describen, quedará claro
que la falta de registración de una relación laboral y la falta de pago de
indemnizaciones, adicionales convencionales y aumentos acordados por el sindicato
configuran medios, además de fraudes laborales (como se referenció ut supra), resultan
ser actos incompatibles con el deber de lealtad y la diligencia de un buen hombre de
negocios.
Por otro lado, “(…) es claro que tanto la falta de registro o el registro irregular
de la relación, constituyen conductas prohibidas que contravienen claras normas
tanto de la Ley de Contrato de Trabajo cuanto de la ley 24.013, configurándose
además, de esta manera, fraude en los términos del art. 14 del plexo legal citado en
primer lugar. Estimo que de todo ello, resulta evidente que se trata de conductas
tendientes a frustrar derechos de terceros porque, tal como lo ha sostenido la
jurisprudencia -en una caracterización que comparto- las mismas constituyen un
fraude laboral y provisional ya que tienen por objeto y efecto disminuir en forma
ilegítima la incidencia del salario normal en las prestaciones complementarias o
indemnizatorias y en los aportes al sistema de seguridad social y perjudican al
trabajador que se ve privado de dicha incidencia, al sector pasivo, que es víctima de la
evasión y a la comunidad comercial al colocar al autor de la maniobra en mejores
condiciones para competir (Conf. Sala III "Luzardo Natalia c/ Instituto Oftalmológico
S.R.L. y otro s/ despido", 17/12/98).-” (“Dilonardo Héctor Daniel c. Testino SA y otro s.
despido”, op. cit.).
28
sociedad de responsabilidad limitada empleadora desde el estándar valorativo del
"buen hombre de negocios", que fija el Art. 59 de la Ley de Sociedades Comerciales
19.550, texto según la Ley 22.903, para apreciar la conducta de los órganos de
administración de esa especie de personas jurídicas y las pautas del Art.157 del mismo
cuerpo legal, específica para las sociedades de responsabilidad limitada. La
responsabilidad que se atribuye a la apelante tiene suficiente explicación en el
supuesto particular de esta causa, porque fue partícipe personal de la organización y
dirección empresarial o, en su caso, no debía ignorar, como buena mujer de negocios
y desde una noción de buena fe activa y no meramente pasiva que impera en el
derecho patrimonial argentino, las irregularidades que caracterizaron al vínculo
laboral del demandante.” (Del voto en mayoría de la Dra. Vázquez, “Quiruelas, Manuel
c/ Expreso Diagonal SRL y Otros s/ Despido”, C.N.A.T., sala VIII, 28/09/07,
elDial.com - AA4265).
Por otro lado, es importante destacar que bajo este fundamento el precedente
“Palomeque” no es de aplicación, pues la misma Suprema Corte ha establecido que el
mismo no procede cuando se extiende la responsabilidad en base al art. 274 (“Funes,
Alejandra Patricia c. Clínica Modelo Los Cedros S.A. y otro” (F. 528. XLII), CSJN,
28/05/08, elDial.com - AA48E4).
29
En cuanto a la extensión de la responsabilidad, la misma cabe por la totalidad de
los rubros reclamados. Tal como se ha dejado asentado en precedentes del fuero, “en
caso de falta de registro del trabajador corresponde extender la condena solidaria al
socio gerente de la firma, pues como autoridad de la sociedad tenía conocimiento de
ello. Dicha condena no debe limitarse, como pretende el demandado, al pago de la
multa del art. 1 de la ley 25.323, sino que debe extenderse sobre todas las obligaciones
laborales y previsionales inherentes al contrato de trabajo, porque los arts. 59 y 157
de la ley de Sociedades Comerciales lo involucran plenamente como responsable a
título personal ante el referido incumplimiento. Es justo que la condena se haga
extensiva al socio gerente, pues aún cuando la falta de registro adecuado de un
trabajador no signifique, lisa y llanamente la consecución de fines extra-societarios,
de todas formas, constituye un medio o recurso para violar la ley (art. 8 y 10 de la ley
24.013), el orden público laboral (art. 7, 12, 13 y 14 L.C.T.), la buena fe ( que obliga al
empresario a ajustar su conducta a lo que es propio de un buen empleador, art. 63
L.C.T.), y para frustrar derechos de terceros -el propio trabajador, el sistema
previsional, los integrantes del sector pasivo y la comunidad empresarial” ("Gómez,
Horacio Enrique c/Materolo S.R.L. y otros s/despido", C.N.A.T., sala VII, 27/06/07,
elDial.com - AL3496).
V. PRUEBA
a) DOCUMENTAL:
a.xxxi.) RESO-2021-1858-GDEBA-SSTAYLMTGP de la
Subsecretaría Técnica, Administrativa y Legal del Ministerio de Trabajo de la
Provincia de Buenos Aires;
b) INFORMATIVA:
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b.ii.) Para el hipotético caso en que se desconozca la
documentación individualizada en los puntos a.i.) y a.ii.) del presente apartado, se
recuerda que la información del sitio web www.boletinoficial.gob.ar reviste carácter
de oficial y auténtica y produce idénticos efectos jurídicos a los de su edición
impresa (Decreto 207/16). Sin perjuicio de ello, a todo evento se ofrece se libre
oficio, con copia de la documental desconocida, al Boletín Oficial de la República
Argentina a fin de que informe si la documentación acompañada es fiel a la obrante
en sus archivos;
c) PERICIAL:
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(ii) informe las medidas de seguridad y resguardo de información que mantiene la
aplicación administrada por Rappi y sus bases de datos, dictaminando en forma
fundada si sus registros pueden ser modificados con posterioridad a su primer
ingreso o, caso contrario, si son inalterables;
d) TESTIMONIAL:
VI. LIQUIDACIÓN
a) DATOS UTILIZADOS:
Rubros Monto
Salario básico $ 170.000,00
Sumas remunerativas $ 74.117,00
34
Sumas no remunerativas $ 53.167,11
Horas extras 50% $ 35.773,57
Horas extras 100% $ 127.194,92
Adicional por asistencia perfecta $ 17.000,00
Ad. por amortización por bienes de uso $ 27.160,00
Adicional por comida $ 72.800,00
Adicional por cumplimiento $ 7.000,00
Adicional por antigüedad $ 3.400,00
35
Periodo Devengado Abonado Diferencia
dic-23 $ 74.117,00 $ 0,00 $ 74.117,00
Total $ 74.117,00
Las sumas adeudadas surgen del monto devengado en concepto de
importes remunerativos correspondientes al CCT 722/15, según los respectivos
acuerdos convencionales.
38
dic-23 $ 7.000,00 $ 0,00 $ 7.000,00
ene-24 $ 8.988,00 $ 0,00 $ 8.988,00
Total $ 65.536,00
De acuerdo al pto. II.n del convenio paritario de fecha 24/05/16
celebrado en el marco del CCT 722/15, el trabajador percibirá un adicional por
cumplimiento ante la inexistencia de llegadas tarde y faltas.
Dado que el actor prestaba tareas todos los días, 8 horas por día en
horarios rotativos, registraba un total de 56 horas semanales, excediendo la jornada
ordinaria de 45 horas semanales. Como consecuencia, el actor realizó 8 horas extras
por cada semana laborada. Las horas extras deben ser remuneradas al 100% atento a
que se prestaron los días domingo y los sábados después de las 13 horas.
Año Devengado
1er. sem. 2022 $ 55.798,20
2do. sem. 2022 $ 93.175,36
1er. sem. 2023 $ 81.259,00
2do. sem. 2023 $ 293.806,30
1er. sem. 2024 $ 13.318,48
Total $ 537.357,33
Año Devengado
2022 $ 104.356,40
41
2023 $ 329.063,05
2024 $ 6.870,00
Total $ 440.289,46
42
Se han calculado 3 mes de antigüedad ya que el tiempo de prestación
de servicios ha sido de 2 años y 11 meses.
43
preaviso omitido y la indemnización por antigüedad, dada la negativa a cumplir con sus
obligaciones y al verse obligada el actor a recurrir a la justicia para satisfacer su
pretensión, procede el incremento dispuesto sobre dichos rubros por el art. 2 de la ley
25.323.
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El citado art. 99 inc. 3 de la Constitución Nacional establece que el Poder
Ejecutivo Nacional solamente podrá emitir disposiciones de carácter legislativo
“…cuando circunstancias excepcionales hicieran imposibles seguir los trámites
ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes...”.
Sobre este aspecto vale recordar que la propia Corte Suprema de Justicia de la
Nación, en autos “Verocchi Enzo c/Estado Nacional” (sentencia del 19 de agosto de
1999), sostuvo que: “para que el Presidente de la Nación pueda ejercer legítimamente
las excepcionales facultades legislativas que, en principio, le son ajenas, es necesaria
la concurrencia de algunas de estas dos circunstancias: 1) Que sea imposible dictar
una ley mediante el trámite ordinario previsto por la Constitución, vale decir que las
Cámaras del congreso no puedan reunirse por circunstancias de fuerza mayor que lo
impidan, como ocurriría en el caso de acciones bélica o desastres naturales que
impidan su reunión o el traslado de los legisladores a la Capital Federal o 2) Que la
situación que requiere solución legislativa sea de una urgencia tal que deba ser
solucionada inmediatamente, en un plazo incompatible con el que demanda el trámite
normal de las leyes…”.
Las pretensiones se fundan en el CCT 722/15, en los arts. 14, 23, 30, 64, 65, 80,
112, 232, 233 y 245 de la ley 20.744, art. 2 de la ley 25.323, art. 8 y 15 de la ley 24.013.
X. SECLO
XI. COMPETENCIA
XIII. AUTORIZACIÓN
XIV. HONORARIOS
XV. PETITORIO