L Viejo y El Río

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EL PESCADOR – PANSEGÜITA BOLÍVAR

El corregimiento de Pansegüita está ubicado en el municipio de Magangué,


Bolívar en la margen oriental del Complejo cenagoso de su mismo nombre, en
un área ambientalmente estratégica debido a que en este punto confluyen el río
Magdalena, el caño de Pansegüita, La Caimanera y el río San Jorge que recoge
las aguas del río Mojana; son varias desembocaduras en forma de delta de un
entramado hídrico que conecta los departamentos de Sucre, Córdoba y Bolívar.
Panseguita, encanto de gente, esquina olvidada de Colombia, donde mirar el río Magdalena
es tranquilidad y belleza.

El viejo y el río.

Santana Flórez es un viejo que desde hace cincuenta años todas las madrugadas sale a contemplar
el río. En la población donde vive, la mayoría de los hombres entrado el crepúsculo se marcha a
pescar para alimentar el cuerpo. Santana lo hace al amanecer para alimentar el espíritu. Con un
siglo a sus espaldas, un harem de tres esposas, 18 hijos a bordo y 84 nietos, este prolífico patricio
no puede dejar de hacer este ritual todas las madrugadas porque según él, el rio se ha convertido
en parte de su vida. Una de esas tibias madrugadas permanecía en el muelle escrutando el
horizonte oscuro que se abría ante sus ojos azules y cansados que se quedaron petrificados en las
largas noches de vigilia de pescador.

Con la emoción de un niño que acaba de hacer un descubrimiento levanta el dedo índice y susurra:
“va a llover”; a los pocos minutos las primeras gotas de lluvia tamborilearon sobre los oxidados
techos de zinc del caserío, se había cumplido el oráculo del viejo.

En el último invierno, como el flautista de Hamelin lo seguía una procesión de hombres silenciosos
cumpliendo sus instrucciones al pie de la letra defendiendo el último bastión de muralla para que
el río no los tomara por asalto y los inundara. Ese día parecía más delgado y alto desde cuando
emergió como un fantasma por una de las calles polvorientas de los despreciados municipios por
el gobierno nacional, en la región del Sur de Bolívar, llevaba un par de peces colgados en las
manos, seguido de un gato que le maullaba; con caminar erguido, largos brazos, doblaron la
esquina, hombre y animal se internaron en una casa pigmentada de un azul intenso donde lo
esperaba una mecedora de mimbre. Ahí permanece el viejo Santana sus días viendo pasar la vida
por la ventana. Al lado de esa ventana en madera carcomida por la polilla y que es un mirador
hacia una calle desierta, cuelga una fotografía con un paisaje suizo de vaquitas nórdicas y nieves
perpetuas, reproducción preferida por las clases menos favorecidas. Un abandonado muñeco de
felpa cercado por flores artificiales adorna la mesa de centro. La puerta trasera permanece
abierta, deja ver un hilo de ropa de color parecida a la carpa de un circo donde una joven mujer
encorvada sobre una batea culmina su labor diaria, la mujer se seca las manos blancas y arrugadas
por el frio del agua parecida a un batracio, da un rodeo, canturrea “maldita primavera” y exhausta
se tumba sobre una vieja poltrona. Ojea con avidez una revista de catálogo pasada de moda.
Santana la mira con desinterés seguramente porque esa escena se ha repetido cientos de veces.
Un abejorro entra como kamikaze y roza con las viejas y aderezadas aspas del ventilador de techo
que a esa ahora despide un aire gaseoso, hirviente; el inmolado insecto sale disparado y cae a los
pies de una corpulenta y silenciosa mujer de cejas depiladas con rigurosidad, legendaria guerrera
de fallidas dietas y mil batallas contra el colesterol. La mujer desestima la presencia del sacrificado
insecto y rodea como fiera enjaulada la hornilla que humea perpetuamente un cobertizo de zinc.
Con algo parecido a un pulido trozo de madera revuelve una olla humeante, el vapor le hace
entornar un ojo. Se retira del humo y le hace una pregunta anodina a la joven que aún sigue
mirando la revista, esta sin mirar le responde, bosteza, mira fijamente a través de la ventana
apolillada y estirándose sobre la poltrona arroja la revista que cae sobre la mesa de centro, al lado
del muñeco de felpa quien tiene el aspecto de un expósito.

La mujer sigue repitiendo como letanía el coro de maldita primavera. Santana la escucha con
desgano, seguramente porque esa maldita melodía la ha escuchado un millón de veces. Su
atención se centra en el gato que lo seguía desde el puerto y sonríe mirando a un cachorro que lo
mantiene a raya. El sol cae como plomo haciendo crepitar las viejas láminas de latón.

− ¿Que vas a comer viejo? - Le pregunta la mujer- destapando una olla humeante.

− ¿Que hay? interroga el viejo sin mirarla. Su lánguida mirada se pierde detrás del resignado felino
que se pierde al final dela calle abandonada bajo la canícula de la tarde. – El cachorro luego de
acosar y ahuyentar al felino se arquea y juega entre las piernas del viejo esperando la recompensa,
que serán varias cabezas de pescado que se ahúman debajo del cobertizo.

−Pescado- remata la mujer con los brazos en jarra y en tono resignado; lo escruta con curiosidad
de arriba a abajo con sus enormes ojos color café como si hubiese escuchado esa palabra por
primera vez en cincuenta años.

− ¡Bueno si eso es lo que he comido toda mi vida! ¡- Sirve pescado. Sentenció Santana. La joven se
levanta de donde está, y en silencio cruza la puerta trasera y comienza a voltear y a oler la ropa
que horas antes había extendido arduamente.

Caída la tarde, Santana se sienta a mirar nostálgicamente hacia el rio, rememora aquel barco
majestuoso; el David Arango, lleno de orquestas y papayeras que emulando al titanic se decía que
ni Dios podía hundirlo. El David Arango en aquella época transportaba en su cubierta al más rancio
y alto abolengo de la sociedad Barranquillera que sin ningún pudor y consideración disfrutaban
ruidosas parrandas. Santana salía al puerto cada ocho días a contemplar en la lejanía las fiestas en
el David Arango, en su mente ya urdía un plan para conquistar a su primera esposa. Un día
cualquiera miró hacia todos lados para cerciorarse de que nadie lo escuchase y con extrema
dulzura como si el barco fuese suyo le hizo la siguiente confesión a su prometida: “Si te vas
conmigo amor, te prometo que viajaremos en un barco de esos”.

Ella se ruborizó ante semejante oferta y ver en cubierta a un grupo de mujeres pavonearse con
hermosos y ligeros vestidos al lado de solícitos dandis.

La luna como un plato relucía sobre los techos de zinc del caserío, la vieja cerca confeccionada en
alambre de púas y trozos de madera era testigo de las miradas furtivas entre los dos enamorados,
esa valla impenetrable había separado a las dos familias. Con la mano apoyada en una pequeña
valija se acercó lentamente como en un sueño, sorteando la cerca de alambres observó que la
luna no sería su cómplice, seguía alumbrando; esta vez no sintió el desaliento en las rodillas cada
vez que lo veía cerca. Se hizo un ligero santiamén, apresuró los pasos y conteniendo el aliento
comenzó a correr en la soledad de la noche, interrumpida por el taconeo de sus zapatos y los
ladridos de un perro en la lejanía.

Al otro lado Santana la esperaba paralizado, con el aliento contenido, la respiración agitada, la vio
venir hacia él bajo la luz amarillenta de la luna para precipitarse en sus brazos, con la ilusión de
que en los próximos días abordarían el David Arango. Con el oído pegado a la pared, Santana
escuchaba el tropel de los pasos de un regimiento de hombres que lo buscaban para vengar la
honra mancillada de la joven, ya era tarde. El matrimonio se había consumado en la casa de una
matrona alcahueta.

Días después Santana Flórez escuchaba atónito y estupefacto por radio sutatenza que el David
Arango se había incendiado en el puerto de Magangué, no podía creerlo, no lo hundió el agua
como al Titanic, pero si una descuidada empleada que dejó una plancha caliente sobre una
sabana, la cual provocó un voraz incendio que lo consumió lentamente y con ello los sueños de la
niña Ceci y el joven Santana. “Eso fue hace mucho tiempo” - se incorpora el viejo de su mecedora
y mira por el ventanal apolillado, afuera la tarde va cayendo de forma inexorable; como en una
nebulosa aparecen en su memoria el nombre de barcos que antaño surcaban el río grande de la
Magdalena: Guadalupe, Monserrate….

“El río se ha sedimentado porque las ruedas hidráulicas que impulsaban los barcos ya no
remueven las aguas” - una avezada teoría del viejo santana-. “el rio grande de la Magdalena se
está secando, el rio se está muriendo y los barcos no volverán”. Remata el abuelo mientras sale al
muelle todas las madrugadas con la ilusión de ver aparecer el fantasma del David Arango en medio
de la bruma como el capitán Jack Sparrow a su barco preferido, el “perla negra”. Ahora solo ve
avanzar rio arriba enormes planchones acorazados parecidos a unos portaaviones, pertenecientes
a una multinacional suiza de transporte fluvial.

¿A cuál de las tres quiso más? -Le interrumpe la mujer con el plato humeante en la mano llena de
pescados, carcomida por la curiosidad- como queriendo escuchar esa respuesta hace 37 años –
hace una pausa, coloca el plato en la mesa, le baja volumen a la telenovela de turno- Santana
queda pensativo, sus ojos brillan, entrecruza las manos como un niño al que le acaban de pillar
una travesura, e invitando los recuerdos a su memoria de viejo vagabundo, rebuscó la frase
apropiada y soltó la carcajada: a todas.

EL PESCADOR – PANSEGÜITA BOLÍVAR


El corregimiento de Pansegüita está ubicado en el municipio de Magangué,
Bolívar en la margen oriental del Complejo cenagoso de su mismo nombre, en
un área ambientalmente estratégica debido a que en este punto confluyen el río
Magdalena, el caño de Pansegüita, La Caimanera y el río San Jorge que recoge
las aguas del río Mojana; son varias desembocaduras en forma de delta de un
entramado hídrico que conecta los departamentos de Sucre, Córdoba y Bolívar.
Panseguita, encanto de gente, esquina olvidada de Colombia, donde mirar el río Magdalena
es tranquilidad y belleza. Sus habitantes la definen como poblado de pescadores, su economía
se sustenta principalmente en la pesca artesanal. No obstante, existen otras prácticas económicas
dentro del poblado, por ejemplo, la ganadería, la agricultura a pequeña escala en fincas y
pequeñas parcelas, las ventas ambulantes y el comercio marcado por el servicio de pequeñas
tiendas que surten de alimentos las casas del poblado. La pesca es uno de los pilares
fundamentales de su vida cultural: Los pescadores artesanales al desarrollar su actividad, no
reproducen solamente una forma de trabajo, sino también una forma de vida: modos de ver, de
pensar y de hacer (…)

La pesca artesanal en su dimensión de actividad laboral no exige estudios previos para su


realización, esta implica la captura de peces en ríos, caños y ciénagas, con equipo de pesca
artesanal (trasmallo, atarraya, anzuelos, arpones, etc.) construido manualmente por personas
interesadas en la pesca, personas a las que se le ha enseñado esta práctica por tradición familiar o
personas desempleadas que acuden a la pesca artesanal ya que no exige materiales muy
elaborados para su puesta en práctica.

El 6 de diciembre de2022, El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural declaró patrimonio cultural


inmaterial la práctica de pesca artesanal en el río Magdalena, por medio de la aprobación de la
solicitud correspondiente al conocimiento y técnicas de pesca artesanal. La Pesca artesanal del río
Magdalena fue declarada como patrimonio cultural inmaterial donde se señala que es un hecho
que la pesca artesanal tenga esta titulación de patrimonio “Reconocer la importancia de la pesca
artesanal en el río Magdalena, significa reconocer a sus portadores y portadoras como parte de un
grupo social particular, que comparten su historia con el agua, la pesca y el ecosistema. Es un
reconocimiento no solo de la diversidad cultural y biológica, sino también de los saberes y prácticas
ancestrales que han hecho parte de la construcción de la memoria colectiva anfibia” (El
espectador, 2022).

Las investigaciones que giran en torno a la pesca artesanal no solo brinda un reconocimiento a la
práctica como constructora de identidad cultural, sino también, a la importancia de los recursos
naturales o medioambientales que aportan los elementos primordiales para la ejecución de esta
actividad, que a su vez proporciona una economía y alimentación a la población pesquera y a
otras.

La pesca artesanal se entendió como un conjunto de relaciones materiales y no materiales. Los


materiales son el conjunto de elementos que conforman la cultura material de los pescadores y la
no material son los conocimientos y saberes que esta posee en base a la práctica de la pesca
artesanal, es por esto que la pesca no debe ser vista únicamente como una actividad económica.
“La pesca artesanal. Entendiendo esta actividad económica productiva como una cultura, pues los
pescadores artesanales al desarrollar su actividad, no reproducen solamente una forma de
trabajo, sino también una forma de vida: modos de ver, de pensar y de hacer” (Velasco, 2016, p.
18).

La interacción de los pescadores con los ríos y ciénagas ha generado creencias, mitos e imaginarios
que a su vez constituyen las prácticas y los ayudan a comprender la vida, la interacción social, la
vida de sus familiares y la configuración de su mundo. Las prácticas se convierten en generadoras
de vida, riquezas e interacciones socioculturales y medioambientales. En tercer lugar, es
importante considerar que, pese a esa fuerza de la historia y la tradición en la práctica social, los
sujetos particulares matizamos los acuerdos sociales con nuestras propias significaciones sobre el
mundo, el ser humano, la vida y la muerte.

En el corregimiento de Pansegüita la práctica de la pesca artesanal ha sido un factor clave en la


producción económica para muchos de sus pobladores. Estos aprovechan los recursos del
territorio municipal, para satisfacer sus necesidades a través de la venta y captura de peces.
Además, es un punto estratégico para la compra y venta de productos pesqueros con los
corregimientos aledaños.

El arraigo a la pesca artesanal en el poblado ha sido relacionado con la falta de oportunidades de


empleo, la violencia, la tradición familiar y la edad, estos factores juegan un papel importante en
la práctica de la pesca sin embargo no es una explicación suficiente para entender por qué los
pescadores siguen pescando de manera artesanal. Los pobladores encuentran en ella una
posibilidad de obtener ingresos económicos para el sustento de su familia y hacen inversiones
económicas en la compra del entable (a cultura material usada por los pescadores, entre los que
se encuentran los anzuelos, la canoa, el trasmallo, la atarraya, el chinchorro, arpones y canalete.
Estos son necesarios para la puesta en práctica de la pesca artesanal) o en los materiales para la
fabricación de estos equipos que son necesarios para realizar una buena pesca, y también
encuentran identificaciones que motivan la socialización y reproducción cultural de sus familias y
grupo. La pesca artesanal ha sido tradición y ha estado metida en la cultura de los pobladores del
Bajo Cauca. A pesar de su importancia cultural, económica y social, esta actividad en los últimos
años ha venido decayendo por efectos de la contaminación con mercurio de ciénagas y ríos,
productos de la explotación minera.

En Pansegüita se evidencia un arraigo al ser pescador artesanal como parte de una identidad
cultural, que muestra facetas colectivas de la experiencia de los pescadores en relación estrecha
con el agua de los afluentes en el territorio.

Santana Flórez es un viejo que desde hace cincuenta años todas las madrugadas sale a contemplar
el río. En la población donde vive, la mayoría de los hombres entrado el crepúsculo se marcha a
pescar para alimentar el cuerpo. Santana lo hace al amanecer para alimentar el espíritu. Con un
siglo a sus espaldas, un harem de tres esposas, 18 hijos a bordo y 84 nietos, este prolífico patricio
no puede dejar de hacer este ritual todas las madrugadas porque según él, el rio se ha convertido
en parte de su vida. Una de esas tibias madrugadas permanecía en el muelle escrutando el
horizonte oscuro que se abría ante sus ojos azules y cansados que se quedaron petrificados en las
largas noches de vigilia de pescador.

Con la emoción de un niño que acaba de hacer un descubrimiento levanta el dedo índice y susurra:
“va a llover”; a los pocos minutos las primeras gotas de lluvia tamborilearon sobre los oxidados
techos de zinc del caserío, se había cumplido el oráculo del viejo.
En el último invierno, como el flautista de Hamelin lo seguía una procesión de hombres silenciosos
cumpliendo sus instrucciones al pie de la letra defendiendo el último bastión de muralla para que
el río no los tomara por asalto y los inundara. Ese día parecía más delgado y alto desde cuando
emergió como un fantasma por una de las calles polvorientas de los despreciados municipios por
el gobierno nacional, en la región del Sur de Bolívar, llevaba un par de peces colgados en las
manos, seguido de un gato que le maullaba; con caminar erguido, largos brazos, doblaron la
esquina, hombre y animal se internaron en una casa pigmentada de un azul intenso donde lo
esperaba una mecedora de mimbre. Ahí permanece el viejo Santana sus días viendo pasar la vida
por la ventana. Al lado de esa ventana en madera carcomida por la polilla y que es un mirador
hacia una calle desierta, cuelga una fotografía con un paisaje suizo de vaquitas nórdicas y nieves
perpetuas, reproducción preferida por las clases menos favorecidas. Un abandonado muñeco de
felpa cercado por flores artificiales adorna la mesa de centro. La puerta trasera permanece
abierta, deja ver un hilo de ropa de color parecida a la carpa de un circo donde una joven mujer
encorvada sobre una batea culmina su labor diaria, la mujer se seca las manos blancas y arrugadas
por el frio del agua parecida a un batracio, da un rodeo, canturrea “maldita primavera” y exhausta
se tumba sobre una vieja poltrona. Ojea con avidez una revista de catálogo pasada de moda.
Santana la mira con desinterés seguramente porque esa escena se ha repetido cientos de veces.
Un abejorro entra como kamikaze y roza con las viejas y aderezadas aspas del ventilador de techo
que a esa ahora despide un aire gaseoso, hirviente; el inmolado insecto sale disparado y cae a los
pies de una corpulenta y silenciosa mujer de cejas depiladas con rigurosidad, legendaria guerrera
de fallidas dietas y mil batallas contra el colesterol. La mujer desestima la presencia del sacrificado
insecto y rodea como fiera enjaulada la hornilla que humea perpetuamente un cobertizo de zinc.
Con algo parecido a un pulido trozo de madera revuelve una olla humeante, el vapor le hace
entornar un ojo. Se retira del humo y le hace una pregunta anodina a la joven que aún sigue
mirando la revista, esta sin mirar le responde, bosteza, mira fijamente a través de la ventana
apolillada y estirándose sobre la poltrona arroja la revista que cae sobre la mesa de centro, al lado
del muñeco de felpa quien tiene el aspecto de un expósito.

La mujer sigue repitiendo como letanía el coro de maldita primavera. Santana la escucha con
desgano, seguramente porque esa maldita melodía la ha escuchado un millón de veces. Su
atención se centra en el gato que lo seguía desde el puerto y sonríe mirando a un cachorro que lo
mantiene a raya. El sol cae como plomo haciendo crepitar las viejas láminas de latón.

− ¿Que vas a comer viejo? - Le pregunta la mujer- destapando una olla humeante.

− ¿Que hay? interroga el viejo sin mirarla. Su lánguida mirada se pierde detrás del resignado felino
que se pierde al final dela calle abandonada bajo la canícula de la tarde. – El cachorro luego de
acosar y ahuyentar al felino se arquea y juega entre las piernas del viejo esperando la recompensa,
que serán varias cabezas de pescado que se ahúman debajo del cobertizo.

−Pescado- remata la mujer con los brazos en jarra y en tono resignado; lo escruta con curiosidad
de arriba a abajo con sus enormes ojos color café como si hubiese escuchado esa palabra por
primera vez en cincuenta años.
− ¡Bueno si eso es lo que he comido toda mi vida! ¡- Sirve pescado. Sentenció Santana. La joven se
levanta de donde está, y en silencio cruza la puerta trasera y comienza a voltear y a oler la ropa
que horas antes había extendido arduamente.

Caída la tarde, Santana se sienta a mirar nostálgicamente hacia el rio, rememora aquel barco
majestuoso; el David Arango, lleno de orquestas y papayeras que emulando al titanic se decía que
ni Dios podía hundirlo. El David Arango en aquella época transportaba en su cubierta al más rancio
y alto abolengo de la sociedad Barranquillera que sin ningún pudor y consideración disfrutaban
ruidosas parrandas. Santana salía al puerto cada ocho días a contemplar en la lejanía las fiestas en
el David Arango, en su mente ya urdía un plan para conquistar a su primera esposa. Un día
cualquiera miró hacia todos lados para cerciorarse de que nadie lo escuchase y con extrema
dulzura como si el barco fuese suyo le hizo la siguiente confesión a su prometida: “Si te vas
conmigo amor, te prometo que viajaremos en un barco de esos”.

Ella se ruborizó ante semejante oferta y ver en cubierta a un grupo de mujeres pavonearse con
hermosos y ligeros vestidos al lado de solícitos dandis.

La luna como un plato relucía sobre los techos de zinc del caserío, la vieja cerca confeccionada en
alambre de púas y trozos de madera era testigo de las miradas furtivas entre los dos enamorados,
esa valla impenetrable había separado a las dos familias. Con la mano apoyada en una pequeña
valija se acercó lentamente como en un sueño, sorteando la cerca de alambres observó que la
luna no sería su cómplice, seguía alumbrando; esta vez no sintió el desaliento en las rodillas cada
vez que lo veía cerca. Se hizo un ligero santiamén, apresuró los pasos y conteniendo el aliento
comenzó a correr en la soledad de la noche, interrumpida por el taconeo de sus zapatos y los
ladridos de un perro en la lejanía.

Al otro lado Santana la esperaba paralizado, con el aliento contenido, la respiración agitada, la vio
venir hacia él bajo la luz amarillenta de la luna para precipitarse en sus brazos, con la ilusión de
que en los próximos días abordarían el David Arango. Con el oído pegado a la pared, Santana
escuchaba el tropel de los pasos de un regimiento de hombres que lo buscaban para vengar la
honra mancillada de la joven, ya era tarde. El matrimonio se había consumado en la casa de una
matrona alcahueta.

Días después Santana Flórez escuchaba atónito y estupefacto por radio sutatenza que el David
Arango se había incendiado en el puerto de Magangué, no podía creerlo, no lo hundió el agua
como al Titanic, pero si una descuidada empleada que dejó una plancha caliente sobre una
sabana, la cual provocó un voraz incendio que lo consumió lentamente y con ello los sueños de la
niña Ceci y el joven Santana. “Eso fue hace mucho tiempo” - se incorpora el viejo de su mecedora
y mira por el ventanal apolillado, afuera la tarde va cayendo de forma inexorable; como en una
nebulosa aparecen en su memoria el nombre de barcos que antaño surcaban el río grande de la
Magdalena: Guadalupe, Monserrate….

“El río se ha sedimentado porque las ruedas hidráulicas que impulsaban los barcos ya no
remueven las aguas” - una avezada teoría del viejo santana-. “el rio grande de la Magdalena se
está secando, el rio se está muriendo y los barcos no volverán”. Remata el abuelo mientras sale al
muelle todas las madrugadas con la ilusión de ver aparecer el fantasma del David Arango en medio
de la bruma como el capitán Jack Sparrow a su barco preferido, el “perla negra”. Ahora solo ve
avanzar rio arriba enormes planchones acorazados parecidos a unos portaaviones, pertenecientes
a una multinacional suiza de transporte fluvial.

¿A cuál de las tres quiso más? -Le interrumpe la mujer con el plato humeante en la mano llena de
pescados, carcomida por la curiosidad- como queriendo escuchar esa respuesta hace 37 años –
hace una pausa, coloca el plato en la mesa, le baja volumen a la telenovela de turno- Santana
queda pensativo, sus ojos brillan, entrecruza las manos como un niño al que le acaban de pillar
una travesura, e invitando los recuerdos a su memoria de viejo vagabundo, rebuscó la frase
apropiada y soltó la carcajada: a todas.

La pesca es una de las múltiples prácticas culturales que coexisten en este territorio complejo
atravesado por conflictos socioculturales y lugar de diversidad biocultural. Río Man es una vereda
que hace parte de la jurisdicción de Cáceres ubicada en el corregimiento de Guarumo, sus
habitantes lo autodefinen como poblado de pescadores, su economía se sustenta principalmente
en la pesca artesanal. No obstante, existen otras prácticas económicas dentro del poblado, por
ejemplo, la minería artesanal, la tala de árboles, el desmonte y mantenimiento de pastos, la
ganadería, la agricultura a pequeña escala en fincas y pequeñas parcelas, las ventas y la extracción
de arenas de los ríos, las ventas ambulantes, la caza de animales silvestres y el comercio marcado
por el servicio de pequeñas tiendas que surten de alimentos las casas del poblado. En este
territorio están localizado diversos afluentes de agua que son usados con fines de transporte,
recreación, con el agua, entre otras razones porque la pesca es uno de los pilares fundamentales
de su vida cultural: Los pescadores artesanales al desarrollar su actividad, no reproducen
solamente una forma de trabajo, sino también una forma de vida: modos de ver, de pensar y de
hacer (…) aunque la pesca artesanal se enmarque dentro de una cultura local, nacional y
actualmente global, ésta se distingue como un dominio cultural diferenciado. Lo que se puede
afirmar a partir de dos observaciones: por una parte, la sociedad históricamente ha construido
“autodescripciones” sobre estos grupos humanos, “distinguiéndolos” de otros grupos y, por otra
parte, dichos grupos distinguidos por la sociedad se identifican y reconocen a sí mismos como
“pescadores artesanales” (Velasco, 2016, p. 18). La pesca artesanal en su dimensión de actividad
laboral no exige estudios previos para su realización, esta implica la caza de peces en ríos,
quebrada, lagos, ciénagas y mares con equipo de caza artesanal (trasmallo, atarraya, anzuelos,
arpones, etc.) construido manualmente por personas interesadas en la pesca, personas a las que
se le ha enseñado esta práctica por tradición familiar o personas desempleadas que acuden a la
pesca artesanal ya que no exige materiales muy elaborados para su puesta en práctica. “Asimismo,
puede ser considerada pesca artesanal la pesca de subsistencia o comercial, para la exportación o
el consumo local de la población” (Galarza & Kámiche, 2015, p. 16). con el agua, entre otras
razones porque la pesca es uno de los pilares fundamentales de su vida cultural: Los pescadores
artesanales al desarrollar su actividad, no reproducen solamente una forma de trabajo, sino
también una forma de vida: modos de ver, de pensar y de hacer (…) aunque la pesca artesanal se
enmarque dentro de una cultura local, nacional y actualmente global, ésta se distingue como un
dominio cultural diferenciado. Lo que se puede afirmar a partir de dos observaciones: por una
parte, la sociedad históricamente ha construido “autodescripciones” sobre estos grupos humanos,
“distinguiéndolos” de otros grupos y, por otra parte, dichos grupos distinguidos por la sociedad se
identifican y reconocen a sí mismos como “pescadores artesanales” (Velasco, 2016, p. 18).
Asimismo, puede ser considerada pesca artesanal la pesca de subsistencia o comercial, para la
exportación o el consumo local de la población” (Galarza & Kámiche, 2015, p. 16).

El 6 de diciembre de2022, El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural declaró patrimonio cultural


inmaterial la práctica de pesca artesanal en el río Magdalena, por medio de la aprobación de la
solicitud correspondiente al conocimiento y técnicas de pesca artesanal. La Pesca artesanal del río
Magdalena fue declarada como patrimonio cultural inmaterial donde se señala que es un hecho
que la pesca artesanal tenga esta titulación de patrimonio “Reconocer la importancia de la pesca
artesanal en el río Magdalena, significa reconocer a sus portadores y portadoras como parte de un
grupo social particular, que comparten su historia con el agua, la pesca y el ecosistema. Es un
reconocimiento no solo de la diversidad cultural y biológica, sino también de los saberes y
prácticas ancestrales que han hecho parte de la construcción de la memoria colectiva anfibia. (El
espectador, 2022)

Las investigaciones que giran en torno a la pesca artesanal no solo brinda un reconocimiento a la
práctica como constructora de identidad cultural, sino también, a la importancia de los recursos
naturales o medioambientales que aportan los elementos primordiales para la ejecución de esta
actividad, que a su vez proporciona una economía y alimentación a la población pesquera y a
otras. La antropología ha mostrados su interés por la cultura y juega un papel de gran importancia
en estas investigaciones ya que brinda las herramientas teóricas y metodológicas necesarias para
entender y comprender los distintos sistemas que conforman una práctica y la influencia que tiene
las prácticas económicas en la construcción de una identidad colectiva de los pescadores. Además,
puede aportar elementos para la apropiación territorial de los pescadores artesanales y aportar a
la comprensión de sus problemáticas, también, puede tender alternativas en los procesos de
mitigación de los daños y afectaciones medioambientales.

La pesca artesanal se entendió como un conjunto de relaciones materiales y no materiales. Los


materiales son el conjunto de elementos que conforman la cultura material de los pescadores y la
no material son los conocimientos y saberes que esta posee en base a la práctica de la pesca
artesanal, es por esto que la pesca no debe ser vista únicamente como una actividad económica.
La pesca artesanal. Entendiendo esta actividad económica productiva como una cultura, pues los
pescadores artesanales al desarrollar su actividad, no reproducen solamente una forma de
trabajo, sino también una forma de vida: modos de ver, de pensar y de hacer... aunque la pesca
artesanal se enmarque dentro de una cultura local, nacional y actualmente global, ésta se
distingue como un dominio cultural diferenciado. Lo que se puede afirmar a partir de dos
observaciones: por una parte, la sociedad históricamente ha construido “autodescripciones” sobre
estos grupos humanos, “distinguiéndolos” de otros grupos; y, por otra parte, dichos grupos
distinguidos por la sociedad se identifican y reconocen a sí mismos como “pescadores
artesanales”. (Velasco, 2016, p. 18) Las practicas económicas, por otra parte, se definen como:
“aquellas destinadas a la satisfacción de las necesidades materiales de la población humana”
(Narotzky, 2004, p.23) en este caso la población pesquera se beneficia por medio de la pesca, una
labor basada en el aprovechamiento de los recursos hídricos y los seres vivos que contiene. Las
prácticas económicas suelen ser creadoras de identidad. Las prácticas sociales deben ser abordada
desde un panorama más amplio y no ser limitadas a una forma de obtener recursos económicos,
estas deben ser entendida a su vez como una expresión cultural donde interactúa el entorno
natural y social ya que:

En primer lugar, el ser humano, es quien realiza la práctica social es un ser socializado, o sea que
cuando interactuamos con alguien, ese alguien es de por sí y por herencia social, un sujeto con un
complejo entramado socio/histórico el cual influye en una práctica social. (Murcia N. et al., 2016,
p. 260) Esto se puede ejemplificar con la pesca artesanal que es una actividad que se realiza desde
antes de la llegada de los españoles por parte de las comunidades indígenas que habitaban las
orillas de los ríos que bañan a subregión, además, la historia y la arqueología han mostrado que
hemos pasado como especie por experiencias de cazadores y recolectores, donde no se cazaba
solo animales silvestres (terrestres) sino también animales de entornos acuáticos. En segundo
lugar, que la relación con el mundo de quien realiza la práctica social está mediada por la
dimensión simbólica e imaginaria que ese ser humano socializado ha configurado sobre el mundo,
el ser humano, la vida y la muerte. (Murcia N. et al., 2016) La interacción de los pescadores con los
ríos ha generado creencias, mitos e imaginarios que a su vez constituyen las prácticas y los ayudan
a comprender la vida, la interacción social, la vida de sus familiares y la configuración de su
mundo. Las prácticas se convierten en generadoras de vida, riquezas e interacciones
socioculturales y medioambientales. En tercer lugar, es importante considerar que, pese a esa
fuerza de la historia y la tradición en la práctica social, los sujetos particulares matizamos los
acuerdos sociales con nuestras propias significaciones sobre el mundo, el ser humano, la vida y la
muerte. (Murcia N. et al., 2016)

En el corregimiento de Río Man la práctica de la pesca artesanal ha sido un factor clave en la


producción económica para muchos de sus pobladores. Estos aprovechan los recursos del
territorio municipal, para satisfacer sus necesidades a través de la venta y captura de peces.
Además, es un punto estratégico para la compra y venta de productos pesqueros con los
municipios aledaños.

Teniendo en cuanta los tipos de pescas se facilita la identificación de la pesca que se realiza en el
poblado de Río Man, es la pesca artesanal, que aprovecha los cuerpos de agua que se encuentran
en el territorio, entre ellos el Río Cauca, El Man, distintas quebradas y la Ciénaga Colombia. Estos
recursos naturales brindan las condiciones para la ejecución de la pesca artesanal, haciendo que
los pobladores que se dedican a la pesca construyan sus viviendas cerca de las riberas de los ríos y
ciénagas para mantener un contacto constante y facilitar la movilización hasta el lugar donde se
emplea la pesca. Sin embargo, sufren afectaciones en las temporadas lluviosas por los
desbordamientos de los ríos que logra inundar sus hogares o como ellos los llaman los ranchos.
Cuando suceden estos fenómenos naturales los pescadores se desplazan a zonas con mayor
altitud o buscan refugiarse en el municipio de Caucasia mientras el río merma su cauce, esto no
significa que dejen de pescar en estas temporadas ya que el pescador regresa en distintas horas
para ejercer su labor.

El arraigo a la pesca artesanal en el poblado ha sido relacionado con la falta de oportunidades de


empleo, la violencia, la tradición familiar y la edad, estos factores juegan un papel importante en
la práctica de la pesca sin embargo no es una explicación suficiente para entender por qué los
pescadores siguen pescando de manera artesanal. Los pobladores encuentran en ella una
posibilidad de obtener ingresos económicos para el sustento de su familia y hacen inversiones
económicas en la compra del entable (a cultura material usada por los pescadores, entre los que
se encuentran los anzuelos, la canoa, el trasmallo, la atarraya, el chinchorro, arpones y canalete.
Estos son necesarios para la puesta en práctica de la pesca artesanal) o en los materiales para la
fabricación de estos equipos que son necesarios para realizar una buena pesca, y también
encuentran identificaciones que motivan la socialización y reproducción cultural de sus familias y
grupo. La pesca artesanal ha sido tradición y ha estado metida en la cultura de los pobladores del
Bajo Cauca. A pesar de su importancia cultural, económica y social, esta actividad en los últimos
años ha venido decayendo por efectos de la contaminación con mercurio de ciénagas y ríos,
productos de la explotación minera. (Universidad de Antioquia et al., 2000, p. 50) Sin embargo, en
el trabajo de campo realizado en Río Man, se evidencia un arraigo al ser pescador artesanal como
parte de una identidad cultural, que muestra facetas colectivas de la experiencia de los pescadores
en relación estrecha con el agua de los afluentes en el territorio.

Mi nombre es Fidel Enrique Escorcia, nací en el 51, el 20 de mayo de 1951. Tengo 70 años, nací en
el cerro San Antonio Magdalena. Tengo 53 años de estar por acá (Caucasia y Río Man) a nivel del
Bajo Cauca porque soy pescador artesanal de todas partes de orilla del río, de ciénaga, a donde
usted quiera le pesco. Donde halla pescado ahí voy. A los 15 años inicié a pescar, me enseñó mi
papá cuando estaba en la tierra donde nací y después me vine y me encontré con mis hermanos
que también son pescadores. Tengo 3 hermanos que son pescadores, tengo 8 pero de los 8 somos
3 pescadores. Una de ella está en el centro de Caucasia y revende pescado, es la mayor de
nosotros los hermanos. La otra vive en el Cerro, pero ella cogió otro arte, de vender
chacuquerias16 y eso. Y la otra vive en Soledad (Atlántico) es ama de casa, no hace nada, solo lo
que le toca en la casa. Esto aquí donde estamos, pertenece a Río Man, o sea, municipio de
Cáceres. Pero mi historia es de Caucasia, o sea, yo casi no he hecho nada acá en Cáceres, no
conozco a nadie. Yo conozco todo lo que se trate del municipio de Caucasia porque todo el tiempo
la he pasado es del lado de Caucasia. Ahora, estoy viviendo acá hace 12 años, pero mi tiempo fue
pescando en la ciénaga que pertenece a Río Man y Caucasia, porque la Ciénaga Colombia antes se
llamaba era la Ciénaga grande de río Man. A eso se le cambio el nombre cuando Agua Antioquia
llego allá y le puso el nombre Ciénaga Colombia, pero eso pertenece una parte a Río Man, porque
el Río Man es el que la baña, a pesar de estar en los territorios de Caucasia. El cambio de nombre
tiene como 10 años, fue antes de venir Aguascol. Cuando esa empresa vino ya tenía el nombre de
Ciénaga Colombia, porque primero era Agua Antioquia. Caucasia vivía del agua de la ciénaga
Colombia. Hubo un verano muy grande y entonces Corantioquia para poder venderle agua a
Aguascol tuvo que secar la ciénaga, quedo en terrón (tierra seca), para que Aguascol pudiera coger
el agua de aquí de Río Man. Ahí hay un problema y es grande porque hay búfalos, minería hay de
todo y no sé cómo es que Caucasia, dicen, que se toman esa agua. Nosotros tenemos un consejo
comunitario, a base de ese consejo nosotros tenemos un comité de pescadores y soy el presidente
actual del comité y la gente me tiene confianza y como Corantioquia también me tiene la misma
confianza entonces yo los contrato cuando se necesitan trabajadores para hacer intervenciones
ambientales. La Ciénaga Colombia no tenía por donde caminar, no tenía una vía acuática, todo el
que entraba tenía que entrar por tierra, había unos firmos (vegetación en la superficie de la
ciénaga) muy grandes que tenían la ciénaga cogida (cubierta). Entonces, Corantioquia cuando se
dio cuenta de ese problema solicito personal. Primero trabajamos con un señor llamado Don
Guillermo Arbeláez, era trabajador de secretaria de agricultura, con el hicimos los primeros
pininos (entradas o apertura de vegetación) en la ciénaga Colombia, después, vino Corantioquia y
nos pegamos a Corantioquia para poder limpiar la ciénaga y que estuviera, así como está ahora.
Porque no había caños17 para entrar allá. Don Guillermo, fue el que vino buscando gente
pescadora, porque ellos querían entrar allá, pero no tenían por donde entrar, con ellos fue que
iniciamos a trabajar y a limpiar los caños para que hubiera lugares para entrar a la ciénaga
Colombia. Pero, usted entraba hoy y tenía que salir mañana porque el viento corría la vegetación
en la tarde y tapaba la salida. Entonces, ellos nos buscaron, primero, fueron a los combos18 de
pescadores y de ahí hicimos un combo donde habían un poco de paisanos (amigos) míos y ellos se
hicieron cargo al trabajo. Yo no estaba por aquí, yo estaba por los lados de Carbona pescando con
un hermano mío. Cuando yo llegué, vi que apenas esa gente estaba trabajando, bueno, yo me
quedé pescando. Cuando de pronto un día, vi que la gente no hacia las cosas bien hechas y dije,
bueno, yo no soy el del contrato, que voy a estar jodiendo ahí. Entonces los muchachos se fueron
para el Cerro San Antoni, a pasar carnavales y el señor Guillermo quedó todo loco, no sabía qué
hacer, entonces él me vió a mí y me dijo, ombe, yo necesito que me trabajen esa Ciénaga, ¿cómo
hacemos? – entonces yo le dije - yo le busco un personal y la trabajamos y él dijo, sí señor,
entonces búsquelo. Entonces yo reuní el personal y la trabajamos. Le voy a contar lo que sucede
con el siguiente problema, ¿sabes cuantos años necesita una persona vivir en otro municipio para
que le vaya cogiendo amor? - unos 5 años, de 5 años en adelante usted se va enamorando del
pueblo si a usted le gusta el pueblo. Uno le va cogiendo amor, pero con el tiempo. A Caucasia, yo
primero venía como pescador, y apenas pasaba la subienda me iba, estaba enamorado del Cerro,
estaba yo por ahí de 7 años, pero estaba enamorado, uno siempre tiene la memoria puesta allá y
le decía yo a mi papá, yo me voy para el cerro - ¡Mijo no te vayas! - y yo: ahssss… yo me iba. Y ya
cuando me dejé con la muchacha que tenía de novia, ese mismo año me vine y me fue a buscar y a
me vine solo. Me vine un mes de noviembre, me enamoré aquí de una muchacha, ya ese año no
quise irme más para el cerro. Uno se enamora tanto de la mujer y el pueblo le va gustando. A mí
me hizo quedar la muchacha, Porque allá en el cerro no la iba a ver, la tenía que ver aquí. Una vez
vino una señora que estaba formando un comité allá arriba. Y me dijo – don Fidel, vea que yo
hable con Martha y me dijo que tenía que buscar un pescador para que me dijera y me escogiera
quienes eran los pescadores. Y le dije – los pescadores de aquí de Río Man los conozco a todos, y
me dijo: - Entonces usted me ayuda-. Y le dije: vamos a ver, fui allá y la señora tenía 120 personas
metida en el comité y yo mirando lo nombre le dije, puedo marcarle los que son pescadores y los
que no. Me dijo – sí Fidel y le dejé 30 ¿Cómo que usted me va a dejar 30 apenas? Don Fidel no me
haga eso-, y yo: usted me dijo que le escogiera los pescadores, esos son los que yo conozco como
pescador. Los demás ni los distingo, pura gente.

nueva recién llegada. Todo el mundo se quería meter, buscando beneficio. Un concejal que se
lanza al consejo, me dice viejo Fidel, necesito una lista que me diga los que van a votar por mí,
entonces si yo quiero plata busco a todos los que yo le tengo la cedula y yo le muestro, vea todo
este personal pertenece al comité, usted que ve, usted dice, yo con eso gano y me voy lejos y así
está haciendo la gente. En fin, con la mujer que me hizo quedar ya no estoy con ella, nunca tuve
familia con ella, anduvimos y anduvimos y no tuvimos familia. Yo tengo mi familia, pero con otra
señora, con otras. Tengo un hijo de cuarenta años que vive por Medellín, yo cuando estaba como
de 19 años ya tenía el primero, ese de cuarenta, tengo uno de 30 y tengo otro de 38. Tengo 3 hijos
reconocidos, yo era como un Diomedes, tengo hijos por la calle que no están reconocidos. Tengo
en Medellín, tengo hijo en san José de Uré, tengo otra en… por los lados de las Malvinas, ¡noooo!
pelado es lo que hay por ahí. Yo vivo solo, a veces se viene la hija mía por ahí, tengo a cargo un
hijo de 12 años ese cada rato esta por ahí, no creo que este muy lejos. No, me lo llevo a pescar,
pero si sabe de la pesca, porque la mamá también es pescadora, la mama y yo nos conocimos en
la pesca. La pesca es un arte en la que usted hoy se gana 100 o 200 mil pesos, el siguiente día
puede no ganar nada. Pero, va sosteniendo un día con otro. Ya me entendió, hoy se hace 50
mañana se hacer 20 pasado 30 o a veces no hace nada, pero un día con el otro va sosteniendo y
usted es libre. A veces la semana se la pasa en blanco y el ultimo día, corona enseguida, así es la
pesca. Es difícil, pero hay que hacerle. Yo la practico acá en Río Man, a veces voy a la Ciénaga
Colombia, a veces me quedo ahí en la posa aquella (cerca de su casa), cuando me dan permiso. Ya
eso es con permiso ahí. Las tierras son privadas, todas las tierras aquí en el Bajo Cauca, aquí a nivel
de Río Man son privadas, todas las ciénagas son privadas, lo que pasa es que los dueños no
molestan para pescar, pero están en los territorios de los dueños, todo lo que se conoce como
Ciénaga Colombia pertenece a Marsella, todo. Marsella es una finca, todo pertenece a Marsella,
todas las aguas de la Ciénaga Colombia pertenecen a Marsella. Lo mismo es el lado de Mandinga,
Sabalito y toda esa vaina pertenece a Mandinga. Todas las aguas de acá de este lado en el que
estamos, el lado de Cáceres, pertenecen a Mandinga y las de aquel lado pertenecen a Marsella.
Pero para la pesca no molestan, después que usted no moleste tierra, no tienes por qué estar
jodiendo, a usted lo joden cuando este jodiendo en tierra.

Y así, uno hace los ranchos en la Ciénaga, en la ciénaga hay como 12 ranchos de pescadores, sí
señor, una vivienda así grande. Usted llega allá y si quiere llevar una hamaca para quedarse allá.
Puro árbol, puro guamo macho, usted se come ese guamo macho popocito (maduro) uffffff. Yo soy
pescador artesanal, desde mi raza, porque toda mi raza ha sido pescadora, la familia mía la por
parte de mi papa, han sido pescadora. Mi raza es mi familia, mi papa, mis tíos que eran pescadores
también por parte de mi papa, pues, por parte de mi mamá no, no son pescadores. Abuelo,
bisabuelo y mi papá y mis hermanos, nosotros somos 8 y de los 8 sabemos 4. Yo me sostengo de la
pesca y usted sabe cómo soy un líder, todo mundo no deja de venir acá, don Fidel venga hágame
esto, vamos a la ciénaga, vamos a trabajar aquí, vamos a trabajar acá. Pero todo de agua ya me
entiende. Podemos hacer una comparación entre la pesca de antes y ahora, porque ha cambiado
la subienda del pescado. Nosotros bajábamos de aquí hasta la raya y era arriba del pescado, yo
llegué a subir con un compañero que se llamaba Pablos, subí desde la Raya, donde está la
hidroeléctrica hoy en día, hasta la parte de arriba de ese río se llama la Guamera, allá esta la
propia hidroeléctrica, el proyecto Hidroituango, la parte de arriba se llama la guamera, porque la
parte de abajo está el río en el que van a hacer otra hidroeléctrica ahí también, después de la que
están haciendo en la del cauca, van a hacer otra ahí. Hablando de las mujeres, existen mujeres que
saben pescar. La mamá del peladito mío sabe pescar, sabe tirar atarraya, tira trasmallo anzuelo,
con lo que usted quiera, ese es el arte de ella. Eso se lo enseño el papá. El papá de ella era
pescador, o sea, la genética de ella por de parte del papá y mamá es pescadora y ella se crió en ese
arte y ella se quedaba ahí, ella tiene de todo, tiene motor tiende de todo, todo, todo entable y
todo. La persona para ser, lo que va a ser, tiene que tener algo que le guste, porque si a usted no
le gusta, ni lo ve hacer, no lo puede aprender. Mire, a veces hay personas que estudian y les toca
trabajar en lo que estudian y tienen que aguantar hasta que el día que le llegue la oportunidad y
están haciendo un trabajo que no es de ellos. No todos pueden ser pescadores artesanales, a todo
el mundo no le sale el arte, hay personas que nos nace el arte. En cambio, en ocasiones salen
pescadores por temporada; por ejemplo, yo me voy en una subienda y nosotros somos amigos y
yo te digo: -joda yo estoy trabajando allá en el Río Cauca, tire un trasmallo anoche y me saqué 300
Bocachicos y me hice tanto de plata-. Usted por lo menos un sábado para amanecer domingo y no
está haciendo nada usted dice: - joda yo me voy contigo-. Pero, ¿por qué te vas? será ¿por qué te
gusta la pesca o te gusta el billete? O sea, usted en ese momento no es pescador, pero usted está
buscando la ganancia que yo ya tuve, entonces, qué quiere decir un pescador oportunista porque
usted se va a aprovechar de ese momento hay subienda, pero si usted va cuando yo, por ejemplo,
me gano 50 me gano 60 y hay días que no que me vengo con la mera liga. Me dirías: -Eche, no
estás haciendo nada y me estás convidando a pescar- (risas). En cambio, uno que es pescador, o
sea, yo que soy pescador y vea todo lo que le mostré (documentos y certificados) qué puedo
trabajar en otra parte, sin embargo, me gusta ese arte y me fascina. Para usted comer pescado va
a la plaza de mercado y pide un pescado, pero sabe que tiene que comprarlo y yo sí me quiero
comer un pescado o viene un personal aquí y me dice quiero comer pescado y si tengo buena
voluntad le digo vamos y yo te traigo pescado voy y le traigo sardina, arenca o lo que le traiga,
pero es pescado. El año antepasado hubo un verano lleno aquí de arenca y el viejito estaba ahí
(señala el Río Man), uno tiraba el chile y estaban allí, ¿qué hacía la gente? Venían a buscar ese
viejito, los escamaban, los desbuchaban, o sea, les acaban las tripitas y ya. Ese poco viejito los
cogían los fritaban, los licuaban y los guardaban en la nevera en tarros. Y cada vez que querían
comer sopa de pescado echaban un poco de viejito licuado, no molido, o sea, cómo moler usted
un café, lo único que no lambian era hueso, pero comían pescado. Como te dije soy pescador
artesanal, para hacer un buen pescador artesanal se necesita tener canoa principalmente. Si no
tienes canoa eres pescador de tierra y eso no te hace uno artesanal. Necesita tener atarraya,
trasmallo, anzuelo, estar armado. Para usted ser un pescador, porque si usted no tiene todo eso,
no es un pescador artesanal. Esas son las herramientas principales de un pescador, una buena
atarraya, un buen chile, unas buenas cuerdas, un buen trasmallo. Que usted piense, voy a tirar ahí
porque voy a sacar unos buenos pescados y el conocimiento, ¿dónde es que están los pescados?
Que un pescador vea chapalear un pescado y sepa ¿qué pescado es? Yo creo en mí Dios y sé que
hay animales en el agua y sé que hay animales en tierra y mitos. Le voy a contar el problema, la
minería ha quitado muchos mitos, porque antes usted entraba a la Ciénaga Colombia y de repente
escuchaba ¡braaaa! (un estruendo), cantaban pájaros de todas especies de animal, roncaba el
Babillo, roncaba el caimán, roncaba el tigre por allá, todo. La troja del otro mundo, al siguiente día
usted iba en la mañana y no veía ningún árbol caído. Eso era un alboroto grande, caía en la Loma
del frente y caía en la otra Loma. Uno como pescador ya no se asustaba, ya no le para bola a lo
que sucede. Hay más historias. Otra de historias es: uno como pescador cuando pescaba con las
atarrayas. Salía pescando cuando de pronto sentía el ¡boom! Ahí delante caía la bola, le decía uno
al piloto ¡Aguántala, aguántala canoa! le decía el atarrayero o a uno o si uno era el atarrayero le
decía al piloto aguanta la canoa no hables tan duro, dale despacio le decía uno delante! le
meneaba uno el bote, uno le menea el bote al tipo para que le dé para delante o si está viendo
algo también se lo menea y le hace señas en lo oscuro. Uno tiene la vista siempre aguda. Yo veo
más en la noche que en el día, yo miro el agua y le digo al compañero, allá viene un bagre o allá
viene esto o sobre el agua hay una vaina qué no es esto. Ya por el conocimiento que uno tiene,
bueno entonces nosotros nos íbamos detrás de esa bola y eso eran tiros (gran cantidad) de
pescado, uno le llamaba, ya está tirando el hombre la bola, uno decía que era el diablo que iba
delante pescando. Uno le decía al conductor no te la pases porque nos castiga, si usted se pasaba
se perdía o no cogía más pescado uno tenía era que ir atrás. Hay dos cosas que han quitado los
mitos, la minería y el trasmallo porque hoy en día usted coloca un trasmallo y se viene a dormir a
la rancha, es más sencillo. Antes era con atarraya, usted con atarraya tenía que pasar pescando
toda la noche o si no, no traía comida. Hace 40 años aproximadamente llega el trasmallo aquí a
Caucasia, antes era pura atarraya y anzuelo, tenía era uno que vivir con el ojo alerta, porque
cuando era con anzuelo tenía uno que estar alerta porque si el pescado se pegaba, tenía que ir
uno a despegarlo y poner nueva carnada, pero usted con la tarraya, con la atarraya era andando
por el río en la noche y madrugadas. Anteriormente había días en los que cuando salía a pescar,
aparecía una lámpara y alumbraba todo, salía de la montaña la lámpara esa y alumbraba toda la
ciénaga y ese día no cogía usted nada, todo el pez se perdía, no sé dónde se metían, pero se me se
perdía y no cogía uno nada. Ya hoy en día no se ve eso, ya a quién le va a salir, si ya nadie jode con
atarraya eso era antes cuando uno andaba con atarraya, pues lo que éramos pescadores de esas
épocas que vivíamos del arte sabemos de esas historias. Pero hoy en día cualquiera va y tira un
trasmallo y se va a dormir a la rancha. Y las que cuentan son porque otros se le conto. Yo si las viví,
imágenes yo con 50 y pico de años jodiendo con esto, no le pongas los 70. Bueno yo fui de los 15 y
ahora tengo 71, el 20 de mayo cumplo 71, no es como el hermano que viene a pescar conmigo
aquí, cumple 78 años. Nunca pienso dejar la pesca, ese es el arte de nosotros, nosotros para
dónde vamos a coger si nos saltamos fuera del agua nos morimos, porque estamos acostumbrados
a vivir en el agua. Y ya el arte. Sí yo me saltó a tierra a descansar. Cómo la hija mía a veces me dice,
-ay papi, pero usted en el agua-. Y le respondo: -pero mija, yo el día que me salte a tierra no le
dure un año vivo porque todas las carnes se me aflojan- (risa).

Yo no sufro de ninguna enfermedad y cuando me enfermo así grave es que voy al médico, yo voy
al médico es por tener el Sisben siempre ahí activo, no porque estoy enfermo. Cuando estoy así
que me siento mal, por ejemplo, yo tengo aquí cilantro, tengo es el limoncillo, todas esas maticas
así las tengo, cualquier cosita que siento prendo el fogón y ¡ra, ra, ra, ra! hiervo eso con agua y ya.
De todas esas matas sale la contra. En la pesca hay épocas de subiendas que ahora es cuando se
crece el río y se baldea, hay más pescado que cuando se seca, en tiempo de invierno le va uno
mejor, porque hay más pescado, es que entre más agua halla, hay más pescado. Por eso es que se
la tenemos montada a EPM porque es que nos seca los ríos y si se seca el río se muere todo el
pescado, se mueren los pozos. Ahí está el problema, nos manda para tierra enseguida. Imagínese
que usted tenga su casa aquí se la quité y se la destruyan, luego ¿Para donde usted se va? así le
paso al pescado y se van y el que no alcanza a salir se muere, entonces están matando semilla y
todo. Entre las herramientas de pesca, esa canoa que tengo tiene más de 30 años, esa me la
hicieron a mí tiene 30 años un pescador artesanal fue el que me la hizo, sí señor. Ya ese señor ya
murió, tiene 30 años, la atarraya la hacemos nosotros mismo, esas redes tienen medidas y van a
depender para lo que se utilice, yo tengo un chile por ahí ya tiene 5 varas y la atarraya tiene 6
varas. La vara tiene 90cm, el metro tiene 100, la yarda tiene 80. Entonces el chile con el que yo
pescó tiene 5 varas y los huecos son menudito y sirve para coger carnadas. La atarraya por su
parte puede tener los huecos más grandes en comparación al chile y es para coger peces más
grandes. Ahora mismo uno no se pone a decir bueno va hacer esta atarraya en un mes, en una
semana, en un día porque hoy en día casi la atarraya no la usa, uno tiene la atarraya por tenerla
allí, por si acaso algún día le toca. Ahora solo se trabaja con anzuelo y con trasmallo porque son
más efectivos y menos desgastante. Claro, con la atarraya uno coge carnadas también. El arte se
ha ido acabando, el chinchorro era el que uno tiraba y recostaba el bagre, hoy en día para pescar
usted en el río si no lleva una chinchorra, no es pescador, trasmallo agua abajo. Trasmallo agua
bajo es el que uno tira aquí y va y lo recoge allá abajo, todo lo que encuentre por delante lo va
recogiendo, eso llaman trasmallo abajo porque todo lo que viene ella lo va recogiendo, eso lleva
un peso qué lo arrastra y lleva un peso qué va por encima. Entre las problemáticas de la pesca esta
la falta de la AUNAP los cuales no tiene ni oficinas en Caucasia, la AUNAP está allá en dónde tienen
una oficina halla la UMATA. En la secretaría desarrollo ahí está la UMATA y está la AUNAP, pero
tienes una salita ahí nomás. La AUNAP lo único que puede esYo no sufro de ninguna enfermedad y
cuando me enfermo así grave es que voy al médico, yo voy al médico es por tener el Sisben
siempre ahí activo, no porque estoy enfermo. Cuando estoy así que me siento mal, por ejemplo,
yo tengo aquí cilantro, tengo es el limoncillo, todas esas maticas así las tengo, cualquier cosita que
siento prendo el fogón y ¡ra, ra, ra, ra! hiervo eso con agua y ya. De todas esas matas sale la
contra. En la pesca hay épocas de subiendas que ahora es cuando se crece el río y se baldea, hay
más pescado que cuando se seca, en tiempo de invierno le va uno mejor, porque hay más
pescado, es que entre más agua halla, hay más pescado. Por eso es que se la tenemos montada a
EPM porque es que nos seca los ríos y si se seca el río se muere todo el pescado, se mueren los
pozos. Ahí está el problema, nos manda para tierra enseguida. Imagínese que usted tenga su casa
aquí se la quité y se la destruyan, luego ¿Para donde usted se va? así le paso al pescado y se van y
el que no alcanza a salir se muere, entonces están matando semilla y todo. Entre las herramientas
de pesca, esa canoa que tengo tiene más de 30 años, esa me la hicieron a mí tiene 30 años un
pescador artesanal fue el que me la hizo, sí señor. Ya ese señor ya murió, tiene 30 años, la atarraya
la hacemos nosotros mismo, esas redes tienen medidas y van a depender para lo que se utilice, yo
tengo un chile por ahí ya tiene 5 varas y la atarraya tiene 6 varas. La vara tiene 90cm, el metro
tiene 100, la yarda tiene 80. Entonces el chile con el que yo pescó tiene 5 varas y los huecos son
menudito y sirve para coger carnadas. La atarraya por su parte puede tener los huecos más
grandes en comparación al chile y es para coger peces más grandes. Ahora mismo uno no se pone
a decir bueno va hacer esta atarraya en un mes, en una semana, en un día porque hoy en día casi
la atarraya no la usa, uno tiene la atarraya por tenerla allí, por si acaso algún día le toca. Ahora
solo se trabaja con anzuelo y con trasmallo porque son más efectivos y menos desgastante. Claro,
con la atarraya uno coge carnadas también. El arte se ha ido acabando, el chinchorro era el que
uno tiraba y recostaba el bagre, hoy en día para pescar usted en el río si no lleva una chinchorra,
no es pescador, trasmallo agua abajo. Trasmallo agua bajo es el que uno tira aquí y va y lo recoge
allá abajo, todo lo que encuentre por delante lo va recogiendo, eso llaman trasmallo abajo porque
todo lo que viene ella lo va recogiendo, eso lleva un peso qué lo arrastra y lleva un peso qué va por
encima. Entre las problemáticas de la pesca esta la falta de la AUNAP los cuales no tiene ni oficinas
en Caucasia, la AUNAP está allá en dónde tienen una oficina halla la UMATA. En la secretaría
desarrollo ahí está la UMATA y está la AUNAP, pero tienes una salita ahí nomás. La AUNAP lo único
que puede es atenderlo si usted se presenta, pero Martha no puede hacer más nada. La librería
que este viaje es de UMATA, ahí la AUNAP no tiene nada. Yo no sé qué es lo que sucede con
AUNAP, el AUNAP aquí no busca oficina porque no apaga la luz ni el agua, hoyo. Porque ellos
tenían una oficina aquí en Caucasia, la tenían al lado del Parque de la Iguana, ese parque queda
por el Sena. Yo soy un pescador que pesca solo y a veces con mi hermano, la toda la semana la
pasa aquí, hoy en la tarde viene porque vamos a trabajar mañana en la mañana. Cuando no
tenemos otro trabajo él se va los sábados y vuelve los lunes. Con el pescado que uno coge, lo
vendemos y otra parte la cogemos para la comida. Lo vendemos aquí mismo, aquí viene el
comprador de 6:00am a 6:30am está el comprador aquí, lo compran temprano, el mismo día se lo
cogemos, ese mismo día lo vendemos. Entonces, iniciamos a las 3 de la tarde, se tiramos los
trasmallos, colocamos los anzuelos, colocamos carnada y ya llegamos aquí, comemos y a las 7 pm.
De 7:30 a 8:00 o a veces a las 9:00 de la noche nos vamos a revisar, recogemos todo los trasmallos
y los peces que atrapamos y colocamos carnada de nuevo y por ahí a las 4:00 a.m. ya nos vamos
porque los Jhonsos que pasan llenos de balastro nos dañan los trasmallos. Eso es una
problemática que tenemos con una Balastrera, ellos pasan y nos dañan los trasmallos con los
motores de sus barcos que van llenos de arena que extraen de los ríos, ellos no van a alzar un
motor, porque uno debe ser consciente a eso, porque una canoa tan pesada, al ellos están alza en
el motor se les puede voltear la canoa. Entonces nosotros mejor madrugamos alzamos los
trasmallos y no nos hacen daño a nosotros ni nosotros a ellos, pero tenemos que madrugar. Al
cambiar la pesca, el trasmallo de arrastre y atarraya que se han perdido, por eso es que hoy no hay
casi pescadores artesanales, el pescador artesanal que se ha quedado hoy en día es porque le
gusta el arte, porque hay muchas en la boca (conexión del río y ciénaga) que pescan con atarraya.
Por cierto, mi hijo es atarrayero, la tira y sabe manejar la atarraya. Yo transmito ese conocimiento
que tengo. Cuando era promotor ambiental y trabajaba en eso, había dos clases que me gustaba
explicarlas, yo me iba a los colegios yo les pedía el concepto a los profesores o a los profesionales.
Porque ellos no daban un espacio en los colegios para que se dictará cátedra afro y de pescadores.
Bueno entonces, yo antes iba a los colegios y les explicaba qué era el afro, qué es la ley 70. La ley
70 es la que nos concede el título cómo personas afro, ley 70 del 91 esa ley se la debemos
nosotros a los indígenas, porque nosotros los afros en Colombia no valíamos un peso, valían los
indígenas, hoy en día los afros valemos por los indígenas, pero tenemos un proceso que no lo
tienen los indios, nosotros para poder tener un reconocimiento los alcaldes nos deben dar una
resolución, a los consejos comunitarios tiene que darle una resolución la alcaldía. Pero el señor
alcalde tiene un problema con los afros, ellos les dan esa resolución a losatenderlo si usted se
presenta, pero Martha no puede hacer más nada. La librería que este viaje es de UMATA, ahí la
AUNAP no tiene nada. Yo no sé qué es lo que sucede con AUNAP, el AUNAP aquí no busca oficina
porque no apaga la luz ni el agua, hoyo. Porque ellos tenían una oficina aquí en Caucasia, la tenían
al lado del Parque de la Iguana, ese parque queda por el Sena. Yo soy un pescador que pesca solo
y a veces con mi hermano, la toda la semana la pasa aquí, hoy en la tarde viene porque vamos a
trabajar mañana en la mañana. Cuando no tenemos otro trabajo él se va los sábados y vuelve los
lunes. Con el pescado que uno coge, lo vendemos y otra parte la cogemos para la comida. Lo
vendemos aquí mismo, aquí viene el comprador de 6:00am a 6:30am está el comprador aquí, lo
compran temprano, el mismo día se lo cogemos, ese mismo día lo vendemos. Entonces, iniciamos
a las 3 de la tarde, se tiramos los trasmallos, colocamos los anzuelos, colocamos carnada y ya
llegamos aquí, comemos y a las 7 pm. De 7:30 a 8:00 o a veces a las 9:00 de la noche nos vamos a
revisar, recogemos todo los trasmallos y los peces que atrapamos y colocamos carnada de nuevo y
por ahí a las 4:00 a.m. ya nos vamos porque los Jhonsos que pasan llenos de balastro nos dañan
los trasmallos. Eso es una problemática que tenemos con una Balastrera, ellos pasan y nos dañan
los trasmallos con los motores de sus barcos que van llenos de arena que extraen de los ríos, ellos
no van a alzar un motor, porque uno debe ser consciente a eso, porque una canoa tan pesada, al
ellos están alza en el motor se les puede voltear la canoa. Entonces nosotros mejor madrugamos
alzamos los trasmallos y no nos hacen daño a nosotros ni nosotros a ellos, pero tenemos que
madrugar. Al cambiar la pesca, el trasmallo de arrastre y atarraya que se han perdido, por eso es
que hoy no hay casi pescadores artesanales, el pescador artesanal que se ha quedado hoy en día
es porque le gusta el arte, porque hay muchas en la boca (conexión del río y ciénaga) que pescan
con atarraya. Por cierto, mi hijo es atarrayero, la tira y sabe manejar la atarraya. Yo transmito ese
conocimiento que tengo. Cuando era promotor ambiental y trabajaba en eso, había dos clases que
me gustaba explicarlas, yo me iba a los colegios yo les pedía el concepto a los profesores o a los
profesionales. Porque ellos no daban un espacio en los colegios para que se dictará cátedra afro y
de pescadores. Bueno entonces, yo antes iba a los colegios y les explicaba qué era el afro, qué es
la ley 70. La ley 70 es la que nos concede el título cómo personas afro, ley 70 del 91 esa ley se la
debemos nosotros a los indígenas, porque nosotros los afros en Colombia no valíamos un peso,
valían los indígenas, hoy en día los afros valemos por los indígenas, pero tenemos un proceso que
no lo tienen los indios, nosotros para poder tener un reconocimiento los alcaldes nos deben dar
una resolución, a los consejos comunitarios tiene que darle una resolución la alcaldía. Pero el
señor alcalde tiene un problema con los afros, ellos les dan esa resolución a los consejos
comunitarios, pero con que se la dan, a favor de que, a favor de ellos. Porque entre más consejos
comunitarios hallan más plata les baja a los afros, pero la baja por la alcaldía y ellos como uno no
puede reclamar porque ellos no le dan la resolución a uno. Y se roban la plata, hay un problema
que tienen que hacer los alcaldes para darle valor a los consejos comunitarios y es la resolución
del ministerio y esa el alcalde no se la da a uno, porque con la resolución del ministerio el alcalde
se puede quedar con los frutos de los afros y uno no le puede poner una tutela y tendrían que
darle todo el billete que se han gastado a uno, entonces ellos se evitan ese problema de darle el
permiso o la resolución del ministerio para que uno no pueda reclamarles a ellos. Entonces, en
Caucasia somos 20 consejos comunitarios, pregúntele tan siquiera a uno a ver si tiene la resolución
del ministerio, ninguna. Vea yo tengo un papel ahí, que se lo saqué a la Universidad de Antioquia
para poder poner a estudiar los muchachos en la universidad cómo afro, ¿sabe que me pidieron?
Me dijeron: - Don Fidel para que el muchacho pueda estudiar en la universidad debe tener una
carta en la que diga cuál consejo pertenece, ¿desde cuándo es afro? y que consiga la resolución
del ministerio. Le dije: aguántamela ahí, señor director, usted qué es director de la universidad
debe estar más práctico que yo, qué a la alcaldía no le sirve que a nosotros nos den la resolución
del ministerio. Le quitan la vaca gorda, le quitamos una vaquita hasta sin la oreja para que ellos no
la reconocieron y me dijo: -Don Fidel, ¿será así? Le dije: búscame la constitución del 91, perdón ley
70 de 1991, donde están los pueblos afros asentados, si se da de cuenta cuál es el problema que
hay. Entonces si usted me está pidiendo esa resolución para que un joven que quiere estudiar en
la universidad estudia, tendría que ir a Bogotá a llorarle al ministerio para que me la den, entonces
me dijo: - si usted tiene unos muchachos traigan usted mismo que yo veré cómo hago para
meterlo aquí en la universidad. Y cuál es el problema, usted va a estudiar como si fuera un
indígena y no va a pagar nada ya, me entiende, cómo afro usted la universidad no va a pagar nada,
usted como afro en la universidad no va a pagar un peso. Entonces ese es el problema que
tenemos nosotros diferente a los indígenas, los indígenas tienen un poder que a cualquiera de
ellos lo mandan al colegio, Porque que ellos son los dueños de nuestro territorio, nosotros los
afros somos desplazados y a la vez invasores, oyó. Entonces estamos peleando territorio que no es
de nosotros, es una etnia, pero es un territorio qué no es de nosotros y los indios, ya se hacen
matar por la madre tierra. Miré qué tan rara es esa gente, hablé con el presidente de la acción
comunal, le dije: yo hablé con él secretario de desarrollo de Cáceres y me haces una invitación allá.
El Man me preguntó que de dónde era el consejo comunitario mío y yo le dije: - De Caucasia-. Y
usted porque no lo pasa para acá me dijo, yo me quedé viendo y dijiste tipo bruto, no sabe nada
de esto y bueno yo me quedé callado al otro día vino el presidente de acción comunal acá, -
Aaaaa, don Fidel yo necesito hablar con usted, el alcalde de Cáceres me manda decir que necesito
formar un consejo comunitario aquí y ya tengo un consejo comunitario pero la mayoría del
consejo comunitario suyo es de Caucasia, pero viven aquí en Río Man-. ¿Y que tiene eso de malo?
Le dije. No, que para yo poder armar un consejo comunitario todos los del Sisben deben ser de
Cáceres. Y yo no le daba contesta, estoy esperando llegar a la secretaría de desarrollo de Cáceres
para cantársela al secretario. Mire nosotros como afro. Mire, nosotros los afros somos
afroamericanos, americanos, nosotros no somos de África, pero somos afro. Porque todas la
afroeconomía, no la trajeron los españoles, sino Europa, todo mundo mientras, pero aquí lo que
vino fue Europa, vino gente de Italia y España. Ese es el de más valor, ese es el primero, el más
importante. Porque un pescador joven, por ejemplo, la juventud hoy en día cómo va a ser
pescador, la juventud de hoy en día no quiere maltratarse, pero la mayor parte es así, nadie se
quiere maltratar, sino vivir del otro. En cambio, nosotros tenemos todos los entables, mire, el
único pelado metido en la pesca es este (su hijo de 12 años) y eso porque le gusta la pesca. Vea
con este pelado tengo un problema grande para que el aprenda, porque él tiene problemas en la
cabeza, la lombriz lo torció bastante y quedó jodido de la cabeza. Yo por ese pelado pago $400 mil
pesos mensuales para terapia y estudio particular. Para ver si me la enseñan porque yo no quiero
que se quede ahí, yo quiero que él sea alguien en la vida. Yo para mi hijo, no quiero que sea
pescador, no quiero que sea pescador porque ya sé que esto con el tiempo se acaba, la pesca con
el tiempo se acaba. Esto va a vivir el de criadero, con el tiempo vamos a comer pescado de puro
criadero. Me entiende, el pescado de criadero no es igual al pescado natural. La ciénaga también
se acaba con esa minería que tiene, se acaba. Más de 20 motores echándole tierra a diario eso la
tapa, con búfalos adentró en cantidad. Y de cuestiones política no quiero saber nada, yo voto por
qué me toca votar. Porque no me gusta para que le voy a hablar de que yo soy politiquero, no
señor, a mí política no me gusta es nada. En Corantioquia a veces trabajamos, pero en la misma
agua no estoy afuera, hay otras personas pescadoras que hacen otros trabajos son pescadores y se
salen a minear y a veces, no vuelven a pescar. Hay gente que vive en la oportunidad, cuándo viene
la subienda son pescadores, pero cuando no, no lo son. Cuando no son mineros, son cosecheros,
agricultores. En la ciénaga hay todos los tipos de peces de agua dulce, pero hay un pez acá qué
ahora mismo no está muy presente qué es el sábalo, aquí también hay otro pez te estaba
desapareciendo, qué desapareció un tiempo y volvió aparecer qué es la Pacora. El cachucho
también estaba perdido y ya lo hay nuevamente, pero ese ya se ha tenido que acostumbrar a las
aguas, porque antes usted cogía un cachucho y tenía la barriga pelada, porque se la comía el
azogue. Antes de venir Ituango había un afecta miento grande de la Pacora muerta por el azogue.
Normalmente la pacora no le ronca a usted en agua limpia, hora se entierra hasta aquí (la trompa)
a poder dormir en el lodo, no en el barro firme sino en el lodo. Usted sabe que uno pisa en el lodo
y se entierra y luego pisa tierra firme. Bueno, ella en ese lodo se mete y duerme. Cuando la pacora
está roncando aquí y usted la escucha a lo lejos, porque ella ronca bajo tierra, y el agua lleva el
sonido lejos. Crees que está roncando al lado suyo, pero está lejos, entonces, cuándo iniciaron las
minas, aquí había mucha pacora en esta ciénaga y de ahí se fue perdiendo porque se le fue
comiendo todo esto (señala el hocico) el azogue se le comía todo esto y al coroncoro o el cacucho
le comía la barriga porque él se mete en los huecos. Yo me visto distinto en cuando pesco y
cuando salgo a pasear o a la calle, vea, yo sí me voy a ir a pescar me pongo esa sudadera, me
pongo dos camisas para que el mosquito no me atropelle y ya está botas porque hay mucho
zancudo, a veces me voy así en pantaloneta y en camisa, pero sé que me voy a llevar una
mosquitera, pero uno el cuerpo lo tiene adaptado y dice que hijueputa mosquitera, pero sigue
para delante. Y cuando voy al pueblo me pongo otra ropa, a veces le grito a amigos y no me
reconocen porque me ven vestido diferente. Cuando salgo a pescar no me cuido mucho, yo no uso
nada, yo me voy a hacer ya lo que se venga a lo criollo, como dicen. Yo soy salvaje para ese arte,
yo no le tengo miedo a nada, yo en el agua no le tengo miedo a nada. Por eso tengo los pies
apolillados de las picaduras de las rayas. Soy casi manco, esta pierna una vez casi me la destroza
una raya que me cogió el hueso, me pasó la vena y eso eran chorros de sangre por todas partes.
los dos pies los tengo así todos destrozados, pero, hay que hacerle frente a todo. Existen
medicamentos para la picadura de raya, vea, te coges el limón y le saca las semillas y en la rayita
que tiene dentro se la saca y se la mete ahí adentro en la herida y le calma el dolor, pero cuando
usted se le inflama, por ejemplo, esta pierna me se me puso qué no me cabe en el pantalón,
entonces, ya hay otra cura ya uno se tiene que coger y hacerse baños con la hierba llamada rabito
de alacrán, la malva le dicen, usted la coge, se lo sancocha y se pone esos paños cuando el agua
está fría para rebajarle la hinchazón y la cura, uno compra alcanfor con aceite canime y se echa
eso allí. El Alcanfor se le come la parte blanca que le aparece qué es pura carne podrida y el
canime lo va sanando. Cuando no estoy pescando, si no hay otra vaina que hacer me relajo, usted
me ve todo el día aquí cocinando en la tarde, si ya no me encuentra que en la tarde me voy a
pescar. Cocino y siempre me voy. El pescador siempre come pescado, la verdad es que uno se
queja cuando no come pescado, cuando uno llega a una parte y no le dan pescado. Yo, a veces
viajó para el cerro y la hermana mía me ataca a carne y queso y yo le digo: - joda hermana ¿usted
no vende pescado? ponme un pescado-. Ah es que usted no se aburre de comer pescado, me dice
ella, -creo que no me voy a aburrir con nada, échame mi pescado.

Hallazgos

● Se presenta un cambio en la pesca artesanal desde distintos focos: en primera instancia se


encuentra la disminución de los peces en las aguas del municipio, esta disminución se da por los
bajos niveles de las aguas de los ríos y sistemas cenagosos a causa de la minería artesanal presente
en las orillas de la ciénaga Colombia, la construcción de la hidroeléctrica Hidroituango, la apertura
de canales de desagüe en la ciénaga para la creación de potreros para la cría bobina. ● La posible
pérdida de la tradición oral por parte de los pescadores, los mitos han ido desapareciendo por la
desforestación de las zonas boscosas y la aparición del trasmallo como herramienta de pesca. ● El
trasmallo marca un cambio significativo en la forma de ejercer la pesca y deja de implementarse
herramientas como la atarraya y el chile en la pesca en generar y pasan a ser herramienta para la
captura de carnadas. El trasmallo le facilita la labor al pescador y hace que este no permanezca
constantemente en el agua. ● Existe una trasmisión del conocimiento de la pesca artesanal que se
está dejado de lado, el padre no quiere que su hijo sea pescador por la deficiencia de recurso que
existe. ● Se presenta un abandono por parte de los pescadores en la creación de las herramientas
de trabajo. ● Los afros de la región no cuentan con un territorio propio, tampoco con una entidad
que los ampare desde las políticas públicas. ● Es predominante la medicina tradicional ante la
aparición de alguna enfermedad, los centros hospitalarios son un recurso que se utiliza para
permanecer en el Sisben pensando en posibles subsidios. ● El conocimiento que posee el pescador
hace parte de una trasmisión desde su núcleo familiar. ● Existe un comité de pescadores con su
respectivo representante y son buscados para trabajos que ameriten intervención en la ciénaga,
también, son solicitados con fines políticos electorales.

El pescador artesanal realiza esta práctica en distintos escenarios, no necesariamente se debe


limitar a un río o una ciénaga. El objetivo es la captura de peces sin importar en el entorno en el
que se encuentre.

Existe una relación entre la pesca artesanal y los vínculos familiares del pescador. Esta práctica es
trasmitida de generación en generaciones. Las mujeres, hermanas del pescador, poseen otros
oficios, una de ellas revende pescado, una actividad aunada a la pesca artesanal, esto refleja que
las prácticas entorno a la pesca artesanal no solo se trasmite a los varones sino también muestran
su efecto en las mujeres y ellas cumplen papeles importantes en relación a la misma. La identidad
que adopta el pescador con el municipio de Caucasia estando en el territorio de Cáceres se debe
en gran medida a la cercanía que se encuentra entre ambos municipios. Ambos municipios hacen
parte de un mismo territorio para los pescadores artesanales. La apropiación territorial no es
dependiente del municipio, sino del recurso que este posee. En este caso, la Ciénaga Colombia
está en la zona limítrofe con la cabecera municipal de Caucasia es por esto que el pescador se
identifica como caucasiano o su historia se la atribuye a este municipio a pesar de vivir en el
corregimiento de Cáceres. La apropiación territorial va más allá de ocupar un espacio físico, esta a
su vez involucra conocer la historia y cada una de las acciones que los grupos humanos han tenido
en el territorio. Distintas entidades municipales y empresas han tomado los recursos naturales del
territorio y se han lucrado sin darle importancia a las afectaciones socio ambientales. Según el
testimonio, Caucasia consume agua proveniente de la Ciénaga Colombia y Río Man, a pesar de ser
tratada, esta posee altos índice de contaminación producto de las practicas mineras y ganaderas
en la zona. Los pescadores se encuentran organizados de tal manera que eligen un representante
a partir de los comités. En este caso Fidel es el presidente de Río Man y es quien asiste a las
reuniones de pescadores

Muchos pescadores aprovechan los puestos de trabajos que brindan las distintas empresas y
entidades gubernamentales para generar ingresos que ayudan a solventar las necesidades de su
núcleo familiar, sin embargo, no lo hacen de forma responsable. El tiempo se integra como un
factor fundamental a la hora de reconocer un territorio como propio y apreciarlo
emocionalmente.

Los ingresos de la pesca artesanal son diarios y se enfrentan a diario con la incertidumbre del
siguiente día, el ingreso económico de un pescador es incierto, sin embargo, la buena distribución
de los ingresos hace que se sostengan.

Para el pescador un orgullo ser reconocido por el conocimiento que posee con respecto a las
especies de peces y los distintos ríos, quebradas y ciénagas de la región.

El pescador artesanal es aquella persona que se entrega por completo a la pesca artesanal y
mantiene un contacto constante con los recursos hídricos, posee un entable o herramientas para
cazar peces y es dueño de un conocimiento de especies de peces, temporalidades de subienda y
balanza, posee mitos y leyendas que rodean el inmenso mundo de la pesca artesanal. El pescador
artesanal no compra pescado, a él le compran el pescado. Los comerciantes llegan hasta las afuera
de su casa en horas de la mañana a recoger el producto.

La identidad del pescador artesanal gira entorno a su entable (herramientas de trabajo) y


conocimiento. El pescador de tierra es aquel que realiza la actividad de pescar por la orilla de la
fuente hídrica, sin embargo, algunos pescadores dicen que eso no te hace un pescador artesanal.
Las herramientas de pesca es uno de los principales motores de construcción de identidad para el
pescador artesanal. El segundo elemento o motor de contracción de identidad para el pescador
artesanal se remonta a su conocimiento, un conocimiento que puede ser trasmitido o
empíricamente aprendido. Las creencias en divinidades son importantes para el pescador, creen
en Dios y esto los mantiene con fe en que les ira bien en la pesca. La troja del otro mundo es un
mito popular dentro de la pesca artesanal, no es algo que puede ser observable, sin embargo, se
conoce sobre el por los relatos y los sonidos que se escuchan en la práctica. La costumbre ha
hecho que el pescador no se preocupe por lo que pasa y escucha cuando está pescando. La bola:
es un mito que dicen ser observable, se trata una bola que flota en el agua y que a su alrededor
lleva muchos peces, sim embargo, el pescador no se puede adelantar porque puede perder la
riqueza que esta le entregaba. Hay gestos que tienen símbolos dentro del lenguaje de los
pescadores, como lo es el meneo de la canoa y la señales con las manos. Hay una adaptación de la
corporalidad y la vista del pescador artesana, esto se dad por la constancia de su trabajo.

La aparición del trasmallo revoluciona la práctica de la pesca artesanal y deja de lado algunos
métodos como la atarraya. El trasmallo hace de la pesca una práctica más sencilla y que requiere
menos trabajo. Acontecimientos inexplicables podían marcar el rumbo de como iría la pesca
artesanal. Con el trasmallo no es necesario permanecer en el agua ya que simplemente se arma y
pueden irse a la casa, esa inasistencia constante en los ríos y ciénagas han hecho perder los mitos
y creencias. El pescador se niega a dejar de pescar, esto es su arte, es su vida y es la que lo
mantiene con vida, hay un sentimiento de dependencia a la pesca y es un arte que este disfrutara
hasta sus últimos días de vida.

La mejor época para el pescador es la invernal, donde los niveles del rio incrementan los peces
regresan. La problemática entre pescadores y EPM sigue siento visible, cada vez más se sienten los
efectos de la creación de la hidroeléctrica Hidroituango, la cual bajo los niveles de los ríos y seco
muchas ciénagas en la subregión del Bajo Cauca. Lo que se conoce como entable, es el conjunto
de herramientas de casa y transporte del pescador artesanal. Estas herramientas solían ser
fabricadas por ellos, sin embargo, se está perdiendo la costumbre de hacerlo. Las redes de pesca
como el trasmallo, la atarraya y el chile, tienen medidas que son selectivas para los peces. El
surgimiento de nuevas redes y herramientas de pesca han ido eliminado poco a poco otras. El
anzuelo y los trasmallos son las principales herramientas que se utilizan ya que son más efectivas.
El chinchorro y el trasmallo agua abajo que eran métodos de pesca que anteriormente se
implementaban de marea frecuente, pero hoy en día no. El desinterés de las entidades que
regulan la pesca en Colombia tienen poca presencia dentro del territorio, no poseen oficinas
propias y solo existe una persona encargada para todo el Bajo Cauca. El pescador artesanal suele
pescar suele pescar mayoritariamente solo. Sin embargo, Fidel, es acompañado de su hermano. El
pescado se convierte en un símbolo de riqueza cuando este es vendido a los comerciantes y se
convierte en un alimento para el pescador y su grupo. El pescador tiene una rutina para la
elaboración de sus actividades de pesca que implican: atrapar carnadas, armar los anzuelos y los
trasmallos, recogerlos y vender al comerciante. Para evitar problema con una pequeña empresa
de balastro (arenera) el pescador decide despertar temprano y quitar sus trasmallos para evitar
que los motores de las canoas la dañen.

El hijo puede saber el arte de atarrayar, pero no es su destino ser pescador ya que su padre no se
lo permite ni quiere que lo sea. La trasmisión del conocimiento es algo apasionante para el
pescador. Don Fidel, se identifica con las comunidades afros y es conocedor de cada una de las
leyes que los ampara. Le interesa visibilizar las comunidades afros del territorio. Existe una
problemática vigente entre los mecanismos de amparar para las comunidades afro en el
municipio. Don Fidel es conocedor de estas problemáticas y sabe que en elecciones son buscado
por el interés de su comité. Los consejos comunitarios y las comunidades afros en el municipio de
Caucasia sufren una invisibilización y poseen poca participación y recursos por parte del estado. Al
encontrase en el territorio de Cáceres, la secretaria de desarrollo le ofrece hacer parte de su
comité, pero en Cáceres. Fidel se niega y asegura que es una estrategia para obtener recursos para
el municipio. Existe una apropiación histórica acerca de su historia ancestral, se identifica como
afro y conoce la historia de estas comunidades, las leyes y los beneficios y garantías que pueden
obtener. La buena ejecución de la pesca va a depender del entable que posea el pescador y el
conocimiento. La juventud no quiere ejercer la pesca, por ser una actividad complicada y que
maltrata el cuerpo.

La no trasmisión de la pesca artesanal del pescador a sus hijos se debe a la visión que este le ve a
la pesca. La pesca quedara en manos de los ricos ya que este tiene el dinero para la piscicultura. La
sedimentación a las ciénagas ha sido por parte de la minería artesanal y por la cría de búfalos. La
política y los partidos existentes no representan importancia. Entidades como Corantioquia
contratan a los pescadores para elaborar limpiezas comunitarias en las ciénagas En la ciénaga
Colombia existen diversos tipos de peces y se han visto afectaciones a las especies por la
contaminación presente por mercurio a causa de la minería. Especies de peces como el cacucho y
la pacora son las más afectadas por la minería.

El pescado es uno de los alimentos que no le puede faltar al pescador en su plato de comida. No es
solo un vínculo económico, sino, también alimentario y afectivo.

La pesca artesanal no siempre fue el oficio practicado por algunos pobladores. Algunos pesadores
se dedicaron anteriormente a otros oficios, como en el caso de Alfredo Hernández quien se
dedicaba a la minería y a la pesca. Sin embargo, ambos oficios son atravesado por un factor en
común que sería el agua de los ríos o recursos hídricos donde se practican. El río entra a ser un
factor importante para el pescador y el minero ya que del agua depende su trabajo. Existe una
concientización por parte del pescador artesanal con lo que respecta al medio ambiente y a las
especies que lo rodena, esto crea un sentido de pertenencia por su entorno. La pesca es menos
destructiva que la minería si se ejerce de manera responsable acatando la normatividad vigente. El
pescador nato es aquel que cuenta con recursos materiales y saberes trasmitidos sobre la pesca
artesanal, especies de peces y fuentes de aguas. Existe una relación entre el oficio de la pesca y los
vínculos familiares y sociales. Se evidencia la trasmisión de saberes por parte de las personas
mayores a los más jóvenes. Aunado a esto, se presentan relaciones sociales entre pescadores por
motivos de oficios y algunas asociaciones que se presentan entre ellos.

El tiempo de experiencia en la de la pesca artesanal puede incidir en la identidad de un pescador,


la temporalidad que lleva ejerciendo la pesca es motor de definición para un pescador artesanal ya
que ejerciendo es que se aprende. La práctica hace al pescador. La pesca artesanal se ejecuta
principalmente de manera individual por los recursos económicos. Existe una concientización por
parte del pescador sobre los ingresos que puede obtener mediante la pesca artesanal y esto lo
conlleva a la decisión de trabajar de manera individual o en compañía. Trabajar en compañía los
lleva a arriesgar las ganancias. Existen distintos conocimientos que se desarrollan en la práctica de
la pesca artesanal y estos son trasmisibles a otros miembros de la familia o de la sociedad. La
trasmisión de los saberes de la pesca por parte de los pescadores artesanales ya no se está dando,
porque estos consideran que no es un trabajo fiable a futuro y no desean que sus hijos sean
pescadores. La economía y las ganancias del pescador son diarias e inciertas, nunca sabe que
ganancia obtendrá al siguiente día en su trabajo y se encuentra una suerte donde le puede ir bien
y le puede ir mal económicamente. A partir de la pesca, los pescadores han podido solventar las
necesidades familiares y dado educación a sus hijos. Cabe resaltar que hay pescadores que tienen
hijos con varias mujeres y ambos han sido criados y educados. Existe una apropiación territorial
por parte del pescador en los lugares designados para la pesca. Existen distintos materiales y
herramientas de pesca, entre ellos los anzuelos y el trasmallo. El pescador tiene identificado los
lugares y los métodos de pesca que se pueden utilizar en este para tener mayor éxito. El pescador
identifica cualidades en sí mismo, como lo es la paciencia y la fe en que le ira bien pescando.

Sin importar como este la pesca actualmente, el pescador piensa terminar sus últimos días de vida
ejerciendo la pesca y es consiente que desaparecerá la pesca artesanal. La trasmisión de la
práctica de la pesca por parte de los pescadores a sus hijos se ha dejado de hacer, puesto que no
le ven futuro a la pesca artesanal. El futuro de la pesca desde la perspectiva del pescador se
encuentra las manos de los ricos ya que estos cuentan con los recursos para sostener las presas de
cría, sin embargo, esto no se denominaría pesca artesanal y pasa a ser piscicultura. El pescador se
denomina así mismo pobre, y lo hace a partir de la comparación económica y los recursos que
poseen otro tipo de grupos en el territorio. Entre los cambios más notorios en la pesca se
encuentra el crecimiento del pez y el reglamento dictado por la AUNAP no ha sido modificado. El
pescador comercializa el pez que atrapa y aparta para el consumo propio, dentro de su
alimentación siempre se encuentra el pez como alimento y gran parte es vendida para comprar
otros productos de alimento. A pesar de la importancia que representa la Ciénaga Colombia para
el pescador, este viví con el temor de una futura desaparición y este pensamiento causa que ellos
no trasmitan el conocimiento a sus hijos ya que no se podrá ejercer en la ciénaga. A pesar de su
inconformidad con los dragones de minería, estos no hacen nada. La pesca se convierte para el
pesador una forma de distraerse y compartir con sus amigos mientras la ejerce, al mismo tiempo
genera ingresos para su familia. A pesos de red y pesca, el pescador ha criado a sus hijos. El
pescador se guía por las propuestas de los candidatos y deja de lado los partidos políticos,
reconocen el surgimiento de los nuevos.

Hallazgos
● La pesca artesanal ha tenido una gran variedad de cambios en todos los procesos que la implican
y él pescador artesanal que ha vivido gran parte de su vida ejerciéndola ha sido testigo, llegando al
punto de poder identificar el motor originador de estos. Entre los cambios más relevantes dentro
de la pesca artesanal identifican: la reducción de los peces a causas de los bajos niveles de las
fuentes de aguas, esto se debe a las sequia de los afluentes a causa de la construcción de la
hidroeléctrica Hidroituango, la sedimentación por parte de la minería y la creación de potreros y
planicies para la cría de ganado, estos factores han reducido significativamente los niveles de los
ríos, quebradas y ciénagas de la zona y han hecho migrar los peces hacia otros lugares dejando al
pescador sin su recurso principal. Un segundo factor que ha causado la reducción de la pesca ha
sido la falta de trasmisión de saberes, los pescadores artesanales han dejado de trasmitir ese
conocimiento y no quieren que los hijos sean pescadores futuros porque ven el deterioro de la
pesca y su tendencia a desaparecer, los saberes como la creación de herramientas y los mitos y
creencias han dejado de ser trasmitidos. Las herramientas empiezan a ser compradas en
almacenes y dejan de lado la fabricación por cuenta propia. Por último, existe un descuido por
parte de las entidades o instituciones competentes lo que genera una destrucción de las fuentes y
la predominancia de un sector económico frente a otro, como lo es la ganadería y la minería por
encima de la pesca artesanal.

Hallazgos ● La pesca artesanal ha tenido grandes cambios en el tiempo, en las cantidades de peces
que existían, en el precio del pescado, en la demanda por parte de comerciante. ● Las entidades
competentes no prestan la suficiente atención a las problemáticas presentadas en la zona. ● La
trasmisión del conocimiento se está abandonando y los pescadores no desean que sus hijos tomen
el mismo rumbo que ellos. ● La fabricación de herramientas se deja en manos de terceros.

Ser pescador

Para el poblado de Río Man, los cuerpos de agua no solo forman parte de una fuente de ingresos
económicos, también es comunicación por vía acuática, belleza, fuente de sabiduría y de
inspiración para poetas y escritores; representa esperanza, historias de antepasados que les
ayudan saber quiénes son quienes viven allí, para muchos significa recordar una historia hermosa
vida, una vida dura, así como otros reconstruyen a partir del río un recuerdo doloroso de muerte.
Para el pescador artesanal el agua representa su vida entera, su pasado, su presente y su futuro;
pescar es cuestión de suerte, de fe, una práctica con un futuro incierto, pero con fuerte
participación en su identidad en el pasado y en el presente. Los pescadores han tenido a través de
su historia una relación con el agua, el río, la ciénaga y los seres vivos que se encuentran en ella y
en el entorno, pero, además, perduran unas tradiciones que pertenecen a lo que ha sido llamado
cultura anfibia a la que hace alusión el sociólogo colombiano Orlando Fals Borda refiriéndose al
hombre ribereño, agricultor, cazador y pescador de las ciénagas (Malo, 2019 p. 31).

Ser pescador anfibio. La pesca artesanal según Velasco (2016) nos refiere a una actividad
económica productiva como una cultura ya que los pescadores no reproducen solo una actividad
laboral, sino también, una forma de vida: modos de ver, de pensar y de hacer. La pesca se
enmarca dentro de una cultura local, nacional y actualmente global, esta a su vez, presenta un
modo de dominio cultural diferenciador. Esto infiere por una parte que las sociedades
históricamente han construido “autodescripciones” sobre estos grupos humanos,
“distinguiéndolos” de otros grupos; y, por otra parte, dichos grupos distinguidos por la sociedad se
identifican y reconocen a sí mismos como “pescadores artesanales”. (P.18) La identidad del
pescador artesanal de Río Man, está fuertemente marcada por varias expresiones culturales; entre
las principales esta la cultura material que estos poseen para la realización de las distintas
actividades que demanda la pesca artesanal; la cultura material hace referencia a las herramientas
que utiliza el pescador al momento de pescar, los pescadores de Río Man se refieren a esta como
el “entable” que está conformado por las canoas, las atarrayas, los anzuelos, canaletes, el
chinchorro/a, el trasmallo, arpones, sogas, hilos o cuerdas, cuchillos, varas de maderas y nailon.
Soy pescador artesanal, para ser un buen pescador artesanal se necesita tener canoa
principalmente. Si no tienes canoa eres pescador de tierra y eso no te hace uno artesanal. Necesita
tener atarraya, trasmallo, anzuelo, estar armado. Para usted ser un pescador, porque si usted no
tiene todo eso, no es un pescador. Esas son las herramientas principales de un pescador, una
buena atarraya, un buen chile, unas buenas cuerdas, un buen trasmallo. Que usted piense, voy a
tirar ahí porque voy a sacar unos buenos pescados. (Entrevista a Fidel Escorcia, pescador artesanal
de Río Man, 2022) Un buen pescador artesanal debe tener primero que todo el entable ese es más
interesante, el entable. Llamamos nosotros entable a una canoa, trasmallo atarraya, chile. el chile
es una

Alguna vez le dije a un compañero: ve yo soy pescador y yo no deseo que una hija mía se case con
un pescador. Por lo que uno no tiene futuro, el pescador no tiene futuro, el futuro del pescador es
incierto. Yo hoy me puedo ganar 500.000 mil pesos, hoy. Pero no sé de ahí pa’ lante que día me
voy a ganar o si sigo ganándome al menos un sueldito bueno. Hay veces que nada, nada de nada,
que 50 00 que 10.000 entonces una cosa que no tiene futuro, el futuro es muy incierto.
(Interlocutor, Alfredo Rafael Hernández Pastor) La trasmisión de saberes por parte de estas
comunidades anfibias se presenta mediante la oralidad, la puesta en práctica y la observación. Los
pescadores afirman que ellos aprendieron a pescar directamente pescando con una persona que
ya sabían de la práctica y este se encargaba de indicarle lo que debían hacer y porque de esa
manera, a su vez indicaba los significados del movimiento del agua, el clima, la utilidad de las
herramientas y las temporalidades de subienda de los peces, el nombre de las especies tanto de
plantas y animales. Alguna vez le dije a un compañero: ve yo soy pescador y yo no deseo que una
hija mía se case con un pescador. Por lo que uno no tiene futuro, el pescador no tiene futuro, el
futuro del pescador es incierto. Yo hoy me puedo ganar 500.000 mil pesos, hoy. Pero no sé de ahí
pa’ lante que día me voy a ganar o si sigo ganándome al menos un sueldito bueno. Hay veces que
nada, nada de nada, que 50 00 que 10.000 entonces una cosa que no tiene futuro, el futuro es
muy incierto. (Interlocutor, Alfredo Rafael Hernández Pastor) La trasmisión de saberes por parte
de estas comunidades anfibias se presenta mediante la oralidad, la puesta en práctica y la
observación. Los pescadores afirman que ellos aprendieron a pescar directamente pescando con
una persona que ya sabían de la práctica y este se encargaba de indicarle lo que debían hacer y
porque de esa manera, a su vez indicaba los significados del movimiento del agua, el clima, la
utilidad de las herramientas y las temporalidades de subienda de los peces, el nombre de las
especies tanto de plantas y animales.

Conclusiones

En el poblado de Río Man y el Bajo Cuaca antioqueño existen una relación entre el territorio, la
práctica de la pesca artesanal y la identidad cultural, donde el territorio es el agente generador de
los recursos necesarios para la reproducción de distintas prácticas económicas incluyendo la pesca
artesanal. En el caso de Río Man, al estar ubicado entre los ríos Cauca y Man crea un entorno
óptimo para el desarrollo de prácticas que llevan una estrecha relación con el agua, como lo son la
pesca artesanal, la minería, la ganadería y la agricultura. La dependencia de las prácticas aunada al
agua construye una identidad en la población que Fals Borda denomina cultura anfibia donde se
entretejen diversas dinámicas socioculturales e ideológicas cargadas de creencias (mitos y
leyendas) e imaginarios que giran en torno a ríos y lugares relacionados. En este orden de ideas
este territorio con numerosos cuerpos de agua como, ríos, ciénagas, lagos y quebradas, crea la
posibilidad de la pesca artesanal que se convierten en constructora de identidad cultural en la
repetición de esas prácticas de manera colectiva. La identidad del pescador artesanal no solo se
centra en la economía sino en otros elementos que ayudan a su constitución, como lo es el
conjunto de herramientas que faciliten la caza, el trasporte de los peces y la persona que la
practique. Para ser reconocido como pescador artesanal, el pescador debe contar con unos
conocimientos sobre la pesca en general y los elementos que la integran al territorio local, dichos
conocimientos que se obtiene de manera colectiva e históricamente y normalmente son
trasmitidos de hombres mayores a hombres menores en términos de la edad. Esa trasmisión se da
por las relaciones con otros miembros o comunidades. Así mismo, los pescadores artesanales
sostienen conductas reiterativas en su comportamiento familiar y social como en el caso de
trabajar de manera solitaria a la hora de pescar, sin embargo, mantienen relaciones constantes
entre pescadores que aportan a su construcción de identidad y que se evidencias en los consejos
comunitario y en los combos de pescadores que ellos organizan. Esta identidad y prácticas que
ejercen los pobladores de Río Man, se ha visto afectadas por las distintas disputas territoriales que
se presentan en la zona por parte de grupos armados y otros sectores de la economía del
municipio que buscan la obtención de tierras para explotar, ya sea mediante la práctica de la
ganadería, agricultura o minería, que han deteriorado el territorio y contaminado en gran medida
los distintos cuerpos de agua, además, se han manifestado sedimentaciones de grandes
extensiones de recursos hídricos que es el lugar de obtención del sustento alimenticio para
muchas poblaciones humanas y no humanas. La disputa por el territorio que se han presentado
entre los distintos sectores de la economía ha conllevado a una supremacía de unos sobre otros,
donde el que lidera es aquel que más genera y acumula riquezas y fuerza represiva sobre los
demás. Estos conflictos, la contaminación, y la disminución del recurso pesquero ha creado un
desinterés por parte de los pescadores artesanales y de los demás miembros de la sociedad para
trasmitir o aprender el arte de la pesca. Se ha convertido en una actividad poco rentable y con un
futuro incierto mirada desde las lógicas del mercado. Esto ha llevado a que los pescadores no
trasmitan el conocimiento que poseen a sus hijos, ya que no pretenden que la nueva generación
se dedique a la pesca artesanal, por el esfuerzo que demanda y la poca rentabilidad que esta
genera; sin embargo, se observa como ejercer resistencia frente a la posible desaparición, al
reafirmarse como pescadores artesanales en sus prácticas cotidianas. Encarnando en su forma de
“ser pescadores artesanales” las disputas territoriales entre la permanencia y el cambio. Existe una
relación histórica entre las sociedades y su entorno natural, es una relación entre la diversidad
biológica y una diversidad cultural. Es una relación que se entiende como diversidad biocultural
donde se relacionan la distintas culturas con diferentes grupos de otros seres vivos. Esta relación
es el motor de la construcción de identidad de los pescadores artesanales que interactúan
constantemente con el entorno natural, su cultura y la de otros. A lo largo de la presente
investigación se pudo evidencia que a pesar de la integración que tienen los pescadores
artesanales en la cotidianidad la sociedad no pescadora, han logrado construir estilos de vida,
formas de pensar, maneras de hacer o actuar muy distintas a los demás miembros de la sociedad,
creando así una identidad sostenida por su cultura material, las prácticas pesqueras, el
conocimiento ecológico, los lugares y formas de construcción de las vivienda, las relaciones que
establecen al interior de grupo, con miembros de otros grupos y con seres y entidades no
humanas como los cuerpos de agua, animales y plantas. La identidad cultural del pescador
artesanal, ligada a lo que se ha caracterizado como cultura anfibia, hace parte fundamental de la
diversidad biocultural del territorio que habita y que la habita.

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