Nutri en Salud Unidad 3 Parte II

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Unidad 3 – PARTE II - Sistema de Salud Argentino y Seguridad Alimentaria

SISTEMA DE SALUD

Estructura del sistema de salud

Según OMS se define sistema de salud como un conjunto de bloques fundamentales


que operan de manera interrelacionada para mejorar la salud de la población, disminuir
las brechas en salud y alcanzar la protección social en salud

Sistema de salud y sus componentes


El sistema de salud de Argentina está compuesto por tres sectores poco integrados
entre sí y fragmentados en su interior:
1- El sector público
2- El sector de seguro social obligatorio (Obras Sociales) y
3- El sector privado.

El sector público de salud en Argentina comprende las estructuras administrativas


provinciales y nacionales, incluyendo hospitales y centros de salud públicos que ofrecen
atención gratuita a personas sin seguridad social y capacidad de pago.

El seguro social obligatorio se organiza mediante las Obras Sociales (OS), que cubren a
trabajadores asalariados y sus familias según su rama de actividad, con una OS por
provincia que atiende a empleados públicos locales. El INSSJyP - PAMI proporciona
cobertura médica integral a jubilados y pensionados, así como a sus familias
El sector privado de salud en Argentina incluye:

a) profesionales que brindan servicios independientes a pacientes asociados a OS


específicas o a sistemas privados de medicina prepaga;

b) establecimientos asistenciales contratados por OS, y

c) Empresas de Medicina Prepaga (EMP), que cuentan con un subsector prestador de


servicios agrupado en la confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales
Privados. También comprende cooperativas y mutuales de salud, entidades no lucrativas
que ofrecen planes de salud pero no operan como OS ni como medicina prepaga.

Beneficiarios del Sistema de Salud

Argentina dio un paso crucial hacia el reconocimiento de la salud pública como


responsabilidad estatal en 1943, con la creación de la Dirección Nacional de Salud
Pública y Asistencia Social, que se convirtió en Ministerio en 1949. Este período marcó el

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surgimiento del Estado como garante del derecho a la salud y de las organizaciones
sindicales y estatales, precursoras del sistema de Obras Sociales (OS). Esto condujo a
una expansión de los derechos sociales y a la multiplicación de la oferta pública
universal y gratuita de servicios de salud, junto con una ampliación de la seguridad
social. Sin embargo, institucionalmente, se reflejó en un sistema fragmentado con tres
subsectores: uno para los grupos de bajos ingresos sin seguridad social, otro para
trabajadores asalariados y jubilados, y un tercero para la población con capacidad de
pago que compra seguros privados o paga de su bolsillo. Los beneficiarios de pensiones
no contributivas están entre las dos primeras categorías. La población sin recursos
recurre a hospitales y centros de salud públicos para atención gratuita, mientras que los
trabajadores y jubilados tienen seguro social a través de OS, tanto nacionales como
provinciales, que subcontratan servicios del sector privado. En 2008, este sistema cubría
a más de 18 millones de beneficiarios, con las OS nacionales atendiendo al 70% y las
provinciales al 30% restante.

Financiamiento

El sector público se financia principalmente con recursos fiscales, donde la


administración central y los organismos provinciales reciben fondos del presupuesto
nacional. El INSSJyP, que cubre a jubilados y beneficiarios de pensiones no contributivas,
se financia con contribuciones de trabajadores y recursos fiscales. Las OS nacionales y
provinciales reciben financiamiento del 8% del salario de los trabajadores activos,
compartido por empleados y empleadores. Parte de estas contribuciones financia un
Fondo Solidario de Redistribución para aumentar la equidad en la distribución de
recursos entre las entidades. El sector privado se financia con primas pagadas por
hogares o empresas a las Empresas de Medicina Prepaga (EMP) y pagos directos de
quienes no tienen seguro de salud y utilizan servicios privados

Gastos en Salud

Entre 1995 y 2008, Argentina aumentó su gasto total en salud como porcentaje del PIB,
pasando de 8% a 9.6%, convirtiéndose en el país latinoamericano con mayor inversión
en salud según la OMS. Sin embargo, el gasto per cápita se redujo debido a
devaluaciones monetarias, cayendo de US$ 707 en 1999 a US$ 241 en 2002. Desde
entonces, ha aumentado constantemente. Sin embargo, entre 1995 y 2014, el gasto
total en salud como porcentaje del PIB disminuyó significativamente, de 8% a 4.8%. A
pesar del promedio nacional, hay diferencias provinciales importantes. Durante la
pandemia, el gasto total en salud representaba el 9.4% del PIB, con el 2.7%

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correspondiente al gasto público, el 3.9% al gasto de la seguridad social (incluyendo
PAMI) y el restante 2.8% al gasto privado.

Ministerio de Salud

El Ministerio de Salud (MS) del gobierno nacional establece los objetivos centrales del
sistema de salud y ejerce funciones de conducción y dirección política. Supervisa la
normalización, regulación, planificación y evaluación de las acciones de salud a nivel
nacional. Cuenta con organismos descentralizados como la ANMAT, ANLIS, INCUCAI,
CENARESO e INAREPS, además de tres hospitales y el INSSJyP. Administra programas
especiales como inmunizaciones, maternidad e infancia, y VIH/SIDA. La
Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), creada en 1996, supervisa y controla los
agentes del Sistema Nacional de Seguros de Salud. A nivel provincial, los ministerios de
salud son responsables de la salud de sus habitantes. La coordinación entre la nación y
las provincias se promueve a través del Consejo Federal de Salud (COFESA), donde se
establecen metas y políticas compartidas entre sectores y jurisdicciones.

Problemática del Sistema de Salud Argentino

El sistema de salud en Argentina ha experimentado una disminución en sus capacidades


y enfrenta problemas cada vez más significativos. En las últimas décadas, el deterioro
del sistema público, que incluye hospitales y centros de atención primaria coordinados
por Ministerios y Secretarías de Salud, ha sido notable. Esto ha llevado a un crecimiento
de las Obras Sociales como principal proveedor de servicios, aunque también han
enfrentado problemas en los años 80 debido a la pérdida de recursos y debilidades
institucionales.

La falta de coordinación y articulación entre los subsistemas de salud, tanto a nivel


nacional como provincial y municipal, ha generado una falta de un sistema de salud
formal y ha dificultado el uso eficiente de recursos y la equidad en la cobertura. El
acceso a la atención sanitaria presenta grandes inequidades, y organismos
internacionales como la OMS han promovido la atención primaria de la salud para
mejorar la accesibilidad y lograr la equidad.

El sistema de salud argentino se basa en que el sector público brinda servicios gratuitos
para todos los habitantes, independientemente de su afiliación a la seguridad social o al
sector privado. Sin embargo, la desarticulación entre los tres subsistemas ha limitado los
logros alcanzados en comparación con los recursos asignados. La descentralización en
los años 90 profundizó la fragmentación en áreas como el Gran Buenos Aires,
generando desigualdades en el acceso a servicios y modalidades de atención.

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El acceso a la atención de la salud se ve afectado por diversas barreras, como las
geográficas, institucionales y económicas. Estas barreras dificultan el acceso a los
servicios de salud y requieren un enfoque integral para abordar los problemas de
accesibilidad desde la población y la oferta de servicios.

Se identifican tres dimensiones que afectan el acceso a la atención médica, donde los
recursos de la población interactúan con los obstáculos del sistema:

a) Dimensión ecológica: problemas relacionados con la ubicación de los centros de


atención, el tiempo disponible y el transporte.

b) Dimensión financiera: los costos de la atención en relación con la capacidad


financiera de los usuarios.

c) Dimensión organizacional: obstáculos administrativos en los establecimientos de


salud que interactúan con la disponibilidad de tiempo de los pacientes, como demoras
en la obtención de turnos y tiempos de espera para la atención.

ODS

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con sus 169 metas y 231 indicadores,
representan una agenda universal y transformadora para todos los Estados miembros
de las Naciones Unidas. Esta agenda busca superar paradigmas pasados de ayuda
condicionada y promover una verdadera alianza para el desarrollo, basada en el
principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los ODS son universales,
aplicables a todos los países, y buscan abordar desafíos comunes e individuales en
múltiples dimensiones del desarrollo sostenible. Son transformadores al integrar
aspectos económicos, sociales y medioambientales, promoviendo un desarrollo
centrado en las personas y el planeta. Además, son civilizatorios al promover el respeto
universal hacia la igualdad y no discriminación, con un enfoque en el respeto y
promoción de los derechos humanos para todos, sin importar su condición

Seguridad Alimentaria y Nutricional

La Seguridad Alimentaria, según la FAO, se logra cuando todas las personas tienen
acceso físico, social y económico a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente
para satisfacer sus necesidades nutricionales y preferencias alimentarias, promoviendo
una vida activa y saludable. El concepto evolucionó desde los años 70, incorporando la
idea de acceso económico y físico en los años 80, y en los 90 se añadió la inocuidad y
las preferencias culturales, reafirmando la Seguridad Alimentaria como un derecho
humano.
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Según el INCAP, la Seguridad Alimentaria Nutricional garantiza a todas las personas
acceso permanente y oportuno a alimentos de calidad suficiente para un adecuado
consumo y desarrollo, en concordancia con el derecho a una alimentación apropiada y
el derecho a no padecer hambre.

Disponibilidad física de los alimentos

La seguridad alimentaria se relaciona con la producción, existencias y comercio de


alimentos. Argentina es un país productor de alimentos, con superávit en su balanza
comercial de productos alimenticios. Produce más de lo que necesita para el mercado
interno, pero esto no garantiza la seguridad alimentaria para todos

Acceso físico y económico a los alimentos

La disponibilidad de alimentos a nivel nacional o internacional no garantiza la seguridad


alimentaria en los hogares. Las políticas se enfocan más en ingresos y gastos para
abordar esta preocupación. El acceso a los alimentos está vinculado con los ingresos y la
estructura socioeconómica del país. Las personas con ingresos insuficientes pueden vivir
en situación de indigencia al no poder comprar alimentos básicos. El acceso físico está
relacionado con la geografía y la infraestructura de transporte del país.

La utilización de los alimentos

La utilización de los nutrientes de los alimentos se refiere a cómo el cuerpo aprovecha


esos nutrientes. Una alimentación saludable, la preparación adecuada de los alimentos,
la diversidad en la dieta y la distribución apropiada de los alimentos en los hogares son
fundamentales para asegurar la ingesta suficiente de energía y nutrientes. Cuando estos
factores se combinan con un buen uso biológico de los alimentos, se logra una buena
condición nutricional en los individuos.

La estabilidad

La cuarta dimensión de la seguridad alimentaria se refiere a la estabilidad en el tiempo


de la disponibilidad, acceso y utilización de los alimentos. Esta estabilidad puede ser
afectada por factores como cambios climáticos, inestabilidad política y situación
económica. La inseguridad alimentaria puede ser crónica o transitoria. La transitoria es
temporal y causada por eventos específicos, como la pandemia, mientras que la crónica
es de largo plazo y requiere programas de desarrollo social para abordarse.

Programas alimentarios en Argentina

Argentina cuenta con el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria (ley 25.724) que tiene
como objetivo garantizar el acceso a la alimentación de los argentinos, especialmente

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niños hasta 14 años, embarazadas, discapacitados y adultos mayores en situación de
vulnerabilidad. Este plan incluye varios programas:

1. Programa Alimentar: Dirigido a familias vulnerables con hijos menores de 14


años, embarazadas, personas con discapacidad y madres con 7 hijos o más que
reciben pensiones no contributivas.
2. Asistencia Alimentaria a la familia: Proporciona módulos alimentarios o tarjetas
para la compra de alimentos a familias en situación de vulnerabilidad,
centrándose en poblaciones indígenas, celíacos y personas en situación de
inseguridad alimentaria.
3. Fortalecimiento a comedores escolares: Brinda desayuno, almuerzo, refrigerios
y meriendas en escuelas públicas, reforzando los programas provinciales.
4. Programa de abordaje comunitario: Dirigido a organizaciones civiles que
asisten a personas en sus espacios comunitarios, en colaboración con el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
5. Pro Huerta: Dirigido a familias vulnerables urbanas y rurales, así como a escuelas
en áreas críticas, ofrece asistencia técnica y financiera para el desarrollo de
huertas comunitarias, escolares y familiares. Desde 1990, proporciona insumos
biológicos y supervisa su implementación.
6. Asignación Universal por Hijo (AUH): Iniciado en 2009, este programa ofrece
transferencias de ingresos para la adquisición de alimentos a familias en situación
de pobreza, condicionadas a controles de salud y escolaridad de los menores de
18 años.
7. Programa Hogar: Brinda subsidios económicos a familias y organizaciones sin
acceso a la red de gas, ayudando a cubrir los costos de este servicio esencial para
el hogar.

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