MOMENTO LL
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ESTADO FALCON
Asesor Metodológico:
El baño, por tanto, debe ser una prolongación de los espacios de aprendizaje,
un lugar donde los alumnos se sientan cómodos y puedan desarrollar aspectos
tan importantes como la correcta higiene personal.
2.2.2 Baños en los colegios
Uno de cada cuatro niños evita el uso de los baños escolares diariamente y hasta
un 80 % de los estudiantes de secundaria evitan ir al baño en la escuela. ¿Por qué
lo hacen? ¿Cuáles son las consecuencias?, la uróloga Josefine Grandin, analiza
un problema social complejo y de amplio alcance.
Los estudios indican que las razones por las que se evita usar los baños escolares
son complejas y varían según la edad. Para los niños de entre 7 y 15 años, por
ejemplo, ir al baño es en gran medida una actividad que se rige por la necesidad
física. La ansiedad social, el miedo a verse expuestos y normas poco racionales
son solo algunas de las razones. Sin embargo, una cosa está clara: la falta de
higiene en los baños escolares evita que los estudiantes los usen.
Abordar este problema requiere garantizar que todos los baños de la escuela se
encuentren adecuadamente equipados y limpios, y que los padres y los maestros
reciban la educación necesaria sobre las necesidades de los niños y la higiene en
la escuela. Además de nuestra marca de higiene global, Tork, trabajamos desde
hace mucho tiempo con escuelas en todo el mundo para fomentar la educación y
dotar de los equipos necesarios para que mejore el nivel de la higiene.
“Tork tiene dos programas que se usan en todo el mundo para crear conciencia
sobre la higiene entre los niños y enseñarles cómo lavarse las manos
adecuadamente.
Desde una perspectiva de salud, creemos que es importante enseñar buenos
hábitos de higiene desde la infancia. Los resultados de investigaciones y
encuestas nos han permitido descubrir que existe una gran cantidad de adultos
que se lavan las manos de forma incorrecta, o no se las lavan después de usar el
baño.
Si los baños se encuentran sucios o no son higiénicos, indirectamente enseñamos
a nuestros niños que la higiene no es importante, cuando es precisamente lo
contrario, especialmente en términos de la propagación de infecciones. Para los
niños también es muy estresante no poder ir al baño cuando lo necesitan.
Desde una perspectiva de salud, creemos que es importante enseñar buenos
hábitos de higiene desde la infancia. Los resultados de investigaciones y
encuestas nos han permitido descubrir que existe una gran cantidad de adultos
que se lavan las manos de forma incorrecta, o no se las lavan después de usar el
baño.
Evitar ir al baño provoca muchos efectos secundarios, entre ellos las infecciones
urinarias y los escapes de orina. Estos síntomas pueden ser consecuencia del
estrés o de apurar el proceso. Para combatirlos, es importante prestar atención a
las señales que da el cuerpo y pensar en cosas como la postura. Estar tranquilo y
cómodo en el entorno del baño también ayuda. Queremos destacar los problemas
que pueden surgir al evitar ir al baño, y también nos esforzamos por incentivar la
mejora de la higiene en los espacios públicos.
Mirar una escuela tal como es, sin prepararla para una visita oficial, como suele
suceder con más frecuencia en los tiempos actuales de “acercamiento” de las
autoridades educativas de todos los niveles, representa un privilegio para los
futuros docentes que se insertan como un miembro más del personal. Esta mirada
y este acercamiento ocurren gracias a la apertura de las comunidades educativas
de las escuelas primarias que se involucran en la formación y que comparten con
ellos no solo los espacios físicos, sino sus experiencias de atención a los niños.
Así, en las visitas es posible identificar los retos que implica ofrecer una educación
de calidad, cuando hay muchos factores implicados en la tarea de la enseñanza
que afectan el cumplimiento cabal del derecho a la educación.
El respeto a las instituciones educativas y a las comunidades es un propósito
fundamental que los normalistas van aprendiendo en la medida que se involucran
en las actividades de las primarias a las que asisten. La mirada comprensiva les
permite entender por qué las escuelas son como son, pero también despierta en
ellos una mirada crítica acerca de las posibilidades reales que tenemos.
La mirada puesta en los baños de las escuelas no es casual, cuando son muchos
factores los que intervienen para que un baño esté limpio y en servicio. Mirar el
derecho a una educación de calidad desde la perspectiva de los derechos
humanos, a través de un espacio “marginal”, tangencial, que aparentemente no
importa porque no aparece como prioridad educativa, es colocar al frente un
espacio por demás significativo para niñas y niños y, en este caso, para los futuros
docentes. Los baños son un eslabón de una cadena de condiciones que en
muchas ocasiones forma parte del telón de fondo de las escuelas, y el trabajo que
realizaron los estudiantes normalistas nos habla de la capacidad fresca de
asombro para no acostumbrarnos a que los baños de las escuelas sean así, casi
por naturaleza, violentando los derechos de los niños y de todas las personas que,
aunque no quieran, tienen que hacer uso de ellos.
El derecho que tienen los niños a la educación de calidad muestra tantos matices
como factores se involucran en su cumplimiento. El factor material por excelencia
de una educación de calidad es la infraestructura física del plantel.
En la transición hay mucho más que hacer que construir baños, no es suficiente
tenerlos. Si bien es un avance contar con baños en las escuelas, tenerlos, en sí
mismo no resuelve el tema de la atención de calidad a los niños; hay otros
factores que se tienen que atender. Un baño, como infraestructura física, trae
consigo otro tipo de demandas como agua, papel, limpieza, que, si no se cuidan,
nuevamente vulneran el derecho a la educación de los niños, así como su derecho
a la salud. Contar con baños es una oportunidad para educar desde la higiene y la
salud de los niños y con ello, atender sus necesidades básicas como parte de las
obligaciones del Estado.
Los baños son una carta de presentación en las escuelas pero que ha estado
fallando. Los baños son también el eslabón de los derechos de los niños en el
plano cotidiano concreto, es decir, son una forma concreta de atender o vulnerar
sus derechos. Las evaluaciones que realiza el INEE, como la ECEA ofrecen
información a la sociedad y, particularmente, a las autoridades educativas acerca
del grado en que se cumple el derecho a la educación y el ejercicio de los
derechos en la educa. Como se ha mostrado, hay una necesidad de dar a conocer
información sobre el estado en que se encuentran las escuelas; sin embargo, poco
se sabe de las acciones concretas que se han desplegado a partir de esa
información documentada.
Dar a conocer las condiciones básicas en las que operan las escuelas es también
documentar que se están vulnerando los derechos de los niños en acciones en
apariencia tan simples como tener agua corriente en los baños y mantenerlos
limpios. Las primeras impresiones de las normalistas, futuras docentes de
educación primaria, también son datos que dan a conocer las condiciones en que
se encuentran los baños en las escuelas cotidianas, así como las opiniones de los
niños. Si bien el análisis que realizamos con el grupo no estuvo focalizado en el
tema de los derechos, las opiniones de las estudiantes dejan ver su “indignación”
por baños sucios y descuidados, y su valoración de que hay fallas. Su expresión
es una forma de mostrar la manera como se vulneran los derechos de los niños.
Por su parte, el Estado también tiene obligaciones que cumplir para atender los
servicios básicos de los planteles, como el agua, condición imprescindible para
mantener los baños limpios. La ECEA señala que “la flexibilidad del modelo de
evaluación permitirá establecer estándares más exigentes conforme las
condiciones básicas se vayan cumpliendo para todos”. El cumplimiento de estas
condiciones “interpela a distintos actores”
Este articulo respalda esta investigación en cuanto a que contempla que el estado
debe brindar a instituciones y servicios suficientemente dotados, tal es el caso de
edificaciones dignas en ello incluye los baños como un espacio esencial para la
atención integral de todos los hacen vida en la institución.
El sistema educativo tiene que articularse con otros sistemas en apoyo a las
escuelas en ocasiones las escuelas no tienen los recursos ni el liderazgo
necesarios para implementar acciones dirigidas al aseguramiento de instalaciones
sanitarias adecuadas para la comunidad escolar en su conjunto; así se podrían
prevenir problemas de salud y garantizar el bienestar de la comunidad por lo que
los programas de atención tendrían que trascender el nivel local de las escuelas y
las instituciones educativas para garantizar la atención integral de las niñas y los
niños, como lo señala:
El numeral III, del artículo 1o. de la Ley General de los Derechos de Niñas,
Niños y Adolescentes (2014):
Siendo así, unos baños sucios y descuidados no solo vulneran los derechos a la
educación y a la salud de los niños, sino sus derechos humanos.
Desafortunadamente, la importancia que merecen estos derechos se refleja en
condiciones tan elementales como los baños en las escuelas. Sin embargo, no se
trata de buscar culpables sino de actuar en consecuencia. La comunidad
educativa de las instituciones educativa tiene una función específica que cumplir
para garantizar el cumplimiento de estos derechos, es decir, tienen una función
específica en el mantenimiento de la infraestructura, accesorios, cuidado y la
limpieza de los baños