Tarea 2
Tarea 2
Tarea 2
https://doi.org/10.18845/tm.v34i1.4830
Palabras clave
Biobrick; clonación modular; enzimas de restricción; metagenómica; biofábricas.
Resumen
La ingeniería de rutas metabólicas, por medio de la biología sintética, se ha convertido en
una herramienta de suma importancia para la industria alimentaria, debido a que se busca
la optimización de procesos y obtención de compuestos ya existentes. Es posible producir
compuestos que son altamente codiciados por el mercado, como enzimas que participan en
procesos de fermentación o síntesis de productos de alta demanda, o saborizantes obtenidos
de forma natural a partir de microorganismos modificados. Dicha edición genética se ha
logrado mediante las técnicas desarrolladas en la rama de la biología sintética a lo largo de
los años, como, por ejemplo, el ensamblaje de constructos genéticos y de CRISPR y ARN,
mensajeros sintéticos. Estas técnicas son utilizadas para aumentar la productividad de un
compuesto de interés en un microorganismo. No obstante, es necesario tomar en cuenta que no
todos los microorganismos tienen las herramientas genéticas para realizar las modificaciones
post-traduccionales necesarias para otorgar funcionalidad a una enzima o proteína, y que con
una ruta metabólica de novo pueden producirse también compuestos e intermediarios tóxicos
para el hospedero elegido. Particularmente, en la industria alimentaria es común la elección
de microorganismos huéspedes que se consideren seguros para el consumo humano (GRAS)
como las bacterias ácido-lácticas (LAB) y, más recientemente, las levaduras del género
Saccharomyces.
Keywords
Biobrick; modular cloning; restriction enzymes; biofactories; metagenomics.
Abstract
The engineering of metabolic pathways through synthetic biology has become an important
tool for the food industry because it seeks the optimization of processes and production of
compounds of interest. It is possible to produce compounds that are highly coveted, such as
enzymes that take part in fermentation processes, or synthesis of products of high demand,
or flavoring produced naturally by a microorganism. This can be achieved through genetic
edition developed by synthetic biology through the assembly of genetic constructs CRISPR and
synthetic mRNA. These techniques are used to increase the productivity of an organism that on
its own produces a compound of interest, or to genetically modify a microorganism so that it
can perform the synthesis of a product. However, it is necessary to take into account that not all
microorganisms have the genetic tools necessary for the required post-translational modifications
to activate enzyme or protein functions, and that the insertion of de novo pathways may result in
both toxic compounds and intermediates for the chosen host. Particularly, it is common, when
working in the food industry, to choose host microorganisms safe to be consumed by human
beings, like GRAS organisms such as lactic acid bacteria and, more recently, yeasts of the
Saccharomyces genus.
Introducción
La industria alimentaria es una de las ramas más grandes e importantes de la ciencia, debido
a que se encarga de abastecer a prácticamente toda la población. Por esa razón es un campo
en el que se buscan cada vez más innovaciones y métodos por medio de los cuales se puedan
Tecnología en Marcha,
Vol. 34, N.° 1, Enero-Marzo 2021 71
optimizar los procesos de obtención de compuestos importantes [1]. Es aquí donde entran
herramientas como la biología sintética y la reingeniería de rutas metabólicas, para hacer la
obtención de productos más eficiente, rápida y efectiva [2]. Sin embargo, el desarrollo de
estos compuestos de interés se ha complicado debido a requerimientos más estrictos con
las empresas, para que sus líneas de producción sean más responsables con el ambiente
y reduzcan la huella de carbon, mientras que por parte de los consumidores, se mantiene
la demanda de productos con mejor sabor y más nutritivos[3]. Por razones como estas es
esencial construir rutas metabólicas de novo, para satisfacer la necesidad de compuestos cuya
producción natural es menos eficiente que si se desarrollan de manera sintética. Llega incluso
a resultar más viable y económicamente beneficioso fabricar compuestos a escala industrial,
una vez que el proceso se ha optimizado para la producción masiva [4].
La presente actualización del estado del arte en materia de ingeniería de rutas metabólicas
tiene como objetivos la comprensión de las herramientas fundamentales utilizadas en biología
sintética para la producción de compuestos recombinantes de interés, así como del papel del
microbioma y la generación de rutas metabólicas de novo para la producción de compuestos
de valor comercial, especialmente para la industria de alimentos.
Biología sintética
La biología sintética es la rama de la biología que estudia la ingeniería o síntesis de sistemas
complejos basados en mecanismos biológicos, para realizar procesos que no existen en
la naturaleza, o mejorar los existentes [5]. Esta ciencia busca diseñar y construir modelos,
componentes, redes y rutas biomoleculares para reprogramar microorganismos [6].
El término de ingeniería metabólica ha sido popular desde la década de los 80 y desde
entonces el rango de compuestos que pueden sintetizarse se ha expandido, esto gracias a
los avances que se han dado en áreas como la secuenciación de ADN, la creación de bases
de datos de expresión de genes y reacciones metabólicas, y de herramientas para controlar
estas rutas [7]. No obstante, no es la forma más maleable de producir debido a que hay que
tomar en cuenta factores como costo y disponibilidad de sustratos, de catalización y del
hospedero elegido; regulación genética y formas de maximizar la productividad del proceso y
la purificación de compuestos [8]. Estos factores deben analizarse porque no todos los genes y,
por ende, no todas las enzimas van a expresarse en todos los microorganismos que se tengan a
disponibilidad; incluso, intermediarios que no son tóxicos para un organismo pueden serlo para
otro [9]. Además, no todos los organismos poseen las mismas capacidades metabólicas para
realizar modificaciones post-traduccionales esenciales para la expresión de algunas proteínas
[10]. Se deben tomar en cuenta las regulaciones metabólicas propias con las que cuenta un
organismo para que califique como candidato para la producción de un compuesto de interés
[11].
A pesar de que existen sistemas de biología sintética para la caracterización de células y la
edición genómica, generar células que producen un compuesto de interés sigue siendo un
reto debido a las complejas interacciones metabólicas de regulación del metabolismo [12].
Por esta razón, se cuenta con metodologías que comprenden el diseño, la construcción y la
prueba de estas rutas endógenas que se busca potenciar, o exógenas, para la generación
de un compuesto ajeno al microorganismo seleccionado [12]. Dichas metodologías incluyen
la obtención de bacterias rediseñadas (designer cells) por medio del acoplamiento de
herramientas de edición genómica, síntesis química y ensamblaje de ADN.
Tecnología en Marcha,
72 Vol. 34, N.° 1, Enero-Marzo 2021
Golden Gate
Este es un sistema que permite ensamblar múltiples fragmentos de ADN en una reacción. Se
fundamenta en el uso de enzimas de restricción tipo IIS combinadas, como la BsaI con ADN
ligasas, con el objetivo de ensamblar direccional y simultáneamente múltiples fragmentos de
ADN (figura1). Con este método es posible obtener una alta eficiencia en la clonación porque
el producto obtenido carece de un sitio de reconocimiento para las enzimas de restricción y
se utiliza la incubación simple de múltiples constructos de entrada no digeridos y un vector, en
presencia de enzimas de restricción y ligasas [19].
Figura 1. Sistema de ensamblaje Golden Gate. Para la utilización de este tipo de ensamblaje es
necesaria la presencia de enzimas como BsaI y ADN ligasa. Generado por BioRender.com.
Gibson
El método de ensamblaje de Gibson permite la unión de forma fácil y rápida de largos
constructos de ADN (fig.2). Dicha técnica involucra el uso de tres enzimas (T4 exonucleasa, la
polimerasa de fusión y la Taq ADN ligasa) que llevan a cabo la ligación entre moléculas de ADN
por traslape de secuencias. Se requiere la adición de extremos en las secuencias, denominados
overhangs [20]. Para la creación de los overhangs, se utilizan primers de PCR entre biobricks
adyacentes, de modo que los últimos 20 nucleótidos de una secuencia coincidan con los 20
nucleótidos iniciales de la siguiente. La T4 exonucleasa permite la adición de nucleótidos en los
extremos de la secuencia, mientras que la Taq ligasa los une entre ellos [21].
Figura 2. Sistema de ensamblaje Gibson. Este sistema emplea tres actividades enzimáticas distintas en un solo
tubo de ensayo; la secuencia de fragmentos adjuntos es más larga que en el ensamblaje Golden Gate, lo cual
favorece la obtención de porcentajes más altos de ensamblajes correctos. Generado por BioRender.com
Tecnología en Marcha,
74 Vol. 34, N.° 1, Enero-Marzo 2021
Triple A (iGem)
El ensamblaje Triple A se aplica comúnmente en la biología sintética para la clasificación de
unidades funcionales básicas de material genético (promotores, sitios de unión a ribosomas,
secuencias de codificación de proteínas, terminadores, etc.) como “partes” que pueden
ensamblarse en “dispositivos” o “sistemas” de nivel superior para realizar tareas complejas
(fig.3). Al usar este método, una parte se designa como inserto y se digiere fuera de su
plásmido usando las enzimas EcoRI y SpeI o XbaI y PstI [14]; la otra parte permanece en su
plásmido, pero el plásmido se abre utilizando enzimas compatibles: EcoRI y XbaI o SpeI y PstI,
respectivamente. Este protocolo requiere los siguientes pasos: 1) extracción de plásmidos
que contienen las dos partes a ensamblar; 2) digestión de los plásmidos para crear extremos
compatibles en fragmentos de ADN; 3) separación del ADN digerido por electroforesis en gel
de agarosa; 4) extracción del fragmento seleccionado del gel; 5) ligadura de los fragmentos
juntos, y 6) transformación del plásmido ligado en células [22].
CRISPR
Llamado así por las siglas en inglés de Agrupación de Repeticiones Palindrómicas Regularmente
Intercaladas. Es una herramienta utilizada en biología sintética para modificar genes de manera
específica [23]. Esta técnica toma como base el sistema inmune utilizado por bacterias, debido
a que cuando estos microorganismos son atacados por bacteriófagos que les insertan su ADN
o ARN, unas enzimas llamadas Cas copian ese material genético en el sistema CRISPR/Cas9, y
posteriormente utilizan esta información para reconocer la secuencia del material genético del
virus y poder atacarlo [24].
De esta forma, el sistema CRISPR permite insertar genes por recombinación homóloga, lo cual
se debe a su alta complementariedad con el blanco y la especificidad al inducir un corte en las
cadenas de ADN para insertar una secuencia con alta homología, por los extremos 3’ y 5’ del
sistema [26]. Con esta técnica, también se puede inducir una Reparación Dirigida por Homología
(HDR), un método usado por las células para reparar lesiones en el ADN, con baja tasa de
mutagénesis; asimismo, puede ser utilizada para llevar a cabo deleciones de fragmentos en
ADN de doble cadena y utilizarse para detectar y generar mutaciones específicas en animales
[26] [25].
Las perspectivas que se tienen en el uso de este sistema se enfocan hacia la mayor fidelidad y
la especificidad del mecanismo. También se están llevando a cabo investigaciones en genética
dirigida, con la idea de alterar el genoma de especies o poblaciones completas que tienen
reproducción sexual [24]. Además, es importante mencionar que algunas hipótesis señalan que
debido a que las proteínas Cas9 se extraen de S. aureus y S. pyogenes (microorganismos que
Tecnología en Marcha,
Vol. 34, N.° 1, Enero-Marzo 2021 75
Conclusión
La biología sintética tiene un enorme potencial en casi todas las áreas relacionadas con la
industria alimentaria y la nutrición, y puede impactar directamente de forma positiva la vida
cotidiana. Para lograrlo, es posible utilizar múltiples técnicas de ensamblaje como Golden Gate,
Gibson, Triple A, y otras de modificación genética como CRISPR y ARNm sintéticos. Con estas
herramientas, es posible generar rutas metabólicas de novo e incrementar la eficiencia de
las ya existentes en un microorganismo, con la finalidad de obtener un compuesto de interés
para la industria alimentaria. Las plataformas biotecnológicas, como lo son las herramientas
bioinformáticas, hacen más eficiente el proceso de investigación e innovación para las distintas
aplicaciones de la disciplina.
Referencias
[1] M. Parzanese, “Tecnologías para la industria alimentaria” Ultrasonidos, ficha, 19, 1-9, 2016.
[2] D. Jullesson, F. David, B. Pfleger, & J. Nielsen, “Impact of synthetic biology and metabolic engineering on
industrial production of fine chemicals”, Biotechnology advances, 33(7), 1395-1402, 2015..
[3] M. Arevalo-Villena, A. Briones-Perez, M. R. Corbo, M. Sinigaglia & A. Bevilacqua, “Biotechnological appli-
cation of yeasts in food science: Starter cultures, probiotics and enzyme production,” Journal of Applied
Microbiology, 123(6), 1360–1372, 2017. doi:10.1111/jam.13548
[4] J. Becker & C. Wittmann, “Advanced biotechnology: Metabolically engineered cells for the bio‐based produc-
tion of chemicals and fuels, materials, and health‐care products,” Angewandte Chemie International Edition,
54(11), 3328-3350, 2015.
[5] S. A. Benner & A. M. Sismour, “Synthetic biology,” Nature Reviews Genetics, 6(7), 533–543, 2005. doi:10.1038/
nrg1637
[6] A. S. Khalil & J. J. Collins, “Synthetic biology: Applications come of age,” Nature Reviews Genetics, 11(5), 367,
2010. doi:10.1038/nrg2775
[7] J. D. Keasling, “Manufacturing molecules through metabolic engineering. science”, Sicence, 330(6009),
1355–1358, 2010. doi:10.1126/science.1193990
[8] M. J. Smanski, H. Zhou, J. Claesen, B. Shen, M. A. Fischbach, & C. A. Voigt, “Synthetic biology to access and
expand nature’s chemical diversity,” Nature Reviews Microbiology, 14(3), 135, 2016.
Tecnología en Marcha,
78 Vol. 34, N.° 1, Enero-Marzo 2021
[9] Y. Guo, J. Dong, T. Zhou, J. Auxillos, T. Li, W. Zhang, ..., & J. Lin, “YeastFab: The design and construction of
standard biological parts for metabolic engineering in Saccharomyces cerevisiae,” Nucleic Acids Research,
43(13), e88-e88, 2015.
[10] J. A. Jones, V. R. Vernacchio, D. M. Lachance, M. Lebovich, L. Fu, A. N. Shirke,..., & M. A. Koffas, “ePathOp-
timize: A combinatorial approach for transcriptional balancing of metabolic pathways,” Scientific Reports, 5,
11301, 2015.
[11] P. Calero & P. I. Nikel, “Chasing bacterial chassis for metabolic engineering: A perspective review from clas-
sical to non-traditional microorganisms,” Microbial Biotechnology, 2018. doi:10.1111/1751-7915.13292
[12] J. Nielsen & J. D. Keasling, “Engineering cellular metabolism,” Cell, 164(6), 1185–1197, 2016. doi:10.1016/j.
cell.2016.02.004
[13] R. P. Shetty, D. Endy, , & T. F. Knight, “Engineering BioBrick vectors from BioBrick parts,” Journal of Biological
Engineering, 2(1), 5, 2008. doi:10.1186/1754-1611-2-5
[14] D. E. Cameron, C. J. Bashor, & J. J. Collins, “A brief history of synthetic biology,” Nature Reviews Microbiology,
12(5), 381–390, 2014. doi:10.1038/nrmicro3239
[15] E. Pennisi, “Synthetic genome brings new life to bacterium,” Science, 328(5981), 958–959, 2010. doi:10.1126/
science.328.5981.958
[16] P. Marliere, “The farther, the safer: A manifesto for securely navigating synthetic species away from the old
living world,” Systems and Synthetic Biology, 3(1-4), 77–84, 2009. doi:10.1007/s11693-009-9040-9
[17] S. F. Yuan & H. S. Alper, “Metabolic engineering of microbial cell factories for production of nutraceuticals,”
Microbial Cell Factories, 18(1), 2019. doi:10.1186/s12934-019-1096-y
[18] J. D. Keasling, Metabolic Engineering, 14(3), 189–195, 2012. doi:10.1016/j.ymben.2012.01.004
[19] S. Werner, C. Engler, E. Weber, R. Gruetzner, & S. Marillonnet, “Fast track assembly of multigene constructs
using Golden Gate cloning and the MoClo system,” Bioengineered, 3(1), 38-43, 2012. https://doi.org/10.4161/
bbug.3.1.18223
[20] L. Li, W. Jiang, & Y. Lu, “A modified Gibson assembly method for cloning large DNA fragments with high GC
contents,” Synthetic Metabolic Pathways, 203–209, 2018. doi:10.1007/978-1-4939-7295-1_13
[21] C. Engler & S. Marillonnet “Golden Gate cloning,” in: “DNA Cloning and Assembly Methods,” Methods in
Molecular Biology (Methods and Protocols), vol 1116, S. Valla and R. Lale (Eds.) . Humana Press, Totowa,
NJ, 2014.
[22] M. A. Speer & T. L. Richard, “Amplified insert assembly: An optimized approach to standard assembly of
BioBrickTM genetic circuits,” Journal of Biological Engineering, 5(1), 17, 2011. doi:10.1186/1754-1611-5-17
[23] C. Giménez, L. Curti, & F. Pereyra, “Dos herramientas de la biología sintética,” Revista Hospital Italiano,
Buenos Aires, 36(3), 124-128, sept. de 2016.
[24] M. Adli, “The CRISPR tool kit for genome editing and beyond,” Nature Communications, 9(1), 2018.
doi:10.1038/s41467-018-04252-2.
[25] C. T. Charlesworth et al. “Identification of pre-existing adaptive immunity to Cas9 proteins in humans,”
BioArxhiv, 2018. doi.org/10.1101/243345.
[26] M. Lammoglia, R. Lozano, C. García, C. Avilez, V. Trejo, R. Muñoz, & C. López, “La revolución en ingeniería
genética: Sistema CRISPR/Cas,” Investigación en Discapacidad, 5(2), 116-128, agosto de 2016.
[27] A. M Moreno. et al., “Exploring protein orthogonality in immune space: A case study with AAV and Cas9 ortho-
logs.” Preprint at https://www.biorxiv.org/ content/early/2018/01/10/245985.
[28] K.J. Verstrepen, P.J. Chambers, I.S. Pretorius, A. Querol, & G.H. Fleet, The yeast handbook. Heidelberg:
Springer, 2006.
[29] C. Peterbauer, T. Maischberger, & D. Haltrich, “Food-grade gene expression in lactic acid bacteria,”
Biotechnology Journal, 6(9), 1147–1161, 2011. doi:10.1002/biot.201100034
[30] I. Hernandez, D. Molenaar, J. Beekwilder, H. Bouwmeester, & J. E. T. van Hylckama Vlieg, “Expression of
plant flavor fenes in Lactococcus lactis,” Applied and Environmental Microbiology, 73(5), 1544–1552, 2007.
doi:10.1128/aem.01870-06
[31] I. Hernández, D. Molenaar, J. Beekwilder, H. Bouwmeester, & J. E. van Hylckama Vlieg, “Expression of plant
flavor genes in Lactococcus lactis,” Applied and Environmental Microbiology, 73(5), 1544-1552, 2007.
[32] P. Amon & I. Sanderson, “What is the microbiome?”, Archives of Disease in Childhood. Education & Practice
Edition, 102(5), 257–260, 2017. doi:10.1136/archdischild-2016-311643
Tecnología en Marcha,
Vol. 34, N.° 1, Enero-Marzo 2021 79
[33] F. De Filippis, E. Parente, & D. Ercolini, “Recent past, present, and future of the food microbiome,” Annual
Review of Food Science and Technology, 9(1), 589–608, 2018. doi:10.1146/annurev-food-030117-012312
[34] S. Boddu & K. Divakar, “Metagenomics insight into environmental microbiome and their application in Food/
Pharmaceutical Industry,” Microbial Biotechnology, vol. 2. Application in Food and Pharmacology, 2018. ISBN:
978-981-10-7139-3, 978-981-10-7140-9
[35] E. ,Dugat-Bony, C. Straub, A. Teissandier, D. Onésime, V. Loux, C. Monnet et al., “Overview of a Surface-
Ripened Cheese Community Functioning by Meta-Omics Analyses,” PLoS ONE 10(4), e0124360, 2015. https://
doi.org/10.1371/journal.pone.0124360
[36] A. Tyagi, A. Kumar, S. V. Aparna, R. H. Mallappa, S. Grover, & V. K. Batish, “Synthetic biology: Applications
in the food sector,” Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 56(11), 1777–1789, 2014. doi:10.1080/104
08398.2013.782534
[37] C. Engler, M. Youles, R. Gruetzner, T. M. Ehnert, S. Werner, J. D. Jones,..., & S. Marillonnet, “A golden gate
modular cloning toolbox for plants,” ACS Synthetic Biology, 3(11), 839-843, 2014.
[38] K. Müller, D. Siegel, F. R. Jahnke, K. Gerrer, S. Wend, E. L. Decker,..., & M. D. Zurbriggen, “A red light-con-
trolled synthetic gene expression switch for plant systems,” Molecular BioSystems, 10(7), 1679-1688, 2014.
[39] C. Rogers, & G. E. Oldroyd, “Synthetic biology approaches to engineering the nitrogen symbiosis in cereals,”,
Journal of Experimental Botany, 65(8), 1939-1946, 2014.
[40] M.S. Roell, & M. D. Zurbriggen, “The impact of synthetic biology for future agriculture and nutrition,” Current
Opinion in Biotechnology, 61, 102–109, 2020. doi:10.1016/j.copbio.2019.10.004