Adquisición y Pérdida de La Nacionalidad Mexicana Gerardo

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LICENCIADA: CONCEPCION SUAREZ DE LA CRUZ

ALUMNO: GERARDO AREVALO MAGAÑA

CARRERA: LICENCIATURA EN DERECHO.

MATERIA: DERECHO INTERNACIONAL

TEMA: ADQUISICION Y PERDIDA DE LA NACIONALIDAD MEXICANA

GRADO: 6TO CUATRIMESTRE.

FECHA ENTREGA: 22/ 06 / 24


INTRODUCCION

México, a través del Poder Ejecutivo, establece como prioridad el promover las reformas
constitucionales y legales para que los mexicanos preserven su nacionalidad
independientemente de la ciudadanía o residencia que hayan adoptado, descuidando, a
nuestro parecer, la regulación de la posible doble ciudadanía.

Son muchas las razones que conlleva al establecimiento de la no renuncia de la nacionalidad,


como indicamos en la introducción de la presente investigación.

En principio, por la emigración que México "ha padecido", desde el siglo pasado, por
cuestiones de bajo desarrollo y situación económica, fundamentalmente, esta emigración
supone para los mexicanos vender su mano de obra extremadamente barata para así
"incentivar" la apertura o recepción de dicha población en los Estados Unidos, como primer
país receptor de mexicanos.

Con la actual redacción subyacen limitaciones. En el momento en el que se agregó el requisito


de que los padres deben de haber nacido en territorio nacional, se limita la nacionalidad
mexicana de origen para los nacidos en el extranjero, a la primera generación; es decir, los
mexicanos nacidos en el extranjero, cuyos padres sean mexicanos nacidos en territorio
nacional, no podrán otorgar nuevamente la nacionalidad mexicana a sus descendientes. La
actual Ley de Nacionalidad, en este contexto, trata de evitar, cayendo en otros errores, que
adquieran la nacionalidad personas que no posean vínculos con México.

Con el artículo 32 constitucional reformado, surge una tercera calidad de mexicanos: los de
doble nacionalidad, y en especial proclama una restricción para detentar ciertos cargos a
aquellos individuos que opten por la doble nacionalidad; se constata que las reformas implican
la idea de que hay mexicanos de diferentes categorías. Así, el ejercicio de los derechos
políticos implícitos en una doble ciudadanía a la que también tienen derecho traerá un
sinnúmero de complicaciones.

Además, el artículo 37 constitucional nos corrobora esas distinciones, declarando sólo la


pérdida de la nacionalidad para los mexicanos por naturalización; creando los ya denominados
"nacionales de segunda".

Asimismo, la duplicidad que implica la doble nacionalidad no puede ser determinada


exclusivamente por el Estado mexicano, éste puede tan sólo admitir que sus nacionales
posean una segunda nacionalidad, es decir, que agreguen a la suya originaria otra,
conservando los derechos que la anterior les concedía.

Los derechos y obligaciones derivados de la ciudadanía únicamente se hacen valer en el


Estado en que reside el individuo afectado, en el Estado cuya nacionalidad se hace efectiva;
por lo tanto, los derechos y obligaciones que se derivan de la ciudadanía no pueden hacerse
valer por partida doble.
ADQUISICIÓN Y PÉRDIDA DE LA NACIONALIDAD MEXICANA

MEDIOS DE ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD MEXICANA

Según el art. 30 Constitucional en sus apartados A y B, respectivamente, la nacionalidad


mexicana solo se adquiere mediante dos formas: por nacimiento o por naturalización.
Estas disposiciones están complementadas por la Ley de Nacionalidad.
A. – Por nacimiento.
Art 30. Son mexicanos por nacimiento:
I. Los que nazcan en territorio de la República, sea cual fuere la nacionalidad de sus padres.
II. Los que nazcan en el extranjero, hijos de padres mexicanos nacidos en territorio
nacional, de padre mexicano nacido en territorio nacional, o de madre mexicana nacida
en territorio nacional;
III. Los que nazcan en el extranjero, hijos de padres mexicanos por naturalización, de
padre mexicano por naturalización, o de madre mexicana por naturalización, y
IV. Los que nazcan a bordo de embarcaciones o aeronaves mexicanas, sean de guerra o
mercantes.
Para obtenerla según el artículo 30 constitucional es necesario nacer en territorio nacional
(el territorio de un país incluye sus embajadas, barcos y aeronaves), a esto se conoce
como “ius soli”, o bien ser hijo de padre o madre mexicanos, también conocido como
“ius sanguinis”. Respecto a este último supuesto, recientemente la Suprema Corte
determinó que abarca únicamente a la primera generación, es decir a los hijos de padre y
madre mexicano que hayan nacido en territorio nacional, no así a los nietos (ni sus
descendientes) de abuelo o abuela mexicano nacidos en el extranjero.
Esta forma de adquisición de la Nacionalidad Mexicana puede darse por nacimiento en
territorio nacional o por nacimiento fuera de territorio nacional.
Por nacimiento en territorio nacional.
Se trata de la persona que nazca dentro de territorio nacional, asimilando a este a las
embarcaciones y aeronaves mexicanas, sin importar la nacionalidad de sus padres. Este
supuesto se basa en el criterio ius soli, conforme al cual el solo hecho del nacimiento en
un determinado territorio trasmite la nacionalidad.
Se dice que el suelo hace suyos a quienes nazcan en él. Se trata de un supuesto que
tiene su origen en la época feudal y que muchos países de inmigración adoptaron para
facilitar la asimilación de los inmigrantes. Sin embargo, este criterio no es siempre
suficiente ya que determina un vínculo tan importante como lo es la nacionalidad, sin que,
eventualmente, se dé otro tipo de relación.
Por nacimiento fuera del territorio nacional.
Se trata de la persona cuyos padres, padre o madre, son mexicanos, incluyendo a los
padres, padre o madre mexicano por naturalización, y por esta circunstancia transmiten a
su hijo su nacionalidad, no importando el lugar en el que este último haya nacido fuera de
territorio nacional. Este supuesto se basa en el criterio ius sanguinis, conforme al cual la
nacionalidad se transmite por la filiación (Relación de parentesco existente entre la prole y
sus progenitores).
Art 30. Son mexicanos por naturalización:
I. Los extranjeros que obtengan de la Secretaría de Relaciones carta de naturalización.
II. La mujer o el varón extranjeros que contraigan matrimonio con varón o con mujer
mexicanos, que tengan o establezcan su domicilio dentro del territorio nacional y cumplan
con los demás requisitos que al efecto señale la ley.
Esta forma de adquisición de la nacionalidad mexicana se divide en tres supuestos: 1. Por
vía ordinaria, 2. Por vía especial, y 3. Por vía automática.
1. Por vía ordinaria.
Se trata de los extranjeros que obtengan de la secretaria de Relaciones Exteriores Carta
de Naturalización según el procedimiento previsto en el art. 19 de la Ley de Nacionalidad,
que establece lo siguiente.
Presentar solicitud a la Secretaría en la que manifieste su voluntad de adquirir la
nacionalidad mexicana; Formular las renuncias y protesta a la nacionalidad que les sea
atribuida, a toda sumisión, obediencia y fidelidad a cualquier Estado extranjero,
especialmente de aquél que le atribuya la otra nacionalidad, a toda protección extraña a
las leyes y autoridades mexicanas, y a todo derecho que los tratados o convenciones
internacionales concedan a los extranjeros. Asimismo, protestarán adhesión, obediencia y
sumisión a las leyes y autoridades mexicanas y se abstendrán de realizar cualquier
conducta que implique sumisión a un Estado extranjero; Probar que sabe hablar español,
conoce la historia del país y está integrado a la cultura nacional; Acreditar que ha residido
en territorio nacional por el plazo de cinco años.
La Secretaria de Relaciones Exteriores expedirá la Carta de Naturalización, de acuerdo
con las limitaciones y conforme a las modalidades que establecen los arts. 20 – 26 de la
Ley de Nacionalidad.
2. Por vía especial.
La naturalización por vía especial es una vía más simple y expedita para adquirir la
nacionalidad mexicana que la naturalización ordinaria y se les concede a los extranjeros
que tienen un vínculo más firme y especial con nuestro país, que la simple
residencia .Para poder adquirirla se debe caer en los siguientes supuestos: los que sean
descendientes en línea recta de un mexicano por nacimiento, los que tengan hijos
mexicanos por nacimiento, los que sean originarios de un país latinoamericano o de la
península ibérica, los que a juicio de la secretaría, hayan prestado servicios o realizado
obras destacadas en materia cultural, social, científica, técnica, artística, deportiva o
empresarial que beneficien a la nación y cuando uno de los cónyuges de matrimonio
extranjero adquiere la nacionalidad mexicana, el otro tendrá derecho a obtener la misma
nacionalidad, siempre y cuando así lo solicite a la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La antigüedad de residencia en el país es sólo de dos años inmediatamente anteriores a
la fecha de solicitud, para todos los supuestos anteriores, esto es con base a las
fracciones I y II del artículo 20 de la Ley de Nacionalidad.
3. Por vía automática.
La naturalización automática u oficiosa es en realidad una forma de la nacionalidad por
vía especial y sólo clasificamos sus supuestos en esta categoría porque el texto guía así
procede, pero a nuestro juicio dichos supuestos deben estar comprendidos dentro de los
de la naturalización privilegiada.
La adquirirla, será cuando la mujer o varón extranjeros que contraigan matrimonio con
varón o mujer mexicanos y que han residido y vivido de consuno en el domicilio
conyugal establecido en el territorio nacional, durante los dos años anteriores a la
solicitud. Los adoptados, así como los menores descendientes hasta segundo grado,
sujetos a la patria potestad de mexicanos, con residencia de un año mínimo en el territorio
nacional anterior a la solicitud. Quienes adquieran la nacionalidad mexicana conforme a
los supuestos del artículo 20, fracción II de la Ley de Nacionalidad, la conservarán aún
después de disuelto el vínculo matrimonial, salvo el caso de nulidad de matrimonio,
imputable al naturalizado. Si los que ejercen la patria potestad no hubieren solicitado la
naturalización de sus adoptados o de sus menores descendientes, éstos podrán hacerlo
dentro del año siguiente contado a partir de su mayoría de edad.

NORMA JURÍDICA QUE ESTABLECEN LOS MEDIOS DE


ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD

Carta Magna
Artículo 30.- La nacionalidad mexicana se adquiere por nacimiento o por naturalización.
El Artículo 6 de la Ley de Nacionalidad establece que, salvo prueba en contrario, se presume que un
mexicano ha adquirido una nacionalidad extranjera, cuando haya realizado un acto jurídico para obtenerla o
conservarla, o bien, cuando se ostente como extranjero ante alguna autoridad o en algún instrumento
público

PERDIDA DE LA NACIONALIDAD NEXICANA.

PERDIDA DE LA NACIONALIDAD (POR NATURALIZACION)


La pérdida de la nacionalidad supone <<la ruptura del vínculo que liga al individuo con el

Estado>>. La nacionalidad mexicana por nacimiento, según el artículo 37 constitucional,

en su apartado A,
establece que “ningún mexicano por nacimiento podrá ser privado de su nacionalidad”.
Sin embargo, tal pérdida sí se da cuando el individuo renuncia voluntariamente a la
nacionalidad mexicana por así convenirle. La nacionalidad por naturalización se pierde
por adquirir voluntariamente una nacionalidad extranjera, hacerse pasar en cualquier
instrumento público como extranjero, usar un pasaporte extranjero, aceptar o usar títulos
nobiliarios que impliquen sumisión a un estado extranjero, por residir durante cinco años
continuos en el extranjero. El primero supuesto se ciñe a la práctica generalizada de los
Estados, pues evita la doble nacionalidad, los supuestos restantes son indebidos porque
originan casos de apatridia, en lugar de la pérdida de la nacionalidad debería establecerse
otra pena para los individuos que cayeran en esas hipótesis. La pérdida de la
nacionalidad mexicana es personalísima sólo afecta de manera directa al interesado como
lo establece el artículo 29 de la Ley de Nacionalidad. Sólo el mexicano por nacimiento
tiene derecho a la doble nacionalidad.

RECUPERACION (NACIONALIDAD)
La legislación mexicana forma parte del grupo de legislaciones que se muestran
tolerantes respecto de aquellos que se han desnacionalizado y que posteriormente
pretender adquirir su antigua nacionalidad. La razón doctrinal de la recuperación de la
nacionalidad la localizamos en la comprensión del Estado hacia el alejamiento muy
humano de un nacional que sigue un camino errado voluntaria o involuntariamente, para
después volver al seno de su país y acogerse al lazo de su anterior nacionalidad. La Ley
de Nacionalidad vigente no contiene disposición alguna relativa a la recuperación de la
nacionalidad mexicana por nacimiento o naturalización. Sin embargo, se infiere tal figura
de los artículos 3 y 4 transitorios de la propia Ley de Nacionalidad.

A) Del artículo 3 se desprende que la nacionalidad mexicana por naturalización no se recupera.

B) Del artículo 4 se desprende que la nacionalidad mexicana por nacimiento sí se


recupera cuando se haya renunciado a ella o cuando se haya perdido antes de 1998.

PRUEBA (NACIONALIDAD)
PRUEBA. - Es la actividad procesal encaminada a la demostración de la existencia de un
hecho o un acto o de su inexistencia.

Artículo 3º.- Son documentos probatorios de la nacionalidad mexicana, cualquiera de las


siguientes: I.- Acta de nacimiento expedida conforme a lo establecido en las disposiciones
aplicables.
II.- El certificado de nacionalidad mexicana, el cual se expedirá a petición
de parte. III.- La carta de naturalización.
IV.- El pasaporte.
V.- La cédula de identidad ciudadana; y
VI.- A falta de los documentos probatorios mencionados en las fracciones anteriores, se
podrá acreditar la nacionalidad mediante cualquier elemento que, de conformidad con la
ley, llevé a la autoridad a la convicción de que se cumplieron los supuestos de atribución
de la nacionalidad.
El pasaporte, documento indicado en el inciso IV, está considerado como una prueba de
la nacionalidad en el nivel internacional, y para la obtención del mismo, el interesado debe
presentar los demás documentos relativos a su nacionalidad que indica este artículo.
En síntesis: El pasaporte acredita la nacionalidad mexicana en el extranjero.
En el nuevo reglamento no hay una disposición terminante y aclara que dé al pasaporte el
carácter de una prueba internacionalmente aceptada de la nacionalidad e identidad
personal, pero de su articulado puede deducirse que todavía acredita internacionalmente
la nacionalidad mexicana en el extranjero.
Siendo la base de la vinculación jurídica del Estado con el individuo en muchas materias,
es frecuente que se presente la necesidad de acreditar la nacionalidad. Alberto G. Arce y
Arellano García (mexicanos), coinciden en señalar que son tres los casos que se pueden
presentar sobre la prueba de la nacionalidad en relación al Derecho Positivo Mexicano.
Los supuestos que se presentan son la prueba de la nacionalidad mexicana dentro del
territorio mexicano, la prueba de la nacionalidad mexicana en el extranjero y la prueba de
la nacionalidad extranjera en México.

Prueba de la nacionalidad mexicana dentro del territorio nacional


Para probar la nacionalidad mexicana por nacimiento en México, se usa el acta de
nacimiento como medio idóneo, según lo establecido en los artículos 58,59 y 60 del
Código Civil del D.F., asimismo se usa la Cédula de Identificación Ciudadana (no se
expide en México), con fundamentación en los artículos 97, 98, 104 y 105 de la Ley
General de Población, estos dos documentos son los medios ordinarios para probar la
nacionalidad.
Sin embargo, existe otro medio conocido como eventual, el cual es el Certificado de
Nacionalidad, este permite ratificar la nacionalidad mexicana cuando se vaya a ostentar
un cargo público, así lo fundamenta el artículo 16 y 17 de la Ley de Nacionalidad.
Mientras que, para probarla nacionalidad mexicana por naturalización, se usa la Carta de
Naturalización, fundamentada en el artículo 2 fracción III y artículo 3 fracción III de la Ley
de Nacionalidad.

Prueba de la nacionalidad mexicana en el extranjero


El pasaporte, es el documento aceptado internacionalmente como prueba de la
nacionalidad e identidad de las personas, existen tres tipos, el oficial, diplomático y el
ordinario (el que tienen los ciudadanos ordinarios que no ejercen cargos públicos), y
dentro del artículo 2 fracción V del reglamento para la expedición de pasaportes, se señala
quienes tienen derecho a cada uno de estos pasaportes.
Hay otros medios para probar la nacionalidad, excepcionalmente, algún Estado pudiera
exigir, además del pasaporte, alguna prueba especial porque así lo estableciera su
legislación, siempre y cuando se haga antes de salir del país de origen. El reglamento
para la expedición de pasaportes establece quienes son las personas a las que se les
expide pasaporte ordinario, oficial y diplomático, para el pasaporte ordinario es el artículo
14 y 17, el pasaporte oficial es en el artículo 33 y el pasaporte diplomático en el artículo
37.
Prueba de la nacionalidad extranjera en México
El pasaporte, de igual manera que para probar la nacionalidad mexicana en el extranjero,
el medio idóneo es el pasaporte; en nuestro país el medio de prueba de la nacionalidad
extranjera es el mismo documento. Así lo estableció el artículo 1 del Antiguo Reglamento
para la Expedición de Visa y de Pasaporte, el actual Reglamento de Pasaportes no
establece nada al respeto, pero en la práctica así procede. Además del pasaporte, las
autoridades mexicanas pueden exigir al extranjero una prueba más rigurosa de
considerarlo necesario, así lo estableció el artículo 1 de la Ley de Nacionalidad y
Naturalización, la actual ley de nacionalidad no establece nada al respecto, pero en la
práctica así se procede.
La nacionalidad de las personas morales
Se discute con gran profundidad en la doctrina, si las personas morales tienen o no
nacionalidad; en otras palabras, si debe atribuírseles nacionalidad como a las personas
físicas, este tema se centra en el estudio de las sociedades mercantiles y sus
conclusiones cualesquiera que sean, se harán extensivas a las demás personas morales:
asociaciones, fundaciones, sindicatos, partidos políticos, clubes, etc. Existe una teoría que
niega la nacionalidad de las personas morales, sus sustentantes, encabezados por A.
PILLET y J. P. NIBOYET, niegan a las personas morales la nacionalidad, fundándose en
que si ésta es el lazo político y jurídico que une al individuo con el Estado, no puede
hablarse de un lazo político entre una entidad artificial, un instrumento creado por el
hombre para la consecución de ciertos fines, una cosa sin vida física, como son las
personas morales y el Estado. Las teorías que otorgan la nacionalidad a las personas
morales, sus partidarios entre ellos CARLOS ARELLANO GARCIA, consideran que si la
persona moral tiene una gran similitud con las personas físicas en cuanto a sus derechos
y obligaciones frente al Estado, como lo demuestra el hecho de que contrata, compra,
vende, se obliga, exige derechos, actúa en la vía judicial, etc. independiente de sus
miembros que la integran, forzosamente tiene que tener una nacionalidad que indique a
qué Estado pertenece, en qué Estado existe y actúa sujeto a sus leyes, como ocurre con
el individuo.
La legislación mexicana y la nacionalidad de las personas morales
Independientemente de la discusión doctrinal, es un hecho incuestionable que, en los
sistemas jurídicos de todos los Estados, actualmente se reconoce la nacionalidad de las
personas morales. Nuestra legislación no podría ser la excepción y ello queda confirmado
en el texto del artículo 8 de la Ley de Nacionalidad cuando señala lista y llanamente, sin
remitirnos a ninguna interpretación,
que existen personas morales con nacionalidad mexicana. El texto del
artículo de la ley de nacionalidad, dice, son personas morales de
nacionalidad mexicana, las que se constituyen conforme a las leyes
mexicanas y tengan en el territorio nacional su domicilio legal.

La nacionalidad de las cosas


En razón del valor que los Estados atribuyen a ciertos bienes muebles por su
importancia y movilidad, como son las aeronaves y las embarcaciones, con
frecuencia se emplea respecto de éstos el término de nacionalidad. Esta
nacionalidad es en realidad un derecho de propiedad que sobre un bien de ese
tipo pueden tener personas o nacionales de un Estado determinado o el Estado
mismo, dado que no puede haber una relación jurídica, como es la nacionalidad,
entre una cosa y el Estado. Así, por ejemplo, cuando se habla de aeronaves y
embarcaciones de nacionalidad mexicana, lo que se quiere expresar es que
dichas aeronaves o embarcaciones son propiedad de una persona física o moral
de nacionalidad mexicana o propiedad del Estado mexicano, se trata, pues, de
uso extensivo e incluso excesivo del concepto de nacionalidad. En la legislación
mexicana, es principalmente, la Ley de Vías Generales de Comunicación la que
se refiere a la nacionalidad de las aeronaves o embarcaciones.
CONCLUSION

Los ciudadanos mexicanos son definidos como aquellos individuos que han alcanzado la
mayoría de edad y mantienen un modo honesto de vivir, gozan de derechos políticos
esenciales. Entre estos derechos se encuentran el sufragio activo y pasivo en elecciones
democráticas, la libertad de asociación para fines políticos, el servicio en las fuerzas
armadas o la guardia nacional, el ejercicio del derecho de petición, la posibilidad de
ocupar cargos de servicio público, la iniciativa legislativa y la participación en consultas
populares. Asimismo, tienen deberes cívicos como el registro en el padrón municipal y en
el registro nacional de ciudadanos, el servicio en la guardia nacional, la participación en
elecciones y consultas populares mediante el voto, y la aceptación de cargos de elección
popular cuando sean designados. La nacionalidad en México se obtiene al nacer en el
país, siendo hijo de mexicanos en el extranjero, o naciendo en vehículos mexicanos.
Además, los extranjeros pueden naturalizarse, especialmente si se casan con un
mexicano y cumplen ciertos requisitos.

También que la nacionalidad mexicana por naturalización se puede perder por distintos
casos, entre los que se encuentran:

 La adquisición voluntaria de una nacionalidad extranjera.


 Hacerse pasar en cualquier instrumento público como extranjero y usar un
pasaporte extranjero.
 Aceptar o usar títulos nobiliarios que impliquen sumisión a un Estado extranjero.
 Residir durante 5 años continuos en el extranjero.

Sin embargo, como ya se explico en el cuerpo de la presente investigación la nacionalidad


o personalidad no puede ser revocada puesto en nuestra Constitución se encuentra
plasmada y defendida por nuestras mismas leyes, toda vez que México consagró por
décadas la nacionalidad única; sin embargo, dentro del proceso evolutivo que marca a
cualquier sociedad que se aprecie; con un proceso dinámico que caracteriza a una
sociedad no estancada, inserta en el ritmo de los cambios sociales, económicos y
políticos: México adecua su normatividad y con ésta beneficia a millones de mexicanos
que radican en el exterior (en los Estados Unidos de América, principalmente); y se
beneficia, pues aquéllos representan una excelente fuente de ingresos (tercera fuente de
divisas en México). Asimismo, los mexicanos residentes en el exterior que no han optado
por la naturalización en el país donde residen, por temor de perder la nacionalidad
mexicana que con orgullo poseen, ya podrán hacerlo; también, aquellos mexicanos que
poseen propiedades en la "faja prohibida" enunciada en el artículo 27 constitucional: "cien
kilómetros en las fronteras y cincuenta en los litorales", podrán adoptar la nacionalidad
estadounidense sin temor de perder tales propiedades en México.

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