Ensayo DIPr

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Universidad Católica de Honduras

“Nuestra Señora Reina de la Paz”


FACULTAD DE RELACIONES INTERNACIONALES

Tema
La Importancia y los Retos del Derecho Internacional
Privado en América Latina

Asignatura
Derecho Internacional Privado

Catedrática
Abog. Griselda G. Reyes

Presentado Por
Valeria del Carmen Medina Urbina 1801200300469

Lugar y Fecha
Tegucigalpa, M.D.C 29 de septiembre de 2022

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La Importancia y los Retos del Derecho Internacional Privado en
América Latina
Desafíos... Incertidumbre... Retos... Dificultades... Es una diversidad de hechos o
situaciones relacionados a estos términos que surgen en el diario vivir, que emergen en la
coyuntura nacional y repercuten a un nivel internacional, o viceversa; debido a que los humanos
no somos seres independientes, al contrario, necesitamos relacionarnos y vivir en sociedad, esta
es una realidad que se refleja incluso en el ámbito mundial: los Estados son interdependientes,
incluso cuando cada cuenta con un territorio y dotación factorial diferente, aun cuando la cultura,
el ordenamiento jurídico, el crecimiento económico, entre otros factores, sean diferentes, han de
relacionarse y formar vínculos y enfrentarse a toda una variedad de controversias dentro de la
comunidad internacional. Y, entre los elementos que conforman un Estados, uno imprescindible
para que este pueda prevalecer como tal es la población, los individuos. A tal punto, que ya no
basta establecer un marco legal en un territorio determinado o una regulación jurídica entre los
entes políticos soberanos, sino que también es vital estudiar y regir las relaciones y los conflictos
que se suscitan entre los individuos de distintos Estados, por lo que se materializa el Derecho
Internacional Privado. Así, se ha de comenzar, con la información a presentar, con la proyección
internacional del individuo, situando al mismo en el contexto latinoamericano, para finalizar con
una acotación de la inserción y evolución del Derecho Internacional Privado en América Latina.

Cada individuo es una parte integrante en la sociedad y de la población de un Estado, es


incluso “la unidad mínima de los complejos sistemas sociales, la fuente a partir de la cual los
mismos se establecen y organizan” (Bembibre, 2010). El ser humano, como un ser racional y
curioso, que recibe información a través de sus cinco sentidos, tiene la capacidad de aprender, de
adquirir capacidades y evolucionar; manifiesta aspiraciones que incluso trascienden los límites
territoriales: sus deseos por conocer nuevos países y culturas, la necesidad de expandir sus
actividades comerciales, entre otras posibilidades, han provocado un acercamiento y tergiversado
una complejidad de relaciones en el marco jurídico debido a la cada vez más grande, tanto
cuantitativa como cualitativa, vinculación de tipo judicial entre personas naturales o jurídicas de
diferentes Estados.
Jurídicamente este hecho adquiere una importancia capital en el sentido de que una
relación jurídica, un acto o un hecho jurídico, podrá estar vinculado con varios
ordenamientos jurídicos a la vez. Por ejemplo: ¿Cuál es la ley que se aplicará para
resolver el problema de responsabilidad civil, planteado por el accidente de un avión DC-
10 de una línea aérea costarricense, en Honduras, en el que viajaban personas de distintas
nacionalidades, construido por una empresa brasileña? ¿Cuál es la ley que regirá en
México, el divorcio, entre un boliviano y una mexicana, residentes en Chile? Los
ejemplos se pueden multiplicar y también las respuestas (SCRIBD, s.f).

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Así que, se debe asegurar el completo entendimiento de lo que regula nuestra materia,
para esto es necesaria su descomposición: “el adjetivo «internacional» hace referencia al objeto
social del Derecho Internacional privado; mientras que el adjetivo «privado» se refiere a los
destinatarios de la materia: las personas privadas en sus relaciones internacionales”
(International, 2014). Y regula los “conflictos que se suscitan por la incompatibilidad de las leyes
aplicables en los diferentes Estados” (Borja, 2019). He de ahí la importancia de su creación y
codificación, el quid en cuestión son los derechos de los particulares; es indispensable asegurar
que, ante una transacción, hecho o evento relacionado con la detección de un elemento extraño al
sistema legal local, entonces en el pronunciamiento de la Corte respecto al mismo se ha de
recurrir también a dicho sistema para llegar a la resolución del conflicto. La labor del legislador
es comparativa: se comparan las normas de los Estados.
En otras palabras, fue creado para mediar, por un lado, entre la tensión que existe por la
necesidad de contar con la certeza legal, previsibilidad y uniformidad, y por el otro lado,
debido al deseo de obtener soluciones flexibles, equitativas e individualizadas. Por la
misma razón, se auxilia entre sus fuentes a una multiplicidad de convenciones, leyes
modelo, a la costumbre internacional, entre otros documentos e instrumentos que buscan
regular las relaciones privadas transfronterizas (Emilia & Ernesto Corzo, 2014).

Ahora, situándonos en la región latinoamericana, un importante objeto de estudio para las


Ciencias Sociales que cuenta con cierta regularidad en los esquemas como producto de la
particular evolución histórica que se ha gestado desde el Descubrimiento de América en el año
de 1492. En América Latina existe cierta “tensión entre la lógica de la lucha política
antineoliberal y la emergencia civilizatoria antisistémica de las prácticas y visiones utópico-
liberadoras de los movimientos sociales, de sus desafíos y propuestas frente a la civilización
excluyente, patriarcal, discriminatoria y depredadora del capital” (Gutiérrez, 2009). De tal forma,
que se evidencia la continua discusión que procede de las complejidades para construir un
modelo/sistema que no esté dominado por una u otra fuerza ideológica o por las expectativas de
algún actor social. No debe haber subordinación entre una lógica y la otra, al contrario, estas se
han de complementar y armonizar para obtener la conversión del problema o punto de tensión a
un desafío creativo de aprendiza para los sujetos involucrado; “la construcción teórica de la lucha
implica acompañar las prácticas para sistematizarlas y reflexionarlas colectivamente, asumir una
lógica dialógica, de complementariedad” (Gutiérrez, 2009). Siendo así que nuestra diversidad,
cultural, demográfica, natural..., equivale a un reto sí, pero no una molestia que se ha de superar,
sino a un compromiso histórico en común para coordinar y potenciar. Recurrir a la negación o a
un consenso fácil e incluso tramposo, no será jamás el que proporcione el equilibrio y confianza
ante la disconformidad, las diferentes perspectivas, las discrepancias o las incomprensiones.

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América Latina ha sido foco de ciertas controversias, “se trata de la región del mundo que
registra mayor desigualdad de ingresos en el informe sobre desarrollo humano 2019 del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), divulgado en diciembre” (BBC,
2020). Algunos apuntan que se debe al pasado colonial, otros al elemento racial, la falta de
inclusión, inestabilidad política, economía a base de recursos naturales, etc. Otro hecho
innegable es que “América Latina ha presentado altos niveles de migración entre países de la
región [...] Entre las razones para migrar más importantes podemos mencionar la búsqueda de
mejores salarios, el alto nivel de desempleo, la inestabilidad política y la corrupción” (Statista
Research Department, 2022); no cabe duda de que el fenómeno migratorio tiene uno de los
mayores impactos en el ámbito social, el económica y en los cambios demográficos en el mundo.
Nuestra materia (Derecho Internacional Privado) tiende a florecer en zonas con movimientos
migratorios y con amplitud de desarrollo comercial internacional. Para establecer en orden los
antecedentes de la génesis del Derecho Internacional Privado en América Latina, se ha de citar
esta noción internacional de DIPr elaborado por Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador,
Perú y Venezuela (época en la que eran exportadores netos de materias primas y tenían, en
mayor o menor medida, una inmigración importante): el Tratado de Lima de 1878; desde ese
punto de partida, se extienden los instrumentos interamericanos.

Hay un total de cuatro etapas que Pereznieto (2014) establece a partir de Lima para acotar
el panorama sobre el Derecho Internacional Privado: En la primera, se realiza el Primer
Congreso de Montevideo (1888-1889); su importancia se debe a la variedad de temas que se
trataron, como ser derecho procesal internacional, propiedad literaria y artística, patentes de
invención, marcas de comercio y fábrica, derecho penal internacional, ejercicio de profesiones
libres, derecho civil internacional, derecho comercial internacional y un protocolo a dichos
tratados. En ese Congreso se aprobaron un total de ocho convenciones. El punto de realce en la
segunda etapa se debe al comienzo de la Primera Conferencia Internacional Americana (1889-
1890), se crea la Unión Internacional de las Repúblicas Americanas, hasta que concluye con la
Sexta Conferencia; en la cual se aprueba la Convención sobre Derecho Internacional Privado del
20 de febrero de 1928 (Código de Bustamante).

Con la Séptima Conferencia Internacional Americana (Montevideo, 1933) se da apertura


a la tercera etapa; en dicha conferencia se adopta una resolución sobre los métodos de
codificación del derecho internacional privado y público, además, se crean dos comisiones: la de
Codificación del Derecho Internacional y la Comisión de Expertos. Otros sucesos relevantes
durante esta etapa son, por un lado, la constitución de la Organización de Estados Americanos
(OEA) en 1948 durante la Octava Conferencia Internacional Americana; en segundo, está la
proyección de la Segunda Conferencia de Montevideo (1939-1940), cuyos temas fueron el asilo
y refugio político, propiedad intelectual, ejercicio de profesiones libres, navegación comercial
internacional, derecho penal internacional y derecho procesal internacional. En la última etapa,
tras varios años de inactividad de la Organización de los Estados Americanos, Tatiana de
Maekelt, doctora, profesora y jurista venezolana en materia de Derecho Internacional Privado,
bajo el cargo de directora jurídica de la OEA creó la Comisión Interamericana Especializada en
Derecho Internacional Privado, CIDIP, teniendo las conferencias sus inicios en enero de 1975.

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Se retoma la importancia del proceso llevado a cabo por la CIDIP, pues dentro de su
marco que han desarrollado 26 instrumentos interamericanos (entro los que se incluyen 20
convenciones, tres protocolos, una ley modelo y dos documentos uniformes).
“Estos instrumentos cubren una variedad de temas y fueron diseñados con objeto de crear
un marco jurídico efectivo para la cooperación legal entre los Estados americanos, dar
certeza a transacciones civiles y comerciales entre las personas, así como precisar los
aspectos procesales de los negocios de personas en el contexto interamericano”
(Pereznieto, 2014).
Describiendo de manera general los aportes de cada conferencia, se destaca de la primera
(celebrada en Panamá en 1975) la aprobación de seis convenciones centradas en los conflictos de
leyes en materia de cheques; del régimen de poderes para utilizarlos en el extranjero; de letras de
cambio, pagarés y facturas; de arbitraje comercial internacional; de exhortos o cartas rogatorias,
y de recepción de pruebas en el extranjero. En la Segunda Conferencia Americana Especializada
en DIPr (CIDIP-II) celebrada en Montevideo entre abril y mayo del año 1979, se resalta la
aprobación de ocho convenciones acerca de: conflictos de leyes en materia de cheques, medidas
cautelares, eficacia extraterritorial de las sentencias y laudos arbitrales extranjeros, domicilio de
las personas físicas en el derecho internacional privado; sociedades mercantiles, pruebas e
información respecto del derecho extranjero, y normas generales de derecho internacional
privado.

La CIDIP-III tuvo lugar en La Paz, Bolivia (mayo de 1984), las convenciones aprobadas
fueron en torno a: competencia en la esfera internacional para la eficacia de las sentencias
extranjeras; el Protocolo Adicional a la Convención Interamericana sobre Recepción de Pruebas
en el Extranjero; adopción de menores, así como personalidad y capacidad de las personas
jurídicas en el derecho internacional privado. En la CIDIP-IV (Montevideo, julio de 1989)
tuvieron lugar tres convenciones, estas trataron lo relativo a la restitución internacional de
menores, obligaciones alimentarias y transporte internacional de carga por carretera. La sede de
la CIDIP-V fue la ciudad de México en el 94; la primera convención aprobada fue sobre el
derecho aplicable a los contratos internacionales y la segunda sobre el tráfico internacional de
menores. México ratificó la primera de las convenciones señaladas y todavía no ha ratificado la
segunda. En el 2002 en Washington se desarrolló la CIDIP-VI, cuyos instrumentos aprobados
fueron: la carta de porte interamericana para el transporte internacional de mercancías por
carretera y la Ley Uniforme en materia de Garantías Mobiliarias. En cuanto a la CIDIP VII,
aunque se estableció la agenda y fecha, las conferencias no han sido celebradas.

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Las actividades de la CIDIP han quedado tenuemente suspendidas, “ha entrado en una
fase de declive por la indiferencia de los Estados miembros para ratificar las convenciones
aprobadas en ese foro y porque gran parte de los temas han sido copia de lo que se hace en
Europa” (Pereznieto, 2014). Esto consistió en costumbre y afición por copiar o repetir temas que
no estudiaban la realidad de la región a fondo porque se acoplaban a los textos emanados de
convenciones internacionales en lugar de regular la materia necesaria para soluciones en
Latinoamérica. Tal es la magnitud de la crisis gestante que se prefiere ratificar una convención
mundial a una regional, esto a su vez da apertura a las contradicciones entre los textos. Así que
un reto consiste en superar la indiferente de los Estados y remediar el desinterés por el CIDIP,
caso contrario, se verá poca evolución en el futuro del Derecho Internacional Privado. Otro dato
ineludible, es la cantidad mínima de las convenciones de la CIPID ratificadas, una prueba más de
la actitud de los Estados para ratificar y hacer cumplir su compromiso internacional para/con
Latinoamérica.

Sin embargo, obviando esta crisis y falta de intereses por seguir mejorar nuestra
legislación en cuando a Derecho Internacional Privado, un punto a favor de la incorporación del
material externo a la región de América Latina que, aunque con un avance que se produce
probablemente de manera pausa y lenta, resalta el doctor en derecho, profesor titular e
investigador nacional, Leonel Pereznieto es que “en mayor o menor medida, puede decirse que
los países que han ratificado algunas convenciones internacionales, han incorporado a la
normatividad internacional en sus derechos nacionales logrando con ello una modernización
normativa en su regulación interna” (2014). Pues se ha ido ahondando y acomodándose al
conocimiento que ofrece el mundo, al desarrollo y adelantos de otros Estados en este ámbito, lo
que aporta o acelera nuestro desenvolvimiento y progreso, tanto a nivel judicial como legislativo,
del Derecho Internacional privado. Porque el avance, adaptación y la modernización en la
regulación e instituciones jurídicas, en los nuevos instrumentos, en la homologación del sistema
jurídico comercial, etc., debe ser continuo ya que el mundo y la sociedad también se mantienen
en constante evolución.

Así que, tras este recorrido, aunque no tan extenso, queda evidenciado desde un inicio el
interés por parte de los Estados Latinoamericanos para indagar en los nuevos retos que surgen en
el mundo y la búsqueda de una solución ración, justa y jurídica para mantener un orden y control
relativos, a pesar de la carencia de ánimos contemporáneos por la creación o ratificación del
compromiso. No obstante, las bases sobre las que se ha erigido esta materia han de permanecer
fuertes, pues lo expuesto sobre las conferencias, convenios y demás instrumentos es una
nimiedad. Además, dentro de diferentes Estados Latinoamericanos ha persistido el interés por la
materia, Pereznieto nos ilustra:
Argentina y Uruguay han destacado desde el siglo XIX por su producción
bibliohemerográfica en la materia y por mantener cátedras de DIPr en todas las
universidades […] Perú tiene una de las más antiguas tradiciones en el campo del DIPr
[…] En Bolivia la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de
San Andrés, se destaca por su cátedra de DIPr. Un nutrido grupo de juristas paraguayos
se han dado a la tarea de elaborar obras modernas en materia de comercio exterior […]
En Colombia la Universidad de los Andes, han sido baluartes de las cátedras de DIPr
(2014).

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Incluso Estados como México, que al principio se mostraba reacio a implicarse en las
corrientes del Derecho Internacional Privado, alrededor de la década de los 70s comenzó su
apertura hacia la integración al sistema jurídico que se conformaba en Latinoamérica y a nivel
internacional.

Concluyendo, la riqueza y diversidad natural, sociológica, cultural... en Latinoamérica ha


de mantener su brillo, incluso cuando ciertas problemáticas o retrocesos (porque no se puede
negar que nuestra región es víctima de mucho de esto), insistan y logren opacar. El despertar de
los países, aun cuando no fue perfecto o exento de crisis, pero sí se mantiene creciente, situación
que se refleja en el interés de impartir enseñanza y crear profesionales de calidad en este ámbito,
situación que se ve favorecida por la modernización y adaptación adecuada. Los seres humanos
no somos perfectos, pero eso no nos ha impedido la constante búsqueda por la misma, gracias a
esto, se ha logrado crear una gran cantidad de medios, alternativas y soluciones; “la gran mayoría
de países del área han encontrado en el comercio internacional, una alternativa para su desarrollo
y el Derecho Internacional Privado es la savia jurídica de esa transformación (Pereznieto, 2014).
Mas si la indiferencia hacia el CIPID continua, habrá un cúmulo de retos, entre los cuales se han
agregado recientemente la pandemia del COVID-19, el proceso de globalización de la
información gracias a instrumentos como el internet, el arbitraje de inversión, la resolución de
los contratos internacionales, estas son variantes que exigen un mayor y más cualificado
desarrollo del Derecho Internacional Privado.

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Referencias Bibliográficas
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http://www.definicionabc.com/social/individuo.php
 SCRIBD. (S.f) Derecho Internacional Privado. Obtenido de:
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Obtenido de la BBC News Mundo. Sitio Web: Por qué América Latina es "la región más
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 Statista Research Department. (2022). Migración en América Latina - Estadísticas y
Datos. Obtenido de: Migración en América Latina - Estadísticas y Datos | Statista
 Pereznieto, L. (2014). Notas sobre el derecho internacional privado en América Latina.
Obtenido de: SciELO. Sitio Web: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0041-86332015000300006

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