Jurisprudencia de Hurto Agravado

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Sala Tercera de la Corte

Resolución Nº 00948 - 2019

Fecha de la Resolución: 09 de Agosto del 2019


Expediente: 18-000192-1108-PE
Redactado por: Gerardo Rubén Alfaro Vargas
Clase de Asunto: Recurso de casación
Analizado por: SALA DE CASACIÓN PENAL
Indicadores de Relevancia
Sentencia Relevante

Contenido de Interés:
Temas (descriptores): Tentativa de hurto agravado, Hurto agravado
Subtemas (restrictores): Tentativa, Tentativa idónea e inidónea.
Tipo de contenido: Voto de mayoría
Rama del derecho: Penal

III.- (...). Consecuentemente, con el criterio que esta Sala ha seguido, debe decirse que en la especie, las actuaciones desplegadas
por los encartados Ramírez Barrantes y Barquero Marín, configuran actos de ejecución propios y efectivos encaminados a la
consumación del delito de hurto agravado, cuya consumación se vio obstaculizada por acciones de los empleados del comercio
afectado, concretamente la labor de inteligencia que venían desarrollando desde tiempo atrás, mediante la cual habían identificado
a estas personas como responsables de sustracciones en otras tiendas Universal, así como la vigilancia mediante cámaras dentro
del local, imágenes en las que lograron reconocer los rostros de las personas previamente identificadas y, finalmente, la
persecución y aprehensión de los imputados. (...).
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Texto de la Resolución
Revisión del Documento
*180001921108PE*
Exp: 18-000192-1108-PE
Res: Nº 2019-00948
SALA TERCERA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las doce horas y veinticinco minutos del nueve de agosto de
dos mil diecinueve.
Recurso de casación interpuesto en la presente causa seguida contra José Alberto Ramírez Barrantes, mayor, con
cédula de identidad 1-1075-0204, nacido el 06 de julio de 1980, hijo de José Ángel Ramírez Fallas y Norma Barrantes Mora; y
Mónica Barquero Marín, mayor, cédula de identidad 1-1688-0188, nacida el 27 de setiembre de 1997, hija José Antonio
Barquero Núñez y Sileny Marín Salazar, por el delito de hurto agravado, cometido en perjuicio de Carlos Federspiel &
Compañia S.A.. Intervienen en esta instancia los Magistrados y la Magistrada Jesús Alberto Ramírez Quirós, Gerardo Rubén Alfaro
Vargas, Sandra Eugenia Zúñiga Morales, Rafael Segura Bonilla y Jorge Enrique Desanti Henderson, estos últimos cuatro como
Magistrados suplentes. También intervienen en esta instancia el licenciado Otto Meneses Guillén y en su condición de defensor
público del imputado, el licenciado Julián Martínez Madriz como representante de la Fiscalía Adjunta de Impugnaciones del
Ministerio Público.
Resultando:
1. Mediante sentencia N° 2018-0438, dictada a las once horas treinta y cinco minutos del veintiuno de setiembre de dos mil
dieciocho, el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal de Cartago, resolvió: “POR TANTO: Por razones diversas a las alegadas,
se declara con lugar el recurso de apelación de sentencia planteado por el imputado José Alberto Ramírez Barrantes, se revoca la
sentencia impugnada y se absuelve de toda pena y responsabilidad al acusado Ramírez Barrantes por los hechos que le atribuyó el
Ministerio Público en la presente causa. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 443 del código Procesal Penal, se
extienden los efectos de lo que aquí se resuelve a la coimputada Mónica Barquero Marín, absolviéndole de toda pena y
responsabilidad por los hechos que le atribuyeron en este proceso. NOTIFÍQUESE.-Christian Fernández Mora.- Ivette Carranza
Cambronero.- Rodrigo Obando Santamaria.- Jueces y Jueza de Apelación de Sentencia Penal" (sic).
2. Contra el anterior pronunciamiento, el licenciado Julián Martínez Madriz, representante del Ministerio Público, interpuso
recurso de casación.
3. Verificada la deliberación respectiva, la Sala se planteó las cuestiones formuladas en el recurso; y,
Considerando:
I. Mediante resolución de esta Sala número 2019-171, de las 10:23 horas, del 15 de febrero de 2019, se admitió para
estudio de fondo el presente recurso de casación formulado por el licenciado Julián Martínez Madriz, fiscal de impugnaciones de
Cartago, contra la sentencia número 2018-438, emitida por el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal de Cartago, a las 11:35
horas, del 21 de setiembre del 2018, que absolvió a los encartados José Ramírez Barrantes y Mónica Barquero Marín del delito de
hurto por el que habían sido condenados.
II. En el primer motivo, con fundamento en el numeral 468 inciso b) del Código Procesal Penal, alega inobservancia de
un precepto legal procesal por violación al derecho a la doble instancia. Fundamenta el reclamo en los artículos 439 y siguientes
CPP, y 8.2,h de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Razona que la decisión absolutoria adoptada por el Tribunal
de Apelación impidió al órgano fiscal discutir e impugnar el criterio según el cual no existió ninguna posibilidad de que los
encartados consumaran el ilícito, dado el alto nivel de seguridad del local comercial. El recurrente estima necesario discutir no solo
la tesis de la tentativa inidónea o delito imposible que aplicó el ad quem, sino también si efectivamente las medidas de seguridad
abarcaban sin duda alguna a los imputados como para suponer que los medios de protección y vigilancia eran tales que los hacía
invulnerables. Agrega que al haberse aplicado el procedimiento abreviado, el Ministerio Público no tuvo necesidad de impugnar y
por ello tampoco tuvo oportunidad de confrontar ni discutir los temas que surgieron en apelación. El agravio consiste en que se
revirtió la condenatoria dictada en primera instancia mediante el procedimiento abreviado, y se absolvió a ambos encartados
impidiéndole al ente fiscal discutir e impugnar la decisión. Solicita declarar con lugar el motivo de casación y mantener incólume la
condenatoria dictada por el Tribunal de Juicio contra los encartados Ramírez Barrantes y Barquero Marín. Sin lugar el reclamo.
La decisión absolutoria adoptada por el Tribunal de Apelación deriva de un razonamiento que no había sido planteado ni discutido
por las partes, tanto que entre ellas se había acordado la aplicación de un procedimiento abreviado. Sin embargo, ello no
determina la incorrección de la actuación del ad quem pues el artículo 465 C.P.P. el Tribunal de Apelación tiene potestades
suficientes para valorar integralmente las actuaciones, declarar de oficio los defectos absolutos y quebrantos al debido proceso de
la sentencia, e incluso enmendar el vicio y resolver conforme a la ley. Tampoco vulnera la normativa convencional por cuanto la
misma se orienta a garantizar la revisión del fallo por un juez o tribunal superior, lo que como se dirá es posible en este caso.
Adherir una posición como la propuesta por el recurrente, en la que de manera indiscriminada se limitan las facultades del Tribunal
de Apelación para aplicar directamente la ley de fondo, implica desconocer las potestades de los tribunales de apelación, para,
resolver directamente el punto aplicando la normativa correspondiente. Dado que la normativa no establece en qué casos procede
la anulación parcial o total del fallo y en cuales es posible la aplicación directa de la ley, esta Sala ha definido una línea según la
cual los Tribunales de Apelación deben velar por que la decisión que adopten no implique una vulneración o menoscabo a los
derechos de audiencia, contradicción y revisión del fallo de las partes. Así se ha dicho: “Las amplias facultades concedidas al
Tribunal de Apelación de Sentencia precisamente para garantizar esa revisión integral (artículo 465 del Código Procesal Penal),
riñen con cualquier interpretación que limite su posibilidad de ponderar el cuadro fáctico y los elementos de convicción. Sin
embargo, no pueden ser aplicadas de manera tal que anulen la posibilidad de la contraparte, de acceder en alzada a la discusión
amplia de algún aspecto que, por haber sido definido en única instancia por parte del Tribunal de Apelación, podría resultar
inimpugnable. En este orden de ideas, se ha indicado: “…La casación, según se ha indicado repetidas veces, se convirtió a partir
del 9 de diciembre de 2011, en un recurso extraordinario, formal, limitado en su objeto de conocimiento a las causales taxativas
fijadas por ley. Lo anterior significa que cuando el Tribunal de Apelación observa yerros que implican la nulidad total o parcial del
fallo de instancia, debe discriminar las consecuencias de su decisión, de manera que, si el cambio de criterio conlleva una nueva
ponderación de la prueba, que incide en la modificación del cuadro fáctico acreditado, el remedio procesal a aplicar es el reenvío, a
fin de no impedir el examen integral de ese nuevo pronunciamiento. Esto es así, no porque se desconozcan las amplias facultades
que tiene el Tribunal de Apelación, de conformidad con el nuevo modelo de impugnaciones, para valorar prueba y readecuar los
hechos de conformidad con la lectura que haga de aquella. Lo que ocurre es que, en aplicación de dichas facultades, dispuestas
por ley, la consecuencia debe ser el reenvío de la causa, pues de no ser así, la otra parte se encontraría impedida para recurrir la
nueva decisión, dada la naturaleza del examen que caracteriza al recurso de casación, a partir de la entrada en vigencia de la ley
8837 de 3 de mayo de 2010…” (Sala Tercera, 2018-00798, de las 12:10 horas, del 30 de octubre, Ramírez, López, Desanti, Segura
y Alfaro. En igual sentido, 2016-125, de las 9:45 horas, del 5 de febrero, y 2018-238, a las 11:30 horas, del 20 de abril, entre
otros). La consideración de que en la especie existe una tentativa inidónea o delito imposible, resulta ser un tema de aplicación de
la ley sustantiva, que puede ser recurrido en casación -tal como lo hizo el representante fiscal-, por inobservancia de un precepto
legal sustantivo, de ahí que en este caso, la decisión resolutoria del ad quem no importa el quebranto a los derechos del órgano
requirente, el cual ajustado a la correcta técnica impugnaticia formuló en el tercer motivo del recurso el reclamo por inobservancia a
los artículos 24, 208 y 209 del Código Penal, el cual fue admitido y por la relevancia que tiene en la solución del caso, se pasa a
resolver de inmediato.
III. En el tercer motivo, invoca el vicio de inobservancia de un precepto legal sustantivo. Sostiene que los hechos
probados de la sentencia sí constituyen un delito de tentativa de hurto agravado. El Tribunal de Apelación realizó una lectura
incorrecta de los hechos acusados y de la prueba que los sustenta. Señala que tal como ésta Sala lo ha dicho, el delito imposible y
la tentativa no dependen de la conducta del sujeto pasivo, sino de la falta de capacidad del medio u objeto o de razones jurídicas.
Agrega que el sistema de seguridad de la tienda no era infalible al punto que hiciera imposible la comisión del ilícito. Tan es así que
los encartados lograron salir de la tienda con los teléfonos, y fueron aprehendidos fuera del comercio, lo que significa que sí existió
la posibilidad de que consumaran el hecho. El que hubiesen estado bajo vigilancia, no garantiza que la sustracción no se iba a dar,
pues todos los clientes de ese comercio son vigilados lo que no logra evitar que se den sustracciones. El agravio se expresa en la
absolutoria dictada a favor de los encartados por hechos respecto de los cuales habían sido condenados por el Tribunal de Juicio.
Solicita casar la sentencia impugnada y declarar con lugar todos los motivos expuestos, manteniendo incólume el fallo condenatorio
por el delito de tentativa de hurto agravado. Lleva razón el recurrente. Las acciones desplegadas por los encartados resultan
idóneas para la consumación del ilícito que pretendían, al igual que la ajenidad de los bienes hacía jurídicamente posible la
sustracción. Las particulares condiciones del sujeto pasivo, en este caso un comercio con un sistema de seguridad y vigilancia
especializado, no es un elemento que determine la existencia de un delito imposible. Efectivamente, pese a haber sido observados
al momento de apoderarse de los teléfonos celulares, los encartados lograron salir de la tienda con los bienes sustraídos, siendo
aprehendidos dentro del centro comercial por oficiales de seguridad del lugar. En cuanto al tema de la tentativa idónea e inidónea o
delito imposible, esta Sala ha dicho: “Por su parte la segunda oración de este artículo introduce la figura del delito imposible (o
tentativa inidónea): “No se aplicará la pena correspondiente a la tentativa cuando fuere absolutamente imposible la consumación
del delito.” De manera que mientras la primera oración del artículo 24 del Código Penal define la tentativa idónea (aquella con
capacidad de lesionar o poner en peligro un bien jurídico penalmente tutelado); el segundo párrafo excluye la punibilidad de la
tentativa inidónea o delito imposible (precisamente por ser imposible que el bien jurídico sea afectado o puesto en peligro). La
imposibilidad del delito puede provenir por la inidoneidad del objeto contra el que se dirige, del medio empleado o del sujeto que la
realiza. Al respecto esta Sala ha resuelto anteriormente: “…en cuanto a la configuración de un delito imposible .En primer término,
se debe descartar la tesis de la impugnante en el sentido de que se puede estar ante dicha figura. Esta posición evidencia un
desconocimiento sobre dicha figura jurídica, su contenido y alcances, olvidando que se aplica en los supuestos en los que: el medio
empleado por el agente, el sujeto que interviene o el objeto sobre el que recae la acción, no resultan ser idóneos para el logro del
fin propuesto. El delito imposible, también denominado tentativa inidónea, se da cuando: “[…]la acción del autor dirigida a la
realización de un tipo penal no puede llegar a la consumación en las circunstancias dadas, sea por razones fácticas, sea por
razones jurídicas. Este es el caso en la inidoneidad del objeto, del medio o del sujeto. También se incluyen aquí los supuestos en
los que el objeto de la acción previsto por el autor no se encuentra en el lugar del hecho, o contra lo esperado, se mantiene alejado
del mismo (inidoneidad del medio). Ejemplos: El intento de dar muerte a un cadáver (RG 1, 451 [452]) constituye tentativa sobre
objeto inidóneo, y el intento de aborto con pastillas contra el dolor de cabeza (RG 17, 58) es tentativa con medios inidóneos,
debiéndose la inidoneidad en ambos casos a razones fácticas.”(JESCHECK, Hans-Heinrich :Tratado de Derecho Penal Parte
General, Granada, España, Editorial Comares, 1993, pág. 480).Esta Cámara sobre el particular ha indicado que: “La tentativa
inidónea se presenta cuando el sujeto activo inicia la realización del hecho, pero éste no se consuma porque los actos realizados
no son idóneos para conseguir el fin, por imposibilidad jurídica (supuesto hurto de cosa propia), o por falta de aptitud de los medios
(tratar de envenenar con azúcar), o del objeto del delito (disparar sobre un cadáver)...”(Sala Tercera de la Corte Suprema de
Justicia, Nº 2007-0285, de las 10:55 horas, del 21 de abril de 2007). La determinación de si un delito es imposible, o se está en
presencia de una tentativa, no depende de la conducta del sujeto pasivo ni de la consecución del resultado, sino de la falta
de capacidad del medio, del sujeto o del objeto, o por razones jurídicas…” (Voto 2014-59, a las 11:50 horas, del 4 de febrero
Mags. Chinchilla, Ramírez, Pereira, Arroyo, Arias) . Consecuentemente, con el criterio que esta Sala ha seguido, debe decirse que
en la especie, las actuaciones desplegadas por los encartados Ramírez Barrantes y Barquero Marín, configuran actos de ejecución
propios y efectivos encaminados a la consumación del delito de hurto agravado, cuya consumación se vio obstaculizada por
acciones de los empleados del comercio afectado, concretamente la labor de inteligencia que venían desarrollando desde tiempo
atrás, mediante la cual habían identificado a estas personas como responsables de sustracciones en otras tiendas Universal, así
como la vigilancia mediante cámaras dentro del local, imágenes en las que lograron reconocer los rostros de las personas
previamente identificadas y, finalmente, la persecución y aprehensión de los imputados. En este sentido, conviene recordar lo
señalado por la Sala Constitucional en torno a la tentativa inidónea al discutirse la constitucionalidad de su punición: “Tanto en la
tentativa idónea como en la inidónea existe un disvalor de la acción y un ánimo de cometer un hecho punible; el agente utiliza los
medios que cree idóneos para la consumación, cree que sus actos son adecuados para consumar el ilícito y que el objeto es
idóneo para la realización del tipo del injusto. Esto es, si se realiza un análisis meramente subjetivo no existe diferencia alguna entre
la tentativa idónea e inidónea; sin embargo, mientras en la tentativa idónea los medios utilizados para consumar el delito sí son
adecuados, en la tentativa inidónea esos medios no lo son y eso es lo que genera la no producción del resultado querido; en la
tentativa inidónea lo que se da es un error de tipo al revés, que recae sobre el elemento intelectivo del dolo, en donde el agente
cree que el medio empleado es eficiente para la consumación del hecho, pero en realidad no lo es…Para poder conciliar la
punición de la tentativa inidónea, con la necesidad de que se produzca un peligro para el bien jurídico tutelado, las teorías objetivas
elaboraron una distinción entre imposibilidad absoluta, que se da cuando recae en el objeto o el medio e imposibilidad relativa que
se produce cuando son las condiciones en que se desarrolla la especie las que impiden el resultado. En el primero de los casos
consideran que el hecho debe quedar impune y en el segundo que sí ha de sancionarse…Nuestro Código Penal en el artículo 24
recepta la teoría objetiva al establecer que si fuere absolutamente imposible la consumación del delito, no se aplicará la pena
correspondiente a la tentativa. Ello, por cuanto la teoría objetiva distingue entre imposibilidad absoluta y relativa. En el primer caso,
que es el delito imposible, y al que se refiere el artículo 24 citado, no se da ninguna puesta en peligro del bien jurídico tutelado. Los
casos de inidoneidad relativa, por su parte, no son más que casos de "tentativa" a los que se les aplica el párrafo primero de esa
norma. Como en el delito imposible o tentativa absolutamente inidónea no existe ninguna puesta en peligro del bien jurídico
tutelado, sancionarlo, ya con una pena, o con una medida de seguridad, sería violar el principio de ofensividad” (Número 1998-
1588, a las 16:27 horas, del 10 de marzo). Considera esta Sala, que lo razonado por el Tribunal de Apelación de Sentencia, podría
enmarcarse en el supuesto de imposibilidad relativa por estar relacionado con las condiciones en que se desarrolla, en este caso
sobre bienes con un nivel de seguridad muy alto, pero sobre los que se verificó la puesta en peligro para el bien jurídico. Conforme
a lo expuesto, se acoge el reclamo del Ministerio Público, se anula el fallo impugnado y se ordena el reenvío al Tribunal de origen
para que resuelva los motivos del recurso de apelación. Por innecesario se omite pronunciarse sobre el segundo motivo.
Por Tanto:
Se declara con lugar el tercer motivo del recuso de casación interpuesto por el representante del Ministerio Público. Se
anula el voto 2018-438 del Tribunal de Apelación de Sentencia de Cartago y se ordena el reenvío a dicho Tribunal, para que
proceda a resolver los motivos del recurso de apelación formulado. Se declara sin lugar el primer motivo del recurso de casación
presentado por el ente fiscal. Notifíquese.
Jesús Alberto Ramírez Q.

Gerardo Rubén Alfaro V. Sandra Eugenia Zúñiga M.


(Mag. suplente) (Mag. suplente)

Rafael Segura B. Jorge Enrique Desanti H.


(Mag. suplente) (Mag. suplente)
n° interno 843-2/15-3-18
*180001921108PE*

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Es copia fiel del original - Tomado del Nexus PJ el: 28-10-2020 06:09:12.

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