Los Sacramentos y Su División Platica

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LOS SACRAMENTOS Y SU DIVISIÓN

Los sacramentos son signos sensibles y eficaces, a través de los cuales Cristo nos
da la Gracia que realiza nuestra santificación. Fueron Instituidos por Cristo y
entregados a la Iglesia.
Los sacramentos de la Nueva Ley Fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber,
Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los Enfermos, Orden
Sacerdotal y Matrimonio. Los sietes sacramentos corresponden a todas las etapas
y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y
crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta
semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual. CCE.
1210

Signos sensibles:
Quiere decir que son elementos (agua, pan, vino etc.) y acciones (imponer las
manos, dar un consentimiento), explicitados por las palabras y pueden ser
percibidos por los sentidos.
Eficaces:
No solo representan la gracia, sino que la producen realmente y ello en virtud de la
propia acción sacramental realizada, sin depender de la santidad de quien realiza
el Sacramento o de quien lo recibe. A esta característica se le llama eficacia ex
opere operato. Esto se debe a que en un Sacramento es Jesús mismo quien obra
a través de la persona del Celebrante.
Instituidos por Cristo:
El mismo Señor Jesús determinó los elementos fundamentales de cada
Sacramento. A través de la historia han variado algunos elementos accidentales
pero la esencia de cada Sacramento sigue siendo la misma.
Entregados a la Iglesia:
Jesucristo los entrego a la Iglesia quien los celebra en su nombre, los Sacramentos
tienen elementos que no cambian porque son esenciales. Por ejemplo: las Palabras
de la consagración en la Eucaristía, la formula del Bautismo. Hay otros elementos
que pueden variar, pero siempre bajo la atenta mirada de los Sacerdotes quien
velan por los Sacramentos.
CLASIFICACIÓN DE LOS
SACRAMENTOS.

De iniciación Cristian De Servicio y a la Comunidad.


De Curación

Bautismo Reconciliación o Penitencia Orden Sacerdotal

Confirmación Matrimonio
Unción de los Enfermos

Eucaristía

Los Sacramentos de la Iniciación Cristina.


Mediante lo sacramentos de la Iniciación Cristiana, el Bautismo, la Confirmación y
la Eucaristía, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana. “La participación en
la naturaleza divina que los hombres reciben como don mediante la gracia de Cristo,
tiene cierta analogía con el origen, el crecimiento y el sustento de la vida natural. En
efecto los fieles renacidos en el Bautismo se fortalecen con el sacramento de
Confirmación y, finalmente, son alimentados en la Eucaristía con el manjar de la
vida eterna, y, así por medio de estos sacramentos de la Iniciación Cristiana, reciben
cada vez con más abundancia los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la
perfección de la caridad” CCE 1212
Bautismo (Nacimiento)
La palabra bautismo viene del griego "baptein," que significa inmersión o sumergir.
Ese verbo se usaba entre los griegos al hablar sobre teñir sus vestidos, lo cual
implicaba sumergir completamente la tela para que absorbiera el tinte por todos los
lados.
Es el fundamento de la vida cristiana puerta de la vida en el Espíritu Santo que nos
dispone a otros Sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del Pecado y
regeneramos como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos
incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión. CCE1213
El Bautismo es el primer sacramento que reciben los católicos. En el Bautismo,
somos marcados como pertenecientes a Cristo. En el sacramento del Bautismo,
somos bienvenidos en la Iglesia y nos convertimos en hijos de Dios. Aunque muchos
católicos se bautizan cuando son bebés o niños pequeños, una persona puede ser
bautizada a cualquier edad. Durante el sacramento del Bautismo, la inmersión en
agua simboliza que la persona que está siendo bautizada muere por el pecado y
resucita a una nueva vida en Cristo, purificada y santificada. En el Bautismo, somos
liberados del pecado original y nuestros pecados personales son perdonados.
Confirmación (Madures)
Del vocablo latino confirmatio es de donde procede el término que ahora vamos a
analizar en profundidad. Un vocablo aquel fruto de la unión del prefijo con– que es
sinónimo de “junto”, de la palabra firmus que equivale a “firme” y del sufijo –ción que
puede traducirse como “acción”.
Es el Sacramento de la Plenitud de la Gracias Bautismal y del don del Espíritu Santo.
Implica compromiso y testimonio. En efecto, a los bautizados, el sacramento de la
Confirmación los une más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza
especial del Espíritu Santo. CCE 1285
En el sacramento de la Confirmación, somos sellados con el don del Espíritu Santo.
La Confirmación profundiza la gracia recibida en el Bautismo y, al igual que el
Bautismo, solo la recibimos una vez. La Confirmación nos fortalece para vivir como
seguidores de Jesucristo. A través de la Confirmación, nos asemejamos más a
Cristo y somos fortalecidos para ser testigos activos de Jesús. Nuestra relación con
la Iglesia también se fortalece; somos enviados a vivir nuestra fe en el mundo.
Aquellos que se han preparado para celebrar el sacramento de la Confirmación,
llamados candidatos, generalmente son confirmados por un obispo durante la
celebración del sacramento.
Eucaristía (Alimento/ Juventud)
La eucaristía (del griego εὐχαριστία, eucharistía, acción de gracias), llamada
también santo sacrificio,1 cena del Señor,2 fracción del
pan, comunión, santísimo sacramento, santos misterios o santa cena, según
la tradición de las
iglesias católica, ortodoxa, copta, anglicana, presbiteriana, adventista y algunas
denominaciones luteranas, considerado como un sacramento, es el cuerpo y la
sangre de Jesucristo bajo las especies de pan y vino

Es el memorial de la pasión, muerte y resurrección de Cristo mediante la


Consagración del Pan y el vino, además la Sagrada Eucaristía culmina la Iniciación.
Los que ha sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y
configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación, participan por
medio del Eucaristía con toda la comunidad en el sacrificio mismo del Señor.
CCE1322
El sacramento de la Eucaristía es el único sacramento de iniciación que los católicos
celebran una y otra vez (después de la preparación y la primera recepción del
sacramento). La Eucaristía es un recuerdo, una comida y un sacrificio. Otro nombre
para el sacramento es la Misa. En el sacramento de la Eucaristía, recibimos a
Jesucristo, el Pan de Vida, en la Sagrada Comunión y somos alimentados por la
Palabra de Dios. La gracia recibida por primera vez en el Bautismo crece en
aquellos que celebran el sacramento y están más unidos a Cristo y los unos con los
otros como el Cuerpo de Cristo, la Iglesia, y se fortalecen para servir a Dios y
atender las necesidades de los demás.
Sacramentos de Curación

Por los sacramentos de la Iniciación Cristiana, el hombre recibe la vida nueva de


Cristo. Ahora bien, esta vida la llevamos en “vaso de barro” (2 Cor 4, 7). Actualmente
está todavía “escandida con Cristo e Dios” (Cor 3, 3). Nos hallamos aún en “nuestra
morada”, sometida al sufrimiento, a la enfermedad y a la muerte. Esta vida nueva
de hijo de Dios puede ser debilitada e incluso perdida por el pecado. CCE 1420

La Iglesia celebra dos sacramentos de sanación: la Penitencia y Reconciliación y la


Unción de los Enfermos. En estos sacramentos, la Iglesia celebra el poder sanador
de Jesús. Jesús dio a sus apóstoles el poder de perdonar los pecados y sanar a los
enfermos en su nombre. Hoy, en el sacramento de la Penitencia, los sacerdotes
tienen el poder de perdonar los pecados en nombre de Jesús. En la Unción de los
Enfermos, la Iglesia ofrece a los enfermos la paz y la misericordia sanadora de Dios.

Reconciliación o Penitencia (Conversión):

Penitencia es el acto de sentir remordimiento o arrepentimiento por haber cometido


una falta, error o pecado, y a menudo implica buscar la expiación o el perdón por
dicho acto.
Es un concepto que abarca tanto aspectos religiosos como éticos y se relaciona con
el proceso de reconocer y lamentar sinceramente una falta o un error cometido
en el pasado, de naturaleza moral, religiosa o incluso legal. La penitencia implica
una profunda reflexión sobre las acciones pasadas, el reconocimiento de su
gravedad y el deseo genuino de enmendar o corregir el comportamiento.

Es el sacramento del perdón de los pecados y la curación de las faltas, lo que se


acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de Dios el
perdón de los pecados cometidos contra Él y, al mismo tiempo, se reconcilian con
la Iglesia, a la ofendieron con sus pecados. Ella le mueve a conversión con su amor,
su ejemplo y sus oraciones CCE 1422

En el sacramento de la Penitencia, los miembros de la Iglesia se reconcilian con


Dios y con la Iglesia. En este sacramento, los que están verdaderamente
arrepentidos confiesan sus pecados y los sacerdotes los perdonan en el nombre de
Cristo y la Iglesia mediante el poder del Espíritu Santo. El sacramento de la
Penitencia y Reconciliación fortalece o renueva la gracia. Fortalece a los católicos
a vivir según los mandamientos como discípulos de Jesús. Aquellos que se
preparan para celebrar la Eucaristía por primera vez deben prepararse para recibir
primero el sacramento de la Penitencia y Reconciliación. Los católicos celebran el
sacramento de la Penitencia una y otra vez.

Unción de los Enfermos (Fortaleza)

La Iglesia remonta la unción de los enfermos a Jesús, a Su profundo amor por los
enfermos y los que sufren, sobre los que ponía sus manos invocando la curación
milagrosa. Una vez muerto y resucitado, Cristo invistió a sus discípulos con el mismo
deber, junto con el de la predicación: «Y saliendo, predicaban que los hombres se
arrepintiesen. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos
enfermos, y los sanaban» (Marcos 6,12-13).

Es el sacramento que tiene por finalidad conferir una gracia especial al cristiano
católico que experimenta la enfermedad o vejez.

"Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros, toda la
Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para que
los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y muerte de
Cristo; y contribuir, así, al bien del Pueblo de Dios" CCE 1499

El sacramento de la Unción de los Enfermos se administra a aquellos que están


muy enfermos o cerca de la muerte. Los familiares, amigos y miembros de la
parroquia se reúnen para orar por la sanación y la misericordia de Dios. El sacerdote
y las personas reunidas rezan para que el enfermo se sane, y el sacerdote lo unge
y ora por su salud. Aquellos que reciben el sacramento se les otorga la gracia de
responder a su enfermedad con esperanza y fortalece su fe en un Dios amoroso.
Este sacramento puede celebrarse durante la Misa o en cualquier lugar que se
necesite, incluso en el hogar o en el hospital donde se encuentra la persona
enferma. Los católicos pueden celebrar este sacramento más de una vez.

Sacramentos de Servicio de la Comunidad

Los sacramentos del Orden sacerdotal y Matrimonio, están ordenados a la


Salvación de los demás. Contribuyen ciertamente a la propia salvación, pero esto o
hacen mediante el servicio que prestan a los demás. Confieren una misión particular
en la Iglesia y sirven a la edificación del Pueblo de Dios. CCE 1534.

La Iglesia celebra dos sacramentos al servicio de la comunión. Estos sacramentos


son el Matrimonio y el Orden Sagrado. Aquellos que reciben estos sacramentos se
fortalecen para servir a Dios y a la Iglesia a través de una vocación particular.

Orden sacerdotal (Consagración a Dios).

Sacramento por el cual la misión de cristo sigue siendo ejercida en la Iglesia, le


confiere un poder sagrado, para el servicio de los fieles.

El orden es el sacramento gracia al cual la misión confiada por Cristo a sus


Apóstoles sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos: es pues el
sacramento del ministerio apostólico. Comprende tres grados: el episcopado, el
presbiterado y el diaconado.

874 CCE: El mismo Cristo es la fuente del ministerio en la Iglesia. Él lo ha instituido, le


ha dado autoridad y misión, orientación y finalidad:
“Cristo el señor, para dirigir al pueblo de Dios y hacerle progresar siempre, instituyó en su Iglesia
diversos ministerios que están ordenados al bien de todo el cuerpo. En efecto, los ministros que
posean la sagrada potestad están al servicio de sus hermanos para que todos los que son miembros
del Pueblo de Dios”

876 CCE: El carácter de servicio del ministerio eclesial está intrínsecamente ligado a
la naturaleza sacramental. …

En el sacramento del Orden Sagrado, los hombres bautizados son ordenados para
servir a la Iglesia como obispos, sacerdotes y diáconos. A través de este
sacramento, la Iglesia Católica continúa la misión que Jesucristo dio por primera vez
a los apóstoles: la misión especial de predicar la Buena Nueva y dirigir y servir a la
Iglesia Católica. Los ordenados en el sacramento del Orden Sagrado reciben la
gracia necesaria para llevar a cabo su ministerio a los fieles y quedan impresos con
un carácter sacramental indeleble.

Matrimonio (Iglesia Domestica)

El matrimonio (del latín matrimonīum)1 es una institución social, presente en gran


cantidad de culturas, que establece un vínculo conyugal entre personas, reconocido
y consolidado por medio de prácticas comunitarias y
normas legales, consuetudinarias, religiosas o morales. La unión matrimonial
establece entre los cónyuges y en muchos casos también entre las familias de
origen de estos derechos y obligaciones que varían considerablemente según las
normas que la regulan en cada sociedad. El matrimonio constituye una realidad que
tiene su propio modo de ser, que puede y debe ser regulado por el ordenamiento
jurídico, pero no es creada ni definida por las leyes.2

Es el Sacramento signo de la unión de Cristo y la Iglesia, fue fundado por Dios para
el Bien de los Esposos y la generación y educación de los Hijos.
La alianza matrimonial, por lo que el varón y la mujer constituyen entre sí un
consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los
cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro
Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados. CCE 1601

En el sacramento del Matrimonio, un hombre y una mujer se convierten en marido


y mujer, y prometen ser fieles el uno al otro por el resto de sus vidas. El Matrimonio
une a la pareja casada como compañeros en el amor y los fortalece para cumplir
sus promesas a Cristo y entre sí. Durante el sacramento, el amor de la pareja es
bendecido y fortalecido por la gracia del sacramento. Los novios son los celebrantes
del sacramento del Matrimonio y el sacerdote o diácono actúa como testigo y
bendice la unión realizada por Dios. Las parejas casadas sirven a la Iglesia Católica
y comparten el Evangelio en sus familias, hogares y comunidades.

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