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Módulo 5. Fundamentos Del Delito Y Los Delitos en Particular

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MÓDULO 5.

FUNDAMENTOS DEL DELITO


Y LOS DELITOS EN PARTICULAR
MILTON NESSLER RUIZ SANCHEZ
ES172015145 milness77@nube.unadmexico.mx
DOCENTE: GABRIELA IRAIS GOMEZ
PEDROZA
UNIDAD 3. RESPONSABILIDAD PENAL Y
PUNIBILIDAD
SESIÓN 6. LOS ELEMENTOS DE LA
RESPONSABILIDAD PENAL Y LA PUNIBILIDAD
INTRODUCCION

La punibilidad es la amenaza establecida en el tipo por la comisión del delito, siendo la


consecuencia que deriva de los elementos del mismo. La punibilidad ha de ser uno de los
elementos del delito y no entrar en la definición para evitar la tautología.

En sentido etimológico, pena proviene del latín poena que significa “castigo, sufrimiento,
padecimiento”.

En el marco de las convenciones sociales y sus consecuencias, cobra especial énfasis en


materia jurídico penal la teoría de la pena, ya que a partir de la determinación de una
sanción, el común de las personas parece confundirla con los fines de lo justo o lo injusto.

Características de la pena
Para Amuchategui (2003:127), la pena tiene las características siguientes:  Intimidatoria:
Significa que debe preocupar o causar temor al sujeto para que, al intimidarlo, no delinca.
 Aflictiva: Debe causar cierta afectación o aflicción al delincuente, para evitar futuros
delitos. Se trata de restringir, de afectar o suspender ciertos derechos.  Ejemplar: Debe
ser un ejemplo en los planos individual y general para prevenir otros delitos, tanto en el
propio sujeto que delinquió, como en terceros, para evitar que incurran en una conducta
semejante.  Legal: Siempre debe provenir de una norma legal; previamente debe existir
la ley que le da existencia. Es lo que se traduce en el principio de legalidad ya referido:
nulla poena sine lege.  Correctiva: Toda pena debe tender a corregir al sujeto que
comete un delito, modificando su conducta y evitando su reincidencia.  Justa: La pena no
debe ser mayor ni menor, sino exactamente la correspondiente en la medida del caso de
que se trata. Tampoco debe ser excesiva en dureza o duración, ni menor, sino justa

Fines de la pena Asimismo, Amuchategui (2003:128) señala los siguientes fines de la


pena:  De corrección: La pena, ante todo, debe lograr corregir al sujeto; actualmente se
habla de reinserción social.  De protección: Debe proteger a la sociedad, manteniendo el
orden social y jurídico. Cuando un sujeto peligroso se encuentra en prisión, el grupo social
se siente seguro.  De intimidación: Debe atemorizar y funcionar de modo que inhiba a las
personas para no delinquir (función preventiva).  Ejemplo: Debe ser una advertencia y
amenaza dirigida a la colectividad.

Al saber en qué consiste la pena, se puede decir que la penología estudia a la pena en
cuanto a su finalidad y caracteres propios, su historia y desarrollo, así como sus efectos
prácticos. Algunos autores la ubican dentro de la criminología, mientras que otros la
consideran autónoma. Por otra parte, este campo del saber lo constituye la variedad de
penas, al igual que las medidas de seguridad en todos sus aspectos.

Por medida de seguridad se puede entender a la medida sustitutiva o complementaria de


la pena, que de manera preventiva impone el órgano jurisdiccional a fin de evitar la
realización de una nueva conducta delictiva. El Código Penal Federal en su artículo 24
enumera las medidas de seguridad mezclándolas con las penas: 1.- Prisión. 2.-
Tratamiento en libertad, semilibertad y trabajo en favor de la comunidad. 3.- Internamiento
o tratamiento en libertad de inimputables y de quienes tengan el hábito o la necesidad de
consumir estupefacientes o psicotrópicos. 4.- Confinamiento. 5.- Prohibición de ir a lugar
determinado. 6.- Sanción pecuniaria. 7.- (Se deroga). 8.- Decomiso de instrumentos,
objetos y productos del delito. 9.- Amonestación. 10.- Apercibimiento. 11.- Caución de no
ofender. 12.- Suspensión o privación de derechos. 13.- Inhabilitación, destitución o
suspensión de funciones o empleos. 14.- Publicación especial de sentencia. 15.-
Vigilancia de la autoridad. 16.- Suspensión o disolución de sociedades. 17.- Medidas
tutelares para menores. 18.- Decomiso de bienes correspondientes al enriquecimiento
ilícito. 19. La colocación de dispositivos de localización y vigilancia. Y las demás que fijen
las leyes.

Para Von Beling, la punibilidad “es la amenaza establecida en el tipo por la comisión del
delito, siendo la consecuencia que deriva de una conducta, típica, antijurídica y culpable”
(1944:42). Por otra parte, para que un sujeto sea considerado penalmente responsable de
una conducta típica, primero deberá analizarse su capacidad de imputabilidad, es decir,
deberá ser capaz ante el Derecho y posteriormente establecer su culpabilidad, mediante
los elementos que componen o integran cada uno de estos conceptos. Como resultado de
la conducta desplegada y las condiciones propias del sujeto, y la descripción que de dicha
conducta realiza el Código (tipicidad), se obtiene la punibilidad de dicha conducta
antisocial.
La responsabilidad penal equivale a poner a cargo de alguien, por su culpabilidad, una
consecuencia penal a virtud de un hecho ilícito (típico) cometido, o bien lo expresa
Bunster es el deber jurídico de sufrir una pena, que recae sobre quien ha cometido un
delito, esto es, una acción u omisión típica, antijurídica y culpable. La responsabilidad
presupone a la culpabilidad, siendo competencia de los órganos jurisdiccionales de la
materia declararla cuando se ha cometido un hecho delictuoso, previo el proceso
respectivo en que se cumplan las formalidades del procedimiento (Pavón, 2004:597, 598).

El CPDF, en su artículo 94, indica las causas de extinción de la responsabilidad penal del
siguiente modo: La pretensión punitiva y la potestad para ejecutar las penas y medidas de
seguridad, se extinguen por: I. Cumplimiento de la pena o medida de seguridad. II. Muerte
del inculpado o sentenciado. III. Reconocimiento de la inocencia del sentenciado. IV.
Perdón del ofendido en los delitos de querella o por cualquier otro acto equivalente. V.
Rehabilitación. VI. Conclusión del tratamiento de inimputables. VII. Indulto. VIII. Amnistía.
IX. Prescripción. X. Supresión del tipo penal. XI. Existencia de una sentencia anterior
dictada en proceso seguido por los mismos hechos. XII. Anulación de la sentencia. XIII. El
debido cumplimiento del criterio de oportunidad o de las soluciones alternas
correspondientes.
S6. Actividad 1. La pena en la doctrina

1. Lee los apartados “La pena” y “Desarrollo de la teoría de la pena”.


2. Identifica las principales corrientes teóricas sobre la pena en el texto de apoyo.

1. Teorías absolutas, también llamadas teorías retributivas: Son claras al señalar que
basados en que toda causa tiene un efecto, en el caso de la correlatividad bueno y malo,
se afirma que a lo bueno le corresponde algo bueno y por tanto a lo malo algo malo. La
pena no es más que la consecuencia que debe sufrir el delincuente por haber cometido
un delito, pudiendo ser reparatoria o retributiva.
2. Teorías relativas, también llamadas teorías preventivas: Aceptan que la pena tiene
la finalidad de garantizar la vida en sociedad, ya que al asegurarle al individuo poder
convivir en una comunidad, en el caso de vulnerarse esa convivencia, es aplicada la pena
a quien perturba ese derecho.
3. Teorías mixtas o eclécticas: Sostienen que la pena no sólo debe buscar utilidad social
para garantizar seguridad o estabilidad colectiva, sino también prevenir la incidencia en el
delito, por lo que debe ir encaminada a velar por la justicia de quien ha sido transgredido
en su persona, patrimonio, libertad, seguridad, etcétera.

3. Investiga en fuentes académicamente confiables cada una de estas teorías.

TEORIAS ABSOLUTAS
La teoría de la justa retribución: Desarrollada por Kant, para quienlal pena "debe ser"
aun cuando el estado y la sociedad ya no existan, y Hegel cuya fundamentación de la
pena pública, fue la base que permitió la sistematización de la teoría del delito, (elaborada
a partir de la teoría de las normas de Binding) concibe al delito como al negación del
derecho, y a la pena, como al negación de la negación, como anulación del delito, como
restablecimiento del derecho, entiende que al superación del delito es el castigo. En
coincidencia con Kant, tampoco Hegel reconoce finalidades de prevención, como el
mejoramiento y la intimidación, como fines de la pena. Esta construcción gravitó
decisivamente en relación a la ulterior evolución del Derecho penal y, debido a que no
existen aún alternativas consolidadas, actualmente conservan relativa vigencia. En la
jurisprudencia la teoría de la retribución ha tenido un importante papel hasta hace poco
tiempo. Esta concepción recibe su característica de "absoluta" debido a que ve el sentido
de la pena no en la prosecución de alguna finalidad social útil, sino que sostiene que
dicho sentido radica en que la culpabilidad del autor sea compensada mediante la
imposición de un mal penal, o sea que agota todo el fin de la pena en la retribución
misma, explicada por Kant como un imperativo categórico emergente de la idea de justicia
y fundamentada dialécticamente por Hegel como la negación de la negación del Derecho.
Así, niega una concepción del castigo que se fundamente en razones de utilidad social
que ilícitamente convierta al hombre en un "medio" instrumental en beneficio de la
sociedad ya que tanto para Binding como para todos los defensores de la teoría de la
retribución, las concepciones preventivas resultan incompatibles con la dignidad humana
porque sólo cabe motivar con el castigo a los animales, respecto de los seres humanos la
única motivación admisible es la que surge de la propia norma, concebida como una
orden –no matarás- que precede a la descripción legal –al que matare a otro...se le
impondrá una pena de..., cuya existencia es independiente de la sanción. El mal de la
pena está justificado por el mal del delito, es concebida como un mal que debe sufrir el
delincuente para compensar el mal causado con su comportamiento, pensamiento que
reconoce como antecedente la Ley del Talión. Ella niega o aniquila al delito,
restableciendo el derecho lesionado, ha de imponerse por el delito aunque resulte
innecesaria para el bien de la sociedad, aunque no se logre un efecto intimidatorio ni
exista riesgo alguno de reincidencia debe igualmente aplicarse. Esto no significa que las
teorías retribucionistas no asignen función alguna a la pena: por una u otra vía le
atribuyen la función de realización de justicia. La opinión más generalizada afirma que la
pena presupone la reprochabilidad del comportamiento sometido a ella y expresa esa
reprochabilidad. Es concebida por ésta teoría como reacción por lo sucedido y
desvinculada del porvenir ya que su fin es reparar el delito y no evitar delitos futuros. Esto
explica la sólida interconexión establecida entre las teorías del delito y la pena: a) El fin de
la pena es restablecer el orden alterado por el delito. b) El delito, condición de la pena,
exige la realización de un comportamiento contrario a la norma, más, la existencia de
culpabilidad en el autor del mismo. c) El sistema se basa en el libre albedrío siendo
culpable aquél sujeto que pudiendo motivarse en el respeto de la norma optó por la
opción contraria y delinquió. El haberse mantenido al margen de las exigencias que le
plantaba el orden jurídico, no obstante haber podido ajustarse a ellas (el haber podido
obrar de otro modo) es el criterio generalmente aceptado sobre el cual se fundamenta el
juicio de culpabilidad. d) La medida de la pena depende de la gravedad del hecho
realizado y el grado de culpabilidad del autor, estableciéndose así un criterio de
proporcionalidad entre el delito y la pena. Algunas objeciones a las tesis retributivas: Las
críticas formuladas a esta teoría explican su progresiva decadencia que se pone de
manifiesto en virtud de que la misma ha sido abandonada por la doctrina penal
contemporánea al menos en su perfil ortodoxo de concepción absoluta. En relación al
fundamento y límite del "ius puniendi": - Fundamenta el "para que" del castigo pero no
explica ¿cuándo? el Estado debe hacerlo. - No fija un límite en cuanto al contenido de la
potestad penal estatal. - Presupone la necesidad de la pena que debería en realidad
justificar; llevada al extremo concluiría en que debe castigarse al delincuente aunque ello
no resulte necesario en el caso concreto. Imposibilidad de verificar el libre albedrío: -
Presupone el libre albedrío o libertad de voluntad respecto de lo cual se sostiene que es
irracional fundamentar el derecho del Estado a imponer penas en la existencia de una
culpabilidad basada en él debido a que la libertad de voluntad del autor no es
empíricamente demostrable. La retribución como pago del mal con el mal. La
racionalización de la venganza - El pago o la devolución de un mal corresponde al
arraigado impulso de venganza humano. La afirmación de que con la pena se ejerce una
retribución fáctica solamente puede justificarse en la medida en que ella impide los actos
de justicia por propia mano. - Se entiende que el criterio retributivo no puede ser absoluto
debido a que resulta evidente que no toda culpabilidad debe ser castigada ya que la pena,
en el caso concreto, puede producir efectos contraproducentes (no explica ¿cuándo? el
Estado debe aplicar la pena). - La idea de retribución compensadora es vulnerable debido
a que la pena no borra el mal causado por el delito sino que en realidad añade un
segundo mal, "el criterio talionario no permite recuperar el ojo de la víctima quitando un
ojo al autor". Más allá de las críticas a la teoría hasta aquí expuesta, el Derecho penal
contemporáneo no ha evolucionado hacia un abandono total delos puntos de vista
retributivos debido, fundamentalmente, a la fragilidad de las teorías preventivas
propuestas como alternativas. La sistematización de los presupuestos de punibilidad,
formulados por la escuela clásica desde perspectivas retributivas se ve como un conjunto
de garantías del gobernado frente al Estado y en los modelos propuestos en su
reemplazo parecería estar corriendo resgo, ello origina un rechazo de éstos, además, la
circunstancia de que no se haya formulado aun ningún sistema que ofrezca presupuestos
de incriminación (teoría del delito) diferentes a los enunciados como consecuencia de la
concepción retributiva, da más fuerza a la sensación de que el abandono de dichas
teorías produciría inseguridad jurídica. Además, debe concederse a esta teoría la virtud
de haber concebido a la pena como una reacción proporcional al delito cometido,
estableciendo un límite a la pretensión punitiva estatal.

TEORÍAS RELATIVAS
Teorías de la prevención especial: Desarrollada por diversas corrientes de pensamiento
penal, como la escuela alemana de Liszt, el positivismo criminológico italiano, el
correccionalismo y la escuela de la defensa social. Aunque cada una de ellas presente
matices, resulta factible enunciar sus principales formulaciones. Es la posición extrema
contraria a la teoría de la retribución. Según éste punto de vista preventivo-especial, el fin
de la pena es disuadir al autor de futuros hechos punibles, es decir, evitar las
reincidencias (versión moderna de la teoría) y sólo es indispensable aquella pena que se
necesite para lograrlo, se procurará readaptar al autor mediante tratamientos de
resocialización. Así, la necesidad de prevención especial es la que legitima la pena, según
Von Liszt; "sólo la pena necesaria es justa". Se habla de "relativa" porque su finalidad está
referida a la "evitación del delito". La prevención especial no quiere retribuir el hecho
pasado, no mira el pasado, sino que ve la justificación de la pena en que debe prevenir
nuevos delitos del autor. Esta concepción, influenciada por el determinismo, no admite la
libertad de voluntad, niega que la culpabilidad pueda ser fundamento y medida de la pena.
Von Liszt se dedicó a clasificar delincuentes considerando que la eficacia de la
incriminación exige que ella se adapte a cada sujeto, procurando corregir, intimidar o
inoculizar, según la personalidad de cada individuo sobre el que la pena deba cumplir su
función preventiva, de modo que para dicho autor la prevención especial actúa de tres
maneras: a. Corrigiendo al corregible: resocialización b., Intimidando al intimidable, c.
Haciendo inofensivos a quienes no son corregibles ni intimidables. La necesidad de la
pena es la que fundamenta en esta teoría de la imposición. Pese a que existen razones
para considerarlo concepción dominante, éste punto de vista también es vulnerable.
Algunas objeciones a la teoría de la prevención especial: En cuanto al fundamento y
límites del "ius puniendi". - El ideal de corrección explica el fin que persigue la pena pero
no contiene ninguna justificación del "ius puniendi". - No sirve para fundamentar la
conminación de penas, sino en todo caso, para fundamentar la aplicación y ejecución de
penas - No posibilitan una delimitación del ius puniendi en cuanto a su contenido - Pueden
crear el riesgo de fundamentar el Derecho Penal contra los inadaptados – enemigos
políticos- o los asociales –mendigos, vagabundos, prostitutas, etc. Resulta válido
cuestionar el derecho del Estado a someter a tratamiento contra su voluntad a una
persona, especialmente si es adulta, porque puede traducirse en una manipulación de la
personalidad para obligarla a dejar de ser lo que quiere. La imposición coactiva de un
proceso de resocialización entra en contradicción con la idea de un estado de derecho
que exige pluralismo. Así, el fin de resocialización será de tan poca precisión que podría
ampliar incontroladamente el poder del Estado en el campo del Derecho Penal. Incluso
debería perseguirse un tratamiento hasta que se dé la definitiva corrección, aún a riesgo
de que la duración sea indefinida. Imposibilidad de determinar la necesidad de la pena. -
En la mayoría de los casos, nuestros conocimientos empíricos no bastan para delimitar la
necesidad de la pena, lo que resulta extensivo a lo relativo a naturaleza y quantum de la
pena. En aquellos supuestos en que resulte posible determinar la falta de necesidad de
prevención especial la única conclusión viable seria la impunidad, o sea; * delincuentes
primarios y ocasionales: Porque no manifiestan peligro de volver a delinquir. * delitos
graves: en ciertos casos no hay peligro de repetición * delitos cometidos en situaciones
excepcionales: porque casi con seguridad no se volverán a repetir. *delincuentes
habituales: a veces no hay posibilidad de re sociabilizarlos. *delincuentes por convicción:
se dificulta la resocialización debido a que para que la misma resulte viable es
indispensable la colaboración del delincuente y no cabe su imposición coactiva, no podría
aplicársele por la fuerza. - En el ámbito de individualización de la pena, surgen nuevas
objeciones por la imposibilidad de predecir los efectos del tratamiento (si la pena se
prolonga hasta que el tratamiento tenga éxito, el condenado queda a merced de la
intervención estatal). Ilegitimidad de la resocialización coactiva: - El Estado o la sociedad
no tienen derecho alguno que les permita readaptar a según las reglas socialmente
impuestas, en forma coactiva, al autor de un delito determinado. - No se puede, además,
agotar el sentido de la pena en la readaptación social del condenado y el propósito de
evitar la reincidencia. La razón por la cual la teoría de la prevención especial quedó
detenida en su evolución, no logrando superar las críticas apuntadas, se relacionan con
su prematuro abandono de los conocimientos de las ciencias sociales y de la
investigación empírica para construir las categorías de autor que debían servir de base al
sistema. Teorías de la prevención general: Tiene origen científico en Feuerbach, concibe
a la pena como una amenaza que por medio de las leyes se dirige a toda la colectividad
con el fin de limitar al peligro derivado de la delincuencia latente en su seno. Esta
coacción formulada en abstracto se concretiza en la sentencia, cuando el juez refuerza la
prevención general al condenar al autor debido a que por éste acto está anunciando a los
demás lo que les ocurrirá si realizan idéntica conducta (por eso, la lógica de éste criterio
exige que las penas sean cumplidas, de lo contrario, el fin intimidatorio se ve afectado).
Así, en su formulación pura, estas concepciones no se fijan en los efectos que la pena
puede surtir sobre el autor mismo, de manera que, "prevención general", significa también
evitación de los delitos mediante la producción de efectos sobre la generalidad. Estas
teorías suelen ser identificadas con el aspecto intimidatorio de las penas ya que su
justificación estará dada por su fin de evitar la comisión de hechos punibles respectos de
sus potenciales autores. La prevención general actúa no sólo con la conminación general
de penas, sino que adquiere mayor efectividad con su imposición y ejecución. La
conminación penal debe intimidar y la ejecución penal debe confirmar la seriedad de la
amenaza. Según Fouerbach; La ejecución de la pena tiene lugar "para que...la amenaza
de la ley sea una verdadera amenaza". Esta teoría parece presentar la ventaja de no
tener que recurrir al criterio clásico de la culpabilidad sino al de motivabiliadad del autor.
Así, el tipo penal consiste en la descripción de la conducta prohibida y su fin es motivar
(mediante la amenaza con una pena) para que esa conducta no se realice. Teoría de la
prevención general positiva: La prevención general puede ser entendida de un modo
diverso al precedentemente expuesto. Por una parte, puede manifestarse por la vía de la
intimidación a los posibles delincuentes (prevención general negativa), y, por la otra, como
prevalecimiento o afirmación del derecho a los ojos de la colectividad. Así se adjudica a la
pena ya un fin de conservación del orden, o de conservación del derecho, o para
fortalecer la pretensión de validez de las normas jurídicas en la conciencia de la
generalidad, o bien reforzar las costumbres sociales y la fidelidad al derecho o como
afirmación de la conciencia social de la norma. Algunas objeciones a la teoría de la
prevención general En cuanto al fundamento del "ius puniendi" - Esta formulación encierra
el peligro de su intrínseca debilidad para fundamentar cuándo es legítimo que el Estado
use la pena, deja sin resolver la pregunta siguiente; ¿frente a qué supuestos tiene el
Estado la facultad de intimidar?. Ello explica su tendencia a favorecer el "terror penal"
(como ocurrió en la baja Edad Media con la práctica de las ejecuciones ejemplares) -
Tampoco aporta datos acerca de ¿cuáles son los comportamientos esperados y cuáles
los indeseables?. En cuanto al límite del "ius puniendi" - Podría terminar en una tendencia
al terror estatal porque podría conducir a un Derecho Penal más ocupado por su propia
eficacia que por servir a todos los ciudadanos. - No es posible determinar cuál es el
énfasis punitivo que es necesario aplicar al delincuente para lograr el efecto intimidatorio
en el resto del tejido social. Indemostrabilidad de la coacción sicológica - Las suposiciones
sobre el efecto intimidatorio de las penas ejemplares sólo pueden pretender el status de
una cuestión de fe. - Es muy difícil verificar cual es el efecto preventivo general de la
pena. La idea de que la intensidad de la amenaza es proporcional al efecto preventivo
resulta, al menos, dudosa. Utilización del delincuente para amedrentar a otros hombres. -
El interés público en la evitación de delitos no basta para justificar, respecto del afectado,
lo que la pena a él le ocasiona: la garantía de la dignidad humana prohíbe utilizar al
hombre como medio para los fines de otros hombres. - Es impugnable en sí mismo un
criterio que utiliza al hombre de esa forma ya que no se lo castiga por su acción sino por
comportamientos que se supone que otros hombres pueden realizar, asumiendo sentido
la objeción kantiana a que lo seres humanos sean manejados como instrumentos para
prevenir las intenciones de otros. Las impugnaciones a la teoría de la prevención general
tampoco han provocado que el Derecho penal haya podido despojarse totalmente de este
punto de vista. Es importante señalar que fueron precisamente ópticas de prevención
general las que dieron lugar a uno de los más modernos intentos por fundamentar el
sistema penal: partiendo de la concepción de Luhmann de que el Derecho es instrumento
de estabilización social, se ha explicado la denominada "prevención general positiva".

Teorías mixtas o de la unión:


La polémica entre teorías absolutas y relativas de la pena evidencia que existe más de un
fin de la pena ya que ninguna de las mencionadas concepciones agota el fundamento
para su explicación. De allí se derivan teorías de la unión que procuran articular una
síntesis entre las doctrinas en pugna. Parten del supuesto realista de que no es posible
adoptar una fundamentación desde las formar puras precedentemente señaladas porque
ellas ofrecen varios flancos a la crítica. Surgen así teorías pluridimensionales de la pena
que suponen una combinación de fines preventivos y retributivos e intentan configurar un
sistema que recoja los efectos más positivos de cada una de las concepciones puras
hasta aquí analizadas. Los intentos para presentar una fundamentación coherente de la
pena, que contemple al mismo tiempo las teorías absolutas y las relativas, son variados.
Además, éstas "teorías de la unión" son dominantes en el Derecho penal contemporáneo.
Algunos autores señalan que su existencia pone en evidencia una crisis cuya
manifestación más evidente es la ausencia de respuestas doctrinarias y legislativas
armónicas para justificar el "ius puniendi" estatal, "con todas las consecuencias de
inseguridad que de allí se derivan". Comúnmente las teorías mixtas le asignan al Derecho
Penal la función de protección a la sociedad, sin embargo, tal función no reviste iguales
características en todas las teorías. Pueden reconocerse dos grupos de
fundamentaciones: a. Aquellas que postulan que la protección de la sociedad ha de
basarse en la retribución justa y que los fines de la prevención sólo juegan un papel
complementario dentro del marco de la retribución. b. Las que sostienen que fundamento
de la pena es la defensa de la sociedad, y a la retribución corresponde únicamente la
función de límite máximo de las exigencias de la prevención, impidiendo que conduzcan a
una pena superior a la merecida por el hecho cometido. En ambos casos, la protección de
la sociedad es entendida en el sentido de protección de bienes jurídicos y las
conminaciones penales se justifican sólo, y siempre, por la necesidad de protección de
bienes jurídicos. En algunos exponentes de éstas teorías mixtas, la prevención general se
presenta como la forma concreta de protección de bienes jurídicos en virtud de que el fin
de protección de bienes jurídicos, por sí solo, no legitima la pena..- Se sostiene que el
criterio unificador se concreta en la afirmación de que cada concepción tiene influencia
diversa según el momento en que se la considere. De modo que el criterio preventivo
general es el que más gravita a nivel legislativo, es decir cuando se sanciona la norma
que prevé sanción para todo aquel que realice determinado comportamiento. Los puntos
de vista retributivo pasarían a primer plano durante el proceso y especialmente en la
individualización judicial de la pena, ya que al sentencia debe establecerse considerando
preferentemente la gravedad del hecho cometido y la culpabilidad del autor. Pasarían a
segundo plano consideraciones preventivas especiales vinculadas a la personalidad del
autor u al pronóstico de reincidencia, limitándose la influencia de la prevención general a
una función residual, relacionada con evitar la imposición de una pena tan reducida que
suponga efectos contraproducentes para el control social. La teoría de más incidencia
durante la ejecución sería la prevención especial en su versión moderna, debido a que el
sistema penitenciario debe orientarse al logro de la readaptación social del condenado. En
resumen: la teoría de la pena aquí sostenida puede ser resumida de la siguiente manera;
la pena sirve a finalidades de prevención especial y general. Es limitada en su monto
mediante la medida de la culpabilidad, pero puede no alcanzar esta medida, en tanto esto
sea necesario para las necesidades de prevención especial y no se opongan a ello
requisitos mínimos de prevención general.

4. En un archivo de texto señala un representante de cada corriente, su aportación a


ésta y un ejemplo de aplicación de sus ideas.
TEORIAS ABSOLUTAS - KANT Y HEGEL –

La teoría de la justa retribución: Desarrollada por Kant, para quien la pena "debe ser"
aun cuando el estado y la sociedad ya no existan, y Hegel cuya fundamentación de la
pena pública, fue la base que permitió la sistematización de la teoría del delito.

La pena es un fin en sí mismo, es decir, su función es restablecer el daño causado. Es


decir, al considerar a un delito como el daño que se hace al orden social determinado
(contemplado en la ley) entonces se aplica una pena con el fin de que devuelva el orden
social. Además se debe de considerar a la pena como la retribución que el Estado le
otorga a la víctima del delito. El retribucionismo se inspira en Immanuel Kant, quien
concibió la retribución como un principio jurídico.

TEORÍAS RELATIVAS - VON LISZT-


Teorías de la prevención especial
Desarrollada por diversas corrientes de pensamiento penal, como la escuela alemana de
Liszt, el positivismo criminológico italiano, el correccionalismo y la escuela de la defensa
social.

Según éste punto de vista preventivo-especial, el fin de la pena es disuadir al autor de


futuros hechos punibles, es decir, evitar las reincidencias (versión moderna de la teoría) y
sólo es indispensable aquella pena que se necesite para lograrlo, se procurará readaptar
al autor mediante tratamientos de resocialización. Así, la necesidad de prevención
especial es la que legitima la pena, según Von Liszt; "sólo la pena necesaria es justa". Se
habla de "relativa" porque su finalidad está referida a la "evitación del delito".

TEORIAS MIXTAS - Eberhard Schmidhäuser, Claus Roxin y Eugenio Raul Zaffaroni-


Éstas sostienen que no es posible adoptar una fundamentación desde las formas teóricas
antes mencionadas, y proponen teorías multidisciplinarias que suponen una combinación
de fines preventivos y retributivos e intentan configurar un sistema que recoja los efectos
más positivos de cada una de las concepciones previas. Dentro de esta corriente ecléctica
están autores como Eberhard Schmidhäuser, Claus Roxin y Eugenio Raul Zaffaroni.

S6. Actividad 2. Causas de extinción penal

1. Concluye la lectura del texto de apoyo.


2. En el mismo archivo de tu actividad 1, identifica las causas de extinción de la
responsabilidad penal que establecen el Código Penal del Distrito Federal (Ciudad
de México) y el Código Penal Federal; explica sus diferencias.

CODIGO PENAL DEL DISTRITO FEDERAL

TÍTULO QUINTO EXTINCIÓN DE LA PRETENSIÓN PUNITIVA Y DE LA POTESTAD DE


EJECUTAR LAS PENAS Y MEDIDAS DE SEGURIDAD

CAPÍTULO I REGLAS GENERALES


ARTÍCULO 94 (Causas de extinción). La pretensión punitiva y la potestad para ejecutar
las penas y medidas de seguridad, se extinguen por:
I. Cumplimiento de la pena o medida de seguridad;
II. Muerte del inculpado o sentenciado;
III. Reconocimiento de la inocencia del sentenciado;
IV. Perdón del ofendido en los delitos de querella o por cualquier otro acto equivalente;
V. Rehabilitación;
VI. Conclusión del tratamiento de inimputables;
VII. Indulto;
VIII. Amnistía;
IX. Prescripción;
(REFORMADA, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)
X. Supresión del tipo penal;
(REFORMADA, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)
XI. Existencia de una sentencia anterior dictada en proceso seguido por los mismos
hechos;
(ADICIONADA, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)
XII.- Anulación de la sentencia; y
(ADICIONADA, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)
XIII.- El debido cumplimiento del criterio de oportunidad o de las soluciones alternas
correspondientes.
ARTÍCULO 95 (Procedencia de la extinción). La resolución sobre la extinción punitiva se
dictará de oficio o a solicitud de parte.
ARTÍCULO 96 (Alcances de la extinción). La extinción que se produzca en los términos
del artículo 94 no abarca el decomiso de instrumentos, objetos y productos del delito, ni
afecta la reparación de daños y perjuicios, salvo disposición legal expresa o cuando la
potestad para ejecutar dicha sanción pecuniaria se extinga por alguna causa.

CODIGO PENAL FEDERAL

TITULO QUINTO - Extinción de la Responsabilidad Penal


 CAPITULO I - Muerte del delincuente
 Artículo 91
 CAPITULO II - Amnistía
 Artículo 92
 CAPITULO III - Perdón del ofendido o legitimado para otorgarlo
 Artículo 93
 CAPITULO IV - Reconocimiento de inocencia e indulto
 Artículo 94
 Artículo 95
 Artículo 96
 Artículo 97
 Artículo 98
 CAPITULO V - Rehabilitación
 Artículo 99
 CAPITULO VI - Prescripción
 Artículo 100
 Artículo 101
 Artículo 102
 Artículo 103
 Artículo 104
 Artículo 105
 Artículo 106
 Artículo 107
 Artículo 108
 Artículo 109
 Artículo 110
 Artículo 111
 Artículo 112
 Artículo 113
 Artículo 114
 Artículo 115
 CAPITULO VII - Cumplimiento de la pena o medida de seguridad
 Artículo 116
 CAPITULO VIII - Vigencia y aplicación de una nueva ley más favorable
 Artículo 117
 CAPITULO IX - Existencia de una sentencia anterior dictada en proceso seguido
por los mismos hechos
 Artículo 118
 CAPITULO X - Extinción de las medidas de tratamiento de inimputables
 Artículo 118-Bis

COMPETENCIAS FEDERAL Y LOCAL.- Si tanto el delito federal como el del orden


común, cometidos en actos distintos por el acusado, se encuentran tipificados en un
mismo código, el del Distrito Federal, que tanto funciona para el Distrito y Territorios
Federales en los delitos del orden común, como en todo el territorio nacional en los delitos
del fuero federal, debe decirse que sólo se distinguen los campos de ambos ilícitos por el
criterio que señala el artículo 41, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, y aun cuando el referido código emana del Congreso de la Unión, sin
embargo este órgano legislativo al emitir una ley federal, ejerce funciones de Poder
Legislativo Federal y cuando emite un Código Penal para el Distrito y Territorios, ejerce
funciones de Poder Legislativo Local, cuyas leyes sólo rigen en el territorio de esas
entidades; por consiguiente, aun cuando es el mismo órgano, ejerce dos funciones
constitucionales totalmente diferentes y así las leyes penales federales sólo las puede
aplicar, al juzgar, el Poder Judicial de la Federación. También tienen esa carencia los
tribunales correspondientes del Distrito y Territorios Federales; por lo que estos tribunales
carecen de competencia constitucional para juzgar de las leyes federales y el Poder
Judicial de la Federación también tiene esa carencia para juzgar de las leyes del orden
común. El artículo 41, fracción I, de la ley orgánica en cita, es el que da el criterio para
distinguir los delitos federales de los locales en el ordenamiento denominado Código
Penal para el Distrito y Territorios Federales; por eso era innecesario incluir los incisos a)
y c), porque ambos se refieren a casos evidentes de competencia federal y que nunca
pueden ser del orden común y que jamás suscitan problemas sobre su naturaleza; los
comprendidos en el inciso b) sustancialmente son federales porque no se cometen en el
territorio de alguna entidad federativa y respecto a los cometidos en embajadas y
legaciones extranjeras, el criterio se fundó en los principios de extraterritorialidad
aceptados por el derecho internacional. Así pues, donde sí es necesario el criterio
legislativo para diferenciar los dos fueros en los delitos previstos por el Código Penal para
el Distrito y Territorios Federales, es en los incisos f), g), h), i) y j) de la fracción
mencionada; criterio que se funda, en esencia, en la naturaleza del ofendido, que puede
ser la Federación o un empleado federal en funciones; en la calidad del agente (empleado
o funcionario federal), y aquellos que se realizan con motivo o en contra de un servicio
público federal u obstaculizan el ejercicio de una facultad federal. Ahora bien, este criterio
en realidad viene a añadir algunos elementos subjetivos y circunstanciales a los tipos
establecidos por el referido código, por lo que ya no son desde el punto de vista de la
tipicidad, los mismos delitos que los del orden común, pues, si bien el núcleo de la
conducta es idéntico, su diferencia específica lo son los nuevos elementos que les añade
la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y que con ello viene a modificar el tipo
y el delito. Consecuentemente, cuando un tribunal federal aplica una ley del orden común,
carece de competencia constitucional para hacerlo y con ello viola el artículo 16
constitucional y además aplica una pena que no está decretada por una ley exactamente
aplicable al delito de que trata, en cuya virtud, también se viola el artículo 14
constitucional.
3. Investiga su definición y ejemplifica cada una.

CODIGO PENAL DEL DISTRITO FEDERAL

CAPÍTULO II CUMPLIMIENTO DE LA PENA O MEDIDA DE SEGURIDAD


ARTÍCULO 97 (Efectos del cumplimiento). La potestad para ejecutar la pena o la medida
de seguridad impuesta, se extingue por cumplimiento de las mismas o de las penas por
las que se hubiesen sustituido o conmutado. Asimismo, la sanción que se hubiese
suspendido se extinguirá por el cumplimiento de los requisitos establecidos para el
otorgamiento de la suspensión, en los términos y dentro de los plazos legalmente
aplicables.
CAPÍTULO III MUERTE DEL INCULPADO O SENTENCIADO
ARTÍCULO 98 (Extinción por muerte). La muerte del inculpado extingue la pretensión
punitiva; la del sentenciado, las penas o las medidas de seguridad impuestas, a excepción
del decomiso y la reparación del daño.
CAPÍTULO IV RECONOCIMIENTO DE INOCENCIA
ARTÍCULO 99 (Pérdida del efecto de la sentencia por reconocimiento de la inocencia del
sentenciado). Cualquiera que sea la pena o la medida de seguridad impuesta en
sentencia que cause ejecutoria, procederá la anulación de ésta, cuando se pruebe que el
sentenciado es inocente del delito por el que se le juzgó. El reconocimiento de inocencia
produce la extinción de las penas o medidas de seguridad impuestas y de todos sus
efectos.
(ADICIONADO PÁRRAFO SEGUNDO, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)
También procederá el reconocimiento de inocencia en los términos previstos en la
legislación de procedimientos penales aplicable al Distrito Federal.
El reconocimiento de inocencia del sentenciado extingue la obligación de reparar el daño.
El Gobierno del Distrito Federal cubrirá el daño a quien habiendo sido condenado,
hubiese obtenido el reconocimiento de su inocencia.
CAPÍTULO V PERDÓN QUE OTORGA EL OFENDIDO EN LOS DELITOS DE
QUERELLA
ARTÍCULO 100 (Extinción por perdón del ofendido). El perdón del ofendido o del
legitimado para otorgarlo, extingue la pretensión punitiva respecto de los delitos que se
persiguen por querella, siempre que se conceda ante el Ministerio Público si éste no ha
ejercitado la acción penal, o ante el órgano jurisdiccional antes de que cause ejecutoria la
sentencia. En caso de que la sentencia haya causado ejecutoria, el ofendido podrá acudir
ante la autoridad judicial a otorgar el perdón. Ésta deberá proceder de inmediato a
decretar la extinción de la potestad de ejecutar las penas y medidas de seguridad.
Una vez otorgado el perdón, éste no podrá revocarse, a excepción de los supuestos
previstos en los artículos 200 y 201 de este Código, en cuyo caso el perdón previamente
otorgado solamente suspende la pretensión punitiva o la ejecución de las penas y
medidas de seguridad, y podrá revocarse hasta un año posterior a su otorgamiento.
Lo dispuesto en el párrafo anterior es igualmente aplicable a los delitos que sólo pueden
ser perseguidos por declaratoria de perjuicio o por un acto equivalente a la querella. Para
la extinción de la pretensión punitiva es suficiente la manifestación de quien está
autorizado para ello, de que el interés afectado ha sido satisfecho.
El perdón solo beneficia al inculpado en cuyo favor se otorga. Cuando sean varios los
ofendidos y cada uno pueda ejercer separadamente la facultad de perdonar al
responsable del delito y al encubridor, el perdón sólo surtirá efectos por lo que hace a
quien lo otorga.
CAPÍTULO VI REHABILITACIÓN
ARTÍCULO 101 (Objeto de la rehabilitación). La rehabilitación tiene por objeto reintegrar
al sentenciado en el goce de los derechos, funciones o empleo de cuyo ejercicio se le
hubiere suspendido o inhabilitado en virtud de sentencia firme.
CAPÍTULO VII CONCLUSIÓN DEL TRATAMIENTO DE INIMPUTABLES
ARTÍCULO 102 (Extinción de las medidas de tratamiento de inimputables). La potestad
para la ejecución de las medidas de tratamiento a inimputables, se considerará extinguida
si se acredita que el sujeto ya no requiere tratamiento. Si el inimputable sujeto a una
medida de seguridad se encontrare prófugo y posteriormente fuere detenido, la potestad
para la ejecución de dicha medida se considerará extinguida, si se acredita que las
condiciones personales del sujeto que dieron origen a su imposición, ya han cesado.
CAPÍTULO VIII INDULTO
ARTÍCULO 103 (Efectos y procedencia del indulto). El indulto extingue la potestad de
ejecutar las penas y las medidas de seguridad impuestas en sentencia ejecutoria, salvo el
decomiso de instrumentos, objetos y productos relacionados con el delito, así como la
reparación del daño.
Es facultad discrecional del Titular del Ejecutivo conceder el indulto.
CAPÍTULO IX AMNISTÍA
ARTÍCULO 104 (Extinción por amnistía). La amnistía extingue la pretensión punitiva o la
potestad de ejecutar las penas y medidas de seguridad impuestas, en los términos de la
Ley que se dictare concediéndola.
CAPÍTULO X PRESCRIPCIÓN
ARTÍCULO 105 (Efectos y características de la prescripción). La prescripción es personal
y extingue la pretensión punitiva y la potestad de ejecutar las penas y las medidas de
seguridad, y para ello bastará el transcurso del tiempo señalado por la ley.
ARTÍCULO 106 (La resolución en torno de la prescripción se dictará de oficio o a petición
de parte). La resolución en torno de la prescripción se dictará de oficio o a petición de
parte.
(REFORMADO, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)
ARTÍCULO 107 (Duplicación de los plazos para la prescripción). Los plazos para que
opere la prescripción se duplicarán respecto de quienes se encuentren fuera del territorio
del Distrito Federal, si por esta circunstancia no es posible concluir la averiguación previa,
la investigación, el proceso o la ejecución de la sentencia.
ARTÍCULO 108 (Plazos para la prescripción de la pretensión punitiva). Los plazos para la
prescripción de la pretensión punitiva serán continuos; en ellos se considerará el delito
con sus modalidades y se contarán a partir de:
I. El momento en que se consumó el delito, si es instantáneo;
II. El momento en que cesó la consumación, si el delito es permanente;
III. El día en que se realizó la última conducta, si el delito es continuado;
IV. El momento en que se realizó el último acto de ejecución o se omitió la conducta
debida, si se trata de tentativa;
V. El día en que el Ministerio Público de la adscripción haya recibido el oficio
correspondiente, en los casos en que se hubiere librado orden de reaprehensión o
presentación, respecto del procesado que se haya sustraído de la acción de la justicia; y
VI. En los delitos tipificados en el Libro Segundo, Títulos Quinto y Sexto de este Código,
cuando la víctima fuere menor de edad, el plazo de prescripción de la acción penal
empezará a correr para el menor de edad que haya sido víctima, al momento que cumpla
los dieciocho años.
ARTÍCULO 109 (Plazos para la prescripción de la potestad para ejecutar las penas y
medidas de seguridad). Los plazos para la prescripción de la potestad para ejecutar las
penas y las medidas de seguridad, serán continuos y correrán desde el día siguiente a
aquél en que el sentenciado se sustraiga de la acción de la justicia, si las penas o las
medidas de seguridad fueren privativas o restrictivas de la libertad. En caso contrario,
desde la fecha en que cause ejecutoria la sentencia.
ARTÍCULO 110 (Prescripción de la potestad punitiva en los casos de delito de querella).
Salvo disposición en contrario, la pretensión punitiva que nazca de un delito que sólo
puede perseguirse por querella del ofendido o algún otro acto equivalente, prescribirá en
un año, contado desde el día en que quienes puedan formular la querella o el acto
equivalente, tengan conocimiento del delito y del delincuente, y en tres años fuera de esta
circunstancia.
Una vez cumplido el requisito de procedibilidad dentro del plazo antes mencionado, la
prescripción seguirá corriendo según las reglas para los delitos perseguibles de oficio.
ARTÍCULO 111 (Prescripción de la pretensión punitiva según el tipo de pena). La
pretensión punitiva respecto de delitos que se persigan de oficio prescribirá:
I. En un plazo igual al término medio aritmético de la pena privativa de la libertad,
incluídas las modalidades del delito cometido, pero en ningún caso será menor de tres
años.
Esta regla se aplicará cuando la pena privativa de la libertad esté señalada en forma
conjunta o alterna con otra diversa.
II. En un año, si el delito se sanciona con pena no privativa de la libertad.
ARTÍCULO 112 (Prescripción de la pretensión punitiva en caso de concurso de delitos).
En los casos de concurso ideal de delitos, la pretensión punitiva prescribirá conforme a las
reglas para el delito que merezca la pena mayor.
En los casos de concurso real de delitos, los plazos para la prescripción punitiva
empezarán a correr simultáneamente y prescribirán separadamente para cada uno de los
delitos.
ARTÍCULO 113 (Necesidad de resolución o declaración previa). Cuando para ejercitar o
continuar la pretensión punitiva sea necesaria una resolución previa de autoridad
jurisdiccional, la prescripción comenzará a correr desde que se dicte la sentencia
irrevocable.
Si para deducir la pretensión punitiva la ley exigiere previa declaración o resolución de
alguna autoridad, las gestiones que con ese fin se practiquen dentro de los términos
señalados en el artículo 111 de este Código, interrumpirán la prescripción.
ARTÍCULO 114 (Interrupción de la prescripción de la pretensión punitiva). La prescripción
de la pretensión punitiva se interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en
averiguación del delito y de los delincuentes, aunque por ignorarse quiénes sean éstos,
no se practiquen las diligencias contra persona determinada.
La prescripción de la pretensión punitiva se interrumpirá también por el requerimiento de
auxilio en la investigación del delito o del delincuente, por las diligencias que se
practiquen para obtener la extradición internacional, y por el requerimiento de entrega del
inculpado que formalmente haga el Ministerio Público al de otra entidad federativa, donde
aquél se refugie, se localice o se encuentre detenido por el mismo delito o por otro. En el
primer caso también se interrumpirá con las actuaciones que practique la autoridad
requerida y en el segundo subsistirá la interrupción, hasta en tanto ésta niegue la entrega
o desaparezca la situación legal del detenido que dé motivo al aplazamiento de su
entrega.
Si se dejare de actuar, la prescripción empezará a correr de nuevo desde el día siguiente
al de la última diligencia.
ARTÍCULO 115 (Excepción a la interrupción). No operará la interrupción de la
prescripción de la pretensión punitiva, cuando las actuaciones se practiquen después de
que haya transcurrido la mitad del lapso necesario para la prescripción, contados a partir
de los momentos a que se refieren las fracciones I a IV del artículo 108 de este Código.
ARTÍCULO 116 (Lapso de prescripción de la potestad de ejecutar las penas). Salvo
disposición legal en contrario, la potestad para ejecutar la pena privativa de libertad o
medida de seguridad, prescribirá en un tiempo igual al fijado en la condena, pero no podrá
ser inferior a tres años.
La potestad para ejecutar la pena de multa prescribirá en un año. Para las demás
sanciones prescribirá en un plazo igual al que deberían durar éstas, sin que pueda ser
inferior a dos años.
La potestad para ejecutar las penas que no tengan temporalidad prescribirán en dos años
y la de la reparación del daño en un tiempo igual al de la pena privativa de libertad
impuesta.
Los plazos serán contados a partir de la fecha en que cause ejecutoria la resolución.
ARTÍCULO 117 (Cuando el sentenciado hubiere extinguido ya una parte de su sanción,
se necesitará para la prescripción tanto tiempo como el que falte de la condena). Cuando
el sentenciado hubiere extinguido ya una parte de su sanción, se necesitará para la
prescripción tanto tiempo como el que falte de la condena.
ARTÍCULO 118 (Interrupción de la prescripción de la potestad para ejecutar la pena o
medida de seguridad). La prescripción de la potestad para ejecutar la pena o medida
privativa de la libertad, sólo se interrumpe con la aprehensión del sentenciado, aunque se
ejecute por otro delito diverso o por la formal solicitud de entrega que el Ministerio Público
haga al de otra entidad federativa, en que aquél se encuentre detenido, en cuyo caso
subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad requerida niegue dicha entrega o
desaparezca la situación legal del detenido que motive aplazar su cumplimiento.
La prescripción de la potestad de las demás sanciones se interrumpirá por cualquier acto
de autoridad competente para hacerlas efectivas. También se interrumpirá la prescripción
de las penas pecuniarias, por las promociones que el ofendido o persona a cuyo favor se
haya decretado dicha reparación, haga ante la autoridad correspondiente y por las
actuaciones que esa autoridad realice para ejecutarlas, así como por el inicio de juicio
ejecutivo ante autoridad civil usando como título la sentencia condenatoria
correspondiente.
(REFORMADO, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)
ARTÍCULO 119 (Autoridad competente para resolver la extinción). La extinción de la
pretensión punitiva será resuelta por el titular del Ministerio Público durante la
averiguación previa o la investigación, y en su caso, el órgano jurisdiccional en cualquier
etapa del proceso.
La declaración de extinción de la potestad de ejecutar las penas y medidas de seguridad
corresponde al órgano jurisdiccional competente.
ARTÍCULO 120 (Facultad jurisdiccional en la ejecución). Si durante la ejecución de las
penas o medidas de seguridad se advierte que se había extinguido la pretensión punitiva
o la potestad de ejecutarlas, tales circunstancias se plantearán por la vía incidental ante el
órgano jurisdiccional que hubiere conocido del asunto y éste resolverá lo procedente.
CAPÍTULO XI SUPRESIÓN DEL TIPO PENAL
ARTÍCULO 121 (Extinción por supresión del tipo penal). Cuando la ley suprima un tipo
penal se extinguirá la potestad punitiva respectiva o la de ejecutar las penas o medidas de
seguridad impuestas, se pondrá en absoluta e inmediata libertad al inculpado o al
sentenciado y cesarán de derecho todos los efectos del procedimiento penal o de la
sentencia.
CAPÍTULO XII EXISTENCIA DE UNA SENTENCIA ANTERIOR DICTADA EN
PROCESO SEGUIDO POR LOS MISMOS HECHOS
ARTÍCULO 122 (Non bis in idem). Nadie puede ser juzgado dos veces por los mismos
hechos, ya sea que en el juicio se le absuelva o se le condene.
Cuando existan en contra de la misma persona y por la misma conducta:
I. Dos procedimientos distintos, se archivará o sobreseerá de oficio el que se haya
iniciado en segundo término;
II. Una sentencia y un procedimiento distinto, se archivará o se sobreseerá de oficio el
procedimiento distinto; o
III. Dos sentencias, dictadas en procesos distintos, se hará la declaratoria de nulidad de la
sentencia que corresponda al proceso que se inició en segundo término y se extinguirán
sus efectos.

CODIGO PENAL FEDERAL

TITULO QUINTO - Extinción de la Responsabilidad Penal


CAPITULO I - Muerte del delincuente
Artículo 91
Artículo 91. .- La muerte del delincuente extingue la acción penal, así como las
sanciones que se le hubieren impuesto, a excepción de la reparación del daño, y la de
decomiso de los instrumentos con que se cometió el delito y de las cosas que sean
efecto u objeto de él.
CAPITULO II - Amnistía
Artículo 92
Artículo 92. .- La amnistía extingue la acción penal y las sanciones impuestas,
excepto la reparación del daño, en los términos de la ley que se dictare
concediéndola, y si no se expresaren, se entenderá que la acción penal y las
sanciones impuestas se extinguen con todos sus efectos, con relación a todos los
responsables del delito.
CAPITULO III - Perdón del ofendido o legitimado para otorgarlo
Artículo 93
Artículo 93. .- El perdón del ofendido o del legitimado para otorgarlo extingue la
acción penal respecto de los delitos que se persiguen por querella, siempre que se
conceda ante el Ministerio Público si éste no ha ejercitado la misma o ante el órgano
jurisdiccional antes de dictarse sentencia de segunda instancia. Una vez otorgado el
perdón, éste no podrá revocarse.
Lo dispuesto en el párrafo anterior es igualmente aplicable a los delitos que sólo
pueden ser perseguidos por declaratoria de perjuicio o por algún otro acto equivalente
a la querella, siendo suficiente para la extinción de la acción penal la manifestación de
quien está autorizado para ello de que el interés afectado ha sido satisfecho.
Cuando sean varios los ofendidos y cada uno pueda ejercer separadamente la
facultad de perdonar al responsable del delito y al encubridor, el perdón sólo surtirá
efectos por lo que hace a quien lo otorga.
El perdón sólo beneficia al inculpado en cuyo favor se otorga, a menos que el ofendido
o el legitimado para otorgarlo, hubiese obtenido la satisfacción de sus intereses o
derechos, caso en el cual beneficiará a todos los inculpados y al encubridor.
CAPITULO IV - Reconocimiento de inocencia e indulto
 Artículo 94
 Artículo 95
 Artículo 96
 Artículo 97
 Artículo 98
Artículo 94. .- El indulto no puede concederse, sino de sanción impuesta en sentencia
irrevocable.
Artículo 95. .- No podrá concederse de la inhabilitación para ejercer una profesión o
alguno de los derechos civiles o políticos, o para desempeñar determinado cargo o
empleo, pues estas sanciones sólo se extinguirán por la amnistía o la rehabilitación.
Artículo 96. .- Cuando aparezca que el sentenciado es inocente, se procederá al
reconocimiento de su inocencia, en los términos previstos por el Código de
Procedimientos Penales aplicable y se estará a lo dispuesto en el artículo 49 de este
Código.
Artículo 97. .- Cuando la conducta observada por el sentenciado refleje un alto grado
de readaptación social y su liberación no represente un peligro para la tranquilidad y
seguridad publicas, conforme al dictamen del órgano ejecutor de la sanción y no se
trate de sentenciado por traición a la Patria, espionaje, terrorismo, sabotaje, genocidio,
delitos contra la salud, violación, delito intencional contra la vida y secuestro, ni de
reincidente por delito intencional, se le podrá conceder indulto por el Ejecutivo Federal,
en uso de facultades discrecionales, expresando sus razones y fundamentos en los
casos siguientes:
1. Por los delitos de carácter político a que alude el artículo 144 de este
Código;
2. Por otros delitos cuando la conducta de los responsables haya sido
determinada por motivaciones de carácter político o social, y
3. Por delitos de orden federal o común en el Distrito Federal, cuando el
sentenciado haya prestado importantes servicios a la Nación, y previa
solicitud.
Artículo 98. .- El indulto en ningún caso extinguirá la obligación de reparar el daño
causado. El reconocimiento de la inocencia del sentenciado extingue la obligación de
reparar el daño.

CAPITULO V - Rehabilitación
 Artículo 99
Artículo 99. .- La rehabilitación tiene por objeto reintegrar al condenado en los
derechos civiles, políticos o de familia que había perdido en virtud de sentencia
dictada en un proceso o en cuyo ejercicio estuviere suspenso.
CAPITULO VI - Prescripción
 Artículo 100
 Artículo 101
 Artículo 102
 Artículo 103
 Artículo 104
 Artículo 105
 Artículo 106
 Artículo 107
 Artículo 108
 Artículo 109
 Artículo 110
 Artículo 111
 Artículo 112
 Artículo 113
 Artículo 114
 Artículo 115
 Artículo 100. .- Por la prescripción se extingue la acción penal y las sanciones,
conforme a los siguientes artículos.
 Artículo 101. .- La prescripción es personal y para ella bastará el simple
transcurso del tiempo señalado por la ley.
Los plazos para la prescripción se duplicarán respecto de quienes se encuentren fuera del
territorio nacional, si por esta circunstancia no es posible integrar una averiguación previa,
concluir un proceso o ejecutar una sanción.
La prescripción producirá su efecto, aunque no la alegue como excepción el acusado. Los
jueces la suplirán de oficio en todo caso, tan luego como tengan conocimiento de ella, sea
cual fuere el estado del proceso.
 Artículo 102. .- Los plazos para la prescripción de la acción penal serán
continuos; en ellos se considerará el delito con sus modalidades, y se contarán:
1. A partir del momento en que se consumó el delito, si fuere instantáneo;
2. A partir del día en que se realizó el último acto de ejecución o se omitió la
conducta debida, si el delito fuere en grado de tentativa;
3. Desde el día en que se realizó la última conducta, tratándose de delito
continuado; y
4. Desde la cesación de la consumación en el delito permanente.
 Artículo 103. .- Los plazos para la prescripción de las sanciones serán igualmente
continuos y correrán desde el día siguiente a aquel en que el condenado se
sustraiga a la acción de la justicia, si las sanciones son privativas o restrictivas de
la libertad, y si no lo son, desde la fecha de la sentencia ejecutoria.
 Artículo 104. .- La acción penal prescribe en un año, si el delito sólo mereciere
multa; si el delito mereciere, además de esta sanción, pena privativa de libertad o
alternativa, se atenderá a la prescripción de la acción para perseguir la pena
privativa de libertad; lo mismo se observará cuando corresponda imponer alguna
otra sanción accesoria.
 Artículo 105. .- La acción penal prescribirá en un plazo igual al término medio
aritmético de la pena privativa de la libertad que señala la ley para el delito de que
se trate, pero en ningún caso será menor de tres años.
 Artículo 106. .- La acción penal prescribirá en dos años, si el delito sólo mereciere
destitución, suspensión, privación de derecho o inhabilitación, salvo lo previsto en
otras normas.
 Artículo 107. .- Cuando la ley no prevenga otra cosa, la acción penal que nazca
de un delito que sólo puede perseguirse por querella del ofendido o algún otro acto
equivalente, prescribirá en un año, contado desde el día en que quienes puedan
formular la querella o el acto equivalente, tengan conocimiento del delito y del
delincuente, y en tres, fuera de esta circunstancia.
Pero una vez llenado el requisito de procedibilidad dentro del plazo antes mencionado, la
prescripción seguirá corriendo según las reglas para los delitos perseguibles de oficio.
 Artículo 108. .- En los casos de concurso de delitos, las acciones penales que de
ellos resulten, prescribirán cuando prescriba la del delito que merezca pena mayor.
 Artículo 109. .- Cuando para ejercitar o continuar la acción penal sea necesaria
una resolución previa de autoridad jurisdiccional, la prescripción comenzará a
correr desde que se dicte la sentencia irrevocable.
 Artículo 110. .- La prescripción de las acciones se interrumpirá por las
actuaciones que se practiquen en averiguación del delito y de los delincuentes,
aunque por ignorarse quiénes sean éstos no se practiquen las diligencias contra
persona determinada.
Si se dejare de actuar, la prescripción empezará a correr de nuevo desde el día siguiente
al de la última diligencia.
La prescripción de las acciones se interrumpirá también por el requerimiento de auxilio en
la investigación del delito o del delincuente, por las diligencias que se practiquen para
obtener la extradición internacional, y por el requerimiento de entrega del inculpado que
formalmente haga el Ministerio Público de una entidad federativa al de otra donde aquél
se refugie, se localice o se encuentre detenido por el mismo o por otro delito. En el primer
caso también causarán la interrupción las actuaciones que practique la autoridad
requerida y en el segundo subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad requerida
niegue la entrega o en tanto desaparezca la situación legal del detenido, que dé motivo al
aplazamiento de su entrega.
La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad
los plazos señalados en los artículos 105, 106 y 107 de este Código.
 Artículo 111. .- Las prevenciones contenidas en los dos primeros párrafos y en el
primer caso del tercer párrafo del artículo anterior, no operarán cuando las
actuaciones se practiquen después de que haya transcurrido la mitad del lapso
necesario para la prescripción.
Se exceptúa de la regla anterior el plazo que el artículo 107 fija para que se satisfaga la
querella u otro requisito equivalente.
 Artículo 112. .- Si para deducir una acción penal exigiere la ley previa declaración
o resolución de alguna autoridad, las gestiones que con ese fin se practiquen,
antes del término señalado en el artículo precedente, interrumpirán la prescripción.
 Artículo 113. .- Salvo que la ley disponga otra cosa, la pena privativa de libertad
prescribirá en un tiempo igual al fijado en la condena y una cuarta parte más, pero
no podrá ser inferior a tres años; la pena de multa prescribirá en un año; las
demás sanciones prescribirán en un plazo igual al que deberían durar y una cuarta
parte más, sin que pueda ser inferior a dos años; las que no tengan temporalidad,
prescribirán en dos años. Los plazos serán contados a partir de la fecha en que
cause ejecutoria la resolución.
 Artículo 114. .- Cuando el reo hubiere extinguido ya una parte de su sanción, se
necesitará para la prescripción tanto tiempo como el que falte de la condena y una
cuarta parte más, pero no podrá ser menor de un año.
 Artículo 115. .- La prescripción de la sanción privativa de libertad sólo se
interrumpe aprehendiendo al reo, aunque la aprehensión se ejecute por otro delito
diverso, o por la formal solicitud de entrega que el Ministerio Público de una
entidad federativa haga al de otra en que aquél se encuentre detenido, en cuyo
caso subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad requerida niegue dicha
entrega o desaparezca la situación legal del detenido que motive aplazar el
cumplimiento de lo solicitado.
La prescripción de las demás sanciones se interrumpirá por cualquier acto de autoridad
competente para hacerlas efectivas. También se interrumpirá la prescripción de la pena
de reparación del daño o de otras de carácter pecuniario, por las promociones que el
ofendido o persona a cuyo favor se haya decretado dicha reparación haga ante la
autoridad fiscal correspondiente y por las actuaciones que esa autoridad realice para
ejecutarlas, así como por el inicio de juicio ejecutivo ante autoridad civil usando como
título la sentencia condenatoria correspondiente.
CAPITULO VII - Cumplimiento de la pena o medida de seguridad
 Artículo 116
Artículo 116. .- La pena y la medida de seguridad se extinguen, con todos sus
efectos, por cumplimiento de aquéllas o de las sanciones por las que hubiesen sido
sustituidas o conmutadas. Asimismo, la sanción que se hubiese suspendido se
extinguirá por el cumplimiento de los requisitos establecidos al otorgarla, en los
términos y dentro de los plazos legalmente aplicables.
CAPITULO VIII - Vigencia y aplicación de una nueva ley más favorable
 Artículo 117
 Artículo 117. .- La ley que suprime el tipo penal o lo modifique, extingue en su
caso, la acción penal o la sanción correspondiente, conforme a lo dispuesto en el
artículo 56.
CAPITULO IX - Existencia de una sentencia anterior dictada en proceso seguido por los
mismos hechos
 Artículo 118
 Artículo 118. .- Nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito, ya sea
que en el juicio se le absuelva o se le condene. Cuando se hubiese dictado
sentencia en un proceso y aparezca que existe otro en relación con la misma
persona y por los mismos hechos considerados en aquél, concluirá el segundo
proceso mediante resolución que dictará de oficio la autoridad que esté
conociendo. Si existen dos sentencias sobre los mismos hechos, se extinguirán los
efectos de la dictada en segundo término.
CAPITULO X - Extinción de las medidas de tratamiento de inimputables
 Artículo 118-Bis
 Artículo 118-Bis. .- Cuando el inimputable sujeto a una medida de tratamiento se
encontrare prófugo y posteriormente fuera detenido, la ejecución de la medida de
tratamiento se considerará extinguida si se acredita que las condiciones
personales del sujeto no corresponden ya a las que hubieran dado origen a su
imposición.

S6. Actividad integradora. Responsabilidad penal y aplicación


de las penas

Indicaciones
1. Espera el caso proporcionado por tu docente en línea.

El día 14 de septiembre de 2018 la señora Lorena Vilchis rodríguez acudió a la


coordinación territorial en Cuauhtémoc 2 a fin de querellarse por el delito de amenazas ya
que el pasado 10 de agosto de 2016, su vecina Enriqueta Bermúdez Valderrama al
encontrarse barriendo la entrada de su casa se percató de que la mascota de la señora
Rodríguez había hecho sus necesidades en su entrada por lo que la señora Enriqueta le
dijo a Lorena “ya me tienes harta, te voy a partir tu madre, te voy a matar a ti y a toda tu
familia”. Al día siguiente la señora Bermúdez salió de viaje y fue hasta el 14 de septiembre
que la señora Vilchis decide querellarse en la agencia del ministerio público.

2. En un documento de texto señala el tipo de pena que corresponda y la forma de


extinción de la responsabilidad penal, según lo amerite.
TIPO DE PENA:
CAPÍTULO I AMENAZAS
ARTÍCULO 209. Al que amenace a otro con causarle un mal en su persona, bienes,
honor o derechos, o en la persona, honor, bienes o derechos de alguien con quien esté
ligado por algún vínculo, se le impondrá de tres meses a un año de prisión o de
noventa a trescientos sesenta días multa.
Se debe entender como ligados por algún vínculo con la persona:
a) A los ascendientes y descendientes consanguíneos o afines;
b) El cónyuge, la concubina, el concubinario, pareja permanente y parientes colaterales
por consanguinidad hasta el cuarto grado y por afinidad hasta el segundo; y
c) Los que estén ligados con las personas por amor, respeto, gratitud o estrecha amistad.
Este delito se perseguirá por querella.

EXTINCION DE LA RESPONSABILIDAD PENAL:

ARTÍCULO 105 (Efectos y características de la prescripción). La prescripción es personal


y extingue la pretensión punitiva y la potestad de ejecutar las penas y las medidas de
seguridad, y para ello bastará el transcurso del tiempo señalado por la ley.

ARTÍCULO 110 (Prescripción de la potestad punitiva en los casos de delito de querella).


Salvo disposición en contrario, la pretensión punitiva que nazca de un delito que sólo
puede perseguirse por querella del ofendido o algún otro acto equivalente, prescribirá en
un año, contado desde el día en que quienes puedan formular la querella o el acto
equivalente, tengan conocimiento del delito y del delincuente, y en tres años fuera de esta
circunstancia.

3. En el mismo documento de texto y de forma ascendente, adjunta los productos


elaborados a lo largo de la sesión.
4. Guarda tu documento con la siguiente nomenclatura: M5_U3_S6_XXYZ,
sustituyendo las XX por las dos primeras letras de tu primer nombre, la Y por la
inicial de tu apellido paterno y la Z por la inicial de tu apellido materno.
5. Adjunta tu archivo en esta sección.
6. Espera la retroalimentación tu docente en línea.

CONCLUSIONES

En esta sesión conocimos conceptos y definiciones de la pena y punibilidad

La punibilidad es la amenaza establecida en el tipo por la comisión del delito, siendo la


consecuencia que deriva de los elementos del mismo.
En sentido etimológico, pena proviene del latín poena que significa “castigo, sufrimiento,
padecimiento”. En materia de Derecho, existen definiciones de distintos juristas:

Conocimos las tres principales corrientes delos fundamentos de la pena y sus principales
exponentes:

1. Teorías absolutas, también llamadas teorías retributivas: Son claras al señalar que
basados en que toda causa tiene un efecto, en el caso de la correlatividad bueno y malo,
se afirma que a lo bueno le corresponde algo bueno y por tanto a lo malo algo malo. La
pena no es más que la consecuencia que debe sufrir el delincuente por haber cometido
un delito, pudiendo ser reparatoria o retributiva.
2. Teorías relativas, también llamadas teorías preventivas: Aceptan que la pena tiene la
finalidad de garantizar la vida en sociedad, ya que al asegurarle al individuo poder convivir
en una comunidad, en el caso de vulnerarse esa convivencia, es aplicada la pena a quien
perturba ese derecho.
3. Teorías mixtas o eclécticas: Sostienen que la pena no sólo debe buscar utilidad social
para garantizar seguridad o estabilidad colectiva, sino también prevenir la incidencia en el
delito, por lo que debe ir encaminada a velar por la justicia de quien ha sido transgredido
en su persona, patrimonio, libertad, seguridad, etcétera.

Conocimos también las características y finalidades de la pena, así como, su clasificación.

Por medida de seguridad se puede entender a la medida sustitutiva o complementaria de


la pena, que de manera preventiva impone el órgano jurisdiccional a fin de evitar la
realización de una nueva conducta delictiva. El Código Penal Federal en su artículo 24
enumera las medidas de seguridad mezclándolas con las penas: 1.- Prisión. 2.-
Tratamiento en libertad, semilibertad y trabajo en favor de la comunidad. 3.- Internamiento
o tratamiento en libertad de inimputables y de quienes tengan el hábito o la necesidad de
consumir estupefacientes o psicotrópicos. 4.- Confinamiento. 5.- Prohibición de ir a lugar
determinado. 6.- Sanción pecuniaria. 7.- (Se deroga). 8.- Decomiso de instrumentos,
objetos y productos del delito. 9.- Amonestación. 10.- Apercibimiento. 11.- Caución de no
ofender. 12.- Suspensión o privación de derechos. 13.- Inhabilitación, destitución o
suspensión de funciones o empleos. 14.- Publicación especial de sentencia. 15.-
Vigilancia de la autoridad. 16.- Suspensión o disolución de sociedades. 17.- Medidas
tutelares para menores. 18.- Decomiso de bienes correspondientes al enriquecimiento
ilícito. 19. La colocación de dispositivos de localización y vigilancia. Y las demás que fijen
las leyes.

Es importante considerar que en cada Código Penal, según el tipo penal de que se trate,
se precisa un mínimo y un máximo para establecer la pena, parámetro dentro del cual el
juez puede transitar, tomando en consideración tanto las circunstancias utilizadas para la
ejecución del delito, como las características propias del sujeto que ha delinquido, es
decir, el daño o peligro causado, los medios para llevar a cabo la conducta, la edad, sus
costumbres, instrucción escolar, ocupación, situación económica, grado de peligrosidad,
conducta previa del sujeto, entre otros. Una vez obtenidos, la autoridad judicial fijará la
penalidad aplicable al responsable de la realización de la conducta delictiva.

REFERENCIAS

(UNADM)

(Requena, 2012)
(Cobo Tellez, 2014)

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