Módulo 5. Fundamentos Del Delito Y Los Delitos en Particular
Módulo 5. Fundamentos Del Delito Y Los Delitos en Particular
Módulo 5. Fundamentos Del Delito Y Los Delitos en Particular
En sentido etimológico, pena proviene del latín poena que significa “castigo, sufrimiento,
padecimiento”.
Características de la pena
Para Amuchategui (2003:127), la pena tiene las características siguientes: Intimidatoria:
Significa que debe preocupar o causar temor al sujeto para que, al intimidarlo, no delinca.
Aflictiva: Debe causar cierta afectación o aflicción al delincuente, para evitar futuros
delitos. Se trata de restringir, de afectar o suspender ciertos derechos. Ejemplar: Debe
ser un ejemplo en los planos individual y general para prevenir otros delitos, tanto en el
propio sujeto que delinquió, como en terceros, para evitar que incurran en una conducta
semejante. Legal: Siempre debe provenir de una norma legal; previamente debe existir
la ley que le da existencia. Es lo que se traduce en el principio de legalidad ya referido:
nulla poena sine lege. Correctiva: Toda pena debe tender a corregir al sujeto que
comete un delito, modificando su conducta y evitando su reincidencia. Justa: La pena no
debe ser mayor ni menor, sino exactamente la correspondiente en la medida del caso de
que se trata. Tampoco debe ser excesiva en dureza o duración, ni menor, sino justa
Al saber en qué consiste la pena, se puede decir que la penología estudia a la pena en
cuanto a su finalidad y caracteres propios, su historia y desarrollo, así como sus efectos
prácticos. Algunos autores la ubican dentro de la criminología, mientras que otros la
consideran autónoma. Por otra parte, este campo del saber lo constituye la variedad de
penas, al igual que las medidas de seguridad en todos sus aspectos.
Para Von Beling, la punibilidad “es la amenaza establecida en el tipo por la comisión del
delito, siendo la consecuencia que deriva de una conducta, típica, antijurídica y culpable”
(1944:42). Por otra parte, para que un sujeto sea considerado penalmente responsable de
una conducta típica, primero deberá analizarse su capacidad de imputabilidad, es decir,
deberá ser capaz ante el Derecho y posteriormente establecer su culpabilidad, mediante
los elementos que componen o integran cada uno de estos conceptos. Como resultado de
la conducta desplegada y las condiciones propias del sujeto, y la descripción que de dicha
conducta realiza el Código (tipicidad), se obtiene la punibilidad de dicha conducta
antisocial.
La responsabilidad penal equivale a poner a cargo de alguien, por su culpabilidad, una
consecuencia penal a virtud de un hecho ilícito (típico) cometido, o bien lo expresa
Bunster es el deber jurídico de sufrir una pena, que recae sobre quien ha cometido un
delito, esto es, una acción u omisión típica, antijurídica y culpable. La responsabilidad
presupone a la culpabilidad, siendo competencia de los órganos jurisdiccionales de la
materia declararla cuando se ha cometido un hecho delictuoso, previo el proceso
respectivo en que se cumplan las formalidades del procedimiento (Pavón, 2004:597, 598).
El CPDF, en su artículo 94, indica las causas de extinción de la responsabilidad penal del
siguiente modo: La pretensión punitiva y la potestad para ejecutar las penas y medidas de
seguridad, se extinguen por: I. Cumplimiento de la pena o medida de seguridad. II. Muerte
del inculpado o sentenciado. III. Reconocimiento de la inocencia del sentenciado. IV.
Perdón del ofendido en los delitos de querella o por cualquier otro acto equivalente. V.
Rehabilitación. VI. Conclusión del tratamiento de inimputables. VII. Indulto. VIII. Amnistía.
IX. Prescripción. X. Supresión del tipo penal. XI. Existencia de una sentencia anterior
dictada en proceso seguido por los mismos hechos. XII. Anulación de la sentencia. XIII. El
debido cumplimiento del criterio de oportunidad o de las soluciones alternas
correspondientes.
S6. Actividad 1. La pena en la doctrina
1. Teorías absolutas, también llamadas teorías retributivas: Son claras al señalar que
basados en que toda causa tiene un efecto, en el caso de la correlatividad bueno y malo,
se afirma que a lo bueno le corresponde algo bueno y por tanto a lo malo algo malo. La
pena no es más que la consecuencia que debe sufrir el delincuente por haber cometido
un delito, pudiendo ser reparatoria o retributiva.
2. Teorías relativas, también llamadas teorías preventivas: Aceptan que la pena tiene
la finalidad de garantizar la vida en sociedad, ya que al asegurarle al individuo poder
convivir en una comunidad, en el caso de vulnerarse esa convivencia, es aplicada la pena
a quien perturba ese derecho.
3. Teorías mixtas o eclécticas: Sostienen que la pena no sólo debe buscar utilidad social
para garantizar seguridad o estabilidad colectiva, sino también prevenir la incidencia en el
delito, por lo que debe ir encaminada a velar por la justicia de quien ha sido transgredido
en su persona, patrimonio, libertad, seguridad, etcétera.
TEORIAS ABSOLUTAS
La teoría de la justa retribución: Desarrollada por Kant, para quienlal pena "debe ser"
aun cuando el estado y la sociedad ya no existan, y Hegel cuya fundamentación de la
pena pública, fue la base que permitió la sistematización de la teoría del delito, (elaborada
a partir de la teoría de las normas de Binding) concibe al delito como al negación del
derecho, y a la pena, como al negación de la negación, como anulación del delito, como
restablecimiento del derecho, entiende que al superación del delito es el castigo. En
coincidencia con Kant, tampoco Hegel reconoce finalidades de prevención, como el
mejoramiento y la intimidación, como fines de la pena. Esta construcción gravitó
decisivamente en relación a la ulterior evolución del Derecho penal y, debido a que no
existen aún alternativas consolidadas, actualmente conservan relativa vigencia. En la
jurisprudencia la teoría de la retribución ha tenido un importante papel hasta hace poco
tiempo. Esta concepción recibe su característica de "absoluta" debido a que ve el sentido
de la pena no en la prosecución de alguna finalidad social útil, sino que sostiene que
dicho sentido radica en que la culpabilidad del autor sea compensada mediante la
imposición de un mal penal, o sea que agota todo el fin de la pena en la retribución
misma, explicada por Kant como un imperativo categórico emergente de la idea de justicia
y fundamentada dialécticamente por Hegel como la negación de la negación del Derecho.
Así, niega una concepción del castigo que se fundamente en razones de utilidad social
que ilícitamente convierta al hombre en un "medio" instrumental en beneficio de la
sociedad ya que tanto para Binding como para todos los defensores de la teoría de la
retribución, las concepciones preventivas resultan incompatibles con la dignidad humana
porque sólo cabe motivar con el castigo a los animales, respecto de los seres humanos la
única motivación admisible es la que surge de la propia norma, concebida como una
orden –no matarás- que precede a la descripción legal –al que matare a otro...se le
impondrá una pena de..., cuya existencia es independiente de la sanción. El mal de la
pena está justificado por el mal del delito, es concebida como un mal que debe sufrir el
delincuente para compensar el mal causado con su comportamiento, pensamiento que
reconoce como antecedente la Ley del Talión. Ella niega o aniquila al delito,
restableciendo el derecho lesionado, ha de imponerse por el delito aunque resulte
innecesaria para el bien de la sociedad, aunque no se logre un efecto intimidatorio ni
exista riesgo alguno de reincidencia debe igualmente aplicarse. Esto no significa que las
teorías retribucionistas no asignen función alguna a la pena: por una u otra vía le
atribuyen la función de realización de justicia. La opinión más generalizada afirma que la
pena presupone la reprochabilidad del comportamiento sometido a ella y expresa esa
reprochabilidad. Es concebida por ésta teoría como reacción por lo sucedido y
desvinculada del porvenir ya que su fin es reparar el delito y no evitar delitos futuros. Esto
explica la sólida interconexión establecida entre las teorías del delito y la pena: a) El fin de
la pena es restablecer el orden alterado por el delito. b) El delito, condición de la pena,
exige la realización de un comportamiento contrario a la norma, más, la existencia de
culpabilidad en el autor del mismo. c) El sistema se basa en el libre albedrío siendo
culpable aquél sujeto que pudiendo motivarse en el respeto de la norma optó por la
opción contraria y delinquió. El haberse mantenido al margen de las exigencias que le
plantaba el orden jurídico, no obstante haber podido ajustarse a ellas (el haber podido
obrar de otro modo) es el criterio generalmente aceptado sobre el cual se fundamenta el
juicio de culpabilidad. d) La medida de la pena depende de la gravedad del hecho
realizado y el grado de culpabilidad del autor, estableciéndose así un criterio de
proporcionalidad entre el delito y la pena. Algunas objeciones a las tesis retributivas: Las
críticas formuladas a esta teoría explican su progresiva decadencia que se pone de
manifiesto en virtud de que la misma ha sido abandonada por la doctrina penal
contemporánea al menos en su perfil ortodoxo de concepción absoluta. En relación al
fundamento y límite del "ius puniendi": - Fundamenta el "para que" del castigo pero no
explica ¿cuándo? el Estado debe hacerlo. - No fija un límite en cuanto al contenido de la
potestad penal estatal. - Presupone la necesidad de la pena que debería en realidad
justificar; llevada al extremo concluiría en que debe castigarse al delincuente aunque ello
no resulte necesario en el caso concreto. Imposibilidad de verificar el libre albedrío: -
Presupone el libre albedrío o libertad de voluntad respecto de lo cual se sostiene que es
irracional fundamentar el derecho del Estado a imponer penas en la existencia de una
culpabilidad basada en él debido a que la libertad de voluntad del autor no es
empíricamente demostrable. La retribución como pago del mal con el mal. La
racionalización de la venganza - El pago o la devolución de un mal corresponde al
arraigado impulso de venganza humano. La afirmación de que con la pena se ejerce una
retribución fáctica solamente puede justificarse en la medida en que ella impide los actos
de justicia por propia mano. - Se entiende que el criterio retributivo no puede ser absoluto
debido a que resulta evidente que no toda culpabilidad debe ser castigada ya que la pena,
en el caso concreto, puede producir efectos contraproducentes (no explica ¿cuándo? el
Estado debe aplicar la pena). - La idea de retribución compensadora es vulnerable debido
a que la pena no borra el mal causado por el delito sino que en realidad añade un
segundo mal, "el criterio talionario no permite recuperar el ojo de la víctima quitando un
ojo al autor". Más allá de las críticas a la teoría hasta aquí expuesta, el Derecho penal
contemporáneo no ha evolucionado hacia un abandono total delos puntos de vista
retributivos debido, fundamentalmente, a la fragilidad de las teorías preventivas
propuestas como alternativas. La sistematización de los presupuestos de punibilidad,
formulados por la escuela clásica desde perspectivas retributivas se ve como un conjunto
de garantías del gobernado frente al Estado y en los modelos propuestos en su
reemplazo parecería estar corriendo resgo, ello origina un rechazo de éstos, además, la
circunstancia de que no se haya formulado aun ningún sistema que ofrezca presupuestos
de incriminación (teoría del delito) diferentes a los enunciados como consecuencia de la
concepción retributiva, da más fuerza a la sensación de que el abandono de dichas
teorías produciría inseguridad jurídica. Además, debe concederse a esta teoría la virtud
de haber concebido a la pena como una reacción proporcional al delito cometido,
estableciendo un límite a la pretensión punitiva estatal.
TEORÍAS RELATIVAS
Teorías de la prevención especial: Desarrollada por diversas corrientes de pensamiento
penal, como la escuela alemana de Liszt, el positivismo criminológico italiano, el
correccionalismo y la escuela de la defensa social. Aunque cada una de ellas presente
matices, resulta factible enunciar sus principales formulaciones. Es la posición extrema
contraria a la teoría de la retribución. Según éste punto de vista preventivo-especial, el fin
de la pena es disuadir al autor de futuros hechos punibles, es decir, evitar las
reincidencias (versión moderna de la teoría) y sólo es indispensable aquella pena que se
necesite para lograrlo, se procurará readaptar al autor mediante tratamientos de
resocialización. Así, la necesidad de prevención especial es la que legitima la pena, según
Von Liszt; "sólo la pena necesaria es justa". Se habla de "relativa" porque su finalidad está
referida a la "evitación del delito". La prevención especial no quiere retribuir el hecho
pasado, no mira el pasado, sino que ve la justificación de la pena en que debe prevenir
nuevos delitos del autor. Esta concepción, influenciada por el determinismo, no admite la
libertad de voluntad, niega que la culpabilidad pueda ser fundamento y medida de la pena.
Von Liszt se dedicó a clasificar delincuentes considerando que la eficacia de la
incriminación exige que ella se adapte a cada sujeto, procurando corregir, intimidar o
inoculizar, según la personalidad de cada individuo sobre el que la pena deba cumplir su
función preventiva, de modo que para dicho autor la prevención especial actúa de tres
maneras: a. Corrigiendo al corregible: resocialización b., Intimidando al intimidable, c.
Haciendo inofensivos a quienes no son corregibles ni intimidables. La necesidad de la
pena es la que fundamenta en esta teoría de la imposición. Pese a que existen razones
para considerarlo concepción dominante, éste punto de vista también es vulnerable.
Algunas objeciones a la teoría de la prevención especial: En cuanto al fundamento y
límites del "ius puniendi". - El ideal de corrección explica el fin que persigue la pena pero
no contiene ninguna justificación del "ius puniendi". - No sirve para fundamentar la
conminación de penas, sino en todo caso, para fundamentar la aplicación y ejecución de
penas - No posibilitan una delimitación del ius puniendi en cuanto a su contenido - Pueden
crear el riesgo de fundamentar el Derecho Penal contra los inadaptados – enemigos
políticos- o los asociales –mendigos, vagabundos, prostitutas, etc. Resulta válido
cuestionar el derecho del Estado a someter a tratamiento contra su voluntad a una
persona, especialmente si es adulta, porque puede traducirse en una manipulación de la
personalidad para obligarla a dejar de ser lo que quiere. La imposición coactiva de un
proceso de resocialización entra en contradicción con la idea de un estado de derecho
que exige pluralismo. Así, el fin de resocialización será de tan poca precisión que podría
ampliar incontroladamente el poder del Estado en el campo del Derecho Penal. Incluso
debería perseguirse un tratamiento hasta que se dé la definitiva corrección, aún a riesgo
de que la duración sea indefinida. Imposibilidad de determinar la necesidad de la pena. -
En la mayoría de los casos, nuestros conocimientos empíricos no bastan para delimitar la
necesidad de la pena, lo que resulta extensivo a lo relativo a naturaleza y quantum de la
pena. En aquellos supuestos en que resulte posible determinar la falta de necesidad de
prevención especial la única conclusión viable seria la impunidad, o sea; * delincuentes
primarios y ocasionales: Porque no manifiestan peligro de volver a delinquir. * delitos
graves: en ciertos casos no hay peligro de repetición * delitos cometidos en situaciones
excepcionales: porque casi con seguridad no se volverán a repetir. *delincuentes
habituales: a veces no hay posibilidad de re sociabilizarlos. *delincuentes por convicción:
se dificulta la resocialización debido a que para que la misma resulte viable es
indispensable la colaboración del delincuente y no cabe su imposición coactiva, no podría
aplicársele por la fuerza. - En el ámbito de individualización de la pena, surgen nuevas
objeciones por la imposibilidad de predecir los efectos del tratamiento (si la pena se
prolonga hasta que el tratamiento tenga éxito, el condenado queda a merced de la
intervención estatal). Ilegitimidad de la resocialización coactiva: - El Estado o la sociedad
no tienen derecho alguno que les permita readaptar a según las reglas socialmente
impuestas, en forma coactiva, al autor de un delito determinado. - No se puede, además,
agotar el sentido de la pena en la readaptación social del condenado y el propósito de
evitar la reincidencia. La razón por la cual la teoría de la prevención especial quedó
detenida en su evolución, no logrando superar las críticas apuntadas, se relacionan con
su prematuro abandono de los conocimientos de las ciencias sociales y de la
investigación empírica para construir las categorías de autor que debían servir de base al
sistema. Teorías de la prevención general: Tiene origen científico en Feuerbach, concibe
a la pena como una amenaza que por medio de las leyes se dirige a toda la colectividad
con el fin de limitar al peligro derivado de la delincuencia latente en su seno. Esta
coacción formulada en abstracto se concretiza en la sentencia, cuando el juez refuerza la
prevención general al condenar al autor debido a que por éste acto está anunciando a los
demás lo que les ocurrirá si realizan idéntica conducta (por eso, la lógica de éste criterio
exige que las penas sean cumplidas, de lo contrario, el fin intimidatorio se ve afectado).
Así, en su formulación pura, estas concepciones no se fijan en los efectos que la pena
puede surtir sobre el autor mismo, de manera que, "prevención general", significa también
evitación de los delitos mediante la producción de efectos sobre la generalidad. Estas
teorías suelen ser identificadas con el aspecto intimidatorio de las penas ya que su
justificación estará dada por su fin de evitar la comisión de hechos punibles respectos de
sus potenciales autores. La prevención general actúa no sólo con la conminación general
de penas, sino que adquiere mayor efectividad con su imposición y ejecución. La
conminación penal debe intimidar y la ejecución penal debe confirmar la seriedad de la
amenaza. Según Fouerbach; La ejecución de la pena tiene lugar "para que...la amenaza
de la ley sea una verdadera amenaza". Esta teoría parece presentar la ventaja de no
tener que recurrir al criterio clásico de la culpabilidad sino al de motivabiliadad del autor.
Así, el tipo penal consiste en la descripción de la conducta prohibida y su fin es motivar
(mediante la amenaza con una pena) para que esa conducta no se realice. Teoría de la
prevención general positiva: La prevención general puede ser entendida de un modo
diverso al precedentemente expuesto. Por una parte, puede manifestarse por la vía de la
intimidación a los posibles delincuentes (prevención general negativa), y, por la otra, como
prevalecimiento o afirmación del derecho a los ojos de la colectividad. Así se adjudica a la
pena ya un fin de conservación del orden, o de conservación del derecho, o para
fortalecer la pretensión de validez de las normas jurídicas en la conciencia de la
generalidad, o bien reforzar las costumbres sociales y la fidelidad al derecho o como
afirmación de la conciencia social de la norma. Algunas objeciones a la teoría de la
prevención general En cuanto al fundamento del "ius puniendi" - Esta formulación encierra
el peligro de su intrínseca debilidad para fundamentar cuándo es legítimo que el Estado
use la pena, deja sin resolver la pregunta siguiente; ¿frente a qué supuestos tiene el
Estado la facultad de intimidar?. Ello explica su tendencia a favorecer el "terror penal"
(como ocurrió en la baja Edad Media con la práctica de las ejecuciones ejemplares) -
Tampoco aporta datos acerca de ¿cuáles son los comportamientos esperados y cuáles
los indeseables?. En cuanto al límite del "ius puniendi" - Podría terminar en una tendencia
al terror estatal porque podría conducir a un Derecho Penal más ocupado por su propia
eficacia que por servir a todos los ciudadanos. - No es posible determinar cuál es el
énfasis punitivo que es necesario aplicar al delincuente para lograr el efecto intimidatorio
en el resto del tejido social. Indemostrabilidad de la coacción sicológica - Las suposiciones
sobre el efecto intimidatorio de las penas ejemplares sólo pueden pretender el status de
una cuestión de fe. - Es muy difícil verificar cual es el efecto preventivo general de la
pena. La idea de que la intensidad de la amenaza es proporcional al efecto preventivo
resulta, al menos, dudosa. Utilización del delincuente para amedrentar a otros hombres. -
El interés público en la evitación de delitos no basta para justificar, respecto del afectado,
lo que la pena a él le ocasiona: la garantía de la dignidad humana prohíbe utilizar al
hombre como medio para los fines de otros hombres. - Es impugnable en sí mismo un
criterio que utiliza al hombre de esa forma ya que no se lo castiga por su acción sino por
comportamientos que se supone que otros hombres pueden realizar, asumiendo sentido
la objeción kantiana a que lo seres humanos sean manejados como instrumentos para
prevenir las intenciones de otros. Las impugnaciones a la teoría de la prevención general
tampoco han provocado que el Derecho penal haya podido despojarse totalmente de este
punto de vista. Es importante señalar que fueron precisamente ópticas de prevención
general las que dieron lugar a uno de los más modernos intentos por fundamentar el
sistema penal: partiendo de la concepción de Luhmann de que el Derecho es instrumento
de estabilización social, se ha explicado la denominada "prevención general positiva".
La teoría de la justa retribución: Desarrollada por Kant, para quien la pena "debe ser"
aun cuando el estado y la sociedad ya no existan, y Hegel cuya fundamentación de la
pena pública, fue la base que permitió la sistematización de la teoría del delito.
CAPITULO V - Rehabilitación
Artículo 99
Artículo 99. .- La rehabilitación tiene por objeto reintegrar al condenado en los
derechos civiles, políticos o de familia que había perdido en virtud de sentencia
dictada en un proceso o en cuyo ejercicio estuviere suspenso.
CAPITULO VI - Prescripción
Artículo 100
Artículo 101
Artículo 102
Artículo 103
Artículo 104
Artículo 105
Artículo 106
Artículo 107
Artículo 108
Artículo 109
Artículo 110
Artículo 111
Artículo 112
Artículo 113
Artículo 114
Artículo 115
Artículo 100. .- Por la prescripción se extingue la acción penal y las sanciones,
conforme a los siguientes artículos.
Artículo 101. .- La prescripción es personal y para ella bastará el simple
transcurso del tiempo señalado por la ley.
Los plazos para la prescripción se duplicarán respecto de quienes se encuentren fuera del
territorio nacional, si por esta circunstancia no es posible integrar una averiguación previa,
concluir un proceso o ejecutar una sanción.
La prescripción producirá su efecto, aunque no la alegue como excepción el acusado. Los
jueces la suplirán de oficio en todo caso, tan luego como tengan conocimiento de ella, sea
cual fuere el estado del proceso.
Artículo 102. .- Los plazos para la prescripción de la acción penal serán
continuos; en ellos se considerará el delito con sus modalidades, y se contarán:
1. A partir del momento en que se consumó el delito, si fuere instantáneo;
2. A partir del día en que se realizó el último acto de ejecución o se omitió la
conducta debida, si el delito fuere en grado de tentativa;
3. Desde el día en que se realizó la última conducta, tratándose de delito
continuado; y
4. Desde la cesación de la consumación en el delito permanente.
Artículo 103. .- Los plazos para la prescripción de las sanciones serán igualmente
continuos y correrán desde el día siguiente a aquel en que el condenado se
sustraiga a la acción de la justicia, si las sanciones son privativas o restrictivas de
la libertad, y si no lo son, desde la fecha de la sentencia ejecutoria.
Artículo 104. .- La acción penal prescribe en un año, si el delito sólo mereciere
multa; si el delito mereciere, además de esta sanción, pena privativa de libertad o
alternativa, se atenderá a la prescripción de la acción para perseguir la pena
privativa de libertad; lo mismo se observará cuando corresponda imponer alguna
otra sanción accesoria.
Artículo 105. .- La acción penal prescribirá en un plazo igual al término medio
aritmético de la pena privativa de la libertad que señala la ley para el delito de que
se trate, pero en ningún caso será menor de tres años.
Artículo 106. .- La acción penal prescribirá en dos años, si el delito sólo mereciere
destitución, suspensión, privación de derecho o inhabilitación, salvo lo previsto en
otras normas.
Artículo 107. .- Cuando la ley no prevenga otra cosa, la acción penal que nazca
de un delito que sólo puede perseguirse por querella del ofendido o algún otro acto
equivalente, prescribirá en un año, contado desde el día en que quienes puedan
formular la querella o el acto equivalente, tengan conocimiento del delito y del
delincuente, y en tres, fuera de esta circunstancia.
Pero una vez llenado el requisito de procedibilidad dentro del plazo antes mencionado, la
prescripción seguirá corriendo según las reglas para los delitos perseguibles de oficio.
Artículo 108. .- En los casos de concurso de delitos, las acciones penales que de
ellos resulten, prescribirán cuando prescriba la del delito que merezca pena mayor.
Artículo 109. .- Cuando para ejercitar o continuar la acción penal sea necesaria
una resolución previa de autoridad jurisdiccional, la prescripción comenzará a
correr desde que se dicte la sentencia irrevocable.
Artículo 110. .- La prescripción de las acciones se interrumpirá por las
actuaciones que se practiquen en averiguación del delito y de los delincuentes,
aunque por ignorarse quiénes sean éstos no se practiquen las diligencias contra
persona determinada.
Si se dejare de actuar, la prescripción empezará a correr de nuevo desde el día siguiente
al de la última diligencia.
La prescripción de las acciones se interrumpirá también por el requerimiento de auxilio en
la investigación del delito o del delincuente, por las diligencias que se practiquen para
obtener la extradición internacional, y por el requerimiento de entrega del inculpado que
formalmente haga el Ministerio Público de una entidad federativa al de otra donde aquél
se refugie, se localice o se encuentre detenido por el mismo o por otro delito. En el primer
caso también causarán la interrupción las actuaciones que practique la autoridad
requerida y en el segundo subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad requerida
niegue la entrega o en tanto desaparezca la situación legal del detenido, que dé motivo al
aplazamiento de su entrega.
La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad
los plazos señalados en los artículos 105, 106 y 107 de este Código.
Artículo 111. .- Las prevenciones contenidas en los dos primeros párrafos y en el
primer caso del tercer párrafo del artículo anterior, no operarán cuando las
actuaciones se practiquen después de que haya transcurrido la mitad del lapso
necesario para la prescripción.
Se exceptúa de la regla anterior el plazo que el artículo 107 fija para que se satisfaga la
querella u otro requisito equivalente.
Artículo 112. .- Si para deducir una acción penal exigiere la ley previa declaración
o resolución de alguna autoridad, las gestiones que con ese fin se practiquen,
antes del término señalado en el artículo precedente, interrumpirán la prescripción.
Artículo 113. .- Salvo que la ley disponga otra cosa, la pena privativa de libertad
prescribirá en un tiempo igual al fijado en la condena y una cuarta parte más, pero
no podrá ser inferior a tres años; la pena de multa prescribirá en un año; las
demás sanciones prescribirán en un plazo igual al que deberían durar y una cuarta
parte más, sin que pueda ser inferior a dos años; las que no tengan temporalidad,
prescribirán en dos años. Los plazos serán contados a partir de la fecha en que
cause ejecutoria la resolución.
Artículo 114. .- Cuando el reo hubiere extinguido ya una parte de su sanción, se
necesitará para la prescripción tanto tiempo como el que falte de la condena y una
cuarta parte más, pero no podrá ser menor de un año.
Artículo 115. .- La prescripción de la sanción privativa de libertad sólo se
interrumpe aprehendiendo al reo, aunque la aprehensión se ejecute por otro delito
diverso, o por la formal solicitud de entrega que el Ministerio Público de una
entidad federativa haga al de otra en que aquél se encuentre detenido, en cuyo
caso subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad requerida niegue dicha
entrega o desaparezca la situación legal del detenido que motive aplazar el
cumplimiento de lo solicitado.
La prescripción de las demás sanciones se interrumpirá por cualquier acto de autoridad
competente para hacerlas efectivas. También se interrumpirá la prescripción de la pena
de reparación del daño o de otras de carácter pecuniario, por las promociones que el
ofendido o persona a cuyo favor se haya decretado dicha reparación haga ante la
autoridad fiscal correspondiente y por las actuaciones que esa autoridad realice para
ejecutarlas, así como por el inicio de juicio ejecutivo ante autoridad civil usando como
título la sentencia condenatoria correspondiente.
CAPITULO VII - Cumplimiento de la pena o medida de seguridad
Artículo 116
Artículo 116. .- La pena y la medida de seguridad se extinguen, con todos sus
efectos, por cumplimiento de aquéllas o de las sanciones por las que hubiesen sido
sustituidas o conmutadas. Asimismo, la sanción que se hubiese suspendido se
extinguirá por el cumplimiento de los requisitos establecidos al otorgarla, en los
términos y dentro de los plazos legalmente aplicables.
CAPITULO VIII - Vigencia y aplicación de una nueva ley más favorable
Artículo 117
Artículo 117. .- La ley que suprime el tipo penal o lo modifique, extingue en su
caso, la acción penal o la sanción correspondiente, conforme a lo dispuesto en el
artículo 56.
CAPITULO IX - Existencia de una sentencia anterior dictada en proceso seguido por los
mismos hechos
Artículo 118
Artículo 118. .- Nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito, ya sea
que en el juicio se le absuelva o se le condene. Cuando se hubiese dictado
sentencia en un proceso y aparezca que existe otro en relación con la misma
persona y por los mismos hechos considerados en aquél, concluirá el segundo
proceso mediante resolución que dictará de oficio la autoridad que esté
conociendo. Si existen dos sentencias sobre los mismos hechos, se extinguirán los
efectos de la dictada en segundo término.
CAPITULO X - Extinción de las medidas de tratamiento de inimputables
Artículo 118-Bis
Artículo 118-Bis. .- Cuando el inimputable sujeto a una medida de tratamiento se
encontrare prófugo y posteriormente fuera detenido, la ejecución de la medida de
tratamiento se considerará extinguida si se acredita que las condiciones
personales del sujeto no corresponden ya a las que hubieran dado origen a su
imposición.
Indicaciones
1. Espera el caso proporcionado por tu docente en línea.
CONCLUSIONES
Conocimos las tres principales corrientes delos fundamentos de la pena y sus principales
exponentes:
1. Teorías absolutas, también llamadas teorías retributivas: Son claras al señalar que
basados en que toda causa tiene un efecto, en el caso de la correlatividad bueno y malo,
se afirma que a lo bueno le corresponde algo bueno y por tanto a lo malo algo malo. La
pena no es más que la consecuencia que debe sufrir el delincuente por haber cometido
un delito, pudiendo ser reparatoria o retributiva.
2. Teorías relativas, también llamadas teorías preventivas: Aceptan que la pena tiene la
finalidad de garantizar la vida en sociedad, ya que al asegurarle al individuo poder convivir
en una comunidad, en el caso de vulnerarse esa convivencia, es aplicada la pena a quien
perturba ese derecho.
3. Teorías mixtas o eclécticas: Sostienen que la pena no sólo debe buscar utilidad social
para garantizar seguridad o estabilidad colectiva, sino también prevenir la incidencia en el
delito, por lo que debe ir encaminada a velar por la justicia de quien ha sido transgredido
en su persona, patrimonio, libertad, seguridad, etcétera.
Es importante considerar que en cada Código Penal, según el tipo penal de que se trate,
se precisa un mínimo y un máximo para establecer la pena, parámetro dentro del cual el
juez puede transitar, tomando en consideración tanto las circunstancias utilizadas para la
ejecución del delito, como las características propias del sujeto que ha delinquido, es
decir, el daño o peligro causado, los medios para llevar a cabo la conducta, la edad, sus
costumbres, instrucción escolar, ocupación, situación económica, grado de peligrosidad,
conducta previa del sujeto, entre otros. Una vez obtenidos, la autoridad judicial fijará la
penalidad aplicable al responsable de la realización de la conducta delictiva.
REFERENCIAS
(UNADM)
(Requena, 2012)
(Cobo Tellez, 2014)