Tema Vi
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En cierta ocasión, un joven adquirió con gran esfuerzo, un boleto de tren para
realizar el largo viaje que siempre había soñado.
Durante el viaje no comió casi nada, pues había gastado todo el dinero en el
boleto, no creía que sus ingresos le permitirían pagar la cuenta del restaurante.
El último día, ya sintiendo que no podía soportar más el hambre, acudió al
comedor diciéndose a sí mismo: “Así tenga que pagar la cuenta lavando los
platos, hoy voy a darme una gran cena”. Que sorpresa se llevó cuando le
preguntó al mesero por la cuenta y él le dijo: No señor, usted no debe nada, su
boleto incluye la alimentación de toda la atrevería.
Así sucede muchas veces con nosotros, tenemos en nuestras manos la fuente
de nuestra provisión y bendición; la Palabra de Dios. Fuente de vida y
promesas, y sin embargo, hacemos lo del joven de la historia, vivimos sin
disfrutar todo lo bueno que Dios tiene para nosotros; pues ignoramos la
Palabra, sus promesas y bendiciones.
Josué 1:8
1
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él esta
escrito; Porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”.
Dios nos ha dejado la Palabra con un propósito, ser la guía de nuestro diario
caminar, en las decisiones y en todos nuestros asuntos. El salmista dice:
Salmos 119:105
Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.
Es decir con expectativa, esperando recibir el consejo del Ser más sabio
de toda la creación. Consciente que este es el medio por el cual Dios
habla a su amada, a su iglesia. Debo leerla con el mismo interés e
insistencia que un enamorado lee la carta de su novia, leyéndola una y
otra vez, tratando de encontrar qué dice entre líneas, qué me quiere
hablar Dios.
Necesita pedirle a Dios que abra su entendimiento. Jesús lo hizo con sus
discípulos, Lucas 24:25 dice: “Les abrió el entendimiento para que
comprendiesen las escrituras”. Esto es fundamental para que la Palabra
pueda afectar su vida; cuando su entendimiento se abre, la Palabra se
hace luz, y puede entender cosas que tal vez ya conocía o había
escuchado, pero que nunca le habían tocado realmente. Cuando la
Palabra logra impactar su corazón, ella pasa a ser su fuente de vida,
establece principios que empiezan a regirla, es parte de su andar diario,
cambia su manera de pensar y de vivir.
2
b) Meditándola
c) Con obediencia
Santiago1:22
Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solo oidores, engañándoos a
vosotros mismos.
3
Un corazón moldeable es aquel que se deja enseñar, sin autosuficiencia,
que sabe el valor de la Biblia y cómo de ella nunca se dejará de aprender.
Salmo 119:96
A toda perfección he visto fin; Amplio sobremanera es tu mandamiento.
Juan 14:21
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el
que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré, me manifestaré a él.
4
y hará que capte lo aprendido, pues escribir hace más fácil recordar lo
leído.
Tito 1:9
Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que
también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que
contradicen.
Como espada la Biblia sirve para defensa y para ataque. Con versículos
bíblicos podemos enfrentar al enemigo y ordenarle suelte nuestras vidas,
finanzas, familias, mente o emociones.
6
Efesios 6:17
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la
Palabra de Dios.
Juan 15:7
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid
todo lo que queréis, y os será hecho.
Juan 5:13
Estas cosas os han escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de
Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el
nombre del Hijo de Dios.
Juan 16:33
Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo
tendréis aflicción: pero confiad, yo he vencido al mundo.
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g) Nos capacita para exteriorizar nuestra fe
1º Pedro 3:15
Santificad a Dios el Señor en nuestros corazones, y estad siempre
preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante
todo al que demande razón de la esperanza que hay en vosotros.
Salmo 119:105
Lámpara es a mis pies tu Palabra, y lumbrera a mi camino.
8
Salmo 119:69 – 97
Solo tu Palabra tiene perfección. ¡Oh cuanto la amo! Pienso en ella todo
el día.