Violencia Cibernética

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VIOLENCIA CIBERNÉTICA

En Guatemala, a pesar de los avances educativos de los últimos años, pocos


estudiantes son los que logran terminar su escolaridad en el tiempo estipulado y la
tasa de deserción escolar continúa siendo muy alta. El contexto de conflictividad,
exclusión y violencia presente en muchos centros educativos y aulas escolares, no
contribuye al mejoramiento de esta situación ni al desarrollo educativo, sino, por el
contrario, promueve una cultura en la cual las normas, los valores y las actitudes
permiten, fomentan y justifican el autoritarismo y el uso de violencia en las
relaciones interpersonales y comunitarias. Comportamientos que contrarrestan la
promoción e integración de los valores propios de una cultura de paz y que
reproducen normas de convivencia proclives a la confrontación y violencia escolar.
La Unesco considera que el acceso a la educación de calidad supone el fomento a
la convivencia pacífica como una de las herramientas más productivas para
asegurar, promover y proteger el ejercicio de la plena ciudadanía y, a largo plazo,
el desarrollo de una sociedad más incluyente, democrática, pacífica y equitativa.
Fue en ese marco de actuación que, la Dirección General de Evaluación e
Investigación Educativa del Ministerio de Educación, con la asesoría técnica de la
Representación de la Unesco en Guatemala, elaboró el Modelo pedagógico para
la prevención de la violencia y convivencia pacífica a nivel del aula y centro
educativo para el Nivel de Educación Primaria, con el propósito de hacer de las
aulas y los centros educativos espacios privilegiados para fomentar las relaciones
armoniosas con la participación de la comunidad educativa, como ejercicio de una
ciudadanía sana que favorezca la cultura de paz.

En la actualidad, la violencia se ha convertido en una alarma social que afecta a


los centros educativos del país y a toda la sociedad. Si bien la violencia es
multicausal, las opciones para su mitigación son diversas y los hábitos,
costumbres y buenas prácticas de convivencia pacífica siguen siendo una
estrategia importante para prevenirla. A lo largo de varios años, el Ministerio de
Educación ha desarrollado una serie de materiales, investigaciones y actividades
dentro de la Estrategia de Prevención de Violencia y Construcción de Ciudadanía,
con el objetivo de promover un clima escolar basado en la convivencia pacífica y
el ejercicio de los valores ciudadanos en el marco de los derechos humanos y de
una cultura de paz. En esa misma línea, presentamos el Modelo de prevención de
violencia y convivencia pacífica, a nivel del centro educativo y del aula que
pretende fortalecer las líneas de acción de la estrategia antes mencionada;
asimismo, genera aportes a partir de los resultados encontrados en la I Encuesta
nacional sobre violencia y clima escolar. Reconocemos que el centro educativo es
un espacio fundamental para el empoderamiento y la transformación de la vida de
los estudiantes a través de la educación para la prevención. Por eso, el Ministerio
de Educación se ha esforzado en promover que toda iniciativa y recurso llegue al
aula, es decir, a estudiantes, profesores, directores y padres de familia.
Consideramos que este modelo de prevención de violencia es un acercamiento
más que se desea tener con los establecimientos educativos del Nivel de
Educación Primaria para llegar al aula. En el Ministerio de Educación estamos
convencidos que los procesos diseñados por el mismo Ministerio, aunado a las
fuerzas de cada una de las personas y organizaciones que realizan propuestas e
intervenciones, con poblaciones escolares para reducir el impacto de la violencia
en la niñez y juventud, podremos evitar las consecuencias de este fenómeno a
largo plazo y conseguir el desarrollo integral de ciudadanos que convivan en un
ambiente pacífico y armónico dentro de una cultura de paz.

Los niños y adolescentes deben sentirse seguros en la escuela. Pero es uno de


los lugares donde se produce la mayor violencia contra los niños, a menudo a
manos de maestros y compañeros que ven todos los días. Los niños expuestos a
la violencia en las escuelas sufren daños físicos y trastornos psicológicos que
pueden tener efectos negativos a largo plazo, dificultar su aprendizaje y dar lugar
a la deserción escolar.

La violencia contra niños, niñas y adolescentes en las escuelas bolivianas es


común en las zonas rurales y urbanas y existe una tendencia cultural a
normalizarla y justificar el castigo corporal, que es una práctica común entre los
profesores. Sin embargo, todas las formas de violencia contra los niños violan sus
derechos, desde el castigo corporal y el acoso escolar hasta las diferentes formas
de violencia sexual, especialmente contra las niñas.

Las niñas además enfrentan otros desafíos en la escuela, ya que los roles de
género comienzan a asumir importancia y afectan la forma en que se ve
socialmente a las adolescentes. En Bolivia, existe una tendencia de que los
hombres y niños ejercen el poder, lo que refuerza los patrones recurrentes de
violencia y las restricciones para las mujeres.

Las adolescentes a menudo enfrentan estrés, exclusión y vergüenza cuando sus


cuerpos pasan por la pubertad y, en algunos casos, son víctimas de acoso sexual
en la escuela. La violencia perpetua en la escuela y/o en el hogar es una de las
razones por las que las niñas buscan tener relaciones, lo que puede resultar en
que se conviertan en madres durante la adolescencia y en que abandonen sus
estudios. Esta desigualdad de género inherente en la sociedad también significa
que muchas niñas no identifican la violencia o el abuso como violaciones de sus
derechos.

Todos los niños tienen derecho a la educación en contextos seguros. El Gobierno


de Bolivia lo reconoce y ha desarrollado un marco jurídico sólido para promover
entornos de protección que prevengan y respondan a la violencia, el abuso y la
explotación de niños y adolescentes en el hogar, en la escuela y en la esfera
pública. A pesar de este sólido marco jurídico, el país carece de un plan y
programas para transformar la cultura de la violencia en los hogares, las escuelas
y las comunidades y para desarrollar nuevas metodologías y herramientas que
enseñen relaciones interpersonales positivas y una coexistencia pacífica en las
escuelas y en las familias.

La prevención de la violencia en contextos escolares en Guatemala es un esfuerzo


integral para abordar y mitigar la incidencia de actos violentos dentro del entorno
educativo. Para lograrlo, se implementan diversas estrategias y enfoques,
involucrando a diferentes actores y promoviendo una cultura escolar de respeto y
convivencia pacífica.
Uno de los pilares fundamentales de la prevención es la sensibilización y la
educación en valores. Se busca concienciar a estudiantes, docentes y padres de
familia sobre la importancia de erradicar la violencia en las escuelas. A través de
programas de capacitación, se enseñan habilidades sociales y herramientas para
abordar conflictos de manera constructiva, fomentando el respeto, la empatía y la
tolerancia.

Además, se implementan políticas y reglamentos escolares que prohíben


expresamente cualquier forma de violencia, estableciendo consecuencias claras
para quienes incumplan estas normativas. La presencia de medidas disciplinarias
adecuadas y justas es esencial para mantener un ambiente seguro y disuadir
actos violentos.

La prevención del acoso escolar o bullying también ocupa un lugar destacado en


las estrategias preventivas. Se busca crear un ambiente de confianza para que los
estudiantes puedan comunicar sus preocupaciones y denunciar situaciones de
acoso. Asimismo, se trabaja en la promoción de la empatía y el apoyo entre
compañeros, reduciendo así el riesgo de conflictos entre pares.

Otro aspecto relevante es la atención a víctimas y agresores. Es fundamental


brindar apoyo psicológico a aquellos que han sufrido violencia y ofrecerles un
espacio seguro para expresar sus emociones y experiencias. Al mismo tiempo, se
busca entender las causas subyacentes del comportamiento violento y ofrecer
intervenciones adecuadas para evitar futuras agresiones.

En resumen, la prevención de la violencia en contextos escolares en Guatemala


implica una combinación de educación, políticas, sensibilización y atención a los
involucrados. Al trabajar de manera conjunta, se aspira a construir entornos
escolares seguros y respetuosos, favoreciendo el bienestar y el desarrollo integral
de los estudiantes, por ejemplo, las charlas que estamos ejerciendo nosotros en la
escuela asignada.

LA VIOLENCIA
Guatemala está atravesada por un sinnúmero de expresiones violentas. En muy
buena medida a partir de las matrices de opinión generadas por los medios
masivos de comunicación, tiende a identificarse "violencia" con "delincuencia".
Pero la realidad es mucho más compleja que esa simplificación. Esa identificación
es, cuanto menos, errónea, si no producto de una interesada manipulación. Los
poderes fácticos, en mayor o menor medida, se siguen beneficiando de ese clima
generalizado de violencia. Combatir las violencias implica desmontar esos
poderes; es decir: una tarea tanto política como sociocultural. Para ello el
fortalecimiento del Estado juega un papel crucial e imprescindible.

La violencia constituye un problema de salud pública. La Organización Mundial de


la Salud considera que existe una epidemia en términos sanitarios cuando se da
una tasa superior a los diez homicidios por cada 100.000 habitantes en un período
de un año (OMS, 2002). En Guatemala esa tasa se encuentra en el orden de los
40 homicidios, con un índice de 13 muertes violentas diarias promedio. De
mantenerse esta tendencia, en los primeros 25 años luego de la firma de los
Acuerdos de Paz en 1996 que pusieron fin a una guerra que, según el Informe de
la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, costó la vida a alrededor de 250.000
personas (CEH, 1998), el número de muertos superará al registrado en esas casi
cuatro décadas de enfrentamiento armado, período en el que el promedio de
muertes diarias era de diez. "La violencia es una de las amenazas más urgentes
contra la salud y la seguridad pública", afirma el mencionado organismo técnico de
Naciones Unidas. Con estas estadísticas se considera que la situación en
Guatemala está en una condición de gravedad particularmente sensible y
preocupante. Sin ánimos de ser pesimistas ni agoreros, técnicamente se puede
decir que desde el punto de vista de la seguridad y la convivencia cotidiana, ahora
la sociedad está en una situación comparativa que no es sustancialmente mejor
que durante el conflicto armado. Aunque formalmente no hay guerra, la percepción
dominante hace sentir la vida cotidiana como que sí, efectivamente, se vivieran un
clima quasi bélico.
Y si no se está "peor", al menos la actual explosión de violencia abre inquietantes
interrogantes sobre la sociedad post conflicto que se está construyendo y las
perspectivas futuras. En ese sentido, preocupan altamente dos cuestiones: de
hecho, las causas estructurales que pusieron en marcha ese enfrentamiento
interno en la década de los ‘60 en el siglo pasado no han cambiado, a lo que se
suma la pesada carga dejada por uno de los más sangrientos conflictos internos
con características de "guerra sucia" que vivieron las sociedades latinoamericanas
en el marco dela Guerra Fría, secuelas que han sido muy poco abordadas, lo que
refuerza una cultura de impunidad ya histórica en el país. En ese escenario, la
debilidad estructural del Estado obra como un elemento que, en vez de facilitar
procesos, los complica especialmente.

Hoy día, repitiendo y superando los índices de violencia que se podían encontrar
durante la guerra, la situación cotidiana nos confronta con nuevas formas de
violencia. No hay enfrentamientos armados entre Ejército o fuerzas estatales y
movimiento guerrillero insurgente, pero la situación de inseguridad que se vive a
diario, en zonas urbanas y rurales, comparativamente es más preocupante. Han
aparecido nuevas expresiones de violencia en estos últimos años: además de la
tasa extremadamente alta de homicidios, asistimos a una explosión del crimen
organizado manejando crecientes cuotas de poder económico, y por tanto,
político. Se ven nuevas modalidades, como el surgimiento y crecimiento imparable
de las pandillas juveniles –las "maras"– (que, según estimaciones serias, manejan
por concepto de chantajes y cobros de impuestos territoriales cantidades
millonarias), el auge de los carteles del narcotráfico, el feminicidio (con un
promedio de dos mujeres diarias asesinadas, muchas veces previa violación
sexual), (INE, 2011), las campañas de la mal llamada "limpieza social", los
linchamientos. Complementando esto, es imprescindible mencionar que, si bien no
aparece contantemente en los medios de comunicación, hay una cantidad de
muertes por hambre que supera a los muertos por hechos violentos, según
informes oficiales del Procurador de Derechos Humanos (PDH, 2011). En estos
momentos, según datos de UNICEF (2011), Guatemala es el segundo país en
Latinoamérica y sexto en el mundo en orden a la desnutrición. Es decir: la
violencia homicida asienta en un trasfondo de pobreza estructural histórica, y un
elemento no puede disociarse del otro, aunque en la vivencia cotidiana –en buena
medida manipulada– la criminalidad delincuencial aparece escandalosamente
como el principal "pandemonio".

Ante esta situación, la percepción generalizada de la sociedad raya en la


desesperación. La violencia cotidiana ha pasado a ser el tema dominante,
desplazando otras preocupaciones de la población. Contribuye a agigantar esta
percepción el continuo bombardeo de los medios de comunicación, que hacen de
la violencia mostrada en términos sensacionalistas el pan nuestro de cada día. Ya
pasó a ser frecuente la expresión "la delincuencia que nos tiene de rodillas", con lo
que se logra un efecto de desesperación en la población sin proponer ninguna
salida, asimilando así violencia con delincuencia, pero sin tocar las causas
estructurales de este fenómeno. En la conciencia colectiva actual el fenómeno de
las "maras", por ejemplo, tiene más importancia que la pobreza estructural crónica
o que la guerra vivida hace unos años y su reforzamiento de la impunidad como
conducta que marca toda la historia del país. Sin negar los índices alarmantes de
violencia delincuencial que existen, es preocupante que la prensa aborde la
violencia sólo en relación a la comisión de delitos, dejando por fuera otras
expresiones tanto o más nocivas, como la exclusión económico-social, el racismo,
el machismo. El autoritarismo y la impunidad como constantes que recorren todos
los ámbitos de la sociedad y toda la historia del país, no se mencionan, o se
mencionan muy poco y tendenciosamente. El fantasma azuzado de esta forma no
hace sino reforzar un clima de militarización donde la única respuesta posible ante
la epidemia de violencia en marcha es más violencia, más control, más
militarización (ya se han declarado varios estados de excepción y de sitio en
algunos municipios en el interior del país luego de la Firma de la Paz en 1996
para, supuestamente, "combatir" la violencia, y el actual presidente llegó a su
cargo con la promesa de "mano dura").

La impunidad se reafirma día a día, desde todos los ámbitos. Para muestra
elocuente, lo que acaba de suceder con el juicio realizado contra el principal militar
comprometido con la guerra vivida: el general José Efraín Ríos Montt. Después de
innumerables pruebas presentadas en su contra, un tribunal lo sentenció como
culpable por delitos de lesa humanidad a 80 años inconmutables de prisión, pero
los factores de poder respondieron inmediatamente y, tras presiones políticas, el
anciano militar quedó libre. Esa impunidad es ya una constante asimilada como
normal en todo tipo de relaciones.

Todas las causas arriba mencionadas interactúan entre sí. Las condiciones
cotidianas de vida son angustiantes; si bien la democracia política reinante permite
una mayor cuota de libertad en relación a lo vivido durante la pasada guerra, la
población vive cautiva de este clima de inseguridad, atemorizada, "de rodillas", tal
como lo repite machaconamente la prensa. A lo que se suma el costo económico
que todo ello trae aparejado.

a violencia es mucho más que delincuencia, sea robo de automóviles, de


viviendas, atracos en la vía pública o secuestros extorsivos. La violencia es la
matriz histórica en que se viene desenvolviendo la sociedad guatemalteca desde
hace cinco siglos.

La violencia tiene innumerables caras. Junto al racismo histórico del que


hablábamos, valga decir que recién en el año 2006, diez años después de firmada
la paz firme y duradera, fue derogada la normativa legal que exoneraba de
responsabilidad penal a los violadores que se casaran con su víctima, siempre y
cuando ésta fuera mayor de 12 años. Y un virtual "derecho de pernada" aún
persiste en el actuar de más de un finquero en las zonas rurales, mientras que no
es infrecuente que la empleada doméstica en zonas urbanas (en general
muchachas indígenas) resulten embarazadas de los varones de la casa,
obviamente sin consentimiento. El machismo como constante atraviesa la historia
de la sociedad; el feminicidio al que se asiste hoy día no es sino un recordatorio de
esta cultura patriarcal. Se asiste a un clima general en el sistema de justicia penal
de falta de respeto por la dignidad de los sobrevivientes de violencia y de sus
familiares que buscan justicia. El prejuicio dominante que asienta en buena parte
de la sociedad, en varones y también en mujeres, es que esas mujeres
asesinadas "se lo buscaron". Es decir: todo coincide para que la violencia, en vez
de ir desapareciendo, se perpetúe. Se ha perdido la capacidad de indignación. La
calamidad que trae consigo la violencia ha pasado a ser natural, normal, asimilada
como cotidiana.

El autoritarismo, otra forma de violencia, es una constante cultural; cuando un


subordinado, o simplemente una persona, es interpelado/a por otra, es frecuente
que responda "mande" por querer decir: "lo escucho". La idea de disciplina se
valora especialmente, incluso más que otra virtud. Un colegio es "bueno" si tiene
"disciplina férrea" (no importa tanto la excelencia académica). Así, la época de la
dictadura de Jorge Ubico, en las décadas del 30 y del 40 del siglo XX, es
presentada en cierto imaginario social como edad dorada, porque "ahí no había
delincuencia" (se fusilaba a los delincuentes). Autoritarismo que va de la mano,
siempre, de impunidad. El que manda tiene el derecho inexorable de mandar. Un
niño debe callarse ante un mayor y una mujer ante un varón. Y hasta no hace
muchos años, un indígena ante un no-indígena. No está de más recordar que
Guatemala es uno de los dos únicos países de América Latina (junto con Cuba, y
en este país, por otros motivos) que tiene normada la pena de muerte
(momentáneamente en suspenso). Es importante destacar también que
mayoritariamente la población reclama y justifica su aplicación.

La impunidad marca todas las relaciones sociales. Un conductor de un vehículo


puede atravesar un semáforo en rojo y sabe que muy probablemente no tendrá
sanción, lo mismo que un chofer de transporte público que atropella a un peatón y
escapa del lugar del accidente sin ninguna consecuencia. Del mismo modo, se
puede evadir el pago de impuestos al fisco, y muy probablemente no habrá
sanción (la recaudación fiscal representa apenas el 12,8 % del Producto Bruto
Interno, lo cual nos da una idea de por qué el Estado es un aparato tan débil e
ineficiente) (CEPAL, 2013); desaparecen diez millones de dólares en el Congreso
de modo "misterioso" –como sucedió unos años atrás a partir de una sospechosa
operación bursátil en la banca off shore– y ningún diputado pierde el sueño porque
está seguro que no habrá sanción por el hecho; ningún responsable del genocidio
vivido décadas atrás, con más de 600 aldeas campesinas indígenas masacradas
debidamente documentadas por testigos presenciales y exhumaciones de
cementerios clandestinos como prueba, ha sido llevado a una corte de justicia,
hasta la reciente condena del general Ríos Montt, luego excarcelado de inmediato;
prácticamente ningún homicidio de los tantos que se cometen a diario es
castigado; un varón puede agredir con mucha tranquilidad a su pareja porque
sabe que pocas veces una mujer maltratada se atreve a presentar denuncia
policial, y si la presenta, muy pocas veces esa denuncia termina en una
investigación con fallo judicial condenatorio; cualquier industria puede verter
productos había delincuencia" (se fusilaba a los delincuentes). Autoritarismo que
va de la mano, siempre, de impunidad. El que manda tiene el derecho inexorable
de mandar. Un niño debe callarse ante un mayor y una mujer ante un varón. Y
hasta no hace muchos años, un indígena ante un no-indígena. No está de más
recordar que Guatemala es uno de los dos únicos países de América Latina (junto
con Cuba, y en este país, por otros motivos) que tiene normada la pena de muerte
(momentáneamente en suspenso). Es importante destacar también que
mayoritariamente la población reclama y justifica su aplicación.

La impunidad marca todas las relaciones sociales. Un conductor de un vehículo


puede atravesar un semáforo en rojo y sabe que muy probablemente no tendrá
sanción, lo mismo que un chofer de transporte público que atropella a un peatón y
escapa del lugar del accidente sin ninguna consecuencia. Del mismo modo, se
puede evadir el pago de impuestos al fisco, y muy probablemente no habrá
sanción (la recaudación fiscal representa apenas el 12,8 % del Producto Bruto
Interno, lo cual nos da una idea de por qué el Estado es un aparato tan débil e
ineficiente) (CEPAL, 2013); desaparecen diez millones de dólares en el Congreso
de modo "misterioso" –como sucedió unos años atrás a partir de una sospechosa
operación bursátil en la banca off shore– y ningún diputado pierde el sueño porque
está seguro que no habrá sanción por el hecho; ningún responsable del genocidio
vivido décadas atrás, con más de 600 aldeas campesinas indígenas masacradas
debidamente documentadas por testigos presenciales y exhumaciones de
cementerios clandestinos como prueba, ha sido llevado a una corte de justicia,
hasta la reciente condena del general Ríos Montt, luego excarcelado de inmediato;
prácticamente ningún homicidio de los tantos que se cometen a diario es
castigado; un varón puede agredir con mucha tranquilidad a su pareja porque
sabe que pocas veces una mujer maltratada se atreve a presentar denuncia
policial, y si la presenta, muy pocas veces esa denuncia termina en una
investigación con fallo judicial condenatorio; cualquier industria puede verter
productos

La violencia es la utilización de la fuerza física o del poder contra uno mismo o


contra otros, de modo que este acto cause daños físicos, psicológicos o
privaciones. La violencia es la utilización de agresiones físicas para perjudicar a
alguien, pero también el uso del poder, para causar daños o limitar
significativamente a una persona.

Los elementos son una serie de acciones, como consecuencia que al quien salga
perjudicado y una de las intenciones principales detrás de esta conducta, sea
causar daño o atentar contra la integridad física o psicológica de una persona. Las
intenciones de dañar a alguien son un factor imprescindible para que se pueda
hablar de tipos de violencia.

Actos de violencia:

Violencia auto infligida

Esta es una de las clases de violencia más estigmatizadas que existen, ya que en
ellas es la propia persona la que se daña a sí misma, algo que es muy difícil de
comprender desde el punto de vista del resto de la gente. En la violencia auto
infligida la persona se puede realizar cortes en brazos o piernas, se puede humillar
públicamente, se puede golpear la cabeza contra superficies duras de manera
repetida, etc.

Violencia interpersonal

Este es el tipo de violencia en la que un individuo agrede a otro. En esta categoría


podemos encontrar la violencia doméstica, el bullying, los casos específicos de
atraco con violencia, etc.
Aunque en la violencia interpersonal el causante sea un individuo (o un grupo
reducido de ellos), es posible que este tipo de agresiones tengan parte de su
explicación en fenómenos sociales. Por ejemplo, el consumo de drogas o la
pobreza son factores muy ligados a la conflictividad.

Violencia colectiva

A diferencia de lo que ocurre en los tipos de violencia que hemos visto, en esta la
agresión es de carácter colectivo, de un grupo o comunidad contra otro colectivo.
La motivación de la violencia colectiva suele ser políticas, económicas, o
ideológico-religiosas.

Se trata de uno de los tipos de violencia más perjudiciales, porque sus efectos
negativos se pueden hacer notar en muchas facetas de la vida y, como involucra a
mucha gente, es fácil que vaya degenerando hasta conducir a heridos y en
ocasiones a muertos. Por ejemplo, la misma violencia que hace que algunas
minorías sean vistas con desprecio por gran parte de la población suele contribuir
a la aparición de agresiones físicas e incluso asesinatos.

Violencia física

Este es quizás el tipo de violencia más típico y fácil de imaginar, ya que es muy
visual y fácil de identificar. En él, alguien hace algo para dañar el cuerpo de otra
persona, produciendo el dolor y el sufrimiento de alguien. En ocasiones, puede
conducir a la muerte.

La violencia física, además, acostumbra a dejar unas marcas que el personal


médico cualificado puede identificar: arañazos, heridas, morados, etc. 29

Violencia verbal

La violencia verbal es aquella en la que se pretende dañar a la otra persona es un


mensaje o un discurso. Puede (o no) contener insultos o palabras tabú, ya que
para producir malestar psicológico no es esencial utilizar esa clase de recursos.
Además de producir ansiedad, este tipo de violencia puede dañar la autoestima de
las personas y su imagen pública.

Violencia sexual

En la violencia sexual se dan comportamientos y tipos de contacto físico que


denigran a alguien a través de la apelación de su dimensión sexual. Cuando se
manifiesta a través de violaciones, se da de la mano de la violencia física, aunque
hay que señalar que en estas el componente sexual no es un simple
complemento, sino que adopta una forma de violencia que consiste en intentar
dañar psicológicamente a la otra persona.

Violencia económica

Se trata de un tipo de violencia en la que se daña la capacidad de una o varias


personas para utilizar el dinero que ganan. El robo y la utilización indebida de
cuentas bancarias entran dentro de esta categoría, así como los engaños para
que se realicen inversiones que resultan ser una estafa.

Negligencia

La negligencia es un tipo de violencia que se da por omisión, ya que en ella la


agresión consiste en no realizar unas acciones a las que se está obligado para
garantizar el bienestar mínimo del resto. Por ejemplo, un médico que se niega a
atender a alguien herido por un enfrentamiento personal con este está cometiendo
una negligencia.

Violencia religiosa

En esta categoría entra el uso del poder para perjudicar a las personas
manipulándolas con una serie de creencias y promesas acerca de un plano
espiritual. Es muy común ver cómo las sectas utilizan este tipo de agresiones para
mantener dominadas a aquellas personas que ponen dinero, tiempo y esfuerzo en
el mantenimiento de la institución.
Violencia cultural

En este tipo de violencia, las agresiones forman parte del marco de referencia de
una cultura y están relacionadas con los signos de identidad cultural de una
cultura concreta. Por ejemplo, la normalización de las violaciones en conflictos
armados o la ablación de los genitales femeninos son ejemplos de violencia
cultural.

Ciberbullying

En el ciberbullying es frecuente que se utilice Internet y las redes sociales para


publicar información acerca de una persona o grupo de personas con el afán de
ridiculizar o humillar. Es uno de los tipos de violencia cuyo alcance es difícil de
precisar, porque el número de personas potencialmente capaces de ver este tipo
de contenidos estigmatizan tés es muy elevado.

Violencia colectiva

A diferencia de lo que ocurre en los tipos de violencia que hemos visto, en esta la
agresión es de carácter colectivo, de un grupo o comunidad contra otro colectivo.
La motivación de la violencia colectiva suele ser políticas, económicas, o
ideológico-religiosas.

Se trata de uno de los tipos de violencia más perjudiciales, porque sus efectos
negativos se pueden hacer notar en muchas facetas de la vida y, como involucra a
mucha gente, es fácil que vaya degenerando hasta conducir a heridos y en
ocasiones a muertos. Por ejemplo, la misma 31

violencia que hace que algunas minorías sean vistas con desprecio por gran parte
de la población suele contribuir a la aparición de agresiones físicas e incluso
asesinatos.

Es de suma importancia, buscar apoyo de manera inmediata si identificas lo


anterior, puede ser de una persona de toda tu confianza o de las mismas
autoridades y pongas tu vida en un lugar seguro.
Un Análisis Rápido de Género realizado por ONU Mujeres y Cara en Guatemala
en el año 2021, señala que 69% de las mujeres refiere violencia psicológica, 55%
violencia física y 47% violencia económica.

DECRETO 19-2021 DIA NACIONAL CONTRA EL ACOSO ESCOLAR

El decreto 19-2021 es conocido como ley contra el bullying esta ley promueve la
sana convivencia que se debe tener entre estudiantes de distintos centros
educativos haciendo conciencia en la sociedad sobre lo impactante que es el
maltrato físico y psicológico entre los estudiantes.

El ministro de educación debe de coordinar con escuelas publica o privadas la


información que se contribuya para contrarrestar el acoso escolar en las escuelas
y colegios.

Los centros educativos deberán promover las acciones contra este tipo de acoso,
como elaboración de textos, folletos entre otros tipos de materiales que serán de
gran utilidad para la prevención del acoso como talleres y capacitaciones. Este
decreto se declara el 2 de mayo como el día nacional contra el acoso escolar y el
ciberacoso.

La violencia que se realiza crea un gran impacto en la vida del estudiante, pues se
deriva de esto, la autoestima del estudiante la confianza en si mismo o en la forma
de relacionarse entre los demás compañeros también problemas psicológicos
como la ansiedad, autoagresión hasta conducir al suicidio.

DECRETO 39-2022 LEY DE PREVENCION Y PROTECCION CONTRA LA


CIBERDELINCUENCIA EN GUATEMALA.

Este decreto tiene como objetivo proteger los datos personales de los
guatemaltecos también fortalecer la convivencia social-digital del país.

Tiene como fin proteger la información y estado físico de las personas ya que esta
ley creo un centro de seguridad técnica ante los incidentes informáticos y poder
dar atención a las cosas que se produzcan de emergencia de ciberseguridad y
ciberdefensa para la realización de acciones para prevenir los ataques o sistemas
informáticos, la ciberdelincuencia se considera como un delito ya que tiene como
objetivo perjudicar bienes jurídicos, personales o informáticos de la víctima.

ACUERDO MINISTERIAL No. 01-2011 NORMATIVA DE CONVIVENCIA


PACIFICA Y DISCIPLINA PARA UNA CULTURA DE PAZ EN LOS CENTROS
EDUCATIVOS.

Tiene como objetivo el proceso de enseñanza-aprendizaje con principios y fines


en la educación. Las comunidades educativas se integran por familiares, personal
que labora para los centros educativos.

Promover la relación armoniosa y pacifica entre la comunidad educativa, tener un


ambiente seguro y propicio para formar ciudadanos para la sociedad.

Tener una buena convivencia pacífica, practicar valores también fortalecer la


identidad personal de cada persona, étnica y cultural.

Las normas de convivencia pacifica y diciplina son una forma de como saber
crear un entorno de paz teniendo en cuenta los valores que son muy importantes.

ACUERDO MINISTERIAL No. 1217-2021

Este acuerdo tiene como objetivo el presente acuerdo de proporcionar


lineamientos para los casos derivados de actos de violencia física, psicológica y
sexual, los cuales cometidos por el personal docente, administrativo o estudiantes
de los establecimientos educativos.

La conformidad de la ley de protección integral hacia la niñez y adolescencia, es


una obligación del estado para velar por el bienestar de los niños y niñas,
adolescentes poniéndolos a salvo ante cualquier tipo de abuso hacia ellos siendo
tratos violentos, aterrorizar, humillantes o constrictivos.
Ante esta situación cuando un docente u otra persona administrativa identifique
conductas sospechosas en algún estudiante deberá dar aviso inmediata mente
para poder para y acabar con esta violencia.

Poder conseguir prueba y hechos sobre algún caso que esta sucediendo es de
demasiada importancia para poder salvaguardar de los niños y adolescentes. Ante
estos casos es muy importante proceder una denuncia ante el ministerio público
para la persecución de agresor.

También se puede presenciar este tipo de violencia entre estudiantes ya sea


psicológica, física o sexual, cometidos entre los mismos estudiantes estos casos
se deberán de resolver por la comisión disciplinaria de cada establecimiento
educativo.

FORMAS DE PREVENIR EL ACOSO

Fortalecer la autoestima en la niñez es de suma importancia, ya que tiene un


impacto profundo en el bienestar y desarrollo de los niños. Una autoestima
saludable les brinda confianza en sí mismos, les ayuda a enfrentar desafíos con
una actitud positiva y les permite establecer relaciones saludables. Además,
fortalecer su autoestima les proporciona herramientas emocionales sólidas para
manejar el estrés y la presión, y promueve una imagen positiva de sí mismos. Esto
les permite desarrollar un sentido de valía personal, perseguir metas con
determinación y construir una base sólida para un futuro saludable y feliz.

Recomendaciones para fortalecer la autoestima en los y las niñas:

Fomentar el elogio sincero: Reconoce y elogia los logros y esfuerzos de tu hijo/a


de manera genuina y específica. Destaca sus fortalezas y habilidades, y hazle
saber que sus logros son valiosos.

Establecer expectativas realistas: Ayuda a tu hijo/a a establecer metas


alcanzables y realistas. De esta manera, podrán experimentar el éxito y la
satisfacción de lograr objetivos. Evita imponer estándares demasiado altos o
comparaciones constantes con otros niños/as.
Fomentar la autonomía: Brinda a tu hijo/a oportunidades para tomar decisiones y
asumir responsabilidades acordes a su edad y capacidad. Esto les permitirá
desarrollar un sentido de competencia y confianza en sus propias habilidades.
Apoya y celebra sus elecciones adecuadas, incluso si cometen errores en el
proceso.

Enseñar habilidades de afrontamiento: Ayuda a tu hijo/a a desarrollar


habilidades para enfrentar los desafíos y superar las dificultades. Enséñales a
manejar el fracaso, a aprender de los errores y a buscar soluciones creativas a
los problemas. Esto les dará confianza en su capacidad para superar obstáculos.

Fomentar la autoexpresión: Anime a tu hijo/a a expresar sus emociones, ideas y


opiniones de manera abierta y respetuosa. Escúchalos activamente y valora su
perspectiva. Esto les enseñará a confiar en sus propios pensamientos y
sentimientos, y fortalecerá su autoestima.

Fortalecer la autoestima en la niñez es esencial para promover un desarrollo


saludable y positivo. Recuerda que cada niño/a es único/a y requiere un enfoque
individualizado. Al fomentar una autoestima saludable, estás brindando a tu hija/o
la base necesaria para enfrentar los desafíos de la vida con confianza y resiliencia.

La comunicación efectiva es fundamental en cualquier relación, y la relación entre


padres e hijos/as no es una excepción. Una comunicación sólida y abierta puede
fortalecer el vínculo familiar, fomentar la confianza mutua y promover un ambiente
de apoyo y comprensión. En este informativo, te compartimos más información
sobre cómo fortalecer la comunicación entre padres e hijos.

Por qué es importante fortalecer la comunicación entre padres e hijos/as:

Fortalecer la comunicación entre padres e hijos es fundamental para construir


relaciones sólidas y afectuosas. Cuando los padres se comunican de manera
efectiva, crean un ambiente de confianza, apoyo y comprensión mutua. Esta
comunicación fortalece el vínculo emocional, promueve el desarrollo emocional y
social de los y las niñas/os y adolescentes, y les brinda las herramientas
necesarias para expresar sus emociones y pensamientos de manera saludable.
Además, la comunicación abierta ayuda a prevenir problemas, transmitir valores y
enseñanzas importantes, y promover un ambiente familiar positivo y amoroso.

Recomendaciones para fortalecer la comunicación entre padres e hijos/as:

Establecer tiempo de calidad: Dedica tiempo específico y regular para pasar con
tus hijos, sin distracciones. Esto les mostrará que estás interesado en ellos y te
brindará la oportunidad de hablar y escuchar de manera significativa. Puedes
realizar actividades conjuntas, como jugar juegos de mesa, cocinar juntos o
simplemente dar un paseo.

Practicar la escucha activa: Escucha atentamente a tus hijos cuando te hablen,


mostrando interés y empatía. Evita interrumpir y evitar distraerte con dispositivos
electrónicos u otras distracciones. Hacer preguntas abiertas y reflexivas puede
fomentar una conversación más profunda y significativa.

Evitar la crítica excesiva: En lugar de criticar constantemente a tus hijos,


enfócate en reconocer y elogiar sus logros y esfuerzos. Esto ayudará a fortalecer
su autoestima y los animará a comunicarse abiertamente contigo sin temor a ser
juzgados.

Fomentar un ambiente de apertura: Crea un ambiente en el hogar donde tus


hijos se sientan seguros y cómodos para expresar sus pensamientos y emociones.
Evita reaccionar de manera negativa o impulsiva cuando te cuenten algo que
pueda resultar difícil de escuchar. En cambio, muestra comprensión y disposición
para ayudar y apoyar.

Comunicación no verbal: Recuerda que la comunicación no verbal es


igualmente importante. Presta atención a tu lenguaje corporal y expresiones
faciales cuando interactúes con tus hijos. Mantén el contacto visual, sonríe y
demuestra interés genuino. Esto refuerza el mensaje de que estás presente y
comprometido.
Una comunicación efectiva entre padres e hijos es un pilar fundamental para
construir una relación sólida y saludable. Recuerda que la comunicación requiere
esfuerzo y práctica constante, pero los beneficios que se obtienen son invaluables
para el bienestar emocional y el desarrollo de tus hijos/as.

Conocer y practicar algunas técnicas ejercicios de relajación es fundamental para


mantener una salud mental saludable en nuestro ajetreado mundo. Estas
recomendaciones nos permiten reducir el estrés, aliviar la ansiedad y promover un
estado de calma y equilibrio emocional. En este informativo te compartimos
algunas técnicas que puedes utilizar.

Beneficio de realizar actividades de relajación:

Realizar actividades de relajación con regularidad tiene numerosos beneficios para


nuestra salud y bienestar. Estos ejercicios nos permiten reducir el estrés y la
ansiedad, calmar la mente y el cuerpo, mejorar la calidad del sueño y promover un
estado general de calma y equilibrio emocional. Al practicar la relajación, podemos
mejorar nuestra concentración.

Aunque no existe una legislación específica sobre el acoso escolar hasta 2021,
algunas leyes y políticas en Guatemala proporcionan marcos legales para
combatir la violencia en general y pueden aplicarse en casos de acoso escolar.
Algunas de estas leyes y políticas incluyen:

1. Ley Nacional de Educación: Esta ley establece los principios fundamentales


para la educación en Guatemala y promueve un enfoque educativo basado en la
dignidad, la equidad, la inclusión y el respeto a los derechos humanos. La
protección de los estudiantes contra cualquier forma de violencia, incluido el acoso
escolar, es un objetivo importante de esta ley.

2. Ley contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas: Esta ley


se enfoca en prevenir y sancionar la violencia sexual y la trata de personas en
Guatemala. Si el acoso escolar involucra algún tipo de violencia sexual o
explotación, esta ley puede aplicarse para proteger a los menores afectados.
3. Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (LOPINNA): La
LOPINNA tiene como objetivo proteger los derechos de los niños y adolescentes
en Guatemala. Si el acoso escolar afecta a menores, esta ley puede ser invocada
para garantizar su protección y bienestar.

4. Políticas educativas y planes de convivencia escolar: Aunque no son leyes,


existen políticas y planes educativos que buscan promover la convivencia escolar
pacífica y prevenir el acoso dentro de las escuelas guatemaltecas. Estos
documentos guían las acciones de las instituciones educativas para crear un
ambiente seguro y respetuoso para los estudiantes.

Es importante tener en cuenta que las leyes y políticas están en constante


evolución, por lo que te recomiendo verificar con fuentes actualizadas para
conocer las últimas medidas.

EL PAPEL DEL DOCENTE RESPECTO AL ACOSO ESCOLAR

El papel del docente es crucial en la prevención y abordaje del acoso escolar. Los
docentes juegan un rol fundamental en la vida de los estudiantes y tienen la
responsabilidad de crear un ambiente seguro, respetuoso e inclusivo en el aula y
en todo el entorno educativo. A continuación, se describen algunas de las
funciones y responsabilidades del docente respecto al acoso escolar:

1. Prevención y sensibilización: Los docentes deben participar activamente en


programas de prevención del acoso escolar, promoviendo la sensibilización entre
los estudiantes sobre la importancia de respetar a los demás, la tolerancia y la
convivencia pacífica.

2. Identificación temprana: Los docentes deben estar atentos a posibles señales


de acoso escolar entre sus estudiantes. La identificación temprana es crucial para
intervenir oportunamente y prevenir que la situación se agrave.

3. Fomento de la empatía: Los docentes pueden incentivar el desarrollo de la


empatía y el respeto entre sus estudiantes. Mediante ejemplos positivos y
actividades educativas, los docentes pueden enseñar a los alumnos a comprender
los sentimientos y experiencias de los demás.
4. Diálogo y comunicación: Los docentes deben promover un ambiente de
diálogo abierto y confianza en el aula. Esto permitirá que los estudiantes se
sientan cómodos para expresar sus preocupaciones y denunciar situaciones de
acoso sin temor a represalias.

5. Intervención activa: Si un docente sospecha o conoce un caso de acoso


escolar, debe intervenir de manera activa y efectiva. Esto implica tomar medidas
adecuadas para detener el acoso y brindar apoyo a la víctima.

6. Mediación y resolución de conflictos: En casos de acoso escolar, los


docentes pueden actuar como mediadores para resolver conflictos entre
estudiantes. La mediación puede promover el diálogo y ayudar a las partes a
encontrar soluciones pacíficas y constructivas.

7. Trabajo en equipo: Los docentes deben trabajar en equipo con otros


profesionales del centro educativo, como psicólogos, orientadores o directivos,
para abordar adecuadamente casos de acoso escolar y brindar apoyo integral a
los estudiantes involucrados.

8. Modelamiento de comportamiento: Los docentes deben servir como modelos


de comportamiento respetuoso y tolerante para sus estudiantes. Sus acciones y
actitudes influyen en la conducta de los alumnos y pueden contribuir a crear un
ambiente positivo y libre de violencia.

El papel de los docentes, maestros o profesores, es decisivo a la hora de


enfrentarse a una situación de Acoso Escolar, Bullying en su aula. El
establecimiento de límites y la actitud de dejar de permanecer indiferentes ante el
problema, harán que ellos puedan manejar con inteligencia todo tipo de
situaciones. Deben establecer límites y dejar de tener una actitud pasiva e
indiferente ante el problema.

Un trabajo integral (interacción escuela, docentes-padres-alumnos) enfocados a


lograr el respeto hacia los demás, la empatía, la responsabilidad y la igualdad,
darían como resultado el desarrollo de una sociedad más sana y funcional.
Como más puntos diferentes donde podrían ayudar y apoyar a cada alumno
serían los siguientes:

Habla con tus alumnos sobre agresión relacional (puedes utilizar cuentos,
películas u otros recursos, como realizar una mediación escolar, utilizar el rol
playing, el psicodrama) para concientizarlos sobre el tema.

Procura ser un modelo de buen comportamiento (muestra respeto por todos tus
alumnos, no muestres favoritismos, evita hablar mal de otros, fomenta la empatía
y la solidaridad).

Crea un clima de seguridad en el salón de clases: establece reglas claras de que


no será tolerado ningún tipo de agresión. Más que decirlo y repetirlo, trata de
mostrarles con hechos.

Trata de identificar las primeras señales de agresión relacional antes de que se


conviertan en un conflicto mayor.

Escucha activa y empáticamente cuando un alumno te hable sobre una situación


de agresión relacional.

6.7.EFECTO EN LA SALUD MENTAL DE LAS VICTIMAS DE ACOSO


CIBERNETICO

La intimidación puede afectar la salud física y emocional, tanto a corto plazo como
más adelante en la vida. Puede ocasionar lesiones físicas, problemas sociales,
problemas emocionales e, incluso, la muerte.

Aquellos que son víctimas de intimidación tienen mayor riesgo de desarrollar


problemas de salud mental, dolores de cabeza y problemas de adaptación en la
escuela. La intimidación también puede afectar la autoestima a largo plazo.

Los niños y adolescentes que intimidan a otros tienen un riesgo mayor de


desarrollar abuso de sustancias, problemas académicos y violencia hacia los
demás más adelante en sus vidas.
Los niños o adolescentes que intimidan y al mismo tiempo son víctimas de
intimidación son los que sufren los efectos más graves de la intimidación y tienen
un riesgo mayor de desarrollar problemas mentales y de comportamiento que
aquellos que solo son víctimas o victimarios.

Los estudios de investigación del NICHD muestran que cualquier persona


involucrada en la intimidación —ya sea que intimide a otros, sea víctima de
intimidación, o que tenga ambos roles— corre más riesgo de desarrollar
depresión.

En los estudios de investigación financiados por el NICHD también se encontró


que, a diferencia de lo que ocurre con las formas tradicionales de intimidación, los
jóvenes que son víctimas de intimidación cibernética —por ejemplo a través de la
computadora o el celular— tienen un riesgo mayor de sufrir depresión que los
jóvenes que realizan la intimidación.5 Aún más sorprendente es que los mismos
estudios observaron que las víctimas de intimidación cibernética tenían un riesgo
mayor de depresión que los que realizaban la intimidación cibernética o los que
eran víctimas y victimarios (es decir, aquellos que realizaban intimidación pero
también eran intimidados), lo cual no se había observado en ninguna otra forma
de intimidación.

El acoso puede afectar gravemente a la salud mental y el bienestar de los niños y


jóvenes. Los padres, profesores, entrenadores y otros adultos que atienden a
jóvenes se encuentran en posiciones donde pueden notar los signos de daños
mentales o conductas de acoso.

Las investigaciones sugieren que los niños y jóvenes que son víctimas de acoso
con el tiempo son más propensos a experimentar depresión, ansiedad y baja
autoestima en comparación con aquellos que no son acosados. Además, son más
propensos a estar solos y evitar la escuela. Existen muchas maneras en que los
padres y los adultos que atienden a los jóvenes pueden ayudar a prevenir o
abordar el acoso.
El mismo estudio demostró que los niños y jóvenes que acosan a otros con el
tiempo tienen mayor riesgo de desarrollar comportamientos antisociales intensos,
tales como problemas en la escuela, abuso de sustancias y comportamiento
agresivo. Los padres deberían prestar atención a las señales de advertencia de
que sus hijos podrían estar involucrados en situaciones de acoso; estas señales
podrían ser tener peleas físicas o verbales o culpar a otros de sus propios
problemas.

Los espectadores del acoso también pueden experimentar efectos en la salud


mental. El mismo estudio demostró que los alumnos que fueron testigos de
situaciones de acoso en la escuela experimentaron mayor ansiedad y depresión,
independientemente de si apoyaron al acosador o a la víctima. Los espectadores
pueden sufrir estrés relacionado con el miedo a represalias o bien porque
quisieron intervenir, pero no lo hicieron.

Cuando un padre, adulto confiable o profesor nota que un niño o joven parece
retraído, deprimido, ansioso, evita las actividades que antes disfrutaba o
demuestra una conducta de acoso, es importante que hablen sobre la posible
causa. Es muy útil que los padres hablen con un trabajador social profesional, un
consejero, un médico o un psicólogo para abordar los efectos del acoso o para
identificar las estrategias de protección. Además, pueden trabajar con las escuelas
y organizaciones comunitarias para desarrollar estrategias de prevención del
acoso o abordar situaciones o incidentes de acoso específicos. Abordar el acoso y
los problemas de salud mental relacionados con él puede ayudar a prevenir
experiencias negativas dañinas y hacer que los niños y jóvenes sigan por un
camino positivo en la escuela, con sus amigos y en su desarrollo personal.

Una pequeña lista de estas consecuencias podría ser:

1. Ansiedad y depresión: Las víctimas de acoso pueden experimentar altos


niveles de ansiedad y depresión debido al estrés constante y la sensación de
inseguridad. El acoso repetitivo y las agresiones verbales pueden generar
sentimientos de desesperanza y falta de control sobre su situación.

2. Baja autoestima y falta de confianza: El acoso escolar puede socavar la


autoestima de las víctimas y afectar su confianza en sí mismas. Las palabras
hirientes y las acciones negativas pueden hacer que se sientan inadecuadas e
indignas de amor y respeto.

3. Aislamiento social: Las víctimas de acoso pueden sentirse aisladas y evitar el


contacto social debido al temor de enfrentar más hostilidades. Este aislamiento
puede llevar a una sensación de soledad y a la pérdida de conexiones sociales
importantes.

4. Trastornos del sueño: El acoso escolar puede causar insomnio y otros


trastornos del sueño debido al estrés y la ansiedad constantes que experimentan
las víctimas. 57

5. Dificultades académicas: El acoso escolar puede afectar el rendimiento


académico de las víctimas, ya que el miedo y la angustia que experimentan
pueden dificultar su capacidad de concentración y aprendizaje.

6. Pensamientos suicidas y autolesiones: En casos extremos, las víctimas de


acoso escolar pueden desarrollar pensamientos suicidas o recurrir a autolesiones
como una forma de hacer frente al dolor y la desesperación que sienten.

https://www.congreso.gob.gt/noticias_congreso/8153/2022/4#:~:text=El%20Diario
%20de%20Centro%20Am%C3%A9rica,Acoso%20Escolar%20y%20el
%20Ciberacoso%E2%80%9D.

cuentanos, G. (2022). Formas de prevenir el acoso escolar . Guatemala:


https://guatemala.cuentanos.org/es/articles/8848930279325#:~:text=Ali
%C3%A9ntales%20a%20ayudar%20a%20otros,sin%20burlarse%20jam
%C3%A1s%20de%20nadie.
cuentanos, G. (2022). Tipos de violencia. Guatemala :
https://guatemala.cuentanos.org/es/articles/11889712552605.

Gobierno de la republica de Guatemala. (2018). La prevencion de la violencia en


contextos escolares . Guatemala:
http://upcv.gob.gt/wp-content/uploads/2018/08/Guia-de-Prevencion-de-la-
Violencia-Escolar.pdf.

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