No. 3 RETIRO ABRIL 2024
No. 3 RETIRO ABRIL 2024
No. 3 RETIRO ABRIL 2024
OBJETIVO:
“Vivir las bienaventuranzas en el Tiempo de Pascua de este año 2024, nos mostrará
el camino a la felicidad a un gozo profundo del alma para hacer personas alegres,
que viven en Dios y por Dios; así como lo hizo nuestro Fundador el Santo Hno.
Pedro de San José Betancur, el cual experimentó la Pasión del Señor y la alegría de
su Resurrección”.
Ambientación:
Imagen del Santo Hno. Pedro
Cirio Pascual
Canasta para víveres
Indicación inicial:
2
La persona encargada de desarrollar el retiro, debe organizar una Hora Santa ante el
Santísimo Sacramento, a imitación del Santo Hermano Pedro que lo realizaba con
mucha devoción y fervor.
Meditamos: “Himno al Santo Hermano Pedro”.
LECTURA BÍBLICA
ESCUCHEMOS AL SEÑOR QUE NOS HABLA
3
Mateo 5: 1 al 12
“LAS BIENAVENTURANZAS”
Cuando vio a las multitudes, subió a la ladera de una montaña y se sentó. Sus
discípulos se le acercaron, tomó él la palabra y comenzó a enseñarles diciendo:
“Dichosos los pobres en espíritu,
porque el reino de los cielos les pertenece.
Dichosos los que sufren,
porque serán consolados.
Dichosos los humildes,
porque recibirán la tierra como herencia.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.
Dichosos los compasivos,
porque serán tratados con compasión.
Dichosos los de corazón limpio,
porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque el reino de los cielos les pertenece.
Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante
contra ustedes toda clase de calumnias.
Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así
también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes”.
Palabra del Señor.
PRIMERA REFLEXIÓN
4
Las bienaventuranzas son reglas de oro que llegan hasta el fondo del corazón e invitan
a vivir el amor a plenitud, con la entrega suprema de la que éste es capaz. Con esta
invitación, Jesús lanza un reto al corazón de sus discípulos, para que luchen por
aproximar al mundo su verdadera meta.
Por eso vale la pena adentrarse en estos postulados de Jesús que nos mostrarán con
claridad una senda para buscar la perfección cristiana; vale decir, la santidad.
Meditamos:
Definitivamente traemos a nuestra memoria la caridad del Santo Hermano Pedro, que
no le daba reposo. Su esperanza y su fe lo mantenían en vigilia, el oído atento al dolor.
Y Pedro se levantaba de su rincón, buscaba al enfermo, al hambriento, al desnudo y al
desencaminado y lo tomaba como hermano.
Pedro, un hombre sin techo y sin pan, daba de comer al hambriento, de beber al
sediento, vestía al desnudo. Acudía al rico, al poderoso, al que tiene, y, acercándole la
Llama de su Caridad, derretía el egoísmo y hacía deslumbrar la escondida generosidad
de aquellos hombres. Este nuevo Hermano de todos, el Hermano Pedro, con su
caridad sacaba de los hombres lo mejor, los movía al bien, los empujaba a la
misericordia y a la piedad.
INDICACIONES:
Hacemos grupos pequeños para meditar cada una de las bienaventuranzas y
procedemos a desarrollar las siguientes dinámicas:
1. ¿Cómo sigo el ejemplo del Santo Hno. Pedro que vivió las bienaventuranzas con
amor, caridad olvidándose de sí?
2. Escribo una oración pidiéndole al Señor me conceda la gracia de vivir las
bienaventuranzas.
3. ¿Cuál bienaventuranza elijo vivir en este Tiempo de Pascua?
5
SEGUNDA REFLEXIÓN
El Hno. Pedro fue de una fe sincera y de una relación profunda con Cristo. Fe en la que
se reconocía humilde siervo de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El Hno. Pedro se distinguió por vivir la comunión continua con Dios Padre, a través de
la oración y la perseverancia para hacer el bien a todos, aún a costa de las mayores
dificultades, incomprensiones y contrariedades. Como Cristo su Maestro vivió la
esperanza en Dios que es propia de los que depositan en el Padre el destino de su vida
y el sentido de sus acciones.
Hizo del encuentro con los pobres un lugar de encuentro con Cristo. Fue un adelantado
de la caridad prodigada a manos llenas. Imitando a Jesucristo que pasó haciendo el
bien, también el Santo Hno. Pedro tuvo compasión de los abandonados y cumplió con
prontitud y dedicación, incurriendo en grandes negaciones de su persona, el
mandamiento del amor al prójimo.
Fue un hombre abierto al espíritu, que conducía sus pasos, sus gestos, sus palabras;
era el Espíritu quien precedía sus tiempos largos ante el Santísimo Sacramento, de
donde sacaba la fuerza y las convicciones para salir a la calle, para encontrar la
imagen de Dios derrotada, herida y humillada, ante la que nunca se resignó, sino que
quiso responder con plenitud y corazón misericordioso. Lo que Dios le daba lo
compartía con los pobres.
https://youtu.be/VZMdSkuPJco