DC Tema 21
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DC Tema 21
DERECHO CIVIL
Convocatoria de 2023
TEMA 21
Sumario:
A. USUCAPIÓN.
1. Concepto.
La usucapión es un modo de adquirir el dominio o los derechos reales por la posesión a título de dueño,
continuada y por el tiempo señalado en la ley.
Se basa en dos hechos fundamentales: la posesión de la cosa por parte de quien no es su propietario
y la duración de esta por un cierto tiempo.
2. Fundamento.
—Es fundamento objetivo que es más aceptable, pues, para que exista la usucapión, no es
preciso que haya una actuación negligente del titular o un trabajo de la usucapión, sino que basta el hecho de
la posesión, en el tiempo y con los requisitos que marca la ley.
3. Clases.
— La extraordinaria no exige esos requisitos, que se suplen por la exigencia de un plazo más
largo de posesión.
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B. REQUISITOS.
I. Requisitos personales.
Dentro de los requisitos personales la doctrina incluye al que prescribe, al dueño de la cosa prescrita
y la buena fe.
i) Herencia yacente (artículo 1934). «La prescripción produce sus efectos jurídicos
a favor y en contra de la herencia antes de haber sido aceptada y durante el tiempo concedido para hacer
inventario y para deliberar» (artículo 1934), es decir, mientras la herencia está yacente.
— En sentido positivo, el artículo 1950 dice: «La buena fe del poseedor consiste en la creencia
de que la persona de quien recibió la cosa era dueño de ella y podía transmitir su dominio».
— Y en sentido negativo, el artículo 433 dice: «Se reputa poseedor de buena fe al que ignora
que en su título o modo de adquirir exista vicio que lo invalide. / Se reputa poseedor de mala fe al que se halla
en el caso contrario».
No están de acuerdo las legislaciones respecto a si basta la buena fe inicial del poseedor o hace falta la
continuación de la misma durante el plazo de la prescripción. Nuestro Código parece optar por la primera a
juzgar por el artículo 435: «La posesión adquirida de buena fe no pierde este carácter sino en el caso y
desde el momento en que existan actos que acrediten que el poseedor no ignora que posee la cosa
indebidamente».
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II. Requisitos reales (artículos 1936 y otros).
«Son susceptibles de prescripción todas las cosas que están en el comercio de los hombres»
(artículo 1936), siempre que sean poseíbles, y: «SOLO pueden ser objeto de posesión las cosas y derechos
que sean susceptibles de apropiación» (artículo 437).
También dice el Código en el artículo 1956 que «Las cosas muebles hurtadas o robadas NO podrán ser
prescritas por los que las hurtaron o robaron, ni por los cómplices o encubridores, a no haber prescrito el delito
o falta, o su pena, y la acción para exigir la responsabilidad civil, nacida del delito o falta» (artículo 1956).
El justo título solo se exige en la prescripción ordinaria, según el artículo 1940: «Para la prescripción
ordinaria del dominio y demás derechos reales se necesita poseer las cosas con buena fe y justo título, por el
tiempo determinado en la ley» (artículo 1940). El título, para los efectos de la prescripción, es el hecho que
sirve de causa a la posesión y, consiguientemente, a la adquisición de la propiedad.
a) Justo. «Entiéndese por justo título el que legalmente baste para transferir el dominio o
derecho real de cuya prescripción se trate» (artículo 1952). Tiene que ser un título traslativo del dominio; los
no traslativos no valen (caso de un arrendamiento).
d) Probado. «El justo título debe probarse; no se presume nunca» (artículo 1954). Es una
excepción a la regla general de la posesión, pues el artículo 448 dice que el poseedor en concepto de dueño se
presume que posee con título.
«La posesión ha de ser en concepto de dueño, pública, pacífica y no interrumpida» (artículo 1941):
a) En concepto de dueño: por ello, no servirán para prescribir las posesiones del arrendatario
o cualquier otro poseedor de cosa ajena. Por ello: «No aprovechan para la posesión los actos de carácter
posesorio ejecutados en virtud de licencia o por mera tolerancia del dueño» (artículo 1942).
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b) Pública: es decir, los actos posesorios deben manifestar frente a los demás la creencia del
usucapiente de que está ejercitando facultades que le competen. Por ello: «Los actos […] ejecutados
clandestinamente y sin conocimiento del poseedor de una cosa […] no afectan a la posesión» (artículo 444).
c) Pacífica: ello equivale a haber sido ganada sin violencia, pues: «En ningún caso puede
adquirirse violentamente la posesión mientras exista un poseedor que se oponga a ello» (artículo 441). Sí podrá
usucapirse una vez haya prescrito el delito o la pena y la responsabilidad civil, según el artículo 1956.
1. ª Por «la citación judicial hecha al poseedor, aunque sea por mandato de
juez incompetente» (artículo 1945).
3. ª
Por «cualquier reconocimiento expreso o tácito que el poseedor hiciere
del derecho del dueño» (artículo 1948).
Los plazos para la prescripción de los bienes muebles se regulan en el artículo 1955.
«Las cosas muebles hurtadas o robadas no podrán ser prescritas por los que las hurtaron o
robaron, ni por los cómplices o encubridores, a no haber prescrito el delito o falta o su pena y la acción para
exigir la responsabilidad civil nacida del delito o falta» (artículo 1956) (aunque las faltas ya no existen).
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2) Prescripción de bienes inmuebles (artículos 1957 a 1959).
Y los plazos de la prescripción de los inmuebles se regulan en los artículos 1957 a 1959.
Si parte del tiempo estuvo presente y parte ausente, cada 2 años de ausencia
se reputarán como uno para completar los 10 de presente.
Pero estas normas solo rigen para los inmuebles no inscritos en el Registro de la Propiedad,
ya que a ellos se aplican las normas para la usucapión en contra del registro, que se contienen en los artículos 35
y 36 de la LH, que diferencian según que la usucapión opere a favor o en contra del titular registral.
A todas las clases de prescripción les son aplicables las reglas del artículo 1960:
3. ª El día en que comienza a contarse el tiempo se tiene por entero; pero el último debe
cumplirse en su totalidad».
C. EFECTOS.
El efecto esencial de la usucapión es la adquisición del derecho de propiedad o del derecho real
usucapido.
Tal adquisición se produce ipso iure, automáticamente, en el momento en que se cumple el plazo de
tiempo, si bien será necesario que sea reconocida por el anterior propietario o en una sentencia judicial.
La doctrina entiende que la usucapión retrotrae sus efectos al tiempo en que se inició la posesión.
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1. Renuncia a la usucapión (artículos 1935 y 1937).
«Las personas con capacidad para enajenar pueden renunciar la prescripción ganada, pero no
el derecho de prescribir para lo sucesivo».
Ahora bien: «Los acreedores y cualquier otra persona interesada en hacer valer la prescripción podrán
utilizarla a pesar de la renuncia expresa o tácita del deudor o propietario» (artículo 1937).
— Y como involuntarios, la pérdida de la cosa por salida del comercio, por destrucción, la
expropiación forzosa, la revocación del dominio y la adquisición a non domino por otra persona.
El Código Civil no formula una doctrina sistemática acerca de la pérdida de la propiedad, y hay que
reconstruirla a partir de preceptos aislados y de los principios generales del derecho.
I. Renuncia y abandono.
El dominio y los demás derechos reales pueden ser objeto de renuncia por su titular, con la limitación
contenida en el artículo 6.2 del Código Civil de que tal renuncia no sea contraria al interés o al orden público
ni perjudique a tercero.
1. Requisitos.
a) Cuando el derecho que es objeto del abandono es un derecho real sobre una cosa ajena
(por ejemplo, una hipoteca), el derecho real es deferido al titular de dicha cosa.
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b) Cuando en una cosa existen varios derechos reales (por ejemplo, copropiedad), si uno de
los copropietarios renuncia a su derecho, este derecho aumenta la parte de los otros proporcionalmente.
La revocación del dominio consiste en la facultad de una persona para determinar que un bien que
transmitió a un tercero vuelva a su patrimonio. Se puede producir por el cumplimiento de una condición
resolutoria, por el ejercicio del pacto de retro, por el incumplimiento de las condiciones o cargas, o, si se trata
de una donación, por ingratitud, superveniencia o supervivencia de hijos.
Este epígrafe ha de conectarse con aquella posibilidad de llegar a acceder al derecho real de
propiedad aun cuando el transmitente de esta no sea su verdadero propietario. En este orden de cosas es
preciso distinguir la naturaleza de los bienes y así:
I. Bienes Inmuebles.
«El tercero que de buena fe adquiera a título oneroso algún derecho de persona que en el Registro
aparezca con facultades para transmitirlo, será mantenido en su adquisición, una vez que haya inscrito su
derecho, aunque después se anule o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en el mismo
Registro.
La buena fe del tercero se presume siempre mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del
Registro.
Los adquirentes a título gratuito no gozarán de más protección registral que la que tuviere su causante
o transferente».
Admite tal posibilidad desde el momento que el tercero hipotecario puede, cumpliendo los requisitos
de aquel precepto, llegar a ser dueño del bien inmueble que le ha sido trasmitido por quien no es su titular real.
El principio de exactitud registral a través del de fe pública permite pues que el tercero de buena fe
que adquiere a título oneroso un derecho de persona que en el Registro aparece con facultades para trasmitirlo
pueda llegar a ser titular aun cuando traiga causa de una persona que figurando con aquel concepto en el
Registro, no era su verdadero titular. Este es el clásico ejemplo de adquisición a non domino.
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II. Bienes Muebles.
El problema surge respecto a los bienes muebles o aquellos inmuebles que no han sido inscritos. No
hay en el Código Civil un precepto similar a aquel artículo 34 de la LH, lo cual plantea el problema respecto
a aquellos bienes inmuebles no inscritos y respecto a los bienes muebles. Pero, por lo que se refiere a estos,
también existe una determinada limitación a la que haremos referencia al final y viene dada por el recién
creado Registro de Bienes Muebles. Examinemos estos supuestos a los que nos hemos referido:
1. º Por lo
que se refiere a los inmuebles no inscritos no existe tal posibilidad, pues no juega
aquel artículo 34 de la LH, dado que estos bienes viven de espaldas al Registro de la Propiedad y no le es de
aplicación otro precepto que el artículo 464 del Código que, encuadrado dentro de los preceptos que este
cuerpo legal dedica a la posesión, ha dado lugar a diversas posiciones doctrinales.
2. º Así pues, respecto a los bienes muebles, sí se plantea la posibilidad de adquisición a non
domino de los mismos. Pero esta posibilidad pasa por una discusión doctrinal por cuanto, respecto a la misma,
hemos de distinguir:
III. Nuevo aspecto del problema referente a los bienes muebles inscritos en el Registro
Especial de Bienes Muebles.
Pero, como se dijo antes, ha de hacerse constar que la creación del Registro de Bienes Muebles
afecta trascendentalmente a la presunción del artículo 464 del Código Civil.
El referido Registro, contiene una disposición de “presunción iuris tantum” semejante al principio
de legitimación de la LH.