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IES “Alicia Moreau de Justo” Sistema y Politica Educativa 2019

Trabajo Práctico N°1

Materia: Sistema y política educativa

Profesor: Daniel Galarza

Alumnas: Alejandra Lujan Sosa

Tiara Neumann Colque

Fecha de entrega: 6 de noviembre

Profesorado de Psicología

Consignas:
1) Explique la forma en que la ley 1420 y la ley 4874 (“ley Lainez”) definieron el accionar en
materia educativa del estado nacional y las provincias en el marco de las limitaciones y
tensiones que impone el articulado de la Constitución Nacional.
2) Considerando el texto de la ley 1420 y los videos y bibliografía puestos a disposición analice
las regulaciones que estableció y la forma en que se resolvió la cuestión de la laicidad y sus
fundamentos
3) Analice la política educativa de los 90 considerando las transformaciones socioeconómicas,
las formas de accionar del estado y las principales reformas movilizadas.

1
Si bien la educación en la historia es anterior, el sistema educativo en nuestro país se
conformó durante el proceso de construcción del Estado Nacional, a fines del siglo XIX y
comienzos del siglo XX. Periodo en el cual Argentina se insertó en los mercados
internacionales a través del fortalecido modelo económico: agro-exportador.
El territorio se encontraba con una población nativa poco culta para la elite dirigente y
mayormente analfabeta, que sumada a la gran cantidad de inmigrantes provenientes de
Europa, desencadenaba en problemas de adaptación y contención social. Y el Estado
Nacional buscaba la conformación de una “sociedad moderna” y “de inclusión social”
La educación pasó a ser el mecanismo para “integrar, modernizar” y regular la población.
Surge así la necesidad de un Sistema Educativo Nacional en la búsqueda de una
homogeneidad social y cultural, y como principal formador de mano de obra calificada para
satisfacer las demandas del nuevo modelo económico.
Bajo este contexto, es posible afirmar que la educación en nuestro país surgió con la
promesa de lograr: 1) la integración social, 2) la consolidación de la identidad Nacional, 3) la
formación de mano de obra calificada, 4) la trasmisión de valores de las clases dirigentes y 5)
la legitimación de las elites dominantes de la generación de ´80 (terratenientes , financistas y
escritores) bajo un estado oligárquico-liberal
- Ley 1420 y ley Lainez
Antes de organizarse el sistema de educación común existían distintas escuelas: religiosas,
rurales, particulares, etc. sin un criterio que las unificase. se caracterizaban por la falta de
docentes profesionales. Había gran diferenciación entre los roles educativos tanto de los
docentes como de los alumnos en cuanto a sus diferencias hombre-mujer, haciendo
exclusivo el aprendizaje de manualidades y tareas domesticas a las mujeres. La autoridad
máxima era el docente, imponía su autoridad mediante un sistema de castigos y
recompensas. Las técnicas de enseñanza eran la de repetición y memorización.
A partir del surgimiento del Estado Nacional, la sanción de un corpus legal que regulara las
acciones educativas a lo largo y ancho de toda la nación fue un objetivo prioritario. Las
autoridades Nacionales buscaban, a través de una legislación moderna, generar un marco
adecuado para formar a los ciudadanos que el nuevo orden político oligarca requería. La
escuela se convirtió en un símbolo del progreso y una de las mayores contribuciones de la
modernidad. Desde 1853 surgieron varios debates sobre las características y funciones que
debería adoptar la escuela, y entre 1875 y 1905 se sentaron las bases legales que regularon
la educación pública argentina hasta la primera mitad del siglo XX.
La Constitución Nacional de 1853, la Ley 1420 en 1884 y la Ley 4874 en 1905 constituyeron
los principales hitos legislativos a partir de los cuales se configuró el sistema educativito
argentino. Aunque la enseñanza media no conto con una ley que la regulara hasta 1993 con
la sanción de la Ley Federal de Educación. La constitución Nacional de 1853 definió y reguló
la potestad de las autoridades Nacionales y jurisdiccionales en materia educativa. En los
artículos 5, 14 y 67 (inciso16) se prescribieron las competencias y capacidades del Congreso
para sancionar leyes educativas:

- Artículo 5: Constituyo a las provincias la obligación de garantizar la educación primaria


estableciendo escuelas dentro de su territorio: “Cada provincia dictará para sí una
Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios,
declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración
de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de estas condiciones el
Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones”
- Artículo 14: Estableció la libertad de enseñanza y el derecho a la educación: “Todos los
habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos (…) de profesar libremente su
culto; de enseñar y aprender”.
- Artículo 75 (ex 65) inciso 16: Dispuso que el Congreso podía “Proveer lo conducente al
progreso de la ilustración, dictando planes de instrucción general y universitaria”.
-
Estos antecedentes le otorgaban a la organización del sistema educativo una impronta
federal, en la que cada provincia tenía autonomía en la organización legal. Frente a esta
situación de disparidad en 1880 se federalizo la ciudad de Buenos Aires transformándose en
Capital Federal de la República, y bajo su competencia quedaron todas las escuelas del
territorio Nacional.
Frente a la ausencia de una ley reguladora de las escuelas dentro de la jurisdicción Nacional
y con el propósito de discutir las bases del tipo de educación y de escuela que más le
convenía al país. En 1881el presidente Roca fundó el Congreso Nacional de Educación, el
mismo año, se convoco a un Congreso Pedagógico que finalmente tuvo lugar el 11 de abril
de 1882. Se discutió que tipo de sistema educativo tendríamos los argentinos, su función fue
sentada en las bases para lo que sería una futura ley de educación. Este congreso se realizo
en el marco de una exposición industrial, agrícola y de bellas artes justo en plaza Miserere.
En 1884 se sanciono la Ley de Educación Común 1420, luego de intensos debates entre
conservadores y liberales. Se estableció que la educación debía ser: común, obligatoria,
gratuita, graduada, mixta, laica y dada conforme a los preceptos de la higiene, para escuelas
primarias de capital federal y de los territorios nacionales.
Sus principales características fueron:
La escuela primaria tiene como único objetivo favorecer y dirigir simultáneamente el
desarrollo moral, intelectual y físico de todo niño de seis a catorce años de edad.
La enseñanza primaria se dividirá en forma gradual (hay diferenciación de grados), se dará
preferentemente en clases mixtas y bajo la dirección exclusiva de maestras autorizadas con
títulos habilitantes. (Surge la certificación)
La obligación escolar comprende a todos los padres o tutores y puede cumplirse en las
escuelas públicas al alcance de todos los niños o en escuelas particulares en las que se
comprobará la educación por medio de certificados y exámenes.
El estado es el responsable de la escuela pública, garantizando en cada vecindario por lo
menos una escuela gratuita.
La enseñanza religiosa sólo podrá ser dada en las escuelas públicas por los ministros
autorizados de los diferentes cultos, a los niños de su respectiva comunión y antes o
después de las horas de clases.
Los contenidos mínimos comunes comprenden: lectura, escritura, aritmética, geografía
particular de la república y nociones de geografía universal, historia particular de la república
y nociones de historia general, idioma Nacional, moral y urbanidad, nociones de higiene,
nociones de ciencias matemáticas, físicas y naturales, nociones de dibujo y música vocal,
gimnástica y conocimiento de la constitución Nacional. Para las niñas será obligatorio,
además, los conocimientos de labores manuales y nociones de economía doméstica y para
los varones el conocimiento de los ejercicios y evoluciones militares más sencillas, y en las
campañas, nociones de agricultura y ganadería.
Además de las escuelas comunes mencionadas, se establecerán: Jardines de infantes en las
ciudades donde sea posible dotarlos suficientemente, escuelas para adultos y escuelas
ambulantes para los pueblos con menor población.
Se suprimieron los castigos corporales y se establecieron inspecciones periódicas ligadas a
la enseñanza de contenidos, control de las instalaciones, la higiene, la moral y la disciplina.
Se creó un fondo permanente de las escuelas para su financiamiento a partir de aportes
obtenidos de impuestos y contribuciones. De esta manera quedo constituido un tesoro
común independiente al del presupuesto Nacional.
La creación de las escuelas primarias por parte de la Nación estaba limitada por el artículo 5
de la Constitución Nacional: “Solo las provincias podían establecer escuelas dentro de su
territorio”. El desarrollo desigual de la educación en el territorio Nacional y el alto grado de
analfabetismo promovió una mayor intervención del estado en las jurisdicciones provinciales,
y en 1905 se sanciono la Ley Nacional 4874, también conocida como Ley Láinez, para
sortear esta dificultad. Esta ley autorizaba al Consejo Nacional de Educación a establecer
escuelas rurales, infantiles, mixtas y elementales en las provincias que lo solicitasen, sin
atentar contra el espíritu de la Constitución Nacional. Así fue que se crearon muchísimas
escuelas primarias donde los gobiernos locales no lograban intervenir por falta de recursos.
Estas escuelas eran incluidas como “escuelas ambulantes” haciendo referencia al artículo 11
de la ley 1420.

2
Uno de los debates más importantes durante el Congreso Pedagógico de 1882 fue el
carácter laico o religioso de la enseñanza. Ante la falta de consenso y la creciente tensión
entre los participantes, Roca decidió dejar en suspenso esa decisión e indico que el ámbito
más propicio para su tratamiento seria el Congreso de la Nación.
Ante el recinto del Congreso se presentaron dos proyectos de ley:
- Uno que se oponía fuertemente a desvincular a la iglesia del modelo educativo,
representado por sectores católicos conservadores.
- Otro que pretendía una educación laica, representado por los sectores liberales.
El debate parlamentario comenzó el 4 de julio de 1883 y finalizo un año después con el
triunfo de los liberales.
Los liberales sostuvieron que si la Constitución Nacional era tolerante en términos de libertad
de conciencia, la escuela no podía ir en contra de esta concepción. Además en un país que
fomentaba la inmigración de hombres y mujeres de credos diversos, debía concebirse una
escuela que diera cobijo a todos, respetando sus diferencias. Finalmente subrayaron que la
escuela laica no era sinónimo de escuela atea y aguantaron que los valores morales
comunes que se querían enseñar estaban por sobre la creencia religiosa individual.
La respuesta no se hizo esperar y el diputado Pedro Goyena, que representaba a posición
religiosa, advirtió que la Constitución Nacional era la de un pueblo católico y que establecía
que todos los miembros debían profesar el este culto. El estado no podía ser neutro en una
dimensión tan sensible a la identidad Nacional como era la formación de las infancias en
estrecho vínculo con los preceptos de la religión. Además argumentaron que la moral y la
civilización solo se podían constituir a través de una enseñanza con base religiosa.
Desde la parte liberal advirtieron los peligros que entrañaba que la iglesia adoptara el
derecho de designar a los maestros y los contenidos de los programas, y manifestaron la
oposición al proyecto de ley presentados por los católicos porque no se distinguía claramente
las atribuciones del gobierno respecto de las de la iglesia.
Desde la banca religiosa sostuvieron que lo que se perseguía era la supresión de un
“fanatismo religioso” por otro al que calificaron como “fanatismo burocrático”.
Tras arduos debates, se presento una reformulación del proyecto original impulsado por los
liberales. Allí se establecía en el artículo n°8 que “La enseñanza religiosa sólo podrá ser
dada en las escuelas públicas por los ministros autorizados de los diferentes cultos, a los
niños de su respectiva comunión y antes o después de las horas de clases”. Esto
garantizaba que la religión sea aprendida por quienes voluntariamente asistirían a esos
encuentros.
El 8 de julio de 1884 el Congreso Nacional sancionó la Ley 1420 de Educación Común,
donde estableció una enseñanza laica y la instrucción religiosa quedó en calidad de optativa,
con autorización de los padres y dictada fuera del horario escolar.

3-
A mediados de 1970 el estado de bienestar entra en crisis a nivel mundial. El análisis
muestra que el problema pasa por exceso de intervención del estado, se quitan incentivos a
los trabajadores, y al capital que sustrae inversiones de la producción. En Argentina esta
situación empeora a partir del Golpe de Estado de 1976. La dictadura militar logró eliminar
sindicatos obreros, partidos políticos y organizaciones sociales fragmentando y debilitando
los sectores populares. Durante la presidencia de Alfonsín (1983-1989) la presión del sector
dominante, junto con el capital financiero internacional, va a condicionar el desenvolvimiento
económico hasta el punto de llevar a la sociedad argentina al desastre. Hacia el año 1990, la
hiperinflación, el caos socioeconómico y la recesión obligan a Alfonsín a entregar el mando e
inclinan a Menem a impulsar el giro ideológico Neoliberal. Este modelo se caracteriza por la
convertibilidad monetaria, privatización, desregulación, apertura comercial, flexibilización
laboral, equilibrio fiscal con reducción del gasto público, regresividad tributaria y
endeudamiento externo. Agotado el falso estado de bienestar, la política neoliberal entra en
decadencia, aumentando la pobreza y el desempleo. se intenta resolver esta situación con
recurrentes ajustes, que no hacen sino empeorar la situación, hasta su quiebre en Diciembre
de 2001.

En este marco político, Argentina llevó adelante una reforma estructural de su sistema
educativo durante la década del ´90. Esta política educativa tiene expresión legislativa en tres
normas:
- La Ley de Transferencia (N° 24.049)
- La Ley Federal de Educción (N° 24.195)
- La Ley de Educación Superior (N°24.521)
En 1991, la Ley de Transferencia (N° 24.049) fue punto de partida de un proceso histórico de
cambios en las políticas educativas argentinas. La nueva ley solo posee 27 artículos y no
formaba ni era la especificación de una ley marco para el conjunto del sistema educativo. Al
contrario, la ley pareció responder a las necesidades de recorte presupuestario de los gastos
del gobierno nacional al transferir los servicios educativos nacionales a las jurisdicciones
provinciales y a la ciudad de Buenos Aires y representó una de las transformaciones más
profundas que se han operado en la estructura del sistema educativo.
El primer intento de descentralización se desarrolló en 1978 cuando casi la totalidad de
establecimientos primarios bajo dependencia nacional fueron transferidos a las
jurisdicciones. En una segunda y última instancia, los servicios primarios, secundarios y
terciarios que aún quedaban bajo la órbita nacional pasaron a depender de las Provincias y
de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires en un proceso que comenzó en el año
1992 con la aprobación de la Ley 24.049. La Ley de Transferencia estableció básicamente un
desplazamiento de responsabilidades financieras y administrativas desde el nivel nacional a
las provincias y la Ciudad de Buenos Aires e implicó una mayor carga presupuestaria para
las administraciones provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires a través de la firma de
convenios específicos con cada jurisdicción.
Durante el traspaso de estas instituciones, en 1993, se sancionó la Ley Federal de
Educación (N° 24.195) que fue la primera Ley Nacional que abarcó todo el sistema educativo
y estableció las funciones del Ministerio de Educación, modificó la estructura académica del
sistema educativo, estableció un Sistema Nacional de Evaluación de la Calidad y la creación
de una Red Federal de Formación Docente Continua.
La Ley Federal de Educación introdujo profundas transformaciones en la organización del
sistema:
- Cambios en niveles y ciclos: En un intento por prolongar la escolaridad, se estableció
una nueva estructura académica compuesta por 1 año de nivel inicial y 9 nivel primario
(EGB), extendiendo a 10 años de obligatoriedad de la educación. El nivel medio queda
reducida a 3 años (Polimodal).
- Cambios curriculares: Se definieron nuevas áreas de estudio relacionadas a los avances
tecnológicos, como informática y tecnología. Se suprimieron otras disciplinas tales como
latín y mecanografía.
- Se instaura un sistema de evaluación de alcance nacional denominado CBC para
constatar que todas las provincias enseñen el mismo contenido.
- Para compensar las desigualdades se desarrollaron políticas asistenciales y
compensatorias a través del Plan Social Educativo, que funcionó desde 1993 hasta 1999
y que incluyó entre sus iniciativas: infraestructura escolar; material didáctica, útiles
escolares, estímulo a las iniciativas escolares y becas para estudiantes cuyas
condiciones económicas ponían en riesgo la continuidad de los estudios.
- En referencia al aspecto presupuestario se estableció que se debía destinar el 6% del
PBI.
El cambio estructural que implicó la reforma de los ´90 fue desordenado, generó en el
sistema educativo un clima de incertidumbre y desasosiego, por un lado se cerraban
escuelas, materias y cursos por otro se abría nuevos grados, sin saber los docentes como
acomodarse a las nuevas areas. Pero la aplicación práctica de la teoría dejaba en claro que
lo que en verdad se estaba produciendo era la fragmentación del sistema, el abandono por
parte del Estado, la decadencia de recursos e inversiones, la migración de los alumnos más
favorecidos a las escuelas privadas .
En 1995 se sancionó la Ley de Educación Superior (N° 24.521), que es la primera que regula
al conjunto de instituciones de formación superior, sean universitarias o no. Se incluyeron las
instituciones terciarias de formación docente en el nivel superior de enseñanza que,
históricamente, habían constituido un circuito paralelo de menor prestigio y estatus social
frente al circuito universitario. Fortaleció el centralismo político al institucionalizar
mecanismos de intervención por parte del poder político en la vida universitaria, cercenando
la autonomía efectiva con que deben contar las universidades nacionales. En este sentido se
destacan, entre otros, aspectos tales como: la determinación de contenidos mínimos
curriculares para la formación del nivel superior, la especificación de funciones de los
órganos de gobierno de las universidades y el fortalecimiento de las instancias unipersonales
de gobierno. Además, introduce lógicas y preceptos empresariales propuestos por diversos
organismos internacionales, tales como la desregulación salarial docente y la promoción de
la búsqueda de fuentes alternativas de financiamiento, contemplando entre ellas, el
arancelamiento de los estudios de grado en contradicción con el principio de gratuidad de
todos los niveles establecido en la Constitución Nacional.

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