Mayordomía de Los Talentos
Mayordomía de Los Talentos
Mayordomía de Los Talentos
1P 4:1-11
Introducción: Al igual que con el tiempo, nosotros debemos entender que los talentos o
dones o capacidades que tenemos, los hemos recibido del Señor y por lo tanto debemos
también ser buenos administradores de lo que hemos recibido de él.
I. Definición de talento
1. m. inteligencia (capacidad de entender).
2. m. aptitud (capacidad para el desempeño o ejercicio de una ocupación).
El apóstol Pedro nos menciona que cada uno de nosotros ha recibido un don,
entonces nadie puede decir que no ha recibido nada.
Con ese don (regalo) que hemos recibido de Dios debemos servir a los demás. La
vida cristiana se caracteriza por el servicio.
Sin embargo no debemos olvidar que como resultado Dios debe ser glorificado.
Intelectuales
Profesión: arquitectura, ingeniería, prof. médica, ciencias de la comunicación. etc
Capacidad para enseñar
Capacidad para hablar en público
Pensadores
Artísticos
Artes plásticas: dibujo, pintura
Artes dramáticas: Teatro
Artes musicales: Canto, interpretación musical
Col 3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los
hombres;
1Pe 4:11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra,
ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por
Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
B. El prójimo.
Familia.
Comunidad.
Comunidad de fe.
Algunas sugerencias
1. Pide la dirección de Dios para que te indique de qué manera puedes servir a tu
prójimo.
2. Pídele a Dios la oportunidad de bendecir a alguien por medio de tus talentos,
dones o capacidades
3. No tengas temor de servir a los demás o de hacer algo para edificar al pueblo del
Señor. Si alguien se te acerca y te dices que has sido de bendición para su vida,
entonces puedes saber que estás haciendo lo correcto.
4. No tengas temor de usar tus habilidades para compartir con otros el amor de
Dios y la oportunidad de salvación que tienen en Jesucristo.
Conclusión
Los dones que tenga una persona debe ponerlos sin regañadientes al servicio de la
comunidad.
La iglesia necesita todos los dones que pueda tener una persona. Puede que sea el
de hablar en público, el de la música, el de la habilidad para visitar. Puede ser una
habilidad o profesión que se puede usar en el servicio práctico de la iglesia. Puede
que sea una casa que alguien tenga, o el dinero que ha heredado. No hay dones que
no se puedan poner al servicio de Cristo.