Certeza y Opinión

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Certeza y opinión

La certeza es la seguridad factual (constatación) que se tiene como garantía de un enunciado, del grado de
verdad o falsedad, de la tautología proposicional en un silogismo o en general del conocimiento sobre un
asunto.

Introducción
Un alto grado de certeza, comporta una conciencia sobre ciertos hechos que se admiten sin sombra de duda,
con alta confianza en que lo sabido sobre tales hechos sería verdadero y válido. Basada en la evidencia
supone un conocimiento comunicable y reconocible por cualquier otro entendimiento racional. Un bajo
grado de certeza es una situación en la que el conocimiento estaría más o menos cerca de la ignorancia. En
una situación así, no es posible afirmar algo con seguridad.

Entre estos dos extremos en el grado del conocimiento situamos un conocimiento que no es perfecto y no
ofrece la suficiente confianza en su validez por lo que pueden darse dos situaciones:

La duda. Se produce cuando la insuficiencia del conocimiento y confianza en la validez del


mismo es tal que no es posible afirmar. En la duda se da un grado de conocimiento
imperfecto y, consecuentemente, una desconfianza en la validez. La duda es fuente de
conocimiento cuando se reconoce la parte que corresponde a la ignorancia y se convierte
en motivación para el progreso del conocimiento mediante el estudio y la crítica.1 2​ ​
La opinión. Cuando el grado de conocimiento genera suficiente confianza en su validez
como para poder afirmarlo como verdadero, pero no de forma perfecta. El que opina afirma,
sí, pero no con perfecta confianza en la verdad de la proposición con la que el conocimiento
se manifiesta. Teniendo lo que se afirma como verdadero se admite sin embargo la
posibilidad del error y de la posible verdad de la opinión contraria.
En la opinión, como afirmación débil, puesto que no hay evidencia plena,3 ​ intervienen, por otro lado,
factores no estrictamente cognoscitivos como es la influencia del "querer" o el "deseo", lo que solemos
llamar voluntad, y factores culturales e ideológicos.

La distinción entre certeza y conocimiento es importante. Evita la confusión que se produce cuando las
afirmaciones ideológicas o de creencias pretenden establecerse como certezas de conocimiento verdadero
en el mismo plano y ámbitos cognoscitivos propios de la ciencia. La certeza respecto a una verdad no
basada en el conocimiento (creencias basadas en la tradición, en la religión, ideologías etc.), debe
considerarse como pertenecientes a otra esfera independiente del conocimiento y comprendida en un
concepto diferente: la fe, la confianza, la seguridad en el reconocimiento social, etc.

A partir de tales creencias tenidas como verdades se deducen formalmente, como argumentos,
consecuencias que se consideran verdades cognoscitivas indudables como explicaciones. En algunos casos
tales explicaciones pueden ser "feroces".4 ​
Las creencias como certezas no cognoscitivas tienen un valor importante en la vida humana, porque son un
fundamento para la cohesión social; su utilidad social es producto de una "tradición" que se aprende por
"culturación" y no son discutibles, ni están sometidas a método alguno de control crítico. Pero no pueden
ser consideradas en el mismo plano y con el mismo contenido de verdad que las verdades de la ciencia, al
estar éstas sometidas a criterios bien definidos y consensuados por la Comunidad científica.5 ​

Dos modos de concebir el conocimiento y su relación con la


verdad
La problemática que plantean la certeza y la opinión es muy compleja. Por ello hay diversas
interpretaciones y valoraciones o sentidos en el ámbito del conocimiento y de la vida social a lo largo de la
historia. ¿Es posible la evidencia?

Dos modos extremos de concebir el conocimiento:

El realismo

El objeto6 ​es independiente del sujeto y de la experiencia sensible.


El entendimiento puede intuir con evidencia y comprender adecuadamente el objeto con
garantía de su verdad ontológica.
El objeto es perfectamente conocido por el entendimiento mediante la comprensión bien se
entienda dicha comprensión como idea, o concepto o esencia o formas determinadas que
se expresa en el lenguaje.7 ​
Es posible la evidencia y por tanto la afirmación con certeza mediante el lenguaje.

El escepticismo
No existe más conocimiento intuitivo que el de la experiencia que nos permite nombrar los
objetos mediante el lenguaje.
No existen los conceptos como realidad, ni las esencias ni las formas fuera de su derivación
secundaria como conceptos-palabras o palabras-conceptos a partir de la experiencia
sensible.
Las palabras nombran o designan convencional y culturalmente. El conocimiento humano,
por tanto, tiene de manera esencial un contenido y sentido social.
No hay más que la intuición sensible de la experiencia. La evidencia no es más que un
referente del «aquí y ahora»8 ​y no existe un conocimiento permanente de las cosas.
La verdad objetiva no existe y si existe no podemos conocerla, y si la conociéramos no
podríamos expresarla.
Para el objetivismo la opinión es fruto de un conocimiento imperfecto, por tanto un defecto, una carencia, y
se supera mediante el esfuerzo para llegar a la ciencia en la que se manifiesta el conocimiento de la Verdad
con mayúscula, como tal, necesaria, que se muestra en la descripción del mundo mediante leyes generales
necesarias.9 ​ Se supera así el estado de opinión propia de un conocimiento vulgar e insuficiente, porque el
conocimiento científico, la ciencia, confiere una validez que permite la certeza.
Para el escepticismo por el contrario el estado de opinión es el estado propio del hombre, incapaz de
alcanzar el conocimiento objetivo de la Verdad. La verdad, con minúscula, es algo provisional sometida a
las condiciones subjetivas de la experiencia y a las condiciones sociales de la cultura y del poder.

Los primeros creen en la verdad de la ciencia como verdad objetiva y necesaria y por tanto inmutable, una
vez alcanzada. Es el fundamento de los racionalismos, logicismos e idealismos objetivos o absolutos.

Por el contrario los segundos piensan que el estado propio del conocimiento humano es la opinión. La
ciencia no es más que una generalización de la experiencia y no tiene sentido una verdad inmutable. Es el
fundamento de los sofistas, los escépticos en la Edad Antigua, de los nominalistas en la Edad Media y en la
edad moderna de los empiristas.

Naturalmente entre estas dos concepciones extremas existen multitud de formas y variantes que evolucionan
a lo largo de la historia del pensamiento.

El problema del conocimiento y la afirmación como certeza u


opinión

En la filosofía tradicional
Los objetivistas clásicos, Platón10 ​ y Aristóteles y, sobre todo, su influencia histórica a través del
neoplatonismo y el cristianismo hasta la Edad Moderna, consideraron el conocimiento como resultado de la
acción del entendimiento capaz de intuir lo real.

El conocimiento como resultado depende del grado de realidad del objeto conocido.

Lo real, lo que verdaderamente es una cosa, no cambia mientras exista la cosa, es lo que es y no puede
dejar de serlo, aunque cambien sus apariencias accidentales. Sin embargo lo que cambia deja de ser lo que
era, por lo que su conocimiento es provisional y depende del momento y las circunstancias.

Por ello distinguieron entre el conocimiento intelectual, propio del entendimiento, y el conocimiento de los
sentidos, propio de la experiencia. El primero conoce por medio de los conceptos o ideas. El segundo por
medio de las sensaciones.11 ​

El objeto de conocimiento de la experiencia sensible cambia; es subjetivo depende del sujeto que lo
experimenta; condicionado al aquí y ahora, a las condiciones del espacio y del tiempo; es individual, sólo
sirve para el objeto conocido concreto; y sólo es verdadero en un momento dado, pero al siguiente puede no
serlo. El resultado es un conocimiento cuya verdad es probable y no segura; por eso solo puede fundar la
creencia o la opinión.

Por el contrario el conocimiento del entendimiento, no depende del sujeto, es objetivo12 ​ el concepto
representa lo esencial; es permanente e inmutable; universal y necesario. Por todo ello constituye la ciencia.

Lo característico de la ciencia, es ser un conocimiento universal (que abarca a todos los seres encuadrados
dentro de la misma esencia o la misma forma) y necesario por la ley de la naturaleza de las cosas, bien sea
entendida ésta como participación en las ideas según Platón y el platonismo; por vía de la finalidad del
desarrollo de las formas según Aristóteles; o bien como ambas, resultado de las ideas de Dios plasmadas en
las formas por la Creación, según la síntesis cristiana de Santo Tomás.

El concepto universal y su expresión lingüística reflejan adecuadamente el conocimiento. Por tanto la


proposición, o mejor dicho el juicio13 ​ sobre lo real, es verdadero de la misma manera que el conocimiento
objetivo lo es en función del objeto conocido. La verdad está fundada en el objeto en cuanto que este por
necesidad de su ser es verdadero.14 ​ Un juicio falso no es por tanto un conocimiento. Pero el juicio
verdadero es un juicio categórico. Y las deducciones a partir de los juicios categóricos producen un
razonamiento o argumento silogístico categórico. Es decir expresan verdades no condicionadas sino que
responden a la realidad tal cual.

Por esto dirá Santo Tomás que la verdad es la “adecuación del entendimiento y la cosa”, porque en la
simple aprehensión del objeto por el entendimiento no puede haber error. El error se da en la afirmación del
juicio cuando se atribuya un predicado que no corresponda a la realidad del sujeto.

En definitiva:

El conocimiento se caracteriza por ser necesariamente verdadero (episteme). Las creencias y opiniones
basadas en la experiencia o en las tradiciones culturales (ignorantes de la verdadera realidad de las cosas)
quedan relegadas al ámbito de lo probable y lo aparente.

Esta vinculación entre conocimiento-verdad-necesidad forma parte de toda pretensión de conocimiento


filosófico o científico, en el pensamiento tradicional.

En este período, una vez cristianizada la cultura clásica, se puede entender que el escepticismo o la opinión,
designado como pirronismo en honor a Pirrón como escéptico famoso, fuera mal considerada y
combatida15 ​como pretensión de verdadero conocimiento.

Sin embargo los cristianos introdujeron un sentido de la opinión dependiente de la voluntad y de la Gracia
Divina que, en su aplicación al conocimiento por la Fe, hizo a la opinión capaz de producir conocimientos
partícipes de la certeza como verdad plenamente poseída.

Opinión porque es un conocimiento respecto a un objeto que no es intuido por el entendimiento, y por eso
es opinión. Pero al mismo tiempo certeza por ser objeto de la Fe religiosa que excluye un conocimiento
probable.16 ​

Confusión entre opinión y certeza fuente de numerosos conflictos sociales, religiosos y políticos por la
intolerancia a que esto da lugar, pues el concepto clásico de opinión como conocimiento probable está
abierto a la tolerancia de opiniones diversas.17 ​

En la Edad Moderna
En la Baja Edad Media y el Renacimiento18 ​se plantean nuevos modos de pensar.

Pero es Descartes quien en el siglo XVII plantea un punto de partida completamente nuevo. El punto de
partida de la reflexión filosófica pienso luego existo señala un nuevo modo de concebir el conocimiento y
sobre todo la certeza. Ahora ésta se basa no en el conocimiento en tanto que verdad respecto al objeto, sino
en la conciencia de que efectivamente lo es. No se trata ahora tanto de su verdad cuanto de su validez.
Esto sólo es posible mediante un criterio de evidencia que se produce en la conciencia examinando la
proposición o el juicio en la que dicho conocimiento se expresa. Pues la posibilidad de un conocimiento
más allá de la conciencia no es posible si no es basado en la evidencia de la idea innata19 ​de Dios como ser
perfecto que garantiza que dicho conocimiento evidente es real y objetivamente verdadero, comenzando por
la propia idea de Dios como ser perfecto.20 ​

El problema pues se convierte ahora en un problema epistemológico en cuanto validez del contenido y no
por el objeto en cuanto tal. La validez del contenido se muestra en la evidencia de unos principios ideas
innatas y su ampliación por medio de la deducción, como evidencias sucesivas, a partir de ellos. De ahí la
importancia que adquiere la lógica inspirada en el desarrollo de las matemáticas y el método en la
investigación científica.21 ​

Es la propia conciencia en la posesión de la verdad la que establece la validez epistemológica del objeto en
tanto que objeto percibido. El valor de verdad para el conocimiento es la certeza basada en la evidencia de
unos principios y la deducción a partir de los mismos.22 ​

En Lógica empírica puede verse cómo pudo desarrollarse este planteamiento en el crecimiento de la nueva
ciencia moderna.

Tal es el planteamiento racionalista, frontalmente combatido por los empiristas que, al no aceptar las ideas
innatas como principios, tampoco pueden aceptar la validez del conocimiento evidente fuera de las
relaciones lógico-formales, o relación de ideas como ellos las llamaron. No es posible alcanzar la
objetividad del conocimiento más allá de la experiencia subjetiva.

Para los empiristas la única fuente de conocimiento es la experiencia y por tanto el conocimiento es
probable, es opinión. No es posible la certeza ni siquiera en la ciencia, que únicamente supone una
generalización de las expectativas generadas por el hábito y la costumbre de que las cosas hasta ahora son
así.23 ​

El subjetivismo
Es una nueva forma de entender el conocimiento que intenta unificar el racionalismo y el empirismo
mediante el pensamiento crítico. El padre de este intento es Kant.

Kant, ante la postura del empirismo extremo de Hume que niega la posibilidad de una ciencia necesaria,
pretenderá justificar la ciencia que se muestra en la Física de Newton como un éxito incuestionable.

La solución que propone Kant supone que lo real, en tanto que conocido, se percibe24 ​ y se comprende25
conforme a unas condiciones subjetivas y a priori por las cuales adquiere la condición de objeto
cognoscible. Dichas condiciones siendo subjetivas, son comunes a toda la especie humana, por lo que el
conocimiento se refiere a un objeto como fenómeno determinado por esas condiciones universales y
necesarias para el hombre; pero no sería así, sino de otra forma, para otro ser que tuviera otras condiciones
sensibles u otras categorías conceptuales.

A través de dichas condiciones objetivas, el conocimiento adquiere la cualidad de universalidad y necesidad


propias del conocimiento científico, pero sometidas al conocimiento humano.
Pero si bien con esto se salva la condición del conocimiento científico como válido y por tanto con certeza,
por otro lado la ciencia queda limitada al conocimiento dentro de dichas condiciones subjetivas, es decir a lo
fenoménico.

Bien pronto la misma ciencia demostró las condiciones subjetivas del conocimiento con respecto a la
sensibilidad, aunque ya desde antiguo se sabía que las percepciones sensibles no eran objetivas y era un
fuerte argumento empirista.26 ​

En el subjetivismo lo real se piensa al margen de las percepciones que se dan en la conciencia y sin las
condiciones críticas propias de la ciencia, la comprobación empírica, la experimentación. Por eso sus
contenidos son metafísicos27 ​ y convienen a la opinión como creencia o fe religiosa natural o como
discurso ideológico.28 ​

Este modo de pensar inevitablemente conduce a los diversos tipos de idealismos de la conciencia guiada por
la Razón. Estos desarrollan los ideales de la razón no en función del orden del conocimiento fundado en la
evidencia ontológica sino en la construcción o realización de la Verdad como Ideal de la Razón
(pensamiento) que se realiza (se hace real) en la praxis, en la acción.29 ​

La Razón, con mayúscula, a través de la Humanidad genera la Verdad como Realidad, también con
mayúsculas, a partir de su pensamiento dialéctico. Por otro lado el hecho histórico de la Revolución
Francesa, constituyó un ideal de praxis social que dio lugar a lo que podríamos llamar "ideal de liberación"
de los mitos y prejuicios ideológicos y religiosos tradicionales, encarnando lo que se ha dado en llamar
Modernidad.30 ​

La ciencia, por su parte, durante el siglo XIX y principios del XX, mostrará un discurso potente de éxito en
el dominio de la Naturaleza en unión con la técnica. Lo que da lugar al cientificismo. El pensamiento no
estrictamente científico, que engloba todo lo que no sea directamente experimentable, engrosará el ámbito
de la opinión legitimada en un discurso o relato ideológico.31 ​

Las ideologías
A lo largo del siglo XIX principios del XX surgieron multitud de escuelas y modos de entender la
posibilidad del conocimiento. Los discursos filosóficos incluyen la praxis ideológica y política por lo que no
es fácil separar lo estrictamente relativo al conocimiento con respecto a lo que tiene de discurso
ideológico.32 ​

El cientifismo y la crisis de la ciencia como conocimiento cierto


En lo referente al progreso del conocimiento científico se impuso durante el siglo XIX y comienzos del XX
el Positivismo entendido como una "vuelta a las cosas", mostrando que, con su alianza con la técnica,
alcanzaba el dominio de la Naturaleza y la organización social.33 ​

El cientifismo considera que:

los métodos científicos deben extenderse a todos los dominios de la vida intelectual y moral
sin excepción.
Los únicos conocimientos válidos son los que se adquieren mediante las ciencias positivas;
entendiendo por positivo todo aquello que se puede contar, medir o pesar, y rechazando
como especulación metafísica todo lo demás.
La Física es el modelo perfecto de conocimiento científico, clave con la que se procura
interpretar todas las demás esferas del conocimiento como la biología, psicología, etc.

La ciencia, por sí, es suficiente para alcanzar un conocimiento cierto y capaz de alcanzar el
Todo, El Universo.
Según este modo de pensar se considera metafísica todo conocimiento que no se atenga estrictamente al
patrón predeterminado de "ciencia"; y la pretensión de certeza sobre dichos conocimientos como
ideológicos.

La función de la Filosofía consiste en establecer lo que es y no es ciencia y la depuración del lenguaje hacia
el ideal de una formalización del lenguaje científico.

Esta pretensión se hizo explícita en el Neopositivismo, Círculo de Viena, si bien su misma pretensión de
una Enciclopedia Unficada de la Ciencia resultó finalmente invalidada por los mismos postulados del
neopositivismo lógico.

La aparición de las paradojas lógicas de Russell, Cantor, etc. y la demostración del Teorema de Gödel,
vinieron a dar al traste con tales pretensiones y a una revisión de los postulados básicos del fundamento del
conocimiento científico.

Al mismo tiempo la ruptura de un espacio-tiempo absoluto newtoniano por la Teoría de la Relatividad así
como la llamada Física cuántica y el Principio de Incertidumbre de Heisenberg vinieron a poner en cuestión
tal ideal de ciencia en el primer tercio del XX.

Surgen entonces nuevas formas de entender la ciencia; y los conocimientos empiezan a ser diferenciados
dentro del campo del saber, entendido este como saberes múltiples.34 ​

En realidad ningún relato, discurso o toma de posición puede prescindir de elementos ideológicos, es decir
de un metarrelato que lo legitime. Ni siquiera la ciencia se libra de ello,35 ​ aunque represente el logro de
conocimiento más próximo a una certeza de verdad objetiva. Precisamente porque dice de sí misma que no
establece verdades fijas y sólo pretende acercarse de forma provisional y asintótica a la realidad, Karl
Popper.

A partir de entonces36 ​se profundiza en la construcción y significación de los discursos o relatos en los que
se legitiman las creencias individuales y sociales, y la misma ciencia,37 ​ adquiriendo enorme importancia
los juegos del lenguaje,38 ​la Lingüística, la Semiótica y la Hermenéutica.

Finalmente, en el último tercio del siglo XX, el lenguaje informático transforma radicalmente y condiciona
el discurso científico39 ​

El discurso de la ciencia es un discurso más, eso sí caracterizado por su exigencia y método,40 ​ pero
legitimado, como todos, por estructuras sociales y poderes políticos y económicos que la subordinan al
poder: la medida de su legitimidad social es su operatividad y eficacia. Una situación nueva en la ciencia
que degenera en un uso o juego performativo del lenguaje de la mano del poder.41 ​
Lo que abre paso a la situación actual posmoderna.

La situación actual: ¿Conocimiento de la verdad o valor


performativo del conocimiento?
La ciencia ofrece un conocimiento con un indudable valor de verdad objetiva, validez epistemológica, que
no quiere decir absoluta; y es la expresión del conocimiento humano mejor fundada y justificada; pero la
ciencia hoy día también es consciente del ámbito de conocimiento propio al que puede aspirar que no
permite llegar a realizar el grado del "saber" perfecto y completo. Tal fue el intento fracasado del
neopositivismo con su intento de "Enciclopedia Unificada de la Ciencia". Hoy predomina la
posmodernidad.

El saber en general no se reduce a la ciencia, ni siquiera al conocimiento. El conocimiento


sería el conjunto de los enunciados que denotan o describen objetos, con exclusión de todos los
demás enunciados, y susceptibles de ser declarados verdaderos o falsos. La ciencia sería un
subconjunto de conocimientos. También ella hecha de enunciados denotativos, impondría dos
condiciones suplementarias para su aceptabilidad: que los objetos a los que se refieren sean
accesibles de modo recurrente y, por tanto, en las condiciones de observación explícitas; que se
puede decidir si cada uno de esos enunciados pertenece o no pertenece al lenguaje considerado
como pertinente por los expertos
Lyotard. op. cit. pág.43-44

La ciencia actual justifica un conocimiento objetivo de la realidad; y dentro del límite de su ámbito del
conocer, considera la evidencia de sus teorías como provisionales42 ​ y siempre estarán referenciadas o
condicionadas a un sistema incompleto.43 ​A veces se confunde esta limitación fundamental de la ciencia
con la idea de que no existe verdad objetiva alguna44 ​. Para algunos todo es por igual "opinión"
considerando cualquier opinión con el mismo grado de validez que cualquier otra opinión, al margen de los
contextos en que tales opiniones encuentran su fundamento.

La multitud de relatos o narraciones tradicionales y competencias lingüísticas según diversas legitimaciones


no pueden ser consideradas en un plano de igualdad respecto a la opinión fundada y justificada, sin tener en
cuenta el grado de conocimiento que dichos relatos implican.45 ​ Es lo que se ha dado en llamar el
multiculturalismo.46 ​

Cuando el grado de posesión de verdad de cualquier opinión se equipara a la validez epistemológica de la


ciencia, en realidad se legitiman las creencias inducidas por las tradiciones, los poderosos medios de
comunicación social, la propaganda comercial o política. A veces estas opiniones se presentan como
«estados de opinión apoyados o fundados en la propia ciencia». Un discurso performativo de los contenidos
socialmente aceptados por la legitimación del discurso emanado del poder.Peligro que afecta incluso a la
ciencia en cuanto controlada y dominada por los poderes políticos y económicos.47 ​

La complejidad de los sistemas y «programas de investigación científica»48 ​ así como su dependencia de


los poderes económicos y políticos, hacen que la verdad científica pueda quedar oculta en multitud de
formas y perspectivas culturales, siendo los conocimientos cuestiones de "expertos".49 ​

Hoy sabemos con certeza que en la polémica científica sobre el cambio climático, muchas investigaciones
científicas nacen pagadas por «intereses económicos» que buscan la defensa de los mismos más que la
verdad como tal. La financiación de la investigación científica acaba plegada a los intereses del poder
económico o político. Es notable el hecho de que una fuente muy importante de la investigación científica
nace en el ámbito de la defensa de intereses militares.

La posmodernidad se caracteriza a través de un «pensamiento débil»,50 ​ el «fin de la Historia» una vez


realizado el «ideal neoliberal» que supone el fin de las utopías y las ideologías.51 ​ o un «choque de
civilizaciones» en que Occidente y Oriente se enfrentan, una vez que ha caído el muro de Berlín.52 ​

De hecho la sociedad democrática favorece un ambiente de escepticismo generalizado y amplia tolerancia


de opiniones; la libertad de expresión y la democracia genera también confusionismo por falta de fe,
confianza y seguridad en el reconocimiento social.

Quizás por esto se está produciendo en los últimos años en determinadas sociedades y ámbitos culturales
determinados una reacción en busca de certezas fundamentalistas con un grave peligro de intolerancia social
hacia los no-creyentes o diferentes.53 ​

No obstante también es cierto que los conocimientos científicos avanzan imparables, al mismo tiempo que
su transmisión encuentra medios de expresión en "redes" que, como Internet, hacen posible una transmisión
del conocimiento en un ámbito de mayor libertad e independencia. Tal es el caso de Wikipedia.

Conclusión
El problema es poder discernir cuándo nos encontramos con las opiniones genuinas de la ciencia, lo que
obliga al ciudadano a formarse unos criterios para entender el “juego científico”, o la formalidad del
lenguaje adecuado al contenido que se trata. Por otro lado obliga a enriquecer, distinguir y ejercitar diversos
criterios para establecer el nivel en que se trata un contenido cognoscitivo y el contexto en que se trata. Lo
que hoy se estudia como lógica doxástica o ejercicio de virtudes epistémicas.54 ​

Lo que, si bien supone depender en cierto modo siempre de los expertos, al menos será con un conjunto de
criterios que nos garanticen un juicio crítico pertinente.

Cuando generamos una opinión sin certeza y sin tener bien claros los temas de los que queremos dar
nuestra opinión, entramos en un gran dilema ya que no se tiene un conocimiento sobre tal. Pero cuando
logramos aceptar nuestra poca capacidad de entendimiento hacemos por investigar y aprenderlo. Para ahora
sí tener la certeza y dar nuestra opinión. Por lo tanto si queremos hacer una opinión y tener la certeza de su
veracidad, debemos hacer una investigación previa (donde podamos basar nuestros argumentos), si bien se
mencionó anteriormente las dudas nos pueden ayudar para tener mayor conocimiento, siempre y cuando las
cuestiones sean planteadas antes de afirmar o negar algo con seguridad. Una buena recomendación sería
que, si nos encontramos con baja certeza o criterio sobre algún tema, dudemos y tengamos la curiosidad de
investigar aquello que desconocemos para así tener una amplia perspectiva sobre el tema en cuestión. El
estudio y la crítica entonces serán esenciales para poder tener un claro juicio sobre el mismo.55 ​

Véase también
Evidencia (filosofía)
Creencia
Ideología
Afirmación
Duda
Ignorancia
Conocimiento
Verdad
Falsedad
Pregunta

Notas y referencias
Evolución y la Creación del mundo por
1. Aristóteles considera que el mito (o la Dios, basándose en la Biblia.
ideología, la religión o las creencias
sociales, incluso la ciencia en cuanto 6. Objeto que puede ser un ente material de
conciencia de su ignorancia, añadimos naturaleza sensible (un perro, la mesa, un
dolor etc.) o un ente imaginario de la
nosotros) como discurso explicativo social,
imaginación (una alucinación) o un ente
produce y genera dudas, lo que causa
admiración, sorpresa ante lo que "no se conceptual del entendimiento (el concepto
de raíz cuadrada)
tiene idea", "no se encuentra explicación";
y esa falta de conocimiento inicia la crítica 7. Lo que lleva asimismo a suponer, además
a los mitos y es el origen de la filosofía y de del perfecto conocimiento, que el lenguaje
la ciencia; porque busca la verdad por sí se acomoda también adecuadamente al
misma en su validez, sin sentido de utilidad contenido del conocimiento y por tanto a su
o cualquier otro condicionamiento. expresión en el lenguaje, y que ha de ser
Aristóteles, Metafísica, 982 b,11-32.El aceptada por cualquier ser dotado de
primer paso para el inicio de la reflexión razón. Aristóteles llama a esta cualidad del
sobre el propio conocimiento y saber lenguaje "lenguaje apofántico" lenguaje
comienza por la afirmación de la propia "que manifiesta la verdad" que vendría a
ignorancia. Quien se lo sabe todo y tiene ser el ideal del lenguaje propio de la
una teoría feroz, o creencia que lo explica ciencia
todo corre el serio peligro de ser un 8. que incluye la referencia a la memoria
ignorante 9. Centurión, Diosel. «De la opinión a la
2. Aquí nos referimos evidentemente a la sociedad de la información y del
duda en cuanto a una afirmación de conocimiento. un abordaje
conocimiento; no se debe confundir con la epistemológico». Irundú. Revista de
duda en cuanto referida a la decisión como publicación de la Universidad Autónoma de
forma de actuar, es decir la indecisión. En Asunción.
este caso se trata de "no saber qué hacer" 10. El Platón interpretado clásicamente, es
lo que, por otro lado, suele ir acompañado decir el Platón de La República; que no es
de la duda como conocimiento imperfecto el Platón crítico de sí mismo del
3. Puede haber evidencias parciales y Parménides, Teeteto o El sofista
concomitantes que justifican la afirmación 11. Hoy diríamos percepciones
como opinión 12. Por eso Platón pensó que las ideas eran la
4. Tal como se expone en el artículo verdadera realidad; y Aristóteles tuvo que
explicación; afirmadas como verdades en plantearse la Unidad del Entendimiento
forma de ideología social pueden conducir como algo propio de la Especie Humana,
al totalitarismo y fanatismo. Por otro lado al no de los individuos concretos que
ser coherentes sus razonamientos formales garantizara así que todos los hombres ante
es difícil combatir con otros razonamientos los mismos objetos tuvieran la misma
5. Es improcedente, por ejemplo, pretender intuición que diera lugar al mismo
contraponer como verdades contradictorias concepto. Aristóteles, De anima, III, 5. 430 y
y en el mismo plano la Teoría de la ss.
13. Aunque hoy día hablamos de Royal. Es el momento del nacimiento del
proposiciones, se hace referencia al juicio "Método científico" que hace posible la
porque es la forma en la que los clásicos y Ciencia Moderna
medievales afirmaban el conocimiento 22. Descartes: Discurso del Método
como predicado o atribución de un sujeto; 23. Hume
la verdad se produce en la
24. Por intuición a priori de los sentidos
correspondencia o no correspondencia de
dicho predicado o atribución con la externos en la experiencia de un espacio, y
por intuición a priori de los sentidos
realidad del sujeto, entendido como
externos e internos en la experiencia de un
sustancia o esencia. El concepto actual de
proposición sin embargo se considera espacio-tiempo
como un todo, un “hecho que puede ser 25. por medio de los conceptos a priori del
verdadero o falso”. El juicio se entiende entendimiento, conforme a determinadas
hoy mejor como lo relativo a la creencia. categorías
14. Véase trascendentales. Para la filosofía 26. Ya en la antigüedad se dudaba de la
tradicional el ente es unum, verum et objetividad del color y se intuía la confusa
bonum (uno, verdadero y bueno) percepción del movimiento; Aristarco de
15. Es especialmente famosa la Samos planteó el movimiento de la tierra
alrededor del sol y S. Agustín consideraba
argumentación de S. Agustín Contra
Académicos contra el escepticismo: Si la subjetividad del tiempo. Pero el
enim fallor sum, que se ha considerado copernicarnismo y Galileo mostraron
claramente la relatividad de la percepción
tantas veces el antecedente del Cogito
del movimiento según el punto de vista del
ergo sum de Descartes.
espectador. Berkeley llegó a decir: Esse est
16. Lebacqz J. Certitude et volonté percipi: El ser consiste en ser percibido. La
17. Problema planteado por Averroes con su descomposición de la luz blanca en los
llamada teoría de la doble verdad, y que en colores del arco iris demostrada por
la Edad Media tuvo mucha importancia en Newton son un primer anticipo. Descartes
el estudio de las relaciones entre la Fe y la por eso fijó la atención de la objetividad de
Razón (Santo Tomás); relaciones que lo sensible en la "extensión" como garantía
fueron definitivamente puestas en cuestión de "cuerpo material" en oposición al
en el Renacimiento y definitivamente "pensamiento" o la conciencia que hace
separadas con la Ilustración referencia al alma o espíritu. La Naturaleza,
18. Discusión acerca de la realidad de los por eso para él era "mecánica".
conceptos como universales con el 27. El alma, el mundo, Dios. La moral, la
nominalismo; pérdida del criterio de religión, el arte están más allá de la
autoridad que tanto ha predominado en el experiencia física, son Ideas o Ideales
seno del cristianismo; se subraya el valor regulativas de la Razón pero no objetos de
del individuo y la libertad de pensamiento conocimiento
(crisis religiosas) 28. Lo real queda fuera del ámbito del
19. En la conciencia del yo que realiza la conocimiento de la ciencia, aunque, como
reflexión filosófica como consecuencia de dice Kant, puede ser pensado; lo real
la aplicación de un «método de análisis» aparece como un ámbito problemático de
que garantiza la certeza, según Descartes, conocimiento, (sobre lo que es posible-
la Duda métodica. imposible, necesario-contingente), que
20. Una nueva versión del argumento surge de la tendencia de la razón en la
ontológico de San Anselmo ya discutido en búsqueda de los principios absolutos
la E. Media, y que hace posible rechazar la propios de la Metafísica: Las tres Ideas de
hipótesis del "genio maligno" que la Razón: Mundo, Alma, Dios; por la
Descartes llega a suponer como tendencia a encontrar los principios
posibilidad de error en las verdades racionales de la acción, genera la ética y
matemáticas en su Duda metódica. postula la existencia de Dios y la
21. La lógica aristotélica se reinterpreta y inmortalidad del alma; y finalmente los
completa en la llamada lógica de Port principios reflexionantes del arte y la
religión y la finalidad de sentido de la legitimación sobre la base de un método
existencia científico
29. ”En principio era la Acción” escribió 36. 2º Wittgenstein
Goethe, remedando el texto de San Juan: 37. El saber científico es una clase de
“En principio era el Logos”. San Juan 1,1 discurso. Pues se puede decir que desde
30. El lema de Kant: Sapere aude, atrévete a hace cuarenta años las ciencias y las
pensar; y los movimientos filosóficos técnicas llamadas de punta se apoyan en
(Liberalismo, Socialismo, Marxismo, etc) el lenguaje. Lyotard. op. cit. pág. 14
que engloban la ética, la política y el
sentido de la Historia da lugar a 38. Tres observaciones deben
organizaciones de movimientos sociales y hacerse a propósito de los
revolucionarios tras un ideal de Progreso juegos de lenguaje. La
característico de la época Moderna, que primera es que sus reglas
logrará la emancipación de la Humanidad no tienen su legitimación
de los falsos mitos y creencias falsas y en ellas mismas, sino que
liberando al hombre de las cadenas y forman parte de un
contrato explícito o no
poderes opresores, haciendo real el Ideal entre los jugadores (lo que
de la Razón no quuiere decir que éstos
31. El terrorismo de los laboratorios, que dirá las inventen), La segunda
Ortega. Lecciones de Metafísica es que a falta de reglas no
hay juego, que una
32. Son especialmente relevantes las diversas modificación incluso
clases de socialismos, Hegelianismo, mínima de una regla
Marxismos, Liberalismos, donde lo modifica la naturaleza del
filosófico y social-político-económico se juego, y que una "jugada"
mezclan de forma esencial e indistinguible. o un enunciado que no
33. La aparición de la Sociología como ciencia satisfaga las reglas no
pertenece al juego defiido
vino de la mano de esta inspiración por estas. La tercera
filosófico-científica, (Comte) observación acaba de ser
sugerida: todo enunciado
34. Pero con el término saber debe ser considerado
no se comprende como una "jugada" hecha
solamente, ni mucho en un juego
menos, un conjunto de Lyotard. op. cir. pág. 27
enunciados denotativos,
se mezclan en él las ideas 39. En esta transformación general, la
de saber-hacer, de saber- naturaleza del saber no queda intacta. No
vivir, de saber-oír, etc. Se
trata entonces de unas puede pasar por los nuevos canales, y
competencias que convertirse en operativa, a no ser que el
exceden la determinación conocimiento pueda ser traducido en
y la aplicación del único cantidades de información. (La unidad de
criterio de verdad, y que información es el bit, añade el texto en nota
comprenden a los criterios a pie de página). Lyotard, op. cit. pág.15
de eficiencia (cualificación
técnica), de justicia y/o de 40. Programas de investigación científica.
dicha (sabiduría ética), de Lakatos, que requieren grandes recursos
belleza sonora, cromática técnicos y económicos
(sensibilidad auditiva,
visual) etc. 41. Los decididores intentan,
Lyotard. opc. cit. pág. 44 sin embargo, adecuar
esas nubes de sociabilidad
35. Kuhn y la sociología de la ciencia y el a matrices de
concepto de paradigma rompen la idea de imput/output, según una
una legitimidad solamente experimental. lógica que implica la
conmensurabilidad de los
Feyerabend rompe asimismo con la elementos y la
determinabilidad del todo.
Nuestra vida se encuentra f1de1.pdf?sequence=1). Tesis doctoral
volcada por ello hacia el Universidad autonoma de Barcelona.
incremento del poder. Su
legitimación, tanto en 46. «Cuénteme un cuento / 1, 2, y 3, de José
materia de justicia social Vidal-Beneyto en El País « Reggio’s
como de verdad científica, Weblog» (http://reggio.wordpress.com/200
sería optimizar las 8/02/09/cuenteme-un-cuento-1-y-2-de-jose-
actuaciones del sistema, la vidal-beneyto-en-el-pais/).
eficacia. La aplicación de 47. Lyotard La condición posmoderna
ese criterio a todos
nuestros juegos no se 48. Lakatos
produce sin cierto terror, 49. «Copia archivada» (https://web.archive.org/
blando o duro: Sed web/20140424032207/http://portal.unesco.
operativos, es decir, org/shs/en/files/3803/10753801531abstract
conmensurables, o
desapareced. s168spa.pdf/abstracts168spa.pdf).
Lyotard. opc. cit. pág. 10 Archivado desde el original (http://portal.un
esco.org/shs/en/files/3803/10753801531ab
42. Popper stracts168spa.pdf/abstracts168spa.pdf) el
43. Teorema de Gödel 24 de abril de 2014. Consultado el 25 de
44. Capilla García, Pablo (Diciembre de 2014). agosto de 2009.
«EL DEBATE EPISTEMOLÓGICO EN EL 50. Gianni Vattimo
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verdad en la información» (https://www.tdx. 52. Samuel Phillips Huntington
cat/bitstream/handle/10803/287466/Tesis%
20Doctoral%20Pablo%20Capilla%20Gar 53. Véase
c%C3%ADa.pdf?sequence=1). Tesis http://reggio.wordpress.com/2008/03/01/los-
doctoral Universitat Ramon Llull Facultat think-tanks-miseria-de-ideas-2-de-jose-
de Comunicació i Relacions Internacionals vidal-beneyto-en-el-pais/
Blanquerna. 54. Cfr. Quesada, D. op.cit. pág 63.
45. Abellán Fernández, Jordi (Diciembre 55. La aportación a la conclusión del tema se
2014). «La reflexión sobre las finalidades ha realizado sobre la base de lo que
de la enseñanza de la historia» (https://ww hemos leído en este sitio, por favor no la
w.tdx.cat/bitstream/handle/10803/290842/ja borren.

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